Professional Documents
Culture Documents
Capitulo 4 Altamirano
Capitulo 4 Altamirano
Ir
t,,
t,
D
t)
fr
D
tr
D
Ir CAPÍTULO 4
t;
FUENTES DEL DERECHO TRIBUTARIO
I'
li
f)
SUMARIO: T. NOCTÓN DE FUENTES.-2. LA CONSTITUCIÓN._¡. LOS TRATADOS INTERNACIONALES:
f) 3.1. Evolución normativa. 3.2. Evolución jurisprudencial.--4. LA LEY 4.1. Crisis de la ley: anomalfas percep-
tibles: 4,1.1, Predominio de los grandes intereses públicos del Estado al mismo tiempo de su función garanti-
l) zadora.4.l.2. Creciente autonomfa funcional de la Administración. 4.1.3. Pérdida de la posición originaria de
los particulares frente a determinados sectores del Derecho. 4.1.4. Pérdida de los caracteres liberales de la ley.
[) ¿.t.5. Pulve¡zación del Derecho legislativo: deterioro de la generalidad y abstracción de las leyes. 4.1.ó. Oca-
Ii sionalidad de Ia ley: la ley como resultado de colisiones de fuerzas y su contractualización. 4.1.7. Pérdida
de la estatalidad del Derecho.4.1.8. Pulverización del concepto de ordenamier.to.4.l.9. Superabundancia
¡ legislativa. 4.2. l,;as leyes convenio.-5. LOS REGLAMENTOS: 5.1. Concepto. 5 2. Clases: 5.2.1. Reglamen-
tol autónomos: i) Circulares. ii) Instn¡cciones. 5.2.2. Reglamentos ejecutivos. 5. ;IP'Dcl..5,2.4'Reglamentos
.3. Reglamentos delegados:
lr - , i).Resolucionesgenerales de la AFIPDGL ii).Resoluciones.interpretativas-dela.A
de necesidad y urgencia.---ó. LA COSTUMBRE.-7. LA IURISPRUDENCH.-8 LOS PRINCIPIOS GENE-
lr RALES Og,¡- óSRECHO: 8.1. Concepto. 8.2. Protección de la confianza legftim; . 8.3. Protección de la bue-
na fe. E.4. Efectos jurfdicos del principio de autovinculación. 8.5. Principio de) sometimiento voluntario a
Ir un determinado régimen juldico.-9. EL DERECHO SUPLETORIO EN MATERIA TRIBUTARIA.-10' LA
CODIFICACIóN.-It. LA CONSULTA.-I2.E,LSOFT LAW: 12.1. Resentimiento de las soberanlas estatales.
1,, 12.2. Control del crimen internacional. 12.3. Pretensión de uÍapaj: romana en materia tributaria para mayor
control e injerencia db.los Estados de-sarrollados. 12.4. Eüdencias de normas o estándares supranaciona-
[, Ies.-13. BIBLIOGRAFIA.
D
p 173
B
V
CAP. 4 ALEJANDRO C. AITAMIRANO V
namiento jurídico les atribuye la idoneidad --en caso de tratarse de hecho. como es v
la costumbre- o capacidad ---en caso de tratarse de,fr,rentes to.-.¡".-
fáu produ-
cir normas jurídicas con eficacia para regular las relaciones de alteridaa, v
v
- SAUGNY la Escuela Histórica del Derecho formularon la moderna teoría de las
fuentes. -y
unifica el modo de producción y manifestación del Derecho con la fuente úI- V
tima del-Derectro, puesto que para el citado autor las fu"rrte" ..lrelan .r"rj;;;;iDe- \l
recho'_ El problema de las fuentes hunde sus ralces en ra historia á.i o"r""ñá, p,r"r ..
trata de la relevancia normativa que una sociedad otorga a los diversos p"a"r"i vE
les_ para producir el Derecho. pof ello, como sostiene d¡rlcupn C¡rr_eJóN, "á.iá- \l
del Derecho se puede reconstruir muy bien como histor¡a de las fuenies o. "ta
hisü¡a
..,e¡or a,in.
como historia de la lucha entre las diversas fuenres del Derecho. Viene eslo ui .r.., á" V
que la delimitación de los poderes sociales con relevancia normativa ha sido una cons-
tante histórica, como igualmente lo ha sido la tendencia a establecer un" p.etaclo.r.
\f
una jeraryufa entre las diversas fuentes der Derecho (y, por tanto, entre los diversás po- v
deres sociales-que expresan), por,más que no existieá úna doctrina al uso quelas d-efi-
niera como tales., (F. BALAGUER CALLE fó', Fuentes d¿l Derecho, T..";., M"á;¡,;. J¡t. v
;
Sin profundizar en las cuestiones teóricas del sjslsm¿ ¿s fuent€s, simplemente
enuncio algunas de las más destacables teorizaciones ---<on induáaúiJiiu"..rr- \l
dencia práctica- de las fuentes. El dualismo germánico (entre sus ;;"t;;;;; V
encuentran LABAND y JeLLrNer) coloca el énfasiJen h,diferenciación y preeminen-
cia,de la ley en sentido materiar y la ley en sentido formal. L;;;;'"; v
indica una zona común de normáción que se idenüfi"u l* """p.io, v
jurídicas.y éstas, por tant r, inciden sobre la liberrad y p."pi;d;á
""n á;1"" ""-ri.á,
"'"ié"iii.." v
n9s. L3s leyes en sentido brmal no tienen conteni¿o y r" Já"gá"i"¿"¿"-.r
ejecutivo la reg'l-ación-int :rnasinque esa regulación se "á.ni"tr"á
conside.áte o"refi"ipo. "" v
ejemplo, leyes sobre conc, siones dé servicios"públicos, delimit""io" áei* r.orrt.- v
ras de una.n¿ción, otorga niento de condecoriciones, entre varios ejemplos). Las
norrnas del Derecho constitucional alemán autorizaban ."t" ál"ii.,j" y'";É";ñ_ \J
v
cación se encuentra.en el hecho de la separación entre sociedad v Éstádo v
mento v-Ejecqtivo) e\ suma, ras relaciones.;a;;-Jil;;v ipa.la-
el Derecho público, se manifiesra con el consentimienro "f.lú¿""JIiJ,!.r" "" v
";"'i"lq;;;;Tb1n"e.""o
elaborando la- ley. La reserva de la ley indica que es el Congresl .l o,,; ;;;"";:i v
aquellos mandaros obligatórios. p"."-¡á-i."..uu á"-f8¡i n" .."
?:::.!"r.:rl."blece
sólo un lfmite para la Administración, pero también para el congreso, pies v
sóro
éste puede crear Derecho dentro de la esfera de la resirva, la esfeia
;"-;;;;;: v
tal. Fuera de ésta, .hay-l9v formar que es ley pero no Dereciio. t" nr"ilá ¿"'w"r* y
(destacándose en ésta Kelseru) pone el acento en la producción
del Derecho, pues
para^su teoría pura el Derecho es fruto exclusivam-ente de la
Las fuentes del Derecho son sustituidas por los modos de p.od.r."¡L., "..".iá, ¡"-',i"rá.
-¡-uJ¿i"r. Y
v
por t-anto la fuente del Derecho só^lo puede ser Derecho, p; ¿;i"-..g.rü;'";;;ñ
producción. De esta manera, la fuente es ra forma si no contenidó. v coÁo t^r. J r
objeto de la normación. K¡Lse¡r consideró
oposición a lo que él denominó sistema esrárico"" *p..t" ai"á-;.;;;ió¿.;;il1;;
óomo la."tieio" yl--".ái) y';".
v
.J
este fundamenr.o su teoría de las fuentes distingue entre no-rmai de
norrnas de producción. El único análisis produétivo de ias normas
contenld"o'; y=l
formal, ya que las diferencias entre las ";;i-;ñ¿
en J";;i;J;#J".; .J
:.i!?T:l.C"Tsideró
""i-u"
que elconcepro ,,fuenre "o ""triba
del Derechoo .;i";;'i;;;;;;i;;; J
y porrsém¡co (no puede existir un concepto que, a su vez, sea fuente
de si mlsrñol. Y
l"p tl teola tampoco resu.elve er probÉma'que planrea, pues se limita a ü
ra ruente por la norma jurfdjga, y no obstante ello sigue ápegado "u.ir'r'.r"# .-l
a la concepciór,
de fuente unida al origen del Deiecho qr. ..-o.,ti. l, ñt?-r;;dñ;;ffi;: Y
""
mental (que es el punto débil de toda su elaboración ¿"g*aii.r). y
174 Y
V
Y
t)
t) DERECHO TRIBINARIO CAP. 4
[)
['r En definitiva, señala BATAGUER CALLEJóN, se entiende por fuente del Derecho n...a
Ir las categorías o tipos_ normativos por medio de los cuales se manifiesta el proceso de
producciÓn.y aplicación del Derecho, mediente la incorporación de normas
;,
I ¡urídicas
al ordenamiento. Asf definidas, las fuentes del Derecho cbnstituven el punto de transi-
ción entre la producción y-la aplicación áel Derecho, la propuésta no'rmativa que los
f' óry"t9: * producción reafizan a la sociedad y especialmenG a los órganos de áplica-
l, ción del Derecho (que desarrollan también funciones de control y de
Ber-A.cuEn CALTEJóN, op. cit., p. 63).
f,roduccion), (r'.
tl
D Desde otra perspectiva, se define a las fuentes del Derecho como las herra-
;\ mientas que 19yela1 y comprueban la existencia de objetividad respecto del ins-
Lr trumento jurídico elegido para la solución de una conlroversia. Es evidencia de
Ir gbjelividad, es decir, aquellos datos- objetivos que permitirán concluir qre la
;\ tencia de un-juez es objetiva y no arbitraria, concluir que la decisión del-funciona-
"en-
! ti" gstatal objetivamente se ajusta a un mandato obligatorio. Se trata, desde esta
[) visión, de criterios de objetividad a los que acuden ló órganos y los integrantes
lr de la .sociedad,para la resolución de los óonflictos. En conlsecuencia, se eñtiende
:' oor gbjetividad a la posibilidad de que la solución a que se arribe respecto de un
[i problema pueda ser aceptada en h jociedad
El Derecho tributario no tiene fuentes especfficas resultantes del ordenamien-
L
' to jurfdico_ tributario (no existe un código tributario como instrumento y su ex-
n presión más cercana, la LPI no contiene un nonna sobre las fuentes del óerecho
l.'
[t tributario). Por tanto rigen en este tema los mismos postuladoi piedicables sobre
b 19s otros sectores del Derecho. Aparecen entonces varias fuenies. Esta diversi-
' dad de referencias, en definitiva, cónvergen en dos grandes grupos, ras fuentes je
lf-- .origen-y -las fuentes de conoeimiento, A¡nbas referencias tienen un.denominac
or
[t común consistente en otorgarle certeza al destinatario de la obligación y tambi !n
;, tielen una finalirl_ai análoga, es decir permitirle al operador jurláico sa6er cuál :s
l' el Derecho aplicable y de dónde derivá.
D , , Existe un probQma adicional: el de la jerarqula de las fuentes. É,ste es un pro-
¡ blema de raíz pol.í1ica porque estab¡ecer ¡érarquías implica ejercicio de un póder
I. de. naturaleza política. La naturaleza de los sistemas jurídicos también inlluye
u lobrg la preeminencia de una sobre otra. Así, en el siste¡ira romanista continentáI,
p herederos de la- tradición del Derecho romano y de Ia codificación, la ley tendrá
b primacía. Po¡ el contrario, en los sistemas angloiajones -lotnmon /¿r¡l- asumen
v particular relevancia la jurisprudencia y la costumbre, además de la ley en
[t materia tributaria siempre .iist"-. -que
D En nuestro Dereoho no todas las fuentes tienen el mismo peso o importancia,
¡ por ello comesponde clasificarlas de una manera sencilla. En ei Derechoiributario
' encontramos fuentes directas o principales y fuentes indirectas o secundarias.
D ¡as fuentes dir-ectas están recogidas en nonnas jurfdicas positivas y son la
D cN: los tratados y la ley (en sentiddformal y materiai, por lo que se inclúyen loi
reelamentos.aunque éstos no pueden crear bbhgacionei t.ibuürias pero íi f..'o-
O
' recen su aplicación). Estas fuentes son inexorables, imposibles de nó considerar
I o no otorgarles preeminencia respecto del restó de ias fuentes ael ¡".Jo t¡brr-
D tario. No podemos soslayar que la obligación tributaria es una relación crediticia
' ex lege.
II t"s fuentes indirectasno se basan en norrnas positivas, pero permiten aI ope-
lador jurldico construir los conceptos a través de los cualei tomará debida nota
) de la obligación jurfdica contenid; en la norma. En este sector se encuentra la
.t iuris-prudencia, los principios generales del Derecho, la doctrina, la costumbre.
Las fuentes indirectas siempre se vinculan con el conocimiento de la norma, pues,
t75
t'
CAP. 4 ALEJANDRO C. AITAMIRANO
C
como sabemos, por el principio de legalidad tributaria sóIo una norma en sentido
formal puede crear tributos. Por tal razón las fuentes facilitan Ia aplicación del
Derecho y a sú vez, entre ellas, puede apreciarse una cierta jerarquíi en función
de la mayor eficacia que unas tienen sobre otras. Por eiemplo, la iurisprudencia
del Máximo Tribunal de una Nación tiene mayor eficácia'que la"cosümbre, la
c
doctrina y los principios generales dgl De-recho por la proyec^ción que tiene soiire .)
decisiones futuras de los mismos tribunales, quienes, seguramente, se orientarán J
en esa misma llnea de interpretación.
c
Es trascendente la afirmación de v¡co en el sentido de que ..lo que es poco com-
prerrsible es el empecinamiento del mundo académico de seguir enseiando'una visión .f
de las fuentes que poco tiene que ver con la realidad jurídica-y que finalmente provoca J
esquizofrenia entre la enseñanza y la práctica del Derecho. Loi operadores jurídicos
saben qrre cuando deben defender un caso o resolverlo, la búsquáda de la rlspuesta J
se canaliza prioritariamente en otras fuentes como la doctrinai la jurispruden^cia, el
Derecho comparado, los principios que posibilitarán una propuesta rnnovadora, (n. L.
J
Vrco, De ln ley al Derecho, Pornla, México, 2003, p. l2). J
considero, como muchos autores, que las fuentes del Derecho atienden a la J
diversa gama de posibles orígenes de lai reglas iurfdicas y de los principios obli-
gatorios que interesan al Derecho, gocen o no de eficacia normativa. É,ite puede
J
ser un criterio extendido en todo el Derecho, sin embargo el sector que J
-segin concreto,áeen el
se trate- las fuentes tendrán mayor o menor preemiáencia.-En
Derecho tributario las fuentes ineiorables son lá constitución, los tratadol inter-
nacionales y la ley. 'lv
v
La trascendencia de la constitución rad ca en su capacidad de modelar el De-
recho, pues establece las bases de la estructura política del Estado y t u.iu-t"
se dirigg el resto del ordenamiento. Es una fuerzá convergente que átrae hacia """1 ella
a tgdo el sistema leghl. Todo se ordena en línea con la coñstitución- e., ñá...rro
tnbutario, la constitución asume el preponderante rol de iluminar las "i directrices
fundamentales dentro de las que sJ desenvuelve la potestad t¡u"á.i^. e"
secuencia, los derechos y obligaciones tanto del gstado como del .or,i.ib.ry..rt. "".r-
confluyen en la Constitución.
La soberanía es de la constitución, por ello asume la posición central en el or-
denamiento.jurídico. sin embargo cabe reflexionar sobre ella .i .l"-..rao
a partir del cual se construye sino como el factor hacia el cual "" "o-"
todo corrfluve. Dicho
en otros términos, la ¡iolítica constitucional hace al ordenamiento, p,¡., "é"t" .orr-
verge hacia_ ella y no tanto desde ella. se trata asf de compulsar h cLlosal eficac¡a
de la Constitución en el Estado moderno desde otra perspectiva.
T-a expresión <Estado de Derecho" surge como referencia
_
l^a arbil.3le{a! y ha sido una conquista dell Derecho. Sin embargo
a la interdicción de
e"á .*p.L"io.,
formidable del constitucionalismo-moderno debe extender d"o-irio" áár""p-
tuales, debe otorgar una mavor dimensión a sus lfmites para ",r"ampliai"u e-ficacia.
con esta expresión se alude a diversas notas conceprualLs del git"át ."üiá r"
ley, tales. como:
-al
la supremacía de la rey sobre la ad'ministracio"; áJi. "
,c1o,n
de los ciudadanos y el Estado a la ley, y_c/_la existencia de ún'pod". ""üárii""-
¡üi.irl
lnclepencliente con competencia para aplicar la ley.
Por tanto, si es la constitución la fuerza de atracción del resto del ordena-
miento s-e puede adoptar el término de <Estado Constitucional o . Desde esta Ders_
pectiva, Ia ley pierde la posición, ya que ésta está sometida u l" c""rtii".io" y
176
tl
t' DERECHO TRIBUTARIO CAP. 4
t'
f,, de esta forma se puede visualizar mejor la aspiración a que el gobierno sea de la
[, Constitución-
Ir ZAGREBBISK' propone un cambio genético en el constitucionalismo moderno. En-
seña que la expresión oEstado de Derecho, es una de las más afortunadas de la ciencia
D jurfdica contemporánea,- pero no es suficiente por no encerrar dentro de sl ideas preci-
Ir sas. El valor de la expresión es esencial para aludir a la eliminación de h árbitrariedad
en el ámbito de la actividad estatal que áfecta a los ciudadanos, pero el concepto es tan
t) abierto que todgs las épocas, en función de sus exigencias, tran ioaiao uena.io d..on-
fr tenidos según el interés del Fstado de que se trate y mantenerlo ásf con vigencia perma-
nente. "con un concepto tal de Estado de Derecho carente de contenidoJ, se próducía,
[) sin embargo, un vaciamiento que omitía lo que desde el punto de vista propiamente
político constitucional cra, en cambio, fundamental, esto es, las funcionós y los fines
D del Estado y la natumleza de la ley. El calificativo de Estado de Derecho se ha'bría podi-
D do aplicar a cualquier situación en que se excluyese, en llnea de principios, la eventual
arbitrarie-dad pública y privada y se garantizasé el respeto a h léy, cuáqurera que éste
D fuese. Al final, todos los Estados, poicuanto situacion-es dotadas áe un érden.¡urfdico,
D habrlan debido llamarse genéricamente "de derechos",. por ello Zncn-eeusxv "propone
el cambio conceptual --que implica un cambio genético en el consütuciorráli.r.ro-
D hacia el concepto de
"Estado constitucional,,. ola respuesta a los grandes y graves
problemas- de los qlre tal cambio es consecuencia, y al mismo tiempicausa, éstá con-
D tenida en la fórmula del "Estado constitucional". I-a novedad que ia misma contiene
D es capital y afecta a la posición de la ley. La ley, por primera veáen la época moderna,
üene someüda a una relación de adecuación y por tanto de subordinacién, a un estrato
[r más alto de Derecho establecido por la constitüción. De por sf, esta innovación podría
D presentarse, y,de-hecho se ha presentado, como una simple continuación de los princ!
pios del Estado de Derecho que lleva hasta sus últimas óonsecuencias el prograima de
la comPleta sujeción al Derecho de todas las funciones ordinarias det Esádo;incluida
la legislativa (a excepción, por t¿rnto, sólo de la función constituyente). Con ello, podrá
f) decirse, se realiza de la forma más completa posible el principio del gobierno de ias le-
[.r yes en lugar del gobierno de los hombres, principio freóuentemente óonsiderado como
una de las bases ideológicas que fundamentan el Estado de Derecho. Sin embargo, si
D de las afirmaciqnes genéricas se pasa a comp¿rr¿rr los caracteres concretos del Ei-tado
L)
de Derecho decimonónico con los del Estado constitucional actual, se adüerte que,
más que una continuación se trata de una profunda transformación que incluso afec-
D ta necesariamente a la concepción del Derechou (G. ZAcREBELsTff , El Derecho &7ctil,
Trotta, Madrid, 3. ed., 1999, p. 34).
