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cAPrTULO 1 ARTE E IMAGINACION Llamamos actividad creadora a toda realizacién hu- ‘mana creadora de algo nuevo, ya se trate de reflejos de algiin objeto del mundo exterior, ya de determinadas construcciones del cerebro o del sentimiento que viven y se manifiestan s6lo en el propio ser humano. Si nos fijamos en la conducta del hombre, en toda su actividad, percibimos ficilmente que en ella cabe distinguir dos tipos bisicos de impulsos. Podria llamarse a uno de ellos reproductor o reproductivo: suele estar estrechamente vineulado con nuestra memoria; su esencia reside en que el hombre reproduce o repite normas de conducta ya creadas y elaboradas o resucita rastros de antiguas im- presiones. Cuando recuerdo la casa donde pasé mi infan- ia 0 paises lejanos que visite hace tiempo estoy Teproduciendo huellas de impresiones vividas en la infancia o durante los viajes. Con la misma exactitud, ceuando dibujo del natural, escribo 0 realizo algo con arreglo a una imagen dada, no hago mas que reproducir algo que tengo delante o que asimilé o elaboré con an- terioridad. Todos estos casos tienen de comin que mi actividad no erea nada nuevo, limiténdose fundamental- mente a repetir con mayor o menor precision algo ya existent. Es facil comprender la enorme importancia que a lo % largo de la vida del hombre tiene la pervivencia de su experiencia anterior, en qué medida eso le ayuda a cono- cet el mundo que le rodea, creando y fomentando habi- tos permanentes que se repiten en circunstancias idéntcas Fundamento orginico de esta actividad reproductora ‘© memorizadora es la plastcidad de nuestra sustancia nerviosa, entendiendo por plasticidad la propiedad de tuna sustancia para adaptarse y conservar las huellas de sus cambios. Desde este punto de vista diremos que la ‘cera es mas plistica que el agua o que el hierro porque se adapta a los cambios mejor que el hierro y conserva mejor que el agua la huella de estos cambios. S6lo ambas ppropiedades en su conjunto crean la plasticidad de nues- tra sustancia nerviosa. Nuestro cerebro y nuestros ner: vvios, poseedores de enorme plasticidad, modifican ficilmente su finisima estructura bajo la influencia de diversas presiones, manteniendo la huella de estas modi- ficaciones si las presiones son suficientementefuertes 0 se tepiten con suficente frecuencia. Sucede en el cerebro algo parecido a lo que pasa en una hoja de papel si la doblamos por la mitad: en el lugar de la doblez queda tuna raya como fruto del cambio realizado; raya que propicia la reiteraciOn posterior de ese mismo cambio. Bastard con soplar el papel para que vuelva a doblarse por la misma raya, ‘Lo mismo ocurre con la huella que deja la rueda sobre la tierra blanda: se forma una rodada que fija los cam- bios producidos por la rueda al pasar y que sirve para facilitar su paso en el futuro, De igual modo las excita- ‘iones fuertes 0 frecuentemente repetidas abren en nuestro ‘cerebro senderos semejantes. Resulta pues que nuestro cerebro constituye el 6rgano ‘que conserva experiencias vividas y faciita su reiteracin Pero si su actividad s6lo se limitase a conservar experien cias anteriores, e| hombre seria un ser capaz de ajustarse a las condiciones establecidas del medio que le rodea. Cualquier cambio nuevo, inesperado, en ese medio am- e biente que no se hubiese producido con anterioridad en la experiencia vivida no podria despertar en el hombre la debida reaccién adaptadora, Junto a esta funcién man- tenedora de experiencias pasadas, el cerebro poses otra funcién no menos bisica ‘Ademds de la actividad reproductora ¢s facil advertir enel hombre otra actividad que combina y crea. Cuando imaginamos cuadros del futuro, por ejemplo la vida hu- ‘mana en el socialismo, o cuando pensamos en episodios antiquisimos de la vida y la lucha del hombre prehistéri- 0, no nos limitamos a reproducir impresiones vividas por nosotros mismos. No nos limitamos a reavivar hue- Ilas de pretéritas