You are on page 1of 673

CAPÍTULO 1

"El Camino del Demonio Inmortal" fue una novela de sementales YY[1].

Llegando al punto, "El Camino del Demonio Inmortal" fue genial, derrotando a monstruos y
cultivando el tipo de novela inusual y de incomparable longitud con un dedo dorado que
desafía el cielo[2], un harem que alcanza los tres dígitos[3] y todas las mujeres enamoradas
del protagonista.

¡Fue la novela de sementales más popular de éste año, sin igual!

El protagonista masculino del libro, Luo Binghe, no recorrió el camino del orgulloso dragón
de los cielos[4] o el camino del perdedor que acaba superándose a sí mismo, pero aún así
logró conquistar a miles de lectores en la red literaria y fue el modelo de tendencia que
influyó en inmumerables novelas YY a partir de entonces.

Él recorrió el camino negro.

Pero antes de oscurecerse, fue más bien amargo.

Ahora, dejad que el veterano lector del libro, Shen Yuan, omita los innumerables detalles que
documentan matanza y muerte, convirtiendo el gran trabajo de decenas de millones de
palabras en el resumen conciso de un gran experto.

Luo Binghe fue abandonado por sus padres inmediatamente después de nacer. Le envolvieron
en una tela blanca, le dejaron en un recipiente de madera y le metieron en el agua.

Era la época más fría del año, y fue sólo porque los pescadores del río le encontraron, que no
murió congelado en su primera infancia. Debido a que estaba flotando en el río Luo y era la
temporada en el que el agua estaba cubierta por una fina capa de hielo, se le dio su nombre
actual[5].

En su juventud, deambulaba por las calles, muriéndose de hambre sin tener lo suficiente para
calentarse. Fue una infancia triste. La lavandera de una familia rica vio a aquel niño
lamentable y como no tenía hijos, le adoptó y le trató como a su verdadero hijo mientras le
criaba. La madre y su hijo eran pobres y sufrían a manos de los ricos, de cuya caridad
necesitaban para vivir.
Crecer en aquel ambiente insalubre cuando era un niño fue lo que causó la naturaleza
retorcida de Luo Binghe: después de oscurecerse, él luchó por toda nimiedad que se le
causaba, buscando venganza por el menor agravio, teniendo miles de cuchillos listos para
matar en su corazón mientras sus labios sonreían.

Por un bol templado de gachas de carne, soportó la paliza de los hijos ricos de la residencia
en donde vivía, sólo para llegar tarde y no poder darle ni un poco a su madre adoptiva antes
de que muriese.

Por completa coincidencia, Luo Binghe fue seleccionado por una de las cuatro grandes sectas
de cultivo de ese momento: la Secta de la Montaña Cang Qiong, bajo el cargo de "Espada Xiu
Ya", Shen Qingqiu[6].

Pensó que por fin podría avanzar por el camino correcto a partir de ese momento, pero resultó
que Shen Qingqiu era justo por fuera, pero horrible por dentro; el peor tipo de persona que
uno podía encontrar. Estaba celoso del talento incomparable y excepcionalmente increíble de
Luo Binghe. En el fondo, temía a ese discípulo suyo que mejoraba su cultivo a pasos
agigantados día a día. Shen Qingqiu siempre se burlaba de él de todas las formas posibles y lo
degradaba de mil maneras, apoyándose en el resto de los miembros de su Secta para
ridiculizarle.

Luo Binghe estudió durante años y sufrió en silencio. Fue otra historia dolorosa llena de
sangre y lágrimas.

Fue difícil para Luo Binghe alcanzar los diecisiete años de edad, aunque lo suficiente para
participar en la ceremonia mundial de cultivación, la Conferencia de la Alianza Inmortal, que
se realizaba una vez cada tres años. Durante ésta Conferencia, Luo Binghe fue atacado por
Shen Qingqiu y cayó en una grieta que delimitaba el reino humano y el reino demoníaco: el
Abismo sin Fin.

Sí, éste era el verdadero comienzo de la historia.

Luo Binghe no sólo sobrevivió, sino que también encontró la espada única que le pertenecía
por derecho, "Xin Mo"[7], dentro del Abismo sin Fin. Y así, él aprendió sobre su propia
historia.

Al final resultó que Luo Binghe nació de la unión del gobernante del reino demoníaco y una
mujer del reino humano. La sangre de los antiguos demonios caídos del cielo y la de la raza
humana fluyeron y se mezclaron en sus venas. Su padre biológico, Tian Lang-jun, fue
suprimido bajo una gran montaña, incapaz de liberarse jamás; su madre biológica era
discípula de una famosa secta. Era posible que fuese expulsada de su secta debido a que tenía
vínculos con la raza demoníaca. Después de dar a luz a Luo Binghe, murió de una hemorragia
postparto. Antes de su muerte, ella sacó a su hijo del barco solitario en el que había parido y
sólo entonces le dio la oportunidad de sobrevivir.

Luo Binghe usó la espada Xin Mo para deshacer el sello de sangre de la raza demoníaca en su
cuerpo. En el oscuro abismo, cultivó y comprendió de manera dedicada los logros mundanos
antes de regresar a la secta de la montaña Cang Qiong.

A partir de ahí, Luo Binghe se adentró sin vacilar en el camino de la oscuridad, paso a paso.

Todos sus antiguos enemigos murieron de forma trágica y cruel bajo sus manos, sufriendo
tormentos inimaginables. Luo Binghe se mostró amable y devoto en un principio, ganando la
confianza de todos poco a poco. Mediante el engaño, tomó el poder y llegó a la cima,
desencadenando el terror. A medida que la trama se desarrollaba, él se oscurecía más y más.
Regresó al reino demoníaco y heredó la posición de su padre como su gobernante. Aunque
como aún no estaba satisfecho, comenzó a masacrar y a aniquilar a todas y a cada una de las
grandes sectas justas del reino humano. ¡Todos los que se opusieron a él, fueron exterminados
hasta que no quedó nada!

Al final, una generación de inmortales y demonios convirtió a Luo Binghe en una leyenda.
¡La unificación de los Tres Reinos[8], un harem con números infinitos y demasiados
descendientes como para poderlos contar!

―¡Estúpido autor, estúpida novela! ―esas fueron las últimas palabras que dijo Shen Yuan
antes de morir.

¿Quién hubiera pensado que un joven educado como él, que seguía las reglas y gastaba
dinero en comprar la moneda V para pedir la versión legal, insistiría en terminar de leer éste
tipo de novelas estafadoras que dejaba a la gente sin poder pronunciar palabras furiosas antes
de morir? ¿Cómo podría no maldecir?

"El Camino del Demonio Inmortal" Autor: Avión Disparando Hacia El Cielo [Xiang Tian Da
Feiji].
Sólo con mirar esa ID, te asaltaría una sensación de inmoralidad. El estilo de escritura era el
de un estudiante de primaria, con demasiados puntos inconexos por todos lados. Shen Yuan
incluso se sentía avergonzado de llamar a ese montón de palabras incoherentes, "escenario de
cultivación justo".

¿Has visto alguna vez un mundo de cultivación donde las personas usen caballos o carretas
todo el día sin descansar? ¿Has visto un mundo de cultivación donde comer y dormir no es
necesario? ¿Has visto un mundo de cultivación donde el autor a veces puede mezclar las
Etapas de Fundación y del Alma Naciente?[9]

Frente al protagonista, todos parecían estúpidos, como si su inteligencia hubiese sido


devorada por su aura de bastardo. Especialmente el shifu[10] de Luo Binghe, Shen Qingqiu.
Era el más idiota entre los idiotas, la escoria más grande entre las escorias. Jugar con la
muerte no fue suficiente para él, por lo que simplemente fue asesinado por el protagonista.

Entonces, ¿por qué Shen Yuan leyó hasta el final éste tipo de novela?

No lo malinterpretéis, no era masoquista. Ésta razón también le ocasionó un dolor de cabeza.

La novela tuvo numerosos presagios, agujeros en la trama por todos lados, un misterio tras
otro y capas de pistas confusas que no llevaban a ningún lado. El resultado fue que al final,
¡no se resolvió ni uno solo!

¡Fue suficiente para hacerle toser una bocanada de sangre que fácilmente llegaba hasta los
cielos!

¿Por qué esas plantas inusuales y raras, las píldoras espirituales, la medicina milagrosa y la
mujer excepcionalmente hermosa, corrían por todas partes como si no valiesen nada? ¿Por
qué las líneas del villano para cortejar la muerte eran todas estereotipadas y repetitivas?

¿Dónde estaban esas damas elegantes que se dice que fueron llevadas al harem al final?
Bueno, eso podría saltarse por el momento. Entonces, ¿quién fue el asesino de todas esas
masacres? ¿Cuál fue exactamente el propósito de ese gran montón de personajes con grandes
reputaciones que fueron descritos como inigualables? ¿Por qué incluso hasta el final, no
fueron mostrados?

Hermano Hacia el Cielo, hermano Avión, gran Dios, tengamos una discusión. ¡Rellena! ¡Los!
¡Agujeros! ¡De! ¡La! ¡Trama! ¡¿De acuerdo?!
Shen Yuan sintió que estaba tan enfadado que podría hasta regresar de entre los muertos.

En la oscuridad infinita, una voz mecánica resonó en su oído.

【Código de activación: "Estúpido autor, estúpida novela". Sistema de activación automática.】

―¿Cómo puedo llamarle? ―la voz era similar a la del traductor de Google.

Shen Yuan miró a su alrededor. Era como si estuviese flotando en un espacio virtual
completamente oscuro. Y la voz venía de todas las direcciones.

【Le damos la bienvenida. Éste sistema se basa en el concepto a desarrollar de "hazlo por ti
mismo, sino cállate". Esperamos que durante el transcurso de su experiencia, pueda lograr lo
que desee y transformar una obra estúpida en un trabajo de gran calidad. Le deseamos mucho
éxito.】

En medio de todo aquel mareo, escuchó la voz de un hombre que hablaba muy cerca de su
oído:

―¿Shidi[11]? Shidi, ¿puedes oírme?

Shen Yuan se estremeció violentamente, y cuando consiguió calmar su mente, abrió los ojos.
La escena frente a él era como si mil flores y diez mil hojas estuvieran dando vueltas a su
alrededor y pasó un buen tiempo hasta que se superpusieran en un punto y, gradualmente, se
aclararan.

Estaba acostado en una cama.

Miró hacia arriba, viendo el techo de una cama con dosel, de la cual colgaban bolsitas
perfumadas en las cuatro esquinas.

Miró hacia abajo. Él mismo estaba vestido con un conjunto de ropa blanca que tenía una
extraña fragancia a antiguo, al igual que su apariencia. Junto a la almohada, había un abanico
de papel.

Miró hacia la izquierda y vio a un apuesto joven vestido completamente de negro, que estaba
a un lado de la cama y le observaba con preocupación.
Shen Yuan cerró los ojos, extendiendo una mano para coger el abanico de papel. Lo abrió con
un golpe de muñeca elegante y lo sacudió levemente, aliviando el sudor frío que le recorría.

La mirada de aquel hombre se volvió brillante y preguntó con voz cálida:

―¡Por fin has despertado! ¿Te encuentras bien?

―Sí ―dijo secamente.

Shen Yuan no entendía qué estaba sucediendo. Desconcertado, quiso sentarse. Al ver eso, el
hombre extendió rápidamente su mano y le ayudó, dejándole descansar contra la cabecera de
la cama.

Leyó muchas novelas de transmigración en Zhongdian [12] y Shen Yuan había tomado una
resolución firme desde mucho antes. Si un día se despertaba y descubría que había algo
extraño en el lugar donde estaba acostado, antes de comprender las circunstancias, no se
reiría y diría "¿Está filmando un programa de televisión? ¡Los accesorios del escenario son
realmente realistas. ¡Su elenco es muy talentoso!". Esta clase de reacción no serviría ni para
dar una falsa sensación de seguridad.

―Yo... ¿dónde estoy? ―fue lo único que pudo preguntar, estando demasiado absorto
pensando en cómo debía actuar.

―¿Has dormido tanto que hasta te has olvidado? ―dijo el hombre, mirándole
completamente atónito―. Ésta es tu Cumbre Qing Jing[13].

El corazón de Shen Yuan saltó ante la información, aunque continuó actuando como si
estuviese muy confuso:

―¿Por qué he estado dormido tanto tiempo?

―Eso me gustaría saber. Comenzaste a tener una fiebre muy alta sin razón aparente. Sé que
la Conferencia de la Alianza Inmortal está cerca, por lo que estás entrenando duro a tus
discípulos para tener éxito. Pero con la historia y la fama de nuestra secta de la Montaña
Cang Qiong [14], incluso si no asistimos a la Conferencia, nadie nos cuestionará. No es
necesario que te preocupes por rumores falsos.
Mientras más escuchaba, más sentía que algo no cuadraba. ¿Por qué aquello le sonaba
extrañamente familiar?

No, ¿por qué ésta situación le parecía familiar?

―Qingqiu-shidi, ¿estás escuchando a tu shixiong[15]? ―esa simple oración pareció


encender una bombilla en la cabeza de Shen Yuan.

En ese momento, algo hizo una especie de ruido, y la voz mecánica, similar a la del traductor
de Google que oyó en el paisaje onírico, volvió a sonar.

【¡El Sistema fue activado de forma exitosa! Personaje vinculado: maestro de Luo Binghe,
Señor de la cumbre Qing Jing de la Secta de la Montaña Cang Qiong, "Shen Qingqiu". Arma:
espada Xiu Ya. Puntos B iniciales: 100[16].】

«Joder, joder, ¡joder! ¿Qué tipo de broma es ésta? ¿Por qué parece que esa voz esté sonando
en mi cabeza? ¿Avión Disparando hacia el Cielo sabe sobre este plagio de la trama de "el
Camino del Demonio Inmortal"?»

Shen Yuan no habló en voz alta, por supuesto, pero esa voz rápidamente le dio una respuesta.

【Usted inició el comando para la implementación del sistema y ya está vinculado al personaje
"Shen Qingqiu".】

【A medida que la trama avance, se abrirán de forma gradual muchas misiones que le
otorgarán puntos. Asegúrese de que estos puntos no sean inferiores a cero. De lo contrario, se
le castigará automáticamente.】

Basta. Suficiente. Shen Yuan ya estaba seguro. Había ganado el premio gordo. ¡Había
transmigrado!

Él acababa de transmigrar en una novela que recién terminó de leer, más concretamente en la
que más había detestado. Además, se trajo consigo un sistema extraño. Como un lector
veterano VIP de Xhongdian del siglo XXI que había leído muchas novelas interesantes
acerca de transmigraciones, Shen Yuan casi se sintió alegre. Si no fuera por el hecho de que
el personaje que estaba reencarnando era el villano escoria, el shifu del protagonista, Shen
Qingqiu. La situación definitivamente era... complicada.
El hombre que estaba a su lado parecía el actual señor de la secta de la Montaña Cang Qiong,
el shixiong de Shen Qingqiu, "Espada Xuan Su" Yue Qingyuan[17]. Mierda.

Había una razón de peso por la cual Shen Yuan le diría un "mierda" a Yue Qingyuan. En la
novela, la muerte de éste buen hombre fue culpa de su propio shidi, Shen Qingqiu. ¡Bien!

Si tan sólo no hubiera muerto tan trágicamente...

¡Decenas de miles de flechas atravesaron su cuerpo hasta que incluso sus huesos se hicieron
polvo!

Y en ese momento, el rostro de la víctima estaba literalmente delante de su asesino, e incluso


le preguntaba por su bienestar. No sabía si reír o llorar.

Pero mirando la situación actual, la historia obviamente no había llegado a ese punto. Él
estaba bien, lo que significaba que Shen Qingqiu aún no se había quitado la máscara de
maldito hipócrita que arruinó su reputación.

Yue Qingyuan era muy buena persona y no tenía nada de qué temer. Aunque sufrió, a Shen
Yuan le gustó mucho ese personaje cuando leía la novela. Mientras se relajaba un poco, una
cadena de palabras flotó en su mente, como si fuese una película.

[...En una habitación muy oscura, una cadena de metal estaba sujeta a una viga en el techo.
En el extremo de ésta, colgaba una anilla. La anilla estaba ceñida a la cintura de una persona.
Si eso podía considerarse una, claro estaba. Ese... ser humano, tenía el pelo desordenado y la
cara completamente sucia, con una mirada de completa locura. Lo más aterrador de esa
escena era que sus cuatro extremidades habían sido cortadas. Sus hombros y muslos sólo
tenían amputaciones. Si se le tocaba, él sólo soltaría un ronco sonido de "ah", ya que su
lengua también había sido cortada, y era incapaz de pronunciar cualquier palabra.]

Ésto era un fragmento del párrafo del final de Shen Qingqiu.

Shen Yuan, o bueno, Shen Qingqiu, inclinó la cabeza y la sostuvo con una mano.

¿Realmente podía lamentarse por las muertes trágicas de otros? ¡Él murió de forma más
trágica!

¡Realmente no podía cometer un gran error!


Necesidad de eliminar los errores antes de que ocurran √

Abrazar locamente los muslos del protagonista masculino[18] √

Necesidad de ser un maestro gentil en sus enseñanzas y mimar al protagonista de todas las
maneras posibles √

Acababa de idear la lista de cosas a seguir cuando el sonido de una larga serie de alarmas
explotó de golpe dentro de su mente. Era como si cientos de coches de policía pasaran a toda
velocidad por su lado mientras transportaban cien bestias místicas que chillaban. Era todo tan
ruidoso que su cuerpo tembló y se agarró la cabeza con sus manos.

―Shidi, ¿todavía te duele la cabeza? ―dijo Yue Qingyuan, preocupado.

Shen Qingqiu apretó los dientes, aunque no respondió. El sistema resonó de forma brusca: 【
Advertencia: su plan es muy peligroso. Es una violación de comportamiento, por favor, no lo
haga. De lo contrario, el sistema le castigará automáticamente.】

«¿Una violación por qué?»

【Ahora está en la primera etapa y la función OOC no está disponible. Debe completar la
misión de ésta etapa para desbloquearla. Si realiza alguna acción que vaya en contra de la
personalidad de "Shen Qingqiu" antes de desbloquearla, se reducirán sus puntos B. 】

Como semi-otaku, en el pasado Shen Qingqiu a veces leía algunos libros relacionados, ya
sabéis. Pues claro que sabía lo que OOC significaba.

"Fuera del carácter". El significado literal era que algo se salía de la forma en la que estaba
escrita la personalidad de un personaje.

«Entonces, ¿tengo que comportarme como Shen Qingqiu hasta que no la desbloquee?»

【Correcto.】

Había transmigrado completamente en el cuerpo de Shen Qingqiu y aún le importaba algo


estúpido como el OOC.
Él volvió a preguntar: «Dijiste algo antes... que los puntos no pueden ser menor a cero. Si
ocurre, ¿qué pasaría?»

【Será deportado directamente a su mundo original.】

¿A su mundo original? Pero si ahí él ya estaba muerto.

En otras palabras, si perdía todos sus puntos B, lo que le esperaba era la muerte.

Entonces, si ignoraba completamente al protagonista masculino y no hacía nada, estaría bien,


¿no?

Levantó la cabeza y miró a su alrededor. No vio a nadie que correspondiera con la imagen de
Luo Binghe entre los discípulos que habían en la habitación, que esperaban para atender sus
necesidades.

―¿Dónde está Luo Binghe? ―dijo, fingiendo indiferencia.

Yue Qingyuan no respondió, lanzándole una mirada extraña.

Shen Qingqiu tampoco habló más ni se movió, pero estaba algo ansioso por dentro. ¿Quizás
el protagonista aún no había entrado en la secta de la Montaña Cang Qiong?

―Shidi, no te enfades ―la voz de Yue Qingyuan fue suave al hablar. Un escalofrío
premonitorio recorrió la espalda de Shen Qingqiu, aunque le dejó continuar―: Sé que no te
gusta, pero ese niño ya se ha esforzado mucho y además no ha cometido ningún error. No hay
necesidad de castigarle de nuevo.

Los labios de Shen Qingqiu se secaron por el nerviosismo mientras lo escuchaba hablar. Se
los lamió de forma inconsciente, y dijo:

―¿Dónde está?

La habitación se quedó en completo silencio, hasta que Yue Qingyuan habló:

―Después de atarle y golpearle, ¿no le encierras siempre en la leñera?

La mirada de Shen Qingqiu se oscureció.


―Fin del capítulo 1―

[1] Novela de sementales YY: se refiere a un género novedoso. Específicamente, las novelas
con protagonistas que tienen algún tipo de encanto que hace que casi todas las personas se
vuelvan locas por ellos. La mayoría de éste tipo de novelas son harem.

[2] Dedo dorado que desafía al cielo: digamos que es una forma de decir que ésta clase de
protagonistas siempre supera los retos que se le ponen por delante sin importar cómo ni por
qué (power-ups, power-ups everywhere).

[3] Harem que alcanza los tres dígitos: forma algo más refinada de decir que se ha acostado
con muchas mujeres con las cuales no está casado.

[4] Camino del orgulloso dragón de los cielos: vamos, que es un protagonista invencible
desde el principio.

[5] Luo Binghe: el nombre significa de forma literal "bajado al río helado".

[6] "Espada Xiu Ya" Shen Qingqiu: el nombre de la espada significa algo así como "espada
de cultivo elegante". Shen Qingqiu significa "otoño claro/despejado".

[7] Xin Mo: literalmente "corazón de demonio".

[8] Tres Reinos: demonio, humano e inmortal/celestial.

[9] Etapas de Fundación y del Alma Naciente: dos etapas diferentes de la cultivación que no
se pueden mezclar.

[10] Shifu: maestro.

[11] Shidi: hermano menor aprendiz. Es como una forma respetuosa de llamar a alguien que
está por debajo de ti (en estatus, no de forma literal, me refiero).

[12] Zhongdian: es una web china de novelas.


[13] Cumbre Qing Jing: cumbre 'clara y tranquila'.

[14] Secta de la Montaña Cang Qiong: Creo que significa Secta de la Montaña 'Cielo Azul',
pero no estoy del todo segura.

[15] Shixiong: hermano mayor aprendiz. Lo contrario a 'shidi', vamos.

[16] Puntos B: sinceramente creo que nadie sabe muy bien con qué se relacionan estos
puntos, pero según las notas de la traducción en inglés, éstos puntos son "B Points are a
netizen creation for scaling how much of a douchebag (or pretentious prick) someone is. The
more B Points you have, the more of a douche you are". Básicamente, que mientras más
puntos B tengas, significa que más ¿pretencioso? e imbécil eres. O algo así. 'Douche' es
literalmente gilipollas, así que, bueno... (JAJAJAJ)

[17] "Espada Xuan Su" Yue Qingyuan: su título significa "espada solemne profunda".

[18] Abrazar los muslos del protagonista: es una forma de decir que se quiere pegar a una
figura poderosa. Como el típico secundario de una serie de acción que está ahí para pegarse al
protagonista por pura protección.

CAPÍTULO 2

Shen Yuan nunca fue capaz de entender por qué éste villano escoria, Shen Qingqiu, tenía que
ser persistente aunque la muerte fuese el resultado. ¿Para qué?

La familia original de Shen Yuan era acomodada y, al menos, podría considerarse como rico.
Tenía dos hermanos mayores que heredarían el negocio familiar en un futuro y una hermana
mayor que amaba. Ellos se llevaban realmente bien.

Él sabía que a lo largo de su vida no hizo gran cosa, pero aún así, no le faltó nunca comida en
la mesa. Tal vez fue porque creció en un ambiente tan fácil y carente de dificultades que, si en
una competencia había diez personas, quedar entre los diez primeros estaría bien para él.

Por lo tanto, era incapaz de comprender a aquellos que querían dominar el mundo.
El Shen Qingqiu original tenía algunas habilidades y cualificaciones. También fingió tener
más de las que realmente tenía. Si no debía preocuparse por el dinero al ser parte de la secta
número uno en el mundo, ¿por qué tenía que pelearse con el protagonista? ¿Para qué pensar
cada día en cómo humillarle con tal de ser mejor que él?

Incluso si Luo Binghe era un genio enviado por el cielo increíblemente poderoso, ¿qué
necesidad había de estar celoso de él hasta tal grado?

Aún así, no podéis culpar a este villano escoria por ser tan horrible. En la novela, el tipo
villano malvado era como un virus, proliferando por todas partes sin poderlo detener. Él era
sólo uno de muchos, demasiados.

¿Qué podía hacer? El mayor boss de la novela era el propio protagonista. ¿Cómo podría una
luz de una luciérnaga opacar al Sol?

Se ganó el respeto del mundo de la cultivación gracias a su "Espada Xiu Ya", por lo que su
talento natural no podía considerarse malo.

Por ahora, Shen Qingqiu miró a izquierda y derecha para verse en un espejo de bronce,
complacido a pesar de que su tez era blanca como el color de las gachas.

La apariencia de este hombre era ordenada, con dos cejas negras y finas y unos labios
delgados, dándole un aspecto como de erudito. Además, sus piernas eran largas y esbeltas.
Podría considerarse una persona atractiva. Aunque no sabía su edad real[1], esta era una
novela de cultivo. Shen Qingqiu cultivó su fuerza interior y por eso mantuvo la apariencia de
un joven. Era más guapo de lo que Shen Yuan imaginó mientras leía.

Aunque de ninguna forma podría compararse con Luo Binghe.

Una vez que pensó en él, la cabeza de Shen Qingqiu dolió.

Quería echar un vistazo a aquel chico que, si no recordaba mal, ahora debía estar encerrado
en la leñera, pero antes de poder dar un paso, una alarma sonó en su mente.

【¡Advertencia! ¡Advertencia de OOC! "Shen Qingqiu" no tomaría la iniciativa de ver a Luo


Binghe.】

Shen Qingqiu, algo enfadado, dijo: «Bien, llamaré a alguien para que le traiga aquí.»
Se quedó callado durante unos segundos, intentando recordar el nombre de algún discípulo
que le pudiese servir.

―¡Ming Fan! ―gritó.

No pasó mucho tiempo hasta que la puerta se abrió y apareció un chico de unos dieciséis
años, alto y delgado.

―Este discípulo está aquí. ¿Qué desea, shifu? ―dijo él.

Shen Qingqiu no pudo evitar echarle otro disimulado vistazo. Su apariencia podría
considerarse como 'decente', aunque tenía algún que otro rasgo que estropeaba su rostro. En
el fondo de su corazón, Shen Qingqiu se lamentó: era justamente lo que se esperaba de un
carne de cañón[2].

Él era el discípulo principal del Shen Qingqiu original, el shixiong de Luo Binghe, Ming Fan.

¡El legendario carne de cañón más bajo que uno podía encontrar, sí señor!

Cada vez que Shen Qingqiu sentía un profundo rencor y quería torturar a Luo Binghe, el más
confiable y entusiasta de todos era Ming Fan. Cosas como dejarle durante toda la noche fuera
de los dormitorios o darle mal las contraseñas de entrada eran sólo algunas de las pequeñas
cosas que había hecho.

Conociendo su final, Shen Qingqiu le miró y sintió algo de empatía con él, ya que estaban en
el mismo barco[3].

―Trae a Luo Binghe aquí.

Ming Fan estuvo a punto de fruncir el ceño, mientras pensaba: «¿Por qué shifu acaba de
llamarle por su nombre? Él siempre usa palabras como "pequeña bestia", "bastardo", "sangre
mezclada" para dirigirse a él. ¿Por qué ahora lo llama de forma tan íntima[4]?»

Naturalmente no se lo cuestionó en voz alta y tampoco se atrevió a no cumplir sus órdenes,


por lo que corrió hacia la leñera.

―¡Tú! ¡Sal de una vez! ¡Shizun[5] te está llamando! ―gritó, pateando la puerta.
Shen Qingqiu paseó por la habitación, examinando el sistema en su mente.

Éste respondía a todas las preguntas que él hacía.

【Los puntos son un método de calificación. Cuantos más tenga, mejor será el trabajo que está
haciendo.】

Entonces, ¿cómo podía subir puntos?

【1. Rellene los agujeros de la trama y corrija los errores del villano escoria y otros personajes
secundarios; 2. Evite salirse de la trama principal en la medida de lo posible; 3. Asegure la
"frialdad" del protagonista; 4. Desentrañe escenarios secretos.】

Shen Qingqiu lo analizó todo con tranquilidad, uno por uno.

Es decir: no sólo tenía que darle forma al personaje podrido que era el Shen Qingqiu original,
sino que también debía asegurarse de que los otros personajes no se hicieran un desastre en el
camino.

Ni siquiera sabía si podría conservar su preciada vida, pero aún así debía asegurarse de que el
centro de atención fuese el protagonista y su harem.

No sólo no se completaron los agujeros de la trama realizados por el autor, sino que encima,
¡¿él debía rellenarlos?!

Jeje.

Como dijo Avión Disparando hacia el Cielo, la novela "el Camino del Demonio Inmortal"
tenía un objetivo muy claro. Cada palabra fue escrita con un propósito.

Quizás fue después de que el protagonista masculino se oscureció que comenzó a hacerse el
inocente, pretendiendo ser el cerdo para comerse al tigre[6], protegiéndose de las
maquinaciones de sus enemigos y volviéndose lo suficientemente frío como para volcar los
cielos. Esa fue la razón por la que el libro se volvió popular, tan largo que podía parecer
infinito.
Así lo pensó Shen Qingqiu, pero su tarea de limpiar la basura del autor hizo que la presión
sobre él fuera muy fuerte. No podía garantizar que no se saliese por accidente de la trama
principal y crease una situación absurda.

«¿Qué tipo de trama no se consideraría como sinsentido? » preguntó.

【No hay ningún estándar. Depende de los sentimientos subjetivos del lector.】

«Esta pieza tan pobre todavía tiene un lector» Shen Qingqiu resopló, olvidando por completo
que él mismo había gastado dinero V en la novela y había terminado de leer. Él era ese tipo
de lector 'fiel'... Qué desgracia.

Después de una pausa, Shen Qingqiu preguntó: «Entonces, ¿cuántos puntos debo reunir para
que comience la etapa inicial?»

【Será dictado por las circunstancias del momento. Cuando se cumplan los requisitos, se le
notificará automáticamente.】

Analizar el problema y su análisis fue como aplicar un bálsamo.

Shen Qingqiu se burló. Al escuchar un golpe en su puerta, dio un paso atrás y vio entrar a un
chico.

―Shizun ―su voz denotaba inquietud y Shen Qingqiu no supo cómo se las arregló para
mantenerse erguido.

Iba a sonreírle de forma inconsciente, pero de repente se puso rígido.

¡Iba a morir! Éste era el protagonista que había encandilado a todo el mundo, sin importar
edades, y él le había maltratado demasiado. ¡Realmente iba a morir!

Pero, a pesar de haber sufrido tantos abusos a tan corta edad, ¡su rostro aún demostraba ser
digno de ser llamado el protagonista!

Los ojos de Luo Binghe eran brillantes como las estrellas en el cielo. Un niño hermoso y
tierno.

Esa mirada, firme y humilde, que muestra su carácter noble e inflexible.


¡Esa estatura recta y alta, que preferiría romperse antes que arrodillarse!

Al encontrarse con esa vista, Shen Qingqiu olvidó las palabras que iba a decir, y su mente se
quedó en blanco.

Este protagonista era demasiado excelente, ¡tanto que casi no podía ni aguantarlo! ¡Iba a
gritar, definitivamente iba a gritar!

Por suerte, Shen Qingqiu se detuvo a tiempo, y se obligó a centrarse de nuevo.

Observó a Luo Binghe cojear lentamente desde la puerta, luchando por arrodillarse. Las
comisuras de los labios de Shen Qingqiu temblaron. En su interior, pensó que no podía
aceptar su reverencia. Hoy tú te arrodillas ante mí, ¡pero mañana yo no tendré rodillas para
inclinarme ante ti! Entonces, le detuvo de inmediato.

―No es necesario ―retiró la mano y sacó una pequeña botella―. Esto es medicina
―terminó sus palabras con un ligero tono sarcástico―. No dejes que otros te vean y piensen
que mi Cumbre Qing Jing abusa de sus discípulos.

Shen Qingqiu entró en su papel rápidamente. Tenía muchas agallas para intentar darle la
medicina, pero se aseguró de usar una actitud desagradable que concordase con el carácter
hipócrita del Shen Qingqiu original.

Como se esperaba, el sistema no emitió una notificación de OOC. Shen Qingqiu dejó escapar
un suspiro de alivio por dentro.

Luo Binghe pensó que shizun le había llamado para seguir con más "enseñanzas". No creyó
para nada que fuese a darle una medicina. Sorprendido por un momento, levantó las manos
en un gesto de respeto, sinceramente agradecido.

―Gracias, shizun.

La voz de Luo Binghe aún era aguda y llena de infantilismo. Su sonrisa era sincera y tan
radiante como el Sol.

Shen Qingqiu lo miró por un momento, aunque desvió la mirada.


Antes de oscurecerse, él realmente era demasiado brillante. Era el tipo de persona que si le
dabas algo, se aseguraría de devolverte el doble. No estaría mal compararlo con un pequeño
corderito.

―Este discípulo redoblará sus esfuerzos de ahora en adelante, no dejará que shizun esté
decepcionado ―dijo alegremente Luo Binghe

Eh, pero si redoblas tus esfuerzos, entonces tu shizun original será el único decepcionado...

Si Shen Qingqiu no hubiese leído "el Camino del Demonio Inmortal" y no hubiera visto esta
escena, su corazón sufriría por Luo Binghe, y quizás habría llorado de empatía.

Sin embargo, la había leído, de principio a fin, y estaba al tanto de todos los pensamientos del
protagonista después de que se oscureciese. Por fuera, parecía un caballero modesto, pero por
dentro estaba pensando en cómo quitarse la piel y los huesos para mostrar cómo era
realmente.

【Luo Binghe sonrió un poco y dijo: «El dolor que este discípulo sintió en el pasado, ahora
volverá a ti ocho veces más intenso. Sólo por hacerme daño en una mano, trituraré tus cuatro
extremidades».】"El Camino del Demonio Imortal" Párrafo seleccionado, el segundo.

Después, él realmente cortó a Shen Qingqiu en un palo humano[7].

Digamos que si Luo Binghe quería hacerle algo, lo haría. No podía rogar por su vida, ni
tampoco podía rogar por la muerte, no tenía derecho a nada. Esto se podía resumir en pocas
palabras: «Jeje, jódete, imbécil».

Es por eso que a pesar de que la situación actual de Luo Binghe era comprensiva, él sólo
podía pensar en su propio horrible futuro.

Para resumir, no importaba cuán triste estuviese Luo Binghe en ese momento. En el futuro, le
pisaría la cabeza mientras reía sobre él.

―Luo Binghe, ¿cómo estás progresando en la cultivación? ―preguntó Shen Qingqiu en un


tono descuidado, sentándose en una silla de sándalo.

Sólo con escuchar aquel nombre saliendo de sus labios, la piel se le puso de gallina. Luo
Binghe también se estremeció, aunque mostró una sonrisa tímida.
―Este discípulo es estúpido y... sigue sin entender algunas cosas.

Shen Qingqiu le odiaba; Dios sabía que quería coger un micrófono y gritar en el oído de Luo
Binghe: ¡ya es bastante bueno si no te vuelves loco! ¡Con ser capaz de hacer sólo lo básico ya
está bien! ¿Acaso estás jugando conmigo, niño? ¡Deja que tu maestro te señale la dirección
correcta!

La alerta demoníaca del OOC volvió a sonar en su cabeza, y Shen Qingqiu gritó internamente
al sistema: «¡Sólo estoy pensando! ¡Por supuesto que sé que eso es una violación!»

―Hoy te castigué porque estaba inquieto ―dijo, de forma casual―. El tiempo vuela. Has
sido mi aprendiz durante bastante tiempo. ¿Qué edad tienes ya?

―Este discípulo tiene catorce años ―respondió él, obedientemente.

Oh. Catorce.

Es decir, él ya había experimentado el castigo de arrodillarse como humillación ante el


incidente de la puerta, la paliza que se llevó de los discípulos de Qing Jing, la "falta de
respeto" hacia shizun, romper un artefacto y ser sentenciado a trabajos forzados... y así
sucesivamente.

Quizás ya estaba jodido.

―Fin del capítulo 2―

[1] Edad real: la edad real de Shen Qingqiu no se aclara. Hay que tener en cuenta que su
apariencia es la de un hombre joven porque alcanzó la inmortalidad a una edad temprana, así
que es bastante más mayor de lo que aparenta.

[2] Carne de cañón: ¿Sabéis el típico personaje secundario que se usa como cebo para distraer
a los enemigos o cosas así? Significa literalmente eso (pobre chaval).
[3] Estar en el mismo barco: es una forma de decir que comparten el mismo final a manos de
Luo Binghe. La traducción en inglés era 'they were in the same boat' y me pareció correcta
traducirla así, pero como no sabía si se iba a entender (al menos, en donde yo vivo sí que se
usa bastante), lo he acabado poniendo aquí.

[4] A ver, sé que no consideramos que llamarle por su nombre sea algo demasiado íntimo,
pero en una relación maestro-discípulo de la antigua China, era bastante inusual, y sólo harían
los que son algo... "cercanos".

[5] Shizun: es otra forma de decir "maestro", aunque mucho más respetuosa que 'shifu'.

[6] Pretender ser débil para poder derrotar más fácilmente al fuerte.

[7] Palo humano: era una forma de tortura. Se quitan las cuatro extremidades de la persona,
dejando sólo la cabeza y el torso.

CAPÍTULO 3

Shen Qingqiu era una persona que podía satisfacerse con facilidad.

Como ya había transmigrado a "el Camino del Demonio Inmortal" y en su mundo original
estaba muerto, entonces con vivir ahí ya tenía suficiente.

Encima, había llegado a ese mundo de cultivación con un cuerpo con un cultivo alto y unas
habilidades refinadas con la espada, alguien que incluso estaba en una conocida secta justa. Si
debía ser el centro de atención, entonces lo sería. Si quería retroceder, podía hacer lo que
quisiera en la cumbre Qing Jing de la secta de la Montaña Cang Qiong sin que nadie le
cuestionase. No había nada malo en esa situación.

La única dificultad era encontrar novia.

En esta novela YY, tan pronto como una mujer llegaba, era atraída de forma inevitable por el
protagonista masculino. Todo el mundo sabía eso.
Sin embargo, Shen Qingqiu tampoco tenía unas expectativas demasiado altas. Se contentaría
con pasar su vida en ese lugar y esperar a la muerte. En cualquier caso, no sería muy diferente
a su vida pasada.

Pero mientras Luo Binghe estuviese presente, ni siquiera podía pensar en ser el centro de
atención. Mientras él permaneciese allí, daría igual si intentase desaparecer en alguna isla
remota. Después de subir al poder, Luo Binghe le encontraría y le cortaría en un palo
humano.

Podía perdonar ser transmigrado a una estúpida novela de sementales, pero, ¿por qué no
como protagonista?

Podía perdonar también ser transmigrado como carne de cañón, pero, ¿por qué justamente en
la persona que abusó del protagonista? ¿Y por qué después de que suceda el abuso?

«No es que no quiera abrazar los muslos del personaje principal, ¡¿pero quién dejó que este
hombre fuese tan jodidamente oscuro?! ¡La clase de persona que necesita causar miles de
muertes!»

Shen Qingqiu maldijo al creador de este protagonista completamente negro. Avión


Disparando hacia el Cielo: si vas a escribir una novela de sementales, ¡¿qué tal si haces una
buena y no ésta basura?!

En resumen, sólo podía tratar de comunicarse más con el sistema y descubrir cómo aumentar
sus puntos, avanzar en las misiones y descongelar la función OOC.

Todavía no era demasiado tarde para encontrar una solución.

Para el primer paso, tenía la intención de explorar y familiarizarse con los alrededores.

Las Doce Cumbres de Tian Gong[1] eran como doce espadas imponentes que habían surgido
entre el cielo y la tierra, apuntando directamente a la infinidad y atravesando las nubes.

Shen Qingqiu ocupó la cumbre Qing Jing, que no era la más alta de las doce, pero
ciertamente era la más tranquila y verde; perfecta para los estudiosos. Además, la mayoría de
discípulos de Shen Qingqiu deben aprender algo de qin qi shu hua[2] y similares. A menudo,
se oirían los agradables sonidos de alguien tocando el qin o leyendo en voz alta. Un lugar
verdaderamente maravilloso para que los jóvenes se entreguen a las artes liberales.
Combinaba perfectamente con las características del Shen Qingqiu original, y fue un buen
comienzo para ganar puntos.

Algunos discípulos pasaron junto a Shen Qingqiu y le saludaron respetuosamente, mientras él


intentaba copiar el comportamiento del personaje original; sus ojos eran fríos y su rostro
serio, asintiendo levemente ante cada saludo. De esa forma, logró meterse en el papel del
personaje. Aunque le dolía la cabeza con sólo pensar en cómo podría cambiar aquella
personalidad en cuanto descongelase la funcion OOC.

Pero de momento, no era un asunto urgente. Si quería salvarse a sí mismo, primero necesitaba
probar sus propias habilidades: las artes marciales y las técnicas de espada del Shen Qingqiu
original.

Si no recordaba mal, antes de que Luo Binghe se torciera, la secta de la Montaña Cang Qiong
se encontró con algunos acontecimientos importantes: un intento de invasión por parte del
reino de los demonios y la Conferencia de la Alianza Inmortal. Eso requeriría de que él
supiese luchar como Shen Qingqiu. Si sólo llevaba su apariencia, ¡estaba condenado! ¡Ni
siquiera penséis en avanzar en la trama!

Shen Qingqiu se adentró en el bosque a hurtadillas. Se aseguró de que no había nadie cerca
antes de sacar lentamente la espada de su vaina.

La espada Xiu Ya era la prueba de que Shen Qingqiu no era un don nadie. La luz del arma
brilló blanca y clara como la nieve, sin ser demasiado brillante como para deslumbrar. Era un
producto de gran calidad. Originalmente se escribió que si tu aura se vertía en el arma,
emitiría una luz muy brillante.

Shen Qingqiu quería descubrir cómo hacer eso, cuando la espada comenzó a emitir de golpe
una luz blanca resplandeciente.

Parecía que las habilidades y técnicas marciales del personaje original se heredaban
automáticamente. Podía usarlas sin pensar demasiado.

Shen Qingqiu quería ver qué tan fuerte era, por lo que descuidadamente balanceó la espada
para cortar lo que había delante de él.
Quién diría que la luz fue tan fuerte que le obligó a cerrar los ojos. Cuando los abrió de
nuevo, el suelo parecía haber sido destruido por un devastador rayo. Delante de él, sólo
quedaba una profunda zanja.

«¡Mierda!»

Shen Qingqiu estaba inexpresivo por fuera, pero por dentro sentía que su corazón estallaría.

¡Era aún más fuerte de lo que se imaginaba! ¡Digno de un señor de una cumbre! Con esa
habilidad y técnica, quizás si se esforzaba, podría llegar a huir de Luo Binghe si las cosas se
complicaban.

Correcto. Huir. No necesitaba ganar ni nada de eso, sólo quería vivir.

Quería practicar un poco más, pero el ruido de unas ramas rompiéndose por unas pisadas le
puso alerta.

A decir verdad, ese sonido estaba bastante lejos, pero sus cinco sentidos eran muy agudos. No
fue difícil averiguar de dónde venía. Shen Qingqiu miró la profunda zanja en el suelo y
enfundó la espada, retirándose al bosque verde sin ser visto.

El sonido de los pasos se acercó antes de que pudiese oír algo más. Poco después, apareció la
suave y brillante cara de Luo Binghe, y la fresca y delicada voz de una niña llenó el claro.

―¡Ah-Luo[3], Ah-Luo, mira, hay una zanja muy grande aquí en el suelo!

Al escuchar la forma en la que lo llamaba, Shen Qingqiu casi tropezó consigo mismo en su
escondite.

El sistema explicó: 【Nuevo personaje: la discípula más joven de Shen Qingqiu, Ning
Yingying】

«Cállate, no necesito que me la presentes». Aquellas que llamaban así a Luo Binghe no eran
pocas, él lo sabía.

Detrás de Luo Binghe había una niña bonita que parecía ser un poco más joven que él. Su
cabello estaba trenzado con cintas naranjas, y parecía inocente y encantadora. Toda novela de
cultivo estándar debía tener una pequeña y adorable shimei[4].
Y éste nuevo personaje le hizo tener sentimientos encontrados.

Eso se debe a que tenía ciertas... intenciones con Ning Yingying. No, mejor dicho, el Shen
Qingqiu original tenía intenciones con ella.

Shen Qingqiu era un hipócrita. Como por fuera parecía justo, daba la sensación de ser un
amor puro y desinteresado. Pero realmente era desvergonzado, sucio y despreciable. Era un
maestro, pero tenía pensamientos impuros hacia sus discípulas. Varias veces intentó ponerles
las manos encima, y casi lo logró.

Atreverse a poner las manos sobre la mujer del protagonista masculino... ¡no hace falta que os
explique cuál sería el resultado!

Cuando Shen Qingqiu estaba leyendo la novela, se sintió decepcionado. ¿Por qué Luo Binghe
no le castró? Incluso entró en la sección de comentarios y se unió, escribiendo: «Por favor,
¡cástrale! Si no lo haces, ¡enfadarás a los lectores!», y cosas así.

Si en ese momento el autor le hubiese hecho caso...

Jeje.

¡Le cortaría la maldita mano!

Luo Binghe la miró, pero como no le estaba prestando mucha atención, sólo sonrió
cálidamente. Ning Yingying quería mantener su interés en ella, pero no se veía capaz de
preguntar quién había hecho aquella zanja.

Luo Binghe sostuvo un hacha y comenzó a cortar un árbol.

―Entre los cultivadores de la cumbre Qing Jing, sólo shizun es capaz de hacer esto ―dijo,
mientras talaba.

Shen Qingqiu tosió mentalmente dos veces: chico, métete en tus asuntos.

Ning Yingying se sentó en una losa inclinada de piedra caliza, apoyando su barbilla en una
mano.

―Oh. Entonces seguramente esa zanja se creó al ser alcanzada por un rayo o algo así.
Luo Binghe ya no le hizo más caso, concentró toda su atención en sus manos y continuó
cortando el árbol.

Esos troncos no eran delgados para nada, además, el hacha estaba medio oxidada. Luo
Binghe tenía sólo catorce años, por lo que cortar esos árboles sería muy agotador. No pasó
mucho tiempo antes de que su frente brillase por el sudor.

―Ah-Luo, ven a jugar conmigo ―suplicó Ning Yingying, aburrida.

Incluso con la cara llena de sudor, Luo Binghe no intentó secárselo, y continuó talando los
árboles.

―No puedo. Un shixiong me ordenó que después de cortar la leña, me bañase en el río[5].
Además, si termino pronto, quizás tengo algo de tiempo para cultivar un poco.

―¡Nuestros shixiongs son muy malos contigo! Siempre estás de aquí para allá. Creo que te
están intimidando a propósito ―dijo Ning Yingying―. Ya verás, le contaré a shizun sobre
esto. No volverán a molestarte nunca más.

Shen Qingqiu sudó frío y su rostro cambió de color: «¡No, no, no, a mí no me mires! ¿Qué se
supone que puedo hacer? ¡Nada, absolutamente nada!».

En ese momento, aunque Luo Binghe era muy joven, ya sabía de primera mano lo dura que
era la vida. Aún así, logró preservar un corazón tan puro como un loto blanco.

―Por favor, no lo hagas ―contestó―. No quiero que shizun se preocupe por tonterías así.
Los shixiongs no pretenden ser malos, sólo ven que soy joven. Simplemente me están
intentando ayudar.

Ése niño realmente iba a acabar tocando el corazón de Shen Qingqiu. ¡En fin! ¡¿Qué de
bueno tiene ser un niño tan sensible?!

En medio de la charla con Ning Yingying, Luo Binghe terminó de cortar suficiente leña para
su tarea. Después de poner las cosas en orden, también se sentó en una losa de piedra. Cruzó
sus piernas y comenzó a cultivar.

Shen Qingqiu dejó escapar un largo suspiro en su interior.


A decir verdad, la falta de cultivación del protagonista en las primeras y más amargas escenas
de la novela fue en parte por eso. Ming Fan le dio técnicas falsas de cultivación desde un
principio. Cuanto más buscaba cultivar, más diferencia había entre él y el resto.

Fue sólo porque Luo Binghe era un talento especial que tenía el apoyo de la sangre
demoníaca escondida dentro de su cuerpo, que logró crear su propio método de practica de
cultivo. ¡El autor se había sacado todo eso de la manga! ¡Qué conveniente!

Mientras suspiraba, escuchó el sonido caótico de muchos pasos.

Shen Qingqiu inmediatamente supo que algo malo iba a suceder.

Ming Fan trajo algunos discípulos de bajo nivel con él. Al ver a Ning Yingying,
inmediatamente se adelantó para tomar su mano.

―¡Shimei! Pequeña shimei, te he estado buscando. ¿Por qué nunca pasas a vernos? La parte
posterior de la montaña es peligrosa, ¿qué harás si llega la noche y las serpientes venenosas
salen? Éste shixiong te enseñará algunas cosas divertidas si vienes con él.

Naturalmente, vio a Luo Binghe cultivar en silencio, y le ignoró por completo. Pero como él
era amable, abrió los ojos para saludarle.

― Las serpientes venenosas no me dan miedo ―rió Ning Yingying―. Además, Ah-Luo está
aquí para ayudarme, ¿verdad?

Ming Fan le lanzó una larga mirada a Luo Binghe y resopló.

―Fin del capítulo 3―

[1] Doce Cumbres de Tian Gong: Tian Gong es el nombre de la cordillera donde se encuentra
la secta de la Montaña Cang Qiong, y es un nombre alternativo para la secta. Dicha cordillera
está compuesta por doce cumbres, cada uno con sus respectivos señores. La cumbre Qing
Jing de Shen Qingqiu es una de las doce.
[2]Qin qi shu hua: los cuatro logros fundamentales que debe tener un erudito chino: saber
tocar el qin (instrumento chino tradicional de cuerda), jugar qi (ajedrez), escribir caligrafía y
componer poesía (shu incluye ambos) y la capacidad de pintar (hua).

[3] Ah-Luo: el prefijo 'ah' es una forma íntima de llamar a alguien. Sólo se usa con personas
con las que estás familiarizado.

[4] Shimei: hermana menor aprendiz.

[5] La expresión que usa en inglés es "saltar al agua" (literalmente: jump in the water). He
decidido traducirlo como "bañarse" porque es realmente lo que le han ordenado que haga.
También hay que tener en cuenta que están en una montaña y el río estará muy frío como para
bañarse.

CAPÍTULO 4

Shen Qingqiu tuvo muy claro lo que estaría pensando Ming Fan en ese momento. Escuchó la
forma íntima en la que Ning Yingying llamaba a Luo Binghe y pensó que ese detestable
aprendiz se estaba llevando toda la atención. La carne de cañón de la historia original tenía un
odio profundo hacia el protagonista que fue alimentado por Shen Qingqiu.

Ning Yingying era sólo una chica pequeña con el corazón de una niña, así que inclinó la
cabeza al preguntar:

―¿Algo divertido? Déjame ver.

La cara seria de Ming Fan de repente se convirtió en todo sonrisas y desató un colgante de
jade verde puro de su cinturón, enseñándoselo.

―Shimei, fui a ver a mis parientes hace poco. Me dieron muchas cosas interesantes, entre
ellas, éste colgante. Pensé que era muy bonito, así que quiero dártelo ―al cogerlo, Ning
Yingying lo sujetó a contra luz para verlo mejor―. ¿Te gusta? ―preguntó, cautelosamente.

Espiando, Shen Qingqiu se acordó de algo de repente. ¡Esa escena!

No, definitivamente él no debería de haber ido ahí. ¡Era peligroso!


No podíais culparle por no acordarse en un principio. Si un maldito escritor estúpido escribió
miles de palabras estúpidas durante cuatro estúpidos años para crear una novela estúpida que
parecía abarcar doscientos años, ¿quién podría acordarse de lo que pasaba en el principio?
¡Había olvidado por completo esa escena de puro abuso!

Efectivamente, Ning Yingying no pudo ver que el colgante de jade era de bastante buena
calidad, por lo que le lanzó una última mirada antes de devolvérselo.

―El color es muy feo ―dijo Ning Ying. La sonrisa de Ming Fan se congeló en su rostro
cuando ella arrugó la nariz―. El de Ah-Luo seguro que es mejor.

Ming Fan no fue el único que se quedó pálido al oír eso. La determinación de Luo Binghe por
hacer parecer que él no estaba ahí se esfumó, estremeciéndose de forma casi violenta, y abrió
los ojos.

―¿Shidi tiene un colgante de jade? ―gruñó Ming Fan entre dientes.

Luo Binghe vaciló y aún no había contestado cuando Ning Yingying respondió
precipitadamente por él:

―¡Por supuesto! Siempre lo lleva alrededor del cuello. Es como un tesoro para él, ni siquiera
me deja verlo.

Luo Binghe se puso un poco más blanco y se aferró inconscientemente al jade Guanyin[1]
escondido debajo de su ropa.

La nula inteligencia de los protagonistas femeninos en la novela ya no debería sorprender a


Shen Qingqiu, pero hasta él estaba incrédulo de lo tonta que podía ser esa niña.

Ning Yingying no pensó en absoluto en las consecuencias que podrían traer sus palabras.
Sólo se centró en que Luo Binghe llevaba un colgante que parecía muy especial para él.

Todas las chicas querían tener entre sus manos esos objetos que eran especiales para sus
novios. Como Luo Binghe se había rehusado a dárselo, ella sólo lo dijo porque se sentía
molesta.

¡Por supuesto que no estaba dispuesto a dártelo, niña! Ese fue un regalo de su madre
adoptiva, uno en el que gastó gran parte de sus ahorros de toda la vida para comprárselo a su
hijo. Ese colgante era lo único que podía devolverle un poco la humanidad a Luo Binghe
después de que se oscureciera. Sólo con tocarlo, hasta podía sentir el calor de su madre.
¡¿Cómo podría darlo descuidadamente a alguien?!

Ming Fan sintió los celos revolverle el estómago. Fueron las palabras de Ning Yingying las
que hicieron que su ira creciera de forma desmesurada.

―Luo-shidi, no eres muy generoso. Incluso Ning Yingying-shimei no puede mirar tu


colgante de jade. Si esto sigue así, te volverás tan arrogante que ni siquiera ayudarás a los
tuyos ―espetó, dando un paso hacia delante.

¡Peligrosas! ¡Esas palabras y esa escena eran muy peligrosas!

―No pasa nada si él no quiere ―se apresuró a decir Ning Yingying―. Shixiong, ¡deja de
intimidarlo!

¿Cómo podría Luo Binghe ganar a Ming Fan? Los otros discípulos no tardaron en
inmovilizarle los brazos y le empujaron hacia el suelo. El jade Guanyin alrededor de su cuello
pronto llegó a las manos de Ming Fan. Lo levantó para echar un vistazo, y no tardó en estallar
en carcajadas.

―¿De qué te ríes? ―preguntó Ning Yingying, con curiosidad.

Ming Fan le arrojó a ella el colgante.

―Pensé que era una especie de tesoro para que lo protegiese con tanta ferocidad ―dijo Ming
Fan, aún riéndose―. Shimei, ¿adivina qué? ¡Es falso! ¡No es un jade real!

―¿Falso? ―Ning Yingying estaba confundida.

Luo Binghe apretó los puños lentamente, una horrible corriente arremolinándose en sus ojos
oscuros.

―Devuélvemela ―gruñó, marcando cada letra de la palabra.

Shen Qingqiu tragó saliva de forma inconsciente.


Claro que sabía que el jade Guanyin era un producto falso, pero era el mayor punto de ira de
Luo Binghe.

Ese año, la lavandera vivió una vida aún más miserable. Debido a que tenía poca experiencia,
fue engañada y compró productos falsos por un alto precio. Con el corazón roto, su cuerpo se
deterioró rápidamente después: ese era un dolor que nunca se disolvería en la vida de Luo
Binghe. ¡Era el único punto que no podía tolerar!

Como espectador que era, Shen Qingqiu de verdad quería golpear a Ming Fan y devolverle el
colgante de jade a Luo Binghe.

Si lo hacía, Ming Fan no ofendería por completo al protagonista y quizás en el futuro podría
conservar su pequeña vida.

Ming Fan le quitó el colgante a Ning Yingying, girándolo entre sus dedos.

―Si lo quieres de vuelta, te lo daré ―dijo, asqueado. Aunque claramente no tenía


intenciones de hacerlo―. No sé de dónde has sacado esta basura, pero no puedes dársela a
shimei. Se ensuciaría las manos.

La cara de Luo Binghe estaba tensa. De repente, levantó los puños, golpeando a los
discípulos que lo sujetaban.

Como estaba furioso, sus brazos y piernas no se movieron siguiendo ninguna técnica. Sólo se
dejó llevar por la ira.

Al principio, los discípulos retrocedieron algo asustados, aunque en seguida vieron el


panorama y volvieron a inmovilizarle con facilidad.

―¿Qué se supone que estás haciendo? ―preguntó Ming Fan, acercándose a él mientras se
burlaba―. Como te has atrevido a golpear a tus shixiongs, entonces tendremos que enseñarte
a respetar a tus mayores.

Todos obedecieron al instante y atacaron a Luo Binghe.

―¡Shixiong! ¡¿Cómo puedes hacer esto?! ―chilló Ning Yingying―. ¡Diles que paren ahora
mismo o no volveré a hablarte en la vida!
Ming Fan entró en pánico en seguida.

―Shimei, no te enfades, les diré que dejen de golpear a este-

No pudo terminar de hablar, porque Luo Binghe consiguió soltarse y se avalanzó hacia
delante, golpeando a Ming Fan justo en la nariz. Él gritó de dolor, y su nariz en seguida
comenzó a sangrar.

Los ojos de Ning Yingying estaban llenos de lágrimas que no tardaría en derramar, pero al
ver esto, sólo pudo intentar contener la risa.

«Pequeña shimei... ¿te gusta Luo Binghe o sólo intentas matarlo?» pensó Shen Qingqiu.

Ming Fan realmente iba a soltar a Luo Binghe, pero ahora que había sido humillado delante
de la chica que le gustaba, ¡de ninguna manera podía perdonarlo!

Sin importar cuán talentoso fuese Luo Binghe, todavía era demasiado joven. Además, no se
había cultivado correctamente, por lo que había una diferencia bastante grande en la fuerza de
sus golpes. Aun así, los dientes de Luo Binghe se apretaron y no dejó escapar ningún sonido.
Al ver eso, Shen Qingqiu se dispuso a actuar, aunque el sistema comenzó a emitir un agudo
ruido que sacudió todas sus ideas:【¡OOC serio! ¡OOC serio! ¡OOC serio! ¡Las cosas
importantes se deben decir tres veces! ¡En condiciones como esas, "Shen Qingqiu" elegiría
seguir siendo un espectador!】

Shen Qingqiu no sabía cuáles serían las consecuencias si no le hacía caso al sistema, por lo
que no podía arriesgarse. Aunque tampoco podía quedarse sin hacer nada. De repente, tuvo
una idea.

La secta de la Montaña Cang Qiong tiene un hechizo llamado "Hojas Arrancadas Volando
como Flores[2]", que tampoco era demasiado impresionante, sólo se veía bien. La novela
decía que Luo Binghe capturó los corazones de muchas mujeres con ese truco. Shen Qingqiu,
que había estado investigando esos días, también sabía hacerlo.

Rápidamente arrancó una hoja del arbusto en el que estaba escondido y la imbuyó con algo
de poder espiritual. La primera vez, usó demasiado y la hoja al no soportar el poder, se
destruyó. A la segunda, tuvo éxito y la sostuvo suavemente entre sus dedos, exhalando y
luego arrojándola. ¡La hoja voló como un cuchillo en dirección a Ming Fan!
Al escuchar el trágico grito de Ming Fan, Shen Qingqiu extendió la mano y se limpió el sudor
de la frente.

No era de extrañar que dijeran que si un maestro hacía un movimiento, incluso una flor
podría lastimar a otras personas. No debería haber matado a Ming Fan con ese disparo...

Luo Binghe sufrió muchos puñetazos y patadas antes de sentir que de repente Ming Fan lo
alejaba. Levantando la cabeza, la sangre corrió por su frente hasta sus ojos. Extrañado, él
levantó su mano y vio que también había sangre fresca ahí.

―¿Cómo te atreves a usar un cuchillo? ―acusó Ming Fan.

―¡No, no, Ah-Luo no ha usado ningún cuchillo! ¡Él no te ha hecho esa herida! ―Ning
Yingying, que había estado callada al verlos pelear de esa forma sin saber qué hacer, no pudo
evitar saltar al ver esa falsa acusación.

Luo Binghe tampoco sabía lo que estaba pasando, por lo que apretó los labios. Se limpió la
sangre de la frente. Había salido de la espalda de Ming Fan, parecía que allí tenía un corte
como de espada.

―¿Lo viste? ¿Tenía un cuchillo? ―preguntó Ming Fan a los otros discípulos.

Ellos estaban también confusos, por lo que unos asintieron, y otros negaron.

Ming Fan, siendo un noble malcriado, nunca había sufrido ningún tipo de dolor. Al ver la
sangre fresca por todo su cuerpo, su corazón tembló. Buscaron algún arma que pudiese haber
usado Luo Binghe, pero no había nada.

Shen Qingqiu contuvo el aliento. Delante de él apareció de repente una pantalla roja cuando
el sistema escribió unas letras.

【Violación: OOC. -10 puntos. Puntos restantes después de la reducción: 90 puntos.】

Shen Qingqiu respiró algo aliviado. Pensó que perdería como 50 puntos, o quizás todos. Una
reducción de sólo 10 puntos era fácil de recuperar en un futuro. No había terminado ni de
pensar, cuando Ming Fan señaló a Luo Binghe y gritó:

―¡Golpeadlo por mí!


Shen Qingqiu casi vomitó sangre[3] al oír eso.

Todos los discípulos se amontonaron al escuchar su orden. Él sacó un montón de hojas de


forma inconsciente y las envió zumbando por el aire.

Nada más salieron de sus manos, sintió algo de remordimientos.

¿Qué estoy haciendo? Luo Binghe es ese jodidamente deslumbrante protagonista masculino,
no es como si no pudiese soportar una paliza. Ni siquiera puede ser asesinado, ¿no?

¿Necesita que te preocupes por él?

Antes había conseguido que no se diesen cuenta de quién había lanzado el ataque, pero ahora
que había usado tantas hojas, ¡alguien lo acabaría descubriendo!

Todos los discípulos se detuvieron, sin atreverse a rodear a Luo Binghe. Sorprendidos e
inseguros, buscaron la ayuda de Ming Fan:

―¡Shixiong, ¿qué está pasando?!

―¡Shixiong! ¡Algo me cortó con un cuchillo!

La cara de Ming Fan cambió de verde a blanco y se tomó un largo momento antes de hablar.

―¡Larguémonos de una maldita vez! ―gritó, escupiendo las palabras.

Y todos sacaron sus culos de ahí y se fueron tan rápido como habían venido.

Al ver que de nuevo estaban solos, Ning Yingying parpadeó confusa.

―Ah-Luo, ¿qué acaba de pasar?

Sin entenderlo tampoco, Luo Binghe sacudió la cabeza. Apenas podía mantenerse en pie,
pero con una expresión tensa en su cara, se arrodilló para buscar algo en el suelo, aunque sus
pantalones se estuviesen llenando de barro.

Shen Qingqiu sabía lo que estaba buscando. El colgante de jade se había perdido en el
combate y la confusión.
Como espectador, lo vio claramente. Al comienzo de la pelea, Ming Fan extendió su brazo y
lo arrojó lejos. La cuerda roja del colgante se enganchó en un árbol alto sobre sus cabezas.
No era algo que pudiera mencionar. Además, después de arrojar todas esas hojas, nuevamente
escuchó la alarma del sistema:【Violación: OOC. -10 x 6 puntos. Puntos restantes después de
la reducción: 30 puntos.】

¡Mierda! ¡Habían bajado mucho!

¿Una hoja vale 10 puntos? ¡No te pases con las matemáticas!

Ning Yingying tampoco se atrevió a hablar. Después de todo, ella era la culpable de todo eso.
Si no fuera por su bocaza, Luo Binghe no habría perdido ese colgante y no le habrían
golpeado. Se agachó para ayudarlo a buscar.

Pero el cielo oscureció, y no encontraron nada.

Luo Binghe se quedó quieto y miró el suelo desordenado. Había removido toda la tierra, pero
no estaba por ningún lado.

Ning Yinying vio su turbación y se asustó un poco.

―Ah-Luo, no está. Lo siento, te lo pagaré más tarde, ¿vale? ―dijo, tirando un poco de su
manga para que le hiciese caso.

Luo Binghe no le prestó atención y apartó el brazo. Con la cabeza baja, caminó hacia el
sendero fuera del bosque. Ella lo siguió rápidamente.

Shen Qingqiu se admiraba a sí mismo. Esos dos niños buscaron una noche entera, pero él
también los observó todo ese tiempo, sin poder moverse ni un poco, aunque le doliese hasta
el culo.

Sólo después de comprobar que se habían ido, salió de la oscuridad. Levantó la cabeza y miró
hacia arriba. Cuando su piel golpeó el suelo, levantó una pequeña piedra y la envió volando
para arriba. El colgante de jade que estaba en unas ramas cayó, y él lo cogió al vuelo.

Shen Qingqiu quería dárselo directamente a Luo Binghe, pero sabía que aquel maldito
sistema definitivamente lo consideraría un acto erróneo. No tenía puntos extra para derrochar.
Pensándolo bien, podía quedárselo por ahora.

Puede ser que tuviera algún uso interesante en un futuro. Por ejemplo, en un momento crítico,
¿podría usarlo para intercambiarlo por su vida? Realmente estaba considerando esa
posibilidad.

Un texto tridimensional apareció delante de él.

【¡Felicidades! Has recibido un objeto clave: Jade falso Guanyin x 1. Por cambiar la escena,
"Shen Qingqiu" recibirá +100 puntos por Inteligencia. Puntos actuales: 130 puntos. ¡Continúe
con sus esfuerzos!】

No sólo recuperó los puntos que acababa de perder, ¡sino que hasta obtuvo más!

Además, ese jade Guanyin seguro que tendría un alto efecto en Luo Binghe. ¡Definitivamente
le iba a ser muy útil!

¡No podía creerse que algo le estuviese saliendo bien!

Todo el cuerpo de Shen Qingqiu estaba adolorido. Estuvo en cuclillas durante horas, ¡pero
ahora hasta la horrible voz del traductor de Google era agradable de escuchar!

Fuera del bosque y ya saliendo de la parte posterior de la montaña, Luo Binghe abrió
lentamente el puño.

En el medio de su palma, habían algunas hojas verdes, afiladas y manchadas de sangre

―Fin del capítulo 4―

[1] Jade Guanyin: es una especie de colgante de protección.

[2] Hojas Arrancadas Volando como Flores: la traducción literal del chino era zai ye fei hua
(literalmente "hojas desplumadas volando flores"), y como carecía de sentido, he decidido
reescribirlo un poco para que quizás se entendiese algo mejor.
[3] Vomitar sangre: es una frase que a Shen Yuan (ahora, Shen Qingqiu) le gusta usar mucho.
Significa más o menos que está muy impactado o que no puede creer lo que está pasando (o
algo por el estilo).

CAPÍTULO 5

Desde que Shen Qingqiu despertó de aquella alta fiebre que apareció de la nada, Yue
Qingyuan había venido a visitarlo varias veces durante esos días de "recuperación". Teniendo
en cuenta que era el jefe de facción de la secta de cultivo número uno del mundo, estaría muy
ocupado. Aun así, había sacado algo de tiempo para ir a ver a su shidi. Shen Qingqiu casi se
sintió conmovido.

Quizás el Shen Qingqiu original todavía podría traicionarlo sin remordimiento o piedad,
mostrando lo idiota que eran ese tipo de personajes.

Yue Qingyuan llevó un juego de té de porcelana blanca como la nieve a la casa de bambú de
Shen Qingqiu.

―¿Cómo estás? ―preguntó, con los ojos llenos de preocupación.

Shen Qingqiu agitó suavemente su abanico, integrándose bien en esa atmósfera de carácter
fraternal.

―Todo bien. Siento preocuparte, shixiong.

―¿Significa que estás listo para bajar la montaña? ¿Hay algo que necesites? ―preguntó Yue
Qingyuan.

Shen Qingqiu detuvo la mano que movía su abanico durante un instante, titubeando.

―¿Bajar la montaña?

―¿La fiebre te ha hecho olvidar? ―dijo Yue Qingyuan, negando con la cabeza―. Dijiste que
tratarías el problema de la ciudad Shuang Hu para que tus discípulos ganen algo de
experiencia.
Ah, eso había sido cosa del Shen Qingqiu original, no te equivoques.

Ni siquiera tenía una buena excusa para negarse. No estaba aún familiarizado con su poder
espiritual y sus técnicas, ¿cómo podría llevar a sus discípulos a una misión así?

No tenía la cara tan dura como para decir que aún no estaba recuperado. Tampoco tuvo
tiempo de pensarlo demasiado, porque la alerta del sistema sonó en su cabeza.

【Misión de etapa inicial[1] asignada. Destino: ciudad Shuang Hu. Misión: que los discípulos
ganen experiencia. Por favor, haga clic para aceptar.】

¡Entonces esa era la misión que necesitaba para avanzar con la trama! Parecía que no tenía
más remedio que hacerla. Shen Qingqiu quería preguntar cómo demonios podía aceptar,
cuando apareció de inmediato el perfil de la misión delante de sus ojos. A la izquierda estaba
'aceptar' y a la derecha, 'rechazar'.

Se detuvo sobre la opción 'aceptar' durante unos segundos. Poco a poco se volvió verde y
sonó un 'ding'. El sistema anunció: 【Misión aceptada con éxito. Lea el archivo con atención
para obtener los detalles de la misión y haga los preparativos adecuados. Le deseamos éxito.】

Shen Qingqiu se volvió hacia Yue Qingyuan y dijo:

―Claro que me acordaba. Es sólo que últimamente me he distraído un poco. Me iré cuanto
antes.

―Si no puedes, no te sobreesfuerces. Tus discípulos pueden ganar experiencia en otro


momento.

Shen Qingqiu sonrió, pero por dentro se quejó: «Shixiong... ¿no sabes que eres como ese
NPC que te persigue por todo el juego para darte una misión?»

El Shen Qingqiu original había mencionado en la novela que le pasaba todos los asuntos a
Ming Fan para que los llevase a cabo. Mientras no estuviera relacionado con el protagonista,
el niño solía ser eficaz. En el segundo día, ya pudieron partir.

Antes de abandonar la cumbre de Qing Jing, Shen Qingqiu inspeccionó su imagen de nuevo.
Estaba vestido con una túnica blanca con una cinturilla y un cinturón azules[2]. La espada
colgaba del lado izquierdo del cinturón y sus manos sostenían un abanico. Era exactamente la
imagen de elegancia y buen gusto.

Definitivamente para nada OOC, ¡perfecto!

La escalera de piedra que conducía a la puerta de la montaña tenía cientos de escalones. Al


pie de ésta, había un carruaje tirado por caballos, preparado para Shen Qingqiu, y muchos
caballos para sus discípulos.

Shen Qingqiu: «Sistema, ¿me estás tomando el pelo? Éste es un mundo de cultivadores, ¿por
qué demonios no cogemos las espadas voladoras y ya?»

【Aunque estuvieses en el mundo de Harry Potter, los magos no cogerían una escoba todo el
rato. Llamaría demasiado la atención.】

Shen Qingqiu: «Parece que sabes mucho de eso. ¿Te asignaron al mundo de Harry Potter en
un pasado?»

El sistema respondió con una gran línea de【...】.

A pesar de haber estado tantos años activo, Shen Qingqiu había sido el primero en preguntar
esa clase de tonterías.

Sin embargo, después de pensarlo bien, el sistema estaba en lo cierto. Esos discípulos en su
mayoría eran jóvenes e inexpertos, por lo que todavía no habían encontrado su propia
'espada'[3]. Desde el principio, bajo la guía de la secta de la montaña Cang Qiong, los
discípulos deben cultivarse hasta cierto punto antes de ingresar al área central de las Doce
Cumbres, donde podrán elegir una 'espada' adecuada para ellos.

Se dice que es la persona quien elige a la espada, pero realmente es al revés. Si una persona
sin ningún talento intenta tomar una espada, ésta podría no estar de acuerdo.

El dedo dorado[4] de Luo Binghe comenzó a tomar protagonismo cuando encontró su propia
espada única Xin Mo.

Shen Qingqiu entró en el carruaje de caballos. El exterior de éste era elegante, sin estar
demasiado recargado de adornos. El interior era lo suficientemente espacioso como para
descansar cómodamente con una pequeña hornilla de incienso que quemaba de forma
perezosa. Después de sentarse adentro, sintió que algo andaba mal. Levantó la cortina de la
ventana con su abanico y se asomó por la ventana.

No era de extrañar que sintiera que había algo familiar en aquel carruaje. La pequeña figura
yendo y viniendo fue llamada por otros para hacer más cosas, fue quien había limpiado el
carruaje. ¡Ese era Luo Binghe!

Él colocó un último elemento en el carruaje: un cofre de jade blanco que Shen Qingqiu traía
siempre cada vez que salía. Cuando levantó la cabeza, se encontró con la compleja mirada de
Shen Qingqiu y se sorprendió.

―Shizun ―dijo, saludando con respeto .

Las heridas que había recibido de la "lección" anterior del Shen Qingqiu original casi habían
desaparecido. Aunque era joven y ya había visto demasiado de aquel cruel mundo que le
rodeaba, su apariencia seguía siendo noble. Con la espalda recta y ese aire de tranquilidad,
era como si no hubiese sido golpeado y reprimido en la cumbre de Qing Jing durante años.

A pesar de que estaba trabajando duro, su actitud era meticulosa, y esa seriedad que traía
hacía difícil que al lector no le gustase ese personaje.

Quizás Shen Qingqiu tenía buenos sentimientos hacia el protagonista porque inicialmente le
gustaba. No titubeaba en matar y distinguía claramente entre a los que debía mostrar gratitud
o resentimiento. Y eso a Shen Qingqiu le parecían muy buenas cualidades.

Le miró durante un momento, y sólo soltó un suave "hm". Retiró su abanicó y dejó caer
nuevamente las cortinas para cubrir la ventana. Se tenía que decir que el protagonista era
realmente el protagonista, por muy redundante que sonara. Aunque había caído en la
desgracia de forma muy trágica, también tenía a un grupo de Mujer 1, Mujer 2, Mujer 3,
Mujer 4, y así, que lo abrazaba por delante y por detrás para "consolarlo". Como si la
persona que mejor se ve, se pusiera al final de una fila[5].

Eso explicaba por qué sus compañeros no lo encontraban agradable a la vista y querían
golpearle hasta hundirlo en la cabeza de un cerdo.

Sus pensamientos volvieron al tema principal. Algo no estaba bien. Si el número total de
discípulos que abandonaban la montaña era diez, ¿por qué sólo veía nueve caballos? Faltaba
uno.
Bueno, no debía ser muy inteligente para adivinar quién había sido.

Efectivamente, al poco rato hubo una risita. La voz burlesca de Ming Fan penetró en el
carruaje desde una larga distancia.

―Vaya, parece que hay escasez de caballos. Lo sentimos mucho, shidi. Bueno, ya que
tampoco estás demasiado en forma, quizás caminar te ayuda un poco con eso.

¿Que no habían suficientes caballos? Y una mierda. ¿La secta de cultivo número uno en el
mundo no los tenía? ¿Sí? ¿Podrían incluso carecer de un solo maldito caballo?

―¿Qué? ¿Qué clase de expresión es esa? ¿Tienes algo que decir? ―Ming Fan realmente
estaba destinado a convertirse en el mayor carne de cañón de la novela, y en un grandísimo
idiota también.

―No te atrevas ―Luo Binghe sólo respondió de forma uniforme esas tres palabras.

―Shixiong, ¿de qué hablas? ―la risa de Ning Yingying vino después de sus palabras,
sonando como campanas.

Realmente siempre llegas en el momento oportuno, ¿ah?

Shen Qingqiu sabía que la presencia de la niña actuaba como la peor influencia para disparar
la ira de Ming Fan contra Luo Binghe. Mientras apareciese, el protagonista lo pasaría mal.

Por eso, levantó un poco la cortina de su ventana. Vio a Ning Yingying agitar su mano con
entusiasmo.

―Ah-Luo, si no hay suficientes caballos, puedes cabalgar conmigo.

...Ésta niña realmente no dejaba de empeorarlo todo.

Aunque no pudiese verlo desde ahí, podía imaginarse la mandíbula de Ming Fan cayendo por
la impresión. El protagonista que conseguía atraer a la chica bonita era una escena bastante
común, sólo que aumentaría el odio que ya de por sí atraía hacia él. Si Luo Binghe aceptaba
la oferta de Ning Yingying, ya podía irse olvidando de que el resto lo dejase en paz.
―Dejad de ser tan ruidosos, los hombres y las mujeres no deberían estar en contacto entre sí.
Hay un límite para el afecto―dijo Shen Qingqiu desde dentro, sentado en el carruaje de
caballos―. Ming Fan, ¿por qué tardas tanto? Deberíamos de habernos marchado ya.

Ming Fan sonrió, pensando que shizun tendría las mismas ideas que él. Inmediatamente
ordenó a todos que comenzaran a bajar. Dejando de lado esa pequeña farsa, Shen Qingqiu
volvió a centrarse en sus propios pensamientos. Abrió un poco la puerta del carruaje para
comprobar que ya se estaban poniendo en marcha.

Esa misión era muy importante. Quizás podía descongelar la función del OOC.

El resumen de la misión se refería a una pequeña ciudad a docenas de millas de distancia de


la secta Cang Qiong. Una serie de asesinatos surgió recientemente. Nueve personas habían
muerto ya.

Cada persona fallecida tenía una similitud: a cada una le quitaban la piel de forma perfecta.
De pies a cabeza, la experiencia del asesino era tan alta que parecía que el cuerpo había
nacido sin piel. Por lo tanto, el asesino fue llamado "El desollador".

La gente normal no tenía forma de tratar con alguien así. Todo el mundo entró en pánico y se
rumoreaba que era un fantasma. ¿Por qué sino era imposible rastrearlo?

Algunas grandes familias decidieron invitar a los cultivadores inmortales de la secta de la


montaña Cang Qiong para pedir ayuda.

Ya había leído y releído la información muchas veces. Sin embargo, daba igual cuánto lo
hacía, no entendía nada.

¿Qué era "el desollador"? No había oído hablar de esa cosa nunca. ¿Era una escena añadida o
una parte original de la trama? ¿Era peligroso? ¿Requería un alto nivel de fuerza? ¿Podría
enfrentarse a él? ¡Eso no era lo que habíamos acordado, sistema!

A pesar del bombardeo de preguntas hacia sí mismo, el sistema habló: 【¿Qué diferencia hay?
Usted fue un crítico de novelas. Debe saber que los libros son creaciones artísticas, y éstas
tienen sus pequeñas diferencias. Ya se ha convertido en parte de este mundo. Naturalmente,
debe experimentar personalmente las escenas de la trama y completar las originalmente
omitidas para terminar la historia.】
Shen Qingqiu estaba indefenso. Sabía que era inevitable. Sólo podía practicar poniendo todo
su esfuerzo para acostumbrarse a su técnica con la espada Xiu Ya lo antes posible antes de
que bajaran de la montaña. Debía evitar que cualquier fantasma o espíritu lo matase.

Luo Binghe todavía estaba afuera. Nunca había dejado de vigilar ni un poco, siempre atento.
A veces, algunas risas se escuchaban desde afuera. Shen Qingqiu levantó de nuevo la cortina
para mirar.

Él caminaba solo al final de todo, a veces corriendo. Los caballos lo rodeaban a propósito
para levantar una oleada de polvo y así ensuciarlo.

Sólo era una novela. Todos eran personajes ficticios que representaban una trama creada por
la imaginación, ¡se le debía echar la culpa a ese estúpido autor por hacer que el protagonista
sufra, sufra, sufra, sufra, sufra y sufra, maldita sea, que sufra hasta su hermana!

Pero ver esa escena delante de sus ojos no era lo mismo que leerla, y se sintió algo apenado.

Ning Yingying trató de impedirlo, aunque fue en vano. Ansiosa, dirigió su caballo más cerca
del carruaje y gritó:

―¡Shizun! ¡Mira a shixiong y al resto!

El corazón de Shen Qingqiu se conmovió, pero no se mostró en su rostro.

―¿Qué les pasa? ―preguntó, sin mucha expresión.

―Están intimidando a uno de tus discípulos, pero no los regañas ―su voz tenía un profundo
sentimiento de agravio―. Si esto continúa así... ¡shizun, ¿para qué estás enseñando a tus
discípulos?!

Eso podía considerarse una queja pública. Pero a Ming Fan y al resto no les importó
demasiado, porque el Shen Qingqiu original siempre permitía ese comportamiento. Cuanto
más intimidaran a Luo Binghe, más feliz sería shizun.

Ming Fan estaba contento. Lo que pasó aquel día detrás de la montaña debía de haber sido
algún truco de Luo Binghe. Hoy shizun estaba ahí, así que él estaba condenado.

―Ah, ya veo ―dijo Shen Qingqiu―. Luo Binghe, ven.


―Sí ―su cara estaba apagada, acostumbrado ya a ese trato.

Todos tenían una sensación de schadenfreude[6] y pensaban que Luo Binghe sería golpeado y
disciplinado nuevamente. Pero para nada estaban preparados para la escena que se iba a
desarrollar delante de ellos.

Como Shen Qingqiu abrió las cortinas de la puerta, Luo Binghe levantó la cabeza con orgullo
y miró dentro del carruaje. No habló, pero su gesto sí lo hizo.

―¡Ah-Luo, sube! ¡Shizun te está dejando viajar con él! ―dijo Ning Yingying felizmente.

¡Era como ver un relámpago caer desde un cielo completamente despejado!

¡Si no fuera porque habían estado con shizun tantos años, Ming Fan y el resto habrían
sospechado que Shen Qingqiu estaba poseído por un demonio!

Luo Binghe también estaba completamente aturdido. Pero reaccionó rápidamente, y no dudó
mucho.

―Muchas gracias, shizun ―respondió.

Saltó al carruaje, y se acurrucó en un rincón, con las manos y los pies encogidos como si
temiera ensuciar la cámara del carruaje.

Sistema: 【Advertencia...】

Shen Qingqiu: «¿Qué se supone que estás advirtiendo? No estaba siendo OOC.»

Sistema:【Es imposible que "Shen Qingqiu" cometa ese acto para ayudar a Luo Binghe.
Juicio: Nivel de OOC 100%.】

Shen Qingqiu dijo: «Si fue sólo para resolver sus problemas, por supuesto que es OOC. Pero
en este momento, mi motivo es no decepcionar las expectativas de Ning Ying como su
shizun. ¿Cómo podría ser tan insensible y dejar que mi querida discípula se decepcione
conmigo?».

Sistema:【...】
«Por lo tanto, mis acciones están en la línea de la lógica del personaje. No puedes reducir
puntos.»

Gracias a eso, había descubierto algunas lagunas.

El sistema sigue las reglas, pero no eran reglas muertas. Como estaban vivas, se podían
negociar. El sistema no había pensado en esa respuesta, por lo que no contestó, y Shen
Qingqiu se sintió tan genial que no pudo evitar reírse.

Originalmente había estado sentado en silencio en el carruaje, pareciendo haber caído en


trance. Pero de repente oyendo una risa, Luo Binghe no pudo evitar mirar.

Hablando honestamente, sería falso decir que no estaba sorprendido. Aunque respetaba a
Shen Qingqiu, sabía que éste no se preocupaba por él.

Probablemente lo llamó al carruaje porque tenía algo peor planeado. Estaba preparado por
dentro, pero no pensó que su shizun se olvidaría completamente de él y comenzaría a meditar.

Luo Binghe pensó que nunca había estado tan cerca de su maestro. Cuidadosamente, lo
observó.

Físicamente, la apariencia de Shen Qingqiu quizás no sobresalía tanto. Tal vez no era el más
guapo, pero no se podía negar que era atractivo y de buen ver. Su rostro, medio iluminado y
medio en sombras, era agradable de contemplar. Si tomara su famosa espada con una mano,
sería la viva imagen de la elegancia.

Shen Qingqiu abrió los ojos y vio a Luo Binghe observándolo. El protagonista masculino vio
"sus ojos como estrellas, una amplia sonrisa, un saludo lleno de risas[7]", y se sintió cálido.

Habiendo sido atrapado en el acto, Luo Binghe no sabía qué hacer. Pero entonces Shen
Qingqiu le sonrió.

Esa sonrisa fue puramente inconsciente. Era como algo si pinchase a Luo Binghe al verla,
porque retiró la mirada al instante, sin saber qué significaba ese sentimiento.

Muy pronto, Shen Qingqiu ya no pudo seguir sonriendo.

El sistema anunció:【Violación: OOC. -5 puntos. Puntos actuales: 165 puntos.】


«¿...Sólo por sonreír una vez me vas a quitar puntos?»

El sistema dijo con rectitud:【OOC es OOC.】

―Fin del capítulo 5―

[1] Misión de etapa inicial: hay diferentes etapas (o arcos) en la historia. Esto podría
considerarse el comienzo (una especie de prólogo), que es necesario para seguir con la trama.

[2] En chino, usa una palabra algo ambigua. Podría ser azul o verde.

[3] Este mundo parece consistir principalmente en cultivadores de espada (el tipo para el cual
su espada está directamente vinculada a su poder/energía espiritual). El cultivo parece
funcionar así: después de llegar a cierto nivel de cultivación, el cultivador en cuestión
necesita encontrar el balance consigo mismo para encontrar la 'espada' o la técnica adecuada
para ellos.

[4] Dedo dorado: que tiene mucha suerte. Todo lo contrario sería 'la mano negra'.

[5] Es un dicho que traducido literalmente no tiene demasiado sentido. Supongo que es algo
así como que Luo Binghe en ese momento intenta pasar desapercibido, aunque el aura de
protagonista que tiene se lo impide.

[6] Schadenfreude: sensación de alegría ante el sufrimiento de otros (palabra alemana).

[7] El traductor inglés tampoco tenía muy claro qué significaba esto, aunque parece un poema
chino. Lo ha dejado tal cual porque le parecía bonito, y como a mí también, lo traduzco
literalmente.

CAPÍTULO 6
Después de aprender la lección, Shen Qingqiu tuvo más cuidado después. Mantuvo el ceño
fruncido durante todo el resto del camino porque quería un viaje tranquilo y sin incidentes. Y
finalmente, llegaron a la ciudad de Shuang Hu.

La ciudad no era muy grande, pero podía considerarse bulliciosa. Después de entrar, visitaron
al hombre más rico de allí, el mismo que había pedido ayuda a la secta de la montaña Cang
Qiong: el viejo maestro Chen. Sus dos concubinas habían muerto de forma trágica bajo las
manos del desollador. Con la llegada de Shen Qingqiu, estaba lleno de esperanza.

Tomó las manos blancas de su tercera concubina entre las suyas. Con un triste suspiro, los
ojos del viejo se aguaron.

―¡Cultivadores, encuentren al desollador! No me atrevo a dejar que Mariposa[1] se vaya por


ahí y la maten!

Un PNJ de una misión tan importante estaba poniendo a prueba los nervios de Shen Qingqiu.

¡Era asqueroso ver a un anciano de sesenta años y a una adolescente acariciarse delante de él!

Por suerte, Shen Qingqiu ya se había metido completamente en su papel. Después de


presentarse brevemente, se dio la vuelta con frialdad y se fue. Sólo Ming Fan se quedó atrás
para saludar al viejo maestro Chen. Era un privilegio tener un rango tan alto, así podía huir de
aquellas situaciones incómodas.

Ning Yingying llamó a la puerta y entró.

―Shizun, voy[2] a salir a dar una vuelta por el mercado, ¿vienes? ―dijo dulcemente.

Shen Qingqiu le dio la espalda. Con una apariencia impecable, respondió con tono ligero:

―Si quieres salir, encuentra a algún aprendiz que te acompañe. Tengo cosas que hacer.

Shen Qingqiu ya sabía a quién llamaría.


Se sintió amargado hasta la muerte. También quería salir a explorar por ahí. Antes de esa
misión, estaba encerrado en el complejo de casas de bambú de la cumbre Qing Jing y todos
los días fingía ser ese shizun altamente educado.

Cuando finalmente pudo descender de la montaña, se encontró con la misión de la etapa


inicial del sistema para "Shen Qingqiu" y se escondió en su habitación para no ver a nadie. Ni
siquiera quería hacer ver que se cultivaba, simplemente se acostó en su cama y fingió estar
muerto por un rato. Entonces él de verdad comenzó a pensar en cómo lidiar con ese
Desollador.

Según la información recopilada de las nueve víctimas, el Desollador siempre elegía chicas
jóvenes y bonitas. Así que aquellos con hermosas hijas, esposas y concubinas, cerraron sus
puertas cuando cayó la noche. Pero eso no era suficiente para detener al Desollador.

Después del atardecer, Ming Fan entró en su habitación para informar de lo que había
averiguado.

Finalmente tenía a alguien con quien hablar. La soledad que había estado sintiendo se
disolvió.

―¿Visitaste al forense?

―Sí. Le interrogué e inspeccionó cuidadosamente los cuerpos ―Ming Fan dejó de hablar y
le ofreció algo con expresión solemne.

Shen Qingqiu no lo cogió, sólo lo examinó de cerca. Había dos pilas de papel amarillo
escritas con cinabrio. La superficie de los papeles ya se había vuelto de un color negro
podrido.

―¿Usaste estos papeles para comprobar la energía maligna del difunto?

―Shizun es prespicaz ―dijo Ming Fan―. Utilicé estos papeles amarillos en dos lugares. El
primero estaba en la tierra junto a la tumba de una mujer que ya había sido enterrada. El
segundo, en los fallecidos que aún no habían sido enterrados.
Si la tumba hubiese estado infestada de energía maligna, podrían confirmar que el Desollador
era un demonio, y sabrían a lo que se enfrentaban.

―Se atreven a meterse contra un territorio cercano a la secta de la montaña Cang Qiong y
matan y dañan a la gente común de forma cruel ―espetó Shen Qingqiu con frialdad―. Esos
condenados demonios han llamado a nuestra puerta primero, así que no pueden culparme por
enviar a mis discípulos a castigarlos en el lugar del Cielo.

Joder, de verdad no pretendía ser tan dramático, ¡pero si no sería OOC!

Ming Fan lo miró con una cara llena de admiración.

―¡Shizun es tan sabio! ¡Si shizun actúa, ese monstruo se encontrará con la justicia!

―...

Parece que esa relación de maestro-discípulo se construyó sobre el modelo "tú dictas, yo
adoro".

A decir verdad, Shen Qingqiu estaba bastante satisfecho. Hablando desde su punto de vista,
Ming Fan no estaba mal. Aunque podía ser algo arrogante, no se atrevió a revelar ese defecto
frente a su shifu. En cambio, siempre era respetuoso.

Los hombres nunca piensan en la vida de quienes los adoran. La capacidad de Ming Fan para
llevar las tareas fue precisa, descubrió cosas importantes a lo largo del camino y organizó de
manera oportuna; todo supervisado por él. Si no hubiese conocido al protagonista y no lo
encontrara desagradable, no habría experimentado la típica disminución de inteligencia de
malvado secundario.

Y frente a ese carne de cañón que fue arrojado por Luo Binghe a un pozo lleno de decenas de
miles de hormigas y fue mordido hasta la muerte, Shen Qingqiu sintió de nuevo que estaban
en el mismo barco...

―Hemos bajado la montaña para que ganéis experiencia. No podré ayudarte, así que deberás
prepararte para que el demonio no dañe a tus compañeros discípulos.

