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:9.1. Fl mito ilustrado dela cabaia primitivia, ‘eguin Laugier. 19.2. Boullée, propucsta de monumento a la ciencia ‘strada en forma de conotafio para Newton. REVISION ¥ QUIEBRA DEL CLASIcISMO = Légicamente, cabe preguntarse por qué no se utilizan otros len- guajes. Y aunque de momento no se formula, en el futuro esta cuestion dard paso a los historicismos y eclecticismos del siglo XIX. La triple manifestacién neoclasica En los orfgenes del pensamiento racionalista se halla la bésqueda de la naturaleza propia de la obra de arquitectura. Enlazando con Jean-Jacques Rousseau y su idea del hombre primitivo, se consi- dera la naturaleza como punto de partida de la arquitectura, ge- nerandose aqui los estudios de Laugier sobre la cabaiia (1755) analizados en el capitulo 2 (figura 19.1). Del mito de la cabafia se pasa en las décadas siguientes al cul- to por la geometria como esencia de la arquitectura y configura~ dora de sus formas. Al igual que Le Corbusier en el siglo xx, los arquitectos iluministas franceses, como Erienne-Louis Boullée (1738-1799) 0 Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806), defienden y proponen diversas propuestas de ciudades ideales y de formas ideales. Las formas puras y los voliimenes puros (el cubo, la esfe- ra, el cono o el cilindro) vienen a ser bases y esencia de la arqui- tectura, como ponen de manifiesto los proyectos ideales de Bou- Ilée (figura 19.2). Esta arquitectura de las luces y las sombras sefiala el trénsito entre la Academia y la Revoluci6n, propia la pri- mera del ancien régime y la segunda del nuevo orden revolucio- nario que persigue la nueva categorizacién de la arquitectura: el neoclasicismo revolucionario. ‘Ajena a las experiencias revolucionarias francesas, la revisién y nueva articulacién del clasicismo en la arquitectura espafiola se desarrolla en el marco del neoclasicismo académico —organizado en torno a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, funda- da en Madrid en 1744-, el cual tendra su mejor expresion en la obra de Juan de Villanueva (1739-1811), asi como en el método aditivo de composicion arquitecténica. Ejemplo paradigmatico de teste proceso sera el Museo del Prado de Madrid (1785), edificio TS a ciON INDUSTRIAL ta nnvounctON INDUS! piace ere) nicas, en el que se conjugan arm basilica y el tipo rotonda, cnlondndosee lerias de conexin y exposicion que pro factura unitaria (figura 19.3)- ‘Analogamente, la Madeleine de Paris (1790 Vignon (1763-1828) ~pensada durante ua, Heo civil al ejército de Napoleén~ es uns terior el templo clisico periptero, en tan cibe como unas termas romanas (figura que el neocla: en cismo romdntico, retorico y acomodaticio. Este clasicismo romédntico goza en toda E nomia para la formulacion y cod 0s, y para su simplificacion y locales. Su significado y su dimer REVISION ¥ 5 RA DEL CLASICISMO 19s Nethed ® nian romdntio ov I tegent’s Street de ae Londres. ad > * tadamente buscados, en un intento de codificacién racional y de simplificacion de las formas que posibilita la divulgacion del cla- sicismo como cstilo a todos los niveles edilicios. Tras el fin de la experiencia revolucionaria y una vez agotadas las experiencias académicas unitarias, la disolucién de los vinculos clasicos po- tencia la descentralizacion cultural y la aparicion de figuras peri- féricas que pudieran ejercer la funcién académica de control, Y asi la arquitectura de la Academia, reelaborada y depurada, pue~ de configurar durante muchos afios la obra construida en todos los rincones de Europa y de América por los maestros locales y, a la larga, por el pueblo mismo. Este sistema clésico reelaborado ~del que es buen ejemplo ta propuesta de templo de Silvestre Pérez para Mugardos, en La Co- rufa (figura 19.6)- se basa preferentemente en la estructuracion plastica de formas analiticas claras y racionalmente constructivas. Es, por consiguiente, un clasicismo robusto, contundente y poco delicado; estructurado, més que en vohimenes, en planos netos y recortados; con paramentos simples al exterior que encubren unos: espacios arquitecténicos mas complejos. A su ver, la seriada y rigurosa, y la caja mural independiente de lo interiores son elementos que se adaptan muy bien al tipo de edi- ficacin tanto burguesa como popular que se requiere en la d del sigio xix. aah thera mitad do =i "ion y deniiontpoiea de lot