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I
Dirección:
Dra. Irene Hendel.
Autores
Dra. Alvarez Quiroga , Mabel
Dr. Antonelli , Jorge Atilio
Lic. Nutr. Armendariz, María Elisa
Dr. Barone, Roberto
Dr. Boubee, Sebastian
Dr. Coqui, Ricardo
Dra. Del Valle, Elisa
Bioq. De Paulis, Adriana
Dr. Ducasse, Eduardo
Dr. Forlano, Carlos
Dra. Garofalo, Rosanna
Dra. Gonzalez, Gabriela
Bioq. Gutierrez Miguel
Dra. Hendel, Irene
Dr. Lobo, Jorge
Dr. Locatelli, Alberto
Dra. Marchetta , Nora
Dra. Martin, Claudia
Enf. Moya, Andrea
Dr. Ortale, Diego
Dr. Pattin, Mauricio
Bioq. Predari, Silvia
Dr. Ruiz, Daniel
Bioq. Santoianni, Jorge
Dra. Sesín, Ana María
Dr. Shargorodsky, Jorge
Dra. Vallvé, Cristina
EN MEMORIA Y HOMENAJE
Al Dr. Jorge Shargorodsky, querido y comprometido nefrólogo , ex miembro del Consejo
de Diálisis Peritoneal de ANBA, del Grupo de Trabajo de Diálisis Peritoneal de S.A.N.,
ex Director del Consejo de Diálisis Peritoneal, y uno de los autores de este trabajo, quien
permanecerá por siempre en nuestro recuerdo.
II
COMISIONES DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE
NEFROLOGIA BAJO CUYOS MANDATOS SE FUE
DESARROLLANDO ESTE TRABAJO
2010 - 2011:
PRESIDENTE: Dr. Walter Douthat
SECRETARIO: Dra. Cristina Vallvé
DIRECTORA CONSEJO DE DIALISIS PERITONEAL ANBA: Dra. Mabel Alvarez
Quiroga
COORDINADORA GRUPO DE TRABAJO DE DIALISIS PERITONEAL S.A.N.:
Dra. Irene Hendel
2012-2013:
PRESIDENTA: Dra. Cristina Vallvé
VICEPRESIDENTE: Dr. Claudio Mascheroni
DIRECTORA CONSEJO DE DIALISIS PERITONEAL ANBA: Dra. Claudia Martin
COORDINADORA GRUPO DE TRABAJO DE DIALISIS PERITONEAL S.A.N.:
Dra. Nora Marchetta.
Agradecimientos
A la Fundación Cassará, que con absoluto espíritu de colaboración y promoción del
conocimiento, nos facilitó las reuniones grupales, brindándonos todas las comodidades
necesarias para trabajar.
A AMPSER (Asociación Mutual de Prestadores de Servicios de Servicios Renales).
A Fresenius Medical Care S.A.
A Baxter Argentina S.A.
A la Sociedad Argentina de Nefrología, por su apoyo constante.
III
DIALISIS PERITONEAL EN ARGENTINA:
ADAPTACIÓN DE GUIAS, EXPERIENCIAS Y SUGERENCIAS
PARA LA PRACTICA COTIDIANA
Dra . Irene Hendel
En los últimos años han sido publicadas numerosas Guías y Recomendaciones acerca de
casi todos los temas médicos . La mayoría son muy buenas y de gran utilidad. Pero no
todas son aplicables directamente a nuestro país con nuestros recursos, costumbres y
disponibilidades.
Por lo tanto, desde noviembre de 2009, nos propusimos un objetivo modesto: adaptar
algunos aspectos de las Guías existentes a nuestra realidad y posibilidades además de
ofrecer sugerencias, actualizaciones y opiniones sobre temas controversiales, basadas en
nuestra experiencia.
El evento inicial fue la Reunión de Consenso nacional que se desarrolló el 25 y 26 de
noviembre de 2009 en Buenos Aires, a la cual concurrieron aproximadamente 95 médicos
nefrólogos de todo el país, donde se discutieron parámetros de calidad aplicables a los
Programas de Diálisis Peritoneal y se desarrolló una encuesta nacional intentando explorar
las razones por las cuales esta práctica tiene tan poca penetración en nuestro país.
A partir de marzo de 2010 comenzó el trabajo de redacción.
Se trabajó fundamentalmente bajo la inspiración y organización de las Guías de Práctica
Clínica en Diálisis Peritoneal de la Sociedad Española de Nefrología, publicadas en 2005,
sin dejar de revisar e incorporar todos los aspectos considerados aplicables de las demás,
como K-DIGO, KDOQI y las Guías Europeas para las Mejores Prácticas (EBPG).
Se adjudicaron los temas a autores individuales o equipos de dos a tres profesionales ,
todos ellos acreditados en la práctica de la Diálisis Peritoneal en la Argentina, quienes
tuvieron a su cargo el análisis y adaptación a nuestra realidad del tema que les competía,
incorporando literalmente aquellos aspectos plausibles de aplicación directa, adaptando
los que fuera necesario , o describiendo su praxis cotidiana con la que muchos han hecho
escuela, bajo la coordinación y compaginación final de quien suscribe.
Se agregaron opiniones de expertos en Diálisis Peritoneal de la Sociedad Argentina de
Nefrología toda vez que se consideró oportuno. Se acordaron la mayoría de los contenidos
en reuniones presenciales entre el grupo de autores.
Se invitaron especialistas en otras áreas que aportaron aspectos puntuales imprescindibles
para la diálisis peritoneal, como cirujanos, bacteriólogos, etc.
Las enfermeras, soporte básico de todo Programa de DP, tenían reservado su capítulo central,
pero, dado que se encuentran abocadas a la preparación de las Guías de Práctica Clínica de
Enfermería Rioplatense en Diálisis Peritoneal, se consensuó no duplicar esfuerzos, y ese
gran trabajo deberá ser adjuntado en su lectura a éste cuando esté finalizado.
Hemos completado esta difícil tarea con la esperanza de poder compartir experiencias y
brindar herramientas sencillas y rápidas tanto a los profesionales de la nefrología que han
IV
comenzado recientemente su tránsito por la diálisis peritoneal como a aquéllos que la
están practicando hace años y desean cotejar opiniones y prácticas de nuestro país.
Al mismo tiempo, en homenaje a uno de los integrantes del equipo de autores, nuestro
querido compañero, amigo y colega, Dr. JORGE SCHARGORODSKY, recientemente
desaparecido en plena juventud y productividad, dejándonos un vacío difícil de
compensar.
V
RESEÑA HISTORICA DE LA DIALISIS PERITONEAL
Los primeros estudios del uso de la diálisis peritoneal (DP) para tratar la uremia, se remontan
a 1923. El Dr. Ganther luego del uso de conejos y cobayos con uréteres ligados, inició
tratamiento en una mujer con coma urémico y luego en un coma diabético con mejorías
transitorias. En la práctica clínica, hasta mediados de los años 40, los pacientes eran
dializados con soluciones hipotónicas, lo que llevaba al edema de pulmón o con soluciones
hipertónicas, las cuales producían shock. Numerosos intentos de tratar a pacientes urémicos
con diálisis peritoneal se publicaron de 1930 a 1940.
En 1947 Palmer creó con ayuda de Quinton, el primer catéter permanente de silicona con
un sello en el sitio de salida, y lo implantó con túnel subcutáneo largo. Más tarde fue
modificado por Tenckhoff colocando dobles manguitos de Dacron y en la actualidad sigue
siendo uno de los catéteres más utilizados.
Desde 1940 hasta 1960 se utilizó la D.P únicamente en su forma intermitente y para
tratamiento de la insuficiencia renal aguda. En 1962 Boen inició el diseño de equipos
automáticos y comenzó a tratar con diálisis peritoneal intermitente a pacientes crónicos
sobre todo a partir de 1965.
Fue un hecho trascendente en 1975 la comunicación realizada por Popovich, Moncrief y
col, a la Sociedad Americana de Órganos Artificiales describiendo una técnica que llamaron
del equilibrio peritoneal, definiéndola como la presencia continua (24 horas, los 7 días de
la semana) de solución de diálisis, en la cavidad peritoneal. Este sistema se describió luego
como Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria (DPCA). Esta técnica sólo era posible
en Estados Unidos con frascos de vidrio que contenían la solución dializante. En Canadá
pudo efectuarse con bolsas de plástico y Oreopoulos demostró con esta tecnología que era
fácil de realizar y publicó un trabajo que demostraba el descenso significativo de la tasa
de peritonitis, que era de 1 episodio cada 4-5 meses a 1 episodio por año, por lo que se
expandió la técnica rápidamente en Canadá, Estados Unidos y Europa iniciándose así una
nueva era en el tratamiento sustitutivo de la función renal (TSR) ofreciéndole al paciente
con insuficiencia renal crónica en estadio V la posibilidad de elección de otra técnica
diferente de las hasta ese momento utilizadas.
En septiembre de 1978, se colocó el primer catéter de Diálisis Peritoneal Continua
Ambulatoria en el Policlínico Central de la U.O.M.R.A. en Buenos Aires iniciando un
programa con tecnología nacional, tanto catéteres peritoneales como bolsas semirrígidas. En
el IV Congreso Latinoamericano de Nefrología, desarrollado en Lima, Perú, se presentaron
los resultados preliminares de esta experiencia, que luego fueron publicados en 1980 en la
revista Medicina de Buenos Aires. A partir de ese año se contó con tecnología similar a la
utilizada por Oreopoulos y col en Canadá (bolsas TravenolTM). Su introducción provocó
una sustancial mejoría en el promedio de episodios de peritonitis.
VI
A partir de 1980 se inicio un programa de diálisis peritoneal continua ambulatoria en el
Hopital de Niños bajo la dirección de los Dres Mendilaharzu y Sojo.
En 1981 se inicio un programa de DPCA en el Instituto de Investigaciones Médicas bajo la
direccion del Dr Jorge Firmat.
Pasaron algunos años y promediando la década del 80 se colocaron pacientes en Salta por
parte de la Dra Marchetta, el Dr De Arteaga en Córdoba y el Dr O. Rodenas en Rosario.
En 1981, Díaz Buxo introdujo la diálisis peritoneal cíclica continua (DPCC), basada en los
mismos principios de la DPCA, pero utilizando un ciclador que provee un volumen, tiempo
de permanencia y drenaje predeterminado; esta modalidad es nocturna y puede realizarse
mientras el paciente duerme, dando origen a la diálisis peritoneal automatizada (DPA).
A mediados de los años noventa aparecieron nuevas máquinas cicladoras computarizadas
diseñadas para monitorizar y programar el sistema, que permite el uso de bolsas de alto
volumen (5 L), lo cual ha simplificado el procedimiento. Su comodidad y fácil utilización
por parte del paciente ha permitido mejorar los parámetros de adecuación y reducir la
incidencia de peritonitis.
A través de estos últimos años la DP se consolidó, constituyendo junto a la HD y el
Trasplante renal tratamientos de primera línea para la ERC estadío V, proponiéndose
actualmente como terapia sustitutiva de inicio.
Sin embargo solamente el 15% de la población mundial en diálisis se encuentra en diálisis
peritoneal.
Si observamos su distribución en el mundo veremos que países como México y Hong
Kong tienen el 85% de sus pacientes en D.P. Esto se debe a que en México el tratamiento
se realiza básicamente en hospitales con escaso desarrollo de centros privados de diálisis y
en Hong Kong es una política de estado ya que es más económica que la HD.
Países como Nueva Zelanda, Islandia, Holanda, Dinamarca, Australia y Suecia tienen entre
el 25 y 30 % de sus pacientes en D.P. En esos países la medicina tiene un gran componente
estatal y los hospitales juegan un rol importante en el TSR.
En países como EEUU, España, Francia, la penetración de la terapia está entre el 10 y el
12%. En Japón el 5 %, y en Sudamérica, Colombia es el país que tiene más pacientes en DP,
alrededor del 36%. Brasil entre un 10 y un 12% y Argentina entre un 4 y 5%.
Resulta llamativo que luego de más de 30 años de su comienzo, teniendo en cuenta la
notable mejoría del promedio de peritonitis, los avances tecnológicos, la incorporación de
cicladoras transportables, el promisorio uso de bolsas más biocompatibles, los trabajos que
demuestran una sobrevida y calidad de vida comparable con la hemodiálisis, la preservación
de la función renal residual, el riesgo nulo de transmisión de virus como Hepatitis( B y C),
HIV, la posibilidad de la movilidad a distancia, que en nuestro país no haya crecido a un
promedio por lo menos similar a Brasil, EEUU o Europa Occidental.
En Argentina, como en otros países, la mayoría de los pacientes con ERC no recibe
información adecuada sobre las alternativas del TSR y muchos ingresan a HD con catéter
transitorio sin previa consulta a un nefrólogo .
La Dra Irene Hendel me solicitó que escribiera esta reseña histórica como parte del trabajo
VII
desarrollado conjuntamente entre el Grupo de Trabajo de la SAN y el Consejo de DP de la
ANBA sobre las prácticas de la diálisis peritoneal en Argentina
Resulta sumamente importante esta labor llevada a cabo por un grupo de importantes
nefrólogos interesados en esta modalidad terapéutica ofreciendo a la comunidad nefrológica
una obra de jerarquía para que pueda despertar inquietud e interés en ellos con el fin de
propender a una mayor difusión y uso de la Diálisis Peritoneal en Argentina.
Es probable que con la incorporación de este trabajo, el interés demostrado por jóvenes
nefrólogos en la materia exteriorizado por el número creciente de inscriptos en el Curso
anual de la ANBA y un deseo de acrecentar la Diálisis Peritoneal por parte de las empresas
que ofrecen diálisis, se inicie una nueva etapa del desarrollo de la DP en nuestro país.
VIII
INDICE TEMATICO
CAPITULO 1 Pag 1
ESTRUCTURA Y NECESIDADES DE UNA UNIDAD DE DIALISIS
PERITONEAL. DINAMICA ASISTENCIAL EN UNA UNIDAD DE DIALISIS
PERITONEAL
Dr . Ducasse Eduardo, Dra.Marcheta Nora, Dra. Hendel Irene, Enf. Moya Andrea
CAPITULO 2 Pag 15
INICIO DE LA DIALISIS PERITONEAL. INDICACIONES Y
CONTRAINDICACIONES DE LA DIALISIS PERITONEAL. TIPOS DE
DIALISIS PERITONEAL
Dr. Shargorodsky Jorge, Dra. Marcheta Nora, Dr. Ortale Diego
CAPITULO 3 Pag 31
IMPLANTE QUIRÚRGICO A CIELO ABIERTO DE CATÉTERES DE DIÁLISIS
PERITONEAL
Dr. Daniel Ruiz
CAPITULO 4 Pag 43
IMPLANTE LAPAROSCOPICO DEL CATETER PERITONEAL
Dr. Jorge Antonelli, Dr. Ricardo Coqui
CAPITULO 5 Pag 47
COMPLICACIONES QUIRURGICAS RELACIONADAS AL IMPLANTE
DEL CATETER PERITONIAL
Dr. Mauricio Pattin
CAPITULO 6 Pag 53
ADECUACIÓN DE LA DOSIS DE DIÁLISIS PERITONEAL
Dra. Mabel Alvarez Quiroga, Dra. Claudia Martin, Dr. Sebastian Boubee
IX
CAPITULO 7 Pag 69
COMPLICACIONES INFECCIOSAS
Dr. Roberto Barone
CAPITULO 8 Pag 87
INFECCION DEL SITIO DE SALIDA DEL CATETER PERITONEAL
Dra.Rosanna Garófalo
CAPITULO 9 Pag 93
DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO DE LAS COMPLICACIONES
INFECCIOSAS DE LA DIÁLISIS PERITONEAL
Silvia C. Predari, Adriana N. De Paulis, Miguel A. Gutiérrez, Jorge E. Santoianni
X
CAPITULO 14 Pag 143
ASPECTOS NUTRICIONALES EN DIALISIS PERITONEAL.
ALTERACIONES HIDROELECTROLÍTICAS Y ACIDO-BASE.
Dra. Claudia Martin
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA MALNUTRICIÓN EN DP
Recomendaciones para el uso de Suplementos Nutricionales
Lic. María Elisa Armendariz
XI
XII
CAPITULO 1
ESTRUCTURA Y NECESIDADES DE UNA UNIDAD DE DIALISIS
PERITONEAL. DINAMICA ASISTENCIAL EN UNA UNIDAD DE
DIALISIS PERITONEAL.
Dr . Ducasse Eduardo, Dra. Marcheta Nora, Dra. Hendel Irene, Enf. Moya Andrea.
1. Las Unidades de Diálisis Peritoneal requieren una serie de recursos propios para disponer
de una estructura organizativa que permita cumplir sus funciones con mínimas garantías.
Es absolutamente imprescindible un espacio físico adecuado y los recursos materiales
necesarios para la atención y educación de los pacientes.
2. El personal de una Unidad de DP es un equipo de profesionales dedicados a la atención
de las necesidades de los pacientes en tratamiento de Diálisis Peritoneal o próximos a
ingresar al mismo. La formación de un buen equipo médico/enfermería es fundamental
para el correcto funcionamiento del programa. La estrecha interacción entre el personal
médico y de enfermería es indispensable para conducir con éxito un programa de DP.
3. La relación médico/número de pacientes variará según las cargas horarias de los
médicos, pero no deberá ser superior a 30 pacientes para una carga horaria de 40 hs.
semanales. Si son médicos que además pertenecen a Hemodiálisis la relación médico/
paciente deberá ser prorrateada. Es conveniente que el médico a cargo del Programa de
DP se ocupe exclusivamente de éste, a fin de no dispersarse ni sobrecargarse, a menos
que el número de pacientes no lo justifique (< 10). Está comprobado que cuando el
médico y la enfermera se dedican con exclusividad, los programas crecen más rápido y
se evita el burn-out.
Es preferible que haya más médicos con menos horas semanales, a fin de evitar el
agotamiento y poder cubrir vacaciones, licencias y actividades de capacitación como
Congresos, Cursos, etc. con personal de la misma Institución y que conozca a fondo a los
pacientes.
La atención de un número mayor de pacientes del recomendado, condicionará que se
descuiden algunas de las tareas de organización, o de otro tipo, indispensables para el buen
funcionamiento de la Unidad
4. El personal de enfermería estará adecuadamente especializado en el manejo de la técnica
y en la educación de pacientes. La relación recomendada es de un/a enfermero/a por cada
15 pacientes si en el Centro se atienden niños. Caso contrario, la relación puede ser de 1
cada 20 pacientes.
5. El consentimiento informado es un derecho del paciente y una obligación legal del
médico. Las Unidades de DP deberán disponer de los mismos. Todo paciente que inicia
una terapia renal sustitutiva debe firmar un CI en el que figure que ha sido acabadamente
informado sobre las diferentes opciones de tratamiento existentes para su insuficiencia
1
renal, las complicaciones y riesgos de todas ellas; y en el caso que opte por la DP, las
modalidades que dispone la técnica. Además, durante su periodo de permanencia en la
técnica, deberá ser informado de todas las opciones diagnósticas y terapéuticas disponibles
para las complicaciones que surjan y firmar un nuevo CI si en alguna ocasión se requiere.
La implantación y retirada del catéter peritoneal requiere la firma previa del CI.
6. La dinámica asistencial de las Unidades de DP será consensuada entre el equipo médico
y el de enfermería y se adecuará a las necesidades de cada lugar.
Se establecerán los medios necesarios para atender al paciente de forma programada y ante
la existencia de patología urgente. Es recomendable la existencia de una línea telefónica
durante 24 horas a la que el paciente pueda recurrir si lo necesita.
7. La existencia de protocolos clínicos de actuación es necesaria para manejar los problemas
relacionados con la técnica y sus complicaciones. En su elaboración debe participar personal
facultativo y de enfermería (cuando se requiera).
8. Las Unidades de DP deberán mantener una relación estrecha con las de Hemodiálisis
para poder atender las necesidades temporales de HD que requieran los pacientes, así como
con las Unidades de trasplante.
9. Se deben establecer los mecanismos necesarios para atender a los pacientes de la Unidad
de DP que requieran internaciones según las diferentes modalidades que impongan las
Obras Sociales. Es conveniente que el Equipo tratante pueda seguir al paciente en el lugar
de internación que le toque, o al menos tomar decisiones en conjunto.
10. Las Unidades de DP deberán establecer unos marcadores de calidad que se evaluarán
de forma periódica.
11. Las Instituciones que provean tratamientos de reemplazo renal en sus diferentes
modalidades, incluido transplante, deben estar interconectadas, independientemente del
lugar físico en que se encuentren emplazadas. Cada terapia puede ser provista indistintamente
en diferentes edificios o en el mismo.
12. Cualquier equipamiento médico utilizado en estas unidades debe cumplir con todos los
requerimientos de seguridad, y especificar que su uso está destinado a la Diálisis Peritoneal
.
ESTRUCTURA FÍSICA Y RECURSOS MATERIALES
La Unidad de DP debe disponer de un acceso a la misma que sea cómodo para los
pacientes.
Debe contar con rampas para permitir y facilitar el acceso de personas con movilidad
reducida en sillas de ruedas como así también para el acceso de camillas.
-Sala de entrenamiento
El entrenamiento de pacientes en las diferentes técnicas de DP, tanto manual como
automatizada, requiere de la existencia de un espacio adecuadamente equipado
para este fin. La estancia deberá tener cierto grado de intimidad para evitar las
interferencias durante la enseñanza. Es conveniente que esté bien iluminada y
que transmita la idea de asepsia, evitando la suciedad y la contaminación. En ella
pueden ingresar el paciente y los familiares que estén bajo entrenamiento. No es un
área restringida, a menos que en ella se encuentre un paciente en ese momento bajo
tratamiento con cicladora.
En ella deben estar ubicados todos los elementos necesarios para la enseñanza de
la técnica y el desarrollo del autocuidado por parte de los pacientes.
El entrenamiento de los pacientes se puede realizar en el propio domicilio, dado el
carácter eminentemente ambulatorio de esta técnica. En este caso las necesidades
de espacio serán menores, pero siempre es recomendable disponer de un lugar
para este fin para aquellos pacientes que por diversas circunstancias no puedan ser
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entrenados en el domicilio, por ejemplo pacientes que viven a distancias importantes
de la Unidad.
Debe contar con una pileta lavamanos, lo más parecida posible a la que dispondrán
los pacientes en su domicilio, por lo cual no es aconsejable la grifería monocomando
o de alto nivel de sofisticación. Mesa de trabajo lavable manteniendo el mismo
principio antedicho. Cicladora . Cama , camilla o sillón de Hemodiálisis.