―¡Sí! Ya he pensado en una estrategia. Si el demonio-


Ming Fan no había terminado de hablar cuando una persona entró bruscamente a la
habitación y le interrumpió.

―¡Shizun! ―la cara de Luo Binghe estaba pálida mientras lloraba.

El corazón de Shen Qingqiu latía con fuerza, aunque su expresión aún era fría y tranquila.

―¿Qué es lo que pasa que entras de esa forma?

―Ning Yingying y yo salimos hace un rato al mercado de la ciudad. Le dije que


regresásemos, pero no quiso. No sé cómo, pero antes de que pudiese darme cuenta, ella
desapareció. La busqué por todos lados, pero como no la he encontrado, vengo a pedir la
ayuda de shizun.

Estar perdido en un momento tan crítico no era ninguna broma. Ming Fan escuchó y de
alguna manera se contuvo para dejarlo hablar antes de saltar.

―¡Luo Binghe! Tú...

Shen Qingqiu agitó su manga, explotando la taza de té que había en el escritorio. No sólo
evitó el OOC, sino que también detuvo temporalmente la muerte inminente de esa pequeña
carne de cañón.

Con apariencia enfadada, dijo:

―Ya está hecho, así que no tiene sentido discutirlo. Luo Binghe, tú vienes conmigo. Ming
Fan, trae a algunos discípulos para pedirle a la familia Chen que ayude a buscar a tu shimei.

Después de asentir, Ming Fan se apresuró a salir. Luo Binghe agachó la cabeza, sin decir ni
una palabra.

Shen Qingqiu sabía que no era culpa de Ning Yingying carecer de la suficiente inteligencia.
En la novela, hubo al menos cincuenta capítulos dedicados a que ella se perdiera o caminara
hacia su muerte de forma voluntaria. A veces, Shen Qingqiu admiraba bastante a Luo Binghe
por aceptar a una mujer tan problemática en su harem.

Luo Binghe pensó que Shen Qingqiu le había dicho que se quedara para gritarle, por lo que
bajó la cabeza antes de decir:
―Esto es mi culpa. Si shizun me quiere castigar, lo aceptaré. Sólo quiero encontrar a Ning
Yingying.

Shen Qingqiu miró su aspecto patéticamente obediente y quiso acariciarle la cabeza, pero
tuvo que contenerse por el sistema.

―Ven aquí de una vez ―dijo fríamente―. Llévame al lugar donde la perdiste de vista.

Luo Binghe y Ning Yingying estaban cerca del bullicioso mercado cuando ella se perdió.

Shen Qingqiu se quedó allí y cerró los ojos, buscando rastros de energía maligna. Caminó y
siguió ese fino hilo de energía hasta el final. Cuando volvió a abrir los ojos, Shen Qingqiu
descubrió que estaba en frente de la entrada de una tienda de maquillaje.

¿Quizás el asesino... estaba ahí?

―¿Podría ser que no está ahí escondido sino que sólo había pasado? Al entrar en una tienda
así, ¿será una mujer? ―divagó Shen Qingqiu para sí mismo.

Ese tipo de misión, sin ninguna conexión con la novela original... ¡sus neuronas no eran lo
suficientemente fuertes!

Justo cuando Shen Qingqiu pensaba amargamente en las novelas de detectives que leía, el
sistema le recordó con urgencia: 【Al encontrarse en dificultades, ¿le gustaría pagar 100
puntos y activar el modo fácil?】

«Joder, ¿por qué no lo habías dicho antes? ¡Activa, activa, activa!»

Su mirada se centró en la opción 'sí' durante tres segundos. Se puso verde y desapareció.
Entonces, algo erizó todos los vellos de su nuca.

¡Fuerte! ¡Qué fuerte energía maligna!

¡Era como si temieran que se perdiese al seguir el rastro o algo así!

¡El modo fácil realmente es demasiado sencillo!


Shen Qingqiu no se avergonzó en lo absoluto de usar el modo fácil y siguió hacia la energía
maligna. Después de quinientos pasos, el camino se desvió bruscamente del área de la ciudad
y llegó a una casa abandonada y desierta.

¡Seguro que está ahí! ¡Mirad esa pobre y destartalada puerta principal!

Shen Qingqiu ajustó su expresión, enfocándose en seguir en silencio a Luo Binghe.

―Regresa a la finca Chen. Contacta a Ming Fan y dile que traiga todos los sutras y al resto
de discípulos.

Luo Binghe estaba a punto de abrir la boca y responder cuando, de repente, sus pupilas se
encogieron. Shen Qingqiu lo vio mirando fijamente detrás de él. Sabía que no podía ser
bueno, pero ya era demasiado tarde. Sopló una ráfaga de viento y las puertas delanteras se
abrieron de golpe.

―Shizun, shizun, ¡despierta!

Shen Qingqiu se despertó y abrió los ojos, viendo la expresión ansiosa de Luo Binghe. Estaba
atado al lado opuesto. Antes, parecía haber estado mirándolo mientras dormía.

Al ver que por fin se despertaba, él dejó escapar un suspiro de alivio y sus ojos se iluminaron,
volviéndolo a llamar nuevamente.

Ning Yingying estaba atada con él y, con una cara de llanto, también lo llamaba.

Shen Qingqiu se sintió un poco mareado y no sabía si cualquier cosa que el demonio rociase
tendría algún efecto secundario negativo.

Estaba de muy mal humor.

¡Ese modo fácil fue demasiado simple y brutal! ¡Lo había llevado directamente a la boca del
mini-BOSS!
Lo peor fue que el señor de la cumbre Qing Jing era un mini-BOSS para sus discípulos, ¡pero
fue derribado fácilmente delante de ellos! Y justo cuando despertó, el sistema dijo con
dureza: 【OOC: -50 puntos.】

Al abrir el modo fácil, ya había gastado 100 puntos. En un abrir y cerrar de ojos, otros 50
puntos se habían ido. ¿Cómo podría no dolerle el corazón? La fuerza del Shen Qingqiu
original era tratar con demonios. Para él, era como matar gallinas con la mano de un maestro.
¡Pero lo vergonzoso fue que en ese caso, la mano no logró matar al pollo!

Muy rápidamente, encontró algo que empeoró su estado de ánimo.

Sintió que algo estaba mal con su cuerpo. Hacía un poco de frío y le dolía. Bajando la cabeza,
una "joder" casi escapa de su boca.

¡Él! ¡Estaba! ¡Desnudo! ¡Maldición!

―Fin del capítulo 6―

[1] Mariposa: escrito en chino de esta forma, es un nombre bastante grosero y vulgar.

[2] En realidad, aquí suelen hablar en tercera persona (éste discípulo tal, éste maestro cual).
Sólo que para hacerlo menos lioso, lo he traducido en primera persona.

CAPÍTULO 7

A pesar de que sólo su torso estaba desnudo, eso ya era lo suficiente como para querer gritar.

Ya sea bueno o malo, ¡Shen Qingqiu seguía siendo un maestro importante! Encima, vestido
sólo con unos pantalones y unas botas blancas, revelando incluso sus pezones... Quería morir.
Sus extremidades fueron atadas y estaba tumbado en el suelo.

¡Una! ¡Imagen! ¡Así...! Era como un tierno niño bonito en una escena de violación en un
dormitorio. ¡Normal que el sistema haya reducido tantos puntos!
La cara de Shen Qingqiu varió entre el rojo y el blanco. Quería usar su espada para cavar un
hoyo en el suelo y enterrarse como una lombriz, pero no sabía a dónde había volado su arma.

No era de extrañar que Luo Binghe estuviese avergonzado antes. Debía de haber pensado que
al haberlo visto de una forma tan humillante, ya había obtenido suficiente venganza y no
necesitaría golpearlo tanto en un futuro.

―Shizun, te has despertado ―dijo Ning Yingying, llorando―. Estoy muy asustada...

¿Asustada? Si tienes miedo, ¡no corras así, niña!

En ese momento, una explosión de risas extrañas vino de detrás de él. Una silueta negra saltó
desde la oscuridad.

―El noble maestro de la secta de la montaña Cang Qiong no es tan grandioso después de
todo. Parece que la secta más grande del mundo no podrá impedir el ascenso del reino
demoníaco con cultivadores así ―otro estallido de carcajadas sonó.

La cara y la cabeza de la otra persona estaban cubiertas por un velo negro. La voz era áspera
y desagradable, como la de un adicto al opio[1].

―¿El desollador? ―preguntó Shen Qingqiu, entrecerrando los ojos.

―La famosa espada Xiu Ya ha caído en mis manos, ¡estoy tan feliz! Shen Qingqiu, incluso si
te rompes la cabeza para pensar, ¡nunca adivinarás quién soy!

―¿Ah? Pero si ya lo sé.

―...

―Eres Mariposa ―dijo Shen Qingqiu.

El desollador se quedó mudo, antes de apartar el velo negro de su cara.

―¡¿Cómo lo sabías?! ―exclamó, irritada.

Shen Qingqiu estaba sin palabras.


Él pensó: «¿Crees que soy imbécil? Se puede adivinar por la forma del cuerpo. Lo primero
que un hombre ve es la figura, después observa el resto. La cintura es pequeña, por lo que
tenía que ser una mujer. Y ese tipo de decoración de niña rica no se ve en cualquier lugar.
¿Creías que no sabía que estábamos cerca de la finca Chen? Aquí hay muchas mujeres, pero
sólo te conozco a ti. ¡Si quieres que adivine, por supuesto que te elegiría! Ni siquiera sé el
nombre de las demás, ¿cómo podría adivinarlo? ¿Quién se imaginaría que acertaría en el
primer intento? ¡¿Quién se imaginaría que serías tan estúpida como para ni siquiera
negarlo?!»

¿Podría decírselo? ¡¿Podría?! ¡Porque lo estaba deseando, maldición!

Si decía eso en voz alta, seguramente sería juzgado por OOC. Entonces, sólo podía callarse la
boca y maldecir por dentro sin cesar.

Mariposa, o más bien el desollador, cambió rápidamente y volvió a ponerse en el papel de la


querida concubina del viejo maestro Chen. Su expresión era tierna y orgullosa, mientras
sonreía.

―No está mal, realmente soy yo. Incluso te rompiste la cabeza para pensar que una mujer
débil y suave como yo podía ser la desolladora, ¿verdad?

Shen Qingqiu enderezó su cuerpo y cambió a una posición más cómoda.

Cada BOSS tradicionalmente tenía un tiempo de confesión[2], así que sólo permaneció
callado mientras escuchaba.

―El desollador no se podía rastrear. No porque tenga unas habilidades muy altas, sino
porque cada vez que mataba, me cambiaba de piel ―dijo Mariposa, sin esperar respuesta―.
Usando las pieles de esas mujeres e imitando su comportamiento, pasé desapercibida en
medio de la confusión para buscar al próximo objetivo.

Shen Qingqiu frunció el ceño.

―No creo ―dudó.

―¿Por qué? ―la cara de Mariposa se ensombreció.


―Muy fácil ―dijo Shen Qingqiu―. Por ejemplo, después de matar a Mariposa y ponerte su
piel, te conviertes en 'Mariposa', sí, pero aún queda su cuerpo desollado. ¿A nadie le parecerá
extraño que haya dos 'Mariposa'?

Después de decir aquello, se quedó callado un momento. De repente, se dio cuenta de algo.

Ese mundo no tenía análisis de ADN. Después de arrancar la piel, sólo quedaría un cuerpo
sangriento. Sería muy difícil reconocer quién era.

―Parece que te has dado cuenta. No está mal. Utilizo el cuerpo de la próxima mujer para
sustituir el de la anterior ―explicó Mariposa―. Por ejemplo, con respecto al asesinato de
Mariposa: llevaba la piel de Xiang-er y todos creían que aún seguía con vida. Después de
matar a Mariposa, modifiqué su cuerpo para que se pareciese al de Xiang-er. Así que el que
encontraron, era el de Mariposa, pero creían que era el de 'Xiang-er'.

Luo Binghe estuvo escuchando en silencio todo ese tiempo, con un destello de ira hirviendo
en sus ojos. Su sentido juvenil de la justicia fue despertado por las viles acciones de ese
horrible demonio. Ning Yingying no pudo entender por completo de lo que hablaban, pero no
se atrevió a interrumpir.

Shen Qingqiu respetaba sinceramente a esos villanos, realmente parecían profesionales. No


sólo expusieron sus habilidades psicológicas, sino que también tuvieron que explicar en
detalle sus planes y acciones. Para ser sincero, sus estándares... ¡eran aún más estrictos que
los de los maestros que hacen el examen de ingreso a la universidad!

―Cada cierto tiempo estás obligada a cambiarte de piel. ¿Es por placer o por otra razón?
―preguntó Shen Qingqiu.

―¿Crees que te lo diré? ―rió Mariposa fríamente.

Ya me has dicho mucho, ¿de acuerdo, hermana mayor? (¿o quizás hermano mayor?) ¡No
perderás nada por hablar un poco más!

Mariposa miró hacia Ning Yingying y Luo Binghe, y caminó hacia ellos. Luo Binghe seguía
tan tranquilo y sereno como antes, pero Ning Yingying comenzó a gritar en voz alta.

―¡Demonio, no vengas aquí! ¡Shizun, sálvanos!


―¡Tu shizun está atado con mi 'cable inmortal vinculante' y el poder espiritual en su cuerpo
no puede circular! ―se rió Mariposa―. Si ni siquiera puede protegerse a sí mismo, ¿cómo
podría salvaros a vosotros?

Entonces eso explicaba por qué Shen Qingqiu apenas podía sentir su poder espiritual.

Mariposa siguió con su monólogo:

―Qué mal. Si mi cultivo demoníaco no hubiese sufrido daños, no necesitaría seguir


cambiando de pieles. La piel de esa niña es muy tierna, y también tiene muchos discípulos.
Probablemente pueda usarla por bastante tiempo. Después de robarte la piel, será el turno de
la de tu shizun. Poder usar la espada Xiu Ya será una gran oportunidad para mí.

―...

¿Qué mierda habías dicho antes? "¿Crees que te lo diré?"

¡No sólo me lo acabas de decir, sino que también has revelado tus planes futuros!

La inteligencia de los villanos de ese mundo está más allá de su comprensión. El corazón de
Shen Qingqiu de repente se sintió muy cansado. Sólo quería sumar algunos puntos para el
sistema, ¿por qué debía ser tan agotador?

Shen Qingqiu habló con el sistema: «Querido sistema, si me equivoco durante la misión y
muero, ¿tendré otra oportunidad para volverlo a intentar?»

Sistema:【Un cuerpo dorado eterno es el privilegio del protagonista.】

Mierda. Eso significa que si hacía algo mal y moría, no habría más. Game over. Muerte
asegurada.

Sabiendo que los villanos daban respuestas de "excelente calidad", Shen Qingqiu quería
conseguir algo de tiempo y preguntó:

―¿No siempre cazas a mujeres jóvenes y hermosas?

―Nunca dije eso. Si su piel es suave y bonita, atacaré. Es sólo que la mayoría de los hombres
no tienen una piel tan buena como la de una mujer, y la de la gente vieja no tiene
comparación con la de los jóvenes ―como era de esperar, Mariposa habló sin tan siquiera
pensarlo. De repente, sus dos ojos brillaron verdes y una expresión de envidia apareció en su
rostro. Estiró sus manos pintadas de carmesí y acarició el pecho de Shen Qingqiu―. Sin
embargo, un cultivador inmortal es muy diferente. Aunque eres un hombre, tienes una piel
tan suave y delicada. Ha pasado mucho tiempo desde que usé la piel de uno...

Los vellos de la nuca de Shen Qingqiu se erizaron después de que le tocara, aunque su rostro
siguió siendo frío y neutro. Estaba muy disgustado por un lado, aunque por otro podía llegar a
comprenderlo.

Ese demonio era algo lamentable. Parecía que antes era un hombre, pero con tal de fomentar
su cultivo, tenía que usar pieles de mujer. Después de tanto tiempo así, temía que algo en su
cabeza hubiese comenzado a fallar...

A pesar de todo, seguía teniendo la apariencia de una mujer encantadora y joven. Al ser
tocado de aquella forma, la cara de Shen Qingqiu reveló cierta vergüenza y él se encogió
ligeramente.

A los ojos de Luo Binghe, esa no era la apariencia habitual de shizun, y se sorprendió.

Siempre había visto a Shen Qingqiu como alguien inalcanzable, frío y mordazmente
sarcástico. Esa vez se encontró con un Shen Qingqiu que tenía un rubor que se extendía de
forma incontrolable por sus mejillas, una actitud de retroceso en su mirada y dos ºº[3] en su
torso. El cable inmortal vinculante dejó marcas rojas y su cabello negro se dispersó, como
para cubrir sus hombros pero fallando. El corazón de Luo Binghe estaba lleno de una
indescriptible sensación de confusión.

Si le pidieras a Shen Qingqiu que encontrara una metáfora para este tipo de sentimiento: sería
como un hombre que mira una película sólo para descubrir que el actor que hace de
protagonista era el mismo que lo golpeaba y reprendía en tercer grado. Su profesor de inglés.
¡Un estado de ánimo realmente extraño!

Shen Qingqiu de repente sonrió.

―¿Por qué sonríes? ―dijo Mariposa, con cautela.


―Me estoy riendo de ti por mantener el cofre reluciente y regalar las perlas[4] ―contestó,
muy lenta y pausadamente―. Hay tres personas aquí y, sin embargo, no pareces haber notado
la mejor opción para tu próxima piel.

Luo Binghe escuchó sus palabras y su rostro cambió. ¡No creía que de repente fuese
sumergido en agua fría!

Shen Qingqiu no habló por hablar. ¿Qué tipo de persona era Luo Binghe? Su verdadera
identidad era la de un descendiente de los antiguos demonios, una figura imponente en el
reino demoníaco del futuro, con sangre real. Si la mayoría de demonios obtuvieran su cuerpo,
ni penséis en hablar de reparar el daño de cultivar mal; ¡podrían incluso tomar el mundo!

Mariposa miró de arriba a abajo a Luo Binghe. Su apariencia era tranquila, pero realmente no
tenía ni idea de qué quería decir Shen Qingqiu con eso.

―Incluso si quieres engañarme, deberías haber usado una mentira más creíble. A pesar de
que la piel de este niño es tierna, ¿cómo se puede comparar con la de un cultivador inmortal?

―Con tu vista, no es de extrañar que tu cultivo nunca haya llegado a nada ―se rió Shen
Qingqiu, inclinando la cabeza―. ¿No has considerado qué tipo de persona soy yo? ¿Cómo
podría tener a alguien que no es lo suficientemente bueno como discípulo? Si sólo quisiera un
niño bonito, podría elegir a cualquiera de la interminable lista de personas que quieren entrar
en la secta de la montaña Cang Qiong. El proceso que se usa para elegirlos no se revela a
extraños.

Mariposa frunció el ceño. Muy bien, la inteligencia del villano era realmente baja; ella puso
cara convincente incluso después de haber considerado sus palabras.

―Si eres escéptica, es fácil verificarlo ―Shen Qingqiu golpeó mientras el hierro estaba
caliente―. Ve y pégale en la coronilla, verás que no te engaño.

La cara de Luo Binghe se puso mortalmente blanca.

No importa cuán maduro fuera, todavía era sólo un niño. Incluso si se tratase de un adulto,
había muy pocas personas que pudiesen mantenerse inmutables.

Shen Qingqiu trató de no mirarlo. En su corazón, se disculpó repetidamente.


―S-Shizun... no lo dices en serio, ¿verdad? ―Ning Yingying estaba muerta de miedo.

Shen Qingqiu estaba tenso como una cuerda y no podía molestarse en reconfortarla. Miró a
Mariposa y sonrió levemente, diciendo:

―Sólo te digo que golpees la cabeza de un niño pequeño. Incluso si te estoy engañando, sólo
lo matarías, ¿no? ¿Acaso te importa? ¿O te asusta que tenga razón y por eso no quieres
hacerlo?

Incluso alguien que no tenía nada que ver con la situación pensaría que el niño estaba siendo
empujado hacia la muerte.

Luo Binghe no podía creerlo, y se preguntó hasta qué punto Shen Qingqiu lo odiaba.

No pudo evitar levantarse con todas sus fuerzas. Las cuerdas atadas a su alrededor se tensaron
y Ning Yingying sintió dolor detrás de él, pero no se atrevió a decir nada.

Las palabras y el tono de Shen Qingqiu fueron muy persuasivos. Mariposa pensó durante
unos segundos y decidió probar. Ella ya había matado a mucha gente, ¿qué importaba uno
más?

―¿Realmente tengo que ver qué clase de cosa eres...? ―resopló.

Caminó hacia Luo Binghe, y envió una palma hacia él.

―Fin del capítulo 7―

[1] El opio era una droga bastante peligrosa que se consumía y se traficaba mucho antes en
China (siglo XVIII aprox., edad moderna-contemporánea).

[2] Se refiere a los largos monólogos que hacen a veces los villanos. Shen Qingqiu dice que
al menos debe respetarlos para dejarles hablar solos (bien respetuoso él).

[3] ºº: lo que viene siendo sus pezones.


[4] Mantener el cofre reluciente y regalar las perlas: un dicho que significa que alguien tiene
mal juicio.

CAPÍTULO 8

¡Una oportunidad sólo dura un momento! Las pupilas de Shen Qingqiu se contrajeron.

Justo cuando esa palma estaba a punto de golpear, ocurrió algo totalmente inesperado, como
si un Dios hubiese intervenido: una viga del techo se rompió.

Si Shen Qingqiu todavía fuera un lector de "El camino del demonio inmortal", después de
leer eso tiraría su móvil por la ventana y se pondría a maldecir como un maniático.

El sistema ya decía que la regla principal era que el protagonista no moriría. Si algo
amenazaba su vida, ¡ocurriría cualquier cosa con tal de salvarla!

Shen Qingqiu insistió deliberadamente a Mariposa en atacar a Luo Binghe sólo para usar esa
regla en su beneficio. Aunque hacer las cosas de esa manera no era muy agradable, él no
estaría en peligro. Incluso si algo sucediera, Shen Qingqiu se haría responsable y arreglaría
las cosas. Actualmente había dejado caer a Luo Binghe en un hoyo, pero todavía había
oportunidades en un futuro para recuperar su favor.

Aunque.

Avión disparando hacia el cielo, ¿cuál crees que es el nivel de IQ[1] de tus lectores? ¡¿Cómo
se va a romper de esa forma una mansión completamente nueva?!

¡Incluso si es para salvar al protagonista, este giro de los acontecimientos es demasiado rígido
y antinatural! ¡Horrible!

Esa viga del techo nuevecita se derrumbó justamente sobre Mariposa, quien cayó al suelo,
incapaz de levantarse. También derribó el pilar al que estaban atados Luo Binghe y Ning
Yingying.
Ning Yingying ya estaba mareada de antes. Luo Binghe forcejeó y las ataduras se aflojaron
milagrosamente. Por otro lado, Shen Qingqiu todavía estaba atado por el 'cable inmortal
vinculante', observando al niño acercándose al demonio en silencio.

Entonces... ¿ya está?

Nada más pensar eso, Mariposa apartó la viga del techo y se levantó.

―¡Shen Qingqiu! ¡La gente de la secta de la montaña Cang Qiong usa trucos demasiado
sucios! ―gritó ella furiosamente.

Shen Qingqiu no tenía nada que ver, de verdad. Todo había sido gracias a la magia del poder
del protagonista.

―¡¿Me engañaste a propósito para atacarme por la espalda?! ¡¿Cómo podría haberse caído
esa viga justo encima de mí?!

También había notado ese hecho irrazonable. ¿No era eso buena señal? Quizás tu inteligencia
aún podía salvarse. El corazón de Shen Qingqiu todavía guardaba algo de esperanza.

―¿Crees que eso podrá detenerme? Ni lo sueñes ―rió fríamente Mariposa―. A menos que
una espada inmortal la corte, el 'cable inmortal vinculante' no te soltará.

...Te acababa de alabar y ya has dicho algo estúpido otra vez. ¡No digas cómo liberar a tu
enemigo! ¡No enseñes dónde está la espada Xiu Ya a su portador!

Incluso tuvo especial cuidado al retirar su capa y mostrar de dónde sobresalía en su cinturón,
dándole unas palmaditas.

Shen Qingqiu no podía aguantarlo más. Se tomó un tiempo antes de hablar con el sistema:
«¿Hay alguna razón por la cual éste villano sean tan imbécil?»

El sistema contestó:【Para garantizar el éxito de la misión, al activar el Modo fácil se bajó el


IQ del villano por debajo del promedio.】

¡Vaya, pues muchas gracias! El Modo fácil es realmente fácil de usar. Buen producto, lo
compro.
―Esta vez da igual lo que digas, no te escucharé. ¡Acepta tu muerte! ―dijo Mariposa,
apretando los dientes.

―¡Mis últimas palabras! ―gritó Shen Qingqiu en seguida.

Bajo el poder del Modo fácil, Mariposa se detuvo a escuchar.

―¿Qué quieres decir?

Shen pensó por un momento, y luego preguntó:

―¿Cómo es dormir con un anciano de sesenta años?

―...

Mientras la cara de Mariposa se deformaba en una mueca de odio y todo su cuerpo


comenzaba a temblar, ¡Luo Binghe de repente avanzó por detrás!

Le quitó la espada Xiu Ya al demonio, desenvainándola. La luz blanca y brillante iluminó


toda la habitación. Una sombra plateada la recorrió entera y el 'cable inmortal vinculante' que
ataba Shen Qingqiu se rompió.

Sólo podéis culpar al Modo fácil por bajarle de esa forma la inteligencia al mini-BOSS.

Luo Binghe estaba detrás de ella, y creyó que moriría.

―¡Imposible-! ―exclamó.

¡No! ¡No, calla! ¡No quería oír las últimas palabras del BOSS antes de morir!

Shen Qingqiu usó su poder espiritual, convocándolo en su palma, y golpeó el pecho de


Mariposa. Ella voló como una cometa con la cuerda rota.

Esa fue la primera vez que hizo un movimiento para "matar", aunque no dudó ni un segundo.
Porque en primer lugar, eso era una novela. En segundo, ese demonio había matado a muchas
personas. Y, tercero, si él no se hubiese movido, habría muerto.
Shen Qingqiu miró las extremidades retorcidas de Mariposa. Era una visión horrible. La
sangre fluía de todas las heridas, estaba demasiado golpeada. Enumeró aquellas tres razones
de nuevo para aclarar su mente.

El rostro infantil de Luo Binghe estaba completamente blanco.

Shen Qingqiu se levantó lentamente, recobrando la compostura, y se volvió hacia Luo


Binghe.

―Es la primera vez que ves la 'defensa de exterminio de demonios'[2]. ¿Tienes miedo?
―hizo una pausa, antes de continuar―. Si quieres 'defender', debes 'exterminar'.

―Antes... ―murmuró Luo Binghe, apretando los dientes.

―¿Quieres preguntar qué tenía pensado hacer si la viga no hubiese caído del techo?

Shen Qingqiu no tuvo más remedio que sufrir en silencio. Realmente quería decirle a Luo
Binghe que no tenía razón para preocuparse, que él no moriría. La viga realmente iba a caer.
¿Pero podría él?

―¿Estás culpando a tu maestro? ―Shen Qingqiu sólo pudo fingir frialdad.

―No. Renunciaría a mi vida para salvar a shizun ―dijo con sinceridad Luo Binghe, bajando
la cabeza― Eso sería todo un honor para mí.

...Estaba sorprendido de lo puro e inocente que todavía era ese niño.

Shen Qingqiu pensó por un momento antes de elegir una frase bonita que decirle.

―Entonces te diré algo. Si algo sucede, a ti no te pasará nada.

Bueno, razón no le faltaba. Incluso si él moría cientos de veces, a Luo Binghe seguiría
salvándole su halo de protagonista.

Su expresión era tranquila y segura, sin ningún tono que indicara que mentía.

―Te lo aseguro ―su voz sonó firme al hablar.


Luo Binghe escuchó sus palabras. Era como si una extraña vitalidad recorriera de repente su
cuerpo. Con ambas manos, levantó la espada y se la ofreció respetuosamente:

―Shizun, tu espada.

Él asintió, antes de cogerla.

El corazón de ese niño en ese momento era muy honesto. Aunque antes Shen Qingqiu le
había arrojado literalmente la muerte encima, él parecía haberlo olvidado. ¡Si en el futuro
jamás cambiase, sería genial!

Luego, escuchó los avisos del sistema, igual que una sucesión de disparos de cañón.

【La opinión de Ning Yingying sobre usted ha mejorado. Nivel de serenidad del
protagonista[3]: +50 puntos.】

【Obtención de ítem de alto nivel 'Cable inmortal vinculante'. Fuerza del villano: +50 puntos.】

【Completar con éxito la misión de la etapa inicial: +200 puntos. La función OOC está
descongelada. A partir de ahora, usted tiene control total sobre 'Shen Qingqiu'. ¡Felicidades!
Por favor, continúe con sus esfuerzos.】

Shen Qingqiu sintió que podría ponerse a llorar de felicidad.

¡Ya podía embarcarse formalmente en la gloriosa tarea de abrazar los muslos del protagonista
masculino!

Lo primero que tuvo que hacer Shen Qingqiu al regresar fue ir a la sede principal de la
cumbre Qiong Ding para informar a Yue Qingyuan.

En el camino, Shen Qingqiu sintió de nuevo que la existencia de ese shixiong y líder de secta
era exactamente como la de un NPC que te da misiones. Sin embargo, ese pensamiento se
desvaneció nada más entró por las puertas.
Ni siquiera había entrado al vestíbulo cuando Yue Qingyuan pasó por entre medio de todos
sus discípulos y agarró la mano derecha de Shen Qingqiu para tomarle el pulso.

Shen Qingqiu se sorprendió, pero aún así no se movió y observó cómo él estaba
completamente inmerso en su trabajo. Sabía que sólo inspeccionaba su estado interno y su
flujo espiritual.

Al comprobar que todo estaba bien, se calmó, y Yue Qingyuan dejó escapar un profundo
suspiro. Entró en el vestíbulo principal con Shen Qingqiu.

―¿Cómo les ha ido a tus discípulos? ―preguntó, con una sonrisa.

Era igual que el hermano mayor de una casa tanto en comportamiento como en tono, y el
corazón de Shen Qingqiu se sintió cálido. Incluso la palabra que tenía que pronunciar a
continuación no se sentía tan decepcionante:

―Insatisfactorio.

Los discípulos ni siquiera habían visto la sombra del 'desollador' y todo se resolvió gracias a
su maestro. Desde el punto de vista de dejar que ganen experiencia, fue realmente
insatisfactorio.

―No pasa nada, habrán otras oportunidades ―dijo Yue Qingyuan.

Shen Qingqiu asintió, y decidió cambiar de tema.

―Shixiong, quiero encerrarme un tiempo en las cuevas espirituales[4] de la cumbre Qiong


Ding.

La cumbre Qiong Ding fue considerada la primera entre las Doce Cumbres y, naturalmente,
era la que tenía mayor acumulación de energías del cielo y la tierra. Las cuevas que tenía eran
el mejor lugar para cultivar, ya que requerían menor esfuerzo personal. Por lo tanto, sólo los
miembros más importantes de la secta o los discípulos más jóvenes con un talento
excepcional podían solicitar permiso para entrar en ellas. Sólo el líder de la secta podía
aceptar esa solicitud.

Si Shen Qingqiu quería aislarse y cultivarse en las cuevas espirituales, por supuesto que Yue
Qingyuan le diría que sí.
―¿Quieres prepararte para la Conferencia de la Alianza Inmortal?

―Así es.

A decir verdad, no era sólo porque necesitaba encontrar los límites de la fuerza de ese cuerpo
antes de la Conferencia. Había otras razones más complejas.

El reciente incidente con el desollador le había hecho pensar que necesitaba cultivarse bien.
En un mundo así, sólo después de obtener fuerza podría pensar en planes futuros.

Además, realmente le conmovía el comportamiento de Yue Qingyuan hacia él. Incluso si


debía revertir su propio final como Shen Qingqiu matando a Yue Qingyuan, intentaría cuidar
su vida como pudiese.

En un futuro, tendría que usar otro enfoque para controlar la trama.

Antes de la reclusión, Shen Qingqiu llamó a Luo Binghe y le dio un manual de cultivación
correcto.

Luo Binghe recibió el libro, pero aún así no pudo evitar preguntar:

―Shizun, ¿por qué me das otro manual completamente diferente al otro?

―Tu constitución es algo distinta. No puedes cultivar con un manual normal ―Shen Qingqiu
soltó esa excusa sin tan siquiera inmutarse.

No quería revelar que en realidad Ming Fan le había dado un manual de cultivo falso.
Aunque se imaginaba que tarde o temprano se sabría, podía retrasarlo un poco más.

Viendo la espalda de Shen Qingqiu, Luo Binghe sostuvo el manual de cultivo entre sus
brazos. Su corazón latía frenético.

¡Ese manual se lo había dado shizun especialmente para él!


Shen Qingqiu ignoraba por completo que Luo Binghe acababa de malinterpretarlo todo.

―Fin de capítulo 8―

[1]IQ: intelligence quotient. Podría haber puesto CI (cuoficiente intelectual), pero me resulta
más sencillo de leer 'IQ'.

[2] Defensa de exterminio de demonios: traducido literalmente de 'demon extermination


defense'. La traducción en inglés también lo ha traducido de forma literal del chino (除魔衛
道).

[3] Puntos de serenidad: La traducción literal del inglés es "protagonist's coolness level".
Podría tener varios significados en este contexto, así que he decidido traducirlo como
serenidad/calma para darle algo más de significado. Si no se entiende, intentaré aclararlo de
nuevo.

[4] Se refiere a que quiere encerrarse para mejorar su cultivo.

CAPÍTULO 9

Las cuevas espirituales eran como un gran laberinto profundo. Los caminos giraban y se
entrelazaban entre ellos sin ningún orden, aunque había una especie de sensación de frescor
que venía de quién sabe dónde. Las rocas de piedra caliza se fundían con el paisaje, revelando
muchos lechos de roca natural. En el centro, incluso había un pequeño lago de agua tan
transparente que parecía revelar otro mundo.

Él sólo estaba en una de las muchas cuevas, pero estaba muy satisfecho y no se molestó en
buscar otro lugar.

Shen Qingqiu quería lograr tener otra visión sobre sus técnicas. Se sentó en una cama de
piedra con las piernas cruzadas y comenzó a cultivar.

Quizás Dios no quería darle algo de tranquilidad, porque poco después escuchó un ruido muy
extraño.
Era el sonido de alguien soltando un jadeo doloroso.

No sólo sonó raro para sus agudos oídos, el poder espiritual de su cuerpo también parecía
percibir un extraño y casi violento estallido de fluctuaciones de energía.

Genial. Ya se imaginaba que algo habría sucedido. En esas cuevas espirituales, por supuesto
que podían haber otras personas cultivando, además de él. Y según lo que sentía, alguien
acababa de sufrir una desviación de qi[1]. Eso era realmente jodido.

¡Sólo! ¡Quería! ¡Cultivar! ¡En! ¡Reclusión! ¡Maldición!

¿Podía? ¿Podía hacerlo? ¿¡Podía o no?!

Shen Qingqiu abrió los ojos de repente y decidió investigar. Siguió el ruido y las
fluctuaciones en el poder espiritual. Caminando en la misma dirección, después de pasar por
ocho curvas, la fluctuación se hizo más fuerte.

Finalmente entró en otra cueva espiritual. Nada más llegar, vio una espalda vestida de blanco
frente a él y una espada en el suelo, a su lado.

El suelo y las paredes de la cueva estaban repletos de cortes de espada y desprendían poder
espiritual, además de haber sangre fresca por todos lados. Incluso aquel cuerpo tenía marcas
sangrientas.

¡Esa desviación de qi era bastante seria!

Shen Qingqiu divagó acerca de si prestarle su poder espiritual de alto nivel sería útil o
acabaría matándolo por no poderlo soportar. Miró la espada caída lánguidamente.

El arma tenía un filo delgado, probablemente porque el poder espiritual de su dueño era
demasiado agresivo y descontrolado. La espada entera emitía una luz plateada, con unos
extraños grabados inscritos a lo largo de la hoja.

Al verla, Shen Qingqiu no tardó ni un segundo en reconocerla.

¡Maldición!

Si no quería morir, ¡sería mejor que se largase de allí!


Antes quería ayudar, pero ahora sólo podía pensar en correr por su vida. Pero ya era
demasiado tarde. Esa persona vestida de blanco se dio la vuelta de repente, ¡ya lo había
descubierto!

Shen Qingqiu no estaba de humor para fijarse en lo guapo que era ese hombre. Sus dos ojos
eran del color de la sangre, y lo miraban como si así pudiese conseguir que se arrodillase ante
él.

De repente, Shen Qingqiu agitó sus mangas y corrió. El hombre no tardó ni un segundo en
golpear con la palma el muro de piedra para hacer que las rocas volasen, bloqueando su ruta
de escape. El hombre vestido de blanco se movió veloz como una bala.

Shen Qingqiu vio que era demasiado tarde para correr y se armó de valor. Reunió poder
espiritual en su mano derecha y, apostado todo en aquel golpe, lanzó su palma hacia el pecho
de su enemigo.

Si él realmente fuese como se rumoreaba, tendría una vitalidad comparable a la del


protagonista y aquel ataque no le haría ni cosquillas. No sólo no sería de ninguna utilidad,
sino que Shen Qingqiu sería el que acabase tosiendo sangre.

Sin embargo, ¡funcionó! ¡El hombre voló hacia atrás y fue él el que tosió sangre!

¿El tipo era imbécil? ¿Cómo pensaba atacar así después de haber sufrido una grave
desviación de qi?

Lo miró fijamente mientras él se arrodillaba en el suelo, tratando de levantarse. Pero sólo


pudo caer dolorosamente de nuevo de rodillas. Viendo que ya no había peligro, Shen Qingqiu
suspiró y se acercó un poco.

―Dejaré algo claro ―no le importaba si lo estaba escuchando o no, sólo hablaba para sí
mismo―. No estoy muy familiarizado con este movimiento, así que si te mato, no puedes
culparme. Sólo trato de ayudar.
No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que Shen Qingqiu sintió que el poder espiritual
del hombre se estabilizaba. Sólo entonces suspiró y retiró su mano, dejando de transferirle su
propia energía.

La cabeza del hombre vestido de blanco se balanceó hacia delante, aún inconsciente.

A decir verdad, Shen Qingqiu ya sabía quién era, pero la alerta del sistema se lo confirmó.

【¡Felicidades! Cambio en la escena: 'la muerte de Liu Qingge'. Los valores de odio hacia el
villano escoria 'Shen Qingqiu' han disminuido. Puntos B: +200.】

Entonces tenía razón. Ese hombre era de su secta, otra víctima que murió por error bajo las
manos del Shen Qingqiu original.

De la secta de la montaña Cang Qiong, un líder de una de las doce cumbres; el señor de la
cumbre Bai Zhan[2], Liu Qingge.

Liu Qingge era un personaje muy NB[3].

Cada una de las Doce Cumbres de Cang Qiong tenía sus propios méritos y características
distintivas. Por ejemplo, la cumbre Qiong Ding dirigía a todos y supervisaba asuntos
generales. La cumbre Qing Jing de Shen Qingqiu era la favorita de los jóvenes intelectuales.
La cumbre Wan Jian era conocida porque de allí salían muchos maestros de espada muy
famosos. Lo que la cumbre Ku Xing[4] hacía era obvio por su nombre. Incluso si azotaran a
Shen Qingqiu hasta morir, él no querría ir allí...

Entre las Doce Cumbres, la cumbre Xian Shu [5] era la más codiciada.

Esa última cumbre sólo aceptaba discípulas mujeres. Además, los estándares eran altos, y
sólo aceptaban a las más hermosas.

Los lectores más lascivos escribieron cientos de fanfics acerca de esta cumbre. Entre ellos,
algunos como "la orgullosa Xian Shu se enamoró de mí" o "Mis días poseyendo la cumbre
Xian Shu". Ese tipo de obras fueron consideradas obras maestras de lascivia. Su popularidad
estaba a la par con la de la novela original.

Pero la cumbre que los jóvenes amaban más, ¡era definitivamente la cumbre Bai Zhan de Liu
Qingge!
Esa era la principal fuerza de combate de la secta de la montaña Cang Qiong.

La historia de la cumbre Bai Zhan estaba llena de innumerables figuras destacadas,


victoriosas en cientos de batallas, ¡de sangre caliente y poderosa!

Por lo tanto, Shen Yuan quedó fascinado por ese personaje. Los hombres siempre admiraban
a los fuertes. Aunque en la novela no describía su apariencia, la imagen que Shen Qingqiu
tenía de Liu Qingge era la de casi un Dios de la guerra.

Shen Qingqiu bajó la cabeza y miró esa cara que era fina como la de una mujer hermosa,
sintiendo aquella imagen mental destrozarse.

El invencible señor de la cumbre Bai Zhan, ¡¿podía tener esa cara elegante de joven
príncipe?!

Pensándolo bien, Liu Qingge era el hermano mayor de una de las protagonistas, la
incomparablemente hermosa Liu Mingyan. La calidad de las esposas del protagonista
masculino era la mejor. ¡La genética también había hecho su parte con Liu Qingge!

Siempre victorioso, demasiado arrogante, muy atractivo; no le extrañaba que el autor lo


hubiese matado rápido.

Aparte del propio protagonista, ¿quién demonios sería tan arrogante? ¡Morirás en seguida,
imbécil! Maldición, ¿rescatar a ese hombre afectaría a los puntos de serenidad de Luo
Binghe?

Ese llamativo personaje no apareció mucho. Además de ser usado para exhibir una fuerza
bélica lo suficientemente poderosa como para hacer que cualquiera se mease encima del
miedo, tenía otra razón importante para existir: desencadenar al villano escoria Shen Qingqiu.

Liu Qingge y Shen Qingqiu eran hermanos en la misma secta, pero tenían discordia entre
ellos.

Esa era otra de las razones por las cuales quiso huir nada más verlo. Para empezar, jamás se
llevaron bien. Agregando una desviación de qi a la ecuación: o perseguía a Shen Qingqiu y lo
mataba, o como el Shen Qingqiu original hizo, él tendría que matarlo.
Aunque no sabía por qué se odiaban tanto, el hecho de que el Shen Qingqiu original fuese el
asesino de Liu Qingge era una verdad como un puño. Una vez que ese hecho fue revelado,
también fue la primera razón por la cual la reputación de Shen Qingqiu comenzó a bajar. El
original dijo una tontería a lo: "vi que el camino de su cultivo se desviaba del correcto y tuve
que endurecer mi corazón para matar a mi shidi".

Shen Qingqiu mató al único pariente de la protagonista femenina. Por supuesto, Luo Binghe
se vengaría por su esposa.

¡Ese maldito villano escoria tenía razones de sobra para ser odiado por todos!

Shen Qingqiu todavía estaba preocupado por su futuro cuando Liu Qingge terminó de
vomitar sangre y por fin se dio la vuelta.

Abrió los ojos e inmediatamente vio a Shen Qingqiu sentado muy cerca, mirándole
preocupado. No importaba cómo se viese, seguro que no tendría buenas intenciones. Con
cautela, intentó sentarse. Sin embargo, sus órganos internos seguían dañados por la
desviación de qi y volvió a vomitar sangre.

―¿Puedes estarte quieto? ―dijo Shen Qingqiu fríamente―. Eres el señor de la cumbre Bai
Zhan, ¿cómo puedes tener ese aspecto tan horrible? Ven, toma, límpiate ―habló, mientras le
pasaba un pañuelo.

―Shen... ¿qué mierda haces? ―ni siquiera pudo hablar bien, porque vomitó sangre de nuevo.

Shen Qingqiu vio que seguía bastante mal y puso una mano en su espalda. Liu Qingge pensó
que intentaría hacerle daño, pero tampoco tenía fuerzas para esquivarla. Sólo cuando la palma
acarició su espalda, sintió que una corriente de energía espiritual se canalizaba hacia él,
inundándolo de calidez. Ante eso, Liu Qingge estaba incluso más horrorizado que antes.

―Liu-shidi, he tenido algo de tiempo para pensar mientras estaba aquí recluido ―habló Shen
Qingqiu, sin apartar la mano de su espalda―. Pensando en el pasado, me... siento algo
avergonzado.

Liu Qingge pareció vomitar incluso más sangre.

―¿Qué tal si olvidamos lo que pasó entre nosotros? De ahora en adelante, unámonos con
respeto y seamos un ejemplo para el resto. ¿Qué opinas, shidi?
Como no había matado a Liu Qingge, había evitado que su reputación bajase. ¿Por qué no
asegurarse y entablar buenos lazos con ese hombre?

―¿...Hablas en serio?

―Totalmente. Mírame a los ojos, ¿ves que mienta?

Como ya había descongelado la función OOC, no tenía de qué preocuparse, y ni siquiera


pensó en la reacción del otro.

La cara de Liu Qingge se arrugó en una mueca fea mientras miraba a Shen Qingqiu a los ojos
por un momento, como él dijo. Pareció que no pudo aguantarlo más, porque apartó la mirada.

―Lárgate ―dijo.

Shen Qingqiu fue comprensivo.

Después de todo, se habían detestado durante muchos años. No podía ganarse su confianza en
un par de minutos, aunque le acabase de salvar la vida.

Asintió, e hizo lo que él pidió/ordenó. Mientras se iba, agitó su mano para despedirlo, y sin
girarse, habló:

―Si necesitas ayuda con algo, no seas tímido, puedes llamarme. Tenemos que cuidarnos los
unos a los otros.

Liu Qingge pensó que si escuchaba alguna tontería más así, terminaría vomitando la poca
sangre que ya le quedaba en el cuerpo. Su mirada era terrible.

Shen Qingqiu acabó por callarse de una vez y se fue por fin.

Realmente no se llevaban bien. Cuando no estaban tan familiarizados, Shen Qingqiu era el
tipo de persona que más desagradable encontraba Liu Qingge. Ambos se aborrecían.

No era el tipo de odio que se tenía una pareja amorosa pero que discutía mucho. Era el tipo de
odio que se convertía en violencia después. Le sorprendió que Shen Qingqiu no se
aprovechase de su estado débil para golpearlo hasta la muerte. No sólo no lo hizo, sino que
encima le ayudó.
Sin embargo, la expresión de Liu Qingge se torció una vez más.

No había podido controlar su propio cultivo antes. Pero ahora su flujo espiritual era suave y
tranquilo, como debía ser. No era algo que hubiese podido conseguir por sí mismo en ese
estado. Debía haber tenido ayuda externa.

¿Realmente Shen Qingqiu le había ayudado?

Al comprender que era muy probable, Liu Qingge se sintió tan asqueado como si estuviese
comiendo mierda.

―Fin del capítulo 9―

[1] Desviación de qi: la base del cultivo es inestable y causa daños internos y/o psicosis.
Ocurre cuando las personas se cultivan mal, sucumben a demonios internos o utilizan
imprudentemente las artes prohibidas (si no ha quedado claro, por favor, decídmelo).

[2] Cumbre Bai Zhan(百戰): Literalmente 'cien batallas' o 'cumbre de guerra'.

[3] NB: Badass o hardcore. Digamos que es muy poderoso.

[4] Ku Xing: Literalmente 'ascético'. El ascetismo es una práctica que sirve para purificar el
espíritu y liberarlo de los placeres materiales con la abstinencia.

[5] Cumbre Xian Shu: Cumbre 'Dama Encantadora'. Ya os podéis imaginar por qué era
codiciada.

CAPÍTULO 10

A pesar de que la persona a la que había salvado se había mostrado asqueada, Shen Qingqiu
estaba satisfecho con su trabajo.

El Liu Qingge que el original mató ahora fue salvado por él.
¡Si pudiese tener una buena relación con él, Shen Qingqiu no tendría que preocuparse por
nada! Incluso si todos sus enemigos aparecieran en la puerta de su casa, eso no sería nada
para Liu Qingge.

Si su plan de llevarse bien con Luo Binghe salía mal, siempre podía refugiarse en el señor de
la cumbre Bai Zhan.

¿Por qué el sistema no tenía un valor de 【Estrategia】o 【Inteligencia】? Esos puntos podrían
haberle sido útiles.

El sistema expresó sus pocas ganas de comunicarse con él:【...】

Como en las cuevas no llegaba la luz de la Luna ni la del Sol, sintió que el tiempo no
avanzaba nada.

Con los ojos cerrados, Shen Qingqiu se cruzó de piernas en la cama de piedra. Esperó hasta
que la última gota de poder espiritual circulase por todo su cuerpo antes de abrirlos de nuevo.

Se había dedicado a cultivar durante varios meses y ahora podía usar libremente el poder
espiritual en su cuerpo. Incluso había mejorado su base de cultivo.

Gracias a eso, aumentó el control que tenía sobre aquel cuerpo al cien por cien. El brillo en
sus ojos incluso era distinto.

Shen Qingqiu saltó de la cama de piedra, sintiendo su cuerpo muy ligero. Era casi como si
pudiese flotar.

Quizás eran sólo imaginaciones suyas. El tiempo que estuvo ahí encerrado se sintió como
darle a la marcha rápida para pasar un vídeo. Si fuera una novela, sólo habría ocupado un
capítulo.

Antes de irse, pensó que debía saludar a su hermano de secta. Abrió la puerta de piedra. Se
aclaró la garganta antes de hablar.

―Shidi, ya he terminado de cultivar. Me iré.

No habló demasiado alto, pero gracias al eco que había en la cueva, seguramente le habría
escuchado.
No hubo ninguna respuesta, pero tampoco le importó. Expresar sus buenas intenciones fue
suficiente. De acuerdo a su voluntad, un fuerte viento bajo sus pies lo sacó de las cuevas
espirituales hacia la siguiente tormenta.

Sí, eso mismo. Tormenta. Calculando los días, faltaba poco para un incidente. La escena que
venía podía considerarse como una de las más importantes de todo "El camino del demonio
inmortal".

Los malvados demonios habían conseguido infiltrarse en la secta de la montaña Cang Qiong,
provocando una conmoción caótica entre humanos y demonios.

Y las dos protagonistas femeninas importantes de la novela también aparecerían ahí y


comenzarían a notar a Luo Binghe.

Las cuevas espirituales estaban aisladas del mundo exterior. Dentro había paz y tranquilidad.
Por eso ni se dio cuenta de que la cumbre Qiong Ding estaba en llamas. Cuando salió, todo a
su alrededor eran discípulos corriendo por todos lados, con alarmas perforando sus oídos.

Shen Qingqiu comprendió que la invasión ya había comenzado.

Algunos discípulos de quién sabe qué maestro lo vieron e inmediatamente se acercaron a él.

―¡Tío marcial Shen! ¡Por fin has salido! ¡Hay muchos problemas, los habitantes del reino
demoníaco han subido a la cumbre Qiong Ding y están lastimando a muchos de nuestros
hermanos!

―Cálmate ―dijo Shen Qingqiu, cuando uno de ellos tocó su mano―. ¿Dónde está el líder
de la secta?

―¡El líder de secta bajó de la montaña para resolver algún asunto! ¡Si no fuera por eso, los
demonios no nos habrían atacado! ―gritó el discípulo A.

―¡La gente del reino demoníaco es despreciable! ¡Incluso han roto el Puente del Arco Iris
que une las Doce Cumbres! ¡Estamos totalmente incomunicados! ―dijo el discípulo B,
enfadado.

Shen Qingqiu ya sabía todo eso, no necesitaba que se lo dijeran. En ese momento, con su
cuerpo a rebosar de energía, era un bien preciado. Con un aire heroico y altanero, dijo:
―No hay necesidad de entrar en pánico. La secta de la montaña Cang Qiong es una división
fuerte y grande. Si vienen, no quedará ni un demonio para regresar a su reino.

Después de hablar, se apresuró hacia el camino.

Los discípulos se armaron de valor y siguieron a Shen Qingqiu. Se les unieron más personas
que no sabían ni qué estaba pasando. Al final, la fila de gente que lo perseguía se hizo más y
más larga hasta que llegaron a la sala de audiencias de la cumbre Qiong Ding.

En la entrada de la puerta de la cumbre Qiong Ding, los guardias de la secta de la montaña


Cang Qiong rodeaban y reprimían a todos los demonios que podían. Debido a eso, todos los
discípulos de la cumbre Qing Jing estaban reunidos "casualmente" en la cumbre Qiong Ding
y se encontraron con Shen Qingqiu que justo había abandonado su aislamiento.

La primera cara que Shen Qingqiu buscó fue la de Luo Binghe. Como se esperaba, él estaba
parado en mitad de la multitud, luciendo solemne como siempre.

No lo había visto en bastante tiempo, y parecía que había crecido. La estatura de ese chico era
como el bambú, y emitía una sensación fresca y elegante, muy llamativa.

Al ver que el protagonista había llegado, Shen Qingqiu se calmó y dirigió su atención hacia el
enemigo.

Frente al resplandeciente y magnífico salón Qiong Ding, sintió más de cien grupos de energía
demoníaca.

El líder de la invasión era sólo una niña que aparentaba quince años.

En su corazón, Shen Qingqiu rió con entusiasmo: «¡Es ella! ¡Por fin sale!»

A pesar de que el estilo demoníaco normalmente era extraño y exótico, el de esa joven era
excepcionalmente inusual. Tenía el cabello negro peinado en pequeñas trenzas, su tez era
blanca y el maquillaje en los ojos rico y audaz, con los labios pintados de carmesí brillante.

Aunque era joven aún, era fácil ver que sería toda una belleza en un futuro. Debido a que era
un día caluroso, usaba ropa ligera que era prácticamente unas cuantas telas rojas envueltas
alrededor de su cuerpo. En sus muñecas y tobillos tenía anillos que provocaban un pequeño
tintineo cuando se movía.
Sus pies desnudos y blancos como la nieve tocaron el suelo. Shen Qingqiu no pudo evitar
mirarla de nuevo.

No estaba siendo lujurioso, simplemente se preguntaba cómo no lo dolían los pies al andar
descalza por un camino tan largo.

Vale. Ese no era el punto principal.

¡Ella era la protagonista femenina más popular en la novela de "El camino del demonio
inmortal! Demonio Santo, Sha Hualing[1]

Sha Hualing era una demonio de sangre pura, cruel y despiadada, astuta e ingeniosa, pero que
se enamoró irremediablemente de Luo Binghe. Después de reunirse con él, incluso traicionó
a los suyos para quedarse a su lado.

Aunque su inteligencia bajó conforme su enamoramiento crecía, no podías culparla. Una


mujer tan apasionadamente devota era difícil que disgustase a un hombre.

Desafortunadamente, esa mujer estaba destinada a caer entre las piernas de otra persona.

Shen Qingqiu no pudo resistir más y miró a Luo Binghe. En ese momento, los ojos del chico
también se dirigieron hacia él y sus miradas se encontraron. Sus ojos se abrieron de golpe, y
aunque parecía que quería decirle algo, dudó. Shen Qingqiu asintió con la cabeza.

En ese momento, el Puente del Arco Iris que une las Doce Cumbres estaba destruido. El resto
de los señores de las otras cumbres no podían venir, pero Shen Qingqiu estaba allí. Su
presencia envalentonó a los discípulos.

―¡Niña demonio! ¡Nuestro shifu ya está aquí, veremos si sigues siendo tan arrogante!
―gritó Ming Fan.

La gente se reunió y cientos de discípulos uniformados comenzaron a atrapar a los invasores


en los largos pasillos. Algunos demonios querían aprovechar la oportunidad para abrirse
paso, pero las dos manos de Shen Qingqiu brillaron, levantándolos y lanzándolos a todos
hacia Sha Hualing.
Ella había intimidado a los discípulos de la cumbre Qiong Ding ya que no había ningún líder
cerca. Pero ahora que la escena había cambiado, la situación no parecía tan buena, y cambió
su tono:

―Mi propósito al subir esta montaña no era buscar una guerra. Sólo quiero competir contra
los muchos talentos de la secta de la montaña Cang Qiong para comparar fuerzas[2].

Shen Qingqiu agitó su abanico, antes de decir:

―Me parece bien, ¿pero realmente debías irrumpir así en nuestra cumbre? ¿Por qué has
cortado el Puente del Arco Iris? ¿Qué necesidad había de herir a nuestros discípulos?

Sha Hualing se mordió los labios y sacó su arma.

―Debes de ser 'Espada Xiu Ya' Shen Qingqiu ―dijo lentamente, apartando el pelo de su
cara―. Soy joven y no he podido controlar bien a mis subordinados. Si te he ofendido,
espero que este maestro inmortal sea indulgente.

Aunque su voz fue suave y respetuosa, Shen Qingqiu no se movió ni un poco. Era obvio lo
que estaba sucediendo.

La invasión del reino demoníaco fue porque Sha Hualing acababa de ser nombrada como la
Santa de la raza demoníaca. Su ambición era tan alta como el cielo, pero no había sabido ver
la realidad. Quería entrar en la primera cumbre de la secta de la montaña Cang Qiong y
apoderarse del signo grabado de la cumbre Qiong Ding, llevándoselo de vuelta al reino
demoníaco como botín de guerra. Al mismo tiempo, lo usaría como una demostración al
reino inmortal.

―¿Entonces? ―preguntó Shen Qingqiu.

―En estos momentos nos superan en número, pero aún así estoy dispuesta a hacer esa
competición ―dijo Sha Hualing, sin estar dispuesta a someterse.

―¿Oh? ―los aires de Shen Qingqiu parecían los de un anciano, y ella, con los labios rojos y
los dientes brillantes, le ofreció una sonrisa.

―¿Por qué no elegimos tres representantes y tenemos tres combates aquí y ahora?
En la novela original, ese arco era un punto bastante importante para la trama, y Shen
Qingqiu podía recordarlo con bastante claridad.

En el primer combate, Shen Qingqiu luchaba contra un anciano demonio con un sólo brazo.
Para resaltar las cualidades del villano escoria, Shen Qingqiu usó métodos despreciables para
ganar. Comparándolo con el comportamiento abierto de Luo Binghe en el tercer combate, era
un contraste fuerte.

¡Esa vez, Shen Qingqiu no sería tan estúpido como para desacreditar su imagen delante de
todos!

El anciano de un sólo brazo tenía la piel de color negro púrpura. Escuchó el mandato de Sha
Hualing y se dirigió hacia un lugar de campo abierto.

Los discípulos de la división de Shen Qingqiu lo vitorearon. Él sabía que ese anciano medio
armado sólo tenía algo de peso.

―Sólo tienes un brazo. Ganarte así no es una victoria honesta para mí ―dijo, esbozando una
pequeña sonrisa.

―¿Oh? ¿Entonces qué quieres hacer?

Shen Qingqiu sonrió de nuevo, levemente, abriendo su abanico con un suave golpe de su
muñeca. Lo agitó dos veces:

―No necesito ni una mano.

―Fin del capítulo 10―

[1] Sha Hualing ( 紗 華 鈴 ): Significa 'campana magnífica/espléndida'.

[2]En el mundo de las artes marciales, era común pedir un combate para comparar
habilidades. Si se hacía bien, era una buena oportunidad de aprendizaje para los participantes.
CAPÍTULO 11

Nada más decir eso, todos se alborotaron. En la multitud, Luo Binghe también se sorprendió.

¿No necesitaba ni una mano?

Sha Hualing resopló y pensó que Shen Qingqiu estaba pecando de engreído, pero al mismo
tiempo se sintió feliz. Él no podría ganar tan fácilmente, así que aceptaría.

―Ya que el inmortal Shen Qingqiu lo ha dicho, ¡entonces comencemos! ―se apresuró en
decir.

Casi todo el mundo pensó que esa chica tenía la cara muy dura y quería abusar de la
situación, por lo que hubieron abucheos por todas partes.

Shen Qingqiu era el tipo de lector que sentía que leer era como ver una obra de teatro. Pero
en ese momento, él no era un lector, sino un personaje de la historia, por lo que no podía
soportar la forma de hacer las cosas de Sha Hualing. Sin embargo, al ver que parecía una
joven dulce y encantadora, la trató como a una bonita niña.

En el centro de la atención de todos, Shen Qingqiu realmente no desenfundó su espada y en


su lugar jugó con el abanico de papel en su mano izquierda, con una pequeña sonrisa en sus
labios mientras se enfrentaba a ese anciano.

Elder Du Bi[1] sólo tenía un brazo, pero eso no le impidió coger su sable con soltura. El
arma pasó silbando en el aire y no dio en el blanco. Se dio la vuelta y vio que Shen Qingqiu
ya estaba parado en otro lugar, sacudiendo su abanico y riéndose de él.

Sin embargo, la espada Xiu Ya ya había salido de su funda. Shen Qingqiu realmente no la
estaba tocando con sus manos, sólo la sostenía en el aire mediante una serie de sellos para
manipularla. La luz de la espada blanca como la nieve era demasiado brillante y dañaba los
ojos de Elder Du Bi, ¡así que levantó su arma y aumentó sus ataques! El sable y la espada
chocaron sin fin, mientras las chispas bailaban.

Todos los ojos estaban puestos en ellos. Ese combate era algo hermoso de ver. La fuerza de
ambas partes era enorme y sus habilidades marciales, muy pulidas. Además, los efectos
visuales los habían atrapado a todos.
Shen Qingqiu se movía con la facilidad del viento mientras su espada giraba y reflejaba el
brillo en el aire, al mismo tiempo que sacudía su abanico sin prisa. ¡Ese tipo de estilo era tan
impresionante...!

Luo Binghe observó y sintió su corazón temblar. Sabía que Shen Qingqiu era poderoso, pero
no creía que fuese hasta tal punto.

¡Era tan fuerte!

En medio de los vítores de los discípulos, su shizun se llevó la victoria limpiamente de la


primera prueba.

En ese momento, Shen Qingqiu pudo comprender un poco al villano escoria original. Todos
los discípulos lo miraban con admiración, y él se sintió demasiado bien.

¡Hasta ese villano escoria buscaba prestigio!

Al mismo tiempo, el sistema envió buenas noticias: 【Invasión demoníaca. Primera prueba.
Victoria de Shen Qingqiu, valor de Fuerza: +50 puntos. Puntos B: 50.】

La sonrisa que reprimió Shen Qingqiu en su corazón no duró mucho cuando la siguiente
notificación del sistema pareció abofetearle en la cara.

【Advertencia urgente: Si Luo Binghe no participa en la competencia, los puntos de serenidad


del protagonista se reducirán en -1000 puntos.】

«¡¿Qué?!» Hasta su cara pareció cambiar de color al oír eso.

Los puntos de serenidad que tanto le había costado conseguir para Luo Binghe apenas eran
300, ¡¿y le iban a quitar 1000?!

Sistema, ¿por qué eres así?

La competencia era un punto muy importante en la trama. Además, era la parte donde las dos
protagonistas femeninas comenzaban a fijarse en él. Si no le obligaban a que Luo Binghe
apareciese en la competencia, parecía evidente que la trama no avanzaría, además de que
seguiría siendo un don nadie. Así que mirándolo de forma objetiva, tenía sentido que su
serenidad se redujese 1000 puntos.
¿Pero cómo podía empujar a ese niño hacia un combate que no sería justo?

¡El Shen Qingqiu original lo hizo porque era un desvergonzado! ¡Porque no le importaba el
honor de su propia secta y porque odiaba a Luo Binghe hasta los huesos, lo suficiente como
para intentar matarlo con sus propias manos!

¡Pero él no era ese Shen Qingqiu!

Para cuando la segunda ronda estaba por comenzar, Shen Qingqiu seguía todavía demasiado
enfadado con el sistema.

Sha Hualing temió que él volviese a competir y se apresuró en decir:

―No tiene sentido que suba la misma persona siempre, así que ahora, lucharé yo.

Para que ella se ofreciese así, en primer lugar confiaba en su propia fuerza, y en segundo
lugar, porque sentía que Shen Qingqiu no usaría su autoridad como señor de cumbre para
presionar a algún discípulo.

Shen Qingqiu expresó su total falta de voluntad de ocuparse de esos pequeños asuntos.
Incluso si su plan antes era rescatar al resto para ganar prestigio, todo se rompió al escuchar
el aviso del sistema.

―Ya la habéis oído. ¿Quién está dispuesto a asumir la responsabilidad? ―dijo,


perezosamente.

Aunque estaba preguntando a todos los discípulos, sus ojos se posaron en cierta área.

Esa zona estaba llena de elegantes discípulas, todas de la cumbre Xian Shu. Dentro de ese
montón de chicas hermosas, había una que sobresalía del resto y llevaba un velo.

Después de que Shen Qingqiu preguntó, esa persona se movió hacia delante lentamente.

Shen Qingqiu sintió un estallido de emoción por dentro que le costó ocultar.

¡Era ella! ¡La segunda gran protagonista femenina de la novela estaba a punto de enfrentarse
a la primera!
Liu Mingyan[2] era una preciosidad. Sólo con su belleza, haría llorar a fantasmas y dioses
por igual. Incluso si las bellezas de la antigua generación de la cumbre Xian Shu hicieran una
competición, ella todavía ganaría.

Su hermano mayor era el señor de la cumbre Bai Zhan. Ella sólo se convirtió en una discípula
de la cumbre Xian Shu porque era joven y además entró tarde.

Como era demasiado hermosa, incluso como para robar un alma sin mover un dedo, tenía que
usar un velo para cubrirse la cara siempre. Ella era como una flor en lo alto de una montaña:
inalcanzable.

Para describir la apariencia de ese personaje, Avión Disparando hacia el Cielo tuvo que usar
todas las expresiones que aprendió en primaria y secundaria. Debió de haber sido muy duro
para él.

A Shen Qingqiu le gustaba mucho ese personaje. No sólo por su apariencia, sino porque tenía
una gran tolerancia, entendía la situación en seguida y era justa y recta. En el enorme harem
de Luo Binghe, era difícil encontrar a una esposa tan inteligente y con buen carácter.

Otro punto era que esa mujer fue la única que Avión Disparando hacia el Cielo no describió
en detalle con su pluma hasta el punto de destruirla por completo[3]. Aunque eso hizo
infelices a muchos lectores, consiguió que Liu Mingyan pareciese pura como el jade y casta
como el hielo.

Lo importante de esa batalla era justamente ellas dos. Si hay una mujer demonio que va por el
camino malvado, entonces naturalmente debe haber una mujer inmortal que va por el camino
justo. Todos los hombres tenían el sueño de que un ángel y un demonio se peleasen por ellos,
viéndolas luchar por celos, dando hasta sus vidas.

La belleza del comportamiento salvaje y desenfrenado de la mujer demonio podía


emborracharlo, la mujer santa inmortal que oscila entre la abstinencia y el deseo haría que su
corazón saltase.

Pensando todo eso, Shen Qingqiu sintió algo de envidia y lloró algunas lágrimas amargas por
dentro. No pudo evitar mirar hacia Luo Binghe de nuevo.

Luo Binghe se dio cuenta de que él estaba mirándole demasiado, y no pudo evitar pensar:
«Puede ser que por fin shizun... ¿me esté mirando favorablemente?»
Sin embargo, bajo la pluma del gran Dios Avión Disparando hacia el Cielo, los combates
entre personajes femeninos probablemente se parecerían más a una pelea de gatas para ver
quién arrancaba más ropa de la otra (para deleite masculino).

Después de bastante poco, Liu Mingyan fue derrotada. Al fin y al cabo, aún no había
encontrado su espada en la cumbre Wan Jian[4]. Sólo tenía una espada básica, mientras que
Sha Hualing ya era Demonio Santo del reino demoníaco. Obviamente había una gran
diferencia de fuerza entre las dos.

Liu Mingyan caminó hasta Shen Qingqiu, y dijo:

―He perdido y deshonrado a nuestra secta. Solicito que el tío marcial Shen me castigue.

―Asumiste la responsabilidad, no fue fácil para ti. Ya sabes cómo es el sabor de la derrota,
así que ahora sólo puedes mejorar ―le contestó él solemnemente.

―¡Este último combate determinará la victoria! ―después de ganar esa ronda, Sha Hualing
estaba radiante, y habló coquetamente―. ¿Ya sabe el inmortal Shen a quién enviará? Será
mejor que esta vez elijas con cuidado.

―No hace falta que te preocupes por mí ―dijo Shen Qingqiu, agitando su abanico―. Tengo
en mente a alguien que no sólo ganará, sino que será tu némesis.

Sha Hualing no le creyó ni una palabra y aplaudió, llamando la atención de su ejército.

―¿Quién se ofrece a luchar ahora? ―preguntó a los demonios.

En medio de todo el ejército de demonios, un anciano gigante salió lentamente.

Fue llamado gigante porque era demasiado alto. ¡Mediría como más de tres metros!

Una espalda como la de un tigre y una cintura como la de un oso, con el pelo suelto y
revuelto, vestido de arriba abajo con una armadura espinosa y arrastrando un martillo de
hierro. A cada paso que daba, Shen Qingqiu sintió que el suelo temblaba.

―Antes de nada, os advertiré de algo ―dijo Sha Hualing, encantada―. Los pinchos de la
armadura de Elder Tian Chui están cubiertos con el fuerte veneno de mi familia. Éste veneno
no tiene efecto en los demonios, pero si un humano sólo lo roza, ¡no existe cura!
El primer pensamiento que vino a la mente de Shen Qingqiu después de oír eso fue: «Joder,
Avión Disparando hacia el Cielo, ¡¿qué son esos nombres?!»

Una persona con un sólo brazo se llamaba Elder Du Bi [Brazo único] y el otro, con un gran
martillo, se llamaba Elder Tian Chui [Martillo del Cielo]. ¿Podía elegir un maldito nombre
bueno?

Los espectadores humanos estaban furiosos.

―¡Niña demonio! ¡Eres detestable! ¡No hay honor en usar venenos!

―Al menos he avisado ―replicó Sha Hualing―. Si sientes que es injusto y tienes miedo de
perder la vida al ser envenenado, entonces no participes. Los demonios no nos reiremos de ti
ya que apreciamos la vida. Es algo humano.

La fuerte risa de los demonios y las maldiciones airadas de los discípulos se entremezclaron.
El corazón de Shen Qingqiu ya no tenía buenos sentimientos hacia Sha Hualing.

Leerlo era una cosa, pero ver su comportamiento cara a cara, era diferente. ¡Estaba seguro de
que a nadie le gustaría y dejaría de ser la más popular!

Lo peor de todo es que no había diferencias con el personaje original de la novela. ¡Era
exactamente igual!

Un personaje caliente y feroz, además de enamorada, sin cerebro. Si no fuese porque era un
miembro del harem del protagonista, ya estaría en el otro lado. Si la amenazabas a ella o a
cualquier cosa que pudiese estar cerca de Luo Binghe, se aseguraría de matar hasta a tu perro,
incluso aunque fueses su padre.

Ah, en la novela original, ¿no traicionó a su propio padre para entregar el reino demoníaco a
Luo Binghe...?

Luo Binghe, de verdad que lo siento, pero vas a tener que sufrir ahora.

Después de la descarada provocación de Sha Hualing, se quedó callado durante un rato.


Mantuvo el suspense por un tiempo, hasta que finalmente se dio la vuelta y sus ojos se
clavaron en alguien.
―Luo Binghe, te toca.

―Fin del capítulo 11―

[1] Elder Du Bi: la página de traducción inglesa tuvo varios problemas con este nombre ya
que parece que en el idioma original (chino) estaba directamente en inglés, así que no
supieron cómo traducirlo. De momento lo dejaré como que el personaje se llama así, pero si
más tarde lo corrigen, también lo cambiaré.

[2] Liu Mingyan (柳 溟 煙): significa 'niebla de mar'.

[3] Supongo que se refiere a que no describió escenas 'matrimoniales' de ella con Luo
Binghe.

[4] Cumbre Wan Jian: cumbre 'Diez mil espadas'. Ahí es donde los discípulos van a buscar su
propia 'espada'.

CAPÍTULO 12

Todos los discípulos de la cumbre Qing Jing se alborotaron de repente.

El resto no sufrió mucha conmoción porque no no conocían la situación de aquella cumbre.


Pensaban que quien sería enviado por Shen Qingqiu sería un discípulo más mayor. Sólo con
un mínimo de treinta años de cultivo, una persona sería capaz de enfrentarse a ese demonio
que a simple vista parecía tener cientos de años. Les extrañó no haber oído nunca el nombre
de Luo Binghe.

―Shizun... ―tartamudeó Ming Fan, con la cara completamente blanca―. Enviando a este
niño... a Luo-shidi, ¿quizás no es demasiado... adecuado?

Aunque estaba ansioso y no quería subir a combatir contra aquel monstruo, con gusto dejaría
que Luo Binghe lo hiciera. Pero aún pensaba en el honor de su propia cumbre.
Las lágrimas aún más ansiosas de Ning Yingying salieron y se abrazó descaradamente al
brazo de Luo Binghe.

―¡No! ¡No quiero! ―gritó, pisando el suelo.

Luo Binghe no tenía mucha experiencia en combate real. Ese horrible demonio estaba
cubierto de espinas venosas y el mazo que cargaba era enorme. ¡Sería extraño si no lo
mataran!

«¿Acaso se piensan que quiero que salga a combatir? ¡Estoy siendo forzado!» pensó Shen
Qingqiu.

Levantó las cejas, guardando su aspecto frío de siempre, antes de espetar:

―He dicho que suba. ¿Acaso me estás contradiciendo, Ying-er?

Viendo el ceño fruncido de su shifu, Ning Yingying comprendió que no podía hacer nada.

Luo Binghe le dio unas palmaditas reconfortantes a pesar de que su rostro estaba blanco
como una hoja de papel por el shock.

―Shimei, no te preocupes ―dijo con firmeza―. Quizás no gane, pero como shizun me ha
escogido, voy a dar lo mejor de mí para que nuestra cumbre no sea deshonrada.

Ning Yingying se secó las lágrimas y soltó el brazo de Luo Binghe. Ella no podría soportar
ver a su amado ser golpeado, y escapó.

Shen Qingqiu estaba encantado. Si esa niña huía ahora, ¡entonces el problema que ella
causaba después de esa escena no ocurriría! ¡Bien, sé lista por una vez!

Aunque el adolescente que ahora avanzaba entre la multitud parecía un Dios claro y recto,
también era evidente que era joven e inexperto, con una base de cultivo insuficiente.

En contraste, el viejo demonio parecía enorme. No importa dónde se encontraba, en


comparación al cuerpo en desarrollo de Luo Binghe, había una sensación como de opresión.
La energía demoníaca que exudaba el anciano hasta podía verse. Todos dudaron y algunos
especularon que el niño escondía su fuerza real para cuando comenzara la pelea.
¡A quién querían engañar! ¡No podría vencerlo!

Desde que el combate comenzó, Luo Binghe no tuvo oportunidad ni de lanzar un golpe. El
demonio tenía una fuerza inigualable y cada golpe de su martillo lanzaba una onda de
choque. A pesar de que Luo Binghe insistió en avanzar e intentar encontrar una oportunidad
para atacar, el mazo continuó golpeándolo de vez en cuando.

El lado de la secta de la montaña Cang Qiong no era el único que estaba estupefacto, los
demonios también estaban en silencio: eso era demasiado horrible de ver.

―Es una derrota segura... ¿qué sentido tiene? ―dijo alguien en voz baja.

Pareció que Elder Tian Chui lo escuchó, porque se rió muy fuerte. No le hizo falta ni alzar la
voz para que todos escucharan:

―¡Bien dicho! Si esta pequeña muñeca admite la derrota y se retira, ¡quizás le deje vivir!

―Ganará.

La voz de Shen Qingqiu no fue ni alta ni baja, sin embargo, fue suficiente para llegar hasta el
escenario donde combatían.

Luo Binghe había sufrido un golpe frontal directo y tragó la sangre que amenazaba con
escupir por la boca, cuando oyó esas palabras tan seguras. De alguna forma, consiguió
aguantar el dolor.

Ganará... ¿verdad?

¿Shizun realmente creía que iba a ganar y por eso le cedió la oportunidad de participar?

Todos los demonios rieron a carcajadas y abuchearon al niño. Ellos le instaron a admitir su
derrota.

Sin embargo, Luo Binghe siguió tozudamente. Fue golpeado varias veces seguidas, pero en
su lugar se calmó y bloqueó todas las voces del mundo exterior. Sus pasos se hicieron cada
vez más ligeros. El mazo gigante de Elder Tian Chui cayó nueve veces, y ninguna de esas
nueve veces le dio.
Los únicos puntos del demonio que no estaban cubiertos por púas venenosas eran su cara y
sus puños. No eran buenas noticias. A pesar de que esos dos puntos no estaban protegidos,
todavía podía perder.

¡Pero al mismo tiempo, era su única oportunidad!

Luo Binghe respiró con lentitud, completamente concentrado.

Shizun lo eligió para pelear. Si bien parecía que había sido para hacerle la vida imposible, si
se miraba al revés, si él perdía la prueba, no sería el único deshonrado. Arrastraría a toda su
secta, al reino humano, e incluso a Shen Qingqiu.

¡Shizun debía estar muy convencido de que ganaría para haberlo escogido!

Algo se movió en el pecho de Luo Binghe.

¡Nadie había confiado así en él jamás!

Incluso si era sólo por el bien de la confianza que acababa de depositarle su shizun, ¡debía
ganar de forma que todos lo viesen!

El mazo volvió a silbar una vez más cuando rasgó el aire. Las pupilas de Luo Binghe se
encogieron. ¡Él hizo circular el poder en su palma y condensó una técnica!

La atención de todos fue captada por ese adolescente persistente. Aunque Luo Binghe no
tenía ni una oportunidad para actuar, no dejó de defenderse y no admitió la derrota. Y en ese
momento, llegó por fin el tan esperado contraataque. La oportunidad fue cazada con firmeza
y precisión por las manos de Luo Binghe.

Después de persistir durante media hora, el tercer combate finalmente tuvo un resultado.

Aparte de Shen Qingqiu, nadie más imaginaba el ganador.

¡Elder Tian Chui, con cientos de años de cultivo y cubierto de espinas venenosas, fue
derrotado por un niño de quince años!

Como era de esperar, Liu Mingyan y Sha Hualing se sintieron atraídas por Luo Binghe.
Cuatro ojos hermosos miraron en la dirección del chico.
【Ganar la atención de Liu Mingyan y Sha Hualing; Fama durante la invasión a la secta de la
montaña Cang Qiong; Nivel de serenidad del protagonista: +500 puntos.】

Shen Qingqiu estaba muy enfadado.

¡A ver!

¡¿Le amenazaban con quitarle 1000 puntos y sólo le daban 500?! ¡¿Y éste timo?! ¡¿Podía
hablar con algún superior, ah?!

El corazón de todos en ese momento pensó lo mismo.

¡Shen Qingqiu era alguien misterioso!

―Parece que hay gente del reino humano con algo de talento que admirar ―dijo Sha
Hualing, después de contenerse por un largo tiempo.

―Bien dicho. Dado que hemos ganado, ¿puedes retirarte? Disculpa a la secta de la montaña
Cang Qiong por no recibir invitados, pero como ves, tenemos algo de trabajo por delante.

El significado debajo de las palabras de Shen Qingqiu... estaba ordenando de forma directa
que se fuesen.

Sha Hualing estaba enfadada, pero no tenía cómo desahogarse. Sus dedos se crisparon sobre
el velo rojo que cubría su cuerpo y de repente explotó.

Su mano se extendió y abofeteó de golpe la cara de Elder Tian Chui, rápida y cruelmente.

―¡Perder ante un discípulo tan joven...! ¡Has avergonzado a todos los demonios! ―gritó.

El reino demoníaco tenía una jerarquía muy rígida y como Sha Hualing desde su nacimiento
era una noble, el demonio, incluso después de ser golpeado, fue sumiso y no se resistió.

―Soy incompetente, pido mi castigo ―sólo se atrevió a decir eso.

Shen Qingqiu no pudo mirar más. Sin ser demasiado ruidoso, dijo:
―Joven Sha Hualing, si deseas disciplinar a tus seguidores, no lo hagas aquí. La cumbre
Qiong Ding no es lugar para que la nobleza establezca su supremacía.

Sha Hualing se desahogó un poco con otro golpe y dijo algunas palabras vulgares. Una vez se
dio la vuelta, su rostro estaba iluminado por una radiante sonrisa.

―Cierto. Sólo vi al joven talentoso de tu cumbre y, al ver a los inútiles que tengo en mi
ejército, me sentí algo decepcionada. Inmortal Shen, por favor, no te rías.

Miró de nuevo hacia Elder Tian Chui, tan frío como el hielo.

―Es comprensible que Elder Du Bi perdiese contra el inmortal Shen. Pero para que tú
perdieses... no necesitas que te lo diga. Puedes verte por ti mismo ―dijo.

Tian Chui tenía claro lo que significaba "puedes verte por ti mismo".

La mitad de su corazón se enfrió en el acto. Al principio, cuando vio aparecer a Shen Qingqiu
en la cumbre Qiong Ding, pensó que sería fácil de vencer, con esos discípulos con bajo
cultivo que tenía. Por eso aceptó el combate. No pensó que sería humillado de tal forma. Al
ver a Luo Binghe ser alabado, se sintió demasiado enfadado.

Tian Chui no se atrevió a atacar a Shen Qingqiu. Pero a esa pequeña muñeca que lo había
humillado así, ¡lo iba a arrastrar al infierno!

Shen Qingqiu observó con detalle a todos los demonios, y el destello de maldad en los ojos
de Tian Chui no le pasó desapercibido. Los demonios eran realmente una raza desenfrenada,
así que una vez que se decidían a actuar, actuaban. Sin importar qué. ¡Al segundo de que Tian
Chui tuviese esos pensamientos, atacó!

Al ser tan enorme, al instante estuvo encima del niño. Luo Binghe no era tan rápido y al
levantar los ojos, vio que iba a ser aplastado. Pero escuchó a Shen Qingqiu mofarse
fríamente, apareciendo de repente delante de él, y su abanico de papel golpeó a Elder Tian
Chui detrás de las rodillas.

Al instante, el gran demonio se arrodilló.

¡Realmente se arrodilló! Todo su cuerpo se estrelló en el suelo, inconsciente. Shen Qingqiu


tomó el gran martillo con facilidad y lo sostuvo durante unos segundos. Pero para alguien con
su temperamento y elegancia, sostener un martillo tan tosco no era demasiado hermoso, así
que lo tiró lejos.

―¿Pierdes y esa es tu reacción? ¡No te dejaré abusar así de mi discípulo! ―dijo.

Esas palabras justas e impresionantes no sólo dejaron a los demonios sin palabras. El propio
Shen Qingqiu sintió que podría morir de la vergüenza por dentro.

¡Él mismo había enviado a su propio discípulo para que abusaran de él!

Luo Binghe vio esa espalda vestida de azul enfrente de él e incluso olvidó agradecerle. Sólo
sabía que shizun lo salvó una vez más.

Shizun siempre había sido así. Parecía ser duro con él, pero en el momento más crítico, no
dudaba en saltar para ayudarlo.

―¿Estás bien? ―preguntó Shen Qingqiu, mirando hacia atrás. Estaba seguro de que gracias
a eso, conseguiría tener una buena relación con Luo Binghe.

―¡Sí! ¡Shizun, gracias por salvarme! ―dijo Luo Binghe, lentamente.

Ese niño era tan tonto y dulce que Shen Qingqiu volvió a sentirse avergonzado. Sintió que su
rostro se calentaba y se dio la vuelta rápidamente. Cambió su expresión a una fría al dirigirse
hacia Sha Hualing.

―Joven Sha Hualing, deberías disciplinar bien a tus seguidores. Si no sabes admitir la
derrota, ¿para qué hacer el combate?

Sha Hualing no esperaba esa escena y se sintió muy incómoda. Ella quería decir algo, pero
quién sabía que justo en ese momento, las cosas volvieron a cambiar.

¡Tian Chui, que yacía muerto e inmóvil en el suelo, saltó de nuevo hacia Luo Binghe!

―Fin del capítulo 12―


CAPÍTULO 13

Shen Qingqiu ya le había quitado el martillo, pero aún podía usar su enorme cuerpo para
aplastar a Luo Binghe.

Al verlo abrir los brazos como para abrazar al niño, fue como si algo hubiese abofeteado a
Shen Qingqiu en la cara y su mente se iluminó. ¡Todo su cuerpo estalló en sudor frío!

¡Joder, joder, joder, joder! ¡La armadura de púas envenenadas!

En ese momento, Shen Qingqiu olvidó por completo el cuerpo dorado de Luo Binghe y la
regla del protagonista inmortal. Poniéndose en peligro, se movió de forma inconsciente para
bloquear.

La espada Xiu Ya salió de su vaina y la luz blanca atravesó a Tian Chui, causándole una
herida crítica. Pero el demonio se apoyó en su fuerza bruta y crueldad para avanzar, sin estar
dispuesto a retirarse, aunque un agujero adornase su pecho. En cambio, cargó hacia delante,
dejando que la espada Xiu Ya le atravesara la espalda. Una sombría sonrisa se extendió por su
rostro mientas cambiaba bruscamente su dirección hacia Shen Qingqiu.

Él rápidamente dejó ir el arma, pero ya era demasiado tarde.

Su mano derecha sintió el dolor de ser perforada. De repente, sintió una ola de frío recorrerle
el cuerpo entero.

Tian Chui se derrumbó en el suelo y escupió sangre.

―¡Shen Qingqiu está condenado! ¡Ha valido la pena! ―rió locamente.

―¡Shizun! ―Luo Binghe en seguida atrapó la mano derecha de Shen Qingqiu. Sus ojos
estaba rojos―. ¡Shizun, tú... ¿te pinchó una púa?!

Shen Qingqiu abrió la mano y dijo:

―No, no me he pinchado con nada. No lo escuches, sólo lo dice para asustarte.

Mientras hablaba, miró hacia abajo. En su mente y corazón sólo rebotaba una palabra todo el
rato.
Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda. ¡Mierda!

Desde la muñeca hasta el brazo, ¡su piel estaba llena de pequeños agujeros! ¡Y se estaban
poniendo muy rojos!

Qué bien que no tuviese una fobia a eso. Más bien, fue la cara de Luo Binghe la que se puso
completamente blanca al verlo.

¿Quién podía escuchar las olas furiosas y los mares tormentosos en el corazón de Shen
Qingqiu? «¡Mierda! ¡Ya sabes que Luo Binghe no moriría! ¡¿Subiste especialmente a
rescatarlo para nada?! ¡Joder, joder, joder!»

Tian Chui finalmente había arrastrado a alguien para que muriese con él. Ya no estaba
deprimido, y dijo con felicidad:

―No digo las cosas por decir. Ese veneno de verdad no tiene cura. ¡Señor de la cumbre Shen,
espera con tranquilidad tu muerte!

La luz de la espada brilló de nuevo. Luo Binghe desenvainó la espada Xiu Ya y la sostuvo
contra el cuello de Tian Chui. Su movimiento fue tan rápido y suave que Shen Qingqiu casi
ni lo vio.

Era como si Luo Binghe se hubiese convertido en otra persona.

―¡No te creo! Debe de haber una forma, sólo que no estás dispuesto a dar la cura ―dijo,
enfadado.

―Elder Tian Chui no miente. El veneno se llama 'Sin cura' porque no tiene cura en los
humanos ―contestó Sha Hualing―. Él ya va a morir, da igual que lo amenaces con la
muerte.

¡Sin cura!

¡En toda su vida, no había oído un nombre tan poco rebuscado como ese!

A pesar de haber leído la novela y saber de su existencia, ¡todavía no podía evitar maldecir al
gran Dios Avión Disparando hacia el Cielo por su nula imaginación con los nombres!
La mirada de Sha Hualing brilló. Vio que las circunstancias ahora eran favorables para ella.

A Shen Qingqiu de verdad le parecía un personaje molesto. Concentró el poder espiritual en


su brazo y suprimió el incesante dolor similar a una aguja clavándose en su piel. Con una
pequeña sonrisa en sus labios, fingió estar relajado.

―Joven Sha Hualing, ¿has olvidado cuántos años tengo? ¿La Formación del Núcleo de Etapa
Media todavía cuenta como mortal[1]?

La expresión de Sha Hualing cambió, pero se calmó rápidamente y se rió.

―No sé si eres mortal o no. Sin embargo, sé como probar que estás envenenado por 'Sin
cura'. Si alguien está afectado por este veneno, no podrá hacer circular su poder espiritual. No
sólo el poder espiritual se estancará, sino que la sangre también lo hará, y la persona morirá.
Invito al inmortal Shen a usar su mano derecha para intentar un fuerte ataque de poder
espiritual. Podrás ver si es cierto o no.

Un fuerte ataque poder espiritual, como el nombre indica, era acumular una gran cantidad de
poder en algún punto y luego dejar que explotase repentinamente. Utiliza el choque violento
de la explosión de poder espiritual para producir un efecto de ataque. El resultado era similar
a presionar un interruptor y lanzar un misil. La fuerza de la explosión estaba condicionada
por el cultivo de la persona.

Shen Qingqiu lo intentó en privado antes y pudo alcanzar el nivel de lanzar una granada. Pero
ahora, su mano derecha era como el brazo de un robot al que le habían cortado todos los
cables. Usó todo su esfuerzo, pero la circulación de su poder espiritual estaba completamente
bloqueada.

¡Maldición, ¿y ahora qué?!

Luo Binghe escuchó la descripción de 'Sin cura' y sus labios temblaron.

En ese momento, olvidó lo mal que lo trató Shen Qingqiu en un pasado.

¡Estaba muy claro que el cultivo de shizun había sido dañado por los demonios hasta el punto
de que ya no servía, hasta el punto de que ahora estaba indefenso!

Y todo eso, fue por él...


Shen Qingqiu vio que su expresión se volvía sombría y rápidamente acarició su cabeza.

―No te preocupes ―alzó los ojos y se rió excéntricamente―. Este asunto no puede tratarse a
la ligera. Joven Sha Hualing, entraste y sembraste el caos en la cumbre Qiong Ding. Siempre
te tuve paciencia, pero ahora he cambiado de opinión: no puedes ir y venir como te dé la
gana. ¿Cómo puedo dejar que otros vengan y se rían de mi secta? ¿Por qué no dejas esta
competición absurda y hacemos un combate de vida o muerte? Si alguien sale herido, sólo
nosotros tendremos la culpa. Pase lo que pase, luego nadie te perseguirá. ¿Qué dices?

¡No podía mostrarse débil en ese momento!

Todos en la cumbre Cang Qiong confiaban en él como el único señor de cumbre presente
para apoyarlos. Una vez que él caía, según los cálculos de Sha Hualing, el resultado sería
claro: destruirían la cumbre y la quemarían, llevándose el símbolo de la cumbre como trofeo.
¡Y después de eso masacrarían la montaña entera!

No lo dudéis, ella realmente tenía planeado eso.

¡Era mejor hacer una apuesta rápida!

Shen Qingqiu no se fijó en que ni siquiera había tomado en cuenta al resto de los discípulos
que habían allí.

Sha Hualing se mordió los labios y se sintió atrapada.

Si Shen Qingqiu realmente tenía un cuerpo humano extraordinario, el veneno no tendría


efecto. Si los dos lucharan, a juzgar por la fuerza pura de su poder espiritual, ella moriría sin
darse ni cuenta. Pero si él estaba fingiendo que seguía siendo poderoso y sólo conseguía estar
de pie con la poca fuerza que le quedaba, después de matarlo, tendría una gran oportunidad
de tomar la cumbre Qiong Ding. ¿No se arrepentiría ella para toda la vida de no aceptar?

Shen Qingqiu la miró con calma y esperó su decisión.

―Shizun, estoy dispuesto a recibir el ataque en tu lugar ―dijo Luo Binghe en voz baja,
tirando suavemente de su manga para llamar su atención.

―¿Cómo voy a permitir que un discípulo tome el lugar de su shifu? ―la expresión de Shen
Qingqiu no varió cuando apartó su manga.
―Pero te hirieron por mi culpa...

―¡Pues sabiendo eso, encárgate de proteger tu propia vida! ―dijo, fulminándolo con la
mirada.

