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Carolina Tosi • Omar Aranda

Carolina Tosi
Los títulos de
Nací en Buenos Aires en el otoño de
1975. Como siempre me apasionaron
los libros, me las ingenié para estar cer-
ca de ellos. Por eso, estudié Literatura
Cuando Baltazar se pone el parche en el ojo, se calza su som- y soy doctora en Letras. Fui correctora
brero con calavera en la cabeza y usa su espada-espátula, se trans- y editora de textos. Ahora me dedico a
forma en el terrible pirata Maremoto. Esta vez, tiene la difícil mi- investigar y dar clases. Pero lo que más
sión de defender a su mamá y su hermano Manuel del ataque del
Carolina Tosi • Omar Aranda
me gusta es escribir relatos para chicos. Tengo muchos libros publica-
malvado pirata Calamaretti. Pero como la familia de Maremoto dos, como ¿A qué jugamos?, Un perro no tan perro y Salta, salta, prín-
nunca tiene tiempo para compartir sus aventuras, él decide que lo cipe rana, este último editado por Riderchail. La historia de Maremoto
mejor será subirse a su barco y emprender una travesía por el mar. se me ocurrió viendo jugar a mi hijo Mateo que, con una espátula
Así, empieza un peligroso viaje recorriendo el Mar de los Charcos, de cocina como espada y un mantel como capa, se convierte en
caballero, pirata o superhéroe solo con imaginarlo.

El pirata Maremoto
con el objetivo de descifrar un misterioso mapa y hallar el tesoro
perdido en una isla. Aunque Maremoto no tiene muchos amigos,
no estará solo: la capitana Lupe lo acompañará. ¿Podrán enfren-
tar las tormentas y los ataques piratas? ¿Conseguirán vencer a los Omar Aranda
monstruos marinos que acechan bajo las olas? ¿Lograrán encontrar
el tesoro? ¿Cuál será el verdadero tesoro del pirata Maremoto? Si te Nací en Buenos Aires y estudié Bellas
subís a bordo de este libro, lo descubrirás… Artes. Di mis primeros pasos artísticos
en el mundo de la historieta, ayudando en
un estudio integrado por varios dibu-
jantes que me alentaban a explorar mis
propias habilidades.
Trabajé varios años en las publicaciones
de Looney Tunes, Animaniacs y algunos otros personajes entrañables
de Warner y Disney. Con el tiempo, me dediqué exclusivamente a la
ilustración infantil, ya que es el modo de expresión que más disfruto
porque me permite aprender y siempre me propone algo nuevo. Hoy
tengo el enorme privilegio, después de muchos años y largas horas de
trabajo, de poder vivir de aquello que amo.
Carolina Tosi • Omar Aranda
Carolina Tosi
Los títulos de
Nací en Buenos Aires en el otoño de
1975. Como siempre me apasionaron
los libros, me las ingenié para estar cer-
ca de ellos. Por eso, estudié Literatura
Cuando Baltazar se pone el parche en el ojo, se calza su som- y soy doctora en Letras. Fui correctora
brero con calavera en la cabeza y usa su espada-espátula, se trans- y editora de textos. Ahora me dedico a
forma en el terrible pirata Maremoto. Esta vez, tiene la difícil mi- investigar y dar clases. Pero lo que más
sión de defender a su mamá y su hermano Manuel del ataque del
Carolina Tosi • Omar Aranda
me gusta es escribir relatos para chicos. Tengo muchos libros publica-
malvado pirata Calamaretti. Pero como la familia de Maremoto dos, como ¿A qué jugamos?, Un perro no tan perro y Salta, salta, prín-
nunca tiene tiempo para compartir sus aventuras, él decide que lo cipe rana, este último editado por Riderchail. La historia de Maremoto
mejor será subirse a su barco y emprender una travesía por el mar. se me ocurrió viendo jugar a mi hijo Mateo que, con una espátula
Así, empieza un peligroso viaje recorriendo el Mar de los Charcos, de cocina como espada y un mantel como capa, se convierte en
caballero, pirata o superhéroe solo con imaginarlo.

