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Forma de citar Rojas M, Gimeno D, Vargas-Prada S, Benavides FG. Dolor musculoesquelético en trabajadores de
América Central: resultados de la I Encuesta Centroamericana de Condiciones de Trabajo y Salud. Rev
Panam Salud Publica. 2015;38(2):120–8.
RESUMEN Objetivo. Examinar la prevalencia de dolor musculoesquelético (DME) en los seis países de
habla hispana de América Central con un instrumento único, la I Encuesta Centroamericana de
Condiciones de Trabajo y Salud, en trabajadores de todos los sectores, manuales y no manuales,
y con cobertura o no de la seguridad social como un indicador de formalidad o informalidad.
Métodos. Trabajadores encuestados en sus domicilios (n = 12 024). Se calculó la prevalencia
ajustada por edad en el último mes de DME en la espalda (alta o cervical, media o dorsal y baja o
lumbar) o en las articulaciones de los miembros superiores (hombro, codo y muñeca). La prevalencia
fue estimada por sexo, ocupación (manual o no), sector económico (agrícola, industrial y servicios) y
cobertura de la seguridad social. Se utilizaron modelos de regresión Poisson para calcular las razones
de prevalencia e intervalos de confianza de 95%, con estratificación por país y localización anatómica.
Resultados. Por localizaciones, la prevalencia ajustada por edad de DME cervical-dorsal es la
más elevada, en especial en El Salvador (47,8%) y Nicaragua (45,9%), y la de DME lumbar la
menos frecuente, sobre todo en Panamá (12,8%) y Guatemala (14,8%). Tras ajustes adicionales,
la prevalencia de DME fue mayor en mujeres y los trabajadores manuales en todas las localizacio-
nes y países. No hubo diferencias de DME respecto a la cobertura de la seguridad social y el sector
de actividad económica.
Conclusiones. La elevada prevalencia de DME en América Central, independiente del
sector de actividad y cobertura o no de la seguridad social, indica que la prevención de los DME
debe constituir también una prioridad en salud laboral en países de bajos y medianos ingresos,
en especial en mujeres y trabajadores manuales.
Palabras clave Empleo; países en desarrollo; salud laboral; América Central.
Los trastornos con dolor musculoes- frecuentemente reportada en países de aparejado un incremento en las exigencias
quelético (DME) representan un grave alto ingreso, particularmente el DME de laborales con consecuencias para la salud,
problema de salud en la población traba- espalda, cuello y miembros superiores entre ellos los DME (7). Pero la globaliza-
jadora (1, 2), constituyendo la primera (4–6). En la última década, la globaliza- ción no afecta por igual a todos los países,
causa de morbilidad e incapacidad (3) y ción ha obligado a los países a adaptarse a y es posible que su efecto en las regiones
siguen siendo la patología laboral más nuevas formas de trabajo, lo que trajo de bajos y medianos ingresos, como Amé-
rica Central, sea igual o mayor que en los
1
Instituto Regional de Estudios en Sustancias 2
Centro de Ciencias de la Salud, Escuela de Salud países de ingresos altos. Aunque la litera-
Tóxicas, Universidad Nacional, Heredia, Costa Pública, Universidad de Texas, San Antonio, tura es bastante escasa, existe alguna evi-
Rica. La correspondencia se debe dirigir a Texas, Estados Unidos de América.
Marianela Rojas. Correo electrónico: marianela. 3
Centro de Investigación en Salud Laboral (CISAL), dencia preliminar que sugiere que existe
rojas.garbanzo@una.cr Universidad Pompeu Fabra, Barcelona, España. un aumento gradual de DME en los países
de bajos y medianos ingresos (8–12). Sin formal como en el informal. En este sen- Variables
embargo, es necesario llevar a cabo más tido, la I Encuesta Centroamericana de
investigaciones en zonas como América Condiciones de Trabajo y Salud (ECCTS) La información sobre DME se basa en
Central, una región de gran relevancia provee una oportunidad excelente para la respuesta a dos preguntas de la ECCTS:
para estudiar las condiciones de trabajo y realizar un estudio con todas esas carac- 1) “En las últimas cuatro semanas, ¿ha
salud de la fuerza laboral, pues es una de terísticas. Así, el objetivo de este estudio, sentido usted dolores en la espalda… ?”
