CAPíTULO 1

¿QUÉ ES LA PRODUCCIÓN?

la. - Producción en el sentido técnico de la palabra. Factores de produc-

ción y producto

Adoptaremos una definición amplia del concepto de producción técnica,

entendiendo por tal, todo proceso de transformación regido por los hombres
o en cuya realización tienen interés los hombres. El concepto mismo' de
transformación implica que ciertas cosas (mercancías o servicios) se in-
tegran en el proceso, durante el cual pierden su identidad y caduca su an-
terior forma de ser, mientras que otras cosas (también mercancías o ser-
vicios) nacen del proceso. Las primeras se llaman factores de producción
y las segundas productos. La semilla que se echa en la tierra, el estiércol,
etcétera, son factores de producción; la cosecha es el producto. La madera
yel trabajo del carpintero son factores de producción; la mesa y las sillas
son productos.
La transformación que llamamos producción, en sentido técnico,
no implica necesariamente una modificación de las propiedades intrín-
secas de las cosas. Con frecuencia, se trata únicamente de un desplaza-
miento (transporte), de una selección, o de una conservación(<<transporteen
el tiempo»). La madera de obra no es idéntica cuando se halla apilada
en el bosque, que al hallarse depositada en el aserradero: llevada hasta el
río, poneda a flote y conducirla hasta el aserradero no es menos producción,
en sentido técnico, que abatir y desramar los árboles. Lo mismo ocurre,
por ejemplo, con las operaciones de selección y conservación, en lo que
respecta a frutas o legumbres. En materia de comercio, la producción en
sentido propiamente técnico consiste, en gran parte, en selecciones, abas-
tecimientos o transportes (en el tiempo o en el espacio).
Es importante observar que aquí no hablamos más que de los hechos
que se refieren al proceso mismo de transformación y que pueden defi-
nirse de manera puramente objetiva, en términos técnicos (<<unamesa
hecha por un carpintero», «maderos llevados al aserradero», «manzanas

