Leyenda de la Muelona

La Muelona, también conocida como “La Descarnada” o “La Huesuda”, es un ser sobrenatural que,
según la leyenda, aparece en las solitarias carreteras de Colombia durante las noches de luna
llena. Se dice que esta criatura es el espíritu vengativo de una mujer que fue asesinada en un acto
de violencia machista, y que ahora, convertida en un espantoso espectro, busca justicia con sus
propias manos.

Su aspecto es de lo más aterrador: la Muelona es descrita como una mujer alta y delgada, de piel
pálida y ojos negros que parecen no tener fondo. Su rostro es inquietantemente alargado, y su
rasgo más característico es su boca, en la cual sobresalen unos dientes grandes, filosos y
carcomidos, perfectos para desgarrar la carne de sus víctimas. Su cabello, largo y enmarañado,
parece moverse como si tuviera vida propia, mientras que sus manos, largas y huesudas, terminan
en afiladas garras.

En una noche de luna llena, un hombre llamado Juan caminaba por una carretera solitaria después
de haber estado bebiendo en el pueblo cercano. La oscuridad lo rodeaba, y solo la tenue luz de la
luna iluminaba su camino. De repente, escuchó el sonido de pasos detrás de él, y un escalofrío
recorrió su espalda. Al voltear, vio a lo lejos una figura femenina que parecía acercarse
lentamente.

Conforme la mujer se iba acercando, Juan pudo apreciar su aspecto aterrador. Sus ojos vacíos lo
penetraban como dagas, y su boca, llena de dientes filosos, parecía esbozar una macabra sonrisa.
El corazón de Juan latía desbocado, y el terror lo invadía. La Muelona se acercó aún más y extendió
sus largos brazos hacia él, mientras sus garras centelleaban a la luz de la luna.

Juan, presa del pánico, comenzó a correr desesperadamente, pero la Muelona lo perseguía
incansablemente. El viento soplaba frío y cortante, y los árboles parecían susurrar advertencias a
su paso. Juan sentía que sus fuerzas se agotaban, y justo cuando estaba a punto de rendirse, logró
llegar a una pequeña iglesia en la que pudo refugiarse.