Sitios de guardado con puertas. Material didáctico de todo tipo . Escritorio. Sillas y
espacio suficiente para que puedan ingresar el paciente, familiares en entrenamiento
y la enfermera, pero no tan amplio como para que la diferencia con el lugar en el
cual finalmente el paciente desarrollará su tratamiento sea demasiado marcada. Esto
facilitará su sentido de ubicación espacial: No olvidar que éste es un tratamiento
domiciliario y debe adaptarse a las condiciones corrientes de habitabilidad.
-Sala de Procedimientos
Espacio multifuncional destinado a la exploración y cuidados médicos o de
enfermería que impliquen mayores exigencias de asepsia.
En ella se harán las extracciones de sangre, se tomarán muestras del efluente
peritoneal para el cálculo de los índices de adecuación, se realizarán los
estudios de función peritoneal y se evaluará el orificio de salida del catéter.
Aquí se realizará el recambio del extensor del catéter, las infusiones de
medicaciones en bolsa, la extracción de los puntos de sutura de la herida
quirúrgica, las primeras curaciones y cualquier procedimiento sobre el
paciente que requiera de la máxima asepsia. En esta zona se realizarán los
intercambios de DPCA cuando sea necesario y se puede disponer en ella
la cicladora por si es necesario su uso en algún momento (ultrafiltración
intensiva, inicio precoz del tratamiento, cirugías abdominales recientes).
La cicladora también puede ser instalada en la Sala de Entrenamiento, como
se indicó más arriba.
La Sala de Procedimientos debe contar con el siguiente equipamiento:
camilla (o cama alta), mesada para preparación de medicación, pileta con
canilla monocomando si fuera posible, baño, escritorio, recipiente para
residuos con tapa, sitios de guardado con puertas, muy buena iluminación,
preferentemente natural.
-Consultorio
El consultorio médico debe estar ubicado dentro de la Unidad de DP en el caso de
los Centros Mixtos. Este espacio debe tener el tamaño suficiente para permitir la
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realización de revisiones médicas (o de enfermería). Deberá disponer de camilla,
escritorio, sillas suficientes, buena iluminación, preferentemente luz natural,
computadora, negatoscopio, sitios de guardado, tensiómetro, recipiente para
residuos con tapa .
Como ya fue dicho, es opinión de este grupo de expertos que, con horarios asignados
y aplicando siempre las NORMAS UNIVERSALES DE BIOSEGURIDAD, las salas
de procedimiento y de entrenamiento pueden unificarse, si el número de pacientes
lo permite (< 20).
-Sala de espera
Espacio adecuadamente equipado donde permanecen los pacientes y sus
acompañantes hasta que son atendidos por el personal de la Unidad.
En los centros mixtos esta sala puede ser compartida con los pacientes de
hemodiálisis. La sala de espera compartida puede ser un factor positivo o negativo
psicológicamente, y cada Director de Programa decidirá lo que considere más
conveniente, también en función de la disponibilidad de espacio.
Debe disponer de suficientes asientos para el grupo de pacientes que se cite en
forma simultánea.
-Depósito
Presencia de heladera para medicación que requiera cadena de frío.
Amplitud suficiente para mantener un stock de una semana de bolsas o más en
Centros muy alejados.
Termómetro para controlar la Tº ambiental en todo momento.
Plataformas que separen las cajas del suelo.
Sitio de guardado de medicación e insumos.
Otros requerimientos.
Otros recursos
-Línea telefónica
Debe tener acceso exterior directo tanto para realizar llamadas como para recibirlas.
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Es imprescindible la existencia de una línea telefónica disponible las 24 horas del
día para la solución de todas las consultas de los pacientes. Esta línea telefónica debe
poder ser utilizada por todo el equipo de diálisis peritoneal (médicos, enfermeros,
administrativos y otros profesionales).
Además de telefonía fija en la institución, se debe contar con localizadores o
telefonía móvil para el personal que se encuentre de guardia pasiva.
La atención telefónica durante las 24 horas resulta fundamental, pues ayuda al
paciente a sentirse constantemente atendido. Inicialmente deberá ser atendida por el
personal de enfermería, que muchas veces puede resolver el problema sin que el paciente
tenga que desplazarse a la Unidad. Cuando la Unidad de DP esté abierta, lo atenderá el
personal que se encuentre en la misma, y el resto del día habrá alguien designado para
atender las urgencias de los pacientes (médico y enfermera). Todo el personal implicado
deberá conocer los protocolos de DP.
Está estudiado que hasta un 80% de consultas pueden ser resueltas por vía telefónica,
maximizando los beneficios de las terapias domiciliarias.
-Informatización
Indispensable en cualquier Unidad de DP y con acceso tanto para el personal facultativo
como el de enfermería. Sería recomendable la existencia de computadoras disponibles
al menos para el personal médico, el personal de enfermería, la administración y los
profesionales adscriptos (asistente social, psicóloga, nutricionista).
Una de las computadoras debería disponer de los elementos y sistemas necesarios para la
aplicación de telemedicina si ésta se contempla en el programa.
-Laboratorio
Las Unidades de DP que se encuentran insertas en una Institución, podrán contar con
el Laboratorio de Hematología y Bioquímica de la Institución, el cual se hará cargo de
las determinaciones analíticas de los pacientes incluyendo el procesamiento de muestras
del efluente peritoneal. Es recomendable una relación estrecha con el Laboratorio de
Microbiología que analizará cultivos de líquido peritoneal, exudados del orificio de salida,
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frotis nasales y otras muestras. El laboratorio puede ser externo a la Institución y a la
Unidad de DP, elegido a consideración del Director de la Unidad.
Deben disponerse protocolos de toma de muestras y envío. Grilla anual de análisis
mostrando la frecuencia de cada uno.
RECURSOS HUMANOS
-Personal médico
La Unidad de DP debe ser conducida por un médico especialista en Nefrología conocedor
real de la técnica, avalado por una experiencia prolongada en un Centro reconocido por la
Sociedad Científica correspondiente no menor de tres meses con dedicación directa a la
atención de los pacientes, y/o por un Curso de postgrado validado por entidad científica
autorizada . El período durante el cual se encargue del programa debe ser lo suficientemente
largo para poder integrarse plenamente y desarrollar un trabajo personal propio.
-Responsabilidades y funciones
El médico es el responsable de la atención clínica directa de los pacientes que reciben
tratamiento en la Unidad de DP. Su actuación debe seguir las directrices de los protocolos
clínicos asistenciales, siendo responsable de su realización consensuada y de su revisión
cuando éstos hayan quedado obsoletos. La atención médica incluye:
Asistencia médica, inclusión en tratamiento sustitutivo, seguimiento clínico,
diagnóstico de las complicaciones asociadas, petición de exploraciones
complementarias y tratamiento.
Promoción y valoración de los estudios complementarios o de aquellos orientados
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al diagnóstico y tratamientos de los procesos intercurrentes que pudieran
presentarse.
Programación y/o revisión de la prescripción de la terapia en las diferentes
modalidades de DP, adecuándola a las necesidades del paciente.
Prescripción del tratamiento farmacológico.
Derivación para evaluación y/o inclusión de los pacientes en lista de espera de
trasplante renal.
Asistencia médica directa o colaboración en el diagnóstico y tratamiento de los
pacientes de la Unidad de DP internados en cualquier servicio de internación.
Dejar constancia en la historia clínica de toda la información relacionada con la
atención al paciente y elaborar los informes clínicos pertinentes.
El médico responsable deberá realizar otras labores que incluyen:
Participación, junto con el resto del equipo, en la selección de pacientes a incluir
en la técnica.
Priorizar y organizar junto con el equipo de enfermería la programación del
entrenamiento de los pacientes, de acuerdo con sus necesidades dialíticas.
Realizar las tareas administrativas relacionadas con la técnica .
Definir los estándares de calidad y evaluar periódicamente los resultados obtenidos,
así como potenciar la investigación clínica.
Participar en las tareas de enseñanza y docencia a otros profesionales.
-Personal de enfermería
La especialización de la enfermería es imprescindible para el desarrollo, crecimiento y
mantenimiento de un programa de DP. Deben tener aprobado un curso complementario de
especialización en una Unidad de Diálisis Peritoneal reconocida por autoridad competente.
Este último requisito puede ser obviado si se acredita el desempeño continuado de tres (3)
meses como mínimo en una Unidad de Diálisis Peritoneal con un número permanente de
pacientes (>10).
Para el cómputo total siempre hay que tener en cuenta los períodos vacacionales por lo
que es necesario un mínimo de dos enfermeros/as. En programas iniciales o muy pequeños
es recomendable contar con personal de apoyo adecuadamente entrenado perteneciente
al Servicio de Nefrología o a la sala de Hemodiálisis. En programas grandes y bien
desarrollados, así como en Unidades independientes es recomendable la existencia de
un coordinador de enfermería. Cada paciente debería tener asignada un/a enfermero/a
principal que se encargará de realizar el entrenamiento y será su referente. El resto del
equipo actuará como apoyo.
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Es muy importante que estén motivados por el programa y que tengan capacidad de
trabajar en equipo. Deben ser personas preparadas para la enseñanza, siendo especialmente
importante la aptitud docente y la capacidad de comunicación.
Además es recomendable que sean personas maduras, pacientes, con iniciativa, coherencia,
flexibilidad, imaginación, capacidad de innovación y estímulo.
-Responsabilidades y funciones
La labor de la enfermería es crucial para la existencia de un programa de DP. Sus funciones
son múltiples e incluyen tareas asistenciales, administrativas, docentes e investigadoras,
muchas de las cuales las realizará en colaboración con el equipo médico.
Las actividades a desarrollar son numerosas e incluyen entre otras:
Diseñar y llevar a cabo los programas de entrenamiento y reentrenamiento de los
pacientes en las diferentes modalidades de DP .
Fomentar el autocuidado de los pacientes en todos los aspectos (recomendaciones
dietéticas, toma de medicación, realización de la técnica de diálisis, cuidado
del orificio, prevención de complicaciones) buscando el mayor grado de
rehabilitación.
Responsabilizarse de la continuidad de los cuidados en el domicilio.
Programar y realizar visitas domiciliarias.
Manejar adecuadamente las complicaciones relacionadas con la técnica.
Registrar en la historia clínica la información relacionada con la atención al
paciente.
Colaborar con el equipo médico en las tareas administrativas y en la planificación
del funcionamiento de la Unidad.
Participar en la evaluación de los resultados clínicos y en la investigación clínica.
Colaborar en las tareas de enseñanza y docencia a otros profesionales.
-Otros Profesionales.
Psicólogo, Asistente Social y Nutricionista son profesionales indispensables para la
asistencia de pacientes en diálisis, y especialmente en tratamientos domiciliarios. Según el
número de pacientes, estos podrán ser compartidos con la Unidad de HD, independientemente
de que se encuentren o no en el mismo edificio.
-Personal no sanitario
La unidad de DP debe contar con el apoyo de una secretaria/o y de mucamos/as, estos últimos
a disposición permanente para la limpieza y desinfeccion de la Sala de Procedimientos
luego de cada utilización.
Pueden ser compartidos con Hemodiálisis.
DINAMICA ASISTENCIAL EN UNA UNIDAD DE DIALISIS
PERITONEAL
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La dinámica asistencial de la Unidad será consensuada entre el equipo médico y el de
enfermería y se adecuará a las necesidades de cada Unidad.
Se establecerán las tareas que debe realizar cada miembro del grupo y es recomendable la
programación de reuniones periódicas para evaluar resultados y hacer las modificaciones
pertinentes. Deben existir protocolos escritos relativos a las diferentes actividades que se
lleven a cabo.
Protocolización
El protocolo clínico asistencial de una Unidad de DP es el conjunto de criterios y normas
con que el equipo asistencial (médico/enfermería) maneja la técnica y sus complicaciones.
Estos protocolos sirven para homogeneizar las conductas y deben estar consensuados y
sometidos a un continuo proceso de actualización en base a la propia experiencia y a la
literatura científica. Es muy importante que sean claros y que estén accesibles a todo el
personal sanitario que pueda participar en el cuidado de los pacientes tratados con DP.
Algunos de los protocolos necesarios en una Unidad de DP serían:
10
• Implante y/o retirada del catéter peritoneal.
• Cuidados antes y después del implante y/o retirada
• Cuidados y evaluación del orificio de salida
• Técnica del cambio manual
• Técnica de diálisis peritoneal automatizada
• Enseñanza de las técnicas de DP al paciente
• Estudios de función peritoneal
• Adecuación de diálisis en las distintas técnicas
• Evaluación del estado nutricional
• Medida de la presión intraabdominal
• Diagnóstico y tratamiento de peritonitis
• Diagnóstico y tratamiento de la infección del orificio de salida
• Administración de fármacos intraperitoneales
• Administración de uroquinasa intracatéter
• Tratamiento de la anemia
• Manejo de la osteodistrofia renal
• Evaluación del paciente para su derivación al equipo de trasplante o exclusión del
mismo.
• Administración de rHuEPO.
• Administración de Fe IV
• Problemas de drenaje o infusión
• Problemas de pared abdominal, hernias y fugas
• Cambio de prolongador
• Higiene y baño en mar o piscinas.
• Visita domiciliaria
• Misceláneas: desconexión-rotura del prolongador, corte del catéter, líquido
hemático, etc.
INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA
La investigación clínica debe estar incluida en el proceso asistencial ya que debe tenderse
a la máxima protocolización con objeto de que el análisis de la experiencia acumulada
permita extraer conclusiones válidas y aplicables en la práctica clínica diaria.
Esto es altamente recomendable para conocer los puntos fuertes y débiles de la actuación
clínica y poder así mejorar la atención a los pacientes.
La formación continuada del propio personal es también necesaria para poder introducir
nuevos avances.
La formación de otros profesionales médicos y de enfermería del propio servicio, o de
otros que se inician en la diálisis peritoneal, no debe ser ajena al proceso asistencial. Al
ser una técnica domiciliaria debería ser un objetivo la comunicación y formación de los
profesionales que atienden como médicos de atención primaria a estos pacientes. Todas
estas labores serán realizadas tanto por los facultativos como por las enfermeras de las
Unidades de Diálisis Peritoneal.
12
Bibliografía sugerida y fuentes:
13
14
CAPITULO 2
15
No hay estudios categóricos que apoyen significativamente la asociación entre función
renal residual (FRR), momento de inicio de la TSR y mortalidad.
Se deben considerar comorbilidades y síntomas tempranos de uremia que puedan indicar
un temprano ingreso a TSR.
En el año 2006 NKF-DOQI estimó una VFG menor de 15 ml/min/1.73 m2 para el ingreso
a TSR de los pacientes con ERC estadío 5 cuando presentan una ERC evolutiva.
La TSR se basa en tres tratamientos complementarios entre sí: El Transplante renal , la
Diálisis Peritoneal y la Hemodiálisis (Evidencia B).
Fuente: Guía de Práctica Clínica en Diálisis Peritoneal de la SEN 2006
16
de peso , dificultad en el manejo del volumen, pericarditis urémica, síntomas neurológicos
urémicos, trastornos electrolíticos de difícil manejo, prurito inmanejable, trastornos
gastrointestinales permanentes (náuseas, vómitos, anorexia selectiva o no).
La diálisis incremental debería ser la forma habitual de iniciar la diálisis peritoneal
adaptándonos a la función renal residual para prescribir la dosis de diálisis en los primeros
tiempos de la TSR, aumentando progresivamente el número de cambios, según vaya
descendiendo la función renal residual (Evidencia C).
Un número de recambios bajo inicialmente mantiene la calidad de vida y favorece un
declive lento de la FRR (B).
18
El rol del Asistente Social y el Psicólogo es trascendental para resolver estos problemas
.
INDICACIONES ”PLUS” PARA DP
19
DP “NO PREFERIDA” PERO POSIBLE
• Obesidad severa.
• Historia de diverticulitis.
• Dolor severo crónico de columna lumbar.
• Hernias recurrentes .
• Múltiples cirugías abdominales.
• Habilidad manual ausente.
• Ceguera sin ayudante.
• Hernia hiatal con severo reflujo gastroesofágico.
• Drogadicción.
• Desnutrición.
• Adherencias abdominales múltiples.
• Ostomías.
• Proteinuria mayor de 10 gr/día.
• Gastroparesia diabética grave.
• Hipertrigliceridemia grave.
• Enfermedad pulmonar obstructiva grave.
• Shunt-ventriculoperitoneal.
• Transplante menor a 1 mes.
• Demencia.
• Obsesividad sobre imagen corporal.
20
OPINION: Según la experiencia del Grupo de Expertos en Diálisis Peritoneal de la S.A.N.,
los posibles efectos indeseables o las contraindicaciones relativas han sido factibles de
controlar con la aplicación de diversas técnicas y tratamientos correctores específicos
para cada situación, los cuales a su vez evolucionan día a día.
El porcentaje de contraindicaciones clínicas para DP descritas en la literatura varía entre el
4 y el 16,7%.
Las contraindicaciones no-clínicas, como las aptitudes, factores psicológicos y sociales,
tienen particular importancia en DP y pueden contraindicar la técnica entre el 1,3 y el
20,7% de los casos.
La contraindicación total para DP supuso el 27% de 1.347 pacientes en la serie del
NECOSAD, un 18% para 330 pacientes en la serie de Little, y entre 16 y 20 % en las
series de Montenegro y Rivera.
Bibliografía sugerida:
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Integrado para la ERC-V: Diálisis Peritoneal al inicio. Compendio sobre recomendaciones de
la S.A.N. Capítulo 6. 2011.
11. Dalal P, Sangha H, and Chaudhary K. In Peritoneal Dialysis, Is There Sufficient Evidence
to Make “PD First” Therapy? Int J Nephrol.; 2011: 239515. Published online 2011 June 16.
2011
21
Guías Consultadas:
- NKF-KDOQI Clinical Practice Guidelines for Peritoneal Dialysis Adequacy . Guidelines 29-
30-31. : Update 2000.
- Guías de Práctica Clínica en Diálisis Peritoneal, Sociedad Española de Nefrología. Nefrología,
26 (S4):67-85. 2006
La urea difunde rápidamente desde la sangre hacia el líquido de diálisis (que inicialmente
no tiene urea) por lo que el cociente promedio D/P (D= concentración en el líquido de
diálisis, P= concentración en plasma) de urea es 0,70 a las 2 hs y 0.90 a las 4 horas. Valores
del cociente D/P de creatinina son de 0.50 y 0.65 respectivamente (ver figura siguiente).
Por lo tanto la urea y otros solutos pequeños son depurados rápidamente en las primeras
pocas horas de permanencia; después de 4 horas se produce poca depuración de solutos
pequeños debido a que se alcanza el equilibrio entre las concentraciones en plasma y
líquido peritoneal ; sin embargo continúa la depuración de solutos más grandes, que no
Fuente: Popovich, RP, Moncrief, JW, Nolph, KD, et al, Ann Intern Med 1978; 88:449.
22
La DP puede ser realizada en forma contínua ( existe solución de diálisis en el abdomen
durante las 24 hs del día los 7 dias de la semana- “abdomen húmedo”) o intermitente ( parte
del día, o algunos días sin solución de diálisis dentro de la cavidad peritoneal –“abdomen
seco”). Además el procedimiento puede ser enteramente manual, donde los intercambios
de líquido se hacen manualmente con activa participación de una persona (paciente, pareja,
asistente, enfermera) durante cada intercambio, o automatizada, donde los intercambios
son mayormente hechos sin participación activa de una persona sino por una máquina
cicladora.
DPCC: Consiste en varios intercambios durante la noche realizados por la máquina cicladora
(de 3 a 6) con un largo período de permanencia diurno . Algunos pacientes requieren de un
intercambio manual a mitad del día para alcanzar una dosis adecuada de diálisis.
DPNI : Régimen nocturno y automatizado (con máquina cicladora). Sería como la DPCC
pero sin permanencia diurna (abdomen seco durante el día). No se recomienda llamarle
DPCC con día “seco” porque el régimen de la DPCC es contínuo y el de la DPNI es
intermitente. Algunos pacientes requieren, para alcanzar una dosis adecuada de diálisis,
un cambio manual durante el día, el cual puede tener diversos tiempos de permanencia y/o
combinarse con un tiempo de abdomen seco.
24
Fuente: Daugirdas 4ta edición 2007
25
FACTORES QUE NOS INCLINAN POR UNA U OTRA MODALIDAD DE
DIALISIS PERITONEAL
La mayoría de los pacientes, sobre todo los anúricos necesitarán una modalidad de diálisis
continua para conseguir adecuados clearences de solutos semanales.
Cuando se inicia una terapia con DP es importante individualizar los tiempos de
permanencia del líquido peritoneal dentro de la cavidad abdominal y los volúmenes del
líquido empleados; todo ello para conseguir la dosis adecuada de diálisis, que debe estar
documentada y monitorizada en el tiempo. Debe cambiarse la prescripción de diálisis (más
recambios o más volumen) a la vez que la función renal residual disminuye o hay un
descenso en la permeabilidad neta del peritoneo.
- Es aconsejable comenzar diálisis peritoneal en forma incremental, partiendo del menor
número de cambios posibles mientras el paciente tenga diuresis residual y su estado
clínico y de laboratorio lo permitan, e ir incrementando la dosis a medida que dichos
parámetros lo van indicando.
- Es aconsejable intentar a ultranza la utilización de la menor cantidad posible de bolsas
con altas concentraciones de glucosa, particularmente en el primer año y en personas
jóvenes.
Los factores que nos inclinan por una u otra modalidad de DP son:
c) Superficie Corporal.
Recordar que algunos de los valores que se aconsejan sobre dosis de diálisis (KT/V , ClCr
semanal) deben normalizarse a la superficie corporal. Los pacientes “grandes” (alrededor
de 2 m2 de superficie corporal) necesitan altos volúmenes de líquido de diálisis, sobre
todo si son transportadores lentos y no tienen función renal residual. Con DPCA pueden
necesitar volúmenes intraperitoneales de 2.5-3 litros y 5 recambios al día. Con la DPCC
pueden necesitar 12 a 14 horas con cicladora con altos volúmenes intraperitoneales; otra
27
alternativa sería 9 a 11 horas con cicladora más 1-2 intercambios durante el día (el segundo
realizado manualmente).
Finalmente, y a modo de resumen exponemos en la figura siguiente qué nos puede orientar
hacia uno u otro régimen, basado en el tipo de transporte peritoneal, superficie corporal
(SC) y función renal residual.
