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Informes de casos de Hindawi Publishing

Corporation en odontología
Volumen 2011, Número de artículo 929616, 4 páginas
doi: 10.1155 / 2011/929616

Reporte de un caso

Candidiasis oral: ayuda en el diagnóstico del VIH: informe de un caso

Arvind Shetti, Ishita Gupta y Shivyogi M. Charantimath

Departamento de Medicina y Radiología Oral, KLE VK Institute of Dental Sciences, Nehru Nagar, Belgaum 590010, India

La correspondencia debe dirigirse a Arvind Shetti, shettiarvind01@rediffmail.com

Recibido el 11 de junio de 2011; Aceptado el 17 de julio de

2011 Editores académicos: A. Milosevic e Y. Nakagawa

Copyright © 2011 Arvind Shetti et al. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo la licencia de atribución de Creative Commons, que permite el
uso, distribución y reproducción sin restricciones en cualquier medio, siempre que el trabajo original se cite correctamente.

Las infecciones oportunistas por hongos representan una cantidad significativa de morbilidad asociada con la enfermedad del VIH. La candidiasis es la
infección oportunista oral más común que afecta a personas con infección por VIH o SIDA. Se considera un marcador importante de inmunosupresión y
puede ser la manifestación inicial de la enfermedad en aproximadamente el 10% de los adultos infectados por el VIH. Presentamos el caso de un varón
de 45 años aparentemente sano con candidiasis oral que resultó ser el primer indicador de infección por VIH.

1. Introducción
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), una enfermedad del
sistema inmunológico humano causada por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH), ha surgido como una crisis mundial
desde su descubrimiento en el verano de 1981 en los Estados Unidos. La
inmunidad celular defectuosa asociada con el SIDA puede poner a la
persona infectada en riesgo de contraer una variedad de infecciones
oportunistas. La candidiasis oral es una de las infecciones de la mucosa
oral tratables más comunes que se observan en personas con VIH o
SIDA.
La infección es causada por Candida albicans, un dimorfo
El organismo fúngico que está típicamente presente en la cavidad
oral en un estado no patógeno en aproximadamente la mitad de los
individuos sanos, pero en condiciones favorables, tiene la capacidad
de transformarse en una forma hifal patógena (que causa
enfermedades). Las condiciones que favorecen esta transformación
incluyen la terapia con antibióticos de amplio espectro,
corticosteroides, xerostomía, disfunción inmunológica, diabetes
mellitus, deficiencias nutricionales o la presencia de prótesis
removibles [1]. A continuación presentamos el caso de un varón de
45 años que presentó candidiasis oral que motivó el diagnóstico de
infección por VIH.
2. Informe de caso
Un hombre de 45 años acudió al Departamento de Medicina y
Radiología Oral con un síntoma principal de sensación de ardor
en la lengua y las mejillas durante los últimos 3 meses. No tenía
antecedentes médicos ni de drogas importantes. los
El paciente dio antecedentes de haber fumado 5 cigarrillos / día durante 15 años,
pero había abandonado el hábito hace 6 meses.
El examen intraoral reveló parches eritematosos en las
áreas retrocomisurales derecha e izquierda (Figura 1)
extendiéndose 2 cm hacia atrás en la mucosa bucal y 2 cm hacia
arriba y hacia abajo. La zona eritematosa estaba superpuesta
con proyecciones blancas nodulares no raspables. Un parche
similar estaba presente en el paladar (Figura 2). Un parche
hiperqueratósico no raspable que mide 1× 1 cm también estaba
presente en el dorso de la lengua, y queilitis angular estaba
presente bilateralmente en las comisuras labiales (figura 3). Se
encontró que faltaban varios dientes. Los dientes restantes
tenían un mal estado periodontal.
Las características clínicas y los antecedentes anteriores
llevaron a un diagnóstico provisional de candidiasis eritematosa.
Luego se preparó un frotis exfoliativo utilizando tinción de Schiff de
ácido periódico que reveló muchas células epiteliales con hifas y
esporas similares a cándida, lo que confirma el diagnóstico de
candidiasis (Figura 4). Posteriormente se le prescribió antifúngico
tópico (clotrimazol) y anestésico tópico (clorhidrato de bencidamina).
Las lesiones de la mucosa bucal derecha e izquierda mejoraron en
14 días; sin embargo, no se observó ninguna mejoría en el paladar y
la lengua. Cuando el paciente no respondió al tratamiento, se
sospechó una inmunodeficiencia subyacente. Al ser interrogado
sobre su estilo de vida, el paciente admitió a regañadientes haber
tenido relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas. Esto
provocó una prueba ELISA del VIH que resultó positiva. Las pruebas
confirmatorias realizadas para el VIH fueron positivas y el recuento
de CD4 fue de 272 células / mm3. Por tanto, la candidiasis oral reveló
la causa subyacente
2 Informes de casos en odontología