ilicios adquiere valor ejemplar en el i bic de superficie sas ded 01 tres vanos iguales por planta, y coronado por una ci! aguas de poca pendiente llega a consticus un te que se prolonga durante | ta REVOLUCION, INDUSTRIES” qe : de Oceidente, and Y sise ha llamado al romanieo cl primet Gon ae Togamenteseha denominado 2°55 neoclasi estilo unitario de Oceidente. yncepto de tipo ientos intrabistéricos s© desarro “entros culturales europeos UNOS importantes plavtea- rrjenen su origen en disciplinas diversas, Ja arquitectura. revolucion en [os sistemas Recuperacién y revision del €0 Jo con estos planter En paralel an en los mientos cientificos 4 pero que afectan muy directaments # 1 lucién cientifica supone una revolucie” = = de peneamiento y conocimiento en todos los Ambitos y también ae Brarguitectura que, en analogia con oFras cicncia% labora di- versos modelos tedricos,, catalogando la realidad 0 descompo- vedadola, El primero de ellos da lugar ala tipologta» «el ultimo ge- nera la metodologia. fey clencias biol6gicas, Linneo logra tna clasificaciOn y des- cripcién del reino vegetal, que divide en clases, “érdenes, generos ¥ especies, de modo anilogo a lo que hace Buffon con el reino gnimal, si bien cste ultimo admite la post idad de variabilidad de las especies, abriendo la puerta al concepto de evolucion en dl ‘sentido moderno de la palabra. Porel contrario, la quimica al dejar de ser alquimia medieval yy constituirse como ciencia- busca por encima de las moléculas tinos pocos elementos constantes que estén en todos los cuerpos. Se demuestra que ninguno de los cuatro elementos clasicos (tie~ tra, aire agua y fuego) son verdaderos elementos y, en cambio, se descubren el oxigeno, el nitrdgeno y el hidrégeno, que auténtica~ mnt oso. Asis, con Lavoie se nbc sey de a Fi : 1a combinacién qui fee cuantificar las relaciones entre jomenclatura quimica. aparece el problema de la descomposicion elemental. “Andlogamencey/en’arquieciiiaa aimee ual tematizar una realidad programatica conocida a oa una clasificacion en géneros de arquitectura: ligiosa, yes litar; 0 en arquitectura publica © privada, Apa ae cae juntos de proyectos agrupados segdn determina: eens bia presenracion gue mo Es news ga a ioe alanaliss. AS, por ejemplo, ls lémins de Pete Page on propuestas para la plaza de la Concordia en Paris a tear y revisar el concepto de plaza. ¥ lact pusas del Teatrode Bardeos quosepiara tor Louis obligan a llevar al flags 7 y reestablecerla: Siscoreen de Por otra parte, la complejidad de los cad cos se asemeja a la estudiada en laarquitectura chiigaapi REVISION Y QUIEBRA DEL CLASICISMO 185 to, como si de periodos paralelos se tratase, se busca una formu la andloga a la que nos permite entender los problemas de ese pa- sado analogo. Surge entonces el concepto de tipo, que proyecta- do sobre la arquitectura romana permite entender ésta, en tanto que su recuperacién y revisién nos permite entender y proyectar Ja arquitectura del presente en el siglo x1x. Ello conileva la posibilidad de un control tipolégico de la ar- ectura a través de las relaciones entre tipo y programa. La va- riedad y clasificacién de los edificios segan su programa, y los nuevos programas derivados de la Revolucin Industrial (merca- dos, teatros, bibliotecas, hospitales, carceles, etcétera) conducen a Antoine-Chrysostéme Quatremére de Quincy (1755-1849) a enunciar las ideas diferenciales sobre tipo y modelo, sobre imita~ cione invenci6n, y, en definitiva, a establecer el sistema tipologi- co. A su vez, relegando el concepto de venustas, se puede hablar del tipo como de una correspondencia biunivoca entre forma y funcion, y proceder asi al establecimiento de tipologias y a su pos- terior estudi La catalogaci6n funcional o clasificacién de los tipos evidencia lo escaso y limitado de éstos y su insuficiencia para abordar la complejidad de la Revolucion Industrial. Pues la complejidad de las funciones tal manera a medida que avanza el siglo que 1 tudiar la arquiteccura sin hacer referencia a | gicas que con mejor o peor fortuna van a a ella, En un principio, dicha complejidad mismos tipos —escasos y limitados— historic de la arquitectura. Poco Ja diferenciacion de necesidades nu originales van a generar la aparicién de n gicas. ‘Masal igual que en un silogismo | de del conocimiento de la pren algunos que el sistema tipologico

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