La boca de Luo Binghe se abrió, pero no dijo nada. Sus ojos se pusieron aún más rojos.

―Entonces, inmortal Shen, discúlpame si soy grosera ―contestó Sha Hualing, apretando los
dientes.

―No voy a tener piedad.

El corazón de Sha Hualing comenzó a latir rápidamente y ni siquiera se atrevió a responderle.


Una sombra de llama roja se formó en su mano blanca como la nieve, acompañada de una
energía demoníaca abrumadora. ¡Ella atacó!

Con un pie, Shen Qingqiu pateó a Luo Binghe para apartarlo. ¡Estaba preparado para usar su
cuerpo con tal de parar ese ataque!

Sin embargo, no había salido volando por el ataque de Sha Hualing, ni vomitó sangre, ni
murió.

Lleno de aura asesina, una vez que su espada salió de la vaina, vio al señor de la cumbre Bai
Zhan disolver el ataque de la demonio sin mover ni un dedo. Simplemente usó la fuerza de
una explosión de poder espiritual que emanaba de su cuerpo.

Después de un momento en silencio, toda la cumbre Qiong Ding pareció explotar.

―¡El tío marcial Liu salió de reclusión!

―¡El Dios de la Guerra de la cumbre Bai Zhan ha salido de reclusión!

―¡A ver si ahora los demonios se atreven a ser tan arrogantes!

Shen Qingqiu dijo en su corazón: «¡¿Ahora te haces el genial cuando estuviste a punto de
morir antes?! ¡Bueno, haz lo que quieras, pensé que sería deportado a mi mundo original!».
Como era una novela de sementales de un estúpido autor, después de que Sha Hualing
amortiguara el ataque, toda su ropa explotó, causando una serie de exclamaciones.

Ella cayó de forma elegante, rodando con una palma hacia el suelo. Casi todo su cuerpo era
un mosaico[2], pero no se acobardó y tiró cruelmente de la capa de un subordinado.

―¡Retirada! ¡Habrá tiempo de vengarse en un futuro! ¡Fuera todos! ―gritó.

―¡Ni creas que puedes salir y entrar como quieras! ―rió Liu Qingge con frialdad.

Alzó la espada Cheng Luan hacia el cielo, y la energía se volvió tangible, como cientos de
espadas espirituales, comenzando a llover desde cielo. Llovió como granizo y perforó a los
demonios.

Sha Hualing tuvo que liderar y cuidar a sus subordinados mientras corría, intentando bloquear
las espadas. Los discípulos de la secta de la montaña Cang Qiong se apresuraron en cortarles
el camino, y más de la mitad de los demonios fueron asesinados o capturados. No pudieron
atrapar a Sha Hualing y al resto, quien escapó a través de un sangriento camino por la
montaña.

Liu Qingge envainó su espada. Frunció el ceño y buscó la mano de Shen Qingqiu con la
mirada. Los discípulos de la cumbre Qing Jing también los rodearon. Todos esos rostros
estaban pálidos.

―Parece que tomar la decisión de enviar a alguien a imitar a la tía Snow[3] para golpear la
pared de tu cueva y que salgas, fue una decisión correcta ―dijo Shen Qingqiu, sonriendo.

―¿Quién es la tía Snow? ―preguntó Liu Qingge.

―Es igual. ¿Cómo estoy?

―No morirás por ahora ―resopló.

Aunque había dicho esas palabras con aparente desinterés, su mano izquierda agarró la de
Shen Qingqiu y envió su poder espiritual a su cuerpo sin cesar. Su expresión se volvió seria.

―Te estoy devolviendo lo que me diste en las cuevas espirituales ―aclaró Liu Qingge.
¡Muere con orgullo!

Shen Qingqiu pensó que su plan de aliarse con Liu Qingge podía resultar prometedor y estaba
satisfecho. Pero las venas espirituales en su cuerpo parecían tener espasmos por el exceso y
dejó de sonreír.

―Tío marcial Liu, el veneno 'Sin cura', ¿de verdad no tiene cura? ―preguntó Luo Binghe de
repente.

Liu Qingge lo miró y aún no había respondido cuando las rodillas de Shen Qingqiu temblaron
y se desplomó. Afortunadamente, se había estado apoyando en Luo Binghe, así que no cayó
del todo, sólo se arrodilló. No pudo soportar más aquel flujo de poder espiritual y apartó su
mano.

―Sólo... déjame acostarme un rato ―dijo.

Luo Binghe nunca lo había visto tan débil y se asustó. Con los ojos rojos, se arrodilló a su
lado, y apenas pudo hablar. Sólo pudo llamarlo.

―¡Shizun...!

Shen Qingqiu levantó un brazo con gran dificultad y le acarició la cabeza. La sangre que
llevaba reteniendo en su garganta desde hacía un rato finalmente salió por su boca, pero
insistió en hablar:

―Sabía que ganarías.

Al escuchar eso, todo el cuerpo de Luo Binghe saltó.

Shen Qingqiu lo comprendía. ¿Qué debía de pensar Luo Binghe de él? Había pasado de
maltratarlo a esto. Quizás se pensaría que tenía algún problema mental + esquizofrenia.

En ese momento, el sistema avisó: 【Complejidad del personaje de 'Shen Qingqiu': +20.
Profundidad literaria y filosófica: +20. Elección para luchar con todo en contra: +10. Total de
puntos B ganados: +50 puntos.】

...Shen Qingqiu estaba horrorizado. ¡¿La profundidad filosófica podía calcularse así?!
¡Además, no cuentes con un valor tan extraño de golpe, gracias!

Su visión comenzó a oscurecerse y Shen Qingqiu levantó un poco la cabeza, pensando que
había visto lágrimas en los ojos de Luo Binghe.

Habría visto mal.

Ese fue su último pensamiento antes de perder el conocimiento.

―Fin del capítulo 13―

[1] Esto es un poco difícil de explicar. Si habéis leído otra novela de la misma autora que se
llama 'Mo Dao Zu Shi', ahí lo explican bastante bien, sino, no me cuesta nada intentar
explicarlo. El núcleo dorado es algo que todas las personas tienen en su cuerpo, y se necesita
comenzar a desarrollarlo a temprana edad si se quiere ser un cultivador. Como imaginaréis,
depende de lo bien que se haya desarrollado el núcleo para que una persona pueda ser
cultivador o no, por lo que cualquiera no puede serlo. Al desarrollarlo, un cultivador será más
o menos poderoso. Por eso, como Shen Qingqiu ya ha cultivado lo suficiente su núcleo hasta
estar en ésta Etapa Media, es inmortal. Es decir, el paso de los años no le afecta. (Si no se ha
entendido, por favor, comentadlo).

[2] Que está censurado.

[3] Tía Snow: es el apodo de la actriz china Wang Lin. Obtuvo el nombre después de
protagonizar la película 'Romance in the Rain' en 2001. No he visto la película así que no
tengo muy claro lo que significa.

CAPÍTULO 14

Después de caer inconsciente, Shen Qingqiu despertó como alguien medio muerto.

Abrió los ojos y, al ver un dosel blanco puro sobre su cabeza, supo que estaba en su
habitación de la cumbre Qing Jing. El caos causado por los demonios ya debería haberse
calmado. Inspiró hondo y cuando estaba por bostezar y estirarse, la puerta se abrió de golpe y
entró alguien.

Ming Fan llevaba una bandeja en sus manos y al verlo despierto, se le cayó al suelo.

―¡Shizun! ¡Estás despierto! ―chilló.

Una segunda persona se asomó al instante por la puerta. Luo Binghe se quedó allí, inseguro
acerca de si entrar.

Después de gritar, Ming Fan se dio la vuelta para mirarlo.

―¿Qué haces ahí quieto? ―le reprendió. Luego se dio la vuelta para mirar a Shen
Qingqiu―. No sé qué le pasa a este niño, siempre quedándose quieto como una estatua
―volvió a dirigirse hacia Luo Binghe―. ¿No sabes que shizun se molesta cada vez que te
ve? Lárgate.

―Puede quedarse ―dijo Shen Qingqiu, levantando débilmente una mano.

―El señor de la cumbre Bai Zhan me pidió que le avisara cuando te despertaras. ¡Voy a ir a
llamarlo, y también al líder de secta y al señor Mu! ―Ming Fan se apresuró a salir por la
puerta.

Parece que había estado dormido durante mucho tiempo, hasta Yue Qingyuan ya había
regresado. En cuanto al 'señor Mu', debía ser Mu Qingfan de la cumbre Qian Cao[1]. Esa
cumbre se especializaba en habilidades médicas y producción de medicamentos, por lo que
era lógico que él estuviese en escena.

Luo Binghe se movió por fin. No se acercó demasiado, pero no parecía que quisiera irse
tampoco.

―Si tienes algo que decir, entra ―dijo Shen Qingqiu, incorporándose lentamente.

Luo Binghe por fin entró en la habitación y, de golpe, se arrodilló, su frente tocando el suelo.

―¡...!
«Sistema, espera, espera, ¿qué está pasando? ¿He dormido unos días o unos años? ¿Por qué
actúa así? ¿Qué le pasa?»

Después de que Luo Binghe se arrodillara, levantó la cabeza. Sus ojos estaban llenos de
lágrimas y de un sentimiento de culpabilidad.

―Shizun, por favor, perdóname. Esto es culpa de mi ignorancia.

"Ignorancia". No sabía si esa palabra podía usarse en Luo Binghe.

―Pensé que shizun no se preocupaba por mí. Sólo en el tercer combate, vi que simplemente
era porque shizun tuvo problemas en el pasado.

«No, no, ¡no, espera! ¡El Shen Qingqiu original de verdad no se preocupaba por ti! Además,
¡¿de qué problemas hablas?! ¡En serio, tengo curiosidad!» pensó Shen Qingqiu.

Luo Binghe cambió de tema y añadió con sinceridad:

―A partir de ahora, esperaré a shizun con todo mi corazón, y obedeceré todas tus órdenes e
instrucciones.

Shen Qingqiu lo miró con una expresión complicada.

El corazón de ese niño en ese momento era... ¡demasiado amable y honesto!

¿Lo salvó una vez y todo el abuso físico y verbal ya había sido olvidado?

Si eso seguía así, ¡¿sería capaz de empujarlo cruelmente al Abismo sin Fin?!

Luo Binghe se levantó lentamente, aún negándose a irse. Estaba un poco tímido, como si
todavía tuviese algo que decir.

―¿Quieres decir algo más? ―le animó.

―Yo me preguntaba si... shizun tenía apetito. Dormiste mucho.

Sólo en ese momento, su estómago pareció rugir. Una vez que escuchó 'comida', sus ojos se
pusieron verdes de ansias y rápidamente dijo:
―Mucho, ¿me la traes, entonces?

Luo Binghe rápidamente corrió a la cocina. El congee[2] que rehizo cada hora en esos días
finalmente se usó. Trajo la comida y ayudó a Shen Qingqiu a sentarse correctamente en la
cama. Ansiosamente, atento a cualquier fallo, casi hasta metió la comida directamente en la
boca de Shen Qingqiu.

Al ver eso, su piel se erizó y tomó la cuchara él mismo. Comió un poco, antes de ver que Luo
Binghe seguía de pie junto a la cama, observándolo atentamente.

Shen Qingqiu se preguntó qué querría, hasta que de repente se dio cuenta.

―No sabe mal ―dijo, con suavidad.

Aunque dijo eso, por dentro casi estaba llorando.

Las costumbres de la cumbre Qing Jing eran frescas y ligeras. Incluso el estilo de cocina era
similar. No importaba cuánto comiera, nunca le sabía a nada. Pero aunque el tazón en sus
manos sólo era congee, la técnica era completamente diferente a lo usual.

El congee blanco como la nieve, era sólo un poco acuoso, con guarnición de cebolla verde,
carne desmenuzada, la cantidad justa de jengibre y con un aspecto delicioso. ¡Era comparable
a lo que el cocinero de la casa de Shen Yuan hacía!

Al escuchar sus palabras, los ojos de Luo Binghe brillaron.

―Si a shizun le gusta, ¿qué tal si te lo hago todos los días?

Shen Qingqiu casi muere atragantado.

Luo Binghe palmeó suavemente su espalda, y él agitó una mano para expresar que estaba
bien. Bueno, bien no. Horrorizado, estaba horrorizado.

La buena cocina de Luo Binghe era su arma secreta para conquistar mujeres. Realmente no
creía tener el privilegio de comer sus platos, incluso pocas mujeres de su harem lo tenían.
Además, la frase que había ido a escoger era horrible. "¿Qué tal si te lo hago (el plato) todos
los días?". ¿No era poco apropiado? ¿No era algo que le dirías a una mujer que quieres que
entre en tu harem?

¡Puedes comer descuidadamente, pero no puedes hablar descuidadamente!

Al ver la extraña expresión que estaba poniendo Shen Qingqiu, Luo Binghe se puso algo
incómodo.

―Shizun, ¿no te gusta? ―preguntó.

Shen Qingqiu pensó por un momento: «Bueno, qué importará. Como ya lo ha hecho para mí,
sería un tonto por no aprovecharlo. ¡Tener al protagonista masculino como cocinero personal
y gratuito es algo que vale la pena enseñar!»

Inmediatamente, puso una expresión amable y genial cuando dijo:

―Realmente me gusta. Queda a tu cargo a partir de ahora.

¡Ya no tendría que seguir comiendo sopa insípida!

Tras recibir ese halago, todo el cuerpo de Luo Binghe emitió un aura como una flor que
florece durante la cálida primavera. Shen Qingqiu vio su apariencia y no sabía por qué pero
sintió ganas de acariciarle la cabeza.

Después de ver que ese niño quizás tenía salvación, Shen Qingqiu llamó al sistema: «Sistema,
quiero preguntar algo» pensó por un momento, y luego dijo: «La escena del Abismo sin Fin,
¿es inevitable?»

El sistema respondió:【Si Luo Binghe no cae al Abismo sin Fin, se le reducirán 10000 puntos
de serenidad.】

Sólo con escuchar la cifra, Shen Qingqiu ya tenía la boca llena de sangre. Olvidadlo, ya
estaba acostumbrado a vomitar sangre.

En realidad, tenía sentido. Si no era capaz de desterrar a Luo Binghe en el Abismo sin Fin,
entonces jamás podría activar su dedo dorado. Si el protagonista no tuviese su suerte ni sus
power-ups, ¿entonces cómo se volvería invencible?
Por lo tanto, la escena del Abismo sin Fin era inevitable. Y la parte más miserable de ese arco
era que el mismo maestro de Luo Binghe era quien lo empujaba.

Todavía no quería darse por vencido y volvió a preguntar, aunque con un suspiro triste. El
actual Luo Binghe era como un pequeño rayo de Sol, ¿de verdad tenía que descender para
convertirse en un boss sombrío y de sangre fría como en la novela? Incluso con la
transmigración, no podía cambiar ese hecho.

¡Su destino era enviar al mismísimo infierno al protagonista, abriéndole el camino para
convertirse en una leyenda entre los hombres!

Shen Qingqiu estaba más preocupado por su propio futuro.

Si no lo hacía, sus puntos de serenidad se reducirían en 10000. Realmente era como


suicidarse.

Y lo peor era que seguramente las manos de Luo Binghe después de ennegrecerse no lo
dejarían ir.

¡Qué mierda!

No mucho después de que Luo Binghe se fuese, otros visitantes se acercaron a Shen Qingqiu
para inspeccionarlo.

Él estaba acostado en la cama leyendo un libro cuando se encontró con Yue Qingyuan
entrando primero. Hizo el ademán de incorporarse, pero Yue Qingyuan le detuvo
apresuradamente:

―Qingqiu, no te muevas descuidadamente. No intentes bajar solo, podrías caerte. Mejor


acuéstate, no necesitas preocuparte por los modales ―luego de decir eso, se giró hacia donde
estaba Mu Qingfang―. Hermano marcial Mu, échale otro vistazo.

Mientras estaba inconsciente, Mu Qingfang ya había dado un diagnostico. Eso sólo sería una
consulta de seguimiento. Shen Qingqiu ofreció su muñeca cortésmente y dijo:
―Siento las molestias.

Mu Qingfang asintió y se sentó al lado de la cama, sus dedos tomando el pulso. Gracias al
conocimiento médico del señor de la cumbre Qian Cao, sólo necesitaba un breve momento
para dictar un juicio y una solución. Sin embargo, se tomó algo de tiempo antes de retirar los
dedos.

―¿Cómo está? ―dijo Yue Qingyuan.

―¿Se puede curar? ―Shen Qingqiu no fue reservado y preguntó directamente.

Liu Qingge se sacudió las mangas y se sentó junto a la mesa, resoplando:

―El veneno se llama 'Sin cura'.

―Entonces, ¿cuánto me queda? ¿Años? ¿Meses? ¿O días? ―suspiró Shen Qingqiu.

―Aunque no tiene cura, puede reprimirse ―dijo Mu Qingfang, sacudiendo la cabeza.

Su voz era uniforme, ni ligera ni pesada, pero Shen Qingqiu sintió que por fin la suerte le
sonreía.

Aunque se llamaba 'Sin cura', en verdad podía curarse.

Porque en la novela, al comienzo de la Conferencia de la Alianza Inmortal, hubo una


discípula recatada y elegante de otra secta que fue envenenada con 'Sin cura'.

El punto clave era que ella era una de las protagonistas.

¡Ningún protagonista masculino de una novela de sementales dejaría que su amante muriese
envenenada!

Y si lo hiciese, entonces la novela sería una mierda.

¡Sería un completo fracaso de protagonista!

¡La cura era simple! Volvamos y leamos el desarrollo de la novela original.


Debido a la fuerza irresistible de la escena, la bonita discípula había contraído el veneno de
un espíritu demoníaco para salvar al protagonista masculino. Luo Binghe sintió que era su
responsabilidad y asumió la tarea de encontrar una cura.

Casualmente, en el bosque de la montaña donde se situaba la Conferencia de la Alianza


Inmortal, creció una flor milagrosa de mil años. Lo siento, Shen Qingqiu olvidó su nombre,
porque en 'El Camino del Demonio Inmortal' había como cientos de flores raras y milagrosas.
¿Quién demonios podría recordar tantos nombres?

Gran Dios Avión Disparando hacia el Cielo, ¿te crees que las flores milagrosas son como
coles chinas a la venta? ¡Dales un poco de dignidad, ¿quieres?!

Luo Binghe pensó que esa flor milagrosa definitivamente curaría el veneno en el cuerpo de la
bonita chica. No sólo luchó amargamente para conseguirlo, sino que también perdió tres días
haciéndolo. Tres días buscó la flor mientras luchaba contra monstruos, y comenzaron a
desarrollar sentimientos el uno por el otro.

El veneno en la chica comenzó a agravarse, y su cuerpo ya estaba muy débil cuando Luo
Binghe encontró la flor. Los dos se llenaron de alegría y rápidamente la discípula comió la
flor cruda...

¡Pero nada! ¡No funcionó!

Sus corazones se enfriaron. La chica sintió que iba a morir y pensó que quería tener un
recuerdo inolvidable para que no fuese olvidada, así que aprovechó la oportunidad mientras
aún estaba débil para derribar a Luo Binghe.

Luo Binghe se resistió, pero luego pensó que no podía rechazar su último deseo, y cedió y
obedeció...

Entonces, el veneno, ¿cómo se curó?

¡Después de hacer pa pa pa[3], el veneno en el cuerpo de la chica desapareció naturalmente!

¿Vulgar? ¿Forzado? ¿Cliché? Quizás, pero es genial, ¿no? ¡Como dar y recibir! ¡Jajajaja!

Era porque Luo Binghe era un demonio y un humano. Además, su lado demoníaco era de
sangre real. Un veneno de demonio tan pequeño no era suficiente para hacerle frente. Durante
el acto sexual, Luo Binghe absorbió el veneno de la chica. ¡Incluso absorbió la flor milagrosa
que ella comió, dándole un gran impulso a su cultivo!

―Fin del capítulo 14―

[1] Qian Cao (千 草 峰) significa 'Mil hierbas' (dado que es una cumbre que se especializa en
medicina). Mu Qingfan (木 清 芳) significa 'fragancia clara'.

[2] Congee: cambio 'gachas' por congee ya que, según el traductor inglés, así lo pone en el
idioma oficial. Tiene mejor pinta de lo que suena.

[3] Pa pa pa: alusión al sexo.

CAPÍTULO 15

La magia del protagonista era que, incluso si pisaba una mierda de perro, aún encontraría un
truco o elixir de vida escondido dentro.

Los recuerdos de esa parte de la novela hicieron que el rostro de Shen Qingqiu cambiase de
forma impredecible. Absorto en sus propios pensamientos, incluso ignoró a las personas que
lo rodeaban. Sólo cuando Yue Qingyuan lo llamó varias veces, reaccionó:

―¿Qué?

―Si todos los meses tomas estas cuatro hierbas medicinales mientras haces que tu poder
espiritual circule, el veneno no debería afectarte seriamente ―dijo Mu Qingfang, pasándole
un trozo de papel―. Sólo que de vez en cuando tendrás algún bloqueo fuerte en la
circulación de tu poder espiritual.

El resto de personas presentes prestaron mucha atención a su reacción.

Para los cultivadores, un bloqueo en la circulación del poder espiritual era algo muy grave. Si
ocurría, por ejemplo, durante un duelo entre cultivadores expertos, un gran error podría
costarle la vida. Aunque Shen Qingqiu estaba satisfecho con ese resultado.
Para un villano escoria como él, encontrarse con ese tipo de veneno y sobrevivir, ¡ya era un
logro!

Incluso si sabía que sólo necesitaba hacer pa pa pa con el protagonista para curar el veneno,
¿podría? ¿Podría él? ¡Jajaja! ¡Era broma...!

―Si lo hubiera sabido, no habría bajado de la montaña para organizar la Conferencia de la


Alianza Inmortal... ―suspiró Yue Qingyuan.

―Ese es un asunto que no podías aplazar, así que no es tu culpa ―contestó lentamente Shen
Qingqiu―. Deberías culpar al reino demoníaco e incluso a mí, por no ser cuidadoso. Pero
nunca te culpes a ti mismo.

Si no aclaraba las cosas y algo salía mal, conociendo a Yue Qingyuan, era capaz de no volver
a salir nunca más de la montaña. Incluso aunque su secta estuviese a punto de caer.

―No, es mi error ―dijo Mu Qingfang, con expresión culpable―. No me di cuenta de la


invasión y no pude acompañar al hermano marcial Shen.

Shen Qingqiu sintió que su cabeza comenzaba a doler por ese asunto problemático. Los tres
estaban completamente confusos, intentando cargar con la culpa.

Liu Qingge no dijo nada, mirando por la ventana, totalmente inexpresivo. Esperó hasta que
terminaran sus monólogos para beber un trago de té y decir:

―Nadie más fuera de la secta debe saber acerca de este asunto.

Como secta número uno en el mundo y encima, siendo el señor de una de las Doce Cumbres,
no sería bueno que otros conociesen esa nueva debilidad en Shen Qingqiu. Los tres
asintieron.

―Qingqiu, ¿crees que ser el señor de una cumbre será demasiado pesado para ti? ―preguntó
Yue Qingyuan, todavía preocupado.

Si fuese el Shen Qingqiu original, sospecharía al 80% de lo que Yue Qingyuan querría
conseguir con eso. Pero él sabía que sólo estaba preocupado porque descuidara su salud con
sus asuntos como líder. Levantó una mano solemnemente y dijo:
―Líder de secta, no tienes por qué preocuparte por mí. No descuidaré mi salud ―dijo. Luego
sonrió, antes de continuar―: Aún soy capaz de mejorar mi cultivo, aunque esté envenenado.
Así que con eso estoy bien.

Hablaron un poco más sobre la invasión demoníaca, y luego Yue Qingyuan y Mu Qingfang
fueron los primeros en irse. El primero tenía una rara expresión de enfado y estaba
preparando un plan a gran escala para que el reino humano suprima a los demonios, buscando
sectas importantes que ayudasen. El segundo, se fue pensando en cómo resolver el tema del
veneno por completo.

Observándolos en silencio, a Shen Qingqiu le hizo algo de gracia, pero también sintió una
extraña calidez.

Los miembros de la secta de la montaña Cang Qiong, aunque todos eran personas muy
diferentes (y algunos se llevaban mal y otros se llevaban bien), todos tenían el corazón unido.
Aunque estaban separados en Doce Cumbres, si algo sucedía, corrían a ayudar. Eran como
una gran familia. El Shen Qingqiu original fue realmente estúpido al matarlos.

La sensación de felicidad no duró mucho antes de que Liu Qingge dejara su té ya frío.

―Si no fuera porque no capto ninguna energía extraña en ti, pensaría que estás poseído
―dijo con ligereza.

Hasta cierto punto, su suposición era algo precisa. Sin embargo, Shen Qingqiu no podía
afirmarlo, así que sólo se rió por dentro.

―Salvarme en la cueva Ling Xin ya fue lo suficientemente extraño ―continuó Liu


Qingge―. Y ahora, casi dejas que te maten al salvar a un discípulo no conocido. Sufrir un
bloqueo de poder espiritual habría sido suficiente para hacerte enfadar, pero estás tan
tranquilo. No lo entiendo.

Shen Qingqiu no quería hablar con él sobre el gran problema que había creado al comenzar a
ser OOC. Llamó a Ming Fan para que les sirviera té de nuevo y se recostó.

―¿No conocido? Eso es de momento ―dijo, con una sonrisa―. Luo Binghe te sorprenderá.

Liu Qingge recordó aquel nombre y contestó:


―Ah, ese niño. Su base no estaba mal. Pero alguien así de talentoso hay en todas partes. No
hay nadie que sobresalga entre los demás, al final.

¡Por eso digo que no entiendes! ¡Abre los ojos! ¡No hay forma de que no comprendas lo
superior que será éste niño! ¡Está establecido en la trama, ¿vale?!

―Créeme, él será diferente ―le aconsejó amablemente Shen Qingqiu―. Estoy seguro de
que logrará grandes cosas en el futuro. Espero que lo guíes si tienes oportunidad. Te aseguro
que no te arrepentirás.

¿Qué pasaría si Liu Qingge se cruzara en el camino de Luo Binghe y se enfrentaran? ¡Le
cortaría la cabeza! ¡K.O.!

Por el bien de todos, era necesario persuadir a Liu Qingge.

El Shen Qingqiu original era callado y muy frío. Cuando abría la boca, era culto y demasiado
envidioso, hablando siempre como si fuese un poeta refinado. Pero desde que Shen Qingqiu
descongeló la función OOC, algunas veces se le escapaban palabras del siglo XXI que no
cuadraban en ese mundo. Liu Qingge no sabía qué era OOC, así que en vez de preguntar,
simplemente se levantó y se fue.

Ming Fan estaba a punto de caer en depresión. Shen Qingqiu, quien era la persona que
compartía su enemistad, se había visto obligado a hablar bien sobre Luo Binghe. Su corazón
se sentía destruido, y con un corazón malvado, era obvio que quería hacer cosas malas.

Se fue de la habitación y caminó, encontrándose poco después con Luo Binghe,


reflexionando sobre lo que haría de desayunar mañana para Shen Qingqiu. No tardó en saltar
sobre él, y lo regañó en voz alta.

―¡¿Qué haces ahí sin hacer nada?! ¡Ve a cortar leña! ¡Ochenta troncos! ¡Llena la leñera! ¡Ve
a buscar agua! ¡Las jarras están vacías, ¿estás ciego?!

―Pero shixiong, ¿dónde dormiré si la leñera está llena? ―Luo Binghe estaba perplejo.

―¡¿Acaso no puedes dormir aquí mismo?! ―gritó Ming Fan, pisoteando el suelo y
escupiendo.

―Acabo de llenar las jarras de agua-


―¡El agua no está fresca! ¡Hazlo de nuevo!

Si hubiera sido en el pasado, Luo Binghe se habría sentido molesto y hasta se habría quejado.
Pero ahora su corazón era muy diferente.

A sus ojos, todas esas experiencias por las que tuvo que pasar fueron como un entrenamiento
para él.

Tenía a un shizun tan bueno que casi renuncia a su propia vida por él (...). ¿Qué tipo de reto
no podría superar? ¿Qué tipo de amargura no sería capaz de tragar?

Luo Binghe no dijo nada e inmediatamente asintió, volviendo para hacer sus tareas.

Ming Fan lo vio y no sintió ninguna felicidad, sino que se sintió peor. Mientras caminaba,
comenzó a maldecir en voz baja:

―Realmente no sé qué parte de ese mocoso apestoso llamó la atención de shizun para que
ahora lo trate así. ¡Sigue siendo como una mierda de perro! ¡¿Qué grandes logros ha tenido?!
Incluso si shizun ha sido cegado por él, el señor Liu no lo guiará... Maldición.

Aunque no estaba hablando alto, Luo Binghe lo escuchó, ya que al mejorar mucho su cultivo,
sus cinco sentidos ahora eran más sensibles. A pesar de no poder oírlo todo, lo más
importante fue capaz de captarlo.

¿Shizun realmente hablaba así de él al señor Liu?

Lo miraba tan bien... Ese tipo de sentimiento cálido fue maravilloso.

Una corriente de calor repentinamente atravesó su corazón, surgiendo cada vez más fuerte,
hasta que envolvió su cuerpo entero.

Luo Binghe sintió una gran resolución brotar de lo más hondo de su corazón. Las dos manos
que sostenían pesados cubos de madera parecieron aumentar su fuerza.

Incluso en ese punto, él no se sintió acosado. Tenía una expresión feliz y satisfecha.

Si Shen Qingqiu lo hubiese visto, definitivamente habría sospechado que Luo Binghe era un
tembloroso M[1] por dentro...
Estaba complacido consigo mismo porque estaba consiguiendo la favorabilidad de Luo
Binghe, así que se acostó contento.

Ese día, la siempre alta y fría cumbre Qing Jing casi estuvo al umbral del colapso. Los
señores de cada cumbre fueron a visitarlo para ver cómo estaba.

Como el Puente del Arco Iris había sido destruido durante la invasión demoníaca, no
pudieron apresurarse. La feroz lucha dejó solo a Shen Qingqiu como el único señor presente.
Lo bueno fue que pudieron ganar. No importaba si sus relaciones eran buenas o malas, todos
tenían que ir y expresar su agradecimiento. Shen Qingqiu aprovechó esa oportunidad para
memorizar los rostros de todos los señores y establecer buenas relaciones con ellos.

Por la noche, pensó para sí mismo: «Por fin puedo dormir en paz.»

Después de dos horas.

¡Dormir en paz mi culo!

Shen Qingqiu se paró en mitad de un espacio caótico de absoluta nada y miró hacia el
horizonte que desaparecía en la distancia.

Antes, había estado sonriendo por dentro mientras se deslizaba cómodamente en su cama.
¿Cómo había sido arrastrado hasta ahí?

«Sistema, ¿estás ahí?» gritó en su mente.

【El sistema le brinda servicio las 24 horas.】

«¿Dónde estoy?»

【En el reino de los sueños.】Contestó el sistema.

«Ya sé que estoy en un sueño. ¿Sería capaz de ver una escena tan rara en la realidad? Te estoy
preguntando que por qué estoy aquí.»

Por favor, que no sea lo que estaba pensando.


Parecía que realmente no tenía suerte. Pensó: «por favor, no, no» y al segundo siguiente, vio
una figura con la que no podría estar más familiarizado.

Luo Binghe estaba parado en mitad de un desierto, perdido.

Tampoco parecía saber qué es lo que hacía ahí. Después de un momento de confusión, vio la
figura de Shen Qingqiu. En un segundo, rápidamente se convirtió en un pollito que al ver a
una madre gallina (qué maldita metáfora), corría hacia ella.

―¡Shizun! ―ya había estado atrapado en ese mundo durante bastante rato. Al ver aparecer a
Shen Qingqiu, se emocionó y lo llamó varias veces.

Nada más verlo, Shen Qingqiu ya supo qué era ese lugar y esa escena.

¡Ni que fuese un científico! Con una expresión tranquila, dijo:

―Te escuché la primera vez, no necesitas llamarme tantas veces.

―Sí, shizun ―dijo apresuradamente Luo Binghe―. ¿Sabes dónde estamos?

―Por supuesto que lo sé. Este es el reino de los sueños ―Shen Qingqiu copió perezosamente
la información que le había dado el sistema.

―Oh... ¿y por qué estoy aquí? ―preguntó de nuevo.

―Lo extraño es que yo esté aquí. Este es tu sueño.

―Fin del capítulo 15―

[1] M: masoquista.

CAPÍTULO 16

Luo Binghe estaba sorprendido.


―Mi... ―dio un paso atrás y miró el cielo sin límites y la tierra desolada. Murmuró―: Mi
reino de los sueños... ¿es así?

Aquello era un reflejo de cómo veía el mundo en realidad. Aunque era demasiado joven, ya
había vivido mucho.

―No creo que estemos en un reino de los sueños normal ―dijo Shen Qingqiu―. El poder
espiritual aquí es fuerte e inestable. Fui atraído por ti sin darme cuenta.

―Soy inútil, involucré a shizun ―la cara de Luo Binghe mostró una expresión culpable―.
¿Quién querría interferir en mi reino de los sueños?

Shen Qingqiu experimentó plenamente lo que era arruinar la diversión de otra persona y llegó
directamente al punto principal de la cuestión:

―No pienses de más. Siento algo de energía demoníaca aquí. Esto debe de haber sido cosa
de algún demonio.

Al escuchar eso, Luo Binghe se ensombreció. Aquello había despertado su odio hacia los
demonios.

―Los demonios en verdad tienen un corazón venenoso.

Realmente no sabía qué tipo de expresión tendría Luo Binghe cuando descubriese que él
mismo tenía sangre de demonio...

―Venenoso y desvergonzado. Quizás algunos tengan otros sentimientos ―dijo Shen


Qingqiu, sonriendo.

Desde el punto de vista privilegiado de Shen Qingqiu, esas palabras fueron dirigidas a la
persona que interfirió en el reino de los sueños de Luo Binghe en la novela, la misma Sha
Hualing.

Por supuesto, podía dañar a otros. Pero sólo le interesaba Luo Binghe. Todos sus
pensamientos en la novela fueron expuestos: era el corazón secretamente conmovido de una
niñita.
¿Por qué sino no dañaría a otros y sólo lo heriría a él? A los ojos de esa chica demonio, la
persona amada debía ser maltratada hasta la saciedad.

Sin embargo, eso sólo fue al principio. Luego de entrar al harem, se volvió sumisa y dócil.

Luo Binghe no entendió sus palabras, pero sonrió y pensó que era profundo.

―Éste reino de los sueños no es simple. Si no, podría despertarme a mí mismo en la realidad.
Pero éste sueño está demasiado bien hecho. Me temo que aunque destruya el núcleo de la
ilusión, no podremos salir.

―¿Entonces estamos atrapados para siempre aquí? ―Luo Binghe se disculpó de nuevo―:
Lo siento, es mi culpa.

―Llegados a este punto, una disculpa no cambia nada ―dijo Shen Qingqiu―. Es mejor
actuar y romper el encantamiento.

Luo Binghe asintió y lo siguió en silencio, caminando hacia el borde del sueño.

Por fuera, Shen Qingqiu parecía estar sereno, pero por dentro, conversaba acaloradamente
con el sistema.

Sistema:【Advertencia del sistema. Actualmente ha ingresado en un arco importante para la


trama: "Encantamiento de Demonio Soñador" Asegúrese de apoyar correctamente a Luo
Binghe para que consiga la victoria sobre el Demonio Soñador. Si no, se le restarán 1000
puntos de serenidad.】

Y de nuevo reduciendo malditos puntos sin control, con ese tipo de cifras que algún día le
darían un paro cardíaco. «¡¿Trabajo como un esclavo por algunos puntos de serenidad y
reduces 1000 de golpe como si nada?! ¡¿Qué conoces la piedad?!»

Sin embargo, ese no era el punto clave. El punto clave era que la trama era un desastre.

En ese arco, en la novela original, no pasaba así. Al ser arrastrado hacia su sueño por el
Demonio Soñador, como una medida de autoprotección, instintivamente atrajo también a la
persona en la que más confiaba.
Shen Qingqiu golpeó con urgencia al sistema con su voz: «¡Gran y querido Dios, ¿estás
seguro de que no hay un error aquí? Se supone que Luo Binghe queda atrapado con una de
sus chicas. Además, ella es la responsable de ayudarlo a desentrañar los enredos de su
corazón y de usar el poder del amor para ayudarlo a vencer a sus demonios internos.»

Sistema:【La autoinspección no reveló ningún error. El sistema está funcionando con


corrección.】

Sin bug. Es decir, o lo hacía bien, o moriría.

Shen Qingqiu experimentó el poder del efecto mariposa por primera vez.

En la novela, la que fue arrastrada al sueño junto con Luo Binghe fue Ning Yingying. En los
primeros arcos, ella era la persona en la que más confiaba en toda la cumbre Qing Jing. Esa
tarea debería haber recaído en esa niña.

¿Pero qué pasaba ahora?

La 'persona más confiable' para Luo Binghe... era él. ¿Cómo narices había pasado a serlo?

Shen Qingqiu realmente se sentía halagado por eso, ¡pero no quería esa responsabilidad tan
grande! ¡Además, ¿no era eso extraño?!

Luo Binghe vio la extraña expresión que estaba poniendo Shen Qingqiu y preguntó con
preocupación:

―Shizun, ¿qué pasa?

―Nada ―él de inmediato se recuperó y contestó con calma―. Estaba pensando en que los
demonios de los sueños normalmente atacan la parte más débil en el corazón de una persona.
Deberías prepararte.

―No permitiré que shifu[1] sea implicado de nuevo ―Luo Binghe asintió, diciendo aquello
con una expresión decisiva.

Eso ya era más de lo que podía soportar. No sólo se había enredado en una escena peligrosa,
sino que, si no estaba equivocado, tendría que asumir el papel de la protagonista femenina.
Shen Qingqiu no quería proteger al protagonista y seguirlo a través de montañas y mares para
enfrentarse a sus demonios internos. ¡Ah, no, de eso nada!

¿Qué tipo de suerte confusa tenía para llegar hasta ese punto...?

Ya se había quejado al Dios de ese mundo, pero pensándolo bien, él no tenía nada que ver
con eso. Avión Disparando hacia el Cielo, como escritor de novelas de sementales,
definitivamente no permitiría que algo así ocurriese en sus escritos. ¿Cambiar a una chica
bonita por el villano escoria? ¡Eso era horrible!

Los dos juntos caminaron hacia delante durante un rato. Sobre sus cabezas, las nubes en el
cielo y el paisaje que los rodeaba era como un caleidoscopio. A veces se estiraba y se
retorcía, y otras se rompía en muchos pedazos de forma impredecible. Al caminar por ese
reino de los sueños, era como si estuviesen siendo dibujados por Da Vinci y de fondo, por
Picasso. Los estilos eran completamente distintos y la falta de armonía hasta molestaba a la
vista.

De repente, una ciudad surgió de las nubes negras frente a ellos.

―Ten cuidado ―dijo Shen Qingqiu―. Entremos.

Pensó que esa ciudad le parecía muy familiar.

Ah, claro, por supuesto que sí. Esa era la ciudad en la que Luo Binghe vagaba como un
mendigo en su infancia.

Las puertas de la ciudad no tenían guardias y las abrieron ellos mismos. Shen Qingqiu
caminó hacia el interior con lentitud.

El sueño era horrible, una mezcla abstracta de bloques de colores donde no había una
delineación clara entre el tiempo y la realidad. El camino dentro de la ciudad, el mercado y
las casas estaban muy bien diseñados. Las luces brillaban intensamente, con gente yendo y
viniendo por los caminos. Pero después de acercarse mejor, incluso a pesar de que Shen
Qingqiu estaba preparado, se quedó en shock.

Ninguna de esas personas tenía cara.


Sus rostros eran sólo trazados vagos, poco claros. Tampoco hacían ningún ruido. No eran
como las personas vivas en lo absoluto, sólo estaban ocupados caminando por la ciudad, tan
silenciosos como los muertos. Daba una especie de sentimiento extraño.

Luo Binghe nunca antes se había encontrado con una escena tan horrible. Estaba asustado,
pero dijo:

―Shizun, ¿qué son?

Shen Qingqiu también estaba algo asustado, pero aún tomó la función de Enciclopedia
andante.

―Ésta ciudad está construida usando sueños. Las casas y demás cosas inanimadas se pueden
recrear. Pero las personas vivas, como máximo sólo se pueden convertir en esas cosas
extrañas sin rostros. Sin embargo, alguien con la capacidad de crear de inmediato una ciudad
tan grande... Me temo que sólo existe una persona así.

―¿Quién? ―preguntó humildemente Luo Binghe.

―Demonio Soñador.

Ése era el boss del sueño.

Su verdadera identidad era la de uno de los expertos más famosos y destacados de la raza
demoníaca. Había perdido su forma corporal en una tribulación hacía cientos de años. Su
poderoso espíritu no sufrió daños, así que se dedicó a vivir en el reino de los sueños de otras
personas. Absorbía su poder espiritual y su energía para sobrevivir.

Al mismo tiempo, él era uno de los shifus del protagonista.

Fue quien, en el típico estilo cliché, le gustó Luo Binghe después de que él rompiese su
encantamiento. Tomó todo el conocimiento de su cuerpo destruido y se lo pasó, saliendo
también de vez en cuando a echarle una mano.

Eso aún no había ocurrido, así que Luo Binghe no lo conocía, ni mucho menos sabía qué
quería. Todavía estaba pensando en qué preguntar cuando sus ojos encontraron algo en la
multitud y se congeló de golpe.
―¿Qué pasa? ―a pesar de que ya sabía la respuesta, Shen Qingqiu preguntó.

―Shizun, no sé si he visto mal, pero creo haber visto a alguien con caras ahí.

Shen Qingqiu se sacudió las mangas y caminó en la dirección en la que él señalaba.

―Cacémoslos.

Los dos se mezclaron en la multitud, tomando un camino enrevesado, hasta que finalmente
llegaron a un pequeño callejón.

Había cinco personas con caras en total. Todos sus rostros eran claros, en vez de un vago
desastre. Parecían ser adolescentes. Cuatro de ellos se pusieron de pie, mientras que el quinto
se sentó en el suelo. Las maldiciones que soltaban eran incesantes, y pudieron distinguir
palabras como "pequeño mestizo" o "bastardo". Estaban tan ocupados en insultar que no
notaron a las dos personas que tenían detrás.

―Creo que no pueden vernos ―dijo Luo Binghe.

Miró a Shen Qingqiu con la mirada, como si directamente le preguntase algo en plan: "¿No
dijiste que el Demonio Soñador no podía crear personas con rasgos faciales?"

Era hora de que el protagonista sufriese de nuevo.

Shen Qingqiu suspiró en su corazón. Él respondió:

―El Demonio Soñador no puede crear personas. Éstas no han sido creadas por él, fíjate bien.

Luo Binghe lentamente movió su mirada hacia ellos y sus ojos se abrieron con sorpresa
cuando se dio cuenta de algo.

―No son ilusiones creadas por el demonio. En realidad, estas personas son recuerdos tuyos.
Él sólo está usando trucos para proyectarlas desde lo hondo de tu corazón.

Era como si Luo Binghe ya no pudiese escucharlo, porque levantó lentamente las manos y se
sujetó la cabeza, con todo el cuerpo temblando.
Shen Qingqiu sabía que los demonios interiores de Luo Binghe acababan de llegar.

Esos cuatro adolescentes crueles rodearon a un niño sentado en el suelo, golpeándolo y


pateándolo. Ese niño vestido pobremente apenas pudo cubrirse la cabeza con las manos,
acurrucado en el suelo, siendo golpeado en silencio. ¡La gente realmente dejaba que un niño
tan pequeño fuese golpeado hasta la muerte!

―¡Éste niño mugriento de raza mixta se atreve a venir a nuestro territorio a intentar
conseguir un trabajo!

―¡Cánsate de vivir!

―Mejor muérete. ¿No es lamentable no tener nada de comer? ¡Si te matamos a golpes, ya no
tendrás más hambre!

La cabeza de Luo Binghe dolía como si fuese a partirse en dos. Parecía que no podía apartar
la mirada de la figura débil en el suelo. Ese era él en su infancia, desde el cabello suelto y
enmarañado hasta la cara llena de sangre que revelaba dos ojos como estrellas. Como dos
espadas afiladas, sus ojos se encontraron con los suyos.

Luo Binghe no pudo ni apartar su mirada.

―Esto es sólo un sueño, Binghe... ―susurró Shen Qingqiu.

―Fin del capítulo 16―

[1] No me gusta mucho usar la tercera persona cuando le está hablando directamente a Shen
Qingqiu, pero he decidido conservar ese rasgo sólo en Luo Binghe porque no deja de ser algo
muy característico en él. Como aclaré en capítulos anteriores, todos hablan normalmente en
tercera persona, incluso refiriéndose a sí mismos (este discípulo tal, este maestro cual), pero
consideré que cambiándolo a primera persona resultaría más fácil de leer. No sé si más
adelante cambiaré esto en Luo Binghe, porque como digo, es algo bastante característico de
él (esa devoción que tiene hacia su shizun), así que de momento se quedará así. Sólo de Luo
Binghe hacia Shen Qingqiu.
CAPÍTULO 17

Eso era una ilusión del Demonio Soñador. Era la mejor forma de usar los sentimientos
negativos de las personas en su contra. Mostrándoles sus más profundos terrores, iras o
amarguras, podía romper sus barreras mentales. Por lo tanto, durante todos esos cientos de
años, no había habido nadie (conocido) que hubiese conseguido liberarse de ese demonio.

Shen Qingqiu siempre quiso quejarse de esto en la novela original. Se dijo que esos dos
niños, Luo Binghe y Ning Yingying, debían romper el sueño; pero gran Dios Avión
Disparando hacia el Cielo, ¡dale algo más de protagonismo a ese viejo demonio!

Luo Binghe de repente cargó hacia delante, pareciendo que quería golpear a las personas que
lo maltrataron cuando era un niño, pero sus puños no podían tocarlos. Esa no era una forma
correcta de disipar la ilusión. Aún así, los puñetazos y patadas siguieron lloviendo sin piedad
sobre el pequeño cuerpo en el suelo.

Shen Qingqiu atrapó el puño de Luo Binghe a medio camino y estabilizó su cuerpo. Con
calma, él dijo:

―No puedes tocarlos, ¿ves? Sólo es una trampa del Demonio Soñador.

Si fuera el Luo Binghe de la novela, después de activar sus trampas, éstas no serían más que
pequeños trucos ante sus ojos. Pero el Luo Binghe de ahora aún no había despertado la sangre
de demonio en su cuerpo. Lo único que podía ver en ese momento era su impotencia.

De repente, la pequeña ilusión en la que estaban sumergidos los dos cambió a otra escena.

El corazón de Shen Qingqiu lloró «Qué mal», ¡él había sido atrapado desprevenido en el
siguiente ataque!

Esa vez se encontraban en una cabaña en ruinas. Dentro de la cabaña, sólo había una cama y
una pequeña mesa torcida. Sobre la mesa había una lámpara de aceite y un banco pequeño a
un lado de ésta.

En la cama yacía una anciana frágil que se esforzaba por levantarse y sentarse, al borde de la
muerte. Desde fuera de la puerta, entró una pequeña figura de no más de diez años con una
cara suave e infantil. Alrededor de su cuello aún llevaba el colgante de jade. Él
apresuradamente dijo:
―Madre, ¿por qué intentas levantarte? Dijiste que estarías mejor si descansabas.

―No hago nada estando acostada ―contestó la mujer, tosiendo un poco―. Sería más útil si
me levantase y lavase la ropa.

―Ya lo hice yo ―se apresuró en contestar el pequeño Luo Binghe―. Madre, acuéstate y
espérame, te traeré tu medicina. Tómatela, después de que te encuentres mejor, podrás
trabajar.

Shen Qingqiu en seguida supo qué escena era, pero cuando pasaba delante de sus ojos, no
había forma de que no le afectase.

La cara de la mujer ya estaba gris, enferma sin remedio, a las puertas de la muerte. Ella
sonrió y acarició suavemente la cabeza de Luo Binghe:

―Binghe, realmente eres muy obediente.

Él levantó la cabeza lentamente, estirando los labios en una radiante sonrisa.

―Madre, ¿qué quieres comer?

―Ahora mismo no tengo mucha hambre ―contestó la mujer―. La última vez, el joven
maestro de nuestra residencia derramó ese congee blanco. Podría comerlo, pero no sé si
quedará algo ya en las cocinas.

―Iré a preguntar ―dijo en seguida Luo Binghe, asintiendo vigorosamente con su cabeza.

―Sólo pregunta. Si no queda nada, cualquier otra cosa me servirá.

El pequeño Luo Binghe corrió afuera como una ráfaga de viento. La mujer se recostó por un
momento, luego sacó de nuevo la aguja e hilo de debajo de su almohada y comenzó a
trabajar.

La luz dentro de la cabaña se hizo cada vez más tenue. La figura de Luo Binghe no estaba
clara. Extendió una mano como si quisiera coger algo, pero Shen Qingqiu en seguida lo
agarró y dijo con fuerza:

―¡Binghe! ¡Mira bien, esa no es tu madre, tú ya no eres un niño débil incapaz de defenderse!
El poder asesino del sueño se basaba en perjudicar mentalmente a una persona. Cuanto más
dolor sentían, más daño recibían. Al igual que Luo Binghe en ese momento, su inestabilidad
emocional era una gran amenaza para su vida.

Además, era necesario ser cuidadoso. Las 'personas' del sueño definitivamente no podían ser
atacadas.

Todas esas 'personas' eran parte de la consciencia y del corazón del soñador. Atacarlos era
igual que atacar su propio cerebro. Muchas personas no entendieron ese punto, o no pudieron
controlar sus propias emociones en el sueño, y dañaron gravemente a la 'gente' de su sueño. A
partir de entonces, nunca pudieron volver a despertar.

Según la situación actual, si Luo Binghe caía en un sueño eterno, Shen Qingqiu quedaría
atrapado con él para siempre.

El paisaje volvió a cambiar de forma impredecible. La escena cambió al pequeño Luo Binghe
rogándole al joven maestro rico que le diera a su madre un plato de congee para comer, luego
la escena cambió al momento en el que justo entraba en la cumbre Qing Jing, donde todos los
discípulos lo excluían y le dificultaban la vida; después una pequeña figura luchando por
empuñar un hacha oxidada, cargando cubos de agua por las escaleras cada vez más despacio;
también su único y atesorado colgante de jade siendo robado...

El caos de escenas se fueron superponiendo unas con otras. En ese punto, Luo Binghe ya no
era capaz de distinguir u oír nada. Sólo había resentimiento, desesperación, impotencia, furia
y otras emociones que se enredaron entre ellas y comenzaron a hacer un desastre en su
corazón y mente.

Ese sueño fue una colección colorida de los peores momentos de diez años de su vida. ¡Y
Luo Binghe estaba completamente sumergido en él! Su respiración se volvió irregular y sus
ojos se enrojecieron.

¡Shen Qingqiu sintió que estar de pie junto a él era muy peligroso!

La única forma de romper la ilusión era resolver los enredos de su propio corazón, entonces
el sueño se rompería por sí mismo. Los puños de Luo Binghe estaban tan apretados que sus
nudillos se volvieron blancos, su poder espiritual circulaba por todo su cuerpo, sus huesos
crujían.
Shen Qingqiu vio su deseo de atacar y dijo severamente:

―¡Calma tu corazón y no ataques a las ilusiones! ¡Te dañarás a ti mismo!

Pero Luo Binghe ya no era capaz de oír sus palabras. Su mano derecha se alzó, y el poder
espiritual surgió y salió de su palma, cortando directamente a través de la gente que reía
ruidosamente en la ilusión.

Dentro de su corazón, Shen Qingqiu lloró de dolor. Daba igual cómo de doloroso fuese, su
cuerpo se movió rápidamente y tomó la iniciativa de ponerse delante de las ilusiones,
usándose a sí mismo para bloquear el poderoso ataque.

Luo Binghe todavía era más bajo que él, así que su ataque golpeó en la parte baja de su
abdomen.

Shen Qingqiu sintió como si hubiese sido pateado por un elefante, y su visión se oscureció. Si
eso no fuese un sueño, probablemente ya estaría vomitando sangre de nuevo.

¡Realmente ese era el protagonista!

La cara de Shen Qingqiu estaba llena de lágrimas. Él era sólo un pequeño discípulo, ¿cómo
podía ser ya tan poderoso...? Desde que descongeló la función OOC, no hizo más que
bloquear, y bloquear, y bloquear, ¡y sacrificarse por alguien más como un maldito escudo de
carne!

Con ese ataque de Luo Binghe, la ilusión se rompió. Las figuras de las personas y objetos se
rompieron en piezas como un cristal. El lugar donde salieron era un pedazo de bosque remoto
y salvaje. Una Luna fría y antigua brillaba sobre sus cabezas, en el oscuro cielo.

Una vez que la ilusión se desvaneció, Luo Binghe volvió a la realidad de golpe. Primero,
miró a Shen Qingqiu arrodillado en el suelo. Luego, sus ojos se clavaron en su propio puño,
que todavía emanaba algo de poder espiritual. Lentamente, comprendió lo que acababa de
pasar. Su cara se puso pálida al instante.

Luo Binghe rápidamente levantó a Shen Qingqiu, haciéndole de apoyo.

―¡Shizun! ¡¿Por qué no devolviste el golpe?! ―preguntó, ansioso y arrepentido.


Shen Qingqiu sólo pudo responder desde su corazón.

―Niño tonto... ―sonrió débilmente―. El propósito principal era que no salieses herido.
¿Qué sentido tendría golpearte?

Al escuchar aquella voz débil, incluso pensó en llevar una palma a su propio pecho y
suicidarse.

―Pero shizun resultó herido... ¡Yo debería morir diez mil veces a cambio!

El tema de la competición en la invasión demoníaca todavía era reciente y ya había dejado


que shizun se lastimara por él de nuevo... ¡esa vez incluso le había golpeado directamente!

Shen Qingqiu vio que el rostro de Luo Binghe cada vez se ensombrecía más en
auto-culpabilidad y su voz se suavizó, intentando reconfortarlo:

―Mi cultivo es fuerte, no me importa ser golpeado varias veces.

Luo Binghe prefería que Shen Qingqiu lo golpeara brutalmente y se burlara de él con
sarcasmo como lo hacía antes. Su corazón se sentiría más cómodo. Pero él era tan cálido y
sus palabras fueron tan suaves, que se quedó boquiabierto e incapaz de hablar. Se sintió aún
más impotente.

―Todo esto es culpa mía... ―después de bastante rato, Luo Binghe habló en voz baja.

«¡No, no, no, no, no! ¡De verdad éste niño sigue siendo demasiado cálido y adorable!
¡¿Cómo podría ser tu culpa?!»

Shen Qingqiu pensó que Luo Binghe había caído en un enredo de auto-reflexión y se estaba
tomando el asunto muy en serio.

―No es tu culpa ―dijo, pacientemente―. El reino demoníaco tiene métodos despreciables


que no pueden evitarse. Sin embargo, si no quieres que algo así vuelva a pasar en un futuro,
sólo puedes volverte más fuerte.

Ese era un mundo en el que el débil era la presa del fuerte. Volverse fuerte era la única forma
de garantizar que no te volverías carne de cañón y conseguirías sobrevivir.
Luo Binghe se conmovió y no contestó. Él repentinamente levantó la cabeza y sus ojos se
clavaron en Shen Qingqiu.

El corazón de Shen Qingqiu latió con fuerza.

Los ojos negros de Luo Binghe eran más brillantes que la Luna y las estrellas.

¡Ese... ese tipo de mirada! ¡Estaba llena de decisión y una ardiente convicción!

«¿Podría ser que... ¿¡me volví la estrella motivadora del protagonista?!»

Luo Binghe se arrodilló junto a él y con una voz poderosa, dijo:

―Entiendo.

«Espera, espera, ¿qué entiendes? ¡Para de dejar las frases a medias! ¡Dime el resto, en serio!»

Luo Binghe apretó los puños y abrió la boca de nuevo, pronunciando cada palabra con
seguridad:

―A partir de ahora, no dejaré que algo así vuelva a pasar.

Dejar que shizun proteja su lado débil, dejar que shizun salga herido por él... Esas cosas, ¡no
volverán a pasar nunca más!

Shen Qingqiu no se alarmó por la creciente oleada de emociones y sólo respondió con un
"Hm".

¿...Qué mierda? ¡De repente se sentía protegido por el aura del protagonista! ¡¿Qué
significaba eso?!

«Cálmate, ésta es la persona que va a cortarte en un palo humano en el futuro, ¡piensa un


poco con claridad, Shen Qingqiu!»
Convertirse en el maestro de vida del protagonista era el mayor punto con el que Shen
Qingqiu estaba satisfecho, aunque no se sentía como debería.

«¡A ver! Originalmente, la creencia de 'hacerse fuerte para proteger a la gente importante',
debería de haberse desarrollado cuando la protagonista femenina salió herida por salvarlo y
protegerlo. A eso le siguió una escena bonita llena de jadeos tiernos. De acuerdo con eso,
sistema, ¡¿no me estás dando todas las escenas de las protagonistas femeninas?!»

―Fin del capítulo 17―

CAPÍTULO 18

Por puro egoísmo, Shen Qingqiu logró con cierto esfuerzo levantar la mano y tocar la cabeza
de Luo Binghe. Su mirada terca e inflexible se desvaneció, como si un puñado de agua de
manantial limpiase su ira.

―No es necesario que te lo tomes tan en serio ―dijo Shen Qingqiu, sonriendo levemente―.
Si no puedes volverte fuerte tan rápido, siempre estaré contigo para protegerte.

Dejarlo permanecer como una pequeña florecilla simpática era más conveniente que dejarlo
convertirse en un monstruosamente inmortal boss de los Tres Reinos. A Shen Qingqiu no le
importaría en absoluto tomarlo bajo su protección y cuidarlo durante toda la vida.

Sus pensamientos eran simples y puros, aunque si otra persona oyese aquello, definitivamente
podría malinterpretarlo. Luo Binghe ya estaba completamente aturdido.

Nunca antes alguien había expresado un compromiso tan directo y cálido hacia él.

Aunque el mundo era muy grande, ¿cuántas personas podrían decir "no necesitas ser fuerte,
estoy aquí para protegerte"?

Y no eran palabras vacías. Si Shen Qingqiu dijo que lo haría, definitivamente lo haría.
Además, ya había demostrado varias veces que prefería herirse a sí mismo que permitir que
Luo Binghe recibiera el menor daño.
Además, había afecto en sus palabras. Después de que la marea de sentimientos cálidos
disminuyese lentamente, una sensación de calor inundó al segundo la cara de Luo Binghe.

Shen Qingqiu tosió un poco. Descubrió dolorosamente que en realidad no podía escupir
sangre y levantó el brazo.

―Bueno, primero ayúdame a levantarme.

Luo Binghe sintió que el lugar donde él le sujetó se sentía diferente, como si dejara una
sensación de hormigueo en su muñeca al ser tocada. Se dio cuenta de que estaba pensando
demasiado y se regañó a sí mismo en su interior. Realmente estaba siendo irrespetuoso con
shizun, así que reajustó sus pensamientos.

De repente, una voz sonó abruptamente. Esa voz gritó "Hey" y dijo con interés:

―Ese niño fue capaz de romper mi ilusión. Definitivamente no es alguien común.

La voz parecía venir del interior del valle, y reverberó. Rodeó a las dos personas y no
pudieron decir en qué dirección venía. Shen Qingqiu estaba eufórico: ¡el boss de esa etapa
finalmente aparecía! Es decir, si la escena de desenredar el corazón del protagonista había
terminado, ¡su trabajo ahí había acabado! ¡Rápido, rápido, ven pronto de una vez, boss!
¡Pierde ya!

Luo Binghe no había acabado de ayudar a Shen Qingqiu cuando su mirada brilló alerta. Que
el demonio apareciese cuando shizun estaba herido les ponía en una situación desfavorable.
Decidió que si el Demonio Soñador hacía un movimiento para matar, incluso si él todavía era
débil, debía esforzarse por asegurar la supervivencia de shizun.

Acababa de decidirse cuando la voz volvió a hablar:

―Tú, ven aquí. Deja que eche un vistazo al joven héroe que tiene habilidades tan
prometedoras.

Luo Binghe observó a Shen Qingqiu. El discípulo no podía hablar antes que el maestro.

―Él está preguntando por un joven héroe. ¿Cuál es tu respuesta? ―como el humor de Shen
Qingqiu no era malo, él todavía quiso molestarlo un poco.
La cara de Luo Binghe enrojeció por completo y se giró.

―Rompí la ilusión gracias a shizun. No merezco ser llamado joven héroe.

La voz soltó un resoplido desdeñoso. Shen Qingqiu sabía por qué. Ese era el sueño de Luo
Binghe, por lo que él sólo podía confiar en su propia fuerza. Aunque bloqueó el golpe para
que no sufriese daño, al final todavía tenía que confiar en que él recuperase la cordura para
que la ilusión se rompiera.

Sin embargo, a Shen Qingqiu le daba demasiada pereza explicarlo, y como ya sabía qué
pasaría a partir de ahí, preguntó:

―¿Es usted el Demonio Soñador?

―Permitiré que venga conmigo ese mocoso, pero el cultivador común de la secta de la
montaña Cang Qiong se queda aquí. Deja que él se duerma primero ―contestó la voz.

Como se imaginaba, la situación era exactamente la misma que con Ning Yingying en la
novela original. Quitando a Luo Binghe, el resto serían expulsados del sueño por el demonio.

Shen Qingqiu de repente sintió que le dolía mucho la cabeza y se desplomó.

Luo Binghe no se lo esperaba y no supo cómo reaccionar, hasta que al final lo intentó sujetar
apresuradamente.

―¿Shizun?

―No te preocupes, sólo lo envié a un sueño dentro de un sueño para que duerma
profundamente. ¡Ahora, ven ya! ―esa vez se podía escuchar claramente que la voz provenía
de una cueva oscura en el oeste.

Como Luo Binghe no pudo despertar a Shen Qingqiu, lo recostó suavemente en el suelo y se
volvió hacia la voz.

―Le llamaré shizun como una señal de respeto, así que, por favor, no le ponga las cosas
difíciles a mi shizun.
―Niño, he visto tus recuerdos. No te trata bien, ¿por qué no me dejas deshacerme de él? Sólo
intento ayudarte ―contestó el Demonio Soñador.

Todo lo que había visto era del Shen Qingqiu original. Esos recuerdos, al ser muchos más que
los nuevos, opacaron los buenos.

―Mi shizun no es como usted piensa ―dijo Luo Binghe, sacudiendo la cabeza―. Él es mi
maestro, así que puede tratarme como quiera. Como discípulo, no puedo faltarle al respeto.

Si Shen Qingqiu hubiese oído eso, ya estaría rugiendo en su corazón algo como: "¡Binghe,
espero que después de que te oscurezcas por mi culpa, sigas recordando esas palabras!".

―Qué pedante ―resopló el Demonio Soñador―. El camino justo del reino humano es
siempre así de hipócrita. A quién le importa si es tu maestro o no, si lo respetas o no. Si
alguien me enfada, ¡lo mato y ya! Él claramente sabía que tu cultivo no era lo
suficientemente alto como para lidiar con Tian Chui y aún así te escogió. ¿No puedes ver sus
intenciones reales?

―Yo tampoco creí que podría ganar ―dijo Luo Binghe con indiferencia―. Pero shizun
creyó en mí y no sólo me dio la oportunidad, sino que incluso me animó en el combate. Y
gané.

Se guardó una frase más que dijo en silencio en su corazón: "Además, para salvarme, shizun
bloqueó dos ataques por mí. Realmente me trata bien".

El Demonio Soñador observó otros fragmentos de su memoria. No entendía a ese tal Shen
Qingqiu, y tampoco quería entretenerse demasiado en él. Pero estaba satisfecho con Luo
Binghe.

―Niño, eres apasionado y de fuerte voluntad.

―No es tan bueno como shizun me trata a mí, eso es diez mil veces mejor.

Si el Demonio Soñador tuviese boca, hace tiempo que habría comenzado a temblar. Decidió
cambiar de tema.

Indeciso por un momento, el anciano dijo:


―Siento que en tu cuerpo hay algo muy extraordinario. No sé qué es.

―¿Hay algo en mí? ―Luo Binghe estaba un poco sorprendido―. ¿E incluso usted no puede
verlo?

El Demonio Soñador no pudo evitar reírse.

―Podría intentarlo, pero alguien mucho más poderoso que yo debe haberlo sellado para que
yo no pueda verlo.

Luo Binghe estaba conmocionado.

El Demonio Soñador no perdería su tiempo para correr al sueño de un niño cualquiera en su


primera década como él. No pudo evitar decir, incrédulo:

―Entonces, lo que hay en mi cuerpo... ¿está relacionado con los demonios?

―¿Oh? ¿Estás insatisfecho? ―rió el demonio―. ¿Tanta prisa tienes por separarte de los
demonios?

La conmoción de Luo Binghe no duró demasiado. Sus pensamientos giraron muy rápido.
Estuvo en silencio por un momento, pero luego dijo con convicción:

―La gente del reino demoníaco hace cosas malas y ha dañado a mi shizun muchas veces.
Naturalmente, no puedo estar relacionado con ellos.

―Niño, ¿puedes decir más de tres palabras sin mencionar a ese shizun tuyo? ―dijo el
Demonio Soñador algo molesto―. Seguro que tu siguiente oración será preguntarme si hay
una forma de sacarlo de aquí.

―Incluso si lo pregunto, ¿me lo diría? ―Luo Binghe sonrió con ironía.

El Demonio Soñador en seguida se puso a reír.

―No es que no quiera decírtelo, es que no tengo el poder para hacerlo. Si ni siquiera puedes
discernir la realidad, ¿qué hablas de salir? Si no fuera porque no puedo, mocoso, ya os habría
matado a los dos. No estaría perdiendo medio día de mi vida en vosotros. ¿Te crees que tengo
todo el tiempo del mundo?
Luo Binghe no respondió, aunque no pudo evitar pensar: "No tienes cuerpo y sólo eres un
montón de sombras que actúan como un parásito en los sueños de las personas. Si tú no tienes
tiempo libre, ¿quién lo tendría?".

El Demonio Soñador no sabía que él lo estaba criticando en su mente y volvió a hablar:

―Pero que yo no pueda hacerlo, no significa que no haya manera.

―¿Y usted me va a decir la forma? ―intentó indagar Luo Binghe.

―A parte de eso, puedo enseñarte otras cosas.

Luo Binghe en seguida entendió. Se le cayó el alma a los pies y su voz sonó fría cuando
habló:

―¿Quiere que me cultive en el camino demoníaco?

―¿Qué tiene de malo el cultivo demoníaco? Si puedes cultivarlo, lo que tienes escondido en
tu interior te beneficiará mucho. Cultivar a un ritmo muy rápido y estar por encima de más de
diez mil personas en pocos días, ¿te parece mal? ¡Incluso convertirte en un Demonio Inmortal
Supremo te sería fácil!

Cultivar a ese ritmo, convertirse en un Demonio Inmortal Supremo. ¿Entonces... él sería más
fuerte?

Rechazó la idea casi al instante en que la pensó.

Shizun odiaba a los demonios. Si no podía resistir la tentación del Demonio Soñador y caía
en un camino equivocado, ¿cómo podría mirarlo a la cara?

Por ninguna razón quería verlo desconsolado o enfadado como un trueno por su culpa.

―No ―se negó rotundamente.

―Si no estás dispuesto a aprender de mí, me temo que llegará el día en que no serás capaz de
controlar la energía demoníaca en tu cuerpo ―el Demonio Soñador le sonrió fríamente―.
Ahora está muy bien oculta, pero puedo sentir que el sello que la contiene se está debilitando.
Espera hasta que un día se rompa, el mal salga y os rodee una banda de asesinos demonios, a
ti y a tu querido shizun. ¿Cómo crees que te tratará? ¿Cómo reaccionará?

Al mencionar las cosas sobre las que Luo Binghe tenía más dudas, su rostro se congeló.

―Demonio Soñador, sólo soy un cultivador menor. ¿Por qué debe obligarme a cultivar el
camino demoníaco?

Esa pregunta era muy interesante. Aparte del gran autor, nadie más tenía claro por qué todos
los expertos destacados de alto nivel estaban rogando al protagonista para que se convirtiera
en su discípulo/heredero/yerno.

No, incluso él mismo quizás tampoco lo sabía.

―¡Mocoso! ¡¿No sabes apreciar un favor?! He visto que eres peculiar y no quiero que te
eches a perder, quiero cederte todo mi conocimiento antes de que desaparezca para siempre.
¡¿Sabes cuántos rogarían por esta oportunidad?!

La cara de Luo Binghe siguió inexpresiva. El Demonio Soñador vio que no tenía intención de
responderle y se sintió ansioso.

Cuando él abrió la boca, había un indicio de una sonrisa insoldable en sus labios.

―¿Por qué usted está tan ansioso por enseñarme? ―preguntó pausadamente―. ¿Me temo
que es porque no está dispuesto a dejar que su cuerpo perdido de conocimiento se quede sin
un sucesor?

El Demonio Soñador gritó por dentro, "¡esto no es nada bueno!"

―Fin del capítulo 18―

CAPÍTULO 19
―Por parasitar los sueños de los demás y cambiar de anfitrión con frecuencia, su poder
espiritual se está debilitando con cada cambio. Sin embargo, si puede conectarse a un
anfitrión fijo a largo plazo, podría recargar sus energías y recuperar el estado original de su
alma ―dijo Luo Binghe. Hizo una pausa, y luego añadió―: ¿Quizás ya ha alcanzado el
límite de su vida y por eso me insiste tanto?

El Demonio Soñador no sólo no lo negó, sino que tampoco estaba enfadado. En cambio,
admitió:

―Vaya, para ser un niño no está mal. No pensé que pudieses usar esa cabeza que tienes.

Luo Binghe no iba a decirle que eso era sólo una suposición ciega.

El Demonio Soñador vio su expresión tranquila y serena y le fue imposible comprender la


mente de ese mocoso.

―Aún así, no deberías rechazar mi oferta tan a la ligera. El poder que te prometo es real
―continuó.

Realmente todos esos años habían debilitado su alma. Originalmente vivía de energía
demoníaca y después de cultivarse durante ochenta años, se volvería tan fuerte como un
dragón. Sin embargo, no entendía por qué Sha Hualing usaría la energía demoníaca como
arma y la ocultaría secretamente en el cuerpo de Luo Binghe para atraerlo hacia él. Ya no
tenía energía para buscar otro anfitrión.

Pero después de toparse con un callejón sin salida, había encontrado un nuevo lugar para
vivir. En el cuerpo de ese niño, había una fuerza poderosa, muy buen oculta. ¿Cómo podía
dejarlo ir?

Una vez decidido, no le importaba qué tan tozudo fuese Luo Binghe al negarse. Lo engañaría,
coaccionaría, y lo tentaría con todo tipo de métodos para que cultivase el camino demoníaco.
Todo para que su alma y su cuerpo se vuelvan más adecuados para poder vivir ahí.

―Te daré algo de tiempo para pensarlo ―dijo el Demonio Soñador―. De lo contrario, tu
alma y la de tu shizun se perderán y quedaréis atrapados para siempre en éste sueño.

Luo Binghe de repente levantó la mirada. En ese momento, el demonio quedó paralizado al
ver la luz fría que parpadeaba en los ojos del niño.
―Está negociando conmigo y puede decir lo que quiera, pero ―Luo Binghe habló con
calma, aunque su voz era helada―, ¡si amenaza con dañar a shizun...!

El Demonio Soñador se sobresaltó y pasó un rato hasta que consiguió recuperarse,


sorprendido de que realmente se hubiese asustado por el tono imponente de un pequeño
cultivador del reino humano. En todos los cientos de años que llevaba vivo, incluso en el
amargo momento en el que su cuerpo fue destruido, nunca nadie le había hecho sentir esa
opresión.

¡Por supuesto, él nunca sabría que ese tipo de milagro era llamado aura dominante (exclusivo
del protagonista)!

De repente, una carcajada llegó desde la cueva.

―¡Niño, no lo decía en serio!

Después de que dejara de hablar, Luo Binghe sintió de repente que su cuerpo se volvía
pesado. Su vista pareció nublarse, y luego se oscureció por completo.

Luo Binghe despertó en la leñera, estallando de golpe en sudor frío. Incluso su ropa estaba
completamente empapada.

Al mismo tiempo, Shen Qingqiu se levantó vertiginosamente de su cama.

Sólo después de jadear violentamente durante interminables minutos, su respiración por fin
consiguió calmarse.

¡¿Qué mierda?!

¡A ver! En la novela, el Demonio Soñador también lanzaba a Ning Yingying a un sueño


dentro de un sueño. ¿Por qué ella tuvo un sueño lleno de recuerdos cálidos con sus padres,
montando a caballo y recogiendo flores? ¡¿Por qué mierda él soñó que era golpeado y
rodeado por cuatro personas, y luego corriendo como un loco por un estrecho sendero
mientras era perseguido por una enorme bola de fuego?!
Lo más aterrador fue el final del sueño (dentro del sueño). ¡El Demonio Soñador también
encontró su peor miedo!

En un calabozo oscuro y húmedo, estaba sujeto en el aire por una anilla alrededor de su
cintura. No podía sentir ninguna de sus cuatro extremidades y al abrir la boca, le era
imposible pronunciar cualquier palabra, y sólo podía chillar impotente. Todo su cuerpo estaba
quemando de dolor.

No supo cuánto tiempo pasó hasta que oyó el sonido de la puerta abriéndose. Unos pasos
caminaron sin prisa y se acercaron gradualmente, hasta que una sombra humana se proyectó
en el suelo delante de él.

Vio una túnica negra como la tinta bordada con un hilo plateado, haciendo diseños hermosos
pero simples. De esa persona emanaba una majestuosidad helada, tan impresionante que casi
le costaba respirar.

Shen Qingqiu no pudo ver su cara, ¡pero claro que sabía quién era!

El Demonio Soñador en verdad era muy poderoso. El sueño fue demasiado realista, incluso el
olor asqueroso a podredumbre aún parecía revolotear por su nariz, haciéndole temblar del
horror.

Shen Qingqiu casi se cae de la cama para vomitar.

El sistema eligió justo ese momento para mandar un aviso:

【¡Felicidades! Ha completado la trama "El Encantamiento del Demonio Soñador". Le


premiamos con +500 puntos de serenidad. ¡Por favor, continúe con sus esfuerzos!】

Shen Qingqiu explotó: «¡Que le jodan a tu madre! ¡¿No amenazabas antes con quitarme 500
puntos?! ¡¿Y encima con todas esas sanciones?! Caminé por una horrible trama de un sueño
dentro de otro sueño, ¿por qué no me cuentas esto como otra trama? Ah, ¿me ignoras? ¡No te
hagas el muerto, sistema!»

En ese momento, alguien interrumpió sus pensamientos al entrar por la puerta de bambú
como una ráfaga de viento.

―¡Shizun!
Al oír esa voz, ya sabía quién era. Un sudor frío recorrió el cuerpo de Shen Qingqiu. ¡No, no
quería verlo! ¡Su trauma ya era lo suficientemente fuerte!

No pasó ni un segundo hasta que Luo Binghe saltó hacia él al verlo en el suelo,
preguntándole preocupado:

―Shizun, ¿cómo estás? ¿Te duele algo?

«Estaría mejor si te apartases de mí, gracias. Muchas gracias.»

Shen Qingqiu forzó una sonrisa y se levantó solo.

―Estoy bien.

Luo Binghe quería ayudarlo a levantarse, pero al ver que él le apartaba la mano, se
sorprendió.

Shen Qingqiu no notó ese cambio en su expresión. Después de reorganizar cuidadosamente


su ropa y confirmar que su apariencia no era del todo un desastre, preguntó:

―¿El Demonio Soñador te supuso una dificultad?

¿Dificultad? Ese demonio podía arrodillarse ya ante Luo Binghe. Shen Qingqiu lo sabía, pero
aún así sintió que era su obligación preguntar.

Él dudó por un momento antes de responder.

―El demonio no tenía suficiente poder espiritual. Después, me enfadé en el sueño ―dijo―.
Shizun, ¿encontraste algo malo en el sueño dentro del sueño?

―¡Incluso si me hubiese encontrado algo, ¡no hay nada con lo que no pueda lidiar! ―se jactó
descaradamente.

Lo siento... En realidad, ¡no podía lidiar con eso!

Las imágenes y sensaciones del sueño todavía estaban grabadas a fuego en su cabeza. Luo
Binghe estaba ya tan cerca que su piel se erizó, incluso su mirada era extraña y evasiva.
Luo Binghe no tenía claro qué le pasaba, pero al ver su expresión algo asustada, su corazón
se puso ansioso y aprensivo. Quería mirarlo a la cara y preguntar qué podía hacer.

Afortunadamente, Shen Qingqiu pudo recuperar su compostura y recordó que se suponía que
debía actuar como un maestro. Agarró la muñeca de Luo Binghe, sorprendiéndolo un poco.

―Un demonio que invade tus sueños no es ninguna broma ―dijo severamente―. Binghe,
tengo que inspeccionarte. El interés del Demonio Soñador en ti no es bueno.

Al ver que su shifu volvía a ser un poco como siempre, Luo Binghe se relajó lentamente, y
obedientemente dijo:

―Sí.

Para su suerte, aunque Shen Qingqiu fue muy meticuloso en revisarlo, no encontró nada
extraño. Por supuesto, una inspección así no revelaría nada. El poder acumulado del Demonio
Soñador durante cientos de años era enorme, y no había forma de ver qué había pasado en el
sueño si él no lo deseaba.

―Shizun... ―Luo Binghe habló de repente, algo vacilante―. ¿Todos los demonios son
malvados y deberían ser masacrados?

Incluso sin ver su expresión, Shen Qingqiu sabía qué pasaba por su cabeza. Luo Binghe debía
estar dudando sobre asuntos como la separación entre humanos y demonios y la incapacidad
del bien y el mal para coexistir. Era hora de que él volviese a enseñarle.

―Puede que no sea el caso ―Shen Qingqiu dejó una pequeña pausa para pensar, y luego
dijo―: Así como un humano puede ser bueno o malo, un demonio también. Nosotros, en el
reino humano, sólo podemos ver a demonios persiguiendo a humanos. Pero puede ser que en
su reino, hayan humanos que dañen a demonios inocentes. Muchas veces, no ver estas cosas
sólo provoca que la distancia entre las dos razas sea aún mayor.

Por ejemplo, la verdad detrás de la persecución de los padres de Luo Binghe. En realidad sólo
eran dos jóvenes que querían enamorarse, pero no fueron cuidadosos y el resto del mundo
entró en pánico.

Sin embargo, el rencor entre humanos y demonios era demasiado profundo, y desde la
antigüedad se habían librado todo tipo de batallas por eso.
Era la primera vez en su vida que Luo Binghe oía a un maestro hablar así. Se detuvo, en
shock, mientras su corazón latía frenético. Tuvo que hacer un esfuerzo por obligarse a sí
mismo a calmarse.

―Entonces... aunque uno esté relacionado con los demonios, ¿puede que no sea malo?

Shen Qingqiu vio que estaba un poco emocionado y nervioso esperando su respuesta, y
sonrió.

―Mientras el corazón sea justo, claro que puedes tener amigos en ese reino. Las líneas
divisorias como el mal nunca son decididas por una raza o reino. Además, los demonios
nacen con un poder espiritual mucho más fuerte que los humanos. Yo personalmente los
admiro. Si usasen su fuerza para el bien, ¿cómo podría estar mal?

La raza demoníaca tenía un talento natural excelente para el cultivo, y con sólo diez años, ya
era superior al de un humano. La raza humana se basó en la energía espiritual y la raza
demoníaca, en la energía demoníaca. Shen Qingqiu sintió al principio que parecían ser lo
mismo, sólo que el color y la sensación eran distintos.

Una gran cantidad de demonios nacían ya llenos de energía demoníaca. A los tres años,
podían destrozar a una persona viva. A los ocho, dividir montañas.

Bueno, quizás... estaba exagerando un poco.

Sin embargo, en verdad muchas personas de las llanuras centrales podían cultivarse durante
diez años, que sólo alcanzarían el nivel de un niño demonio sonriente. Además, muchos
humanos nacían sin ningún tipo de poder espiritual. Si no fuera porque los humanos
proliferaban como mala hierba y los demonios eran una raza rara, el reino humano ya habría
sido invadido por el reino demoníaco.

Al oír sus palabras, los ojos de Luo Binghe se fueron iluminando.

Su corazón era justo, así que no se convertiría en un hombre arrogante. Como no podía
eliminar la energía demoníaca de su cuerpo, lo mejor sería usarla. ¡Podía volverse fuerte!

Lo suficientemente fuerte como para proteger a shizun de cualquiera con sus propias manos.
Lo suficientemente fuerte como para que él no volviese a sufrir ningún daño.
El sistema avisó de repente: 【¡El protagonista ha decidido practicar el cultivo demoníaco!
+50 puntos de serenidad.】

«Sólo 50... Después de que Luo Binghe cultivó el camino demoníaco con el Demonio
Soñador, su fuerza aumentó al menos diez veces. Desde entonces, se llevó a muchas chicas a
la cama y todo salió con éxito. De verdad... ¡¿de verdad me dices que sólo me vas a dar 50
puntos de serenidad?!»

Shen Qingqiu ya no quiso discutir más con el sistema. De todas formas, sólo quería
experimentar el placer de decir unas palabras tan justas y bonitas como esas, no esperaba
ningún premio a cambio. Hacer algo de drama, diciendo ese tipo de cosas profundas, no
dejaba de ser su papel.

Después de haber estado toda la noche con constantes pesadillas, los ojos de Shen Qingqiu
estaban adornados por dos círculos oscuros.

―Ya es tarde ―dijo, agitando su mano―. Descansa.

Luo Binghe se retiró obedientemente. Pero no dio muchos pasos antes de escuchar a Shen
Qingqiu gritar:

―¡Vuelve!

―Fin del capítulo 19―

CAPÍTULO 20

―Shizun, ¿tienes otras órdenes? ―preguntó Luo Binghe, dándose la vuelta al instante.

―Las habitaciones están en la otra dirección. ¿A dónde vas?

Ya fuera para ir a las habitaciones de los discípulos o a la leñera, el camino era hacia la
izquierda. Sin embargo, Luo Binghe se dirigió directamente a la derecha.
―Quiero ir a las cocinas y preparar al desayuno de shizun para mañana.

Shen Qingqiu se sintió algo apurado.

De verdad que le apetecía comer su delicioso desayuno, pero dejar que trasnochara para
hacerle la comida era como Cenicienta con su madrastra. No sería piadoso.

Al final, la conciencia ganó al apetito. Tosió una vez, antes de decir:

―Deja de decir tonterías. ¿Qué pintas en las cocinas en medio de la noche? Ve a dormir.

Luo Binghe sabía que estaba preocupado porque no descansase bien. Él sonrió, pero no
planeaba dormir. Quería regresar e ir secretamente a las cocinas para reflexionar.

Shen Qingqiu quería preguntarle si todavía estaba durmiendo en la leñera. Ese joven era muy
orgulloso, por lo que preguntar directamente no sería bueno. Por otro lado, incluso si a Luo
Binghe se le permitiera dormir con el resto de los discípulos, sólo sería excluido cruelmente
por culpa de Ming Fan. Sintió que sería demasiado lamentable.

Shen Qingqiu pensó por un momento, y luego dijo:

―Mañana reúne tus cosas y ven aquí.

―¿Shizun? ―preguntó Luo Binghe, sin entender qué quería decir.

―Fuera de mi casa de bambú hay una cobertizo al lado. A partir de mañana, muévete ahí.

Si viviese más cerca de él, entonces preparar su desayuno y limpiar las habitaciones sería más
fácil. Shen Qingqiu sintió que todo salía según lo planeado. Hace poco realmente temió a Luo
Binghe después de ver aquel sueño, pero ahora incluso se atrevía a dejarlo muy cerca para
que le sirviese el té. ¿Eso realmente estaba bien?

Su imaginación voló entre deliciosas comidas y no se fijó en la reacción del niño. De repente,
él saltó y lo abrazó firmemente.

Como le cogió por sorpresa, Shen Qingqiu se sorprendió, aunque en seguida su rostro se puso
rojo.
Por fin había recibido un abrazo de oso en todo aquel tiempo. Pero no había sido de una
bonita chica cálida, sino de un joven adolescente con un aura demasiado dominante. Ah...

Luo Binghe estaba extasiado, con los brazos envueltos alrededor de su cuello y negándose a
soltarlo, gritando todo el rato su nombre.

Shen Qingqiu levantó su mano y no supo dónde ponerla. Confundido, la puso sobre la cabeza
de Luo Binghe y acarició su cabello.

―Ya está bien. ¿No te da vergüenza comportarte como un niño de diez años? ―reprendió.

Luo Binghe no fue consciente por culpa de su felicidad. Después de oír el regaño, se sintió
avergonzado de repente. Si no hubiese estado tan feliz y emocionado, ¿cómo podría haberse
atrevido a lanzarse así sobre el alto e inalcanzable Shen Qingqiu?

Rápido pero a regañadientes, soltó el cuerpo de Shen Qingqiu, con la cara completamente
roja.

―Lo siento, me excedí.

Que un niño de diez años hiciese esas cosas era adorable. Pero para Luo Binghe, con quince
años, hacer eso... ¡todavía era demasiado adorable, maldición!

Un niño pequeño y bonito con una cara tan tierna como un loto blanco, ¡sería adorable sin
importar qué hiciese!

Como Luo Binghe estaba muy nervioso, no se dio cuenta de que el color de cara de Shen
Qingqiu no era muy bueno hasta que prestó atención.

Incluso para un cuerpo inmortal, con viejas heridas y un fuerte veneno presente, seguido de
su participación forzada en el sueño del Demonio Soñador que no le dejó descansar bien, era
comprensible que Shen Qingqiu estuviese tan pálido como una hoja de papel. Luo Binghe no
se atrevió a molestarlo más y se retiró rápidamente. Igualmente, no regresó a la leñera y se
desvió a la cocina.

Decidió: "Prestaré mucha atención a shizun para que se recupere y le traeré comidas
deliciosas!
Justo cuando el niño salió de la habitación, el sistema notificó: 【Puntos de serenidad del
protagonista: +50.】

Shen Qingqiu no acababa de comprenderlo.

«¿Qué, qué? ¿Por qué de repente? ¿Te atrasaste, sistema? ¿Te arrepentiste de darme pocos
puntos por el sueño e intentas recompensarlo? ¿Es eso?»

Bueno, qué más daba. Tenía demasiado sueño como para pensarlo. De todos modos, era
imposible que recibir un abrazo del protagonista le diese más puntos, jajajajaja...

Al día siguiente, la luz del Sol y el delicioso olor a pescado y arroz le despertó. Fuera de la
casa de bambú, Luo Binghe ya había preparado la comida. Esa fragancia flotó suavemente y
llegó a todos los discípulos de la cumbre Qing Jing que sólo podían comer comidas simples.

Los discípulos y Ming Fan lo espiaron, y estaban tan enojados que hasta mordieron el borde
de sus túnicas por la rabia, especialmente cuando vieron a Shen Qingqiu alabando
amorosamente la sincera obra de Luo Binghe. Sus sentimientos de ira llegaron al punto más
alto.

¡Qué pasa con esa escena! ¡Qué descarado! ¡¿Ablandó el corazón de shizun con esas técnicas
tan despreciables e inteligentes?!

Y después, al anochecer, vieron a Luo Binghe mudarse al cobertizo en frente la casa de


bambú de Shen Qingqiu. Fue como si hubiesen visto un rayo caer desde el cielo despejado y
les golpease en la cabeza.

Bueno, dijeron "mudarse", pero realmente sólo se movió Luo Binghe. No tenía nada que
llevar, en realidad.

¿Almohada? Siempre usaba un montón de paja de la leñera. ¿Mantas? Usaba la bata exterior
que con suerte le cubría la mitad del cuerpo. Aunque no había de qué preocuparse, Shen
Qingqiu arreglaría eso.
Siempre sintió que la vida de Luo Binghe estaba llena de demasiado abuso infantil. La secta
de la montaña Cang Qiong, ya sea buena o mala, también era la secta número uno en el
mundo, y no podía permitirse tratar a nadie así.

Esa noche fue la primera vez en la vida de Luo Binghe en la que se acostó en una cama de
verdad.

A lo largo de su existencia, había dormido en un recipiente de madera flotando en un río


helado, en el suelo húmedo y frío, en las calles ruidosas, e incluso en una cueva en una
montaña soportando las inclemencias meteorológicas. En ese momento, acostado en una
cama suave y limpia, su cuerpo se sentía como flotando.

Toda la noche se la pasó pensando, y no pudo ver al Demonio Soñador. Aunque después de
unos días intentándolo, él por fin apareció.

Esa vez el demonio no se molestó en ocultarse en un sueño, simplemente apareció


directamente.

Frente a los ojos de Luo Binghe, una especie de niebla negra flotó delante de él, cambiante.
La voz del viejo demonio vino de ella.

―¿Qué has decidido, al final?

―¿Cómo podría usted no saberlo? ―respondió Luo Binghe, a lo que el demonio sólo rió con
fuerza.

―No te arrepentirás. Niño, recuerda bien este día. ¡Hoy es el comienzo de tu ascenso
meteórico!

No es como si quisiera algo como un ascenso meteórico. No le importó la felicidad del otro,
ni siquiera le conmovió ni un poco.

―Tengo una petición más ―dijo, cerrando el puño.

―¿Qué más? ¡Ya está todo discutido! Termina de hablar de una vez para que pueda
prometerme como maestro ―le instó el Demonio Soñador.
―Ese era justamente el tema ―contestó Luo Binghe―. No puedo faltarle al respeto así a mi
shizun, y aceptarle como maestro lo sería...

―¡Vale, ya! ―le interrumpió de golpe el Demonio Soñador, más allá de los límites de su
paciencia―. ¡No quiero el título de maestro, ¿bien?!

¿Algún experto poderoso había perdido más que él? Luchar por enseñarle a alguien sus
técnicas y que esa persona no se digne a llamarle 'shifu' ni una vez... ¡Era demasiado trágico!

―Muchas gracias, Anciano ―Luo Binghe estaba satisfecho.

No estaba dispuesto a llamar shifu a nadie más que a Shen Qingqiu.

Si el Demonio Soñador aún conservase su cuerpo, su nariz hasta se habría torcido de la ira.

Ese niño, delante de su shizun, era obediente y sumiso, incluso parecía un pequeño loto
blanco. ¡Pero delante de otras personas, era demasiado difícil de tratar! ¡Era dos personas
diferentes, realmente se convertía en una persona distinta!

¡De verdad sabía cómo enfadar a ese demonio hasta la muerte!

El tiempo voló como una flecha por el aire, el Sol y la Luna moviéndose de un lado a otro
conforme pasaban los días.

...Shen Qingqiu no quería usar un dicho tan feo y conocido, pero no había nada más que
concordase mejor con la realidad.

Todos los días en la cumbre Qing Jing jugaba al qin, leía libros, escribía, pintaba cuadros,
practicaba artes marciales, disfrutaba de la deliciosa comida de Luo Binghe, y
ocasionalmente, discutía con Liu Qingge. Los días pasaron volando y estuvo fiel a su objetivo
de "pasar la vida y esperar la muerte".

Hasta que llegó el momento de la Conferencia de la Alianza Inmortal.


El no esperado día finalmente llegó. Sus días fueron demasiado pausados, tanto que Shen
Qingqiu casi olvida el gran primer clímax de la novela.

Cómo olvidar el paso que daba Luo Binghe para ennegrecerse, casarse con innumerables
bellezas y torcer su camino.

Por lo tanto, al recibir la invitación a la Conferencia, Shen Qingqiu se sorprendió.

Ese arco era un punto de inflexión en la novela.

