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EL VIRUS BURLANDO AL TIEMPO

Astrid Yaxche Aviles García

Escuela Telesecundaria María Concepción Olachea Montejano

Tercer grado Turno Matutino

Santa Catarina, Baja California Sur

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Esta es la historia de dos mejores amigos que no le temían a nada… más que
a su tarea, pero lejos de su tarea aquellos chicos eran muy valientes, tan
valientes que eran capaces de explorar lo inexplicable con tal de conseguir la
cura para salvar su mundo. Darla y Joaquín han sido amigos desde la primaria,
o como a ellos les gusta decir, “desde que los dinosaurios se crearon”, y
aunque ya están a punto de pasar a la preparatoria ellos siguen teniendo alma
de niños de 8 años. Desde que la enfermedad del coronavirus se apoderó del
mundo, Darla no ha tenido muchos ánimos.

Un día Darla tuvo una loca idea, realizar el Viaje en el tiempo y así poder
arreglar el desastre que había causado el Coronavirus, Darla tuvo que salir de
su casa unas cuantas veces para ir a la casa de Joaquín y juntos armar la
máquina del tiempo. Los dos amigos se frustraban al no saber cómo comenzar
a armar una maquina como esa, hasta que un día a Joaquín se le ocurrió que
tal vez podía funcionar si lo hacían como en las películas, no tenían muchas
esperanzas en que funcionara, sin embargo funcionó. No podían creerlo, creían
que eso solo era parte de la fantasía de las películas pero resulta que todo fue
un éxito. Lo que quedaba hacer es un plan para saber a qué lugares y fechas
asistir, el detalle de los viajes en el tiempo es que solo tenían 3 oportunidades
de viaje así que no podían desperdiciarlos. La idea más lógica era iniciar en el
lugar y fecha donde comenzó todo así que se pusieron manos a la obra.
Prendieron la máquina y comenzaron su aventura. Segundos después se
encontraban en China, sorprendidos y emocionados por haber logrado su viaje
comenzaron a buscar la fecha, era precisamente el año 2019. Lo más sensato
era ir con un científico chino para obtener información. Buscaron por todos
lados un poco perdidos, porque vamos, no todos los días viajas a través del
tiempo y llegas a un nuevo continente. Parecía que aquellos chicos iban con
suerte ya que lograron encontrar un laboratorio, decidieron entrar por
información, estaban muy entusiasmados, creían que lo iban a lograr…

No lo lograron. En primer lugar, no le entendieron nada al científico cuando


hablaba y en segundo, cuando sacaron el traductor, el científico les notificó que
aún nadie entendía cómo es que el virus se propagó hasta salirse de control,
era obvio que en china aún estaban intentando saber cómo se creó la

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enfermedad, nadie iba a tener la cura. Joaquín y Darla estaban más que
decepcionados, al parecer su super plan de película de superhéroes les había
fallado, nunca pensaron que si la enfermedad acababa de crearse no existiría
cura inmediata. Su coartada para el segundo viaje ahora no era viajar al
pasado, si no al futuro, tal vez en unos cuantos años más ya habrían
descubierto la cura, ya no podían arriesgarse tanto ya que solo quedaban dos
viajes y uno tendría que quedar como alternativa por si algo salía mal.
Pensaron viajar tal vez al 2025 pero creyeron que era muy poco tiempo,
después pensaron que tal vez unos 7 u 8 años después, así que decidieron
viajar al 2028. Volvieron a encender la máquina del tiempo y esta vez sí se
cercioraron de no viajar a un lugar en el cual no supieran a donde ir, ni que
idioma utilizar, así que viajaron 8 años después a su misma ciudad. Cuando
lograron comprobar que si eran 8 años después corrieron a buscar si el virus
había terminado, lo que se encontraron en las calles fue sorprendente, ya no
había personas con cubre bocas por ahí, ni tampoco termómetros para checar
la temperatura en cada local de la zona, ni gel antibacterial por todos lados, era
definitivo, lo más probable era que el virus había terminado, pero… ¿Ya
mencioné que no había personas con cubre bocas por la calle? No mentía, los
chicos realmente ni si quiera encontraron personas caminando por las calles, lo
cual era muy sospechoso.