excitaciones llegadas a nuestro cerebro, ‘nunca hemos visto nada de ese pasado ni de ese futuro, ¥ sin embargo podemos imaginarlo, podemos formanos tuna idea, una imagen, Toda actividad humana que no se limite a eproducir hhechos 0 impresiones vividas, sino que cree nuevas imé- genes, nuevas acciones, pertenece a esta segunda fun- cién creadora o combinadora. El cerebro no se limita a ser un érgano capaz de conservar o reproducir nuestras pasadas experiencias, es también un érgano combinador, sreador, capaz de reelaborar y crear con elementos de experiencias pasadas nuevas normas y planteamientos. Si la actividad del hombre se redujera a repetir el pasado, el hhombre seria un ser vuelto exclusivamente hacia el ayer e incapaz de adaptarse al mafiana diferente. Es precisa- ‘mente la actividad creadora del hombre la que hace de él un ser proyectado hacia el futuro, un ser que contribuye ‘crear y que modifica su presente. La psicologia llama imaginaci6n o fantasia a esta acti- Vidad ereadora del cerebro humano basada en la com naci6n, dando a estas palabras, imaginacién y fantasia, lun sentido distinto al que cientificamente les corresponde, En su acepeién vulgar suele entenderse por imaginacién © fantasia a lo irreal, a lo que no se ajusta a la realidad y ue, por lo tanto, carece de valor prictico. Pero, a fin de 9 cuentas, la imaginacién, como base de toda actividad ‘readora, se manifiesta por igual en todos los aspectos de fa vida cultural posiblitando Ia creaci6n artistic, cient fica y téenica. En este sentido, absolutamente todo lo que nos fodea y ha sido creado por la mano de! hombre, todo fl mundo de la cultura, @ diferencia del mundo de la naturaleza, todo ello es producto de la imaginacién y de Ta ereacién humana, basado en la imaginacién. «Todo descubrimiento —dice Ribeau— grande 0 pe- ‘quefio, antes de realizarse en la prictica y consolidarse, Gstuvo unido en la imaginacién como una estructura trigida en la mente mediante nuevas combinaciones 0 ‘cortelaciones, ‘Se ignora quign hizo la gran mayoria de los descu- brimientos; s6lo se conservan unos pocos nombres de grandes inventores. La imaginacién siempre queda, por Supuesto, cualquiera que sea el modo como se presente: en personalidades aisladas o en la colectividad. Para que Larado, que no era al principio mas que un simple troz0 ide madera con la punta endurecida al fuego, se convir~ tiese de tan simple instrumento manual en lo que es "ahora después de una larga serie de cambios descritos en especiales jquién sabe cuinta imaginacion se habra fen ello? De modo andlogo, la débil llama de la "madera resinosa, burda antorcha primitiva, nos de larga serie de inventos hasta la ilumin« ¥ por electricidad. Todos los objetos de la n excluir los més simples y habituales, viene ‘como fantasia cristalizada.» : desprenle ficilmente que nuestra habitual “Ta ereacién no encuadra plenamente de la palabra. Para el vulgo la elds cuantos seres selectos, ge- de grandes obras de arte, de cientificos o de importantes per- eos. Estamos de acuerdo en cilidad la creacién en la obra de un Tolstoi, de un Edison, de un Darwin, pero ‘nos inclinamos a admitir que esa creacién no existe en la Vida del hombre del pueblo. Pero, como ya hemos indicado, semejante concepto es totalmente injusto. Un gran sabio ruso decia que asi como la electricidad se manifiesta y acta no slo en la ‘magnificencia de la tempestad y en ia cegadora chispa del tayo sino también en la lamparilla de wna linterna de bolillo, del mismo modo existe creacién no sélo alli donde da origen a los acontecimientos historicos, sino tambign donde el ser humano imagina, combina, mo- dificay crea algo nuevo, por insignficante que esta nnovedad parezca al compararse con las realizaciones de los grandes genios. Si agregamos a esto laexistencia de la creacidn colectiva que agrupa todas esas aportaciones insignificantes de por si de la ereacin individual, com- prenderemos cudn inmensa es la parte que de tedo lo creado por