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Un billete de 5000 pesos colombianos.

Este objeto, de manera muy simple, es un papel impreso en forma rectangular que representa un
valor monetario, en este caso en su contexto el cual es Colombia. Tiene un valor de 5000 pesos,
número que se encuentra inscrito en letras grandes y discernibles tanto al frente como en el revés.
Asimismo, tiene plasmado una seria de íconos e ilustraciones que tienen algún grado de
significado para el país, su historia, sus características, su cultura y sus paisajes. Por ejemplo, por
un lado, se logra ver una marca de agua con la ilustración de José Asunción Silva; un reconocido
poeta colombiano. Por el otro lado, se encuentran unas ilustraciones de los páramos de Colombia
y la fauna característica de este: los frailejones, así como la imagen de una pequeña abeja con su
nombre científico. Entre otros detalles, podemos encontrar el sello oficial del Banco de la
República, un poema titulado “Melancolía” y unas firmas referentes al gerente general y a la
gerente ejecutiva.

Tras los billetes y las representaciones físicas monetarias es posible encontrar un telón de fondo
muy interesante que refleja en cierta medida lo que ha sido la historia del país. Lo que más llama
la atención de esta cantidad de detalles y las historias que se vinculan entre los billetes de
diferente valor, es que todos tienen simbolismos distintos y abarcan un aspecto o fenómeno
diferente en lo que concierne a Colombia. Es una manera de lograr visibilizar, representar y
proyectar diferentes sucesos, acontecimientos y personajes mediante un canal con el que la
mayoría de colombianos interactuamos casi que a diario. Podría pensarse que esta tendencia
artística dentro de los billetes ha sido una manera de permitir un acercamiento holístico y
accesible a la historia muchas veces desconocida de nuestro país. Teniendo en cuenta la historia
violenta y colonial colombiana y sus intrínsecos conceptos y relaciones de poder, se me hace muy
interesante pensar en como todos estos símbolos e ilustraciones desafían la idea de que solo los
ámbitos políticos y económicos definen la identidad de un territorio; pues se incluyen paisajes,
fauna y flora, elementos culturales y de patrimonio, artistas, etc.: es decir, todo aquello que
también constituye la identidad cultural.

Supongo que en cierta medida la capacidad de comprender a manera más profunda el contenido
histórico reflejado en un billete, dice mucho acerca de como estoy yo relacionándome a diario con
mi entorno, con mi territorio, con mi historia y con mi cultura. Me hace sentir que nuestra historia
y trayectoria como país nos concierne a todos de manera directa y se muestra de muchas formas
en nuestra cotidianidad aunque muchas veces se nos dificulte interpretar estas manifestaciones.

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