You are on page 1of 1

Curso: Derecho Penal Especial III Alumnos: Sheyla Sánchez Requena

Docente: Saúl A. Villegas Salazar Cristian Sangay Reyes

¿PODRÍA UN PARTICULAR AFECTAR EL CORRECTO FUNCIONAMIENTO DE LA


ADMINISTRACIÓN PÚBLICA?

Debemos partir mencionando que existe una gran ambigüedad entre si un particular puede
afectar la Administración pública desde un ámbito externo o fuero externo en relación con la
administración pública o este debe responder por un delito común; nuestro Código Penal tiene
un total de 15 artículos referente a casos de "delitos cometidos por particulares".
Consideramos que para afectar el correcto funcionamiento de la administración pública se
requiere de un deber especial, cualificación que no tiene un particular, pues un funcionario
público propiamente dicho cuenta tanto el elemento objetivo, que hace referencia al ejercicio
de la administración pública desde el ámbito de la funcionalidad, es decir, la efectiva
participación del funcionario público en la administración pública; y el elemento subjetivo, que
hace referencia al título o nombramiento que se le hace como tal al funcionario público,
entendiendo a este que para efectos penales no es el mismo que en el ámbito Administrativo
o Laboral; a diferencia de un particular que no cuenta con ninguno de los dos elementos por
lo que no tendría cercanía con el bien jurídico “Administración Pública”.
Entonces nos surge la interrogante de cómo un particular sin estar reconocido con título o
nombramiento, puede realizar una efectiva participación en la administración pública, que
claro en el ejercicio de sus funciones sin contar con el elemento subjetivo, no podría efectuar
sus funciones como tal, es así que en muchos delitos, tales como el que se encuentra
tipificado en el 361° de nuestro Código Penal, Usurpación de función pública, en el primer
párrafo nos menciona: “El que, sin título o nombramiento, usurpa una función pública, o la
facultad de dar órdenes militares o policiales (...)” se puede inferir que un particular sin el
elemento subjetivo, no podría dar órdenes militares o policiales, pues los militares y los
policías conocen perfectamente quienes pueden emitir órdenes y que rango deben ocupar
para ello.
En ese orden de ideas consideramos que un particular no puede atentar contra el correcto
funcionamiento de la administración pública, pues no cuenta con un deber especial, así como
tampoco cumple con ninguno de los dos elementos que son característicos de un funcionario
público, por lo que deberían responder por delitos comunes, con la atingencia de que esto no
es absoluto, pues de darse el caso que un particular usurpe autoridad podría afectar el
correcto funcionamiento de la administración pública.
Sin embargo, la ambigüedad a la que nos referimos líneas arriba, sería una herramienta de
doble filo, de la cual se puede acoger una defensa técnica para la absolución de procesos
que tengan pertinencia con los delitos contra la administración Pública, en la sección de
delitos cometidos por particulares.

You might also like