D
178
\-, O
.- [) DERECHO TRIBUTARIO CAP. 4
r[)
[-t El Gobierno federal tiene la obligación, por mandato constitucional, de cele-
[, brar tratados internacionales dirigidos a fortalecer las relaciones de paz y comer-
¡L cio con terceros pafses. La relevancia radica en la cada vez 6¡ás creciente vincu-
lación internacional del Derecho tributario, por ejemplo con la sanción, cada vez
D mayoq de convenios para eütar la doble imposición -mediante los cuales nuestro
[, país con otros Estados distribuyen, a través de sus cláusulas, la competencia tri-
: butaria en situaciones concretas y determinadas.
? El arr.27 de la CN dispone que oel Gobierno Fed¿ral está obligado a afianzar sus
D relaciones dc-paz y comerclo con-las potencías extranieras po, *"ldjo de iatados que
r, estén en confonnidad con los principios de Derecho público ésnbbci&¡s en esta Consti-
tución".
L,' Dentro del esquema de la jerarquía normativa que la propia CN contiene, los
t) tratados son e-levados a Ia condició! de ley suprema de la Naóión, he aqul la rele-
r, vancia como fuente del Derecho tributario al colocarlo la propia Carta l\,fagna en
u un lugar de predominio respecto de otras fuentes.
D En efecto, el art. 3l de la CN establece: <Esta Constitución, las leyes dc ta Nación
[l que en su,consecuencia se d.icten por eI Congreso r los tratados con las ]otencias extran-
L ieras son ln ley supremt. de b Nación...,.
fl
; El plexo normativo constitucional, a través de la reforma constitucional de
1994, incorporó al contenido de la CIr,i varios tratados internacionales de natura-
b leza garantista, enfatizando la jerarqula de éstos como fuente del Derecho en ge-
¡- neral y del tributatio
tributario en particula¡,
particula¡, pues dispuso que los tratados internacionales
son ley suprema de la Nación, por lo que representan una fuente importante del
t, Derecho tributario.
[,) El art. 75 dispone: uCorresponde al Congreso...
It Inc.22: "Aprobar o desechar tratados conclui.dos con las d.emás naciones y con las
' orga,niTaciones internacionales y los concorda.tos con la Santa Sedc. Los tratados y con-
Ir cordatos ti-enen prarqu{a superior a las leyes.
fL', La. Declaración Am¿ricana dz los Derechos y Deberes d¿l Hombre; ln Declaración IJni-
versal de Dere-chos Humanos; In Convención Ariericana. sobre Derechos Humanos; el Pacto
L Intemacional de Derechos konómicos, Sociabs y Culturales; el Pacto Internacionel de De-
F\
t''l
rechos Civilzs y Polfticos y su Protocolo Facuhath;o; la Conuención Sobre ln Prevencíón y In
5¿ nci¿n del DLIin de Genocüio; la Convención Intenú.iotal sobre Ia Etiminación de Ibdas
Il las Fotnns de Discriminación Racíttt la Conpención &¡bre la Eliminación de Todas las
l,U Fonnas dp Dbcrimina.ción Contra Ia Mujer; ln Cont¡ención Contra la Tortura y Otros Tiatos
o Penns Cnteles, Inhumanos o Degra.dantes; la Conuetrción Sobre los Derechos del Niño; en
Ir las ,cond.iciones de su vigerrcia, tienen ierarqu{a constituciotlol, no d¿rogan art{culo alguno
L y garantías por ella reconocidos. #lo podrón ser denunciados, en su caso, por el PEN, previa
L awbación de lns dos terceras partes de la totalidad de los miembros d¿ ca.da Cdtnara.
l, por eI Congreso, requeriió.n eI voto dc las d.os terceras partes de la nñt¡aod d" ios miem-
S,
bros de cada Cá.mara para gozar de Ia ierarquía constiiucional".
: Inc.24. "Aprobar tratados,j1 integracíón q4e deleguen competencia y iurisdicción a
L o rganizg.ciones' supracstatalcsitt conii.ionu de recipíocidaá e'iguatdaí, y que respeten
D
(-
(v
CAP.4 ALE'ANDRO C. AITAMIRANO
La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigird la preuia aprobación de La (rz
mayorla absoluta de I¿ totalida^d de los miembros de cada óá.mará"".
(r',
La doctrina posterior a la reforrna constitucional de 1994 se alinea con Ia inter-
pretación firme en el sentido d9 que los tratados internacionales tienen jerarqufa (,
superior a las leyes internas del pals, dejándose de lado las corrientes doctrinahas L/
del monismo y del dualismo.
t,
DALLA VfA sostiene que el inc.22 del art. 75 de la CN, aclara y modifica_ conceptos
contenidos en la parte dogmática del texto constitucional, especfficamente los arti. 27 *'
y 31. En consecuencia se establece que los tratados y concordatos tienen jerarqufa \:
superior
-cual a las leyes, poniendo fin a la discusión entre dualistas y monistas, razón por
la nun trat;do i;ternacional no puede ser d".ogoáo po. ley posterio¡ y sOIo tr
puede ser dejado de lado a través del mecanismo de denuncia", y poi éllo tiene interés
'.rniu
\/
(la categorla de los.tratados sobre derechos humanos enumerad.os que tienen'jerar-
qula constitucional"¡'. Los tratados están en el mismo plano de jerarqufa que h óons- \/
titución_y por esta razón no pueden ser declarados inconstitucionales por los jueces; ¡*
pero es Ia Constitución la que prevalece en caso de conflictos normativós, no sélo po.
el carácter complementario, sino también a la luz de los principios fundamentales dé la \l
parte dogmática que pennanecen inalterables (A. DAILA VlA, Constitución de la Nacíón
nrgentirá, texto sigii la re¡orma de 1994, Edit;rial platense, I-a plata, 1994, p.4g). \t
v
3.2. Evolución jurisprudencial
La jurisqrudencia de la CSJN originalmente interpretaba que los tratados te- v
nfan rango de ley-r'por tanto una ley posterior deroga a la anterior; por tanto, este ir
principio daba sol rción a la controversia del enfrentamiento ley lócal versus ley
.- internacional:.Pert esta hermenéutica {uesrperáda -y actua-lmrente nOSé ansólite;-- \,
en la jurisprudenc a, la supremacía de los tratados internacionales por sobre la v
ley interna.
a/ Un primer fallo importante sobre la cuestión se dictó en la causa "Ekme-
dkjian c/Sofoüc\, CSJN del 7 .7 .92 (Fallos, 3l 0:2ó53), y versó sobre el derecho de répli-
ca, fundado en el art. 33 de la CN y en el art. 14-l del pacto de San José de Costa Rica (re-
cogido en la ley 23.054). t a instancia anterior (cámara ciül) habfa rechazado el recurso
de amparo, considerando que se trataba de un derecho programático y no operativo.
CSJN so-stuvo que el art.27 de la Convención de Viena (aprobada por ley 19.g65,
-La
ratificada por el PEN el 5 de diciembre de 1972 y en vigor desde el 27 de;nero de l98O)
obliga a reconocer la superioridad del tratado sobre el Derecho interno, con lo cual sá
implicarfa también a Ia misma norma constitucional. Tratándose de un caso de dere-
cho a réplica fundado en el art. 33 de la CN y en el Pacto de San José de Costa Rica,
incorporado al ordenamiento jurídico argentino a través de la ley 23.054, el tribunal de
segunda instancia, la Cámara CiüI, habfa rechazado el recurso dé amparo sobre la base
de que el derecho invocado era programático y no operativo, toda vez que el tratado
expresaba
"en las condiciones que establezca la ley". La CSJN revocó la séntencia pro-
nunciándose en favor del carácter operativo de la cláusula, expresando asimismo, y en
lo que aqul interesa, que la violación de un tratado internacional
por el establecimiento de normas internas que prescriban una cónducta "puede acaecer tánto
manifiesta- I
mente contraria, cuanto por la omisión de establecer disposiciones que haqan posible
su cumplimiento. Ambas situaciones resultarfan contradictorias con la preüa ratifica-
ción internacional del tratado; dicho de otro modo, significarlan el incúmplimiento o
repulsa del tratado, con las consecuencias perjudiciales que de ello pudierari derivarse,
IJ
(cfr. considerando ló). La derogación de un tratado internacional por una ley del Con- l
greso violentarÍa la distribución de competencias establecida poi la misma CN, toda
:
vez que una ley podrla derogar el acto complejo federal de la celebración de un tratado
'l
representando la invasión de potestades por parte del Poder Legislativo Nacional res-
pecto de las atribuciones del PEN, que es quien conduce, exciusña y excluyentemente,
las relaciones exteriores de la Nación (art. 8ó, inc. 14, de la CN).
I..i
r80 Ii
a?
L,
L)
DERECHO TRIBUTARIO CAP.4
[:
Ir Finalmente, el Tribunal sostiene que tenerse presente que cuando la Nación
"debe
ratifica un.tratado que firmó con otro Estado,
[) se obligá internacíonalmente a gue sus
Qrganos administrativos y jurisdiccionales lo apliqueir a los supuestos que ese trata-
It do contemple, siempre que contengan descripcloies lo suficientemente concretas de
tales supuestos_de hecho que hagan posible iu aplicación inmediata. Una nonna es
n operativa cuando está dirigida a una situación de la realidad en la que puede operar
[, inmediatamente, sin necesidad de instituciones que deba establecer Coitgt".ou
siderando 20). "f
i.or-
t) b) Posterionnente, en el fallo .,Fibraca Constructora, S. C. A. c/Comisión Técni-
D ca Mixta de Salto Grande,, CSJN del7.7.93 (Fallos,316_1669), también se invocó el
art. 27 de la Convención de Viena sobre Derecho de los Trahdos, el cual textualmen-
L-r te dispone que (una parte no podrá invocar las disposiciones de su Derecho interno
D como justificación del incumplimiento de un tratador, agregando la CSJN que nLa
necesaria aplicación de este artículo impone a los órganos áel-Estado argentinó
D vez asegurados los principios de Derecho prlblico constitucionales- asilnar primacía -,r.ru
a los tratados ante un eventual conflicto con cualquier norma interna cóntraria, (cfr.
D considerando 3"). <Esta conclusión resulta la más ácorde a las presentes exigenciai de
Ir cooperación, attnonización-e integración internacionales que la República-Argentina
ha hecho propias y elimina la eventual responsabilidad del 'Estado pár los sus
Ii órganos internos". ""toíJé
t) c). Luego la CSJN dictó un fallo en la causa oCafés La Virginia, S. A. s/apelación
(por denegación de repetición)", CSJN del 13.1O.94 (Fallos, ltl-tZSi¡, en la
fr {ue tam-
bién ügorizó el_respeto 4e los tratados internacionales celebrados por rr,r""irq pái..
Irrterpretó que
F "los tratados deben ser interpretados de buena fe -art. 31, inc. l, áe h
Convención de Viena sobre Derecho de los tratados [...]-, y desde esta pauta herme-
p néutica esencial no es coherente sostener que el tratado sólo consagra uricompromiso
Ir ético pero no juríüco, una expresión de buena voluntad de los palies signatarios para
-rratar-d-e-ápliearTéñt4ás;-favores; fránqüieias, étc--Por é1 óoni-aañó, elTratádo h;blá
[, de los derechos y obligaciones que se establecen en los acuerdos de alcance parcial,
de-procedimientos de negociación y de revisión periódica ---que no tendrfan sentido
Ir si los compromisos asumidos fuesen sólo éticos y de cláusrilas de salvaguarda y de
Ir denuncia, lo cual desürtúa la tesis de la compatibi[idad entre el marco viñculanté del
tratado y la modificación unilateral de los beneficios negociados (arts. 7" y 9" de la
v Ir secciónJll del capftulo II)u (cfr, considerando 6). Asimismo, apoyándose .n el prece-
dente ..Fibraca", interpretó que .la aplicación porórganos del gitádo argentino á" uru
L)
nonna interna que transgrede un tratado de constituir el incumplimiento de
v D una obligación internacional- vulnera el-además
principio de la supremacfa de los tratados
' internacionales sobre las leyes internas [...] eue lo afirmado por esta Corte en Ia causa
Ir citada en el considerando "precedent. iy-qre modi-fica Ia d'octrina de Faltos, 257:99
Ii y 271:7- en el sentido de que el art. 27 de la Convención de Viena sobre Derecho de
los tratados impone a los_órganos del Estado argentino vez resguardados los
Ir principios de Derecho público constitucionales- asegurar -una primacía a loJtratados ante
un conflicto con una norrna interna contraria, pues ésa prioúdad de rango integra el
Ir orden jurídico argentino y es invocable con sustento en Ll att. 31 de la C-arta Mágna,
Ir bastaría para rechazar el agravio del Fisco nacional, (cfr. considerando 9). Ello signi-
fica que-"el legislador no tiene atribución para modificar un tratado por una leyt-y si
Ir bien podrla dictar una ley qrre prescribiese disposiciones contrarias a ún tratado á [,r"
L, hiciese imposible su cumplimiento, ese acto áel órgano legislativo comportarlu ,int
transgresión al principio de la jerarqufa de las norrnas (art,r-,3l de la CN) y ierla un acto
[, constitucionalmente inválido... Habida cuenta de que el legislador no puede delegar
una facultad que no tiene, desde el punto de vista dé h legitimidad de una delegaclón
[, siempre está presente diga la norrna delegante en forma expresa o no- esidi.""-
[, tiva de que ni una ley-lo ni otra norrna de rangó inferior puede violar un tratado inter-
nacional, (considerando 10). En el considerando siguiente dijo que (...es un principio
L, implícito que todas las facultades que delega el legisladordebérán ejercerse reipetando
t los convenios internacionales ügéntes. Visto deide otra óptica, lá participu"i¿n d"l
Ir Congreso en el acto complejo federal que culmina con la aprobacióny ratificación de
Í,J un tratado (art. 75, inc.22; art.99, inc. I 1 de la ley fundaméntal), comporta siempre la
tr.
U
Fi 181
w
D
v
CAP.4 ALRIANDRO C. ATTAMIRANO t
existencia de una directiva polltica que queda incorporada en todo acto de delegación It
y en el ejercicio de la facultad delegada".
d/ También en "Microomnibus Barrancas de Belgrano, S. A." (Fattos, 3LZ:249O), t
en el que s-e reconoció la-pervivencia d.el solve et repete én tanto su apiicación no inhibá
esgrimir el derecho de defensa en juicio del contribuyente, es deci¡, que su manteni-
v
miento no afecte Ia tutela judicia.l efectiva, se interprétó h inmediata operatividad en i,
materia tributaria de los tratados internacionales. Éstas pautas hermen'éuticas fueron
seguid,as en posteriores p,recedentes jurisprudenciales dé la csJN, tales como (Dotti, v
MiguelA.", del 7.5.98 (Fallos, 321:l2aqi o,Mercedes Benz Argentina,,, del2l.l2.99 (Fa- \¿t
llos, 322: 3193).
v
4. LA LEY IT
l/
Debido a que rinicame.ntq Q fe-v puede crear tributos, es autoevidente el rol
preponderante, esencial e ineludiblé que ésta tiene como fuente del Derecho tri- v
butario. \t
Existe una visión ide alizada de la ley. Denominémoslo una visión histórica del . v
concepto de la ley. Segtn esta perspeciiva bien difundida, se le atribuye a Ia ley
io,
una fortaleza en su construcción y una efectiüdad en su áplicacion qrie much^,
veces no _seajusta a la realidad. Desde este prisma, se considéra a la leytomo la ex- v
qregió¡ de la voluntad-general del _pueblo que es recogid"..r tt"*." "generales, es \,
deci¡, formulaciones abstractas aplicables á todos losiabitantes por ilrral, sin que
se realicen discriminaciones de grupos ni sectores. La iey se prolectJsobre toáás v
de manera generalizada, por lo que lisciplina a todos los a.itinát"¡"r pái ig"¿. !,
La voluntad gengl{,
911onces, cónt :ne él notabre resuhado de una expiesión de
Ia voluntad populár que déüéne prá :ticamente infalible porque el poder legislati-- -v
vo
-representante
de los habitanter le brinda los anticueipos riecesario"s para
- La v
inmunizarla de cualquier posible enor. ley es la ley.
v
!.o incapaci.dad de error e infaübiridad de la ley en clave rousseauniana neva a v
^
GARctA DE ENTERRTA a recorda.rnos que D.iderot dijo que ulas voluntades particulares
son sospechosas; pueden ser buenas o ma.ras; peroia vbluntad general es .i"Ápr" u"é- v
na; no ha engañado
,nunca, no engañará jamái,. Los derechos Jn la sociedaá ;;ñlr;; \¡r
la vieja concepción de que que al.prÍlcipe place ticne fuerza de Ley, que hacÍa equi_ -l
valer a ésta con el producto"lo
de una simple voluntad humana superior"(pára explicaital
superioridad estaban las explicaciones teológicas del poder). vie.r. . ü¡,It ¡. il;;;; v
damente, en virtud del mágico y prodigioso iallazgo ie
. ]
182 Y
Y
Y
e)
(,\
DERECHO TRIBLTTARIO
(: CAP. 4
!( ' teresada tutela del Derecho tributario. Esto merece aclaraciones sobre las que se
avanzará en el siguiente punto al referirnos . t." üy.
t' Surgen p-or tanto una serie de interrogantes. Esta '.ro-.ú.;;i;
visión histórica de la ley ¿se
t uiy"q.., Ig1 {ias 9".."9'tT"? Ese concepi-o bucólico drÉLy:;;;..dicable en la
de legalidad es insustituible, innegáb"le e imprescindibie
;L l:::^ltgqi
para que el !,stado
-El.principio
constitucional de Derecho- funcione, pi.a que se iepartan las
( funciones dentro de los diferenres estraros del Estado y ;;;; il; i"" ciudadanos
p.uedan defender sus derechos y libertades. rndudableirénte
;t n'o eiiste la libertad
sin rey que ra proteja y no puede existir una sociedad sin rey. En definitiva, una vez
fr y estoi1:Il.-:s,eue
-T1^..
el Derecho es reparro, es dar a .^a" t,o q,l-" i" cor.".po.,de
sólo puede materializarse con un instmmento: la "r,'o
f, r
ley.
de la ley para vivir en libertad, como sostuvieron los pre-socrár!