Decidieron ir a sus casas a comprobar, cuando llegaron la sorpresa que se


llevaron fue tremenda, nadie habitaba sus casas, ni sus vecindarios, ni la
ciudad…Lo que encontraron aquellos chicos los dejos boquiabiertos. Todas las
personas se encontraban en campos de cuarentena, si bien fue cierto, el virus
fue calmado durante unos cuantos años, pero empeoró y nadie sabe porqué.
Los amigos no lograban encontrar ninguna respuesta, en internet decían que el
virus había logrado controlarse por medio de unas vacunas, sin embargo algo
inexplicable sucedió y de un año a otro el virus volvió haciéndose más fuerte.
Joaquín quería que volvieran al año en el que el coronavirus regresó para
poder descubrir que fue lo que lo que lo hizo más peligroso, pero Darla tenía
otras ideas, ella quería ir más al futuro para saber qué hacer con el nuevo virus,
estas dos ideas hicieron que aquellos amigos entraran en un conflicto, solo
quedaba un último viaje y ya no podían equivocarse. Darla y Joaquín no

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lograban llegar a un acuerdo y no dejaban de discutir, gracias a que ambos
chicos estaban manipulando la maquina durante la discusión lograron
sobrecargarla, causando así un corto circuito. La máquina se apagó, ambos
amigos muy preocupados intentaron volver a encender el artefacto, pero era
muy tarde, ya no servía más, esta situación hizo que ambos chicos
comenzaran a pelear de nuevo, ahora echándose la culpa por haber destruido
la máquina, hasta que de un momento a otro, volvió a tirar una fuerte luz,
aquellos adolescentes quedaron en shock por la repentina situación, hasta que
de repente ¡la máquina se los tragó!

Cuando se dieron cuenta que habían vuelto a viajar en el tiempo ¡¡Unos


pequeños dinosaurios bebés los perseguían!! Joaquín y Darla comenzaron a
correr, mientras muchas luces empezaron a salir de todos lados. De un
momento a otro ya no los perseguían dinosaurios bebés, ¡¡Ahora eran robots!!
¡¡Estaban en el futuro!! No había ninguna duda, esa máquina sí que estaba
descompuesta. Se supone que a la máquina solamente le quedaba un solo
viaje y sin duda, no estaban soñando, realmente Darla y Joaquín eran
perseguidos por robots del futuro. Las luces volvieron a salir y de un momento
a otro se encontraban en otro lado, ya no estaban siendo perseguidos, ahora
se encontraban en un parque. Al ver gente por las calles y sin cubre bocas
surgió la duda de donde se encontraban. Lograron ver que estaban en el 2014,
genial, ¿Qué iban a hacer ellos en 2014?, se supone que están buscando
respuestas sobre el coronavirus, lo peor de todo es que ahora con la máquina
descompuesta no sabían cómo volver, lo mejor que se les ocurrió fue pasear
un rato por ahí, como aquellos chicos seguían un poco enojados por la reciente
pelea decidieron hacer las paces, de nada les iba a servir estar perdidos en el
tiempo y peleados. No encontraron mucho ahí en 2014 más que lindos paisajes
y tranquilidad. Cuando comenzaban a acostumbrarse a estar ahí las luces
volvieron, ahora se encontraban en 2016, ese año aún era lejano a la
pandemia y no les quedó de otra que indagar, ciertamente del 2014 al 2016
sintieron que hubo un gran cambio pero no lograron averiguar que fué.