Figura 1: Imagen intraoral que muestra el área retrocomisural izquierda

Figura 2: Imagen intraoral que muestra el paladar.
y la mucosa bucal.

Mesa 1: Clasificación revisada de los CDC y definición de caso entre

adultos (1993).

Categorías clínicas
Célula CD4-T
A B C
Asintomático Sintomático Indicador de SIDA

≥500/mm3 A1 B1 C1
200–499 / mm3 A2 B2 C2
<200 / mm3 A3 B3 C3

Infección por VIH después de la cual el paciente fue tratado

con antifúngicos sistémicos apropiados (ketoconazol) junto
con antifúngicos tópicos (clotrimazol) y la terapia
antirretroviral adecuada.
Figura 3: Queilitis angular en las comisuras derecha e izquierda.

3. Discusión
La infección por VIH se caracteriza por una inmunosupresión progresiva
debida a recuentos absolutos bajos de CD4 y la red de citocinas
perturbada que manifiestan estragos a nivel clínico. Las consecuencias
clínicas de la infección por VIH abarcan un espectro que va desde un
síndrome agudo asociado con una infección primaria hasta un estado
asintomático prolongado y una enfermedad avanzada (tabla 1). El estado
de salud bucal de un paciente infectado por el VIH en el momento de la
presentación es un parámetro extremadamente importante, ya que
puede revelar información importante sobre el estado inmunológico del
individuo. Los trastornos bucales ocurren en alrededor del 64 al 80% de
los casos de VIH / SIDA en la India [2] y puede presentarse como una
amplia gama de lesiones, en particular infecciones fúngicas, virales y
bacterianas y neoplasias malignas como el sarcoma de Kaposi y
presentaciones inespecíficas como ulceraciones aftosas y enfermedad de
las glándulas salivales, como cabría esperar en un defecto grave de la
inmunidad mediada por linfocitos T. Los factores que predisponen la
expresión de las lesiones bucales incluyen recuentos de CD4 inferiores a
200 células / mm3, carga viral superior a 3000 copias / mL, xerostomía,
mala higiene bucal y tabaquismo [3].
El trastorno bucal relacionado con el VIH más común es la
candidiasis oral, que se presenta en el 17-43% de los casos de
infección por VIH y en más del 90% de los casos de SIDA [4]. La
candidiasis orofaríngea es una de las manifestaciones iniciales de
Inmunodeficiencia inducida por VIH y generalmente afecta a la mayoría
de las personas con infección por VIH avanzada no tratada. Al
presentarse meses o años antes de infecciones oportunistas más graves,
puede ser un evento centinela que indique la presencia o progresión de
la enfermedad por VIH.
Infección con Candida albicans presenta principalmente cuatro
formas: candidiasis pseudomembranosa, candidiasis hiperplásica,
candidiasis eritematosa y queilitis angular. Los pacientes pueden
presentar una o una combinación de cualquiera de estas
presentaciones. En pacientes con SIDA totalmente desarrollado, la
forma pseudomembranosa de candidiasis es más común, mientras
que en pacientes infectados por VIH, el tipo eritematoso es
dominante [3, 5, 6] como se vio en el presente caso. La candidiasis
eritematosa se presenta como lesiones maculares rojas típicamente
en el paladar y el dorso de la lengua. La candidiasis
pseudomembranosa aparece como placas cremosas parecidas a
cuajada en la mucosa bucal, la lengua y otras superficies de la
mucosa oral que se pueden limpiar, dejando una superficie
subyacente roja o sangrante, mientras que el tipo hiperplásico de
candidiasis oral se caracteriza por placas blancas que no pueden
eliminarse. se elimina raspando y es común en la mucosa bucal. La
queilitis angular se presenta como agrietamiento, descamación o
ulceración que afecta las comisuras de la boca
Informes de casos en odontología
Figura 4: Microfotografía del frotis exfoliativo (40x) que muestra
hifas candidiásicas.
y se presenta con frecuencia en combinación con otras formas de
candidiasis.
La infección por VIH se presenta con una plétora de
manifestaciones orales que son mostradas por todos los pacientes
en algún momento de su enfermedad. Varios estudios sobre el VIH y
el SIDA han demostrado que la candidiasis oral es la infección
oportunista más común [2, 4]. Estas manifestaciones orales también
pueden ser el indicador inicial de una infección subyacente por el
VIH. En nuestro caso, el paciente parecía aparentemente sano y
desconocía por completo su estado inmunológico. Fue la sensación
de ardor en la lengua y las mejillas lo que le hizo obtener una
opinión dental. El paciente presentó las características típicas de la
candidiasis eritematosa, incluida la sensación de ardor junto con
queilitis angular, y estos hallazgos desencadenaron investigaciones
para la infección por VIH. Este descubrimiento fue similar a los casos
observados en el pasado donde la candidiasis fue la única
manifestación inicial de la infección por VIH que condujo a su