28
Fuente: Guía de Práctica Clínica en Diálisis Peritoneal de la SEN 2005
Bibliografía sugerida:
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29
30
CAPITULO 3
IMPLANTE QUIRÚRGICO A CIELO ABIERTO DE CATÉTERES DE DIÁLISIS
PERITONEAL
Dr. Daniel Ruiz
El cirujano debe ser un integrante más del equipo de diálisis peritoneal, junto con
nefrólogos y enfermeros, y debe participar de todas las etapas del proceso de toma de
decisiones en estos complejos pacientes, ya que ésto contribuye a disminuir la incidencia
de complicaciones.
El éxito de la diálisis peritoneal depende de un acceso a la cavidad peritoneal duradero y
con buen funcionamiento.
Siempre que sea posible debe intentarse la colocación del catéter con 2 a 4 semanas de
antelación al momento previsto para el inicio de la diálisis, para permitir un buen sellado del
peritoneo alrededor del catéter. Esto también permite evitar la necesidad de hemodiálisis
y el uso de accesos transitorios y sus complicaciones. En algunos casos seleccionados
se puede comenzar la diálisis peritoneal más temprano, tratando de utilizar volúmenes
pequeños con el paciente en posición supina para minimizar las posibilidades de fuga del
líquido de diálisis .
La técnica abierta, con anestesia local, con catéter tipo Tenkhoff curvo, del largo
apropiado para el paciente, con dos manguitos de Dacron y extremo espiralado (pig-tail)
es el procedimiento que describiremos. No existen evidencias que demuestren mejores
resultados con la utilización de técnicas más complejas y/o costosas en cuanto a fallo
técnico del catéter, infección del túnel, peritonitis, fugas, necesidad de remoción del catéter
ó mortalidad .
EVALUACIÓN PREOPERATORIA
Todos los pacientes deben ser evaluados por el cirujano antes del implante. El examen
físico se lleva a cabo con el paciente de pié y en decúbito dorsal, pidiéndole que tosa y haga
maniobra de Valsalva.
Se consideran los siguientes aspectos:
• Estado general del paciente, especialmente estado nutricional.
• Causa de la ERC.
• Urgencia de inicio de diálisis.
• Alergias a iodo, antibióticos, etc.
• Evaluación de la capacidad de cooperación con el procedimiento planificado (niños,
pacientes ansiosos ó no cooperativos, claustrofobia, deterioro neurológico).
• Antecedentes de cirugías abdominales previas, especialmente de abdomen
inferior: peritonitis, hidatidosis, íleo por bridas, coloproctológicas, urológicas ó
ginecológicas transperitoneales. Si es posible conviene obtener copia de las fojas
31
quirúrgicas y evoluciones postoperatorias de estos procedimientos. En estos casos
debe considerarse la colocación videoasistida primaria ó contar con anestesia
y equipamiento necesario para efectuar videolaparoscopía si no es posible la
colocación con la técnica abierta habitual.
Examen físico:
• IMC
• Cicatrices de cirugías previas
• Eventraciones
• Hernias inguinales
• Hernias crurales ó umbilicales
• Diastasis de los rectos anteriores del abdomen.
• Características de la pared abdominal.
• Infecciones cutáneas (micosis, incisiones recientes, supuraciones crónicas).
Se discute con el paciente el sitio de salida del catéter, tratando de respetar sus preferencias
de acuerdo al tipo de vestimenta que usa, hábitos, uso de pañales, etc.
La evaluación preoperatoria incluye:
• laboratorio con coagulograma básico, hemograma, glucemia, ionograma, urea y
creatinina.
• evaluación cardiológica
• ecografía abdominal y ginecológica y estudios específicos de acuerdo a las
características del paciente (buscar litiasis biliar y efectuar colecistectomía previa),
examen funcional respiratorio, tomografía computada.
• Debe realizarse hisopado nasal preoperatorio para descartar colonización con S.
aureus, dada la mayor incidencia de infecciones perioperatorias –sitio salida, túnel,
peritonitis- en los pacientes colonizados.
• Se debe suspender la anticoagulación con dicumarínicos con suficiente antelación,
preferiblemente no menos de cinco días antes de la cirugía, para evitar sangrado o
hematomas y las infecciones asociadas a los mismos. Se coordinará con hematología
la necesidad de suministrar heparina de bajo peso molecular perioperatoria, según
sea la indicación de la anticoagulación.
Es controvertida la suspensión de antiagregantes, preferida en algunos centros de implante.
Se recomienda evaluar la indicación y tipo de antiagregante en cada paciente en particular,
32
ya que existen estudios que no demuestran diferencias en las complicaciones hemorrágicas
y sí un aumento de los eventos cardiovasculares al suspender la antiagregación en
determinados pacientes en riesgo (pacientes coronarios, con stents recientes, etc.).
Algunos cirujanos prefieren la utilización de anestesia general. En niños pequeños y
pacientes que no pueden cooperar estando bajo anestesia local, se puede hacer sedación
con monitoreo cuidadoso o anestesia general.
En los pacientes que están en hemodiálisis es preferible programar la cirugía en el día
posterior a la sesión de diálisis, para evitar el efecto de la misma sobre la coagulación. Si
no es posible, se recomienda no usar heparina en el pre y postoperatorio inmediato.
Debe estar en ayunas no menor de 6 hs. Evacuar vejiga antes de ingresar a quirófano y
recibir laxantes los días previos.
Si es diabético, ajustar dosis de insulina y monitorear cercanamente.
CLINICAL PRACTICE GUIDELINES FOR PERITONEAL ACCESS Perit Dial Int, 2010(6)
Vol. 30, pp. 424–429 http://www.pdiconnect.com/content/30/4/424.full accedido el 30/1/2013
35
Norma 1: Equipo de acceso
1.1 Se recomienda que cada centro tenga un equipo dedicado al implante y cuidado de
los catéteres peritoneales (1C).
Norma 5: Recursos
5.1 Se recomienda tener un área específica dedicada a la colocación de catéteres
con personal apropiado, aspiración, oxígeno y dispositivos de monitoreo para el
paciente (1A)
5.2 Se sugiere que no está comprobado que ningún tipo de catéter en particular sea
superior a otro (2C)
5.3 Se sugiere utilizar un catéter del tamaño apropiado para el paciente (2C)
5.4 Se sugiere que la colocación de los catéteres de DP se haga como procedimiento
de internación de día, mientras ésto no comprometa la calidad del cuidado del
paciente (2C)
Norma 6: Entrenamiento
6.1 Se recomienda tener disponibilidad de entrenamiento en la colocación de catéteres
de DP para todo el personal que esté interesado (1C)
6.2 Se recomienda no delegar la colocación de catéteres de DP a personal sin experiencia
no supervisado (1A)
36
Norma 7: Revisión de resultados
7.1 Se recomienda que debe haber evaluaciones regulares de los resultados de la
colocación de los catéteres de DP a intervalos no menores a los 12 meses, como
parte de las reuniones multidisciplinarias del equipo de DP (1B)
Las indicaciones más frecuentes para la extracción de catéteres de DP son las peritonitis
refractarias al tratamiento médico, los catéteres con mal funcionamiento ó el fin de uso del método
por trasplante renal o paso a hemodiálisis. Un listado más extenso y discriminado incluye:
Por complicaciones
1. Peritonitis recurrente
2. Infección persistente del orificio de salida
3. Peritonitis refractaria
4. Peritonitis fúngica o tuberculosa
5. Abscesos del túnel
6. Fuga recurrente por el orificio de salida
7. Intolerancia del paciente a la infusión o drenaje
Existen controversias acerca del momento ideal para la extracción del catéter en caso de
peritonitis, por lo que se aconseja seguir las sugerencias de las Guías existentes así como
el criterio clínico.
La extracción y recolocación simultáneas de catéter es un procedimiento comprobado, bajo
ciertas condiciones (recuento leucocitario < 100/mm3, cobertura antibiótica) si bien no
todos los cirujanos aceptan efectuarlo. El tiempo ideal entre ambos procedimientos cuando
se opta por hacerlos por separado queda sin definir cuando el catéter ha sido extraído
en las condiciones citadas, pero dado que en ese contexto está habilitado realizar ambos
procedimientos en un mismo acto, el tiempo de espera no necesita ser amplio.
Si el catéter fue extraído en el contexto de una peritonitis refractaria, con líquido turbio y
mala evolución clínica, la sugerencia es esperar al menos 30 días luego de la terminación
del tratamiento antibiótico.
En lo que hace a la técnica quirúrgica, se siguen criterios generales similares a los de la
colocación en cuanto a la evaluación y preparación del paciente.
Acerca de la profilaxis con antibióticos, no está indicada si la causa de la extracción no es
infecciosa. Si la indicación está relacionada con infección local ó peritonitis, se utiliza el
antibiótico específico que está recibiendo el paciente como tratamiento médico.
Se recomienda efectuar el procedimiento en quirófano, con técnica aséptica idéntica a
la de la colocación, a menos que ésto ocasione una demora muy importante, mayor a
12 a 24 hs.
Se hace infiltración de la cicatriz anterior con lidocaína 2% con epinefrina. Se localiza por
palpación la parte curva del catéter, haciendo tracción suave del extremo libre del mismo,
para dirigir la disección en esa dirección.
Se efectúa una incisión de la piel sobre la cicatriz anterior de entre 2 y 3 cm de longitud y
luego se continúa con electrobisturí en posición de CORTE a la potencia mínima efectiva.
Otros cirujanos prefieren la disección roma o con bisturí convencional; en este caso hay que
tener cuidado de no seccionar el catéter distal al cuff profundo , por el riesgo de caída del
extremo distal dentro de la cavidad peritoneal.
Se profundiza la incisión hasta hallar el segmento curvo del catéter, que se toma con una pinza
fuerte. Traccionando suavemente del mismo, se infiltran los planos profundos hasta llegar a
los cuff de Dacron superficial y profundo. Luego se continúa la incisión con electrobisturí
38
hasta rodear el cuff profundo, el más próximo al peritoneo. Es importante recordar en este
punto que pueden existir adherencias de vísceras intraabdominles a la cicatriz del sitio de
entrada del catéter al peritoneo, así como a defectos pequeños de la pared no diagnosticados
previamente (eventraciones pericatéter), por lo que se deben extremar las precauciones
para evitar lesionarlas. Una vez liberado el cuff profundo y antes de retirar el catéter, se
hace un punto en X o jareta para cerrar ese orificio con nylon monofilamento 1.
Se retira la porción intraperitoneal del catéter traccionando con suavidad. Si se halla
resistencia o el paciente refiere dolor, se puede efectuar un movimiento de rotación para
liberar las adherencias que pueden existir al epiplón o vísceras. Se envía el catéter interno a
cultivo. Se secciona el catéter entre los dos manguitos y se descarta la parte distal.
Se libera el cuff superficial y se secciona el catéter por fuera del mismo, extrayendo el
extremo externo. Se revisa la hemostasia y se efectúa lavado profuso de la incisión con
solución salina 0.9% a presión (en jeringa de 20cc con aguja 40/8).
Se cierra la aponeurosis con sutura de nylon o ácido poliglicólico 1. Se repite el lavado y,
si no existen signos de infección local a nivel de la herida, se completa el cierre por planos.
En caso de colecciones o presencia de signos de infección, se deja la herida abierta.
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best demonstrated practices.Kidney International 70, S44–S54, 2006
34. Cox SD, Walsh SB, Yaqoob MM, Fan SL: Predictors of survival and technique success after
reinsertion of peritoneal dialysis catheter following severe peritonitis. Perit Dial Int Jan-
Feb;27(1):67-73,2007
35. Wiggins KJ, Johnson DW, Craig JC, Strippoli GF: Treatment of peritoneal dialysis-associated
peritonitis: a systematic review of randomized controlled trials. Am J Kidney Dis Dec;50(6):967-
88, 2007
36. Crabtree JH. Fluoroscopic placement of peritoneal dialysis catheters: a harvest of the low
hanging fruits. Perit Dial Int 28:134–7. 2008
37. Moon SJ, Han SH, Kim DK, Lee JE, Kim BS, Kang SW, Choi KH, Lee HY, Han DS: Risk
factors for adverse outcomes after peritonitis-related technique failure. Perit Dial Int Jul-
Aug;28(4):352-60. 2008
38. Zalunardo N: Predicting outcome in peritoneal dialysis-related peritonitis: revisiting old themes
and slowly moving forward. Perit Dial Int Jul-Aug;28 (4):335-9,2008.
39. Figueiredo A, Goh B, Jenkins S: Clinical Practice Guidelines for Peritoneal Access. Perit Dial
Int, (6) Vol. 30, pp. 424–429, 2010
40. Nessim S, Bargman J, Jassal S Relationship between double-cuff versus single-cuff peritoneal
dialysis catheters and risk of peritonitis. Nephrol Dial Transplant 25: 2310–2314, 2010
41. Kahveci A, Ari E, Asicioglu E, Arikan H, Tuglular S, Ozener C: SHORT REPORT: Peritoneal
Dialysis Catheter Removal by Nephrologists: Technical Aspect from a Single Center. Perit Dial
Int September/October 2010.
42. Chang TI, Kim HW, Park JT, Lee DH, Lee JH, Yoo TH, Kang SW: Early catheter removal
improves patient survival in peritoneal dialysis patients with fungal peritonitis: results of ninety-
four episodes of fungal peritonitis at a single center. Perit Dial Int Jan-Feb;31(1):60-6,2011
43. http://www.san.gva.es/comun/ciud/docs/pdf/nephrology4.pdf.Accedido 10-09-2012
41
42
CAPITULO 4
La cirugía laparoscópica tiene un lugar muy importante en el manejo del acceso al peritoneo,
tanto en el implante del catéter peritoneal (CP) como en el manejo de sus complicaciones
mecánicas y posiblemente en el de algunas infecciosas.
El implante del CP se puede llevar a cabo en cualquier paciente que requiera DP y pueda
ser sometido a una anestesia general.
Su empleo es aconsejable en los pacientes que previamente hayan sido sometidos a
intervenciones quirúrgicas intraperitoneales , especialmente cuando éstas han invadido el
abdomen inferior.
Cumpliendo los lineamientos generales ya descriptos para el implante por cirugía directa,
el método para la colocación del CP que aprovecha los recursos de la cirugía laparoscópica
requiere, básicamente, la creación de un neumoperitoneo, que en nuestro medio se lleva a
cabo con CO2, y el implante de por lo menos 2 trócares que permiten la introducción de un
laparoscopio por uno de ellos y del CP por el otro.
Hay diversas técnicas para implantar el CP. Nosotros seguimos la recomendada
por Crabtree.
El procedimiento lo iniciamos con la colocación de un trócar de 10 mm bajo visión directa
de los planos parietales (si se cuenta con un laparoscopio de 5mm se emplea un trocar de
5mm) a nivel de la línea umbilical en el borde externo del músculo recto o inmediatamente
lateral al borde externo de la vaina rectal, en el lado opuesto al que se implantará el CP. A
través del mismo se insufla el CO2 (muchos grupos realizan el neumoperitoneo empleando
la aguja de Veress obviando la disección quirúrgica mencionada).
Obtenido el neumoperitoneo se introduce el laparoscopio y se realiza la inspección de la
cavidad peritoneal en posición de Trendelemburg para visualizar la cavidad pelviana y en
Trendelemburg invertida para establecer si el epiplón mayor estará en contacto o no con el
CP a implantar.
Se determina si existen adherencias intraperitoneales u otras anormalidades anatómicas
que pudieran alterar la introducción del catéter o su flujo o compartimentar la cavidad
peritoneal.
La presencia de cicatrices en las áreas mencionadas puede determinar la elección de otros
sitios de introducción de los trócares.
De no existir ninguna de las condiciones mencionadas se procede a implantar el segundo
trócar o un introductor de 16F con vaina pelable en el sitio elegido para atravesar la vaina
del músculo recto. Para ello se realiza, en el hemiabdómen en el que se implantará el CP,
una incisión transversa de 2, 3 ó 4 cm de longitud, dependiendo del panículo adiposo (en
43
pacientes con muy abundante panículo adiposo puede ser útil realizar una incisión vertical
(paramediana).
Es muy importante que este introductor se implante siguiendo una trayectoria oblicua
céfalo-caudal y anteroposterior cuando atraviesa la vaina rectal, de forma tal que el sitio
de ingreso en la hoja anterior del recto se encuentre a una distancia de 4 cm del orificio de
ingreso al peritoneo.
Al proceder de esta forma el Catéter Peritoneal quedará alojado en un túnel que,
aprovechando la resiliencia del catéter, lo mantendrá orientado hacia la cavidad pelviana.
Asimismo se interpreta que esta disposición minimiza la aparición de fugas y el desarrollo
de eventraciones en el sitio de introducción.
Introducido el catéter y alojado en la posición deseada se tuneliza el segmento subcutáneo
y se lo exterioriza en el sitio elegido.
A continuación se procede a evacuar el neumoperitoneo y se conecta el sistema de infusión
verificando el correcto ingreso y drenaje del líquido de diálisis peritoneal.
Siendo ésto satisfactorio, se lleva a cabo el cierre de la herida empleada para introducir
el catéter aproximando con puntos de sutura reabsorbible el tejido celular, y con hilo
irreabsorbible la piel.
Finalmente se procede al cierre con puntos de polipropileno del orificio músculo-aponeurótico
empleado para el trocar de 10 mm. y la piel se cierra con sutura irreabsorbible.
Maniobras asociadas:
Bibliografía sugerida:
45
46
CAPITULO 5
COMPLICACIONES QUIRURGICAS RELACIONADAS AL IMPLANTE
DEL CATETER PERITONIAL
Con cualquiera de las técnicas empleadas. Puede deberse a lesión de la arteria epigástrica
o sus ramas , como también de algún vaso de la dermis.
Se manifiesta como una sufusión hemorrágica o un hematoma. Prestar especial atención si
el lavado es sanguinolento, si presenta coágulos y la persistencia del cuadro (días ).
Probablemente requerirá lavados frecuentes con líquido heparinizado para disolver coágulos
y fibrina, control del hematocrito y estado clínico del paciente.
El diagnóstico es semiológico pudiendo realizarse control y seguimiento con ecografía de
partes blandas .
Se puede solicitar Hto. del liquido peritoneal para cuantificar la pérdida de sangre.
Relacionada con el método de implante , siendo más frecuente con el implante percutáneo
y/o el quirúrgico. El líquido fuga a través del espacio que existe entre el catéter y el peritoneo
parietal. Ocurre en el postoperatorio inmediato con una frecuencia de 20% y se pone de
manifiesto habitualmente cuando aumenta la presión intraabdominal (PIA), generada
por el incremento del volumen de la solución infundida o por esfuerzos realizados por
el paciente (Valsalva) . Ésto sucede debido a que la cicatrización del tejido que rodea al
catéter no involucró al manguito o cuff profundo, cosa que puede ocurrir cuando el cuff
47
profundo no apoya por completo sobre el peritoneo. También puede ser consecuencia de
un desplazamiento que se produzca al realizar la exteriorización del catéter, no advertido
por el operador.
Para evitar ésto observar que el cuff profundo quede bien apoyado sobre el peritoneo y
esperar el mayor tiempo posible para dar inicio al tratamiento propiamente dicho (3 – 6
semanas?).
Cuadro Clínico : puede manifestarse a través de una pérdida de líquido por el orificio de
salida o por la herida quirúrgica , como así también edema localizado a nivel del implante.
Se caracteriza por humedecer la gasa de curación ante un esfuerzo o con los cambios de
volumen: orificio húmedo .
Dentro de los factores predisponentes a considerar están la obesidad, diabetes, desnutrición,
edad, enfermedad del colágeno, tratamiento prolongado con Corticoides, emplazamiento
del catéter en zonas cicatrizales, etc.
Es conveniente realizar profilaxis con antibióticos (cefalosporinas).
• MIGRACION
También depende de la técnica quirúrgica: implantar el catéter muy bajo o muy alto
respecto al ombligo.
48
Se considera como punto de reparo el promontorio, y desde allí, colocar el catéter un poco
a la izquierda del mismo.
Una vez implantado el catéter y comprobada su dinámica, según la normativa de cada
centro debe ser controlado periódicamente con el fin de evitar que la fibrina o coágulos
generen una disfunción del mismo. Dentro de lo posible hay que dejar un pequeño volumen
de líquido (150-200 cc) con heparina, a los fines de evitar la concentración de la fibrina y
que ésto sea causal de obstrucción temprana o en los días o semanas sucesivas.
Es una complicación tardía generada por una combinación de factores, que se expresa como
erosión de la piel y del tejido celular subcutáneo que rodea al manguito-cuff facilitando
su abocamiento o exposición a piel. La exteriorización puede ser completa o incompleta
dependiendo del tiempo de duración del proceso inflamatorio .
Como causas predisponentes podemos considerar:
- No haber respetado la distancia mínima de 2 cm hasta el sitio de salida en la piel.
- No respetar la configuración del catéter (memoria)
- Tracción repetida del catéter .
- Emergencia del catéter por una estría o por una cicatriz, o pacientes con tejido celular
subcutáneo muy delgado.
- En el proceso de cicatrización la retracción del trayecto subcutáneo hace que el manguito
se aproxime a la piel .
- Infección del orificio de salida que en su progresión termina comprometiendo al cuff.
- Infección del túnel.
- Granuloma en el orificio de salida que en su resección puede exponer el cuff o quedar
muy próximo a él con la consiguiente contaminación.
- Infección del tracto sinusal.
Cuadro clínico: edema , eritema , tumefacción , dolor, con o sin secreción por el orificio
de salida.
Administrar ATB hasta que se complete la extrusión . Si no realiza la extrusión completa en
forma espontánea, la decisión es hacerlo quirúrgicamente sin demoras. Dicha cirugía se
realiza con anestesia local teniendo presente no dañar el catéter al efectuar las maniobras.
Situación poco frecuente en abdómenes vírgenes; tener en cuenta aquellos pacientes con
cirugías abdominales previas, sobre todo las que involucran los espacios inframesocólicos,
que son las que pueden generar adherencias por la manipulación de las asas intestinales.
La lesión de una víscera hueca es más factible en el reingreso a diálisis peritoneal
después de haber estado transplantado o luego de haber sido extraído el catéter por
una peritonitis refractaria. Entonces, es necesario considerar que luego de un proceso
49
inflamatorio abdominal siempre pueden existir adherencias interasas , las mismas pueden
estar formando un conglomerado con escasa movilidad y estar adheridas entre sí y/o al
peritoneo parietal.