Durante cuatro años, la Conferencia de la Alianza Inmortal era una forma de ofrecer a los
novatos grandes oportunidades para alcanzar la fama y la fortuna. La forma difería cada año
de acuerdo con las discusiones de los principales jefes de secta, pero definitivamente habría
una lista de oro.

Independientemente del origen de la secta o del Jianghu[1], siempre y cuando tuviese un


buen desempeño en la Conferencia, su nombre estaría en la lista de oro y no tardaría en
hacerse famoso.

Antes de ése arco, "El Camino del Demonio Inmortal" no era demasiado popular. Pero luego,
las reseñas y las suscripciones a la novela aumentaron enormemente, ¡se dispararon de
inmediato!

La razón del aumento no sólo comenzó desde aquí. El gran Dios Avión Disparando hacia el
Cielo abandonó la poca integridad moral que le quedaba y creó un protagonista forjado en
acero y a mujeres tan elegantes como el agua. Su escritura se volvió presentable, con todo
tipo de descripciones que haría que el rostro de cualquiera se volviese rojo.

También fue la principal razón por la cual Shen Qingqiu aguantó la novela hasta el final.

¡Ahí comenzaba la confusión!

El gran Dios Avión Disparando hacia el Cielo, como el ignorante que ni siquiera había
investigado cómo funcionaba un mundo de la cultivación correctamente que era, no
profundizó demasiado en el tema. Aunque a la mayoría de lectores no pareció importarles.

"El Camino del Demonio inmortal" era una novela que en vez de clasificarse como 'cultivo',
debería definirse como 'sobrenatural'. La mayoría de los contenidos sobrenaturales se
mezclaron con las partes de 'cultivo'. Como novela de cultivo no sobresalía mucho, pero si se
miraba como novela sobrenatural, era bastante interesante.

Es decir, muy pronto, Shen Qingqiu tendría que enfrentarse a diferentes tipos de criaturas
sobrenaturales extremadamente feroces y crueles que se describían en la novela.

Más importante aún, muy pronto sería el momento en que él personalmente, revelara la
herencia demoníaca de Luo Binghe y lo empujara sin piedad al Abismo sin Fin.

La rueda del destino (o en ese caso, de la trama) ya había comenzado a girar...

―Fin del capítulo 20―

[1] Jianghu: se refiere al mundo de las artes marciales. Hay una diferencia entre el mundo de
la cultivación y ése. Los cultivadores se consideran superiores a los practicantes de las artes
marciales regulares y a menudo los desprecian por esto.

CAPÍTULO 21

Shen Qingqiu guardó silencio durante mucho rato antes de arrojar la placa de metal al pecho
de Ming Fan, dejando que la cogiese. Él miró en secreto la expresión de shizun, viendo que
no era muy buena. Pensó en ese mocoso apestoso, Luo Binghe. Después de que bajase de la
montaña, shizun se había vuelto muy exigente con las comidas. No había comido bien en
esos días, así que Ming Fan preguntó:

―Shizun, ¿debería preparar algún aperitivo?

Todos los días, el Demonio Soñador le enseñaba seriamente a Luo Binghe y progresó
increíblemente rápido. Asumió responsabilidades hace bastante tiempo, a menudo Shen
Qingqiu le entregaba asuntos internos triviales de la secta de la montaña Cang Qiong para
que los solucionase.
Como bajó de la montaña para exterminar demonios, no pudo cumplir con las tareas de apoyo
al señor de la cumbre. Shen Qingqiu lo hizo para evitar que merodeara alrededor suyo todo el
día.

Aunque lo atendía muy bien todos los días, no entendía cómo lo hacía ese niño para
mantenerse tan fuerte. Shen Qingqiu a veces reflexionaba sobre ese asunto. No sabía si Luo
Binghe quizás lo adoraba demasiado. Si eso continuaba así, cuando llegase el momento, no
podría ser cruel y lanzarlo hacia el Abismo sin Fin.

―No es necesario ―dijo, retomando la conversación con Ming Fan. Realmente no tenía
apetito―. Puedes retirarte.

Ming Fan no se atrevió a decir nada más y se fue. Por dentro, estaba llorando. Ese mocoso de
Luo Binghe, en esos años ya se había convertido en una persona muy querida en el corazón
de shizun. ¡Otras personas ni siquiera podían convencerlo de comer ni un poco de congee!

Por supuesto, nunca consideró la posibilidad de que fuera un problema con el cocinero.

Después de un rato largo, escuchó pasos acercándose de nuevo.

―Dije que no era necesario ―repitió Shen Qingqiu.

―Regresé corriendo desde cientos de kilómetros de distancia ―una voz joven con un toque
de queja se escuchó―. Shizun, ¿me vas a rechazar sin tan siquiera verme?

Esa voz era elegante y clara, sin perder la vitalidad de un joven. Al oírlo, Shen Qingqiu casi
se cae de la silla. Rápidamente se volvió.

En la espalda, llevaba una espada preciosa que consiguió en la cumbre Wan Jian, llamada
Zheng Yang[1]. La espada inmortal se manifestó a partir del qi de Luo Binghe y su cuerpo
estaba lleno de energía espiritual. Esa era una buena espada de alto nivel extraída de una
pared de roca que atrajo las exclamaciones y elogios de sus compañeros discípulos. Pero en
comparación con la espada que adquiriría en un futuro, no estaba para nada en la misma liga.
Shen Qingqiu reordenó sus pensamientos. Luego sonrió, y dijo:

―¿Cómo es que has vuelto tan rápido esta vez?

―Esa calamidad no fue demasiado problemática ―Luo Binghe se sentó a su lado y sirvió
una taza de té, empujándola hacia la mano de Shen Qingqiu―. Además, como echaba mucho
de menos a shizun, monté a caballo sin descansar.

Esas palabras sonaron muy suaves. Sin embargo, como protagonista masculino, Luo Binghe
tenía la habilidad de que sus palabras sonaran sinceras. ¡Shen Qingqiu encontraba eso muy
útil!

Le dio un sorbo al té de la taza. Nunca había probado un té tan excelente.

―La Conferencia de la Alianza Inmortal está por comenzar ―dijo Shen Qingqiu.

Luo Binghe ya lo sabía.

―¿Necesita shizun que le pase una copia de los discípulos de la cumbre Qing Jing que
participarán? ―preguntó.

En esos años, esas cosas fueron asignadas progresivamente a Luo Binghe. Él era muy
obediente y útil, llevando a cabo las tareas con precisión. Antes de tomar una decisión final,
siempre le llevaba los trabajos a Shen Qingqiu para que los revisara.

Shen Qingqiu siempre quiso decirle algo como "no hace falta que los verifique, tu habilidad
para esto ya es mejor que la mía".

―Será mejor informar directamente al líder de secta ―dijo.

Luo Binghe asintió con la cabeza. Estaba a punto de decir algo, pero de repente un
sentimiento extraño le inundó.

Shen Qingqiu parecía prestarle especial atención hoy. No pudo evitar sonreír ante eso.

―Shizun, ¿por qué sigues mirándome? ―indagó―. ¿También me extrañaste?

―¿No puedo ver lo que crié? ―respondió él, con frialdad.


―Claro que sí ―dijo Luo Binghe, entre risas―. ¿Shizun me encuentra agradable a la vista?

Shen Qingqiu también se echó a reír. Cuando el momento pasó, se quedó callado unos
segundos, como si buscase las palabras que decir.

―Binghe.

Luo Binghe en seguida captó el tono serio y pensó que tenía algo importante que decirle.

―¿Sí?

―¿Quieres ser fuerte? ¿Lo suficiente como para ser incomparable, hasta el punto en que
nadie se atreva a luchar contra ti? ―preguntó, mirándole fijamente.

Luo Binghe tenía una respuesta para esa pregunta desde hacía mucho tiempo.

Se sentó solemnemente y sin dudarlo, respondió de forma directa:

―¡Sí!

Al verlo responder tan decisivamente, el corazón de Shen Qingqiu dejó escapar un suspiro.
Con urgencia en cada palabra, continuó:

―Por ejemplo, si para conseguirlo tuvieses que sufrir muchas torturas dolorosas,
innumerables dificultades y tu estado físico y mental estuviera cerca del colapso... ¿aún así
querrías?

―No tengo miedo de eso. ¡Sólo quiero proteger a las personas importantes para mí!
―respondió lentamente.

Habiendo recibido esa clase de respuesta, Shen Qingqiu se sintió algo más tranquilo.

«Cierto. ¡Luo Binghe, si quieres ser en el futuro una persona con un harem de tres mil
preciosas flores de jade, debes ser fuerte y aguantar!»
Después de tres días, todos los discípulos de las Doce Cumbres de la montaña Cang Qiong
que estaban en las listas fueron a la Conferencia.

Esa vez, la Conferencia de la Alianza Inmortal se celebraba en un terreno complejo que se


elevaba a una cordillera densamente boscosa. Se llamaba Jue Di Gorge[2].

Aquellos que ya eran famosos y poderosos no participaban. Por lo tanto, los señores de las
Doce Cumbres y los ancianos marciales no participarían, pero podían elegir a un máximo de
diez de sus discípulos para hacerlo.

Como había tantos que ya eran inmortales, cuantos más mejor. Por lo tanto, una vez que
todos estaban equipados y listos para partir, había cien personas que ya estaban allí. Muchos
tenían espadas de alto nivel, pero aún así vinieron con carruajes.

¿Era eso de verdad una novela de cultivo? ¡¿Por qué siempre viajaban en carruajes de
caballos?!

La mayoría iban a caballo. Pero como Shen Qingqiu no era bueno montado y no quería
caerse y romperse el cuello (además de que no quería exponer su cabello y rostro al viento y
la lluvia de la montaña), se abrió paso en carruaje con todos mirando.

Encontrar un asiento en el carruaje dependía del orden de llegada. Alguien levantó la cortina
de la puerta y entró, diciendo groseramente.

―¡¿Un hombre mayor como tú viene a robarme mi lugar?!

Esa mujer con cejas hermosas y pecho generoso era de hecho la señora de la cumbre Xian
Shu, Qi Qingqi[3].

En la novela, Qi Qingqi y Shen Qingqiu no tuvieron una relación amistosa y ni siquiera se


trataban mucho. Pero en esos años, Shen Qingqiu de vez en cuando trabajó con ella y le
gustaba su franqueza contundente. Ahora se llevaban bastante bien.

Shen Qingqiu usó su abanico de papel para hacerle un lugar mientras hablaba con perfecta
compostura:

―Soy un paciente enfermo.


Le hizo algo de espacio, pero Qi Qingqi no tenía pensado dejarlo ir.

―¡Te han consentido demasiado! ¡¿Cuál será tu fuerza ahora, bebé mimado?! ―cambió de
tema radicalmente, sin darle tiempo ni a contestar―. Dentro de un rato, ¿traerán algún
aperitivo?

―Seguramente.

No mucho después, la cortina del carruaje se levantó. Luo Binghe sonrió y preguntó:

―Shizun, ¿quieres refrescos? ¿O te duele la cintura?

Estaba montado en un caballo fuerte y blanco. Tan enérgico como un caballo celestial, ese
adolescente era guapo y extraordinario. Bajo los brillantes rayos de Sol, los ojos de las
personas brillaban más al mirarlo.

―A la señora Qi le gustaría algún refrigerio ―dijo Shen Qingqiu.

Luo Binghe rápidamente cogió de su cinturón un paquete de refrigerios delicadamente


envueltos y lo ofreció. Parecía que llevaba tiempo preparado.

―Shizun, si necesitas algo más, por favor, llámame ―sólo entonces dejó caer la cortina.

Liu Qingge, quien cabalgaba cerca, al ver eso sólo gruñó una vez y soltó un fuerte "hmph".

―Ah, es Long Xu Su[4]. No está mal ―dijo Shen Qingqiu cuando abrió el paquete. Se giró
hacia Qi Qingqi―. ¿Quieres también?

...Qi Qingqi no supo cómo describir lo que sentía en ese momento.

Probablemente era indignación. ¿Cómo era que un discípulo tan bueno y fuerte vino de la
tutela de Shen Qingqiu?

Qi Qingqi no miró ni comió el pastelito. Todavía estaba luchando consigo misma a muerte.

―¡Hasta Mingyan está montando a caballo!

Todo lo demás daba igual, si podía avergonzar a Shen Qingqiu, ¡sería la victoria!
Shen Qingqiu no respondió y miró hacia afuera. Efectivamente, Liu Mingyan, con el velo
tapando su rostro y portando su espada 'Shiu Se'[5], estaba montando en un caballo. Con cada
brisa, su velo revoloteaba suavemente y emitía la sensación de una inmortalidad hermosa.

Esa imagen era demasiado agradable a la vista.

Shen Qingqiu no pudo evitar volver a mirar, luego suspiró.

―Realmente es demasiado bonita como para verla muy seguido.

―¡Ni sueñes con ponerle las manos encima! ―exclamó Qi Qingqi.

Justo esas dos oraciones llegaron a los oídos de Luo Binghe. Su rostro se oscureció al
instante.

Pero como Shen Qingqiu no lo miraba a él concretamente, no se dio cuenta. Sólo comió
pasteles mientras los miraba cabalgar, como la típica persona que se acababa las palomitas y
el refresco mientras esperaba que la película comenzara.

¡Sí, esa era Liu Mingyan! ¡El protagonista masculino y la protagonista femenina estaban ahí
en el mismo escenario! ¿Cómo sería posible que no saltaran chispas?

Al ver a su shizun concentrado en Liu Mingyan, el corazón de Luo Binghe se sintió amargo.

«¿Demasiado bonita? ¡Ni siquiera se le ve la cara! No importa cómo de guapa sea, ¡no lo es
más que yo!»

Que quede claro, Luo Binghe no era narcisista, sólo realista.

Había pasado medio día ya y Shen Qingqiu no mostró intenciones de retirar su mirada. Luo
Binghe al final no pudo soportarlo más y chasqueó el látigo para que su caballo trotase más
rápido. Cabalgó junto a Liu Mingyan y le sonrió levemente.

―Hermana marcial Liu ―saludó.

Ella se sorprendió, pero luego asintió al responder:

―Hermano marcial Luo.


¡Ah, ah! ¡Por fin comenzaba!

Shen Qingqiu realmente no pensó que habría un día en que vería con sus propios ojos esa
escena de la novela en donde el hombre guapo y la mujer hermosa cabalgaban juntos. Estaba
secretamente emocionado.

La mirada de Luo Binghe se dirigió sutilmente hacia Shen Qingqiu y vio que ahora se estaba
fijando incluso más activamente. Con el corazón cada vez más cargado y los dientes ansiosos
por apretarse, se rió alegremente con Liu Mingyan mientras secretamente hacía que sus
caballos cabalgaran más rápido.

Al final, estaban lo suficientemente lejos como para que Shen Qingqiu no pudiera verlos a
menos que se asomara mucho por el carruaje.

Sólo entonces, él desistió y se recostó en el asiento.

Maldita sea, ¿no podía ni siquiera mirar un poco?

―Fin del capítulo 21―

[1] Zheng Yang (正陽): Zheng significa 'recto' o 'justo'. Yang significa energía positiva,
aunque también puede referirse al Sol.

[2]Jue Di Gorge (絕 地 谷): 'desfiladero de tierra sin esperanza'.

[3] Qi Qingqi (齊 清 萋): algo así como 'lujo caro'.

[4] Long Xu Su (龍鬚 酥): Literalmente 'pasta de bigotes de dragón'. Es un pastel ligero y
dulce, parecido al algodón de azúcar pero mucho más saludable.

[5] Espada 'Shiu Se' (水色): lit. espada 'color de agua'.

CAPÍTULO 22
Jue Di Gorge.

Jue Di Gorge cubría la extensión de siete montañas, todas cubiertas de verde. Habían
corrientes subterráneas secretas, cascadas y rocas extrañas, valles tranquilos y profundos, o
picos altos en confusión desordenada. Tal y como su nombre indicaba, el terreno traía la
sensación de estar "en un callejón sin salida".

Desde el punto de vista de Shen Qingqiu, incluso si no se usara como lugar de apretura de la
Conferencia de la Alianza Inmortal, todos lo considerarían un sitio peligroso para vivir.

La fuerza principal fueron las cuatro grandes sectas de cultivo del momento. La secta de la
montaña Cang Qiong estaba en cabeza, seguida por el Templo Zhao Hua, el Mirador Tian Yi
y, por último, el Palacio Huan Hua[1].

Entre las cuatro sectas, la secta de la montaña Cang Qiong era la más completa. Cada una de
sus doce cumbres tenía sus especialidades, enfocadas en diferentes cosas. El Templo y el
Mirador eran sectas monásticas y taoístas, respectivamente. El Palacio Huan Hua era algo
más complejo, se inclinaba más hacia la escuela militarista de pensamiento y de buena
adivinación.

También fueron los que tenían muchos contactos, pero la fuerza de sus técnicas no estaba
clara. Los ricos tampoco podían faltar. El Palacio Huan Hua siempre sacaba la mayor
cantidad de dinero para financiar la Conferencia.

La entrada al desfiladero, antes silenciosa y fría, se llenó rápidamente de miles de personas.


Los animales de montaña que nunca habían visto a tanta gente estaban sorprendidos. Por
todos lados había una sensación de vivacidad.

Los cultivadores novatos de la Alianza comenzaron a colocarse cuidadosamente en fila.


Alrededor del desfiladero de la montaña había una inmensa plataforma de piedra natural.

Hacía mucho que se había levantado una torre alta en la entrada del desfiladero para que los
que no participaran pudiesen observar con coloridas banderas que representaban cada secta
ondeando en el aire. El lugar de primera clase reservado para los líderes de secta estaba en el
piso más alto, así que Yue Qingyuan se dirigió hacia allí.
Shen Qingqiu se sentó detrás. Cerca, a su izquierda, estaba sentado un anciano magnánimo
canoso que había atendido a todos los habitantes de la secta de la montaña Cang Qiong en el
pasado.

―Maestro inmortal Chen ―lo saludó.

El antiguo líder de Palacio Huan Hua también era el shifu de la madre biológica de Luo
Binghe. Shen Qingqiu lo veía como un miembro de la realeza mientras presentaba sus
respetos.

Un miembro del Palacio Huan Hua no tardó en colocarse sobre la plataforma de piedra. Dado
que el Palacio era el que aportaba casi todo el Dinero, dejar que monopolizaran la ceremonia
no resultó un gran problema.

Todas las personas fueron callando gradualmente para prestarle atención mientras leía las
reglas de la Conferencia.

La base de habilidades básicas de esa persona era profunda, su aliento lleno duraba mucho
tiempo. Desde la entrada del desfiladero hasta el nivel más alto de la torre se pudo oír su voz
claramente.

―La Conferencia se llevará a cabo durante siete días. Después de que todos entren al
desfiladero, un gran encantamiento lo cubrirá entero. Durante estos siete días, todos los
participantes cortarán su comunicación con el mundo exterior. Los espectadores, en cambio,
podrán verlo todo a través de águilas espirituales ―explicó―. Hay cientos de tipos de
monstruos en el desfiladero, casi cinco mil. Por cada monstruo derrotado, se obtendrá una
cuenta[2] de ellos, y la energía espiritual contenida en cada cuenta variará según el objetivo.
¿Todos llevan un cordel de oro en la muñeca?

Todos los participantes levantaron los brazos de inmediato para enseñar sus muñecas,
mostrando sus cordeles de oro en ellas. Se veía bastante impactante.

El maestro de ceremonias siguió hablando:

―Después de obtener una cuenta y atarla al cordel de oro, su puntuación saldrá


automáticamente en las tablas de clasificación que hay aquí.
Dichas tablas colgaban frente a la alta torre. Aunque había ocho juntas, la gente no estaba
interesada en el primer o segundo lugar, más bien, el interés de todos se centró en los
primeros diez nombres.

―¡Está estrictamente prohibido que haya peleas entre sectas por las cuentas! ―enfatizó
severamente―. Si hay una pelea y se usan medios despreciables para arrebatar cuentas, ¡será
expulsado de la Conferencia y se le prohibirá participar durante tres más!

Tres Conferencias más eran doce años.

Era cierto que habían muchos cultivadores nuevos, pero tampoco faltaban los
experimentados. Seguramente temían que algunas personas desvergonzadas se convirtieran
en acosadores sin escrúpulos. Si no hubiera prohibiciones, la Conferencia sería tan caótica
que hasta se perderían vidas humanas.

En ese momento, había unas pocas líderes de secta que hablaban como si discutieran en
secreto sus deseos privados.

―¿De qué seca es ese discípulo? Es muy guapo.

―Ese vestido de blanco, en comparación, no pierde ante el hermano marcial Gongyi.

―Su poder espiritual es muy fuerte, ¿cómo puedes compararlo?

De un vistazo, Shen Qingqiu vio que la figura de blanco de la que hablaban era Luo Binghe,
demasiado sobresaliente como para ser de ese mundo.

De hecho, no sólo eran ellas las que miraban y discutían. Incluso entre los discípulos que
participaban en la Conferencia, las chicas jóvenes en secreto le prestaban atención, con sus
mejillas sonrojadas.

Aunque hablaban muy bajo, todos los que estaban sentados allí eran cultivadores y sus cinco
sentidos eran extremadamente sensibles. ¿Cómo podrían no escuchar? Esas mujeres eran
demasiado jóvenes como para tener cuidado y sus palabras fueron escuchadas por todos.
Afortunadamente, fueron educados y fingieron no escuchar nada.

Algunas personas, para librarse de la vergüenza, tosieron y sonrieron:


―Todos han venido de diferentes sitios, ¿calculemos cuántos nuevos cultivadores
sobresalientes habrá esta vez?

¡El espíritu de Shen Qingqiu pareció levantarse al oír eso!

Siendo claros, estaba apostando por cuál joven cultivador sobresaldría más.

Los cultivadores también necesitaban un poco de entretenimiento. Además, no se contuvieron


apostando con cosas tontas como oro y plata. Apostaron técnicas de cultivo atesoradas,
piedras espirituales, enviar un discípulo a entrenar a otras secta...

Tampoco apostarían artículos sumamente importantes, aunque nadie quería perder la


diversión de la Conferencia de la Alianza Inmortal.

Líderes de secta más mayores como la generación de Yue Qingyuan no jugarían a cosas así,
pero había mucha gente dispuesta a unirse a la diversión. Ni siquiera había pasado un
momento cuando la torre de observación ya estaba llena de actividad. Muchos apostaron por
discípulos prometedores de su propia secta o división. Por ejemplo, Qi Qingqi apostó por Liu
Mingyan.

¡Shen Qingqiu no se lo pensó demasiado y directamente apostó mil piedras espirituales por
Luo Binghe!

Ese movimiento tan grande sorprendió a todos.

Nadie había oído hablar de ese joven, así que todos comenzaron a murmurar. Luo Binghe en
ese momento era bastante moderado y discreto, así que era normal que no supiesen quién era.
No estaba dispuesto a reclamar el crédito para sí y siempre que hacía algo bueno, se retiraba
silenciosamente. Su reputación simplemente no crecía, y por eso no brillaba.

El maestro de ceremonias concluyó los detalles de la Conferencia con mucha energía, para
después permitir que todos los nuevos cultivadores juraran y comenzaran oficialmente las
admisiones.

Debido a que había mucha gente, entraron por doce salidas diferentes en grupos, sin tener en
cuenta de la secta de donde viniesen. Los cultivadores novatos entraron nerviosos en los
límites de Jue Di Gorge. Cuando comenzó el evento, los ancianos ya famosos y exitosos en
los pisos más altos de la torre permanecieron tranquilos en el caos mientras charlaban o
comían semillas de melón.

Había cientos de águilas espirituales dentro del encanto. Eran controladas por personal
especial para observarlo todo. En sus garras tenían anillos de plata con incrustraciones de un
cristal especial. Al alzarse, todo el panorama estaba a la vista y se cargaba en las muchas
pantallas de cristal ubicadas en la plataforma alta. No hubo mucha diferencia en comparación
con los equipos de vigilancia modernos.

Algunas personas sonrieron radiantemente:

―¡La ceremonia de apertura es la mejor!

En el anuncio rojo en las tablas, los diez primeros nombres estaban en color oro brillante. En
ese momento, el nombre del primer lugar era 'Gongyi Xiao', seguido del número doce.

¡Es decir, en media hora, ya había conseguido doce cuentas!

En el segundo lugar, estaba Liu Mingyan, con seis cuentas. ¡Una distancia de casi el doble!

La pantalla de cristal reflejó a un joven apuesto y alegre, de comportamiento natural y


desenfrenado, como nubes a la deriva y agua corriente. Cuando hizo un movimiento, fue
como un rayo. En un momento, los espíritus tristes que estaban delante de él fueron cortados,
desapareciendo como si fuesen humo.

¡Por qué eres así!

Shen Qingqiu sonrió pero no habló.

Ese Gongyi Xiao parecía exudar un aura dominante, pero... jaja, en realidad era un carne de
cañón a la par con él mismo.

Él era el tipo "guapo, buena familia, talento alto, querido por mujeres, joven vigoroso, alegre,
exitoso". Pero desafortunadamente, el protagonista estaba ahí. Debes convertirte en su carne
de cañón. A pesar de eso, no podría estar mucho más en cabeza antes de que Luo Binghe lo
echara.

El nombre de Luo Binghe ahora estaba por el medio de la tabla, con sólo una cuenta.
Shen Qingqiu no estaba preocupado en absoluto.

Sabía que cuando llegara la noche, ya estaría tan arriba que nadie sería capaz de derribarlo.

¡En ese momento, una trama aterradora estaba a punto de comenzar!

Faltaba poco para que comenzase la madrugada.

El cielo era azul oscuro, con una Luna llena redonda en lo alto. La torre de observación
estaba llena de luces.

Shen Qingqiu estaba callado sin decir una palabra, pretendiendo estar meditando, aunque en
realidad estaba conservando fuerza y almacenando energía. Entonces finalmente abrió los
ojos. Dentro de la pantalla de cristal, encontró un espejo que reflejaba la situación de Luo
Binghe en ese momento.

Luo Binghe avanzaba lentamente en el bosque, llevando su espada a su espalda, con su


cuerpo impecable, luciendo completamente incansable. Sus ojos eran como estrellas que
parecía que podían atravesar la pantalla.

Sin embargo, no estaba solo.

Era normal que algunos cultivadores novatos formaran pequeños grupos con quienes estaban
familiarizados. Por supuesto, también habían mujeres cultivadoras muy poderosas, pero
hablando claro, la mayoría no tenía la fuerza física suficiente. A menudo, necesitaban ser
ayudadas.

Detrás de Luo Binghe, le seguían siete u ocho personas. Si no eran mujeres débiles, entonces
eran discípulos muy jóvenes. Esa escena en verdad era llamativa. Algunos dejaron de
observar a Gongyi Xiao para ver a ese gran grupo.

Entre ellos, el que caminaba cerca de Luo Binghe era una figura vestida de amarillo claro, un
discípulo del Palacio Huan Hua que sostenía una Perla Nocturna[3].
―Fin del capítulo 22―

[1] Templo Zhao Hua (昭 華 寺): Templo 'Flor clara'.

Mirador Tian Yi (天一 觀): Mirador 'un Cielo'.

Palaci Huan Hua (幻花宮): Palacio 'Flor imaginaria'.

[2] Cuenta: No creo que se refiera a un núcleo. Probablemente sea algo creado artificialmente
para la Conferencia que suelten los monstruos cuando son asesinados (algo así como cuando
juegas a un juego y al matar a un monstruo puedes dropear algo).

[3] Perla nocturna: un tipo de perla que se supone que brilla en la oscuridad. La está usando
como linterna.

CAPÍTULO 23

La apariencia de esa joven era bonita y elegante, aunque caminaba cojeando. Parecía que se
había torcido el pie por el camino.

Su voz tomó un tono de disculpa al decir:

―Hermano marcial Luo, lo siento mucho. Fui salvada por ti, y aún así sigo molestándote. Si
no fuese por nosotros, tú ya podrías haberte adelantado mucho...

―Como compañeros cultivadores, cuidarnos mutuamente también es una necesidad


―contestó Luo Binghe, con sinceridad.

En la etapa inicial, Shen Qingqiu ya se había acostumbrado a esa Santa Madre Luo Binghe.

Estaba luchando contra criaturas por un lado y salvando a mujeres débiles y niños por el otro,
lo que le impidió conseguir una clasificación alta. De lo contrario, de acuerdo con su fuerza
actual, ¡no tendría problemas para competir contra Gongyi Xiao! Incluso el rango de Ming
Fan no era malo... pero eso no importaba. ¡Luo Binghe aún tenía muchas oportunidades para
ganar!

Shen Qingqiu pensó para sí mismo: «Mi discípulo es el más fuerte, sino fuese porque es
demasiado generoso y bueno, no tendrías ninguna oportunidad contra él».

―Qingqiu, ese pequeño discípulo tuyo tiene buen carácter ―comentó Yue Qingyuan, entre
risas.

Shen Qingqiu abrió su abanico y sonrió, seguro de sí mismo.

Ya sea desde la perspectiva del lector o desde la de shizun, la etapa inicial de loto blanco de
Luo Binghe[1] cumplió con lo esperado.

―Es como si no hubiese salido de tu tutela ―resopló Qi Qingqi.

Algunos otros cultivadores también lo elogiaron. Sin embargo, seguramente no eran sinceros.
¿De qué servía tener buen corazón en una competición? Allí sólo prestaban atención a la
fuerza. A sus ojos, la forma de actuar de Luo Binghe era demasiado pedante.

El jefe de la secta del Palacio Huan Hua sentado junto a Shen Qingqiu, nada más ver la cara
de Luo Binghe, dejó escapar un sonido de sorpresa sin darse cuenta.

La mirada de Shen Qingqiu no se desvió, pero en su corazón se rió: «la apariencia de Luo
Binghe es hermosa, parecida a la de su madre biológica. Ese viejo jefe de secta debió pensar
que casualmente se parece a ella. Quizás la extraña, era una orgullosa discípula».

Por otro lado, dentro de Jue Di Gorge, Luo Binghe ya estaba pensando en una forma segura
de resolver el problema y deshacerse de la situación actual.

Hablando moralmente, no podía simplemente deshacerse de esos discípulos del palacio Huan
Hua que habían entrado en su secta hacía poco, pero tampoco quería dejar pasar la
oportunidad de desempeñarse bien en la Conferencia de la Alianza Inmortal. No dejaría que
shizun se decepcionara.

Mientras Luo Binghe reflexionaba fríamente sobre qué podía hacer con esos débiles
compañeros, Shen Qingqiu pensó que estaba allanando el camino con esa bonita discípula.
¡Esa fue la primera mujer con la que estuvo Luo Binghe!

Qin Wanyue[2]. La impresión que tuvo Shen Qingqiu sobre ella no fue nada mala.

Aunque no ayudó demasiado al protagonista en la tarea de destruir y dominar los Tres


Reinos, era una persona cálida y gentil a la que no le gustaba discutir en el harem. ¿A qué
hombre no le gustaría una mujer así?

En cambio, en la novela, Sha Hualing y la esposa principal de Luo Binghe vivían juntas, todo
el día compitiendo por su afecto. Siempre se dañaban la una a la otra, y había tenido
suficiente por decenas de capítulos que narraban ese tipo de escenas. Siempre las pasaba
directamente porque como leyese un poco más, acabaría vomitando sangre.

Si era una novela sobrenatural, ¡¿qué le importaban a él esos asuntos?

«Prefiero que gastes cien mil palabras para describir cómo se cría una araña fantasma a leer
cómo Sha Hualing hizo que Qin Wanyue tuviera un aborto, ¡muchas gracias!»

Esos discípulos trataron a Luo Binghe como su salvador, y lo siguieron.

Luo Binghe estaba indefenso así, pero no podía ser tan frío como ahuyentarlos.

Shen Qingqiu se sintió muy feliz. En ese momento, Luo Binghe era cálido y honesto, pero no
fácil de engañar. Entre esos discípulos, algunos en ese momento no eran aptos para la batalla
porque se habían desarrollado mal. Probablemente con el entrenamiento adecuado se
salvarían más adelante.

Aunque también había otros que no tenían ni entrenamiento ni habilidad, pero que igualmente
no querían retirarse de la competencia. Preferían abrazarse a los muslos de Luo Binghe para
intentar ganar algunas cuentas.

Si Luo Binghe estuviese en su última etapa, ¡no habría dudado ni un segundo en matarlos a
todos!

Después de caminar un rato, los pequeños monstruos que se encontraron fueron asesinados
fácilmente por Luo Binghe. Ni siquiera necesitaba desenfundar su espada para acabarlos. Aún
así, no pudieron acelerar el paso.
¿La razón?

Una discípula del Palacio Huan Hua, hermana de Qin Wanyue, comenzó a llorar en voz alta:

―Hermana mayor[3] Wanyue, me duelen mucho los pies.

Delante del todo, Luo Binghe no se dio la vuelta, pero se detuvo. Bajó la cabeza y se masajeó
las sienes.

Qin Wanyue se puso nerviosa y se agachó para susurrarle a la chica:

―¿Puedes soportarlo? Tenemos que caminar más rápido.

―¡Pero me duelen los pies y ya no puedo caminar! ―sollozó―. Caminamos un día entero
sin bañarnos, me siento incómoda.

Muchos de los cultivadores participantes eran discípulos sin experiencia. Si Shen Qingqiu
tuviera el privilegio de emitir un juicio directamente, ya los habría echado.

Si lloraban tan fácilmente porque le dolían los pies, ¿para qué se registraron a algo como la
Conferencia de la Alianza Inmortal? ¡Mirad a Liu Mingyan, ella casi iba en cabeza! Normal
que fuera la protagonista número uno.

Sin embargo, no tenía forma de lidiar con eso. Después de todo, Qin Wanyue y Qin Wanrong
eran parte del harem de Luo Binghe. Eran las únicas que no morirían ni aunque quisieran
hacerlo...

Una extraña sensación de irritación llenó el corazón de Shen Qingqiu.

«Ah, Binghe... Cuando comiences a formar tu harem, ¿qué tal si consideras también la
calidad? No tomes a la primera mujer en peligro que te encuentres. ¡Ver las desigualdades en
tu harem hace que me duela el corazón!»

―Hermanita, ya le hemos dado muchos problemas al hermano marcial Luo... ―susurró Qiu
Wanyue, echando un vistazo a la espalda de Luo Binghe.

―Es tan buena persona que no le importará ―dijo inocentemente Qin Wanrong―. ¿Verdad,
hermano marcial Luo?
Luo Binghe finalmente se dio la vuelta. Todavía había una pequeña sonrisa en su rostro,
inexplicablemente impecable, aunque no habló. Qin Wanyue no sabía por qué, pero se
estremeció.

Pero como Qin Wanrong tenía algodón en vez de cerebro, al verlo sonreír, ella lo tomó como
un asentimiento. Cantando, corrió hacia un pequeño río cercano.

¡Ya venía! La mirada de Shen Qingqiu se llenó de urgencia.

Luo Binghe estaba conmocionado, pensando que realmente se iba a bañar ahí mismo.
Afortunadamente, ella sólo se quitó los zapatos y los calcetines y metió los pies.

Esa era la parte alta del río. ¿Y si alguien río abajo quería beber agua...?

Shen Qingqiu encendió en su corazón una vela[4] para los discípulos de río abajo.

Habiendo caminado ya durante horas, muchas otras mujeres siguieron su ejemplo, llenándolo
ahora todo de risas.

Luo Binghe, al ver la situación, no pudo decir nada, aunque tampoco se acercó. Sólo dijo
desde lejos:

―Entrar en el agua no es seguro, es mejor que nos vayamos.

Shen Qingqiu sintió que eso era extraño. En la novela original, él no se había quedado tan
lejos. No podía estar equivocado. Luo Binghe debería haber dejado de lado sus
preocupaciones, ir con ellas al riachuelo, y luego disfrutar de una escena erótica de baño de
pies (...).

Las risas y vítores de esas chicas incluso se oían desde ahí:

―¡No pasa nada si también vienes, hermano marcial Luo!

Incluso los líderes de secta frente a las pantallas de cristal se quedaron sin palabras. El propio
Shen Qingqiu también estaba incrédulo.

Aunque por fuera estaba inexpresivo, por dentro se preguntó: «¡Luo Binghe! ¡¿Qué haces?!
¡Si no vas, te vas a perder la escena!»
―Lo siento, hermano marcial Luo. Ellos y mi hermana menor aprendiz... es la primera vez
que vienen a la Conferencia de la Alianza Inmortal ―se disculpó concienzudamente Qin
Wanyue.

Ella sabía que su hermana pequeña se estaba comportando como una flor bastante exótica[5].
Se mordió los labios, luciendo muy lamentable.

Luo Binghe no tuvo tiempo de responder, porque unos agudos gritos vinieron del lado del
arroyo.

«¡Ah, por fin llega!»

Nunca olvidéis el punto principal de "El Camino del Demonio Inmortal": ¡los que van a
morir, definitivamente morirán!

Sólo que esa vez, Shen Qingqiu nunca esperó que la víctima fuera la pequeña Qin Wanrong,
quien debía convertirse en parte del harem del protagonista. ¡Matarse! ¡A! ¡Sí! ¡Misma! ¡Así!

Oyendo los gritos agudos, la expresión de Luo Binghe cambió. Dejó atrás a Qin Wanyue, que
parecía una flor confusa, y corrió hacia la orilla del río.

Al mismo tiempo, los rostros de los líderes de secta que estaban frente a las pantallas de
cristal también estaban horrorizados.

Luo Binghe sostuvo su espada frente a él, en una posición de guardia.

―¿Qué está pasando?

En el río antes habían cinco o seis discípulas que se bañaban tranquilamente, pero ahora dos
habían desaparecido. Una de ellas era Qin Wanrong.

Shen en su corazón no pudo evitar decir: «¿Ves? ¡Te dije antes que fueras allí!»

«¡Genial! ¡Tu primera esposa ya no existe! Y tu hijo pródigo...»

«La gran escena del [beep―][6] en un futuro con las dos hermanas Qin, ¿cómo se va a hacer
ahora? »
―¡No sé qué ha pasado! ¡De repente las profundidades se volvieron negras y de alguna
manera ellas fueron absorbidas por el agua! ―gritó un discípulo con voz chillona.

Con una mano, Luo Binghe levantó a algunas personas que aún flotaban en el agua,
aturdidas. Era mejor sacarlas del peligro antes que nada. Pero justo cuando extendió la mano
para sacar a la última, sus pies se resbalaron y ella cayó. ¡Su cabeza ni siquiera se había
hundido por completo bajo la superficie cuando desapareció justo en frente de Luo Binghe!

Al mismo tiempo, una energía oscura se agitó en medio del río. Shen Qingqiu vio los
innumerables cabellos negros de una mujer, como si fuesen hilos de seda. En medio de ellos,
emergió sangre fresca.

―¡Nu Yuan Chan[7]! ―exclamó Yue Qingyuan.

Dentro de Jue Di Gorge, Luo Binghe en seguida distinguió qué criatura era. Su espada entró
en el agua y gritó:

―¡Alejaos de aquí! ¡Es Nu Yuan Chan, del reino demoníaco!

Ese demonio se removió bajo el agua durante unos segundos, y de repente un montón de
burbujas estallaron en la superficie. Había escupido algo envuelto en hilos negros.

¡A las tres víctimas se les había succionado la sangre y la carne, dejando sólo cadáveres secos
de piel y hueso!

Los poros en los cadáveres parecían demasiado grandes porque había muchos pelos adheridos
a la piel. Por ahí había extraído la sangre, la carne y la energía vital humana.

La capacidad de entrar por cualquier hueco era la especialidad más aterradora del Nu Yuan
Chan.

Los discípulos junto al río estaban tan aterrorizados por la horrible escena que parecía que se
habían quedado mudos. Desde el bosque, se escuchó un grito desgarrador cuando alguien se
arrojó a la espalda de Luo Binghe.

Qin Wanyue casi se desmaya al ver el cadáver de su pequeña hermana en un estado tan
miserable.
Afortunadamente, ella era muy inteligente y no se había desmayado de verdad. En ese tipo de
escena llena de caos y confusión, ¡alguien podría llevarla mientras huían!

―Fin del capítulo 23―

[1] Loto blanco: se refiere a alguien puro e inocente (aunque este término se suele usar para
mujeres usualmente).

[2] Qin Wanyue (秦 婉約): Wan significa 'gentil/hermoso/elegante' y Yue algo así como
'acuerdo/pacto', aunque con este último término no estoy muy segura.

[3] He decidido cambiar estos términos de hermano mayor/menor, hermana menor/mayor y


los voy a traducir literalmente para que no haya confusiones entre términos chinos. Lo único
que quedará igual será 'shifu' y 'shizun'. Más adelante lo corregiré en toda la novela.

[4] Encender una vela...: una expresión que a Shen Qingqiu parece gustarle mucho. Es como
decir que siente pena por ellos, y por lo tanto, les 'enciende una vela'. ¿No sé si me explico?

[5] Flor exótica (奇葩): es un término bastante sarcástico. En la antigüedad, una mujer que
revelaba sus pies al sexo opuesto era incluso peor que desnudarse (por eso mismo Luo
Binghe se queda lejos: está siendo un caballero).

[6] [beep―]: 'pitido'. Versión censurada del término 3P=trío. Básicamente Luo Binghe tiene
un trío con las dos hermanas.

[7] Nu Yuan Chan (女 怨 纏): Es una especie de monstruo sobrenatural. La traducción directa
es algo así como 'Carga del Resentimiento Femenino' pero quedaría un poco... feo como
nombre, así que lo he dejado en chino.

CAPÍTULO 24

Nu Yuan Chan podía moverse por agua y por tierra. Después de succionar la vida de esas
personas, no podía esperar para subir a tierra y buscar nuevos objetivos. Sin embargo, Luo
Binghe no era tan fácil de manejar, su aspecto era altísimo y demasiado frío.
Chasqueó los dedos, haciendo aparecer fuego en sus yemas, y se lo arrojó al astuto monstruo.
Al tocar el cabello, las llamas se extendieron rápidamente y se avivaron en un gran resplandor
que obligó a los mechones negros a retirarse rápidamente hacia el agua.

Todos esos movimientos se llevaron a cabo sin problemas y con una ejecución perfecta, sin
lugar a dudas.

En su corazón, Shen Qingqiu estaba satisfecho y levantó una pancarta: ¡Luo Binghe, 10
puntos!

Luo Binghe recogió la Perla Nocturna que Qin Wanyue había dejado caer y la levantó, como
si fuera un faro. Despertó a los que se habían quedado petrificados con un grito:

―Hermanos y hermanas marciales, no os perdáis. ¡Reuníos en un lugar y moveos juntos!

Acto seguido, sacó el artículo estándar que todos los participantes de la Alianza Inmortal
recibieron: unos fuegos artificiales de emergencia[1]. Los lanzó en seguida al cielo.

Los fuegos artificiales de emergencia fueron entregados a los discípulos para que se usaran en
caso de que se encontraran con un enemigo al que no tenían forma de vencer. En general, en
la Conferencia de la Alianza Inmortal no habían monstruos demasiado peligrosos. Usarlos
tres veces significaba una renuncia automática.

Por lo tanto, se utilizaba como último recurso siempre. Pero en ese momento, muchos fuegos
artificiales comenzaron a iluminar el cielo oscuro de Jue Di Gorge, uno tras otro. En la
novela, esa escena fue muy hermosa. Pero ahora, aunque no dejaba de ser algo precioso de
ver, los espectadores sintieron como si sus hígados fueran destrozados por el dolor y el
horror.

¡Porque cada fuego artificial representaba a un discípulo que se enfrentaba a un monstruo


extremadamente terrible, estando su vida en peligro!

¡Las pantallas de cristal! ¡Mirad rápidamente las pantallas de cristal!

Trágicos gritos y chillidos salían de ellas sin parar. Algunos discípulos ya habían muerto y
todos podían verlo. Otros, estaban encerrados y bañados en sangre, luchando por sus vidas,
con sus ojos llenos de temor y miedo.
―¿Por qué? Esto... ¡esto no debería ser así!

―¡Ayuda, por favor! ¡Una Pitón Dragón Venenosa[2]! ¡Shifu, sálvame! ¡Sálva-!

De repente, desde el interior de esa pantalla de cristal se escuchó un grito ronco. Las águilas
espirituales chillaron también y la pantalla se volvió negra.

―¿Qué está pasando? ―preguntaron todos a la vez.

Shen Qingqiu sintió un sudor frío en su nuca y las puntas de sus dedos heladas.

¡Ese grito ronco debía de ser del Águila de Huesos[3] del reino demoníaco!

Probablemente las águilas espirituales hubiesen sido destrozadas por ella y arrojadas al suelo,
rompiendo las pantallas de cristal en pedazos.

Nadar en el agua, caminar en la tierra o volar en el aire. ¡Todo había sido invadido por
temibles criaturas demoníacas!

Realmente no tenía forma de actuar calmadamente como lo había planeado ante esa escena
caótica.

Fuera de Jue Di Gorge, en lo alto de la torre alta, era como si una olla exprés hubiese
explotado. Los taoístas[4] del Mirador Tian Yi dijeron:

―¿Qué está pasando! ¡Estos no son los monstruos aprobados para la Conferencia! ¡¿Cómo
podría mezclarse una cosa demoníaca como Nu Yuan Chan?!

Varios discípulos del Palacio Huan Hua ya habían muerto. El viejo líder del palacio se
levantó de repente y con voz temblorosa dijo:

―¡Quita el encanto!

El gran encanto que abarcaba Jue Di Gorge era apoyado por cientos de monjes del Templo
Zhao Hua. El abad del templo estaba a punto de usar Transmisor Mil Li[5] para ordenar a los
monjes que eliminaran el encantamiento, cuando Yue Qingyuan habló de repente:

―¡No podemos hacerlo!


―Jefe de secta Yue, ¿a qué te refieres? ―el viejo líder del palacio estaba aturdido.

En Jue Di Gorge, había cientos de discípulos de la secta Cang Qiong que participaban en la
Conferencia de la Alianza Inmortal, pero él les estaba impidiendo quitar el encantamiento,
dejando a sus discípulos morir. Obviamente, tenía sus razones.

―Es cierto que si quitamos el encantamiento, los discípulos podrán escapar ―dijo Shen
Qingqiu―. Pero los monstruos también lo harán. Hay algunos pueblos a algunos kilómetros
de distancia. Nuestros discípulos tienen alguna oportunidad contra esos monstruos, ¿esas
personas normales que viven ahí tranquilamente también?

Ese comentario hizo que todos los famosos líderes de sectas se callaran.

En un momento como ese, no importaba cuán poderosos fueran, estaban indefensos en una
situación así.

Algunas personas del Palacio Huan Hua parecieron reaccionar y preguntaron:

―Si no podemos quitar el encanto, ¿entonces qué deberíamos hacer?

―Si salir es imposible, sólo se puede entrar ―dijo Shen Qingqiu.

Entre los miembros de la secta de la montaña Cang Qiong, muchas personas se miraron en un
asentimiento silencioso.

―Esto debe de ser el movimiento intencional de alguien que tiene la intención de pedir
prestada ayuda del reino demoníaco para eliminar a nuestros jóvenes cultivadores de un golpe
―la voz de Yue Qingyuan sonó clara―. ¿Hay cultivadores que estén dispuestos a venir junto
con mi secta de la montaña Cang Qiong a salvar a nuestros discípulos?

Para limpiar un camino sangriento y matar a todos los monstruos no sólo se necesitaba
fuerza, también gran coraje.

―El Palacio Huan Hua ayudará ―el antiguo jefe del palacio fue el primero en responder.

En esa Conferencia, el Palacio Huan Hua tenía la mayor cantidad de participantes y fueron
los que más invirtieron. Eran los que más tenían que perder.
Como alguien había tomado la iniciativa, otros rápidamente se sumaron y lo siguieron de
cerca, ofreciéndose voluntarios para la peligrosa tarea. Incluso si habían algunos algo
renuentes, ahora también estaban conmocionados. Después de todo, ¡sus pequeños discípulos
estaban allí!

Shen Qingqiu dio un paso adelante y estaba a punto de unirse también cuando Liu Qingge
bloqueó su camino con la vaina de su espada.

La expresión de Shen Qingqiu no varió ni un poco cuando usó dos dedos para apartar la
funda.

―¿Qué haces?

―Tu veneno ―fue lo único que dijo Liu Qingge.

Yue Qingyue habló de forma que sólo ellos pudieron escucharlo[6] y dijo:

―Cierto. Qingqiu, no olvides que 'Sin Cura' aún no se ha limpiado de tu cuerpo. Confía en
que nosotros lo resolveremos.

A pesar de que no lo dijo, Shen Qingqiu casi pudo oír su voz reprochándole: "¿Qué pasaría si
después de entrar en Jue Di Gorge, el veneno atacase de nuevo tu poder espiritual y te
quedases indefenso ahí en medio?"

―Con mis discípulos en peligro, ¿cómo podría su shifu esconderse en lo alto de la torre?
―dijo Shen Qingqiu, sacudiendo la cabeza―. Si no puedo proteger a mis discípulos,
entonces no quiero ser el señor de la cumbre Qing Jing.

Además, era una persona importante para desencadenar la trágica escena clave. Si no llegaba
a la escena, no había forma de que la trama avanzase.

La alerta del sistema sonó en su cabeza: 【Al establecer una imagen positiva, ha hecho que el
villano evolucione, ¡+30 puntos B!】

Por dentro, Shen Qingqiu puso los ojos en blanco: «Esto cuenta como darme morfina antes de
apuñalarme con un cuchillo.»

Como no le hizo ningún caso, Yue Qingyuan dijo a regañadientes:


―Entonces ten cuidado. En caso de que no puedas enfrentarte a algo, contáctanos de
inmediato por telepatía.

Shen Qingqiu no era tan pesimista sobre su propia habilidad para tratar con monstruos así.
Además de su confianza en su nivel de cultivo y poder espiritual, también tenía otro bono
adicional.

Hacia los monstruos y demonios de "El Camino del Demonio Inmortal", Shen Qingqiu tenía
mayor interés que en las protagonistas femeninas.

Probablemente no podía recordar a cada mujer que se iba a ver las estrellas con Luo Binghe a
alguna parte, el 'sabor' especial de esa protagonista femenina al hacer el pa pa pa, o incluso a
veces se olvidaba de su nombre. ¡Pero definitivamente recordaba con claridad las
propiedades y debilidades de cada tipo de monstruo!

Si él podía tener un "dedo dorado", definitivamente sólo sería con eso.

En Jue Di Gorge, Luo Binghe ya había conseguido calmar a los discípulos que lo seguían. En
momentos como esos, no podían alejarse por si surgía un nuevo monstruo o la gente se
perdía. Eso sólo empeoraría la situación.

El viento nocturno soplaba fuerte. Desde todos los lados se escuchaban lamentos o gritos,
tanto de humanos como de criaturas demoníacas.

Los que eran menos valientes se taparon la cara, llorando amargamente. El rostro de Qin
Wanyue estaba pálido, pero al ver a Luo Binghe apoyado en un árbol, con su espada Zheng
Yang descansando sobre su regazo, no pudo evitar sentir un calor meloso enroscándose en su
corazón.

Si Shen Qingqiu viese eso, estaría muy emocionado. ¡Niña, te has enamorado de él! ¡Su alma
de alcahueta estaría ardiendo!

En ese momento, un sonido como de susurro salió del bosque. La mirada de Luo Binghe se
volvió fría y concentró poder espiritual en su palma, listo para atacar.
De la maleza, llegó el sonido de algo moviéndose, cada vez más fuerte. A medida que se
acercaba, los corazones de todos subieron hasta sus gargantas. Quizás fue porque ya estaban
aterrorizados hasta el límite, pero nadie gritó.

De repente, hubo un ruido como de algo cayendo al suelo, y una cosa redonda rodó desde la
maleza.

Era una cabeza humana.

Tenía ambos ojos cerrados, la cara cubierta de sangre y el cabello tan enredado como un nido
de pájaros. Esa imagen en la novela fue muy aterradora. Pero en un momento como ese, la
cabeza de una persona muerta sin ningún poder asesino era mucho mejor que un monstruo
terrorífico. Mucha gente se sintió aliviada y dejó de retener el aliento.

―Él... Este hermano marcial... ¿Alguien sabe de qué secta proviene? ―preguntó
temblorosamente Qin Wanyue.

Cada discípulo presente se acercó para identificar la cabeza, y todos dejaron escapar un
suspiro de alivio, diciendo:

―No es de los nuestros.

―No lo había visto nunca.

Luo Binghe miró hacia el oscuro bosque negro. Pensó que si la cabeza estaba ahí, el cuerpo
tenía que estar cerca. Para saber de qué secta era, debía ver su ropa. Aumentó el poder
espiritual en su palma y caminó hacia la oscuridad.

Como imaginaba, un cadáver rígido yacía detrás de la maleza, vestido con túnicas azules
acuosas. Debía ser del Mirador Tian Yi. Luo Binghe vio el dobladillo inferior de su túnica[7]
y suspiró. Ese chico debía haber ingresado a la Conferencia de la Alianza Inmortal pensando
que ganaría experiencia, y sólo ganó la muerte.

Continuó inspeccionándolo, y sus ojos se abrieron con terror.

¡Sobre el cuello del cadáver, tenía una cabeza perfectamente unida!

Entonces, la otra cabeza... ¿de dónde había venido?


Luo binghe regresó rápidamente, desenvainando a Zheng Yang, mientras gritaba:

―¡Alejaos todos de la cabeza!

Acababa de decirlo, cuando la cabeza que había estado inmóvil tirada en el suelo, ¡abrió de
repente los ojos!

Sus ojos furiosos eran redondos y contemplaron a todas las personas a su alrededor. De algún
lugar de debajo de su cuello, surgieron ocho patas de araña largas y delgadas, ¡y saltó!

Era demasiado tarde para que la persona más cercana la evitara, y saltó sobre su cabeza. Gritó
locamente y blandió su espada de forma salvaje, mientras el resto intentaba evitarla.

Luo Binghe no se atrevió a usar su espada por miedo a hacerle daño. Con una cosa tan
aterradora arrastrándose por su cabeza, casi asfixiándolo, en un acto de desespero balanceó la
espada e intentó apuñalarla.

¡Pero ni siquiera llegó, porque esas ocho patas delgadas se insertaron directamente en sus
sienes!

El cuerpo de ese discípulo se puso rígido de inmediato, sin poder gritar ni una palabra.Las
patas de araña se insertaron más y más profundamente, haciendo que todo el cuerpo se
contrajera.

Después de unos segundos, las patas se retiraron, dejando sólo dos agujeros vacíos en sus
sienes. ¡Dentro del cráneo, todo había sido absorbido limpiamente!

Esa escena fue tan espantosa que hasta a Luo Binghe le costó recuperarse. Esa araña con
cabeza humana[8] trepó por el cuerpo mientras emitía un silbido agudo, como de un bebé
llorando.

Justo en ese momento, una flecha de luz condensada por poder espiritual voló, atravesando la
boca que dejaba escapar largos lamentos.

En el silencio abrupto y el aturdimiento de la gente, Shen Qingqiu se frotó las orejas, que le
dolían levemente por los gritos. Se ajustó las mangas y apareció en la escena.
Extendiendo su abanico de papel con una sacudida y sosteniéndolo para que cubriera la mitad
de su rostro, dijo con leve disgusto:

―¡Qué ruidoso!

―Fin del capítulo 24―

[1] Fuegos artificiales de emergencia: sé que suena mal, pero no me parecía correcto
traducirlo a "bengalas de emergencia" porque no tenían pistolas de bengalas en esa época.

[2] Pitón Dragón Venenosa (毒龍 蟒): Traducción literal. Me hubiese gustado dejarlo en
chino como el nombre del otro monstruo, pero sólo salía en inglés.

[3] Águila de Huesos (骨 鷹): También traducción literal.

[4] Taoísta: es otra forma de dirigirse a una persona que es un cultivador.

[5] Transmisor Mil Li: En inglés lo llamaron literalmente "Thousand Li Transmitter" así que
lo he traducido tal cual. 1000 li son 500 km.

[6] Se refiere a telepatía. Más adelante se refieren a esto como "técnica auditiva" (傳 音 之
法), aunque seguiré traduciéndolo como telepatía.

[7] Las sectas (especialmente para discípulos), tienen colores o estilos distintivos para sus
túnicas. Son como uniformes que funcionan como identificación en sus rangos. Podemos
suponer que los rangos de los discípulos pueden determinarse por el color del forro de la
túnica.

[8] Araña con cabeza humana (人頭 蜘蛛): supongo que es el nombre del demonio.

CAPÍTULO 25

―¡Shizun!
Al ver a Shen Qingqiu, Luo Binghe estaba completamente sorprendido y encantado.

Después de todo, desde que ese caos comenzó, en su corazón ya sabía que Shen Qingqiu
estaría preocupado y vendría personalmente a salvarlos.

Después de que terminara fríamente su asesinato y se detuviera, varios discípulos lo


rodearon.

―¿Alguien está herido? ―preguntó.

―Aparte de los que murieron en el río y éste último, no hay más pérdidas ―dijo Luo
Binghe.

―Oh, debe de haber sido agotador para ti ―suspiró Shen Qingqiu. Los ojos de Luo Binghe
brillaron y sonrió.

―Sólo cumplía con mi deber.

Shen Qingqiu miró a Qin Wanyue, que todavía tenía los ojos rojos. Al ver la sonrisa de Luo
Binghe, en su corazón dijo: «¿Qué haces sonriendo? ¡Acabas de perder a una esposa!»

Al encontrarse a un señor de cumbre que había venido a rescatarlos, fue como si todos esos
discípulos hubiesen visto a su madre. Casi abrazaron sus muslos y lloraron libremente.

―No tenéis que estar tan asustados ―dijo Shen Qingqiu―. Los jefes de las sectas ya
conocen la situación. También hay muchos señores que han entrado en el encantamiento para
apoyar, sólo necesitáis protegeros. No pasará mucho tiempo hasta que pase el peligro.

Sus palabras no sólo actuaron como un calmante, sino que también fueron digeridas con gran
afecto por ese grupo de niños pequeños asustados.

―Shizun, ¿qué era esa cosa de antes? Nunca había visto algo así ―preguntó Luo Binghe.

Si preguntaba acerca de los monstruos de "El Camino del Demonio Inmortal", entonces se
había topado con la persona adecuada. Se conocía mejor a esos monstruos que a su propia
familia.
―No me extraña que nunca hayas visto algo así ―comentó Shen Qingqiu―. Esa cosa era
una araña con cabeza humana. Es muy fácil de irritar y usa un llanto de bebé para atraer a sus
presas. Una vez que la víctima se acerca, sus patas se unirán firmemente a la parte superior de
la cabeza de la presa. Sus ocho patas son muy afiladas y las puede insertar directamente a
través del cráneo para alimentarse de la materia gris de una criatura viva.

Ese segmento estaba copiado literalmente de la novela original. Al escucharlo hablar con
tanta experiencia, Luo Binghe estaba asombrado.

―El reino demoníaco tiene criaturas demasiado malvadas. Perdón por ser ignorante, estaba
mal informado.

Después de que Luo Binghe tomase a Meng Mo[1] como su maestro, las cosas que Shen
Qingqiu podía enseñarle se volvieron cada vez más escasas. Esa era una rara oportunidad
para él de presumir frente a su discípulo. Shen Qingqiu estaba lo suficientemente feliz como
para derribar los cielos.

―Esas criaturas no son muy vistas en el reino humano ―dijo Shen Qingqiu, sonriendo un
poco―. La próxima vez, si te encuentras con uno, recuerda golpear directamente en sus
sienes. Por suerte, esa araña era un macho. Si nos hubiésemos encontrado con una hembra
sería aún más aterrador.

Nada más acabó de decir aquello, por arriba, en el frondoso dosel, se escuchó un crujido.

¡Varias cabezas enredadas en redes sedosas de araña emergieron de los árboles!

La cara de Shen Qingqiu empalideció dramáticamente.

Joder, ¿cómo pudo olvidar que el chillido de esa cosa atraería muchas más?

Abrió su abanico con un golpe de muñeca, enviando un fuerte viento que cortó a docenas de
arañas, e hizo que cayeran al suelo muertas como si fuesen frutas maduras.

―¡Ve! ―gritó.

Luo Binghe asintió, y Shen Qingqiu aprovechó que esas criaturas estaban mareadas para
correr hacia ellas. Todas fueron masacradas con tanta rapidez que pronto un olor fétido
inundó el lugar. Los movimientos de esas arañas eran ágiles, pero los discípulos también
golpearon hasta que estuvieron llenas de agujeros como un tamiz.

Sabiendo enfrentar ya al enemigo, Luo Binghe pareció un Dios de la guerra. Aún cerrando
los ojos, podía atravesar a dos o tres arañas a la vez.

Shen Qingqiu estaba realmente preocupado sobre cuándo ese maldito veneno afectaría a su
poder espiritual y no pudiese atacar más.

¡Y fue pensarlo y ocurrió!

Shen Qingqiu convirtió su técnica en un ataque físico, doblando su abanico y cortando por la
mitad el cuerpo de la araña que se abalanzó sobre él.

Como Luo Binghe lo estaba observando todo el rato, en seguida captó la anormalidad, y
preguntó:

―¿Shizun?

―No es nada ―dijo.

Afortunadamente, Shen Qingqiu ya los había llevado a una zona especial. Las arañas con
cabeza humana parecieron encontrar una barrera invisible y no se atrevieron a seguir
acercándose. En cambio, comenzaron a chillar ruidosamente mientras se retiraban hacia los
arbustos.

Shen Qingqiu dejó escapar el aliento.

Qin Wanyue tenía un aspecto delicado y tierno mientras jadeaba pesadamente a un lado, y
preguntó en voz alta:

―Señor Shen, ¿por qué las criaturas no querían avanzar hasta aquí?

―Parece que os habéis olvidado todos. ¿Qué flor milagrosa crece aquí, en medio de Jue Di
Gorge?

De hecho, quien lo había olvidado era él.


¡Perdonadlo por no recordar cómo se llamaba esa flor!

Luo Binghe pensó por él, y después de unos segundos, habló:

―¡Loto de Mil Hojas Limpiadoras[2]!

Shen Qingqiu ya sabía por qué había sido incapaz de recordar su nombre.

¡Con tantas flores llamadas "___ flor" o "___ loto", ¡¿cómo podría recordarlos todos?!

―...No está mal. Pues esta flor ha permanecido durante miles de años en las profundidades
de Jue Di Gorge, acumulando energía espiritual ―dijo Shen Qingqiu―. Por lo tanto, se ha
convertido en una barrera protectora. Mientras estemos aquí, no sufriremos demasiados
ataques.

―¿Un enemigo natural de los demonios? ―preguntó de repente Luo Binghe.

Cuando Shen Qingqiu vio que un grupo de estrellas pareció iluminarse en sus ojos, su
corazón se sintió extraño.

―Pues, ¿sí?

―Entonces, shizun... ¿El Loto de Mil Hojas Limpiadoras sería capaz de limpiar un fuerte
veneno demoníaco?

Shen Qingqiu estaba absolutamente horrorizado.

Luo Binghe no estaría pensando en... arrancar esa flor para él, ¿verdad?

¡Espera, espera un momento! ¡Debía arrancarla para Qin Wanyue, que estaba justo ahí!
«Justo delante de ella, ¿vas a arrancar la flor (y la de un hombre[3])?»

No humilles a tu esposa, ¿vale?

―No es necesario que pienses en esas cosas ―dijo Shen Qingqiu rápidamente―. Primero
tenemos que lidiar con esta crisis.

―Shizun, sólo me estaba informando ―Luo Binghe no estaba dispuesto a cambiar de tema.
―Esa cosa no sirve de nada ―contestó, sacudiendo la cabeza.

―¿Cómo puede saberlo shizun sin intentarlo antes? ¡Sé que shizun no quiere que me meta en
problemas, pero si no me arriesgo, entonces mi corazón nunca estará en paz!

¡No, de verdad!

«¿Por qué tienes que preocuparte por un anciano como yo justo ahora? ¡De ninguna manera
puedo decirte que el veneno no se curará a menos que hagamos el pa pa pa!»

Como no podía explicárselo, su rostro se volvió frío:

―¿Te he consentido tanto que ahora me discutes?

Fue suficiente para que se callara.

A decir verdad, en todos esos años, nunca le había dicho palabras tan crudas. Después de que
Luo Binghe escuchara esas palabras, se sobresaltó y luego obedientemente cerró la boca.
Pero su mirada aún era terca y se negaba a envainar su espada Zheng Yang, sin la intención
de retirarse todavía.

Justo cuando resultó evidente que habían llegado a un punto muerto, el campo de hierba
plateada que tenían a un lado se sacudió. De la hierba salió una persona que traía discípulos
detrás de él, en una condición extremadamente lamentable, cubiertos de sangre y exhaustos.

Shen Qingqiu apartó en seguida la mirada. Después de reconocerlo, sintió como si los cielos
le hubiesen tirado un martillo a la cabeza.

En realidad, la apariencia de ese hombre se podría considerar medianamente atractiva. Sólo


un poco de su origen humilde permaneció en su comportamiento, imposible de eliminar.

Después de ver a Shen Qingqiu y a Luo Binghe, sonrió y envainó su espada brillante.

―Vaya, es el hermano marcial Shen. Ahora mi corazón puede estar tranquilo.

Jeje.

Tranquilo. ¡Tranquilo mi culo, porque esto seguro que no!


¡Ese hombre era el culpable de todo el caos!

Shang Qinghua[4] era el señor de la cumbre An Ding[5]. Y también un topo durante la


Conferencia de la Alianza Inmortal, una célula durmiente sembrada por el reino demoníaco
durante miles de años.

Originalmente, Shang Qinghua era sólo un pequeño discípulo sin nombre de la cumbre An
Ding. Al ser atrapado por los espíritus del reino demoníaco, se vio obligado a hacer un
trabajo encubierto.

Ah, bueno, realmente tampoco fue demasiado forzado. Él aceptó alegremente la tarea sin
mucha presión.

Con los demonios como su respaldo secreto, Shang Qinghua experimentó vientos favorables,
ascendiendo meteóricamente hasta sentarse en el asiento del señor de la cumbre An Ding.

Sin embargo, todavía estaba insatisfecho. Os preguntaréis: ¿por qué?

¡Porque era la cumbre An Ding!

Sólo con escuchar el nombre, sabrías que no era un lugar ambicioso. La especialidad de su
cumbre era al estilo de su nombre: trabajo logístico.

Por supuesto, el señor de la cumbre se convirtió en una pieza que se movía a donde lo
necesitaban. Hoy hacemos un trabajo duro aquí, mañana traemos suministros de soporte allí...

Ese señor de la cumbre, ¿era prestigioso? ¿Imponente? ¿Arrogante?

¿Tenía la dignidad de un señor de cumbre?

¡Pues no, absolutamente no! ¡Hasta un pequeño discípulo tenía más prestigio!

Shang Qinghua estaba obligado a convertirse en un perro faldero del reino demoníaco. Una
vez que se obligó a sí mismo a ayudar a que el reino demoníaco dominara al humano, hizo
cosas malas.

―Hermano marcial Shang ―Shen Qingqiu levantó fría y orgullosamente la barbilla―. ¿Has
visto alguna criatura grande por aquí cerca?
―¿Una criatura grande? ―dijo Shang Qinghua, sorprendido―. No he visto ninguna.

El corazón de Shen Qingqiu latió con fuerza. ¿Cómo que no?

La 'criatura grande' fue uno de los accesorios clave en la trama de la novela. La sangre de
demonio de Luo Binghe fue expuesta durante la Conferencia de la Alianza Inmortal porque
se dejó entrar a un Rinoceronte Pitón Lunar negro[5].

Con tal de proteger a todos, Luo Binghe arriesgó su vida para luchar. La letalidad de esa
criatura era tan grande como su tamaño. Por supuesto que no tendría éxito a la hora de
vencerlo. Como su fuerza no era suficiente, su sangre explotó y fue revelada.

Lo malo es que Shen Qingqiu estaba presente.

Esa fue la razón por la que Shen Qingqiu tuvo la excusa para "colocar la justicia por encima
de la lealtad" y derribarlo de un solo golpe.

Shen Qingqiu no sintió la energía del Rinoceronte Pitón Lunar en ningún momento, y mucho
menos escuchó su aullido legendario. Ahora que Shang Qinghua dijo que no lo había visto,
no pudo evitar tensarse.

Sin ese accesorio clave, no tendría excusa para empujar a Luo Binghe al Abismo sin Fin.

No pudo evitar echarle un vistazo silencioso a Luo Binghe. Ese niño todavía estaba tratando
de pensar en cómo resolver el tema del veneno. Probablemente quería usar la distracción de
la batalla para recoger la flor en un descuido cuando no lo vigilase. En medio de su terca
mirada, también había algo de agravio.

«¡Te sientes agraviado por arriesgarte mientras hago esto por tu propio bien! ¡Está bien si
arrancas la flor, pero no mezcles a la persona a la que se la das, muchas gracias!»

«¡De verdad, pedirle a un villano escoria como yo que le enseñe al protagonista masculino
cómo relacionarse con las personas sería para emborracharse de incredulidad!»

―Los que dejaron entrar a estos monstruos son realmente detestables ―dijo amargamente
Shang Qinghua―. ¡Hemos perdido a muchos que eran el futuro del mundo de la cultivación!

Jeje.
«¡Detestable lo será mi culo! ¡¿Qué se supone que estás fingiendo?! ¡Los dejaste entrar tú,
¿bien?!»

¡Ni siquiera había terminado de maldecir cuando la tierra comenzó a temblar sin previo
aviso!

Todos se tambalearon, abrumados por el pánico, con demasiadas preguntas sin respuesta. Los
alumnos de Shen Qingqiu se encogieron abruptamente.

Ese terremoto era inconfundible.

¡El Abismo sin Fin acababa de abrirse!

―Fin del capítulo 25―

[1] Meng Mo: el pinyin de 'Demonio Soñador'. En la traducción inglesa están cambiando
bastantes nombres que suenan feos con la traducción literal, así que también los cambiaré.
Suena mucho mejor así, ¿no? Más adelante lo corregiré en capítulos anteriores.

[2] Loto de Mil Hojas Limpiadoras (千葉 淨 雪華 蓮): En inglés era un nombre muuuuy
largo así que lo he adaptado un poco.

[3] Arrancar la flor (y la de un hombre): 'Arrancar una flor' es un eufemismo para tomar la
virginidad de alguien en chino. Este juego de palabras, juega con el significado literal de
arrancar una flor (el Loto de Mil Hojas Limpiadoras), con el eufemismo. Si lo pensáis, Luo
Binghe "arrancó la flor" (de las dos formas...) de Qin Wanyue en la novela original, así que
quizás por eso Shen Qingqiu tiene miedo de que la arranque (quizás de las dos formas
también...) para él. Ah, qué ingenuo.

[4] Shang Qinghua (尚清華): su nombre se traduce a algo así como 'qing', que significa claro,
más 'hua', flor.

[5] Cumbre An Ding: 'Cumbre pacífica'.

[6] Rinoceronte Pitón Lunar (月 蟒 犀): Es una quimera de esos dos animales.
CAPÍTULO 26

El Abismo sin Fin era un espacio vacío en la unión entre el reino humano y el reino
demoníaco.

Como espacio de transición, el Abismo sin Fin era extremadamente peligroso, lleno de
tornados y magma ardiente.

Los discípulos presentes ya habían gastado una gran cantidad de energía en todo el rato que
llevaban allí. Después del esfuerzo para matar a las arañas, la mayoría se había derrumbado.
Los únicos que estaban en pie eran Shen Qingqiu, Luo Binghe y Shang Qinghua.

Como el Abismo sin Fin había aparecido, significaba que criaturas demoníacas saldrían de
ahí.

Los tres contuvieron la respiración, vigilantes, y esperaron con calma.

Desde la oscuridad, la figura de un hombre alto salió.

Una vez que vio esa cara tan fría como el hielo y el aura cruel que podría repeler a la gente a
cientos de kilómetros de distancia, Shen Qingqiu supo inmediatamente quién era.

Lanzó una mirada de reojo al pálido Shang Qinghua, queriendo reír pero siendo incapaz de
hacerlo.

¿Por qué el futuro subordinado de Luo Binghe, que hizo todo tipo de actos malvados al
mando, apareció ahí?

Mo Beijun[1] era un descendiente legítimo de sangre pura de la segunda generación de


demonios que heredó el territorio en el límite norte del reino demoníaco. Él iba y venía como
una sombra todo el tiempo, sin nada que hacer y sin prestar atención a nadie. Tal personaje
inconformista, después de ser golpeado ferozmente por Luo Binghe, inexplicablemente
inclinó la cabeza y le juró lealtad.

«Pero de acuerdo con la trama original, faltan al menos como quinientos capítulos antes de
que aparezca, ¿ha pasado algo, Gran Dios?»
«Mal, mal, ¡todo está mal!»

Shang Qinghua avanzó un paso adelante y preguntó severamente:

―¿Quién eres y qué haces aquí?

Jeje... ¿todavía sigue con eso?

«¿No es ese tu verdadero jefe directo? ¡Dejar entrar a esas criaturas fue la orden que te dio!
¡Sigues fingiendo, estafador!»

Mo Beijun estaba ligeramente inclinado hacia un lado, su rostro guapo y masculino medio
sumergido en las sombras. Sus corazones sintieron un profundo escalofrío.

Shang Qinghua dio un paso adelante. Acababa de levantar la mano cuando una fuerza feroz
lo levantó en el aire, como golpear y romper un pedazo de madera vieja. Se desmayó, sin tan
siquiera tener la oportunidad de escupir sangre.

Shen Qingqiu no pudo evitar admirarlo por dentro. Hermano, ¡realmente haces todo lo
posible por el bien de tu trabajo!

Su corazón gimió y suspiró de simpatía.

Muy bien, sabía que aún dependería de él hacer la aparición final.

Bloqueó el camino de Mo Beijun, sosteniendo su espada frente a él. Ni arrogante ni humilde,


dijo:

―¿Es Su excelencia un mediador del reino demoníaco?

Sus palabras sólo eran basura. Todo el mundo podía ver la masa negra de energía demoníaca
que exudaba.

Una luz blanca brilló de repente. Luo Binghe no dijo ni una palabra, pero se puso delante de
Shen Qingqiu.

Hace nada todavía estaba enfadado, pero ahora en presencia de un enemigo poderoso, se puso
delante de él sin dudarlo. Si dijerais que Shen Qingqiu no se sintió conmovido, sería falso.
Sólo que no le ayudaba a reunir el valor para después hacerle lo que le tenía que hacer.

―Binghe, apártate.

Luo Binghe no respondió. Miró directamente a Mo Beijun, realmente impasible ante su


poder.

El demonio dejó escapar una baja exclamación, como si hubiera descubierto algo que hubiese
conseguido despertar su interés.

―¿Qué se supone que haces? ―Shen Qingqiu levantó la voz―. ¿Desde cuándo un discípulo
debe proteger a su maestro?

―¿Eres un discípulo de la secta de la montaña Cang Qiong? ―preguntó Mo Beijun.

―Luo Binghe, discípulo de la secta de la montaña Cang Qiong ―se presentó él mismo.

Mo Beijun de repente sonrió fríamente.

―Inmortal, pero mortal. Demoníaco, pero humano. Qué interesante.

Al oír aquello, fue como si Shen Qingqiu hubiese visto la luz.

¿Podría ser que... la razón por la cual Mo Beijun apareció ahí, fuese la de suplantar al
Rinoceronte Pitón Lunar?

―Inmortal, pero no mortal ―habló Shang Qinghua, que no olvidó vomitar sangre incluso
mientras jugaba a hacerse el muerto. Claramente, él era un cultivador inmortal, pero aún
trabajaba duro como un toro para los demonios. En cuanto a "demoníaco", ¿a quién más
podría referirse que a Luo Binghe? Después de todo, sus ardientes ojos ya revelaban que su
linaje era distinto.

Shen Qingqiu tampoco podía confirmarlo, pero no se atrevió a arriesgarse. Con voz fría,
ordenó:

―Binghe, las palabras de tu maestro, ¿las obedecerás o no? Quiero que te vayas y traigas a
todos los líderes de secta que puedas. ¿Lo harás o no?
―Shizun, no dejará que ninguno de nosotros se vaya ―Luo Binghe fijó su mirada en ese
demonio desconocido―. Debemos juntar nuestras fuerzas para luchar.

―Quedarse es como renunciar a tu vida ―dijo Shen Qingqiu.

―Ya sea muriendo por shizun o muriendo con shizun, estoy feliz de hacerlo.

«¿Qué forma de hablar es esa, niño?»

―¿Luchar contra mí? ―dijo Mo Beijun con desdén.

Fue lo suficientemente educado como para no agregar un "no sé si sabes cuál es tu lugar". En
su corazón, Shen Qingqiu pensó: «Da gracias a que no lo dijiste en voz alta. Luo Binghe no
tardará ni tres años en golpearte hasta que no puedas ni levantarte. Si no te conviertes en su
subordinado, ¡te golpearás tu propia cara!»

―Supongo que está bien ―Mo Beijun habló de nuevo―. A ver si tienes la fuerza suficiente
como para hacerlo.

Apenas había acabado de hablar cuando un aura asesina inundó el aire.

Shen Qingqiu se movió de golpe. En un momento, pasó al lado de Luo Binghe, su mano
izquierda desenvainando a Xiu Ya. Independientemente de si era de alguna utilidad, bloqueó
primero y preguntó después.

Su mano derecha levantó a Luo Binghe y lo tiró hacia atrás, enviándolo fuera del alcance de
la energía demoníaca de Mo Beijun. Dándose la vuelta al instante, se enfrentó al golpe de
palma del demonio.

Sus palmas se encontraron. En el pecho de Shen Qingqiu, la sangre subió y se revolvió como
si alguien lo hubiese golpeado ahí. El poder espiritual de todo su cuerpo parecía estar
hirviendo con entusiasmo.

Aunque su cultivo no era para nada bajo, ese Señor demoníaco tenía un pequeño truco bajo la
manga: el nuevo Señor demoníaco podía heredar el poder colectivo de los Señores
demoníacos anteriores, generación tras generación. Como podéis imaginar, un cultivador no
era nada delante de alguien como Mo Beijun.
¡Pero debía hacer todo lo posible!

Enfrentarse a ese tipo de hombre malhumorado y ambicioso requería luchar hasta la muerte
sin importarle su propia vida. Ese era el único método viable para sobrevivir.

De acuerdo con las décadas de experiencia de Shen Qingqiu leyendo todo tipo de novelas, esa
clase de personaje respetaría a alguien que luchó hasta el final y que no se doblegó en ningún
momento. ¡Con un cobarde de corazón suave no tendría ninguna piedad!

Shen Qingqiu había enviado a Luo Binghe a cierta distancia. Por su propia iniciativa, sacó a
Zheng Yang de su vaina. Mo Beijun no tardó en quitársela de las manos, enviando la
deslumbrante espada a las sombras con un movimiento rápido. La espada no pudo soportar la
energía demoníaca y en un estallido de luz blanca, se rompió en pedazos.

Las palmas de Mo Beijun se opusieron a las de Shen Qingqiu, teniendo abrumadoramente la


ventaja. Cuando perdió el poco interés que tenía, usó su poder para abrir un espacio entre él y
Shen Qingqiu.

―Tu aptitud es pobre. Los cimientos y la técnica son inflexibles. Lárgate ―dijo.

―...

Si fuese el Shen Qingqiu original, definitivamente habría vomitado tres litros de sangre.

No se puede decir que Shen Qingqiu fuese un genio inigualable, pero podía considerársele un
talento de primer nivel. Las técnicas fundamentales de la secta de la montaña Cang Qiong no
podían llamarse inflexibles, ¡se decía ortodoxo! En la boca de Mo Beijun, pareció que todo
eso se convertía en un montón de basura...

Su espada se había roto, pero Luo Binghe no le prestó atención. Cuando vio que Shen
Qingqiu había sido sacudido por aquel poder hasta que sus órganos sufrieron daños,
apretando los dientes y tragando su sangre, su mirada de repente se volvió sombría y fría.

¡El aura alrededor de todo su cuerpo cambió al instante!

Mo Beijun captó ese cambio sorprendente. Sus dos ojos irradiaron una luz excitada, sediento
de sangre.
―En primer lugar, voy a acabar con tu shizu. Luego vas tú.

De repente, una espada de hielo completamente negra apareció en el aire. Comenzó a


multiplicarse hasta que cientos de espadas de hielo rodearon a Shen Qingqiu, ¡disparándose
hacia él!

Uno no podía defenderse de esas espadas de hielo con métodos normales, porque estaban
hechas de energía demoníaca pura. El poder de Shen Qingqiu ya estaba casi agotado. Si se
enfrentaran, sería como luchar contra el fuego de las estrellas. El resultado era evidente.

Contra cientos de espadas que caían como lluvia, en ese momento, Shen Qingqiu rugió como
un trueno en su corazón.

¿Por qué el mundo lo odiaba? ¿Ni siquiera podía morir de una forma mejor que con cientos
de espadas clavándose en su cuerpo? ¡¿Podíais ver lo desgraciado que era?!

Sin embargo, a pesar de que pasaron los segundos, no sintió ningún dolor.

No creía que Mo Beijun hubiese cambiado repentinamente de opinión y retirase de forma


pacifica sus espadas, así que sólo había una opción.

Shen Qingqiu abrió los ojos sin ninguna expresión en su rostro.

En todas las direcciones, las innumerables espadas se hicieron pedazos, en trozos tan
pequeños que parecían pequeñas estrellas cayendo del cielo, reflejándose en la luz de la Luna.

Era una escena hermosa.

Obviamente, en medio de todo, estaba Luo Binghe. En sus ojos parecía haber una tormenta
de nieve que podía describirse como "aterradora".

Shen Qingqiu era el villano escoria, ¿cómo podría causar que el protagonista masculino
explotara y bloqueara las espadas por él?

La batalla a continuación fue inhumana.

Shen Qingqiu se apoyó contra un gran árbol y observó la batalla de esos dos monstruos,
tragándose la sangre en su boca mientras circulaba energía espiritual para tratar sus heridas.
El sello de sangre demoníaca de Luo Binghe aún no se había roto. Mo Beijun sólo lo estaba
probando, pero aun así lucharon hasta que parecía que los cielos y la tierra serían destruidos.

Ese área era la del Loto de Mil Hojas Limpiadoras o algo así, donde las criaturas demoníacas
no se atrevían a acercarse. Pero después de ser inundada por la energía demoníaca, la
abundante energía espiritual del loto se marchitó y la flor comenzó a morirse desde la raíz.
Por culpa de eso, las criaturas que acechaban y se escondían entre las sombras se arrastraron
hacia allí.

Shen Qingqiu vio algunas arañas con cabeza humana trepando sigilosamente sobre los
cuerpos de algunos discípulos de la montaña Cang Qiong, sus patas peludas preparadas para
perforar sus sienes. Ya no tenía poder espiritual, así que sólo pudo agarrarlas del pelo
enredado y lanzarlas hacia un lado.

Se aseguró de a dónde apuntaba antes de lanzar. ¡En dirección a ese traidor, Shang Qinghua!

Por otro lado, Mo Beijun ya tenía cierta idea sobre lo que era Luo Binghe, así que se acercó
para dar el golpe final.

Sus dedos se movieron y enviaron una luz roja brillante a la frente de Luo Binghe.

La luz se extendió nada más tocó su frente, entrando directamente en su carne y derritiéndose
en un ardiente sello rojo. Luo Binghe, que se había vuelto loco por la necesidad de matar, no
sabía qué era eso. Sólo sabía que le comenzó a doler a horrores la cabeza, casi haciéndolo
arrodillarse en el suelo. Todo su cuerpo se retorció en un impulso salvaje de no ceder.
Convenientemente, con un un lanzamiento, la energía demoníaca explotó como un cañón
hacia Mo Beijun.

Esa vez el poder había sido extremadamente fuerte. Mo Beijun levantó la mano y lo detuvo,
ligeramente sorprendido al hablar:

―No está mal ―tampoco le importaba si Luo Binghe le estaba escuchando o no, porque
habló para sí mismo―: El reino humano no es tu lugar. ¿Por qué no vuelves a tus orígenes?

Ahora, Shen Qingqiu finalmente pudo confirmar con un cien por cien de certeza.

¡La aparición repentina de Mo Beijun fue con el propósito de tomar el lugar del Rinoceronte
Pitón Lunar!
Sólo que en comparación con la bestia, Mo Beijun había hecho las cosas más a fondo. Él...
él... realmente abrió directamente el sello, liberando la sangre demoníaca de Luo Binghe.

―Fin del capítulo 26―

[1] Mo Beijun (漠北 君): 'Mo' es desierto, 'Bei' es norte, y 'Jun' es señor/monarca. Podríamos
decir que la traducción literal sería algo así como 'Señor del Desierto del Norte'.

CAPÍTULO 27

Shen Qingqiu se sorprendió tanto que no pudo pronunciar ni una palabra. Vio como Mo
Beijun se daba la vuelta y se marchaba.

Terminó su misión y se fue... ese NPC hizo las cosas a fondo. Él vino misteriosamente y se
largó de la misma forma. Sin embargo, originalmente en verdad era un personaje muy
misterioso. Dondequiera que Luo Binghe lo necesitara, él aparecería allí sin ninguna
explicación, por lo que eso que acababa de hacer no parecía tan descabellado.

Lo que era descabellado era lo que pasaría a continuación.

Habiendo tenido una feroz batalla y estando arrodillado en medio de las ruinas, los ojos de
Luo Binghe parecían estar en blanco, como si estuviera a punto de destrozar cualquier cosa
de un momento a otro. El interior de su cerebro ahora era como un volcán inactivo durante
años que repentinamente entraba en erupción. La sangre fluía a través de sus vasos
sanguíneos como si fuese magma. Incluso de pensar en eso dolía. Hasta a Shen Qingqiu
comenzó a dolerle.

El sistema emitió una alerta aguda sin precedentes.

【¡Advertencia! Nueva misión importante: ¡Abismo sin Fin y odio sin fin se ha desbloqueado
oficialmente! Si no la puede completar, ¡el nivel de serenidad del protagonista disminuirá en
20.000 puntos!】

Espera, espera un momento.


Ayer te lo pregunté, ¿no dijiste que eran 10.000?

¿Han pasado sólo unos días y se ha multiplicado por dos mágicamente?

Sistema, que le jodan a tu madre hasta que explote, jeje.

Las propias heridas de Shen Qingqiu aún no se habían tratado. Se tambaleó débilmente hacia
Luo Binghe, que seguía petrificado en el suelo. Le dio unos golpes en la espalda[1] e insertó
algunas agujas de energía espiritual en su cuerpo.

¿Pensabais que algo tan simple surtiría efecto?

Luo Binghe no sólo recuperó la consciencia, sino que la energía demoníaca dentro de su
cuerpo explotó. Shen Qingqiu al fin escupió el bocado de sangre que había estado
reprimiendo durante tanto rato.

En ese momento, Luo Binghe realmente despertó.

Shizun... estaba delante de él...

Había sangre... ¿estaba herido?

Lentamente su mente comenzó a despejarse, capaz de juntar algunas palabras borrosas que le
habían dicho antes. Esa cara familiar también se fue aclarando gradualmente.

Shen Qingqiu vio que finalmente había recuperado la cordura. Se limpió la sangre de los
labios.

―¿Ya estás despierto? ―dijo con calma. Hizo una pausa larga, y luego añadió―: Si es así,
tenemos que hablar. Luo Binghe, ¿cuánto tiempo llevas cultivando el camino demoníaco?

Una vez que esas palabras fueron dichas en voz alta, Luo Binghe sintió como si hubiese caído
desde una gran altura a un estanque helado. Incluso si no quería oírlo, no había forma.

Vio la cara de Shen Qingqiu fría como el hielo y la escarcha, y su corazón pareció caer.

Antes, Shen Qingqiu siempre lo llamaba sólo "Binghe"[2], no lo llamaba por su nombre
completo.
―Shizun, puedo explicarlo ―susurró.

Aunque Luo Binghe todavía era un adolescente, siempre estaba sereno y tranquilo, con una
cabeza centrada sobre sus hombros jóvenes. Esa vez, su cara tenía una expresión de alarma y
desconcierto, como si quisiera explicarlo pero no supiese por dónde comenzar. El digno
protagonista masculino había caído así de bajo.

Al verlo de esa forma, Shen Qingqiu no quiso mirarlo más. Su corazón ya no lo soportaba.

―¡Cierra tu boca! ―espetó apresuradamente.

Al verlo sin palabras, sintió que estaba siendo demasiado duro. Luo Binghe también había
tenido miedo de caer, como un niño golpeado, confundido e ignorante. Sus oscuros ojos lo
miraban así, con su boca obedientemente cerrada.

Shen Qingqiu fijó implacablemente su mirada en él, sin suavizarse ni un poco.

―¿Desde cuándo lo haces?

―...Dos años.

Shen Qingqiu guardó silencio. Pensó para sí mismo si de verdad era necesario preguntarle a
ese niño. Era demasiado honesto, en realidad debía tener mucho miedo.

Pero no sabía que Luo Binghe interpretaría su silencio como: "Muy bien. ¡Tú, discípulo
traicionero, me has ocultado esto durante demasiado tiempo!".

―Dos años. No me extraña que hayas avanzado hasta tal grado ―dijo Shen Qingqiu con
suavidad―. Luo Binghe, eres lo suficientemente digno. De verdad tienes un talento natural.

Realmente esas palabras expresaban sus sinceros sentimientos de admiración. Como


protagonista masculino, tenía un talento natural innato. Pero si se le presionaba para decir si
habían otros sentimientos, también existía una pizca de envidia y celos.

Pero eso en los oídos de Luo Binghe tomó un significado completamente distinto.

En un instante, se arrodilló frente a Shen Qingqiu.


Shen Qingqiu en su corazón estaba tan asustado que casi gritó: «¡No me jodas ahora! Desde
el primer día que te vi, ya te arrodillaste. ¿Cómo es que hemos llegado a este punto y sigues
haciéndolo? Este niño tiene unas rodilleras ya integradas. Si el protagonista masculino se
arrodilla, mi vida se va. ¡De verdad que no puedo darme el lujo de soportarlo!»

―¡Deja de arrodillarte! ―gritó, agitando su manga.

El movimiento de su manga obligó a Luo Binghe a retroceder unos pasos, aturdido como si
su cerebro tuviera problemas para funcionar bien.

¿Ya ni siquiera tenía el privilegio de arrodillarse ante shizun y pedir perdón?

―Pero shizun, tú un día dijiste que las personas podían ser buenas o malas, al igual que los
demonios también pueden ser buenos o malos... ―murmuró.

«¿En serio dije eso?» Shen Qingqiu lo pensó seriamente durante un momento.

¡Ah, realmente lo dijo!

Si tuviese que cambiar de opinión y negarlo, ¿no sería demasiado desvergonzado?

―No eres un demonio ordinario ―habló Shen Qingqiu con calma―. Eres un antiguo
demonio celestial. Tu familia ha matado a innumerables personas en el reino humano. Han
causado demasiados pecados, no importa cómo se digan las cosas. No se pueden comparar
con el resto de demonios.

Escuchar a Shen Qingqiu hablar así rompió sus esperanzas. Los ojos de Luo Binghe se
enrojecieron.

―Pero tú dijiste...

«¡He dicho mucas cosas! En un pasado, también dije que Shen Qingqiu debería ser castrado.
¡He dicho tantas tonterías que podría escribir un maldito libro de miles de páginas!»

...No estaba siendo para nada divertido.

Shen Qingqiu, que era bueno buscando el lado divertido de las cosas, no podía relajarse.
Sólo pudo consolarse a sí mismo con la razón que lo empujaba hasta ese punto: el dolor y el
sufrimiento por el que tenía que pasar Luo Binghe era necesario para convertirse en una
persona superior a todas las demás en el futuro.

Shen Qingqiu levantó silenciosamente su cabeza y sostuvo su espada Xiu Ya en una mano.
Apretó tanto la empuñadura que hasta aparecieron sutiles venas en su mano.

