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EL JUEGO DEL HOMBRE, DEPORTE ¥ MASCULINIDAD ENTRE OBREROS DE VOLKSWAGEN Fernando)Huerta Rojas BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBL Direceién General de Fomento Editorial PLAZA Y VALDES EDITORES S.A DE C.V. BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA Enrique Déger Guerero i | Rector / | Guillermo Nares Rodriguez: j Secretario General Rigoberto Benitez Tryjillo Vicervector de Extension y Difusion de la Cultura ictor Espindola Cabrera Director Editorial Fotografia de portads: 1 deportista le domingo, de Félix Marquee Lopez. Imagen de cuarta de foros (etal) de Benne Monsell Trejo, edad silos. Este dibujo participé en e] concurso infantil ¢Céme veo a mt papd?, y forma parte del ealendario 1999 Y a. ¢gué tan padre feres?, nuspciado por CORIAC, FRLUAF, Conmjer, Uniget, S¥GAC. Primera edicién, 1999 ISBN: 968 $63 364 X ISBN: 968-856-731-0 Plaza y Valdés Editores ‘Manuel Maria Contreras Nima, 73 Colonia San Rafael, CP. 06470 México, DF, Tel. 57 05 00 30 (©Benemérita Universidad Auténoma de Pucbla Direecién General de Fomento Editorial Av, Juan de Palafox y Mendoza 406 Teléfono y fax 29 95.00 ext. $763 Puebla, Poe. Derechos exclusivos do edicibn reservada para todos los palses de Jul parla. Prohiida fa seproduceién total o parcial por eval / csicngyeic, Se atoriacién esesita de los editoes NV an hh en México i Inafie in Mexico Se” 24 Eljuego oprime y libera, el juego arrebata, electriza, hechiza std leno de las dos eualicades mas nobles que el hombre puede encon- trar en las cosas y expresarlas: ritmo y armonia. Johen Huizinga, Homo ludens No me acostumbro a perder, pero juego por placer, ‘yes el juego, oh si, e! que me ca fa vida. Miguel Bose Al dream team familiar: {a tia Blanquis, don Fer, Jano, Anis, Namiko, Ia Memis la tia Conchis, el Beto, ta Leonora y la Paty. ‘Alas y los obreros de Volkswagen y sus familias, ‘en especial a las y los de la Unidad Habitacional VW. INDICE ’ El juego del hombre, aprendizaje y ejercicio de la enajenacién varonil Daniel C: 3B El juego del hombre. Deporte y masculinidad entre obreros de Volksvagen 21 I. La teorfa 33 Elgénero 33 La sdentidad 39 : La sexualidad 2 Eleucrpo 4s La masculinidad oo) Ei juego oy El deporte: una expresién del juego y de la organizacién genérica 70 El tempo libre y el ocie 7 La vida cotidiana 80 IL. “Esto es un pinche fabricén” (La Volkswagen) 83 El conflito 86 1a produceién de autos 89 lh, ése ¢s mi sindicato (El Sindicato Independiente de Trabajado- tes de la Industria Automotriz, Similares y Conexos, “Volkswagen ; ‘de México”) 96 La organizacién sindical Ill, Esto més que unidad parece vecindad (Btnografia de la Unidad Habitacional Obreros Independientes Volkswagen) 99 Ubieacion de la unidad habitacional 100 Deseripeién de la unidad habitacional 10 FL 170 pet. nowaRt Milagros no podemos hacer... hasta ahorita” (La Asociacién de Colonos de fa Unidad habitacional “Hay que pagar mas caro por vivir hasta aqui” (Los servicios en Ia uunidad) “Esto mis que unidad parece vecindad” “Téquenla com anoche” (Fspacios de juego) IV, Deporte y masculinidad La produeciém de los Grandes Jugadores (Las actividades) *No tires como nif, tira como hombre” (Los rtuales de inicia- cin) La infancia (inictacion) Lia juventud (formacién) La adultez (consobidacién) Las telaciones y funciones entre las jerarquias, Las huellas del juego “Sugadores de primera, segunda y tercera” (Clasificucim y jecar= {quis de los jugadores) El reconocimiento del buen jugador “Corazén por maneslas © s6lo se les paga a los que no son del ronton” (El pago por jugar) El monta y el areglo del page Fl acceso a Volkswagen por medio del juego ‘A todos fos que quieren y aman el juego det hombre” (Juego y géncro. Las expresiones) Pues qué somos més pendejos que ellos © qué” (Los deportes mis {ugados por los obrer0s) Beisbol, masculinidad,sexualidad, homosovialided y bomofobia Futbol, jerarquias,estatusy atributos mesculinos Futbol, valores y masculinidad £1 juego: una figuraciin social Featividad y tecreacién del ser genérico Kidico (Fl caricter agonal, azaroso y mimético del juego) “Aqui empezd la fiesta (La fiesta y el jus EL juego y la fiesta, Hay que cuidar el fisico (La significacin del euerpo) El uniforme: como elemento de identidad Fl uniforme: el disfiaz de la representacia teatralizada ) 106 108 124 128 133, 152 136 161 16s 166 170 170 184 188 191 193 195 197 210 216 217 inne Los espacios de juego: cara ‘material Un deporte sin reglamento no es deporte” (Las reglas) El arbitro ‘Va a haber gansitos y guajolotes” (El sindicato y el juego) La Secretaria de Deportes Organizacién y funcionamiento Una familia integrante e hijos sin vicios” (E! juego y la familia) “Oigan, :prepararon las tortas?” (Las mujeres y el juego) “EL ticmpo libre es tin derecho de los humanos porque no somos de piedra” (Tiempo libre y ocio: tiempos de juego) Juego y vida cotidiana lristicas, uso genérico, simbilico, \V, Esto no se acaba hasta que se acaba (Comentarios finales) Bibliogratia mm 27 230 234 237 238. 245 251 267 25 EL JUEGO DEL HOMBRE, APRENDIZAJE Y EJERCICIO DE LA ENAJENACION VARONIL Este es uno de los primeros libros que se escriben en México sobre la condicién masculina, Trata de un conjunto de situaciones de vida articuladas en tomo al juego, particularmente al juezo (game, play y gamble por igual) que es estructura, espacio y contexto de forma cidn de hombres: de sus cuerpos y sus mentes, de concepciones de hombria, de actitudes viriles, de competencias rituales, de recre cidn y ejereicio del imaginario patriarcal y de sus mandatos tanto como de sus us0s y costumbres; de consiruccida y fortalevimiento © pérdida de poderes y prestigios, de experiencias y vivencias coti- dianas -conocimentos, ereencias, afectos, simbolos, pactos, vineu- los, complicidades, confrontaciones y conflictos, encuentros, acereamientos, alejamientos y desencuentros, combates y reconci- liaciones~ de quienes “quieren y aman el juego cel hombre”. Son las situaciones fundamentales del universo sacro en que se produ- cen hombres grandes y pequetios, y se reproducen sin cesar los valores y las pricticas de Ia opresién de género y Ia enajenacién va- ronil ‘Considerar que la condicin masculina y los preetogativas asignadas a jos hor bres en el patrareado generan enejenteidn o slienacién entre ésios, es una pro= puesta teériea batada en la tess de que Ios privilegias de género provienen de la {Expropiacién monopolizacors de todos los recurses sociales que no deben estar al cance de las mujeres y que hacen a todos los hambres portalores y beneficiatios de ls opresion generics. Cada hombre puede gozar de ventajas que se fe presencan ‘come recornpensa por la permanente fensién que le ocasiona ta obligacidn de po- scerlas si cumple con lo atributos suficientes de la maseulinidad hegeminica y de ‘es manera se le enajen