-.....
 4 CONcEPTOS
en enero», etc.). Tratándose de producción en sentido técnico, no nos
preocupamos pues del «val~r» o de la «~tilidad», sus~ptibles de ser
atribuidos al producto considerado. Supomendo, por ejemplo, que un
producto pierda repentinamente todo valor a causa de las condiciones
del mercado, no por ello dejamos de decir que el proceso del que ha sa-
lido dicho producto, ha constituido una producción en sentido técnico.
Tampoco nos preocupamos aquí por saber si la transformación realizada
responde, o no, a las exigencias de la higiene o de la moral. Decimos
que las operaciones efectuadas en una fábrica de cigarrillos constituyen
una producción en sentido técnico, aunque bastantes personas consideran
nocivo el uso del tabaco. La propia industria de guerra constituye una
producción en el sentido técnico de la palabra.
La definición del concepto de «producción técnica» no siempre ha
sido tan extensiva como la que de dicho concepto damos aquí. Los fisió-
eratas, por ejemplo, sostenían que sólo el trabajo de la tierra tenía dicho
carácter, mientras que Adam Smith extendía la acepción de la palabra
a otros tipos de trabajo, calificados por él de «productivos». Esta clase de
discusiones, de orden más bien filosófico, apenas interesa al moderno
análisis de los problemas de la producción; sin embargo, convenía mencio-
narlo aqui.
La distinción entre factores de producción y productos es, en cierto
grado, una cuestión convencional y depende de los términos en que se
plantea un problema dado, términos que dependen a su vez del objeto del
análisis. Consideremos el detalle de un proceso técnico; por ejemplo, el
proceso analizado en el cuadro siguiente:
CUADRO (la. 1)
PARA PRODUCIR HACEN FALTA
1 m de tejido (fancy worsted suiting, de 145 0,196 kg de hilo (peinado n° 45-2 [U.G.]).
cm de ancho y 237 g de peso por m').
1 kg de hilo (de la calidad prescrita). 1,136 kg de lana cardada.
1 kg de lana cardada. 3,125 kg de lana virgen no desgrasada (lanas
cruzadas de Ohio).
Las cifras que figuran en la columna de la derecha del cuadro (la.l)
son coeficientes técnicos. El coeficiente de fabricación relativo a un factor
I
,.
¿ QUE ES LA PRODUCCiÓN 1 5
de producción, expresa la cantidad de dicho factor que hay que emplear,
por término medio, para obtener una unidad del producto.
En el ejemplo que acabamos de citar, la materia que aparece como
producto en la tercera o segunda línea, figura como factor de producción,
respectivamente, en la segunda o primera línea. Si se considera cada
fase aisladamente, la lana cardada o el hilo son productos, lo mismo
que el tejido. La lana virgen es, a su vez, un producto (de la cría del ga-
nado). Por el contrario, si consideramos el proceso de fabricación en su
conjunto, el único factor de producción es la lana virgen y el único pro-
ducto el tejido; la lana cardada y el hilo no son más que productos inter-
medios.
En la mayoría de los casos prácticos, la distinción entre factores de
producción y productos no presenta dificultades.
lb. - Distinción de principio entre hechos objetivos y términos de valor
Para abordar de manera racional la teoría de la producción, es nece-
sario partir de la definición de producción en sentido técnico, tal como
la hemos expuesto en el § la. Pero esta noción técnica no puede bastamos.
Una teoría de la producción destinada a ocupar un lugar en las ciencias
económicas, ha de tener' en cuenta, forzosamente, el expresarse en tér-
minos de valor.Es preciso poder comparar los factores de producción entre
sí y con los productos, y esto, por lo general, DOes factible más que sobre
la base de una evaluación cualquiera, que no puede reducirse a simples
nociones técnicas. Resulta forzoso tomar en consideración juicios de valor:
es éste un problema fundamental que no podemos eludir, en cuanto
nos colocamos en el terreno económico. Este problema dominaba ya las
discusiones clásicas sobre la naturaleza de los trabajos que podían ser
llamados «productivos». Pero las bases mismas del debate 'no eran bas-
tante precisas. El problema se debe de abordar de manera más sistemática.
El carácter propio de toda investigación científica es que trata de ob-
tener resultados objetivos, en el sentido de que puedan ser aceptados como
ciertos por cualquiera que esté en condiciones de comprender los proble-
mas planteados y los métodos aplicados para su elucidación. El trabajo
científico difiere en esto de la acción práctica y de sus reglas, tales como se
expresan, por ejemplo, en un programa político.
Tratándose de problemas científicos, se buscan soluciones sobre las
que podamos pronunciamos en términos de «verdadero» o «falso»,
Inientras que, tratándose de reglas de acción práctica, nos pronunciamos
por «bien» o «mal». Lo bien fundado de las soluciones debe ser juzgado
en función de la utilidad de las mismas (o de la utilidad que se les atribu-
6 CONCEPTOS
ye), y dicho juicio habrá de basarse en elementos de apreciación que serán,
a su vez, función del fin práctico o político que se persigue y sobre cuyos
elementos de apreciación no habrá que esperar, por consiguiente, que
se esté de acuerdo con todas las opiniones.
También sobre puntos científicos pueden existir divergencias. Pero si
asi sucede es, o porque el enunciado del problema no es bastante preciso
y los diferentes interlocutores hablan, en realidad, de cosas diferentes,
o porque la cuestión, aun estando claramente planteada, no se halla eluci-
dada por completo, de manera que queda margen para desacuerdos, en lo
que respecta a la solución probablemente exacta. En principio, todo el que
aborda un problema científico, parte de la idea de que existe una solución
objetiva susceptible de ser reconocida como tal por cualquier otro inves-
tigador, a condición de que el análisis se pueda efectuar de modo suficien-
temente exacto y profundo.
Esto es válido, muy especialmente, para una ciencia esencialmente
abstracta, como las matemáticas. Claro está que las opiniones pueden
diferir sobre las nociones de lógica pura, cuyo sitio está en el sistema de las
operaciones matemáticas fundamentales, pero a partir del' momeííto en
que se está de acuerdo sobre lo bien fundado de ciertas operaciones ló-
gicas esenciales, se obtiene un sistema tal, que toda tesis formulada debe
de ser, o unánimemente aceptada, o unánimemente rechazada por todos
aquellos que se hallan calificados para seguir el razonamiento. Sin profun-
dizar la significación de este hecho, desde el punto de vista gnoseológico,
tenemos aqui un criterio que nos permite afirmar, en un sentido objetivo
determinado, si un resultado es cierto o falso.
Lo mismo ocurre, con uno u otro concepto, en las demás disciplinas
científicas, incluidas las ciencias experimentales. Todo análisis científico,
en último término, debe de utilizar ciertos postulados que constituyen un
sistema coherente y ser aceptados como tales, en principio, sin otra jus-
tificación. Todo intento dirigido a justificarlos no puede situarse más que
en un plano subjetivo. A este orden pertenecen, en matemáticas, las opera-
ciones lógicas fundamentales, y cada ciencia posee, así, su sistema axio-
mático. Todo análisis científico se formula pues, necesariamente, de la
manera siguiente: si aplicamos tales o cuales reglas fundamentales a la
investigación y elección de los elementos de experiencia y a la ejecución
de las operaciones lógicas, llegaremos a tal o cual conclusión. Es en la
elección de dichas reglas fundamentales donde interviene (seamos o no
conscientes de ello) el elemento de evaluación. Unicamente después de haber
determinado este punto de partida, se puede abordar el análisis científico.
El módulo mismo de todo análisis científico depende, pues, en última
instancia, de las premisas previas no científicas, a partir de las cuales se
procede.
¿ QUE ES LA PRODUCCIÓN? 7
La dificultad que se encuentra en llevar a cabo distinciones estrictas
y claras, es muy diferente, según se considere una u otra ciencia. Las
matemáticas se sitúan en uno de los extremos. Resulta fácil, en matemá-
ticas, discernir lo que es axiomático y lo que depende de la objetividad
científica. Pero la dificultad aumenta cuando, pasando a las ciencias de la
naturaleza y, a continuación, a las ciencias sociales, se abordan campos
en los que las premisas de orden axiomático se hacen cada vez más nume-
rosas y complejas y en los que resulta cada vez más dificil distinguir lo
que es objetivo y lo que depende de juicios de valor.
Esto es válido muy particularmente para las ciencias sociales y, espe-
cialmente, para la economíapolftica, donde se puede partir de premisas
previas muy diversas y donde caben, por lo tanto, múltiples tipos de
análisis científico. Es verdad que existen, incluso en economia, ciertos
problemas que el investigador puede abordar de la misma forma que el
«naturalista». Como es el caso de los capítulos técnicos de la teoría de la
producción y de numerosos aspectos de las leyes que rigen el consumo.
Per.o en bastantes otros (y vastos) campos de la ciencia económica,
los datos de los problemas son mucho menos sencillos. Aun tratándose
únicamente de describir los fenómenos que interesan al economista y al
sociólogo, entran en juego factores de apreciación. Es imposible, en efecto,
incluir en una representación científica la infinidad de datos de detalle
que componen la realidad económica y social: resulta forzoso proceder
a una elección. Igualmente, la utilización del material documental sumi-
nistrado por la estadística, la historia, etc., supone la adopción de cierto
sistema de interpretación. Y resulta que esta elección o esta interpretación
se llevará a cabo, no solamente en función de una <<verdad»objetiva dada,
sino también, en amplio grado, en función de los resultados que se con-
sidere útil obtener, es decir, de preocupaciones que dependen de un sis-
tema particular de evaluación.
La elección así hecha por los economistas podrá, repercutiendo en la
realidad politica, tener gran intluencia sobre la suerte material de los
hombres. La misma elección ha venido intluenciada con frecuencia por el
desarrollo de las luchas económicas en el seno de la sociedad e inversa- !
mente, dicha elección ha reaccionado también con frecuencia sobre esas
mismas luchas, contribuyendo a la formación de ideologías económico-
politicas.
Esto no quiere decir que el economista, si pretende ser hombre de
ciencia, deba abstenerse de tratar problemas que impliquen elementos
de evaluación: los juicios de valor. Adoptando tal actitud, se prohibiría
a sí mismo el aportar su propia contribución a la solución de los grandes
problemas económicos de su tiempo. Esto significa únicamente que el
economista debe tratar de discernir, en todo momento y con lucidez,
8 CONCEP'IOS
hasta qué punto los resultados de su estudio se derivan de las premisas
no científicas de las que procede el análisis. En el grado en que consiga
establecer una distinción clara entre hechos objetivos y juicios de valor,
la propia objetividad quedará salvada: esta es, en definitiva, la única
forma de conseguida. El economista alemán Max Weber ha puesto clara-
mente en evidencia este punto.
No puede negarse que la tarea es ardua y que no se puede cerrar los
ojos sobre el evidente contenido apriorístico de nociones tales como
«objetividad», <<apoliticismo»,etc... Cuanto más vasto es el problema
tratado, más se imprime en él el reflejo de intereses económicos individua-
les o privados y el choque de las ideologías y más detallada debe de ser,
por consiguiente, la especificación de los elementos no científicos que
entran en juego y cuya identificación es lo único que puede conferir ca-
rácter de objetividad al resultado, delimitando en él las contingencias.
Una especificación, llevada tan a fondo, de los términos de evaluación
hace evidentemente difícil el enunciado de conclusiones con contornos
bien marcados. Tratándose de problemas particulares, estrechamente
delimitados, es relativamente fácil especificar con exactitud los postulados
que entran en juego, y el análisis económico generalmente puede llegar
a la formulación de soluciones objetivas y claras. Por el contrario, cuando
se trata de problemas generales, en los cuales intervienen importantes
elementos de evaluación que se interfieren entre sí de múltiples (ormas,
las dificultades son grandes. Entre estos dos extremos, existe toda una
gama de casos intermedios. . tener en cuenta, por ejemplo, el hecho de que ellvalor subjetivo del dinero
le. - Producción en el sentido económico de la palabra. Coeficientes de
evaluación
Esta cuestión del papel que desempeñan los juicios de valor en el aná-
lisis económico y de la interdependencia que existe entre sistemas de eva-
luación y propósitos prácticos, es un problema que encontraremos a cada
paso en la teoría de la producción, en cuanto sobrepasemos la fase de-la
simple descripción técnica del proceso productivo. En efecto: la producción
en el sentido económicode la palabra, tiene por objeto crear un producto
estimado en un precio más elevado que el gasto efectuado (input).
Tomemos un ejemplo entre mil. Cuando un campesino ha de decidir
si sembrará trigo o patatas, tomará la determinación (si su objetivo,
como el de la mayor parte de los productores, es obtener un beneficio mo-
netario f comparando el precio del trigo y el de las patatas en función de
los gastos que le ocasionará uno u otro cultivo. Dicho de otro modo:
para él, la escala de valores viene dada simplemente por los precios del
¿ QUE ES' LA PRODUCCIÓN? 9
mercado: éstos son los coeficientes de evaluaciónpor los que él se rige,
es decir, los coeficientes de que se sirve para reducir mercancías y trabajos
diferentes a un denominador común con objeto de hacerlos comparables.
La relación establecida sobre esta base es lo que le define el concepto de
producción económica.
Pero esta manera de evaluar la producción agrícola no es la única.
Un especialista en dietética; por ejemplo, lo hará en calorías y vitaminas
y este criterio no es en absoluto menos realista que la escala de precios.
Basta, a este respecto, pensar en los valores bien particulares que revisten
las diferentes ramas de la producción agrícola, cuando se consideran
desde el punto de vista de la defensa nacional. Igualmente, cuando
se quiere comparar el nivel de vida de diferentes países, con frecuencia se
toma como base de equivalencia el valor nutritivo de los alimentos que
componen la dieta ordinaria de una familia obrera. Y podrían citarse
otros muchos ejemplos demostrativos de que la escala de precios no es,
en modo alguno, el único criterio que pueda y deba tenerse en cuenta.
Podemos estar seguros de que si toda una rama de la economía alimenticia
modifica su política de producción, los precios, tanto de los productos
como de los factores de producción, cambiarán.Dicha política no se puede,
pues, elaborar solamente en función del baremo de los precios, o por
lo menos en función de precios constantes. La relatividad y las medidas
de valor entran también en juego, cuando se trata de reformas sociales o de
reformas económicas que tienen repercusiones sociales. Entonces hay que
es diferente para el pobre y para el rico, así como gran número de efectos
indirectos, sensibles a partir del momento en que nos situamos desde el
punto de vista de la colectividad. La productividad, en el sentido social de
la palabra, es una noción diferente de la productividad en el sentido de la
economía privada. Por ejemplo: en un país pobre en divisas, que sufra de
paro crónico y posea pocas industrias mecánicas, será más sensato (per-
maneciendo igual todo lo demás) llevar a cabo la construcción de
carreteras, que establecer astilleros marítimos - desde el punto de vista
de la economía nacional - puesto que la primera de dichas actividades
es adecuada para ocupar una mano de obra numerosa y necesita la con-
tribución de los créditos de importación en menor grado. A este respecto,
la elección habrá de inspirarse en consideraciones más profundas que las
que expresan los precios del mercado. Profundizando más en este aspecto,
se llega a comprobar que, de una manera general, toda política económica se
puede evaluar por medio de una función de preferencia, dependiente en
principio de todas las variables. Mi experiencia reciente, tiende a con-
vencerme de que es perfectamente posible servirse regularmente de tales
funciones en la práctica de las cuestiones económicas.
 10 CONcEPTOS
En ciertos casos, la escala de evaluación puede ser de naturaleza semi-
técnica, es decir, enunciarse en términos técnicos y objetivos, pero hacer
entrar en juego, en último análisis, medidas de valor. Tal es el caso, por
ejemplo, cuando se calculan cifras de producción en función de índices;
cuando se convierte el tonelaje de barcos de vela en tonelaje de barcos de
vapor, o viceversa, en función del rendimiento respectivamente atribuido
a una u otra categoría de navíos (como se practicaba en otros tiempos
en Noruega); cuando, para expresar el valor de conjunto del ganado de
una explotación agrícola, se calcula en «unidades de tiro» 1 o, por último,
cuando se toma como base de cálculo el número de unidades de consumo
de una familia obrera.
En resumen, podemos afirmar lo signiente:
El análisis técnico de la producción se funda exclusivamente. sobre
conceptos y criterios susceptibles de ser formulados en términos técnicos
y de manera objetiva. Los otros tipos de análisis de la producción presu-
ponen, necesariamente, un sistema de coeficientesde evaluación (por ejem-
plo, los precios del mercado), gracias al cual las diversas mercancías o los.
diversos servicios que figuran en el análisis se pueden reducir a un común
denominador, que permite su comparación. Según la naturaleza de dicho
sistema, se hablará de análisis económico en función de los precios, de
análisis económico social, de análisis semitécnico, etc... No corresponde
a la ciencia decidir cuál de dichos sistemas es «el mejor». En la mayoría
de los casos, utilizaremos el concepto de precio porque es el que resulta
más fácil, desde el punto de vis~ didáctico. Pero el razonamiento relativo
al óptimo económico, etc., sigue siendo el mismo para coeficientes de otra
naturaleza.
Id. - Producción simple, producción alternativa y producción conexa
. \, de Upo
Cuando la producción tiene por resultado una mercancía o
único, técnicamente homogéneo, hablamos de producción
servicio
simple.
Esta clase de producción es más bien rara en las formas actuales de or-
ganización industrial, consideradas al nivel de la «empresa», de la «fá-
brica», aunque, sin embargo, se encuentra algunas veces: por ejemplo,
en la fabricación de fósforos.
Pero si consideramos un artículo determinado, producido en el cuadro
de una actividad industrial dada, veremos que su producción es, con fre-
1 La estadística noruega se basa, para evaluar la fuerza de los animales domésticos, en
1 buey -
los siguientes elementos de cálculo:
1/2 caballo = 6 ovejas = 2 cerdos = 4 renos
¿ QUE ES LA PRODUCCiÓN? 11
cuencia, del tipo de la producción simple. Por ejemplo: el cultivo de trigo
en una pequeña parcela de una explotación agrícola, la fabricación de
cierta cantidad de chocolate en una confitería, etc... En este caso, la forma
, más clara de plantear el problema consiste en admitir que la actividad
productiva considerada, tiene como resultado un producto técnicamente
homogéneo, cuya magnitud depende de las cantidades de factor emplea-
das para realizado. Esta hipótesis se justifica, a veces, en ciertos análisis
de tipo macroeconómico; por ejemplo, cuando se quieren determinar
grosso modo las dimensiones de la producción global de un país (el (<vo-
lumen de la producción nacional», calculado en función de tal o cual ín-
dice). Por lo que, a pesar de todo, la producción simple ocupa un lugar
importante en la teoría de la producción.
Pero los problemas son con frecuencia más complicados. Tal es el
caso, por ejemplo, en el que se trata de estudiar en qué circunstancias
puede resultar ventajoso, en la agricultura, reemplazar un cultivo dado
(por ejemplo, el del trigo) por otra producción (por ejemplo, la de patatas).
Lo esencial, en esta clase de problemas, es que algunos de los factores
. [ de producción se puedan aplicar alternativamente a la obtención de uno
u otro producto. En la industria se encuentran casos semejantes y, de
manera todavía más evidente, en la artesanía. Por ejemplo: en los talleres
de carpintería hay pequeñas máquinas de empleos múltiples que pueden
servir para realizar, a discreción, gran número de trabajos diferentes.
. IEn estos casos hablamos de producción alternativa, de productos alter-
I nativos.
\ Existe, por último, la producción conexa. Se habla de producción
. conexa cuando el proceso técnico es tal que resulta imposible realizar
un producto sin obtener al mismo tiempo uno o varios productos más.
El gas, el cok y el alquitrán, por ejemplo, constituyen, en este sentido de
la palabra, productos conexos, lo mismo que la carne y la lana de oveja,
etcétera. Según el valor respectivo de los diferentes productos con relación
al valor global de la producción conexa, hablamos de producto principal,
de subproducto o de producto residual. Basta, por otra parte, con que se
produzca una evolución de los precios, para que tal subproducto e incluso
- tal residuo se encuentren elevados al rango de producto principal.
\ También~sde et~unto de_vistacuantitativo,la relaciónexistenteentre I
\ los elementos constitutivos de una producción conexa nei es, siempre,
técnicamente inmutable; puede variar dentro Q.~cierto~ límites~Al pasar
de la cría de cierta raza de ovejas a la cría de otra raza, se podrá obtener,
por ejemplo, más lana y menos carne, o a la inversa. Por regla general,
toda modificaciónde esta clase ocasionará gastos (en términos monetarios
u otros) y la elección de la relación cuantitativa más ventajosa vendrá
dictada, por lo tanto, por consideraciones de rentabilidad. Cuando la va-