―Shizun... ¿de verdad vas a matarme? ―preguntó Luo Binghe, incrédulo.

―No quiero hacerlo ―la mirada de Shen Qingqiu atravesó su cuerpo.

En los recuerdos de Luo Binghe, nunca había visto a su shizun mirarle con una expresión tan
fría y resuelta. Incluso cuando entró por primera vez en la secta de la montaña Cang Qiong,
su mirada nunca había sido tan vacía.

Sintió que la imponente mirada de Shen Qingqiu no era distinta a cuando dirigió su juicio
contra esos demonios en un pasado, fueran malvados o no. No había rastro de calidez.

―Lo que dijo ese demonio es cierto. El reino humano no es donde debes estar. Vuelve a tu
lugar de origen.

Dio un paso hacia adelante, y Luo Binghe retrocedió otro, sin darse cuenta que detrás estaba
el Abismo sin Fin.

Giró levemente la cabeza, viendo toda la energía demoníaca tumultuosa revoloteando desde
el barranco. Se oían decenas de miles de lamentos y cientos de brazos deformados intentaban
extenderse hacia el reino humano. Los lugares más profundos del Abismo estaban ocultos por
una neblina negra siniestra.

Shen Qingqiu apuntó a la grieta con su espada Xiu Ya y dijo:

―¿Bajarás o necesitas que te ayude?

En realidad, esperaba egoístamente que Luo Binghe fuese por su propio pie. Aunque decirlo
de esa forma era demasiado cruel, quizás era mejor que golpearlo.

Pero Luo Binghe no se rindió.


No había forma de que creyera que el shizun que lo trataba tan bien realmente lo empujaría
sin piedad.

A pesar de que la espada Xiu Ya pinchó su pecho, todavía agarraba con desesperación ese
último hilo de esperanza.

Shen Qingqiu no quería apuñalarlo, de verdad. Sólo quería agitar su espada y asustarlo para
que Luo Binghe retrocediera un paso y se cayera de forma natural. Pero no pensó que Luo
Binghe no retrocedería ni un poco, y su espada se clavó en su pecho.

¡De verdad acababa de apuñalarlo!

Luo Binghe sostuvo el filo de su espada sin apenas fuerza, como si le dijese que no lucharía
contra él hasta que la espada no perforase su pecho por completo.

Los labios de Luo Binghe temblaron, aunque no dijo ni una palabra. La espada aún no había
atravesado su corazón, así que Shen Qingqiu podía sentir sus latidos a través del arma,
llegando directamente a su propio corazón.

Sin embargo, Shen Qingqiu debía erradicar el último indicio de esperanza de sus ojos.

Sabía que Luo Binghe no contraatacaría.

Por eso, después de derribarlo con un último golpe, también sabía que nunca olvidaría la
mirada desesperada de Luo Binghe mientras caía al vacío.

Cuando la secta de la montaña Cang Qiong, el palacio Huan Hua y los cultivadores del
mirador Tian yi hubieron terminado de limpiar los monstruos y llegaron, el Abismo sin Fin
ya había sido cerrado.

Shen Qingqiu trató adecuadamente las heridas de todos los discípulos que se habían
desmayado y yacían en el suelo (aparte del que pretendía estarlo, Shang Qinghua).
Él no había tenido cuidado de sí mismo. Su ropa estaba manchada de sangre, su rostro no
tenía emociones y estaba demasiado pálido. Parecía extremadamente lamentable.

Yue Qingyuan se adelantó para tomar su pulso y sus cejas se arrugaron al fruncir el ceño.
Dejó que Mu Qingfang se acercara a echar un vistazo. Cada secta fue a la masa desordenada
de discípulos y se llevó a los propios.

Liu Qingge se dio cuenta de que había alguien menos y preguntó:

―¿Qué ha pasado con ese discípulo tuyo?

Shen Qingqiu no respondió, sólo recogió los fragmentos de la espada destrozada del suelo.

Los discípulos de la cumbre Qing Jing corrieron hacia él.

―Shizun, esa espada... ―murmuró Ming Fan.

Podía reconocerla fácilmente porque cuando Luo Binghe la trajo, en un principio su corazón
latió de celos. Obviamente no lo admitiría.

Ning Yingying de repente comenzó a llorar ruidosamente:

―Shizun, tú... tú... no me asustes. ¿No es esa la espada Zheng Yang de Ah-Luo?

Cuatro estallidos de susurros llegaron a sus oídos:

―¿La espada Zheng Yang?

―¿Está hablando del amado discípulo del señor Shen?

―La espada está rota, ¿dónde está él?

―Él quizás ya...

―Si es así, entonces es una verdadera pena ―exclamó alguien―. ¡El joven héroe Luo se
había convertido en el primero en la tabla de clasificación! ¡Los genios mueren jóvenes!

Ning Yingying comenzó a llorar más fuerte.


Aunque a Ming Fan no le gustaba Luo Binghe, en realidad no quería que muriera. Además,
pensando en cómo shizun llegó a estar tan apegado a él, y como había muerto sin dejar ni tan
siquiera un cuerpo al que llorar, shizun debía estar muy triste. Toda la cumbre Qing Jing se
cubrió de una nube de tristeza. Incluso Qi Qingqi y Liu Mingyan de la cumbre Xian Shu se
conmovieron.

Liu Qingge era muy malo con las palabras. Le dio unas palmaditas a Shen Qingqiu en el
hombro y dijo:

―Tu discípulo ya no está, pero puedes aceptar a otro.

Aunque sabía que tenía la intención de consolarlo, Shen Qingqiu le dirigió una débil mirada.
¡Cualquiera que no hubiese arrojado a su propio protagonista masculino/discípulo al Abismo
sin Fin no podía ni tan siquiera comprender su dolor!

Olvidadlo, olvidadlo. Era una causa perdida.

―El discípulo de la cumbre Qing Jing, Luo Binghe... ―dijo Shen Qingqiu lentamente― fue
asesinado por los demonios.

―Fin del capítulo 27―

[1] Se refiere a acupuntura.

[2] Creo que ya lo dije en los primeros capítulos, pero como hace bastante de eso, me gustaría
hacer un pequeño recordatorio. En la cultura china antigua, uno no podía llamar por su
nombre tan alegremente a cualquiera. Para eso, antes tenía que haber cierta confianza y una
buena relación. "Binghe" es su nombre ("Luo" su apellido), por eso que Shen Qingqiu lo
llamase así era una forma de hacerle saber que le tenía confianza y cariño. Al pasar a llamarlo
"Luo Binghe" de nuevo, es como si se estuviese desligando de él. Hurts a bit, uh?

CAPÍTULO 28

Esa Conferencia de la Alianza Inmortal tuvo el mayor récord de víctimas en la historia.


Todos los cultivadores participantes sumaban 1.313 personas en total. Entre ellos, el palacio
Huan Hua perdió a 140 cultivadores y el mirador Tian Yi, 90. Además de los que no
participaron, se salvó el templo Zhao Hua, ya que eran los que trabajaron diligentemente para
mantener el encantamiento sobre Jue Di Gorge. Entre las tres grandes sectas, la secta de la
montaña Cang Qiong fue la que tuvo menos bajas: sólo 39 personas.

En cuanto al resto de sectas, sus nuevos cultivadores tenían poderes y técnicas marciales
mediocres. Ellos fueron los que tuvieron más bajas.

Originalmente, tener una buena posición en la clasificación de oro[1] era algo de lo que
fardar. Pero una cuarta parte de los nombres en esa lista habían perecido en Jue Di Gorge.

En particular, ese nombre que encabezaba a todos los demás, estando en primer lugar: de la
secta de la montaña Cang Qiong, viniendo de la cumbre Qing Jing, el querido discípulo de
Shen Qingqiu, Luo Binghe. Su espada se rompió y su cuerpo desapareció. ¿Cómo podría a
alguien no dolerle el corazón?

Y ni siquiera estaban contando a los cultivadores que entraron después para ayudar y nunca
volvieron a salir.

Después de esa batalla, todas las sectas resultaron gravemente heridas.

La cumbre Qing Jing recibió una lista de proclamaciones carmesí. El primer nombre en la
parte superior del papel era 'Luo Binghe', dorado y llamativo.

―Shizun ―Ming Fan entró para informar―. Acaban de entregar mil piedras espirituales.
¿Qué hacemos con ellas?

¿Mil piedras espirituales? ¿De dónde venían?

―¿Por qué de repente nos han entregado tantas? ―preguntó Shen Qingqiu.

―Shizun, ¿te has olvidado? ―Ming Fan habló con cuidado―. Durante la Conferencia de la
Alianza Inmortal, shizun apostó mil piedras espirituales en...

Shen Qingqiu lo recordó. Fue la apuesta que hizo por Luo Binghe. Él realmente demostró ser
digno, mostrando su buen manejo de espada durante la invasión demoníaca, y pasó por
encima de Gongyi Xiao y Liu Mingyan, ganando el primer puesto.
En el momento se había aferrado a la mentalidad de "ganar una fortuna con un golpe de
pluma[2]", pero ahora, por alguna razón, se sentía algo abrumado.

En el pasado, todos esos asuntos se los dejaba a Luo Binghe para que los manejara.
Teniéndolo a él, no necesitaba preocuparse. Pero ahora, Ming Fan tenía que preguntarle qué
debía hacer.

Shen Qingqiu pensó por un momento y dijo:

―Entonces, primero de nada, recógelas.

―...

Ming Fan realmente quería preguntar con más detalle acerca de lo que tenía que hacer, pero
al ver la expresión sombría de Shen Qingqiu, no se atrevió a hablar más. Él pensó que sería
mejor no molestarlo y rápidamente se retiró.

Durante varios días, los discípulos de la cumbre Qing Jing tuvieron cuidado, como si evitaran
un golpe de trueno, temerosos de dañar el dolorido corazón de su shizun. Todos pensaron que
después de un tiempo, habría un cambio gradual.

Quién pensaría que, después de pasado más de medio mes, cuando Shen Qingqiu parecía que
ya había vuelto a la normalidad, lo escucharían cerca de la casa de bambú llamando a Luo
Binghe por su nombre.

Ning Yingying apareció en seguida y sus fuertes pasos asustaron a Shen Qingqiu.

―¿Qué haces corriendo? Una niña tan enérgica, ¿qué tipo de apariencia es esa?

Los ojos de Ning Yingying se enrojecieron al instante.

―Shizun... ¿qué quieres de comer? Lo haré para ti.

―No es necesario ―respondió Shen Qingqiu, tosiendo secamente―. Sal a jugar.


―¡Shizun! Incluso si no tienes a Ah-Luo, todavía nos tienes a nosotros ―pataleó Ning
Yingying―. Estás tan distraído como si te hubiesen arrancado el alma... ¡no podemos
soportarlo más!

Shen Qingqiu no había pensado que la frase "distraído como si te hubiesen arrancado el
alma" pudiese concordar con él. A decir verdad, no importaba si él comía o no, su cultivo era
muy alto. Lo que sí que tenía eran antojos. Además, simplemente se descuidó y olvidó que él
había empujado ya a Luo Binghe hacia el Abismo sin Fin. ¿Cómo podría estar "distraído
como si le hubiesen arrancado el alma"?

Shen Qingqiu abrió la boca, sin saber cómo justificarse, cuando vio que Ning Yingying
estaba tan ansiosa que casi rompía a llorar. Se apuró para consolarla, y ella comenzó a
calmarse cuando él le prometió sinceramente que sólo se había confundido de nombre.

Después de que Ning Yingying se fuera, Shen Qingqiu dejó escapar un profundo suspiro. De
repente, sintió que esa niña pequeña que siempre era malcriada y fugaz en la novela,
arrastrándose detrás del resto, en realidad había crecido mucho.

Ella era parte del harem de Luo Binghe, ¿sabéis? Se suponía que era la más llorona y
obstinada, pero en realidad acababa de venir para consolar a su shifu.

¿Significaba que sus métodos de enseñanza eran buenos?

Bueno, lo que fuera, ¡eso no podía continuar así!

Él fue quien arrastró y golpeó al pequeño protagonista masculino, pero parecía que hubiese
sido cautivado por él o algo. ¡Sólo había pasado medio mes desde la última vez que lo vio, y
estaba mostrando por todos lados una cara como si fuera una viuda cuyo marido había
muerto! ¡Estaba asustando a sus discípulos!

¡Eso no era lo correcto, maldición! Shen Qingqiu se abofeteó mentalmente.

¡¿Quién tenía cara de viuda cuyo esposo murió?! Como si esas palabras pudiesen decirse tan
descuidadamente.

Sin embargo, con Luo Binghe desaparecido, realmente se sentía un poco solo. Especialmente
cuando pensó que, después de cinco años, cuando se reencontrasen... su relación cálida de
maestro y discípulo se convertiría en un discurso amable y una sonrisa que ocultaría la
intención de matar.

La destruida Zheng Yang fue traída de vuelta por Shen Qingqiu. Cavó un hoyo en la tierra de
detrás de la casa de bambú, levantó un letrero e hizo un montículo de espada[3]. Cuando sus
discípulos lo vieron en trance frente a la tumba, pensaron que extrañaba mucho a su amado
discípulo y suspiraron tristemente por dentro.

Sólo él sabía, en medio de ese suspiro triste colectivo, que ese joven brillante y cálido, no
volvería nunca de nuevo[4].

【¡Felicidades! Ha completado con éxito la importante misión "Principio de la leyenda: la


caída y el renacimiento de Luo Binghe". La recompensa es de 10.000 puntos de serenidad
para el protagonista.】

Al oír el aviso del sistema, Shen Qingqiu se sintió muy feliz. Parecía que después de todo,
tuvo piedad de él.

Pero, entonces...

【Aunque debido a circunstancias especiales, se ha calculado una nueva puntuación: el nivel


de desamor[5] del protagonista. Debido a que este valor de desamor es demasiado alto, la
serenidad del protagonista se borra a 0. ¡Continúe con sus esfuerzos!】

...Borrado a 0... Borrado a 0... Borrado a 0...

Esas tres palabras giraron sin cesar en la mente de Shen Qingqiu...

«¡Qué clase de mierda es esa llamada nivel de desamor! ¿No te dije que no calcules datos
extraños? ¡Vete a la mierda! ¡¿Estaba tratando tan bien a Luo Binghe que ahora hasta tiene un
nivel de desamor?!»

Trabajó duro como un toro, pero en un momento había regresado al principio. El corazón de
Shen Qingqiu se sintió tan sofocado como si se le hubiese venido encima todo el Océano
Pacífico.
Como él no era feliz, por supuesto, tenía que hacer infeliz a otro. Y como resultado, Shen
Qingqiu dejó que Ming Fan hiciera un recado obedientemente, invitando a Shang Qinghua a
la casa de bambú.

Shang Qinghua dejó la taza de porcelana y sonrió:

―Ya me imaginaba que el señor Shen sería tranquilo y elegante. Incluso esta pequeña taza de
té es exquisita. Este grado de elegancia hace que me sienta algo avergonzado por mi
inferioridad.

En el pasado, la cumbre Qing Jing y la cumbre An Ding nunca contactaban entre ellas, por lo
que su relación no era ni fría ni cálida. Sobretodo porque la actitud de Shen Qingqiu era
prepotente y helada, la cumbre An Ding nunca tomó la iniciativa de complacerlo.

Pero esa vez, había enviado a su discípulo a la cumbre An Ding para reforzar relaciones.
Shang Qinghua no pudo descifrar qué quería, pero como nadie golpeaba a una persona que
tenía una cara sonriente[6], primero dijo algunas palabras agradables. No había forma de que
saliera mal.

Los discípulos de Shen Qingqiu se retiraron, cerró la puerta y suspiró:

―Señor Shang, tengo que aclarar un asunto. Cada pasto y cada árbol, cada copa y cada plato
de esta cumbre, fue arreglado personalmente por mi discípulo.

―... ―Shang Qinghua suspiró, comprendiendo―. Ah, Luo Binghe era alguien con
habilidades excepcionales. Es una pena. Esos demonios nos dejaron con muchos problemas...
El mundo entero se compadece contigo.

―Si de verdad sintieras que es una pena, no habría sido un evento tan devastador ―dijo
Shen Qingqiu tranquilamente.

Al oír eso, Shang Qinghua de repente se puso rígido.

Después de un momento, su sonrisa se curvó sin rastro de algo malvado:


―Señor Shen, ¿qué significa eso? ¿Culpas a mi cumbre de no ser lo suficientemente
poderosa? Si ese es el caso, entonces permíteme disculparme.

―¿Dónde hay falta de fuerza? Más bien, se usó demasiada ―continuó Shen Qingqiu,
dándole una taza de té―. Incluso se han utilizado monstruos como Nu Yuan Chan, arañas
con cabeza humana y Águilas de Huesos que nunca habían entrado al reino humano. ¿Cómo
podría culparte de no tener la suficiente fuerza?

Shang Qinghua se puso en pie de repente, su expresión facial era compleja y hasta cambió de
color:

―Señor Shen, ¡cuida tus palabras!

Shen Qingqiu puso su mano sobre el hombro de Shang Qinghua y preguntó solemnemente:

―Hermano marcial Shang, ¿qué te pasa? Siéntante y hablemos.

―Tengo un corazón limpio y una conciencia intachable ―dijo Shang Qinghua, sonriéndole
fríamente mientras le retiraba la mano―. ¿Cómo podría temer a tu acusación llena de
mentiras?

―¿Avión Disparando hacia el Cielo?

De repente, pareció como si un enorme relámpago hubiese impactado directamente sobre la


cabeza de Shang Qinghua. Un momento después, su cuerpo entero tembló y susurró:

―Tú... ¿cómo conoces esa ID?

Al ver esa reacción, a Shen Qingqiu también pareció que le hubiese partido un rayo. Después
de algunos segundos, le palmeó el hombro y presionó hacia abajo con fuerza, mientras
sonreía ligeramente.

―Vaya, ¿de verdad eres tú? Terminé tu libro, ¿cómo no podría conocer tu ID? Si Mo Beijun
no hubiera salido y no hubieses sido lo suficientemente descuidado como para que te oyera
dejar escapar alguna palabra, ¡realmente no te habría reconocido, gran Dios!
En ese momento, en la fracción de segundo cuando Shang Qinghua se encontró con Mo
Beijun, sin querer escupió un "¡WTF!". Shen Qingqiu no le prestó atención allí, pero más
adelante comenzó a darle vueltas y sospechó.

Shang Qinghua no había soltado el Rinoceronte Pitón Lunar seguramente para detener el
desarrollo de la trama, para cortar de raíz el que Luo Binghe fuese empujado hacia el Abismo
sin Fin.

En cuanto a cómo supuso que era Avión Disparando hacia el Cielo... Sólo había una razón: de
las personas que conocía, aparte de los que no estaban involucrados en la escena, sólo estaba
el autor original. ¡Sólo había una entre un millón de probabilidades de que adivinara!

¡Que sus conjeturas tontas dieran en el blanco no fue su culpa!

Los dos estaban en silencio, hasta que Shen Qingqiu explotó:

―¡Agujeros en la trama sin rellenar! ¡Presagios inútiles! ¡Relámpagos por todos lados! ¡Una
gramática de nivel de primaria! ¡Si vas a escribir una novela de sementales, pues que sea una
maldita novela de sementales! ¡¿Qué haces perdiendo el tiempo con tanto abuso mental y
físico[7]?!

―...También soy una víctima ―dijo Shang Qinghua―. ¿Soy el autor, ¿no puedo ser
considerado el Dios que creó este mundo? Si transmigro, debería ser al protagonista. ¿Quién
sabía que después de enchufar un cable y electrocutarme, el sistema me asignaría un papel al
azar y me convertiría en carne de cañón?

―Todavía lo tienes mejor que yo ―Shen Qingqiu sonrió fríamente―. Luo Binghe me
cortará personalmente. En. Un. Palo. Humano ―el énfasis en cada palabra indicaba un
resentimiento bastante profundo.

―¿Cuántos años llevas transmigrado? ¿Fue inmediatamente a ese nivel de maestría? Yo lo


hice desde la infancia. Empobrecido y luchando hasta la madurez, incluso pasé por el periodo
de sufrimiento como discípulo. ¿Tienes más experiencia que yo?

Compararon tragedias sin un claro ganador. El juicio final fue que los dos sufrieron lo mismo.
Shang Qinghua suspiró dramáticamente.
―Realmente conocí a un lector... Esto puede ser el destino. ¿Cuál era tu ID? Quizás nos
conocíamos.

―Pepino sin Igual.

―Ah, ¿no fuiste tú quien pidió que el villano fuera castrado? ―dijo Shang Qinghua, después
de pensar por un momento―. El Shen Qingqiu original era obsceno y trató de tener éxito con
Ning Yingying.

―...Eso es cosa del pasado ―cambió de tema hábilmente en seguida―. Bien, te he llamado
porque he pensado en una solución que resolvería el problema común que compartimos.

―¿En serio?

―¿Te crees que puedo bromear sobre este tipo de cosas? ―Shen Qingqiu lo zarandeó―. Mi
solución podrá asegurar la raíz del problema si no se filtra la información. Aunque todo salga
mal y el destino sea la muerte... podríamos arreglarlo.

Sólo faltaban dos pequeñas condiciones.

El éxito o el fracaso dependían de una sola acción. Vería si Shang Qinghua, su compatriota,
sería de ayuda.

―Fin del capítulo 28―

[1] Clasificación de oro: es la misma tabla de clasificación pero se refiere a los primeros
puestos. No sé cuántos puestos más o menos, pero pongámosle entre los 50 o 100 primeros.

[2]Ganar una fortuna con un golpe de pluma (賺 一筆 是 一筆): es un dicho chino. Supongo
que significa algo así como hacer algo sencillo para después ganar una fortuna. No lo he
entendido tampoco demasiado bien, así que espero haberlo traducido correctamente.

[3] Montículo de espada (劍塚): traducción literal. Como una tumba que se hacía para
alguien cuando no se tenía el cuerpo.
[4] Me gustaría explicar esta escena ya que la traducción era algo extraña y sentía que añadir
más palabras para explicarlo ahí directamente quedaría mal. Shen Qingqiu está haciendo una
tumba con la antigua espada de Luo Binghe para despedir al antiguo Luo Binghe, por eso usa
su arma vieja. Sabe que cuando él salga del Abismo, no volverá a ser igual.

[5] Nivel de desamor: literalmente "heartbreak". Me parecía la mejor forma de traducirlo.


Este nuevo valor de puntuación se basa en lo que se rompa el corazón de Luo Binghe
dependiendo de las acciones de Shen Qingqiu.

[6] Se refiere a que nadie haría daño a alguien que fue amable.

[7] En referencia a la infancia de Luo Binghe.

CAPÍTULO 29

―¿Recuerdas un tipo de organismo raro que creaste que aparece una vez cada mil años?

―... ―Shang Qinghua se quedó sin palabras durante unos segundos―. No sé ahora mismo,
he creado demasiadas cosas con esas características, quizás miles.

«Ah, ¡así que lo admites tan tranquilamente!» Shen Qingqiu suspiró.

Al momento, Shang Qinghua le dirigió una profunda mirada.

―¿Qué te pasa? ―preguntó Shen Qingqiu.

―Nada, sólo siento que, al fin y al cabo, eres un fiel lector. Recuerdas hasta creaciones que
yo mismo he olvidado. Estoy algo conmovido.

―... ―Shen Qingqiu se sintió incómodo y cambió de tema―. Mañana ven conmigo a
intentar buscarlo.

―¿Mañana? ¿No es un poco apresurado? ―tartamudeó―: En realidad, yo... no recuerdo


dónde está ubicado exactamente. Mi novela abarcaba casi veinte millones de palabras y sólo
se mencionaba de pasada. Déjame algo de tiempo para pensarlo.
―Ah, bien, entonces esperemos a que Luo Binghe se vuelva un asesino, reclute a Mo Beijun
como seguidor, me mate y luego te mate a ti. Quizás entonces no será demasiado tarde para
que lo recuerdes ―dijo Shen Qingqiu con sinceridad.

―Mañana, ¡definitivamente para mañana ya lo habré recordado!

De todos modos, el señor de la cumbre An Ding no tenía que preocuparse por tonterías como
la asignación de habitaciones o la personalización de uniformes para nuevos discípulos.

Así que Shang Qinghua tuvo el tiempo para pensar amargamente durante toda la noche,
sintiendo que su cabeza explotaría en cualquier momento. Hasta que finalmente, tuvo una
iluminación y rodeó un punto en el mapa.

Al verlo, Shen Qingqiu dio una palmada a la mesa y partieron de inmediatamente. Comer y
beber parte del viaje, jugar y divertirse, defenderse de los ataques y viajar en carruaje parte
del camino. Debería de haber sido muy agradable.

Pero hubo el pequeño problema, la desagradable excepción. Shang Qinhua se sentó en el


asiento del carruaje y gimió.

―¿Por qué estoy pagando la comida y el alojamiento? ¿Por qué tengo que conducir yo el
carruaje también?

―¿No te avergüenzas de ti mismo? ―dijo Shen Qingqiu desde el interior del carruaje―. El
dinero te lo entregó el líder de secta como gasto público. Sólo lo sacaste de tu bolsa.

Pensando en lo fervientemente que Yue Qingyuan lo miró antes de que se fueran, Shang
Qinghua sintió que le dolía el corazón al recordar sus palabras: "Hermano marcial Shang,
Qingqiu queda a tu cargo. Está envenenado, por favor, cuídalo".

¡Incluso lo llamó por su nombre tan íntimamente[1]...! ¿Cuándo había pasado algo así?

En comparación con esos discípulos internos que fueron cultivados cuidadosamente por los
señores de cumbres desde el principio, los discípulos externos que tuvieron que planear su
camino para escalar a la cima no tenían derechos humanos.

Por eso realmente no había futuro en la logística.


Como autor, originalmente había gastado toda su energía en moldear a Shang Qinghua con
una vida de muy mala calidad, pero gran Dios Avión Disparando hacia el Cielo al fin se dio
cuenta del sufrimiento de sus personajes.

―Tienes manos y pies, ¿por qué no-? ¡Joder, joder!

Shen Qingqiu sintió que el carruaje se estrellaba contra algo y Shang Qinghua frenó el
caballo. Levantó las cortinas y dijo con cautela:

―¿Qué ha pasado?

El carruaje de caballos viajaba por un espeso bosque.

En medio de los viejos árboles que se elevaban hacia el cielo, la luz solar estaba bloqueada
por capas y capas de hojas. Era difícil ver algún punto de luz.

Shen Qingqiu vio que no pasaba nada, pero no bajó su guardia.

―¿Por qué gritabas antes? ―preguntó.

―¡Vi a una mujer ahí arrastrándose por el suelo como una serpiente! ―Shang Qinghua aún
no se había calmado y estaba conmocionado―. ¡Podría haberla aplastado si no hubiese
frenado a tiempo.

―¿Y tenías que chillar así?

El bosque parecía tranquilo y no vio nada extraño, aunque Shen Qingqiu no se lo tomó a la
ligera. Se movió para sentarse con Shang Qinghua en el asiento del conductor, con una mano
a la espalda formando un sello[2], mientras inspeccionaba los alrededores. Con la otra mano,
la metió en su bolsa y sacó algunas semillas de melón.

―Sé obediente y cállate. Toma, rómpelas―dijo, dándoselas a Shang Qinghua.

Las habilidades de Shang Qinghua para ordenarle a la gente y hacer trabajos raros eran
decentes, pero cuando tenía que luchar contra lo sobrenatural, no era de demasiada utilidad.
Conociendo su propio nivel, cogió obedientemente las semillas de melón y comenzó a
romperlas. Con cada paso que avanzaba el carruaje, él roía una.

Entonces, después del tiempo que llevaba quemar una varita de incienso[3], finalmente
descubrieron... un problema muy grave.

Los dos miraron las familiares semillas de melón rotas que había en el suelo.

―Estoy seguro de que esas son nuestras semillas. Porque en la cumbre Qian Cao las cocinan
de tal forma que quedan rojas por fuera y amarillas por dentro ―dijo Shang Qinghua.

―Cállate, ya sé que vender semillas es uno de los negocios secundarios de la cumbre An


Ding. Es suficiente.

La pregunta era, ¿cómo habían vuelto a su posición original?

Los dos se miraron.

Un gui da qiang[4], tan cliché, se les aparecía delante de ellos.

―¿Por qué no tratamos de usar la orina de una virgen y empapar los ojos del caballo con
ella? ―dijo Shang Qinghua, al pensar en un método popular.

―El caballo también tiene su autoestima, ¿por qué deberías tirar eso a sus ojos? Además, en
esta montaña, ¿dónde se supone que encontrarás a una virgen?

Nada más decir eso, vio que Shang Qinghua lo estaba mirando muy en serio.

―¿Por qué me miras...? Ah, no, ni hablar. El carácter del Shen Qingqiu original era frío y
distante por fuera, pero perverso y asqueroso por dentro, por lo que probablemente lo era.
Pero yo no soy él, ¿qué te hace pensar que todavía soy virgen?

En realidad, Shang Qinhua estaba en lo correcto. Las cejas de Shen Qingqiu se arrugaron y se
palmeó el muslo, ignorando el tema. Dio la vuelta y entró de nuevo en el carruaje.

No pasó nada de tiempo hasta que escuchó a Shang Qinghua, que seguía fuera, chillar como
un fantasma. Shen Qingqiu se apresuró en tomar lo que había ido a buscar y salió, gritando:
―¡¿Qué pasa ahora?!

―¡Cuando entraste, noté una cosa peluda en mi cuello! ―Shang Qinghua estaba tan asustado
que habló casi sin respirar―. ¡Pasó cuando levanté la cabeza, vi una cara blanca ahí! ¡Míralo,
joder!

Shen Qingqiu levantó la cabeza y, obviamente, no vio nada. Por dentro pensó que no
importaba qué fuera aquella cosa. Era bastante inteligente y sabía pellizcar un caqui suave[5],
sólo se atrevió a jugar con Shang Qinghua porque tenía un aspecto más suave.

―No importa qué tan horrible sea, es una maldita creación tuya. ¿Por qué te asustas? ―dijo,
palmeándole el hombro.

Shen Qingqiu sacó el mapa que había ido a buscar al carruaje.

―Hermano Pepino, pensé que serías tan poderoso que podrías darle sentido a este bosque de
Bailu[6], pero mira tu mapa. Es del continente entero. Incluso si encuentras el bosque, sólo
sería un punto en el mapa. No podrás encontrar el camino con eso.

―Calla y mira por ti mismo este lugar ―dijo Shen Qingqiu, señalando hacia la parte inferior
del mapa.

La secta de la montaña Cang Qiong estaba hacia el este, el mirador Tian Yi cerca del centro y,
hacia el sur, estaba el territorio del palacio Huan Hua.

El lugar que ocupaba el bosque de Bailu estaba justo en el límite del territorio del palacio.

Shang Qinghua se dio cuenta de repente:

―¿El palacio Huan Hua dibujó el bosque de Bailu como parte de su territorio? Entonces este
gui da qiang, ¿es su formación protectora?

Cada gran secta tenía su propia formación para evitar que las personas sin escrúpulos
causaran problemas. Por ejemplo, la Escalera del Cielo Ascendiente de la secta Cang Qiong:
si fueras un mortal que no conocía el camino, subirías sin poder encontrar jamás la cima, y lo
único que encontrarías sería la muerte. Sólo podías esperar a que los discípulos de guardia te
guiaran.
Pero ellos estaban atrapados en ese bosque sin un guía, así que sólo podían seguir caminando
en círculos.

«Sistema, ¿estás ahí?» preguntó Shen Qingqiu en su mente. Pasaron los segundos y como
nada contestó, volvió a llamar: «¿No dijiste que tenías un servicio de 24 horas al día, 7 días a
la semana? ¡Si no sales, te daré una mala crítica!»

【Hola, el sistema ha entrado en modo hibernación. En este momento sólo hay un sistema
automatizado. Si necesita servicio, ayúdese a sí mismo.】

«¿Cómo que... hibernando?»

De repente, recordó que el sistema últimamente no le había dado ningún punto B ni otro tipo
de valores extraños.

El sistema automatizado dijo:【La conexión del sistema a la fuente de energía principal 'Luo
Binghe' se ha roto. Está en mantenimiento y se está actualizando en segundo plano. Una vez
que se haya restablecido la conexión, el sistema se activará. Espero que el uso del
autoservicio le resulte una experiencia agradable. Gracias.】

«El sistema normal ya hacía que me duelan las bolas, ¿el automatizado me las aplastará
directamente? ¡Qué mierda! ¡Ahora resulta que la fuente de energía es Luo Binghe!»

«Además, ¡sistema automatizado mi culo! ¡Siempre da las dos mismas respuestas!»

Shen Qingqiu golpeó a Shang Qinghua:

―¿Tu sistema está en línea?

―Dice que está en medio de un mantenimiento ―contestó, luego de unos segundos.

¡Entonces Luo Binghe era la fuente de energía de todos los sistemas! ¡Qué gran muerte!

Era un asunto serio, pero a la vez no. Pensando en eso, si no podía obtener puntos, la trama
no avanzaría y Luo Binghe no saldría del infierno. ¡Si no podía conseguir puntos, no se
encontrarían! ¡Ya no había tabúes ni nada estaba prohibido!

Shen Qingqiu se estaba consolando a sí mismo cuando, de repente, un arbusto se movió.


―¡Sal! ―gritó, golpeando con un sonido resonante. De su cintura, la espada Xiu Ya salió de
su vaina y, siguiendo los comandos de los sellos formados por Shen Qingqiu, giró y cortó.
Pero lo que se escondía era escurridizo, y ni una de sus puñaladas le dio.

De repente, Shen Qingqiu hizo que su espada emitiese un brillo fuerte y penetrante. Esa cosa
chilló de forma estridente y retrocedió rápidamente. El arbusto ya había sido destrozado y no
tuvo más remedio que huir a otro lado.

―¿Quizás le tiene miedo a la luz? ―preguntó Shang Qinghua.

―¿Será el fantasma femenino de antes?

Ambos estaban a punto de tener una discusión cuando, de repente, se oyó un leve sonido de
pasos. La técnica de ese desconocido era muy buena. Si no fuera porque el cultivo de Shen
Qingqiu era muy alto, no habría podido escucharlo venir. Desde las profundidades del
bosque, vio a un joven vestido de blanco.

El chico levantó su espada envainada, con un rostro vigilante. Pero después de verlos, su cara
cambió y rápidamente retiró su espada.

―Estaba investigando los alrededores y oí ruidos, pero no esperaba que fuesen el Maestro
Inmortal Shen y el Maestro Inmortal Shang.

Shen Qingqiu vio que era bastante guapo, sólo que con unos ojos un poco verdes por la
inexperiencia.

―¿Quién eres?

El joven casi resbala.

―Realmente tienes mala memoria ―murmuró Shang Qinghua junto a su oído―. Es Gongyi
Xiao.

Gongyi Xiao estaba deprimido. A pesar de que Luo Binghe lo derribó en la clasificación,
todavía quedó en segundo lugar con muy buena puntuación. Además, anteriormente era
considerado como la persona con la mayor probabilidad de obtener la victoria, y conoció a
muchos líderes de alto nivel en eventos importantes. Que Shen Qingqiu no lo reconociera fue
un golpe bajo para él.
―Señores, ¿por qué no enviaron un aviso con anticipación? Lo siento mucho, realmente los
hemos retrasado y les hemos dado dificultades.

El palacio Huan Hua de verdad consideraba el bosque Bailu como su territorio.

―No teníamos planeado rendir homenaje al palacio Huan Hua; sólo veníamos a lidiar con
una situación en este bosque.

Gongyi Xiao estuvo a punto de preguntarles que qué situación era, pero se quedó callado.

Si Shen Qingqiu no había declarado claramente su propósito, no hubo necesidad de más


discusión. No importaba qué tan curioso fuese, no se atrevió a hacer más preguntas a sus
mayores. Después de todo, él fue el primer discípulo del antiguo señor del palacio durante
muchos años y debía saber leer el ambiente.

Era demasiado inapropiado para una persona de una generación más joven preguntar
directamente a uno de sus mayores.

Mirándolo desde otra perspectiva, ¿qué pasaría si quisiera averiguar por qué había dos
señores de otra secta escabulléndose en las fronteras de su territorio? ¿Qué pasaría si dijera
algo como "si estás en el patio de mi casa, por supuesto que sigue siendo mi casa"?

Shen Qingqiu quería decir algunas palabras para que se largase, pero Gongyi Xiao se le
adelantó:

―No es mi intención molestar a mis mayores, pero puedo ayudarles.

―¿Por qué no lo traemos? Puede luchar contra los enemigos ―la cara de Shen Qingqiu tenía
una leve sonrisa y sus labios casi ni se movieron cuando murmuró.

―¿Y si no nos deja quitar la semilla de la Flor del Rocío del Sol y la Luna[7]? ―susurró de
vuelta Shang Qinghua.

―¿Eres imbécil? Cuando llegue el momento, cógela y vete ―Shen Qingqiu no pudo ser más
desvergonzado―. No puede usar la fuerza contra nosotros, tendrá que volver con su maestro
para informar. Para entonces, ya habremos huido. ¿O quieres esperar a que vuelva?

―¿Qué pasa si las dos sectas se antagonizan?


―¿Por una cosa tan tonta se enfrentarían? Además, la Flor del Rocío de Sol y la Luna es
nuestro salvavidas. Tu vida o tus relaciones políticas, ¿qué eliges?

―¡La cogeremos y ya! ―dijo Shang Qinghua sin vacilar.

Shen Qingqiu levantó la cabeza y le habló a Gongyi Xiao:

―¡Vayámonos!

Como resultado, el arduo trabajo de conducir fue entregado a la generación más joven.
Mientras controlaba las riendas, dijo:

―Señor Shen, tengo un problema que no puedo resolver.

―Habla.

―Con su fuerza de cultivo, usted no debería de haber tenido problemas para romper la
formación de mi secta ―comentó Gongyi Xiao―. ¿Por qué resultó en una fluctuación tan
grande de poder espiritual?

Shen Qingqiu tosió por dentro. Bueno, la razón era simple. Podías memorizar las formas
matemáticas, pero no por eso sabrías resolver los problemas.

―La fluctuación no se creó al romper la formación, sino al enfrentarse a un monstruo extraño


―Shen Qingqiu habló con una verdad a medias.

―¿Un monstruo extraño?

―No sé si realmente era un monstruo, pero su apariencia parecía malvada y diferente a la de


un ser humano normal.

―Cerca del bosque Bailu, hay signos de humo dentro de cinco kilómetros ―dijo Gongyi
Xiao―. Nunca han habido invasiones de monstruos por aquí. Ni siquiera hay bestias salvajes.

―Entonces, ¿qué podría ser? Notamos una especie de monstruo peludo con cabello largo,
incluso su cara estaba hinchada como la de un cadáver.
―Sea lo que sea, será mejor que no vuelva a aparecer. No dejaré que mis mayores se
ensucien las manos, yo me encargaré.

El respeto que hubo en sus palabras no era fingido. Aunque no conocía mucho el poder real
de la espada Xiu Ya del señor de cumbre Shen Qingqiu, sólo su discípulo le había arrebatado
la primera posición en la tabla de clasificación de la Conferencia de la Alianza Inmortal.
También ese señor había salvado a muchos discípulos del palacio Huan Hua y era realmente
digno de un respeto especial.

Shen Qingqiu vio que no le faltaba la humildad que debía tener, y que en apariencia se
parecía al mismo Luo Binghe. Parecía un chico cálido y lleno de sentimientos, sus rasgos y su
sonrisa eran tan hermosos que era difícil que alguien se sintiera disgustado con él.

Por supuesto, este tipo de sentimientos podían describirse con una frase: ama la casa y a su
cuervo[8].

Se lamentó por dentro: Luo Binghe, ah, Luo Binghe. ¡Estaba corriendo por todos lados sólo
porque le tenía demasiado miedo!

―Fin del capítulo 29―

[1] Recordemos que llamar a alguien por su nombre de pila era sólo para personas que tenían
una relación muy estrecha, o mucha confianza.

[2] Para lanzar algunos hechizos, se tienen que hacer sellos con las manos. No sé si habréis
visto Naruto, pero es algo parecido.

[3] Tiempo de quemar una varita de incienso: aproximadamente de 5 a 30 minutos.

[4] Gui da qiang (鬼 打 牆): fenómeno de caminar en círculos.

[5] Pellizcar un caqui suave: dicho que significa intimidar a los débiles.

[6] Bosque de Bailu (白露林): bai 'blanco', lu 'camino' y lin 'bosque'.

[7] Flor del Rocío del Sol y la Luna (日月 露 華 芝): sí, se llama literalmente así.
[8] Ama la casa y a su cuervo: es decir, amar todo sobre una persona, incluso los defectos.

CAPÍTULO 30

Bajo la dirección de Gongyi Xiao, los tres rápidamente rompieron la formación del palacio
Huan Hua y se acercaron a la posición de su objetivo.

En la novela, la Flor del Rocío del Sol y la LuAna no se describió mucho. Sólo hubo una leve
referencia de que "apareció en una gruta cubierta por una espesa vegetación forestal". Al fin y
al cabo, no tenía mucha relación con el protagonista masculino o con los miembros de su
harem. Sólo era un accesorio de uno de los enemigos de Luo Binghe. Para pensar en tal punto
olvidado de la historia, Shang Qinghua realmente tuvo que exprimir su cerebro al máximo.

Fue sólo por esta razón que Shen Qingqiu se atrevió a actuar. Si se trataba de algo
relacionado con Luo Binghe, entonces no tendría agallas para buscarlo. ¡Pero si pertenecería
más adelante a un villano, no debería ser un problema!

¡Pelear con el protagonista por algo no tenía sentido, no ganaría ni en un millón de años!

Aunque la ubicación no era clara, lo bueno era que, en el bosque Bailu, sólo había una gruta.

Shen Qingqiu chasqueó los dedos y una llama amarilla apareció. Con otro movimiento, la
brillante llama flotó delante de ellos, abriendo un camino hacia la oscura y húmeda gruta.

Al principio, en el camino de piedra podían caminar los tres juntos. Pero hacia el final, se
estrechaba y sólo podían pasar de uno en uno, y encima de lado. El camino también era
complicado, con demasiados giros. La luz era tenue. Estaba oscuro incluso con la llama de
Shen Qingqiu.
Encendió algunas más y las unió en bolas de fuego que les seguían. Gongyi Xiao estaba al
final de la formación; Shang Qinghua quería esperar fuera de la gruta, pero fue pateado hacia
adentro por Shen Qingqiu. No sabía si tenía miedo o qué, pero cuando el brazo de Shang
Qinghua rozó el suyo, sintió que su propia piel se erizaba.

Al final, Shen Qingqiu ya no pudo tolerarlo.

―¿Puedes parar de tocarme de una vez? ―dijo en voz baja.

No hubo ninguna respuesta, pero no le prestó atención y siguió hacia delante. Quién se
imaginó que Shang Qinghua lo patearía en la pantorrilla.

―¡Joder! ―escupió Shen Qingqiu sin poder evitarlo.

―Hermano marcial Shen, ¿dijiste algo? ―la voz de Shang Qinghua se escuchó muy lejana.

Su voz reverberó en el retorcido pasillo de roca, que se extendía desde un largo camino.

Resultaba que había caminado cada vez más rápido, mientras el lento Shang Qinghua se
retrasó, bloqueando el camino de Gongyi Xiao que iba en la retaguardia. Ya los había dejado
bastante atrás.

Si no estaban con él, entonces... ¿quién le tocó?

Shen Qingqiu se detuvo de golpe. Sin expresión alguna, se frotó los brazos en un intento por
quitarse la piel de gallina.

Varias bolas de fuego aún flotaban en el aire, ardiendo débilmente.

«El enemigo está en la oscuridad, yo estoy en la luz[1].»

Shen Qingqiu sacó algunos talismanes de su manga con su mano izquierda y con la derecha,
levantó lentamente a Xiu Ya.

La luz de la espada iluminó bastante más el lugar. Por todos lados todo era roca oscura que
exudaba un olor a humedad.
De repente, recordó que cuando le golpearon en la pantorrilla, no se sintió como una patada.
Más bien fue como un... ¡cabezazo!

Shen Qingqiu bajó la cabeza en silencio, ¡e iluminó un rostro pálido e hinchado en el suelo!

Lanzó los talismanes hacia esa cara y el camino estrecho y angosto de repente se iluminó con
un desastre de rayos y luz ardiente. Quería usar su mano derecha para acabar de desenfundar
su espada, pero el lugar era demasiado pequeño. Ni siquiera la había sacado a la mitad antes
de que su codo y la empuñadura golpearan la roca.

Esa cosa era suave y parecía no tener huesos, deslizándose en el suelo como una serpiente
gigante, rápida como un destello. Incluso a una distancia tan cercana, todavía no había podido
encajarle un golpe. Para cuando Shen Qingqiu consiguió desenvainar su espada, la criatura se
giró velozmente y se alejó. Esa dirección era por donde venían Shang Qinghua y Gongyi
Xiao.

―¡Ciudado! ¡Algo va hacia allí! ―gritó en voz alta.

Shang Qinghua escuchó sus palabras y rápidamente agachó la cabeza.

―¡Joven héroe, volvamos! ―como alguien que trabajaba en logística, ¿cómo podría estar en
la vanguardia?

Gongyi Xiao no respondió. Ese camino de piedra era tan estrecho que era suficiente para
hacer que la gente se agobiara. Incluso de lado, sólo había el espacio restante de un puño
entre el cuerpo y las paredes. No podían dar la vuelta.

―¡Mirad el suelo! ¡Se arrastra por ahí! ―oyeron que Shen Qingqiu gritaba de nuevo.

No tardaron en ver una especie de serpiente humanoide deslizándose hacia ellos y Shang
Qinghua tomó una decisión rápida.

Se acostó en el suelo.

Gongyi Xiao tampoco había visto nunca una cosa así y se sorprendió por un momento. Y al
ver que el señor Shang estaba lo suficientemente espantado como para caerse, se asustó. Pero
no tardó en recuperarse.
―¡Disculpe! ―dijo, pasando por encima de él con un salto.

No importa cuán feo sea el proceso, la logística y la retaguardia intercambiaron posiciones...

―¡No saques tu espa...! ―Shen Qingqiu no había acabado de decir 'espada' antes de que
Gongyi Xiao la desenvainara rápidamente y cometiese el mismo error. La empuñadura
golpeó la pared de piedra.

Ah, qué estúpido...

En realidad, Shen Qingqiu pensó que quizás había sido algo precipitado. No había terminado
de escucharlo hablar antes de que comenzara a actuar. No era culpa de Gongyi Xiao,
probablemente habría pasado con cualquiera.

Excepto con Luo Binghe. En el pasado, cuando luchaban juntos, no necesitaban palabras para
que él le entendiera fácilmente y respondiera en consecuencia. Al compararlos de esa forma,
Shen Qingqiu recordó con anhelo a su querido antiguo discípulo.

El camino de piedra estaba lleno de giros y vueltas, húmedo y oscuro. Se adaptaba bien a los
movimientos de aquella cosa. Para cuando Shen Qingqiu logró sacar otro puñado de
talismanes, ya había desaparecido sin dejar rastro.

―Señor Shen, ¿esa era la criatura demoníaca que dijo antes que vieron en el bosque de
Bailu? ―preguntó Gongyi Xiao.

―Sí. No sé cómo se escapó si la teníamos rodeada.

La cara de Shang Qinghua no cambió de expresión cuando se levantó y palmeó su ropa para
sacudir la suciedad.

―Se me subió ―dijo.

―...

―Vamos, estará cerca ―comentó Shen Qingqiu, ignorándolo.


Esa vez, incluso si moría, ¡Shang Qinghua no estaba dispuesto a dejar que hubiese más de
dos chi[2] de distancia entre ellos!

Vagando hasta que se sintieron mareados, los tres finalmente consiguieron salir del estrecho
pasillo. En las profundidades de la gruta, el camino se abrió de repente frente a ellos.

Antes, Shen Qingqiu no podía entender cómo algo llamado "Flor del Rocío del Sol y la
Luna" podía crecer en una gruta donde no llegaba ni el Sol ni la Luna. Pero al llegar allí,
entendió por qué.

En la parte superior de la gruta, había un gran agujero que revelaba el cielo. Tanto la luz solar
como la lunar podían pasar directamente a través de esa abertura, al igual que un foco. Y en
ese punto era naturalmente donde crecería esa flor.

Ese pequeño pedazo de tierra estaba rodeado por un lago resplandeciente que parecía de jade.

―El lago Lushui[3] ―dijo Shang Qinghua. Como era el escritor, era imposible que se
equivocara.

Habiendo escuchado eso, Shen Qingqiu pudo respirar tranquilo. Parecía que habían
encontrado el lugar correcto.

El agua del lago no era para nada corriente. No tenía afluente, era agua acumulada del rocío
que caía por las mañanas.

El agua sin afluente + el rocío matutino lleno de energía espiritual alimentó la Flor del Rocío
del Sol y la Luna. Después de que madurara, necesitaba sumergirse más en el agua y la tierra
para nutrirse y que su energía espiritual llegase a ser ilimitada e inagotable.

Gongyi Xiao suspiró y finalmente se dio cuenta de la razón por la cual la secta Cang Qiong
envió a estos dos señores de cumbre en un viaje.

No entendía de qué podía sentirles, por lo que sintió que era raro. La secta de la montaña
Cang Qiong era una experta en recolectar hierbas inusuales y milagrosas. Seguramente
tendrían exceso de todas. La Flor del Rocío del Sol y la Luna era una hierba muy rara y
exquisita, pero no creía que fuese tan importante como para enviar a dos señores a recogerla
personalmente.
A los ojos de Shen Qingqiu, ese brote blanco y carnoso plantado era su esperanza de
supervivencia.

Con un barrido del dobladillo inferior de su túnica, caminó rápidamente hacia el lago. El agua
parecía buena, ¡meterse seguro que hasta sería saludable!

Después de caminar algunos pasos, se sumergió en el agua hasta que le llegó por la cintura.
No estaba ni caliente ni fría. Se empapó en su piel como si pudiese humedecer directamente
su corazón, haciéndolo feliz.

Shen Qingqiu miró las decenas de semillas blancas y tiernas que salían del brote y, respirando
hondo, extendió la mano. Con cuidado, las separó de la flor y las puso directamente en sus
mangas.

Funda de almacenamiento espacial infinita[4], un producto imprescindible para un cultivador


siempre que salía de casa. Fue cortesía del jefe de secta, Yue Qingyuan.

Aunque estas semillas aún eran pequeñas, no podía dejar que crecieran brotes. Si esperaba
hasta encontrar un lugar donde el poder espiritual y el fengshui se combinaran y las plantara
allí, ¡entonces esas semillas se convertirían en su salvavidas!

Shen Qingqiu tenía miedo de romper esas pequeñas cosas con sus manos y dudó un momento
cuando estaba a punto de sacar más. Después de todo, esas semillas eran parte del ecosistema
de ese lugar. Si las cogiese todas, no sería muy moral.

Sus pensamientos se enredaron, pero pensó de nuevo. Ni siquiera sabía si funcionaría. ¿Qué
pasa si, al manejarlas mal, las arruinaba? Unas más podían salvar su vida.

La última semilla de rocío ya estaba en sus manos y aún no la había guardado en su manga
cuando Shen Qingqiu oyó el sonido de una espada desenvainándose tras él.

Cuando giró la cabeza para mirar, Gongyi Xiao sostenía la espada en una mano. Él y Shang
Qinghua lo estaban mirando fijamente.

Shen Qingqiu contuvo el aliento. De repente, una cosa grande y larga vino desde atrás,
dirigiéndose directamente hacia él. ¡Era esa cosa que los había estado persiguiendo!
Al mismo tiempo, las manos de Gongyi Xiao formaron un sello y su espada voló hacia esa
cosa tan rápida como un rayo. Pero consiguió escapar, y como su intento por atacar a Shen
Qingqiu fue frustrado, volvió a sumergirse. Agitó la arena y la tierra que había estado
asentada durante muchos años en el fondo del lago, volviendo el agua turbia.

―¡Señor Shen, suba rápido! ―gritó Gongyi Xiao, nada más recuperó su espada.

―No entres en pánico ―sonrió Shen Qingqiu―. Voy a pescar un poco para divertirme.

Se quedó quieto en su lugar y no se movió, sacando lentamente un hechizo de talismán de


papel.

―Enfrentar a esa cosa con un solo hechizo no parece... ―La palabra 'suficiente' no había
salido de los labios de Gongyi Xiao cuando Shen Qingqiu chasqueó los dedos y el papel se
convirtió en una pila de talismanes―: ...

Shen Qingqiu los golpeó en el agua bruscamente. Unos, dos, tres... ¡y hubo un tremendo
ruido!

¡La superficie del lago arrojó olas enormes que tenían poco menos de 40 metros[5] de altura!

Esa serpiente humanoide salió volando fuera del agua y cayó pesadamente al suelo junto a los
pies de Shang Qinghua.

Shen Qingqiu llegó goteando a la orilla. El baño de agua del rocío era tan refrescante que no
se apresuró. Se cruzó de brazos y dijo:

―¿Qué es esta cosa?

Gongyi Xiao le dio la vuelta con cuidado y los tres se quedaron atónitos. Después de un largo
rato, Shen Qingqiu miró a Shang Qinghua y volvió a preguntar:

―¿Qué es?

―¡...No lo sé! ―suspiró Shang Qinghua.


Realmente no lo sabía. Según lo que podía ver, la cabeza de esa cosa tenía un cabello sucio, y
su piel estaba cubierta de piel gruesa con escamas anchas. No había ni un punto uniforme,
como si sus escamas fueran rasgando por todos lados.

Shen Qingqiu pensó que era un fantasma femenino, pero después de verlo más cerca, pudo
ver que era la cara de un hombre a pesar de estar hinchada.

―Yo... no he escrito sobre esto ―dijo Shang Qinghua, agitando su mano.

―Te creo...

Si en la novela no hubiese usado ni cincuenta palabras para describirlo, ¡probablemente no lo


recordaría!

Gongyi Xiao no entendió de lo que hablaban, así que pronunció su propia suposición:

―Mírenlo, señores. Quizás nació así.

Shen Qingqiu pensó que era razonable. Mirando su forma grotesca que era completamente
diferente a una criatura normal, parecía como si estuviese deformado, o fuese una especie de
híbrido.

―Castigo celestial, maldición o fracaso en el cultivo[6] ―murmuró.

Esas tres posibilidades tenían más probabilidades de ser la razón por la que ese hombre era
así.

La criatura estaba mirando fijamente la manga de Shen Qingqiu. Aunque su apariencia era
horrible y espantosa, los ojos que estaban algo cubiertos por su cabello desordenado eran
muy claros, al igual que el lago Lushui.

―No me extraña que nos atacase ―dijo de repente Shen Qingqiu, al darse cuenta de algo.
Los otros dos lo miraron sin entender―. Esta criatura nació del agua de rocío del lago
Lushui. El brillo de sus ojos es algo que debió de desarrollar al beberla. En sus escamas,
también crece algo de musgo rojo y verde, idéntico al que crece en las paredes de la cueva.
Debe de haber estado en esta gruta durante mucho tiempo.
Eso tenía sentido. Si dejaba que Shen Qingqiu sacara todas las semillas de la Flor del Rocío
del Sol y la Luna, no sólo destruiría el ciclo de la energía espiritual. Con el tiempo, el lago
Lushui se convertiría en nada más que un charco. Por eso esa cosa los persiguió.

En su mano, sostuvo la última tierna y hermosa semilla de rocío, jugando con ella entre sus
dedos. Los ojos de esa criatura se iluminaron al instante. Alzó ansiosamente la cabeza y
enseñó los dientes.

―¡Está buscando su muerte! ―gritó Gongyi Xiao, girando la empuñadura de su espada, con
una intención asesina.

El hombre serpiente luchó por arrastrarse por el suelo. Shen Qingqiu pensó que era muy
lamentable y se dio la vuelta.

―Para.

―¿Señor? ―Gongyi Xiao se detuvo al instante, pero no comprendió.

―Este hombre serpiente nunca ha hecho nada malo. Los habitantes locales alrededor del
bosque de Bailu han estado sanos y salvos durante años, ¿verdad? No hay necesidad de
matarlo.

Si esa cosa realmente hubiese matado a personas antes, el palacio Huan Hua lo habría
descubierto hace tiempo y lo habría aniquilado. Como no había hecho nada, no sabían de su
existencia.

Después de oír aquello, Gongyi Xiao retiró reticente su espada, envainándola. Parecía que
Shen Qingqiu y los monjes del templo Zhao Hua pertenecían al lado compasivo. Además,
Shen Qingqiu siempre tuvo debilidad por los animales inusuales. Siempre había estado
interesado en esas misteriosas criaturas, incluso más que en bonitas chicas que competían en
belleza. Podíais imaginar ese tipo de visión, y luego mirar a la criatura que se arrastraba
miserablemente en el suelo (...).

Pero nadie notó que la criatura en el suelo estaba temblando suavemente.

El cuerpo malformado escondió secretamente una pequeña semilla de rocío. Ese par de ojos
brillantes contenía un éxtasis turbulento.
Después de salir de la cueva, Gongyi Xiao se sentó activamente en el asiento del conductor
del carruaje.

―Señor Shen, no entiendo. ¿Por qué ese hombre serpiente no cogió las semillas por sí
mismo? ―preguntó.

―¿Viste el rayo de luz brillando desde el agujero en el techo de la cueva? Cuando


caminábamos por el bosque, nos lo encontramos, y se espantó cuando la luz solar fue
reflejada en mi espada. Supongo que no tolera la luz, especialmente la solar y la lunar. La flor
está bañada todo el día por los rayos solares o lunares, así que no puede acercarse.

La Wikipedia andante 'Shen Qingqiu' había vuelto a hacerlo. Como el palacio Huan Hua se
especializaba en combate, no entendió mucho, pero lo felicitó:

―Oh, ya veo. El señor Shen no sólo es compasivo, sino que también posee un amplio
aprendizaje y una memoria poderosa. Todavía tengo mucho que aprender.

Shen Qingqiu se rió para expresar su modestia.

Después de salir del bosque de Bailu, Gongyi Xiao los invitó a descansar en el palacio Huan
Hua y saludar al antiguo jefe de secta.

―Bastante que tomamos prestada la ayuda de su discípulo, no estaría bien molestarlo ―dijo
Shen Qingqiu.

«¿Bromeas? ¿Para qué íbamos a ir al palacio Huan Hua? ¿Para mostrarle las semillas al líder
de secta y luego irnos tan tranquilos a casa?»

―Aunque este viaje se hizo a toda prisa, aún puedes visitar nuestra secta en un futuro. La
cumbre Qing Jing esperará por ti ―añadió, con una sonrisa.

―La cumbre An Ding no tiene nada de divertido, si vas a la cumbre Qing Jing,
definitivamente el señor Shen te cuidará muy bien ―dijo Shang Qinghua.
Gongyi Xiao se puso muy contento por esa invitación inesperada. Sabía que a la cumbre Qing
Jing, que era tranquila y silenciosa, no le gustaba que invitados externos se entrometieran.

―Muchas gracias, señor Shen. Iré a molestar en un futuro ―respondió, con la cara llena de
sonrisas.

Cuando dijo eso, el arco de sus cejas y su sonrisa eran tan parecidas a las de Luo Binghe que
Shen Qingqiu se quedó atónito por unos segundos.

―No hay problema... ―dijo lentamente.

Después de separarse de Gongyi Xiao, Shang Qinghua suspiró:

―Él realmente es algo similar.

―¿A quién? ―preguntó Shen Qingqiu, fingiendo que no sabía de quién hablaba.

―Tu corazón ya sabe a quién me refiero ―replicó Shang Qinghua―. Te he estado


observando durante mucho tiempo, y si digo lo que pienso, me sentiré incómodo. ¿De verdad
te importaba tanto Luo Binghe como ese obediente y preciado discípulo tuyo?

Shen Qingqiu puso los ojos en blanco y le tiró de las orejas. Shang Qinghua tenía claro que
quería morir y siguió hablando:

―Escuché a los discípulos de la cumbre Qing Jing decir que su maestro pasaba los días como
si hubiese perdido su alma y hubiese ascendido al cielo, después de la Conferencia de la
Alianza Inmortal. Incluso varias veces llamaba a Luo Binghe y suspiraba mientras arreglaba
su tumba. Tú... ¿realmente tienes tendencia a ser un M[1] tembloroso?

«¡Es la segunda vez que usan esas palabras conmigo! ¡¿Me va a perseguir durante toda la
vida?!»

«Todos mis discípulos recorren el camino de tener sus mentes ocupadas en poesía y libros.
¿Cuándo se convirtieron en amantes de los chismes? ¿Cómo pueden decir esas palabras
descuidadamente por todas partes, dañando la imagen de su shifu?»

Shen Qingqiu de repente sintió un escalofrío en su espalda.


Gran Dios Avión Disparando hacia el Cielo persiguiéndolo con esas preguntas era como los
estudiantes de secundaria que chismorreaban en su dormitorio: "¡Di! ¿Te gusta en secreto
XXX? No cambies tus palabras~ No te avergüences O (∩_∩) O, jaja~"

Esa escena rosa... ¡se iba a volver loco, joder!

¡Y relacionarlo con dos hombres adultos fue realmente demasiado desagradable!

Shang Qinghua estaba siendo inocente. En realidad, no tenía un doble sentido, sólo exponía
sus dudas. Era sólo que Shen Qingqiu estaba teniendo pensamientos demasiado extraños.

―¿Qué haces ahí quieto? Muévete ―dijo Shen Qingqiu de golpe.

―¿Qué?

Shen Qingqiu metió el látigo en sus manos y Shang Qinghua se sorprendió.

―Gongyi Xiao no está.

―No has conducido ni una sola vez...

―¿Quieres que un paciente gravemente envenenado conduzca?

¡Qué maldito paciente!

¡¿El mismo que jugó con ese monstruo y lo bombardeó con talismanes tan eficazmente?!

¡Ten algo de cara!

Shen Qingqiu se acostó en el interior del carruaje y se acomodó las mangas.

Esas semillas eran su último recurso para preservar su vida. Calculando el tiempo, aún
faltaban cinco años para que Luo Binghe saliera del Abismo sin Fin.

Su único error de cálculo fue uno bastante grave.


Luo Binghe no tardaría tanto en salir.

―Fin del capítulo 30―

[1] El enemigo está en la oscuridad, yo estoy en la luz: un dicho que significa que no conoces
la posición del enemigo pero él sí que sabe dónde estás o cuáles son tus circunstancias.

[2] Dos chi: unidad de medida china. Aproximadamente 33cm.

[3] Lushui (露水): significa literalmente 'rocío', así que podemos imaginar de dónde viene el
nombre completo de la flor.

[4] Funda de almacenamiento espacial infinita (無限 空間 乾坤 袖): ¿Conocéis a Doraemon?


Pues su bolsillo mágico se quedaba pequeño en comparación al espacio infinito para
almacenar que tenían estos cultivadores en sus mangas.

[5] 40 metros: en realidad ponía doce zhang, pero he decidido usar un converter de distancias
y ponía que eran 38.4 metros. Creo que son unas olas un poco grandes para una cueva, pero
no preguntaremos a la autora...

[6] Castigo celestial, maldición o fracaso en el cultivo: estos tres términos aparecen mucho en
las novelas de cultivación. El castigo celestial es justo como suena. Los cielos están asociados
con el destino o la forma natural del mundo en la cultura china (no tiene nada que ver con la
religión). El cultivo es considerado algo que va "en contra" del mundo, por lo que incurre en
castigo celestial. Alguien que hace algo mal usando el cultivo suele acabar muerto o teniendo
un castigo celestial. Una maldición es una maldición(...) y el fracaso en el cultivo es como la
desviación del qi.

[7] M: masoquista

CAPÍTULO 31

En un abrir y cerrar de ojos, pasaron tres años.


Durante ese tiempo, excepto en los momentos en los que Liu Qingge lo ayudaba a limpiar su
cuerpo del veneno o Mu Qingfang le preparaba medicamentos, Shen Qingqiu asignó a
algunos discípulos mayores para supervisar el entrenamiento en la cumbre Qing Jing y pasó
la mayor parte del tiempo deambulando fuera.

Su vida anterior se basó en estar todo el día en casa jugando videojuegos y leyendo novelas.
Pero en aquel lugar no había ordenadores, así que su interés por el turismo se encendió. Sus
días fueron despreocupados hasta que de repente recibió un mensaje urgente de Yue
Qingyuan, diciéndole que regresara a la montaña Cang Qiong.

Se había ido tanto tiempo que ni siquiera podían ver su sombra, por lo que cuando volvió, los
discípulos de la cumbre Qing Jing se reunieron frente a la secta para dar la bienvenida a su
maestro. Al ver que Shen Qingqiu comenzaba a subir las escaleras, todos vitorearon y se
apresuraron a rodearlo.

El discípulo principal, Ming Fan, ya era un joven alto. Aunque no era guapo, al menos ya no
parecía un mono con la cara de un personaje carne de cañón. Ning Yingying había crecido
hasta convertirse en una joven encantadora con una figura elegante. También había recogido
su propia espada inmortal de la cumbre Wan Jin. Cuando vio a Shen Qingqiu, se apresuró y
abrazó su brazo mientras caminaban.

Aunque a la chica le gustaba abrazarlo, Shen Qingqiu ya no podía soportarlo. Ella ya no era
una niña, su cuerpo se había desarrollado. Y cuando su pecho lo rozó accidentalmente, la cara
inexpresiva de Shen Qingqiu estalló en sudor frío.

¡Esa era la esposa de Luo Binghe! ¡No se atrevería!

―Shizun, siempre estás lejos de la cumbre Qing Jing. Te extrañamos ―se quejó Ning
Yingying, como una niña mimada.

―También... te extrañé ―contestó Shen Qingqiu con indulgencia.

Eso no estaba bien. ¿No debería esa cría estar pensando en Luo Binghe? ¡¿Por qué te
centrarías en un villano escoria!?

¿Los originales Shen Qingqiu y Ning Yingying estaban tan cerca? Parecía que ella creció
para ser una mujer sensata. El Shen Qingqiu original probablemente babeó sobre ella de
forma unilateral.
«Y tú, como una de las esposas de Luo Binghe, ¿no deberías tener el corazón roto? Ya sabes,
sufrir cinco años de noches de insomnio, adelgazar por apenas comer de la depresión...»

«¡En cambio te has puesto rechoncha y saludable!»

Los discípulos pulularon a su alrededor mientras se dirigía a la cumbre Qiong Ding. Allí, Yue
Qingyuan estaba esperándolo afuera del pasillo para darle la bienvenida. Los dos compañeros
aprendices entraron al pasillo tomados de la mano.

Dentro del salón, los señores de cumbre ya habían tomado asiento, mientras que detrás de
ellos estaban sus discípulos más directos.

Liu Qingge fue la única excepción.

Eso fue porque entrenar en la cumbre Bai Zhan era como soltar a un rebaño de ovejas en un
potrero, libre y sin restricciones. A cada uno de ellos se les permitía practicar sus habilidades
como quisieran. Además de golpear ocasionalmente a algunos de sus discípulos, el señor de
la cumbre no les enseñaba nada hasta que alguno conseguía vencerlo. Entonces, la posición
del señor de cumbre podía ser entregada a ese discípulo. Así que, por supuesto, no tenía
discípulos directos.

Shen Qingqiu saludó a los demás y luego se sentó en su asiento correspondiente, con Ming
Fan y Ning Yingying detrás de él. Delante, estaban Qi Qingqi y Liu Mingyan, de la cumbre
Xian Shu.

No sabía cómo, pero un pensamiento apareció en la cabeza de Shen Qingqiu: si Luo Binghe
estuviese allí, sería el único parado detrás de su silla.

¡Para!

«Esto es demasiado molesto, por favor, protagonista, no sigas recordándome tu existencia.


[Saluda con la mano, adiós, adiós.]»

Yue Qingyuan fue el primero en hablar:

―Todos han sido convocados aquí por un problema urgente. ¿Han oído hablar de la ciudad
Jinlan?
―¿La ciudad Jinlan? ―el que habló fue Shang Qinghua―. Esa es una ciudad que hay en las
llanuras centrales, entre los ríos Luo y Heng. Hay mucho comercio allí y es bastante próspera.

―Sí. La gente venía de todas partes para comerciar en esa ciudad. Pero hace dos meses,
Jinlan cerró sus puertas ―después de una pausa, Yue Qingyuan agregó―: No sólo las han
cerrado, sino que no se permite que nadie entre o salga, y tampoco se pueden entregar
mensajes.

Era como si un centro comercial bien establecido se cerrase sin razón aparente. Había algo
raro ahí.

Shen Qingqiu levantó su taza de té y sopló el líquido suavemente, diciendo:

―Jinlan está más cerca del templo Zhao Hua, tienen muchos tratos con ellos. Si algo
sucediera, los maestros del templo deberían estar al tanto.

―Hace veinte días, un comerciante de Jinlan escapó por una vía fluvial de la ciudad y fue al
templo Zhao Hua a buscar ayuda ―dijo Yue Qingyuan. Que usase la palabra "escapar"
revelaba una situación muy grave―. Ese comerciante era dueño de la principal tienda de
armas de la ciudad. Todos los años iba al templo para encender velas y quemar incienso, por
lo que muchos lo conocían. Cuando llegó, estaba envuelto en una tela negra y sólo se le veía
la mitad de la cara. Se desplomó en los escalones del templo mientras repetía que había una
terrible plaga en la ciudad. Los monjes lo llevaron inmediatamente e informaron a los
ancianos, pero para cuando llegaron, ya era muy tarde.

¿Muerto?

―Ese comerciante se había convertido en un esqueleto ―al decir la última frase, toda la sala
se quedó en silencio.

Él dijo que el hombre sólo estaba cansado cuando llegó a la puerta del templo, ¿cómo se
convirtió de golpe en un esqueleto?

―¿Dijiste que su cuerpo estaba envuelto en tela negra? ¿Todo entero? ―preguntó Shen
Qingqiu.

―Sí. Los monjes trataron de ayudarlo a quitársela, pero él gritaba de dolor y no se atrevieron
a sacársela por la fuerza
Al oír aquello, podría haber sido como si se estuviese arrancando la piel.

―El abad del templo Zhao Hua estaba muy perturbado ―continuó Yue Qingyuan―.
Después de una discusión, esa noche enviaron a los maestros Wu Chen, Wu Huan y Wu Nian
para investigar. Ninguno de ellos ha regresado.

La generación "Wu" era antigua a la suya, por lo que su cultivo no debería ser peor.

―¿Nadie regresó? ―preguntó Shen Qingqiu con sorpresa.

Yue Qingyuan asintió solemnemente y dijo:

―El palacio Huan Hua y el mirador Tian Yi también enviaron algunos discípulos, pero
ninguno volvió tampoco.

Tres de las cuatro grandes sectas habían sido arrastradas a ese desastre.

Shen Qingqiu comprendió por qué habían sido convocados ese día.

―El resto de sectas nos enviaron un mensaje pidiéndonos ayuda ―continuó Yue
Qingyuan―. Este asunto es urgente y me temo que podría haber 'otros' a quienes les gusta
provocar problemas y que estén detrás de esto. Algunos de nosotros debemos ir a ayudar,
otros se quedarán aquí.

No hacía falta decir que por 'otros', se refería a demonios. Liu Qingge fue el primero en
hablar:

―El sentido del honor de la cumbre Bai Zhan no me permite eludir este deber. Me gustaría
escoltar al señor Mu.

Dado que la ciudad sufría una plaga, obviamente el señor de la cumbre Qian Cao, Mu
Qingfang, sería enviado a ayudar.

Shen Qingqiu vio que de las dos personas que querían ir, una era el responsable de hacer su
medicina, y el otro el que le ayudaba a limpiarse el veneno. No tenían el halo del
protagonista, por lo que cualquier cosa podía pasarles, y eso le preocupó. ¿Y si se
encontraban con alguna desgracia?
―Me gustaría ir con ellos ―dijo.

―Tenía la intención de pedirte que te quedaras para proteger la secta ―respondió Yue
Qingyuan.

Shen Qingqiu todavía no sabía cómo tratar con él, por lo que sólo pudo insistir:

―Líder de secta, ¿por qué me consideras tan frágil? Aunque no soy tan talentoso, si
realmente son demonios, mi conocimiento sobre ellos ayudará un poco.

Una enciclopedia de demonios andante: ya sea al Shen Qingqiu original o a él, a los dos se
les podía dar ese título. Durante cientos de años, la cumbre Qing Jing había recopilado
información sobre ese ámbito. Si el señor de la cumbre no leyese todos esos libros, entonces
sería enterrado detrás de la casa de bambú...

Yue Qingyuan lo consideró, pero al final lo dejó ir. Pensó que sería más fácil para ellos
reprimir el veneno del demonio en su cuerpo. Además, el señor de la cumbre Bai Zhan podía
protegerlos sin problemas.

Se decidió que se dividirían en tres grupos. Liu Qingge, Mu Qingfang y Shen Qingqiu irían
primero a ver qué pasaba en la ciudad. El segundo grupo se quedaría fuera de la ciudad y se
movería como refuerzo. El tercer grupo protegería la secta de la montaña Cang Qiong.

La situación era urgente, por lo que no podían perder el tiempo en usar carruajes u otros
vehículos. Shen Qingqiu no estaba acostumbrado a usar solo su espada voladora para viajar y
también tenía un poco de miedo a las alturas, pero debía igualar la velocidad de sus
compañeros.

Los tres partieron en sus espadas voladoras y, después de medio día, Shen Qingqiu miró hacia
abajo desde las nubes y gritó a sus hermanos de secta:

―¡Ahí están los ríos Luo y Heng!

Desde lo alto, podían ver a los dos ríos cruzándose. Parecían dos cintas plateadas, largas y
delgadas que brillaban a la luz del Sol, como si fuesen escamas plateadas bailando
caóticamente.
Uno de ellos fue el río donde se encontró a Luo Binghe flotando poco después de su
nacimiento. Su apellido fue dado por ese río.

El trío eligió una colina abierta y despejada como punto de aterrizaje. Desde allí podían ver
los aleros de las casas en la ciudad Jinlan, así como sus puertas y puentes cerrados.

―¿Por qué no volamos directamente hacia la ciudad? ―preguntó Shen Qingqiu, mientras
usaba una de sus manos para proteger sus ojos de la fuerte luz solar.

―La ciudad Jinlan le pidió al templo Zhao Hua que creara una formación gigante en el cielo.
Las espadas voladoras o cualquier otro objeto espiritual no podrá pasar por ahí ―explicó Mu
Qingfang.

Shen Qingqiu, a raíz del Congreso de la Espada Inmortal, vio que el templo Zhao Hua era
muy hábil en formaciones, así que no hizo más preguntas.

Pensó que eso no parecía una plaga normal, sino algo propagado por alguien con motivos
ocultos. Esa persona debía haber entrado libremente en la ciudad a través de alguna de sus
puertas. Pero ahora no podía ser igual. Como la formación impedía el vuelo y las puertas
estaban cerradas, debía haber otra forma para entrar.

Justo como había esperado, Mu Qingfang los condujo a un bosque. En la sombra de los
árboles, llegó el ruido del gorgoteo del agua. El sonido de agua provenía de una cueva
subterránea.

―Aquí hay un río subterráneo que conduce a la ciudad ―señaló Mu Qingfang, cuando sus
dos compañeros se acercaron.

―¿Ese comerciante de armas escapó por aquí? ―preguntó Shen Qingqiu, entendiendo lo que
quería decir.

―Algunos comerciantes que realizan transacciones comerciales encubiertas usan este sitio
para reunirse o transportar mercancías. No mucha gente conoce el lugar, pero el comerciante
de armas era buen amigo de algunos monjes del templo Zhao Hua y les confió el secreto.

La entrada de la cueva estaba llena de enredaderas que llegaban a la altura del pecho. Los tres
señores de cumbre tuvieron que agacharse para poder entrar. Después de haber caminado un
rato, la cintura de Shen Qingqiu comenzó a doler, pero por fin había algo de espacio sobre su
cabeza.

El gorgoteo de agua se convirtió en el sonido del agua corriente. Al lado del lecho del río
flotaban unas pocas naves andrajosas y solitarias.

Shen Qingqiu eligió el bote que mejor aspecto tenía. Al menos no estaba agujereado. Con un
rápido movimiento de sus dedos, encendió la lámpara que colgaba en la proa.

Sólo había un remo. Shen Qingqiu le hizo un gesto a Liu Qingge.

―Nos moveremos contra la corriente, el más fuerte debería remar. Liu-shidi[1], ¿te
importaría?

Con una cara negra, Liu Qingge tomó el remo y comenzó a remar. Con cada golpe, el bote
saltaba una gran distancia. La lámpara de la proa se sacudía de un lado a otro.

Shen Qingqiu tiró de Mu Qingfang para sentarse cómodamente. Miró el agua al lado del bote
y vio algunos peces nadando tranquilamente.

―El agua es clara.

Acababa de decir eso cuando vio que había algo más grande siguiendo a uno de los peces.

Era un cadáver flotando boca abajo.

―Fin del capítulo 31―

[1] Liu-shidi: como con "shizun" o "shifu" para referirse a Shen Qingqiu, también he decido
dejar esta forma característica de Shen Qingqiu para llamar a Liu Qingge. Para los que no
recuerdan, shidi era "hermano marcial menor", y era una forma respetuosa de llamar a
alguien más joven que tú. Sólo se quedará en este personaje y con Ning Yingying (al
principio se la llamaba "shimei", que es hermana marcial menor), en el resto pasarán a
llamarse "hermano/a marcial menor/mayor" directamente para evitar líos mayores.
CAPÍTULO 32

Shen Qingqiu se sentó derecho.

¡Un cadáver! ¡Joder, joder, joder!

«Sólo pensé "el agua está clara", ¿y me das un cadáver flotando? ¡Deja de abofetearme en la
cara, gracias!»

Liu Qingge usó el remo para enganchar el cadáver y darle la vuelta. Era un esqueleto
completo, pero debido a que estaba envuelto en una tela negra por completo, parecía un
cuerpo.

―Hermano marcial Mu, ¿sabes qué tipo de plaga convertiría a la gente al instante en un
esqueleto? ―preguntó Shen Qingqiu.

―Nunca había escuchado de algo así ―respondió, sacudiendo lentamente la cabeza.

Desde que se habían detenido, el bote retrocedió algo de distancia río abajo. Liu Qingge
levantó el remo y dijo:

―Hay más por delante.

Efectivamente, cinco o seis cadáveres flotaban. Al igual que el primero, todos estaban
envueltos en mantas o capas negras.

Mientras Shen Qingqiu estaba perdido en sus pensamientos, Liu Qingge apuñaló el remo
contra la pared de roca junto a ellos. Como era un poste de bambú delgado y quebradizo, se
insertó en la piedra lisa. Una vez fijado en su lugar, el bote se detuvo donde estaba.

Shen Qingqiu también notó que había algo diferente y se puso de pie.

―¿Quién es?

En las profundidades de la oscuridad, llegó una jadeo rápido. La luz en el casco del barco
comenzó a iluminar tenuemente la figura de una persona. Escucharon la voz de un
adolescente:
―¿Quiénes sois? ¿Y por qué entráis a la ciudad a escondidas?

A pesar de que estaba de pie en un bote pequeño y en mal estado, él parecía elegante y
refinado. Con su ropa verde, el cabello negro y una larga espada colgada de su cintura, cada
movimiento que hacía era como el de un inmortal.

Además, Shen Qingqiu ahora tenía mucha experiencia en actuar de forma genial, y fue capaz
de incorporar algo de su estilo propio para marcarse un farol.

Como era de esperar, el joven quedó atónito por sus aires y se quedó en blanco por un
momento, antes de gritar:

―¡Vete! ¡En este momento nadie puede entrar!

―¿Quién te crees que eres para detenernos? ―resopló Liu Qingge.

―Hay una plaga en la ciudad. ¡Si no queréis morir, iros de aquí!

―Joven, precisamente estamos aquí por eso... ―dijo Mu Qingfang calurosamente.

―¿No entendéis el lenguaje humano? ―gritó el adolescente. Al ver que no se iban, comenzó
a enfadarse―. ¡Iros rápido! ¡Si no, no me culpéis por ser descortés!

Apenas había terminado de hablar cuando algo salió volando hacia él, lo suficientemente
fuerte como para asustarlo. Liu Qingge se rió secamente y sacó el remo de bambú de la
pared. Con un sólo golpe ascendente, el oponente salió volando hacia el agua.

Al escuchar las maldiciones de ese chico, Shen Qingqiu preguntó:

―¿Lo pescamos?

―Tiene mucho aliento y energía, ¿para qué molestarnos? Sólo entremos ―sacó el poste de
bambú y comenzó a remar de nuevo.

Los tres salieron del oscuro río y el barco ilegal flotó siguiendo las corrientes. La salida
estaba en la zona más árida de la ciudad, en medio de un pantano poco profundo. No había
nadie cerca. Caminaron hacia el centro de la ciudad, cuando al cabo de poco rato, se
escucharon pasos apresurados acercándose.
Empapado como un pollo preparado para la sopa, el joven de antes corrió hacia ellos.

―¿Por qué habéis entrado? ¡No sirve de nada! Ya hay mucha gente que lo ha intentado
―exclamó―. Algunos monjes, taoístas, gente del palacio Huan Hua. ¡Todos y cada uno de
ellos entraron y no podrán irse nunca! ¡Estáis buscando una muerte prematura!

Parecía que el joven se escondió y esperó para emboscarlos por su propio bien. Shen Qingqiu
sonrió con tolerancia.

―¿Qué hacemos ahora que ya hemos entrado?

―¿Qué más podríais hacer? ¡Seguidme y no corráis! Os llevaré con el monje mayor.

Shen Qingqiu vio que los otros dos no se opusieron. Ninguno estaba familiarizado con la
ciudad Jinlan, así que lo mejor sería que un nativo los guiase.

―Niño, ¿cómo te llamas?

―Me llamo Yang Yixuan ―respondió el joven, con el pecho hinchándose de orgullo―. Soy
el hijo del jefe de la tienda de armas más finamente elaboradas.

¿Entonces era el hijo del hombre que fue a pedir ayuda al templo Zhao Hua?

―¿Qué pasa? ―preguntó en voz baja Liu Qingge, viendo que Shen Qingqiu evaluaba
continuamente a ese niño.

―Puede ponerse en pie después de uno de tus ataques y además tiene buen corazón. Es
difícil encontrar ambas cosas en alguien, tiene talento ―susurró.

―La gente con talento es problemática, sabes que no acepto discípulos.

Cuando entraron en la ciudad principal, el número de peatones aumentó gradualmente.


Aunque ese "aumento" fue de apenas tres o cuatro personas, todos enterrados en telas negras.
Caminaron apresuradamente, actuando como pájaros asustados por el silbido de una cuerda.

Yang Yixuan los condujo a su casa. La tienda de armas era bastante grande, situada en la
carretera principal más ancha. Diseñada para una sola familia, tenía un jardín interior, una
sala y un sótano.
El gran maestro Wu Chen estaba en el sótano, acostado en la cama con una manta que cubría
la mitad inferior de su cuerpo. Al ver al grupo de la secta de la montaña Cang Qiong, los
saludó con un "Buda Misericordioso".

―Gran Maestro, la situación es desesperada, así que iré al grano ―dijo Shen Qingqiu―.
¿Qué tipo de plaga sufre la ciudad Jinlan? ¿Por qué usted se quedó aquí y no envió ni un
mensaje? Además, ¿por qué todos van cubiertos con telas negras?

―Lo que el Inmortal Shen pregunta es realmente la misma pregunta para todo ―contestó
Wu Chen, sonriendo amargamente.

Dicho eso, retiró la manta que cubría la mitad inferior de su cuerpo. Shen Qingqiu se puso
rígido al instante.

Debajo de la manta había un par de muslos, pero nada por debajo de la rodilla. Las
pantorrillas habían desaparecido por completo.

―¿Quién hizo esto? ―preguntó fríamente Liu Qingge.

―Nadie ―negó Wu Chen, sacudiendo la cabeza.

―Si nadie hizo esto, ¿tus piernas desaparecieron solas? ―Shen Qingqiu estaba perplejo.

―Sí, justo así. Mis piernas desaparecieron solas.

Sobre sus rodillas, sus piernas estaban envueltas en tela negra. Wu Chen extendió una mano e
hizo un gran esfuerzo por apartarla. Mu Qingfang lo ayudó apresuradamente.

―Esto quizás les hace sentir algo incómodos ―dijo Wu Chen.

La tela negra se desenvolvió capa por capa, revelando lo que quedaba de sus piernas. La
respiración de Shen Qingqiu se detuvo.

Gran Maestro, ¿a eso le llamabas "algo incómodo"?

Sus muslos se pudrían y supuraban, la carne gangrenosa se extendía desde sus muñones.
Cuando la tela negra se apartó, un hedor pútrido se filtró e inundó todo el lugar.
―¿Esto es lo que hace la plaga? ―preguntó Shen Qingqiu.

―Exacto. En las etapas iniciales, sólo una pequeña zona se ve afectada por una erupción
rojiza. Esta etapa dura de tres a cinco días, hasta medio mes. Después, la erupción se extiende
y la carne comienza a pudrirse. Luego de otro mes, se pudrirá hasta el hueso. Sólo
envolviendo con tela negra para reducir la exposición al aire libre se puede retrasar la
progresión.

No era de extrañar que todos en esa ciudad se envolvieran con telas negras.

―Si tarda un mes, ¿por qué el señor Yang, quien informó al templo Zhao Hua, se pudrió en
simples huesos al instante? ―dijo Shen Qingqiu.

―Me avergüenza admitir esto... ―la cara de Wu Chen se contrajo en una mueca de dolor―,
pero más tarde me di cuenta de que la persona puede vivir más si se queda en la ciudad. Si se
alejan mucho, el proceso se acelerará. Mis dos hermanos discípulos abandonaron
precipitadamente la ciudad para regresar al monasterio, y la enfermedad los mató al instante.

¡Por eso la gente no podía entrar o salir!

―¿Cuál es el origen de la enfermedad? ¿Cómo se propaga? ―preguntó Liu Qingge.

―Estoy avergonzado. A pesar de haber pasado muchos días aquí, no he encontrado ninguna
información ―Wu Chen suspiró―. No sabemos dónde comenzó ni cómo se propaga. Ni
siquiera sabemos si es infecciosa.

―¿Qué quieres decir? ―dijo Mu Qingfang, mirándolo sin expresión.

Como Shen Qingqiu tenía una ligera sospecha, se adelantó a responder:

―Todos hemos visto al hijo de la familia de la tienda de armas. Él ha cuidado personalmente


al Maestro Wu Chen durante bastante tiempo, pero no está cubierto con tela negra por ningún
lado. Su piel está impecable, y se ve saludable. Si en verdad es una plaga, ¿no debería haberle
infectado Wu Chen?

―Eso mismo. Me disculpo por haber molestado a todos al estar atrapado aquí.
―No diga eso. Usted tenía la intención de salvar a estas personas ―dijo Shen Qingqiu. Vio a
Mu Qingfang examinando la parte podrida de la pierna de Wu Chen con gran atención, como
si no pudiese oler aquella peste pútrida―. ¿Has descubierto algo, hermano marcial Mu?
¿Conoces una cura?

―Esto no parece una plaga; parece más como... ―se interrumpió y miró a los demás,
sacudiendo la cabeza―. Debería ver a más personas antes de hacer un juicio.

Shen Qingqiu salió del sótano y vio al hijo del vendedor de armas caminando hacia atrás,
agarrando furiosamente un cuchillo largo. Sonriendo, le preguntó:

―Joven maestro, ¿qué pasa?

―¡Otro entró en la ciudad! ―dijo Yang Yixuan, enfadado―. Esos del palacio Huan Hua son
los más inútiles de todos, corriendo desesperados hacia la muerte.

El palacio Huan Hua probablemente envió más carne de cañ..., más ayuda a la ciudad Jinlin.
Shen Qingqiu vio que su rostro estaba hinchado como un bollo de carne y sintió ganas de
burlarse de él, aunque no lo hizo.

―Veo que tus habilidades son buenas, ¿alguien te enseñó? ―como Yang Yixuan lo ignoró,
Shen Qingqiu dijo de nuevo―: Encuentra al hombre que te envió a volar hacia el agua esta
mañana. Es increíblemente fuerte, por lo que pelear con él unas cuantas veces será mucho
más útil que aprender con alguien más.

Al escuchar esas palabras, Yang Yixuan lo abandonó de inmediato y salió corriendo. Shen
Qingqiu había descubierto una forma de molestar a Liu Qingge al encontrar a alguien que se
le pegara, estaba encantado con ese descubrimiento.

Acababa de doblar una esquina, pero al ver la escena delante de él, se detuvo en seco.

Una atmósfera pesada se cernía sobre toda la ciudad, y las puertas de cada hogar estaban
herméticamente cerradas. Muchas personas sin hogar no pudieron encontrar un lugar para
vivir y se reunieron en la esquina de la calle.

En el pasado, cuando la calle se llenaba de gente que iba y venía en un flujo interminable de
carruajes y caballos, no se atrevían a sacar la cabeza y mostrar sus caras. Pero ahora, la calle
estaba completamente vacía. Al ya no haber visitantes, habían instalado una gran olla de
hierro con un montón de leña debajo. Hirvieron agua y desplumaron unas pocas gallinas
robadas de quién sabe donde. Cada uno de ellos estaba envuelto en apretadas telas negras.

No les sorprendió para nada la presencia de Shen Qingqiu, que parecía fuera de lugar. En
cambio, lo miraron como si estuviese muerto. Después de todo, ya habían visto a muchos
cultivadores de aspecto impresionante decir que los salvarían. ¿Y lo hicieron? No,
simplemente murieron más rápido que ellos.

―¡La sopa está lista! ―gritó el cocinero, golpeando la olla de hierro.

Muchos vagabundos que yacían cerca se pusieron de pie y se adelantaron, llevando cuencos
en las manos.

La plaga había perturbado el estilo de vida de toda la ciudad. Esa cocina comunitaria podría
salvar algunas vidas.

Tenía que encontrar rápidamente la raíz de la plaga. Shen Qingqiu afirmó por dentro su
resolución. Cuando se dio la vuelta para irse, alguien caminó directamente hacia él. Esa
persona parecía una anciana. Cuando se apoyó en un bastón, su cuerpo se inclinó y sus manos
temblaron tanto que pareció que se caería.

Al ver la situación, estuvo a punto de moverse. Pero debido a que tal vez era demasiado vieja
o estaba hambrienta hasta el punto de desmayarse, tropezó con Shen Qingqiu.

Él la sostuvo con una mano, y la anciana murmuró:

―Lo siento... lo siento... mi vejez me ha confundido... ―al decir eso, lo pasó deprisa,
seguramente preocupada de que no quedara más comida.

Shen Qingqiu dio dos pasos hacia adelante y luego se detuvo de repente.

Algo no iba bien.

La anciana parecía tan frágil como una vela en el viento, como si pudiese caerse con un
simple soplo. Pero en ese momento, cuando ella chocó contra él, ¿por qué parecía más pesada
que un hombre fornido?
Se volvió bruscamente. Entre la multitud que peleaba por la olla de sopa, no podía ver ni
rastro de esa "anciana".

A la izquierda estaba la entrada al barrio rojo[1]. Shen Qingqiu la persiguió y, de casualidad,


vio una sombra girar al final del callejón.

¡Joder! ¿No es esa la velocidad de una carrera de cien metros? ¡¿Qué maldita anciana hace
eso?! ¿Acaso estaba ciego cuando la vio antes?

Shen Qingqiu echó a correr, persiguiéndola. Aunque esa anciana parecía sospechosa, no
podíais culparle por no darse cuenta de inmediato de que algo estaba mal, porque todos iban
caminando encogidos, con expresiones sospechosas debajo de sus telas negras.

En medio de la persecución, de repente sintió una picazón en el dorso de su mano, y la


levantó para echar un vistazo.