El pirata Maremoto
con el objetivo de descifrar un misterioso mapa y hallar el tesoro
perdido en una isla. Aunque Maremoto no tiene muchos amigos,
no estará solo: la capitana Lupe lo acompañará. ¿Podrán enfren-
tar las tormentas y los ataques piratas? ¿Conseguirán vencer a los Omar Aranda
monstruos marinos que acechan bajo las olas? ¿Lograrán encontrar
el tesoro? ¿Cuál será el verdadero tesoro del pirata Maremoto? Si te Nací en Buenos Aires y estudié Bellas
subís a bordo de este libro, lo descubrirás… Artes. Di mis primeros pasos artísticos
en el mundo de la historieta, ayudando en
un estudio integrado por varios dibu-
jantes que me alentaban a explorar mis
propias habilidades.
Trabajé varios años en las publicaciones
de Looney Tunes, Animaniacs y algunos otros personajes entrañables
de Warner y Disney. Con el tiempo, me dediqué exclusivamente a la
ilustración infantil, ya que es el modo de expresión que más disfruto
porque me permite aprender y siempre me propone algo nuevo. Hoy
tengo el enorme privilegio, después de muchos años y largas horas de
trabajo, de poder vivir de aquello que amo.
COLECCIÓN
Tosi, Carolina
El pirata Maremoto / Carolina Tosi ; ilustrado por Omar Aranda. - 1a ed ilustrada.
1a reimp. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : RiderChail Editions, 2019.
36 p. : il. ; 20 x 21 cm. - (Letras animadas ; 16)

ISBN 978-987-1603-90-9

1. Narrativa Infantil Argentina. 2. Cuentos Infantiles. I. Aranda, Omar, ilus. II.


Título.
CDD A863.9282

RiderChail Editions S.R.L.


Hortiguera 172, 8.°A (C1406CKD)
CABA, República Argentina
Website: www.riderchail.com
E-mail: contacto@riderchail.com

Dirección Editorial: Gabriela A. Perez


Dirección de Arte: Carolina Mareque
Diseño de colección: Carolina Mareque
Corrección de estilo: Luciana Murzi
Textos: © 2018, Carolina Tosi
Ilustraciones: © 2018, Omar Aranda
Primera edición: © 2018, RiderChail Editions S.R.L.

Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor.


Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.
Todos los derechos reservados.
Primera edición publicada por RiderChail Editions S.R.L. en el mes de febrero de 2018.
No se permite la reproducción total o parcial de los textos, las ilustraciones o las
imágenes incorporados a la obra, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión
o la transformación de este libro en cualquier forma o por cualquier medio visual, gráfico,
sonoro, electrónico u otros métodos sin el permiso previo y escrito del editor.
Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Colección: “Letras Animadas”

Libros de edición argentina.


Primera edición. Primera reimpresión.

Esta obra se terminó de imprimir en el mes de junio de 2019 en HELP GROUP Servicios
y Soluciones Gráficas, www.hgprint.com.ar, Diógenes Taborda 48/50, C.A.B.A., República Argentina.
COLECCIÓN

A nuestros queridos piratas,


Mateo y Joaquinito.