pertanenterente [a posbilidad dle consruirse como ser mn EL eno DEL noMnRe 1H) escenario de este estudio es Ta industria automotriz, el sindi- ato de la gran empresa, la unidad habitacional, sus espacios de Jieyo, sobre todo de los juegos de hombres, de competencia, es de- tir, de aquéllos en que se desarrolla la interaccion basica entre el ‘pital y el trabajo, en donde el sistema corporativo se hace reali- lid, en donde Tas relaciones de género son vida péblica y privada, ¥ los tiluales de la masculinidad escenifican la preeminencia de los hombres, de cada hombre conforme al paderio individual (los luga- ye¥ pliblicos de encuentro e intercambio), y las guerras ceremonia~ Jes y simbdlieas (Ios campos deportivos formales ¢ informales). Fstamios en In vecindad inmediata de lo que fue una ciudad sa- it que comenzd a industrializarse y a industrializar a su entomo hace poco més de treinta afios y que hace veinte ya se habia trans- formado profundamente, Subsisten tradiciones de !2 indianidad de hubla mexicana o nahua, Pero hace ticmpo que la modernidad glo- halizadora redujo tas identidades locales y regionales ~referencias rupales afectivas y Timitadas 0 incorporadas a abstracciones dis- Cursivas muy a menudo oscuras y contradictorias~ a expiesiones de nioranza para la sobrevivencia en la nueva vida urbana marcada por Ia proletarizacién y la migracién Ahi el sindicato opaca 4 Ia 2 SS ee eS ee ramano y de consiruir la equidad ¥ fa igualdad de Jos géncras: en cada aeciin ineufins deja una parte de sus posbilidades de construir ta humsanidad y su ro vernonia iguslitacia y Nbertaria, y asi ultiva Su propia enajenaei6n en It ef i ura de la aienacidn generalizads, La propuesia tedrien pate fundamental de inGlecaiay dela eienci del feminismo,incuye la certeza de que est construc: van es posible en conjuneién con el conjunto de Jos plantewientos feminists fermalados mayoriteriamente por mujeres, y con la Tucha de éstes 9 las que 'os Tames podernos itegrer nuestas propis bisquedaslibertaris y beradoras, aorn rein, se tala de 1a metogologls flosGfica, cognoscitva,étca y politica Formvlada y desarollada durante la ditirea mitad del siglo veite y que abre os te MMferos iguslitrios pesibles paracl tercer miler milena feminists “Kuneqe esto a principos de [a década de 1970, cuando en Ya regién acnbaba ean gee ia industria eutornovilistics, ain vale la pena revsar el libro de Cul tee Banfi, Chofula. L¢ ctudad sagrada en fa era indusinal (exam, México, 1994), yours publicaiones del Proyecto Cholula del ma producidas desde '967 aeemtccinte: Sobre le prlearizacion de indigenas hacia fines de fos selenta, puede ase proleteriacign de unt grupo éinico mexicano: notas meradologicas”, publ FL jeG0 DEL HOMBRE, APRENDIZAJE EJERCICIODE LA ENAJENACION..» 15 vomunidad y el deporte convive y compite con las festividades te~ \igiasas que fueron agricolas, para irlas sustituyendo al menos en Ia frecuencia con gue en él se invierten energias y recursos. Las canchas de basquetbol y volibol, les deportes oficiales con- jyyrados por la Revolucién Mexicana y todavia implantados en to ilo el pais por los ejércitos vasconcelianos y por las empreses squbernamentales de construccién de escuelas, son sitios de viver= tia y comunién coleetivas en Tas unidades habitacionales de las que Torman el coraz6n. Por la fuerza de Tas cosas se han convertido pireialmente en pequefios centros comerciales y de reanvén donde dleparte y se juega, se realizan asambleas y veremonias clvicas, ¥ ven para practiear de manera informal esos y otros deportes, so- bre todo el futbol y el beisbol bajo el influjo modernizante de la te- levision, y abit cerca se juega billar, se bebe y se fra en grupo, en anda, entre allegados. Las canchas y otros espacios compartidos son en la unidad lo que las plazas y los jardines centrales fueron (y won frecuencia siguen siendo) en Tas pequefias localidades. Y ahi vnismo se marean algunas dle las sutiles diferencias entre juego (50- te todo aprendizaje de reglas y jerarguias, aunque en elertas con- diviones sea también ejercicio de ambas, pugna, triunfo y derrota, a menudo fundido con el deporte 0 a} menos equivalente a él), y de- porte (préctica competiiva entce iniciados). Es posible, ciertamen- te, agruparlo todo en el concepto dc actividad Widiea, pero cconsiderar que ésta es sélo una sucesi6a de ademanes, movimien- vos y emociones con las que nada se buses, que estin al margen de Jos mandatos culturales, de su. cumphmiento, actualizacion y repro duccién, puede resultar de reflexiones poco! rigurosas tl vez surs'~ ‘ius al ponstatar que hay, en ella, momentos de subversién, de reavién de alternativas y Iasta'de inicio ol trastocamiento de re- alas que se manifiestan festa y/Taicemente, pero siempre dentro {ie las mismas tendencias que cada, cultura) sigue, para su propio ‘cambio y que por lo tanto estén comprendidas dentro de] orden &s- tablecido de las cosas, es decir, de las relaciones sociales en todas Gos pares por Marcela Lagarde y Daniel Cazés en Dioldetea 13 y 95 vaca, 1983). «ado (WAP, " enlo juey cup dad yh hor les eH hi k h ' 1 EL sweco net Hommage /ERCICIO DELAENAIENAGION.. 17 1 indo DEL NOMBRE, APRENDIZAJE Y _ es un espacio en el que se reproduce el modelo domi- se interiorizan Ios roles, la clase, la desi y el poder de wn género sobre otro...[Con mas preciado del po- El deporte... nants genético y en el que wualdad social, el dominio tcl deporte} el cuerpo se convierte en el objeto der y del orden de los géneros 61 futbol, son las h guerras (obviamente vi es no tant : fe viriles) mesa Sea tno, sobre odo cuando ademés son Soeur (ave. ‘A través del juego, los oreros expresan la definiién eultucal de bs due las mass asisten en templos majestunson lo sagrado al A eulinidad, la cual es.. bisqueda de posesién de simibolos que tala casera), que se exploran en ext taba, En palabras de ae srevsuan la hombri, nommas usadas contra Js mujeres para evitar st tor, el juego, como actividad tdi 4j0. En palabras de su au- ‘neorporacin a la vida pblie, el acceso diferenciado& Jos recursos elementos de carécter ritual, ica, contiene una serie de ‘ulturales con Jos cuales se modifica, preserva y reclama la mascux presentacional, , competitivo, simblico, mimetic fided pravertacional, simulador, reglamentado, de semporalidad y espa : Sitled cece Gul emideaios como leon cot s convierten a los de pn fate se reproducen fas es portes} en un espacio eno me socal [66 do) te stoma Ly as aioe brinda el er recone, econdmnioa y gené la desigualdad eee Dea ae Se Pu Be Lin otro lugar he afirmado que el principio tebrico y metodol6gi- inicién, © como origen de su formulacién, el it co para ubicarse en la perspectiva libertaria de Ia teoria de género a el tie azar estudios de hombres o de mascutinidad, es el reconoei vestigador se ubica en las li Kneas propuestas por »puestas por Bourdieu en 