el género humano corresponde precisamente a la creacién andnima colectiva de inventores andnimos. Se desconoce el nombre de los autores de la gran mayoria de los descubrimientos, como justamente ha advertido Ribaud, y la comprensién cientifica de esta cuesti6n nos hace ver en la funcién creadora més bien tuna tegla que una excepcidn, Ciertamente que las cota ids elevadas de la creaci6n son, hoy por hoy, s6lo accesi- bles para un pusiado de grandes genios de la humanidad, pero en la vida que nos rodea cada dia existen todas las Dremisas necesarias para crear y todo lo que excede del ‘marco de la rutina encerrando siquiera una minima par- ticula de novedad tiene su origen en el proceso creador del ser humano. Si entendemos de este modo la creacién, vemos fi- cilmente que los procesos creadores se advierten ya con todo su vigor desde la mas tierna infancia. Entre las cuestiones mas importantes de la psicologia infantil y de la pedagogta figura la de la capacidad creadora en los nifios, la del fomento de esta capacidad y su importancia un para el desarrollo general y de a madurer del nifto. Desde los primeros afios de su infancia encontramos os ereadores que se reflejan, sobre todo, en sus Juegos. El ni que cabalga sobre un palo y se imagina ‘que monta a caballo, a nifia que juega con su mufieca y Se eree madre, los nifios que juegan a los ladrones, a los Soldados, a los marineros, todos ellos muestran en sus juegos ejemplos de Ia mas auténtica y verdadera creacién, Verdad es que, en sus juegos, reproducen mucho de lo ‘que ven, pero bien sabido es el inmenso papel que perte- ‘nece ala imitacién en los juegos infanties, Son éstos con frecuencia mero reflejo de lo que ven y oyen de los mayores, pero tales elementos de experiencia ajena no Son nuunca llevados por los nifios a sus juegos como eran fen la realidad. No se limitan en sus juegos a recordar fexperiencias vividas, sino que las reelaboran creadora~ mente, combindndoias entre si y edificando con llas ‘nuevas realidades acordes con sus aficiones y necesidades El afin que sienten de fantasear las cosas 6 reflejo de su ‘actividad imaginativa, como en los juegos. ‘Cuenta Ribaud que cuando un nifio de tres afios y “medio vi6 a un cojo en lacale, dijo a su mamé: —«] , qué pierna tiene ese pobre hombre!» ‘empieza a novelas: «cabalgaba en un caballo de se cay sobre un pefiasco rompiéndose un que encontrar unos polvos para curarle.» feaso se ve muy claramente la actividad combi ‘Ia imaginacidn, Ante nosotros, Ia situacién nilo. conosia, de su experiencia anterior de su fabulacién: de otro modo no los inventar; pero Ia combinacién de estos algo nuevo, ereador, que pertenece mera repeticion de cosas vistas u de componer un edificio con es0s To antiguo con lo nuevo, sienta Autores afirman que ya en los juegos de algunos animales cabe observar raices de esa combinacién creadora. El juego del animal es también, con frecuencia, producto de la imaginacién dindmica, ppero estos embriones de imaginacién creadora en los animales no pueden lograr, dadas las condiciones de su existencia, un desarrollo firme y estable, y s6lo el hombre ha odio elevar eta forma de actividad hasta su actual ‘caPrTULo tt IMAGINACION Y REALIDAD Cabe, sin embargo, preguntar: jcmo se produce esta, actividad combinadora creadora? {De donde surge, a qué ‘std condicionada y a qué leyes se supedita en su desarro- Ilo? El andlisis psicol6gico de esta actividad pone de relieve su enorme complejidad. No aparece repentina- ‘mente, sino con lentitud y gradualmente, ascendiendo desde formas elementales y simples a otras mis compli= ceadas, en cada escalén de su crecimiento adquiere su Propia expresion, a cada periodo infantil corresponde su propia forma de creacién. Més adelante no se comparti- ‘menta en la conducta del hombre, sino que se mantiene fen dependencia inmediata de otras formas de nuestra actividad y, especialmente, de la experiencia acumulada, Para mejor comprender el mecanismo psicolégico de la