C. T. y O. A.

Carolina Tosi • Omar Aranda


Baltazar se puso el sombrero con calavera y se
cubrió el ojo derecho con un parche.
Ensayó su cara más temible, que consistía en abrir
grandes los ojos, fruncir el ceño, mostrar sus dientes
y gruñir. Pero mientras practicaba decidió que era
mejor cerrar la boca porque justo se le había caído
un diente y así, desdentado, no iba a asustar a nadie.
De pronto, escuchó un estruendo. Al salir de su
habitación, vio que la sala estaba siendo asaltada
por el malvado pirata Calamaretti.
Baltazar tenía que actuar rápido y defender
a su mamá de ese ataque sorpresivo. Entonces,
desenfundó su espada y gritó:
—¡Atrás, rufián! ¡No te acerques a la doncella! ¡Yo,
el pirata Maremoto, te venceré! —y agregó—: ¡No te
preocupes, madre, te salvaré!
Pero la mamá no se veía asustada, hasta parecía no
darse cuenta del peligro que la acechaba.
El pirata Maremoto libró una batalla feroz con su
enemigo. Sin embargo, el batifondo del enfrentamiento
no sobresaltó ni un poquito a la mamá.
—¡Ma, mirá! —gritó Maremoto mientras espadeaba.
Pero la mamá nada de nada…
En eso, Calamaretti atacó por la retaguardia y
Maremoto lanzó una patada voladora.
—¡Ma, mirame!
Pero la mamá nada de nada...
Siguió el combate, y cuando el pirata Maremoto
estaba ganando volvió a repetir el llamado:
—¡Ma, mirá!
La mamá nada de nada… Pero al siguiente
“mirame” la mamá por fin quitó los ojos de la
computadora. Por unos segundos se bajó los lentes
y los posó sobre su nariz.
—Estoy trabajando, Balti.
—No soy Balti. Soy el temible Maremoto y te estoy
defendiendo de un malvado pirata. Mirá, ma, qué
valiente soy.
—Esperá un poquito a que termine, ¿sí? Me falta
poco… Es solo un rato…
¡Un rato! Baltazar sabía que los ratos de su mamá
podían ser largos y quizás interminables.
Un rato podía ser tan largo como una locomotora de
carga con muchos vagones que nunca termina de pasar
por las vías. O podía ser interminable, como cuando él
intenta contar las estrellas panza arriba en la terraza.
Baltazar se fue triste, arrastrando la espada por
el piso, pero justo en las orillas del cuarto de su
hermano vio que Calamaretti anclaba su barco.
—Mirá, Manu, soy el pirata Maremoto y te
defenderé de…
—Salí, nene —Manuel no dejó que completara
la frase—. Estoy jugando en la compu, en un rato
termino —dijo cerrando la puerta del cuarto.
¡Uy, no! A veces, los ratos de Manuel podían ser
como los de su mamá... No tenía sentido esperarlo.
Entonces, el pirata Maremoto dejó de luchar,
saludó a Calamaretti e hicieron las paces. Con él
era así: se peleaban de mentirita y se amigaban
de verdad, como buenos piratas que eran.
Baltazar se asomó al patio.
—¡Qué hermoso pirata! —exclamó la abuela,
que estaba arreglando una maceta.
Él no quería ser hermoso, quería ser temible.
Los piratas eran así: temibles.
—¿Qué te pasa? ¿Por qué esa cara?
—No le importo a nadie. Todos están ocupados.
—No creo que eso sea verdad. Pero ¿qué hacés
acá? —le preguntó la abuela mientras cortaba una
hojita del malvón—. Los piratas tienen que salir a
navegar y buscar tesoros.
—Tenés razón, abu. Me voy a recorrer el mundo
en mi barco pirata.
—Bueno, pero volvé temprano para la cena.
Baltazar fue a buscar el barco que había hecho
ese fin de semana con Lucio, su mejor amigo. Él era
el único de los chicos del colegio que aceptaba a
Baltazar tal como era.
Algunos de los compañeros decían que Baltazar
era raro porque no le gustaba el fútbol, porque no
jugaba bien a las bolitas o porque hablaba poco. Es
que a Baltazar simplemente le interesaban otras cosas:
le fascinaban los mapas, los barcos y las historias de
piratas. También a veces prefería el silencio.
Pero en esta aventura, Lucio no podría acompañarlo
porque estaba en cama engripado. El pirata Maremoto
tendría que navegar solo.
Había llovido todo el fin de semana y en las veredas
se habían formado enormes charcos. En uno de ellos,
Baltazar puso el barco, que se transformó en un
buque pirata de madera, con timón, escotillas y hasta
una bodega.
Maremoto se subió al buque, izó las velas y partió
del puerto de su casa.
En el Mar de los Charcos había olas inmensas que
hacían temblar el navío. El pirata Maremoto debía
controlar el timón y bajar las velas para no naufragar.
Una de las olas arrojó a la cubierta una botella que
tenía un papel adentro. Maremoto no pudo abrirla.
¿Sería el mapa para encontrar un tesoro?
—¡Hola, Balti! —era la voz de Guadalupe, una nena
de su grado que vivía en el edificio de la esquina.
—No soy Balti. Soy el pirata Maremoto —las palabras
le salieron revueltas y su cara se puso muy colorada.
Maremoto esperó a que su compañera se riera
o se fuera. Pero ella simplemente le dijo:
—No soy Guadalupe. Soy la capitana Lupe. ¿Puedo