1990, tniento de los privilegios de los hombres, y la definieién de la for- olitica, estamos dispuestos 2 ces una manera de reproducir los valores pi am la prictica deportiva ie gozar de los privilegios que jenen ‘riarcales, Jos atributos masculinos, de Gonzalez Barbero e n 1998 y ot. cnet de marera neces a ormas ss st momento en que, agen ética y afianzamiento de : isicas de establecimni maly. el ynetnento en iis 8 Romie amiento de la asignacién primigenia del age Boe say iat a ellos, Esta consideracion incluye el hecho de que le imbre: a hombri valet, la fomaeién de ieee vendieién mascuina genera enajenaciOn en sus fondamentos y eM Falleea eraGible de te mascutinidad, ta votuntad las onverses situaciones vitales de Tos hombres, si bien ello no dis- samente (virtud masculina de seguir las rewae) tose, uve ni elimina las facultades exclusivas, los monopotios, la Jue biodp.ell sa anmones, las gracias, las mercedes, las ventajas y las dems pre- que ejercemos los hombres, es una contribu se suma ala atin el marco de una di una disciplina marcial los grandes hob cial y castrense destinado a fe tae res: of ve unado a formar el stale, ‘ue son los verdaderos jefes de le empresa a nropatives aces a los. honbet eases 3) siempre impidica e impunemente. Bste libro jonal a este conocimiento, y ra‘ areclis was ronment Snipes "rsa ssa a Mili win cen ee Huert, ee woot a condicin genérica. Deja pendiente, sin embargo, la inda- feast sfones de las que s6lo enizesaco evtns I crn gi tro a tv Seal ae sos bate, ue Bie Ahetion al papel que ergo deportivo cumple n 4 dct is tolaeiOn de poder con las mujeres: concluit de EL jue00 ori. Howe 5a produce la necesidad de iniciar otra que la complete, la comple- mente, la continée. | escribir estes piginas se estaban cumpliendo las primeras dos décadas de existencia del Colegio de Antropologia Social en la Fa- cultad de Filosofia y Letras de Ta Universidad Auténoma de Puebla, Imposible cerrar esta presentacién sin evocar los Tejanos momentos de su fundacién. Fl proyecto que el Consejo Universitario aprobé €1 25 de enero de 1984” presentado por la comumidad del Colegio 1 partir de un foro, estipulé que cada miembro de su planta docente encabezaria un proyecto de investigacidn, y que cada estudiante se incorporarfa a una de las areas de vinculaoién entre docencia, in- vestigacién y extensién en las que se agruparian esos proyectos, de manera que su formacidn les permitiera dedicarse a la investigacién cuya prictica aprenderian investigando. Una de las cuatro arcas se denomin6 Sexualidad y Cultura (atin no estaba en uso gencralizado el término género), con la que se restablecid y se renovs una anti gua tradicién antropolégica que entonces parecia casi abandonada. Esta tarea, disefiada y conducida por Marcela Lagarde,* result de ‘gran importencia; fue la primera vez que en una Universidad mexi- ‘cana se establecié un programa de formacién y bésquedas seadémi- 's en Jo que hoy teconocemos como Teorla de Género, Metodologia de Género y Perspectiva de Género, Esa Iabor acacémica ha sido muy fructifera y produjo un buen mimero de tesis, reuniones insti- lucionzles, estatales, nacionales e internacionales, asf como no po- cos textos. Hoy cn dia se contintia en Jas tareas que cumple el sminario de Género del mismo Colegio, continuacién ininterrum- » Véuse Cuaderno de Debate de la Comisién Coordinadora del Balance Orgéniso Ue la Reforma Universitaria, nimero 13, Consejo Universitario de ia Uae, Puebla, 1985, * Cuyo resultado mds importante fue el libro Los cautiverios de fas meres, bast do ew tne investigacian de carmpo realizada en Puebia coma parte de Tos trabajos dl rea de vineulacin a la que me refiero, fa yuenoDoL HOMBRE, APRENDIZAJE Y EIERCICIODELAENATENAGION 19 pula det plan original, Fl trabajo que ha dado por resultado sie te Mies parte de ese proyecto y se conjuga con los trabajos due Ve tes de sus integrantes an realizado durante ef mismo tiempo, Halo esto es una razén de mucho peso para felicitar a quienes lo saan a cabo desde entonces. va gan para conclu, que el tiempo en que el autor cs cata obra-y yo estuvimos en. contacto discutiendo y reflexions sire sus avances y su conelusign fue muy estimulante para rm! Pet NHaprendizaje que me permitio hacer. Tl esfuerzo de Femane® Tluerta, después de haber reeibido una mencin de gu jurade #5 ws eva del coneurso que organiza anualmente el INAH, esti 8 we Shora toma Ta forma preciada de un Uibro y queda en rt x ijuienes hayan de tert, eonsultaro,uilizaro y evaluerlo, Fsioy ‘oquro de que lo haréa con provecho. Daniel Cazés" Ciudad Universitaria en huelge Verano de 1999 Tawapoogiay Decor en Lingtstica,pimet Coordin; det C2 ropalogia y Dost n ; $ te de Emidades Federativas: oeao en Ansopl Mii Antopoosle = we teense Sra Poem Pa rene de Aleman 3 cevens y Huraniades dela UNAM, Aun ee rons Ite aliens socal del ger: posbicades de i en ee ae el pred, Alia do sre hana fin 1 (Conapo, México, 1995), é@) libro La perspectiva de génera. Gui eo fa ie or en marcha, dar seguimiento ¥ ‘ewaluar proyectos de investigacion y sian omer om larch pape ronar, México, 1998) y dé 1 POPEDED cE ts may e mati de ger es sal nnn rane cnmernoracin de Tot xine alos Cole ieiopotogia Socal dele UAP (on prensa, Pucble, 1999) ['L JUEGO DEL HOMBRE, DEPORTE Y MASCULINIDAD INTRE OBREROS DE VOLKSWAGEN EJERCICIOS DE C TAMIENTO (EL INICIO) {sie libro trata sobre la prictica social, cultural y genériea del de- porte, de la manera como los trabajadores de fa transnacional au- lomotriz. alemana participan en una serie de rituales deportivos de jpasaje, mediante los cuales son capacitados fisica .e intelectual- inente, adquiriendo una serie de conovimientos, saberes y secretas ‘bre el juego, con Jo cual establecen diferentes relaciones sociales Je poder, intra ¢ intergenéricas, de acuerdo al lugar ocupado en la quia deportiva y social masculina y destacan como deportis- s, Es una etnografia de Ia manera como se producen a los Gran- dles Jugadores y quienes no Tegan a setlo, entre Ins obreros de Volkswagen. Es una investigacién antropoldgica sobre los Tamados estudios linidades con perspectiva de género y que se plantea como novedosa por el tema, la metodologta y 1a forma como es sbordada una parte de la construccién genérica de los obreros de Volkswagen. Pretende contribuir al conocimiento de la condicién y iniacién social y cultural de los hombres, al anzlisis critico del jnoceso deconstructivo de los roles asignados y enajenados como Vivimos, practicamos y expresamos nuestra masculinidad., Los prineipios de esta investigacién coincidieron y se vieron in- (ueneiados por el giro a ia industria que dieron muchos antropélo- jos y muchas antropélogas en el primer lustro de los 80 y por el hom de los estudios de la antropologia del trabajo que se centraron principaimente: descripeién y andlisis de los procesos de trabajo, 22 Bu .uco pet. Hownas ‘capacidad productiva, cambios tecnolégicos, accién sindical, pre- senoia en el mercado de autos, taza de ganancia, ugar en la cco- homia, aporte al producto interno bruto, manifestaciones cultuales, Re vlenidiataeres conyaensose en el parcatigear gactoniic'de antl sis la industria automotriz, iste fe un momento en que, la par de las investigaciones, sur- aileron nuevas terias, mérodos ytéenicas que permitieran Is ink pretacién y explicacion del mundo del trabajo, y viviendo en una ciudad en la que se tiene enftente al paradigma automottiz, me converti en uno dé los muchos seducidos por los estudios obreres. De pronto, propias y propias, extraios y extraiias nos eneantramos cn la misma trinchera y le misma industia: la Volkswagen (VW) Depeniendo de la situncién econémica nacional e intemnacional, en Volkswagen trabajan entre 8 y 13 mil personas, las cuales se en- cuentran diseminades, allende y querende de le geografia urbana poblana, y por las caracteristicas y los propésitos de la investign- fi6n requerfa de un Tugar coin unayos proximicad territorial entre los jobreros, Asi llegué « un espacio en el que viven un amplio nimero de trahajadores con sus familias: la Unidad Habitacional Obreros Independientes Volkswagen (UHVW). ‘A pattir de 1984, las visitas a este Iugar se prolongaron por mas de 6 ufos, tiempo que me permitié conocer distintos aspecios de la vida de los obteros de vw: ademas de ser explotados, vender su fuerza de trabajo por un salario menor al trabajo realizado, regirse por los tiempos y movimientos impuestos por la organizacién del fordismo y taylorismo, los obreros son hombres de! género maseu- lino a partir del cual construyen sus concepeiones del mundo y Ia vida, se relzcioan con los de su mismo género, clase y otras cla- ses; con las del género femenino y con los y las de otros grupos so- ciales, entablan relaciones afectivas y amistosas x partir de Tas cuales, entre otras cosas, forman sus familias y demas relaciones de parentesco. De acuerdo con su rol asignado, los obreros realizan diferentes actividades como compaieros, esposos, padres, amantes, amigos, enemigos, sindicalizados, miembros de clubes, asociaciones, parti- 1 svE60 bal HOMBRE, DEFORIEY MASCULIMIDADENTREOBREROS... 23 dios politicas. Es decir, a partir de reconocerse y ser reeonovida como hombres se ubican en la cultura y la sociedad. ‘Una de las actividades realizadas, por la mayoria de los trabaja- ores, es !a de jugador. El trabajo de campo en la UHVW, los cons- tantes encuentros con los obreros y sus familias, las pléticas con ‘los en las que se definen como amantes del juego, la invitacién Tos campos; el verlos practicar diferentes deportes, la constatacién de que en esta actividad participan, mayoritariamente, hombres que tmplean una parte de su tiempo libre para ella; ver el ugar que cupa en su vida cotidiana y jugar con ellos determinaron un pri- wer acercamiento al tema de la investigacin: cdmo expresan cul turalmente los obreros de Volkswagen la préctica del juego. iro resultado mas de estos encuentros fue el identificar al fut- bol y al beisbot como Tos juegos mas practicadas por los obreros, por lo que la investigacin centra su atencién en ellos, Detenido el vasto y fructifero boom antropolégico industrial, se brid un periodo pare cl anilisis, revisién y critica de lo hecho hasta ef momento eon of objeto de busear mievos enfoqucs con los cuales penetrar en otros ambitos del trabajo y consolidar los ye tratados, ‘Uno de estos es ef que brinda la perspectiva de género. Fin los siltimos afios los hombres empezamos a pregumtamos y a reflexio- nar de manera critica sobre la manera como asumimos, exprest- mos, vivimos y construimos nuestra masculinidad en Ia sociedad y Ta cultura, Si bien en antropologia se ha escrito de los hombres, es recientemente que los hombres empezamos a miramos y a anal zamos como hombres Tista mirada hizo que. mi sediecién par los estudios obzeros die~ ra un gito y permitiere definir el problema de la investigaci6n bordéndolo desée Ia antropologia y el enfoque de género, desde onde intento desoribir la manera como los obreros de Volkswagen ‘isumen, construyen y expresan una parte de su masculinidad a través del juego Bato me Hlevé a considerar al juego como una actividad generali~ vada entre los obreros de VW, por lo que ta estancia en Ta ULV Srvié de punto de partida para conocer a otros trabajadores depor- 24 Fx surso pet vounae tistas y los campos donde juegan, convirtiéndose la UVW en un re- ferente de ubicacién espacial de aqueéllos, Como actividad, el juego ha sido explicado literaria, filosética, Psicologica, histérica, sociolégica y antropolégicamente. Diferentes autores, autoras y corrientes teéricas dan muestra de ello. Sin em- bargo, pooos son los que han centrado la atencién en la manera en ‘que esta actividad expresa una serie de concepciones, comporta- Imientos, actitudes, formas, representaciones, simbolismos y signi- fieaciones que de ella hacen hombres y mujeres pertenecientes a diferentes sociedades y culturas, grupos, épocas y tiempos durante los que han configurado y construido sus identidades y subjetivida- des genéricas, Este proceso histérico de la construccién de la masculinidad ha sido estudiado y deserito desde hace mucho tiempo por los antro- pélogos y las antropélogas, Jo que no implica que emplearan la perspectiva de género, Sin embargo, las vastas ctnograflas elabora- das por ellos y ellas nos han permitido canacer sliferentes formas como la diversidad cultural nombra y reconoce lo femenino y Io masculino, En este sentido, coineido con Lestie White (1975) cuando dice que por medio de la observacién se ha podido establecer contacto con otras culturas © grupos sociales y percibir lo que ahi sucede. Asi, los conceptos elaborados nos permiten tener una visién mas amplia de le realidad observada, Durante este proceso, se descu- bren ciertos fenémenos que para ciertas ciencias humanas no tienen importancia y por lo tanto no se le asigna nombre White las considera como las cosas y acontecimicntos que de- penden del simbolizar, entendiéndolo ‘como el hecho de otorgar um cie:to sentido a los hechos o cosas, «la forma en que dicio otorgamiento es captado y apreciado... Simboli- ‘ar es traficar con significados no sensoriales, ¢s decir, significados que... 26 pueden ser percibidos por las solos sentidos. La simnboliza- cidn es una especie de conducta. Sélo el hombre es capaz de simbo- lizar.(1975:133) JUEGO Det HOMBRE. DEPORTE Y MASCULIMIDAD ENTREOUREKOS... 