las regiones de mayor crecimiento mun- basado en los datos de la ECCTS, es cuyas opciones de respuesta fueron: “alta
dial (13) y está inmersa en la economía mostrar las prevalencias de DME en tra- (cervical)”, “media (dorsal)”, “baja (lum-
informal (14), que es un asunto de preocu- bajadores de los seis países de habla bosacra)” y “No he sentido dolor”; 2) “En
pación internacional (15). hispana (todos menos Belice) en América las últimas cuatro semanas, ¿ha sentido
Aunque los estudios comparativos son Central en función del sexo, tipo de ocu- usted dolores en miembros…?” cuyas al-
de gran interés, desafortunadamente, com- pación, cobertura de la seguridad social ternativas de respuesta fueron las articu-
parar datos de DME entre países suele ser y sector económico. laciones de “hombro”, “codo”, “muñe-
problemático, pues distintos e studios usan ca”, y “No he sentido dolor”. Las
diferentes instrumentos de medición y dife MATERIAL Y MÉTODOS respuestas declarando haber sentido do-
rentes definiciones de caso. Como excep- lor se clasificaron por región corporal:
ción, hace poco tiempo, un par de estudios Diseño y selección de la muestra cervical-dorsal (espalda alta y media),
ha reportado datos de prevalencia de DME lumbar (espalda baja) y articulaciones de
entre varios países mediante la utilización Los datos analizados en este estudio los miembros superiores (hombro, codo,
de un instrumento único y una definición provienen de la I ECCTS, una encuesta muñeca). Como variables adicionales, se
de caso común para todos los países en transversal realizada entre julio y diciem- seleccionaron: el sexo, la edad (<30 años,
cada estudio. El primer estudio se realizó a bre de 2011 en los seis países de habla 30-50 años, >50 años), la cobertura de la
partir de datos de la V Encuesta Europea hispana (todos menos Belice) de América seguridad social (sí o no, como indicador
de Condiciones de Trabajo y Salud, que Central (Costa Rica, El Salvador, Guate- formalidad e informalidad, respectiva-
ha mostrado una gran variabilidad en la mala, Honduras, Nicaragua y Panamá). mente), la ocupación (manual y no ma-
prevalencia de DME en la espalda y los La población de referencia está compues- nual), según la Clasificación Internacio-
miembros superiores (16). Por definición, ta por las personas de al menos 18 años nal Uniforme de Ocupaciones, 2008 (20) y
este estudio se realizó solo en países de Eu- de edad, insertas en la economía formal e el sector económico (agricultura, indus-
ropa, pero sin investigar las prevalencias informal, en cualquier sector económico tria y servicios, según la Clasificación In-
de DME según el nivel de ingreso del país u ocupación que, al inicio de la encuesta, dustrial Internacional Uniforme de Acti-
y sin tener en cuenta las evidentes di declaraban estar trabajando o haber tra- vidades Económicas, 2009 (21).
ferencias culturales existentes entre, por bajado al menos una hora la semana
ejemplo, entre el sur, el norte y el este anterior. Análisis estadístico
del continente. El segundo estudio es el El marco muestral fueron los censos de
CUPID (Cultural and Psychosocial Influences población más recientes disponibles en Se calcularon la prevalencia, con sus in-
in Disability) realizado en grupos ocupacio- cada país. El diseño muestral fue po- tervalos de confianza de 95% (IC 95%), de
nales comunes (enfermería y trabajo ad- lietápico, con estratificación de los sitios DME en el último mes ajustada por edad
ministrativo) en 18 países de diferentes según el tamaño de la población y selec- (22) y en función del sexo, la ocupación, la
niveles de ingresos (17). CUPID ha mostra- cionando 167 segmentos censales por cobertura de la seguridad social y el sec-
do, por ejemplo, que las prevalencias de país. Se seleccionaron 12 casas dentro de tor económico, para cada país y locali
DME que dificultan llevar a cabo tareas cada segmento y, mediante rutas aleato- zación anatómica. Dada la alta prevalen-
cotidianas entre enfermeras de países de rias, se contactaba una vivienda de cada cia de DME, se utilizaron mo delos de
ingresos medios y bajos, como Costa Rica dos o tres hasta localizar una persona que regresión Poisson para calcular las ra-
(38%) y Nicaragua (43%), son iguales o cumpliera con los criterios de inclusión zones de prevalencia (RP) en vez de los
más elevadas que entre enfermeras en en función de cuotas por sexo y actividad típicos modelos de regresión logística,
otros países participantes de altos ingresos, económica. Cuando en la casa no había que sobrestimarían las asociaciones. Como
como España (23%), Italia (34%) o Reino nadie, se procedía a realizar una nueva categoría de referencia, se tomó la de
Unido (24%) (18). El diseño de estudio de visita; si esta no tenía éxito se sustituía la menor prevalencia de DME en cada mo
CUPID no permite generalizar sus resulta- vivienda por la siguiente dentro del seg- delo. Se construyeron modelos ajustados
dos, pues la muestra de estudio no es re mento. Cuando había más de una persona por edad, con estratificación por país y
presentativa en el nivel nacional y porque que trabajaba, se seleccionó aquella que localización anatómica. Para obtener los
se centra principalmente en trabajadores hubiese cumplido años más reciente- estimadores correctos del error estándar y
con ocupaciones no manuales e insertos en mente. En general, las tasas de partici- calcular los IC 95%, se utilizó la opción de
la economía formal. pación antes de la sustitución fueron de subpoblación en Stata/MP v.13®.
