Se llama parasitismo a la relación que se establece entre dos especies, ya
sean vegetales o animales en donde se distinguen dos factores biológicos que son el parásito y el huésped. Al instalarse el parásito en otra especie (huésped), se aprovecha de este para alojarse y nutrirse ya sea de un modo definitivo o intermediario para desarrollarse y producir otras formas infectantes y así perpetuar la especie. Al hablar entonces de parasitosis intestinal, nos referimos a la condición en la cual diferentes especies de parásitos se alojan y fijan al intestino delgado y colon de un humano. Los parásitos los podemos clasificar en protozoos y helmintos de los cuales La gran mayoría son microorganismos saprofìticos, sin embargo, las especies que con mayor frecuencia resultan patógenas para el hombre son parásitos obligados y dependen de huéspedes vertebrados y/o artrópodos para su supervivencia. Los mecanismos de transmisión varían dependiendo del tipo de parásito del cual se hable. Podemos decir que los principales mecanismos se establecen a través de la vía fecal-oral debido al inadecuado control de las heces, a la contaminación de alimentos o agua, a la transmisión sexual o mediante la picadura de un artrópodo vector. El albendazol es un carbamato benzoimidazólico con efectos antihelmínticos y antiprotozoarios frente a los parásitos tisulares e intestinales. El albendazol muestra actividad larvicida, ovicida y vermicida, y se cree que ejerce el efecto antihelmíntico inhibiendo la polimerización de la tubulina. Esto causa la disrupción del metabolismo del helminto, incluyendo la disminución de energía, que inmoviliza y después mata el helminto sensible. Derivado del benzimidazol, con acción sobre las larvas y las formas adultas de los nematodos gastrointestinales y pulmonares, y sobre las formas adultas de los cestodos y trematodos. Sus efectos más significativos se observan en las parasitosis provocadas por Ascaris lumbricoides, Enterovirus vermicularis (oxiuros), Ancylostoma duodenale, Necator americanus, Trichuris trichiura (tricocéfalos), Taenia saginata, T. solium (solitaria), Hymenolepis nana, Strongyloides stercoralis y Fasciola hepatica. Su efecto antiparasitario se atribuye a que inhibe la captura de glucosa en los helmintos susceptibles. Se absorbe bien a través de la mucosa gastrointestinal y alcanza cifras sanguíneas máximas a las 3 h después de su administración. Se distribuye por todo el organismo y la mayor concentración se obtiene en hígado y riñones. Se metaboliza rápidamente en el hígado y se elimina en unos cinco días, la mayor parte en forma de sulfóxido de albendazol. Se elimina 85% en la orina y el resto en las heces. Se administra de la siguiente manera:
Adultos: Oral. Ascariasis, enterobiasis y uncinariasis: 400 mg en dosis única.
Tricocefalosis, teniasis, estrongiloidosis, fasciolosis y en infestaciones graves: 400 mg al día en dosis única, durante tres días consecutivos. Si no se observa mejoría en un lapso de tres semanas, prescríbase un segundo tratamiento. Niños: Oral. Mayores de dos años, dosis del adulto. El Albendazol es un agente sintético antibacteriano y antiparasitario que se encuentra clasificado dentro de la clase de nitroimidazoles es un fármaco eficaz frente a varios tipos de protozoos y helmintos. Dentro de los protozoos, este fármaco es útil en el tratamiento de las microsporidiosis producidas por especies que se replican en la vesícula parasitóloga (especialmente Encephalitozoon intestinalis) y constituye una alternativa en el tratamiento de las giardiosis. Además, el albendazol es muy útil en el tratamiento de muchos tipos de helmintosis. es muy eficaz en múltiples geohelmintosis: uncinariosis (sobre todo producidas por Ancylostoma duodenale, menos en las ocasionadas por Necator americanus), infecciones por Ascaris lumbricoides y enterobiosis. Aunque también es eficaz en infecciones por Trichuris trichura y Strongyloides stercoralis, en estas helmintosis es un fármaco de segunda elección El Albendazol también es un fármaco de primera elección en otras nematodosis como la larva cutánea migrans, la toxocariosis visceral, la triquinelosis o la infección por Mansonella perstans. También se conocen las características biológicas de la mayoría de los parásitos, los mecanismos de invasión, localización en el organismo, patología, tratamiento y medidas de prevención y control. A pesar