Esta situación invalidaría cualquier método percutáneo, pero no a cielo abierto o por video,
donde se podrá apreciar la cantidad, ubicación, densidad de las adherencias, e incluso
efectuar adhesiolisis para generar un espacio adecuado.
La sintomatología de la perforación se observa al realizar la dinámica intraquirúrgica:
líquido fecaloideo si se perforó intestino.
También se puede perforar vejiga: el paciente con diuresis debe orinar previo al ingreso al
quirófano.
En el momento de la dinámica intraquirúrgica ya se pueden sospechar las complicaciones.
Frente a posibilidad de perforaciones, el procedimiento debe resolverse a cielo abierto o
por laparoscopía.
- Relacionado al tipo de catéter : el recto produce más molestias que el coil, por las ca-
racterísticas que adopta el flujo al ingresar.
- Por desplazamiento o migración del catéter, por ejemplo al parietocólico quedando
fijado en esa posición; en ese caso el dolor se puede percibir referido a un punto de la
pared abdominal.
- Por alta velocidad de infusión: disminuyendo la misma puede superarse el dolor
- Al terminar de vaciar la cavidad: la presión negativa de succión puede generar dolor.
Se suspende el drenaje en ese preciso momento y se procede a la infusión.
• EROSION
Es un trastorno trófico que se puede presentar en una zona de piel que cubre el catéter.
Generalmente registra como antecedente un proceso inflamatorio, el cual puede ser en el
túnel , o un traumatismo de la piel que recubre el catéter. También se puede presentar en
aquellos pacientes con poco panículo adiposo, o en los casos en que el cuff/catéter queda
emplazado muy superficialmente.
Según el cuadro clínico se pude realizar un “reavivamiento” de los bordes de la lesión o
plantear un recambio de catéter.
• HERNIA PERICATETER
Relacionada con el tipo de implante y experiencia del equipo quirúrgico; por supuesto es
más frecuente con el implante a cielo abierto . Se produce por la sección del músculo o
cuando el músculo es muy débil
Se plantea el diagnóstico diferencial con un hematoma o con un absceso . Es de capital
importancia el cuadro clínico y la ecografía de partes blandas.
50
La resolución es quirúrgica, sin abrir el peritoneo, conservando el catéter y realizando la
plástica con o sin material protésico (malla irreabsorbible) o cambiar el catéter de zona
realizando la plástica de la hernia.
Bibliografia sugerida:
1. Ernesto Sojo, Liliana Bisigniano, Amalia Turconi, German Falke, Monica Grosman, Norma Delgado,
Marcela Bailez. Is Fibrin Glue Useful in Preventing Dialysate Leakage in Children on CAPD?
Preliminary Results of a Prospective Randomized Study. Advances in Peritoneal Dialysis.
2. Wen-Ming Chen and Chen-Li Cheng. A simple method to prevent peritoneal dialysis catheter
tip migration. Peritoneal Dialysis International, Vol. 27, pp. 554–556, 2007
3. Wen-Ting Tu, Zhen Su, and Yi-Sheng Shan. An original non-traumatic maneuver for
repositioning migrated peritoneal dialysis catheters. Peritoneal Dialysis International, Vol. 29,
pp. 325–329, 2009.
4. Ana Figueiredo, Bak-Leong Goh,Sarah Jenkins, David W. Johnson, Robert Mactier, Santhanam
Ramalakshmi, Badri Shrestha,Dirk Struijk and Martin Wilkie. Clinical practice guidelines for
peritoneal access. Peritoneal Dialysis International, Vol. 30, pp. 424–429, 2010
5. Po-Jen Yang, Chih-Yuan Lee, Chi-Chuan Yeh, Hsiao-Ching Nien, Tun-Jun Tsai and Meng-
Kung Tsai. Mini–laparotomy implantation of peritoneal dialysis catheters: outcome and rescue.
Peritoneal Dialysis International, Vol. 30 pp, 2010
51
52
CAPITULO 6
Dra. Mabel Alvarez Quiroga, Dra. Claudia Martin, Dr. Sebastian Boubee
54
Resumen de diferentes Guías Clínicas:
Adaptado de:
Líquido peritoneal: urea, creatina, volumen drenado (muestra representativa de cada uno
de los intercambios) y ultrafiltración.
Orina 24 hs: volumen, urea y creatinina.
Química hemática: urea y creatinina
Superficie corporal y Volumen de distribución del agua corporal.
(Ver ANEXO).
Cuando un paciente inicia diálisis peritoneal (DP), para confeccionar la prescripción del
tratamiento deben tenerse en cuenta varios factores:
La prescripción de la diálisis peritoneal debe estar orientada a lograr una adecuada calidad
de vida del paciente , a prevenir o disminuir el riesgo de complicaciones a mediano y largo
plazo y a facilitar las actividades habituales evitando el agotamiento.
59
Fuente: Twardowski, TJ, Blood Purif 1988; 7:95.
(VER ANEXO)
Los pacientes con transporte rápido requerirán permanencias cortas y parte del día sin líquido
en el abdomen para evitar reabsorción de fluidos y solutos. Si el paciente es anúrico se debe
indicar además un cambio lo suficientemente prolongado para dializancia de moléculas de
mediano tamaño. La cicladora es la mejor opción para este tipo de transportadores.
En el paciente con transporte lento, el tiempo de equilibrio se realiza tardíamente en un
intercambio. Son pacientes que suelen orillar la subdiálisis, aun con los cuatro cambios
standard, sobre todo si son anúricos. Presentan una importante ultrafiltración, que a algunos
puede hasta deshidratarlos. Es un tipo de peritoneo de larga viabilidad, difícilmente
requiera bolsas de alta concentración. La cicladora no es la mejor opción para este tipo de
transporte.
Es mayor porcentaje de pacientes se encuentra en la franja de transportes promedio
(promedio rápido y promedio lento).
El transporte peritoneal puede permanecer estable o modificarse en el tiempo, generalmente
con una tendencia hacia el transporte rápido. Por éso es importante realizar test en forma
periódica y luego de un episodio infeccioso o de cambio en la ultrafiltración.
En los peritoneos de transporte rápido puede observarse mayor pérdida de proteínas por
líquido peritoneal, que pueden relacionarse con hipoalbuminemia, especialmente en los
pacientes que evolucionan hacia un transporte rápido como consecuencia de inflamación
crónica.
La ultrafiltración neta es la diferencia entre el volumen ultrafiltrado total y el reabsorbido.
60
En un intercambio se mide como la resta entre el volumen total drenado y el infundido.
Este es el resultado de la presión hidrostática capilar y osmótica del líquido de diálisis y la
reabsorción linfática que ocurre durante toda la permanencia.
En la prescripción para cicladora es fundamental conocer el tipo de transporte para adaptar
los tiempos de los ciclos nocturnos a la velocidad de transporte. Sin embargo no es tan
determinante en la prescripción de cambios manuales.
Actividad cotidiana
La prescripción de diálisis peritoneal debe ser consensuada, dentro de lo posible, con
el paciente, tratando de respetar su actividad cotidiana, adaptando los horarios de los
intercambios a la misma. La diálisis incremental juega aquí un rol trascendental, así como
la flexibilidad y ajuste de la terapia a cada paciente (“traje a medida”).
Por ser una terapia de auto asistencia, es de fundamental importancia prevenir el agotamiento
del paciente. Se estima que en cambios manuales la menor permanencia debería ser de 4
horas y la mayor no superar 9 horas para permitir el descanso nocturno. No es aconsejable
que un paciente realice más de 4 intercambios por día, exceptuando situaciones de
urgencia.
63
a) Según el agente osmótico:
- Glucosa:
Agente osmótico de bajo peso molecular (90-200 Daltons), es el más comúnmente usado
y comercialmente disponible, en bolsas de concentraciones al 1,36%, 2,27% y 3,86%,
correspondientes a dextrosa (glucosa monohidratada) al 1,5 %, 2,3 o 2,5 % y 4,25%.
La glucosa no es el agente osmótico ideal porque se absorbe fácilmente, conduciendo a
una baja ultrafiltración y a complicaciones metabólicas severas, así como efectos sobre
la membrana peritoneal a largo plazo que podrían desencadenar complicaciones como la
esclerosis peritoneal encapsulante.
La enfermedad cardiovascular es la causa más común de morbi-mortalidad en estos
pacientes; el mantenimiento de la normovolemia es un componente fundamental de la
Diálisis Peritoneal adecuada.
La sobrehidratación se asocia a hipertensión arterial, hipertrofia ventricular izquierda, falla
cardíaca congestiva y mayores tasas de hospitalización.
Se recomienda utilizar las concentraciones más bajas posibles en contenido de glucosa,
pero extremando al mismo tiempo el uso de todas las demás estrategias para mantener
la euvolemia (restricción hídrica y sódica, diuréticos de asa en dosis elevadas mientras
persista diuresis residual > 100 cc).
Puede ser necesario el uso de solución hipertónica de dextrosa al 4,25% para mejorar la
ultrafiltración, pero su uso sostenido debe evitarse. Excepciones serían pacientes añosos,
con insuficiencia cardiaca congestiva y relativamente poca perspectiva de sobrevida.
-Icodextrina:
Es un polímero de glucosa de 16800 Daltons, que se comercializa en concentración al
7,5%. Permite una ultrafiltración sostenida en recambios de permanencia prolongadas
(hasta 16 hs), similar a la obtenida con una dextrosa al 4,25%, debido a su escasa absorción,
con un aclaramiento de solutos similar.
Las soluciones del polímero icodextrina son recomendadas para pacientes en DPCA
(recambio largo nocturno) y DPA (recambio diurno de 14-15 horas), con sobrecarga de
fluidos y baja ultrafiltración peritoneal, transitoria o permanente. Aunque existen algunos
trabajos que muestran su uso dos veces diarias, hasta el momento sólo se permite un
recambio diario. Un beneficio adicional de esta solución es la disminución de la exposición
a la glucosa y la posible mejora del perfil lipídico.
Se han descrito reacciones adversas (erupciones cutáneas y peritonitis con cultivo
negativo) como posible resultado de absorción de maltosa u otros oligopolisacáridos,
cuyas consecuencias metabólicas a corto y a largo plazo se desconocen. Además, en
los pacientes diabéticos, puede enmascarar una hipoglucemia por interferencias con el
monitoreo domiciliario de la glucemia, según el dispositivo utilizado para este fin. Esta
interferencia se puede presentar hasta 2 semanas después de suspender la administración de
Icodextrina. (Se puede consultar el listado de monitores de glucosa disponibles en el país
64
y su compatibilidad con icodextrina en www.glucosesafety.com)
- Aminoácidos:
Es una solución de baja masa molecular, a base de aminoácidos esenciales y no esenciales
al 1,1%. Los estudios realizados permiten recomendar esta solución para personas con
diabetes, malnutridos o para evitar el aporte de glucosa, sean diabéticos o no.
No se encuentra disponible aún en nuestro país.
-Sodio:
La concentración de sodio en las soluciones de DP varía entre 130-137 mmol/L.
En nuestro país se encuentran disponibles las soluciones con 132 mEq/L.
-Calcio:
Actualmente no se conoce la concentración óptima de calcio en las soluciones de DP.
Las soluciones disponibles en nuestro país contienen 3,5 y 2,5 mEq/L.
Con soluciones de 3,5 mEq/L de calcio, asociadas al uso de quelantes cálcicos y análogos
de vitamina D, es frecuente la hipercalcemia, inhibición de PTH y riesgo de calcificación
extraósea.
Aquéllas con concentraciones al 2,5 mEq/L, pueden producir estimulación de la secreción
de PTH, con exacerbación del alto remodelado óseo.
En consecuencia, la recomendación actual es individualizar la concentración a utilizar en
cada paciente en función de su situación clínica y estado del metabolismo óseo mineral.
-Magnesio:
Las soluciones disponibles pueden contener entre 0,5 y 1,5 mEq/L, tanto en DPCA como
en DPA.
La solución de 1,5 mEq/L de Mg puede producir hipermagnesemia, que disminuirá el nivel
de PTH, favoreciendo la enfermedad ósea adinámica, pero a su vez hay bibliografía que le
adjudica al Mg un efecto protector contra las calcificaciones vasculares.
c) Según el tampón:
Se utilizan para corregir la acidosis metabólica en pacientes en DP.
-Lactato:
Es el único tampón disponible en nuestro país hasta la redacción de estas recomendaciones.
Disponible en concentraciones de 35 y 40 mmol/L.
En algunos casos se asocia con dolor en la infusión. El lactato tiene una elevada tasa de
transporte peritoneal y de metabolización hepática; la tasa de desaparición del dializado
es más rápida en los primeros minutos de permanencia, tendiendo a cero en permanencias
largas. Se le atribuye un potente efecto vasodilatador periférico, que afectaría la contractilidad
miocárdica, reduciría la presión arterial y podría alterar el metabolismo lipídico.
65
-Bicarbonato:
Es el tampón fisiológico del organismo, por lo tanto, corrige la acidosis de una manera más
fisiológica que el lactato.
No se encuentra aún disponible en nuestro país.
-Soluciones mixtas:
Algunas presentaciones comerciales ofrecen soluciones mixtas, con concentraciones diversas
de lactato (10-35 mmol/L) y bicarbonato (2-25 mmol/L), de pH neutro o fisiológico.
No se encuentran aún disponibles en nuestro país.
Bibliografía Sugerida:
67
68
CAPITULO 7
COMPLICACIONES INFECCIOSAS
Dr. Roberto Barone
Peritonitis
Desde que se comenzó a utilizar la diálisis peritoneal (DP) como terapia de reemplazo en la
insuficiencia renal crónica estadío 5, se alcanzó una constante mejoría en el conocimiento
del manejo clínico, de laboratorio, de la farmacocinética de los antibióticos y en el desarrollo
tecnológico de distintos tipos de catéteres y dispositivos para eludir el ingreso de gérmenes
a la cavidad peritoneal . A pesar de los avances mencionados, la peritonitis continúa siendo,
aunque en menor medida respecto a los años anteriores, la complicación clínica mas
importante y causante del 15% de la falla del método y del 2-3% de mortalidad. Alrededor
del 50 % de los pacientes desarrollan el primer episodio de peritonitis en el transcurso
del primer año. La frecuencia en la aparición de peritonitis es variada y afortunadamente
menor respecto a los inicios de la DPCA con series de 1,3 episodios por año a 1 episodio
cada 40, 60 meses paciente y mejor aún en los últimos años tanto en DPCA como en APD
, sin embargo aún son observadas frecuencias elevadas de peritonitis incluso en países de
alto desarrollo Tales variaciones se hallan ligadas a los adelantos mencionados y al grado
de especialización de los centros.
Tras la aparición de una peritonitis, los probables resultados son: curación; extracción del
catéter por peritonitis refractaria con o sin laparotomía exploradora, dependiendo ella de
la persistencia y /o gravedad del cuadro y con transferencia del paciente a hemodiálisis;
peritonitis esclerosante fulminante; peritonitis recurrente y fallecimiento. Por lo tanto
son de suma importancia el cultivo, el rescate de gérmenes, asegurar que se cumpla el
tratamiento implementado, el seguimiento prudente y el conocimiento de los tiempos de
la evolución favorable o desfavorable en razón de tomar las decisiones terapéuticas más
certeras y con menor riesgo para el paciente.
Etiopatogenia:
Aproximadamente el 80 % al 90 % de las peritonitis son de origen bacteriano.
En los últimos años, así como la mejoría de los sistemas de desconección ha disminuído la
tasa de peritonitis, también la distribución de los gérmenes ha cambiado, con incremento
en la frecuencia de Gramnegativos (20-25%), a pesar de la predominancia de los
Staphylococcus epidermidis (30-45%) y aureus (10-20%) en la distribución habitual. La
presencia de hongos se observa hasta en el 10% de las peritonitis y los cultivos negativos
hasta en el 20 % segun las series.
Vía periluminal: Ligada a la infección del orificio de salida del catéter peritoneal
y/o del túnel subcutáneo y a la presencia de “biofilm” en el pericatéter, es la segunda
en importancia, no solamente en cuanto a la frecuencia en el acceso de los gérmenes al
peritoneo , sino además en que puede derivar en la extracción del catéter peritoneal. Los
gérmenes más frecuentemente asociados con esta puerta de entrada son: Staphylococcus
aureus, Staphylococcus epidermidis , Pseudomonas, Proteus y levaduras.
Vía transmural: A través de la pared intestinal los gérmenes ganan acceso a la cavidad
peritoneal desde la luz intestinal. Generalmente se asocia a enfermedad colónica diverticular,
apendicitis, constipación, diarrea grave, estudios invasivos (colon por enema, endoscopías),
como así también de origen vesicular. Las peritonitis son más frecuentemente a Gram (-) y
pueden ser polimicrobianas observándose a veces anaerobios y hongos.
Vía hematógena: Los gérmenes ingresan al peritoneo por vía sistémica a través de los
capilares peritoneales en relación con infección en otro sitio del organismo. Es la vía que
siguen Streptococcus spp y Mycobacteriun spp.
Definición
La peritonitis en diálisis peritoneal, es la inflamación habitualmente de presentación
aguda de la membrana peritoneal, provocada generalmente por el ingreso de gérmenes a
la cavidad peritoneal.
Terminología
Frecuencia de Peritonitis:
FP= Suma de meses-paciente / Nro de peritonitis
Ejemplo: 14 pacientes durante 15 meses = 210 meses-paciente
Episodios de peritonitis = 9
210 / 9 = 23.33
O sea un episodio cada 23,33 meses-paciente
Tasa de peritonitis:
Se la expresa como tasa anual:
TP= Nro de Peritonitis / (Meses de tratamiento / 12 meses)
TP= 9 / (210 / 12) = 0,51
Cualquiera de estas dos maneras de expresión también puede ser aplicada por agente
etiológico, por ejemplo: 1 episodio cada X meses-paciente para Staphylococcus coagulasa-
negativo.
Otra forma de seguimiento de las infecciones y en particular en la “compliance” del
entrenamiento del paciente, es a través de la permanencia libre de peritonitis en el primer
año del tratamiento. Generalmente se utiliza el método estadístico de supervivencia de
Kaplan-Meier tomando como el denominado “punto final” al primer episodio de peritonitis.
El monitoreo de la tasa de peritonitis en conjunto con el cálculo de la permanencia libre de
peritonitis, como así también la tasa de peritonitis por gérmen, son importantes para encarar
acciones de prevención, fundamentalmente en cuanto a entrenamiento y reentrenamiento
de los pacientes .
71
Diagnóstico:
Según la ISPD con dos de los siguientes tres criterios es suficiente para el diagnóstico
de peritonitis:
- Líquido peritoneal turbio con recuento de leucocitos mayor a 100 por microlitro,
con más del 50 % de neutrófilos.
- Dolor
- Presencia de microorganismo.
Terapia Empírica
Las recomendaciones para el tratamiento de las peritonitis en diáIisis peritoneal, tanto en
la terapia empírica como en el tratamiento específico que se describirá en los párrafos
subsiguientes, se hallan basados en los lineamientos sugeridos por la Sociedad Internacional
de Diálisis Peritoneal (ISPD) en 2010.
Una vez realizado el diagnóstico de peritonitis, aún sin la identificación del microorganismo
causante, se debe iniciar el tratamiento de manera inmediata. Dependiendo del cuadro
clínico, se puede considerar la posibilidad de hospitalización o el manejo ambulatorio con
controles frecuentes; esta decisión dependerá de la intensidad del dolor, de parámetros
hemodinámicos y de la ansiedad que provoque en el paciente el cuadro clínico que presenta,
impidiéndole hacerse cargo del tratamiento en su domicilio.
En primer término, según la intensidad del dolor, conviene realizar un intercambio de lavado
de la cavidad peritoneal que aliviará el malestar abdominal e iniciar luego la dosis de carga
del tratamiento intraperitoneal con los antibióticos según el esquema elegido y heparina
(aproximadamente 2500 - 5000 unidades en la bolsa) con la finalidad de reducir la fibrina
que dificulta la ultrafiltración. La utilización de aproximadamente 3 cc de lidocaína al 2%
intraperitoneal alivia considerablemente el dolor . Todo procedimiento de colocación de
medicación en la bolsa de diálisis, se debe realizar con técnica estéril, aplicando en el
puerto de medicación solución de iodopovidona, alcohol al 70%, clorhexidina, etc. al
menos 5 minutos antes de la instilación del medicamento.
La terapia empírica implica cobertura para los microorganismos Grampositivos y
Gramnegativos más frecuentemente detectados en las peritonitis ligadas a la diálisis
peritoneal, a la espera de los resultados de la tinción de Gram y del rescate de gérmenes en
los procesos de cultivo de la muestra. No existen indicaciones definitivas. Las siguientes
recomendaciones surgen de las experiencias publicadas y del Comité de Infecciones de la
sociedad internacional .
73
La historia microbiológica del programa de Diálisis Peritoneal, la historia bacteriológica
del paciente, y las recomendaciones internacionales determinarán el esquema de tratamiento
empírico a emplear. Para el espectro de los Gram positivos la recomendación es por via
intraperitoneal, una cefalosporina de 1ra. generación o Vancomicina. El antecedente de
resistencia a la meticilina de los gérmenes (superior al 10%) contribuirá en la determinación
del uso de vancomicina. Para los Gramnegativos, también por via intraperitoneal, se
puede optar por una cefalosporina de 3ra. Generación o un aminoglucósido (figura 1). Es
conveniente para pacientes que mantienen función renal residual , eludir los antibióticos
nefrotóxicos.
0 – 6 hs
Cefalosporinas de 1ra Cefalosporinas de 3ra
Generación o Vancomicina Generación o Aminoglucósidos
Figura 1
Terapia Específica
Cuando el gérmen es identificado, se debe proceder según la sensibilidad. No obstante, las
recomendaciones para el tratamiento de los distintos microorganismos más frecuentes se
detallan a continuación:
74
Gram Positivos
Estafilococo coagulasa negativo: Se continuará sólo con la cobertura iniciada para los
gérmenes Gram positivos o según la sensibilidad antibiótica (figura 2). Se tratará durante
14 días. En caso de infección del orifício de salida del catéter y/o túnel se extenderá a 21
días. Si aproximadamente a las 96 hs. no existiera mejoría se recultivará y se considerará la
posibilidad de extracción del catéter .
Sin mejoría
Mejoría clínica (Persisten síntomas- líquido turbio)
Re cultivar y evaluar
14 días de terapia.