12 CONCEPTOS
riedad de las elecciones técnicamente posibles es grande (reserva hecha de I
los citados gastos), I!..°s acercamos al- tipo- d~ producciQ_~l qtteJI..emoS-.
dado más arriba el nombre de producción alternativa y cuyo rasgo esencial
estriba en que, técnicamente, permite realizar tanto un producto como
otro. En la práctica se encuentra frecuentemente esta forma intermedia
de producción, en la cual la relación entre los productos alternativos es
más o menos flexible.
La teoria de la producción conexa constituye U11capitulo importante
de la teoría general de la producción, pero es evidentemente más compleja
que la teoria de la producción simple l.
le. - Organización técnica, financiera y política de la producción. Concen-
tración horizontal y concentración vertical. Intervención del Estado
Cuando hablamos de organización de la producción, consideramos
en qué forma las personas, las máquinas, los factores naturales, etc.,
colaboran (por separado o conjuntamente) a la realización de aquélla.
Las caracteristicas de un sistema de organización se hallan determinadas,
principalmente, por la persona que regula el desarrollo de las diferentes
operaciones y por los criterios en que se basan las decisiones tomadas
a tal efecto (por ejemplo: consideraciones de precio o de otro orden).
Esta cuestión de la direcciónes la más fundamental en materia de organiza-
ción y siempre nos encontraremos con ella, tanto en el plano de la orga-
nizaciónmicroscópica,como en el de la macroscópica.Consideremosuna
fábrica (tanto si depende del capital privado como de un sistema socialista).
Esta fábrica tiene un director técnico, que decide sobre todas las cuestiones
importantes relativas a la producción corriente. Teniendo que limitarse
a lo esencial, delega una parte de sus poderes en jefes de servicio o contra-
maestres, quienes regulan las cuestiones secundarias. La primera tarea
del director consiste en escalonar las cuestiones de la manera más idónea
posible, es decir, distinguir entre aquéllas cuya solución se puede confiar
a los jefes de servicio y aquellas que debe reservar para sí. Dicho en otros
términos: su papel consiste en definir los limites de la autonomía de los
diferentes sectores y las formas de su interdependencia, en función del
conjunto. Un buen organizador se conoce por esta doble capacidad:
circunscribir exactamente las responsabilidades que delega y elegir juiciosa-
mente a los hombres llamados a ejercerlas.
Pero el director tiene que rendir cuentas a su vez. Las grandes líneas
de su actividad son controladas: en una economía capitalista por el o los
1 La cuarta parte de la presente obra trata, principalmente, de la producción múltiple.
.
¿ QUE ES LA PRODUCCIÓN? 13
propietarios de la empresa; en un régimen socialista por las autoridades
superiores del sector industrial considerado. Todas las actividades produc-
I tivas, en el seno de la sociedad, se sitúan pues en el cuadro de un sistema
de organización en el que los mecanismos de dirección se hallan regidos
por la interdependencia de grupos y células jerarquizadas, interdependencia
que se expresa, en el plano técnico, de múltiples formas: suministros de
productos, transportes, etc... Cuanto más se desciende en la escala je-
rárquica, más manifiesta es la ligazón existente entre poderes de dirección
y competencias profesionales, mientras que en las altas esferas son los
factores financieros y politicos los que desempeñan con frecuencia, a este
respecto, un papel determinante.
Las formas de organización que reviste en nuestros días la producción
son, evidentemente, la resultante de una larga evolución a la que han
concurrido los tres factores esenciales siguientes: el técnico, el financiero
y el politico. No entra en el cuadro de la teoría de la producción examinar
el detalle de esta evolución, así como el de la acción e interacción de los
factores mencionados. Esto corresponde a la historia económica y a la
economíapolítica, que revelan la alternación, según las épocas, de la po-
líticade «dejar hacer» y del dirigismo estatal y que muestran cómo, en el
curso de las últimas generaciones, ha aparecido en numerosos sectores
una tendencia a la concentración,como consecuencia del progreso técnico,
del desarrollo de la producción en serie y de la especialización. Esto sig-
nifica que empresas que antes constituían entidades autónomas, tanto desde
el punto de vista técnico como financiero, dependen actualmente de una
dirección común. Según la forma de asociación considerada, se hablará
de cartel, de trust, etc... La concentración ha sido de orden tanto técnico
como financiero. En el plano técnico, ha revestido formas diversas: cupos
de producción, especialización de empresas concretas en la fabrica-
ción de productos determinados, ctc... La concentración ha sido unas
veces vertical, cuando se ha operado entre empresas cuyas producciones
se escalonan en niveles diferentes (por ejemplo: explotaciones forestales,
fábricas de papel, periódicos) y otras veces horizontal, cuando ha tenido
como resultado agrupar empresas de una misma rama industrial.
Estos fenómenos de concentración plantean en muchos aspectos
problemas de un interés teórico considerable, tanto desde el punto de
vista de la producción como en lo que concierne a los mecanismos de la
formación de los precios. Algunos de dichos aspectos serán considerados
en las páginas que siguen.
 . ----...

CAPiTULO 2

FACTORES DE PRODUCCIÓN

20. - Factores especificados y factores tácitos. Factores susceptibleso no

de ser dirigidos. Factores económicos y factores libres

Si consideramos las cosas con detalle, comprobaremos que el número

de circunstancias que pueden actuar de un modo u otro sobre el resultado
de una producción es infinito.
Supongamos, por ejemplo, una operación relativamente tan sencilla
como la fabricación artesana de cucharas de plata. Si intentamos establecer
una lista exacta de los factores de producción, en el sentido técnico de la
palabra, anotaremos en primer lugar la materia prima: el metal; a conti-
nuación, las diferentes clases de trabajo: forjado, limado, pulido, etc...;
después, el desgaste de las herramientas, el consumo de energíaeléctrica y de
combustibles (especialmente de carbón de madera) y, por último, el local
donde se ejecuta el trabajo, etc... Evidentemente,es en esta clase de factores
en los que primero pensamos. Pero haciéndolo así no habremos considerado
más que una fracción de todos los elementos que entran efectivamente
en juego. Tenemos que tener en cuenta también las condiciones atmosfé-
ricas, la luz solar, la fuerza de la gravedad, etc... La importancia de tales
factores es evidente, si se piensa en las ventajas de una buena ventilación,
de una buena luz natural, o si se imaginan las extraordinarias dificultades
a las que tendría que hacer frente el trabajador si la gravedad desapareciese
y ya no fijaselos objetos al suelo. Podemos incluso ir más lejos y considerar
que la atracción molecular constituye un factor de producción de capital
importancia, puesto que toda producción se haría imposible si, un buen
día, las substancias estables comenzasen a disociarse en partículas distintas.
Ningún análisis, por profundo que sea, puede tener en cuenta, simul-
táneamente, tantos elementos diversos. Cuando procedemos al análisis
de una producción dada, nos vemos obligados a escoger los factores cuyos
efectos pensamos determinar y que llamamos factores especificados: los
demás se llaman, entonces, factores tácitos.

I
.1
16 CONCEPTOS
El principio a que obedece la elección así efectuada difiere, según los
casos: depende del objeto del análisis. En ciertos casos, nos limitaremos
a estudiar los efectos de los factores sobre los cuales puede actuar el
hombre; factores que éste puede dirigir. Pero no siempre es éste el mejor
método. En la agricultura, por ejemplo, son numerosos los problemas de
producción en los que corresponde un papel importante a factores tales
como la insolación, la!>precipitaciones y la temperatura. Cierto es que di-
chos factores meteorológicos se pueden substituir, en cierto grado, por
mecanismos artificiales de los que el hombre es dueño y señor, pero la
realidad es que, en su forma natural no pueden, hasta hoy día, por lo
menos, ser dirigidos.
En otros casos se escogerán como elementos de análisis los factores
económicos, haciendo caso omiso de los factores libres, es decir, de aquellos
de los que se puede disponer gratuitamente en cantidades prácticamente
ilimitadas. A veces, resulta ventajoso limitar de esta forma los datos del
problema, pero suele ser poco racional. Incluso en el caso en que uno se
interesa principalmente por cuestiones de rentabilidad, puede ser necesario
estudiar las consecuencias que acarrea, en el plano técnico, la intervención
de un factor libre. Basta con pensar a este respecto en la importancia de la
regulación de la admisión de aire, en numerosos procesos químicos.
Con frecuencia resultará ventajoso, en la práctica, dividir el estudio
de un proceso de producción en un cierto número de análisis distintos,
diferentes en cuanto a la elección de los factores especificados.
2b. - Factores fijos y factores variables. Capacidad. Factores a corto
plazo y factores a largo plazo
A veces, la distinción entre factores especificados y factores tácitos
dependerá del grado en que el factor considerado varfe (dentro del campo
de las eventualidades previstas) en función del volumen de producción.
Muchas empresas industriales suponen la instalación de vastos equipos
mecánicos, depósitos, dispositivos de transporte, etc..., cuya importancia
define bastante exactamente la capacidad de producción de la empresa
considerada. Pero no puede modificarse dicha capacidad de producción
más que a cambio de efectuar considerablesgastos. Evidentemente, en todos
los casos es muy interesante estudiar cómo varían el volumen de pro-
ducción, la rentabilidad, etc..., bajo la hipótesis de que los factores que
componen la capacidad de la empresa permanezcan constantes, mientras
varían otros factores, tales como la cantidad de trabajo, la calidad o na-
turaleza de las materias primas, el suministro de energía, etc... Entonces
diremos que estos últimos factores son variables y que los primeros son
r
FACTORES DE PRODUCCIÓN 17
fijos. Esta distinción es de gran importancia, especialmente cuando se trata
de aplicar la teoría de la producción a problemas de distribución y se
halla ligada al concepto de cuasi-renta l.
La determinación del carácter fijo o variable de los factores conside-
rados, depende, la mayoría de las veces, del lapso de tiempo considerado.
Una ampliación de capacidad no se impone más que cuando durante un
período de cierta duración se tiene que producir una cantidad de productos
superior al volumen de producción para el que se establecieran las ins-
talaciones. Por otra parte, si entramos en el detalle técnico de la empresa,
encontraremos casi a cada paso factores que nos aparecerán más o menos
constantes, si admitimos que la variación en la producción ha de ser sólo
de corta duración. Si, por ejemplo, el producto ha de ser pulimentado
antes de ser entregado al mercado y el fabricante posee, pongamos por
caso, cinco pulidoras que elevando al máximo el rendimiento, doblando
los equipos, etc..., permiten el acabado de 1000 artículos por día, dicho
fabricante se acomodará, probablemente, a esas condiciones anormales
de trabajo si se trata de un pedido único. Pero si prevé que la sobrecarga
se va a prolongar bastante tiempo, comprará máquinas suplementarias.
En lugar de hablar de factores fijoses más exacto, por lo tanto, emplear
el término de factores temporalmentefijos, o de factores a largo y a corto
plazo. De esta forma, se obtiene toda una serie de análisis de la produc-
ción, según se considere ,un número mayor o menor de factores fijos de
primer orden, de segundo orden, etc...
A este respecto podemos considerar dos ejemplos clásicos: el que nos
expone Alfred Marshall en sus Principles of Economics (Libro V, cap. V,
§ 4) 2 sobre las pesquerías y el que cita J. M. Clark (Studies in the Econo-
mies of Overhead Cost, Chicago, 1923, cap. IX) a propósito de la explota-
ción de los ferrocarriles.
Cuanto más fijo es un factor, más irreversibles son los cambios que se
realizan de cuando en cuando. Una materia prima como el cobre (o el
hierro), por ejemplo, constituye un factor típicamente variable. Su volumen
es prácticamente proporcional al volumen de la producción, cuyas fluc-
tuaciones sigue exactamente. De la misma forma es un factor eminente-
mente reversible en el sentido de que el empresario, no solamente se lo
procurará en mayor cantidad si se apresta a aumentar el volumen de la
producción, sino que por el contrariopodrá disminuir su consumo también,
si baja la producción, reduciendo sus compras o bien, si dispone de exis-
tencias excesivas, revendiendo el excedente, lo cual hará sin dificultad
1 Alfred Marshall clasifica el «beneficio normal>, entre los «costes constantes» (fac-
tores
. fijos).
Véase la versión en castellano Principios de Economía. Madrid
(N. del T.)
1954, págs. 305-308.-