imaginaci6n y de la actividad creadora con ella rela- cionada conviene empezar explicando la vinculacién fxistente entre Ia fantasia y ta realidad en Ia conducta Jhumana, Advertimos ya de lo erréneo del criterio vulgar que traza_una frontera impenetrable entre fantasia. y realidad. Trataremos ahora de mostrar las cuatro formas bbisicas que ligan la actividad imaginadora con la reali- dad, ya que su comprensién nos permitiré ver en la imaginacién no un divertimiento caprichoso del cerebro, eo ereniico ‘del aire, sino como una funcién vitalmente 15 La primera forma de vinculaci6n de fantasia y realidad consiste en que toda elucubracién se compone siempre de elementos tomados dela realidad extraidos de la experien- cia anterior del hombre. Seria un milagro que la imagina- ibn pudiese crear algo de la nada, o dispusiera de otra fuente de conocimiento distinta dela experiencia pasada. Sélo ideas religiosas o mitoldgicas acerca de la naturaleza humana podrian suponer a los frutos de la fantasia un igen sobrenatural, distinto de la experiencia anterior. En tales conceptos, los dioses o los espiritus imbuyen suefios a los hombres, prestan a los poetas contenido para sus obras, dictan a los legisladores los diez manda- Imientos. El andlisis cientifico de las elucubraciones mis fantisticas y alejadas de la realidad, como por ejemplo, Tos mitos, los cuentos, las leyendas, los suefos, etc. os convencen de que las mayores fantasias no son mas que ‘nuevas combinaciones de los mismos elementos tomados, 8 fin de cuentas, de Ia realidad, sometidos simplemente a ‘modificaciones 6 reelaboraciones en nuestra imaginacién. ‘Cabafas sobre patas de gallina no existen mas que en los euentos, pero elementos integrantes de esta imagen legendaria estén tomados de la experiencia humana y s6lo en su combinacién interviene la fantasia, es decir, gue su construecién no responde a la realidad. Veamos, poor ejemplo, esta imagen escrita por Pushkin de! mundo inreal: «En el calvero del bosque verdea el roble ceiido de dorada cadena que ronda el gato sabio de noche y de dia: tira a derecha, canta una cancién, tira aizquierda, cuenta lun cuento. Es prodigioso: alli retozan los elfos mientras las sirenas reposan en las ramas; alli en ocultos senderos hay huellas de fieras desconocidas; all se alza, sin puertas nj ventanas, la cabaia sobre patas de gallina.» ‘Se puede seguir todo este relato palabra por palabra y comprobar que lo fantastico en él ¢s s6lola combinacién de los elementos, pero que éstos han sido tomados de la realidad, El roble, la cadena dorada, el gato, la cancién, todo ello existe en la realidad, y s6lo la imagen del gato 16 ssbio rondando la cadena dorada y contando cuentos; slo combinant elemento es ata Por io que se refers las imgencs reales que sguen nego los elon, las sirens, In eabafia sobre pass gala, representan simplemente na compli eombinaeién de Gertos elementos que rina a realidad, Por eemplo,en ta imagen de a sitena se mezelan la imagen de la tajee onl del pijaro que poss en ls ramas de los roles: ta magica cabana Se entemercian ia imagen dels pats de galina com la de una chova, ete ete De este modo, la fantasla construye sempre con mate tales tomados dl mundo real Ciertamente como puede terse del fragmento citado, lt imaginacion puede crea huevos grador de combindcions, meccando primera mente elementos reales (el gato, la cadena, ef abl), Combinando desputs agents de fantasia i siten, fos ties) ast suceivamene Pero los itimos elementos ae arn as agenesis lads a eld, ain estos ttimos elements, consttuyen sempre impr peas < Ja realidad. ie ell encontamos la primera y principal ey aque se subordina la funeinimaginatva, Pada formularse as la etvidad ereadora dela imaginacion se encuentra en relacin directa con la rigeray a variedad dela expe ‘encia acumulada por el hombre, porgue esta experena fl material con el que ee ss elicit fatafa Gant mis ric sea la experiencia bumana, tanto mayor set el material del que dspone