de esto las infecciones parasitarias están ampliamente difundidas y su prevalencia en la actualidad es similar a la que existía hace 50 años o más. Las razones para que esto suceda son los diversos factores epidemiológicos que hacen más difícil controlar o eliminar las parasitosis en los humanos. Similar al del mebendazol, el Albendazol daña de forma selectiva los microtúbulos citoplasmáticos de las células intestinales de los nematodos pero no del huésped, ocasionando la ruptura de las células y la pérdida de funcionalidad secretora y absortiva. En consecuencia, se produce una acumulación de sustancias secretoras en el aparato de Golgi del parásito, disminuyendo la captación de glucosa y la depleción de los depósitos de glucógeno. Como muchas de las sustancias secretoras presentes en el aparato de Golgi son enzimas proteolíticas que se liberan intracelularmente, la consecuencia final es la autolisis de la célula intestinal y, finalmente, la muerte del gusano. La presentación del Albendazol es en una tableta para tomar por vía oral. Usualmente se toma con alimentos dos veces al día. Cuando el albendazol se usa para tratar la neurocisticercosis, por lo general, se toma durante 8 a 30 días. Cuando el albendazol se usa para tratar la enfermedad de hidatidosis quística, por lo general, se toma durante 28 días, seguidos de 14 días de descanso, y se repite durante un total de tres ciclos. Tome el albendazol aproximadamente a la misma hora todos los días. Siga atentamente las instrucciones de la etiqueta de su medicamento recetado, y pídale a su médico o a su farmacéutico que le explique cualquier cosa que no entienda. Tome el albendazol exactamente como se le indica. No tome una cantidad mayor ni menor del medicamento, ni lo tome con más frecuencia de lo que indica la receta de su médico, es muy útil en el manejo pre y posoperatorio de la hidatidosis, o cuando no es posible la cirugía por la localización anatómica o por la presencia de quistes múltiples, existiendo también datos no controlados de su eficacia en la equinococosis alveolar. Finalmente es una opción alternativa al praziquantel en el tratamiento de la neurocisticercosis, probablemente porque el uso combinado con glucocorticoides disminuye la concentración plasmática de praziquantel, mientras que aumenta la de Albendazol, también se usa para tratar infecciones provocadas por ascariasis, teniasis, nematodiasis, trichuriasis, oxiuriasis, duelas y otros parásitos (una planta o un animal que viven dentro de otro organismo vivo para recibir algunos beneficios).
Según el Ministerio de Salud y Protección Social (Bogotá, 14 de julio de 2022)
avanza con las campañas masivas de desparasitación de niños, niñas y adolescentes entre 1 y 14 años, en todo el país. Esta es una actividad que lleva años en el mundo y es segura, en el país se hace con Albendazol y mebendazol, medicamentos confiables, eficaces, gratuitos y fáciles de administrar. "Desde el año 2014 hasta el año 2021, se han administrado en Colombia 8.098.620 dosis de antiparasitarios y a la fecha no se ha notificado ningún efecto adverso grave, las reacciones severas son extremadamente raras", afirmó Iván Cárdenas, subdirector de Enfermedades Transmisibles de la Dirección de Promoción y Prevención. "Los efectos secundarios a la administración de los antiparasitarios son mínimos y transitorios, los más comunes son los gastrointestinales como dolor abdominal y/o náuseas y se dan con mayor frecuencia en pacientes infectados, es decir, son efectos secundarios como respuesta del cuerpo a la muerte de los parásitos tras consumir los antiparasitarios", agregó Cárdenas. En un estudio realizado con apoyo de la Organización Mundial de la Salud se informó que el número total de tratamientos administrados con desparasitantes entre el 2010 y 2014 fue de aproximadamente 4 mil millones de tabletas. De este estudio se concluyó que se puede presentar un presunto evento adverso por cada 10 millones de tabletas administradas, lo equivalente a 0,00001%. La Organización Mundial de la Salud recomienda desparasitar masivamente a la población de riesgo (entre 1 y 14 años) de zonas endémicas, promover hábitos higiénicos adecuados y uso del calzado. Además, garantizar el acceso a servicios básicos como agua potable y alcantarillado, así como una disposición adecuada de excretas y basuras. La meta mínima de desparasitación es del 75 % en