18 CONcSEPTOS
normalmente, por tratarse de una materia de fácil conservación y que dis-
pone de un mercado universal.
En este aspecto, el cobre, como materia prima, es un factor reversible.
La mano de obra no calificada lo es también, desde el punto de vista de la
empresa. No ocurre lo mismo con ciertas categorías de obreros que rea-
lizan trabajos que exigen una formación especial: con frecuencia, el empre-
sario se verá obligado a mantenerlos en la plantilla de la empresa aun
cuando, temporalmente, no tenga trabajo para ellos. Pero son las grandes
intalaciones fijas las que en mayor grado tienen el carácter de factores
irreversibles. Una vez ubicadas para asegurar una capacidad dada, muy
difícilmente son susceptibles de readaptación para una capacidad menor.
2c. - Factores especiales y factores generales. Problemas de la asociación
entre elementos de «input» (entrada) y elementos de «output»
(salida)
Tratándose de una materia prima, generalmente resulta fácil decir
(por lo menos en principio) a qué unidades producidas se halla incorpo-
rado tal factor determinado. Por ejemplo, podemos decir que tantas tone-
ladas de chapa procedentes de tal o cual entrega, recibida e inspeccionada
talo cual día, han servido para la construcción de este o aquel buque.
Igualmente, en la mayoría de los trabajos manuales, será posible decir
~ (en el supuesto caso de que se recojan los datos adecuados) a qué unidades
producidas corresponde cada hora o jornada de trabajo. Hablaremos de
la existencia de factores especiales(factores cuyo efecto se puede indivk-
f dualizar) y denonlinaremos costes especiales a los costes correspondientes.
En este caso, cada elemento de «input» (entrada) se puede imputar a una
unidad p.-'oducidadeterminad..a.De un modo más- general hablaremos de
factor especial (coste especial) en todos aquellos casos en los cuales los
;7 elementos incorporados (costes) se pueden (según uno u otro principio)
distribuiren categoríassegún el lugar que ocupanen elproceso de producción.
El principio mismo de la distribución puede diferir y por ejemplo consi-
derar una unidad producida, o el tipo de mercancíaproducida o la locali-
zación en la empresa de los factores empleados (de los gastos efectuados),
etcétera... Alfred Marshall (obra citada, pág. 359 de la edición de 1916)
da la denominación de special, direct or prime cost a lo que aquí deno-
minamos «coste especial» l.
En aquellos casos en los que este modo de distribución en categorías no
1 En la versión castel1ana Principios de Economía, Madrid 1954, puede verse en página
297 las definiciones de coste primario, especial o directo y la de coste suplementario o adi-
cional corno los dos elementos integrantes del coste total.-( N. del T.)
....
FACTORES DE PRODUCCIÓN 19
sea aplicable, es decir, cuando los factores incorporados (costes) deban
de ser considerados como correspondientes ar proceso de produccióñ-en
su cOñluiilo(adnññiiliaCiOncentral (le la empresa, amortización de edificios
Sin imputación especial, etc...), hablaremos de factores generales (gastos
generales). Es lo que Marshall denomina supplementary-coito
En numerosos casos sería posible, en principio, individualizar los cos-
tes, pero cuando esta distinción ocasione complicaciones excesivas (re-
cuento de conversaciones telefónicas por división y por servicio, etc...),
habrá que considerar, en el aspecto contable, talo cual factor especial
(coste especial) como factores generales (gastos generales).
Si los elementos de «input» (entrada) se distribuyen en función de su
asociación individual con las diferentes unidades producidas, resulta que
el concepto de factor especial coincide con el de factor variable, y el de
factor general con el de factor fijo. Pero si el principio de distribución
(clasificación)es otro (por ejemplo, si se trata de la lf'calizaciónen la em-
presa), no existe ninguna relación entre «especificidad» (calidad de espe-
cífico) y variabilidad.
2d. - Definición de las nociones de cantidad de factor y cantidad de producto.
Factores elementales
Hablando estrictamente, cada elemento de «input» (entrada) es único
en sí. No encontraremos nunca dos trozos de carbón que tengan exacta-
mente el mismo poder calorífico, ni dos jornadas de trabajo exactamente
idénticas. Pero muchas de esas diferencias carecen de significación prác-
tica para la teoría de la producción. Muchas veces, para poner en evi-
dencia los datos esenciales del problema, habrá que agrupar ciertos ele-
mentos de «input» bajo la denominación de un factor genérico, cuya
cantidad se determinará mediante una unidad técnica de medida. Así, por
ejemplo, basta, a efectos prácticos, distinguir un cierto número de especi~s
de carbón (antracita, lignito, etc...) y calcular sus correspondientes can-
tidades de factor en función del número de unidades ponderables. La única
condición necesaria es que todas las unidades ponderables de un tipo
dado de carbón sean idénticas desde todos los puntos de vista a considerar
(poder calorífico, manejabilidad, etc...) de acuerdo con el problema de
que se trate.
El concepto de cantidad de factor es de una importancia fundamental
para la teoría de la producción. En efecto, ésta trata ampliamente de las
variaciones a que se hallan sujetas las cantidades de los factores. Si no
definiéramos correctamente la acepción de dicho término nos expondría-
mos a dejar sin consistencia a una gran parte de dicha teoría.
20 CONCEPTOS
El que podamos agrupar de esta forma amplias categorias de elementos
incorporados constituye una gran simplificación. Cuanto más podamos
avanzar por este camino, más sencillo nos resultará el análisis. Pero, a este
respecto, conviene mostrarse prudente. Puede que no haya nada de ilógico
en llevar a cabo de este modo la agrupación y simplificación de las com-
ponentes. Un macroanálisisde esta clase nos resulta apropiado para ofre-
cemos un panorama de conjunto de los datos generales de un problema
y con frecuencia es tan útil como un análisis más detallado.
El peligro reside en el hecho de que se tiene la tendencia a realizar
tales agrupaciones sin haberse forjado, previamente, una idea clara de
laforma como se va a medir la cantidad de los factores de producción así
definidos.
En este aspecto, se han cometido muchas torpezas en cuanto a la apli-
cación de la teoría de la producción. Se ha pretendido operar, sin otras
consideraciones, con la ayuda de conceptos tales como «tierra», «trabajo»,
«capital», partiendo de la idea de que los mismos se podrían evaluar
cuantitativamente en unidades técnicas sin recurrir a las medidas de pre-
cios como bases de comparación. Pero la definición técnica de la cantidad
de un factor es una necesidad, pues uno de los campos de aplicación de la
teoria es precisamente la solución de los problemas de precios y de distri-
bución. Es así que se ha llegado a considerar en principio que la «cantidad»
de estos tres factores se conoce en un cierto sentido técnico y se ha que-
rido demostrar especialmente (con ayuda de esta noción de cantidad y de
las teorias de la producción desarrolladas a partir de estos conceptos)
cómo se han formado los tres «precios» correspondientes. Este método
no es completamente satisfactorio. Quien pretende elaborar conclusiones
que tengan cierto alcance sobre datos procedentes del estudio de las varia-
ciones cuantitativas de los factores, debe comenzar por establecer como
va a definir esas mismas cantidades. Y lo mismo sucede para él o los
productos.
Si al elaborar una teoría se pretende hacer de la misma un sistema en
el que se puedan integrar estadísticas u otros elementos concretos de me-
dida, que nos puedan confirmar numéricamente su validez, es necesario
definir los conceptos de medida de una forma suficientemente detallada y
precisa para que se puedan tener en cuenta los aspectos prácticos que revele
la observación de los hechos. Todo el que haya intentado verificar de dicha
forma una teoría económica con datos estadísticos o de otra naturaleza,
sabe con qué prudencia y minuciosidad hay que proceder a menudo
. si se quieren obtener resultados concordes con la realidad.
Cuando no se tienen a la vis.ta (o por lo menos de forma inmediata)
aplicaciones directas de dicha clase, se pueden satisfacer, de forma un
poco distinta, las exigencias antedichas respecto a las definiciones cuanti-
FACTORES DE PRODUCCIÓN 21
tativas. Claro está que entonces es necesario también que las definiciones,
para ser precisas, se formulen con respecto a un sistema de observaciones.
Pero estas mismas observaciones no tienen por qué ser concretas; pueden
ser imaginarias. Construir definiciones cuantitativas por medio de un sis-
tema conceptual de esta naturaleza, con frecuencia, nos es muy valioso,
puesto que nos ayuda a pensar concisamente. Esto es válido para todas
las ciencias experimentales. En la teoria de la relatividad, por ejemplo,
la noción de tiempo se expresa por medio de señales luminosas que no
tienen correspondencia con la realidad concreta, pero que revisten una
importancia fundamental en cuanto a los principios. Lo mismo ocurre en
economía. Así, por ejemplo, en la teoria de la elección, se define la elasti-
cidad de las necesidades suponiendo que se formulan preguntas que exi-
gen del individuo cuyas necesidades se estudian, que haga una elección.
Lo mismo ocurre también en la teoria de la producción, en donde se pro-
cede de modo análogo para definir cantidades de los factores y cantidades
producidas. Examinemos más de cerca en qué consiste el procedimiento.
Empezaremos por imaginamos que, gracias a una descripción técnica
suficientemente profunda y detallada, hemos llegado a una especificación
tan precisa de todos los factores que la «cantidad» de cada uno de éstos
se puede formular sin dificultad por medio del sistema usual de medidas
técnicas: metros, kilogramos, horas o sus unidades derivadas. Llamaremos
a estos factores, factores elementales o, más exactamente, factores elemen-
tales absolutos. El ejemplo más sencillo, a este respecto, es el de las mate-
rias primas: cada una de éstas debe ser objeto de una especificación
precisa. Si nos situamos al nivel de los factores elementales no nos bastará,
por ejemplo, decir que se emplea «lana» para fabricar tal modelo de
vestido: tendremos que precisar la calidad de dicha lana, su módulo e in-
cluso su marca de fábrica. Sólo entonces podremos expresar la cantidad
del factor de manera cierta, en forma de unidades estrictamente técnicas.
Lo mismo ocurre con las diferentes clases de trabajo. En este caso,
la especificación suele resultar más difícil. El caso más simple es el de
trabajos uniformes e indefinidamente repetidos, como el lavado y eti-
quetado de botellas en una fábrica de cerveza. En tal caso, el ritmo de
trabajo viene determinado en gran medida por el proceso mecánico y es
relativamente fácil, por ello, calcular el rendimiento en términos de uni-
dades de tiempo. Seria erróneo, en principio, elegir como base de este
mismo cálculo el número de botellas lavadas o etiquetadas, ya que el pro-
ducto, por sí mismo, no puede (por lo menos en términos de prestación
de trabajo) constituir un factor.
Por otro lado, podemos enfocar la actividad de la fabricación de cer-
veza en su conjunto como un proceso global y considerar entonces «el
lavado y etiquetado», cuya medida técnica se expresará por el número
---
22 CONCEP-TOS
de botellas lavadas y etiquetadas, como un factor en sí, siIi entrar en el
detalle de las condiciones concretas (trabajo manual u operaciones me-
cánicas) en que interviene.
El caso se complica cuando se trata, por ejemplo, del trabajo de un
obrero dedicado a fabricar cucharas de plata en un taller de orfebrería.
Dicho obrero ha de ejecutar toda una serie de operaciones diferentes:
estampación, martilleo, limado, etc... Si queremos utilizar las unidades de
tiempo como elementos de medida del factor constituido por el trabajo
del obrero considerado, hemos de imaginamos forzosamente un tiempo
medio correspondiente a la realización de una elección representativa de
las diferentes operaciones que aquél ha de ejecutar y suponer, además, que
éstas se efectúan a un ritmo determinado, de acuerdo con cierto valor
medio de la intensidad del trabajo. En el caso de formas más complejas
de trabajo, el establecimiento de una media de esta clase tendrá que calcu-
larse, para ser realmente típica, considerando un período de tiempo ex-
tenso.
Este es especialmente el caso que se presenta en el campo de las fun-
ciones que implican la direccióndel trabajo de los demás (a este respecto
es típico el propio trabajo del jefe de la empresa), a las que resulta muy
difícil descomponer en factores elementales, a menos que se recurra a
conceptos completamente artificiales. En este caso, podemos elegir entre
dos métodos. Si se quiere efectuar el análisis en un plano exclusivamente
técnico, deberán tratarse dichos factores como elementos cualitativamente
diferentes, que figurarán en el análisis en tanto que son coeficientes cuali-
tativos de la fórmula que expresa la función de producción (véase § 5a),
pero no entre las variaciones especificadas que son partes integrantes de
dicha fórmula. El otro método consiste en recurrir a una formulación
económica de los factores de que se trate; es decir, introducir como varia-
ble, por ejemplo, «el importe de los gastos monetarios imputados a las
funciones de dirección».
Así pues, .casi todos los problemas de producción pueden reducirse
a una formulación enunciada en términos de factores cuantitativos. Al
hacerlo así, sin embargo, es preciso darse cuenta de que ya no se opera con
elementos rigurosamente técnicos.
2e. - Complejos de factores. Factores equivalentes y factores conexos.
Factores «satélites»
Existen dos casos en los cuales se pueden reducir varios factores elemen-
tales a una misma medida técnica. Estos casos se presentan cuando los
factores elementales tienen completamente el carácter de factores equiva-
FACTORES DE PRODUCCIÓN 23
lentes, o de factores conexos. El problema se puede concebir entonces
de la manera siguiente:
Supongamos, por ejemplo, dos factores elementales. Representemos sus
cantidades respectivas, expresadas mediante las convenientes unidades
técnicas, por VlY v2. Admitamos, por ejemplo, que el factor 1 consiste en
briquetas de lignito y el factor 2 en antracita. El poder calorífico del 1 es
Ul = 4 850 calorías por kilogramo; el del 2 es U2= 7 800 calorías por
kilogramo. Si lo único que nos interesa es dicho poder calorífico, poco
importa que utilicemos únicamente el factor 1, únicamente el 2 o una
mezcla de ambos. En otros términos: no nos interesa conocer las propor-
ciones respectivas de VlY V2;lo único que nos interesa es saber cuál es la
suma de UlVl+ U2V2'Generalizando, diremos que si tenemos n combus-
tibles cuya cantidad es V¡,V2,..., VnYcuyo poder calorífico correspondiente
es U¡, U2, ..., Un,podemoscondensarestas dos expresiones,bajo la deno-
minación de «combustibles», en un factor único, cuya cantidad expresa-
remos por el número
(2e.!) v = UlVl + U2V2 + ... + UnVn.
En este caso decimos que los factores considerados son factores equi-
valentes, que constituyen un complejo y que formando el agregado de
equivalencia (2e.!), hemos reducido dicho complejo a un factor simple,
también susceptible, a su vez, de ser cuantitativamente definido en unidades
técnicas. Este procedimiento es aplicable en todos los casos en que existe
una unidad técnica de equivalencia válida para todos los factores que
componen el complejo y en el que la única propiedad que nos interesa es
la que expresa dicha unidad técnica.
Esta última condición depende evidentemente, en cierto grado, del
objeto del análisis. Volviendo al ejemplo precedente, muy bien puede ocu-
rrir que el poder calorífico de los combustibles empleados no sea la única
consideración detenninante a juicio del industrial y que éste ~:: preocupe
también de reducir la suma de trabajo exigida por las operaciones de ca-
lefacción, o el volumen de la eInisión de humos provocados por la com-
bustión de diferentes clases de carbón, etc... Si se pueden tener en cuenta
las cuestiones consideradas, simplemente aportando correccionesadecuadas
al sistema de equivalencia anteriormente establecido, nada nos impide
proceder como lo hemos hecho más arriba. Pero si los factores a considerar
no se pueden expresar de forma constante mediante tales correcciones
(tal es el caso, por ejemplo, cuando las variaciones en la retribución del
trabajo en cuestión constituyen un elemento importante 'del problema),
forzoso es renunciar a reducir los datos a una equivalencia única y prac-
ticar el análisis con ayuda de todos los diferentes factores elementales.
--
24 CONCEPTOS
El concepto de programación lineal nos permite considerar varias formas
lineales del tipo (2e.I), pero no insistiremos aqui sobre este procedimiento.
El otro caso en el que nos es posible unificar los datos sobre una base
técnica es aquel en el que la relación cuantitativa entre los factores viene
determinada por condiciones técnicas. Por ejemplo: cuando se quiere
fertilizar"un terreno, no basta con que tengamos el abono; hay que es-
parcido también y el volumen de trabajo necesario a tal efecto depende,
de un modo bien determinado, de la cantidad de substancia que se extiende
sobre el terreno. (Hacemos abstracción de las variaciones menores que
pueden ser consecuencia de la diversidad de los métodos de abono de las
tierras.) Sean VIla cantidad de abono y V2la cantidad de trabajo necesario
para esparcido; V2es una función técnicamente determinada de VI' En
otros términos: es imposible utilizar una cantidad dada del factor VIsin
emplear una cantidad correspondiente del factor V2' Entonces diremos
que 1 y 2 son factores conexos: podemos decir, en el mismo sentido, que
2 es un factor «satélite» de 1.
Al igual que antes, el complejo de los dos factores se puede considerar
como un factor único, cuya cantidad se podrá medir por medio de VIÓde Vz,
es decir, por medio de una medida técnica. La elección de uno u otro es
indiferente en principio. En la práctica (especialmente en los análisis es-
tadisticos), pueden existir, sin embargo, motivos para preferir una medida
a la otra. Es asi que, en el ejemplo considerado, la medición de VIestará
sujeta a menos irregularidades ocasionales que la de V2;asi pues, se es-
cogerá VI.
Hemos de observar que, en el ejemplo precedente, no hablamos de
conexión más que al nivel de losfactores de producción y no del producto
mismo. Pero también existen casos en los que las variaciones del produc-
to conducen a considerar tal cantidad de factores como función de tal otra
(véase en la III parte el capitulo relativo a los factores de limitación).
Cualquiera que sea la razón de dicha relación funcional entre los factores,
basta que sea de orden técnico para que podamos fusionar los factores
elementales.
Si los factores no son ni equivalentes ni conexos, esta simplificación se
puede realizar imaginando un índice cuantitativo aplicable a los factores
del complejo o detallando éstos, pero considerando entonces, en lugar de
la cantidad del conjunto, su valor, expresado en dinero o en otra medida
de valor. Sin embargo, procediendo asi, nos salimos del plano estricta-
mente técnico.
Las reglas a segQir para unificar las cantidades de producto son las
mismas que las que se aplican a los factores.
CAPíTULO 3
LA TECNICA DE LA PRODUCCION:
TECNICA CONSTANTE y CAMBIOS DE TECNICA
3a. - Definiciónfundamental de la noción de técnica constante
Vayamos al detalle de la técnica de producción: Las condicionestécnicas
del proceso de producción, al que nuevas invenciones vienen a abrir nuevas
posibilidades, se hallan en continua evolución. Sin embargo, dichas con-
diciones técnicas responden en cada momento dado a una situación de-
terminada. Existe una técnica socialmente dada, un sistema de adquisi-
ciones técnicas concreto que se halla, como tal, a disposición del jefe de
empresa. Pero la técnica de una empresa considerada individualmenteno
viene determinada únicamente por la técnica socialmente dada. ¿Cuáles
serán, entre las múltiples técnicas disponibles en un momento dado, aque-
llas a las que recurrirá efectivamente tal o cual empresa? Esto dependerá
de numerosas circunstancias: la extensión del mercado, los medios en
capitales de que dicha empresa disponga, etc., a las que se sumarán, a
veces, consideraciones de orden social, nacional o militar.
Para estudiar las leyes de la producción, hemos de distinguir bien los
diferentes caracteres que pueden revestir las modificaciones de la técnica
en el seno de una empresa. Solamente asi se podrá dar su sentido preciso
a la noción de técnica constante, sin la cual el análisis de las leyes de la
producción pierde gran parte de su consistencia.
La terminologia es muy imprecisa en esta materia. Ciertos autores
estiman que toda modificación, cualquiera que sea, llevada a cabo en el
proceso de producción, constituye un cambio de técnica; otros asocian la
idea de «cambio de técnica» a la aparición de descubrimientos importantes,
de revoluciones industriales, etc... Entre estos dos extremos cabe toda
una gama de concepciones, mejor o peor definidas.
Para precisar el concepto de técnica constante, lo primero que se nos
ocurre es comenzar por describir el método de producción, la naturaleza
de los diferentes procedimientos' y formas de trabajar, etc..., de modo
26 CONCEPTOS LA TÉCNICA DE LA PRODUCCiÓN 27