Con infección sitio de salida o túnel Sin mejoría a los 5 días
14 a 21 días de terapia Remoción del catéter
y considerar remoción del catéter
Figura 2
75
Staphylococcus Aureus
Continuar cobertura para Gram (+) basado en la sensibilidad
Suspender cobertura para Gram (-)
Sin mejoría
Mejoría clínica
(Persisten síntomas- líquido turbio)
Recultivar y evaluar
21 días de terapia.
Con infección sitio de salida o tunel
la remoción del catéter podría ser Sin mejoría a los 5 días
considerada Remoción del catéter
Figura 3
76
Enterococcus spp/ Streptococcus spp
Discontinuar tratamiento inicial
→ Ampicilina 125 mg /L bolsa, considerar aminoglucósido
Mejoría clínica
Sin mejoría
(Persisten síntomas - líquido turbio)
recultivar y evaluar
14 días de terapia (Streptococcus spp).
21 días de terapia (Enterococcus spp).
Sin mejoría a los 5 días
Con infección sitio de salida o túnel Remoción del catéter
la remoción del catéter podría ser
considerada. Terapia 21 días
Figura 4
Gram negativos:
Pseudomonas spp: Bacilos aerobios estrictos, con elevado índice de fracaso de los
tratamientos de este tipo de peritonitis. Las últimas recomendaciones de la ISPD, contemplan
dos situaciones, sin y con infección del sitio de salida/túnel ( figura 5). En el primer caso,
se sugiere dos antibióticos con actividad para estos gérmenes, por ejemplo continuar con
ceftazidima y agregar según sensibilidad antibiótica un aminoglucósido, quinolona oral,
piperacilina, etc. La duración del tratamiento será de 3 semanas ante la evolución favorable.
Si no existiera mejoría aproximadamente a las 96 hs., se debería recultivar y evaluar. De no
mejorar en 5 días, retirar el catéter y continuar la terapia al menos dos semanas más por vía
I.V. Es conveniente evaluar colecciones intraabdominales con ultrasonido y/o tomografía
computada.
En la segunda situación, coexistiendo la peritonitis con infección del orificio de salida/
túnel, se recomienda la remoción del mismo y continuar el tratamiento antibiótico durante
al menos dos semanas.
77
Pseudomonas spp
Con infección del
Sin infección del
catéter con o sin ATB
catéter
previo
E. coli. Proteus,
Stenotrophomonas
Klebsiella, etc.
Sin mejoríaclínica
Mejoría clínica Mejoría clínica
(Persisten síntomas-líquido
Terapia 14-21 días Terapia 21 - 28 días
turbio) Retirar catéter
Figura 6
Peritonitis polimicrobiana
→ Metronidazol +
Continuar tratamiento
ampicilina,ceftazidima o
según sensibilidad
aminoglucósido
Urgente evaluación Sin infección del Sitio de salida / Con infección del Sitio de
quirúrgica tunel continuar tratamiento salida / tunel
ATB Remover catéter
Si laparotomía → patología
intraabdominal , absceso →
retirar catéter Continuar terapia ATB 21 días
según respuesta clínica
Figura 7
Cultivo Negativo
Cultivo Negativo
Días 1 y 2
Terapia Empírica
Terapia ATB
Figura 8 14 días post remoción
Peritonitis Micótica
Hongos
filamentosos
Candida
Aspergillus no albicans
Figura 9
En los últimos años, los esquemas de tratamiento se han modificado respecto al uso contínuo
o intermitente de los antibióticos. Denominamos uso continuo a la aplicación del antibiótico
en cada intercambio de diálisis y uso intermitente a la instilación del antibiótico en un
intercambio del día o en cambios alternos.
Es evidente que la administración intermitente de los antibióticos es menos tediosa y de fácil
manejo. Para que un antibiótico pueda ser administrado en forma intermitente, debe tener
la propiedad del llamado “efecto post antibiótico” como en el caso de los aminoglucósidos
que producen, independientemente de la concentración, actuando a nivel de los ribosomas,
una alteración en la lectura del ARN mensajero ejerciendo acción bactericida. Por otra
parte, éstos antibióticos tienen otro efecto dosis-dependiente a través de lesión de la pared
celular. Para el caso de drogas como la vancomicina y cefalosporinas que logran el efecto
deseado a través de la Concentración Inhibitoria Mínima, dependerá de la farmacocinética
y /o de altas concentraciones séricas para llegar a niveles terapéuticos. Sin embargo, en el
caso de las cefalosporinas, puede darse que dichos niveles no sean alcanzados durante las
24 horas. Por otra parte, es importante tener en cuenta la necesidad de una permanencia de
6 hs. del antibiótico en la solución de diálisis hasta el siguiente intercambio para obtener
82
una absorción adecuada. Además, respecto al uso de las cefalosporinas en las peritonitis
que cursan los pacientes en APD, la frecuencia de los ciclos determina un “lavado“
del antibiótico de la cavidad peritoneal no alcanzando probablemente la concentración
inhibitoria mínima necesaria, por lo que medidas tales como la transitoria modificación en
la programación de la cicladora aumentando la permanencia del líquido entre los ciclos o el
pasaje a sistema manual por algunos días hasta la resolución del cuadro son recomendadas
como así también el agregado de una dosis del antibiótico en un cambio manual extra
(opinión)
Respecto a la vancomicina, Bastani observó que la absorción de la vancomicina por
vía intraperitoneal es del 74 % con el peritoneo inflamado y del 51 % con el peritoneo
no inflamado. Bunke y Pancorbo encontraron similares niveles de absorción, 54 %
y 65 % respectivamente con el peritoneo no inflamado. Teniendo en cuenta las últimas
consideraciones, conociendo que la absorción de la vancomicina intraperitoneal es mayor
con el peritoneo inflamado y disminuiría con la mejoría del paciente, la dosis a nivel
intraperitoneal podría ser ineficiente con niveles séricos de vancomicina por debajo de
la CIM (15μg/ml), disminuyendo el porcentaje de curación, con recaídas o peritonitis
refractarias.
Tobramicina Dosis carga 1.5 mg /kg día IP. Mantenimiento: 0.5 mg/kg día
en intercambio de larga permanencia.
Fluconazol 200 mg IP en un intercambio cada 24-48 hs.
83
84
Bibliografía Sugerida:
86
CAPITULO 8
INFECCION DEL SITIO DE SALIDA DEL CATETER PERITONEAL
Dra.Rosanna Garófalo
La infección del orificio de salida es una de las principales causas de retirada del catéter
peritoneal.
La disminución en la incidencia de peritonitis observada por el avance de las medidas
técnicas, conectología y prevención, no ha impactado proporcionalmente en el número de
infecciones del orificio de salida y túnel. A su vez, cuando se asocian a peritonitis, éstas
tienen peor pronóstico, con mayor probabilidad de remoción del catéter.
La infección puede afectar la zona del orificio de salida, luego el cuff externo, el túnel
y finalmente el cuff interno. Las distintas publicaciones muestran tasas de 0,18 a 0,30
episodios/paciente /año.
87
5) Orificio con infección crónica
Exudado, tejido de granulación con más de 4 semanas de evolución
sin dolor, induración ni enrojecimiento
6) Orificio traumatizado
Dolor, sangrado y eritema
7) Túnel infectado
Edema, eritema y/o dolor a lo largo del trayecto del túnel.
Puede asociarse a secreción purulenta, hemorrágica o serosa espontánea o a la presión.
En ocasiones no aparecen síntomas quedando la infección oculta, o se detecta solo por
ecografía. Esto se asocia a mayor riesgo de Peritonitis.
Diagnóstico de infección
El drenaje purulento indica infección. También puede presentarse eritema, edema y dolor.
En algunas circunstancias la existencia de costra o eritema solos, no necesariamente
indican infección.
Conducta y tratamiento
Primeramente en todos los casos se tomarán medidas locales
Tomar muestra de cultivo si hay exudado purulento
Evitar traumatismos
Cauterizar el tejido de granulación con Nitrato de Plata
Puede realizarse tratamiento tópico coadyuvante con suero salino al 0,9% o
hipertónico al 20% o antisépticos.
Incrementar la frecuencia de los cuidados locales a 2 a 3 veces al día
En el orificio equívoco iniciar tratamiento con agentes antimicrobianos tópicos como
Mupirocina o Gentamicina en crema, o Ciprofloxacina en gotas oftálmicas , y antiséptico
como Iodo povidona o amuchina al 3 % o al 10 %.
Si no mejora o hay signos de infección aguda iniciar tratamiento antibiótico empírico
cubriendo Gram positivos (Staphylococcus aureus) como cefalosporinas de primera
generación, quinolonas o TMP/SXZ.
Si el paciente tiene historia de infección por Pseudomona Aeruginosa el tratamiento debería
ser con Quinolonas.
Principales gérmenes causantes:
Gram positivos: Staphylococcus Aureus
Estafilococo Coagulasa Negativo
Corynebacterias
89
Si ya ha recibido tratamiento previo: cambiar el antibiótico según sensibilidad o asociar un
segundo fármaco.
48 horas: Ajustar tratamiento según cultivo y antibiograma.
Seguimiento: control clínico muy frecuente, y nuevos cultivos cada dos semanas.
Si la infección reaparece de forma repetida después de mejoría, considerar terapia antibiótica
crónica.
Si no mejora tras un mes de tratamiento, sospechar infección del dacron/túnel y tratarlo
como tal.
Si se asocia a peritonitis, considerar retirada del catéter (Ver tratamiento de peritonitis).
Se recomienda utilizar profilaxis antifúngica en tratamientos prolongados hasta finalizar
el tratamiento antibiótico.
Entre 5 y 7 días luego del implante se realiza la primera curación, excepto que presente
humedad o sangrado. Se valora la cicatrización y se retiran los puntos de sutura entre
7 y 14 días. Se realiza la curación con técnica estéril, curando el orificio de salida con
Solución Fisiológica y secándolo totalmente para evitar el desarrollo de bacterias debido
a la humedad; luego cubrir con gasa estéril. El resto de la piel alrededor del orificio y la
cicatriz quirúrgica se limpia con un desinfectante tipo Iodo Povidona. Colocar el catéter en
posición natural e inmovilizarlo para que no se produzca torsión, presión y/o tracción sobre
el orificio de salida.
• La curación del orificio de salida cicatrizado coincide con el aseo diario personal.
• Lavado con agua y jabón líquido o champú neutro . En los casos de riesgo (diabéticos,
deficitaria higiene personal, etc) se puede utilizar antiséptico, amuchina.
• Secarlo con gasa estéril
• Cubrirlo con gasa y fijarlo, evitando el contacto con la región perineal. Puede
quedar descubierto una vez que está totalmente cicatrizado, ad referéndum del
Equipo de Salud.
• Siempre debe permanecer fijado a fin de evitar el movimiento de pistón y
microtraumatismo.
90
• No remover costras con fuerza.
• Evitar el rascado
• No sumergir en agua de piscinas, mar o ríos: deben usar bolsa impermeable para
nadar (por ejemplo bolsa de colostomía).
Bibliografía Sugerida:
91
92
CAPITULO 9
DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO DE LAS COMPLICACIONES
INFECCIOSAS DE LA DIÁLISIS PERITONEAL
Métodos de concentración:
a. por FILTRACIÓN a través de membranas de 0,45 μm de porosidad;
b. por CENTRIFUGACIÓN a 3000 r.p.m. durante 15 minutos
c. trasvasando un volúmen del dializado a bolsas plásticas con medio de cultivo concentrado,
o 50 ml a frascos de hemocultivo de doble concentración.
3. Las coloraciones, la identificación de los microorganismos y las pruebas de
sensibilidad, deben ser realizadas e informadas rápidamente.
93
El que sigue es el procedimiento que recomendamos para el procesamiento del líquido
de diálisis peritoneal de un paciente con el diagnóstico clínico de peritonitis, basado en
las pautas de Stephen Vas, las sucesivas Guías de la ISPD (desde 1993 hasta 2010) y las
modificaciones propuestas por Silvia C. Predari y colaboradores (Figura 1).
Peritonitis fúngica
La peritonitis fúngica (PF) es una complicación infrecuente pero grave de la DP. Se presenta
entre el 1,3 % - 15 % de los episodios de peritonitis infecciosa pero la mortalidad puede
superar el 25 % de los casos . Los hongos prevalentes corresponden a las distintas especies
del género Candida. En una evaluación de los episodios de PF en un período de 25 años
realizada en el Instituto de Investigaciones Médicas A. Lanari - UBA por Predari et al. , la
frecuencia detectada fue de 4,37 % y la tasa de 0,06 episodios / paciente - año. Los agentes
etiológicos fueron: 5 Candida albicans, 1 Candida parapsilosis, 1 Candida glabrata y
1 hongo filamentoso Neosartorya hiratsukae, con 3 / 8 episodios polimicrobianos con
96
Pseudomonas aeruginosa, Pseudomonas grupo 1 y Acinetobacter lwoffii. En 5 / 8 episodios
los hongos se observaron en las coloraciones de Gram y Giemsa, lo cual es fundamental dado
que orienta rápidamente las conductas terapéuticas (administración de terapia antifúngica,
extracción del catéter de Tenckhôff, etc.).
Algunas de las principales conclusiones del trabajo fueron que la administración de ATB
estuvo estrechamente asociada con el desarrollo de las peritonitis por levaduras; pero la
peritonitis de origen exógeno por el hongo ambiental (N. hiratsukae), NO requirió de la
presión ATB. Además, la PF precedida por múltiples episodios de peritonitis bacteriana
determinó siempre, la exclusión definitiva del programa de DP. Los pacientes con peritonitis
de novo por Candida spp. pudieron continuar en DPCA.
Todo lo expuesto demuestra la importancia de la realización de las coloraciones y la
siembra del dializado en los medios diferenciales para hongos descriptos (Figura 1), con
el agregado de ATB (ej.: aminoglucósido 100 μg/ml + cefalosporina de 3ra. generación
100 μg/ml o cloranfenicol 100 μg/ml). Un par de tubos se incuba a 25 ºC - 28 ºC (o a
temperatura ambiente) y el otro par a 35 ºC - 37 ºC durante 2 meses.
Cuando en la coloración de Gram se observan elementos levaduriformes se puede agregar
desde el inicio la siembra en el medio selectivo y diferencial CHROMagar Candida®, que
permite la identificación presuntiva de tres especies: Candida albicans, Candida tropicalis
y Candida krusei. Cuando en las coloraciones no se observan levaduras, se siembran los
cuatro tubos ya mencionados (sin el medio CHROMagar Candida®).
Peritonitis micobacteriana
La peritonitis por micobacterias es una entidad rara, la incidencia oscila entre el 0,7 % -
3 %. En los países en vías de desarrollo donde la tuberculosis es una endemia, debe ser
considerada frente a un dializado turbio (con predominio de PMN o de linfocitos en el
conteo celular diferencial), por lo general sin microorganismos, y en un paciente con un
cuadro clínico y epidemiológico compatible que no responde a la terapia empírica (1, 23,
24).
Se la investiga mediante la concentración de la mayor cantidad posible del dializado
remanente que se guardó en heladera (no menos de 150 ml) (Figura 1). Se pueden inocular
medios líquidos, alrededor de 2 - 5 ml del nuevo sedimento lavado en un frasco para
hemocultivo automatizado tipo Bactec Myco / F Lytic (BD-Becton Dickinson), en el MB/
BacT Alert 3D (bioMèrieux), en el Bactec MGIT 960 (BD-Becton Dickinson), en el medio
de Middlebrook, u otros. También pueden utilizarse medios sólidos (aunque el crecimiento
de las micobacterias es más lento que en los medios líquidos), como los medios tradicionales
de Lowenstein Jensen y Stonebrink, entre otros. Todos se incuban a 35 ºC- 37 ºC y según
el método, hasta 60 días.
Las micobacterias más frecuentemente aisladas son: Mycobacterium tuberculosis,
Mycobacterium fortuitum, Mycobacterium avium, Mycobacterium kansasii, Mycobacterium
abscessus, Mycobacterium chelonae y otras micobacterias ambientales.
97
Peritonitis viral
La peritonitis viral es una entidad sumamente rara, o tal vez, subdiagnosticada. Se debería
pensar en ella en un contexto clínico compatible, sin respuesta al tratamiento empírico
convencional y con predominio linfocitario en el dializado .
Procesamiento: con uno de los hisopos realizar las coloraciones de Gram, Giemsa y
Ziehl Neelsen. Con el segundo hisopo realizar las siembras según lo observado en las
coloraciones. Mínimamente, en agar sangre ovina al 5 % (ASO), medio EMB Levine, en
caldo BHI y en el medio tioglicolato. Si se vieran elementos levaduriformes en el Gram,
agregar una placa de CHROMagar Candida®. Los medios de aislamiento se dejan en
incubación a 35 ºC - 37 ºC durante no menos de 3 días y los medios de enriquecimiento 7
días. Si hubiera levaduras en muy bajo inóculo (que no se observan en las coloraciones),
van a desarrollar en el caldo BHI al cabo de unos días de incubación.
98
La infección relacionada al túnel suele estar asociada a la infección del orificio de salida y
representa un riesgo elevado de peritonitis. Se presenta con:
- eritema, edema, tumefacción y dolor en la región del trayecto subcutáneo del catéter.
- la secreción puede ser intermitente o crónica y de aspecto purulento, sanguinolento
o viscoso, de aparición espontánea o al presionar el manguito. Un mínimo exudado seroso
en forma esporádica se considera normal.
- Puede no ser detectable al examen médico y requerir ultrasonografía.
Los agentes etiológicos son los mismos que los involucrados en la infección del orificio de salida.
Cuando el tratamiento médico no prospera y se asocia con peritonitis (con el mismo
microorganismo), se debe remover el catéter.
Preferimos el último método porque es simple, puede ser realizado en cualquier laboratorio
de Microbiología y brinda muy buena información.
Cada uno de los dos segmentos remitidos es cortado en fragmentos de ≈ 4 cm. Del segmento
intraperitoneal se obtienen de 3 - 4 fragmentos. A uno de ellos se lo rota en una placa de ASO
y luego se lo coloca en un tubo con ≈ 9 ml de caldo BHI, a otro fragmento se lo coloca en ≈ 9
ml de caldo Sabouraud glucosado y a ambos tubos se los agita en vórtex para desprender el
material (pus, sangre fibrina, etc.) y liberar las bacterias adheridas a las superficies externa
e interna de los fragmentos del catéter. Al tercer fragmento se lo coloca en 9 ml de medio
tioglicolato y se agita suavemente por rotación. Del segmento intermanguitos o túnel se
obtienen 2 fragmentos. A uno de ellos se lo rota en la placa de ASO y luego se lo coloca en
un tubo con ≈ 9 ml de caldo BHI y se agita en vórtex, al otro fragmento se lo coloca en ≈ 9
ml de medio tioglicolato y se agita suavemente por rotación.
Las placas de ASO se incuban al menos de 3 días y los medios líquidos durante 7 días a 35
ºC - 37 ºC.
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103
104
CAPITULO 10
Hernias
Fugas (precoces y/o tardías)
Edema Genital
Hidrotorax
Lumbalgia
Hemoperitoneo- Neumoperitoneo- Quiloperitoneo
Dificultad en el In/Out
Dolor a la infusión
Perforación intestinal
1.1. Hernias
Factores de riesgo:
- Hipotonicidad de los músculos abdominales.
- Diálisis con altos volúmenes de infusión , si bien no existe acuerdo unánime .
- Posición sentada: PIA mayor; decúbito: PIA menor; bipedestación: PIA
intermedia.
105
- Maniobras de Valsalva: estreñimiento, tos, ejercicios abdominales .
- Cirugía abdominal reciente
- Hernias previas (incluso las de pequeño tamaño)
- Fugas precoces pericatéter o hematomas
- Multiparidad
- Obesidad
- Debilitamiento general
- Tratamiento previo prolongado con corticoides
- Edad: ancianos y niños
- Sexo femenino.
- POLIQUISTOSIS HEPATORRENAL, uno de los factores de riesgo mas
importantes , debido al aumento de la PIA por el tamaño renal y hepático, así
como a las anomalías del colágeno presente en estos pacientes
- Inicio precoz de la diálisis tras la colocación del catéter.
Tipos de hernias:
- Umbilicales.
- Inguinales: directas o indirectas a través de un processus vaginalis permeable, más
comunes en varones, muy frecuentemente bilaterales.
- Incisionales: 20% de las hernias se producen a través de la incisión quirúrgica de la
colocación del catéter o de otras incisiones abdominales.
- Pericatéter o peri-orificio de salida (variedad de incisional).
- Epigástricas.
- Otras localizaciones más raras: diafragmáticas (orificio de Bochdalek, foramen de
Morgagni, hiato esofágico), orificio obturador, cistocele, enterocele.
– Prevención:
Reparar antes o en el mismo acto de colocación del catéter peritoneal, en especial las
hernias pequeñas, por el mayor riesgo de incarceración o estrangulamiento .
Evitar la línea media en el procedimiento de implante, por el mayor riesgo de desarrollo de
hernias. Es preferible colocarlo con una incisión paramediana.
Otras medidas de prevención :
• Evitar el estreñimiento (dieta rica en fibra, laxantes), el ejercicio físico intenso, y
la tos persistente.
• Diálisis peritoneal automática, con día seco o con bajos volúmenes en la
permanencia diurna, tiene menor incidencia en el desarrollo de hernias.
• Examinar cualquier paciente que se presenta con una peritonitis para descartar la
eventual presencia de pequeñas hernias estranguladas, éstas pueden conducir a
filtración transmural de bacterias y peritonitis. La sospecha se incrementa cuando
la peritonitis es a Gram (-). El prolapso uterino ( no realmente una hernia) puede
algunas veces ser manejado con un pesario, pero finalmente puede ser necesaria
la histerectomía.
– Tratamiento:
Muy aconsejable la corrección quirúrgica, con malla de polipropileno (técnica de
Lichtenstein) , de buena calidad siempre que sea posible . La colocación de malla disminuye
la tasa de recurrencias y permite la reiniciación de la DP en menor plazo de tiempo .
La reparación quirúrgica de la hernia: se realizará como en cualquier otro paciente no
urémico, sin abrir el peritoneo. En lo posible no hacerla con métodos laparoscópicos.
El líquido peritoneal debe ser totalmente drenado, antes de la intervención.
Las mallas de polipropileno de buena calidad brindan seguridad en cuanto a sus
resultados de sostén y poco riesgo infectológico. No se observaron mayores índices
de peritonitis en pacientes con dichas mallas, si bien teóricamente podrían ocurrir
complicaciones, en especial en pacientes con desnutrición severa y en función de la
destreza del cirujano.