Esa mano realmente estaba plagada de desgracias... ¡La misma que fue perforada por el
anciano Tian Chui y fue envenenada, ahora estaba contaminada con una erupción roja cada
vez más fuerte!

«Ahora que lo pienso, fue esta misma mano la que abrió por primera vez la novela de "El
Camino del Demonio Inmortal"... ¡Tengo muchas ganas de cortarla, ah!»

Con su atención dividida, la velocidad de Shen Qingqiu disminuyó. Sintiendo un ataque de


espada que se aproximaba desde arriba hacia su cabeza, abrió su abanico plegable, preparado
para contraatacar.

―¡¿Quién es?! ―gritó. El asaltante descendió rápidamente al suelo desde los aleros del techo
cercano. Los dos se encontraron cara a cara―. ¿Gongyi Xiao?

El joven inmediatamente retiró su espada y su sorpresa fue mayor que su alegría.

―¿Señor Shen?

―Soy yo. ¿Qué haces también aquí?


Recordó que Yang Yixuan había mencionado que los discípulos del palacio Huan Hua habían
entrado en la ciudad desde el río secreto. Probablemente fueron los mismos que vinieron con
Gongyi Xiao.

―¿El palacio Huan Hua te pidió que dirigieras un grupo dentro de la ciudad para investigar?

―Sí, pero el líder del grupo no soy yo.

Shen Qingqiu estaba sorprendido. Gongyi Xiao era el discípulo más favorecido del antiguo
líder del palacio Huan Hua. Antes de la aparición de Luo Binghe, se reconocía a Gongyi Xiao
como el líder de la próxima generación.

La única hija del viejo maestro del palacio estaba enamorada de él, y cada vez que se formaba
un equipo, él debía ser quien los guiara. Además de que Luo Binghe usara su halo de
protagonista para derrotarlo, ¿quién podría robar su lugar?

Pero no había tiempo suficiente para pensarlo con más detalle en ese momento.

―¡Persigámosla! ―dijo.

Gongyi Xiao asintió y ambos saltaron juntos. La silueta encorvada se topó con un edificio de
tres pisos. Sólo con quedarse afuera del edificio, sus sentidos se verían atacados con el aroma
de polvos para la cara y la vista de mujeres magníficamente vestidas en el escenario.

Parecía que en el pasado ese era un lugar de placer, pero ahora las risas y las bromas coquetas
habían desaparecido. La prosperidad había huido del lugar. La puerta principal estaba abierta
para revelar el pasillo principal en el primer piso, envuelto en un aire pesado y denso.

Los dos contuvieron la respiración, atentos, y luego pasaron por el alféizar.

En el salón principal, las mesas y las sillas estaban volcadas de forma desordenada.

―Separémonos ―ordenó Shen Qingqiu―. Mira en las habitaciones privadas de la izquierda,


me ocuparé de las de la derecha.

Utilizó el abanico para abrir la puerta más cercana. Podía distinguir a una persona acostada en
una cama. Primero sintió que su corazón latía con esperanza, pero luego cayó de inmediato.
Era sólo un esqueleto que llevaba una prenda intrincada y elaboradamente diseñada, con la
cabeza adornada con cuentas y jades. Yacía allí en una postura serena. Probablemente era una
de las mujeres de la casa quien, sabiendo que su fin se acercaba, se había arreglado con sus
mejores ropas. Incluso en la muerte, asumió una postura bella.

Shen Qingqiu dejó escapar un suspiro triste y volvió a cerrar la puerta.

Las siguientes habitaciones seguidas eran todos esqueletos de mujeres con ropa decorativa.
Parecía que todo el burdel había sucumbido por completo. Shen Qingqiu estaba a punto de
abrir la sexta habitación cuando los sonidos de personas y movimiento provinieron del
segundo piso.

Los dos volaron hacia allí y Shen Qingqiu subió primero. De repente, oyeron una voz joven y
gentil:

―No hay problema.

Eran sólo tres palabras, pero al oír esa voz, Shen Qingqiu sintió como si le hubiese partido un
rayo. Su mano apretó el abanico hasta que crujió. Su respiración también se detuvo.

Congelado y rígido, estaba atrapado en la escalera, pero ya podía ver la elegante cámara de
mujeres al final de pasillo, en el segundo piso. Había una multitud de discípulos con las
vestimentas del palacio Huan Hua rodeando a una persona.

Había un joven vestido con ropa negra, que llevaba una espada larga sin adornos. Su rostro
era como el jade, y sus ojos como estrellas frías brillando en dos piscinas profundas.

Había crecido mucho, y su temperamento también era muy distinto a antes. Pero esa cara...
podría adornar cualquier portada romántica desde cualquier ángulo. Incluso aunque fuese
golpeado hasta la muerte, Shen Qingqiu nunca lo confundiría.

Al mismo tiempo, la familiar voz parecida a la del Traductor de Google, que comenzaba a
acumular polvo en su mente, explotó en una serie de notificaciones.

【Hola. El sistema se activó correctamente.】

【Contraseña de activación: Luo Binghe.】


【Autocomprobación: la fuente de energía funciona correctamente, el estado es normal.】

【Modo de hibernación desactivado. Modo estándar activado.】

【Actualizaciones descargadas e instalación completa.】

«¡Joder, espera, espera, espera! ¿Realmente te estás actualizando?»

【Gracias una vez más por usar el Sistema.】

«Servicio al cliente, ¿podría hacer una devolución?»

―Fin del capítulo 32―

[1] Barrio rojo (花 巷): literalmente "callejón de flores". En realidad, un barrio rojo es una
especie de barrio de prostíbulos. La "flor" puede significar mujeres de virtud fácil también.

CAPÍTULO 33

Mirando a aquel joven que era tan familiar y a la vez extraño, el cuerpo de Shen Qingqiu se
puso rígido y su garganta se secó.

¿No se suponía que debía volver en cinco años?

¿No debería estar en el abismo abriéndose paso entre cardos y espinas, subiendo de nivel sus
habilidades con la espada? ¿Por qué apareció de repente entre discípulos del palacio Huan
Hua?

¿Por qué apareció dos años antes de lo previsto? ¡Si uno sube de nivel demasiado rápido, no
se puede garantizar el éxito, Luo Binghe!

Shen Qingqiu sintió la necesidad de darse la vuelta y correr escaleras abajo, salir corriendo de
la ciudad Jinlan y no dejar de correr hasta que dejase atrás ese maldito mundo. Sólo
retrocedió un paso cuando fue bloqueado por Gongyi Xiao.
―¿Señor Shen? ¿Pasa algo?

«¡¿Quieres hacer el favor de leer el ambiente, niño?!»

―¿Shizun? ―detrás de él, llegó una voz baja y suave.

El cuello de Shen Qingqiu se sintió rígido cuando lentamente giró la cabeza. La cara de Luo
Binghe era lo más aterrador que había visto en su vida.

Lo más aterrador era que la expresión en su rostro no era para nada fría. Su sonrisa no era
aguda como un cuchillo. Más bien mostraba una especie de gentileza y amabilidad.

«Voy a ir hacia allá, ¡pero deja de asustarme!»

Cuanto más tierna era su sonrisa, más aplastaba el alma de su oponente. Eso definitivamente
no era ninguna broma.

Shen Qingqiu estaba congelado en la escalera, atrapado a medio camino, con el sudor frío
bajándole por la espalda.

Luo Binghe se acercó lentamente y susurró:

―Realmente es shizun.

Su voz era ligera como una pluma y cada palabra que salió de sus labios fue clara. El sonido
de sus pasos hizo que el corazón de Shen Qingqiu saltase como si fuese a hacer puenting a
gran altura después de un desafío de cubo de hielo[1].

Su cabeza ya estaba en la guillotina, ¿por qué no debería subir? Shen Qingqiu recobró la
compostura y reunió coraje. Los nudillos de la mano derecha que sostenía su abanico se
apretaron, volviéndose blancos y destacando las venas azules. Su mano izquierda barrió el
dobladillo de su túnica verde mientras levantaba el pie en un paso y finalmente subía hasta el
segundo piso.

Sólo fue un paso y casi llora.


Cuando Luo Binghe participó en la Conferencia de la Alianza Inmortal, aún tenía que
agachar la cabeza para mirarlo. Ahora, fue Shen Qingqiu quien tuvo que alzar la cabeza hacia
arriba. La manera imponente en la que quería presentarse fue casi destruida por eso.

Afortunadamente, Shen Qingqiu ya tenía mucha experiencia fingiendo un aire frío y noble.
No importaba cómo se sintiese por dentro, siempre podía poner una expresión tranquila.
Después de lo que pareció una eternidad, se las arregló para sacar una severa oración de su
garganta apretada:

―¿Qué demonios está pasando aquí?

Luo Binghe sonrió levemente, pero no pareció que fuese a responder.

Sin embargo, detrás de él, el grupo de discípulos del palacio Huan Hua parloteó
ruidosamente.

Shen Qingqiu vio que la actitud de esos discípulos era muy errónea.

Él era un gran erudito respetado por el aprendizaje y la integridad, cuya fama se había
extendido por todo el mundo de la cultivación, sin mencionar que era venerado por la
generación más joven. Incluso si se reuniese con sus compañeros, había poca gente que no le
sería respetuosa.

Pero los discípulos del palacio Huan Hua parecían estar llenos de hostilidad. Lo miraron
furiosos y algunos de ellos ya habían sacado sus armas. Además, Luo Binghe no habló y no
se movió más. El grupo de discípulos de una conocida secta justa parecía un equipo listo para
ir a matar a un jefe, como un grupo de secuaces malvados a punto de asaltar una ciudad.

«¡Niños, no os equivoquéis! No os apresuréis imprudentemente a proteger a alguien. ¿De


verdad queréis proteger a esa persona? El hecho de que aún no haya matado a alguien ya es
un milagro. ¡El que necesita ser protegido aquí soy yo!»

Gongyi Xiao vio que había algo mal en la atmósfera. Se puso entre ellos y alzó la voz:

―¡Guardad las espadas! ¡Qué comportamiento más escandaloso!

Todos lo obedecieron lentamente. Envainaron las espadas de mala gana, aunque su hostilidad
hacia Shen Qingqiu no disminuyó.
No era de extrañar que esas personas ni notaran a Gongyi Xiao. En el pasado, él era uno de
los mejores discípulos. ¿Quién de ellos no lo habría respetado? Pero ahora estaba Luo Binghe
allí, quien después de su oscurecimiento, tenía habilidades excelentes para lavar el cerebro.
Ahora él era la autoridad absoluta.

Incluso aunque pasaran diez mil años, nadie podría pasar por encima de Luo Binghe.

Shen Qingqiu no podía entenderlo. ¿Cuándo se involucró Luo Binghe con el palacio Huan
Hua? Según la trama de la novela, ¡aún faltaban dos años!

Los dos grupos permanecieron rígidos durante minutos interminables. De repente, una joven
doncella con una chaqueta amarilla apareció y gritó:

―¡¿Qué importa eso ahora?! El señor Luo[2]... ¡fue dañado por ese malhechor! ¡Piensa en
eso primero!

Shen Qingqiu notó que había una figura humana en la esquina. Era esa falsa anciana.

Miró a Luo Binghe de nuevo. Esa vez vio que una parte de su manga había sido cortada,
dejando al descubierto parte de su muñeca. Él estaba bastante pálido, y tenía algunas manchas
rojas en esa zona.

―¿Estás infectado? ―espetó de forma inconsciente.

―No es importante ―contestó Luo Binghe, sacudiendo la cabeza―. Todos están fuera de
peligro.

¡Qué actitud tan desinteresada y considerada! Por un momento, Shen Qingqiu casi pudo
imaginar que era una ovejita linda e inofensiva que pastaba en la hierba y juguetonamente
empujaba sus rodillas, balando.

Por desgracia, los discípulos del palacio Huan Hua rompieron el extraño humor al verter agua
fría, diciendo:

―Si el señor Luo estuviese infectado, el señor Shen seguro que estaría muy feliz.

―...
Shen Qingqiu comenzó a preguntarse seriamente qué crimen había cometido contra todo el
palacio Huan Hua.

Gongyi Xiao miró a Shen Qingqiu, demasiado avergonzado.

―¡Callaos de una vez! ―reprendió.

A pesar de todo, Shen Qingqiu permaneció indiferente. Como una persona con mucha
experiencia, estaba por debajo de él discutir con jóvenes a los que seguramente les habían
lavado el cerebro. Simplemente bajó la mano. Sus mangas cubrían el dorso de su mano,
escondiendo la mancha roja en su piel.

El discípulo que había hablado se calló, pero todavía parecía enfadado y poco convencido.
Tenía marcas en la mitad de su cara.

―Es todo nuestra culpa ―suspiró Qin Wanyue―. Si no nos hubieses protegido, tú...

Shen Qingqiu ya podía imaginarse lo que estaba pasando en la ciudad. Él de verdad quería
coger un megáfono y gritarle en el oído: ¡Chica, despierta! ¡Esto no es una maldita plaga!

Se atrevió a usar sus años de leer más de veinte millones de palabras de novelas web para
garantizar lo siguiente: Primero que nada. ¡Eso era tan indoloro para Luo Binghe como comer
sal! En segundo lugar, si él se hizo daño para proteger a otros, ¡¿por qué te preocuparías por
él si era justo su plan?! ¿No sabes que es la forma más fácil de ganarte a alguien?

Shen Qingqiu ya no podía soportar más la atmósfera de luto del palacio Huan Hua. Por
supuesto, aún podía soportar mucho menos la forma en la que él y Luo Binghe se miraban en
silencio, como si esperaran a que el otro abriese la boca primero.

Se armó de valor y mordió el anzuelo. No miró ni a la izquierda ni a la derecha, y caminó


hacia la falsa anciana. Con un movimiento rápido de Xiu Ya, cortó la tela negra, revelando el
cuerpo que había dentro.

Efectivamente, parecía una "persona" normal. Su cuerpo no se veía diferente al de un humano


común, pero ese no era el punto.

El punto era que estaba rojo por todos lados, como si le hubiesen metido en una olla con agua
hirviendo. Sin embargo, no estaba quemado.
―Es un sembrador ―dijo.

Un sembrador era un tipo de demonio. Básicamente, Shen Qingqiu sabía que en el mundo de
los demonios, un sembrador era una especie de campesino o agricultor, o mejor dicho, un
distribuidor de alimentos.

Debido a razones geográficas y raciales, muchas criaturas en el mundo de los demonios


tenían necesidades fisiológicas peculiares. Sí, a muchos les gustaba comer carne podrida.
Mientras más podrida, más nutritiva les era.

Pero, ¿dónde se podían encontrar muchos humanos podridos para devorar?

Para eso mismo necesitaban a un sembrador.

Hubo una vez, en cierto lugar del mundo de los demonios, que era un sitio de alimentación
popular: el señor de ese lugar cruzaba al mundo humano para agarrar cientos de personas
vivas y las metería en una granja como si fueran ganado. Luego, soltaban a los sembradores
dentro. En menos de siete días, el señor abría la puerta y la comida ya estaba lista.

Ese tipo de hábito alimenticio era bastante desagradable. Afortunadamente, los demonios
antiguos que tenían linajes más potentes no se podían comparar con los demonios comunes, y
no buscaban ese tipo de sabor excéntrico en sus comidas.

De lo contrario, aunque Luo Binghe fuese extremadamente guapo, si fuese ese tipo de
demonio, las chicas que lo besaran tendrían que ser muy valientes, ¡jajaja!

Debido a que ese tipo de profesión era demasiado cruel, despertó la ira de los cultivadores,
quienes lanzaron una campaña para reprimir a los sembradores. Muchos héroes no
reconocidos se arriesgaron a ser infectados y murieron. En diez años, casi todos los
sembradores estuvieron extintos. Eso pasó hacía cien años.

Ahora, era normal que los cultivadores comunes no los conocieran. En cuanto a Shen
Qingqiu, como cuando estaba inactivo le gustaba sacar viejos libros de la cumbre Qing Jing,
sabía de ellos.

Él hizo un juicio muy claro, pero desafortunadamente no fue tomado en serio.


―Lo que usted ha dicho, el señor Luo ya lo había adivinado―sólo Qin Wanyue fue lo
suficientemente educada como para responderle con gracia―. Justo ahora nos estaba
contando sobre ellos.

Después de eso, todos los discípulos miraron a Luo Binghe con admiración y anhelo, como si
su rostro estuviese bañado por una luz pura y dorada.

¡Ese era! ¡El halo de "sabiduría abrumadora" del legendario protagonista que tenía el efecto
de "no importa lo que diga, todos sentirán como si su IQ fuese aplastado"!

―Todo lo que sé me lo enseñó shizun ―dijo Luo Binghe con suavidad, sin apartar la mirada
de él.

...Lo terrible fue que Shen Qingqiu también se vio afectado por ese halo de sabiduría
abrumadora.

Maldición. Al final, ¿ni siquiera se le permitiría verse ni un poco bien? ¿Ese era el momento
para que el protagonista presuma? No, [saluda, adiós adiós].

Shen Qingqiu realmente no podía permitirse el lujo de perder su tiempo con esa extraña
atmósfera. Si ese sembrador había sido capturado por los discípulos del palacio Huan Hua,
tenían derecho a deshacerse de él.

―¿Podría echarle un vistazo? ―preguntó―. Quizás el señor Mu pueda descubrir algo. Sería
bueno encontrar una forma de prevenir la epidemia.

―Todas las órdenes de shizun serán obedecidas. Puedes quedarte el cuerpo ―asintió Luo
Binghe.

Ser llamado "shizun" de esa forma melosa le puso los pelos de punta. ¡Finalmente
comprendió cómo se sintió el Shen Qingqiu original al ser tratado con respeto para luego ser
apuñalado por la espalda por ese demonio!

Con un movimiento de sus mangas, se fue furioso. Cuando salió del edificio abandonado, la
mente de Shen Qingqiu todavía seguía en muy mal estado. Mientras caminaba, se sintió
confundido y desorientado. Podía sentir una energía maligna proviniendo de la planta de sus
pies.
Gongyi Xiao lo alcanzó y al ver que estaba muy pálido, dijo con aprensión:

―Señor Shen, lo siento mucho. No debería habérselo ocultado, pero el maestro prohibió
hablar de Luo Binghe. No me atreví a decir la verdad.

―Sólo quiero preguntarte algo. ¿Cómo acabó aquí?

―¡Fue la hermana marcial Qin la que lo rescató! Resultó gravemente herido el año pasado.

El año pasado. En sólo un año, Gongyi Xiao fue suplantado como el mejor discípulo. Parecía
que la invasión de Luo Binghe al palacio Huan Hua no sólo fue hecha antes de lo previsto,
sino que también mejoró su eficacia. De hecho, ¡Gongyi Xiao estaba diseñado para ser
pateado por él desde el principio!

―¿Por qué no regresó a la secta de la montaña Cang Qiong cuando fue rescatado?

―Después de eso, él parecía reacio a hablar del pasado... ―dijo Gongyi Xiao
cuidadosamente, observando la cara de Shen Qingqiu―. Cuando se despidió, dijo que no
volvería a la montaña Cang Qong y que... no dijéramos nada de su vuelta. Dijo que quería
recorrer el mundo, y el maestro intentó detenerlo porque le tiene mucho aprecio. Aunque
realmente no tienen una relación estricta de discípulo y maestro, él ya es tratado como un
discípulo exitoso.

Ya veo.

El acto de Luo Binghe fue el típico "loto blanco que sufre silenciosamente el dolor". Fue fácil
que ellos "adivinasen"por qué no regresó. Porque Shen Qingqiu estaba allí. Pues lo siento.

No era de extrañar que los discípulos del palacio Huan Hua se mostrasen hostiles con él. No
era sólo la habilidad de lavar cerebros de Luo Binghe. Sólo siguieron su ejemplo.

Shen Qingqiu guardó silencio. Gongyi Xiao pensó que estaba triste y decepcionado. Su
querido discípulo no solo no estaba muerto, sino que prefería ir a recorrer el mundo en vez de
ir a verlo.

―Señor Shen, no tiene por qué preocuparse demasiado ―dijo con cuidado―. Luo Binghe
sólo necesita algo de tiempo para resolver algún problema en su corazón. En el pasado, nunca
abandonó el palacio, pero esta vez se ofreció personalmente para venir. Sin embargo, mis
compañeros menores deben... haber tenido algún malentendido con usted. Espero que no se
ofenda.

El corazón de Shen Qingqiu se rompió en mil pedazos pequeños.

¡Trabajó minuciosamente durante muchos años para construirse una reputación buena, y el
protagonista aún podía destruirla en un segundo!

¡Incorrecto! No es que pudiese destruirla, ¡es que él mismo lo había hecho! ¡Lo había
empujado al Abismo, maldición!

¡No debería pensar excusas para sí mismo!

―¿Y tú? ¿Por qué no lo malinterpretaste?

Gongyi Xiao se sorprendió e inmediatamente respondió:

―No sé qué sucedió exactamente en esa zona de Jue Di Gorge, pero el señor Shen no es el
tipo de persona que asesinaría a su discípulo.

«Me harás llorar, pero déjame decirte que... debido a que somos carne de cañón para el
protagonista, es fácil que empaticemos entre nosotros.»

Más tarde, el grupo de discípulos del palacio Huan Hua los siguió. Shen Qingqiu miró hacia
atrás inconscientemente, sólo para ver a Luo Binghe mirándolos. Él juntó las manos y los
observó con el ojo frío de un espectador.

Al ver eso, el corazón de Shen Qingqiu se sintió inestable y débil, como un pequeño barco
atrapado en una tempestad. Aunque Luo Binghe no estaba demasiado cerca y mantenía una
sonrisa decente en sus labios, sus ojos oscuros eran tan fríos y penetrantes que lo hizo
estremecer.

«¿Qué se supone que te pasa ahora? Sólo somos dos personajes carne de cañón que se
abrazan para consolarse mutuamente. ¿Por qué te ofendes?»
Cuando llegaron a la tienda de armas, descubrieron que el ruido en el interior era tan fuerte
que podría volar el techo. Eso fue todo lo que hizo Liu Qingge. Fue el responsable de la tarea
más difícil.

Después de separarse, él fue a capturar algunos sujetos experimentales. La gente de la ciudad


no estaba dispuesta a cooperar, así que no había otra forma que usar la fuerza.

Además, Liu Qingge no era una persona paciente y razonable. Su estilo era acorde con la
tradición de la cumbre Bai Zhan. Simplemente salió, agarró a una docena de hombres
fornidos y los ató a una plataforma de forja detrás del vestíbulo.

Ahora se había convertido en un sitio de investigación para Mu Qingfang. Ese grupo de


hombres ya estaba maldiciendo y llorando, como si fuese más bien un grupo de niños.

Shen Qingqiu bajó al sótano y les explicó lo que había pasado, sin mencionar que él también
había sido infectado.

El gran maestro Wu Chen rezó una vez más a Buda y dijo:

―Gracias a los compañeros de la secta de la montaña Cang Qiong, las cosas comienzan a
mejorar.

―Me temo que no será tan simple ―contestó Shen Qingqiu―. Las personas infectadas no
pueden haberse contagiado entre sí. Según los registros de algunos libros de la cumbre Qing
Jing, la cantidad máxima de personas que puede infectar un sembrador es de trescientos. Si el
área infectada es tan grande como una ciudad, entonces debe de haber más de uno.

Liu Qingge puso su mano sobre la empuñadura de su espada y se levantó. Shen Qingqiu ya
sabía que era un hombre de acción, quería irse de inmediato para encontrar al resto de
sembradores y matarlos.

―¡Espera un momento! ―se apresuró en decir―. Hay algo más...

―Por favor, dinos ―dijo Mu Qingfang.

Shen Qingqiu no sabía cómo decirlo, y dudó por un momento.

―...Luo Binghe está de regreso.


La mayoría no reaccionó. El Gran Maestro Wu Chen no sabía quién era y a Mu Qingfang
sólo le importaba la medicina en ese momento. Pero Liu Qingge frunció el ceño, sorprendido.

―¿Tu discípulo? ¿No murió por culpa de los demonios en la Conferencia de la Alianza
Inmortal?

―No está muerto... ―Shen Qingqiu se encontró con que cada vez le era más difícil
explicarse―. Tú y yo iremos a patrullar la ciudad. Cuando regresemos, hablaremos.

―Sí. Traté con sembradores antes. Ahora habrá menos personas que sufran. También debería
echar un vistazo a los pacientes ―dijo Mu Qingfang.

Nada más oír eso, Shen Qingqiu recordó el conjunto de instrumentos quirúrgicos plateados de
Mu Qingfang. Tenía un juego completo de escalpelos y agujas, todo preparado como para
llevar a cabo una autopsia. También llevaba cientos de botellas y frascos en sus mangas,
todos debidamente etiquetados según sus contenidos.

Eso sería suficiente para que el grupo de hombres fornidos palideciera y se asustara.

Shen Qingqiu soltó una risa seca y estaba a punto de seguir a Liu Qingge fuera del sótano. De
repente, sin previo aviso, el sonido del latido de su corazón pareció volverse cien veces más
fuerte. Sus movimientos se hicieron más lentos inmediatamente después.

Liu Qingge lo notó en seguida y se detuvo:

―¿Qué te pasa?

Shen Qingqiu no respondió. La fuerza espiritual intentó surgir en su mano derecha, pero ni
siquiera fue capaz de causar una chispa.

«En un momento tan crítico... ¿por qué me tratáis tan mal?»

―Sin Cura ―murmuró Mu Qingfang.

Liu Qingge comprobó su pulso y después de unos segundos, lo presionó.

―Siéntate y espera.
¡¿Esperar a qué?! ¡¿A que Luo Binghe llame a la puerta?!

―Iré contigo ―dijo, poniéndose en seguida de pie.

―No estorbes.

Liu Qingge era el gran maestro de la cumbre Bai Zhan. ¿Con quién iba a sentirse más seguro
que con él?

―Señor Shen, ¿has tomado tu medicina hoy? ―preguntó Mu Qingfang.

Shen Qingqiu realmente quería mirar hacia el cielo y gritar: "¡No he renunciado al maldito
tratamiento!"

¡Obviamente tomó su medicamento todo el mes! Incluso le pidió a Liu Qingge que le ayudara
a limpiar el veneno de su cuerpo. Entonces, ¿por qué actuaba inexplicablemente justo en ese
momento? ¡Qué confuso!

Justo en ese instante, sonó una notificación del sistema: 【Puntos de genialidad del
protagonista: +100.】

¡Lárgate!

¿Quería decir algo en plan "Shen Qingqiu no tiene suerte, el protagonista es genial"?

«¡No te atrevas a ser tan vago! Sistema, explica por qué de repente agregas unos puntos tan
raros.»

―No debes esforzarte tanto ―dijo Mu Qingfang―. El señor Liu sólo piensa en tu propio
bien. Haría un gran daño a tu cuerpo si te pones a correr durante el ataque del veneno.
Quédate aquí y descansa, iré a buscar medicinas. Espera a que él regrese y use su energía
espiritual para ayudarte a limpiarlo.

Shen Qingqiu se intentó poner de pie tres veces, y todas ellas fue presionado por Liu Qingge
para que volviese a sentarse. El tono de Mu Qingfang era como el de un adulto regañando a
un niño travieso. Shen Qingqiu al final sólo pudo resignarse.
―Bien, Liu-shidi, escúchame. El sembrador tiene la piel escarlata y es muy infeccioso. Si
encuentras algo sospechoso que se le parezca, no te apresures. Ataca a distancia. Cuando
regreses, ven a mi habitación. Tengo que hablar contigo.

La última oración fue la más importante. Shen Qingqiu puso mucho énfasis en esas palabras.

«¡Entrena a un ejército durante mil días para usarlo! Liu, ¡debes protegerme!»

Después de que esos dos salieran del sótano, el Gran Maestro Wu Chen dijo:

―Joven Shen, ¿no crees que es extraño? El mundo de los demonios ha estado mucho tiempo
en silencio, pero en los últimos años, se ha vuelto a activar. En la última Conferencia de la
Alianza Inmortal, muchos demonios salieron. Y esta vez, ha aparecido un sembrador, los
cuales hace cien años que no aparecen. Me temo que no es buena señal.

No sólo eso, esos sembradores obviamente eran más fuertes. Originalmente, no había tal
regla de que las personas no pudiesen alejarse mucho del sembrador.

―Sus dudas son la razón por la que no puedo estar tranquilo ―dijo Shen Qingqiu,
compartiendo el mismo sentimiento.

Si Luo Binghe fue liberado tres años antes de lo previsto, ¡esa circunstancia especial no
puede ser ningún buen presagio!

Después de que el Gran Maestro Wu Chen fuera infectado, su cuerpo sufrió gran daño. Poco
después de su conversación, se cansó y Shen Qingqiu lo ayudó a acostarse.

Se escabulló silenciosamente hacia su habitación en la planta de arriba. Liu Qingge no había


regresado, por lo que aún no podía dormir. Simplemente se sentó en una silla, aturdido. Pensó
melancólicamente en una ovejita, Luo Binghe, que gritaba "shizun" todo el día. Luego pensó
en el loto negro, Luo Binghe, que hacía que la gente se sintiera incómoda de pies a cabeza.
¿Por qué había tenido que pasar algo así...?

Después de un buen rato, alguien llamó a la puerta.

Shen Qingqiu se levantó y dijo:

―¿Liu-shidi? ¡Te he estado esperando casi toda la noche! Entra.


La puerta se abrió de golpe.

Luo Binghe estaba en la entrada, respaldado por una oscuridad ilimitada, de pie con las
manos en la espalda y los labios ligeramente curvados. Sus ojos eran como dos piscinas frías
demasiado profundas.

Él entrecerró los ojos, antes de decir:

―Buenas noches, shizun.

―Fin del capítulo 33―

[1] Ice Bucket challenge, se puso de moda hará varios años. Ah, qué recuerdos.

[2] No me gusta cómo suena eso de "señor", ya que es el título que se le da a los señores de
cumbre, pero en inglés le llaman literalmente 'lord', así que no se me ha ocurrido otra forma
más acertada de traducirlo.

CAPÍTULO 34

¡Oh, mierda!

En un instante, el cerebro de Shen Qingqiu pareció calentarse hasta parecer agua hirviendo.

¡Eso era exactamente como esa parte en las películas de terror cuando las campanas de
medianoche comenzaban a sonar siniestramente!

Agarró su abanico plegable, se dio la vuelta y escapó ágilmente por la ventana.

El disfraz de corderito ya había caído y la verdadera naturaleza de Luo Binghe quedó


expuesta, ¡y había venido a saldar cuentas con él!
Su escape fue completamente impulsado por su subconsciente. Años de hábito lo hicieron
actuar con gracia y elegancia a pesar de estar huyendo. Después de aterrizar con fluidez, usó
la planta del pie para saltar y su cuerpo voló como un ganso.

Como un viento frío, la voz de Luo Binghe llegó a sus oídos clara y penetrante. Su tono tenía
la apariencia de una sonrisa, y Shen Qingqiu casi podía imaginársela muy cerca de su oído
mientras decía:

―Durante el día, shizun conversa con Gongyi Xiao con ternura e intimidad. Luego, en la
noche, enciende las lámparas y arregla las velas mientras espera al tío marcial Liu con sincero
afecto... Pero cuando aparezco yo, ¿de repente te distancias?

¡Joder! ¡Cada vez que terminaba una oración, la distancia entre ellos se acortaba! ¡Esa
velocidad no era científica!

Shen Qingqiu respiró hondo. Pensó para sí mismo que, no importaba cómo, debía encontrar
ayuda, así que usó toda su energía para amplificar su voz:

―¡Liu Qingge!

La voz de Luo Binghe volvió a escucharse, pero esa vez no fue tan gentil.

―El tío marcial Liu está ocupado ahora mismo ―dijo, con una sonrisa burlona―. Me temo
que no está libre para ti. Shizun, si tienes alguna orden, ¿por qué no me la dices?

¡No, muchas gracias!

Parecía que Liu Qingge había sido arrastrado a alguna pelea, por lo que no podía contar con
él. Vertió la energía espiritual de todo su cuerpo en sus piernas, esperando una explosión de
velocidad.

Pero estaba tan desesperado que había olvidado una cosa muy importante: ¡el veneno en su
cuerpo acababa de estallar!

Era demasiado tarde para que reaccionase. En un instante, toda la sangre en el cuerpo de Shen
Qingqiu pareció dejar de fluir y su cuerpo se hundió.
En el momento siguiente, le apretaron la garganta y su espalda se estrelló contra una pared de
piedra fría, haciendo que le doliera la espalda y la cabeza.

Luo Binghe estaba muy cerca y lo golpeó contra la pared con una mano. El impacto en su
cabeza lo mareó y le tomó mucho tiempo enfocar su vista.

La luz de la Luna brillaba sobre él, haciendo que la figura de Luo Binghe pareciese más una
estatua de jade, incomparablemente hermosa.

―Separados durante muchos años, y sin embargo, al encontrarnos bajo el viento dorado de la
tarde y entre el rocío blanco puro de la madrugada[1]... ―se inclinó muy cerca y susurró
suavemente en su oído―, shizun sólo llama a otros. Estoy un poco triste.

Aunque dijo que estaba triste, sus labios se curvaron en una sonrisa y la expresión en sus ojos
se volvió asesina. ¡Era obvio que era mentira!

Shen Qingqiu sintió como si su garganta estuviese atrapada por un aro de hierro. Su cuello
estaba siendo apretado, y si le era difícil incluso respirar, mucho menos podría contestar.

Al contrario de lo que podría esperar, con un poco de esfuerzo, logró formar el signo con un
dedo para invocar su espada. Pero por culpa del veneno, la espada Xiy Ya no se movió ni un
poco.

Como respuesta, la mano de Luo Binghe comenzó a ejercer más y más fuerza, apretando
lentamente su cuello.

De repente, el campo de visión de Shen Qingqiu se iluminó y apareció un gran cuadro de


diálogo.

Este cuadro era muy diferente a los que había visto anteriormente. Parecía más lujoso... ¡ah,
debía centrarse en el contenido!

Sugerencia del sistema: 【¿Desea ver los consejos del sistema para enfrentar el problema
menor al que se enfrenta?】

¿Problema menor?

Shen Qingqiu gritó dentro de su mente: «¡Hazlo! ¿Hay un modo fácil? ¡Actívalo!»
Sistema: 【Permiso solicitado para activar: ¿Desea habilitar el elemento clave para sobrevivir?

Shen Qingqiu estaba tan asfixiado que sólo veía puntos de colores. «¡¿Qué elemento clave?!
¿Cuántos puntos B necesito para comprarlo?»

【El artículo ya está en su almacenamiento. Desea usar 'Jade falso Guanyin" para eliminar los
100 puntos de ira de Luo Binghe?】

¡Joder! ¡Eso era lo único que la madre de Luo Binghe le dejó!

Cuando llegó por primera vez a ese mundo, obtuvo ese artículo clave salvavidas y algunos
equipos avanzados. ¿Cómo podía haberse olvidado de eso?

«¡Úsalo!» ¡Su manzana de Adán casi se había partido en dos!

Sistema:【Tenga en cuenta que el elemento clave sólo puede usarse una vez y puede eliminar
un máximo de 5.000 puntos de ira de Luo Binghe.】

Shen Qingqiu logró frenar el caballo al borde del precipicio: «¡¡Espera-!!»

¿Luo Binghe sólo tenía 100 puntos de ira en ese momento? ¡¿El sistema le estaba tomando el
pelo?! Si es así como se veía con sólo 100 puntos, ¡ni siquiera podía imaginar la hermosa
vista de 5.000 puntos de ira!

El punto importante era: ¿debía usar un objeto que podía eliminar 5.000 puntos de ira para
lidiar con 100 puntos de ira...? A pesar de que su vida estaba en juego, Shen Qingqiu
necesitaba un poco de tiempo para lidiar con su angustia y confusión.

No iba a morir de asfixia, iba a morir porque su garganta iba a ser destrozada.

Justo cuando Shen Qingqiu se preparó para usar el objeto salvavidas, la mano en su cuello se
relajó de repente.

No podía huir, por lo que su única opción fue seguir actuando con calma. Shen Qingqiu se
apoyó contra la pared y como sus piernas no consiguieron sostenerlo, cayó de rodillas con un
golpe.
Luo Binghe, quien casi lo había estrangulado hasta la muerte, sonrió y lo ayudó a levantarse
de la misma forma que solía ayudarlo a salir del carruaje. Aturdido, Shen Qingqiu olvidó
temporalmente que debía liberarse y sintió que ese comportamiento era demasiado
espeluznante.

―¿Por qué shizun huyó tan deprisa? Casi no puedo alcanzarte ―suspiró.

«¡Casi no puedes alcanzarme, mi culo! ¿Quién era el que estaba tan tranquilo en medio del
caos? ¿Quién fue el que jugó al gato y al ratón sin tan siquiera sudar?»

Shen Qingqiu jadeó, y cuando finalmente abrió la boca, su voz sonó estrangulada:

―Tienes demasiadas agallas para volver así. ¿No temes que otros descubran tu verdadera
identidad?

―¿Shizun está preocupado o interesado en mí? ―los ojos de Luo Binghe brillaron al decirlo.

Shen Qingqiu pensó bastante en esas dos palabras. ¿Qué diferencia podía haber entre
"preocupado" o "interesado"?

―¿Crees que no le diré a nadie?

Luo Binghe lo miró, y en un tono como si se compadeciese de él, dijo:

―Shizun, para eso primero deberían confiar en ti.

Su corazón comenzó a latir salvajemente.

¿Eso significaba que tenía la intención de arruinar su reputación como lo hizo con el original,
y luego, lentamente, obligarlo a ir hacia su propia destrucción?

El Shen Qingqiu original tenía dos puntos importantes para ser un villano escoria: 1. Tratar
de involucrarse con niñas y mujeres; 2. Matar a muchos cultivadores, incluso de su misma
secta.

Sin embargo, él no era como el original. ¿Podía arruinar Luo Binghe su reputación?

【Respuesta amigable del sistema: Por supuesto.】


«Cállate la boca, ¿de acuerdo? No necesito que me lo recuerdes, gracias.»

【De nada, esta respuesta no le costó ningún punto B.】

Shen Qingqiu salió inmediatamente del cuadro de diálogo emergente.

Se frotó la garganta y se detuvo por un momento. Inesperadamente, descubrió que Luo


Binghe sólo lo miraba de forma fija, sin intención de hacer nada más.

¿Qué miraba?

Han pasado años desde que se separaron, ¿intentaba compensarlo?

Sistema: 【Puntos de serenidad del protagonista: +50.】

«¿Te has actualizado y aún así sigues sin dar la razón por la que aumentas los puntos? No
hice nada, pero aumentaron. ¿Puedes mejor simplemente desaparecer?»

Después de un largo rato, Shen Qingqiu dijo:

―Ahora que has vuelto, ¿qué vas a hacer?

―He echado de menos la forma tan buena en la que me trataba shizun, así que he vuelto para
verte.

Shen Qingqiu comprendió de inmediato que había vuelto para saldar algunas cuentas
antiguas.

Le hizo una pregunta y recibió su respuesta; en realidad fue una interacción bastante
armoniosa. Shen Qingqiu se volvió más valiente. Sin pestañear, movió los dedos hacia la
parte superior de la empuñadura de su espada.

―¿Has venido sólo para matarme? ¿Y qué pasa con la plaga de esta ciudad? No puede ser
que todos los residentes hayan sido "buenos" contigo.

¿Quién hubiese pensado que con esa frase, tocaría un nervio sensible de Luo Binghe? En un
instante, sus ojos se volvieron fríos, como si fuesen dos estrellas que cayeron del cielo y se
congelaron. La sonrisa también desapareció de su rostro.
―Shizun realmente aborrece la raza demoníaca ―se burló. Había un rastro de ira intensa y
reprimida en su tono.

No, en realidad no lo hacía.

―Sería más correcto decir... ―Luo Binghe rechinó los dientes― que me aborreces a mí.

Sí, ves que... ¿qué, qué, qué? Shen Qingqiu habló en defensa propia: ¡nunca dijo eso!

Luo Binghe de repente se acercó a él, y Shen Qingqiu retrocedió un paso como respuesta.
Justo detrás tenía la pared, y no pudo apartarse más.

Las chispas parecieron volar cuando sus ojos se encontraron. Luo Binghe pareció darse
cuenta de que estaba actuando demasiado agresivo y cerró los ojos. Pasó un rato hasta que los
volvió a abrir.

―¿Shizun piensa que debido a mis orígenes... tarde o temprano estaré haciendo cosas como
asesinar o masacrar, capturar países o incendiarlos?

Shen Qingqiu sólo pudo permanecer en silencio.

Si tuviese una copia física de "El Camino del Demonio Inmortal", ya le habría abofeteado en
la cara con el libro hace mucho.

¡Donde hay humo, hay fuego! Habían veinte millones de caracteres que lo confirmaban. No
sólo asesinó, incendió, masacró y destruyó países, sino que también conquistó reinos.

Cuando Luo Binghe vio que Shen Qingqiu no contestó y sus ojos lo evadieron, lo tomó como
una afirmación.

―¿Por qué en ese momento dijiste que la raza de alguien no era importante? ―se burló―.
¿Por qué dijiste palabras tan bonitas como "no hay nadie en este mundo al que la tierra y el
cielo no toleren"? ―la expresión en su rostro se volvió sombría y frunció el ceño. Gritó―:
¡Eres tan hipócrita!

Shen Qingqiu estaba alerta desde hacía rato, por lo que esquivó rápidamente el golpe. Miró
hacia atrás para ver que, la pared en la que estaba apoyada, se había roto en pedazos por el
golpe.
Aunque sabía que el temperamento de Luo Binghe cambiaría cuando saliese del Abismo, no
esperaba algo así. Decir que se había vuelto malhumorado era quedarse corto.

Una cosa era conocer el resultado basado en un libro, pero otra muy diferente era verlo en
una persona que alguna vez le fue cercana. Y especialmente porque eso era culpa suya.

Luo Binghe no parecía que realmente quisiera golpearlo. Después de ese estallido repentino,
se había desahogado. Giró la cabeza e intentó sujetarlo, pero Shen Qingqiu sacó a Xiu Ya.

No la había desenvainado manualmente desde hacía muchísimo tiempo. Prefería invocarla


con su energía espiritual, pero ahora que estaba bloqueada, no tenía otra opción. No podía
dejarse atrapar, y mucho menos quedarse de brazos cruzados.

Había cometido un gran error. Pensó que Luo Binghe tendría que cultivarse durante cinco
años antes de salir del Abismo sin Fin. ¿Quién hubiese imaginado que el talento del
protagonista sería tan increíble? ¡Luo Binghe acabó su tarea en la mitad de tiempo! El
salvavidas de Shen Qingqiu, la Flor del Rocío del Sol y la Luna, aún no estaba listo.

Al ver la situación actual, Luo Binghe levantó lentamente su mano para revelar la energía
demoníaca púrpura y roja que se arremolinaba en su palma.

―Shizun, ¿cuánto crees que tardaría en corromper a Xiu Ya? ―dijo lentamente.

¡No había necesidad de adivinar, apostaba 50 centavos a que sólo le tomaría un intento! Shen
Qingqiu se sintió incluso más miserable.

Cuando Luo Binghe se acercó, no tuvo más remedio que usar su espada.

Ya se había preparado mentalmente para despedirse de Xiu Ya, pero para su sorpresa, Luo
Binghe pareció darse cuenta de algo. Se congeló por un momento y eliminó la energía
demoníaca de su palma, agarrando directamente el filo de la espada con su mano.

Shen Qingqiu no pensó que la espada realmente lo cortaría. ¡Esa ya era la segunda vez!
Mientras lo miraba en estado de shock, Luo Binghe hizo un corte en su muñeca. El dolor hizo
que la fuerza con la que sujetaba la espada se aflojase, y Xiu Ya cayó al suelo, para después
ser pateada lejos por Luo Binghe.
Liu Binghe sostuvo su muñeca con algo de fuerza. La sangre fresca fluía de la herida,
empapando la manga de Shen Qingqiu. Al ver que no se detenía, su corazón se llenó de
pánico. Y en medio de esa confusa situación, Luo Binghe dijo:

―¿Estás infectado?

La muñeca de Shen Qingqiu tenía algunas pequeñas machas rojas más grandes que el día
anterior.

Los largos y delgados dedos de Luo Binghe acariciaron la erupción. Debajo de la yema de
sus dedos, las manchas comenzaron a desvanecerse, como si fuese tinta arrastrándose.

Por supuesto que eso no era ninguna amenaza para él.

La expresión en el rostro de Luo Binghe se relajó un poco.

―Esta mano de shizun está llena de desgracia.

Los dos inesperadamente pensaron lo mismo. Shen Qingqiu miró su ahora muñeca limpia y
suave, confundido por la forma en la que funcionaba la mente de Luo Binghe. ¿Quizás le
recordó la vez en la que esa mano bloqueó esas púas envenenadas por él y le provocó algunos
sentimientos de afecto?

Todavía estaba especulando cuando, de repente, le golpeó en el estómago.

―Lo hecho, hecho está ―dijo Luo Binghe, con una sonrisa―. Shizun debe cosechar lo que
ha sembrado, debes compensarme bien por la herida que me hiciste.

Shen Qingqiu intentó pensar si realmente tenía un trauma, cuando sintió un fuerte dolor en su
cuero cabelludo. Luo Binghe tiró de su cabello hacia atrás y puso su mano sobre los labios de
Shen Qingqiu, vertiendo sangre en su boca.

Sus ojos se abrieron de golpe, en estado de shock.

¡La "herida" a la que se refería Luo Binghe, era la que acababa de hacerle sin querer con Xiu
Ya!

¡Joder! ¡Absolutamente no, no, no debía beber eso!


Apartó la mano con brusquedad e inclinó la cabeza para vomitar toda la sangre. Sin embargo,
Luo Binghe no lo dejó ir, y lo levantó por la fuerza del suelo, intentando forzarlo a que
bebiese.

Luo Binghe desgarró la herida en su mano, haciendo que saliese más sangre caliente.

―Shizun, para. La sangre de los Demonios Celestiales está sucia, pero no te matará si la
bebes, ¿verdad?

¡No le mataría, pero la muerte sería preferible!

―Fin del capítulo 34―

[1] Es un poema chino.

CAPÍTULO 35

Shen Qingqiu no sabía cómo había regresado a la tienda de armas. Subió a su habitación,
todavía aturdido, y se dejó caer sobre su cama. Su mente sólo podía pensar en cómo la sangre
que había sido vertida en su boca ahora fluía por todo su cuerpo. Dio vueltas en la cama
durante toda la noche.

Cuando la sangre de un demonio antiguo abandonaba su cuerpo, éstos aún podían


manipularla. Si alguien la bebía, la muerte no era la única consecuencia posible. Y en
realidad, ni siquiera era la peor.

Por ejemplo, en la novela original, Luo Binghe pudo manipular fácilmente su sangre de
muchas formas: para envenenar, como un rastreador, para lavar cerebros, como herramienta
sexual, como ácaros de sangre parasitarios, etc.

Shen Qingqiu estaba cubierto de sudor frío, medio despierto y medio dormido, hasta que
finalmente se quedó profundamente dormido al amanecer.
No había dormido demasiado cuando le despertó el sonido de unos vítores estremecedores.
Se tambaleó fuera de la cama. Como había caído en la cama vestido, no necesitaba ponerse
ropa. Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta, ésta se abrió de golpe y un adolescente
emocionado entró:

―¡Las puertas de la ciudad están abiertas! ―exclamó Yang Yixuan.

―¿Qué?

―¡Todos los monstruos han sido atrapados! ¡Las puertas están abiertas! ¡La ciudad Jinlan ha
sido salvada! ―al momento, la idea del sacrificio de su padre le hizo llorar.

Shen Qingqiu tenía un fuerte dolor de cabeza, pero aún así trató de consolarlo. Pensó para sí
mismo: «¿Tan rápido? Fueron atrapados en una noche.»

En el momento en que se abrieron las puertas, varios cultivadores que estaban observando
desde la periferia a pocas millas de la ciudad, se apiñaron en el interior, reuniéndose en la
plaza de la ciudad. Allí, Mu Qingfang estaba repartiendo las píldoras que había preparado.
Los residentes de la ciudad, antes sin vida, ahora estaban llenos de energía.

Un total de siete sembradores fueron capturados vivos. Los mantenían aislados en una barrera
encantada establecida por el templo Zhao Hua.

Shen Qingqiu vio a Liu Qingge, que parecía absorto en sus pensamientos. Se acercó y le dio
una palmada en la espalda.

―¿Qué pasó anoche? ―al oír eso, Liu Qingge lo miró sombríamente.

―¿Qué le pasó a tu discípulo?

―¿Por qué? ¿Qué hizo?

―Anoche, yo atrapé a dos, y él... a cinco ―dijo Liu Qingge, lentamente―. ¿Qué sucedió con
él durante estos años?

¡Que alguien luchara por algo contra el señor de la cumber Bai Zhan, y que ese estúpido
suicida realmente ganara, era algo que podría destruir la dignidad de los discípulos de esa
cumbre! ¡Era demasiado vergonzoso y humillante!
Con respecto a las clasificaciones de poder de esos dos, los datos eran claros. La situación
actual era: Luo Binghe=5; Liu Qingge=2...

De repente, la ruidosa multitud de discípulos simultáneamente se calló y se separó, haciendo


espacio para que pasara alguien. No muy lejos de ellos, un grupo de líderes caminaba
lentamente hacia delante.

Yue Qingyuan y el viejo Maestro del palacio Huan Hua caminaron uno al lado del otro,
mientras que los principales cultivadores del mirador Tian Yi y del templo Zhao Hua
caminaban cerca de ellos.

Luo Binghe estaba al lado del viejo Maestro del palacio.

En la luz del Sol de madrugada, él parecía renovado y de buen humor. Shen Qingqiu comparó
su apariencia con su propio estado lamentable y se sintió deprimido. Incluso Yue Qingyuan se
dio cuenta.

Cuando el líder de secta se acercó, lo miró durante unos segundos.

―Tienes un aspecto horrible. No debería haberte dejado venir ―dijo, preocupado.

―Es sólo que los pacientes de Mu Qingfang me mantuvieron toda la noche despierto por
culpa de sus llantos ―Shen Qingqiu se obligó a sonreír, como si hubiese dicho una broma.

―Hermano marcial, ¿cómo podría ser eso? ―preguntó Mu Qingfang, cuando regresó de
distribuir las píldoras―. No importa cuánto ruido hubiesen hecho, uno no tiene ese aspecto
horrible de la noche a la mañana. ¿Tomaste la medicina que te dejé en la habitación?

―Sí, la tomé, la tomé. ¡No me pidas que tome más por hoy! ―respondió Shen Qingqiu
bruscamente.

Hubo una pequeña conmoción en el otro extremo de la plaza. Miró hacia allí y de repente
sintió la imperiosa necesidad de palmearse la frente con una mano.

Vio a un hombre adulto con ropa de luto que llevaba a un grupo de personas a arrodillarse
frente a Luo Binghe. Era el señor de la ciudad Jinlan.
―¡Los inmortales sacrificaron sus vidas para salvar esta pequeña e insignificante ciudad!
―gritó, estando fuera de sí de la emoción―. No hay forma de que podamos pagarte. ¡En el
futuro, si necesitas algo, lo haremos incluso morimos por ello!

Shen Qingqiu rodó los ojos. Eso realmente era una escena demasiado cliché. Después de
capturar a todos los demonios, el protagonista recogía seguidores y recompensas.

En ese momento, él sólo robaba toda la atención, mientras que el resto que ayudó fue
considerado un mero escenario de fondo. El propio Shen Qingqiu no ayudó demasiado, y Liu
Qingge sólo atrapó a dos. ¿Pero qué hay de Mu Qingfang, que dedicó todo su tiempo en
repartir medicamentos?

La respuesta de Luo Binghe vino con esa línea cliché:

―Señor, por favor, me siento muy honrado ―dijo modestamente―. La ciudad Jinlan
sobrevivió gracias a los esfuerzos de todos, no sólo a los de un sólo hombre.

Hablaba y se comportaba con propiedad, sin molestar a otras personas. Él mismo no perdió
honor, pero las otras sectas también fueron aplacadas.

―Anoche, con mis propios ojos, vi a este joven capturar a esos demonios siniestros ―el
señor de la ciudad estalló con más cumplidos―. ¡Fue demasiado increíble! ¡Realmente eres
un joven héroe! ¡Un gran maestro produce un discípulo sobresaliente! Maestro del palacio, su
sucesor está indudablemente bien calificado.

Cuando Luo Binghe escuchó eso de "un gran maestro produce a un discípulo sobresaliente",
su sonrisa se profundizó y sus ojos se dirigieron hacia alguien. Por un momento fugaz, su
mirada aterrizó en la cara de Shen Qingqiu, tan suavemente como una libélula tocando el
agua, pero él extendió su abanico para evitar su mirada.

El líder del palacio Huan Hua miró a Luo Binghe con admiración y afecto paternal en sus
ojos. Era posible que otras personas no entendieran el significado de su mirada, pero Shen
Qingqiu sabía bien que esa era la mirada de alguien observando a su futuro sucesor y yerno.

Los siete sembradores estaban rodeados por un grupo de ciudadanos que gritaban
comentarios crueles, haciendo que la multitud se sintiera ansiosa.

―¿Qué debemos hacer con esas cosas? ―preguntó alguien.


―Qingqiu, ¿tienes alguna idea? ―dijo Yue Qingyuan.

―He leído libros antiguos relacionados con este asunto. Los sembradores tienen miedo a las
altas temperaturas, por lo que el fuego podría quemar la corrosión de sus cuerpos...
―murmuró para sí mismo.

Todos entendieron que quería decir que la desinfección debía llevarse a cabo a altas
temperaturas.

―Incluso si fuese factible, ¿cómo podríamos usar un método tan brutal? ―exclamó un
cultivador.

Su voz fue rápidamente ahogada por los furiosos gritos de los supervivientes de la ciudad
Jinlan.

En los días en los que la plaga estaba descontrolada, se perdieron incontables vidas inocentes
y el espectáculo presente era demasiado horrible como para poder soportarlo, viendo cada día
los cuerpos de las víctimas pudriéndose lentamente.

Un centro de comercio rico y bullicioso se había convertido en una ciudad fantasma desierta.
Por lo tanto, expresar simpatía hacia los sembradores o defender principios humanitarios en
su nombre era simplemente inaceptable para esos ciudadanos.

Los monjes fueron rápidamente rodeados por mucha gente que gritaban "quémalos" y "¡A
cualquiera que se oponga también!".

La mayoría de los sembradores dentro de la barrera mostraban sus colmillos y sonreían


cruelmente, sin mostrar miedo ni debilidad. Shen Qingqiu supuso que probablemente se
consideraban héroes por crear una buena cosecha por el bien de la raza demoníaca. Sólo el
sembrador más pequeño lloraba desconsolado.

Al verlo, algunas personas comenzaron a simpatizar.

―Hermano marcial Luo, ese pequeño sembrador se ve lamentable ―dijo Qin Wanyue,
mordiéndose el labio.

"Se ve lamentable" ¿Y los que murieron miserablemente por su culpa no?


Luo Binghe sonrió pero no respondió.

En su opinión, la reacción de Luo Binghe hacia la chica fue demasiado superficial. ¡Un
completo fracaso! Basado en la novela, ¿no debería aprovechar para expresarle cálidamente
sus sentimientos en ese momento? ¿Luo Binghe había mejorado sus habilidades a costa de su
harem?

¿Cómo podría tratar con el discípulo principal de su familia cuyo rostro, sin importar desde
qué ángulo fuese visto, parecía siempre como el jade? Qin Wanyue estaba deslumbrada.
Olvidando lo que acababa de decir, se contentó con mirar a la multitud.

Fue entonces cuando ocurrió con algo mucho más inesperado.

El pequeño sembrador saltó y se estrelló contra le borde de la barrera. Su cara escarlata se


volvió feroz debido a su aullido.

―¡Maestro Inmortal Shen, no dejes que me quemen hasta la muerte! ―chilló―. ¡Te lo
ruego, sálvame!

En ese momento, Shen Qingqiu sintió como si algo en su cerebro se hubiese roto.

¡¿Quién era ese?!

¡¿Cómo puedes acercarte casualmente y llamar a alguien maestro cuando ni siquiera te


conoce?!

Miles de ojos se clavaron en él al instante.

―¡Sólo seguimos tus instrucciones, pero no dijiste que seríamos quemados! ―continuó
gimiendo el sembrador.

¡¡Qué mierda!!

¡Qué acusación tan simple y dura! ¿Qué tipo de desarrollo de la trama era ese?

Shen Qingqiu sintió que necesitaba un trago.


―¿No debería explicar el Maestro Inmortal Shen qué significa todo esto? ―las palabras del
viejo Maestro del palacio salieron como una nube tóxica.

¿Una técnica de tan bajo nivel y realmente había alguien que se lo había creído?

―¡Sí, danos una explicación! ―la voz de otro más hizo eco.

¡Y había alguien más que se lo había tragado!

Las doce cumbres siempre se habían unido solidariamente ante las amenazas externas.
Cuando se hicieron esas acusaciones, muchos rostros de cultivadores de la secta de la
montaña Cang Qiong se fruncieron en muecas de enfado. La expresión de Yue Qingyuan se
volvió fría.

―Cualquier persona con cerebro puede ver que ese no se contenta con morir solo y quiere
arrastrar a alguien con él ―se burló Qi Qingqi―. ¡Sólo está tratando de incriminarlo! Los
demonios son todos iguales, sin integridad moral. ¿Quién podría morder el anzuelo de esa
forma? ¡No me hagáis reír, esto es ridículo!

―¿Por qué sólo lo acusó a él? Vale la pena pensar en eso ―dijo suavemente el viejo Maestro
del palacio.

Shen Qingqiu estaba abrumado por su lógica. En base a ese tipo de pensamiento, si uno fuese
señalado, el resto debían pensar cuidadosamente si era inocente o no.

Luo Binghe no dijo nada, mirando la escena con gran atención. Tal vez fue sólo su
imaginación, pero Shen Qingqiu sintió que sus ojos negros eran como estrellas y su expresión
sonriente estaba llena de satisfacción.

En la novela, Shen Qingqiu era odiado por el imperdonable crimen de asesinar a su propio
hermano de secta. Pero ahora, Liu Qingge estaba de pie junto a él. Si alguien intentara atacar
a Shen Qingqiu, él lo protegería.

¿Podría ser que, dado que no habían manchas en su reputación, estaba intentando forzar una?

Basado en el personaje de Luo Binghe después de oscurecerse... no era impensable.


De repente, un discípulo del palacio Huan Hua, con cara de estar pasando la viruela, se puso
en pie. Fue el mismo que se burló de Shen Qingqiu en el edificio abandonado el otro día.

―Maestro del palacio, descubrí algo, pero no sé si sería inapropiado hablar ―dijo,
inclinándose.

―Dices que "no sabes si sería inapropiado hablar", pero ya has hablado ―la cara de Shen
Qingqiu fue inexpresiva al decir eso―. ¿No estás siendo hipócrita?

De hecho, ¿no era lo mismo que abofetearse?

El discípulo seguramente no esperó que un cultivador mayor lo regañara y su rostro cambió


de rojo a blanco, hasta que se resaltaron las marcas de viruela en su rostro. No tuvo más
remedio que mirar a Shen Qingqiu con ferocidad.

―Ayer, vimos que el señor Shen tenía algunas marcas de la infección en su brazo. ¡Pero hoy
ya no las tiene! ―exclamó―. La secta de la montaña Cang Qiong envió al señor Mu a
repartir las píldoras, pero estas no hacen efecto hasta pasadas 24 horas. El hermano marcial
Luo tomó la píldora frente a nosotros, pero sus marcas aún no han desaparecido. ¿Cómo es
que las del señor Shen sí? Creo que es muy sospechoso.

Shen Qingqiu suspiró en silencio por dentro. Debería haber sabido que Luo Binghe no sería
tan amable como para eliminar la infección sin razón aparente.

―Mi hermano marcial está a cargo de la cumbre Qing Jing ―Yue Qingyuan habló de forma
tranquila―. Como señor de cumbre, siempre ha sido un buen modelo a seguir, una persona
de carácter noble e inmaculado. En la secta, no hay secretos entre nosotros. Parece que estas
tonterías te están haciendo ver sospechas donde no las hay.

A pesar de que Shen Qingqiu no tenía vergüenza, su rostro estaba a punto de ponerse rojo.
¡Hermano marcial, no digas eso, ¿quieres?! Ya sea el Shen original o el actual, ninguno de los
dos ni se le acercaba a eso de "carácter noble e inmaculado".

―¿En serio? Eso es bastante distinto a lo que he escuchado ―dijo el Maestro del palacio.

El corazón de Shen Qingqiu se hundió.

Parecía que hoy iba a ser arrastrado hacia una alcantarilla.


―Fin del capítulo 35―

CAPÍTULO 36

―Oh, ¿desde cuándo las otras sectas comienzan a llegar a conclusiones en base de rumores?
―dijo Shen Qingqiu, entrecerrando los ojos.

―Si sólo se tratase de rumores, no lo habríamos creído tan fácilmente ―respondió el viejo
Maestro del palacio―. Es sólo que estas palabras fueron difundidas por alguien respetable de
tu secta ―inspeccionó su entorno antes de continuar―. Todos aquí saben y estarían de
acuerdo en que es común que los discípulos tengan buenas relaciones entre ellos. Por lo tanto,
es inevitable que se propaguen algunos rumores. Es sólo que el asunto del señor de cumbre
Shen golpeando a sus discípulos, no lo hace digno a ser descrito como alguien de "carácter
moral noble e inmaculado".

Al escuchar eso, Shen Qingqiu se mostró incrédulo.

¿Golpear a sus discípulos?

Eso fue, de hecho, cuando Luo Binghe estaba creciendo. Era cierto que Shen Qingqiu lo
maltrataba de todas las formas posibles, usándolo para el trabajo infantil y cosas así. Todos
esos días pasados podrían ser escritos en una novela trágica. En cuanto al resto de discípulos
que fueron lo suficientemente sobresalientes para ser molestados o tratados severamente, eran
demasiados como para contarlo. ¡Sólo que él no era el autor de esos hechos, sino el original!

―¿Cómo sabes que esos rumores son ciertos? ―dijo Yue Qingyuan solemnemente―. Es
cierto que mi hermano marcial no mima a sus discípulos, pero decir que los maltrata es cruzar
la línea.

De repente, una voz tierna habló. Qin Wanyue no pudo resistir más la necesidad de hablar por
su enamoramiento:
―Si mi humilde ser puede ser tan valiente como para preguntarle al líder de secta Yue...
Ordenar a un joven que luche contra un anciano experimentado de la raza demoníaca con una
armadura de púas envenenadas, ¿no podría contar como abuso?

Esa vez, Shen Qingqiu no pudo continuar callado.

―Si lo es o no, yo no sé nada ―dijo, ni rencoroso ni apacible―. Pero lo que sí sé es que si


un maestro empuja a su propio discípulo para interceptar una púa envenenada, no puede
contar como maltrato. ¿Qué opinas, Luo Binghe?

Al escuchar ese nombre, las caras de muchos cultivadores presentes parpadearon de asombro,
especialmente entre los de la secta de la montaña Cang Qiong. Algunos habían sospechado al
ver su rostro, como Qi Qingqi, aunque ahora se sorprendieron por la revelación.

En cuanto a los líderes del grupo que acababan de llegar a la ciudad Jinlan y se arrodillaron al
encontrarse con Luo Binghe... ya habían resistido el granizo y la tormenta y ahora estaban
serenos y tranquilos.

En el pasado, debido a que Shen Qingqiu castigaba a Luo Binghe muchas veces, Yue
Qingyuan lo había visto algo de tiempo. Más tarde, cuando él comenzó a darle buen uso a su
discípulo, a menudo estaba ausente en la cumbre Qing Jing, lo cual le resultó más difícil
conocerlo.

Durante la Conferencia de la Alianza Inmortal, lo había vislumbrado en las pantallas de


cristal por unos breves momentos.

Por lo tanto, le había sido imposible reconocer a ese guapo y dominante joven al lado del
Maestro del palacio Huan Hua. Yue Qingyuan había escuchado hablar bastante del discípulo
favorito del viejo Maestro del palacio. Por eso, había confundido a Luo Binghe con Gongyi
Xiao todo ese tiempo.

Entre la multitud, Luo Binghe miró a Shen Qingqiu fijamente. Él inclinó la cabeza, abriendo
su abanico plegable, e inesperadamente tuvo el impulso de devolverle la sonrisa. Aunque el
pequeño rizo de sus labios seguramente habría sido visto como burla o provocación.

Decir que no estaba enfadado en absoluto era una tontería. Shen Qingqiu admite que a
menudo se preocupa por su pequeña vida, por lo que siempre piensa demasiado en todo lo
que concierna a Luo Binghe.
Pero cuando bloqueó ese ataque para él, estaba actuando por instinto, aunque Luo Binghe
probablemente no necesitaba su ayuda. No importaba cómo se mirase, en las tres rondas de
lucha, la persona que sufrió más daños fue él mismo. Ir tan lejos como para usar ese asunto
para calumniarlo, enfureció a Shen Qingqiu.

―Shizun arriesgó su vida para protegerme... ―dijo Luo Binghe con lentitud―; nunca lo
olvidaré.

―¿Realmente eres tú? ¿No dijiste que había muerto? ―la mirada de Qi Qingqi se paseó
entre Shen Qingqiu y Luo Binghe, aunque volvió al último―. Si estás vivo, ¿por qué no has
vuelto a tu cumbre? ¿No sabes que por tu culpa, tu shizun estaba muy distraído...?

Shen Qingqiu estalló en un ataque de tos seca, distrayendo lo suficiente como para que Qi
Qingqi no tuviese más remedio que dejar de hablar y mirarlo.

Tenía la premonición de que sus siguientes palabras serían "distraído como si hubiese perdido
el alma". ¡Nunca más quería escuchar esas malditas palabras! ¡Si Luo Binghe escuchara eso,
se reiría tan fuerte que su bonita cara se rompería!

―Ese es el punto que más nos desconcierta ―insistió el viejo Maestro del palacio―. Si no
murió, ¿por qué insistió el señor Shen en lo contrario? ¿Por qué Luo Binghe puede regresar a
su cumbre pero no quiere hacerlo?

―Si él no quiere regresar, no puedo hacer nada al respecto ―dijo Shen Qingqiu, molesto por
ese tono insinuante―. Puede venir e irse cuando le venga en gana. Si el viejo Maestro del
palacio quiere decir algo, que lo diga directamente.

Él se echó a reír.

―Lo que quiero decir, señor de la cumbre Shen, lo sabes perfectamente. Esos sembradores
deben ser incinerados, pero si había alguien manejándolos en las sombras, debería salir a la
luz también. Se le debe una explicación a la ciudad Jinlan.

Con sólo eso, logró encender la enemistad de los supervivientes de la ciudad. Acababan de
sufrir un gran desastre y con su estado de ánimo ya hosco y aterrorizado, ansiaban un
objetivo con el que desquitar su ira.
―Shizun aborrece el mal. Cuando se trata de demonios, no puede evitar matarlos a primera
vista y regocijarse después. ¿Cómo podría hacer tratos con ellos? ―dijo Luo Binghe.

Esas palabras parecían absolverlo de su fechoría, excepto que de todos los presentes, sólo él
podía comprender el doble sentido de la frase.

Ahora que el gato estaba fuera de la bolsa, Shen Qingqiu también preguntó:

―Luo Binghe, ahora mismo, ¿eres un discípulo de la cumbre Qing Jing o del palacio Huan
Hua?

―Después de todo, señor Shen, ¿estás dispuesto a reconocer a este discípulo tuyo de nuevo?
―se burló el viejo Maestro del palacio.

―Nunca lo eché de la secta. Si todavía me llama shizun, es porque está dispuesto a ser
reconocido como mi discípulo.

Sus palabras fueron dichas para molestar a Luo Binghe, sin embargo, pareció no tener éxito.
Sus ojos parpadearon. Shen Qngqiu no sabía si era su imaginación, pero su mirada pareció
aclararse.

En un momento, las dos facciones opuestas quedaron claras: una enfrente de la otra,
claramente separadas. Era como si las chispas chocaran, emitiendo un aura de hostilidad. Las
espadas se desenvainaron y las cuerdas de los actos se tensaron.

De repente, una voz femenina y coqueta preguntó:

―¿Shen Jiu...? ¿Eres Shen Jiu?

Tan pronto como escuchó ese nombre, el semblante imperturbable de Shen Qingqiu casi se
rompe como un cristal.

¡A la mierda con todo!

¿Es que querían matarlo?

Se acabó, ya está. Esa mujer era... ¡Qiu Haitang!


En la novela, la aparición de esa mujer sólo significó una cosa: la caída total de Shen
Qingqiu.

Aunque ella ya no era una niña, su rostro era tan bello como una magnolia, bellamente
maquillada. Su cuerpo era delgado, su pecho amplio, y su apariencia era realmente
extraordinaria. Debido a eso, naturalmente no podía escapar de su destino de convertirse en
parte del harem de Luo Binghe.

El problema fue que una vez tuvo una relación con Shen Qingqiu.

¡Felicidades! ¡Para involucrarse en relaciones ambiguas con dos esposas de un protagonista


en una novela de sementales, el Shen Qingqiu original era único en su especie!

De todas las novelas que Shen Yuan había leído, ¡nunca pudo encontrar un segundo personaje
así!

Pero recordando, esa revelación fue lo que provocó la segunda ola de comentarios que
decían: "¡Córtale las bolas a Shen Qingqiu! ¡Si no lo haces, dejaré de leer!"

El corazón de Shen Qingqiu se rompió en un aluvión de interminables "***" "*******" y


"**" en respuesta.

Qi Haitang desenvainó su espada y la niveló horizontalmente frente a su pecho, en un claro


gesto de que si no respondía, ella se suicidaría.

―¡Te estoy hablando! ¿Por qué no te atreves a mirarme?

«¿Cómo voy a atreverme a mirarte si vienes a por mi vida?»

―Ya decía yo que no era de extrañar que, a pesar de buscarte durante años, nunca te
encontrase ―la expresión de Qiu Haitang estaba llena de tristeza―. ¡Resulta que te
convertiste en un señor de cumbre! ¡Qué impresionante, ja!

Shen Qingqiu no sabía a dónde mirar o qué decir. En consecuencia, miró hacia adelante e
hizo todo lo posible para mostrar una expresión de apatía indiferente. La multitud susurraba
detrás de él.

―Qingqiu, ¿de verdad la conoces? ―murmuró Yue Qingyuan.


Las lágrimas de Shen Qingqiu regaron los campos de su corazón. No preguntes, de verdad...

―¿Que si nos conocemos? Ese hombre y yo fuimos novios en nuestra juventud. ¡Soy su
prometida! ―habló Qiu Haitang, con un tono angustiado.

Al escuchar eso, las cejas de Luo Binghe sufrieron un espasmo repentino.

¡No!

¡Obviamente era la esposa de Luo Binghe! ¡Vete con él!

―¿Huh? ¿De verdad? ¿Cómo es que nunca he oído mencionarlo, hermano marcial Shen?
―exclamó Shang Qinghua.

Shen Qingqiu estiró sus labios en una sonrisa falsa. ¿Podrías dejar de añadirle combustible al
fuego, maldito imbécil?

Esa parte melodramática y odiada que lo pintó como un villano escoria... ¿quién la escribió?
¡E incluso tenía el descaro de disfrutar con el espectáculo!

Y esos espectadores, ¿no eran cultivadores? ¿Se alimentaban de chismes o qué? ¡Iros, iros,
fuera ya!

―Esa persona es una bestia con forma humana, un sinvergüenza de aspecto refinado ―Qiu
Haitang se rió amargamente―. Obviamente no mencionaría cosas que lo culparían.

El gran Maestro Wu Chen había interactuado con los tres señores de la cumbre por un
periodo de tiempo y recibió el cuidado de Shen Qingqiu, por lo que tenía buenos sentimientos
hacia él. Durante la disputa de la secta Cang Qiong contra el palacio Huan Hua, no pudo
intervenir. Pero esa vez, abrió la boca para decir:

―Buda misericordioso. Cualquiera que sean sus palabras, joven, debería decirlas de forma
correcta y clara. Las denuncias ciegas no inspiran confianza.

El corazón de Shen Qingqiu se llenó de lágrimas. «Gran Maestro... sé que lo haces por mi
bien, pero en realidad si ella lo explica con claridad, ¡cavará mi tumba!»
En cuanto ella se convirtió en el foco de atención, su cara se sonrojó furiosamente. Hinchó el
pecho y gritó:

―¡Si digo alguna mentira, entonces seré atravesada por diez mil flechas envenenadas
demoníacas! ―señaló directamente a Shen Qingqiu, con furiosas llamas en sus ojos―. Ese
hombre, portador de la famosa Xiu Ya y señor de la respetada secta de la montaña Cang
Qiong, ¡ha hecho cosas horribles!

Sus palabras fueron despectivas, y las elegantes cejas de Qi Qingqi se fruncieron.

―¡Cuida tu boca!

Al ser reprendida por una señora de cumbre, retrocedió un paso. Pero el viejo Maestro del
palacio habló también:

―Señora de cumbre Qi, no hay necesidad de enfadarse. Déjala hablar.

Qiu Haitang lo miró y apretó los dientes. El odio en sus ojos ocultaba el miedo.

―Cuando tenía doce años, él no era más que un esclavo que mi familia compró a un
traficante de esclavos extranjero ―su voz se elevó de nuevo con cada frase―. Como era el
noveno[1], se llamaba Jiu. Al ver que el traficante lo maltrataba, mis padres se
compadecieron de él y lo trajeron a casa. Le enseñaron a hablar y a escribir, le dieron comida
y ropa hasta que estuvo acogido y cálido. Todos lo cuidamos como parte de nuestra familia.
Cuando yo tenía quince años, mis padres fallecieron y mi hermano mayor se convirtió en el
jefe de la familia. Le quitó el título de esclavo y lo consideró un hermano adoptivo.

Shen Qingqiu estaba ahí quieto como una estatua, obligado a oír su "propia" historia negra.
Las innumerables palabras no dichas en su corazón se transformaron en un llanto silencioso.

―Cuando mi hermano mayor tenía diecinueve años, un cultivador errante llegó a la ciudad y
se estableció allí. En las puertas de la ciudad, estableció una plataforma donde los niños
menores de dieciocho años podían ir y probar su destreza. Quería elegir a un talento
sobresaliente para convertirlo en su discípulo. Shen Jiu también fue a la plataforma. Su
aptitud era buena, por lo que el cultivador quiso llevárselo. Corrió a nuestra casa, queriendo
irse.

Los ojos de Qiu Haitang se llenaron de lágrimas, aunque no derramó ninguna.


―Mi hermano mayor no estuvo de acuerdo. Según él, cultivar la inmortalidad era un asunto
incierto. Además, Jiu ya estaba comprometido conmigo. ¿Cómo podía irse así? Discutió con
mi hermano. Estaba malhumorado y triste, y pensamos que con el tiempo él lo entendería y
aceptaría las cosas... ―su expresión cambió de repente, a una demasiado furiosa―. ¿Quién
hubiera sabido que, esa misma noche, revelaría su naturaleza de bestia? Se volvió loco y
mató a mi hermano y a muchos de nuestros sirvientes. Los cadáveres ensuciaban los terrenos
de la casa. ¡Y luego, se fue con ese cultivador!

Sus dedos apretaron la empuñadura de su espada, y se esforzó por contener las lágrimas.

―Yo sólo era una niña débil que no tenía poder para mantener la casa. Busqué durante años a
este hombre, sin encontrar ni rastro de él. El cultivador que lo tomó bajo su ala murió de
forma violenta, y a partir de entonces, el rastro se volvió incluso más difuso. Si no fuera
porque dio la casualidad de que hoy estaba aquí en Jinlan, jamás podría haber encontrado de
nuevo a este traidor... ¡que mordió la mano del que le dio de comer! No sé cómo, incluso
trepó al puesto de señor de la cumbre de una de las sectas más grandes que existen. Aunque
es muy diferente al pasado, jamás olvidaré esa cara. Y tampoco tengo miedo de decir el
nombre del cultivador que lo incitó a cometer un crimen tan violento: ¡Wu Yanzi!

Al oír que uno de los señores de las Doce Cumbres era discípulo de ese hombre, la multitud
jadeó aterrorizada, aunque Shen Qingqiu se calmó.

A primera vista, el relato de Qiu Haitang estaba lleno de altibajos, pero también de agujeros.
No era que Shen Qingqiu discriminara a los personajes originales, pero la novela había
dedicado mucha energía en destacar los puntos desagradables de la personalidad de Shen
Qingqiu: su repulsión y rigidez, su estrechez mental, su mezquindad, su falta de
comunicación, su vanidad. Pero esa personalidad retorcida no tenía nada que ver con el Shen
Qingqiu actual.

Pero cuando el resto escuchó esas palabras, no pudieron captar esos detalles.

Al principio, Shen Qingqiu tenía mucho miedo de esa parte de la trama, pero en ese momento
no. Ese tipo de arco de años pasados no tenía ninguna evidencia. Si la acusación se basara
únicamente en lo que decía Qiu Haitang, él podía convencerla de que se había equivocado de
persona. Entonces, eso sólo quedaría como una mancha débil y cuestionable en su historial.

No había elección. Se sentía mal por ella, pero él no era el Shen Qingqiu original. Aquello no
había sido su culpa. Prefería simplemente hacer las paces con Qiu Haitang.
No había matado a Liu Qingge ni acosado a Ning Yingying, por lo que su reputación no
podía ser tan fácilmente destruida. Pero en ese momento, se habían acumulado varias cosas
que hacían que cualquiera dudase de él: el control de los sembradores, las insinuaciones del
viejo Maestro del palacio y las acusaciones de Qiu Haitang.

Un hombre asqueroso que abusaba de una mujer y luego la tiraba, un traidor que hacía tratos
con demonios, un discípulo de un criminal buscado...

―Si el líder de secta Yue se ocupa de esto, será influido por sus sentimientos, y el resultado
no será satisfactorio para todos ―dijo el viejo Maestro del palacio.

―¿Qué quiere decir? ―el tono de Yue Qingyuan fue indiferente.

―En mi opinión, creo que sería mejor si Shen Qingqiu se mudara al palacio Huan Hua de
momento. Esperaremos a que se haya tomado una decisión.

Todos conocían el verdadero significado de "mudarse".

Debajo del gran palacio Huan Hua, había una prisión subterránea de agua. Con un terreno tan
complejo, junto con la Formación del Laberinto del palacio, era imposible escapar. El interior
de la prisión de agua estaba muy vigilado, el equipamiento de las cámaras de tortura era
completo, especializado sin comparación.

Todos los allí encarcelados eran los cultivadores más atroces y violentos del mundo del
cultivo.

Para decirlo brevemente, la prisión de agua del palacio Huan Hua era la prisión pública del
mundo del cultivo.

―¿Has acabado? ―se burló Liu Qingge.

Después de haber controlado su temperamento lo suficiente como para escuchar todas esas
tonterías, había llegado ya al límite. Giró la muñeca y agarró la espada Cheng Luan, a punto
de pelear. Frente a él, los discípulos del palacio Huan Hua también sacaron sus armas,
mirándolos con furia.

―Hermano marcial Liu, retírate ―ordenó Yue Qingyuan.


Aunque Liu Qingge no estaba dispuesto a ceder, sólo podía aceptar las órdenes del líder de
secta. A regañadientes, soltó la espada.

―Este tipo de acusación no puede ser apoyada sólo por palabras ―agregó Yue Qingyuan, al
ver que se retiraba.

La larga espada en su cintura, con la empuñadura tan negra como la tinta, surgió
repentinamente de la vaina para revelar tan sólo una pulgada de una hoja blanca y cegadora.

En un instante, fue como si lanzara una red gigante invisible sobre todo el terreno. La red
espiritual del lugar se onduló como una marea.

El grito de la espada apreció zumbar en los oídos de todos sin descanso. Unos cuantos
discípulos jóvenes se cubrieron los oídos, con los corazones latiendo descontrolados.

¡La espada Xuan Su!

La mayoría de cultivadores se quedaron boquiabiertos.

¿Yue Qingyuan le había dicho a Liu Qingge que se retirara porque pensaba entrar él al
conflicto? ¿El mundo se había vuelto al revés?

Se dijo que desde que tomó la posición de líder de secta, sólo había desenvainado dos veces.
Una, en la ceremonia de recepción de su cargo. La otra, en la batalla contra el Rey de los
demonios, el padre de Luo Binghe.

Aunque la espada Xuan Su sólo había salido una pulgada, todos lo entendieron.

¡Para poder sentarse en el lugar más alto de la mejor secta del mundo, se necesitaba mucho
más que un temperamento suave y tranquilo!

―¡Formaciones laicas! ―gritó el Maestro del palacio.

¿Ese era el ritmo de la guerra? El clan demoníaco ni siquiera había atacado cuando los
humanos ya combatían entre ellos.

Shen Qingqiu sintió que eso estaba muy mal, y arrojó su espada al frente. La espada Xiu Ya
voló recta y se clavó en el suelo, frente al Maestro del palacio Huan Hua.
Tirar la espada era lo mismo que rendirse, lo que indicaba que se entregaba. El viejo Maestro
cogió la espada, y agitó sus manos para que la gente de su secta retrocediese.

―¡Qingqiu! ―susurró Yue Qingyuang.

―Hermano marcial, no digas más. La verdad saldrá a la luz. Mientras, estoy dispuesto a
entregarme.

El viejo Maestro del palacio era como un anciano confuso: mordía rápido y no soltaba.
Mezclar el asunto de los sembradores con el de Qiu Haitang había clavado el último clavo de
su ataúd. Pensó que conseguiría evitar esa ruta de su personaje, pero llegados a ese punto,
sólo le quedaba resignarse. No quería dañar a su secta ni hacer que se enfrentase al palacio
Huan Hua.

―No tiene sentido discutir. Me entrego ―insistió.

Después de decir eso, no miró a Yue Qingyuan, sino que sus ojos encontraron a Luo Binghe.

No había ni felicidad ni ira en su rostro. Permaneció quieto todo el rato, en contraste con los
cultivadores aterrados aún por Xuan Su.

Después de una larga pausa, Yue Qingyuan finalmente enfundó su espada, y la energía
espiritual del sitio se calmó.

Shen Qingqiu se volvió hacia él y le hizo una profunda reverencia. Le había causado muchos
problemas y se sentía avergonzado.

Qiu Haitang seguía sollozando, y Qin Wangyue la consoló:

―Jovencita Qiu, las tres sectas solucionarán bien el problema y le darán una buena
retribución ―dejó claramente fuera a la secta de la montaña Cang Qiong.

Los ojos de Qiu Haitang se conmovieron y se llenaron aún más de lágrimas, levantando la
cabeza para agradecerle. Al ver de pie a Luo Binghe a su lado, sus dos mejillas se sonrojaron.

Shen Qingqiu rodó internamente los ojos. Acababa de recibir NTR[2] justo en su cara, ¿por
qué no sentía nada en absoluto?
Gongyi Xiao llevó a algunos discípulos del palacio Huan Hua y se acercó a él, con un objeto
muy familiar entre sus manos.

Hola de nuevo, Cable Inmortal Vinculante [saluda, hola hola].

―Señor Shen, perdóneme. Debería tratarle con respeto ―Gongyi Xiao bajó los ojos―. Haré
que la verdad salga a la luz cuanto antes, no dejaré que nada manche su reputación.

―Gracias por preocuparte ―asintió Shen Qingqiu.

¿De qué serviría si sólo lo trataba con respeto? Al observar las caras de los discípulos del
palacio Huan Hua, parecía que todos y cada uno de ellos quisieran comérselo crudo. Después
de todo, ser la secta con mayores bajas en la Conferencia de la Alianza Inmortal fue una gran
ofensa.

Una vez que lo ataron con el Cable Inmortal Vinculante, Shen Qingqiu sintió que su cuerpo
se hundía. Con el veneno Sin Cura, sólo sentía un bloqueo de energía espiritual, como un
control remoto con una mala conexión que funcionaba si lo golpeabas.

Pero el Cable reducía directamente su cuerpo al de una persona ordinaria.

―¿Les parece bien que fijemos la fecha para el juicio público de aquí a un mes? ―preguntó
el Maestro del palacio.

―Cinco días ―espetó Liu Qingge.

Cuanto más tiempo estuviese allí encerrado, más sufriría. Él dijo esa cantidad de días para
comprimir lo más posible el curso de preparación del juicio. Aunque por supuesto, el viejo
Maestro del palacio no estuvo de acuerdo.

―Demasiado rápido, no se podrá completar bien.

―¿Por qué no hacerlo en diez días? ―sugirió un abad del templo Zhao Hua. La mediación
era la especialidad de su secta.

―Siete días. Ni uno más, ni uno menos ―concluyó Yue Qingyuan.


El regateo de esos líderes de secta podría confundirse con un mercado. Shen Qingqiu tenía
sus propias consideraciones y dijo apresuradamente:

―No hay necesidad de decir más, un mes está bien.

Cualquier retraso adicional sería favorable para el crecimiento de su salvavidas. Por el rabillo
del ojo, miró a Shang Qinghua y arqueó las cejas. Él le entendió rápidamente, e hizo un
rápido gesto que significaba "no te preocupes, yo lo manejo".

El problema era... ¿cómo podría sobrevivir en el palacio Huan Hua si estaba completamente
controlado por Luo Binghe?

―Fin del capítulo 36―

[1] Noveno es 'Jiu'.

[2] Netorare. Básicamente infidelidad pero con "consentimiento". Es un subgénero bastante...


usado en ciertos mangas.

CAPÍTULO 37

―Señor Shen, por favor, use esto.

Cuando Shen Qingqiu inclinó su cabeza, una cinta de tela negra le cubrió los ojos.

En realidad, eso era una tontería. Con los intrincados patrones misteriosos que tenía la
formación del palacio Huan Hua, incluso si Shen Qingqiu pudiese ver, probablemente no
recordaría todo el camino para poder salir y entrar.

La prisión de agua estaba húmeda, y el suelo resbalaba un poco. Con los ojos vendados, sólo
podía confiar en sus escoltas para guiarse por el camino.

―Gongyi Xiao ―llamó.


―¿Sí? ―se apresuró a responder, ya que lo estaba siguiendo todo el rato.

―Mientras esperamos al juicio, ¿puedo contactar con gente del exterior?

―Sólo con aquellos que tengan la tarjeta de entrada pueden venir a la prisión.

En ese caso, sería complicado para Shang Qinghua venir a visitarlo. No podría informarle
cómo iba la Flor del Rocío del Sol y la Luna.

Shen Qingqiu se quedó callado por unos segundos, pero luego dijo:

―¿Qué les pasó a los sembradores?

―Después de que fueran incinerados, los Maestros del templo Zhao Hua se llevaron los
restos para realizar ceremonias y que sus almas puedan encontrar la paz ―contestó Gongyi
Xiao.

―Hermano marcial, ¿por qué le contestas a todo? ―a un lado, le llegó una voz insatisfecha,
aunque no pudo reconocerla al momento―. ¿Acaso quiere intentar irse?

¡Ah, era ese discípulo con la cara de viruela que tenía rencor contra él!

―No seas maleducado ―le regañó Gongyi Xiao.

―Ahora sólo soy un prisionero ―dijo Shen Qingqiu, sonriendo―. No hace falta que le
reproches, podéis hacer lo que queráis.

Nada más decir eso, llegaron al lugar donde estaría retenido de forma temporal. La venda
negra se retiró de sus ojos y su línea de visión se iluminó lo suficiente para ver que estaban
delante de una enorme cueva de piedra. Debajo podía ver la superficie de un lago oscuro.

Se colocaron antorchas llameantes a intervalos irregulares en las cuatro paredes. La luz del
fuego se reflejaba en la superficie del agua, bailando salvajemente en olas ondulantes.

Había una plataforma de piedra blanca que se elevaba en el centro del lago, brillante y
translúcida como el jade. Definitivamente estaba hecha de un material especial.
Gongyi Xiao sacó un manojo de llaves y tocó un área de la pared de piedra. Después de hacer
algo, el sonido mecánico de los engranajes provino del fondo del lago. Se levantó un camino
de piedra que conducía a la plataforma que había en el centro.

―Señor Shen, por favor ―dijo Gongyi Xiao.

El discípulo con cara de tener la varicela recogió una piedra ordinaria, antes de decir:

―Mira.

Arrojó la piedra al lago, y flotó en la superficie unos momentos antes de hundirse. Después
de un par de segundos, comenzaron a subir un montón de burbujas a la superficie,
chisporroteando como un trozo de carne a la parrilla. El guijarro se corroyó al instante y se
disolvió sin dejar rastro.

―No vas a poder huir de aquí en la vida ―añadió, con orgullo―. No te engañes a ti mismo y
no trates de escapar.

Shen Qingqiu estaba sorprendido por la capacidad corrosiva de ese líquido. Si alguien entrara
ahí, no quedarían ni los huesos.

¿No era el palacio Huan Hua una secta justa? ¿De dónde habían sacado ese líquido que era
obviamente ilegal?

Shen Qingqiu caminó con lentitud por el camino de piedra, con mucho cuidado. Si se
resbalaba, no sería nada divertido. Cuando llegó a la plataforma de piedra en el centro del
lago, Gongyi Xiao giró la llave una vez más, y el pequeño camino se hundió de nuevo.

Shen Qingqiu se sentó en el suelo de la plataforma de piedra. Echó un vistazo a su entorno,


debatiendo en secreto consigo mismo si sería capaz de volar sobre el agua con su espada, lo
que haría que el agua no tuviese función. Estaba divagando sobre eso cuando vio que Gongyi
Xiao giraba otro mecanismo al lado de la cerradura.

Al momento, el sonido del agua resonó en sus oídos. Shen Qingqiu levantó la vista y vio el
líquido oscuro y turbio que se había alzado en todas direcciones, formando una cortina de
agua hermética que lo rodeaba por completo.

¡Estaba equivocado! ¡¿Humanos?! ¡Ni una mosca escaparía de ahí!


La prisión de agua del palacio Huan Hua realmente merecía su reputación. No era de extrañar
que fuese elegida como prisión pública.

Shen Qingqiu sabía que habría personas que vendrían a molestarlo, pero no pensó que fuese
tan rápido.

Le despertó un cubo de agua fría sobre su cabeza.

El líquido helado hizo que temblara y, en un principio, pensó que quizás se había caído al
lago. Sacudió la cabeza y se esforzó por parpadear, ante la incómoda sensación del agua
metiéndose en sus ojos. Sólo entonces se dio cuenta de que era agua normal.

Los 108 Cables Inmortales Vinculantes eran extremadamente delgados, pero aún así
bloqueaban firmemente todo su flujo espiritual e incluso restringían su flujo sanguíneo
también. Con su capacidad para resistir el frío muy resistida, no tardó en ponerse a temblar.

La cortina de agua que lo rodeaba bajó, y el camino que conectaba la plataforma de piedra se
alzó.

Su línea de visión se fue aclarando gradualmente. Alzó la cabeza, viendo un par de zapatos
exquisitamente bordados. Miró un poco más hacia arriba, y se encontró con una falda rosa.

Delante de él, había una joven vestida completamente de rosa, con ricos adornos. Ella arqueó
sus fijas cejas y lo miró con ojos almendrados, sosteniendo un látigo de metal.

Shen Qingqiu rodó los ojos por dentro.

Luo Binghe, por supuesto, era demasiado "bueno" para atormentar a la gente, y esas esposas
suyas no dudarían en asumir sus cargos y poner a prueba los límites de cualquiera. Una tras
otra, no dejaban de darle problemas.

No aparezcáis más, este Shen Qingqiu no es el original y no tiene interés en las mujeres
lascivas, ¿sí?

El látigo de la joven lo señaló directamente:


―Sé que estás despierto, deja de fingir que estás muerto. ¡Tengo algo que preguntarte!