suficientemente detallado para poder distinguir, entre las modificaciones
introducidas, las que parezcan permanecer dentro del marco de una
técnica constante y las que desbordan manifiestamente dicho marco. Sin
embargo, con este método descriptivo nunca se llega a formular una de-
finición válida en el plano teórico.
Se estará en mejores condiciones de juzgar lo que, principalmente, se
debe de considerar como esencial, si no se pierde de vista el objeto principal
de la misma teoría de la producción, que consiste en esclarecer la forma
en que la (o las) cantidad (es) de producto dependen de las cantidades de
los factores empleados. Esto nos conduce naturalmente a decir que la
técnica es constante mientras la (s) relación (es) funcional (es) que
expresa (n) la dependencia que existe entre la (s) cantidad (es) de pro-
ducto y las cantidades de factor permanece (n) invariable(s) [en el caso de
una producción múltiple existen varios productos y, por lo tanto, varias
relaciones funcionales 1]. Obtenemos así lo esencial de nuestra definición,
que, sin embargo, habremos de precisar posteriormente, delimitando,
además, el concepto inverso de «cambio de técnica».
Ilustraremos el caso por medio de un ejemplo esquemático. Imaginemos
que un proceso químico implica la adición de dos substancias y que el
efecto de estas operaciones sobre el producto sea tal como lo representa
el cuadro (3c. 1).
Designemos por vI.Y V2las cantidades de una y otra substancia. El
proceso requiere evidentemente la intervención de otros factores, pero los
supondremos constantes. Admitamos ahora que, técnicamente hablando,
la adición de las dos substancias se efectúa en el siguiente orden: primero
substancia 1 y luego substancia 2. A este procedimiento corresponde el
cuadro (3c. 1).
Pero admitamos a continuación que resulte ventajoso intercambiar
el orden de las operaciones, es decir, introducir en el proceso la substancia
2 antes de la substancia 1, y que el efecto obtenido por la adición de las
dos substancias, en cuanto a la cantidad del producto, sea entonces el
CUADRO 3c.1. - Cantidad de producto obte- CUADRO 3c.2. - Cantidad de producto obte-
tenida por el primer método nida por el segundo método