El paciente debe ser advertido de consultar con el médico ante cualquier hernia dolorosa o
irreductible. El tratamiento quirúrgico será de urgencia, si existe estrangulación.
Medidas conservadoras: pueden aplicarse en pacientes con contraindicación médica
107
o rechazo a intervenciones quirúrgicas o pacientes con tendencia a la recurrencia de
hernias:
- se puede cambiar a APD (DPN o DPCC con volumen diurno reducido)
- utilizar soportes mecánicos, como corsés o bragueros
- disminuir el volumen de infusión.
Hernias pequeñas podrían ser tratadas con cirugía convencional, pero esta metodología
tiene altas tasas de recidiva.
Medidas postquirúrgicas:
- Mantener la PIA lo más baja posible.
- En pacientes con función renal residual (FRR):
a) se puede suspender la diálisis durante unos días, con estricto control
clínico y de laboratorio, evitando sobrecarga hídrica e hiperkalemia.
b) DPCA con volúmenes bajos en decúbito supino (no más de 1000 ml),
con alto número de recambios
c) DPA en decúbito supino.
d) asociar diuréticos como furosemida.
En pacientes sin FRR, transferir transitoriamente a hemodiálisis, durante 2-4 semanas.
Reiniciar DPCA con bajos volúmenes de intercambio, aumentando progresivamente hasta
volumen normal.
El desarrollo de hernias, particularmente recurrentes (3 %), es uno de los factores que
pueden causar drop-out por “falla de la técnica”.
La diastasis no requiere tratamiento correctivo.
1.2. Fugas
– Patogenia:
Se pueden producir de tres formas diferentes:
a) paso de líquido peritoneal a través del saco efraccionado de una hernia subyacente.
b) a través de un processus vaginalis permeable que permita el paso de líquido hacia la
túnica peritoneo-vaginal, manifestándose con edema labial en la mujer y con hidrocele y
edema escrotal en el hombre.
c) debido a un defecto de la pared abdominal, frecuentemente relacionado con el catéter,
que permite el paso del líquido en dirección caudal, ocasionando edema del pene y del
escroto, a menudo bilateral.
Una forma especial de fuga es la fuga vaginal. Puede resultar de escurrimiento de dializado
a través de las trompas de Falopio y se pueden resolver con ligadura de trompas.
El edema genital es más frecuente en el hombre debido a la mayor probabilidad de tener un
processus vaginalis permeable .
- Tratamiento.
Lo ideal es suspender temporalmente la DP y realizar reposo hasta la resolución del edema,
drenando totalmente la cavidad peritoneal.
En caso de no poder discontinuar la diálisis, por no existir FRR suficiente, tratar al paciente
109
de forma transitoria en DPA, con volúmenes de dializados pequeños y en posición supina,
o bien, transferirlo temporalmente a HD. Estas medidas conservadoras, deben mantenerse
al menos 2-3 semanas. En caso de recurrencias (aproximadamente en la mitad de los
casos, se puede intentar un reposo más largo con el paciente en HD (4-6 semanas). Si estas
medidas no resuelven la fuga, o si ésta es dependiente de una hernia , deben ser reparadas
quirúrgicamente.
1.3. Hidrotórax:
Definición: derrame pleural (hidrotórax), compuesto por líquido de diálisis, con más
frecuencia del lado derecho . El hemidiafragma izquierdo está cubierto por el corazón.
Es una complicación poco común pero bien reconocida en la DP.
Incidencia real no bien determinada, dado que hay casos de hidrotórax pequeño y
asintomático. La incidencia media se estima entre un 2- 3% . Más frecuente en mujeres
y en poliquistosis renal . Antecedente importante: un embarazo cercano . La ancianidad
es un factor predisponente En su patogénesis pueden implicarse alteraciones del drenaje
linfático, del gradiente de presión pleuroperitoneal y/o defectos congénitos diafragmáticos
a nivel del hiatus esofágico, aórtico, o a través del foramen de la vena cava, condicionados
por una presión intraabdominal positiva y una presión intratorácica negativa.
El defecto diafragmático, puede actuar como una válvula unidireccional.
– Clínica y diagnóstico:
Puede ser asintomático o llegar hasta la severa insuficiencia respiratoria, con cianosis y
eventualmente la muerte.
Ante la presencia de disnea de cualquier intensidad, taquipnea, tos y/o dolor torácico sin
causa obvia, al inicio de la D.P. o en cualquier momento posterior, es necesario descartar
esta complicación mediante una Rx de tórax y el examen físico.
Puede haber una disminución del volumen de drenaje, simulando un fallo de UF,
condicionando al paciente a usar soluciones hipertónicas, que puede agravar el hidrotórax,
por aumento de la PIA .
El diagnóstico: sospecha clínica, radiografía simple de tórax, en donde se visualiza el
derrame unilateral. Siempre deben auscultarse los pulmones de un paciente previo a la
primera infusión de líquido peritoneal.
A veces con una simple maniobra, como el vaciamiento del líquido peritoneal, repitiendo la
Rx de tórax al día siguiente, se puede observar la disminución del derrame. El mayor signo
diagnóstico en el líquido pleural es su alta concentración de glucosa. De otra manera, dicho
líquido es habitualmente un trasudado, con variable número de leucocitos.
Un gradiente de glucosa > 50 mg/dl entre el líquido pleural y el plasma tiene una especificidad
y sensibilidad del 100% en el diagnóstico del hidrotórax, proteínas (< 1gr/dl) y lactato
deshidrogenasa (LDH) <100 UI/l. Se debe solicitar conjuntamente recuento celular (< 100/
mm3) y cultivo.
110
La toracocentesis es un método de alto riesgo, que debe ser realizado solo en casos extremos,
cuando se trate de un gran derrame pleural.
Para demostrar la comunicación anatómica, se sugiere:
-Peritoneografía contrastada (TAC abdominal con infusión de iotalamato intraperitoneal).
-Gammagrafía con infusión intraperitoneal del radioisótopo .
-Resonancia magnética: los electrolitos contenidos en la solución de diálisis, pueden servir
como medio de contraste y de esta manera visualizar la fuga (se evita el gadolinium, que
puede producir fibrosis nefrogénica sistémica).
-Tratamiento.
La medida más importante es la interrupción de la DP (con drenaje total de la cavidad
peritoneal) entre 2-6 semanas y transferencia temporal a HD si no hay suficiente diuresis
residual que le permita permanecer ese tiempo sin diálisis. Con esta medida, se pueden
resolver la mitad de los casos.
Otra alternativa secundaria: DP con pequeños volúmenes, en posición semisentado.
Otros tratamientos estarán indicados en aquellos casos en que sea necesario mantener
al paciente en DP, por imposibilidad de transferirlo a hemodiálisis, o por decisión del
enfermo, informándole riesgos y beneficios:
La pleurodesis química convencional, con agentes esclerosantes (sangre autóloga,
tetraciclina, talco, cola de fibrina, acetonida triamcinolona) produce una reacción inflamatoria,
con posterior fibrosis pleural que puede obliterar la comunicación pleuroperitoneal. No hay
evidencia de la superioridad de alguno de los agentes esclerosantes sobre el resto.
La resolución definitiva del defecto pleuroperitoneal en los casos en que las medidas
anteriores sean insuficientes y el paciente deba permanecer en DP o ante imposibilidad
de transferencia a HD, puede consistir en cirugía, mediante toracotomía y reparación con
sutura directa y/o reforzamiento con parches de teflón.
La videotoracoscopía permite la realización de la pleurodesis o reparación quirúrgica con
una menor agresividad.
2.1. Hemoperitoneo .
2.1.1. Hemoperitoneo leve: Más del 70% de los casos. Común en mujeres en edad fértil,
en relación con menstruación, por hemorragia retrógrada por las trompas de Falopio o con
ovulación. También en casos de ovarios poliquísticos o en folículos no desprendidos. En
los hombres es más difícil determinar la causa.
Puede estar relacionado con la implantación del catéter o con laceración del tip del
catéter sobre la superficie peritoneal. Otras causas menos frecuentes son trombocitopenia,
tratamiento con anticoagulantes y antiagregantes, hemofilia, enfermedad de Wegener, etc.
El tratamiento: medidas conservadoras . Lavar la cavidad peritoneal, con líquido a
temperatura ambiente o más baja, con heparina (1.000 UI/L) para prevenir la obstrucción
del catéter por coágulos (la heparina no se absorbe por vía peritoneal a dosis bajas como
ésta). Se puede indicar reposo peritoneal. Cuando la hemorragia es más severa y recurrente
en mujeres fértiles, puede ser beneficioso el uso de la contracepción oral.
112
2.1.3. Hemoperitoneo severo o grave
Aproximadamente 20% de los casos, pueden cursar con inestabilidad hemodinámica.
Causas variadas: lesión peritoneal por el catéter, rotura de quiste ovárico, colonoscopía
complicada, rotura esplénica, carcinoma hepático, púrpura idiopática trombocitopénica,
rotura de aneurisma abdominal, etc.
Tratamiento: tratar la causa subyacente.
Diagnóstico: laparoscopía, arteriografía? Estos pacientes pueden necesitar transfusiones
sanguíneas, plasma fresco o crioprecipitados. Si existe una coagulopatía subyacente,
aplicar las mismas medidas.
Prevenirse en cualquier caso la formación de adherencias peritoneales y la falla del catéter
o de la función de la membrana peritoneal, indicando lavados frecuentes con solución de
diálisis heparinizada. Medida también aplicable a hemorragias importantes producidas tras
la colocación del catéter, omentectomía, etc.
2.2. Neumoperitoneo
Presencia de aire en la cavidad peritoneal, sin una intervención quirúrgica previa, asintomático
o levemente sintomático. Sin cuadro de perforación gastrointestinal, siendo un hallazgo
radiológico casual (abdomen en bipedestación o tórax con aire subdiafragmático).
También puede presentarse con dolor abdominal y liquido turbio, y es necesario realizar
diagnostico diferencial con peritonitis bacteriana.
Es infrecuente, dado que la presión intraabdominal no es negativa.
Pequeñas cantidades de aire en el peritoneo, hacen pensar en mala técnica.
Grandes cantidades asociadas a peritonitis, descartar perforación visceral.
Debe revisarse la técnica, sobre todo un incorrecto cebado de la línea; es bastante frecuente
en pacientes en APD.
Si hay perforación gastrointestinal, el paciente presentará abdomen agudo y peritonitis,
frecuentemente polimicrobiana (enterobacterias, anaerobios, hongos). En este caso
intervención quirúrgica, antibióticos y extracción urgente del catéter.
También puede observarse aire intraperitoneal sin perforación de víscera, cuando una
peritonitis es causada por un gérmen productor de gas (por ejemplo E.Coli)
2.3. Quiloperitoneo
Líquido turbio, aspecto lechoso, recuento celular normal, en ausencia de peritonitis.
Se debe a la presencia de quilomicrones ricos en triglicéridos.
Posibles causas: microtraumatismos de vasos linfáticos en la inserción del catéter,
enfermedades malignas, linfomas, cirrosis, pancreatitis crónica, amiloidosis sistémica,
obstrucción linfática por fibroadherencias, TBC, algunas drogas como la lecardipina, etc.
Diagnóstico: líquido lechoso.
Confirmación: quilomicrones o niveles elevados de triglicéridos, mayores que los niveles
plasmáticos y con contenido en proteínas de más de la mitad de las proteínas plasmáticas.
Siempre incluir búsqueda de enfermedades malignas.
113
2.4. Dificultades en el in/out
DIAGNOSTICO:
Bibliografía Sugerida:
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118
CAPITULO 11
PROBLEMAS DE ULTRAFILTRACION.
INTRODUCCIÓN
Los pacientes con Enfermedad Renal Crónica presentan inadecuado manejo del balance
hidroelectrolítico, aumentando la morbilidad y mortalidad cardiovascular. Es por ello que
uno de los objetivos de la TSR debe ser corregir la sobrecarga de volumen, a fin de mejorar
la presión arterial, los edemas, la hipertrofia de ventrículo izquierdo y la sobrevida.
La DP es una técnica que se caracteriza por ser continua, permitir un óptimo estado de
hidratación, sin fluctuaciones y con mayor estabilidad hemodinámica.
No obstante, no siempre es posible alcanzar el objetivo del adecuado estado de hidratación
o normovolemia.
La hipertensión arterial tiene una prevalencia estimada del 29% al 80% en los pacientes
119
tratados con DP. La enfermedad cardiovascular representa la causa más común de mortalidad
en esta población y la hipertensión arterial juega un rol muy importante en este punto.
La sobrecarga de volumen es frecuente en DP, principalmente en aquellos pacientes que
pierden la función renal residual, y/o por elevada ingesta de sal y/o líquidos.
Las características fisiológicas del peritoneo hacen que la UF sea gobernada por la membrana
peritoneal. En este sentido, una adecuación óptima, la dieta hiposódica, la restricción de
líquidos, el uso de diuréticos en altas dosis con el objetivo de preservar la FRR, y los IECA,
permiten un mejor manejo del paciente .
La membrana peritoneal debe ser evaluada periódicamente para detectar cambios en su
función debidos a procesos agudos (peritonitis) o crónicos (exposición a los líquidos de
diálisis, peritonitis recurrentes, esclerosis peritoneal), diagnosticar alteraciones o fallos de
ultrafiltración y tomar las decisiones terapéuticas más apropiadas (aumento del porcentaje
de líquidos hipertónicos, cese temporal de la DP, pase a DPA o a HD).
A causa de la mayor sobrevida de los pacientes en DP, esta terapia es utilizada por períodos
más prolongados siendo la falla de ultrafiltración (FUF) el problema más prevalente que
pone de manifiesto la disfunción del transporte peritoneal .
Fallo de ultrafiltración
Se define como “fallo de ultrafiltración” de la membrana peritoneal a “la ultrafiltración
menor a 400 ml con un intercambio de 2.000 ml con glucosa al 3,86% o 4,25%, en una
permanencia de 4 horas” .
122
Ello permite evaluar la ultrafiltración.
Una ultrafiltración menor de 400 ml después de 4 horas de permanencia evita falsos
positivos en esta prueba y se correlaciona correctamente con los problemas clínicos.
Una segunda ventaja del PET “modificado” es la determinación de los cambios en la
concentración de Na+ en el dializado ocasionado por el flujo de agua hacia éste .
Este flujo de agua, que es debido en parte a los canales de aquaporinas, produce la dilución
de la concentración de Na+ del dializado (Sieving de Na) que es la caída en la concentración
de Na+ del dializado de entre 2 y 4 mEq/L a las 2 horas usando dextrosa al 2,3% / 2,5%, o
una caída en dicha concentración de Na+ de mayor intensidad (>5%) si se utiliza glucosa al
4,25%. A mayor paso de agua por la vía de las aquaporinas se produce mayor disminución
de la concentración de Na+.
De esta manera el Sieving de Na+ permite un diagnóstico más fino de las causas del fallo
de UF.
RECOMENDACION
123
- Rápido transporte desarrollado en el curso de la DP
Algunos pacientes desarrollan una mayor superficie vascular, transformando su PET
en rápido transporte. Esto sucede generalmente después de 2 años de tratamiento. En
consecuencia aumenta la permeabilidad de la membrana con mayor absorción de glucosa y
por ende pérdida del gradiente osmótico, todo lo cual conlleva a menor ultrafiltracion.
El PET confirma el aumento en el D/P de creatinina y la disminución en el D/D0 de
glucosa. Esta condición favorece el aclaramiento de pequeños solutos con sobrecarga de
volumen e hipertensión arterial. También puede observarse una menor disminución en la
concentración de Na+ del líquido peritoneal .
Es más frecuente en pacientes con peritonitis reiteradas o que han utilizado soluciones
hipertónicas en forma frecuente.
La falla en la ultrafiltración tipo I por transformación de la membrana peritoneal secundaria
al transcurso del tiempo en DP no es fácilmente reversible, aunque hay autores que sugieren
un descanso peritoneal de 4 a 6 semanas para luego reevaluar.
Bajo volumen de drenaje con lento transporte peritoneal (FUF tipo II)
- Deficiencia de Aquaporinas:
Se ha demostrado la existencia de aquaporinas 1 y 3 en los canales de agua transcelulares
(ultraporos) en el endotelio capilar y en el mesotelio del peritoneo.
Existen varios métodos indirectos para estimar la magnitud del transporte de agua mediado
por las aquaporinas.
El referido Sieveng de Na+ es el más simple: la concentración de Na+ disminuye durante
la fase inicial de la permanencia de las soluciones hipertónicas (al 4,25%), alcanzando
su valor mínimo después de 60-120 minutos (disminuirá al menos un 5% en la primera
hora).
Por lo tanto el D/P de Na+ ofrece información del transporte de agua a través de estos
canales, observándose en los pacientes con déficit de aquaporinas una menor disminución
de la concentración de Na+ en el dializado.
Otra forma simple de valorar el transporte por aquaporinas es calcular la diferencia neta de
la UF obtenida a las 4 horas de permanencia entre una solución de glucosa al 1,5% con otra
al 4,25%. Esta última solución crea un mayor gradiente osmótico cristaloide y por tanto
aumenta el transporte de agua por los canales de aquaporinas. Un incremento de UF entre
ambas soluciones menor al esperado puede sugerir un déficit de aquaporinas.
En el PET “modificado”, utilizando bolsa de 4,25%, en la primera hora de permanencia
la disminución del Na+ es máxima, debiendo alcanzar al menos una reducción del 5%
respecto a la concentración de la hora 0.
125
RECOMENDACIONES FUF TIPO I
Reposo peritoneal.
Acortar el tiempo de permanencia.
Paso a DPA.
Uso de soluciones de alto peso molecular como la icodextrina para
permanencias largas.
Si las recomendaciones previas fracasan, pase definitivo a HD.
126
RECOMENDACIONES FALLA AQUAPORINAS
Los pacientes pueden presentar una adecuada UF vía no-aquaporinas, por ello es
factible aumentar el transporte de líquidos, utilizando Icodextrina en las permanencias
largas y acortando la duración de los intercambios con glucosa, de similar forma a lo
recomendado para los rápidos transportadores.
Es importante definir y conocer cuál es el momento más adecuado para transferir a otra
terapia a un paciente con diagnóstico de fallo de UF y/o sobrehidratación.
Es difícil establecer con exactitud el peso ideal. Podríamos decir que es el estado de
hidratación y nutrición donde un paciente se halla libre de edemas, normotenso, y con
parámetros nutricionales y cardiovasculares acorde a las recomendaciones.
Antes de la aparición objetiva del edema se puede producir un aumento de varios kilogramos
de peso .
Conseguir el estado normal de hidratación es uno de los mayores objetivos de la terapia con
HD y DP. Se lo considera uno de los parámetros más importantes de “adecuación”.
El estado de sobrehidratación se ha relacionado con hipertensión arterial, síntomas y signos
de edema pulmonar y periférico, fallo cardíaco, hipertrofia ventricular izquierda y otros
efectos cardiovasculares adversos. Una muy buena estrategia para mantener a los pacientes
euvolémicos parece esencial.
El fracaso de todas las herramientas para lograrlo, sería una indicación precisa de cambio
de modalidad dialítica.
La evaluación de la normovolemia es difícil, ya que no existe un método que pueda ser
utilizado a diario en la práctica.
La evaluación clínica del peso seco es el método más utilizado, pero ésto hace que la
sobrehidratación y deshidratación subclínicas sean frecuentes. Entre las pruebas que se
pueden emplear para estimar el peso seco, la radiografía de tórax y el diámetro de vena
cava inferior y sus variaciones respiratorias, son buenas medidas de la precarga, pero
también están influenciadas por factores cardiovasculares .
La bioimpedancia espectroscópica (BIS) valora el estado de hidratación corporal y
extracelular. Esta última es una técnica sencilla, barata, reproducible, no invasiva y de fácil
aplicación, que está basada en la resistencia que ofrece el cuerpo humano al paso de una
corriente eléctrica alterna.
Nos permite valorar no solamente el estado de hidratación, sino también el volumen
intracelular, volumen extracelular, cociente extra e intracelular, el volumen de agua total,
así como parámetros nutricionales.
127
Los diuréticos se usan más en DP debido a la mayor preservación de la FRR y ésto nos
permite aumentar y mantener más tiempo el volumen de diuresis para ajustar el estado de
hidratación y permitir mayor permanencia del paciente en la modalidad.
La presión arterial se debe controlar en primer lugar con adecuados balances de líquidos
y estricta restricción salina y recurrir a los fármacos antihipertensivos sólo después de no
conseguirlo con las primeras medidas.
Un paciente hipervolémico y/o con alta ingesta de Na+ difícilmente responda adecuadamente
a los fármacos antihipertensivos.
RECOMENDACIONES
1. Twardowsky ZJ. The Fast Peritoneal Equilibration Test. Semin Dial.3 (3):141-142, 1990.
2. Guías de Práctica Clínica en Diálisis Peritoneal. Sociedad Española de Nefrología. Última
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3. Harrison, Principios de Medicina Interna, Mc Graw Hill, 16º Edicion, Vol I, Pag 214, 2006.
4. Lo WK, Bargman JM, Burkart J, Krediet RT, Pollock C, Kawanishi H, Blake PG. ISPD
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Martínez A, Miguel A. Echocardiographic impact of hydration status in dialysis patients.
Nefrologia.32(1):94-102, 2012
129
130
CAPITULO 12
PRESERVACION DE LA MEMBRANA PERITONEAL
Posibilidades terapéuticas
Medidas generales
a) Las células mesoteliales humanas expresan todos los componentes del SRAA.
d) En pacientes tratados con inhibidores del SRAA que permanecieron largo tiem-
po en DP se observó disminución del clearence de pequeños solutos respecto al
no tratado, que tuvo aumento a lo largo del tiempo.
Por todos estos motivos la inhibición del SRAA en los pacientes en tratamiento
con DP podría prevenir o atenuar los cambios producidos en la membrana a largo
plazo, evitando la falla de ultrafiltración y fibrosis.
Reposo Peritoneal
132
N- Acetylcisteína
Bibliografía sugerida:
1. Williams JD, Craig KJ, Topley N, Von Ruhland C,Fallon M, Newman GR, Mackenzie RK, and
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3. The renin-angiotensin system and peritoneal dialysis. Editorial. Perit. Dial Int Vol 24,2004
4. Noh H, Ha H, Yu MR, Kim YO, Kim JH, and Lee HB. Angiotensin II mediates high glucose-
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7. Sauter M ,Cohen CD, Wörnle M, Mussack T, Ladurner R,and Sitter T. Ace Inhibitor and
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8. Nakamoto H, Imai H, Fukushima R,Ishida Y,Yamanouchi Y, and Suzuki H. Rol of the renin-
angitensin system in the pathogenesis of peritoneal fibrosis. Perit Dial Int Vol. 28 Supp 3,2008
9. Schilte MN, Celie JW, Wee PM, Beelen RH, van den Born J. Factors contributing to peritoneal
tissue remodeling in peritoneal dialysis. Perit Dial Int. Vol 29(6), pp 605-617 Nov-Dic, 2009.