Las luces volvieron a salir y ahora se encontraban en 2018, hace 1 hora se


encontraban en el 2014 y ahora que están 4 años después no lograron

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entender que era lo que estaba sucediendo, las mismas calles y los mismos
paisajes que habían visto horas atrás se encontraban muy diferentes,
recuerdan claramente que en el 2014 todo era muy verde y cuidado y ahora
que se encontraban en el 2018 ni si quiera querían decirlo, las calles y paisajes
como playas o parques estaban repletas de basura y ni hablar de las personas,
recuerdan claramente que cuando estaban en el 2014 era muy raro ver a
alguien con un celular entre sus manos y ahora que se encontraban en el 2018
todas las personas contaban con un celular, ¡hasta los niños tenían algo para
entretenerse! Darla y Joaquín quedaron muy sorprendidos al ver cómo años
atrás los niños jugaban en los parques, lo único que veían ahora eran niños, si,
en un parque, pero ni si quiera jugaban entre ellos y los padres… en vez de
estar cuidando de sus hijos estaban igual, sentados viendo sus celulares. Era
obvia la decepción de los amigos, ¿cómo es que el mundo había cambiado
tanto en tan poco tiempo?, lo más decepcionante era el ver que no se
preocupaban por cuidarlo, solo llevaban 10 minutos ahí y ya habían visto más
de 5 personas tirar su basura así como si nada al piso, ¡Teniendo un bote de
basura a tan solo unos metros!, eso sí que era una pasada. Las luces volvieron
y se encontraban de vuelta al 2020, Darla estaba enojada, no podía creer que
las personas hayan descuidado tanto al mundo. Cuando Darla iba a explotar
del enojo su amigo la interrumpió, ellos se encontraban en la misma calle que
habían estado caminando durante todos esos años que visitaron, ciertamente
no esperaron ver lo que había pasado, la calle ya no se encontraba como en el
2018, de hecho ni como en el 2016, hasta cierto punto creyeron que habían
vuelto al 2014 pero al no ver gente por las calles solamente confirmaron que si
era el 2020. Lo que se encontraron en las noticias los alegró. Durante la
cuarentena el medio ambiente mejoró, el mar estaba menos contaminado, pero
lo más asombroso y que sin lugar a dudas si los hizo derramar unas cuantas
lágrimas fue ver a los animales. Sin gente en las calles sin que perturben sus
hogares los animalitos eran más libres. Eran los animalitos y nada más, los
árboles tenían sus hojas más verdes, el césped se veía más vivo, las nubes
eran menos grises y el oxígeno menos difícil de respirar, era increíble pensar
que eso podía suceder, no hace mucho estaban en el 2018 y el lugar parecía
en las ruinas. Aquellas luces volvieron y sabían que su aventura no había
terminado ahí. Ahora Darla y Joaquín habían vuelto a viajar al futuro, se

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encontraban en el 2024 y en la misma calle que habían estado durante todo el
viaje, era el año en el que el Coronavirus se había calmado por un tiempo
antes de que regresara más fuerte y definitivamente, la teoría de Joaquín fue
cierta, la misma calle que en el 2020 vieron tan tranquila y con tanta paz había
vuelto a estar como en el 2018, si no es que hasta se encontraba peor. La
gente estaba por todos lados, incluso Darla se dió cuenta que era mucho más
gente que la que se encontraba años atrás. Esto era una catástrofe. Se
encontraban entre la espada y la pared, por un lado si encontraban la cura para
el Coronavirus ahora podrán ser libres de nuevo, mucha gente dejaría de sufrir,
pero por otro lado el mundo estaba colapsando, la gente era cada vez menos
comprensiva y no les importaba el lugar donde vivían. El origen del virus la
verdad era muy alejado a lo que ellos dos pensaron en un inicio, en definitiva
no existe el coronavirus porque un chino se comió una sopa de murciélago, ni
mucho menos por que un chino loco se había vuelto un villano y quería destruir
el mundo lanzando una enfermedad. La verdad fue que el mundo se
encontraba muy desgastado y descuidado así que no tuvo de otra más que
actuar el mismo. Los humanos aunque eran demasiados no todos ayudaban a
protegerlo, eran más las personas inconscientes a las que no les importaba lo
que sucedía en su hogar, que las personas que realmente estaban informadas
y preocupadas en resolver la situación. El coronavirus puede ser una
enfermedad muy grave y que afecta al mundo, y eso Darla y Joaquín lo sabían,
también sabían que si les dejaban todo muy fácil a los humanos llevándoles la
cura, jamás aprenderían la lección. Los adolescentes decidieron que no
interferirían en el curso del tiempo. Ellos dejarían que el ciclo de vida suceda
sin ningún cambio. Darla y Joaquín volvieron a su tiempo, ambos llegaron al
acuerdo de destruir la máquina, uno nunca sabe cuándo puede caer en malas
manos. Lo que tampoco consideraron en su maravilloso plan es que en el viaje
que se hace en el tiempo, no se puede alterar ni el pasado ni el futuro porque si
no se respeta, se quebrantarían las reglas del viaje y cosas feas sucederían,
como tal vez romper una línea temporal… ¿Fin?

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