Dadas las limitaciones de los estudios 50% en Costa Rica, 60% en Honduras y
anteriores, son necesarios más estudios 80% en Guatemala, El Salvador, Nicara- Consideraciones éticas
que utilicen un instrumento único y defi- gua y Panamá. La muestra final estuvo
niciones de caso comunes en muestras formada por 12 024 personas, con 2 004 Se obtuvo el consentimiento informa-
representativas de trabajadores a nivel personas en cada país. Otros detalles do verbal de cada participante y todos
nacional, tanto en ocupaciones manuales metodológicos de la ECCTS ya han sido los participantes recibieron una declara-
como no manuales y tanto en el sector publicados con anterioridad (19). ción escrita del propósito de la encuesta
y los detalles de contacto en cada país agrícola, desde 14% en Panamá a 35% en manuales eran superiores al 40% en Hon-
para que, si fuera necesario, pudieran re- Guatemala. duras, Nicaragua y El Salvador. Por últi-
solver sus preguntas o inquietudes. Toda La prevalencia cruda de DME se mues- mo, las prevalencias de DME por sector
la información recopilada en la encuesta tra en el cuadro 1, mientras que en la fueron de alrededor del 30% o más en to-
se mantuvo estrictamente anónima y figura 1 se muestran las prevalencias dos los países, y más altas la agricultura y
confidencial. El protocolo del proyecto ajustadas por edad. Costa Rica y Panamá la industria, sobre todo en El Salvador
fue revisado y aprobado por los Comités fueron, en general, los países con las pre- (70,6% y 72,4%, respectivamente).
Ético-Científicos de la Universidad Na- valencias más bajas de DME en todas las En el cuadro 3 se muestran las razo-
cional de Costa Rica y el Centro de Cien- localizaciones anatómicas y con la menor nes de prevalencias (RP) de DME. Las
cias de la Salud de la Universidad de variabilidad entre ellas. En cuatro países, RP ajustadas confirmaron que, en gene-
Texas en Houston, Estados Unidos. la prevalencia de DME fue superior al ral, en todos los países las prevalencias
50%. Por localización anatómica, El Sal- de DME fueron mayores en las muje-
RESULTADOS vador tenía las prevalencias mayores res. Las diferencias más amplias se ha-
en las tres localizaciones consideradas llaron en Honduras y en Costa Rica,
En todos los países (cuadro 1), la pro- (cervical-dorsal, lumbar y articulaciones sobre todo de DME cervical-dorsal
porción de hombres (52% en Nicaragua a de los miembros superiores). El DME (Honduras: RP = 1,56; IC 95%: 1,40–
63% en Guatemala) fue mayor que la de lumbar fue el de menor prevalencia ex- 1,80; Costa Rica: RP = 2,03; IC 95%:
las mujeres. Los trabajadores de más de cepto en Costa Rica (23,4%) donde se ob- 1,71–2,42) y DME de miembros supe-
50 años fueron minoría (17% en Nicara- servó el menor porcentaje de DME en los riores (Honduras: RP = 1,51; IC 95%:
gua a 23% en Honduras). La proporción miembros superiores (19,6%). 1,31–1,73; Costa Rica: RP = 1,71; IC 95%:
de trabajadores manuales fue de aproxi- En el cuadro 2 se muestran las preva- 1,41–2,10). Las prevalencias de DME en
madamente 50% en todos los países, ex- lencias de DME, ajustadas por edad, por los manuales fueron mayores que en
cepto en Guatemala (61%). Los por país y localización anatómica y en fun- los no manuales; se destaca Honduras
centajes más bajos de trabajadores sin ción del sexo, la cobertura de seguridad con prevalencias mucho más altas para
cobertura de la seguridad social se vie- social, la ocupación y el sector. En gene- todas las localizaciones. No se observó
ron en Costa Rica (30%) y Panamá (45%); ral, las regiones cervical-dorsal presenta- un patrón consistente respecto a la co-
en el resto de los países fue superior al ron las prevalencias de DME más altas, bertura de la seguridad social y el sec-
70%, destacando Honduras (89%) y Gua- por encima del 30% en todos los casos. tor de actividad económica.