10. Krediet RT, Coester AM, Kolesnyk I, de Graaff M, Zweers M, Smit W, and Struijk DG. Karl D
Nolph state of the art lecture: feasible and future options for salvation of the peritoneal mem-
brane. Perit Dial Int ,jun 20-24 Vol 29 Suppl 2,2009
11. Coronel F, Gomis A, Cigarran S , Rodriguez-Cubillo B,Herrero JA – Changes on peritoneal
transport of peritoneal dialysis patients: a new pleiotropic effect of paricalcitol. Clin Nephrol.
Aug;78(2):93-9. 2012
133
134
CAPITULO 13
ESCLEROSIS PERITONEAL ENCAPSULANTE EN FASE INICIAL (PRE-
E.P.E.) DIAGNOSTICO PRECOZ - MANEJO
DEFINICION
“Es un síndrome clínico que se presenta con síntomas de obstrucción intestinal continua,
intermitente o recurrente , debido a un peritoneo difusamente engrosado o severas
adherencias peritoneales” (I.S.P.D.).
Entidad no tan rara ni tan devastadora, si se sospecha tempranamente y se actúa
adecuadamente .
La EPE usualmente se desarrolla después de largo tiempo en DP, pero no todos los pacientes
que están largo tiempo en DP necesariamente van a desarrollar EPE .
La mayor parte de la bibliografía y definiciones refieren al estadío avanzado de la entidad.
En este capítulo intentaremos brindar pautas para el diagnóstico temprano y el abordaje
terapéutico precoz con el fin de evitar la progresión hacia esos estadíos permitiendo una
recuperación clínica completa o casi completa.
El desarrollo de la Esclerosis Peritoneal Encapsulante (EPE) ha sido dividido en cuatro
estadíos clínicos:
- Pre-EPE, asociado con fallo de UF y rápido transporte de solutos
- Fase inflamatoria
- Enfermedad encapsulante o progresiva
- Estado obstructivo asociado con obstrucción completa o “cocoon”.
La proporción de pacientes que progresan desde una función peritoneal normal a pre-EPE,
pero no llegan a desarrollar la EPE completa , es desconocida dada la sutileza de los
síntomas iniciales, fácilmente confundibles con otros trastornos no relacionados.
Tampoco está aclarado porqué algunos pacientes desarrollan la entidad y otros no, con los
mismos factores de riesgo.
FISIOPATOGENIA:
Las Células Mesoteliales (CM) son las principales células del “téjido-órgano peritoneo”.
Constituyen la primer barrera con la que contacta permanentemente el líquido de diálisis.
La composición del líquido es bio-incompatible, alterando la biología celular, exigiendo
una regeneración constante.
Este factor está primariamente relacionado a inflamación aguda y crónica del peritoneo, que
conduce a la hipervascularización-neoangiogénesis local, vasculopatía y transformación
de las CM, que son originalmente células epiteliales, en mesenquimáticas . Comienzan
entonces a sintetizar colágeno (matriz extracelular) que se deposita en la zona subepitelial
con el consecuente engrosamiento de la membrana peritoneal ⇒ esclerosis peritoneal.
135
La reposición ad-íntegrum de la membrana peritoneal dependerá de la capacidad intrínseca
de las CM para proliferar, diferenciarse y re-colocarse apropiadamente.
La EPE, por lo tanto, ha sido definida como el estadío final de la membrana peritoneal.
INCIDENCIA:
Su incidencia se incrementa con la duración de la terapia.
En un estudio de Registro australiano de Rigby y col. la tasa reportada fue de 19% después
de 8 años de tratamiento.
Los datos reportados por Kawanishi en 2004 en un estudio prospectivo, muestran que la
incidencia fue de 0,7 % después de 5 años; 2% después de 8 años; 6% después de 10 años
y 17% después de 15 años de tratamiento .
Sin embargo, otros autores, como Barone y Col encontraron en un seguimiento a 15 años
de 89 pacientes, una sobrevida del peritoneo de 98.8%, 93.7%, 87.6%, 66.9%, 46.4%,
and 33.8% a 1, 3, 5,8, 10, y 14 años lo cual confirma las observaciones de la diferente
incidencia del síndrome según países y Unidades de Diálisis.
- Hemoperitoneo intenso.
- Hiperparatiroidismo
- Drogas? (Betabloqueantes)
136
la falla de UF no es condición sine-qua-non). Particularmente sugestiva es la falla
de UF de presentación precoz , alrededor de los 2 años.
• Falta de recuperación de UF en falla tipo I , luego del reposo peritoneal de 4-6
semanas.
• Kt/V progresivamente más alto en pacientes con largo tiempo en DP.
• Cambios del PET a lo largo del tiempo hacia Transporte Rápido
• UF destacadamente baja con Icodextrina
137
VIGILAR ESTRECHAMENTE LA PRESENTACION DEL CUADRO EN LAS
SIGUIENTES CIRCUNSTANCIAS:
Al cambiar de modalidad por fallo de UF tipo I y con mayor razón tipo II, con
o sin catéter colocado, en los subsiguientes 4-12 meses del cambio.
Inmediatamente a continuación de una peritonitis bacteriana grave refractaria
con extracción de catéter y pase a HD, muy especialmente las tardías.
Después de un trasplante renal.
138
EN LAS FORMAS “FULMINANTES” INICIALMENTE PUEDEN NO ENCONTRARSE
HALLAZGOS CARACTERISTICOS, POR LO QUE SE SUGIERE REPETIR IMÁGENES.
LOS CAMBIOS PUEDEN PRODUCIRSE EN POCOS DIAS.
En una TOMOGRAFIA COMPUTADA puede encontrarse:
- Ausencia de hallazgos específicos
ó (casos más avanzados):
- Calcificaciones peritoneales
- Engrosamiento Peritoneal
- Realce Peritoneal con contraste
- Adherencias de asas intestinales , apelotonamiento
- Liquido loculado/septado
- Signos de obstruccìón intestinal
- Dilatación de asas intestinales
- Engrosamiento de la pared intestinal
En base a dichos signos , Vlijm y Col, y también Tarzi han propuesto un score diagnóstico
por imágenes; la primera considera que se define la EPE por la presencia de 3 o más signos
tomográficos de los descriptos, mientras que Tarzi considera que deberían haber 4 o más.
Laparoscopia
Permite el diagnóstico muy temprano , antes de que extensas capas fibróticas cubran las
asas intestinales.
Un elevado índice de sospecha junto con una alta perspicacia para el diagnóstico
laparoscópico pueden ser una estrategia efectiva para establecer un diagnóstico temprano y
un régimen terapéutico para la EPE.
La repetición de la laparoscopía puede ser usada como guía para la duración de la terapia.
MANEJO TERAPEUTICO
Un paso importante es la cesación de la terapia para prevenir daño adicional . Si bien este
hecho no siempre revierte la progresión de la fibrosis , lo cual podría explicarse porque cesan
de efectuarse lavados que remueven la fibrina, los factores profibróticos y las citoquinas,
e incluso esta suspensión podría disparar o empeorar los síntomas. Por tal motivo hay
trabajos que propugnan dejar el catéter “in situ” y realizar lavados semanales con líquido
heparinizado durante varios meses. Otros autores proponen directamente la remoción.
Los corticoides han demostrado ser eficaces en la detención y retroceso del proceso
inflamatorio peritoneal ; son las drogas más reportadas y exitosamente utilizadas; suprimen
el proceso inflamatorio de la membrana peritoneal e inhiben la síntesis y maduración de
colágeno; cuanto más precoz mayor eficacia.
Pero también mejoran la sintomatología en procesos más avanzados , por ejemplo con íleo,
el cual puede llegar a remitir.
En la peritonitis esclerosante “fulminante”, sus resultados son impactantes.
El tratamiento temprano permite en ocasiones un ciclo relativamente corto, por ejemplo 6
139
meses.
Es opinión de este grupo de autores, administrar profilácticamente corticoides
en dosis bajas en el período peri-cambio de modalidad en aquellos pacientes con
más de 5 años de DP.
Asimismo, está recomendada la prolongación de los corticoides en el post trasplante
(Oreopoulos) y evitar los anticalcineurínicos por su efecto pro-fibrótico (ciclosporina).
Del mismo modo, son absolutamente eficaces para la resolución de cólicos y diarrea
posteriores al cambio de modalidad con retiro del catéter peritoneal.
También se advoca la administración de tamoxifeno, con resultados para algunos grupos
promisorios y para otros no determinantes.
Se pueden asociar ambas drogas.
Uno de los esquemas sugeridos para meprednisona es :
- 0,50 a 1 mg/kg/dia el primer mes sin superar 80 mg.
- 0,25 a 0,5 mg/kg/dia los meses 2 y 3
- luego ir disminuyendo hasta 10 mg/dia hasta el sexto mes.
- Se sugiere mantener 6 meses a 1 año.
- Debe prolongarse si el paciente mantiene PCR elevada.
- Si tiene íleo administrar entre 500 mg y 1 gr de metilprednisolona E.V. en tres
días consecutivos y luego continuar por vía oral como la descripta.
En ocasiones no se logran suspender totalmente los corticoides, ya que la disminución de
la dosis genera el recrudecimiento del cuadro. En ese caso se sugiere mantener la menor
dosis posible para que el paciente permanezca libre de sintomatología.
1) Si el cuadro es muy leve (por ejemplo cólicos y diarrea post cambio de modalidad),
pueden suministrarse dosis de 0,25 mg/kg/dia , y el tratamiento mantenerse 6 meses.
2) En caso de utilizarlos en forma profiláctica luego del cambio de modalidad en
pacientes con largo tiempo en DP, la dosis sugerida también es de 0,25 mg/kg/dia
durante 6 meses. Siempre suspender en forma gradual.
Las observaciones demuestran que se obtienen muy buenos resultados, con mínima o nula
morbilidad, y “curación” del proceso.
No se aconseja reiniciar el tratamiento con DP luego de haber presentado un proceso como
el precedente, aunque parezca absoluta y totalmente curado.
Una vez en hemodiálisis tienen un pronóstico que no difiere del resto de los pacientes, a
menos que no se haya logrado revertir el cuadro, hecho que debería ser poco usual si el
tratamiento se instituye precozmente.
En conclusión, la esclerosis peritoneal es una complicación bien manejable si la diálisis
peritoneal es interrumpida oportunamente y se administran los tratamientos sugeridos .
La conducta más eficaz en la esclerosis peritoneal es, en primer lugar, la prevención. Luego
perspicacia clínica, sospecha, detección temprana , actuación oportuna y correcta.
140
Bibliografía sugerida:
142
CAPITULO 14
ASPECTOS NUTRICIONALES EN DIALISIS PERITONEAL.
ALTERACIONES HIDROELECTROLÍTICAS Y ACIDO-BASE.
143
de proteínas a nivel hepático. Esta compensación es insuficiente en estados catabólicos,
ingesta deficiente o inflamación.
Algún grado de hipoalbuminemia, leve o moderada, es frecuente en DP, sin que signifique
desnutrición en todos los casos.
La síntesis cooperativa de proteínas en el hígado condiciona el incremento de otras proteínas
menos favorables: lipoproteínas, fibrinógeno, factores de coagulación, etc.
La distensión abdominal puede mejorar adaptando el volumen del dializado a la capacidad
o tolerancia del paciente y utilizando soluciones menos irritantes. Siempre que sea posible
deben evitarse las soluciones con altas concentraciones de glucosa, especialmente antes de
las comidas.
Se sugiere realizar el cambio de líquido peritoneal inmediatamente antes de la comida
principal, para disminuir la sensación de plenitud.
El tratamiento con procinéticos puede mejorar los síntomas dispépticos y el vaciamiento
gástrico.
Recientemente se ha sugerido considerar el uso, en pacientes desnutridos, de esteroides
anabólicos (decanoato de nandrolona 100 mg IM / semana) durante un período de hasta 6
meses.
Bibliografía sugerida:
1. European Best Practice Guidelines for Peritoneal Dialysis. 8 Nutrition in Peritoneal Dialysis.
Nephrol Dial Transplant. Dec; 20 Suppl 9: ix28-ix33. 2005
2. Guías de Práctica Clínica en Diálisis Peritoneal. Guías SEN. Nefrología, Vol 26. Supl 4. 2006.
3. Johnson D. W. Proceeding of the 11th Congress of the ISPD. What is the optimal fat mass in the
peritoneal dialysis patients? Per Dial Int, Vol 27 Suppl 2. 2007
4. Clinical Practice Guidelines and Recomendations on Peritoneal Diálisis Adequacy. Canadian
Society of Nephrology. Per Dial Int, Vol 31, pp. 218-239. 2011
5. Valle GA, Kissane BE, de la Cruz–Muñoz N. Successful laparoscopic bariatric
surgery in peritoneal dialysis patients without interruption of their CKD6 treatment
modality. 2012
ALTERACIONES HIDROELECTROLÍTICAS Y
ACIDO-BASE EN DP
Dra. Claudia Martin
Bibliografía sugerida:
1. European Best Practice Guidelines for Peritoneal Dialysis. 8 Nutrition in Peritoneal Dialysis.
Nephrol Dial Transplant. Dec; 20 Suppl 9: ix28-ix33. 2005
2. Guías de Práctica Clínica en Diálisis Peritoneal. Guías SEN. Nefrología, Vol 26. Supl 4. 2006.
3. Clinical Practice Guidelines and Recomendations on Peritoneal Diálisis Adequacy. Canadian
Society of Nephrology. Per Dial Int, Vol 31, pp. 218-239. 2011
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA
MALNUTRICIÓN EN DP
Recomendaciones para el uso de Suplementos Nutricionales
Lic. María Elisa Armendariz
El nutricionista del centro debe realizar además otras evaluaciones, como VGS o mediciones
más específicas (BCM por ejemplo) e Historia Nutricional para confirmar la malnutrición,
cuantificar el déficit nutricional y determinar los requerimientos del paciente.
El gran pilar en el que se sustenta el tratamiento de la MN es el conseguir que el paciente
aumente su ingesta. Para lograr este objetivo en muchos casos debemos recurrir a un
suplemento nutricional o la combinación de más de uno, según el requerimiento estimado.
En el mercado argentino existe gran diversidad de ellos.
147
Vademécum de Suplementos Nutricionales aptos para pacientes
con insuficiencia renal crónica para ser administrados
por vía oral.
HIPERCALÓRICOS
ISOCALÓRICOS
148
MÓDULOS
Bibliografía sugerida:
1- European Best Practice Guideline on Nutrition. Nephrol Dial Transplant (2007) 22 [Suppl 2]:
ii45–ii87.
2- Serum albumin concentration in dialysis patients: Why does it remain resistant to therapy?
George A. Kaysen. Kidney International (2003) 64, S92–S98.
3- Potential Impact of Nutritional Intervention on End-Stage Renal Disease Hospitalization, Death,
and Treatment Costs. Eduardo Lacson, Jr., MD,* T. Alp Ikizler, MD,† J. Michael Lazarus, MD,*
Ming Teng, MD,* and Raymond M. Hakim, MD* Journal of Renal Nutrition, Vol 17, No 6
(November), 2007: pp 363–371.
4- Nutritional Aspects of Adult Patients Treated With Chronic Peritoneal Dialysis - Carla Maria
Avesani, Olof Heimbürger, Peter Stenvinkel, Bengt Lindholm.J Bras Nefrol 2006; 28(4):232-
238.
5- Nutrición en pacientes en diálisis. Consenso SEDYT. Grupo de Consenso de la Sociedad
Española de Diálisis y Trasplante - Dial Traspl. 2006;27(4):138-61.
149
150
CAPITULO 15
PARTICULARIDADES DE LA DIALISIS PERITONEAL EN PACIENTES
CON DIABETES
Ventajas:
No requiere acceso vascular
No requiere anticoagulación sistémica
Terapia continua
Ultrafiltración lenta
No presenta episodios de hipotensión
Preserva diuresis residual
Mejor control de TA
Mejor control de la anemia
Dieta con menos restricciones
151
Insulina intraperitoneal eventualmente
Sociales y laborales
Retrasa el progreso de la retinopatía y neuropatía periférica
Desventajas:
Pérdida de proteínas por el dializado (8-10 g/día) en peritoneos de transporte
rápido (frecuentes en diabéticos).
Mayor incidencia de peritonitis fúngica
Mayor incidencia de hernia de pared abdominal o inguinal
Hiperglucemia e hipertrigliceridemia
Sed
Adaptado para 4 cambios x 2 l: Dosis total utilizada por vía SC antes de iniciar DP,
dividido 4, administrada en forma de Insulina Corriente por vía IP sumando en cada
cambio, según la concentración de bolsa utilizada:
Glucosa 1.5 % : 2 U
Glucosa 2.5 % : 4 U
Glucosa 4.5 % : 6 U
OBJETIVO:
-Glucosa en ayunas < 130 mg/dl y 1 hora postprandial < 200 mg/dl
Realizar los primeros tres cambios 20 min. antes de las comidas y el cuarto a las 23 hs.
-Evaluar glucemia 4 veces por día: antes y una hora después del
desayuno, y una hora después de almuerzo y cena.
152
Insulina
Glucemia ayunas (mg/dl) 1 hora postprandial
(unid/2 l)
< 40 < 40 -6
<40 40-80 -4
40-80 80-120 -2
180-240 180-240 +2
240-400 240-300 +4
>400 >300 +6
OBJETIVO: Glucosa en ayunas < 130 mg/dl y 1 hora postprandial < 200 mg/dl
Hipoglucemiantes orales:
-Glipizida
-Tolbutamida
-Glidazida
-Roziglitazona contraindicado por ganancia hidrica y aumento de
peso
Terapia Combinada
Colesterol Total ↑
LDL Colesterol ↑
HDL Colesterol ↓
VLDL ↑
Triglicéridos ↑ ↑
Apolipoproteína A1 ↓
Apolipoproteína B ↑ ↑
Lipoproteína a ↑ ↑
El tratamiento consiste en :
Bibliografía sugerida:
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2. Faller B , et al. Evolution of clinical parameters and peritoneal function in a cohort of CAPD
patients followed over 7 years . Nephrol Dial Transplant 9:280-286, 1994
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accelerated atherosclerosis? Kidney Int 45:876-883, 1994.
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and its possible pathophisiological role in CAPD . Kidney Int 51 : 182-186, 1996.
5. Zimmerman S . Long-term outcome of diabetic patients receiving peritoneal dialysis. Perit Dial
Int 16 : 63-68 , 1996.
154
6. Winkelmayer WC, et al. Comparing mortality of elderly patients on hemodialysis versus
peritoneal dialysis: a propensityscore approach. J Am Soc Nephrol 13:2353-2362, 2002
7. Moberly JB, et al. Alteration in lipoprotein composition in peritoneal dialysis patients. Perit
Dial Int 22:220-228, 2002
8. Locatelli F et al . The importante of diabetic nephropathy in current nephrological practice.
Nephrol Dial Transplant 18:1716-1725, 2003
9. Prinsen BH , et al. A broad-based metabolic approach to study VLDL apoB100 metabolism in
patients with ESRD and patients treated with peritoneal dialysis. Kidney Int 65:1064-1075,
2004
155
156
CAPITULO 16
CLASIFICACIONES
Existen dos clasificaciones de Insuficiencia Cardiaca, la diseñada por la New York Heart
Association y la posterior, del American College of Cardiology con la American Heart
Association.
La primera clasifica por síntomas y actividad física, la segunda, por las alteraciones
estructurales del tejido cardíaco.
Clase I: Sin síntomas en relación a la actividad física habitual. Solo en grandes esfuerzos.
Clase II: Síntomas con esfuerzos moderados. Leve limitación a la actividad física.
Clase III: Síntomas con mínimos esfuerzos. Marcada limitación para la actividad física.
Clase IV: Síntomas en reposo que se intensifican con actividades menores. Invalidante.
157
Nueva Clasificación de insuficiencia cardiaca del American College of
Cardiology y la American Heart Association (2001)
Clasificación Clínica
Sistólica:
La insuficiencia cardiaca sistólica está caracterizada básicamente por disminución de la
fracción de eyección, suele estar relacionada con procesos isquémicos coronarios y se
suele manejar con betabloqueantes e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
(IECA).
Diastólica:
La insuficiencia cardiaca diastólica se caracteriza por una disminución de la capacidad
diastólica con una fracción de eyección relativamente bien conservada.
Es una circunstancia bastante común presente fundamentalmente en insuficiencia renal
crónica, ancianos y diabéticos. Justamente esta población es la que ve con asiduidad el
nefrólogo. Y notablemente, ninguna droga ha probado ser efectiva en la insuficiencia cardíaca
diastólica. Al mismo tiempo se ha reportado un mayor riesgo de muerte en individuos con
insuficiencia cardiaca diastólica complicada con Síndrome Cardio-Renal tipo II.
Cómo actúa?
Dada la caracteristica de ultrafiltración continua de la diálisis peritoneal, se presenta un
menor riesgo de hipotensión abrupta, que exageraría la hipoxia de los órganos y el daño
renal.
En segundo lugar, la UF de la diálisis peritoneal se produce por el poder osmótico de la
solución de DP (glucosa o polímero de glucosa) que se encuentra dentro de la cavidad
peritoneal y que ultrafiltra líquido a través de una extendida red de capilares, lo cual
disminuiría la cantidad de edema intersticial.
De esta manera la DP puede imitar la situación fisiológica de eliminación de líquidos, y
cumplir con el principio terapéutico principal para la insuficiencia cardiaca congestiva que
es disminuir la congestión.
En tercer lugar, la carga de glucosa y la corrección de la acidosis ayudan para la corrección
de la desnutrición .
En cuarto lugar, la remoción de factores proinflamatorios podría mejorar la función
cardíaca.
Y, finalmente, la DP preserva la diuresis residual, colaborando en la eliminación de líquido
y produciendo menor estimulación del sistema renina angiotensina y del sistema nervioso
simpático.
Respecto a la eliminación de Na, el que se excreta con la UF de la diálisis peritoneal sería
mayor que el logrado por la fursemida. Esto es importantísimo para corregir el exceso de
retención de Na en pacientes con Insuficiencia Cardíaca Congestiva.