(I I' ^^^ liT9.-,.*lavos
cos, y esta simple idea puede extrapolarse.a la-actrralidad, p".r üp".¿iáo ügencia.
r' [-a obediencia-se exige en tanto exista Ia ley. No .s posibté imágin-i "o l".,rror¡"au¿
de.la ley. Et ?ú ;; ;;I"l iá",rloa"" con ras que cuenta, por .r,irtud de "l
)U, ITIT:"
ley. No está ni por encima ni debajo de ella, sino que ajusta su compórtamiento
la
a ella,
corno también los contribuyentes. Todo el Dereclio püUti." pli e o, construidó
t' sobre este principio de l_egalidad: el Derecho penal, él Derecho ".u,tributario, el Derecho
(r presupuestario, el Derechó administrativo, en todas
er De_
f, f:[" d:
|.c1"ización
"".;átipl;;;;vaciones,
de tribunales, el Derecho procesal. La c'odificación napoieónica
(el Derecho decimonónico) como aspiración de-un ordenamiento aorr.".rtádo
prestigio, pero ha perdido la exclusividad y preponderancü que tuvo -..r-
fr
- !:1.,*
Dasado. Sesuimos estando inmersos en
en er
'" 'la atmósfera qui los publicisias de Francia
¡ icr ominarin *el reino de l" ;;;.---
f) -,--'. Pitt :mbargo'con eldwerrir del desarrollode las-sociedades, dela política;.de
los inter:ses, los caracteres intrínsecos de la ley, aquellos J;1"" q"; p"r-it.r,
t: la más a lsoluta y plena confianza en este instrumento que disciplina ""'" la viia en so-
[l ciedad, están su"friendo ;";;;;;;;1Js. La constitución, como norma máxi-
lr ma de la Nación que encarna los valores sobre los q,r" la sociedad,
r-, es un Lrerecho d-e nrayor envergadura al de la ley. I-a constitución, ". "orrrt*ye á su vez, hundé
L/ sus rafces en el Derecho natural prevalente a lai normas que emanan del conlre_
D so' Y este cambio de perspectiva en gran medida se debe al constitucionaliJmo
n americano y.su enonne influencia en el constitucionalismo mundial. Es decir, el
';/ Derecho decimonónico fuertemente atado al positiüsmo cede espacio en favor de
O los principios, y así el Derecho avarrza.
D Enseña GARcfA o¡ E|¡reRR¡A que ..la idea de la Constitución como una norrna su-
perior, que consagra en una formulación concentrada y categórica los grandes valores
n
\/ sobre los que se asíenLa una comunidad determinada, ádemáÁ de Ia forma con que ésta
o ordena strs poderes, procede en América de dos fuentes concretas, la de l-ocke, con su
pacto -social básico para asegurar la libertad, y la idea de un higher Law, un Derecho
ft
v más alto, con claras ralces en el Derecho n9túral, capaz de p.eJd"... sobre las leyes
b 9rdi.13ria¡ 9, incluso, de erigirse en canon de validez de las rnismas. Este concepto'de
- Constitución no se recibirá en Europa, con una excepción parcial en la Constiiución
D austriaca de 1920, has-ta esta s.gunaápá"gu"* mundial, concretamente con las Cons-
f3)r tilucione: italiana y aremana de 194g y rt4g. De aquf pasará, parcia.lmenr.e, a la cons-
titución de la V República Francesa de 1958, la pórtuguesa áe 1976 y la espanola de
e, 1978, con una generalización ulterior a ürtualmeite toáo el constituciánalismo actual.
r\ En esta rec-epción europea de la concepción americana de la Constitución como norma
L/ suprema etectiva, invocable ante los Tiibunales, canon de validez de las leyes y criterio
1,, la interp¡etación y aplicación de Á,stas, pesó, indudablem.rrt"," lu
- l.nmgro,pTa
riencia de los.totali?rismos europeos, en todos los cuales los dictadores dispusieion "*p.-
b a su arbitrio del poder lé!ñativo:;;;;;" aparecer a la Ley como destructora, y no
de la libertad' (E' G¿nct¡ o¡ E¡v¡¡¡nl¡'
E iil"ro-oTo"*' '/zs¡liia v seguadad iurtáiia" "
D
D 183
3
ca.P. 4 ALS'ANDRO C. ALTAMIRANO
Este enfoque de las anomallas de la ley no representa una crltica a la ley tri-
butaria, por el contrario, sólo puntualizo su desc'ollante y formidable posición
central de privilegio dentro de Ia constelación de fuentes del Derecho tributario,
per,o, como toda elaboración humana, está expuesta a falencias, debilidades y ano-
mallas.
I' a.
esos caminos de elección del contribuyenre qrre es tentado
a no discutir por el
I b"tleficio de alguna disminución en el coJte n".]li,
¿""iá"iiiiui" simplificacion il
rr €D la investigación de los datos aportados por el
damente ras contiendas o debembs orirrilegiar ia"á",rtü"}""i. fara resotrre. rapl-
iellilalJ""iríi"? El jurista no
I puede pronunciarse de otra *.n"..'d" deiender i;-Id;ñ;;;fr"o
q,r" ,rr,.
traducción adecuada de tutelar el Derecho. ".
¡,
f Recuerdo, con TIPKE, que ra misión del Estado no
es sóro recaudar sino que en esa
: tarea, además, debe turelarse el Derecho fiscal E i;r;;:"M;;;;;;Eerecho...).
Senata
I más especfficamente zAcREBELsKy que (la ..1.i. ¿"'i"11".1ü"ffni"
lu Administra-
'¡ ción a ra rey previa deriva de ra suneración, po,. pu.," d;i-;;;;r;
r' ¡ncion pÁárenr;;;;,; iel Estado, de su
I
";;,i;;;;" ---*.
creta de reglas jurÍdicas geñerale. v rb.iru.tu, mediante
aJ.i,, áJ.,T,lJ¡!"""a" saranría con-
actos aplicalivos individuales
- v concretos (prohibiciones, aur.oriáciones, t ruiii,.á"i".,'á.;til#.,
l' ásunción de lareas a" g"trib" Jir..?ál g...rd.. inrereses públicos. erc.)_ y de la
La
[, estas tareas de gestión iequiere la existenEia il rea-tización de
' s-u,,l;;;;#t"Ji"o!rlrrir"tiuo.
rúan necesariamente según s, p.opir iá!i.., d.r";ilü;;iiiü?1-pr".urr"t." q,r.
"._
a.
D .ficiencia, exigencior oÉ.ti"*i" ñr""ür,r*i.nto, inreresás
,i;a:;;;" de los emplea-
rt dos (por no hablar de lás reglas ittfottn;i;,-;;;ñilü;;ffintes,
impuestas
por el patronazgo de los-parrídos pár,i"áO
<C. zi"ü"."*á]"ri'it)ilino ad"tit, TrotLa,
f, Madrid, 3" ed., 1999,p. i4).
en la-responsabilidad det cesionario en materia tributaria
I' mos una
-^^l-"-t "i."--ol",
expresión del predominio fuerte,del i"t..e. pribticá. -É" iá. encontra-
u¡o, ochenra,
I con el aproiecha--i""tJ
""tifu.t-"ion.Il. lo" rrtd;;;;ii"b*;i".p'"njuiu¿"a det rVA,
norabtes abusos de los contcbuyeni;;
t¡ :"^I:?_q:r^.::^
peduicios contra el I stado. l-a LPT se modificó r"r".ir.ra" ñ;;o];lJi; en ostensiblcs
-- n]'.il a prescindir del
lr
'
pro'cedimiento de det :r¡ninación de oficio en.los casos.á"-*lo"-áÉ.Jeditos
(art. t4 de ta pT) y, rdemás, se
"l tributarios
-- ! ¡yo ...po.r.rtü pJrsJij i sol¡aa¡o
I ¿eudor del tributo á'l ;;;;d#; "or,.tiid";;.é;iros".,tributarios por ta deuda rributaria de con el
t, :i^"i::1,i". [art. 8, inc. fl de ta L"'1. Todo esro ;srtfi.d;;ü-;"".i^lidrd d. lu sus t"y
ca.nza' por iguar, al cesionario de buena fe de un érédito
t ibu;;;';;"p"cto de aquer
lr que no ro es, siq posibilidad de dis.uti."f d.-.""ü;;;t"
ilü;::iil'u r. 1"n .,i.t.rd
"U de la celerirlad c-on que se puede ejecutar l" p*i."11J.-nlá";"j;;;
de las cesiones
ae créditos).
D
) 185
)
cAP. 4 ALEJANDRO C. AI]TAMIRANO
J
J
Administración establecer la llnea de separación entre su autoridad y la libertad de los
sujetos. Esto es particularmente evidente Qr necesario) en los ya numerosfsimos casos
J
en que se confieren a las administraciones funciones a mitad dé camino entre la acción .)
y la regulación: las funciones de planificación. Dichas funciones inciden normalmente .)
en eI ámbito de la actividad económica: precisamente un ámbito "privilegiado,, de la
tutela legislativa de los particulares, segrln la concepción de la legalidad característica
del siglo xn<" (G. Zacnenersxv, op. cit., p. 35).
-
l\
r)
DERECHO TRIBUTARIO c,AP. 4
l.)
!) 187
)
c./\P. 4 ALEJANDRO C, AXTAMIRANO
(-
[¡
tr_)
DBRECHO TRIBUTARIO cA.P 4
tj
t, sin considerar el mlnimo exento previsto en el art. 24 de dicha normal legal. Los
['\ bienes entregados por los fiduciantes, personas flsicas o sucesiones indivisas, no
integrarán la base que las mismas deben considerar a efectos de la determinación
lr del impuesto. Si el fiduciante fuera una empresa, dichos bienes no integrarán su
¡_) capital a efectos de determinar la valuación que deben computar aquelloJsujetos>.
Años después, esto fue corregido, incorporándose la responsabilidad solidaria a la
[, ley de impuesto a las ganancias.
F
F 4.1.ó. Ocasionalidad de la ley: la ley como resultado de coüsiones de fuezas
y su contractualización
t'
fr Históricamente se consideraba que la ley tenía la función de definir un orden
I)
abstracto de justicia, con aspiración de estabilidad y permanencia, de manera que
los individuos podlan planificar sus intereses con fundamento en Ia seguridad
Ir jurídica que la norma otorgaba, pues ella neutralizaba el sometimiento a la arbi-
D
trariedad del Estado, Fero hay nuevas tendencias que interpretan a la ley no como
un mandato abstracto y con permanencia en el tiempo, sino que, por el contrario,
Ir existen nonnas que resuelven problemas concretos, singulares, tangibles. Éstas
D son .,leyes-medidas" especlficamente destinadas a la solución de una cuestión
F
concreta.
L
Dice Ge¡cfe DE Eñ¡ERRÍA que "hoy son caracterlsticas las leyes y reglamentos que
r, pretenden articular y organizar "polfticas públicas" (fomento del empleo, crecimiento
económico, educación, salud, protección del medio ambier:te, promoción de viviendas,
¡ lucha contra la inflación, contra la sequÍa, contra otras cal istrofes, etc.). Es notoria la
Ir diferencia de estas.nor.mas de-nuevs cuño-con,las.que hatrl: imaginado el pensamiento--
clásico, la diferencia entre una Ley anual de Presupuestos :'sus cada vez más nutridas
Ir leyes "de acompañamiento" o "de medidas", con lo que pue Ie significar la ley que esta-
Ir bleció el Código Civil. La ley-medida no pretende definir un orden abstracto de justicia
y tendencialmente permanente; renuncia deliberadamente a las dos cosas y se presenta
Ir abiertamente cpmo una norma ocasional, contingente, explicable sólo en función de
una situación o\problema determinados q,r"." p.!t.trá" o ioáo
tr "ild.."rur ".tp.á.,.n
caso conformar, mediante una determinada polftica en consideración a un cierto obje-
lt tivo que se intenta alcanzar en el tiempo, más que en función de una justicia abstracta.
Renuncia para ello frecuentemente a la generalidad, que suele ser un correlato de la
D abstracción, y en la que Rousseau situaba la marca propia y esencial de la Ley, para
t) concretarse a supuestos singulares y especfficos, (E. GARcIA DE ENTERRfA, Iusticia y
seguridad iurldica..., p. 5l).
D
Esta ocasionalidad, provisionalidad, contingencia, es perceptible en el Dere-
Ii cho tributario y en el Derecho administraüvo, do¡rde el ordenamiento es mucho
[: más volátil que en cualquier otro sector del Derecho. Se legisla ..en tiempo real>
y esto conspira con la existencia de Códigos (como la ausencia notable que se
[, registra en nuestro pafs). Ahora bien, ésta es una realidad insuperable, se debe
b legislar prácticamente "en directo", Io que produce un material normativo impo-
sible de tamizar racionalmente. Esto conspira con los ansiados valores de cerleza,
t)
seguridad jurldica, predictibilidad, inhibiendo a Ia contingencia, asistematicidad
[, y oscuridad de las normas, las que a veces no sabemos si están o no vigentes. Todo
[, ello, a su vez, favorece a la excesiva libertad de la Administración y de los jueces
también.
I,
La ley, en suma, ya no es garantfa absoluta y última de estabilidad, sino que ella
L misma se convierte en instrumento y causa de inestabilidad. Las consecuencias de
t, la ocasionalidad de las coaliciones de intereses que ella expresa se multiplican, a su
vez, el razón del número progresivamente creciente de intervenciones legislativas r.e-
B queridas por las nuevas situaciones constitucionales materiales. El acceso al Estado
D
) 189
D
CAP.4 ALEIANDRO C. ALTAMIRANO
190
li
tr
DERECHO TRIBUTARIO
t,
t
D
t9t
D
(.
(.
CA.P. 4 ALEJANDRO C. ALTAMIRANO
I
complejo para el contribyyente acceder a todas las disposiciones en vigo¡, máxime
el principio segrln el cual el Derecho se presurne conocido, no pudiendo invocarse (-
el error de Derecho.
la producida por la desvalorización que ha seguido a una inflación des_
"La Iey es
medida de las leyes como consecuencia de su muliiplicaciOn incontenible, que, ade-
más, ha sido acompañada de un desarrollo desbocado de normas reglamentarias, que
complementan o ejecutan las leyes. La vieja idea de una sociedad libre moüéndose en
el cuadro de unos cuantos códigos y leyes, claros, concisos y tendencialmente estables,
que dejaban a la libertad ciudadana todo el arnplio espacio-de la vida social asf encua-
drada_con precisión y rigor, esa idea ha dejado paso a la situación actual en que la so-
ciedad se nos aparece inundada por una má.ea incontenible de leyes y de reglámentos"
(E,. GARcfA DE ENTERRÍA, J¿ls¡lcia y seguridad jurídíca... , p. 47).
VTLLAR PALASf cita a Lord WTLBERFoRcE en su discurso del centenario de la Inlenu-
cional Law Assoc¡ation en una afirmación magistral:
lación del futuro. La ley suele ser un buen cerrojo o ,rrr" "Toda ley debe contener la regu-
el gaballo ya escapó. Hoy tenemos buena" leyei sobre urbaiismo -rgiffi". valla, pero cuanldo
áó h ecologfa
urbana es.monstruosa ya, normas sobre aho;o de fuentes energéticas "n"tcuando se están
agotando las existentes, rlnicas reguladas, cupos para la pesca áe la ballena cuando la
especie casi se ha extinguido, leyes sobre contaminaciórrcuando no se puede respirar
aire puro en casi ninguna ciudad. Tenemos ya casi perfecta legislación sobre la pira-
terTa aérea cuando está desapareciendo". y concluyé:
"Our iob-ís to see things co-ming
íf they call us unpractical- and to s tan infottned thínking"
-aven (Draft Repoi for New
Delhi conference , 197 5) (J . L: vrr-r"aR pALAsf, La. interpretación"y lis apotegtltas
lógicos, Tecnos, Madúd, 1975,p. l0).
iirt¿¡co-
I A su vez, la disposición transitoria sexta de la CN, que surge con la reforma cons-
titucional de I 994 , textualmente dispone: Un régimen de coparticipación confotme a b
L) "
dispuesto en el inc. 2 del art. 7 5 y la reglamentación del organismo fiscal federal, serón es-
li tablecidos antes dz lafitnlización dzl año 1996; la distíbtrción de competencías, sen icios
y funciotrzs vigentes a h sanción de esta refornta, no podrá modificarse sin la aprobación
fr
de Ia provincia interesado; tampoco podrá. modificarse en d.esmcdro de las pro'vincias ln
I distibución de recursos rtigente a la sanción dz esta reforma y en ambos casos hasta el
díctado del mencionado régimen dc coparticípación. La. presente cl4.usula afecta los recla-
l.r
mos administrativos o judirialzs en trómite originados por diferencias por distibución
¡ de competencias, sericios, futtciones o recursos entre la Nación y las provincias (cones-
ponde al art.75, inc. 2),.
lr
Estas leyes convenio, además, resuelven problemas de doble imposición in-
l.r terna que, si bien no está constitucionalmente vedada la doble imposición, ésta
t,, no podrla vulrterar el principio de no confiscación y, desde una perspectiva eco-
nómica, no es prudente para el desarrollo de la economla que un mismo bien sea
h
doblemente incidido por impuestos de similar naturaleza.
lr La vigonzación del federalismo, una de las justificaciones de Ia reforma cons-
l) titucional de 1994, no ha sido concretado en Íazóta de que el régimen de copar-
ticipación previsto en la CN anhela una mayor simplicidad en el reparto, pero la
t)
deñnición del "cómo, no se encuentra claramente resuelta.
tl Señala Moruecua que la separación de Ias fuentes impositivas entre Nación y
lr proüncias motivó la necesidad de leyes convenios. "Ello dio lugar, en cuanto a los
tributos interiores, a los regfmenes (ley
de unificación de impuestos internos 12.139),
) coparticipación para el impuesto a las ventas (ley 12.143), el impuesto a los réditos
t (ley 12.147) y el impuesto sustitutivo del gravamen a-!g.q31¡l4i_s.¡p4" gr"tq!!4 4_9 b-re4l_
(Iey 1,m60). léy20i.z-Zf-que uñificaia los ree-regf md;éláudiAóa; rigió desde el I de
-La
l; enero de 1973 hasta que expiró en su ügencia el 3l de diciembre de 1984 y partir
-a
de entonces- sobrevinieron, año a año, acuerdos o convenios financieros transitorios,
lr
suscritos por las partes involucradas, para la distribución de los recursios federales a
l) las provincias, hasta ser sancionada la ley 23.548, para regir desde el I de enero de
1988. Desde 1992 el régimen se reformó por las leyes 23.906, 23,966,24.073, 24.130,
t) 24.307,24.447 ,24.468,24.621,24.ó51, Pacto Fiscal I y II de 1993. Mediante el juego de
D
las disposiciones pertinentes es sabido que lafi.rente de producción quedó caracterizada
por un "acuerdo instituido por ley nacional,, a la que se adhirieron los Estados pro-
D vinciales por intermedio de leyes sancionadas por sus legislaturas, con el compromiso
de que la legislación proveniente de ese cuerpo normativo no podrla ser invadido por
l)
las jurisdicciones locales, debiendo éstas abstenerse de legislar, para darles vigencia en
D ese ámbito, respecto de toda materia impositiva que hubiera sido incluida en el conve-
nio de coparticipación federal (R. M. MoRDEGLIA, <Fuente del Derecho tributario", en
D
AAYY, Tiatado de'Tiibutación, t. I, vol. I, Astrea, Buenos Aires, 2003, p. 1 12).