Cantidad del factor 2 Cantidad del factor2

Cantidad Cantidad I
3b. - Cambio en la naturaleza de los factores del factor del factor
I V2 = 1,6 V2 = 1,7 V2 = 1,8 1
v2 = 1,61V2 = 1,71V2= 1,8
Una vez admitido que la formulación de una ley de producción implica v, = 2 100 103 106 \', = 2
una serie de factores especificados, supongamos que el proceso de produc-
ción sufre una transformación que ocasiona una modificación de la misma v, = 3 102 106 110 v, = 3 103 1105
101 108 113
109
lista de dichos factores. Existe pues una substitución de ciertos factores v, = 4 104 109 115 v, = 4 105 111 118
anteriores por factores nuevos (por ejemplo: de la fuerza manual por I

energía eléctrica), o incluso, transformación completa del proceso

por adopción de un nuevo procedimiento. En este caso, diremos que hay
un cambio en la naturaleza de los factores y, por consiguiente, cambio
de técnica.
3c. - Modificación de la función de producción (modificación del cuadro
de producción)
Supongamos ahora que la ley que rige la forma de dependencia existente
entre la cantidad de producto y las cantidades de los factores de produc-
ción se modifica, sin que se altere la lista misma de los factores. Se utilizan,
pues, factores de la misma naturaleza que antes; únicamente queda modi-
ficada su disposición técnica interna.
, Véasela 4." parte.
que muestra el cuadro (3c. 2). Con todas las combinaciones diferentes de
factores, el resultado del segundo método es mejor que el del primero.
A partir del momento en que se comprueba esto ya no cabe duda de
que hay que desechar el procedimiento menos ventajoso. L:J substitución
del primer método por el segundo será, por lo tanto, permanente.
Como otro tipo de mejora permanente susceptible de ser introducida
en el orden y disposición de los factores (sin modificación de su propia
naturaleza), se puede citar una racionalización de la organización de la
empresa que lleve consigo, por ejemplo, una reducción del número de horas
de trabajo realizadas por una categoría de obreros, con aumento corres-
pondiente de las horas de trabajo exigidas a otra categoría, etc...
Puede decirse que una modificación de esta naturaleza en la disposición
interna de los factores es consecuencia de una refundición del cuadro de
producción, permaneciendo invariables los apartados de éste. Daremos el
nombre de modificación de la función de producción (o modificación del

,\
 "

CONCEPTOS LA TÉCNICA DE LA PRODUCCIÓN 29

28
cuadro de producción) a la transformación así realizada. Este es un cri-
terio exacto. Consideraremos que dicha transformación tiene iguitlmente
el carácter de un cambio de técnica.
3d. - Modificaciónde las cantidades de factor sin modificaciónde la función
de producción (cuadro de producción)
Consideremos por último el cas,o en que los factores sufren cambios
únicamentecuantitativos, en el marco del mismo cuadro de producción.
En el caso (3b), la noción misma de cuadro de producción no interviene,
pues los elementos que habrían de figurar en la cabecera o en las columnas
de dicho cuadro cambian en el curso del razonamiento. En el caso (3c)
interviene realmente un cuadro de producción, cuyo alineamiento horizon-
tal y vertical permanece invariable, pero cuyo contenido cambia en el curso
del razonamiento. Por el contrario, en el caso (3d) que consideramos ahora,
nos hallamos en presencia de un cuadro de producción en el que no sola-
mente la disposición, sino también el contenido, permanecen constantes.
A una combinación determinada de factores corresponde, en este caso,
desde el principio hasta el final del razonamiento, una sola cantidad de-
terminada de producto, mientras que en el ejemplo citado para ilustrar
(3c), la cantidad de producto correspondiente a la combinación entre los
factores (Vl= 3, V2 = 1'7) ascendíaa 106 al principio del razonamiento
y a 108 al final de éste.
CUADRO 3d.l. - Cantidad de producto obte- CuADRO 3d.2. - Ley permanente de pro-
tenida por el segundo método ducción
Cantidad del factor 2 Cantidad del factor 2
V2= 1,6 1,7 1,8 = 1,6 1,7
-- V2
Cantidad "1=2 99 101 105 Cantidad Vl= 2 100
la intervención de cierta especialización del trabajo. Lo esenciales que toda
modificacióneventual de dicho orden guarde relación con un cambio cuanti-
tativo de los factores. A toda combinación de factores debe corresponder
de un extremo a otro del razonamiento una fórmula bien determinada de
organización interna. Si intervienen cambios de organización, serán cam-
bios de naturaleza provisional,'contrariamente a las transformaciones del
caso (3c), que eran de naturaleza permanente. Así pues, si un cambio cuan-
titativo realizado en la combinación de los factores lleva consigo una
modificación de su organización interna, es preciso, para que estemos en
presencia del caso (3d), que esta modificación se anule en cuanto se vuelva
a la anterior combinación cuantitativa de los factores. Supongamos, por
ejemplo, que el segundo método, en el ejemplo citado más arriba en (3c),
no dé la cantidad de producto indicada en el cuadro 3c. 2, sino la que se
lee en el cuadro 3d. l.
Analizando el cuadro 3d. 1, vemos que el nuevo método es más venta-
joso que el antiguo en lo que respecta a las «grandes» combinaciones
de factores (3, 1'8), (4, 1'7) Y (4, 1'8) pero que, en las restantes, el mé-
todo antiguo sigue siendo el más eficaz. Siendo así, es lógico que adop-
taremos el nuevo método para las tres combinaciones citadas. Podemos
pues establecer el nuevo cuadro de producción 3d. 2, el cual se halla con-
forme con el cuadro 3d. 1 en el caso de las tres combinaciones conside-
radas, adoptando para el resto los datos del cuadro 3c. 1. Este cuadro
3d. 2 permanecerá invariable,por lo tanto, desde el principio hasta elfinal
del razonamiento,y nos informará en todo momento sobre las variacionesde
la cantidad de producto en relación con la combinacióncuantitativa de los
factores.
Esto no excluye, sin embargo, ciertos cambios de método. No obstante, I
estos cambios se haIlarán ligados de tal manera a la combinación cuantita- 11
tiva de los factores que podamos dar cuenta íntegramente de eIlos en el :\
marco del mismo cuadro invariable de producción (en este caso el cuadro
1,8
3d: 2). A menos que no nos importe señalar el hecho de que (siempre en
el mismo ejemplo) las pequeñas cantidades de producto se obtienen me-
103 106 diante el primer método y las grandes cantidades mediante el segundo,
podemos hacer simplemente abstracción de toda cuestión de método y
000.

del del =3 102 106 111

factor =3 101 105 111 factor o... de organización interna y no conservar más que el cuadro 3d. 2, cuya
l 103 110 120 l =4 104 110 120 permanencia responde a los términos de la definición que hemos dado del
=4
concepto de técnica constante.
Elijamos un ejemplo concreto; consideremos el caso de una explotación
El hecho de que el cuadro de producción sea constante no implica ne- agrícola cuya producción de trigo deseamos aumentar sin modificar la
cesariamente que la organización interna sea inmutable del principio al superficie sembrada, ampliando para ello la mano de obra empleada en I

final del razonamiento, ni que todos los procedimientos y todas las mani- dicho cultivo, aumento de efectivos que conduce a especializar las tareas
pulaciones se desarrollen de idéntica manera. Ello no excluye ni siquiera de los diferentes trabajadores. Si esta especialización no se mantiene más

I
L.
30 CONCEPTOS

allá del período durante el tual se realiza dicho esfuerzo particular, y si

el efectivo de la mano de obra empleada vuelve a ser el que era antes,
cuando la producción vuelve a su nivel anterior, la modificación aportada
al proceso de producción habrá sido del tipo (3d). Si, por el contrario, el
aumento de la mano de obra va acompañado de una especialización y
ésta se mantiene después de volver los efectivos al nivel anterior, se tratará
de un cambio del tipo (3c). Por último, si la especialización se lleva hasta CAPÍTULO 4
el extremo de dar lugar a la formación de una nueva categoría de trabaja-
dores agrícolas, tendremos un cambio del tipo (3b). En este caso, en efecto, DE LOS DIFERENTES TIPOS DE TEORIA DE LA PRODUCCION
nos encontramos en presencia de categorías diferentes de trabajadores
(es decir, de diferentes clases de factores de producción), cuyas presta-
ciones no se pueden comparar técnicamente en un mismo plano pro- 4a. - Producción instantánea y producción temporal. Teoría estática y
fesional. teoría dínámica de la producción

En la realidad, toda producción se realiza en un cierto lapso de tiempo.