exaimaginaion, Por so, I imaginacidn del nfo ex mas pobre ave la del ado, Por ser menor su experiencia, Si examinamos la historia de Tos grandes descuy tientes, de los mayoresinventos, podremos comprobar ue cas siempre surleron en based enormes experiencia Prevamente acumbladss. Precisamene todd fantasia arte de esta experiencia acumulada; cuanto mis rca ea Eta exporenia, + igaldad dela restants ceunstan Gias, mis abundante debe ser la fantasia, 7 Después del momento de acumulacon de experiencia sempitta al devt de Ribaud— el periodo de madura- Gono decatacién (ineubaci6n). En Newton dud 17 hos y, en el momento en que establecié definitivamente i calculos y descubrimiento, estaba invadido de una Emocign tan fuerte que hubo de dejar a otro el euidado termina ss cllelos. El matemAtico Hanilion nos ha dhcho que su metodo de los "vateriones" surgi totale mene fo ens mente cuando se encontraba en el pute Ae Dubin “En aquel instante obtue el rato de 15 fos GE exfueros"- Darwin ecogié datos a lo largo de sus Sines, obser largamente animales plantas y ms Tanda ectura de un libro de Malthus caldocasualmente rssh manos le asombré ajustando definiivamente st ocrrna,Ejemplos similares pueden encontrarse también fm ereaciones ierari artistas.» ‘De aut la conclusion pedagégica sobre la necsidad de amplar la experiencia del iho si queremos propor- Sionare base sunceatements sida para su actividad redora. Canto mis en ign» experiment cuanto fias aprenda y asimlle, cuantos mis elementos reales Aisponga en sv experiencia, tanto més considerable y Droductiva seri a iualdad de las restates circunsta- Sinn In atvidad des imaginacin. De esta primera forna de uni de fantasia y realidad Se deduce Ficilente cudn fluo e contraponelas entre “Ta funcin combinadora de nuestro cerebro resulta “ie no consttuye algo absolutamente nuevo en compa- incom a fncién conservador, sino que no es otra fest terior compleidad. La fantasia no esta a la memory sino que se apoya en clay us datos en nuevas y nuevas combinaciones. La ieombinadora dst cerebro se basa, afin de fh quel cerebro conserva hulls dels excita- 9 todo fo nuevo de exta func $e se qo disponiendo de ashuelas de taiones el trebro as combina en posiciones distintas a las que se encontraban en Ia realidad. La segunda de las formas en que se vinculan fantasia y realidad es ya mas complicada y distinta, no se realiza entre elementos de construccién fantistica y la realidad, sino entre productos preparados de la faniasia y deter minados fendmenos complejos de la realidad. Cuando yo, basindome en los estudios y relatos de los historia ores, de los viajeros, me imagino el cuadro de la Gran Revolucién francesa o del desierto del Sahara, tanto en lun caso como en otro el panorama es fruto de la funcion creadora de la imaginacién, No se limita ésta a reproducit Jo que asimilé de pasadas experiencias, sino que partiendo de cllas, crea nuevas combinaciones. En este sentido se subordina plenamente a la primera de las leyes antes descrita. ¥ estos frutos de la imagina- cién se integran de elementos elaborados y modificados de la realidad, siendo necesario disponer de enormes reservas de experiencia acumulada para poder construir con estos elementos tales imigenes. Si no poseyese imi- genes de la sequia, de los arenales, de espacios inmensos, de animales que habitan los desiertos, no podeia en forma alguna crear la imagen de estos desiertos. Si no tuviese Imaltiples imagenes histéricas no podria tampoco imagi- nar el cuadro de la revolucién francesa, En esto se manifesta con extrema claridad la depen- ddencia de la imaginacin respecto a las experiencias ante tiores. Pero junto con ello, en estas creaciones de la fantasia hay algo nuevo que las diferencia muy sustan- cialmente del fragmento de Pushkin antes analizado. Tanto el cuadro del calvero del bosque con el gato sabio, ‘como el cuadro del desierto africano, donde nunca estuve, la esencia de la construcién idéntica de la imagen reside 2 a combinacién por