25 La simbolizacién expresa los modos de vida y las concepciones el mundo de las y los individuos, los grupos y de la sociedad en su. conjunto. Marcela Lagarde define la concepciin del mundo como el conjunto de normas, valores y formas de aprehender el mundo conscientes ¢ inconseientes que elaboran los grupos culturalimente. Por los elementos que constituyen la concepcién del rmundo de los {grupos sociales y de los sujetos, ésta puede tener mayor © menor cohesencia, presentar aspectos estructuratos y disociados, asi como antagonismos y elementos cintradictorios. (199%:90) La simbolizacién y las concepoiones del mundo son parte de la cultura y sus formas de expresién refleian el grado de desarrollo de_ uma sociedad. El juego ¢s una de estas manifestaviones donde los modos de vida y las concepciones del mundo.se.simbolizan en ac~ tividades que muestran_conocimientos, .capacidades, -habilidades, isfrutes, complejidades, contradicciones y.placeres, tanto indivi- duales como colectivas, de. los géneros.humanos y. de. los grupos En este sentido eoineido con lo que Clifford Geertz plunica so- bre la cultura, la cual considera una trama ée significaciones que hombres y mujeres consiruyen como expresiones sociales, De ahi que defina a la cultura como tun sistema en interaccién de signos interpretables (que, ignorando, Jas acepciones provisionales, yo amaria simbolos), la cultura no es. tuna entidad, algo a lo que puedan atribuirse de manera casual acon- tecimientos sociales, modos de conducta, instituciones 0 procesos sociales; la culture es un contexto dentro del cual pueden deseribirse ‘todos esos fenémenos de manera inteligible, es decir, densa, (1987: 27) La metodologia seguida en la investigacién se basa en dos pro- puestas, Una es la de Maurice Godelier (1986) sobre la produccién de los Grandes Hombres de Ia sociedad baruya, Para él, es en las relaciones entre hombres y mujeres y en el poder de dominio de lo ‘masculino sobre lo femenino donde se producen a los Grandes 6 Er sunco bet HOMBRE Hombres. fistos son aquellos hombres que se distinguen de los de- mas por desempeiiar las actividades exigidas para todos de manera sobresaliente, ya sea por sus capacidades intelectuales y fisicas; por los dones manifestados; por descender del linaje poscedor de los objetos rituales empleados en las iniciaciones masculinas y cuyos amtepasados miticos depositaron en ellos; por heredar de sus padres ‘105 objetos o porque le son transmitidos una serie de sccretos mag- cos, Fs decit, el estatus que buscan los hombres de la sociedad ba- ruya es llegar a ser Gran Guerrero, Gran Cazador o Gran Chamés ‘Supone que la adquisicién de tal estatus es resultado de una acti- vidad sociocultural susceptible de ser analizada a través de los si- guientes niveles: las iniciaciones, rituales y ceremonias masculinas; las jerarquias establecidas entre los hombres; la posesion de objetos sagrados, el ejereicio del poder de dominio sobre las mujeres y otros hombres; la apropiacién del mundo real y simbélico de su so- ciedad y cultura, ‘La segunda propuesta es la de Maniel Cazés (1993). quien define Jo que es el Hombre de Ferdad en el contexto de las sociedades coniemporineas, a partir del conjunto de atributos que debe encar~ nar, enfatizando su organizacién en términos de la elasificacién y valoracién genéricas predominantes en las sociedades patriarcales retuales, asi como las formas en que son asumidos, expresados y vividos en diferentes tiempos y espacios de su vida, es decir, a tra~ ‘yés de lo que llama el desiderdtum (mandato) cultural y la asuncién ‘genérica, en tanto instancias @ través de las cuales los hombres construyen su identidad y subjetividad masculina, Con base en estas propuestas metodolégieas, considero que es posible concebir al juego como una via estratégica para acceder al conocimiento de Is masculinidad y la identidad gentrica de los hombres, en tanto esta intimamente vinculado con otros elementos de la misma, tales como el poder, el conocimiento, el estar-en-cl- mundo, las pricticas cotidianas, la presencia en el mundo exterior, centre otros. De ahi que los niveles de andilisis que me propuse abordar fueran Jos siguientes: Ee Fi rg Da. HOMBRE, DEPORTE Y MASCULINIDAD ENTREOHREROS.... 27 ‘a. Deseripcién del contexto de la unidad habitacional, Observé las concepciones de los obreros y sus familias acerca de To que sig~ nifica vivir en un espacio como estos; las formas de vida gene- radas, la manera de apropiacién y usos de los diferentes lugares: la asignacién y destino de los espacios de juegos; ol tipo de rela- cciones intra e intergenéricas desarrolladas en la unidad y las ac tividades cotidianas llevadas a cabo por los obreros, entre ellas el juego, +. Deseripci6n de los espacios de juego. En los campos de juego se bservan una serie de actividades y préctivas deportivas vituali- zadas, cuyo contenido masculino presenta a los obreros como iguerreros que acuden semanaimente a poner a prucba sus alri- bbutos, por lo que destaqueé las curacteristicas y usos genérico, simbélico y material que hacen de los campos de juego. ‘c Tdentificacion y descripcién de los juegos practicados por los obretos, En este nivel consideré los ritos de inieiacidn deportiva como parte del proceso de formacién de los jugadores; de! acce- So 2 conocimientos y saberes sobre el Juego, del aprendizaje y soeializacién de los atributos masculinos adquirides y los valo- res practicados; la trayectoria de jugador a lo largo de sus vidas; tl tiempo dedicado a esta actividad, asf como el uso de una parte de su tiempo libre y oeio para la recreacién dei ser Widico. 1d, Anilisis de lamasculinidad y sus relaciones genérieas. Describi la manera como los obreros, a través de su participacién en los rituales de pasaje deportivos; el reconocimiento que se tiene co- tno buen jugador; el lugar que se ocupa en Ia jerarquia social y deportiva masculina; el acceso y ejervicio del poder de dominio; tl estatus y prestigio de los atributos asignados por el modelo hhegeménico masculino, expresado a través dc la significacién de su cuerpo conciben, configuran y expresan una parte de su mas culinidad e identidad genériea ‘Atinado 2 To anterior, y dado que la definicién de Jas identidades uenéricas se daa través de un proceso selacional, inclut el andlisis Sel cardcter que asumen las relaciones entre hombres y entre éstos ¥ tas mujeres en el contexto del juego, en tanto forma de expresién 28 EL suEso Det HOMBRE dela masculinidad, Es decir, analicé la vinculacién entre el juego, la masculinidad y la autoafirmacién de los sujetos. En lo que respecta a las téenicas de investigacién, recurri a las de corte cualitativo emapleadas por [a antropologia: realizacién de trabajo de campo, tanto en Ta wnidad habitacional, en las viviendas, en aquellos lugares donde juegan los obreros, en el sindicato y en la fibrica, lugares en donde apliqué entrevistas a profundidad. La re- copilacién de la informacién sobre la préctica y significado que pa- ra los obreros tiene el juego y la manera como lo expresan y viven en su masculinidad Ia Nevé a cabo, de manera intensa y continua, dle enero de 1993 a julio de 1995, en los campos de juego, la UHVW ¥ las ofieinas del sindicato de vw Los supuestos