ser parte de tu tripulación?
Lupe esperó a que le dijera que no, que los barcos
son cosa de varones. Pero él simplemente le dijo:
—¡A bordo, capitana! —las palabras esta vez se
le enredaron un poco menos.
—¿Y esto? —preguntó la capitana señalando
la botella.
—No sé qué es, pero sé quién nos ayudará a
descubrirlo —Maremoto señaló hacia la esquina.
Lupe se sobresaltó y gritó:
—¡A babor!
El pirata Maremoto obedeció: dio vuelta el timón
y cruzó de una vereda a otra.
—¿Qué le pasa, capitana?
—Ese de ahí… Es raro. Me da miedo.
—¿Raro? Solo es distinto —se rio el pirata
Maremoto—. No es malo.
Allí estaba Calamaretti haciendo dedo porque
quería viajar con ellos.
Maremoto llamó a Calamaretti para que subiera.
Y una vez a bordo, el feroz pirata abrió la botella con
su garfio. Efectivamente, adentro había un mapa.
El barco de Maremoto enfiló hacia la Isla del
Tesoro. Las olas continuaban embraveciendo el mar,
aunque todo empeoró al doblar la esquina.
Olas inmensas hacían temblar el barco como si
estuviera hecho de una frágil caja de cartón. Pero el
hábil pirata Maremoto y su tripulación mantuvieron
el buque a flote.
De repente, un enorme monstruo marino emergió
de las profundidades del Mar de los Charcos. Tenía
cuerpo de ballena, tentáculos de pulpo, pinzas de
cangrejo, cabeza de pez globo y cola de caniche.
Los atacó hincando sus dientes filosos en la
cubierta del buque. Entonces, el pirata Maremoto
recurrió a una estrategia extrema: puso su cara más
terrorífica (sin abrir la boca, claro), y el monstruo
huyó del susto.
Luego de navegar un buen tramo, el barco pirata
por fin arribó a la Isla del Tesoro, que se parecía
mucho a la plaza del barrio.
—¡Tierra! —gritó la capitana.
Todos bajaron a la isla y comenzaron a buscar
el tesoro siguiendo las indicaciones del mapa.
Después de dar varias vueltas, se toparon con
La Fortaleza que, curiosamente, tenía la forma de
un tobogán. Debajo vieron el cofre. Lupe fue la
encargada de abrirlo y, para su sorpresa, hallaron
cosas que jamás hubieran imaginado…
—Uy, acá está mi pterodáctilo —exclamó la
capitana, que era fanática de los dinosaurios y ese
se le había escapado hacía unos meses.
—¡Cuántos tesoros perdidos! —dijo Maremoto—.
¡Y además están las piezas del rompecabezas que
nunca pude armar!
Luego de un rato, Maremoto pensó que era hora de
volver a casa: ya habían encontrado el tesoro y, además,
extrañaba un poco.
El viaje de regreso fue tranquilo.
Calamaretti se bajó cerca de su barco con el
pterosaurio que le había regalado la capitana.
¡Qué contento estaba! No tendría loro, pero sí un
dinosaurio volador como mascota.
—¿Mañana volveremos a navegar? —le preguntó
el pirata Maremoto a la capitana Lupe cuando
estacionó el barco.
—¿Y si nos vamos de expedición a buscar dinosaurios?
—propuso ella.
—Claro —dijo Maremoto.
Y esta vez se rieron los dos…
El pirata Maremoto llegó corriendo a su casa.
—Balti, sentate a comer —dijo la mamá.
—¡Miren lo que encontré!
—¡Mis ovillos y las agujas de tejer! — exclamó la abuela.
—¡Mi paraguas favorito! —aplaudió la mamá.
—¡La rueda del skate que había perdido hace unos
días! —festejó Manu.
Mientras comían, Baltazar les contó las aventuras
del pirata Maremoto. Luego fue a buscar las piezas
del rompecabezas.
—¿Nos podemos quedar un rato armándolo?
—pidió, y todos dijeron que sí.
Baltazar deseaba que ese rato con mamá, Manuel
y la abuela nunca terminara.
Tal vez, ratos como esos eran los verdaderos
tesoros del pirata Maremoto.
Carolina Tosi • Omar Aranda
Carolina Tosi
Los títulos de
Nací en Buenos Aires en el otoño de
1975. Como siempre me apasionaron
los libros, me las ingenié para estar cer-
ca de ellos. Por eso, estudié Literatura
Cuando Baltazar se pone el parche en el ojo, se calza su som- y soy doctora en Letras. Fui correctora
brero con calavera en la cabeza y usa su espada-espátula, se trans- y editora de textos. Ahora me dedico a
forma en el terrible pirata Maremoto. Esta vez, tiene la difícil mi- investigar y dar clases. Pero lo que más
sión de defender a su mamá y su hermano Manuel del ataque del
Carolina Tosi • Omar Aranda
me gusta es escribir relatos para chicos. Tengo muchos libros publica-
malvado pirata Calamaretti. Pero como la familia de Maremoto dos, como ¿A qué jugamos?, Un perro no tan perro y Salta, salta, prín-
nunca tiene tiempo para compartir sus aventuras, él decide que lo cipe rana, este último editado por Riderchail. La historia de Maremoto
mejor será subirse a su barco y emprender una travesía por el mar. se me ocurrió viendo jugar a mi hijo Mateo que, con una espátula
Así, empieza un peligroso viaje recorriendo el Mar de los Charcos, de cocina como espada y un mantel como capa, se convierte en
caballero, pirata o superhéroe solo con imaginarlo.