Entre la siembra yel día en que se almacena la cosecha, entre el momento en
que las materias primas llegan a la fábrica y aquel en que las mercancías pro-
ducidas se sirven al cliente, etc., transcurre un cierto período de producción.
Quien quisiese abordar la teoría de la producción desde un punto de
vista completamente general tendría que concebir todos los factores
de producción, asi como el producto (o los productos, en el caso de una
producción múltiple), como funciones más o menos continuas del tiempo.
Entonces debería estudiar cómo una modificación del elemento tiempo
en la ley de aplicación de uno o varios factores puede repercutir en el
elemento tiempo de la curva (o de las curvas) del producto. Convendría
entonces examinar también el caso especial en que la aplicación de los
factores es instantánea o casi, mientras que la o las curvas de producto
se desarrollan más ampliamente en el tiempo, así como el caso inverso
(<<pointinput with continous output» e, inversamente, «continous input
with point output»).
Sin embargo, desde un punto de vista tan general, las relaciones y las
correlaciones son de tal complejidad que resulta muy difícil formular
conclusiones claras y válidas, corriéndose gran peligro de limitarse al
enunciado de algunos principios formales, poco apropiados para esclare-
cer la solución de importantes problemas prácticos. Con frecuencia resulta
sumamente ventajoso considerar los hechos, no en función del tiempo,
sino bajo otros aspectos. Por ejemplo: el que hagan falta 0'196 kg de hilo
para fabricar 1 m de tejido y l' 136 kg de lana cardada para hacer 1 kg
de hilo (véase cuadro la. 1), son hechos que, desde el punto de vista de
la producción son, en suma, independientes de la duración de esa misma
producción, por lo menos dentro de los límites de la práctica. Pero los
datos suministrados por esos coeficientes técnicos son muy importantes
 .

CONCEPI'OS
32 DE WS DIFERENTES TIPOS DE TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN 33

para el estudio del proceso. Así p!les, e~, muchos casos: resulta fundado Consideremos un ejemplo: la recolección de patatas. Tomaremos
estudiar los procesos de producclOn haclendolo como SI se tratase de un como medida cuantitativa del factor trabajo, el número de horas-obrero
fenómeno instantáneo. Por lo tanto, si elaboramos una teoría aplicable consagradas semanalmente a la recolección. Si consideramos el factor
a la producción instantánea no es porque dicho caso sea frecuente en trabajo únicamente con relación a una producción, examinada indepen-
la realidad, sino porque este método permite esclarecer ampliamente la dientemente de su duración y comprobamos, por ejemplo, que el número
cuestión, sin sobrecargarla de detalles inútiles.
Sin embargo, existen problemas en los cuales el elemento tiempo es ,.~
importante, é:lconsecuencia del hecho de que el escalonamiento y el ritmo ~~
de las operaciones de producción son esenciales para el resultado. Para IH
~...
analizar tales procesos es indispensable elaborar una teoría de la produc- ~~.
ción expresada en términos de la duración de ésta, teoría' que encontrará .¡s,~
su aplicación, por ejemplo, en los casos en que la producción implique ~.:.
~:!
importantes inmovilizaciones (capital fijo), de las que no se puede obtener ~
ventajosamente beneficio más que si ciertas operaciones constitutivas del Aqo.slD Sepliembre ' Oc/ubre
proceso son acertadamente coordinadasen el tiempo, es decir, por ejemplo, FIG. 4b.l - Curva de «input» del factor trabajo aplicado a la recolecciónde patatas
si la agregación de talo cual materia prima interviene en el momento
oportuno, o si la evolución de la cadena transportadora que asegura la
circulación de tales o cuales artículos semiacabados se halla conveniente- de horas semanales de trabajo consagradas a la recolección de patatas
ha aumentado, sacaremos de este hecho una u otra de las dos conclusio-
mente regulada, etc... Esta teoría se aplicará igualmente a los casos en que
la calidad del producto es función de la duración de la producción. Por nes siguientes: o que el cultivo ha sido practicado sobre una mayor ex-
ejemplo: la madera que presenta círculos concéntricos apretados, es decir, tensión, o que se ha hecho más intensivo. Pero si partimos del elemento
procedente de árboles cuyo crecimiento ha sido lento, es más sólida que la
que presenta dichas capas concéntricas espaciadas. Otro ejemplo: el pu- ~
limentado de los grandes espejos destinados a equipar los telescopios ~
puede exigir meses e incluso años si se quiere alcanzar el grado de perfec- ~
~
ción requerido. .,;
En muchos aspectos, la distinción entre teoría estática y teoría dinámica ~...
...
de la producción responde a la distinción entre producción, instantánea '"
..
y producción temporal. :!!
..
...
Abordaremos brevemente, en lo que queda del presente capítulo, -el
~
estudio de las variaciones de un factor en la producción considerada en ~
función del tiempo, pero nos limitaremos, a continuación, al examen d.e o;;:
o...
cuestiones en las que el elemento tiempo no es esencial, no volviendo .!:
a estudiar ciertos aspectos de la teoría dinámica de la producción hasta
la Va (y última) parte de nuestra exposición.
:i
~
A9Dslo Jepliembre octubre
4b. - Número de fases y cadencia. Curvas de «input» (entrada del factor) FIG. 4b.2. - Curva de «input» del trabajo en el caso de recolección acelerada.
y diagrama de las fases
Cuando el problema se plantea de tal modo que hay que prestar tiempo y consideramos el proceso en cuanto a su duración, una tercera
atención a la distribución en el tiempo de la incorporación de diferentes interpretación viene a sumarse a las dos anteriores. El incremento del nú-
elementos, el concepto de cantidad de factor es más complejo. mero de horas consagradas semanalmente a la recolección de los tubércu-
4
34 CONCEPTOS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE TEORfA DE LA PRODUCCIÓN 35

los puede significar que se ha querido acelerar la operación, permanecien- señalado por una simple elevación del trazado de la curva, elevación que
do invariable, de hecho, el gasto total de trabajo, pero concentradoen un llevaría consigo, evidentemente, un aumento correspondiente de la super-
período más corto. ficie circunscrita.
Podemos ilustrar gráficamente lo que precede por medio de una Las cosas cambian si la modificación llevada a cabo en el factor con-
curva que represente la variación en función del tiempo del número de siste, no en un aumento de la cantidad global de trabajo empleada, sino
200 en una reducción del período consagrado a la recolección. La curva, en
Recolección este caso, será a la vez más elevada y más corta, sin modificación de la
superficie circunscrita. Diremos entonces que la recolección ha sido ace-
lerada. Este es el caso que ilustra la figura 4b. 2.
Lo mismo ocurre con cualquier factor. A partir del momento en que
156
un problema se plantea en función del tiempo, hay que considerar no
solamente las variaciones cuantitativas de cada factor, sino también las
I... variaciones del ritmo de su aplicación.
Q
lO.
No hemos considerado hasta ahora más que una sola fase del cultivo
~ 1-100 Siembr;J
de la patata. Consideremos ahora las demás fases. En primer lugar, tene-
I!:
-<> mos el trabajo de preparación del terreno; laboreo, rastrillaje, etc... Una
~
lA
!!
parte de este trabajo (aproximadamente la mitad) se efectúa en otoño,
~ Cuitkdos otra en primavera y otra, por último, durante el período de crecimiento
50
dur.nfHI
crecimienfo
de las plantas (binazón, aporcadura, etc.). Independientemente de estas
tres grandes fases, han ¡:letenerse en cuenta otros numerosos trabajos,
cuya importancia relativa, en 10 que respecta a diferentes tipos de
cultivo, se puede ver en el cuadro siguiente:
CUADRO4b.3. - Número de boras-obrero empleadas en diversos cultivos
Ahril/MayoJunioJulio/Agosto/Sept.Oct. Noy.
(Cifras establecidas a base de los datos de 9 explotaciones agrícolas
FIG. 4bA. - Curvas de «input» de mano de obra del Oestland, en Noruega) 1
durante las tres fases de la recolección de patatas,
NÚMERO DE HORAS-oORERO POR HECTÁREA
en una zona agrícola de Oestland (Noruega).