que orientaron esta investigacién giraron en tomo alas siguientes ideas: El juego es una actividad y préctica cultural de construccién y afirmaciin de la identidaci genérica masculins de los obreror ‘Volkswagen en tanto: . Pasan por una serie de ritos de iniciacién y pasaje deportives en diferentes etapas y momentos de su vida, en los cuales Te son transmitidos conocimientos, inter intrageneracionalmente, ios saberes y seeretos sobre el juego y son formados como juwadores, Establecen una serie de jerarquias sociales y deportivas entre ini- ciadores e iniciados, a partir de las cuales mantienen relaciones mareadas por el poder, el estatus, el prestigio y una constante movilidad social ascendente y descendente. ¢, Los campos de juego son lugares cuyo contenida y simbolismo son predominantemente masculinos por la forma como los obre- 05 manifiestan sus atributos asignados. dn el juego se expresan las relaciones de desigualdad e inequi- dad social por Te forma como se asignan genéricamente los de- Portes considerados como propios de los hombres y de las mujeres, asi como sus précticas, sus lenguajes y las capacidades atribuidas a unos y otras. ¢, El cuerpo se convierte en un espacio de significaciones, repre- sentaciones y simbolizaciones genéricas, manifiestas en Ia tea- tralidad y dramatizacién de le ceremonia del juego. EL ZeG0 EL HOMBRE, DEFORTEY MASCULINDADENTREOBREROS.... 29 Ff El desempetio como obrero, el puesto de trabajo, la antigiedad y grupo salarial se relacionan en las formas de juego, los equipos a Jos que se pertenece y la ubicacién en la jerarquia social y de- portiva masculina, g. Las redes y las relaciones de parentesco de los obreros aseguran cl prestigio, la tradicién familiar y 1a continuidad del juego me- diante la presencia de uno 0 més miembros de un familia en uno ‘o mas equipos, lo que a su vez marca las relaciones intra e inter- xgeneracionales. El libro ha tenido el siguiente orden: en e] capitulo I se expone todo lo relacionado con las discusiones teérico-metodoligicas y las definiciones de categorias tales como género, identidad, masculini- dad, sexualidad, cuerpo, juego, tiempo libre y ocio y vida cotidiana, E] capitulo I comprende la descripeién de la planta automotriz Volkswagen, los factores que permitieron su instalacién en Ia ciu- dad de Puebla, su papel en el desarrollo de la industria automotriz, nacional, la cotidianidad laboral de los obreros en Ja produceién de autos, Ia experiencia del conflicio empresarial-sindical-estatal de 1992, la historia, organizacién y funcionamiento del Sindicato In- dependiente de Trabajadores de la Industria Automottiz, Conexos y Simileres Volkswagen de México (siTVW), Ia relacién entablaéa con sus agremiados y los representantes empresariales y su papel en la politica sindical estatal y nacional El capitulo III corresponde a la etnografia de la Unidad Habita- cional de Obreros de Volkswagen, en donde se describe sus ea- racteristicas arquiteeténicas, su ubieacién, la organizacién y funcionamiento de la Asociacién de Colonos, los servicios exis- tentes, las actividades cotidianas, el tipo de relaciones entabladas entre las y los pobladores, los espacios de juego y el uso que hacen de ellos los y las habitantes, En el capitulo IV se describe la manera como Tos obreros expre- san uma parte de su masculinidad a través del juego, de ali que se divida en dos aspectos: Las actividades. En esta parte se expone la manera como los obreros pasan por una serie de iniciaciones y rituales de pasaje do- portivos, mediante los cuales se descubren, forman y consolidan a 0 EL JUG DEL HOMBRE Jos Gi ranies Jugadores. Se distinguen y definen las jerarquias esta- blecidas entre fos jugadores, las relaciones y funciones desarrotla- das por éstos, Tas huellas simbélicas y fisicas det juego, In clasificaeién que hacen y reconocen los obreros de acuerdo al lugar ‘ocupado en la jerarquia masculina deportiva, El reconocimiento de los Grandes Jugadores en diversos espacios de vida, la cantidad y lipo de pago que les hacen a los Grandes por jugar, la forma como ¢ uecede a trabajar a Volkswagen por medio del juego. Esto es, la era como los obreros asumen, conciben y expresan su mase nidad a partir del cumplimiento 0 no de los atributos del Nombre de Verdad. Las expresiones. Aqui sc establece la interaccién y relacion de Jas actividades con la manera como el juego representa la festividad yy te-creacién del ser genérico hidico de los obreros, Se describen partidos de futbol y beisbol para ejemplificar cl carécter agonal, azaroso y miniético del juego, la préctica festiva de éste, el consue mo ée alcohol, tabaco y comida realizado antes, durante y después de los partidos, Ia significacién del cuerpo que se hace a partir de esta prictica, el uso del uniforme como elemento de identidad y como el disfraz modemo empleado en el simulacro de la teatralidad y dramatizacién simbélica de la realidad, Las caracteristicas y usos genético, simbélico y material de los espacios de juego, la concep- twalizacién, aplicacion y aceptacién de las reglas del juego, asi co mo del personaje encargado de impartir ta justicia deportiva, el papel del siTvW en la organizacién, funcionamicnto y promocién del juego, via la Secretaria de Deportes, las ligas deportivas sindi- cales existentes. BI lugar del juego en la familia, la participacién de Jas mujeres en el juego, que permitn, entre otras cosas, que exista la participacién de los obreros en el juego, el tiempo dedicado a esta actividad y el lugar que ocupa en la vida cotidiana I V capitulo, el de los comentarios finales, da cuenta de ta ma- nnera como los obreros, en tanto sujetos del género masculine y pertenecientes a un grupo social especifico, viven, expresan, afir- than y construyen su masculinidad e identidad genérica a través de li experiencia del juego EL JUEG0 Det. HOMBRE. DEPORTE MASCULINIDAD ENTREOBREROS... 