D
Las leyes convenios han recibido tratamiento por la jurisprudencia de la CSJN
t, remarcando una serie de notas distintivas de los mismos tales como que fonnan
parte del Derecho local, paulatinamente se han constitucionalizado los temas ob-
D
jeto de las leyes convenios, la CN abarca tanto aspectos sustanciales como ins-
D trumentales de la coparticipación, instrumentan la concertación del federalismo,
¡ sirviéndole de instrumento para tal propósito,
¡r
La CSJN se ocupó de la cuestión en Fallos, 314:862 y 322:.1781, en punto al Pacto
Federal para el Empleo, la producción y el consumo. También en el fallo "El Cóndor
D Empresa de Transportes, S. A." (Fallos, 324:4226), añrrnando que se trata de actos com-
D
plejos que integran un complejo normativo de raigambre constitucional.
D
El dnculo normativo que emana de las leyes de coparticipación no puede ser
cuesüonado por los contribuyentes en razón de que sus derechos no pueden ser
¡ comprometidos por este tipo de leyes, cuanto menos directamente, en razón de
)
) 193
)
c,itP. 4 ALE ANDRO C. ALTAMIRANO .¿)
.J
que estas noÍnas sólo se destinan a repartir el producido de la recaudación los
impuestos nacionales entre la Nación y las provincias, razón por la cual sólo estas
J
ú]fiml¡ nodrfan tener agravio susceptible de discusión judicial. \¿)
'' . , , ..Destaca Monoecrre que las ley-es convenios ha creado un régimen de reserva estric-
,: ,tg y ng reglamentado de,otro modo, adürtiendo-que el organisrno fiscal creado por la .¿)
CN sólo cuenta con facultades de control y fiscalización y--aun cuando oodrfa inter_
pretar el sistema-_ (no se le ha atribuido la facultad de ciear o i.rou.",
-'"ái".rt,ti ,ror-
J
mas integrativas, el nricleo que se reserva a la ley" (R. M. rvronoecu",
"p. "il_ i
4¡. a
5. LOSREGLAMENTOS \¿)
5.1. Concepto
v)
. q lEN tiene potestad.reglamentaria- que se define como el poder del que goza
la Administración p_ara dictár normas dJcarácter general .";;;;;;;Jú" .¿)
peclficas y sin inva4ir funciones regislativas propias ¡.i¿";;;;-í. ""- \r)
ñ..io".
En consecuencia, el poder,Legislativo ejerce ias'funciones i.ái"i.ii"* i" Ji"a",
Ejecutivo las funciones reglamentarias. - f .)
Desde una perspectiva polftica, las funciones regramentarias
se iustiñcan si se
.J
considera la necesidad de áictar regramentos p"." iL n
nistración- Desde una perspectiva ¡uridica el'fundamento ".iárr"-r."i" á.iJÁa-i_ J
rente a la Administración dictar mandatos indiüduJ;;;;";;;;
radica en que es inhe- J
llo de su función. Es evidente- que los reglameniá"-"or, ,r.""""rios ;;;ii i""u..o_
para ra sestión .J
administretiva, parala celeridaá en er culplimi."tá á!lr. r"".ü";;.;iü"-"
- r,l9l l" c' 'mplejidad propia.de las situaciones ¡uridicas qu. ."tiái"'""ñ.i-,"ü'* l"
ror estas ralonis {a propia eN acul.áa J
lrlantean. ;;;;;;;áes en-ei .pEN. ,,
-- El reg amento es un acto administrativo de alcance general que contiene
una -J
manifestaeión de la voluntad del pEN y establece mandátos a. É".¿.i..-e;.r".rr,
impersonal v ob- jetivos, para ser cumpliáos por parte d.É á;;i";;;;liJri.r.r.r- .J
tro caso, contribuyent_es). portanto, integrán ei elenco de t"; fu;;" J; ii".."iro, J
pues se insertan en el bloque de legalidad.
J
Por su carácter normativo, gozan de-presunción de legitimidad y
cutoria y, al ser actos de alcancé general,^deben cumplir ;;;f;;;"i"i;l:" fuerza eje- J
tivación, es decir, deberán expresir en forma .o.r"."tá lá"-irr"""J[ir"iiai"""-"_
emitir el acto, consignando,_ además, ros hechos y antecedente" q"l-].-"i-u" .
J
causa y en er Derecho aplicable [arg. arr. 7, incs. t]l
v ¿ ¿.1á-lá, lé.s¿'sr.""
" a"
5.2. Clases
De acuerdo a su naturaleza se clasific.an en reglamentos ejecutivos,
y de necesidad y urgencia. De conformidad con autónomos
f,uien sea er'órgano q". i"
^cKlá"'ii#n"."
son reglarr,entos nacionales, provinciales l" "-it., J
" -"rii"ip"t.*
ejecutivos, autónomos, delegados y de necesidad y urgencia.
..,
Dentro de las atribuciones del pEN previstas en ra cN, el art. 99 estabrece:
Presid¿nte d.e la Nación tiene la.s siguientes^atribuciones: "E/
. 1. Es el iefe supremo de la Nación, iefe del gobiemo y responsable polltico de la
ad minis tración del pats.
- ,2. Expide las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución
de las leyes dz Lt Nación, cuidanio di no arterar'su espíritu con
J
iJgí"*"r-
tarias. "ri$iii"Á
3.. Participa de ln formación de las byes con arreglo a la Constitución, Ias promul_
ga y hace publicax Er poder Eiecutivo tto podrd en niigún broioii".'a" íitia"¿
"aso, "
194 J
vF)
v[t DERECHO TRIBUTARIO CAP.4
[:
t insanable, emitir disposíciones de cardcter legislntivo; solamente cuando circunstancias
excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Cons-
[.r
titución para la sanción de las leyes, y no se trate de nonnas que regulen materia penal,
Ir tributaria, electoral o el régimen áe toi partidos poltticos, podrá dictír Dctos. por razones
de necesidady urgencia,Ios que serdn decididos en acuer[o general dc Ministros qtn debe-
t, rdn refrendarlos, conjuntamente con el Jefe'de Gabinete de Ministros. El fefe dc Gabinete
E
L de Ministros personalmcnte y dzntro de los diez días someterd la medido a consideración
de Ia comisión bicameral permancnte, cuya cornposíción deberá respetar Ia proporción de
['r las representaciones pollticas de cadn Cdmara. Esta comisión elevará. su d.espácho en un
t)
plnzo d¿ diez dlas aI plenario de ca.dn Cdmara para su expreso tratamiento, eI que de in-
mediato consideraran las Cámaras. (Jna ley especial sancionada con la mayor{a absoluta
Ir de la totalidad de los miembros de cada Cámara, regulard el trdmite y tos alcances de la
intewención del Congreso D.
lr
La CSJN sentenció que los Dctos. reglarnentanos complementan a la ley, regulan
fr sus detalles indispensables para que la ley se cumpla y, de esa forma, se cumpla con los
fines previstos por el legislador (Fallos, 241:396).
Ir
N
L) 5.2.1. Reglannentos autónomos
[)
Se trata de reglamentos que no conllevan una función legislativa, tampoco
F conforman el cuadro de la reglamentación ejecutiva, sino que son el resultado de
f)
la habilitación a la Administración para dictar norrnas sobre materias específicas.
No reglamentan una ley, limitándose a regr.rlar aspectos internos de la gestión
f, administrativa.
) La competencia del PEN para dictar esta clase de reglamentos se encuentra en
t __
el art. 99, inc. 1), los cuales dicta en su carácter de jefe de gobierno y responsable
polftleo délá-admliiistrdiión génerá-l de1 páls. Eñc-oñtrdmósclos éspécies, las Cir-
Lr culares y las instrucciones.
t)
D
i) Circulares
D
Son actos aciministrativos que contienen el ejercicio de la potestad reglamen-
taria interna, destinados a tener efectos exclusivamente dentro de la órbita de la
D propia Administración y sus agentes, pero no producen efectos sobre los contri-
D
buyentes.
D
ii) Instrucciones
D
Las instrucciones son órdenes que la autoridad administrativa imparte a sus
D funcionarios para observar un criterio interpretativo uniforme sobre un tema en
D
particular aplicable a la generalidad de los casos. Se desarrolla, la instrucción, en
el propio seno de la Administración pública y trasciende en sus efectos porque
v el contribuyente conocerla- la puede esgrimir en su beneficio. Un ejemplo
B
-alun contribuyente conoce la solución dada en un caso análogo
serfa el caso de que
por aplicación de una instrucción. Por un criterio de igualdad, la misma solución
D
debería otorgársele a su caso, por tanto puede soliciiar a la Administración su
b aplicación.
h
ll Sin embargo, las instrucciones no pueden ser oponibles a los contribuyentes,
es decir, la Administración no puede esgrimirla contra el contribuyente.
D
! 197
D
I
J
ALEJANDRO C. ALTAMIRANO J
\?)
itttÉrp'ftete,muchas veces deberá prescindir del nornen iuris impuesto a la .r)
averiguarla verdadera naturaleÁque deriva de la normativ. norma y
".r.r-,."tión. Muchas
-veemla dlterencia entre ambas clates de J
resolucion
p¡ecisar si estamos frente .rrr. r otra,
de interprg:taCión. ' pues ,"d"
---' rEve reii"ltJrütiffffif$i?|fj ,
evss rvéraurE¡lt¿lclon üeva Un háIitO
La ttascendencia práctica del distingo radica
en que, siendo ambos tipos de
resoluciones, Ias
cance general, las:"gf:^":?.ias v t.;il?;';üiils, actos adminisrrativos de ar_ 3
primeras no óuentan .ór, ,r' rágimen .,)
recursivo, en tanto ras
;ii:"i::":'.3 ffiTe,"#"t:X"::i;;;"-i;;;;1.
at no preverse un régime" ;;;";;ff;H:1"','fr:::'fr1.'""J,,'lL:? en er primer caso,
""aranto, ;:."t",o"',ffff::,?
.-l
.¿)
Ia forma de impugnáción d. i;;.actos
19'549 de procédiñrientoi uJ-]ii",.rti"* á" ul..l.. general contámplado en ra rey v.l
lrilñ.t;. reglament"ri; rr59/22, noi- J
a
*ü rui"flH,T'?"%A?);';';!f"i:ít$T; ;;í";;'"io "'t'-bl""; ;ü; 35 der bJ;. \,
-& i) Resoluciones generales de la J
D
AFI\ DGI
$
El Dcto' 618/97 (de organ izacihnde la estructura de ra AFTp\
J
f -
des de -o-,r^ r^^ r^ ^--r-
!,
'.sr;;;ración r"ñ.
Dcto., tales facult?des rL
i) , i"terpretació" r"*lji,lXHTl fignHf3:tiil \^')
",.:¿, Xf;if;{:::;:"fff#f#secas
de su percepción, as{
como ta de tospasos a
creación' actuacióní tiil^ia"
,¡¿n!) de agentes de retención, percepciótt
e informa- v
7) libros, anotaciones y documentos que d.eberd.n v
llevar efectuar y consentar ios
responsabtes y terceros, a.rpá"iáiá'-á",¿r;"r*l"riá,á".rro^oorte
tadores, aáuanero, impor_
v d"áat iá*¡lío"¿."r, l¡riá"'ii,ñrmente
"xpo,to-dor"tg""d", ros prazos durante ros
",#i:'fr:,#:í,t: "l i""lla";';;;¿;'';;;*':;;ción y, en caso, tos respec_
iu v
198 \,
v{
'-
.-
Ft"
[] DERECHO TRIBT.ITARIO cA'P 4
t-, I
alcance general le haya dado aplicación mediante actos d¿finitivos y contra tales actos se
hubieren agotado sin éxito las instancias administrativas,,. C
C
- En consecuencia, los extremos formales para la impugnación por la vla del re-
clamo impropio previsto en el arr. 24 dera léy de procédilientos admini.t áii"""
Á
consisten en los siguientes: X
\,
a) Que la resolución general, por su alcance general, conculque o pueda con- O
culcar en manera concreta, cierta ó inminente t""" a".".É""
buyente. ".rujÉii"""'aa ""rt.i- -v
b) Para- la.impugnación no es necesario que er contribuyente haya recibido 3
un acto particularizado en su contra para cuestionar la normá. " 1
:/ , PI"yi",
.buyente-de a la impugnación se interpone en sede judicial-, el contri-
-que ante la autoridad
haber interpuesto el reclamo qué lo dicto y el mismo y;
debe haber sido resuelto en forma adversa o se hubieie ;;fiñ;á;'"úii;;;i;
administrativo en los términos del art. l0 de la ley 19.549. C
1
. d). El reclamo impropio no exige Ia interpo;ición de un recurso administra-
tivo, sino. un simple reclamo; p-or tanto, basta l'a mera presentación ante la autori- :\,
dad administrativa que dictó el acto (la AFIp)
,
reclamo interpuesto previamente én sede administrativa
,la ^:l ,.Pl debe expresar
totalidad del agravio que se genera al contribuyente por parte de la resoiución J
que_ se impugna, con el propósit-o de que la Adáinistracidn repare
equivocación, permitirle a la AFIp tam6ién controlar los actos d! sus "r,
rái J
".,r.rrt y
que conozc¿t los agravios co¡cretos del contribuyente impugnante.
inferiores -\
\r
fl ..En-cuanto al plazo deinterposición del iecramo impropio, no existe plazo J
para ello. La interposición del reclámos ante la AFIP, debiáoáqle,r" i.Jt ¿"
un .rec.urso, .no se. aplican al caso en análisis los términos procésales; por
"" ello el
contribuyente- puede interponer el reclamo previo en cual{uier ilñ;t" :
;-á";
se.configuren la conculcación de manera con'creta, cierta o i-nminente los derechos
J
sub.jetivos del contribuvente v
B),. ,Interpuesto gl ieclamo, la AFIp no tiene un plazo especfñco para resolver
el, pecliclo; por tanto,
J
el contribuyente tendrá expediio el reclamo eniede judicial
cuando la respuesta de la AFrp sea adversa o, no contesta, .""ng,ri" :
lencio administrativo contemplado en el arr. tb "ide l. t.v rs.iág.""EfJl¿-j"."t^ "i"i- v
norrna, en relación al plazo de lo_s trámites, contemplá el plazo de diez df;¡;
espera para requeriri por parte del administrado ---contribuyente en este casG_, J
y,.luego.de treinta días de interpuesto sin respuesta, se puede
!t nrgr.tto despacho
cons¡derar conhgurado el silencio de la Administración y queda aif expeditala vía
:
para la acción judicial. a
y'll
. .Finalmente, para impugnar -el acto administrativo de alcance general en
sede judicial, el art.25, inc. áe l? ley 19.549 expresa que el plazo." j" ttorr..tt.
dlas, contados- a partir de _b),
la notificación de la d"tr"g.ó.i. áel reclamo. por su
parte, y para el caso de configurarse el silencio, el añ,.2o de la citada normativa
dispone que la demanda pgdrl iniciarse en cuarquier momento, sin perjuicio de lo
que con'esponda en materia de prescripción.
V
.- ['
\- [)
.- l.)
DERECHO TRIBUTARIO cA"P. 4
.. ['
men conveniente o lo soliciten los contribuyentes, importad.ores, exportadores, aeentes d¿
..'. [) retención, agentes d.e percepción y demds responsables, entidades'g¡eÁiate, y Sualquie,
., l''
olra o-rganización que represente un interés colectit¡o, siempre cie et irininciamien_
to a-d.ictarse ofrezca ínterés
-general. El
pedido de tot pronun"aÁuitá io--iÁpe"d"ra
..0 cualquier decisión que los demás
particulares.
funciónarios dE ta h"t;; d"-"¿;;t;;*en casos
.- l,
-Ias
^FIp
interpretaciones del a.dminis-trador federal se publicarán en el Boletln oficial y
tendrán el cardcter dc norrras generales obkgatorias si,'al expirar el
iUla"Tl ¿t naU-
les desdz Ia fecha de su pubricación, no fuelan apernd.as anie er uÉciv\fpái
de las personas o entidades mencionadas en er'pdnafo o"t"i"ili-"luí-"oíl' rcraran
"
lio4ri"ro
dicho cará.cter desde el día siguiente a aquer en qúe se pubrique lo oii"lil¿ir"""^"a¡n*
ción de dicho Ministeio.
En estos casos, deberá. ororgarse uista prev¡a ar ad.ministrador fed.eral para que se
expida sobre las objeciones opuestas a la inierpretación.
- ,-
I'as interpretaciones fnnes podrd.n ser,rectfficadas por la autoidnd. que las dictó o el
MEoYSe con sujeción-a Io dispuesto en er pdnafo precedente, pero to, ,i.t¡friái¡on", no
..' ll serd.n dc aplicación a hechos o situacionei cumptidas con anteioridad. oi'*áÁ"n o
que tales rectificacíones entren en vigor,. "n
arf Las resóluciones interpretativas cuentan con un procedimiento especial de
-F
..,f
impugnación en sede administrativa, que se tramita ante el MEoysR áebiendo
apelarse dentro de los l5 dfas de su pu6licación en er Boletln oficial. si'el pro'.lun-
ciamiento del Ministerio citado implica el incumplimiento de intereses léeftimos
t- L, de_los contribuyentes, dicho acto ad:ninistrativo podrá ser objeto de ü i--p.rg.r"-
.-) ción prevista en el art. 24, inc. a) , de la ley 19549.
.,., L) - _Si la re qluciél
j¡tepletatifa, e> istiendo la facultad, no se l4_apela dentro del
plazo que ella prevé, podrá ser impuS.,ada arrtt con posterioridaA-J¡f;i;;á;;
el corrtribuyente pr,¡eda acreditar qué su perjuicio sé configura co" p-"ri".i".ia.a u
que la misma quedó firme.