Dada su falta de fuerza, no importaba cuán descompuesto estuviese Shen Qingqiu en ese
momento, no era su responsabilidad interrogarlo.

―Este no parece ser un asunto para una pequeña Maestra del palacio ―dijo Shen Qingqiu.

La niñita de papá, la beligerante jefa del harem de Luo Binghe, dejó por completo toda
cortesía:

―¡Cállate de una vez! ¡Si sabes quién soy, ya debes saber por qué estoy aquí! ―sus ojos se
enrojecieron y rechinó los dientes―. Eres un villano tan despreciable, conspirando con todo
el mundo y traicionando al reino humano. ¡Tendrás tu merecido! Has caído en las manos de
la Maestra de este palacio, y te voy a enseñar una lección.

―No recuerdo haber admitido esa conspiración.

―¿Crees que porque no lo admites, no puedo castigarte? ―chilló la pequeña Maestra del
palacio, pisando con fuerza el suelo―. Eres tan injusto... Has sido un veterano famoso
durante mucho tiempo, pero trataste al hermano marcial Luo con demasiada crueldad. ¡Pues
claro que podrías conspirar con los demonios!

¡Esa lógica no tenía ni pies ni cabeza!

Shen Qingqiu se quedó sin palabras durante unos segundos, antes de decir:

―¿Te dijo que lo traté despiadadamente?

―El hermano marcial Luo es muy buena persona ―canturreó ella, con profundo
sentimiento―, por supuesto que nunca diría algo así. Esas heridas están ocultas en su
corazón, y no dejará que nadie las vea. Pero aunque no las enseñe, ¿qué te hace pensar que no
puedo verlas? ¿Estás insinuando que no tengo ojos ni corazón?

...

Ese tipo de sentimientos y emociones honestas... ¡Shen Qingqiu no se sintió nada bien!

¿Era eso un concurso de poesía o qué?


Realmente no sabía si golpear el suelo y reírse histéricamente o dejar que sus ojos se llenaran
de cálidas lágrimas.

«¡Lo siento! ¡Sé que es realmente grosero reírse de una chica que revela su profundo amor!
¡Pero esto es demasiado humillante! ¡Simple y eróticamente humillante!»

Aunque el harem de Luo Binghe era inmenso, realmente era un tremendo desastre, en todos
los sentidos posibles. Él mordió más de lo que podía masticar, buscando cantidad sobre
calidad. También fue el resultado de que Avión Disparando hacia el Cielo insistiera en
escribir una novela de sementales a pesar de ser un virgen eterno que ni había tocado la mano
de una mujer. ¡Háztelo mirar, jajajaja!

―¿En qué se supone que estás pensando? ―preguntó la pequeña Maestra, sospechando al
ver su cara.

Shen Qingqiu de inmediato frenó su buen humor, comprobando si su rostro acababa de


estirarse. Ofender a esa chica no traería nada bueno. Y efectivamente, ella se enfureció.

―¡¿Te estabas riendo de mí?!

La Maestra del palacio antes estaba enamorada de su amigo de la infancia, Gongyi Xiao.
Después de la aparición de Luo Binghe, todo su ardiente amor se redirigió hacia él. No había
nada que hacer. Desde tiempos antiguos, cada vez que un amigo de la infancia se enfrentaba
contra el recién aparecido rival amoroso, éste último ganaría siempre.

Eso de "enamorarse al instante de otra persona" era muy común en las novelas de sementales,
porque siempre había muchos entusiastas del NTR en ese mundillo.

Por supuesto, al enamorarse de otro, aunque no esté haciendo nada malo, esa persona
acabaría teniendo una consciencia culpable. Si ven a alguien mirándolos con una expresión
extraña, pues claro que pensarán que se estaban burlando.

La pequeña Maestra del palacio se puso furiosa por la vergüenza, y con un movimiento de su
brazo, el látigo chasqueó bruscamente el suelo.

El sonido fue extremadamente crudo. Los Cables Inmortales Vinculantes restringían su poder
espiritual, pero no su habilidad física. Rodó hacia un lado justo cuando el látigo estallaba
muy cerca de sus pies.
Cuando la plataforma de piedra acabó rompiéndose, las astillas de piedra y polvo volaron por
todas partes. Shen Qingqiu se arrodilló y estabilizó su cuerpo.

¡¿Qué demonios?! ¡¿Por qué una niña podía usar un látigo de hierro con púas? ¡Todo estaba
mal!

¡Lo que era aún más incorrecto, era que ese látigo, en la novela, se usaba para golpear a sus
rivales en el amor! ¡Un recurso fácil para rasgar ropa mientras se pelea por un hombre! ¡Sólo
lo usó para golpear a las mujeres hermosas a las que Luo Binghe miraba durante demasiado
tiempo, así que, ¿por qué lo golpeaba a él?!

Estaba llorando, ¿lo podíais oír?

«He tenido suficiente, ¿puedes dejar de meterme en estas escenas?»

Después de fallar ese golpe, se enfureció aún más. Con un fuerte sonido de latigazo, golpeó
con más fuerza. Sin importar el tamaño de la plataforma de piedra o la velocidad de Shen
Qingqiu, seguía estando atado, por lo que el viento lo azotó inevitablemente. Su ropa se
rasgó, aunque no sufrió heridas.

Pero mientras continuaba esquivando, no se dio cuenta de que ya estaba en el borde de la


plataforma de piedra. Al ver que no podía retroceder más, sólo pudo recibir el siguiente azote.
Shen Qingqiu decidió apretar los dientes y cerrar los ojos, esperando el doloroso golpe.

Pero al ver que su carne no había comenzado a picar, abrió abruptamente sus ojos. Y su
corazón se hundió al instante.

Luo Binghe agarró el látigo con sus propias manos. Parecía que tuviese llamaradas en sus
ojos, fríos y aterradores.

―¿Qué se supone que haces? ―su voz fue lo suficientemente gélida como para congelar
cualquier corazón.

La pequeña Maestra del palacio no lo había visto llegar y se asustó por su repentina
aparición. Pero al ver la frialdad en su rostro que nunca había visto, se puso a temblar.
Desde que se conocieron, él siempre había sido muy gentil y suave. ¿Por qué la estaba
mirando con esos ojos violentos y asesinos? La Maestra del palacio no pudo evitar retroceder
varios pasos.

―Yo... yo... le pedí a papá una tarjeta de entrada para poder venir a interrogarlo... ―dijo
vacilante.

―El juicio será en un mes ―respondió Luo Binghe, fríamente.

Ella se sintió ofendida, y gritó:

―¡Ha hecho daño a muchos de mis hermanos marciales, y encima te trató mal! ¡¿Qué tiene
de malo darle una lección?!

Luo Binghe le arrebató el látigo, ignorando completamente las púas afiladas. No pareció que
hiciese ninguna fuerza con su mano, pero cuando abrió el puño, el látigo ahora sólo era una
pila de hierro roto.

―Vete ―ordenó.

La Maestra del palacio observó con los ojos muy abiertos cómo su preciada arma se convertía
en basura, y dejó escapar una exclamación de incredulidad.

Con lágrimas en los ojos, señaló a Shen Qingqiu, y luego lo señaló a él:

―Tú... ¿por qué me tratas así? Estoy desahogando tu ira por ti, ¿pero no me dejas tocarlo?

Luo Binghe no dijo nada, y arrojó los restos del látigo al lago. El siseante sonido de la
corrosión inundó sus oídos.

Los labios de la joven temblaron porque sintió que lo que Luo Binghe quería aplastar
centímetro a centímetro y luego arrojarlo al lago corrosivo... era ella. Eso no era ninguna
broma.

―¡Sólo estoy haciendo esto por tu bien! ―gritó, llena de dolor e indignación. Después, se
dio la vuelta y corrió mientras lloraba.
Shen Qingqiu rugió en su corazón: «¡Este guión de mierda no está bien! ¡¿Qué se supone que
salió mal?!»

No había terminado de maldecir cuando la mirada de Luo Binghe se clavó en él.

Y de repente, todo su cuerpo comenzó a doler. En ese momento, preferiría que esa pequeña
niña lo azotara con ciento ochenta latigazos. ¡Sería mucho mejor que ese infierno!

Los dos se miraron en silencio durante mucho tiempo y Luo Binghe dio un paso más cerca.
Inconscientemente, Shen Qingqiu retrocedió otro.

La mano extendida de Luo Binghe se quedó congelada a medio camino durante unos
segundos, y luego la retiró.

―¿Por qué shizun está tan vigilante? Si quisiera hacerte daño, no necesitaría tocarte.

Esa era una gran verdad. Incluso una gota de sangre de Demonio Celestial en su cuerpo era
similar a enterrar una bomba de tiempo dentro de su estómago. Todo lo que Luo Binghe tenía
que hacer era pensar, y todos los intestinos de Shen Qingqiu se revolverían hasta que su
estómago se pudriera, lo suficientemente insoportable como para rogar por su muerte.

Shen Qingqiu se sentó en la postura de meditación, levantando sus ojos para encontrarse con
la mirada de Luo Binghe.

Un mes.

No importaba cómo, debía aguantar un mes. Y luego sería tan libre como el océano, y no
tendría que preocuparse por todas esas estupideces.

El silencio se extendió, hasta que Shen Qingqiu consideró romperlo:

―Si quieres hacerme algo, no necesitas correr. Sólo espera a después del juicio conjunto de
las cuatro sectas, cuando esté totalmente deshonrado y destruido. ¿Acabar conmigo en ese
momento no te daría más satisfacción?

Sus palabras estaban basadas en la mentalidad del Luo Binghe original. Por lo que no se
esperó que la expresión de ese Luo Binghe se volviese más fría.
―¿Por qué shizun está tan seguro de que el juicio conjunto te declarará culpable? ―dijo,
entrecerrando los ojos.

―Quizás debería preguntártelo a ti, ¿no?

―¿Preguntarme? ―repitió Luo Binghe. Luego, se burló―. Yo otra vez, ¿eh?

―Fin del capítulo 37―

CAPÍTULO 38

El arco de la ciudad Jinlan fue una nueva adición en la trama original. Según la línea
temporal de la novela, Luo Binghe aún no había salido del Abismo, por lo que no pudo
aparecer. Pero Avión Disparando hacia el Cielo afirmó algo: después de que él saliese, todas
las matanzas y conspiraciones que sucedieron a continuación estaban unidas a él. No
importaba cómo se mirase, era el sospechoso número uno.

La cara de Luo Binghe estaba sombría, Con las manos detrás de la espalda, caminaba de un
lado a otro. De repente, se volvió, y dijo con dureza:

―¿Shizun cree que todos los asesinatos y crímenes cometidos por demonios son culpa mía?
―Las cejas de Shen Qingqiu se tensaron. Al ver que él no respondía, continuó―: ¿Las
diferencias entre razas importan tanto que hasta pueden hacer cambiar la actitud de alguien
hacia una persona?

Shen Qingqiu no pudo aguantar más y reunió el coraje para decir:

―Entonces, tengo algo que preguntarte.

―Te escucho ―contestó Luo Binghe, inclinando respetuosamente la cabeza.

―Niegas tener razones para unirte al palacio Huan Hua, pero, entonces, ¿cuáles son tus
motivos?
¿Por qué el protagonista masculino no estaba siguiendo la historia original? Después de sufrir
aquella estúpida y enrevesada trama, no pudo evitar hacerse la pregunta en su cabeza.

Al oír eso, Luo Binghe se sobresaltó. Sus labios se movieron y pareció que quería decir algo,
pero finalmente dudó y no habló.

―¿No puedes responder? ―dijo Shen Qingqiu, algo sorprendido.

¿Qué pasó con la capacidad de persuasión que tenía el protagonista en la novela original?
¿Podía ser ese el precio que pagó por pasar el arco del Abismo sin Fin demasiado rápido?
Quizás no aumentó esa habilidad lo suficiente...

―Shizun, no me creerás de ninguna manera. ¿Qué importa si respondo o no?

El resplandor del agua y la luz de las antorchas temblaron juntos en la oscura prisión, y el
corazón de Shen Qingqiu pareció estremecerse con ellos.

Ambos permanecieron en silencio por mucho rato, hasta que Luo Binghe dijo de repente:

―Aunque espero que shizun pueda responder una pregunta mía ―frunció los labios y agregó
con rigidez―: Sólo una.

―Habla.

Él inhaló suavemente.

―¿Te arrepientes? ―susurró.

Shen Qingqiu no respondió. Sus ojos examinaron a Luo Binghe de arriba a bajo.

No había explicado el significado de esa pregunta, pero debería referirse a que si se arrepentía
de haberlo empujado al Abismo sin Fin.

¿Qué clase de pregunta estúpida era esa? Por supuesto que lo lamentaba, lo lamentaba hasta
la muerte. ¿Pero por qué le preguntaba eso?

La cabeza de Shen Qingqiu comenzó a doler de tanto pensar, cuando de repente una enorme
ventana emergente apareció en su mente.
Sistema: 【Elija una respuesta para esta pregunta. Tiene múltiples opciones:

Opción A: "Lo lamento, hace mucho que me arrepentí. Estos años he pasado cada segundo
arrepintiéndome inútilmente.

Opción B: [se burla] "¡Al ver en lo que te has convertido, ¿por qué debería arrepentirme?!

Opción C: [guardar silencio]】.

...

«Que te den por el-»

«¿Qué demonios? ¿Tu actualización fue para hacer esta mierda?»

«¿Qué significa que supone esto? Incluso preestablece el tono y la expresión. ¿Acaso te crees
que esto es un GALGAME[1]?»

«Sistema, ¿por qué no mejor desapareces para siempre? ¡Que alguien cree un sistema 2.0 y se
lo agradeceré a él y a toda su familia!»

Shen Qingqiu tenía la cara negra. ¡La A es demasiado falsa! Si él fuese Luo Binghe, no sólo
no le creería, sino que lo encontraría asqueroso. ¿Y qué pasa con la B? ¿Al sistema le
molestaba que no le hubiese estrangulado hasta la muerte la última vez?

Sistema: 【Por favor, seleccione una opción.】

«¡La C, C, C!»

【Profundidad literaria y filosófica: +10.】

Shen Qingqiu pensó: «¿Alguien puede decirme cómo se calcula eso de "profundidad literaria
y filosófica"?»

Ignorando el resto, miró hacia adelante y se mantuvo callado.

Al no recibir una respuesta, Luo Binghe aflojó lentamente su puño cerrado.


―Ya me imaginaba la respuesta, pero aun así fui lo suficientemente estúpido como para
preguntarte, shizun ―se autodespreció.

Si no supiese que Luo Binghe era la fuente de energía de todos los sistemas de ese mundo,
pensaría que él también había transmigrado.

Si no tuviese una perspectiva omnisciente que le daba una idea de la trama, incluso
sospecharía que Luo Binghe estaba... algo triste.

El silencio era oro. Cuanto más se hablaba, más errores se podían cometer. Por lo que cerró
los ojos y siguió con su postura tranquila de meditación.

Todo se mantuvo quieto y en silencio durante unos segundos, aunque la voz fría y suave de
Luo Binghe volvió a aparecer:

―Shizun, ya sé que siempre has sido reticente y taciturno. Pero antes, al menos te dignabas a
hablarme. ¿Ahora ya ni siquiera eso? ―Después de una pausa, su tono cambió
inesperadamente. Él sonrió con malicia―. No importa, tengo muchas formas de obligarte a
hablar.

Luego de decir eso, Shen Qingqiu abrió de repente los ojos. Una ola leve de dolor vino de lo
más profundo de su abdomen.

«No eres feliz cuando hablo, no eres feliz cuando callo. ¿Por qué te molestas ahora? ¿Qué he
hecho mal?»

Después de unos segundos, el dolor punzante desapareció, y en su lugar llegó la extraña


sensación de algo arrastrándose por dentro de sus venas.

Después de hibernar durante muchos días, la sangre de Demonio Celestial ya se había


adaptado completamente al cuerpo de su anfitrión. En ese momento, llamado por su maestro,
se condensó en forma de insecto y comenzó a recorrer sus órganos internos.

―Bazo, riñón, hígado, pulmones... ―dijo tranquilamente Luo Binghe.

Cada vez que nombraba un área, aparecía un picor muy extraño en esa zona. También era
doloroso, como si pequeños dientes royesen y mordiesen. Aunque no podía considerarse un
dolor insoportable, estaba llegando a los límites de su tolerancia.
Shen Qingqiu ya no pudo quedarse quieto. Se inclinó hacia adelante, resistiendo el impulso
de acurrucarse en el suelo. Siguiendo las gotas de agua que tenía aún en la cara, el sudor frío
goteó.

Al fin se comenzaba a comportar como el Luo Binghe original, por desgracia.

«Maldición, cómo me duele el estómago. ¿Así se sienten las mujeres cuando pasan por el
dolor menstrual?»

―Shizun, ¿por dónde quieres que salga?

«¡Por ningún lado, muchas gracias por preguntar!»

Y tampoco quería averiguar cómo sería la sensación.

Shen Qingqiu abofeteó la caja del Sistema: «Tú, piensa en una solución, ¿quieres? ¿No se
supone que soy tu cliente?»

Sistema:【¿Desea habilitar el elemento clave: "Jade falso Guanyin"?】

«¿Cuántos puntos de ira tiene Luo Binghe ahora?»

Sistema:【30 puntos.】

«¿Por qué es tan bajo? ¿Estás seguro de que no lo has calculado mal? ¡Eso no tiene sentido!»

Usar un elemento mágico que podía eliminar 5.000 puntos para 30... ¡no podía!

«¿Hay otra opción?»

Sistema:【¿Desea usar "Forzar Otro Escenario"?】

...Ese nombre no sonaba demasiado confiable, pero podía usarlo. Shen Qingqiu apretó
decisivamente el botón.

―Te niegas a mirarme o a hablarme... ¿crees que soy sucio? ―se burló Luo Binghe. Dio un
paso abrupto hacia él―. En ese caso, ¡lo siento por ti!
Estiró bruscamente la mano para agarrar el hombro de Shen Qingqiu, y él lo esquivó
inconscientemente. Luo Binghe no alcanzó carne, y sólo atrapó un trozo de tela.

La túnica había sido hecha trizas por el viento del látigo de la Maestra del palacio. Ahora, con
ese tirón, la mayor parte de la túnica había sido arrancada de su hombro.

Ese tipo de giro de los acontecimientos fue tan inesperado, que los dos se quedaron
petrificados.

La cara y el pelo de Shen Qingqiu estaban húmedos por el agua helada, y su ropa se pegaba a
su piel blanca. Los Cables Inmortales Vinculares envolvían y ataban su cuerpo, tan delgados
como si fuesen una cuerda roja. A pesar de que su expresión no era sorprendida, él tenía un
aspecto... demasiado indigno.

Los ojos de Luo Binghe se abrieron de repente.

Después de unos segundos, salió de su aturdimiento, y se dio rápidamente la vuelta.

Los insectos en sus venas desaparecieron al instante y la sensación de bloqueo en sus vasos
sanguíneos se disipó.

Shen Qingqiu dio un suspiro de alivio y derramó lágrimas de alegría en su corazón. ¡Ya no
estaban!

Durante mucho rato, Luo Binghe se quedó rígido de espaldas a él, como si no supiese qué
hacer. De repente, se quitó su túnica y la arrojó hacia atrás.

La túnica cayó sobre Shen Qingqiu.

...

¿Qué se suponía que significaba eso?

Esa escena, esa acción... ¿Por qué se sentía tan incómodo? No pudo evitar pensar en la clásica
escena vulgar: "Después de que la devastada niña es salvada de su sufrimiento, su novio la
cubre con su cálido abrigo..."
La sangre de Shen Qingqiu se congeló y el vello se le erizó con sólo pensarlo. Con un suave
movimiento, dejó que la túnica exquisita y suave cayera al suelo.

Luo Binghe escuchó el susurro de la tela y miró hacia atrás, viéndola en el suelo. Shen
Qingqiu la empujó con cautela hacia él. Incluso consideró doblarla.

Estaba considerándolo seriamente, cuando levantó la cabeza y se encontró con los furiosos
ojos de Luo Binghe. Las venas se marcaron en el dorso de sus manos y apretó los puños
varias veces. Como para desahogar su ira, golpeó ferozmente a la nada.

Esos ataques no estaban dirigidos hacia nadie, pero algunos golpearon la superficie del lago e
hicieron estallar el agua; otros cayeron contra la pared, creando agujeros y haciendo que las
antorchas temblaran.

La luz del tembloroso fuego hizo que Luo Binghe parpadease brevemente, con su aura oscura
llenando todo el ambiente.

―Casi me olvido de que shizun seguramente odie cualquier cosa contaminada por los
demonios ―dijo, retirando lentamente la mano.

Un protagonista masculino tan digno y formidable... acababa de hacer un berrinche de aquella


forma tan irrazonable. ¿Qué diferencia había entre él y un niño que pataleaba porque sus
bloques de construcción se habían derrumbado? Eso estaba demasiado mal.

La ira de Luo Binghe no se calmó hasta que la cueva estuvo llena de agujeros y pozos.

Cuando él se dio la vuelta, Shen Qingqiu mantuvo su actitud de espectador, como si no


tuviese nada que ver con él.

―¡Qué ganas de ver cómo en un mes estás completamente deshonrado y arruinado...! ―dijo
entre dientes.

Luego de eso, salió furioso, destrozando brutalmente el mecanismo al irse. Después de un


horrible ruido, la cortina de agua volvió a caer.

Shen Qingqiu miró hacia la nada, parpadeando con perplejidad.

Ya había sido reducido a un prisionero en sus manos, ¿de dónde venía ese ataque de furia?
―Fin del capítulo 38―

[1] GALGAME: género de novela visual centrado en salir con chicas atractivas, con muchas
preguntas de opción múltiple.

CAPÍTULO 39

El interior de la cueva estaba oscuro y sombrío. Cada vez que algo de viento conseguía
colarse, la ropa mojada de Shen Qingqiu se pegaba a su piel, haciéndole temblar
violentamente.

A su lado, la túnica exterior de Luo Binghe todavía estaba en el suelo.

Shen Qingqiu no pudo evitar pensar en el pasado. Aunque cuando entrenaba en la cumbre
Qing Jing nunca se había enfadado de aquella manera, al quitarse la bata y luego irse así de
alguna forma le recordó a la pequeña ovejita que solía ser.

Pero el frío no le dio nada de tregua, y cuando comenzó a estornudar, vio que no tenía más
opción que ponerse esa túnica negra.

En realidad, al rechazar la túnica, no estaba siendo arrogante o algo por el estilo, simplemente
no podía aceptarla delante de él.

En la novela, ¿no se le daba Luo Binghe a sus chicas después de acostarse con ellas?

¡Eso seria demasiado indigno! ¡No podía! O al menos, no delante de él.

Shen Qingqiu descubrió que cada vez que se sentaba para meditar, alguien lo interrumpía.

El camino de piedra se levantó y la cortina de agua cayó. Gongyi Xiao corrió con prisas hasta
la plataforma, mirando a Shen Qingqiu con los ojos muy abiertos cuando llegó.
―S-s-señor Shen, usted... ―tartamudeó.

―¿Qué? ―preguntó, sin notar nada raro.

Gongyi Xiao tenía una expresión extraña en su rostro, como si se estuviese debatiendo entre
irse o quedarse. Dudó, y no se acercó más a él. Siguiendo su mirada, Shen Qingqiu miró
hacia abajo.

―Esa ropa... ―dijo, vacilante.

Shen Qingqiu suspiró. Ah, la túnica de Luo Binghe.

Gongyi Xiao por fin reaccionó. Tosió y luego de unos segundos, preguntó:

―¿Cómo ha estado el señor Shen en los últimos días?

―Bien.

¡No era necesario que le prestasen tanta atención, gracias! En sólo dos días, ya lo habían
visitado tres personas. Estaba recibiendo un trato tan lujoso... ¡El templo Huan Hua debía
haber actualizado su prisión de agua para incluir una hospitalidad tan excepcional!

―Escuché que el hermano marcial Luo estaba... furioso cuando se fue, por lo que estaba
preocupado por usted... ―mientras Gongyi Xiao hablaba, sus ojos no pudieron evitar recorrer
la túnica negra.

Ante esa atenta mirada, Shen Qingqiu apretó inconscientemente la túnica para taparse más.

¿Qué se supone que estaba pensando? Luo Binghe sólo había hecho un berrinche y abrió
agujeros por todos lados. ¡¿Qué pasa con esa mirada?!

―Luo Binghe realmente está... cómodo en el templo Huan Hua ―suspiró Shen Qingqiu.

―No sólo eso, sino que su poder espiritual es sobresaliente, su conducta inquebrantable y sus
acciones rápidas y decisivas ―Gongyi Xiao rió amargamente―. No es de extrañar que usted
lo considerase tanto. Si él quisiera ser un discípulo formal de nuestro templo, me temo que yo
ya no sería el discípulo principal.
Al ver la expresión en su rostro, Shen Qingqiu no pudo evitar simpatizar.

―Vine a verle por un asunto importante ―siguió, cambiando de tema―. Esta mañana, el
señor Shang solicitó una tarjeta de entrada para poder venir a verle, pero se retrasó por otros
asuntos. Me dejó una carta.

Metió la mano en su túnica, sacando una carta.

Ésta no sólo estaba doblada varias veces, sino que también tenía un hechizo de sellado.

Shang Qinghua, ¡qué valiente...!

―Relájese, señor, ya he leído esta carta.

¡...imbécil!

―Sin embargo ―continuó Gongyi Xiao―, no pude entender lo que decía.

Shen Qingqiu lanzó una respiración contenida. Bien, parecía que a Avión Disparando hacia el
Cielo aún le quedaba alguna neurona. Probablemente usó algún tipo de código secreto en la
carta, por lo que no había nada que temer.

Shen Qingqiu abrió el papel. Después de rozarlo, su rostro se puso verde. Y cuando leyó sólo
dos líneas, su rostro se puso blanco.

―...

Esa carta estaba en inglés.

Bueno, más que inglés, en un horrible chinglish[1] lleno de errores.

La gramática era completamente china, y las palabras que no sabía en inglés fueron
reemplazadas por sus equivalentes pinyin[2].

«Gran Avión Disparando hacia el Cielo, ¿no has pensado que quizás era incapaz de entender
esta basura que parece escrita por un niño de cinco años?»
Después de un buen rato intentando juntar las piezas de ese rompecabezas que conformaba el
mensaje, Shen Qingqiu rompió el papel.

Resulta que había subestimado al querido autor.

En la carta ponía algo así:

"Todo está listo, el lugar no ha cambiado. Sólo hubo un pequeño contratiempo. Para dejar que
la Flor del Rocío del Sol y la Luna madurase lo antes posible, la tuve que ayudar un poco, y
me excedí. Ahora mismo está demasiado madura y se pudrirá en una semana, así que espero
que puedas salir de la prisión lo antes posible. No te preocupes, usé una especie de fertilizante
químico. No debería haber ninguna diferencia al usarlo.

Creo."

«Lo único desviado es tu maldita cabeza.»

«¿Te atreves a usar fertilizantes químicos para madurar una planta que podría ser dañada sólo
con tocar el aire puro? "No debería haber ninguna diferencia al usarlo". ¡¿Me lo aseguras,
ah?! ¡No pareces nada convencido!»

―Señor, si ya ha terminado de leerla, podría tirarla al lago para destruirla ―comentó Gongyi
Xiao, mirando a su alrededor todo el rato―. El hermano marcial Luo prohibió que nadie
viniese a visitarlo, así que debería irme...

Shen Qingqiu lo agarró de la manga antes de que se fuese.

―Sólo hazme un favor.

―Siempre que pueda...

Shen Qingqiu no esperó a que él terminara de hablar y lo interrumpió:

―Déjame salir.

―Señor, eso... es imposible ―dijo Gongyi Xiao, con algo de dificultad.


―Tengo algo muy importante que hacer. No voy a escapar del juicio, luego de terminar mis
asuntos, volveré en seguida. Si no me crees, podemos hacer un pacto de sangre.

Uno no podía renegar de un pacto de sangre. Aunque en realidad, no importaba si Shen


Qingqiu regresaba o no a la prisión de agua, por lo que estaba usando un truco sucio para
engañarlo.

―Te creo, señor ―murmuró torpemente Gongyi Xiao―, ¿pero no es más importante para
usted quedarse aquí? ¿Qué asunto puede ser lo suficientemente crítico para que tenga que
irse? Si usted puede explicarlo, yo podría informar a los que participan en la investigación...

Shen Qingqiu dudó. Gongyi Xiao era un buen discípulo del templo Huan Hua, y estar
involucrado en la fuga de un prisionero no era un crimen pequeño. Era un joven respetuoso y
no sería bonito defraudarlo. Dentro del periodo de siete días, seguro que habría otras
oportunidades para irse.

―Mejor olvídalo ―dijo, cambiando su tono―. No importa.

Mientras hablaba, recogió los pedazos de papel de la carta y los arrojó al lago.

Debido a que su cuerpo estaba atado por los cables, moverse fue bastante difícil. Antes de
que lo consiguiera, la túnica negra se deslizó de sus hombros.

Gongyi Xiao se había inclinado para ayudarlo, pero al ver que la túnica se caía, levantó
inconscientemente la cabeza. Se quedó paralizado al instante.

Las túnicas blancas interiores habían sido arrancadas violentamente de su hombro. Además,
quedaron fragmentos de tela colgando, como si hubiese sido destrozada por un látigo. La piel
clara que quedó expuesta estaba llena de raspones rojos, y si miraba de cerca, podían verse
rastros morados en su cuello.

Gongyi Xiao recibió un devastador shock.

―Señor... ―dijo, con voz temblorosa―, ¿está seguro de que no es nada urgente?

No era de extrañar que Luo Binghe hubiese ordenado que nadie pudiese entrar a verlo,
incluso si tenían la tarjeta de entrada. Hasta bloqueó el paso al señor de cumbre Shang.
¡Entonces era así...!

¡Qué horrible discípulo!

¡No tenía nada de consciencia!

¡Era peor que una bestia!

Gongyi Xiao lloró internamente por el señor Shen.

―¿A qué te refieres? ―dijo Shen Qingqiu, sin entender ese cambio repentino.

Gongyi Xiao estaba perplejo. ¿Cómo podía él mostrar esa expresión indiferente cuando
estaba sufriendo de aquella forma[3]?

―No hace falta que te tomes en serio lo que dije ―agregó Shen Qingqiu, acabando de tirar
los fragmentos de papel al lago.

Él no contestó, sino que se levantó de repente, se dio la vuelta y se fue.

La expresión de Shen Qingqiu se volvió sombría. ¿Acababa de decirle que no necesitaba


tomarlo en serio y al momento se iba? ¿No era eso demasiado contundente?

Quien sabía que antes de que pasara una hora, Gongyi Xiao regresó. Se acercó a Shen
Qingqiu con un objeto en las manos, y desabrochó los sellos que lo ataban.

Con el destello de una cuchilla blanca, las ataduras alrededor del cuerpo de Shen Qingqiu se
aflojaron al instante. Al estirar los dedos, su energía espiritual volvió a fluir suavemente.
Después de haber estado varios días bloqueado por los Cables Inmortales Vinculantes, el
efecto del veneno había cesado por el momento. ¿Quizás dos efectos negativos se habían
contrarrestado?

Gongyi Xiao le arrojó aquel objeto y él lo cogió al vuelo.

¡La espada Xiu Ya!

Sosteniendo su arma, Shen Qingqiu se llenó de alegría y asombro.


―Pensé que la tenía el antiguo Maestro del palacio ―dijo, mirando a Gongyi Xiao.

―Incluso si corro el riesgo de ser castigado por mi maestro, no puedo permitir que esté en
semejante situación. ¡Creo en usted! Sígame, por favor.

Shen Qingqiu sintió una extraña sensación.

«Creo que... él acaba de malinterpretar algo... importante.»

«Ah, qué importa. Está bien.»

―¡Bien! ―exclamó con decisión.

Como la sangre demoníaca seguía en su cuerpo, Luo Binghe sabría en todo momento dónde
estaba.

Sin embargo, ¡no importaba si lo sabía si él no podía llegar hasta donde se escondía!

―Señor Shen, ¿puede caminar? ¿Necesita que le lleve? ―ofreció Gongyi Xiao,
profundamente preocupado.

La cara de Shen Qingqiu se oscureció y dio un paso, moviéndose rápidamente para demostrar
que de hecho no sólo podía caminar, ¡sino que podía hacerlo perfectamente!

Gongyi Xiao se sobresaltó, pero lo siguió de cerca. Cuando los dos salieron del límite de la
plataforma de piedra y entraron en el camino, la cortina de agua se levantó abruptamente.

Shen Qingqiu se detuvo a tiempo, sino se habría dado de frente contra el agua. Los dos
volvieron a la plataforma, mientras la cortina se deslizaba hacia arriba.

Era como si algo les impidiese deliberadamente irse. ¿No era demasiado poco conveniente?

―Olvidé que, una vez que se activa el mecanismo, siempre debe de haber alguien en la
plataforma de piedra. Si no hay nadie, la cortina de agua se elevará aunque el mecanismo esté
apagado ―dijo Gongyi Xiao.

Nunca había ayudado a nadie escapar, por lo que era natural que no se acordase de algo así.
―¿Entonces uno de los dos debe quedarse para que el otro pueda irse? ―preguntó Shen
Qingqiu. Ante el asentimiento de Gongyi Xiao, agregó―: Entonces quédate aquí.

―...

Después de decir eso, se sacudió las mangas y se dirigió hacia el exterior.

―Señor Shen, estoy muy dispuesto a ayudarlo, pero sin mi guía, no sé si sabrá cómo salir...
―dijo, alzando débilmente la mano tras él.

―Espérate aquí ―fue lo único que él contestó, mirando un momento hacia atrás.

Gongyi Xiao se quedó en blanco en el mismo lugar. Quería seguirlo, pero ya no podía
abandonar la plataforma de piedra y no tenía otra opción que esperar en silencio.

Al poco rato, Shen Qingqiu volvió, arrastrando a una persona por la nuca.

Él arrastró al discípulo todavía inconsciente con la cara golpeada y lo dejó caer sobre la
plataforma de piedra.

―Por casualidad vi a éste y lo pedí prestado por un momento ―dijo, palmeando el hombro
de Gongyi Xiao―. Vayámonos.

En realidad, no lo vio por casualidad. Más bien lo acechó hasta que se acercó a una esquina
oscura y lo asaltó.

―Fin del capítulo 39―

[1] Chinglish: Una mezcla de inglés y chino. Lo que viene siendo el spanglish para burlarse
de la gente que mezcla palabras españolas e inglesas, pues lo mismo.

[2] Pinyin: Romanización de las palabras. Es decir, transcribir las palabras chinas a letras
romanizadas (o del latín).
[3] Bien, Gongyi Xiao está siendo muy sutil como para decir las cosas claras, pero me
gustaría aclararlo por si no se está entendiendo: él cree que Binghe está violando a Shen
Qingqiu.

CAPÍTULO 40

Gongyi Xiao pensó que debería noquear a uno de sus compañeros para usarlo como peso en
la plataforma, pero al ver llegar a Shen Qingqiu con uno, se sintió algo aliviado.

Los dos salieron juntos. Al ver que él se ponía de nuevo la túnica negra, Gongyi Xiao sintió
un nudo en la garganta. No pudo evitar sentir algo de pena por él. Aunque Shen Qingqiu era
un señor de cumbre, no había nada que pudiese hacer para evitar ser encarcelado y
deshonrado. No sólo eso, sino que encima tenía que cubrirse con la ropa de la misma persona
que lo humilló. ¿Podíais oír cómo su corazón lloraba?

Shen Qingqiu vio que Gongyi Xiao le miraba con algo de pena e indignación.

―Señor, quítese eso ―dijo de repente.

―...

¡¿Qué?!

Sin esperar a que contestase, Gongyi Xiao comenzó a quitarse su propia túnica exterior. Shen
Qingqiu consideró sobre si darle un golpe o no para que dejase de hacer el tonto, pero él ya se
había quitado la prenda y ahora se la presentaba.

―Por favor, use esto.

Shen Qingqiu de repente pareció comprender.

Ah, así que a eso se refería. La ropa de Luo Binghe era negra, similar a su personalidad.
Tenía la misma connotación extravagante que él mismo, y en general, era demasiado visible.
Si se cambiaba a una túnica blanca común, sería más fácil pasar desapercibido para escapar,
¿no? Gongyi Xiao había pensado en todo.
Se quitó resueltamente la túnica negra y se puso la que le ofrecía Gongyi Xiao. No la tiró,
sino que la dobló cuidadosamente y la dejó en el suelo.

Después de abandonar la prisión de agua, sintió que el camino no era tan difícil. Pero cuanto
más caminaban, más aterrador se volvía el laberinto del palacio Huan Hua. Era una cueva con
demasiadas conexiones, giros, vueltas y desvíos.

La espalda de Gongyi Xiao estaba claramente delante de él, pero casi lo pierde de vista varias
veces. Gracias a que conocía a la perfección el horario de los guardias, no se toparon con
ninguna patrulla.

Media hora después, los dos por fin lograron salir de la prisión subterránea. Caminaron unos
cuantos kilómetros sin parar hasta que llegaron al bosque de Bailu. A pesar de que ya casi
abandonaban el territorio del palacio Huan Hua, la alarma de la prisión no había sonado aún,
por lo que significaba que la fuga no había sido descubierta.

La orden de que sólo Luo Binghe pudiese visitarlo había ayudado mucho a su escape.

Después de descansar por unos minutos, Shen Qingqiu dijo:

―Gongyi Xiao, no necesitas acompañarme más. Deberías aprovechar que aún no han
descubierto la fuga y volver ―hizo una pausa, antes de agregar―: Si vas a la ciudad Hauyue
en siete días, nos podremos encontrar de nuevo.

―Bueno, no le escoltaré más ―asintió―. Aunque usted sepa lo que hacer, tenga mucho
cuidado. Con respecto al juicio, no se preocupe. El resto de señores limpiarán su nombre
inocente.

Shen Qingqiu no pudo evitar reírse. En primer lugar, el pasado de su personaje era algo que
no podía ser lavado. En segundo lugar, no le importaba en lo absoluto ese juicio.

―Ya nos veremos ―dijo sin prisa, ahuecando sus manos con respeto.

El camino desde el límite del territorio del palacio Huan Hua hasta la ciudad Hauyue
atravesaba la región de las llanuras centrales, donde la población era más densa y tenía una
economía próspera. Eso significaba que también habían bastantes sectas y cultivadores por
ahí.

Los cultivadores de ese mundo valoraban mucho la defensa aérea. Al igual que en la ciudad
Jinlan, a menudo creaban formaciones defensivas sobre sus territorios. Si una espada
voladora o un arma espiritual sobrevolara el lugar, las autoridades de la secta sin duda serían
notificadas.

Como imaginaréis, sería como anunciar su ruta de escape por megáfono.

Shen Qingqiu voló gran parte del camino, y luego, caminó sin detenerse. Llegó a la ciudad
Huayue a la noche siguiente.

Llegó en un momento demasiado desafortunado. Era la época del festival que celebraba la
creación de la ciudad Huayue, y las linternas festivas decoradas con guirnaldas iluminaron
toda la noche. Las calles estaban llenas de dragones voladores y danzas de leones, con música
atronadora de fondo. Los vendedores transportaban sus productos de un lado a otro, y los
ciudadanos habían salido todos de sus casas.

Pero fue más desafortunado ver que las nubes oscuras tapaban la Luna.

Sin el apoyo de la luz solar o lunar, la probabilidad de fallar aumentaba. Shen Qingqiu sintió
que era imposible hacerlo en ese momento y decidió esperar un día más.

Si las nubes no se dispersaban al día siguiente, no podía darse el lujo de esperar más, porque
la probabilidad de fallida aumentaba a cada día que pasaba. En cualquier caso, sería mejor
confiar en una Flor del Rocío de Sol y la Luna demasiado madura y llorar por ella.
Sospechaba que incluso si la servía en un plato con vino, todavía tendría un fuerte sabor
químico.

Shen Qingqiu caminaba lentamente, con frecuencia se topaba con niños revoltosos que
jugaban por la calle. Pasó junto a un grupo de mujeres jóvenes y se sintió algo arrepentido. Si
no estuviese huyendo desesperadamente, entonces también podría divertirse y pasear por la
ciudad.

De repente, varios hombres con largas espadas caminaron hacia él, todos vestidos con ropas
del mismo estilo y color. Caminaron con la cabeza alta y los pechos hinchados. Sólo con
mirarlos, uno ya sabía que eran arrogantes discípulos de alguna secta.
Era extraño decirlo, pero cuanto más pequeña era la secta, más temían sus discípulos que no
se les reconociese como cultivadores. Podían perfectamente haber bordado la palabra en sus
ropas.

Shen Qingqiu se volvió de forma natural y recogió una máscara de demonio que había a un
lado de la carretera, colocándola en su rostro. Caminó tranquilamente junto a ellos. Mucha
gente llevaba máscaras, por lo que no había de qué preocuparse. Escuchó a uno de los
hombres hablar:

―Hermano marcial, ¿de verdad la espada Xiu Ya está por aquí?

―Esta recompensa la envió la alianza de las cuatro grandes sectas, ¿cómo podría ser
mentira? ―le reprendió el líder del grupo―. ¿No has visto la cantidad de cultivadores que
hay rodeando el lugar? También visteis la recompensa que publicó el palacio Huan Hua. ¿No
la quieres?

Miles de pensamientos volaron por la cabeza de Shen Qingqiu. Al final, también se había
convertido en un hombre buscado.

―No es de extrañar que el palacio Huan Hua haya realizado una inversión tan grande. Lo
que pasó fue bastante trágico...

«Lo único que hice fue noquear a un pequeño discípulo, ni siquiera le hice daño. ¿Por qué el
palacio se tacha de víctima?» pensó Shen Qingqiu.

Quería seguir escuchando, pero los hombres se alejaron por la marea de gente y se tuvo que
dar por vencido.

Justo cuando se preguntaba si debería encontrar una casa abandonada para descansar un poco,
no pudo seguir caminando. Miró hacia abajo, sólo para ver a un niño pequeño abrazando su
muslo.

El niño levantó la cabeza. Su rostro estaba pálido como si estuviese desnutrido, pero sus ojos
eran grandes y brillantes, mirándolo fijamente y negándose a dejarlo ir.

―¿Estás perdido? ¿No sabes dónde está tu familia? ―preguntó Shen Qingqiu, acariciándole
suavemente la cabeza.
―Se perdieron ―asintió el pequeño niño. Su voz era suave y mansa.

Shen Qingqiu pensó que era muy adorable y le pareció algo familiar, por lo que se inclinó y
lo levantó, sentándolo en el hueco de su brazo.

―¿Quién te trajo aquí?

El niño le abrazó el cuello y apretó los labios:

―Fue shizun...

¿Quizás era un joven discípulo de alguna secta? Si un adulto viniese a buscarlo, podría tener
problemas. Pero por alguna razón, el tono triste que puso cuando dijo "shizun" ablandó su
corazón. No podía dejarlo ahí tirado. Le palmeó con suavidad la espalda.

―Parece que tu shizun no te cuidó bien, quizás está preocupado ahora. ¿Te acuerdas de
dónde te perdiste?

―Lo recuerdo. Shizun me empujó personalmente con un golpe ―el niño se rió junto a su
oreja―. ¿No te acuerdas?

Al instante, el cuerpo de Shen Qingqiu se enfrió.

Sintió como si lo que tuviese entre sus brazos no fuese un niño, sino una serpiente venenosa,
una enorme serpiente que se enroscaba en su cuello. ¡Podría morderlo en cualquier momento
y envenenarlo!

Lanzó con fuerza al niño y se dio la vuelta, con toda la piel de su espalda erizándose. En un
instante, el resto del vello de su cuerpo también se erizó.

Toda la gente en la calle lo miraba. Los que usaban máscara y los que no lo hacían parecieron
congelarse en ese momento, conteniendo la respiración mientras lo miraban.

Las máscaras eran feroces y aterradoras, pero las caras de las personas que no llevaban lo
eran aún más: ¡ninguno tenía rostro!

El primer impulso de Shen Qingqiu fue sacar a Xiu Ya, pero se detuvo. ¡No podía atacar!
Eso fue lo que le enseñó a Luo Binghe. En una ilusión de Meng Mo, si se atacaba a las
personas del sueño, sería lo mismo que atacarse a sí mismo.

El sudor frío cubría la frente de Shen Qingqiu. No sabía cuándo había entrado en ese sueño.
No podía ser que su cuerpo se hubiese debilitado tanto que se hubiese desmayado mientras
corría, ¿verdad?

―Shizun ―detrás de él, se oyó una voz joven.

Antes, aquella voz le había parecido tierna. Pero al escucharla ahora, parecía
inexplicablemente siniestra.

―¿Por qué ya no me quieres? ―preguntó el pequeño Luo Binghe.

Shen Qingqiu no tenía la intención de mirar hacia atrás y comenzó a alejarse.

Todas esas personas lo miraban... o bueno, tenían sus cabezas sin rostros giradas hacia su
dirección. En realidad podía sentir sus miradas, aunque no tuviesen ojos. Fingió que no podía
verlos para nada y corrió hacia adelante. Si alguien bloqueaba su camino, lo empujaba hacia
un lado.

De repente, una mano cortó su camino. Cuando giró la cabeza, vio que aunque el brazo era
delgado, era tan fuerte que hasta daba miedo, como si fuese de hierro.

Ese Luo Binghe de apenas catorce años le agarró de la muñeca con fuerza. Además de la
mueca que solía tener, su expresión estaba llena de desánimo. Sus ojos completamente negros
lo miraron atentamente.

«¡¿Por qué siempre me miras tanto?! ¡¿Tengo algo en la cara?!»

Shen Qingqiu sacudió varias veces su brazo para liberarse, y comenzó a correr de nuevo,
empujando a la multitud. Se le apareció como un niño y ahora era un adolescente, si cambiase
a adulto ya no podría soportarlo.

La calle parecía ser infinita, como si nunca pudiese llegar al final. Después de que los
pequeños puestos a ambos lados apareciesen de nuevo, junto con los niños sin rostro que
jugaban y el grupo de mujeres jóvenes con máscaras de demonio, entendió que estaba dando
vueltas continuamente dentro del sueño. ¡Era imposible seguir hacia adelante!
Como avanzar o retroceder era inútil, tendría que encontrar otro camino. Shen Qingqiu miró a
izquierda y derecha antes de pasar rápidamente hacia una tienda de vinos.

Había grandes linternas rojas colgadas en lo alto frente a la puerta de la tienda, emitiendo una
luz roja tenue y atractiva. Las puertas de madera estaban bien cerradas, pero las forzó para
entrar. Sólo cuando ya estaba dentro, se volvieron a cerrar de golpe tras él.

El interior de la habitación estaba completamente oscuro y un viento frío lo rozó. No parecía


que estuviese dentro de una tienda de vinos, sino en una cueva de una montaña.

Sin embargo, Shen Qingqiu no lo encontró inesperado. No se podía usar el sentido común
para evaluar un sueño. Una puerta podía fácilmente trasladarlo a cualquier parte.

En ese momento, comenzó a oír unos ruidos extraños.

Oía unos jadeos, como si esa persona tuviese los pulmones dañados. Jadeaba continuamente
y parecía respirar con demasiada dificultad y agonía.

Además, ¡parecía que había más de una persona!

Shen Qingqiu chasqueó los dedos y una llama brotó de sus yemas, apuntando hacia el lugar
de donde venían los sonidos.

La luz del fuego iluminó la escena, y sus pupilas se encogieron al instante por el shock.

Liu Qingge sostenía la espada Cheng Luan en sus manos. Apuntó la espada hacia sí mismo y
la hundió en su propio pecho.

―Fin del capítulo 40―

CAPÍTULO 41

Todo su cuerpo estaba empapado en sangre. Podía ver que estaba lleno de lesiones y heridas,
y la sangre se escurría por las comisuras de sus labios. Parecía no darse cuenta de que la
espada estaba clavada en su cuerpo. Una ira desquiciada deformaba su rostro y estaba claro
que ya no estaba cuerdo. Una clara desviación de qi.

Esa escena, bajo la brillante iluminación del fuego, era aterradora. Por un momento, Shen
Qingqiu se olvidó de que era un sueño y se abalanzó sobre él para sacar a Cheng Luan.

La espada ya había atravesado su corazón. Shen Qingqiu la sacó suavemente, y un chorro de


sangre salió. Al ver eso, retrocedió inconscientemente dos pasos, y chocó contra alguien.

Se giró violentamente. La cara de Yue Qingyuan se iluminó por el fuego.

Aunque estaban uno frente al otro, sus ojos estaban vacíos, sin luz. Desde su cuello hasta su
pecho, sus cuatro extremidades y su abdomen... todo estaba perforado por fechas negras.

Diez mil flechas habían atravesado su cuerpo.

Shen Qingqiu de repente se dio cuenta: ¡esas eran las muertes originales en la novela!

¡Las muertes que el Shen Qingqiu original causó con sus propias manos!

No podía soportar mirar por más tiempo. Hubiese preferido seguir siendo acosado por figuras
sin rostro que esa escena.

Se retiró y volvió por donde había entrado. Inesperadamente, la puerta corredera todavía
estaba allí. Shen Qingqiu corrió como un hombre que acababa de recibir la amnistía,
alejándose tan rápidamente como pudo.

Su mente era inestable, y sus pensamientos eran un desastre revuelto. Mientras se tambaleaba
por la calle, no pudo evitar tropezarse varias veces.

La "gente" en la calle lo miraba fijamente. Todo estaba mortalmente silencioso.

Como había estado corriendo por demasiado tiempo, no se dio cuenta de que alguien se ponía
delante de su camino, y chocó contra su pecho. La reacción de esa persona fue envolverlo al
momento en un abrazo lleno de emociones pesadas.
Esa persona era bastante más alta que él, con una constitución delgada y larga. Estaba
completamente vestido, excepto por una pequeña área expuesta alrededor de cuello. En su
cara, llevaba una máscara de fantasma horrible.

Shen Qingqiu ni siquiera pudo reaccionar cuando oyó una voz divertida siendo susurrada en
su oído:

―Ten cuidado, shizun.

No necesitaba quitarle la máscara para saber quién era.

Luchó contra el abrazo, y como él no intentó impedirlo, se consiguió liberar con facilidad.
Sólo después de haber retrocedido bastante hasta que se consideró a salvo, le miró.

―¿Tú has hecho esto? ―preguntó Shen Qingqiu.

Luo Binghe se quitó lentamente la máscara. Por la expresión de su cara, casi parecía que
lamentase que ese juego de perseguir no durase más.

―No me ha quedado mal, ¿qué piensas, shizun?

―Realmente eres digno de ser discípulo de Meng Mo. ―asintió con la cabeza.

Poder crear una ilusión a un nivel tan perfecto era una tarea impresionante. Comparado con el
sueño en el que fueron atrapados de Meng Mo hacía tiempo, este no se le quedaba lejos.

Además, esa ilusión había logrado captar con una precisión aterradora su mayor miedo.

Originalmente, el estado de ánimo de Luo Binghe era bueno. Pero al oír esa declaración, su
sonrisa desapareció.

―No soy su discípulo.

―¿No lo aceptaste como maestro? ―preguntó Shen Qingqiu, encontrando eso algo extraño.

―¡No! ―respondió Luo Binghe, con indignación.

Vale. No significaba no. Shen Qingqiu no tenía ganas de indagar más.


―Shizun, si vuelves por tu cuenta ahora, estoy dispuesto a negociar contigo.

―¿Puedo considerar esto una "sentencia indulgente"? ―respondió Shen Qingqiu.

―No puedes huir mientras mi sangre esté en tu cuerpo.

―Oh, ¿en serio? ―se rió―. ¿Y por qué no estás tratando de atraparme?

Luo Binghe se puso rígido, un destello de luz parpadeó en sus ojos.

Al ver esa expresión, el corazón de Shen Qingqiu se hundió de repente.

―Tu espada... ¿le pasa algo? ―preguntó lentamente.

Cuando Luo Binghe cayó en el Abismo sin Fin, encontró una extraña espada forjada por un
maestro del Diablo, dentro del cadáver de una criatura antigua. Él usó la sangre de su propio
corazón para crearla.

Esa espada era conocida como Corazón de Diablo.

Al escuchar ese nombre, uno ya podía imaginarse que se trataba de un arma peligrosa, ¿no?

¡Por supuesto! Cuanto más poderosa era el arma espiritual, más difícil era controlarla. Desde
los eones comprendidos entre la era antigua y el presente, esa espada había tenido cientos de
propietarios. Sin embargo, todos esos genios formidables compartieron el mismo destino:
murieron por su propia espada.

La espada Corazón de Diablo luchaba contra todos los que intentaban dominarla. Si uno
podía forzarla a reconocerlo, sería un arma formidable. Sin embargo, si en el futuro no podía
reprimir la naturaleza malvada de la espada, entonces no sería más que una oveja sacrificada
que sería conducida a un matadero.

El Luo Binghe original sufrió esos efectos secundarios después de ingresar al reino
demoníaco y se salvó por poco de ser devorado por la espada. Para resolver ese problema,
hubo un arco paralelo de 500 capítulos, donde reunió ocho o nueve mujeres más.

Pero ahora, toda esa trama estaba en ruinas. ¡El contraataque de la espada estaba ocurriendo
demasiado pronto!
No era de extrañar que Luo Binghe no pudiese perseguirlo. Estaba demasiado ocupado
buscando la forma de luchar contra la espada Corazón de Diablo.

De repente, Luo Binghe agarró uno de sus hombros, tirando con fuerza de su túnica. Su
expresión era oscura. Lentamente, escupió una por una sus palabras:

―Incluso si no puedo venir personalmente, no deberías celebrar tu victoria tan pronto.

«Aun así, ¡deja de rasgar mi ropa!»

―¡¿Qué se supone que haces!? ¡¿Es que no sabes humillar a las personas de otra forma?!
―gritó enfadado, agarrando la tela restante.

―¡Fuiste tú quien me humilló primero, shizun!

Sistema: 【Puntos de serenidad: +50 】

¡¿Por eso se podían agregar puntos?! ¡No tenía sentido! ¡Eso no tenía ningún tipo de sentido!

La mano de Luo Binghe aplastó la tela blanca entre sus dedos, haciéndola pedazos. Avanzó
hacia él con una expresión odiosa. Al ver sus ojos, Shen Qingqiu sintió un temor violento
explotando en su corazón.

Aunque nunca había sabido que Luo Binghe tenía una tendencia a rasgar la ropa, no estaba
dispuesto a sentarse y esperar la muerte. Lo atacó, y luego rápidamente trató de escapar.

Luo Binghe tenía la ventaja, y decidió jugar con él.

Shen Qingqiu era muy veloz, pero a los ojos de Luo Binghe, se movía mucho más lento que
él. Cada vez que intentaba golpearlo, se apartaba con calma y luego devolvía un ataque.
Combinado con la molesta voz del sistema anunciando que la serenidad aumentaba 20, 30 y
50 puntos sin parar, ¡realmente se estaba volviendo loco!

La cara de Shen Qingqiu se ennegreció.

«¡¿A dónde apuntas, ah?! ¿Estás jugando conmigo o qué? ¡¿No es tu objetivo derribarme?!»
¡Como si eso se considerase una pelea! Ni siquiera se podía considerar un intercambio de
golpes. ¡Era prácticamente un asalto!

Al pensar eso, Shen Qingqiu se distrajo y accidentalmente fue demasiado rápido, chocando
contra Luo Binghe.

Él ni tan siquiera se apartó, permitiendo que Shen Qingqiu lo abrazara.

―Esta maniobra me la corregiste hace tiempo, shizun ―su voz era divertida y alegre―. Por
supuesto, tiene sus ventajas, pero también tiene sus desventajas. Por ejemplo, que la parte
inferior del cuerpo se vuelve inestable. ¿Cómo has podido olvidarlo?

La mente de Shen Qingqiu se llenó con una colorida variedad de insultos.

¡Joder! ¡Realmente se la corrigió él!

El recuerdo se remontaba a la época en la que Luo Binghe acababa de mudarse del leñero. En
ese momento, con su extraordinario talento, logró desarrollar poco a poco su estilo de lucha.
Sin embargo, a parte de los pocos movimientos que les enseñó a todos los discípulos, no
sabía gran cosa más.

Shen Qingqiu, al verlo practicar, no pudo evitar palmearse la cara. Luo Binghe esperó su
veredicto.

En ese momento, Shen Qingqiu no podía soportar derribarlo. Después de un tiempo, dijo
entre dientes:

―Te enseñaré.

Para corregirlo, Shen Qingqiu le brindó entrenamiento personal diario. Por alguna razón, al
principio, ese niño inteligente y perceptivo tuvo un desempeño muy pobre. Luo Binghe
olvidaba lo que le enseñaban casi al momento. Con frecuencia usaba demasiada fuerza,
chocando contra los brazos de Shen Qingqiu todo el rato. Hasta que un día, se hartó.

―¿Estás haciendo esto a propósito? ―gritó, mientras le daba un golpe con el abanico en la
frente―. ¿Es así como pretendes luchar? ¡Estás prácticamente tirándote sobre mis piernas!
Después de ese incidente, Luo Binghe finalmente comenzó a aprender con corrección, sin
atreverse a cometer más errores.

Sin embargo, hoy era Luo Binghe quien regañaba a Shen Qingqiu sobre su postura incorrecta.

¡Qué clase de mundo era ese!

Sintió que su orgullo como maestro estaba gravemente herido.

Mientras estaba distraído con sus pensamientos, las manos de Luo Binghe comenzaron a
deslizarse por su espalda, provocando que toda su piel se erizase.

―¡Luo Binghe...! ―gruñó Shen Qingqiu, apretando los dientes.

Sistema:【Puntos de serenidad: +100. ¡Felicidades!】

«¡Felicidades mis *******!»

―Cuando veo que usas esta túnica, me vuelvo muy infeliz, shizun. Te la quitaré toda ―dijo
Luo Binghe, arrancando otro pedazo de la túnica blanca.

¿Estaba insinuando que no sería feliz hasta que estuviese desnudo? ¿Era eso?

―Si me odias, ¡no lo pagues con la túnica! ¡Es de Gongyi Xiao!

―Eres tú quien me odia ―la expresión de Luo Binghe se profundizó―. Hasta rechazaste la
que te di...

¿Por qué? ¿Por qué dos hombres adultos debatían sobre una túnica en medio de una audiencia
sin caras?

«Luo Binghe, ¿de verdad tienes un corazón tan delicado? incluso la doblé para ti, ¿qué más
quieres? ¿Que la lavase a mano y te la devolviese personalmente?» la expresión de Shen
Qingqiu cambió al pensar eso.

―Shizun, ¿en qué piensas? ―preguntó. Luego, con frialdad, agregó―: Si es en Gongyi
Xiao, te aconsejo que dejes de pensar en él.
El corazón de Shen Qingqiu se llenó de una premonición siniestra.

―¿Qué pasa con él? ―preguntó con fuerza.

De acuerdo con la trama original, el destierro de Gongyi Xiao a una frontera como simple
guardia de patrulla fue después de que Luo Binghe y la Maestra del palacio se acostaran.

Pero ahora que la trama se había vuelto tan desastrosa que ni siquiera el gran autor podía
reconocerla, podía pasar cualquier cosa.

Antes de que Luo Binghe pudiese responder, las personas a su alrededor comenzaron a
moverse. Empezaron a condensarse hacia ellos, forzándolos a estar en medio. Incapaces de
separarse, miró a Luo Binghe.

Sus cejas estaban muy juntas, con una mano presionando su frente. Parecía estar preocupado
por algo, como si estuviese resistiendo algún tipo de fuerza que intentaba invadir su cabeza.

Shen Qingqiu de repente comprendió. La espada Corazón de Diablo debía estar intentando
controlar la mente de Luo Binghe. Así que, como no tenía suficiente energía para mantener el
sueño, el paisaje onírico comenzaba a colapsar.

Debía aprovechar la oportunidad para escapar.

Como Luo Binghe no podía hacer nada, entonces, según su experiencia, debía ser capaz de
destruir ese sueño ya debilitado si superaba el mayor temor de su corazón.

Shen Qingqiu se alejó. Como el dolor de cabeza le impedía moverse, Luo Binghe gritó:

―¡No te atrevas a dar un paso más!

Él inmediatamente caminó diez pasos.

―¿Qué dices? ―preguntó Shen Qingqiu, dándose la vuelta un momento.

Luo Binghe se enfadó hasta el punto de que podría escupir sangre.

―¡Espera y verás...! ―gruñó.


―¡No, gracias! ¡Adiós! ―dijo con frialdad. Esa vez no se dio la vuelta para hablar.

«¿Crees que si me dices que espere, esperaré? ¿Te crees que soy idiota?»

Shen Qingqiu miró a su alrededor y se acercó a una de las tiendas cercanas. Abrió la puerta
de una patada y entró.

No importaba lo que le esperase adentro, debía enfrentarlo con absoluta calma.

¡Sus posibilidades de salir del sueño eran mucho más altas así que enfrentándose a Luo
Binghe!

Tan pronto como la puerta se cerró, los ruidos del exterior se detuvieron de golpe,
envolviendo la habitación en una quietud mortal.

Shen Qingqiu contuvo el aliento, esperando en silencio.

Después de unos minutos, como si alguien hubiese encendido una vela, todo se fue
iluminando lentamente. Shen Qingqiu bajó la cabeza, justo a tiempo para mirar a los de
alguien extraño pero familiar.

Un chico delgado se arrodilló frente a él.

Esa escena no estaba en su memoria. Sin embargo, esa cara era la suya. Ese era Shen
Qingqiu, pero al mismo tiempo, no era él.

Por lo que no era otro que Shen Jiu.

Shen Qingqiu se sentó en las tablas del suelo.

Después de despertarse, miró a su alrededor, dándose cuenta de que estaba acostado dentro de
un edificio abandonado. El cielo estaba brillante, la luz de día se derramaba desde los marcos
de las ventanas en mal estado y las pequeñas grietas en las paredes de papel de arroz.
Los recuerdos volvieron a inundarlo. Ayer, durante el festival, deambuló aleatoriamente hasta
que encontró un edificio abandonado. Su plan original fue descansar un tiempo, pero Luo
Binghe lo arrastró al mundo de los sueños.

Shen Qingqiu pensó en el sueño.

Aunque el original y él eran personas completamente diferentes, compartían el mismo


cuerpo. Inevitablemente, sufriría alguna influencia. Lo que vio ayer probablemente eran los
recuerdos de la infancia del Shen Qingqiu original.

Quizás había hecho trampa. Esos recuerdos no le afectaban porque no eran suyos, así que la
ilusión fue fácil de disipar.

Sin embargo, si lo pensaba, había algo que no encajaba. En el sueño, Shen Jiu estaba atado.
Al principio pensó que sería del tiempo cuando estaba en manos del traficante de esclavos,
pero la habitación tenía una alfombra suave, pinturas colgadas en las paredes, y varios objetos
de valor. Esa habitación no parecía un escondite de traficantes, sino más bien como el estudio
de un hombre rico...

Parecía que, en la familia Qiu, Shen Jiu no recibió todo el amor y el afecto que Qiu Haitang
afirmó.

―Fin del capítulo 41―

CAPÍTULO 42

Shen Qingqiu saltó al suelo desnudo de madera e inconscientemente, alisó su ropa,


comprobando que todavía estaba allí.

Sin embargo, a pesar de que estaba intacta, no quería usarla más. Sentía que de un momento a
otro sería arrancada.
Shen Qingqiu decidió... tomar prestada la ropa de otra persona. ¿Quién imaginó que después
de "tomarla prestada" y saltara los aleros, se encontraría con varias personas mirándolo con
los ojos muy abiertos?

Eran los hombres que vio la noche anterior, cuando el festival estaba en pleno apogeo. No
dijo una palabra.

―¡Shen Qingqiu! ¡Realmente estabas aquí! ―gritó el líder del grupo, desenvainando su
arma―. ¡Hoy mi secta hará cumplir la justicia en el nombre del cielo!

Realmente era el guión estándar, pero, ¿por qué ahora decía esa tontería de "hacer cumplir
justicia en el nombre del cielo"? ¿Ayer no hablaba de una recompensa del palacio Huan Hua?
¿Era divertido hacerse el héroe delante de otras personas?

Shen Qingqiu era demasiado vago para molestarse con ellos. Arrojó algunos talismanes que
se pegaron a la frente de esos cultivadores. Sus extremidades se pusieron rígidas al instante.
Hizo un gesto brusco con su mano.

Estaba de muy mal humor.

Al cabo de unos segundos, los discípulos vieron que no tenían control sobre sus cuerpos y
que comenzaban a moverse por sí solos.

―¿Qué estás haciendo? ¿Por qué me rompes la ropa?

―¡Me la estás arrancando también!

―¡Lo siento, hermano marcial, pero no puedo controlar mis manos!

Shen Qingqiu se arregló su sencilla túnica blanca y no miró atrás mientras se alejaba.

Después de caminar por bastante, Shen Qingqiu vio que había mucha gente que había sido
atraída a la ciudad Huayue por la recompensa de la captura de cierto hombre buscado.

Incluso si muchos de los cultivadores se quitaban los uniformes y fingían ser personas
comunes, sus modales eran demasiado diferentes a los civiles.
Shen Qingqiu pensó que era imposible seguir así. Se untó un poco de maquillaje amarillo en
la cara y pegó descuidadamente una barba. Cuando lo tuvo todo listo, regresó a la calle.

Mirando hacia el cielo, vio que las nubes eran finas, dispersándose gradualmente. Si no
ocurría nada inesperado, el mediodía de ese día sería el mejor momento para hacerlo.

Cuando Shen Qingqiu bajó la cabeza, vio pasar una figura esbelta, con ropas blancas como la
nieve, moviéndose de forma rápida y ligera. Su rostro era extremadamente bonito.

¡Liu Qingge! ¡Ya había llegado!

Los ojos de Shen Qingqiu se iluminaron. Estaba a punto de ir hacia él cuando, de repente,
oyó una voz encantadora regañando a alguien desde el interior de una tienda de vinos:

―¡¿Qué dijiste con esa boca sucia?!

La voz era delicada y melodiosa. Parecía muy familiar, por lo que Shen Qingqiu no pudo
evitar detenerse. Sus ojos fueron atraídos hacia la fuente. De repente, escuchó el ruido de
cosas estrellándose y los transeúntes se acercaron para ver la conmoción.

―Hm, ¿por qué no debería decirlo? ―resopló una chica―. ¡No es de extrañar que ese
pedazo de escoria, Shen Qingqiu, saliese de la secta de la montaña Cang Qiong! ¡Todos
vosotros, especialmente la gente de la cumbre Qing Jing, estáis ansiosos por ocultar su
deshonra! ¡Ah, pero desafortunadamente todos ya saben qué tipo de hombre es! ¿Crees que
puedes ocultarlo? ―su voz estaba llena de resentimiento.

―¡Shizun no es ese tipo de persona! ¡No te atrevas a insultarlo! ―respondió la otra chica.

¡Esa era Ning Yingying!

―Sólo te aguantamos para ser educados con el viejo maestro del palacio Huan Hua, así que
cuida tu boca y sé cortés también ―esa fue la voz de Ming Fan.

Aunque lo más importante era encontrar a Liu Qingge, viendo esa atmósfera, sintió que algo
no estaba bien. Se detuvo de nuevo, temeroso de que los discípulos de la cumbre Qing Jing
pudiesen ser dañados de alguna forma. Decidió quedarse para observar.

El primer piso de la tienda de vinos estaba claramente dividido en dos facciones.


A un lado estaban Ming Fan y Ning Yingying como los líderes, y detrás de ellos había un
grupo de discípulos de la cumbre Qing Jing. Todos tenían expresiones de enfado.

Al otro lado, la joven Maestra del palacio, de pie delante de los demás con las manos en las
caderas. Los discípulos del palacio Huan Hua estaban detrás de ella, y ya habían
desenfundado sus armas, con expresiones resentidas en sus caras.

Las dos chicas, jóvenes y con figuras refinadas, se pararon con gracia, convencidas de su
propia justicia. El aire estaba lleno de chispas.

«Luo Binghe, creo que hay un incendio en tu patio trasero[1].»

Shen Qingqiu no se atrevió a irse, porque quizás sus discípulos corrían peligro. Esa arrogante
Maestra del palacio se atrevía a luchar y golpear brutalmente a cualquiera que no fuese Luo
Binghe.

―¿Él no es así? ¿Y entonces por qué huyó para escapar de su castigo? ―resopló la Maestra
del palacio―. ¡Y él también... también... también hizo ese tipo de cosas...! ―su voz estaba
cargada de odio, mientras apretaba los dientes y sus ojos se enrojecían.

―Shizun no ha sido condenado. ¿Y a qué te refieres con "huir para escapar del castigo"? Aún
no se decidió si es culpable o no. Si no hubieses encerrado a nuestro señor de cumbre en esa
prisión de agua, ¡las cosas no estarían yendo tan lejos!

¿La razón de todos los problemas de mierda en esa novela ahora era él y no el protagonista?

Las manos de Shen Qingqiu comenzaron a sudar, y se sintió humillado. Las nubes oscuras en
su corazón se volvieron espesas.

Algo debía de haber pasado en el palacio Huan Hua cuando huyó. Ahora habían rencores
nuevos que se agregaban a los nuevos.

La joven Maestra del palacio estaba furiosa. De hecho, Shen Qingqiu pensó que era su estado
natural.

―¿Estás insinuando que el palacio Huan Hua tiene la culpa por cortejar al desastre? ¡Bien,
bien! ¡La secta de la montaña Cang Qiong es realmente arrogante! ¡En lugar de disculparte,
actúas de forma salvaje delante de la familia de la víctima! ¡Con esa integridad moral, te
atreves a presumir el ser miembro de la secta número uno en el mundo! ¡Qué absurdo!

―La secta de la montaña Cang Qiong es reconocida como la secta número uno en todo el
mundo, tú misma acabas de admitirlo ―dijo Ning Yingying, torciendo la boca en una
mueca―. Tú fuiste la primera en actuar de forma salvaje, nosotros sólo estábamos cenando
aquí. Comenzaste a gritarnos tan pronto como entraste, diciendo que todos deberíamos ser
enterrados junto con los muertos, ¿quién demonios puede decir algo tan escandaloso? ¡La
ciudad Huayue no es el patio trasero de tu palacio! ¿O te crees que el mundo entero es tu
territorio?

Shen Qingqiu se sorprendió al oírla hablar así. ¿Cómo podían ser las palabras de la inocente y
tonta Ning Yingying sonar así de cortantes? ¿Por qué la Maestra del palacio estaba actuando
como un perro rabioso, lista para morder?

―Mi cumbre Qing Jing es reconocida por su cortesía, y nuestro shizun nos ha enseñado bien.
Es por eso que hemos tolerado tu comportamiento hasta ahora. Si ya has terminado de
maldecir, ¡lárgate! No nos molestes, estábamos comiendo. Aunque ya no tengo más hambre
después de haberte visto la cara ―cogió una taza de té de la mesa y la volcó sobre los pies de
la Maestra del palacio.

Ella lo esquivó, pero algunas gotas salpicaron el borde de su falda.

―¡Eres una perra!

Con eso, Ming Fan dejó de comer, y dijo:

―No te creas que porque eres la hija del antiguo Maestro del palacio te tenemos miedo. Sólo
eres una niñita de papá mimada, ni siquiera eres de nuestra misma generación ―arrojó sus
palillos y se rió sombríamente―. ¿Perra? Creo que aquí la única perra eres tú. Todo el
palacio se está volviendo loco por tu culpa.

Shen Qingqiu estaba conmocionado.

Que él supiera, los discípulos de la cumbre Qing Jing eran sumisos y obedientes delante de él,
sin atreverse a respirar un poco más fuerte de lo normal. Pero resultaba que cuando no
miraba, se volvían así.
El rostro de la Maestra del palacio palideció de ira. Además, había oído de Qin Wanyue que
esa bruja había sido compañera de Luo Binghe durante años. ¡Los dos eran compañeros de
infancia! La envidia y el odio se mezclaron, y levantó de repente una mano. Una sombra
oscura como una serpiente se deslizó desde su manga.

¡Joder! ¡Era su nuevo látigo!

Al ver que estaba por comenzar una pelea, el resto de clientes se dispersó y salieron de la
tienda. Shen Qingqiu se dio cuenta de que parecían tranquilos, como si ya estuviesen
acostumbrados a esos episodios. De hecho, con una habilidad envidiable, un camarero logró
cobrarles a todos.

La joven Maestra del palacio, como la hija querida del antiguo Maestro del palacio, había
recibido muchas clases de artes marciales a lo largo de su vida. Su arma también era
extraordinaria, por lo que sus golpes eran feroces.

En cuanto a Ning Yingying, ella era la pequeña hermana aprendiz menor que toda la cumbre
Qing Jing adoraba. Rara vez se encontraba en situaciones peligrosas y no tenía mucha
experiencia en combate real, por lo que la diferencia fue clara.

Cuando resultó evidente que no podía defenderse de los golpes, Ming Fan intentó entrar a
ayudar, pero el baile del látigo creaba un círculo alrededor de ellas, y sólo podía mirar.

Viendo esto, Shen Qingqiu sujetó una hoja verde de las enredaderas cerca de él y la arrojó.

La suave hoja, llena de poder espiritual, chocó contra el látigo de hierro. Todos escucharon el
ruido de dos objetos duros chocando entre sí, y al instante, la Maestra del palacio sintió que
sus dedos se adormecían. Su agarre sobre el látigo se aflojó y cayó al suelo.

Ning Yingying también estaba confundida. Al ver que ella no tenía arma, retiró su espada
para no dañarla. Aunque la joven Maestra del palacio aprovechó eso para abofetear a Ning
Yingying.

El horrible ruido de la bofetada resonó por todo el lugar, ahora en completo silencio.

Las marca de la mano entera de la maestra del palacio ahora adornaba toda la mejilla de Ning
Yingying, e incluso su cara comenzaba a hincharse.
¡Nunca había golpeado a ninguno de sus discípulos y esa niña se atrevía a hacerlo!

El hermoso rostro de Ning Yingying ahora estaba inflamado por un lado, y se veía feo. La
joven Maestra del palacio se rió con malicia, levantando la barbilla llena de orgullo.

―Ya que tu shizun no te ha enseñado bien, tendré que hacerlo yo. Lo primero que tienes que
aprender es a escuchar cuando tus superiores hablan.

«¿Quién mierda te crees para dar una conferencia a mis discípulos?»

―¡Perra! ¡Esto ha ido demasiado lejos! ―gritó Ming Fan, desenvainando su espada―.
¡Atacad!

Si los otros discípulos de la cumbre Qing Jing apenas habían sido capaces de tolerar los
insultos, ahora que su pequeña hermana aprendiz había sido golpeada, ¿cómo podrían ser
capaces de contenerse? También gritaron, sacando sus espadas.

La mente de Shen Qingqiu se aceleró mientras pensaba en una forma de poner a salvo a la
Maestra del palacio sin revelar su paradero.

De repente, notó que uno de los discípulos del palacio Huan Hua se estaba comportando de
forma extraña. Su aspecto era muy sospechoso. Lo miró durante unos segundos, antes de que
su corazón comenzase a latir con fuerza, como si le gritase que algo estaba muy mal.

Quizás no sería tan fácil salir de ahí.

A primera vista, parecía un discípulo ordinario. Estaba en medio del resto de discípulos, pero
estaba encogido y se rehusaba a mirar a los ojos de nadie.

Shen Qingqiu lo notó porque su cara tenía un color de piel, su cuello otro, sus manos
izquierda y derecha otros. Además, en medio de esa violenta situación, no desenvainó su
espada ni se enfadó como el resto. Sólo mantuvo la cabeza baja, como si fuese un ladrón
esperando una oportunidad.

Hasta donde Shen Qingqiu sabía, sólo había un tipo de persona que se comportaría así.

―¡Shimei[2]! ¡¿Estás bien?! ―gritó Ming Fan, mientras luchaba contra los discípulos del
palacio.
Ning Yingying estuvo aturdida durante unos segundos, como si no estuviese en esa realidad.
Luego, su rostro se puso rojo y después blanco, mientras se abalanzaba con su espada. Había
sido agredida porque mostró piedad. No volvería a pasar.

Afuera, entre la multitud de espectadores, Shen Qingqiu vio a un viejo gato con la cola
enroscada en el aire, lamiendo perezosamente su pelaje. Lo recogió y lo lanzó hacia el
interior de la tienda de vinos. El animal estaba tan asustado que aulló fuerte mientras huía
entre toda la gente. Shen Qingqiu mantuvo la cabeza baja mientras lo seguía, escabulléndose
en el campo de batalla.

Cuando alguien entró en la habitación, los dos bandos se sobresaltaron.

Ning Yingying no quería herir a alguien inocente, pero enfrentándose a la Maestra del
palacio, no dudó en absoluto, porque ella ya había recuperado su látigo.

Shen Qingqiu entró en el lugar mientras perseguía al viejo gato, gritando un nombre que
acababa de inventarse.

Ning Yingying no se atrevió a moverse descuidadamente por no hacerle daño a ese hombre,
pero sintió como si su cuerpo estuviese siendo empujado. Su espada se movió y soltó
destellos de luz plateada.

De repente, se escuchó el fuerte sonido de una mano golpeando carne. La Maestra del palacio
se cubrió la cara, atónita y congelada en su lugar.

Justo en ese momento, todos vieron cómo Ning Yingying movía sus brazos, golpeándola sin
descanso una y otra vez.

Y todos dejaron de pelear como si estuviesen en un mutuo acuerdo.

―Fin del capítulo 42―

[1] 'Incendio en tu patio trasero': un dicho que se refiere que los miembros de su harem ya se
están peleando de nuevo.
[2] Como ya dije en capítulos anteriores, estos términos característicos de algunos personajes
no serán traducidos (como shizun, shifu o el "shidi" de Liu Qingge). Para recordar, 'shimei'
significa hermana aprendiz menor.

CAPÍTULO 43

―¡Bien hecho, shimei! ―aplaudió Ming Fan.

―En realidad, no fui yo... ―respondió ella débilmente.

―No te preocupes, no importa si la golpeas. Ella comenzó primero, ¡todos lo vimos!


―intervinieron los discípulos de la cumbre Qing Jing.

―¿Cómo... cómo os atrevéis a golpearme cuando ni mi papá lo ha hecho? ―las lágrimas


brillaron en los ojos de la joven Maestra del palacio.

―No, en serio, de verdad no fui yo... ―intentó decir Ning Yingying.

―¡Te repito! ¡Si alguien intimida a los discípulos de la cumbre Qing Jing, entonces nosotros
devolveremos el golpe! ¡Sino, no somos dignos de las enseñanzas de shizun! ―la
interrumpió Ming Fan.

Shen Qingqiu aplaudió en su mente con el resto de discípulos: ese niño de verdad tomó en
serio sus enseñanzas. ¡Era justo así: ojo por ojo!

Se deslizó sigilosamente entre la multitud de discípulos del palacio Huan Hua y atrapó a ese
viejo gato.

La joven Maestra del palacio ahuecó sus mejillas rojas y lo miró con una oleada de
resentimiento al verlo moverse.

―¡Tú! ¡¿Quién eres exactamente?!

―¡La Maestra te está haciendo una pregunta! ―gritaron los discípulos del palacio Huan Hua,
rodeándolo.
Shen Qingqiu se inclinó y soltó al gato. Cuando se enderezó, señaló al discípulo encorvado,
que seguía acechando desde atrás.

―¿Por qué no preguntas quién es ese?

La joven Maestra del palacio aún estaba en un ataque de ira, así que sólo le dirigió una corta
mirada. Pero luego, mientras más lo observaba, más sentía que algo no estaba bien.

―¿Quién eres? ―dijo, mirándolo con recelo―. ¿Eres del palacio Huan Hua? ¿Por qué no me
suenas? ―el discípulo no habló, por lo que se dirigió a sus otros discípulos―. ¿Alguien lo
conoce?

Al verse acorralado, el discípulo soltó un alarido extraño y todos apuntaron sus espadas hacia
él.

―¡No os acerquéis! ―gritó Shen Qingqiu. Al mismo tiempo, tomó otra hoja verde y la lanzó
con un suave movimiento de muñeca.

Esa vez, Ming Fan vio perfectamente la fuerza de esa hoja y se sorprendió. La hoja verde
cortó el aire con el resplandor de la energía espiritual de una espada y desgarró la túnica
exterior del discípulo, dejando al descubierto la piel.

Todos parecieron haber visto un fantasma y retrocedieron. Algunos hasta salieron corriendo
de la tienda.

¡Tenía la piel escarlata!

Era justo lo que Shen Qingqiu pensaba: un sembrador disfrazado de un humano común.

Como sólo pintó la piel que estaba expuesta y no se molestó con el resto, su identidad se
reveló en seguida. Al no tener nada que perder, el sembrador cargó hacia adelante con un
fuerte grito y los ojos inyectados en sangre.

La mayoría de esos discípulos eran jóvenes que no habían ido a la ciudad Jinlan en aquel
entonces. Sólo habían oído hablar de esa extraña criatura, pero nunca habían visto una. Sin
embargo, al verlo avanzar de aquella forma, todos se asustaron.
Shen Qingqiu vio que el sembrador estaba a punto de lanzarse sobre un discípulo de la
cumbre Qing Jing y corrió, pateando a esa cosa en el pecho. La patada la envió volando, y
escupió sangre.

―¡Vete de aquí! ―gritó, mirando hacia atrás.

―¡Shizun! ¿Eres tú, shizun? ―Ning Yingying estaba llorando y riendo al mismo tiempo.

«¿Puede reconocerme con la barba? ¡Qué vista!»

A pesar de que estaba conmovido, si ella no se iba y sólo dificultaba el combate, entonces
definitivamente su coeficiente intelectual todavía era bajo.

Cuando vio que el sembrador estaba a punto de precipitarse de nuevo, Shen Qingqiu empujó
a Ning Yingying suavemente con una mano, mientras que con la otra lanzaba un ataque de
fuego severamente.

Pero no lo golpeó.

Bueno, en realidad, nunca formó el ataque.

La sangre se acumuló en su boca y Shen Qingqiu frunció el ceño. ¡Ya tenía bastante del
maldito veneno Sin Cura que siempre le gustaba fastidiar en momentos como ese!

Intentó hacer el movimiento varias veces, pero no apareció ni una chispa.

Como Shen Qingqiu se exasperó, el sembrador aprovechó para aferrarse a él.


Inconscientemente, lo golpeó con esa mano derecha llena de desgracias, y aparecieron al
instante puntos rojos que comenzaron a extenderse a velocidad envidiable.

¡Eso era injusto! ¡¿Por qué siempre se infectaba tan rápido?!

Quizás fue el dolor o la indignación que hicieron de combustible, pero su último intento
finalmente causó una bola de fuego explosiva entre sus dedos, y destrozó al sembrador que
seguía aferrándose a él.

El cuerpo del sembrador se desintegró en medio de las llamas y los gritos. Ming Fan y Ning
Yingying corrieron hacia él entre lágrimas.
―¡Shizun!

Los otros discípulos también querían rodearlo, pero se vieron obligados a retroceder ante la
mirada de "salid y corred quinientas vueltas" de Shen Qingqiu.

Como su disfraz estaba arruinado, se frotó la cara para limpiarla.

―¿Alguien está infectado? ―preguntó. Luego, dijo lo que siempre había querido decir―: ¡Si
es así, tomad medicamentos! ¡No debéis dejar de tomarlos!

La voz de sus dos discípulos, femenina y masculina, se entremezclaron en sollozos.

―Shizun, por fin te encontramos.

―¡Te hemos echado mucho de menos!

Shen Qingqiu no había respondido aún cuando de repente un escalofrío recorrió su espalda.
Apartó a sus discípulos y la espada Xiu Ya salió de entre sus túnicas para bloquear el látigo
de hierro de la joven Maestra del palacio.

Si antes había atacado con furia, ahora su golpe llevaba la intención de matar. En sus manos
había un látigo corto que podía cortar como una daga o como una hacha cruel y amenazante.

―¿Estás loca? ¿Qué se supone que estás haciendo? ―preguntó Shen Qingqiu sin rodeos. Ah,
él realmente quería hacerle esas preguntas desde hacía tiempo.

―¡Traidor! ¡Devuélveme la vida de mis hermanos marciales! ―gritó la Maestra del palacio.

Al principio pensó que se refería a los discípulos del palacio Huan Hua que fueron asesinados
en la Conferencia de la Alianza inmortal, pero antes de poder responder, ella volvió a gritar:

―¡Lo único que el hermano marcial Ma hizo fue decir que no le gustó encarcelarte! ¡Pero
tú... tú...! ¡Y él... murió tan trágicamente...!

¿Quién era ese? ¿Quizás era ese tipo amargado y sarcástico?


―Cuando salí del palacio Huan Hua, no maté a nadie. ¿Cuál es el punto de decirme que
murió trágicamente? ―miró hacia atrás y preguntó en voz baja―: ¿De verdad murió? ¿Cómo
de trágico fue?

―Bastante. Su cuerpo estaba azul y podrido, dicen que fue envenenado por veneno de
demonio ―respondió Ming Fan, también hablando en susurros.

Eso sonaba como algo que haría Luo Binghe.

―¡No sirve de nada discutir! ―dijo la Maestra del palacio―. ¡Hoy pagarás por la muerte de
mis discípulos!

―Nunca he sido bueno usando venenos ―respondió Shen Qingqiu―. ¿Por qué tendría que
complicarme la vida matando así? Es cierto que escapé, ¿pero cómo puedes probar que yo
maté al hacerlo?

―¿Entonces quién puede probar que no mataste a alguien? ―gritó un discípulo del palacio
Huan Hua.

Si no resolvía ese problema, temía que las dos sectas se enredasen en una discusión mucho
mayor. Shen Qingqiu pensó antes de indagar:

―¿Qué tiene que decir el discípulo principal Gongyi Xiao sobre este tema?

Los ojos de la Maestra del palacio se abrieron de par en par, y las lágrimas que había
conseguido retener hasta ahora se escaparon sin control.

―¿Te atreves a hablar de él...? ―apuntó su látigo directamente hacia Shen Qingqiu―.
¿Crees que como está muerto y no hay evidencia, puedes inventar lo que quieras ahora?

Shen Qingqiu sintió que había sido alcanzado por un rayo.

Él atrapó el látigo con sus dedos, y sospechó que quizás había escuchado mal:

―Disculpa, ¿has dicho que está muerto? ¿Cuándo pasó?

Incluso en la novela original, ¿lo más trágico que le pasaba no era ser designado a una región
remota de Palacio Huan Hua?
―¿Que quién lo hizo? ¡Todavía tienes el descaro de preguntar eso! ―gritó la Maestra del
Palacio, señalándolo. Ordenó―: ¡Matad a ese asqueroso traidor y vengad a vuestros
hermanos marciales que custodiaban la prisión de agua!

El corazón de Shen Qingqiu se congeló. ¿Luo Binghe había matado a todos los discípulos que
vigilaban la prisión de agua, sin perdonar ni a uno solo?

¿Esas cientos de muertes ahora estaban sobre él?

―¿Qué te pasa, niña estúpida? ¿¡No ves que shizun no sabe nada?! ―dijo Ning Yingying,
enfadándose.

Los discípulos de la cumbre Qing Jing también entraron a la pelea al momento. Habían
demasiadas espadas por todos lados y ya era demasiado tarde para que Shen Qingqiu pensara
con cuidado. Pensó que acabarían destrozando la tienda de vinos, por lo que gritó:

―¡Fuera de aquí!

Como era un espacio reducido, todos estuvieron de acuerdo y salieron. Pero una vez fuera,
Shen Qingqiu se quedó sin palabras.

Un gran grupo de cultivadores de diversas sectas estaban en línea, mirándolo


amenazadoramente.

Bueno, tenía sentido. Después del gran alboroto que se había hecho en la tienda de vinos...

Dando un gran salto, se paró en los aleros de la tienda, y aspiró una profunda bocanada de
aire antes de gritar con todas sus fuerzas:

―¡Liu Qingge!

―Shen Qingqiu, eres demasiado malvado. ¿Viniste aquí a propósito para reunir mano de
obra de varias sectas y poder coludir de nuevo con la raza demoníaca? ¿Quieres volver a
repetir la tragedia de la Conferencia? ¡Mi secta Ba Qi no te dejará! ―dijo alguien, volando
sobre su espada.

Bueno, en ese punto, ya se le podía culpar de cualquier cosa, ¿no? Ni siquiera estaba de
humor para responderle.
El agudo silbido de energía de una espada vino del este, y una figura blanca voló tan rápida
como un rayo. Su impulso fue tan fuerte, que creó una ráfaga de viento que casi lanza por los
aires al hombre que acababa de acusarlo.

Liu Qingge permaneció de pie sobre Chen Luan, de brazos cruzados:

―¿Qué pasa?

¡Demasiado confiable, gran Maestro Liu!

―Llévame ―respondió Shen Qingqiu, sinceramente.

―...

―El veneno está activo de nuevo, no puedo volar. Si no me llevas, supongo que sólo podré
caerme del cielo...

―...Sube ―suspiró Liu Qingge.

La multitud que estaba en el suelo continuó gritando cosas sin sentido como que "la secta de
la montaña Cang Qiong es un pozo de maldad" o "las cumbres Qing Jing y Bai Zhan son
socios del crimen", pero los dos actuaron como si estuviesen sordos, y Cheng Luan salió
disparada hacia el cielo. El viento silbó en sus oídos, mientras dejaban al resto de los
cultivadores en sus espadas voladoras muy atrás.

―¿A dónde quieres ir?

―Al techo del edificio más alto de esta ciudad. Ayúdame a mantenerlos alejados de mí.

―¿Qué demonios te pasa? Si no querías entrar a la prisión, podrías haberlo dicho antes de
meterte en este problema. Incluso si nuestra secta no sabe el camino de la prisión de agua, ¿te
crees que no sabríamos cómo destrozarla? ―dijo Liu Qingge.

―Eh... no hay necesidad de destrozar nada...

―Bájate.

―Sólo dije que no era necesario, estoy agradecido por tu ayuda. No seas tan duro, ¿sí?
―Algo viene ―fue lo único que respondió Liu Qingge.

Shen no dijo nada más y saltó al instante.

Las puntas de sus pies cayeron sobre las tejas, y él se paró en el alero de un techo. El impulso
de Cheng Luan fue demasiado fuerte, y Liu Qingge hizo un deslumbrante giro hacia atrás en
el aire antes de detenerse completamente. Miró alerta a la distancia, y Shen Qingqiu siguió su
mirada.

―¿Dónde estás mirando? ―esa voz detrás de él casi hace que se caiga del techo.

A pesar de correr el riesgo de un ataque de la espada Corazón de Diablo, él vino a atraparlo.


Cuánto resentimiento en una sola persona...

Luo Binghe los miró con sus ojos inquebrantables y una expresión sombría. Lentamente
extendió una mano hacia Shen Qingqiu.

―Ven conmigo.

―Gongyi Xiao está muerto ―Luo Binghe se congeló al oír eso, y Shen Qingqiu continuó―:
Todos los discípulos que custodiaban la prisión, más bien. ¿Valía la pena sacrificar esas vidas
para que todos me odiasen?

La ira pasó por los ojos de Luo Binghe.

―Da igual lo que te diga, no me creerás ―dijo con frialdad―. Te lo preguntaré sólo una vez
más: ¿vendrás conmigo o no? ―preguntó, negándose a retirar su mano.

Shen Qingqiu todavía no había respondido cuando diez o más personas en espadas voladoras
los rodearon por completo.

El líder era ese tipo de la secta Ba Qi. Estaba un poco agachado, como si temiese que el
viento lo empujase de nuevo.

―¡Shen Qingqiu es nuestro! ¡Nadie puede ponerle una ma-!

―¡Golpéalo! ―gritó Luo Binghe, girando bruscamente la cabeza.


Ni siquiera desenvainó la espada antes de que una poderosa ola de energía saliese de él,
provocando un silbido agudo que hirió los oídos de todos. Los cultivadores fueron empujados
violentamente, con sus espadas y todos. La mayoría se estrellaron contra pilares o paredes, y
escupieron sangre.