31 Los agradecimientos Por fortuna, en_ una investigacién siempre hay rostros y voces que respaldan, epoyan, orientan, corrigen, vigilan y acompafian su ela- boracién, A ellos quiero agradecerles haber compartido los pensa- mientos que permitieron darle contenido @ estas paginas, las cules son jinica y exclusiva responsabilidad mia A la doctora Marcela Lagarde y al doctor Daniel Cazés por compartir su mirada etnolégica y genérica, desde la cual empecé a ver mi masculinidad, la de los obreros de Volkswagen y la préctica dl juego con Tos ojos de La perspectiva de género. Al doctor Gabriel Wiesz, por hacerme ver la relacién vi entre Jos elementos que acerean y alejam al juego y el deporte, y al maestro Fernando Hervera por compartir sus conocimientos sobre la industria automotriz al amparo de néctares y deportes televisdos. ‘A los obreros y Tas obretas de Volkswagen y sus femilias, en es- pecial a los y las de Ia Unidad Habitacional vw, por abrirme las puertas de su corazén y permitirme conocer una parte de su gene cidad y generosidad hidicas. El agradecimiento especial del espe- cial; a les familias Gutiérrez Mexicano, Guerrero Corona, hijos y nueras, Ramirez Sénichez, hijos y nueras, Roman de Romén, Beni= tez Cimontes, Conde Viizquez, a Tos seftores José Berra, Faustino Palacios, Walfred Trinidad, José Luis Pérez, Raymundo Gonzalez, Guevara, a las y los miembros de !a Asociacién de Colonos de Ia URVW, a los integrantes de las ligas de futbol y beisbol del siTy¥. Espero no defraudarlos ni defraudarlas ‘Al dream team familiar: ATberto y Leonora (hijo e hija) por ser la personificacién del juego viviente y del ser genérico liidico, A la tia Blanquis y don Fer (madre y padre), al Jano, Anis y Namiko (hermano y hermenas). A Ta Memis (tia representante de la familia materna en el DF). A la tfa Conchis (la abuela materna de Alberto y Leonora). A la Paty (mi compafiera), quien con su sabiduria y compromiso de mujer y antropéloga feminista orient, revis6 y comtribuyé a que esta investigacién Negara a su conclusién y publi- cacién. ella, por el placer de construir proyectos de vida compat {idos, por ser todas Ins épocas del universo y hacer de nuestra 32 Fi sueco net. Hones : este ea de pareja algo lidico, Mi amor y deuda con todos Al doctor Enrique Déger Guerrero, rector de la Benemérita Uni- versidad Auténoma de Puebla, al maestro Rigoberto Benitez Truji- lio, Vieerrector de Extensién y Difsién de la Cultura por su valioso apoyo para la publicacién de este libro y por el interés en los temas e investigaciones de la Antropologia de Género, que en la Universidad y en el Colegio de Antropologia tienen, en el Semina- rio de Estudios sobre Género, un espacio que en este 1999 cumple veinte afios ininterrumpidos de docencia, investigacién, formacién estudiantil y produecién académica. ae A las y los Que /maginan, a las y los Foreveres Youngs por se- guirnos encontrando hasta el final del camino. Puebla, Puebla, a nivel de cancha, verano de 1999. I La TRORIA El género En los iltimos doscientos affos, las mujeres han realizado, de mane- ra més profunda, investigaciones, estudios, andlisis y reflexiones sobre su condicién y situacién social, cultural y genérica desde la amplitud de disviplinias como la antropologia, ta sociologia, Ia his- toria, Ia psicologia y la literatura, entre otras, Uno de los resultados de estas reflexiones critieas y analiticas es la teroizacién de la cate- goria género para referirse a la manera como mujeres y hombres han sido y son construidos histériea y socioculturalmente. Las feministas, desde diferentes posiciones tedricas y empfricas, han enriquecido ¢l debate en torno a la manera como se estructu- ran, perciben, organizan y simbolizan las relaciones entre Jos sexos de acuerdo con Ia sociedad y cultura de que se trate La vasta produecién cientffica y literaria que el feminismo ha hecho sobre este el género, los planteamientos y propuestas tebri- casimetodolégicas para abordario, los constantes debates en pro de una mejor interpreiacién, anilisis y explicacién son tomadas en cuenta en esta investigacién, por lo que la bisqueda, seleccién, eleccién y uso de categorias, conceptos, posiciones tedricas, co- rrientes interpretativas en el andlisis de esta investigacién no agosia su discusién, sino mas bien pretende contribuir a ella, Bs con base en esto, que este trabajo es un primer acercamiento al conocimiento de la condicién y situacién genérica y socisl de los horabres y de su masculinidad, 4 BLiveco net wowere Por esto, considera que lo planteado por las autoras y los autores ‘quienes hago referencia sobre las catcgorias de género, identidad, sexualidad, cuerpo, masculinidad, juego, tiempo libre y vida coti- diana me brindan los elementos para abordar la manera como los ‘obreros de VW expresan una parte de su masculinidad a través del Juego. El género es una categoria definida desde ta diversidad tedtica y politica. En esta investigacién retomo la definicién de género que hace Joan Scott, quien Jo entiende como: “un elemento constitutive de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y el género es una forma primaria de relaciones signifi- cantes de poder” (1990: 45). La autora sefiala al géncro como elemento constitutive de tas relaciones basadas cn las diferencias percibidas entre los sexos, que comprende cuatro elementos interrelacionados: a) los simbolos y mitos culturalmente disponibles que evocan representaciones mul- tiples; 6) los conceptos normativos que manifiestan interpreiacio nes y significados de los simbolos: doctrinas religiosas, educativas, cientifieas, legales y politieas, que afirman el significado de varn ¥ mujer, masculino y femenino; ¢) las nociones politicas y referen- cias a las instituciones y organizaciones sociales; d) Ia identidad subjetiva, ebordando al individuo, mediante Ia biografia y los gru- pos, via los tratamientos colectivos que estudian la identidad gené- rica, Ninguno de estos elementos opera sin los demés, pero no nccesariamente operan simulténeamente (Scott:1990:45-47). A este respecto, Teresita de Barbieri destaca el aporte de Scott por varias razones: 4) porque concibe cl género como una cuestién de la sociedad y no 60 de los individuos y sus identidades; b) porque es constitativo de todas las relaciones sociales, es decir, introduce la corporeidad en la accién social; c) porque para la autora ex una constraccién social compleja, con diversidad de elementos coustitutivos; y a) porque considers el género como relacidn de poder; es decir, como relacién social conflictiva, en el sentido en que han sido conceptualizadas en Ja sociologia las teorias respectivas por oposicién a las teorias del Lacteonia 35 ynlen, En olres palabras, abre la posibilidad de comprender que in (cinamente, la relacién social género es dinimies, eapaz de cambiar 1 generar transformaciones sociales (1996:65-66). De acuerdo con la definicién de Scott sobre género, los elemen- 10) comprendidos en él y, lo sefialado por De Barbieri, respecto a Jos aportes de la definicién, considero que pueda analizarse le ma- Jie1a como los obreros conciben, practica y expresan su masculini ddd ¢ identidad genérica a través del juego. Esto es abordado a lo yo del libro. De Barbieri Hama Ia atencién, respecto a la construecién social 1 la medida en que todo lo real es creado y recreado mediante el inroceso de institucionalizacién del comportumiento. Dice que en la ion social, individual y colectiva en movimiento, se da cuenta {lel proceso objetivo de Ta adquisicién, de lo que para unos es del conocimiento de la vida cotidiana, y para otros el sentido comin. Menciona que la idea de construccién social debe ser pensada en tl sentido de la tradicién sociolégica para convertirse, desde el gé- jero, en una poderosa ayuda, Ea primer lugar, remite a un real, los cuerpos humanos de varones 1y mujeres, diferentes