.- [) Las no-rmas generales interpretativas que no fueren apeladas tempestivamen-
te goza', de la pres'nción de legitimidad y son obligatorias. Sin emtargo la ley
,a-, D nacional de procedimientos administradvós ofrece una solución pur. i-p,rg-
-,0 nación del_plazo d,e apelación preüsto en la propia .to.-ri-. En",iefectb, él
-fuera de la ley 19.549 ofrece el recurso de[ reélamo impropio contra tal
afi- 24,.in9..a),
,,. D
acto administrativo de alcance general. Ello se funda en que la bN , toao
t,l', contribuyente a acceder y peticionar a las autoridades. "r..""
*,. D La cSJN sentenció que una norma interpretativa no podfa crear vlnculos tribu-
tarios. Interpretó que una. resolución de la DGI (que esta6lecfa con carácter
a,, L'
que los exhibidores de pelfculas cinematográficas estaban equiparados a los;gentes leneral
de retención y, por tanto, debían percibir un impuesto sobÉ lás entradas de cine e
ingresarlo al Fisco) no podfa erigir en responsable a un sujeto. un exhibidor no retuvo
r- i' el.gravamen, por lo que er Fisco le aplicó una sanción. ü cs¡¡t interpretó que er ex-
r- l' tubidor cinernatográfico no resurta, conforme a la ley (se trataba de un Dcto. rey¡, un
agente de retención, toda vez que la norma no aclaá si se trata d" rr, .orr1.ibrry"rrt"
... ll por-deuda propia aunque faculrads pam trasladar el gravamen ¿ áaqi.""i" ¿. l,
trada, o si éste es el responsable directo y er einpresafto lo r" á."á. .i""u. ""-
.- ['
única fuente normativa que permite equiparar ilos exhibidorés "r fo..o" ái.¡á. áeá"t"."r_ulu
.- l' constituye la resolución [*.] de la DGI. si 6ien el apelante no cuestion" qu" tuii.rt".p..-
tación seda en principio legftima a los fines impósitivos, las consecuencias adouieren
.- It
otra gravedad cuando ella da origen u ..spon.ábiridades penales ¡...1 t, t"y-"o-p""a"
.- f' ser sgplida por el Poder Ejecutivo por más elevados o convenientes que hayan sido los
móviles desde que nin$in habitante esrá obligado a hacer lo q"" t;l"v
.- t' puede ser penado sin lev anterior ar hecho. Toáa nuestra organización "porrtic;
;á"au
"á reposa "i
en la ley. Los derechos y obligaciones de los habitantes, alf .o-" tu, p..,á"
arb á" c,ratqrrier
clase que sean, sólo existen én virtud de sanciones t"gisluti"a" y -fÉ"-á* e¡"."tir"
-, ¡, ""
..D 201
....,D
CAP.4 ALEJANDRO C. ATTAMIRANO
Y
Y
puede crearlas ni el Poder-J'ldicial aplicarlas si falta la ley que las establezca> (..Manuel Y
Oliver,, CSJN del 15.10.ó9, Faltos, i7 5:89). Y
En igual sentido la csJN dijo que Ia potestad acordada a la DGI d.e dictar resoru-
ciones con carácter obligatorio no slgrrificá que el Poder Judiciál a"
Y
"".urá "t¡ji""l"-
nes para adoptar un criteúo distinto en el súpuesto de que Ia interp."t".io"
r" ip".t" Y
491 texro lesal ("cine Roiha sRL", csJN dei r0.3.19sr; Faaos, 3í3slo).-i"-¡¡i" l"
cNAcAF irlterpretó que ras resoluciones generales interpretativas ¿i"t"á* pái.i o.-
ganismo Fiscal son vincula¡rtes y generan derechos subjetivos,
;;á;;;á; lr; ;i"-""
fx
ser rectificadas por la propia oGI ó por el órgano de suierintin'dencia sin eieciÁ re-
troactivos. No obsta a ro expuesto er hecho áe que los crite;"" i"t".p;L;;;¡-;."" Y
formalizados mediante reglamentos, circulares o'instrucciones g..,e*ü. ((Autolatina 4
Argentina, S. A.), CNACAF, Sala V del 20.10.95). v
5.2,4. Reglamentos de necesidad y urgencia V
I
\t
I
El estado de necesidad y de urgencia der pals ha motivado que el pEN ejerza
con rapid^ez yalcances inusuales el gobierno ie ra Nación- Bir" i" :
' con justiñcación en tales razónes éxcepcionales, -"ii""dJqrr",
iEñ A.i"-."gtáL".rto, a" :
"t
necesidad y urgencia que versen sobre ias más variadas cuestionei de ta Admi-
nistración del Estado. Ello no obstante, tales,reglament"" áá-.r"""riaá¿ y .rrg"r_ Y
cia no pueden versar sobre cuesriones penales-como a;;;;;;;;;arias, aun Y
cuando las circunstancias excepcionalei pareciera que pod^rran iustiácarlo. Esta
prohibición está contenida en ia propia iN, co"forme I;;;;;¿'Jf;.'!e,
inc. s¡.
Y
Ello e.s,lógico por los valores involúcrados en cuestiones penales y tributarias Y
que ni la urgencia_puede desnaturarizar el camino ."p"úi.á"á-á. lá áirri"io.,
-. .poderes, d"
reser¡¿ándose siempre,esas áreas.a la pote"táJa"ri-á""r"g llatirro,=sin Y
reservas. Y
La GSJN, en el fano
"perarta, Luis Arcenio y otro c/Estado Naciona. (Ministerio
Y
de Economía-BCRA s/amparo, , del 27.t2.9O, CSfn (f.a//os, ji¡,ill¡1, *"tenció que Y
<resulta innecesari.o que el congreso de la Nación ratifique;*p;.;;;,;xtendiendo
la subsistencia de lbs Dctos, de iecesidad y urgencia hasia tatri" el cár,-ftro
modifique Y
ra mareria tratad¿, refiriénfos¡ a di.chá pü.. ;bj;ió ó"It]ii'r's0*iq""
_sge
la conversión compu.lsiva de depósitos banürios a";trturás prblico"
"i di.pú"o Y
motivada por una,real necesidád y urgencia, habida cuenL á; q;"-üário'"
.","-o"-
zones con)runturales de los últimos días del mes de diciembre áe l-SgS loi
p;;;p.cfficas ra_ Y
f,: : '- ' hubieran t¡ansFormado sus tenencias en moneda .rrc¡otr"Lá d-ivi.^., g.";;"a":p"rj"i-
ahorristas Y
cios irreparables a la economía naciorral). En dicho p...ed.rte pe-"ii" ult" t¡uu""l Y
otorgó carta de ciudadanía a los Dctos. de necesidad- y del pe¡,I,
legitimando este comportamiento para el futuro. Básicimeñte ".g.".ir.Áá.ádos
sostuvo que el Congreso Y
de la Nación no adopta decisiones distirrt."
-ui.riu á; ;ál;;;';;;ica
poco objetó la conducta del Poder Ejecutivo_y"nademas
ni tam- Y
existio g,o-^ve .ies-já'soci.l, pao
lo cual debió necesariamente adoptar medidfu que no admitía'n aitacioi, aparecienao Y
éste como el camino más- directo para ello. Pero se encargó de veda¡
esta doctrina a la Y
materia tributaria ypenal, como ahora lo recepta la CN. Cónforme se há-bla establec¡do
en la causa "porcelli, Luis s{Banco de la Nación Argentina,, Y
<¿er io.¿¡q ésJN, Fallos,
312:555) la ratificación expresa por el Poder Legisiátivo .".tstiiuve ul requ¡sito
inex-
;.. ::T!l_"
p"ru la validez de log Dcios. con sustanc]a l.girluti"u, ...t";;;á;-,;;-;;;i; Y
doctrina como por la jurisprudencia de nuestros tribúnales,. -r
El mismo tribunal, en la causa uNobleza piccardo SArc y F c/DGI (Estado Na-
cional) s/repetición>, csJN del 17.3.98, Farlos, 32r:27o, ."io.ró ia inürpretacion Y
jurisprudencial en el sentido de que la plena e inexorable vigencia
".
titucional de_ regaiidad en materia triburaria no admite q"; h ;;".ee;Ja
Je la eL.rtiu .orr"- Y
justifique
la invasión, de potestades tributarias, señalando ql'r. Cá.t.-." i"'p.o.rrrr"iuao Y
por la invalidez constitucional de reglamentos fisáes""rtu que p..t."ai"-ri"aecuar las
obligaciones de los contribuventes al fenómeno inflac¡ona¡á, ;pr"táil;; de la base Y
Y
202 Y
Y
Y
F)
Fr
DERECHO TRIBUIARIO CAP.4
lr
I
F 203
F
c.AP.4 ALEJANDRO C. AUTAMIRANO
ésta en los términos señalados, pueda ser concebido como un instrum ento eficaz para \r
sortear los óbices constitucionales de otra norma el Dcto. 560/89- intrÍnse-
camente itrtta. Merecen figuroso Íechazo, pues, las -{omo
argumentaciones sustentadas en \r
la conexión entre dos ordenamientos como los examinlados, por las que se pretende \r.
a-s_ignar efectos convalidantes --<on carácter retroactivo- a lá ratificaciOn dó uno de
ellos por el posterior y se arriba a la absurda conclusión de que i"t"tra"á"se el uno \.t
con el otro, la constitucionalidad de ambos textos queda rddgde;á;:E-" efecto, si
el Congreso Nacional pgdrfl disponer hacia el pasado sobre ésta maieria , aceptaíla \,
1o
postura del Fisco implica desvirtuar-y tornar inoierante
-.¿i""t",r"áái$osicion a. v.
igual naturaleza infraconstitucional, Ía conclusiori alcanzada en el considerándo 12, en
torno a la invalidez del Dcto. citado, establecida por esta Corte en su rol de custodio e \1.
intérprete último de la Ley Fundamen tar (Failos, ís4o,33:162;3ro:r77 r, entre muchos \¿
otros)" (cfr. considerando l4).
\ú
\ú,
"" l,].o!'.ffi:?,3'"ff"',ffit"s',"*:'f'-"?:"ti:'J:",:*#:j:ii"[T:'¿'"tHJaT -\
, ") Su contenido
electorales
no puede versar sobre cuestionei ttiU,.ttáriát tti pl""les, ni
ni del régimen de partidos políticos.
\J/
v'
fl Deben ser refrendadoi por el ¡éfe ae Gobierno.
\*
El art. 100 de la CN, sobre las funcion-es_del jefe de Gobierno, establece: jefe
.)
"...At
de Gabinete de Mini_s.tros,-con-responsabittdad. poüttca-inte el C";gru; d"-ü N*iór, Vr
corresponde: inc- 13) Refrendar óonjuntamenú con los dzmás u\n*iros iás Dctos. dc
b
v,
necesidad-y urgencia y.los Dctos. que promulgan parcialmente tqis. so^"iiia personal-
tnente y dentro d.e los diez dlas de iu sánciónástoi Dctos. o de la comi.sión
\á
b ic ameral p erfturne n t e r, - "on"ih"roción v¡
v;
-
v,
La costumbre no es fuente del Derecho tributario. Sí puede serlo, en cier- \r-
tas condiciones, del Derecho privado es asf conteirplado pot
-además
C^C-, pero aun cuapdo éste es de aplicación "Lpópio
supletoria al Deiecho iriU,rtr¡o, su
\r,
eficacia como fuente no se puede eitrapolat si; más, al Derecho tributario. Éilo \-
en razÓrt de la singular eficacia de la ley como fuente ii-itt.t ¿et perecho tributa-
ri-o- que tiene, además, el poder de refráctar cualquier alternativa
de configur". i" \,
obliga-ción tributaria por una vía que no fuere hlxistencia de una ley v
formal y material. La costumbre respalda comportamientos en un "n"r"ttti¿o
q,.r., á.
tanto repetirse, son considerados comportamientos ""ritido \+
-como cuasi-obligatorió. Éil,o
no obstante, no es fuente formal de Derecho tributario.
I/na pr{gtica- constante y perrnanente de un determinado comportamiento o
conducta del suieto pasivo o de la Administración tributaria podrf. originar o
contribuir al desletuáo de una determinada norma jurídica, es deci¡, ser el origen \r'J
3
\#
c.AP.4 ALEJANDRO C. ALTAMTRANO rúl
\érj
El sistema jurídico americano pone el peso específico en el Derecho judicial (iudi-
cial mad¿ t*) y del- caso concreto'(case ktü. Esi;; *.á"t"ri"}"*, ."ñ¡a RoonfcuBz V)
PaNracua, han llevado a considerar que, en cúarrto al método
Derecho anglosajón se asemeja al Dérecho romano mucho
t;i -;á; J;-";;;";ó;;i r<)
qre los ordenamienios
jurldicos qrre derivan más directamente de él en cuanto al-á" conienido. En el Derecho
ü
continental europeo es el legislador el promotor del Derecho, en el Derecho a"gtos"jott ü
lo es la magistratura.En el primero,IJdeterminación del Derecho se hace desóndián
do del jurldico al caso particular. En el segundo se asciende del caso \rJ\
cular al-principio
principio jurídico. En el Derecho continentaise construye en base a la ley ñ;-
y at \ú]
espfritu de ésta..En el Derecho anglosajón se construye sobre la base de la vida j"Éói.á \
y la naturaleza del caso. En la reglá del preced ente (síare decisis) el juez é"iá vi
ligado a ese precedente y está más trabado gge el de la adminístráción ""gl"rujJ"
continántal de ü
justicia en virtud de que rige para los tribunáles superiores el principio que autoriza a
rgmper con el precedente,-cuando se considera irnprescindibie. t-a ieglá del stare de- ü
cls¿s no vincula de suyo ai Tribunal Suprerno ni a los tribunales superióres de Estados
Unidos de Norteamérica, pero observándo la labor del juez del sistema continental, rJ
éste es mucho nqfs-lilre en la aplicación de la ley, lo cuá implica un movimiento del \d]
Derecho más ágil de lo que se supone. El juez alglosajón crienta con la regla que lo
autotiza a romper con el precedente cuandb lo consideie imprescindible. Eijuei vi
tinental, en cambio, cuenta con el maigen de interpretación más o menos ariplio ""i- que
le deje el texto legal (J. M" Roonfcunz PlNrecve, Hiitoria del pensamuiiá-l"rt¿i"o, ili, ü
siglos xIXy Jot, universidad complutense, 8" ed., Madrid, lgg7,
ii. siii szql. \#\
Es Horues quign resume con enorrne elocuencia su concepción del Derecho en la yr)
célebre frase "La. vida det Derecho no ha s-ida_lógica sino expeiencin,. Expresa que las
sentencias,- que perrnanentemente se multifficán por centenas, (se congregan É di;_ \¿\
persas profecías del pasado sobre los casos-del poiwenir. Con acierto i* [a uamado
oráculos del Derecho [...] lo que llamamos obli[ación o deber ". ttá sino una
.j
¡urrdlco
- - '-predicción de'que si unapersona'reaIíza,-o.deja-dé realizar ciertos actos-deberá "r sufrrir-de-, -- ü
esta o-aquella manera la sanción de un tribunal de justicia, y otro tanto puede decirse
de la facJt"a¡.ttrai.a o derecho r.rb¡.tirro. Esto es elencial para analiz"r"iñH;;i]: \ri
t9 Que planteo"._Fnseña Hornes que- el objeto de estudio dél oerecho es la prediccfón,
*<j
el acierto de cuáles van a ser en óada cas-o concreto las sentencias de los jueces, aun
cuando P{a ellq haya que servirse de documentos del pasado, aludiendó a las sen- \É.,
tencias judiciales, tratados y leyes de Estados Unidos v de fnglaterra, gue abarcan un .1
v t-) a los juristas una información perrnanente tanto en torno a las sentencias y opiniones
t- ) de otros tribunales como de organismos internacionales (R. L. Vrco, De la ley aI Dere-
cho,Porrlta, DF, México, 2OO3, p.2O).
Ir
La función orientadora de la jurisprudencia de la CSJN no siempre es seguida
['r de manera uniforme por la Administración.
t.r En materia tributaria un elocuente ejemplo radica en las consecuencias del fallo
t,) dictado por el Máximo Tribunal en la causa "Rectificaciones Rivadavia, S. A.r, del
12.7.11. En esteprecedente la CSJN, siguiendo el criterio del procurado¡, interpretó
¡\ que (resulta inoficiosa la distinción que plantea el Fisco Nacional entre "responsable
sustituto" y "responsable por deuda ajena", a la luz de lo dispuesto por lal resolu-
Ir ciones generales (DGI) 2542 y (AFIP) 1ó58", concluyendo en que <(se desprende, sin
t,r hesitación, que los citados reglamentos permiten solicitar la compensación a todos los
responsables,, sin distinguir --€omo pretende la recurrente- entre "sustituto" y "por
D deuda ajeÍra", razón por la cual no corresponde al intérprete efectuar diferenciá algu-
D narr. En consecuencia, la doctrina de la CSJN autotÍlza a compensar deudas tributarias
por parte del sustituto. Sin embargo, de forma inmediata, la AFIP DGI dictó la RG 3175
L) (modificatoria de la RG 1ó5S) cuyo art. I inhibe esta compensación en los siguientes
términos: .,...Los responsables por el cumplimiento de deuda ajena y los responsables
v t) sustitutos a que se refiere el art. ó de la ley I 1ó83, texto ordenado en 1998 y sus modifi-
r-\
v t) caciones, no podrán solicitar la compensación a que alude la presente...'r.
l\
Lr
l"'r 8. LOS PRINCIPIOS GENERALES DE,L DERECIIO
F 8.1. Concepto
L----- -- L-oq pfr_Aplpiog g.qq9fd-e_s__de! P_e_reqho- lonlu-eo_te_se_ql¡n_dar-ra_o-indirecta,y--se
flL/ trata de consideraciones o formulaciones jurídicas pacíficamente acep¡¿d¿5:por
los miembros de la comunidad, quienes estiman conveniente su aceptación, pues
D facilitan la aplicación del Derechb positivo resolviendo situaciones donde la nor-
ma no llega con la claridad necesaria, por ello gozarr, de estabilidad en su vigencia.
[) Los principios gerrerales no aceptan fórmulas definitorias o numeración taxativa
t)
LJ y tienen un contenido intrínsecamente moral. Se trata, en suma, de presupuestos
r.
;l lógicos-no escritos pero que se ordenan en línea con la norrna positivL a la que no
ú
contradicen. Desde una perspectiva garantista, los principios generales prótegen
ü al ciudadano de las arbitrariedades del poder.
F La preeminencia absoluta de la ley como fuente esencial del Derecho tributa-
g) rio no ha inhibido la elaboración de un conjunto de principios, más o menos orgá-
nico, que favorece la solución de situaciones en nuestra disciplina. Muchas veóes
E) la rigurosidad de la ley es suavizada con los criterios de justiCia que conllevan los
[-,
v) principios generales.