temala (86%). La mayoría de los partici- Excepto en Panamá y en Costa Rica, las Respecto a la cobertura de la seguridad
pantes trabajaba en el sector servicios prevalencias de DME en las mujeres fue- social, en el conjunto de los trabajadores
(entre 45% en Guatemala y 70% en Pana- ron superiores a las de los hombres, sobre de la encuesta, la proporción de trabajado-
má) y uno de cada seis trabajadores tra- todo en Nicaragua (52,8%). Las prevalen- res que declaraba no tener cobertura de la
bajaba en el sector industrial; las mayo- cias de DME en los trabajadores sin co- seguridad social (datos no mostrados) va-
res variaciones se observaron en el sector bertura de la seguridad social y los riaba por sector: 92% en la agricultura,
CUADRO 1. Distribución según características sociodemográficas, laborales y de dolor musculoesquelético en el último mes en
trabajadores en América Central, I Encuesta Centroamericana de Condiciones de Trabajo y Salud, 2011 (n = 12 024)
FIGURA 1. Prevalencia (%) ajustada por edad del dolor musculoesquelético en trabajadores en América Central. I Encuesta
Centroamericana de Condiciones de Trabajo y Salud, 2011
65
64,6
60 63,3 Total
58,7 Cervical-dorsal
55
Miembros superiores
50
51,2 Lumbar
47,8
45 45,9
45,8
40 42,8
38,9
Prevalencia
39,1
35 36,8
33,4
30 32,6
25
28,5 24,1
24,9
20 26,3
24,3 23,4
15 19,6 16,5
10 13,5
14,8
12,8
5
CUADRO 2. Prevalencia (%) ajustada por edad e intervalo de confianza de 95% (IC 95%) de dolor musculoesquelético (DME) en el
último mes en la población trabajadora de seis países de América Central en función del sexo, la ocupación y la cobertura de
seguridad social. I Encuesta Centroamericana de Condiciones de Trabajo y Salud, 2011 (n = 12 024)
CUADRO 2. Continuación
CUADRO 3. Ratios de prevalencia (RP) ajustadas por edad e intervalos de confianza de 95% (IC 95%) de dolor musculoesquelético
(DME) en el último mes en trabajadores en América Central, I Encuesta Centroamericana de Condiciones de Trabajo y Salud, 2011
(n = 12 024)
72% en la industria y 66% en el sector ser- Costa Rica y Panamá. Los trabajadores sin lumbar en el sector servicios (RP = 1,27; IC
vicios. En general, los porcentajes fueron cobertura social reportaron más DME de 95%: 1,11–1,45). La proporción de trabaja-
superiores en El Salvador, Guatemala y los miembros superiores en la agricultura dores también variaba por sector (98% en
Honduras y más del 50% más bajos en (RP = 1,28; IC 95%: 1,02–1,61) y más DME la agricultura, 93% en la industria y 19%
en el sector servicios). Los trabajadores de las mujeres sobre sus crecientes de- trabajadores tienen mejores condiciones
manuales mos traron mayores prevalen- mandas y aumenta su estrés, el cual se de salud que la población general (28).
