convocatoria de una conferencia n a l con el fhin de discutir los in principios sobre los que debería basarse OnOcimiento o rechazo de las reclamaciones el de territorio africano. Conferencia de Berlin
Rismarck (canciller aleman) retomó la iniciativa. Entre
Fehrero de 1895 se celebró en Berlin noviembre de 1884 v una conferencia sobre el Africa occidental a la aue asistieron todos los Estados europeos que tenían intereses en el continente, más los Estados Unidos y el Imperio Otomano. Los acuerdos fueron formali- zados por el Acta de Berlín de 1885, y reconocían la autoridad de sobre el Leopoldo de Bélgica Congo, que convirtió en el Estado se independiente del Congo, declaraban las cuencas del Congo y delNiger de libre comercio zonas y afirma ban la voluntad de todos los signatarios de suprimir la esclavitud "difundir y la civilización". Desde entonces, las adquisiciones territoriales debían anunciarse tormalmente, y no se reconocerían a menos que la potencia quc presentaba la reclamación pudiera demostrar que tales regiones estaban siendo etectivannente ocupadas. Asi, aunque la conferencia de Berlín no había sido convocada para dividir Áfri ca, en realidad dio la señal para que se iniciara el reparto. Ia doctrina de la ou pación etectiva introducía un nuevo clemento de urgencia. Ya no bastaba que UNIDAD II. EL MUNDO INESTABLE Y 108 VULSIVO., una potencia imperial repitiera antiguas declaraciones de posesión; ahora estas declaraciones debían ir acompañadas por la presencia de hombres en el terri- torio para ser reconocidas por los demás. John Garratay y Peter Gay, 1981.) Habria que preguntarse, en todo caso, e. lo que pensarían los habitantes de Africa de tales "acuerdos y "repartos" realiza- dos a sus espaldas y contra sus intereses. Los reyes Ashanti se someten a los ingleses. Tomemos en además, que Ale- cuenta, mania, apenas unificada en la década de los años 70 del siglo XIX, había llegado muy tarde al reparto colonial, lo que nos explica el interés de Bismarck y la organización de la Conferencia de Berlín.