E,
El auge de los principios generales en el Derecho prlblico se vincula con la ate-
r\ nua.ción_de los presupuestos ideológicos de la Revolución Francesa, seguidos por
V el Derecho europeo decimonónico que, en una apretada síntesis, se pueáe afirmr.
p que impulsaba la absoluta primacía de la ley escrita fundada en la voluntad de la
p Nación formulada por los representantes elegidos por el pueblo. En consecuencia,
e-l
_moqopolio en la creación de las reglas de Derecho erá total. Así el rol del juez
D debía limitarse a la aplicación e interpretación de las normas, sin intervenir én el
p proceso de creación del Derecho por vía jurisprudencial. Esto hace que la Admi-
nistración priblica se reducía ----€n esa concepción- a ser el simple ejecutor de la
p voluntad del legislador, La equivocada identificación entre ta ley positiva y el De-
F recho no admitla otro origen de las reglas de Derecho en la actiüdád del legislador
positivo, pero esta postura paulatinamente se fue quebrando con motivo de las
p
construcciones provenientes de.diversas fuentes formales, por la propia realidad
p
B 209
B
\d)
C/[}.4 AII.IANDRO C. AIIAMIRANO \4)
\r)
(sin ninguna escuela ñlosófica que-lo impuls ara) y por el retorno a la esencia del \r)
Derecho, esto es, el Derecho es el objeto de la iusticia.
v)
_ Expresa R*p*o o".,.:t-1",:i:tema c9r,nq el qüe. triunfa en Francia luego de 1789,
la concepción polftica que funda ra auroridad deia ley emana¿" J"-1" V)
1".
representantes eJegi-dgs por el pueblo confiere a los nii.mu.os-áel p"¿.il"g"üt"" ""1"""La*a'" .l \r)
monopolio para la elaboración d-e la regla de Dere"ho e"t
enrre tas nociones de regla d:
?g*".t " v l"v "....*i.te confusión completa
;tb";;ü;;irJil;;"d;á.r . I
las que la constitución ha referido_ el .¡"r.iói"""".¡i.,
a.i pád.;l;;t"l"ti;; i;;;;;;; ." \,)
puede.n aspirar más que a una fuicion ,ie
i.rt"rpilt.áo4 .Á."a" á"1 .l
Derecho, (J. RrvERo, ulos principios g""";lo
contemporáneo
"fii"a"ioíJ
á;l-b;recho en el Derecho "" adminisrra- I
", niv¡stldc urnl"litr""¡a" públ¡c;,
",i-. i,
lY9-ft""9-é:
1951, publicada por el rnsriruro a" v)
de Estudios Fáiiii"á., ura.id, E;p;;;; ".pt._¿..
;'.r{ri."'-.
En opinión de cessec¡e-ros presupuestos ideorógicos
decimonónicos comenzaron v)
a cambiar en los propios Códig"i q"", ;ü;;il", ....asignaron a los principios
generales det Derecho o nri¡sipiosheÍ nerecho ""-".t a *"g" í" r""iiü.á"ib'áiirr".
v-)
No puede
iqlo-rs..
miento jurfdico
l,
v del deber "p'ti.*i¿;
-o,¡e_
""i"rJ
.;"1;;;:.i'fts,"" de ta plenirud del ordena_
di fallar impuÉsio á ü. ¡.".. implicó una revarorización
I
del papel de éstos en la formación dei taÁ;;; ü:-"upuestos de carencia de norma v)
escrita que resolviera la cuestión, dando pie ,l ,.g;.""
cual, por esa puerta, pasó a-convefirse, át- á-"f D..""h" :"r"iiil;;; , I
lado, la primacfa de ra rev rormut Ááte.iJ ""r,""a, .nte del Derecho. [...]
n por otro
v
mien.o al poder Ejecurivó.a. ru p"íe"trd á. á¡lL. también debido a.l reconoci_ 9
"láJürii,o
..*L-enros
v de necesidad v urgencia, ro cu^i, ¡""t" . r"
autónomos, deresados
..-iio"'ii".q"ia"J r,rt"áiiri."FJgr. U
ta injusticia o desactualizacion dJla
"";"-;;tt";lL;;;;;;;;;íiáiii",*"¿"_
ción más acriva de los jueces en p-"";á";;;;:;¿;'¿.1
ió"LJ_ plrilia;;tr:1".
v
principios generales pasaron a constituir "l
;;;;;;;"
er fundam..rL a. u" ¿".i.i""-";
_ r operar como lfmites del_poderreglamentario. en.toáL a"," p.o""uo_gran parte_de,los
rrincipios generales der fierecho ñrt"*i-."'ii.l.po?ro'
¿ Derecho positivo de ras
9
)onstituciones modernas. Es lo que ha ocurrido cá-n
iJs principios que recoge nuestra \r)
Jonstitución, que son fuente primaria a.l n"o"¡á
vas instituciones encuentran su directo tundamenio;;i;; "Jministrativo, qiii,
ü;;;;;:
la mayorla de cu-
iiiifuIi i"l
9
preámbulo v del articulado de la carta rvrae;
dzl Derecho en etDerecho admin¡strati"á-,ibáei; ii.-ó. ói*oo"r, rns pritrcipios gerlerares
p;;,, Buenos Aires, 1988, p. l9).
I
Los- pri-ncipios generales del Derecho son \r)
.. esencialmente un instrum""ro
rativo. A diferencia de los apotegm,s, que son .rg.lrn"rrto, "i"_ ¿
estructura en el silogisrao, los principiós g"rr"á-.. -ü"f p"*"iá-""'""ri;;"il; lOgi.o, q,r; .rr.-,r;it;r"
permanentes, por el contrario son cambian-tes y ;
están üncuraa". . r" iá""r"*i" áá u
sociedad v a los valores predominanres tr ."'.i"árá. sári.lp"". L'i.yáitáil! .,
consenso social, los valores predominantes "" y_ras aspiÁciones de una sociedad con el
sistema de Derecho' Entre re! garacterlsticas"de lor
a'l los principios árr.r"ip¡o. generares se encuentran:
-generares det oerecho no."-J .ríai]""., sino que se encuentran eri
movimiento; áJ el_principig qeneral se.o"ciu. á axioma o deducción o
como una generalización de hechos experimental..... "e..s-.o-o,r.,
á..ia 1.. d;;i"i;;;r;;l;;;;"
las sentencias o preceptos disp..sor.pá. á.á""ári,i"ri" ¡urídico; c) el operador iurf_
dico debe, necesariamenre, conocer lá ...Áig;.ü "i
prender la construcción de un sisrema juria¡co; d/_ü ñ'p¡"".ip¡o. !"."J!;;; J;_
ei ct'nj""tá á" i¡""ipi*;;.ñ;.
de,un sístema.en sus múlüples .o-U¡"á.ió"""-;;¿;;"""_.
principios generales so" irrfér-.áJ..s, de hecho no de prioridad
aplicativa, y e/ conflicros
,los
pero asumen el rol de simple direcriva informadoia ordenan nada
no es una norma, ni es eq riparable a ella (J. L. Vrrun peuit,
á"r ó.a."I-r"";; ile;;;"
apotegmas juddico-Iógicos, Técnos, Madrid,'f SZS, p.
üliiririrTr¿i" íL,
ijOl.
En resumen, como señala NouTry oe Cese¡ov¡, oa los principios
atribuyen ciertas funciones. Hay relativo c""."n*'á"i¡"ario generales se les
tre ellas, la de ser fundamenro áet en señalar que son en-
orientador de las normas v se¡ fuente ".a""u-i""-tá ¡iá].o, ."r..¡t"rio interpretativo u
supretoria á"i" iu'¡n.'n.r"".ü á""iái"".'¿lr.
costumbre, (G. J' Nevern¡bE cASANovA, Él p¿".1p¡á' i"'i"
Argentina, McGraw Hill, Mad¡id, lgg7, p- confircotoriediÁ;;-"8;;ñ"''y
6.
210
vÜ
\-/ D
DERECHO TRIBUTARIO
.., [)
\in Podemos agruparlos en dos grandes sectores. Los principios generales de ins-
., [) piración iusnaturalista y los principios generales institucionales.
v r') Los principios generales de inspiración iusnaturalista observan un común de-
.- [-)
nominador en el Derecho (una vez más observamos el carácter acumulativo del
Derecho tributario que pennite nutrirse del avance que todas las disciplinas han
\., D hecho a lo largo del tiempo) formado por un conjunto de principios generales del
.-n ordenamiento jurídico que, al basarse en el respeto a la persona y contemplando
la solución propia de la naturaleza de las cosas, conllevan lnsita en ellos la concep-
vD ción del Derecho natural.
\, [-) la faz tributaria existe un legítimo
E,n necesario- anhelo de certeza y,
-y
aunque los principios no reniegan de la seguridad jurídica, su fidelidad tanto a
-[) reconocer en los principios del Derecho el núcleo radical e intrlnsecamente válido
\- ll) jurídicamente como su preocupación por los problernas, lo lleva a privilegiar las
\-, [, exigencias de la Justicia concreta. No se trata de renunciar a la seguridad jurfdica,
4., D pero tampoco de creer que la mera seguridad y la más grave injusticia nos conser-
va en el Derecho.
.., [)
Con la frnalización de la II Guerra Mundial se planteó la necesidad de indiüdua-
- [,)
lizar el estatuto legal para el juzgamiento de los crímenes de guerra. En esa ocasión,
[,) tampoco existfan norrnas supranacionales. La filosofta del Derecho se enfrentó a la
- necesidad de encontrar un principio general del Derecho gue pudiera superar las limi-
rD taciones que ofrecfa el positivismo jurídico. Se ügorizarort, de esta manera, los princi-
4., F pios como instrumento hermenéutico de notable eficacia frente a los nuevos desafíos
a los que el Derecho debfa enfrentarse. Este efecto es cada vezmayoÍ en el Derecho en
.,D --,- general'Vrao señala que PnneLMANt-eR su In lógica Jurldicay la-Nueva Retórica (Qivttx,
.., [) Madrid, 1979>, comprobó que para fundamentar los juicios originados al finalizar la
Segunda Guerra Mundial era necesario recurrir a un principio general del Derecho,
.,, [.) reconocido por las naciones civilizadas y vinculados con el respeto de la dignidad de
las personas y de la üda humana, sin que por ello se alterare el principio nuüum crimen
.., [) sine lege (J. Delceoo Bennro y R. L.VIGo, Sobre los principios iurüicos, Abeledo Perrot,
Fr 1998, p.90).
v L/
Los principios son bienes autoeüdentes y, como claramente señala FINMS, los ..de-
., f, rechos humanoso son un modismo contemporáneo de "derechos naturales". El De-
4,, D recho natural está conformado por aquellos valores y principios que no necesitan ex-
presarse en la formulación normativa de las leyes diseñadas por el hombre, por lo que
., [) puede apelarse a ellos siempre, se encuentren o no expresados en términos de Derecho
.., [) positivo. "Los derechos humanos o naturales son los derechos morales fundamentales
y generales; se pueden üamar humanos o naturales los derechos morales particulares o
., [l concretos, pero es más corriente llamarlos derechos morales, derivados, por supuesto,
.-il de las formas generales de derechos morales, i-e. de los derechos humanos: la distin-
ción así trazada por el uso no es, sin embargo, muy firme o clara, [J. FrNurs, Ley natural
4,, D y derechos nnturales (traducción de Cristóbal Orrego Sánchez), Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 2000, p.2281.
., [,,
Zncneeersry señala que el Derecho actual está compuesto de reglas y principios,
.., El y las normas legislativas son prevalentemente reglas, en tanto que las norrnas cons-
titucionales sobre derechos y sobre la justicia son prevalentemente principios. Esto
.., E¡ significa distinguir la Constitución de la ley. Los principios desempeñan un papel pri-
.., [' mordialmente constitucional, es decil constitutivo del orden jurfdico. Las reglas, por
el contrario, se agotan en sl mismas. El profesor de la Universidad de Turfn enseña que
*, E) esos principios son autoevidentes por su significado lingüístico y no hay nada que deba
ser sacado alaluz razonando sobre las palabras, más que interpretación a través del
..,, E.l
lenguaje de los principios, éstos deben ser entendidos en su ethos. Las reglas se obede-
.,0 cen, por ello es importante precisar los preceptos que el legislador establece por medio
de las formulaciones que contienen reglas; por el contrario a los principios "se le pres-
*,F ta adhesión) y por ello "es importante comprender el mundo de valores, las grandes
=rF 2tt
ar, F
.rF
v
CAP. 4 ALEJANDRO C. ALTAMIRANO V
St
opciones de cultura jurldic¿. de ras que forman parte y aras que las parabras no hacen v
sino una simple alusióno (G. ZAGREBELSKv, op. óit., pp. IOS_1iO).
W
Los principios -generales institucionales se conectan con estándares que no rv
son nonnas, sino directrices políficas u otros tipos de pautas que permitei a los v
oqeradores jurldicos establecer de-rechos y obligaciones. v sen'ato que f;;o;; v
a la solución de cuestiones complejas, pües elÉ se evidencia con herramientas t-r
(principios) muy eficaces tales cómó la iepulsión a la conducta tec"l"itta"i. á"i \7
cont:ibuyente que no coopera con la Admiiistración tributr.i", It i"á..pt"üili¿"á v
jurfdica.del enriquecimiento sin causa, la protección de la buena r", t" i-párt""-
cia y valor de la conducta precedente propios-, la repursián ;;¿, '
v
.lgoi for-ai m;"ifi;.ü-iur consecuencias -aitos
del sometimiento voluntario"i . ;tl:: v
terminado régi.men jurídico, los efectos del informalismo y el silencio en materia v
de Derecho público, la Fresunción de legitimidad y la e¡eóuto.ieá"á ¿" rá, u"t""
administrativos, entre vanos. v
observa DwoRKrN qu-e el Derecho es cuestión de derechos y y Ia labor del y
jurista consiste en dilucidar e indicar ros derechos y deberes deiosdeberes
ciudad'aná;, ;;; v
cual se utilizan estándares que no funcionan como -normas
sino c"-o p.irr.ipiosl ai...-
trices polfticas u otros tipos de pautas. El profesor de oxford remÁá u i"'""íó¡"""r" v
de considerar al Derecho concentrado en lás nonnas, pues considera q".;;;p;;;; (v
a la. complejidad de nuestras propias prácücas. Evidenciando asr us i¡-iücióó" ¿.1
positiüsmo, distingrre entre normas y principios los que son comprensivos del c/
"o"¡""-
to de estándares (que en terrninologia dwori<iniana áude .i.rrá;;;;;";á;"1;;'q".
v
" DwoRKrN, ¿; a"iuio, .n
sin_ser normas sirven para dilucidar derechos y deberes) (R.
serio, Planeaa Agost. ni, España, I 993, pp. g0 y is.). $r
'La tensión que pu :da producirse.entre no''nas y principios generales (que \/
puede equiv_aler a una .ensión entre el varor seguridaá y a v'ior
¡u"sii.i"l
suelta porel juez, quie-r debe evaluar cómo se óompadJce u n¿.üááá-"11" "".¿ t"y
..-
y t"
v
justicia del caso. El Derecho tributario, po_r los valores en disputa y t" terr"io" q". \t
genera la relación Fisco-contribgyente, adhiere totalmente .""á"i" áág-ati."
con_fuerte dependencia a la tradición positiüsta; por ello t"""ip¡""ipiáüE rá..1."
v
del Derecho son una fuente secundaria-. pero esta Éerramiendl. prréá. .é",rit . a.
g
mucha utilidad al juez, quien no puede excusarse ---€n el orden'amieniál"Jai."
argentino, como también,lo es en la may-orfa- de cumplir con su misión de fallaa
v
pues expresamente estableca el art. l5 del cc que los jueces no pueden S/
juzgar bajo el pretexto de silencio, oscuridad d, É i"v".
o insuñciencia
--' de
"deiar
E
Asimismo, el art. 16 del cc autoriza a utilizar a los principios generales del g
Derecho como una de sus fuentes al establecer que en oaquello,
posible hallar la solución ni por las palabras ni por el .tpfrit' de "rroa
la ley, "a,
qrr. rro
ni ü áplica-", I
ción de los.principios de leyes análógas o, si lai dudas subsisten, a.Íás p.i"Érpi"" 6/
generales del Derecho". \'
_ En definitiv-a, ¿dónde radica la trascendencia de Ios principios generales del 6/
Derecho como fuente, arln secundaria, der Derecho prblió? si cot si?eia-os q,re
en el Derecho tributario un valor anhelable es el de la certeza t¡u"t"¡u, i.."g"- t,
ridad jurldica, ésta se logra con Ia continuidad del Derecho, ." ot.", téÁi"L"i.t q,
valor.de.la certez-a jurídica para los contribuyentes desaparece .*i"t" p"r-"-
nencia del Derecho. Esa continuidad muchas veces es nécesario"i "" fu... t"r
"rr.o.rt...ü
de la ley sujeta _a vaivenes, contradicciones, ambigüedaa"" y ráj""á".-L""1"..."
a través de sus sentencias van exhumando lós principios Éenerales-"serán
q
-que
Ios encargados de mantener esa anhelada seguridadipo. á"i;:ü ;;Abit¿áa ae Cr
los, principios generales del Derecho ofrece iós cooeótirros neiesarios para
neu- !f
tralizar los efectos de la inestabilidad de las leyes. Imagínese, por un initante, las q
212 q
q.
q
,.- r.-)
\-D DERECHO TRIBLTARIO CAP. 4
O
fr asimetrías, contradicciones, permanentes cambios en la legislación tributaria sin
[-r la brújula que significan los principios para pennanecer en el camino correcto,
C,
esto es, que el Derecho sirva para asignar a cada uno lo que le corresponde.
t-l Señala RrvERo la función creadora, en el Derecho prlblico, de la labor creadora
de los jueces orienta el camino de la estabilidad y permanencia del Derecho, es deci¡,
L) la seguridad jurldica: ul-as soluciones jurisprudenciales tienen por base, cuando fal-
tán los textos, principios tradicionales, escritos o no escritos, que son en cierto modo
L)
inherentes a nuestro Derecho público. Estas pocas llneas desapercibidas [...] dan la
D clave de toda la acción del juez. É,ste no puede sacar de sl mismo las reglas que debe
formular, considera que la ley escrita no contiene todo el Derecho y que hay a su lado, y
[) posiblemente por encima de ella, un cuerpo de principios inherentes a nuestro Derecho
O y cuyo respeto le corresponde asegurar por el mismo título que el respeto a la ley [...]
Tampoco se deriva está autoridad de la voluntad del juez, añrmándose éste siernpre
o como servidor de los principios, no como su autor; constata la existencia de éstos,
pero no pretende crearlos; ciertamente el carácter abstracto y general inherente a la
t) naturaleza de aquéllos, le confiere en su aplicación un amplio poder de interpretación,
fr pero no por ello se estima menos ligado por el solo hecho de su existencia,. Concluye
el eminente jurista y profesor de la Universidad de Poitiers que (el juez administrativo
[) francés, manteniendo por encima de las voluntades cambiantes de un legislador falible
ü la permanencia de los imperativos jurídicos que se derivan de la "eminente dignidad
de la persona humana", aporta su piedra a esta restauración de los valores jurfdicos
Cr fundamentales a la que la más alta autoridad espiritual del mundo no cesa de inütar
a los hombres de buena voluntad, (J. Rrwr.o,
[-r
op. cit., pp. 293 y
"Los principios generales del Derechoo,
296).