El pirata Maremoto
con el objetivo de descifrar un misterioso mapa y hallar el tesoro
perdido en una isla. Aunque Maremoto no tiene muchos amigos,
no estará solo: la capitana Lupe lo acompañará. ¿Podrán enfren-
tar las tormentas y los ataques piratas? ¿Conseguirán vencer a los Omar Aranda
monstruos marinos que acechan bajo las olas? ¿Lograrán encontrar
el tesoro? ¿Cuál será el verdadero tesoro del pirata Maremoto? Si te Nací en Buenos Aires y estudié Bellas
subís a bordo de este libro, lo descubrirás… Artes. Di mis primeros pasos artísticos
en el mundo de la historieta, ayudando en
un estudio integrado por varios dibu-
jantes que me alentaban a explorar mis
propias habilidades.
Trabajé varios años en las publicaciones
de Looney Tunes, Animaniacs y algunos otros personajes entrañables
de Warner y Disney. Con el tiempo, me dediqué exclusivamente a la
ilustración infantil, ya que es el modo de expresión que más disfruto
porque me permite aprender y siempre me propone algo nuevo. Hoy
tengo el enorme privilegio, después de muchos años y largas horas de
trabajo, de poder vivir de aquello que amo.
Carolina Tosi • Omar Aranda
Carolina Tosi
Los títulos de
Nací en Buenos Aires en el otoño de
1975. Como siempre me apasionaron
los libros, me las ingenié para estar cer-
ca de ellos. Por eso, estudié Literatura
Cuando Baltazar se pone el parche en el ojo, se calza su som- y soy doctora en Letras. Fui correctora
brero con calavera en la cabeza y usa su espada-espátula, se trans- y editora de textos. Ahora me dedico a
forma en el terrible pirata Maremoto. Esta vez, tiene la difícil mi- investigar y dar clases. Pero lo que más
sión de defender a su mamá y su hermano Manuel del ataque del
Carolina Tosi • Omar Aranda
me gusta es escribir relatos para chicos. Tengo muchos libros publica-
malvado pirata Calamaretti. Pero como la familia de Maremoto dos, como ¿A qué jugamos?, Un perro no tan perro y Salta, salta, prín-
nunca tiene tiempo para compartir sus aventuras, él decide que lo cipe rana, este último editado por Riderchail. La historia de Maremoto
mejor será subirse a su barco y emprender una travesía por el mar. se me ocurrió viendo jugar a mi hijo Mateo que, con una espátula
Así, empieza un peligroso viaje recorriendo el Mar de los Charcos, de cocina como espada y un mantel como capa, se convierte en
caballero, pirata o superhéroe solo con imaginarlo.

El pirata Maremoto
con el objetivo de descifrar un misterioso mapa y hallar el tesoro
perdido en una isla. Aunque Maremoto no tiene muchos amigos,
no estará solo: la capitana Lupe lo acompañará. ¿Podrán enfren-
tar las tormentas y los ataques piratas? ¿Conseguirán vencer a los Omar Aranda
monstruos marinos que acechan bajo las olas? ¿Lograrán encontrar
el tesoro? ¿Cuál será el verdadero tesoro del pirata Maremoto? Si te Nací en Buenos Aires y estudié Bellas
subís a bordo de este libro, lo descubrirás… Artes. Di mis primeros pasos artísticos
en el mundo de la historieta, ayudando en
un estudio integrado por varios dibu-
jantes que me alentaban a explorar mis
propias habilidades.
Trabajé varios años en las publicaciones
de Looney Tunes, Animaniacs y algunos otros personajes entrañables
de Warner y Disney. Con el tiempo, me dediqué exclusivamente a la
ilustración infantil, ya que es el modo de expresión que más disfruto
porque me permite aprender y siempre me propone algo nuevo. Hoy
tengo el enorme privilegio, después de muchos años y largas horas de
trabajo, de poder vivir de aquello que amo.

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