cias de DME total que los no manuales en considera un predictor independiente de Es posible, también, que la falta de aso-
la agricultura (RP = 1,44; IC 95%: 1,08– los trastornos musculoesqueléticos (26). ciación observada en este estudio se deba
1,93) y los servicios (RP = 1,24; IC 95%: Los trabajadores manuales declaran a que la informalidad es un fenómeno
1,16–1,32). prevalencias más altas de DME que los no multidimensional y a que la composición
manuales. El trabajo en este sector es pri- de la fuerza de trabajo informal es muy
DISCUSIÓN mordialmente manual y con alta exposi- heterogénea. En este sentido, se argu-
ción a riesgos ergonómicos. Sin embargo, menta que, de una manera más o menos
Este estudio muestra por primera vez, la correspondencia entre ocupación y sec- consciente, las personas realizan un
hasta donde conocemos, una alta pre tor en este trabajo podría explicar, al me- cálculo de coste-beneficio (29). Según esta
valencia de DME en América Central: de nos en parte, que no se observaran dife- idea, el empresario o trabajador autóno-
32% en Panamá a 64% en Nicaragua. rencias en la prevalencia de DME por mo debe decidir si la formalización de su
Además, a diferencia de la mayoría de sector económico. Aunque en cada sector relación con el mercado para obtener pro-
los estudios previos, este trabajo se reali- los trabajadores manuales mostraron tección social es beneficiosa desde el pun-
zó con un mismo cuestionario en todos siempre mayores prevalencias de DME to de vista de la ganancia económica, te-
los países y en una amplia y representati- que los no manuales hay que considerar niendo en cuenta la carga de impuestos,
va muestra nacional de trabajadores de que, en el conjunto de la ECCTS, casi to- el coste laboral de permanecer dentro del
todos los sectores y ocupaciones que in- dos los trabajadores en los sectores de marco legal y regulatorio general. Desde
cluía a trabajadores formales y trabajado- agricultura e industria eran manuales, en el punto de vista del trabajador por cuen-
res informales. Los resultados muestran contraste con la quinta parte en el sector ta ajena, la decisión estaría más relaciona-
que las prevalencias de DME son más servicios. Se necesitan estudios futuros da con la flexibilidad laboral y los costes
altas en la zona cervical-dorsal que en la sobre ocupaciones e specíficas para corro- económicos (igual pago pero con re-
lumbar o en los miembros superiores. borar estos resultados. tención de impuestos o sin ella). Este
Las prevalencias ajustadas por edad son, Las prevalencias de DME no variaron ejercicio de calcular el coste-beneficio les
en general, más altas en las mujeres y los de manera significativa con la cobertura o permitiría decidir si permanecen en la in-
trabajadores manuales y sin un patrón no de seguridad social, considerada uno formalidad o en la formalidad. Pero este
claro respecto a la cobertura de la seguri- de los indicadores que define la informali- marco conceptual presupone que existe
dad social o por sector económico. dad (27). Una posible hipótesis que expli- voluntariedad en la transición de pasar
En general, y teniendo en cuenta la es- que este resultado es la inclusión del dolor del mercado formal al informal (y vice
casez de estudios comparables, los resul- no incapacitante en la definición de caso versa) y que la decisión no se desarrolla
tados del presente trabajo coinciden con de DME en la I ECCTS. Es posible que la en un contexto de explotación y precarie-
los pocos estudios sobre DME en países afiliación al sistema de seguridad social dad laboral. En cualquier caso, indagar
de bajos o medianos ingresos. Así, por tenga un mayor impacto sobre la incapa- en el detalle de la relación formalidad-
ejemplo, entre enfermeras en Brasil y cidad derivada del DME, más que sobre la informalidad no era parte de los objetivos
operarios industriales en Irán, el DME aparición de dolor en sí. Para confirmar del presente estudio y serán necesarios
lumbar fue de 70% y 64%, respectiva- esta hipótesis, en las futuras ediciones de otros estudios para abordar, contrastar y
mente (8-10); y en Sri Lanka las prevalen- la ECCTS se deberá preguntar si el DME juzgar estas hipótesis.