F
Finalmente, debido a que el Derecho está compuesto por normas y principios,
[] corresponde saber qué criterios de distinción perrnited coinpafar á ambós. Los
Ir usuales parámetros de distinción radican en diversos aspectos: a) por el origen,las
Ir norrnas provienen de un órgano legislativo, en tanto los principios se refieren a un
sentido de conveniencia u oportunid ad; b) por la forma de derogación,las normas
Ir pueden ser derogaCas o rechazadas, en tanto los principios permanecen mientras
[; se los siga estiman¿lo como convenientes o justos en la determinación de derechos
y deberes; c/ porla forma de identificación,las norrnas pueden ser englobadas en
D una enumeración o establecer una fórmula definitoria de ellas, por el contrario
D ello no es posible en relación con los principios, que no aceptan fórmulas definito-
rias o numeración de los mismos; d) por el contenido,Ias normas tienen conteni-
D dos diversos, los principios observan un contenido intrfnsecamente moral e) por
Ii la aplicación,las normas proceden en tanto concutran los extremos definidos por
[) ellas, los principios sólo enuncian una razón que discurre en una sola dirección,
pero no exigen una decisión particular; fl por las contradicciones que pudieren apa-
L) recer, las norrnas son autosuficientes para resolver la situación, es decil se aplica
Cl
una u otra, se excluyen, en tanto los principios cuentan con su propia dimensión
de peso o importancia, de manera que quien debe resolver el cónflicto tiene que
[, tener en cuenta ese peso relativo de cada uno, y g) finalmente, por las excepciones ,
L) así como las normas pueden contener excepciones a la regla, los principios no
pueden contener tales excepciones y finalmente, en función del destinatario, las
[; norrnas se ordenan a los ciudadanos y a los órganos de adjudicación dél Derecho
Ir y los principios se dirigen a los órganos de Ia ad¡udicacióndel Derecho.
Ir
Ir
4.2. Protección de la confianza legítirna
t) El principio de la protección de la confianza surge con el fin de proteger situa-
ciones en las que el ciudadano, aun cuando no puede alegar una norma jurídica,
l) por tanto debe construir dogmáticamente el Derecho subjetivo que pretende ale-
D
D 213
D
CAP- 4 ALE C. ALTAMIRANO \,"t)
'ANDRO
aparecer. o,
,t
L;
8.3. Protección de la buena fe d
El principio- de-buena fe se conecta con el de seguridad jurrdica, en razón de q
que consiste en la obligación recíproca que tienen la Ádminisiración C
irib,rá.i" y .l
214 .i
q
g
\-, [.)
\- f) DERECHO TRIBUTARIO CAP. 4
[]
t contribuyente, de forma de que impere en la relación jurldica tributaria la lealtad.
r Es una fuente de conocimiento.
[) Supera las
Derecho, más allá -caracterlsticas de un mero principio lógico propio de la ciencia del
[, <l¡ ello consiste en punto de arranque qu. óottitituye la base del or-
denamiento, con valor no sólo interpretativo o integrátivo-, sino de fuánte del Derecho
f, (J' GoNzALEz PÉtsz, El prittcipio general de la buena fe en eI Derecho a.dministrativo,
I Civitas, Madrid 1983, pp. 49-50). Expresa MoRDEGuA: (...1a buena fe apunta a preservar
una justicia empfica, de alll su conexión; pero de todos modos la diferencia sé halla en
r\ que la equidad opera a propósito de la norma jurldica que es aplicada e interpretada,
mientras que la buena fe está más bien referida al campo en que actúa la cónducta
[-r especffica del sujeto, o de ambos sujetos de la relación, (R. M. Mbn¡Ecr-l¡, (La reserva
[,r de ley y las autovinculaciones en materia fiscal>, en El procedimiento tributario, AAl'lV,
coord. Alejandro C. Altamirano, Ábaco, Buenos Aires, 2003).
n En la interpretación jurisprudencial se afirmó qlre no se puede mod.ificar un acto
[) resolutivo cuando la modificación no se basa en no existir oier distintos los hechos,
sino en una simple_ nuev-a interpretación. En el caso se trataba de modificar por un
tr acto posterior una liquidación presentada en el impuesto a las ganancias eventuales.
tt En efecto, la CSJN sentenció --como causa de la imposibilidad révocatoria- la buena
fe del contribuyente, la atribución a Ios funcionariós del erro¡ la inadmisibilidad de
c reabrir cuestiones concluidas, la estabilidad de los negocios y la seguridad jurfdica. En
consecuencia, la cuestión se vincula con la estabilidad que la propia lev lé da a actos
D de los particulares que fueron intervenidos por funcionarior -.on para
It darle el carácter de (no provisorios" o sea inmodificables (<Garat>, "o-iete.rcia,
CSJÑ del 28.4.71,
Fallos, 279..265). En el precedente, ccompañla Azttcarera l\rcumana, S. A. c/Nación
I A:'gent na,, señaló que n..,es preciso subrayar Ia importancia del principio cardinal
[-r de la t rena fe, q"e i¡¡ot'ttr. y fundamenta todo nuesiro ordenamieito jufodico, tanto
públic, ' como piitadó, ál énraizáalo éñ las má5 lólidás tradiciones éticai y sociales de
Ir nuestn cultura. Una de sus derivaciones es que puede formularse como el derecho de
todo ci rdadano a la veracidad ajena y al comportamiento leal y coherente de los otros,
[, sean éstos particul€.res o el propio Esta.do [...] De allí que el actuar contradictorio que
Ir trasunta deslealtad resulte descalificado por el Derecho, lo que ha plasmado en broia¡-
dos como que e\presa venire contra factum proprium non valet, que sintetizan aspectos
lr de densa dimensión ética del principio de buéna fe a que s" ui.tt" aludiendo [...] No
l) está de más reiterar que tales exigencias no sólo rigen el el ámbito de las relacionei ju-
rfdicas entre los sujetos, sino que también aun de modo más preponderante- son
Cr condiciones de validez del actuar estatal, pués-y cuanto más alta sea Iá función ejercida
por los poderes del Estado, tanto más les será requeribles que se adecuen a las-pautas
Ir fundamentales sin cuyo respeto la tarea del gobierno queda reducida a un puro ácto de
l) fuerza, carente de sentido y justificacióno ("Companla Azucarera Tucumana, S. A. c/
/¡ Nación Argentina,, CSJN del 21.9.89, Fallos, 312:1725). Finalmente, la jurisprudencia
¡. argentina ha dicho reiteradamente que (una de las derivaciones det principió cardinal
lt de la buena fe es la que puede formularse como el derecho de todo ciuáadano a la
veracidad ajena y al comportamiento leal y coherente de los otros, sean éstos los par-
Ir ticulares- o el propio Estado" ("V¡cente Robles SAMCICIF c/Ferrocarriles Argentinós,,
t CSJN d:l 3.3.92, Fallos, 315:2t4\.
[.r
f.l 8.4. Efectos jurídicos del principio de autovinculación
I - Se trata de un principio general del Derecho por medio del cual se pueden re-
t
f
solver diferencias que se plantean en la práctica jurídica. Se trata de la^relevancia
de los propios actos, conocida como doctrina de ios actos propios o <venire contra
!.
factum proprium non valeL non est> (también nNemo potest cánta factum venire>
fr o."adversus factum suum quis venire non potest>, etc.). Es doctrina jurispruden-
I cial que la doctrina de los actos propios c-onstituye una derivació.r .re.eü.iu d"l
principio general de la buena fe y, por tanto, integra como principio general una
E,
B 215
D
CAP.4 ALE"IANDRO C. ALTAMIRANO
-
El procedimiento tributario, al tramitarse inicialmente ante la Administración
prlblica, recurre al procedimiento administrativo en todo aquelio t";-;;;; ."-
cuentre previsto en la norma especffica, en nuestro caso la LplT.
. La aplicación supletoria. de la ley 19.549 está contenida en la propia Lp! en
todo aquello n-o preüsto en la ley esiecffica. También resulta a. ápiicá"io" s"pt"-
toria al procedimienro tributarió initaurado ante el TFN, ¿" r"" Ji"pÁi.iá""" a"l
Reglamento Procesal del Tribunal Fiscal, del CPCCN y, en su caso, del Cfpñ.
El art. I tó de la LHf dispone: *En todo lo no previsto en este Tllulo sera d.e aplica_
. . legislación que regula los procedimientos a¿ministrati""r". Á ."
art. -tlp?rgnl
"t7" 197 del mismo cuerpo norrna_rivo dicé: "'.r, "l
"Serd d¿ aplicación supletoria en [.: ;*;;' ;
preuistos en este T{tulo y en el Reglnmento procesal dei Tribunal Fiscal, el có¿ilo pr;;es;l
Lt1'¿t y Lomerctar de ra Nación y, en su caso, el cód.igo procesal penal de la
Nación".
, , Señala RoDR&uEz_que <en una interpretación literal que sólo atiende a los textos
116 y 197,.|a aplicación de la ley 19.549 sólo régirla respecto de los proce_
9." 19:lrtr.que
dlmrentos se realizan ante las reparticiones fiscales y no cuando las actuaciones
están radicadas en la sede der TFN. sin embargo, consideramos q.r. r" t.v is.s¿g,.
aplica rambién al procedimiento que se venrila aíe el TFN. eu" .eJuuriu É"-á-"n,.
la jurisprudencia administrativa de la procuración d.el Tesoro, según
::"CT"lt::g"
la cual el rFN no reviste el carácter de judicial sino que se trata de un tribuni ad-mi-
nistrativo. El art. 35 de la reglamentación
4e ta ley t í.og: remite a L r.dam;nt -áut"¡,
cion
de la Ley Nacional de procódimientos Adrninistrativos, especffica-"tri?
de prueba. Reza el ¿rtlculo: oEn-ros procedimientos ".,
iuuvl"t"
admisibilidad, -"t
r.esponsable ofrezca prueba que haga a su derecho, su"nios'c.r.lei.i sustanciáción "y
diligenciamiento_:e_regirán pbr ras normas contenidas en el TÍtulo vr a"l ó.to rzss,
clel J de abril de 1972, en aquellos aspectos no reglados porla ley y este reglamento, no
admitiéndose el alegato preüsto e_n él art. 60 del inenciónado Dóá.,
El acto admínistra.fivo tributario, Abaco, Buenos Aires, 2OO4, p. 1g2).
1ir,r;Í-n"onrcurr,
10. LA CODIFICACIÓN
código,es un conjunto de normas que regulan un sector del Derecho, agru_
,Unmetodológicamente
padas en un único cuerpo normativo por lo que confiere uni-
dad v exclusiüdad a dicho sector del DerecLo. un código'oiá;;"=;rhbilid"i, p".
tanto ofrece certeza jurídica.
nNo cabe la menor duda de que el principio de seguridad jurfdica justifica por
sl
solo la exisrencia, en nuestro sectoi del ordenamiento, d'e ló"i"lr"i#
"". A;;.".'""""-
218
\., [.)
\-, f-l
DERECHO TRIBUTARIO CAP.4
.- [,
.- [' do menos, claramente identificable y que por sf misma repela el confucionismo, tanto
.., [- en forma de lagunas o vaclos-normativos como de promiscuidad legislativa. Por lo que
respecta al ordenamiento tributario, el deseo de disponer de un t&to legal en que se
r- f' contuvieran los principios comunes a todos los tributos üene de antiguó" (J. ManrfN
.- f,, Quenett, C. Lozexo SrnnaNo, J. M. TeJEr.tzoLóprz y G. Cesaoo OneRo-, Curso d.e Dere-
cho financiero y tributarío,15u ed., Tecnos, ¡vtadrid, 2O04, p. 159).
-
.- C'
6'; En las II Jornadas Latinoamericanas de Derecho realizadas en México en 1958
se trató el tema y acertadamente recomendaron que es necesario que se establezcan
código_s tributarios en cada uno de los países latinoamericanos con e-l propósito de que
F
vI éstos fijen y ordenadamente- los principios generales del Dlrecho tri6u-
tario y que-temática
incluyan-las norrnas procesales que garanticen los derechos individuales y
*,, f,l permitan la adecuada aplicación de aquéllos. Tales códigos deben ofrecer caracteres
.- f,) de permanencia, certeza y claridad, a fin de asegurar la estabilidad y conocimiento de
las situaciones jurídicas que los mismos reglamenten. Asimis-o, cón la codificación,
.., f) vendrá la simplificación de la legislación tributaria, facilitando su comprensión y cum-
plimiento.
4., ['
Un hito singular en el proceso de codificación lo ha dado el Modelo de Código
\., C) Tributario para América Latina impulsado por la OEA (Organización de Estados Aml-
ricanos) y el BID (Banco Interamericano de Desarollo) concluido en 1967 y cuyos
t,, redactores fueron C. M. Grur¡.¿rNr For.IRoucp (Argentina), R. Goues ue Sousa (Érasii) y
Ir R. V¿roÉs Cosr¡ (Uruguay). Elaboraron un Modelo que consta de cinco tftulos y cientó
noventa y seis artículos-que recogen la parte general del Derecho tributario y ha serwi-
[, do de base para la legislación de palses como Brasil, Costa Rica, Ecuado4, Guatemala,
L) Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
D En Argentina, la codificación en materia de impuestos nacionales es una tarea
arln no concluida. Es una ausencia perg llan ,ativa y preocupante. Se han gestado
Ii cuanto menos tres proyectos;tinguno llegó il tramite parlamentario pará-su de---
Ir bate. Es necesaria la existencia de un Códig r tributario, cuanto menos, respecto
de-lo-s impuestos nacionales. Ello es necesari, par? fortalecer el principio dei"g.r-
Ir ridad jurídica, ofreciendo estabilidad normativa y la certeza dé encontrar, en un
Ir _mismo cue_rpo normativo, la ley aplicable. Se neutralízade esta forma y de manera
fi bastante efectiva la'arbitrariedad.
D ^ !n las provincias hubo otra suerte. Jen¡cn impulsó intelectualmente el Código
fiscal de la Provincia de Buenos Aires en 1948 a través de la ley provincial246. .,ias
c provincias, en general, cuentan con Códigos tributarios que recbgen, en una parte
g_eneral, los elementos estructurales de la obligación tributaria, Jl procedimibnto,
fr el contencioso tributario y el sistema sancionatorio. En una segunda parte, espe-
tu cial, se recogen los impuestos provinciales. Los municipios, en generáI, también
É*,
E) han sistematízado su nonnativa a través de códigos tributarios. -
[, Bien señala C¡SAS que ..resulta manifiesto que la codificación tributaria es un
instrumento de valor superlativo para realizar la seguridad jurldica, y que depura un
tr Derecho sobreabundante y elimina los vacfos normativos; afirma los principiós infor-
madores y a,tiende a la concreción del progra:na constitucional; sistematiza-, y dota de
['r homogeneidad y congruencia orgánica, a los institutos tributarios; permite, alravés de
Ir definiciones de Derecho positivo, prevenir de antemano disputas y controversias; aun
sin una jerarqula superior a la ley ordinaria, brinda mayor estabilidad al Derecho; se
[, abctrdan, en la mayorfa de-los casos, los institutos con una técnica legislativa más pre-
f',
t- cisa; contribuye a superar las incertidumbres sobre vigencia de los preceptos; coadyuva
a la continuidad y estabilidad de las regulaciones; consolida las formulaciones doc-
t trinales; tiende a uniformar la jurisprudencia, y, finalmente, orienta al legislador al
g' tiemp,o de las reformas [...] en el caso de la Reprlblica Argentina, se imponé redoblar
los esfuerzos a fin de alcanzar en el campo tributario la unidad de legislaclón (nacional,
fr provincial y municipal) respecto de los aspectos centrales referidos a los principios
inspiradores y a las reglas generales de Derecho tributario sustantivo, administrativo,
e) procesal y penal, que se coronarla a partir de la adopción de un sistema de codificación
$i
g) 219
I
clrP. 4 ALEJANDRO C. ALTAMIRANO C
C.,
Iimitada. Tal concreción constituirla un aporte invalorable para añanzzr la sezuridad
jurldica, el conocimiento efectivo, y no ficto, de las regulaciones que disciplirr.ñ l. mu-
L
teria, recrear l^-con-fianza y hacer real la previsibilidád de las consecuenóias ¡urldi.r"
(-
que generarán.l3s tanto para los Fiscos como para los contribuyentá" (¡. O.
c¡sÁs, "La codificación tributaria como instrumento dó seguridad jurfdióa", en AAW,
-rcSlas,
coord. por Pasquale Pistone y_Heleno Taveira ToÍes, Estudios di Derecho' tributario
constitucional e intem.acional, Abaco, Buenos Aires, 2005, pp. t 97-19g).
220 r.)
!
\./ f .l
v f-,
DERECHO TRIBIJTARIO c'AP.4
\. [.]
t
claración jurada de que no se verifican respecto del impuesto o recurso de la segu-
t' ridad social objeto de la consulta, y v) la firrna certificada del contribuyente titula4
representante legal o mandatario autorizado por estatutos, contratos, poderes o,
['r
en forma expresa ante este organismo, segrln las disposiciones vigentes.
Ir En caso de que con posterioridad a la fecha de interposición de la consulta se
f, inicie una fiscalización sobre el consultante y verse sobre impuestos o recursos de
Ir la seguridad social qu_e s-ean objeto de la consulta, el contribuyente y/o responsable
que la hubiera formulado deberá, dentro de los cinco dlas hábiles ádministrativos
L contados a partir de la fecha de inicio de dicha fiscalización, comunicar mediante
t nota a_ la AFIP lo siguiente: a/ el inicio de la misma a la dependencia en la que se
formalizó la consulta, y b) la fecha y dependencia en la que se efectuó la preÁenta-
[; ción de la consulta, acompañada de copia de la misma, al personal interviniente
Ir en el procedimiento de fiscalización.