Ia fantasia de elementos de lt e el fruto de la imaginacién, la propia com- Dinaién de estos elementos en uno dels casos es eal (cuento), mientras que en el otro caso la propia vineula- ibn de los elementos, el producto mismo de la fantasia, y 19 no solamente estos elementos, corresponde con algin fendmeno real. Es precisamente esta vinculacién del pro- dito terminal del inaginacin con unos o cn eros fendmenos reales lo que consttuye esa segunda forma, mis clevada, de enlace de la fantasia con la realidad Semejante forma de enlace slo es posible gracias ala experiencia ajenao socal, Si nadie hubiera vst ni deser- torel desierto afrcano ni la Revolucién francesa, seria Absolutamente imposible hacerse una idea clara de am- bas, Slo porque mi imaginacin trabaja en ambos casos no libremente, sino guiada por experiencias ajenas, como dirigida por otros, s6lo gracias a ello puede lograrse el fesultada obtenido en el caso presente, en que el produc- {o de la fantasia. concuerde con la realidad. En tal sentido la imaginacion adquiee una funcién de suma importancia en la conducta y en el desarrollo hu- ‘mano, conwitizndose en medio de ampliar la experiencia del hombre que, al ser capaz de imaginar To que no ha Mist, al poder conehiraadndose en relts ¥ descrip ‘ones ajenas lo que no experiments personal y drecta- frente, no est encerrado en el estrecho circlo de su propia experiencia, sino que puede aljarse mucho de sus Timites asmilando, con ayuda de la imaginacién, expe- riencias historias’ o sociales ajenas, En esta forma, la Jmaginacion constituye una condicién absolutaments ne- fzsaria para casi toda funcion cerebral del ser humano. ‘Gxando leemos los periédicos nos enteramos de miles de acontecimientos que no hemios podido presencia per- fonalmente, cuando de nifios estudiamos la geografia 0 Tahistoria, cuando conocemos por carta lo que sucede a otra persona, en todos estos casos nvestra fantasia ayuda & nucstra experiencia _Resulta asi una dependencia doble y reciproca entre Y experiencia, Sien el primer caso la maginacion ya en la experiencia, en el segundo caso cs la encia Ia. que Se apoya en ta fantasia, de as formas de vinculacidn entre la funcién imaginativa y la realidad es el enlace emocional, que se ‘manifiesta de dos maneras: por una parte todo sent ‘miento, toda emocién tiende a manifestarse en determi nnadas imgenes concordantes con ella, como sila emocién poudiese elegir impresiones, ideas, imagenes congruentes ‘con el estado de dnimo que nos dominase en aquel ins- tante, Bien sabido es que cuando estamos alegres vernos con ojos totalmente distintos de cuando estamos tristes Los psicélogos han advertida hace mucho tiempo el hhecho de que todo sentimiento posee ademés de Ia mani festacién externa, corpérea, una expresin interna mani festada en la seleccion de pensamientos, iméigenes © impresiones. Los psicdlogos han designado a este fenémeno ‘con el nombre de ley de la doble expresién de los sen- limientos. Asf, por ejemplo, el miedo no se manifesta sélo en la palidez, en el temblor, en la sequedad de garganta, en la respiracién entrecortada y los latidos del ‘corazén, sino también ademas en que todas las impresio- ries que entonces recibe el hombre, todes las pensamientos {ue vienen a su cabeza suelen estar teflidos del sentimiento que le domina. Cuando reza el refrin que el cuervo asustado se espanta de las ramas, tiene en cuenta precisa mente este influjo de nuestro sentimiento al matizar la percepcién de los objetos externos. Del mismo modo ‘como los hombres aprendieron hace mucho tiempo a Imanifestar mediante expresiones externas su estado in- terior del dnimo, también las imagenes de la fantasia Sirven de expresion interna para nuestros sentimientos El hombre simboliza con el color negro al dolor, al luto, fon el blanco a la alegria, con el azul la calma, la insu. freccién con el rojo. Las imagenes de la fantasia prestan también lenguaje interior a nuestros sentimientos selec- Sionando determinados