cias de DME en la región lumbar fueron es incapacitante y analizar por separado Sin descartar la influencia de factores
de 12% a 30% en una muestra de trabaja- el DME incapacitante y no incapacitante. macrosocioeconómicos (18), cabe ex-
dores de oficinas postales, costureras y Además, esos datos proporcionarían in- plorar si las condiciones de trabajo espe-
enfermeras (11); el 56% de trabajadores formación para mejorar la evaluación del cíficas tienen un efecto diferencial según
administrativos se quejaba de dolor en DME, independientemente del reconoci- el género y/o la ocupación (19), y si estas
los miembros superiores (12). miento o no de la incapacidad por el siste- explican las prevalencias de DME obser-
Las diferencias de género observadas ma de protección social de cada país. vadas en América Central. En este senti-
en este estudio en las prevalencias de Si bien el trabajo informal es muy do, es necesario recordar la naturaleza
DME, que son más altas en las mujeres, común en toda América Latina (19), y la I multifactorial de los deter minantes la
coinciden con las observadas en otros es- ECCTS corrobora este dato para América borales de los trastornos mus culo
tudios (23). Estas diferencias se suelen a Central mostrando que más de dos ter- esquéticos. Sin embargo, la investigación
atribuir a la mayor tendencia en las mu- cios de los trabajadores en todos los sobre factores laborales de riesgo para
jeres en identificar, o quizás en identifi- sectores (agricultura, industria y servi-
este tipo de trastornos se suele centrar en
car mejor, la nocividad de los estímulos cios) trabajan sin cobertura de la seguri- el impacto de exposiciones físicas o er-
(24). Hay que tener en cuenta que la divi- dad social, existe muy poca evidencia gonómicas (por ejem plo, la manipu-
sión de género del trabajo sigue perjudi- sólida sobre las diferencias entre los lación de cargas o los movimientos repe
cando a las mujeres, con un aumento de trabajadores informales y los formales.
titivos), olvidando que la exposición a
la doble jornada o la presencia. Es decir, Puesto que la informalidad dificulta el ac- los denominados factores psicosociales,
la necesidad de atender de manera si- ceso a la atención médica en la seguridad es decir, los factores laborales de riesgo
multánea las responsabilidades laborales social, la informalidad podría acrecentar relacionados con la organización del tra-
y domésticas, de la familia y del hogar la salida de la fuerza laboral más tempra- bajo (por ejemplo, la alta demanda, el
(25). Todo ello reduce el tiempo para el namente y contribuyendo al “efecto bajo control, y el bajo apoyo social)
descanso, contribuye a la falta de control del trabajador sano” por el que los siguen aumentando. Estudios recientes
evidencian del rol de estos factores psi- estarían disponibles. Estos datos pueden permite mostrar de forma comparativa da-
cosociales como predictores de proble ayudar a la mejor planificación por parte tos para el conjunto de la región sobre
mas musculoesqueléticos (26, 30–32). de los tomadores de decisiones sobre el DME y su variabilidad según algunas ca-
En este trabajo, se observan altas pre desarrollo de políticas públicas dirigidas racterísticas demográficas y laborales. Los
valencias de DME cualquiera sea el nivel no solo a la población con cobertura de la datos pueden contribuir al desarrollo de
de ingresos de los países. Así, cabe des- seguridad social, sino también a los que un sistema regional de información perma-
cartar que supuestas diferencias cultura- no cuentan con este be neficio y cuyo nente que contribuya a la formulación de
les respecto a las expectativas y creencias número podría ir en aumento dado el políticas basadas en la prevención de ries-
de salud en relación al dolor y las tareas comportamiento actual de la economía gos asociados a este problema de salud.