la población objeto, por lo que OMS y a las entidades territoriales deben de garantizar el acceso a la desparasitación a través de las jornadas de salud organizadas en los municipios con riesgo moderado y alto de infección. Así mismo, los padres de familia y cuidadores deben facilitar el acceso a dicha actividad y de esta manera entre todos reducir riesgo de anemia, prevenir retraso en el crecimiento y contribuir al desarrollo cognitivo, motor y del lenguaje de la población objeto. Las causas y acciones que tomaría como personal de la salud seria buscar apoyo en las secretarías de salud, hospitales, IPS, e instituciones prestadoras del servicio, para que, a través de jornadas educativas y capacitaciones entre otras, expliquen a los menores, familias, cuidadores y comunidad en general acerca de la importancia de la desparasitación. Ya que este medicamento esta contraindicado en casos de hipersensibilidad al Albendazol. No debe usarse en niños menores de dos años, ni durante el embarazo, no se conoce su interacción con otros medicamentos, por lo que se recomienda precaución a este respecto. Algunas reacciones adversas poco frecuentes como mareo, astenia y cefalea, se advierte al paciente, no ayunar ni tomar laxantes por motivo del tratamiento, las tabletas pueden ser masticadas, deglutidas o trituradas y mezcladas con alimento. Los beneficios para la salud física y cognitiva de los infantes, pero también para que informen sobre la posible ocurrencia de eventos adversos, las indicaciones para su manejo y la importancia de reportar los casos que además deben ser atendidos en una institución de salud. Allí, el caso deberá ser manejado por un médico, quien evaluará su gravedad y notificará obligatoriamente al programa de farmacovigilancia del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) en el formato estandarizado por esa institución para tal fin. Para que un agente antiparasitario, que previamente haya demostrado efectividad terapéutica, se considere un candidato para ser utilizado en forma periódica en intervenciones poblacionales, necesita demostrar ser efectivo en la erradicación de los parásitos más frecuentes (amplio espectro), tener un amplio margen de seguridad, contar con esquemas de fácil administración (que utilicen dosis única) y tener un adecuado costo-beneficio. Diversos agentes terapéuticos han sido empleados de acuerdo con los patrones de morbilidad de parasitosis intestinal en diversas áreas geográficas. Para tratamientos masivos contra nemátodos intestinales se han empleado, solos o combinados, el 21 Albendazol, levamisol, mebendazol y pamoato de pirantel y se adiciona tinidazol al tratamiento para el cubrimiento de protozoos. El Albendazol ha sido efectivo contra ascariasis, enterobiasis e infecciones por cestodos, es bien tolerado y fácil de administrar, y se ha usado en campañas masivas en dosis únicas de 400 mg. Sin embargo, se ha observado que el albendazol es menos efectivo en la erradicación de protozoarios, y se teme que en el mundo esté aumentando la resistencia de parásitos a los agentes comúnmente utilizados para quimio prevención masiva. Por esta razón, es importante emprender una búsqueda de nuevas alternativas de quimio prevención poblacional usando agentes que demuestren tener un espectro amplio, fácil esquema de administración, buen perfil de bioseguridad y que, además, el análisis costo-beneficio justifique su uso en el ámbito poblacional. Una alternativa terapéutica es la nitazoxanida. Adicionalmente se recomienda implementar o fortalecer los diferentes frentes de acción del programa de prevención y control de las helmintiasis humanas, que incluyen: manejo intensivo de casos, acciones de saneamiento ambiental, educación en salud, inteligencia epidemiológica para priorizar, focalizar y medir impactos, estrategias de promoción, prevención, abogacía, comunicación y movilización social, desarrollo de investigación operativa y alianzas con el sector educación y las escuelas que permita aportar al logro de las metas del programa y mejorar su planificación. Existen otros medicamentos recomendados por la OMS para usarse solos o en combinación para el manejo de pacientes con infecciones severas; sin embargo, cuando estos pacientes sean detectados, es ideal remitirlos al médico para su manejo individualizado. La intensidad de infección es el indicador para medir la severidad de esta.