En pacientes tratados con Diálisis Peritoneal con adecuada ultrafiltración, Stegmayr
demostró ya en 1996 una reducción del índice ventricular izquierdo mediante Tomografía
Computada, y una supervivencia mayor a 1 año en pacientes que de otro modo tenían una
expectativa de vida de 1 mes.
Del mismo modo, Hiroshi Takane y col. también demostraron en 2006, en 16 pacientes,
la disminución de la tensión arterial sistólica, el aumento de la Fracción de Eyección del
Ventrículo Izquierdo, el cambio de Clase Funcional hacia estadíos mejores, de grado III a
grado II, de grado II a grado I, y en un paciente, de grado III a grado I (todos estadísticamente
significativos), cambios en las variables ecocardiográficas (aunque sin significación
estadística), aumento de la diuresis, y
aumento de la Hb.
Gotloib también pudo comprobar una mejoría en el índice de trabajo cardíaco , y una tasa
de mortalidad a un año del 10% en vez del 80% esperable por el Score de Charlson en este
grupo de pacientes. Y la mejoría sintomática se manifestó en todos.
La posibilidad de efectuar sólo un cambio, con concentraciones de acuerdo a la necesidad,
161
o con soluciones como la icodextrina, o la utilización de cicladora nocturna con abdomen
seco diurno (DPNI), etc., son todas alternativas válidas y eficaces para lograr una notable
mejoría en la calidad de vida y en la respuesta terapéutica. Además, al efectuar solo un
cambio, también se disminuye la posibilidad de peritonitis de contacto.
La icodextrina es un polímero de glucosa de alto peso molecular que genera una presión
oncótica prolongada que permite una mayor ultrafiltración durante tiempos de permanencia
prolongados.
El procedimiento para la Diálisis Peritoneal es, como sabemos , simple. Se realiza en el
domicilio del paciente. No requiere instalaciones de complejidad ni de alto costo . Los
requerimientos habitacionales son mínimos: una habitación que puede ser compartida con
el cónyuge, en buenas condiciones higiénicas, donde se puede efectuar el cambio manual
o el tratamiento con cicladora.
Posiblemente sea necesario un asistente que ayude al paciente a realizar el cambio de bolsa
o la conección a cicladora, sobre todo los primeros tiempos, en particular si es muy anciano.
Puede ser un familiar, una amistad, un empleado del geriátrico en caso de estar internado
en él, o una persona contratada, ya sea por la Obra Social o por la misma familia. No es
necesario que sea enfermero/a, solamente alguien responsable, con capacidad intelectual
estándar.
Una vez que el paciente esté compensado, es posible que pueda realizar el tratamiento por
sí mismo.
Si bien el número de pacientes reportados en todo el mundo es pequeño, los resultados
son prometedores. Bertoli, Diez, Basile , son algunos de los nuevos autores que también
exponen sus resultados de mejoría de la clase funcional, disminución de la hospitalización
y aumento del volumen urinario en algún caso. Además, y como un plus, no reportan
peritonitis durante el período de seguimiento.
Masaaki Nakayama es el autor de una de las últimas publicaciones (año 2013) sobre la
cual se soportan la mayoría de los conceptos volcados en este escrito.
Es de esperar que con la acumulación progresiva de evidencias y estudios prospectivos, se
difunda la aplicación de la Diálisis Peritoneal para los pacientes con Insuficiencia Cardíaca
Refractaria, con o sin Enfermedad Renal Crónica estadío V, enfocando en la calidad de
vida, la disminución de las internaciones, la mejoría de la sobrevida, y la disminución de
costos para la Salud Pública.
Bibliografía sugerida:
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164
CAPITULO 17
PECULIARIDADES DE LAS ALTERACIONES
HEMATOLÓGICAS EN DP
La anemia es una complicación frecuente en los pacientes sometidos a diálisis peritoneal (DP).
Sin embargo el porcentaje de pacientes en DP que desarrollan anemia y la severidad de la
misma es menor que en los pacientes en hemodiálisis (HD) (Evidencia C).
Los principales factores relacionados con esta menor severidad son :
1) Ausencia de pérdidas sanguíneas y hemólisis desde un circuito extracorpóreo.
2) Eliminación más eficaz de toxinas urémicas involucradas en la inhibición de la
eritropoyesis y de la síntesis endógena de eritroproyetina.
3) Mayor sobrevida del glóbulo rojo
4) Producción extrarenal de eritropoyetina (EPO) endógena por parte de los
macrófagos peritoneales.
Consistente con la menor severidad de la anemia, las dosis de Factores Estimulantes de la
Eritropoyesis (FEE) necesarias para corregir la anemia y mantener la hemoglobina (Hb)
objetivo son significativamente menores en pacientes en DP (aproximadamente un 30-50%
menores).
La vía subcutánea es la forma más aconsejable de administración de los FEE en DP
(Evidencia B).
La prolongación del intervalo de administración de los FEE es una opción de ajuste de
dosificación, especialmente eficaz para mantener la Hb objetivo en los pacientes en DP
(Evidencia C).
Las necesidades de hierro (Fe) son significativamente menores en DP (Evidencia C).
Las sales de Fe por vía oral representan un tema controversial debido a su mala absorción
e intolerancia digestiva.
Se puede utilizar Fe IV (sacarato) en dosis que oscilan entre 50-200 mg cada 15, 30 ó hasta
60 días (Evidencia C).
Respuestas pobres con 100-150 U/Kg/semana de EPO en DP deben alertar sobre la eventual
existencia de una resistencia a los FEE (Evidencia C).
Pero la falta de cumplimiento del tratamiento es un punto que debe ser particularmente
investigado en los pacientes en DP como causa de pobre respuesta a los FEE (Evidencia C).
Tratamiento de la anemia en DP
Al igual que ocurre en cualquier otro paciente con insuficiencia renal, el déficit relativo de
EPO es el principal factor etiológico de la anemia.
165
Una vez descartadas otras causas (ferropenia, hemorragia, etc.) el tratamiento debe basarse
en la administración de FEE.
La vía más recomendable para la administración de los FEE es la subcutánea (SC).
El agente disponible actualmente para la administración SC es la EPO .
La respuesta eritropoyética a la administración de FEE es muy variable , lo que exige un
control estrecho de la misma, principalmente en fase de corrección. Las dosis recomendadas
en fase de corrección oscilan entre las 50-150 U/Kg/semana para la EPO . A las 2-4 semanas
se debe valorar la respuesta, considerándose adecuado un incremento de Hb entre 1-2 g/dl.
Este dato debe servir como guía para las modificaciones posteriores de la dosificación con
el fin de alcanzar o mantener la Hb objetivo.
La Hb objetivo en los pacientes en DP está entre 10 y 11,5 g/dl (con FEE). Si el paciente
espontáneamente tiene un mayor nivel de Hb, no se toman medidas para bajarlo.
Algunos estudios basados en pacientes en HD han alertado sobre el incremento de eventos
cardiovasculares en pacientes que previamente habían sido diagnosticados de cardiopatía
cuando alcanzaron Hb>12 g/dl , bajo la administración de FEE.
Una diferencia especialmente reseñable en los pacientes en DP es la ausencia de
hemoconcentración post-procedimiento. En cambio, la hemoconcentración post-HD puede
incrementar la Hb en 1-2 g/dl.
Numerosos estudios clínicos y experimentales han demostrado que la administración de
FEE provoca un aumento de la reactividad plaquetaria y activación endotelial, fenómenos
que revierten la tendencia hemorragípara de la uremia, pero que potencialmente exponen
a estos pacientes a un mayor riesgo de fenómenos trombóticos.
La prescripción preventiva de antiagregantes plaquetarios debería ser considerada antes
del comienzo de un tratamiento con FEE, especialmente en pacientes de alto riesgo
(enfermedad cardiovascular previa).
El ajuste de dosificación para mantener la Hb objetivo se puede realizar:
- disminuyendo la dosis y respetando el intervalo de administración (generalmente semanal)
- manteniendo la dosis y prolongando ó acortando el intervalo de administración,
siempre y cuando la dosis mensual total se mantenga (aproximadamente 1-1.5
mcg/Kg/mes).
Los pacientes en DP tienen unas pérdidas de sangre estimadas de tan sólo 30-60 ml/mes.
El diagnóstico de ferropenia en DP se debe realizar de igual modo que en otros pacientes
urémicos, según las normas descritas en otras guías , aunque estos métodos diagnósticos
no ofrecen una fiabilidad absoluta para descartar ferropenia funcional.
La investigación de laboratorio del perfil de Fe debe incluir: ferremia, transferrina, % de
saturación de transferrina y ferritina.
La absorción digestiva de sales de Fe es pobre en pacientes con IRC, y numerosos factores
tales como el contenido de fitatos, oxalatos, taninos en los alimentos, así como una
166
disminución de la acidez gástrica o los quelantes de fósforo, la pueden alterar aún más.
Además las sales de hierro no son bien toleradas por vía oral, siendo frecuente el desarrollo
de síntomas de intolerancia digestiva.
Por tal razón, se recomienda la vía IV. Esta circunstancia supone un problema para los
pacientes en DP, que no disponen de un acceso vascular permanente, o tienen muy mal
lecho venoso, y que mantienen un régimen ambulatorio.
La administración cada 15 días, mensual o bimensual de sacarato férrico IV a dosis que
oscilan entre 50 a 200 mg, ha demostrado ser una alternativa bien tolerada, eficaz para
reponer los depósitos y mejorar la biodisponibilidad del Fe en pacientes en DP.
Se puede administrar 200 mg de hierro sacarato diluídos en 200 cc de solución fisiológica
por vía E.V. durante 60’, una vez comprobada fehacientemente la tolerancia del paciente .
Esta dosis, administrada una vez por mes o bimensual, según la necesidad, es más práctica
que dosis de 100 mg en forma más frecuente, en pacientes con pobre capital vascular.
Hasta el momento no se ha demostrado que el tratamiento con Fe IV incremente el
riesgo de padecer peritonitis u otras infecciones, sin embargo sí se ha observado que la
administración de dosis altas de Fe parenteral altera funcionalmente los neutrófilos.
También son preocupantes los resultados de algunos estudios que demuestran una relación
entre daño oxidativo y la administración de Fe parenteral.
Estos hallazgos deben alertar sobre el uso indiscriminado de Fe IV, siendo recomendable
utilizar la dosis mínima necesaria para mantener unos niveles de Fe que permitan una
respuesta adecuada a los FEE. En pacientes en DP no politransfundidos y sin procesos
inflamatorios se debe esperar una aceptable biodisponibilidad del Fe con ferritinas séricas
entre 100-200 ng/ml.
• Cuando se prescribe terapia con Fe, balancee los potenciales beneficios de evitar
o minimizar las transfusiones sanguíneas, la terapia con Factores Estimulantes
de la Eritropoyesis, y los síntomas relacionados con la anemia contra los
riesgos de algún daño en un paciente individual (ej. Reacciones anafilactoides
u otras reacciones agudas , así como los riesgos a largo plazo desconocidos (no
clasificado).
• Para adultos con ERC con anemia que no estén recibiendo hierro o estimulantes
de la eritropoyesis, nosotros sugerimos una prueba de Fe IV de 3 meses, si se
desea incrementar la concentración de Hb sin recurrir inmediatamente a los
FEE , y cuando la saturación de transferrina sea < 30% y la ferritina < 500 ng/
ml (alternativamente una prueba de Fe oral de 3 meses, si el paciente no está en
diálisis).
• No está recomendado administrar Fe IV en el curso de procesos infecciosos
activos.
167
• Para adultos con ERC bajo terapia con FEE que no estén recibiendo
suplementacion de Fe , nosotros sugerimos una prueba de Fe IV si se desea
aumentar la concentración de Hb o disminuir la dosis de FEE, y si la saturación
de transferrina es < 30% y la ferritina < 500 ng/ml.
• Para pacientes que requieren la suplementación de Fe, seleccione la ruta de
administración basada en la severidad de la deficiencia de Fe, disponibilidad
de acceso venoso, respuesta a la terapia oral previa, efectos colaterales con una
terapia previa oral o IV, aceptación del paciente y costo (no clasificada).
• Guíe las subsecuentes administraciones de Fe en base a la respuesta de la Hb
a terapias recientes con Fe, así como pérdidas sanguíneas en curso, perfil de
Fe, concentración de Hb, respuesta a FEE y dosis requerida de los mismos,
tendencias de cada parámetro, y el estado clínico del paciente (no clasificado).
• Evalúe el perfil de Fe al menos cada 3 meses durante la terapia con FEE ,
incluyendo la decisión de comenzar o continuar la terapia (no clasificado).
• Perfil de Fe más frecuente cuando se está iniciando o aumentando la dosis de
FEE, cuando hay pérdidas sanguíneas, cuando se está monitoreando la respuesta
después de un curso de Fe IV, y en otras circunstancias en las cuales los depósitos
de Fe puedan llegar a deplecionarse (no clasificado).
Cuando se administra dosis inicial de hierro no-dextran nosotros sugerimos , que los
pacientes sean monitoreados durante 60 minutos después de la infusión y que se disponga
de posibilidades de reanimación, incluyendo medicación y personal entrenado para
evaluar y tratar reacciones adversas serias.
Una pobre o inadecuada respuesta a los FEE se ha definido de una manera más o menos
arbitraria como el fracaso para alcanzar o mantener una Hb > 10 g/dl con dosis de 300 U/
Kg/semana de EPO .
Debido a que en general los pacientes en DP necesitan dosis mucho menores de FEE,
respuestas pobres con 100-150 U/Kg/semana de EPO en DP deben alertar sobre la existencia
de una resistencia a los FEE.
Las causas más frecuentes de respuesta inadecuada a FEE se muestran en la Tabla 1.
Estas son similares en DP y HD, siendo el déficit absoluto o funcional de Fe la más frecuente
en ambos grupos. La falta de cumplimiento del tratamiento, tanto de la dosis prescrita de
diálisis como de la autoadministración de FEE, deben ser especialmente consideradas
en pacientes en DP.
168
TABLA 1. Causas de Respuesta Inadecuada al tratamiento con Factores de
Estimulación Eritropoyesis
Frecuentes Infrecuentes
Está reportado que el uso de FEE por vía SC incrementa el riesgo de desarrollar una aplasia
pura de células rojas, fenómeno no frecuente en nuestro país.
169
GRUPO DE TRABAJO DE ANEMIA (SAN) Y CONSEJO DE ANEMIA (ANBA)
(RECOMENDACIONES)
Bibliografía sugerida:
172
CAPITULO 18
METABOLISMO OSEO MINERAL EN DIALISIS PERITONEAL
ASPECTOS PARTICULARES
En Diálisis Peritoneal (DP) hay un aporte continuo de Ca, aceptable eliminación de fósforo
y control más eficaz de acidosis metabólica (C).
La transferencia de calcio a través del peritoneo es un proceso pasivo dependiente de
difusión y convección. Por lo tanto el flujo neto de calcio depende de:
• el nivel de calcio sérico del paciente
• concentración de glucosa del líquido peritoneal
• concentración de calcio del líquido peritoneal
El impacto de la convección afecta marcadamente la cinética del calcio.
El transporte peritoneal del calcio depende marcadamente de la ultrafiltración y va a variar
en relación a la concentración del agente osmótico utilizado (usualmente glucosa) presente
en la solución de DP.
La tabla I (Bender F et al Am J Kidney Dis 1992 20:367–71) corresponde a los resultados
de un estudio donde se valoró la transferencia de calcio en 20 pacientes en DPCA con
intercambios de 4 hs de permanencia .
Se observa que manteniendo una concentración constante de Ca++ de 2.5 mEq/l y
modificando la de glucosa varía la remoción de calcio:
• Con glucosa de 1.5% el balance es prácticamente neutro, pero si el paciente tiene
períodos de relativa hipocalcemia (calcio iónico sérico < a 5 mg/dl) puede ganar
calcio.
• Con glucosa al 2.5% hay una pérdida aceptable de Ca++ (≈ 64 mg/día si uno
mantuviera ambas concentraciones de Ca++ y glucosa en todos los cambios).
• Con glucosa al 4.25% se pierde 28 mg de Ca++ por cada intercambio.
173
Tabla I
[glucosa Transferencia de
[Ca++dializado]
baño] Ca++
Tabla II
[glucosa Transferencia de
[Ca++dializado]
baño] Ca++
Vemos en este gráfico que cuando se divide a los pacientes en relación a la categoría de transporte
peritoneal de creatinina (D/P creatinina) no hay pacientes en la categoría de transportadores lentos,
pero cuando los dividen en relación al D/P de P un 52% son promedio lento y lento; estos tienen
un menor Cl peritoneal para pequeños solutos que los rápidos y promedio rápidos. (Bernardo A
Clin J Am Soc Nephrol 6: 591-7,2011 )
176
Conclusiones
Por otra parte, hay trabajos publicados acerca de que el tratamiento con vitamina D oral
activa podría estar asociada con un riesgo menor de peritonitis en pacientes en DP.
178
Bibliografía sugerida:
179
180
ANEXO
1) TECNICA DE “DESTECHADO”
Profilaxis con ATB, los cuales deben ser continuados al menos una semana más.
2) Introducir una sonda acanalada por el orificio de salida haciéndola avanzar hasta
llegar al cuff.
9) Exteriorizar el catéter, realizar el afeitado del cuff, previo reblandecimiento con Iodo
Povidona, cuidando de no dañarlo, y envolverlo en gasa para evitar que se reintroduz-
ca nuevamente. La gasa puede ser seca, vaselinada o furacinada.
10) Curar periódicamente: cada 24 o 48 hs. Las gasas deben permanecer secas.
181
2) PERITONEOGRAFIA CONTRASTADA
Es importante que siempre se observen también los genitales, a fin de descartar hernias
inguinales. La tomografía puede indicar si un edema escrotal es el resultado de líquido
discurriendo a lo largo de un processus vaginales no obliterado ó a lo largo de la pared
abdominal anterior desde una solución de continuidad situada más arriba.
Técnica: se infunde al paciente entre 0,5 y 2,5 litros de solución de diálisis, a la cual se
adicionan 3 a 5 milicuries de solución coloidal, marcada con tecnecio (Tc99). Se toman
imágenes a los 30 y 60 minutos, a las 6 horas y - cuando las fugas son muy pequeñas-
pueden repetirse a las 24 horas y visualizarse recién entonces.
4) PLEURODESIS
Kprt/Vurea = Kt/V semanal de urea, Kpt/Vurea= Kt/V peritoneal, Krt/Vurea= Kt/V renal
D/P 24hs=cociente dializado/plasma de soluto; VD= volumen drenado de dializado en 24 hs en
litros;
V= volumen de distribución del agua corporal; U/P =cociente urinario/plasma de soluto;
SC =superficie corporal; Cr =creatinina.
6) CALCULOS DE PET
d/p Cr hora 4 =Cr corregida dializado hora 4 / Cr Plasmática = 8.07 / 10.3 = 0.78
Por convención, el valor del PET será el de la hora 4: 0.78 (promedio rápido)
7) PET “MODIFICADO”
Dra. Gabriela Gonzalez, Enf. Andrea Moya
En la noche previa al test, el paciente debe hacer una permanencia standard de 4 a 12 hs. Con
el paciente sentado, drenar el líquido de la permanencia nocturna durante 20 minutos.
De la bolsa que se va a infundir (al 4,25%) tomar muestra para Na++ , glucosa y creatinina
(muestra “blanco”) con técnica aséptica.
Con el paciente acostado, infundir 2 lt de solución de diálisis al 4,25% durante 10 minutos.
El paciente debe rotar lado a lado cada 400 ml de infusión.
Bajar al piso la bolsa de infusión, drenar en esa bolsa 200 ml de la solución infundida.
184
Mezclar esos 200 ml invirtiendo la bolsa 2-3 veces y tomar una muestra de 10 ml del
puerto de medicación con técnica aséptica.
Levantar la bolsa y colgarla nuevamente.
Reinfundir los 190 ml que quedaron en ella.
La muestra de 10 ml recién obtenida es la de “hora 0”. Solicitar Na, glucosa y creatinina.
A los 60’ repetir el procedimiento descripto para drenar nuevamente 200 ml y obtener una
muestra de 10 ml con técnica aséptica, en la cual se dosará Na++, glucosa y creatinina.
A los 120’ repetir idéntico procedimiento, pero además obtener una muestra de sangre, para
dosar en ella Na++, creatinina y glucosa.
En este momento es factible desconectar al paciente.
A los 240’ drenar todo el abdomen, y tomar una muestra de 10 ml del efluente directamente
de la bolsa de drenaje una vez desconectado el paciente. Anotar el volumen drenado. En la
muestra dosar Na++, glucosa y creatinina.
Infundir líquido fresco y continuar el tratamiento normal del paciente.
PACIENTE EN DPCA
El enfermero las pesa y toma una muestra proporcional de cada una volcándolas en
una jeringa de 20 ml. Siempre se debe anotar el volumen drenado total y el peso del
paciente.
185
Si falta alguna muestra no se podrá realizar la medición de Kt/V.
Esta es la forma más práctica.
EJEMPLO
Un paciente que realiza cuatro cambios por día. Fecha de control: día martes.
El lunes comienza a tomar las muestras de líquido peritoneal (10 ml de cada bolsa), anotando
en cada jeringa el volumen total que drenó en esa bolsa (por ejemplo 2350 ml)
Lleva las jeringas al Centro y la enfermera procede a tomar las alícuotas de cada jeringa,
de la siguiente manera:
Volumen de la
DIA HORA MUESTRA N° VOLUMEN DREN.
muestra
LUNES Medio día 1 2350 ml 2,3 ml
LUNES Tarde 2 2400 ml 2.4 ml
LUNES Noche 3 2580 ml 2,6 ml
MARTES Mañana 4 2100 ml 2,1 ml
RECOLECCION DE DIURESIS DE 24 HS
Se realizará en todos los pacientes que orinen 100 o más ml por día.
El recipiente colector de orina debe ser de preferencia bidón sin uso ó botellas de agua,
evitando envases que hayan contenido líquidos azucarados.
La recolección de orina debe comenzar el día previo a la extracción de sangre. La primera
orina del día se descarta y luego junta todo el día y la noche hasta la primer orina del día
186
siguiente, la cual debe ser incluida en el bidón. (Ejemplo: a las 07 hs descarta la orina.
Luego junta toda hasta las 07 hs del día siguiente inclusive).
DETERMINACIONES A SOLICITAR:
MISCELANEAS
188
189
190
191