Professional Documents
Culture Documents
Apologa Revista Cazamoscas Ao 11 No. 13.5 Agosto 2020 56 68
Apologa Revista Cazamoscas Ao 11 No. 13.5 Agosto 2020 56 68
net/publication/344079268
CITATIONS READS
0 4,663
6 authors, including:
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
All content following this page was uploaded by Jorge Alejandro Flórez R. on 03 September 2020.
Apología de Sócrates1 18b viejos que ustedes y tampoco han dicho la verdad. A
Platón estos acusadores les tengo más miedo que a Ánito y
a sus seguidores, aunque estos también son terribles,
pero aquellos son más terribles porque acogiéndolos
17a1. No sé por qué ustedes, hombres atenienses, han sido a muchos de ustedes desde niños los persuadían y me
convencidos por mis acusadores, si yo casi ni me he acusaban falsamente de que yo soy un hombre sabio,
preocupado por ellos, aunque hablaran de manera tan que medita sobre las cosas del cielo, que ha investigado
convincente. Y, sin embargo, para decirlo con breve- todas las cosas bajo la tierra y que hace mejor al peor
dad, no han dicho la verdad. Más que todo yo me sor- 18c discurso. Estos, habiendo difundido este rumor, son
prendí por una de las muchas mentiras que ellos di- mis más terribles acusadores porque quienes escuchan
jeron; decían que ustedes debían cuidarse de no ser esto piensan que los que investigan estos temas no creen
engañados por mí porque soy hábil para hablar. Lo que en los dioses. Así pues, son muchos mis acusadores y ya
17b me pareció más cínico de estos acusadores es que no se me han acusado por mucho tiempo, aún más en aquella
avergüenzan de llegar a ser refutados inmediatamente edad en la que ustedes podrían creer con más facilidad
por medio de mis actos, puesto que de ningún modo lo que ellos les decían, cuando algunos de ustedes eran
me muestro hábil para hablar, a menos que ellos lla- niños o adolescentes, acusando sencillamente sin com-
men hábil para hablar al que dice la verdad. Pues si parecencia del acusado que pudiera defenderse. Pero
dicen esto, yo por mi parte reconocería que soy orador, 18d lo más irracional de todo, es que es imposible saber y
pero no de la manera en que ellos lo son. Antes bien, pronunciar sus nombres, excepto si fuera cierto come-
estos, como yo digo, poco o nada han dicho de verdade- diógrafo3. Todos los que se valieron de malevolencia y
ro, pero ustedes escucharán de mí toda la verdad, y, calumnia y que los persuadieron a ustedes -ellos mis-
por Zeus, no escucharán, hombres atenienses, discur- mos habían sido persuadidos antes y ahora intentan
sos adornados y embellecidos con adjetivos y con nom- convencer a otros- son los más difíciles de tratar, pues
bres, como los discursos de aquellos, sino que escucha- no es posible traer a ninguno de ellos aquí ni refutarlos,
rán un discurso pronunciado al azar con palabras que pero obviamente es necesario que al defenderme pelee
17c se me ocurran en el momento, pues creo que lo que contra una sombra y refute aunque nadie conteste. Por
digo es justo, y ninguno de ustedes espere lo contrario. lo tanto, acepten también ustedes que, como yo digo,
Pues sin duda no es conveniente, señores, que a esta 18e mis acusadores han sido de dos tipos: los actuales y los
edad yo venga ante ustedes como un muchacho que antiguos de los que estoy hablando; y consideren que
17c5 inventa discursos. Sin embargo, les suplico mucho lo es también necesario que yo me defienda primero de
siguiente: no se sorprendan ni abucheen si ustedes me estos porque también ustedes los escucharon mucho
escuchan defenderme con los mismos discursos con los antes que a los últimos.
que suelo hablar en el mercado sobre las mesas a fin de Bien. Ahora es preciso defenderme y, en tan poco tiem-
que muchos de ustedes escucharan, y en otros lugares. 19a po, intentar alejar de ustedes, hombres atenienses, esta
17d Pues el asunto es como sigue, he venido ahora por pri- calumnia que durante mucho tiempo han aceptado. Por
mera vez ante el tribunal, teniendo setenta años; por lo tanto, quisiera que esto fuera así, si es lo mejor para
lo tanto soy inexperto y ajeno al modo de hablar aquí. ustedes y para mi, y que lograra algo con mi defensa.
En consecuencia, si yo fuera en realidad extranjero2, Pero sé que esto es difícil y de ningún modo pierdo de
indudablemente ustedes aceptarían que yo hablara con vista que es así. Que esto sea como dios quiera y que
18a el lenguaje y el modo en los que hubiera sido educa- logre persuadirlos y defenderme conforme a la ley.
do, de la misma manera ahora también les ruego, pues Retomemos entonces desde el principio cuál es la acu-
a mi me parece justo, que me permitan hablar a mi sación a partir de la cual surgió la calumnia sobre mi,
modo, -quizá sea peor o mejor-, y que observen y pon- 19b y al creer en ella ahora, Melito redactó esta demanda en
gan atención si lo que digo es justo o no, pues esta es la mi contra. Bien. ¿Qué decían los que me calumniaron?
virtud del juez, y decir la verdad es la virtud del orador. Se hace necesario, entonces, examinar la declaración
Atenienses, es justo que primero me defienda contra de los mismos acusadores: “Sócrates comete injusticia
mis primeras falsas acusaciones y primeros acusadores, y trabaja inútilmente investigando lo que está bajo la
y luego contra las acusaciones y acusadores posteriores, tierra y en el cielo, y haciendo que el peor discurso sea
18b porque muchos de mis acusadores son mucho más mejor, y enseñando a otros estas mismas cosas.”
1. Traducido por Semillero Logos,
Conformado por: Jorge Alejandro Flórez R., Jesús Esteven Arias C., Jesus David Úchima C., Juan José Arcila, Juan José Cardona y Juan Sebastían Mejía.
2. El texto griego posee un juego de palabras que se pierde en la traducción al español. Los adjetivos “ajeno” y “extranjero” se dicen de la misma manera: Xenos.
3. Se refiere a Aristófanes quien en la comedia Las Nubes presenta a un Sócrates que niega la existencia de los dioses, además lo muestra como un sofista capaz de
enseñar a sus alumnos a persuadir a los demás que el peor de los argumentos es el mejor. Unas líneas más abajo (19c), Sócrates se refiere directamente a Aristó-
fanes y parte de su acusación.