Ir Verifrcados los aspectos formales precedentemente indicados, la dependencia
competente para resolver la consulta declarará formalmente admisible la misma
L)
y notificará dicha decisión al peticionario. La presentación de la consulta no sus-
[, pende el curso de los plazos_ legales, ni excusa del cumplimiento de las obliga-
Ir ciones a cargo de los consultantes, quienes perrnanecen sujetos a las acciones
de determinación y cobro de la deuda, asf como de los intereses y sanciones que
f, les pudieran corresponder. Las consultas son respondidas por lo! Subdirectores
L) Generales de las Subdirecciones Generales de Asuntos Jurldicos, Técnico Legal
Impositiva y Técnico Legal de los Recursos de la Seguridad Social, en el marcoáe
¡ las competencias asignadas a cada uno, sin perjuicio de la f: .cultad de avocación
f., del Administrador Federal de ta AFIP I' de los Directgrqg Qgri:ralgs de la DG.Iy de
la DiréCóién Géñérál dé lós Réóursos de Ia Séguridad Social. Lá iespuésta corres-
Ir pondiente, debidamente fundamentada, se emitirá dentro c el plaio de noventa
Ir dlas corridos contados a partir de la fecha de notificación ai contribuyente de la
Ir adrnisibilidad formal de la consu-Ita vinculante.
fr , Si con posterioYdad a dicha notificación, el área competente para resolver
la consulta requiriese documentación adicional o información suplémentaria, el
Ir plazo indicado en el párrafo anterior se suspenderá por el término acordado en el
D respectivo requerimiento o hasta el cumplimiento del mismo por el consultante,
el que fuere anterior.
r)
Cuando la definición de la consulta se encuentre condicionada a informacio-
L' nes o dictámenes técnicos emanados de otras entidades u organismos priblicos,
['r la solicitud respectiva será comunicada también al consultanté, En estoJ casos se
producirá la suspensión del plazo indicado en el primer párrafo, hasta el momen-
Ir to en que el área competente de esta Administración Federal reciba la respuesta
I pertinente.
t, El efecto de la respuesta a la consulta radica en que eI consultante tiene la
obligación de acatar estrictamente el criterio técnico-jurldico contenido en la res-
t puesta. Contra esta respuesta el consultante podrá interponer recurso de apela-
lr ción fundado solo efecto devolutivo- ante el MEYOSR dentro de los diez
-al
I días hábiles administrativos de notificado, ante el funcionario que dictó el acto
recurrido o, en su caso, ante la dependencia de este organismo en la que se efectuó
t la presentación de la consulta.
r _ La respuesta interpretativa es indiüdual y será de aplicación obligatoria hasta
E, la vigencia de nuevas disposiciones legales, ieglamentárias o actos ádministrati-
vos de alcance general emitidos por el organismo. Las respuestas son publicadas
Ir en el Boletln Impositivo de la AFIP.
t
f) 221
D
c/t'P. 4 ALEJANDRO C. A TAMIRANO
12. ELSOFTLAW
La creciente injerencia de los organismos internacionales en la definición de
categorías tributarias a través de directrices supranacionales que se incorporan
222
t;
l)
DERECHO TRIBLNARIO CAP. ¿
Ir
I
progresivamente en las nonnas internas de los diferentes palses, tiene dos vertien-
t, tes o sectores claramente identificables. Por un lado, el sector de las categoúas
jurídico-tributarias o derecho de fondo, que se evidencia en el soli law. Por otro
t, lado, en las directivas que se formulan para lograr una mayor homogeneidad en el
Ir control fiscal de las administraciones de los diferentes países. Metodológicamente
[, considero que este tema, de creciente y supina importancia, debe estar dentro de
las fuentes del Derecho tributario. Entiendo por soft lnw aquel conjunto normati-
Ir vo que no se origina en el legislador nacional a través del principio de legalidad,
r sino que es emitido por organismos internacionales cuya fuerzá intrínseéa hace
que los Estados adecúen su legislación a dichos cuerpos normativos o directa-
fr mente exigen su aplicación a sus contribuyentes. Estas disposiciones no crean un
I, tributo específico, pero su aplicación puede producir una afectación a algunos de
los elementos estructurales de la obligación tributaria.
Ir
Señala GARcfA PRArs que "no puede hablarse de un Derecho global tributario, pues
lr por esencia el Derecho tributario es intrfnsecamente nacional o estatal,. Hago prbpia
li esta añrmación, ya que el ejercicio de la competencia tributaria quedará siémpre en
manos de los pafses, quienes la ejercerán en el contexto de las facultades constitucio-
[.r nales que les sean acordados (F. A. GARcfA Pners, <Cooperación administrativa inter-
Lr nacional en materia tributaria. Derecho tributario global", ponencia presentada en la
I Jornada de Derecho Tributario Global, IEF Instituto de Estudios Fiscales, Madrid,
[, 25.11.2004. DOC del IEF, núm. 3/07, p. 5).
L' Existe una realidad global que decididarnente influye sobre el Derecho tri-
¡ butario de los países, ya que la realidad económica internacional promoüda por
la globalización de los negocios tiene influencia sobre el Derecho tributaric En
t
esta perspectiva se pueden'vislumbra¡ políticas tributarias supranacionáles, per-
I, geñadas por organismos internacionales especializados o con gran diversida, I de
recursos para su elaboración, las que, una vez emitidas, se proyectan fuertem..nte
Ii sobre los países.
Ir Todo se simplifica en el caso de espacios integrados. Ejemplo de ello es el
Ir Derecho comunitario europeo, que está organizado de manera que sus norrnas
Ir son aplicables a los miembros de la Unión, por tanto existe un efecto directo, y el
derecho de invocar las nonnas de Derecho comunitario ante las Administraciones
D y el poder jurisdiccional de los Estados miernbros. Se trata de normas de raigam-
Ir bre superior a las nacionales ----como no puede ser de otra manera- y los Estados
miembros serían responsables en caso de no acatarlas o aplicarlas. En materia
, tributaria esto se expresa, por ejemplo, en los derechos de los contribuyentes a la
F devolución de tributos indebidamente pagados y en la responsabilidad por daños
de los Estados miembros provocados al contribuyente como consecuencia de la
I no aplicación del Derecho comunitario.
Ir Existen mrlltiples factores para el desarrollo de un Derecho tributario supra-
L, nacional, el cual, aún inexistente y sin la entidad suficiente para vulnerar la com-
petencia tributaria de los Estados, fruto de su soberanla e independencia, no por
t ello deja de exhibir una fuerza atrayente, demoledora e incesante que paulatina-
[' mente se va incorporando a los sistemas tributarios, en sus leyes o comd parte del
f, soft law.
t Algunos de estos factores, que describo en lo que sigue, son el resentimiento
de las soberanlas estatales; el fenómeno del narcotráfico, terrorismo y lavado de
I dinero; la pretensión de una suerte de pax roman¿ en materia tributaria para ma-
{L yor control e injerencia de los Estados desarrollados y la inseguridad jurldica que
evidencian los países en vlas de desarrollo, y la desconfianza de la estabilidad ñscal
I promovida por los gobiernos.
t
{t 223
g)
I
CAP. 4 ALEJANDRO C. AITAMIRANO
taria de los Estados de la Unión Europea. Los Estados ceden a esta reducción de
su poder tributario en aras a los mejores beneficios que les reporta la integración
económica global. )
-, [' ferentes Estados en los que resultan exigibles, deberían impulsar su formulación con-
forme a mecanismos que garantizaran un mínimo exigible de legitimidad, cuidando la
=' f")
representatividad del foro que las emite en relación con la comunidad internacional en
.- [) la que van a resultar observadas. En todo caso, los pafses no miembros no han formu-
.- [-i lado su preüsión sobre cómo entienden la aplicación de los Convenios que firman, por
lo que aun estando basados en el Mocielo de Convenio de la OCDE, resulta diflcilmente
- E-' exigible que deban adecuar su interpretación a los criterios contenidos en el Modelo y
en los Comentarios al Modelo (cfr. F. A. Gmcfe Pn¡rs, op. cit., p.8).
-[l
.,L' c) Com¡retencia fiscal dañosa (ln¡Ttful tat. competition). Los ministros de
los Estados miembros de la OCDE solicitaron al organismo desarrollar medidas con
.. L.' eficacia suficiente para eliminar los efectos distorsivos provocados por la competen-
arÜ cia fiscal, que, por sus características vinculadas al impacto tributario de una inver-
sión determinada, es dañosa para alguno de los Estados. De esta forma se solicitó
*, [.-1 proteger las bases imponibles nacionales y que éstas no se erosionasen porefecto de
.. Ft los beneficios que un Estado ofrece en desmedro -<omparativamente- de otros.
*rb Asl surgió el informe conocido como Harmful Tax Practic¿.s, en 1998. OCDE Re-
ports on Harmful Tax Practices, "1998: Harmful Tax Competition: An Emerging Global
-E' Issuer>, preparado para la Reunión sobre Prácticas Tributarias Dañinas, celebrada en
.-D Parls del 24 al25 de septiembre del 2OOl. Este informe trasciende a los propios palses
miembros de la OCDE para influi¡, decididamente, también en aquellos gue no son
*., E.' rniembros. El objetivo perseguido es lograr una mejor comprensión de los daños que
provocan ciertos regfmenes tributarios particulares, los que erosionan las bases impo-
..- t' nibles de otros pafses, distorsionando asf el comercio internacional.
a, I El informe identifica los efectos distorsivos de la competencia tributaria dañosa
cuando la competencia entre palses no obedece arazones estructurales de sus economías;
*rD '-como tampoco a sus ventajas económie¡s-comparativas sino a instrurflentos normativos
de contenido tributario o financiero. Los paralsos fiscales o países de baja tributación se
'tl
.., f,)
identifican a través de una serie de caracterlsticas que el Informe de la OCDE indiüdua-
liza fundamentalmente en los siguientes: a/ ausencia de impuestos;b) ausencia de inter-
rD cambio de información efectiva; c) talta de transparencia de las operaciones facilitadas
por la legislación local;d) inexistencia de actiüdades sustanciales; e/ suaüdad en la defi-
.., [l nición de la base imponible de los impuestos del país del cual se trate; fl faltade acepta-
ción de las gufas de precios de transferencia (guide./lnes) sobre los principios que deben
t' L'
regir el tratamiento de los precios de transferencia entre sociedades pertenecientes a un
a.,0 grupo económico trasnacional, basándose en el principio de annb bngth o principio de
valoración de las transacciones al valor que pactarfan partes independientes; g) ausencia
*.0 de normas de control sobre los "refugios seguros" (safe harbours), donde predomina la
.- E) discrecionalidad administrativa para fijar precios y márgenes que constituyan refugios
seguros; /¿/ la inexistencia de imposición a la renta extranjera y aplicación del gravamen
.,F en el pals de residencia; i) facilidad para negociar la tasa del impuesto como su base
*,0 imponible entre el Estado y el inversor en el país; i) existencia de un férreo secreto fiscal
y ausencia de intercambio de información entre los Estados; k/ amplia red de tratados
,.- g para eütar la doble imposición, y 0 facilidad para la constitución de sociedades e inexis-
tencia de actiüdades sustanciales o claras del negocio a desarrollar.
-F) Un Foro sobre Prácticas Fiscales Dañinas fue instruido por el Consejo de Minis-
*,0 tros de la OCDE monitorea estas prácticas, identifica y enumera los paralsos fiscales
y emite recomendaciones par'a la acción legislativa local y en convenios tributarios.
-,F Entre las recomendaciones, el Informe de la OCDE, bajo el título "Contrarrestando la
.-F competencia fiscal nocivao, las clasifica en tres estadios: c,) recomendaciones referidas
a la legislación doméstica; b) recomendaciones referidas a tratados tributarios , y c) re-
a-, E comendaciones para la intensificación de la cooperación internacional.
a-, B d) Los organismos internacionales recomiendan, para la tegistación nacio-
nat, Ia adopción de regímenes de transparencia fiscal internacional (Controlled
-rp Foreign Corporations o CFC) para contrarrestar la manipulación de las bases im-
-r& ponibles relativas a las rentas pasivas. A través de ello se grava en el pals las ren-
-rP
tr, E 227
-r3
\¿
CAP.4 ALEIANDRO C. AITAMIRANO V
\,
tas pasivas obtenidas por la entidad no residente controlada, de manera que se \,
imputan en el mismo período de su generación en los accionistas residentei. Así
se neutraliza el diferimiento fiscal de las rentas de carácter pasivo que están locali-
t'/
zadas en pafses 4e baja_irnposición o de menor imposición comparada con el país v
de residencia. Vinculado con ello se recomienda ia adopción die las reglas sóbre v
fondos de inversión internacionales o similares (Foreigninvestment Fuids o FrF),
sugiriendo a los palses que no tienen este tipo de reglás, su adopción. " v
v
t3. BTBLTOGRAFÍA v
BALAGUER CALLE'róN, F.: Fuentes del Derecho, ^fecnos,Madrid. Brn,mr ceMpos, G. J.: Tlata.do e!.emental v
de Derecho constitucional argentino, Ediaq Buenos Aires. CALDERóN c.qn¡.rno, J. M.: .La inciden-
cia de la globalización en la.configuración del ordenarniento tributario dei siglo xjKr,, ponen- \¿
cia presentada en la I Jomada de Derecho Tributario Global que tuvo lugar ei el Insiiiuto de
Estudios Fiscales (Madrid), el 25.11.2o04, Doc. IEF núm. 20lG. csÁs, J]o.: ol-a codificación v
tributaria como instrumento de seguridad jurfdica", en AAW, coordinada nor pasouale pistone v
Heleno Taveira Torres, Esludios de Derechó tibutario constitucional e inteinac¡anil, AUaco, g;;-
nos Aires, 2005. CASSAGNE J. C.: ¿,o s principios generales del Derecho en eI Derecho aáministiath.,o, \t
Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1988. DALr"c vfA; A .; constitución de la Nación Argentiro,láto u-
g1n la reforma de 1994, Editonal platense, t-a plata, 1994. DELcADo BARRro,l., y üco, n. f.: Soáre V
los pincípios iut{d.icos, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 199g. DwoRKnr, R.: roi derechos en serio,
Planeta Agostini, Flspaña, 1993. FAyr, c.-s.: Ia corre suprema y ln evolición de su v
¡u*pruderrca.
lzading- cases y holdings. Casos trascendentes, La l-ey, Iiuenos Aires, 2004. Fl¡¡Nrs, J.: i.ev natural
y derechos naturales (traducción de Cristóbal Orrego Sánchez), lúeledo-perrot, S,r"ttá" Aires, v
2000. GoNzALEz CAr-DERóN, J. A-: curso de Derecho cánstitttciotnl, Depalma, Buenos Aires, l9gi. v
FtowNt, B.: Derecho ad.minbtrat:vo, 2 ed,- actvarizzda, reimpresión, t.i, Buenos Aires, t spÉ. cAR-
cfA PRATS, F. A.: <Cooperación ¿ lministrativa internacional;n materia tr¡butaúa. Dei.echo tribu- Fr
tario glo.bal,, ponencia_ presenr tda en la I Jornada de Derecho Tfibutario Global, rFF Instituto ¡¡
de Estudios Fiscales, Má¿irid, 2 i.l 1.2004. DOC del lEF. núm. 3/07. Hou,r¡s, O. W.: Iz ,"r*ü s
Derecho, Abeledo Perrot, Buerx s Aires, 1975. MArRáL, H. A.t La doctrina de ios o"tos propii" y lo v
Administración pública, Depabr r, Buenos Aires, 1999. MARENHoFF, M. s.: .I-a doctrina cientfhca
como fuente de Derecho", Anales dz Ia Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sacirltcs de E;; V
zos Airas, segunda epoca, año )o(x, núm. 23. MARÍN JrMÉñEz, A. J.: y Derecho tri-
"Globalización
butario: El impactordel Derecho comunitario sobre las Cláusr¡las Antielusión/Abusá del Oeiecho
V
interno", pon€ncia presentada en la I Jornada de Derecho Tlibutario Global que tuvo lugar en el
Instituto de Estudios Fiscales (Madrid), el ZS.1l.2OO4, Doc. IEF núm. 7/07. MARTÍN OuñALr, J.; \/
LozANo SERRANo, c.; TErEruzo l4p-Ez, J. M., y cASADo o unno, G.: curso de Derecho
financizro y'tri- v
butario,lS'ed.,Tecnos, Mad¡id, 2004. MARTiNEZ RorDAN, L., y FERNANDEZ SuAREz;J. A.: Curio dc
teorla del Derecho y metodologfa jurüica, Ariel, Barcelona. Ull-rcn, f.; G¡lu, l,t. Á., y Clvuso, S; l/
cotlstitución y poder polltíco, Astrea,Buenos Aires, I 987. MoR-DEGLTA, R. M.: *Fuentejdel Derecho
tributario>, en Tlatado de mbuta.ción, t. I, AAw (coord. H. A. Garcia Belsunce), Át s..r".ro.
l,
Aires, 2003. MoRDEcuA, R. M.: nl-a reserva de ley y las autoünculaciones en maieria fiscal,, "r, en El \,
proced.imiento tributario, AAw (coord. Alejandro c. Altamirano), Abaco, Buenos Aires, 2003. Nn-
yER¡.D.E 94qNoyA, G.'J.: El principio de no confiscatoriedad. en España y Argentina., McGraw Hill, V
Madrid, 1997. NAvEnA DE CASANove, G. J.: .Lineamientos de la influeícia áctual áel Derecho in-
ternacional-público proveniente de los tratados incorporados por el art. 75, inc. 22, de la cN en el v
Derecho tributario,, R¿v¿s ta Derecho Tributario, t. xin, diciembre 1996, p. 343. cicoet uorrn¡"t
Ti2.t Pra.ctices, en 1998. ocDE Reports on Harmful Tax practices, al99g: Harmful Tax comDeti-
v
tion: An Emerging Global Issue,. Rn'nno, J.:
"I-os
principios generales del Derecho en el Deüho v
administrativo francés contemporáneo", Revista áe Adm¡n¡slac¡¿n pabtica, núÁ. o,.M" i"pt.¿¡". ¿.
1951, pubücada por el Instituto de Esrudios políticos, Madrid, España. Ro¡nrcuez, J.: E/ ac¡o tt
ad.ministrativo tribunrio, Abaco, Buenos Aires, 2o04. iooricuez p;¡.'rAcu; , j.i:, n'iii;ta ü p-r- !-
samiento Jur{dico, t. I I, 2iglos xIX y )o(. universidad complutense, g. ed. Madrid, 1997 , pp. 57 2 '
y 574.-ScHlcK, W:
"La obligación de las autoridades fiscales de recaudar impuestos,, eniá obra \r
colectiva de A. AMATUccr, E. GoNzALEz GARcfA, E. LETEUNE vALcARcsr-, w. sc¡rrcr, V. uiru,rqn v M.
WERLASKT, Seis estudios sobre Derecho constitucional e internacional tributario, Edersa, Maárid, W
1980. scHwARTzFr J.: European Mmüxistrative Law, Sweet & Maxwell, London, 1992. Vrco, R. L.: ..
De la ley al Derecho, Pornla, DF, México, 2003. vrLr-AR pAr¡sf, J. L.: La interpreiación y los ápitig- t/ _
mns-jur{dicoJógícos, Técnos, Madrid, 1975. VTLLAR pALAst, J. L., y VLr-aR Eivpa¡,1.í., mic¡p¡]s (¡l
de Derecho administfati1,o, Universidad Complutense de Uadld, Facultad ¿" O"i""ü., lriá¿¡a,
1992. ZAcREBErsKy, G.: El Derecho úictil, 3" ed., Trotta, Valladolid, España, 1999.
:
I
\1
228
v
9