elementos de la realidad y com- binandolos en tal manera que responda a nuestro estado interior del dnimo y no a la légica exterior de estas Dropias imégenes. Esta influencia del factor emocional en las combina- 2 ciones de a fantasia, es conocida por ls psilogos con {Inombre de Tey del signo emoctonal comin, es deci, ue todo To que nos ease un efecto emocional coinc dente tenden'a unise ents pese aque no se ea entre Glos semejanca alguna ni exterior interior” Rsulta onbincion de imigenesbasada en setinintox come feo en un mismo signo emocionl aglitinante de los Tlementosheterogéncon ue se vinculan Tau aftr que sla reprecnacionsacompafadas dena misma reacin afetva se asocian dltcrormente cnvre sila semejanca afectva une y cementa entre a tepresentaionesdvergentes Esto se diferencia de ls focacones por smiiud, que conssten en eta txperinci, y de ls asociaciones por eoinidenca cn stmt Inlet Las imagenes se Eombinan rciproc mene no porgue haan sido daas juntas con anterior dds no porque advitamos ente ells felaions de Semejanzas sno porque poscen un tno afetivo comin ‘tegia,pesar_ amor edi, admiacin, aburrimiento, Srpilo,consrecio et. pueden servi de centro datas. idm apropante de epresentaciones 0 acontecimentos arent de vinclosracionals ene sb, pero que respon dena un mismo signo smocionl una misma sf por SfemploJuilovos rst, edic, ec, Esta forma demo: Ghacion sce encontarse con frecuencia en os sueRos en fas itsiones, 0 sea, en extados del expt en que la imaginacion vuln com entra lberad baja sin rea nreonert, Se comprende ficient ue esta nunca Implictaoexpicia dl factor emocional debe propicat tl surgimieato de agrapatones totalmente nesperadas trinda campo cas timttade para vas combinaciones, uae el nimero de indgenes qu posesn un slo emo Elona enti, es muy grande» ‘Como ejemplo, muy sencilo, de esta combinacién de imgetesposetorns de un sipnoemoconalcombn por trian ciarse cisos correnes de acreamiento de dos Impresioneseualesguiers que no tienen ene sabioluta 2 mente nada excepto que despertan en nosotros estados de énimo coineidentes. Cuando decimos que el color azul ¢5 rio y caliente el rojo estamos acercando los conceptos de rojo y azul en Ia sola base de que despiertan en nosotros estados de dnimo coincidentes. Es fell com. prender que la fantasia, movida por factor emocional a Como la logiea interna. de los senimientos aparecerd como el aspecto mis interno, mas subjeivo, de a imagi- nacign Peto existe ademés una vinculacién reciproca entre imaginacién y emocin. Si en ol primero de Ios casos antes descrtos los sentimientosinfluyen en la imagina- cién, en el otro caso, por el contrari, es la imaginacién la que infuye en los sentimientos, Podtia designarse este fendmeno con et nombre de ley de In representacién emocional de la realidad, cuya esencia formula Ribaud ‘Todas as formas de larepresentacincreadora encie- ran ens elementos aectvos», Esto significa que todo Io due edifique la fantasia in aye reciprocamente en nues- {tos entimientos, y aunque exe ediicio no concuerde, de or si, con la realidad, todos los sentimientos que provo- ave Son reales, efetivamente vividos por el hombre que los experimenia. Imaginémonos un simple caso de lt. sion: al entrar @ oscuras en su habitacién el nifo se imagina que un vestidito que cuciga es un hombre extra: foo un bandido que penctr6ocultamente en la casa. La imagen del bandido, fruto de In fantasia del no, es iteal, pero el miedo que sient, su espanto, son comple: tamente efectivos y reales para cl no que los experimen a. Algo semejante sucede también con euslavierrepre- Sentacin por fantéstica que sea, eta ley psicoldpica debe expicarnos claramente por qué causan en nosotros Jmpresion tan honda las obras de arte creadas por la fantasia de sus autores. _Los padecimients y Ia suerte de personajes imagina- ios, su penas y algras nos emocionancontagisamente 2 Ja que sabemos bien qe no son sucesos reales, sino ucubrseones de la fantasia, Y estd se debe a que las