en el trabajo expliquen estas altas preva- de los mercados de la región (34). La I
lencias tal y como ha hipotetizado (16), ECCTS se llevó a cabo durante el año 2011, Financiamiento. La I Encuesta Centro-
pero no demostrado, el estudio CUPID cuando la recuperación económica tras la americana de Condiciones de Trabajo y
(17). Dada la elevada prevalencia del crisis financiera global que empeoró Salud fue parcialmente financiada por
DME, su prevención debe constituir tam- drásticamente las condiciones de trabajo un contrato entre la Organización Ibe-
bién una prioridad en salud laboral en para la mayoría de mercados laboral a roamericana de Seguridad Social y la
países de bajos y medianos ingresos y no nivel mundial empezaba a disiparse. En Universidad Nacional de Costa Rica (He-
solo en países de alto ingreso (3, 33). 2015, la incertidumbre e inestabilidad de redia) y por un proyecto de investigación
Más allá de los aspectos conceptuales los mercados persisten con una incipiente de la Escuela de Salud Pública de la Uni-
discutidos arriba, existen algunas limita- pero todavía inestable situación económi- versidad de Texas (EE.UU.) financiado,
ciones metodológicas que hay que con- ca que sugiere que todavía harán falta a su vez, por el Fogarty International
siderar al interpretar los resultados pre- unos años más para recuperar los niveles Center, U.S. National Institutes of Health
sentados en este estudio. Por un lado, los de actividad productiva precrisis (34). La (D4TW00064). También participó el Ins-
datos de la ECCTS son generalizables a la repetición periódica de la ECCTS, en la tituto Nacional de Seguridad e Higiene
población general trabajadora de Améri- que el equipo de la encuesta ya está traba- del Trabajo (España). David Gimeno,
ca Central pero, dada la baja proporción jando, permitirá investigar si los altos va- Sergio Vargas-Prada y Fernando G.
de la población migrante en la I ECCTS, lores de las prevalencias de DME en estos Benavides agradecen el apoyo del CIBER
los resultados podrían no ser directa- países se mantienen o ascienden. En este de Epidemiología y Salud Pública, sub-
mente generalizables a la población mi- sentido es importante realizar un moni- vencionado por el Instituto de Salud Car-
grante en América Central. Es posible que toreo pe riódico de las condiciones de los III, España, y al Institut Hospital del
las condiciones de salud, trabajo y em- trabajo y de salud mediante la repetición Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM),
pleo sean menos favorables que las de los de encuestas transversales que utilizan Parc Salut Mar, Barcelona, España.
autóctonos pero harán falta otros estu- muestras nacionales representativas como
dios que proporciones este tipo de datos. la ECCTS. Ello permitirá identificar cam- Conflictos de interés. Ninguno decla-
Por otro lado, como toda encuesta, bios y examinar las tendencias tempo rado por los autores.
los datos están sujetos a sesgos de infor- rales para, por ejemplo, confirmar si la
mación. Aun así, en un entorno con prevalencia alta de DME en América Declaración. Las opiniones expresa-
graves problemas de subregistro en cuanto Central se mantiene o asciende como das en este manuscrito son responsabili-
a datos de salud laboral, las ECCTS son ocurre en países de alto ingreso (31). dad de los autores y no reflejan necesa-
un instrumento que proporciona un gran En resumen, la I ECCTS es el primer riamente los criterios ni la política de la
número de datos que de otra manera no gran estudio en América Central que RPSP/PAJPH y/o de la OPS.
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ABSTRACT Objective. Examine the prevalence of musculoskeletal pain (MSP) in the six Spanish-
speaking countries of Central America using a single standardized instrument, the
First Survey on Working Conditions and Health in Central America in workers from
Musculoskeletal pain in all manual and non-manual labor sectors, using social security coverage as an indica-
Central American workers: tor of formal versus informal employment.
results of the First Survey Methods. The workers (n = 12 024) were surveyed in their homes. The age-adjusted
prevalence of MSP during the previous month was calculated for pain in the back
on Working Conditions and (upper, or cervical; middle, or thoracic; and lower, or lumbar) and arm joints (shoul-
Health in Central America der, elbow, and wrist). Prevalence was estimated by sex, occupation (manual or
non-manual), economic sector (agriculture, industry, or services), and social security
coverage. Poisson regression models were used to calculate the prevalence rates and
95% confidence intervals, with stratification by country and anatomical site.
Results. By sites, the age-adjusted prevalence of cervical-dorsal MSP was the highest,
especially in El Salvador (47.8%) and Nicaragua (45.9%), and lumbar MSP was less
prevalent, especially in Panama (12.8%) and Guatemala (14.8%). After additional ad-
justments, the prevalence of MSP was higher in women and manual workers for all the
sites and in all the countries. There were no differences in MSP in terms of social secu-
rity coverage or sector of economic activity.
Conclusions. The high prevalence of MSP in Central America, regardless of sector of
activity or social security coverage, indicates that the prevention of MSP should be a
priority in occupational health programs in low- and middle-income countries, espe-
cially for women and manual workers.