Cereale. Lombarda Patatas a~ill;~~f:s

horas-obrero empleadas por semana. Consideremos una región agraria
en la cual la recolección de las patatas comience normalmente poco antes Siembra. 9,5 35,9 106,¡; 1,4
de finalizar septiembre. Hasta dicha fecha, el factor en cuestión perma- Cuídados durante el crecimiento 0,3 268,0 72,3 0,7
nece igual a cero. En un momento dado, la curva se eleva súbitamente, Recolección. 50,8 224,5 289,4 63,1
Laboreo, rastrillaje. , 29,1 23,3 20,6 9,0
alcanza perpendicularmente un alto nivel, se mantiene en él durante dos Estercuelo 21,6 41,7 41,7 15,7
o tres semanas y, a continuación, decrece progresivamente, hasta volver Conservación de vallas y caminos. 9,3 9,3 9,3 9,3
a alcanzar el valor cero hacia finales de octubre, cuando la recolección Mejoramiento de las tierras. 3,3 3,3 3,3 3,3
está terminada. Daremos a esta curva el nombre de curva de «il/put» Arriería y mantenimiento de los caballos 25,8 40,8 57,4 14,7
Trilla y depósito 55,7 - 54,0 -
del factor trabajo aplicado a la recolección de las patatas. La figura 4b. 1 Otros trabajos. 37,8 37,8 37,8 37,8
es un ejemplo de dicha curva. TOTAL. 243,2 684,6 692,4 155,0
La superficie rayada limitada por la curva representa la cantidad
global de trabajo empleada en la recogida de los tubérculos. Un aumento 1 Según Paúl BORDEGAL;Intensitetsproblemet i det norske jordbruk, Frederikstad, 1926,
del factor trabajo, sin modificación del período de aplicación, vendría página 240.
 36 CONCEPTeS
Para simplificar, consideraremos únicamente las tres operaciones agrí-
colas esenciales que figuran en cabeza de la columna «patatas». Respecto
a cada una de ellas puede establecerse una curva de aplicación de la mano
de obra expresada en horas-obrero. Las curvas de la figura 4b. 4 corres-
ponden a los datos reales de una explotación del Oestland noruego.
Pueden trazarse curvas análogas para los otros factores variables.
Llamaremos diagrama de las fases al gráfico asi obtenido.
El ritmo más o menos rápido de desarrollo de una fase en el curso
del proceso de conjunto es lo que llamaremos la cadencia de la fase. Esta
se deduce de la lectura del diagrama: es tanto más rápida cuanto más
elevada y estrecha sea la curva que la representa.
El diagrama de las fases informa también sobre el número de estas úl-
timas, es decir, sobre el número de fases que implica el proceso completo
de producción, as! como sobre su distribución en el tiempo, es decir, la
manera como dichas fases se suceden en el curso de la producción.
4c.-Sucesión y espaciamientode las fases. Cronologiafijay cronologíaelástica
El espaciamiento de las fases es una noción importante que hemos de
profundizar. Para simplificar, consideraremos únicamente un solo factor,
FIG. 4c.l. - Aceleraciónde las cadencias, con manteni.
miento de los intervalos entre las fases
por ejemplo, el trabajo; pero el razonamiento siguiente es válido también
para los demás factores.
L
DE LOS DIFERENTES TIPOS DE TEORÍA DE LA PRODUCCIÓN 37
En el caso del cultivo de la patata está permitido aumentar la cadencia
de una u otra fase, pero los intervalos entre los periodos mismos del cul-
cultivo no se pueden modificar prácticamente, pues dependen del proceso
de crecimiento de las plantas, el cual se halla regido por factores climá-
ticos a los que no podemos dar órdenes.
La figura 4c. 1 da una representación esquemática de esta clase de
situación.
I ~W7m-
FIG. 4c.2.- Aceleraciónde las cadenciascon acor-
tamiento de los intervalos entre las fases
El trazado correspondiente a cada fase difiere entre el gráfico de
la parte superior (en el que dicho trazado está más extendido) y el de la
parte inferio'r (en el que se eleva y reduce su amplitud), pero el espacia-
miento de las fases permanece prácticamente invariable. La cadenciamisma
del proceso de conjunto no se ha podido acelerar. Diremos en este caso
que el proceso es de cronologíafija. Evidentemente, una aceleración de
la cadencia de talo cual fase puede resultar ventajosa aunque la duración
total del proceso no pueda abreviarse. Dicha aceleración puede conseguir-
se, por ejemplo, por las condiciones atmosféricas (necesidad de abrigar la
cosecha antes de que llegue la lluvia, etc.) o por la preocupación de uti-
lizar lo más acertadamente posible la mano de obra, renunciando a ciertos
trabajos corrientes para centrar el esfuerzo sobre una tarea dada, con el
fin de poder pasar, en el momento conveniente, a las operaciones exigidas
por otro cultivo, etc...
Sin embargo, aparte de la agricultura, la cronología de la mayoria
de los procesos de producción no es fija, sino más o menos elástica, es
decir que, acelerando la cadencia de talo cual fase, se puede abreviar con
 ~

4
4
38 CONCEPTOS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE TEORíA DE LA PRODUCCIÓN 39 4
ello la duración de conjunto del proceso de producción. La industria del utilización 4e los diferentes elementos de «input» y el momento en que se 4
automóvil nos proporciona al respecto un buen ejemplo. Una racionaliza- termina el producto. En nuestro primer ejemplo, periodo total y periodo 4
ción a fondo permite acelerar de modo prodigioso, con la cadencia de las medio se superponen aproximadamente. 4
diferentes fases, el ritmo general de la producción. Al mismo tiempo, se Pero ¿cómo definir el periodo medio? Consideremos primero un
puede regular la sucesión de las operaciones de modo que se encadenen solo factor, al que designaremos por el 1, y sea V1la cantidad de dicho ~
de manera casi continua. El paso de una a otra fase ha sido mecanizado factor empleada por unidadde tiempo. Es evidente que esta cantidad puede "
por medio de cadenas transportadoras. La velocidad de desplazamiento variar en el transcurso del período considerado. Utilicemos, pues, una ex- 4
de la cadena determina entonces no solamente la cadencia de las dife- presión más explícita, es decir, V1t,que precisa la cantidad del factor 1
rentes fases, sino la del proceso en su conjunto. En este caso, la acelera- que se aplica, por unidad de tiempo, en el instante t. En la práctica, la fI
ción aparecerá, en el diagrama de las fases, no bajo el aspecto considerado variación cuantitativa del <<input»suele ser continua, pero generalmente -
en la figura 4c. 1, sino con el de la figura 4c.2. resulta más cómodo razonar imaginando que la producción se halla di-
vidida en unidades de tiempo (semanas, años, etc.) y considerar cuál es ~
el «input» en el curso de dichas fases; V1tdesigna entonces la fracción del ~
4d. - Período medio de producción y capital líquido medio en un proceso
cerrado de producción factor 1 incorporada durante la tésimaunidad de duración, admitiéndose ~
por convención que el «input» se aplica al princ;pio de la fase.
Es interesante expresar, por medio de una medida técnica, la duración Sea T el momento de la «salida» del producto, es decir, el momento (o ~
del proceso de producción. Examinaremos para ello un proceso cerrado, más exactamente el principio de la ]'ésimaunidad de duración) en que el pro- ~
es decir, una actividad productiva tal que podamos especificar todos los ducto se termina. Consideremos un «input» aplicado unidades de duración
"C

elementos de «input» que participan en la obtención de un producto antes, o sea en el momento T - "t. Si este «input» fuese la única aplica- ~
determinado; por ejemplo: el cultivo de patatas sobre un terreno dado ción que implicase la producción, el periodo de producción sería sim- ~
o la construcción de una serie determinada de"automóviles en una fábrica plementeidénticoa "t.Pero si hay otros «inputs» ya no es más que uno
"C
~
concreta, etc... (para ello, hemos de hacer abstracción de los procesos de los elementos que contribuyen a la determinación de la duración media
anteriores, es decir, por ejemplo: no tener en cuenta en el caso anterior del proceso, y participa en ella en la medida de cierto coeficiente, que es ~
los procesos correspondientes a la construcción de las máquinas que pres- la cantidad del factor dado que se aplica en el momento considerado, ~
tan servicios en la fábrica y considerar exclusivamente los procesos que o sea V¡,T_7. Dicho en otros términos: habremos de tomar la media de ~
se desarrollan en el marco mismo de la empresa.) "t = 0,1,2, ... con los coeficientes V1,T-O,V1,T-I, ..., etc... El período medio
En ciertos casos, los datos naturales son tales que fijan por sí mismos el de producción, en lo concerniente al factor 1, considerado aisladamente, ~
principio o el final del proceso. Así ocurre, por ejemplo, en el cultivo es por lo tanto ~
de la patata.
Sin embargo, en otros numerosos casos, los aspectos se presentan de ¿ "tVI, T-"t ~
modo diferente. Entonces hay que retrocedermucho para identificar ciertos
(4d.l)
1 . VI, T-I + 2 . VI, T-2 + ... - "t ~
elementos incorporados (frecuentemente, de manera fortuita y accesoria)
al producto final. Supongamos, por ejemplo, que una fábrica de automó- VI, T + VI, T-I + VI, T-2 + ...- ¿"C
VI, T-"C . 4
~
viles haya comprado cierto día una partida de tachuelas de tapicero des-
tinadas a fijar el revestimiento interior de los coches y que las existencias ~
logradas de este modo duren varios años. Tendriamos una imagen comple- Como podemos ver, esto no es otra cosa que el momento de la curva
tamente falsa de la actividad de dicha fábrica si consideráramos a la ligera de «input» considerado en las proximidades del punto límite terminal. ~
dichos años en el cálculo del periodo de producción, que es mucho más Puede ser interesante, en numerosos casos, efectuar por separado tal cálculo ~
breve, en efecto, si tenemos en cuenta únicamente los elementos que tienen respecto a los diferentes factores con objeto de situar el momento en que, I
una importancia real en el resultado. por término medio, interviene cada uno de ellos en el proceso. En el caso
De un modo general, el problema consistirá en calcular el tiempo medio especial de que "tno tome más que un solo valor, volvemos al caso sencillo I
que transcurre entre el momento en que se emprende la realización y la considerado más arriba. ~
t
,
-
.'
1:""""""

40 CONCWTOS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE TEORíA DE LA PRODUCCIÓN 41

Si queremos disponer de una fórmula que exprese el punto medio de
«input» de todos los factores considerados conjuntamente, es necesario
recurrir a un sistema de coeficientesde evaluación que nos permita reducir-
los a un común denominador (precios, por ejemplo). Generalmente, estos
coeficientes se modificarán en función del tiempo. Sea qtt el precio y Vlt la
cantidad del factor i incorporada en el momento t. El valor global del
«input» en el momento t será
(4d.2)
be = qleVlt + oo. + qutVnt = 2:
I
qttVlt.
Para calcular el período medio de producción considerando el conjunto
de los factores, haremos exactamente el mismo razonamiento que antes,
con la única diferencia de que tomaremos como coeficiente, no la canti-
dad VIde un factor aislado, sino el valor global de «input» b. Dicho de
otro modo, la duración media del período de producción, teniendo en
cuenta todos los elementos de «input», será igual a
de relieve el papel desempeñado por el elemento probabilidad. Pero, por
lo general, basta considerar las medias obtenidas por la observación de los
hechos que tengan como componente un elemento de probabilidad. Si
se trata, por ejemplo, de dar la descripción técnica de un proceso de
producción, con frecuencia podremos contentamos con tener en cuenta
el hecho de que el porcentaje de desperdicios es, por término medio, de tal
o cual orden de magnitud, sin que sea necesario analizar con detalle la
dispersión alrededor de dicho valor medio. Igualmente bastará, en muchos
casos, tomar en consideración el hecho de que, bajo ciertas circunstancias
(niveles de los precios, estructura de la demanda, etc.), los empresarios
de tal o cual tipo actuarán, por término medio, de talo cual forma, sin que
sea necesario analizar con más detalle cuáles pueden ser las previsiones,
en cuanto a las probabilidades favorables esperadas y a los riesgos corridos,
que motivan dicho comportamiento medio. En lo que sigue, muy pocas
veces pondremos de relieve, explícitamente, los elementos de riesgo y de
expectativa que por lo general se hallan implícitos en las leyes de orden
técnico o psicológico con cuya ayuda vamos a trabajar.

2:1:bT-1:
(4d.3) 1 . bT-I + 2 . bT-2 + ... - 1:
bT + bT-I + bT-~ - 2: bT-1: .
1:

Hemos hecho aquí abstracción, en el valor de los elementos de «input»,

del interés que puede gravar dichos elementos. Esta es, sin embargo, una
consideración que hay que tener en cuenta, a partir del momento en que
nos proponemos determinar el período medio de producción en lo que
se refiere a los elementos procedentes del exterior, es decir, de los elementos
que no se constituyen por «proliferación interna» de la masa de capital
anteriormente creada mediante aportaciones exteriores. Resulta efectiva-
mente posible proceder al mismo cálculo teniendo en cuenta el interés,
pero habrá que recurrir entonces, no al valor b empleado anteriormente,
sino a otra forma de evaluación del «input».

4e. - El riesgo y la expectativa en la teoría de la producción

En la práctica, la solución de todos los problemas concretos de produc-

ción se apoya en expectativas, es decir, sobre la probabilidad atribuida
a ciertos acontecimientos venideros. Es a veces necesario poner claramente