entro si desde el nacimiento hasta la muerte Pero también cuerpos que difieren a To largo de Tas distinias etapas de la vida. Real que por lo tanto adquiete significados diferentes cen cada uma de esas etapas, Fin segundo lugar, entonccs, obliga @ pensar en simbolizaciones distintas en cada etapa del ciclo vital Mis alin, requiere preguntarse cuintas y en qué etapas de Ia vida existen o han sido creadas para la sociedad en cuestién y como se define para hombres y mujeres...L0 cual nes permite sostener que tl genet, como dimension social, cali presere de alguna mone ra- en todas 0 casi todas his relaciones y los procesos sociales y en todos, 0 casi todos, los objetos socialmente construidos y existen- tes (1996:68-69). Para la autora, el género es un ordenador social porque ordena las tres dimensiones principales de la vide de los hombres y Jes mujer 36 EL1v00 on. 4) Ia actividad reprocuctiva, primera y fundamental diferencia entre los cuetpos de varones y mujeres, puesto que en la probabilidad de produccién del cuerpo femenino reside wun poder, tinico, de las mu. Jeres, Insisto: tedricamente, si mujeres y varones no son intercam biables, si es necesario crear distancias entre ellos, es porque ol cuerpo de las mujeres en las edades centraies tiene la probabilidad de producir otro(5) cuenpo(s); ¢s decir, rascender la muerte indivi- dual “de una mujer y de un varin concretos y colectiva —del grupo social; 6) Para lograr esta distancia, es necesario que se ordene el aceeso sexual a las mujeres, y a partic de ahi, todo contacto corporal de varones y de mujeres; primero en las edades centrales y, mis alld de ellas, en que la reproduecién es posible y probable. c) Sin embar- 20, hay olro elemento que también debe incluirse aunque no es el iieleo duro del género: la capacidad del trabajo, que si bien no tiene ‘que ver directamente con la actividad y el acceso sexual, cierra el eireulo de los poderes de los euerpos y su control (Idem: 71). De Barbieri dice que si el género es una dimensién especitiea de la desigualdad social y constitye un sistema, se hace novesario en- contrar heterogeneidades y dinémiea propias. Parte de esas desi- sualdades tienen su base en tes diferencias de etnia, clase, nacionalidad, religion, cultura, de lo que distinguen dos categorias de heterogencidades en dos momentos analiticos distintos: una que © propia del género y otra, producto de diferencias sociales, ejes de distancia, relaciones de dominacién/subordinacién que se arti- eulan con las del weinero (dem: 70). Marcela Lagarde (1990) apunta que el hombre y In mujer, se- Xualmente, siempre han sido diferentes y que en un largo y com- plejo proceso se separaron y llegaron con desconocerse debido a: 4 Que fueron conformados de acuerdo a atribuciones y cualidades, sociales y culturales distintas para cada sexo, >. Le especializacion y confinamiento de géneros constrifé a la mujer a la sexualidad, considerdndola como algo natural, y al hombre como el atributo de lo cultural (Lagarde: 1990: 48). Para esta autora, la sociedad impone a los géneros motos de vi- a diferenciados y sustentados en la especializacién excluyente, es decir, existen una serie de condicionamientos sociales, culturstes y LaTEORIA 37 yyndricos que para unos les es obligatorio y para otros les esta rohibido, segtin su clase y género. Esto se produce en un proceso oltradietorio de relaciones enmarcadas entre las necesidades, las y los poderes, Lagarde sefiala que para comprender Ios aspectos de la vida so- Jal y de la cultura que se derivan, el orden de los géneras es regu- \lo por formas de coercién social, instituciones y mecanismos dé vigalancia del cumplimiemo de los mandatos asignados a cada ge- hioto de acuerdo con su edad, etnia, clase, religién, nacién, Asi, ca~ In sociedad tiene una organizacién genériva especifica, la cual es 1) si misma una estructura de poderes, jerarquia y valores, en don- ile ser hombre y mujer ts set espectalista de género, propiciando el lominio, La especialidad y ef dominio catan estnicincadas a partir de car- lias y tensiones, asegurantlo que los sujeios sociales cumplan con los deberes del ser hombre y mujet, asi como con sus respectivas prohibiciones, levando a cabo los objetivos centrales: especializar {1 los sujetos definidos a partir de su sexo; convertirlos en expertos y expertas de acuerdo con actividades y funciones que hagan como hombres y mujeres, y logear la.continuidad del mundo esi estructu- ado (Lagarde: 1995: 395-397-398-400-405). ¥ Subraya que la organizaciOn genérica es una construccién social asada en marcas corporales, e3 decir, que los cuerpos no son pro- luetos diolégicos en le snedida en que cada sociedad pone en ellos, srandes esfuerzos para convertirlos en cuerpos eficaces, en los cuales se construyen y expresan habilidades fisicas y subjetivas, destrezas, manetas de hacer las co- sas, deseas, deberes, probilbiciones, maneras de pensar, de sentir y de diversas maneras de ser a posiciones politeas..Por e60, ef cuerpo es el mis preciado objeto de poder en el orden de los géneros, Las instituciones controlan y reproducen los cuerpos a través de proce- 3 e se ensefa, se aprende, se intemaliza, se 508 pedagégicos en los que s¢ ensefa, se aprende, rehusa y ae comple o no se cumple con los deberes corporales gen ricos. (Idem: 399-400) 38 FL U8G0 Da. Honan Lagarde considera que los géneros y econdmicas y sociales establecidas entre tun orden politico les, las relaciones sexuales, éstos Megan « conformat que define la vida cotidiana de los sujetos soci Esto ¢s porque en un sistema social hasndo en el poder de do. minio, hombres y mujeres son jerarquizados, valorados deste la desigualdad e inequidad genérica y cultural, Io antenido en orden por las instituciones guben las esfeas religiosa, moral, juridico-politics que controlan el cumplimiento de las normas, e los mandatos sociales Para Marta Lamas (1993) la cultura marca lo "9 y éste marca Ia pereepeiin de lo social, politico, religioso, cot iano, aunque no implica que la realidad social sea convebide partir de ls metiforas del género. De ahi que lo que se juega en la Insoripcién del Otro sea la calidad dcterminante de la diferencia, en Je que intervienen, aparte de le de género, Inde clase, tia, edad, Teligion, parentesco y otras que marcan exclusiones a inchusiones (Lamas; 1993: 40-41), Para Marta Lamas: ‘cual es recteado y namentales y desde difimden, vigilan y igando el quebranto 8 Sexos con el géne- Fl género es la simbolizacién de esa diferencia y nos estructura culturalmente. La linea entre una y otro no es inamovible: se trasla. an. De aque aunque is persons son eypucstarente socialize con una identided genérica ‘femtenina’ 0 ‘masculina, la variedad iss Kade jeter om Soponts mate Se nos, ¥ con difetenciss cultural, goneracionales, etnias y de opens.

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