mociones que se nos contagian de ls pginas de un fibro © de lt eseena de un teatro través e imagenes tric jes de Ta fantasia eas emociones som por Sompleto reales y las sufrimos en verdad, seria yhonds- tmente Con fecuenia una simple combinacién de im presiones externas como, por ejemplo, una obra musical, Uspieta en el que la escuchafodo on complejo univeso dz venimientosyemociones. La base pscalgica del arte musical reside preciamente on extender y ahonda los Sentimientos, en relaborarion de modo creador Resa am hablar el carta ma forma de elacin enite la fantasia y a realidad. Esta thima forma vincula dn cxrechamente por un lado sla. que acabamos de describ, pero por otro lado se diferencia sustancial- mote de hie, Coit acca ral eco trigido por la fantasia puede representar algo comp famente nuevo, no existent en a experiencia del hombre Di semejante # ningun otro objeto eal pero al recibir fooma eva al tomar nueva eneaoacin material, esa imagen sersialzadae, convert en objeto, empieza a exit realmente en 6 mando ya inf sobre os demds abjetos. Tales imigenes cobran realidad. Pueden servir de ejemplo de esta cstalizaion o materaiacion de las {Inigens cualquier aditrentotcnio, evalquir mag mio istrumento. Froto dea imagiacion combinadora {el hombre, no se ajstan a ningn modo exitete en ta naturalee, pero manan la mis convincente realidad, Gi vinculo pricico con la realidad porque al material: fare cobra tanta realidad como fo demas obs 9 ercen sr infucnca en el universo Teal que nos rode sos futos dela imaginacion han atravesado muy larga historia que convendriaaesso resumir en breve fsquema cabe decir qve han desert un crclo en st Gctarollo. Los elementos que entran en su composiién Py son tomados deta realidad por el hombre, dentro det cual, ns pensamiento,sufteron compa elaboractn convrizndose en prodicto de su imaginacisn, Por dit imo, materializandor,volveron a a tealida, pero tr Senco a consigo una ferea atv, nucra, cape mode fear esa misma realidad, cerrndose de che modo el Gil dela alia adore ea inogiacion No seria acetado suponer que soo en la esfera de a técnica, en el campo dela infuenca practice en a nate ‘aleza puede le imaginacon deseibit ese circulo comple to. Tambien, en Ia representacion emocional.o Sa, en a Tepresentaciénsubjetivn, es posible describ crcl tan completo, como no es diel observer Steede que preisamenteciando nos encontramosante un cielo completo tazado por i imagincton, anos factors, el intelectual el emocional, sultan por ial necesarios para el aco creador, Sentimiento pets Mento mucten Ia ereacin humana, Ribaud deca que ‘toda idea dominant se spoya en alguna heceidud, anhclo o deseo, es decir slg elemento afectiv, porgue Seria absurdo crecr en la permanencia de eualgic dea Gu se encontase supestaments en estado meramente intelectual en toda su sequedad y faldad, Todo sents tentoo emocién dominante debe concentrase en dea 0 imagen qe le prstsustancia, sma sin el eual quede tia en estado nebuloso.Vemes ast que aon trunos Bensamiento dominant y emocion dominant, son cas fGuivalentes entre si, enterrando el uno y el oto dos Slementos inseparabis cindcans6lo el piedominio del tno o del oven sil omen de evo onl empl dela aginacin arses En realidad para que se necsa {a obra de arte? ;No influye acaso en nuestro mundo interior, en nucsras dea yen nuestros sentimenton del Timo medo que el insivumento téenco en el mundo etir, en el mundo de a natraleza? Veamos un Sent 25 Isimo ejemplo que nos permita comprender claramente en la forma mas elemental el influjo de la fantasia artis tica. Este ejemplo esté tomado dela novela de Pushkin ‘La hija del capitin», en que se relata el encuentro de Pugachoy con el protagonista de Ia novela Griniov. Griniov era un oficial que, hecho prisionero por Pugachov ata de convener ase de gu dj ss compafores y se acoja al perdén de la emperatriz, El no puede com- prender qué es lo que anima a Pugachov. ‘

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