diagnóstico [7, 8]. También ha habido informes en los que la
infección oral más rara de histoplasmosis ha ayudado a identificar el
estado serológico de un individuo [9, 10]. Se descubrió que la
tuberculosis es la coinfección sistémica más frecuente en el SIDA [6].
La identificación de las pseudohifas fúngicas dentro de las
preparaciones citológicas exfoliativas, a menudo utilizando
preparaciones teñidas con ácido periódico y / o teñidas con
Papanicolaou, es el estándar óptimo para el diagnóstico de todas las
candidiasis, aunque el mayor rendimiento de frotis citológicos positivos
es con candidiasis pseudomembranosa [11]. En general, la frecuencia de
aislamiento de especies de cándida aumenta con el aumento de la
gravedad de la enfermedad del VIH y con una menor proporción de CD4:
CD8 [12]. Se ha encontrado que las manifestaciones orales,
especialmente la candidiasis, se correlacionan significativamente con un
recuento reducido de células CD4 por debajo de 200 células / mm.3 [3, 6].
El manejo se basa en la extensión de la infección con terapias tópicas que
consisten en pastillas de clotrimazol, suspensión oral de nistatina y
pastillas de nistatina utilizadas para casos leves a moderados. Los
agentes sistémicos se reservan para la enfermedad de moderada a grave
e incluyen fluconazol, el fármaco más utilizado, itraconazol y voriconazol;
este último debe reservarse para casos resistentes a fluconazol. Los
pacientes infectados por el VIH suelen tener candidiasis esofágica
asociada junto con candidiasis oral y, por tanto,
3
requieren una dosis más larga y más alta de antifúngicos [12].
Sin lugar a dudas, fue la presencia de candidiasis eritematosa,
queilitis angular y periodontitis y la falta de respuesta del
paciente a los antifúngicos tópicos lo que nos llevó a conocer
sus hábitos de vida y realizar investigaciones que condujeran al
diagnóstico de infección por VIH.
4. Conclusión
Las lesiones orales sirven como marcador temprano de la infección
por VIH y pueden presagiar un deterioro de la salud general y un
mal pronóstico. El odontólogo debe conocer bien las características
y la forma de presentación de las manifestaciones de la infección
por VIH, lo que permite la identificación precoz del VIH, asegurando
el inicio oportuno de la terapia. Una infección por cándida puede ser
a menudo el primer signo clínico de infección por VIH. La presencia
de candidiasis oral sin una causa local, como xerostomía o terapia
con antimicrobianos, corticosteroides u otros fármacos
inmunosupresores en una persona que por lo demás parece sana,
debe impulsar la investigación del estilo de vida y otros factores
relacionados con el riesgo de infección por VIH. Por lo tanto, las
manifestaciones orales se pueden utilizar como un marcador del
estado inmunológico para entornos de campo en países en
desarrollo como la India, donde el recuento de CD4 y la estimación
de la carga de ARN viral no se pueden realizar de forma rutinaria en
grandes poblaciones debido a su alto costo. Por lo tanto, las lesiones
orales relacionadas con el VIH se consideran "centinelas y señales"
del VIH / SIDA y su reconocimiento y tratamiento oportunos son de
suma importancia para mantener la salud y prolongar la vida de los
pacientes con SIDA.
Referencias
[1] GM McCarthy, ID Mackie, J. Koval, HS Sandhu y
TD Daley, "Factores asociados con una mayor frecuencia de
candidiasis oral relacionada con el VIH", Revista de patología y
medicina oral, vol. 20, no. 7, págs. 332–336, 1991.
[2] G. Sharma, KM Pai, S. Suhas, JT Ramapuram, D. Doshi y N. Anup,
"Manifestaciones orales en pacientes infectados por el VIH / SIDA
de la India", Enfermedades Bucales, vol. 12, no. 6, págs. 537–542,
2006.
[3] I. Van der Waal, EA Schulten y JJ Pindborg, "Manifestaciones orales
del SIDA: una descripción general", Revista Dental Internacional,
vol. 41, no. 1, págs. 3-8, 1991.
[4] K. Ranganathan, BVR Reddy, N. Kumarasamy, S. Solomon,
R. Viswanathan y NW Johnson, "Lesiones y afecciones orales asociadas
con la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana en 300
pacientes del sur de la India", Enfermedades Bucales, vol. 6, no. 3, págs.
152-157, 2000.
[5] L. Touyz, M. Harel-Raviv, B. Prosterman y M. Gornitsky,
"Infección por cándida de la lengua junto con infección por
cándida del paladar en pacientes con el virus de la
inmunodeficiencia humana", Quintaesencia internacional, vol.
27, no. 2, págs. 89–92, 1996.
[6] AS Bodhade, SM Ganvir y VK Hazarey, "Manifestaciones orales
de la infección por VIH y su correlación con el recuento de
CD4", Revista de ciencia oral, vol. 53, no. 2, págs. 203-211,
2011.
[7] RS Klein, CA Harris, CB Small, B. Moll, M. Lesser y GH Friedland,
“Candidiasis oral en pacientes de alto riesgo como
manifestación inicial de la inmunodeficiencia adquirida
4 Informes de casos en odontología

síndrome," El diario Nueva Inglaterra de medicina, vol. 311, no.

6, págs. 354–358, 1984.
[8] S. Gandolfo, M. Carbone y M. Carrozzo, "Candidiasis oral como la
primera manifestación de la infección por VIH (virus de
inmunodeficiencia humana): un análisis de 2 casos", Minerva
Stomatologica, vol. 41, no. 5, págs. 227-231, 1992.
[9] E. Panagiota, L. George y K. Christos, "La histoplasmosis oral como
indicador de la infección por VIH", Cirugía Bucal, Medicina Bucal y
Patología Bucal, vol. 86, no. 2, págs. 203–206, 1998.
[10] J. White, R. Khammissa, NH Wood, R. Meyerov, J. Lemmer y L. Feller,
"La histoplasmosis oral como indicación inicial de infección por VIH:
informe de un caso", SADJ. Revista de la Asociación Dental
Sudafricana, vol. 62, no. 10, págs. 452–455, 2007.
[11] A. Skoglund, B. Sunzel y UH Lerner, "Comparación de tres métodos
de prueba utilizados para el diagnóstico de candidiasis",Revista
escandinava de investigación dental, vol. 102, no. 5, págs. 295-298,
1994.
[12] C. Scully, G. Laskaris, J. Pindborg, SR Porter y P. Reichart,
“Manifestaciones orales de la infección por VIH y su tratamiento:
I. Lesiones más comunes ” Cirugía Bucal, Medicina Bucal y
Patología Bucal, vol. 71, no. 2, págs. 158-166, 1991.