La secta Ba Qi se había topado con una persona demasiado poderosa y había sido aniquilada
al instante. Los observadores que quedaron atrás estaban aterrorizados, no sabían quién era
ese tipo vestido de negro. ¿Cómo no habían oído nunca su nombre si era tan poderoso?

Liu Qingge se puso delante de Shen Qingqiu, empujándolo hacia atrás:

―Vete. Haz lo que tenías que hacer.

―¿Podrás hacerte cargo tú solo?

«5 a 2, recuerda, 5 a 2. No olvides esa puntuación.»

Había llamado a Liu Qingge para que lo ayudara con cosas pequeñas, ¡no para que se
enfrentase al boss final!

Pero ninguno de los dos era del tipo que escucharían obedientemente a otros. Como si
estuviesen de acuerdo, ambos comenzaron a pelear. La espada Cheng Luan era
extremadamente poderosa, pero no consiguió hacer que Luo Binghe desenvainara la suya. En
cambio, la energía espiritual comenzó a acumularse en su mano, ¡y se enfrentó a él de frente,
usando su palma como espada!

Shen Qingqiu sabía que no podía usar su espada demoníaca en ese duelo. Quizás Corazón de
Diablo aprovechaba cualquier descuido para controlarlo, y Luo Binghe no podía permitirse
ese fallo.

Luo Binghe tenía dos sistemas de cultivo en su cuerpo: uno era para la energía espiritual, y el
otro, para la energía demoníaca. Como la sangre mixta estaba bien mezclada, los dos sistemas
coexistían pacíficamente en su cuerpo y funcionaban de forma independiente. Si era
necesario podía usar dos ataques diferentes para cada mano.

Pero ahora no le convenía usar la energía demoníaca, por lo que estaba al mismo nivel que
Liu Qingge.
Un estallido enorme destrozó el techo y la energía espiritual explotó. Peleaban demasiado
intensamente, y los cultivadores de otras sectas no se atrevieron a intervenir. Las dos auras
asesinas se podían hasta palpar.

Shen Qingqiu también quería unirse, pero al estar envenenado, no pudo hacer nada. Se giró y
entrecerró los ojos mirando al cielo, antes de saltar al piso más alto del edificio.

El viento silbó junto a él mientras estaba de pie en el techo.

Luo Binghe lo miró desde lejos, y sintió un estallido de impaciencia. No parecía de humor
para seguir luchando, y la crueldad y la ira inundaron sus ojos cuando su mano apretó la
empuñadura de su espada en su espalda.

¿De verdad lo haría?

―¡No seas impulsivo! ―gritó Shen Qingqiu.

―¡Demasiado tarde!

Con un movimiento de su muñeca, la espada salió de la vaina, rodeada de una energía negra
muy visible.

Cheng Luan intentó apuñalarlo, y Luo Binghe sólo necesitó rozar con su espada la otra para
detenerla completamente. Parecía como si olas y olas de energía aterradora rezumaran
lentamente de la espada.

Como Cheng Luan ya no lo obedecía, Liu Qingge se sorprendió. Nunca le había pasado algo
así, por lo que no fue capaz de ocultar su estado de shock.

Shen Qingqiu sabía que la situación era muy grave. Si Corazón de Diablo dominaba a Luo
Binghe, las personas dentro de cien kilómetros de donde estaban no necesitarían vivir más.

Como último recurso, Shen Qingqiu desenvainó:

―Luo Binghe, ven. Arreglemos esto de una vez.

Él le lanzó una mirada sombría, antes de acercarse y levantar la mano para crear una
formación que cubriese la mitad del techo, separándolos de los demás.
―¿Arreglar el qué exactamente, shizun? ¿De verdad crees que podemos arreglar las cosas
limpiamente en este punto? ―se rió, con una expresión torcida.

¿Por qué no podrían arreglar las cosas limpiamente, ah?

Shen Qingqiu suspiró. Aunque sostenía la espada con una mano, no tenía intención de luchar
contra él. No podría hacer mucho.

―Tal y como están las cosas, no tengo gran cosa que decir. Incluso a pesar de utilizar todos
mis trucos, no puedo escapar del destino ―dijo sinceramente.

―¿Destino? ¿Qué es el destino? ―se burló Luo Binghe―. ¿Ese que permite que un niño de
cuatro años sea humillado sin que nadie lo ayude? ¿El que deja morir a una anciana inocente
de hambre e ira? ―con cada frase, daba un paso más hacia él―. ¿El que deja que un niño se
pelee con un perro por un trozo de comida podrida? ¿O el que permite que la persona a la que
admiro sinceramente me engañe, traicione, abandone y me empuje personalmente hacia el
infierno?

Sus palabras estaban cargadas de agresividad y resentimiento, pero Shen Qingqiu no lo


interrumpió.

―Shizun, ¿crees que ya soy lo suficientemente fuerte? ¿Te puedes imaginar remotamente
cómo pasé esos tres años en el infierno? Porque cada día, cada hora, cada minuto y cada
segundo, pensé en ti. Pensando en qué hice mal para que me hicieras esto, en por qué ni
siquiera me habías dado la oportunidad de pedir clemencia. ¿Quieres que acepte este destino
del que hablas?

Sus labios se curvaron en una horrible sonrisa, llena de crueldad.

―¡Lo pensé tanto, y por fin lo entiendo! Nada es importante si hago lo que me dé la gana. El
destino no existe, y si lo hace, es algo que pisotearé.

El Sol abrasador estaba encima de ellos, y la última de las nubes desapareció sin dejar rastro.
La luz solar inundó toda la ciudad, haciendo que todo brillase radiantemente como si
estuviese cubierta de oro.

Shen Qingqiu apartó la vista del cielo. Como había estado mirando directamente al Sol,
algunas lágrimas brillaron en sus ojos.
Aunque no había tenido otra opción, era el culpable principal de que Luo Binghe llegase a
ese punto, rodeado de oscuridad y venganza. Su intención siempre había sido evitar eso, pero
no sólo no lo hizo, sino que consiguió grabar el odio y el resentimiento de forma más
profunda en él.

Cuando Luo Binghe vio su expresión, de repente se suavizó y se sintió aturdido. Pero al
momento, un dolor agudo le atravesó la cabeza. Apretó los dientes y agarró con fuerza su
espada, que luchaba por liberarse de nuevo.

¡Joder! ¡Y era atacado justo en ese momento!

―No dejes que reprima tu corazón ―dijo Shen Qingqiu, con voz suave.

Al oír ese tono de voz, fue como si hubiese sido trasladado a sus años en la cumbre Qing
Jing.

Fue incluso más difícil para él controlarse. Sintió como si tuviese un cuchillo atravesando su
cabeza una y otra vez, y las llamas negras que rodeaban a Corazón de Diablo surgieron con
más fuerza.

Luo Binghe estaba luchando por soportar el dolor cuando sintió que alguien lo abrazaba
suavemente.

Como el colapso de una gran presa, una energía espiritual inundó el cuerpo de Luo Binghe,
trayendo un alivio similar a una tormenta torrencial después de una larga sequía. En un
instante, la energía maligna de Corazón de Diablo se extinguió.

La respiración de Luo Binghe volvió a la normalidad, pero de inmediato, su corazón se


congeló.

¿Autodestrucción?

Los cultivadores que estaban en el suelo no paraban de gritar, y Luo Binghe consiguió
entender algo.

―¡Shen Qingqiu se ha autodestruido!


Los brazos de Shen Qingqiu soltaron a Luo Binghe y se tambaleó. Xiu Ya cayó al suelo. La
espada sólo podía estar si su maestro también estaba, y se rompió en cientos de fragmentos.

Shen Qingqiu siempre había tenido la mala costumbre de tragarse la sangre que se acumulaba
en su boca, pero en ese momento, ya no podía hacerlo más.

Después de haber destruido toda su energía espiritual, ahora era incluso más débil que una
persona común. Su voz fue ligera y suave, y la mayor parte de sus palabras fueron borradas
por el viento, pero Luo Binghe escuchó con claridad.

―Todo lo que te he hecho en un pasado... te lo compenso hoy ―murmuró.

Después, se tambaleó hacia atrás y cayó del techo.

Al principio, Luo Binghe sólo lo miró inexpresivamente, como si el tiempo se hubiese


ralentizado sólo para él. Incluso en el momento en el que Shen Qingqiu caía al suelo fue lento
y muy claro.

El cuerpo que caía en el aire era como una cometa de papel manchada de sangre. Fue
entonces cuando Luo Binghe se movió, luchando por atrapar a Shen Qingqiu antes de que
cayese al suelo. Descubrió que era liviano y frágil: todo su cuerpo estaba vacío de energía
espiritual. Realmente parecía un cometa de papel que se rompería con una simple lágrima.

Ni siquiera necesitaba rasgarlo. Ya estaba roto.

No entendía nada. ¿Shizun no detestaba a los de su clase? ¿No estaba siempre huyendo de él?
¿No trazó una línea clara entre los dos?

Entonces, ¿por qué le dijo que controlase su corazón, en sus últimos momentos? ¿...Por qué
no dudó en suicidarse para ayudarlo a luchar contra Corazón de Diablo?

Las personas a su alrededor gritaban cosas como "ejecutar al demonio" y "justicia por encima
de la lealtad", pero la mente de Luo Binghe era un desastre y sólo podía sostener a Shen
Qingqiu entre sus brazos.

―¿Shizun? ―murmuró, como si pudiese despertarlo.


Los discípulos de la cumbre Qing Jing y los del palacio Huan Hua lucharon entre sí hasta que
finalmente los alcanzaron.

Ning Yingying escuchó que Luo Binghe no estaba muerto y se sorprendió de verlo, feliz por
reunirse con él, pero al ver a Shen Qingqiu, la felicidad se esfumó. Lo que estaba a punto de
decirle a Luo Binghe cambió radicalmente, y dijo con voz temblorosa:

―Ah-Luo... ¿qué le pasa a shizun?

Liu Qingge también estaba allí. Todavía tenía sangre en los labios.

―¡Está muerto!

―¿Quién lo mató? ―gritó Ming Fan.

Todos los ojos se posaron en Luo Binghe.

En realidad, no podía considerarse su asesino, pero eso no lo sabían.

Ming Fan y la multitud de discípulos detrás de él sacaron sus espadas, listos para atacar.

―Quietos. No podéis vencerlo ―dijo Liu Qingge.

―¡Pero Maestro Liu! ―los ojos de Ming Fan se pusieron rojos―. Entonces puede... puede
vengarlo, ¿verdad?

―Tampoco puedo vencerlo ―negó rotundamente. Se limpió los restos de sangre junto a sus
labios, y agregó―: Él no lo mató. Pero aunque no es su asesino, sí que es el culpable de su
muerte ―sus palabras eran como una espada afilada―. Nuestra secta vengará esto.

Luo Binghe no estaba escuchando nada, demasiado agitado. Todavía sostenía el cuerpo de
Shen Qingqiu, que comenzaba a enfriarse. Quería zarandearlo y gritarle para que se
despertara, pero no se atrevió a hacerlo, como si tuviese miedo de que lo regañase.

―¿Shizun? ―murmuró con suavidad.

―¡No lo llames así! ¡Shizun ya no lo soportaría! ―gritó Ming Fan―. ¡Da igual si no
podemos vencerlo, como si somos golpeados hasta la muerte por él! ¡Vamos! ―Ning
Yingying levantó una mano para detenerlo, y pensó que seguía teniéndole afecto a Luo
Binghe―. Shimei, ¿de verdad seguirás con tus tonterías infantiles?

―Cállate de una vez. ¿Crees que a shizun le gustaría que te lanzases a una muerte segura? Él
prefería ser envenenado antes que dejarnos sufrir algún tipo de daño. ¿Así de poco lo valoras?

Ella siempre había tenido una actitud de una joven doncella, y al decir esas palabras tan duras
e inflexibles, Ming Fan se sintió aturdido. Después de una larga pausa, las lágrimas
comenzaron a caer sin control de sus ojos.

―Pero... pero él... shizun ha sido... ―Ming Fan sollozó miserablemente―. Él no hizo nada
malo, lo acusaron de aliarse con la raza demoníaca, de ser un asesino, lo encerraron en la
prisión de agua... Y ni siquiera pudo limpiar su nombre ―se ahogó por los sollozos―. Le
gustaba mucho este mocoso, incluso apostó cinco mil piedras espirituales por él en la
Conferencia de la Alianza Inmortal. Era muy feliz cuando otros lo elogiaban, hasta hizo una
tumba con su espada detrás de la montaña... Estuvo tanto tiempo desconsolado por su
supuesta muerte... ¡Y al final este es su destino...!

Luo Binghe escuchó débilmente, como si estuviese en una especie de sueño que se
difuminaba con la realidad.

¿Eso fue lo que pasó?

Shizun... ¿estaba desconsolado?

Ning Yingying dio un paso adelante, y aunque los bordes de sus ojos estaban rojos, el tono de
su voz fue fuerte.

―Ah-Luo, a pesar de no estar ahí, oímos lo que pasó en la ciudad Jinlan. No se por qué no
volviste a la cumbre Qing Jing a pesar de estar vivo ni por qué no hablaste con shizun. Y
mucho menos sé lo que pasó en la Conferencia de la Alianza Inmortal. Pero sí que sé que
shizun te quería y deseaba protegerte. Todos sabíamos eso ―hizo una suave pausa, antes de
continuar―: Si sientes que él no era bueno contigo, piensa en lo que pasó con tu colgante de
jade. ¿Quién en toda nuestra cumbre puede usar hojas como armas? Él te estaba protegiendo.

Luo Binghe inconscientemente lo apretó entre sus brazos.


―Yo... estaba equivocado, shizun, estaba muy equivocado... ―murmuró―. No quería
matarte...

―He dicho todo lo que tenía que decir ―añadió Ning Yingying, con su voz aún fuerte y
clara―. Si shizun alguna vez fue injusto contigo, hoy todo ha sido pagado, ¿verdad? Así
que, a partir de hoy... ―cuando llegó a esa parte, ya no pudo soportarlo más, y miró hacia
otro lado―, te pido que no vuelvas a llamarlo shizun...

¿"Pagar"? Shizun dijo que "se lo compensaría todo" en ese momento. ¿Se refería a que...
como lo empujó al Abismo, ese día caería de un edificio alto para él?

Luo Binghe entró en pánico.

―No necesito que me compenses nada. Yo... simplemente no podía controlar mi ira ―habló
en voz alta para sí mismo―. No podía porque actuabas como estuvieses viendo un fantasma
cada vez que me mirabas. Te reías y hablabas con otras personas como si nada hubiese
pasado, pero a mí ni siquiera me hablabas y siempre sospechabas de mí... estaba equivocado.

Sólo podía tartamudear, mientras limpiaba la sangre de la cara de Shen Qingqiu.

―No volví a la secta porque tenía miedo de que me rechazaras por tener sangre demoníaca.
Pensé que si podía tomar el palacio Huan Hua... tal vez tú... tal vez te haría feliz ―su voz se
volvió incluso más temblorosa―: Shizun, yo... realmente yo...

―Fin del capítulo 43―

CAPÍTULO 44

La brisa nocturna silbaba al atravesar las casas dispersas del pequeño pueblo. A lo largo de
toda la calle, sólo la luz de una pequeña casa de té iluminaba con suavidad.

La llamada "frontera" no era el límite entre dos países o dos ciudades, sino más bien entre el
mundo de los demonios y el mundo humano.
Las dos razas se separaron en mundos diferentes. Originalmente, había un Abismo sin Fin
que desgarraba el espacio que servía como partición en el mundo, pero siempre habían puntos
débiles en la formación que mantenían los dos mundos separados, causando desorden en el
espacio y tiempo. A menudo, residentes de ambos mundos usaban esos sitios para escapar, y
escabullirse por la frontera era algo común.

Ninguna persona quería vivir en un lugar donde los demonios iban y venían como sombras,
robando un día y asesinado al siguiente. Por lo tanto, la población en las fronteras se hizo
cada vez más escasa. Sólo los discípulos de las sectas que vinieron a reparar los límites se
quedaron para proteger la frontera.

Lu Liu sirvió un cuenco de vino caliente para el recién llegado, saludándolo a él y a otras
personas mientras rodeaban la estufa.

―Hermano, ¿de dónde vienes?

―Del Sur.

―Oh, ¿en serio? ―la gente asintió con comprensión―. Es difícil cruzar ese área ahora,
¿verdad?

―Bastante ―dijo el recién llegado, levantando la copa de vino y frunciendo el ceño―.


Nadie puede lidiar con ese dolor de cabeza.

―La montaña Cang Qiong y el palacio Huan Hua se consideran grandes sectas, ¿por qué han
causado tantos problemas estos últimos años? ―la voz de una persona se oyó desde una
esquina―. Los discípulos de ambas sectas no paran de pelear. ¿Por qué los Maestros no
hacen nada?

―¿De qué hablas? ¡Pelean porque los Maestros los dejan! ―dijo Lu Liu.

―¿Y por qué? Hermano Liu, explícate.

―Es algo complicado ―Lu Liu se aclaró la garganta―. ¿Conoces al actual jefe del palacio
Huan Hua?

―Oí que es un mocoso.


―Si llamas a Luo Binghe "mocoso", entonces quizás no necesites vivir más ―se rió
fríamente―. Es difícil hablar sobre él. Vino de la montaña Cang Qiong y era el discípulo
principal de Shen Qingqiu en la cumbre Qing Jing. Encabezó la clasificación de la
Conferencia de la Alianza Inmortal. Fue impresionante.

―Si vino de la secta de la montaña Cang Qiong, ¿por qué es el jefe del palacio Huan Hua?
―intervino alguien, poco convencido.

―Después de la Conferencia, él desapareció durante tres años, y nadie supo nunca a dónde
fue. Shen Qingqiu dijo que estaba muerto, y todo el mundo le creyó. ¿Quién pensaría que,
tres años después, regresaría e iría al palacio Huan Hua? Parece que forzó a Shen Qingqiu a
autodestruirse en la ciudad Huayue.

―No lo entiendo. ¿Shen Qingqiu fue la víctima o merecía morir? ―preguntó el recién
llegado.

―¿Quién sabe? ―respondió Lu Liu―. La secta de la montaña Cang Qiong aún tiene la
herida abierta, no permite que se hable sobre él. Son como una familia, no conocen la lógica.
Ni siquiera permiten que se cotillee sobre algo que ya está resuelto, como el tema del desertor
Shang Qinghua de la cumbre An Ding, que huyó al mundo demoníaco. Creo que no mucho
después, el jefe del palacio Huan Hua cambió. El viejo Maestro del palacio se retiró, y nadie
lo ha vuelto a ver. Luo Binghe se convirtió en la máxima autoridad, y si alguien menciona ese
tema, lo mata.

―Sólo por una persona muerta... ―murmuró alguien.

―Esa persona muerta no era un cualquiera. Shen Qingqiu era de la secta de la montaña Cang
Qiong, el señor de la segunda mejor cumbre. Su cuerpo debería haber sido enviado a su
cumbre para enterrarlo junto con los anteriores señores, pero el problema es que Luo Binghe
se negó a entregar el cuerpo.

Todos se imaginaron a Luo Binghe azotando a ese cadáver en público para exhibirlo y el
vello de sus cuerpos se erizó.

―Si se niega a devolverlo, ¿la secta de la montaña Cang Qiong no usará la fuerza para
recuperarlo? Aún tienen al señor de la cumbre Bai Zhan.

―Él no puede vencerlo ―respondió Lu Liu, encogiéndose de hombros.


―¿Cómo?

Fue como si les hubiese alcanzado un rayo a todos. En sus mentes, el señor de la cumbre Bai
Zhan era como un Dios de la guerra invencible. Si él no podía vencer a alguien... era
inaceptable.

―¿No lo sabéis? Después de lo que pasó en la ciudad Huayue, Liu Qingge de la cumbre Bai
Zhan luchó incontables veces contra Luo Binghe, ¡pero no ganó ni una sola! ―dijo Lu Liu―.
Encima, Luo Binghe secuestró personalmente a Mu Qingfang después de llevarse el cuerpo
de Shen Qingqiu.

―La cumbre Qian Cao nunca se ha metido en problemas, siempre ha estado ahí para sanar y
ayudar. ¿Cómo ha provocado a ese tirano? ―alguien preguntó.

―Luo Binghe lo arrastró al palacio Huan Hua y le dijo que reviviera a Shen Qingqiu
―respondió, con un suspiro―. Su cadáver ya estaba rígido. ¿Qué podía hacer?

―Siempre que las dos sectas pelean, la montaña Cang Qiong llama al palacio Huan Hua
"lacayos de la raza demoníaca". ¿Por qué dicen eso? ―preguntó el recién llegado.

―La secta de la montaña Cang Qiong, por alguna razón, insiste en que Luo Binghe está
relacionado con la raza demoníaca. A pesar de que muchos ancianos del templo Zhao Hua lo
inspeccionaron y confirmaron que la energía espiritual del cuerpo de Luo Binghe funciona
bien, ellos continúan diciendo eso. Buscan venganza y el odio entre ambas sectas no hace
más que crecer ―dijo Lu Liu―. En mi opinión, habrá un día en que nos explote a todos en la
cara y ya no necesitaremos seguir viviendo ―cuando dijo eso, sintió que necesitaba consolar
un poco a sus oyentes―: También es algo bueno que nos hayan enviado a proteger la
frontera, aquí no hay nada que hacer.

―Sigo sin comprender qué pasó entre ese maestro y discípulo y las dos sectas ―dijo la
persona en la esquina, con confusión.

―Hay mucho odio por todos lados, pero podría resumirlo, a ver... ―el sonido de un golpe
vino de la puerta y lo interrumpió.

Todos en la sala se pusieron al instante en alerta, y su agotamiento y lentitud previos se


desvanecieron, cada uno preparando sus armas.
La población en la frontera era escasa, y muy sombría y desolada. Eran el único equipo que
estaba de forma permanente estacionado en la ciudad para proteger la frontera, y los que
estaban patrullando no deberían haber vuelto tan rápido. Los pocos residentes no salían por la
noche.

―¿Quién es? ―preguntó Lu Liu, severamente.

De repente, un viento frío sopló, apagando la lámpara de aceite y las velas en la mesa. La
habitación se sumergió en una oscuridad total, dejando sólo la luz tenue de las brasas en la
estufa.

La sombra de un hombre que llevaba una espada en la espalda se reflejó en la ventana de la


puerta.

―Hermano Liu, soy yo. Hoy hacía mucho frío, así que volví primero ―una voz atravesó la
puerta, alta y clara―. Déjame pasar para beber una copa de vino y calentarme.

Todos dejaron escapar el aliento que estaban conteniendo, y en seguida lo regañaron:

―¿Quieres morir, viejo Qin? No toques la puerta sin decir nada, pensábamos que eras un
fantasma.

La persona detrás de la puerta se rió. Lu Liu sintió que algo no cuadraba, pero como no podía
descifrar qué era, dijo:

―Entra ―y abrió la puerta.

Una fuerte ráfaga de viento frío entró al lugar. Pero detrás de la puerta, no había nadie.

Lu Liu la cerró de golpe.

―¡Enciende la lámpara, enciende la lámpara!

El recién llegado encendió una llama con sus dedos temblorosos,y una frágil luz proyectó sus
sombras. Todavía no había encendido la vela antes de darse la vuelta.

―Hermano Liu, tengo algo que preguntarte... ―tartamudeó.


―¿Qué haces? Deja de perder el tiempo ―contestó Lu Liu, con impaciencia.

―Sólo éramos seis en esta sala antes, ¿verdad? ―preguntó el recién llegado―. ¿Por qué
ahora... somos siete?

Silencio sepulcral.

De repente, hubo una explosión de ruido. Nadie sabe quién se movió primero, pero el ruido
de gritos y armas chocando entre sí inundó el lugar.

―¡Luz, luz! ―gritó Lu Liu.

Todos crearon llamas apresuradamente, pero sus movimientos eran demasiado caóticos por la
lucha y las llamas se balanceaban violentamente, hasta el punto de marear. Mientras más luz
había, menos se podía distinguir cuál era de quién.

Todos tenían miedo de hacer daño a un aliado, por lo que actuaron con cautela, y el intruso se
aprovechó de la confusión. Había una espada ahí, un cuchillo allí, y de repente algo le agarró
del cuello a Lu Liu.

Sus ojos giraron hacia arriba cuando sus pies dejaron de poder tocar el suelo, incapaz de ver
qué era lo que lo asfixiaba. Justo cuando pensó que moriría, la puerta se abrió bruscamente y
entró un viento feroz. Una figura humana se precipitó adentro.

Lu Liu escuchó un extraño chillido junto a su oído, que parecía provenir de esa cosa que lo
asfixiaba. Al momento, el agarre en su garganta se aflojó.

Las seis personas dentro de la habitación todavía estaban muy agitadas, incluso había algunas
en el suelo. El recién llegado chasqueó los dedos y todas las lámparas de aceite se
encendieron a la vez.

Se inclinó para inspeccionar a los que estaban en el suelo y se incorporó dignamente.

―Están bien, sólo inconscientes.

El tipo estaba cubierto de barro, y parecía como si acabase de salir de su propia tumba.
Además, su cara estaba cubierta por una espesa barba. Estaba demasiado delgado, pero su
rostro hacía que pareciera un gran hombre corpulento con ramas por piernas.
Lu Liu por fin dejó de toser al recuperar el aire, y lo miró de arriba abajo unos momentos
antes de cogerle las manos:

―¡Muchas gracias, señor, por ahuyentar a ese demonio!

―Me gustaría preguntar algo ―contestó el hombre, colocando una mano sobre su hombro.

―Dígame.

―¿En qué año estamos?

Cuando Shen Qingqiu rodó y se arrastró desde la montaña, cubierto completamente de barro,
realmente quería asesinar y aniquilar a Avión Disparando hacia el Cielo. Que no quedase ni
su maldita alma.

Antes, el método que consideró para salvar su vida había sido el de fingir su muerte. ¿Pero
cuál era el punto de hacerlo? Podría intentar usar una marioneta que muriese por él y escapar,
pero era una táctica muy usada y con demasiadas lagunas.

Entonces, el método que usó fue morir de verdad.

Aquel día, realmente se autodestruyó para extraer gran parte de la energía enloquecida del
cuerpo de Luo Binghe. Decir que sus venas espirituales se convirtieron en polvo no sería
exagerar.

El apodo de la Flor del Rocío del Sol y la Luna representaba su significado literal. A pesar de
que era muy útil para el cultivo, creció a partir de la síntesis de la energía espiritual del
mundo, y de la esencial del Sol y de la Luna.

Si esa planta se plantara y cuidara en un lugar lleno de energía espiritual, meticulosamente


regada, podría crecer un cuerpo humano vivo para cuando madure. Aunque el cuerpo podía
crecer, no se podía crear un alma con ese método, así que sería el recipiente perfecto para
albergar una.

Fue literalmente "plantar un pequeño Shen en la primavera y cosechar un gran Shen en el


otoño".
Pero no era como si esa Flor fuese un repollo que podía criarse con sólo rociarle un poco de
fertilizante. Shen Qingqiu arruinó algunos brotes antes de que finalmente creciera uno bien.

Shang Qinghua y él calcularon varias coordenadas con anticipación e implementaron


operaciones remotas. Instalaron una matriz de transporte debajo del edificio más alto de la
ciudad Huayue, que funcionaría cuando la luz del Sol fuese muy intensa. Shang Qinghua
instaló una matriz de propulsión en la montaña Cang Qiong. Cuando el alma de Shen Qingqiu
dejara su cuerpo, sería transportada a la semilla más madura que habían enterrado en las
montañas en la frontera.

Tres ubicaciones, tres matrices. Cuando estaban conectadas, formarían un triángulo


equilátero. Debería haber sido estable, completamente confiable.

El único fallo recaía en cierta persona.

Avión Disparando hacia el Cielo quizás era demasiado confiable.

A pesar de que Shen Qingqiu pensó que saldría sin brazos o piernas o que le faltaría algo, no
pasó nada de eso. Una Flor del Rocío del Sol y de la Luna que había madurado demasiado
pronto por culpa de fertilizantes químicos, tuvo otro tipo de efectos secundarios.

Cuando se despertó, Shen Qingqiu esperó en silencio durante un rato, aunque no escuchó la
desesperante voz del Traductor de Google.

Su corazón se volvió loco de alegría, chillando en su mente: «¡El Sistema no está! Jajaja, ¡no
está! ¡Cambié mi hardware, no volveré a instalar ese virus de mierda!»

Aunque intentó tranquilizarse, todavía estaba intentando bailar de alegría... bueno, ¡bailar de
alegría, su culo!

¡Estaba enterrado en el barro, no podía moverse!

Enterrado ahí durante un día entero, acumuló fuerza primero en sus dedos, hasta conseguir
controlar sus extremidades. Consiguió salir temblando.

En el momento en el que consiguió liberarse, tuvo unos momentos para inspirar el aire puro
antes de caerse de cara al suelo.
Durante todo el día, hizo todo tipo de ejercicios mientras intentaba caminar, para reactivar su
cuerpo entumecido. Por la noche, ya parecía un ser humano normal.

El cuerpo estaba basado en la apariencia de Shen Yuan. No era tan bueno como el
comportamiento inmortal y elegante de Shen Qingqiu, pero podía considerarse un buen
resultado. Y debido a que habían usado la sangre del cuerpo de Shen Qingqiu, todavía
debería de ser capaz de mantener su energía espiritual.

Shen Qingqiu rodó hasta la orilla de un río y usó el borde afilado de una roca para afeitarse la
barba y luego mirarse en el agua. La cara tenía una apariencia similar al Shen Qingqiu
original del treinta por ciento, aproximadamente.

Silenciosamente recogió la barba de nuevo y se la volvió a pegar en la cara.

Después de eso, finalmente logró bajar de la montaña y casi se desmaya cuando se enteró de
que ya habían pasado cinco años.

Tenía sentido que le hubiese costado tanto coordinarse y adaptarse. Había estado cinco años
enterrado. Cinco. Malditos. Años.

Podía tener una queja tras otra, pero ese cuerpo... ¡estaba lleno a rebosar de energía espiritual!

Si el cuerpo original de Shen Qingqiu no tuviese a Sin Cura dando problemas, entonces
también podría considerarse que tenía abundante energía espiritual. Pero la sensación era
completamente diferente. Era como comparar dos barras de batería: una llena lo suficiente
como para usar, y una barra entera, recién desenchufada después de cargarse.

¿Era eso bueno? ¡¿Una señal de que quizás su vida como protagonista estaba por comenzar?!

Después de muchos años, esa fue la primera vez que Shen Qingqiu había ganado algo de
dignidad como reencarnador. La primera vez que sintió que ya no era incompetente.

Cuando volvió a centrarse, Lu Liu seguía hablando sin parar:

―El problema es que la raza demoníaca cada vez invade más territorios. Todo tipo de
monstruos están llegando al reino humano, y pronto estallará la guerra... Ah, todavía no sé su
nombre, señor.
El "jaja, soy 'Xiu Ya' Shen Qingqiu, señor de la cumbre Qing Jing de la secta de la montaña
Cang Qiong" ni siquiera llegó a su garganta antes de que diera un giro brusco. Casi lo arruina.
No se lo pensó al escupir el primer nombre que le vino a la mente:

―Pepino sin Igual.

Su pasado se desvanecía como el humo. A partir de ese día, se alejaría de los problemas y
usaría esa ID que había barrido los sitios de reseñas de libros durante incontables años.

Después de eso, Shen Qingqiu se fue, dejando detrás de él una habitación llena de gente
perpleja.

Unos largos minutos más tarde, alguien dijo:

―¿Él ha dicho... inigualable... qué?

―Sin Igual... ¿crisantemo[1]? ―intentó adivinar Lu Liu.

―¿No era Corona[2] sin Igual?

―¡No, no, no, dijo Flor Silvestre[3] sin Igual!

Shen Qingqiu ya se había alejado bastante cuando casi se golpea la frente con la mano.

Tal vez debería pensarlo más y llamarse de forma diferente...

El primer paso al comienzo de su nueva vida tenía que comenzar con el artículo con el que
Shen Qingqiu estaba más familiarizado. Necesitaba un abanico. Uno de seda blanco y con un
paisaje salpicado de tinta.

Shen Qingqiu abrió el abanico con un chasquido, abanicándose quizás demasiado fuerte, y
haciendo volar el cabello largo y su barba. Seguramente no se vería elegante, pero daba igual.
Con el abanico, ahora tenía la herramienta más importante para parecer pretencioso.

Pisó con fuerza una roca y dijo:


―Suéltalo. ¿Qué pretendes infiltrándote en el reino humano?

―Fin del capítulo 44―

[1] Crisantemo (黄花) suena como pepino (黄瓜) en chino.

[2] Corona (皇冠) también se pronuncia parecido.

[3] Flor silvestre (狂花) ya no se parece tanto a pepino en chino. Se están alejando, frío,
frío...

CAPÍTULO 45

Una pila de temblorosos humanos estaban apretados delante de él... ah, no, eso eran
demonios. Aunque sólo mirándolos, tampoco había mucha diferencia.

El que estaba más cerca de él jadeó de miedo:

―Normalmente sólo robamos alguna baratija del reino humano y la intercambiamos por algo
en el nuestro...

La raza demoníaca no tenía una moneda común y solían intercambiar. Si algo les parecía
agradable, lo cambiaban, y sino, lo dejaban. En cuanto al nivel de artesanía y arte de la raza
demoníaca, una pieza de bordado ordinario podía ser equivalente a un trabajo manual de gran
calidad.

¡Lo que se consideraba hortera podía ser bien recibido para ellos!

―Este es un lugar pobre y remoto... ―dijo Shen Qingqiu, cerrando bruscamente su


abanico―. La economía no florece, y la felicidad de la gente es inferior al nivel promedio. Y
a pesar de todo, ¿aprovecháis para robar?

El demonio estaba muy confundido.


Si no recordaba mal, cuando esa persona les capturó, ¿no estaba en medio de un robo... ah, de
tomar prestada algo de ropa para usarla?

Y ese abanico que llevaba era lo mismo...

Shen Qingqiu se excusó con que no debía usar ropa sucia después de haber salido de su
"tumba", no quería parecer un salvaje.

Pero esto pareció abrir su mente. Si podía darle a esos pequeños demonios, antes ladrones, un
medio para adquirir esos bienes, ¿se podría establecer una comunidad agrícola y próspera,
dándoles un terreno nuevo en una sociedad que se basaba en la lucha de demonios contra
cultivadores?

Shen Qingqiu, como un personaje irresponsable de novela YY, pensó que si tenía pensado
tomar algunos subordinados, primero debía entender el bando contrario.

―¿Coméis carne podrida? ―preguntó amablemente.

Todos los pequeños demonios sacudieron la cabeza. Shen Qingqiu estaba a punto de suspirar
de alivio cuando el demonio líder habló:

―Mi padre me dijo que sólo los ricos podían permitírselo...

―Suficiente ―lo interrumpió.

No era una pregunta económica, ¿vale? El Luo Binghe original tuvo una buena posición
económica y nunca disfrutó de ese tipo de cosas.

Después de una larga pausa, cambió de pregunta:

―¿Cómo te llamas?

―Seis Bolas ―respondió el demonio líder.

―¿Qué significa eso?

―Cuando nací, mi padre me abrazó y dijo que pesaba seis bolas.


―...

¿Qué tipo de bolas? ¿De lanzamiento o de ping pong? No tenía ningún tipo de sentido.

El resto luchó por no ser el último en decir su nombre, como si fuese una especie de gran
honor.

Eran todo nombres tan ordinarios...

Los apellidos no existían en la cultura demoníaca, y los nombres que elegían eran demasiado
caóticos y desenfrenados. Poniendo como ejemplo el Anciano Du Bi, cuyo nombre
significaba "un solo brazo", o el Anciano Tian Chui, "Martillo del Cielo"; cualquiera podía
imaginarse la falta de creatividad ahí.

Si nacían como nobles, como Mo Beijun, Sha Hualing o Tian Lang-Jun, su situación quizás
era un poco mejor.

Shen Qingqiu de repente pensó que fue una suerte que Luo Binghe no hubiese sido adoptado
en el mundo de los demonios. Si fuese criado por demonios comunes, se le daría un nombre
al cual seguro que le tendría rencor el resto de su vida.

«¿Cómo se llamaría? ¿Pequeño Cara de Jade Lang-Jun?» pensó.

«No, no, no, debería ser más impresionante, tanto como para asustar a los cielos. Recuerdo
cómo una joven, en la novela original, dijo tímidamente como era Luo Binghe en "ese
aspecto"... O ahí abajo, jaja. Bueno, después de un harem de más de tres mil noches, esa
lanza dorada no cayó y se mantuvo robusta como siempre.»

De hecho, el nombre de Pepino sin Igual se adaptaba bastante bien a Luo Binghe, pero como
él ya lo estaba usando, quizás podía llamarse... ¿Señor del Pilar Celestial?

«Jajaja, joder, señor Luo del Pilar Celestial, ¡jajaja, qué enfermo!»

Shen Qingqiu acababa de comenzar a reír cuando de repente se dio una bofetada.

«¡Estás jodidamente loco!»


«¿Estás tan satisfecho contigo mismo que comienzas a hacer bromas vulgares en tu cabeza?
¿De qué te ríes? ¡Ese hombre te hará miserable!»

Todos esos demonios, que lo vieron reír hasta caer al suelo y después golpearse furiosamente
al momento siguiente, estaban tan desconcertados que apenas se atrevieron a respirar. De
repente, la sonrisa de Shen Qingqiu se congeló. El abanico presionó los hombros de Seis
Bolas.

―¿De dónde has sacado eso? ―preguntó, tomando una borla de espada de su cintura.

Esa borla no era para nada ordinaria. Era de la espada Shui se, de Liu Mingyan.

Esa era la muestra de amor entre el protagonista masculino y el femenino, ¿entendéis? Shen
Qingqiu le prestó atención en aquel momento en la montaña Cang Qiong, no necesitaba más
para reconocerlo. ¿Cómo terminó en manos de ese demonio?

―E-e-esto no fue robado... ―gimió el demonio―, fue recogido.

«Ves a una calle al azar y recoge otra borla para que te vea.»

―¿Dónde lo encontraste?

―E-e-estos días pasados, han habido personas importantes que ocupan los caminos de
noche... ordenando a sus subordinados que los despejen. Teníamos curiosidad, así que nos
escondimos en en el camino y encontramos esto.

Esas personas importantes debían ser nobles de la sociedad de demonios. No solían aparecer
mucho por las fronteras, por lo que llamaban mucho la atención. El ambiente de ese lugar no
les convenía. ¿Qué tipo de persona importante tendría la audacia de pasear y ocupar el
camino, incluso dejando atrás la borla de Liu Mingyan?

Un nombre apareció en su cabeza al momento.

―Esa persona importante, ¿es un joven algo... atractivo? ―preguntó. Después de un


momento, decidió no ocultar sus pensamientos para no confundirlo más―: No algo atractivo,
sino muy hermoso. Tiene la piel blanca y la cara encantadora. No sonríe mucho, pero cuando
lo hace, todo su rostro se oscurece.
Seis Bolas sacudió la cabeza, y su rostro enrojeció de repente.

¿Por qué se sonrojaba?

Shen Qingqiu lo interrogó más, pero el demonio no dijo nada. Quizás no se trataba de Luo
Binghe. Si tenía la espada Corazón de Diablo, un ítem OP, ¿para qué necesitaría caminar por
la frontera cuando podía cortar el espacio entre los dos mundos y traspasarlo?

Entonces, si algún demonio pasó por aquí y dejó atrás la borla de Liu Mingyan, ¿podría
significar que había sido capturada?

No recordaba que algo así pasase en la novela original. ¿Quién diablos se atrevería a tocar a
la esposa de Luo Binghe?

Aunque los dos hermanos Liu normalmente se quedaban en sus respectivas cumbres y
cultivaban independientemente, en la novela tenían buena relación. Como ninguno era
pegajoso, parecía que tuviesen una relación distante. Pero no importaba si era la hermana
pequeña de Liu Qingge o la discípula amada de Qi Qingqi, Shen Qingqiu no podía ignorarla
y no intervenir.

Además, en ese momento no estaba atado por el sistema, así que no le comportaría ninguna
reducción de puntos B.

―La fisura entre los dos mundos, ¿dónde está? ―preguntó.

A media noche, Shen Qingqiu se escondió en las copas de los árboles, ocultó todo rastro de
su presencia y observó con paciencia.

No sabía cuánto tiempo estuvo esperando, hasta que una zona en el aire se distorsionó lo
suficiente como para que pudiese verlo.

Los ojos de Shen Qingqiu se contrajeron y contuvo el aliento, viendo saltar a un joven
vestido de negro.
Estaba bastante lejos, pero su vista era muy aguda y la vio con claridad. Ese joven tenía unos
diecisiete años, con una expresión tensa en su rostro afilado y bonito. Shen Qingqiu sabía que
lo conocía, pero no podía recordar quién era.

De repente, el silencio de la noche fue roto por una voz fría y femenina, que resonó por el
bosque:

―Los discípulos de la cumbre Bai Zhan son buenos. Incluso pudieron vencer a mis
subordinados a pesar de estar atados por cientos de Cables Inmortales Vinculantes. De verdad
que no puedo bajar la guardia.

Shen Qingqiu reconoció esa voz.

Hermosa, noble, con subordinados, un demonio que haría que otros demonios inferiores se
sonrojasen al mencionarla... Sha Hualing.

Disculpadlo, había pasado algo de tiempo y la había olvidado por completo.

Si ella hubiese secuestrado a Liu Mingyan, probablemente no pasaría nada bueno.

El joven de negro tenía una extraña postura, como si sintiese su cuerpo muy pesado. Shen
Qingqiu lo miró a la cara, pero bajando la mirada, vio que había cables plateados alrededor de
su cuerpo. Al ver el color de su túnica, se dio cuenta de que era de la cumbre Bai Zhan, pero
no le sonaba la cara de un discípulo tan joven.

Ese chico sabía que no podía escapar de la demonio y se incorporó.

―¡Si quieres pelear, entonces pelea!

Sha Hualing se paseó con las caderas contoneándose, riéndose burlonamente:

―Me costó mucho atraparte, ¿por qué debería luchar contra ti? Rápido, vuelve conmigo ―el
temperamento de ese joven parecía explosivo, y escupió con desprecio. Sha Hualing
añadió―: ¿No? Bueno, no dañaré tu alma, pero si tengo que cortarte una pierna para que no
huyas, lo haré.
Extendió su mano para intentar agarrarlo, pero nunca llegó a hacerlo. Sintió un temblor
inusual en la punta de sus dedos. Sha Hualing pensó que ese joven había intentado atacarla y
apartó la mano, dándose cuenta de que ahora sus uñas rojas estaban más cortas.

Aunque sólo eran uñas y no dolía, Sha Hualing sintió un extraño temor.

―¿Quién está ahí? ―gritó.

Si alguien le había cortado las uñas sin esfuerzo, también podría cortarle el cuello.

Shen Qingqiu, satisfecho, devolvió las hojas de los árboles a su lugar original.

Sólo quería asustarla, aunque no le gustaba que llevase las uñas tan largas. Si se rompiesen,
sería horrible, ¿no? Además, ella solía arañar tanto la espalda de Luo Binghe que lo hacía
sangrar demasiado. Aunque Avión Disparando hacia el Cielo disfrutase de ese tipo de escenas
duras, no significaba que fuese sano, ¿o sí?

La intención asesina de Sha Hualing se desató, y una bola imponente de energía demoníaca
se reunió en sus garras, apuntando hacia el joven. Ella no estaba asustada, más bien estaba
muy enfadada. Realmente era un personaje, eh.

Shen Qingqiu saltó entre las dos personas con rapidez, reunió una gran cantidad de poder
espiritual en su palma y la lanzó contra Sha Hualing.

Sabía que su cuerpo estaba lleno de energía espiritual, pero no pensó que sería tan exagerado.
Ni siquiera llegó a tocarla cuando el demonio salió disparado. Su ropa fue destrozada...

Aunque era una ventaja, Shen Qingqiu siempre insistió en su doctrina de "no mirar a una
mujer que tiene una cara superior a la media", por lo que su propia consciencia la pixeló.

Sha Hualing no se lo pensó dos veces antes de saltar sobre él con toda su fuerza. Saltó y rodó
en el aire distorsionado, desapareciendo en un instante.

Shen Qingqiu agitó el abanico con fuerza, infundándolo de energía espiritual y


transformándolo en una espada. Con un rápido movimiento, cortó el Cable Inmortal
Vinculante que ataba al joven. El chico juntó las palmas y agachó la cabeza:

―¡Muchas gracias por salvarme, señor! ―dijo formalmente.


―¿Eres un discípulo de la cumbre Bai Zhan?

―Eso es correcto.

―¿Bajo quién?

―Mi maestro es el señor de la cumbre Bai Zhan, Liu Qingge.

Shen Qingqiu se sorprendió.

Liu Qingge nunca había tenido discípulos. En esa cumbre, ningún señor tomaba discípulos,
era tradición. Además de que nunca se le vio interesado en hacerlo. Y realmente sólo le
gustaba molestar...

―¿Cómo te llamas?

―Yang Yixuan ―respondió el joven.

Le parecía muy familiar, ¿de dónde lo conocía?

Cinco años eran más que suficientes para que ese niño creciese. Shen Qingqiu lo examinó de
arriba abajo.

―¿Señor?

―Tu shizun, ¿cómo ha estado estos años? ―preguntó.

La forma en la que perdió en la ciudad Huayue contra Luo Binghe debería haber sido un gran
golpe para él. Shen Qingqiu necesitaba saber acerca de su hermano marcial menor.

―Derrotado en cada batalla ―respondió sinceramente Yang Yixuan.

―...

Así que realmente esas palabras podían aplicarse al Dios de la guerra, ¿ah? Cualquiera podría
echarse a llorar.

―¿Contra quién lucha? ¿Luo Binghe?


―Aparte de ese pequeño bastardo, ¿quién más podría ser? ―se lamentó.

La expresión de Shen Qingqiu se torció. Ese niño era mucho más joven que Luo Binghe, pero
lo llamaba "pequeño bastardo". ¿De dónde lo había aprendido?

No lo sabía, pero toda la secta de la montaña Cang Qiong lo llamaba así.

―¿Cómo caíste en las manos de esa bruja? ―preguntó Shen Qingqiu.

Yang Yixuan se sonrojó.

―Si no fuese porque esa bruja usó un método tan rastrero... Fingió ser una dama en apuros.
Luego me volví escéptico y ella... ella dijo que no le importaba nada, ¡que me atraparía!

―¿En serio? Incluso si no hablas nunca con mujeres, no significa que debas tener miedo de
interactuar con ellas ―dijo Shen Qingqiu, cuando entendió lo que había pasado―. ¿Qué
importa si se desviste? ¿Qué pasa si una chica se desnuda delante de ti? ¡Tu shizun luchó
contra demonios femeninos desnudos en una estrecha cueva!

Lo peor es que él estaba allí también, y cuando vio que Liu Qingge ni se inmutaba, pensó que
o era frígido o tenía algún problema fisiológico...[1]

―¡¿Una cueva entera?! ¡Él es realmente genial! ―suspiró Yang Yixuan con admiración―.
¿Usted lo conoce? ¿Cómo sabe eso?

―Larga historia...

Cambió el tema de la conversación a asuntos más urgentes.

Sha Hualing no sólo había atrapado a Yang Yixuan, sino que también a Liu Mingyan y a
algunos discípulos de la montaña Cang Qiong. Y eso sólo tenía una explicación: algo había
pasado con Luo Binghe.

El sistema de energía de Luo Binghe no tenía explicación científica. Nacido del mundo
demonio y el humano, la energía demoníaca y la espiritual en su cuerpo se deberían rechazar,
por lo que tenía que equilibrarlas para que estuviesen en armonía.
Pero con la espada Corazón de Diablo, la energía demoníaca sería más potente, y el equilibrio
en su cuerpo se rompería.

Las energías ya no funcionarían con armonía.

―Fin del capítulo 45―

[1] Esto es un extra, ¡os lo recomiendo bastante! Está aquí en Wattpad también.

CAPÍTULO 46

Para resolver el problema, Luo Binghe comenzó a usar a humanos para extraer la energía
demoníaca. Todos los meses, cuando había Luna llena, buscaba a alguien con fuerte energía
espiritual y transfería su exceso de energía demoníaca a esa persona.

Sin embargo, después de hacerlo, la persona quedaba inservible, por lo que sólo podía usarla
una vez por humano.

Alguien como Luo Binghe no tenía tiempo para atrapar a esos humanos, así que Sha Hualing
era la que los atrapaba en jaulas y los disponía para que él los escogiese a su gusto. En una
noche de Luna llena, Luo Binghe sólo necesitaba usar la espada Corazón de Diablo para abrir
un pasaje al reino demoníaco y escoger un humano.

Lo triste fue que, en la novela original, Luo Binghe se casó con tres sacerdotisas poderosas
del monasterio Tian Yi, después de que Sha Hualing pasase por muchos problemas para
capturarlas. Como imaginaréis, ella se volvió loca de ira.

―¿Viste a alguien más cuando te atraparon? ―preguntó Shen Qingqiu―. ¿Dónde fue?

―Después de entrar en la grieta entre ambos mundos, estaba en la guarida de esa demonio.
Estaba solo en una celda ―dijo Yang Yixuan, sacudiendo la cabeza.

―No fuiste solo tú ―respondió, lanzándole la borla de la espada de Liu Mingyan.


Esa noche no había Luna llena, así que Luo Binghe no aparecería por allí.

―¿No te asusta que se quite la ropa?

―De ninguna manera ―respondió Yang Yixuan, desdeñosamente―. Se la ha quitado


demasiadas veces ya, no me importa.

Shen Qingqiu se giró sin contestarle. Sha Hualing lo encerró en una celda solitaria para
desnudarse y que la viese. Si ese chico continuaba por esa línea, el protagonista masculino lo
destrozaría. ¡Al único discípulo de Liu Qingge! Qué tragedia.

Pasar por la brecha entre los dos mundos se sentía como pasar por debajo de una suave
cascada de agua templada. Después de cruzar, ya estaban en territorio demoníaco.

En su mundo, ya era más de medianoche, pero allí, acababa de atardecer. El aire era
especialmente árido. Viéndolo, no parecía que hubiese demasiada diferencia con el reino
humano, excepto que quizás había pocos árboles.

Yang Yixuan abrió el camino. Al atravesar unas rocas escarpadas, encontraron la abertura de
la cueva Chi Yun, la guarida de Sha Hualing.

La raza demoníaca tenía preferencia por la oscuridad. La mayoría de las residencias, tanto
permanentes como temporales, estaban construidas bajo tierra. La totalidad de la entrada
parecía ser un mausoleo espléndido.

Shen Qingqiu vio una gran pila de piedras con un letrero erigido en el frente, con algunas
letras escritas en rojo en la parte superior. ¿Qué era eso, una lápida?

Condensó energía espiritual en su puño, listo para atacar a cualquier enemigo que se le
apareciese. Sin embargo, al descender por el largo pasillo de la entrada, no encontraron
ningún guardia.

Bueno, era razonable. ¿Qué humano sería tan estúpido como para bajar al reino demoníaco?

Los dos caminaron hacia las profundidades. Al dejar atrás el corredor de piedra, llegaron a un
gran salón. Extendidas por todo el lugar habían pieles de diferentes criaturas extrañas, que
parecían estar vivas a primera vista.
Sha Hualing estaba descalza, pisando una enorme piel de tigre extendida en el suelo.

Shen Qingqiu se preocupó de que su acompañante alertase al demonio de alguna forma y


cuando fue a avisarle, vio que él ya había cerrado la boca obedientemente.

A ambos lados de la sala, habían varias jaulas con cultivadores encerrados, todos con túnicas
de diferentes colores. Si los miraba, algunos eran muy jóvenes, otros viejos, algunos dormían
somnolientos y otros estaban furiosos.

Sha Hualing se acercó a una de las jaulas, cruzándose de brazos:

―La gente de la secta de la montaña Cang Qiong es muy problemática. Incluso uno se me
escapó ―gruñó, apretando los dientes―. Si no fuese por... ah, ¡tengo ganas de romperos las
piernas a todos!

En esa jaula estaba Liu Mingyan, sentada con las piernas cruzadas y los ojos cerrados, con el
velo aún cubriendo su cara.

Como la estaba ignorando, Sha Hualing se enfureció:

―¿Por qué no te quitas esa cosa que tienes en la cara? ¿Es que eres tan fea que te da
vergüenza?

Shen Qingqiu pensó: «Mejor cállate, esa será la mujer de la que más celosa estarás...»

Como seguía siendo ignorada, abrió la jaula con ira, agarrando bruscamente a Liu Mingyan y
arrastrándola:

―¡Arrodíllate! ―gritó.

A pesar de no tener energía espiritual, ella no cedió ni un poco. Sha Hualing intentó
derrumbarla, pero al no conseguir moverla, le arrancó con furia el velo de la cara.

En ese instante, la cara pálida de la demonio se volvió incluso más blanca.

Shen Qingqiu chilló internamente: «¡Date la vuelta! ¡Quiero ver la cara de la mujer más
guapa de la novela!»
En todos esos años, siempre tuvo que cuidar su actitud digna y no pudo decir: "Hola, sobrina
marcial, he escuchado que eres muy bonita, así que quiero verte la cara. ¿Me dejas?"
¡Hubiese sonado como un acosador sexual!

Antes de que Liu Mingyan se girase, un brillo siniestro cruzó los ojos de Sha Hualing. Las
garras que tenía por dedos se lanzaron hacia la cara de Liu Mingyan.

Al instante, el demonio salió disparado, tosiendo sangre. Lo único que pasó por su cabeza fue
que esa vez su ropa no había sido destrozada, por suerte...

Aunque Shen Qingqiu la había mandado a volar, ella todavía consiguió desgarrarle las
mangas de la túnica a Liu Mingyan. ¿No le cortó las uñas hacía nada? ¿Es que tenían
regeneración ilimitada?

Giró rápidamente la cabeza para mirar a Liu Mingyan, pero casi se cae de espaldas cuando
vio que ella ya se había vuelto a poner el velo. ¡Déjale echar un vistazo! ¡Uno pequeño!

Yang Yixuan encontró su espada apoyada en una de las paredes y comenzó a cortar las
cadenas de las puertas de las jaulas con una velocidad envidiable.

Shen Qingqiu vio por el rabillo del ojo a tres siluetas azules, y en seguida reaccionó:

―¡Para! ¡No hagas nada impulsivo! ―gritó.

―¡¿Pasa algo, señor?! ―preguntó Yang Yixuan, girándose hacia él.

Antes de que terminase de hablar, miró la jaula que acababa de abrir. Tres bonitas mujeres,
que parecían haber sido creadas a partir del mismo molde, salieron corriendo de la cueva Chi
Yun como tres torbellinos.

¡Esas eran las sacerdotisas! ¡Las encargadas de absorber la energía demoníaca de Luo Binghe
a largo plazo! ¡¡Y ahora qué!!

Ese error ya había condenado el transcurso de la novela. No podía volverlas a capturar y


meterlas en la jaula.
Se unió a la tarea de liberar a los cultivadores, con un suspiro desesperado. Acababa de
estropear el arco del "primer encuentro entre el protagonista masculino y tres miembros del
harem". Sólo podía confiar en la trabajadora Sha Hualing para que las volviese a capturar.

Shen Qingqiu todavía se revolcaba en el remordimiento cuando, al bajar la cabeza, vio una
cara que hizo que le diese un vuelco el corazón.

Ese definitivamente no era su año.

Qiu Haitang estaba acurrucada en la jaula, mirándolo con una cara desconcertada.

Shen Qingqiu se congeló durante unos segundos, aunque inmediatamente fingió que no la
conocía, y le hizo señas para que saliese.

Con ese cuerpo, nadie (debería) reconocerlo. Además, hacía cinco años, muchísimos pares de
ojos habían presenciado su autodestrucción.

Sha Hualing estuvo todo ese tiempo tirada en el suelo, aún recuperando el aliento. Cuando se
le pasó el mareo, luchó por sentarse, y encontró a Shen Qingqiu con la mirada.

―¿Tú de nuevo? ¿Quién diablos eres? Incluso te atreves a seguirme.

Yang Yixuan parecía haber pensado repentinamente en la pregunta:

―Ah, cierto. Señor, ¿quién es usted?

«¿Cómo que "ah, cierto", niño? ¿Todo este rato conmigo y preguntas ahora? ¿Te unes a
cualquiera, ah?»

Shen Qingqiu estaba considerando seriamente si presentarse de nuevo como Pepino sin Igual,
cuando Sha Hualing interrumpió sus pensamientos:

―Me da igual, no saldrás de aquí con vida.

Aplaudió con fuerza y las campanillas alrededor de sus muñecas sonaron. Al cabo de unos
segundos, los guardias de la cueva Chi Yun finalmente aparecieron.
La cueva Chi Yun era la residencia privada de Sha Hualing, por lo que sus subordinados
estándar no estaban ahí. Las tropas inútiles no tenían nada que temer. Esos demonios menores
los rodearon mientras balanceaban sus brazos, como si estuviesen bailando.

Shen Qingqiu parpadeó nervioso, sin comprender, y se preparó para enviarlos volando con su
abanico, cuando de repente sintió algo rodeando su cuerpo.

Cables Inmortales Vinculantes.

Aunque esas tropas no tenían mucha fuerza de combate, estaban bien entrenadas. Sosteniendo
un cable delgado, lo rodearon al completo.

Sha Hualing ni siquiera había tenido tiempo de acercarse a él cuando pisó el suelo con fuerza,
riéndose. El ruido de los cables al romperse llenó el salón.

¡Estallaron! ¡Llenó tanto de energía espiritual los Cables Inmortales Vinculantes que
estallaron!

Casi todos lo miraron aterrorizados. Esa fue la primera vez que veían a alguien reventar unos
objetos tan poderosos.

¡Já! ¡Qué método más fácil para liberarse!

―¡Corred! ―gritó Shen Qingqiu.

Los cultivadores no necesitaron más palabras, la mayoría ya habían huido. Yang Yixuan y
Liu Mingyan acababan de ser liberados de los Cables Inmortales Vinculantes, por lo que su
energía espiritual aún era inestable.

Sabiendo que sólo estorbarían si se quedaban, se retiraron bruscamente. Al ver esto, los
subordinados de Sha Hualing no sabían si perseguirlos o atacar a Shen Qingqiu, esperando
órdenes de su superior.

―¡Atrapadlo! ―gritó Sha Hualing, con los ojos brillantes y señalando a Shen Qingqiu―.
¡Los demás no importan, lo quiero a él! ¡Atrapadlo aunque tengáis que morir!

Shen Qingqiu golpeó a los pocos demonios que se lanzaron sobre él, cuando de repente sintió
algo pesado encima suyo.
¡Una red gigantesca!

Incontables hilos de Cables Inmortales Vinculantes cayeron sobre él, tan gruesos como un
dedo meñique. Cuando impactó, sus rodillas temblaron, aunque no se tambaleó.

Ah, ese era el tipo de ítem OP, ¿no? ¿Para qué se necesitaban cables tan gruesos? ¿Querían
atrapar inmortales o elefantes?

Sha Hualing esperó unos segundos, y después de ver que Shen Qingqiu no podía luchar, se
acercó a él. Había resuelto esa situación difícil, así que sonrió contenta, riéndose:

―Si cien Cables Inmortales Vinculantes no te detienen, ¿te crees que no puedo usar mil? ¿O
diez mil? Esta red no estaba preparada para ti, por lo que deberías sentirte honrado ―se
burló―. No te preocupes, será fácil si te portas bien.

―Si hablas de hacerlo fácil, entonces quítame esta red de encima.

―Parece que tienes una habilidad innata ―dijo Sha Hualing, arrodillándose delante de él e
ignorando el comentario anterior―. Si me jurases lealtad, podría convertirte en un hombre
importante. Bueno, realmente no importa si juras o no lealtad. Lo que haya de hacerse, se
hará, y tu sufrimiento es inevitable. Considera tus opciones.

Era normal que Sha Hualing hubiese priorizado su captura. Lo que más quería Luo Binghe
era un recipiente con mucha energía espiritual. ¡Ella de verdad iba a ofrecérselo en bandeja
de plata!

Liberar a las tres bonitas sacerdotisas fue un error irreflexivo, pero Shen Qingqiu no pensó en
sustituirlas, de ningún modo. Mientras reflexionaba sobre sus planes para escapar, Sha
Hualing se arregló el cabello desordenado y, contoneando sus caderas, salió por el pasillo.

A lo lejos, Shen Qingqiu escuchó el sonido de su risa dócil:

―Mi señor, aún no es Luna llena, ¿a qué se debe este honor? Aunque bueno, has llegado en
un buen momento. Tengo un regalo para ti.

En un segundo, toda la sangre de Shen Qingqiu comenzó a bullir. Sin saber de dónde sacó el
estallido de energía explosiva, agarró un lado de la red, ¡y la destrozó!
El horrible ruido retumbó por toda la cueva. La sonrisa de Sha Hualing se congeló en su
rostro, y corrió hacia el salón. Los demonios menores estaban tirados por el suelo, y había un
enorme agujero en la red de Cables Inmortales Vinculantes. El humo salía de los cables
destrozados, y aún chisporroteaban chispas.

¡El humano no estaba!

Los pasos del hombre resonaron lentos por el pasillo, y al haber una iluminación tenue, sólo
se vio una silueta delgada y recta vestida con túnicas negras caminando hacia ella.

Después de unos momentos eternos, Luo Binghe habló en un tono neutro:

―¿Esto es tu regalo?

―¡Ha habido... un error de cálculo! ―intentó excusarse Sha Hualing.

Su corazón se apretó con angustia. ¡Ese tipo no debería poder haber huido de su red! ¡Era
imposible! ¡No era una red que pudiese coserse con aguja e hilo, ¿sabéis?!

Luo Binghe, de espaldas a ella, bajó la cabeza y examinó con tranquilidad los restos.

―Te dije que los cultivadores de la secta de la montaña Cang Qiong estaban fuera de tu nivel
―dijo fríamente.

Claro que la había advertido, pero la energía espiritual de esos cultivadores era especialmente
buena si se comparaba con la de otras sectas. Ella sólo quería darle los mejores humanos que
pudiese encontrar.

Aferrándose a eso, pensó que si les cambiaba las túnicas, Luo Binghe no se daría cuenta. No
esperaba que Luo Binghe pudiese descubrir sus verdaderas identidades. No pudo evitar sentir
que su sangre se helaba.

―No te enfades, mi señor, capturé a dos sin querer, pero los dejé ir ―se apresuró en
excusarse―: Encontré a alguien excepcional. Nunca había visto a un cultivador con tanta
energía espiritual. Si lo tenemos a él, no necesitarás a ningún otro humano nunca más ―se
mordió el labio, dudando sobre si continuar―. Si me das... cierta cosa.
Después de esperar unos segundos, extendió su mano, y atrapó el objeto que le lanzó.
Sujetándolo entre sus dedos, sonrió.

―Fin del capítulo 46―

CAPÍTULO 47

Se habían acumulado un montón de razones por las cuales Shen Qingqiu se sentía un
desgraciado.

La principal no fue su forma explosiva de escapar de Luo Binghe, no. Sino porque al
momento, escuchó una desagradable voz parecida al Traductor de Google que rebotó en sus
oídos.

Pensaba que se había librado. ¡¿Por qué a pesar de cambiar el hardware el virus no se había
eliminado?!

Shen Qingqiu corrió hacia el reino humano tan rápido como un rayo, tapándose los oídos.
Corrió como un huracán desde Huang Ling hasta las fronteras exteriores, pero el molesto
ruido no se apaciguó.

Sistema:【Activando... Activando... Enlazando alma...】

【Depurando... Contactando con el servicio al cliente...】

¿Fue debido a que, al encontrarse con Luo Binghe, su alma volvió a "enlazarse" con el
sistema?

¿Se rompió la conexión después de cambiar de cuerpo por lo que necesitaba comunicarse con
el servicio al cliente para depurar el programa?

¡Luo Binghe de verdad que era su cruz!


A parte de repetir palabras sueltas, el sistema no habló más. Shen Qingqiu golpeó
mentalmente su propia cabeza contra lo que fuera, hasta que comenzó a ver rastros de
actividad humana. Considerando su apariencia, disminuyó sus pasos y regresó al pueblo.

El pequeño pueblo fronterizo parecía más vivo durante el día que durante la noche. No podía
llamarse floreciente ni de lejos, pero al menos los escaparates abiertos indicaban algo de
actividad.

Al lado de la tienda de té, debajo de una firme bandera[1] ondeando al viento, un hombre y
una mujer lo miraban a lo lejos, con sus armas en las manos.

―¿Por qué no habéis vuelto a la montaña Cang Qiong? ―preguntó Shen Qingqiu,
acercándose a ellos.

―El resto de discípulos ya están a salvo. Le esperábamos para ver si usted también ―dijo
Yang Yixuan apresuradamente.

Shen Qingqiu los acompañó a la tienda de té y buscó una mesa para que se sentaran. Al verlo,
algunas personas que antes charlaban ociosamente, gritaron alarmados:

―¡Es... es...!

Él se dio la vuelta para mirar. Ah, eran esos guardias fronterizos a los que salvó la noche en la
que acababa de salir del suelo. Uno de ellos tartamudeó, incapaz de pronunciar un nombre.

―¡Es usted, señor Inigualable...! ―intentó decir Lu Liu.

Su voz se apagó al no encontrar cómo seguir el nombre, y el resto de hombres intentaron


pronunciarlo también, sin éxito.

Shen Qingqiu asintió con la cabeza para saludar, decidiendo internamente que tendría que
usar otro nombre.

―Señor, ¿su apellido es Huang[2]? ¿Huang Hua[3]? ¿Guang Hua[4]?

Shen Qingqiu también suspiró un par de veces, diciendo vagamente:

―Es...
Después de usar esa ID durante tantos años, por fin se sintió avergonzado por primera vez.

―Anoche, me visteis en la cueva Chi Yun ―dijo, cambiando radicalmente de tema con una
expresión severa―. Si alguien pregunta acerca de mí, decid lo menos posible. Si mantenéis la
boca cerrada, mejor.

―¿Por qué? ―preguntó Yang Yixuan―. ¿No se conocen mi maestro y usted?

―Sí, nos conocemos...

Como Shen Qingqiu no sabía cómo continuar, el lugar se quedó en silencio, hasta que una
persona que comía cáscaras de melón dijo:

―Lu Liu, ¿y si cuentas aquel rumor?

―Ah, esa es interesante ―contestó él―. Esta opinión es bastante popular entre la gente de
ciudad. La historia alternativa sobre Luo Binghe y Shen Qingqiu...

Al oír esos dos nombres, el corazón de Shen Qingqiu dio un brinco. Involuntariamente,
enderezó su postura, poniendo toda su atención para escuchar. El movimiento del abanico en
sus manos disminuyó.

Incluso los dos discípulos de la montaña Cang Qiong tampoco pudieron resistirse a escuchar.

―Ellos fueron maestro y discípulo ―dijo Lu Liu, dando un sorbo a su té―. Luo Binghe
provenía de una familia pobre y sufrió mucho desde que era un niño. Al entrar en la secta de
la montaña Cang Qiong, no lo pasó mucho mejor. Fue golpeado e infravalorado, humillado
por sus compañeros. Por suerte, Shen Qingqiu lo trató con generosidad y mucho afecto.

Hablaba con una entonación suave, interpretando cada palabra, como si pudiese hacer
palidecer a los narradores profesionales.

Shen Qingqiu asintió sutilmente. Sí, antes de que lo empujase al abismo, en su opinión fue
bastante amable.

―¿Qué importancia tuvo esa generosidad y afecto? ―resopló Yang Yixuan.


―Esta historia es completamente opuesta al rumor de que Shen Qingqiu oprimió a sus
discípulos ―comentó una persona, estupefacta.

―¿Sólo con eso te sorprendes? ―dijo Lu Liu―. ¿Entonces cómo vas a reaccionar cuando
diga que hay rumores de que ese maestro y alumno estaban juntos tanto de día como de
noche?

Las tres personas en la mesa de Shen Qingqiu estaban tomando té, pero al oír eso, tanto Shen
Qingqiu como Yang Yixuan lo escupieron. Aunque Liu Mingyan no escupió, su mano
tembló, derramando el té sobre la mesa.

―¡¿Hay ese tipo de rumor?! ―la tienda de té pareció explotar entera en conmoción.

―¡Lo hay! Pero realmente era Luo Binghe el que tenía... pensamientos impuros unilaterales
hacia su maestro. Sólo eran fantasías ―contestó Lu Liu.

¿Fantasías? ¡¿Fantasías?!

―¿Qué era Shen Qingqiu? El señor de la cumbre Qing Jing. ¿En qué se especializa esta
cumbre? En la tranquilidad del corazón y el abandono del deseo, poniendo todo su empeño en
seguir el camino recto de la cultivación ―siguió explicando Lu Liu―. Shen Qingqiu, siendo
el señor, no se enredó con estúpidos sentimientos de gente común. ¡Como Luo Binghe intentó
algo que no logró conseguir, el odio nació del amor!

Las venas azules saltaron en la frente y en las manos de Shen Qingqiu.

―¿O-odio nacido del amor? ―murmuró Yang Yixuan.

―Explicado esto, es fácil conectar el resto de cosas. Estoy seguro de que en la Conferencia
de la Alianza Inmortal pasó algo ―continuó Lu Liu―. Luo Binghe, como el discípulo
principal de su cumbre, fue enviado a combatir. Cuando los demonios escaparon dentro de la
montaña sellada, Shen Qingqiu entró en Jue Di Gorge para apoyar. Estaban atrapados juntos,
así que Luo Binghe aprovechó la oportunidad para confesarse a su shizun.

Las venas de Shen Qingqiu comenzaron a palpitar dolorosamente.

¿Por qué parece que para este tipo, nueve de cada diez oraciones no son malas, pero la última
siempre se vuelve tan rara?
¡Además, estaba cambiando completamente el contexto a algo muy extraño!

―Shen Qingqiu tenía un carácter noble e inmaculado. Por supuesto, lo rechazó.

Shen Qingqiu se sintió algo conmovido. A parte de Yue Qingyuan, no pensó que alguien más
lo definiría como "noble e inmaculado" ¿Quién hubiese pensado que la historia daría un giro
tan dramático?

―¿Quién podría imaginarse que, al ser rechazado, Luo Binghe enloquecería? ―la voz de Lu
Liu se llenó completamente de emoción―. ¡Su deseo frustrado lo llevó a tratar de someter a
su maestro por la fuerza!

Shen Qingqiu enterró los dedos en su cabello, hundiéndose en una profunda desesperación.

Yang Yixuan ya estaba sin palabras. Las puertas de un mundo completamente nuevo
acababan de abrirse para ese niño y no podía creer lo que oía. Liu Mingyan, por otro lado,
sólo dejó escapar un suave suspiro.

―¿Así que fue así...? ―murmuró.

«¿Cómo que "así que fue así"? ¿Qué fue así? ¿A qué te refieres? ¡No creas que no pelearé
contigo sólo porque eres la protagonista femenina, niña!»

Antes de darse cuenta, una multitud de espectadores se había congregado alrededor de la


mesa de Lu Liu, y las semillas de melón ya cubrían los asientos y el suelo.

―Peor que una bestia... ―suspiraron todos en ese punto, escuchando con atención.

Por la forma en la que suspiraron, parecían demasiado satisfechos.

«Amigo, eres el capitán del escuadrón de la patrulla fronteriza o del escuadrón de los
malditos cotillas?»

Lu Liu golpeó bruscamente su taza de té contra la mesa:

―¡No hay forma de que Shen Qingqiu se sometiese! Los dos pelearon, y al final, Luo Binghe
salió derrotado y huyó. A pesar de todo, Shen Qingqiu no pudo soportar arruinar la
reputación de su amado discípulo, e inventó la excusa de que había sido asesinado de forma
honorable por los demonios. ¡Esta es la verdadera razón por la que Luo Binghe estuvo
desaparecido todos esos años y no fue a su secta al volver!

―No es que no quisiera ir, ¡es que no tenía cara para ver a su shizun!

En ese punto, la historia ya estaba en su apogeo. El corazón de Shen Qingqiu estaba inundado
en lágrimas. ¡Qué intensa!

¿Quiénes eran esos dos? ¡¿El asaltante y la flor de loto blanco de la Virgen María?!

La clave no era si fue capaz de reprimirse a sí mismo o no, no era el punto urgente. Es decir,
¿quién podría rechazar a Luo Binghe? Si quisiera tomar a alguien, ¿quién no abriría
obedientemente sus piernas?

―Después de lo que pasó en la Conferencia, Luo Binghe luchó hasta conseguir muchos
logros e incluso ganar el favor del viejo Maestro del palacio Huan Hua. Aunque no estaba
dispuesto a renunciar a su shizun. Al regresar, sucedió lo de la ciudad Hua Yue ―dijo Lu
Liu―. La secta de la montaña Cang Qiong insiste en que Luo Binghe es un demonio. En mi
opinión, quizás no estaban tan equivocados. Probablemente Luo Binghe trató con demonios
para arruinar la reputación de Shen Qingqiu y sacarlo de su alto pedestal. ¡Destruirlo por
completo y dejar que caiga en desgracia lo rompería!

Shen Qingqiu ya no sabía qué pensar. Realmente sintió que su cuerpo y su mente se
relajaban. No quería seguir escuchando.

―Pidamos algo de comer ―dijo a sus dos compañeros, con una sonrisa agradable.

―Señor... sin Igual, yo le invitaré ―aprovechó para decir Lu Liu. Luego se volvió de nuevo,
y continuó con la narración, su voz inundada en tristeza―: Luo Binghe pensó en cómo
encerrar a su antiguo maestro en la prisión de agua del templo Huan Hua. El templo estaba en
su mano, y cuando lo consiguió, mucha gente afirmó que mantenían a Shen Qingqiu bajo
custodia temporal, pero estaba encerrado y atado con Cables Inmortales Vinculantes. Sin
energía espiritual, ¿qué podría hacer contra él? ¿Quién sabe lo que le hizo su discípulo?

La multitud entera interrumpió con voces disgustadas:

―¡Qué discípulo tan horrible!


―Es lo que pasa cuando crías a un monstruo.

―Vamos a otro lado ―murmuró Shen Qingqiu, tirando el menú.

―Shen Qingqiu no pudo soportar la humillación y escapó. Por desgracia, el grupo de


búsqueda que envió Luo Binghe lo encontró en la ciudad Hua Yue. Como todos sabéis, la
secta de la montaña Cang Qiong está unida como si fuesen familia, así que Liu Qingge corrió
a ayudar. Pero Luo Binghe estaba tan furioso que lo golpeó despiadadamente. Shen Qingqiu,
viéndose acorralado, sólo pudo autodestruirse para no ser humillado... de nuevo.

No siguió hablando, sino que dejó un profundo silencio, dejando que la gente suspirase.

―Esta explicación la difundimos secretamente ―dijo Lu Liu, llegando a la conclusión―.


Quizás suena absurda, pero contiene muchos detalles interesantes. Señores, recordad que las
historias oficiales suelen ser falsas para ocultar los hechos reales. ¡Y que a veces los rumores
se convierten en oficiales!

¡Los detalles ni siquiera eran confiables, ¿vale?!

«¡Tu hermana sí que se va a hacer oficial!»

«Siento destruir tu historia, pero ni aunque sufriese una tragedia como no estar con una mujer
durante veinte años, ¡no me haría manga cortada[5]! ¡Y mucho menos me enredaría con el
protagonista masculino!»

Después de que la joven camarera se abriese paso con elegancia para servir los platos, Yang
Yixuan y Liu Mingyan seguían mirando fijamente a lo lejos.

―Comed de una vez ―reprendió Shen Qingqiu. No podían permanecer más tiempo ahí,
quién sabe lo que esas historias harían a sus jóvenes mentes.

Luego de escoltar a los dos jóvenes fuera de las tierras fronterizas, Shen Qingqiu fue hacia la
dirección opuesta.

Caminó hasta que la Luna ya estaba en lo más alto del cielo. Gracias a su audición
extremadamente aguda, estuchó un repiqueteo conocido de campanillas.
―Realmente eres como un fantasma, no te vas ni con la muerte ―dijo Shen Qingqiu, sin
girar la cabeza.

Como ya había sido descubierta, Sha Hualing salió de su escondite. Paseó tranquilamente a
su alrededor, con muselina roja vistiendo sus muñecas.

―Trataste muy bien a esos dos niños ―tarareó, sonriendo―. ¿Quizás tienes algún tipo de
relación con la secta de la montaña Cang Qiong...?

―No voy a luchar contra ti ―dijo Shen Qingqiu, dándose la vuelta y agitando su mano―.
Mejor vete.

Sha Hualing sabía que no podía vencerlo, pero igualmente la sonrisa no se borró de su cara.

Shen Qingqiu estaba pensando en asustarla cuando, de repente, todo su cuerpo se sacudió.
Sintió la desagradable sensación de muchos ciempiés trepando por su estómago.

―Ya sé que no soy rival para ti, ¿pero quién dice que sólo se vence con fuerza física?
―comentó Sha Hualing, su sonrisa ensanchándose con astucia.

―¿Cuándo? ―gruñó Shen Qingqiu, apretando los dientes. Sentía que sus rodillas se
doblaban, pero no flaqueó.

―¿Estaba buena la comida de hoy? ¿Eran bonitas esas camareras? ―coqueteó la demonio,
paseando―. Por suerte lo comiste sin darte ni cuenta, sino habría sido un dolor de cabeza
para mi señor.

Descuidado. Muy descuidado. El capitán de cotilleos había atraído toda su atención en ese
momento y no se dio cuenta de nada.

―¿Sabes qué has comido? ―dijo Sha Hualing, caminando a su alrededor―. Debes imaginar
que no es veneno.

«¡Cállate! Ya estoy familiarizado con esta mierda. ¡He bebido sangre de demonio celestial
dos veces! ¡Dos! ¡Veces!»

«Normalmente te la bebes una vez y te mueres. ¡¿Es que he ganado la lotería?!» pensó Shen
Qingqiu.
Aparte del maestro original, nadie podía controlar la sangre de los demonios celestiales, y
ahora esos parásitos comenzaron a agitarse en su cuerpo.

Y a su pesar, eso sólo podía significar una cosa.

Sha Hualing se arrodilló de repente, mirando hacia algo que estaba detrás de Shen Qingqiu.

―Mi señor, esta vez no te he fallado. Aquí lo tienes.

Shen Qingqiu volvió la cabeza con rigidez.

Un rayo oscuro había partido el aire, creando una grieta que ya comenzaba a cerrarse.

Una silueta alta y delgada estaba detrás suyo. Cuando Shen Qingqiu levantó la cabeza, se
encontraron cara a cara.

Luo Binghe se alzaba imponente detrás de él. Su mirada era inexpresiva y sus ojos eran tan
fríos como dos piscinas congeladas.

El antiguo Luo Binghe, aunque era frío, era como el reflejo de la cálida luz del Sol sobre la
nieve fresca. Incluso en la ciudad Jinlan y en la prisión de agua, aún tenía algunos rastros de
humanidad, algunas expresiones faciales débiles. Incluso a veces perdía el control por la ira.

Pero ese Luo Binghe que tenía delante tenía una expresión congelada, como si su cara
hubiese estado helada durante miles de años.

A pesar de eso, Shen Qingqiu se sorprendió al no sentir miedo. Tal vez fue porque su plan de
huir al cambiar a otro cuerpo falló muy rápido, pero una profunda indiferencia se extendió
por toda su mente.

Una expresión de perplejidad traspasó el rostro de Luo Binghe durante un corto segundo,
haciendo que su cara se suavizase. Aunque pasó rápido, y sus pupilas se contrajeron
repentinamente. En su frente, apareció una extraña marca roja.

Al momento, Sha Hualing fue alzada en el aire, tosiendo dolorosamente como si algo la
estuviese sujetando del cuello.
Al mismo tiempo, la sangre de demonio celestial se dividió frenéticamente en miles de
agujas, atravesando todo su estómago. El sudor frío bañó su nuca.

―Tienes agallas ―dijo Luo Binghe.

Aunque su tono era ligero, cualquiera podría sentir la furia violenta escondida debajo.

¿A quién se lo preguntaba? ¿A él o a Sha Hualing?

El cerebro de Shen Qingqiu se aceleró. Luo Binghe no debería de haberlo reconocido. Incluso
si su cara se parecía un poco al original. Incluso si sus sentidos eran muy agudos.

Parecía que Luo Binghe intentaba descubrir a quién se parecía, aunque probablemente no lo
consiguió.

De verdad que sería horrible si lo reconociese, ¡pero que no lo hiciese tampoco fue bueno!

―Fin del capítulo 47―

[1] En la antigua China, las tiendas solían tener banderas en vez de letreros o carteles.

[2] Huang (黄): amarillo.

[3] Huang Hua (黄花): lit. "flor amarilla". También puede referirse a "joven virgen",
independientemente del género.

[4] Guang Hua (光华): "luz" y "magnífico".

Para aclarar la confusión de los puntos [2], [3] y [4], recordad que el nombre que dio fue jue
shi huang gua (绝世 黄瓜), que significa "pepino sin igual".

Como no recuerdan el nombre, están mezclando palabras al azar, confundiendo la


pronunciación.

[5] Manga cortada: lo que viene siendo gay.


N/T: En China se dice así por una historia popular de un emperador chino que estaba con su
amante en la cama y éste se quedó dormido encima de su manga. Con tal de no despertarlo, el
emperador cortó su manga para poder levantarse. Así que quizás no se considera un término
despectivo.

CAPÍTULO 48

Sha Hualing no comprendía por qué Luo Binghe reaccionó de golpe con tanta furia. Aunque
luchó por contener las lágrimas, no tardaron en nublarle la visión.

Mientras intentaba descubrir qué había hecho para ser castigada, miró a Shen Qingqiu a la
cara. De repente, su cara se deformó en una mueca asustada, como si hubiese visto un
fantasma.

―¡Mi señor, perdóname! ―gritó, aterrorizada―. ¡Te juro que fue todo pura coincidencia!
¡No fui yo quien hizo esto!

La mente de Sha Hualing le recordó amargamente que ella ya había sido reprendida por algo
así en el pasado . Cuando Luo Binghe la reclutó por primera vez para servirle, vio cómo
trataba el cuerpo de Shen Qingqiu y tuvo una vaga impresión de lo que significaba para él.

Por lo tanto, creyendo que hacía lo correcto, logró encontrar a alguien bastante parecido a ese
hombre. Usando técnicas de la raza demoníaca, logró que se viese casi igual que el
verdadero.

Le presentó la copia a Luo Binghe y nunca se imaginó que no solo no estaría satisfecho, sino
que casi destruiría la cueva por la rabia.

Sha Hualing jamás olvidaría ese momento, y nunca quería volver a repetirlo. Desde entonces,
siempre tuvo cuidado con todo lo relacionado a aquel tema. Ni siquiera se dio cuenta de que
aquel hombre se parecía bastante a Shen Qingqiu.

―¿No te dije que no intentaras otra artimaña con esta cara? ―dijo Luo Binghe, sujetándola
en el aire por la garganta.

El rostro de Sha Hualing volvió a ponerse rojo, y dejó escapar un jadeo angustiado.
―Esta vez... no estaba planeado... ―consiguió decir.

Aunque Shen Qingqiu no sabía bien qué estaba pasando, podía imaginarse que tenía algo que
ver con su apariencia. Se calló, pensando:

«Han pasado cinco años y ese niño sigue enfadándose cuando ve a alguien que se parece a
mí. De verdad que lo he traumatizado.»

No pudo pensar nada más, porque un dolor agudo atravesó su estómago. Incluso con su
abundante energía espiritual no pudo hacer nada. Su visión se oscureció y escupió una
bocanada de sangre caliente.

La presión del aire alrededor de Luo Binghe era horriblemente pesada. Él le miró como si
estuviese observando a un animal muerto.

La espada Corazón de Diablo que llevaba en la cintura empezó a temblar de emoción, como
si pudiese desenvainarse sola en cualquier momento. Con una mano, él presionó con fuerza la
empuñadura, con los ojos inyectados en sangre.

Shen Qingqiu realmente no comprendía qué estaba pasando.

En la novela original, Luo Binghe debería haberse ajustado a un estado mental relativamente
equilibrado después de entrar al mundo demoníaco. Todos los meses absorbería la energía
espiritual de algunas personas para equilibrar sus dos energías, y seguiría fortaleciéndose.

¿Pero por qué sentía que ese Luo Binghe sólo empeoraba mentalmente? Parecía incluso más
violento y agresivo que cuando tuvo que autodestruirse con tal de salvarlo de la espada
Corazón de Diablo.

Sha Hualing pataleó con desesperación en el aire cuando el agarre en su garganta se afianzó.
Al ver que Shen Qingqiu escupía sangre, supuso que Luo Binghe estaba manipulando la
sangre de demonio celestial en su cuerpo.

Como pudo, gritó:

―¡Mi señor..., no lo mates...! Hoy es luna llena..., te será útil...


Evidentemente, a ella no le importaba si ese hombre vivía o moría. Pero Luo Binghe
necesitaba absorber su energía espiritual para equilibrarse, o sino podría perder ante su
espada. Realmente era desafortunada, ah...

―¡Incluso si no... te importo yo o él...! ―gritó, con voz ronca―, ¡piensa en el Mausoleo
Sagrado...!

Al escuchar las últimas dos palabras, los movimientos de Luo Binghe se volvieron lentos al
instante.

El Mausoleo Sagrado era un lugar de descanso eterno para los ancianos de la raza demoníaca.
Nadie tenía permitido entrar.

A medida que pasaba el tiempo, muchas armas mágicas y herramientas espirituales fueron
enterradas en el mausoleo como objetos funerarios. Por lo tanto, la cantidad de objetos raros
era innumerable.

Incluso se rumoreaba que había algo que podía resucitar a los muertos. En la novela original,
Luo Binghe, con la ayuda de Sha Hualing, saqueó el Mausoleo Sagrado.

Al mencionarlo, ¿no es como si le estuviese recordando que no podía deshacerse de ella?

Bueno, al menos en parte tenía razón.

Al escuchar eso, los ojos de Luo Binghe brillaron con una luz rojiza. Sus dedos se aflojaron
al momento y el cuerpo de Sha Hualing se estrelló contra el suelo.

―Ah, sí ―sus dedos acariciaron suavemente la empuñadura de la espada, como si la


estuviese consolando―. Sí, sí, el Mausoleo Sagrado. ―Sha Hualing estaba a punto de
respirar cuando Luo Binghe volvió a hablar―. Diciéndome eso... ¿me estás amenazando?

Fue como si su alma hubiese huido de su cuerpo por el terror:

―¡¿Qué?! ¡No, no me atrevería!

Ah, eso era demasiado trágico. ¿Cómo había terminado así una de las protagonistas
femeninas dominantes de la novela? ¿La que se había clasificado tres veces para el personaje
femenino más popular durante años?
Shen Qingqiu ni siquiera tuvo tiempo de lamentarse antes de sentir que alguien lo agarraba de
la ropa y lo lanzaba hacia delante.

Sus ojos se volvieron borrosos, y una desagradable sensación de congelación envolvió su


torso. Cuando bajó la cabeza, una de las manos de Luo Binghe presionaba contra su pecho.

Sentía como si le estuviesen disparando allí, como si la energía demoníaca fuese la munición.
Después de entrar en él, se extendió por sus venas y por todo su cuerpo.

El repentino pitido del sistema le distrajo del dolor:

Sistema: 【¡Verificación táctil exitosa!】

【La fuente de alimentación se ha conectado. 】

【Autoevaluación del sistema: todas las operaciones del sistema son correctas. ¡Gracias por su
uso!】

¿No era esa inspección un poco extraña?

La energía espiritual de Shen Qingqiu era como un estanque lleno. Luo Binghe absorbió una
buena cantidad, pero sólo estuvo vacío durante unos segundos. Su cuerpo, al haberse creado a
partir de la Flor del Rocío del Sol y de la Luna, comenzó a regenerar rápidamente la energía
que faltaba.

Por dentro, estaba chillando:

«¡Vale que he criticado duramente la novela original, pero siempre fue contra la escritura de
primero de primaria de Avión Disparando hacia el Cielo! ¡¿Por qué el maldito protagonista
masculino la toma tanto conmigo?!»

Luo Binghe lanzó una exclamación de sorpresa y retiró la mano.

Ese tipo era diferente a cualquiera de los que había usado antes. Le había quitado casi toda la
energía espiritual, pero ya estaba entero de nuevo. Quizás Sha Hualing no lo había hecho tan
mal.
Ella suspiró con alivio, sabiendo que había tomado la decisión correcta al atrapar a ese
hombre. A pesar de seguir aterrorizada, incapaz de que sus rodillas dejasen de temblar, se
arrodilló, enderezándose un poco.

―Él aún sigue teniendo esa cara... ―dijo Luo Binghe―. No lo olvides.

―¡Como digas! ―contestó Sha Hualing, bajando la cabeza con prisas.

Sin contestar, abrió una grieta en el espacio y se esfumó. Esa forma de largarse podría haber
hecho enfadar a cualquiera.

No es como si le preocupase que Shen Qingqiu intentase huir o no, al fin y al cabo, él ya
había bebido de su sangre. Sólo tenía que encontrarlo y recordarle que hay dolores peores que
la muerte.

Shen Qingqiu sopesó si entonces podría ser considerado un seguidor suyo. Obviamente, Luo
Binghe no lo había reconocido de forma oficial, pero si se dejaba usar por él como su
recipiente de energía espiritual, ¿quizás tendría un futuro más allá de la muerte?

¿No tenía que hacerlo una vez al mes? ¡Después de un tiempo, seguro que se acostumbraría!

Mientras su cabeza giraba en un caos absoluto, Sha Hualing de repente lo agarró de la cara,
presionando sus uñas en las mejillas. Él la apartó con un brusco gesto:

―¿Qué haces?

―¿Estás sordo? Él dijo que no quería verte con esa cara.

Como eso no era una opción, con un rápido movimiento, arrancó un trozo de la túnica de Sha
Hualing.

―¡¿Qué haces?!

Shen Qingqiu hizo dos agujeros en la tela para sus ojos, y la arregló para colocársela sobre la
cara.

―No puedo usar mi túnica, está demasiado rota. ¿ Y te crees que voy a dejar que destroces
mi cara? Usar algo para taparla es suficiente.
Si no fuese porque Luo Binghe lo necesitaba intacto, Sha Hualing ya habría intentado
arrancarle la cabeza. Sólo pudo tragarse su ira con amargura.

―Vamos.

Bueno, si ella decía que se iban, entonces se irían. De cualquier manera, daba igual dónde
acabasen. Shen Qingqiu intuyó que al calmar su espada, Luo Binghe no volvería a molestarlo
hasta dentro de un mes.

Supuso que era momento de decir adiós al mundo de la cultivación, pero si eso significaba
preservar su vida, entonces le parecía bien.

Siguieron a Luo Binghe hacia la grieta, y ésta desapareció lentamente cuando la atravesaron.

Después de algunas respiraciones, Sha Hualing ya estaba completamente tranquila. La


velocidad de adaptación de los demonios era sorprendente.

―¿Cómo te llamas? ―preguntó.

Al otro lado de la grieta había un largo pasillo. En ambas paredes, se encontraban grabados
intrincados, con todo tipo de patrones tallados en ellos. El problema era que la iluminación
era muy tenue.

Shen Qingqiu pensó que este lugar le era familiar, y contestó distraído:

―Pepino sin Igual.

―¿Pepino sin Igual? ―murmuró Sha Hualing―. ¿Me estás tomando el pelo? ―agregó, algo
enfadada.

Mientras más observaba las paredes, más familiar le parecía el sitio. En el proceso, ignoró por
completo a su acompañante.

Al ver que él no le respondía, Sha Hualing se enfureció:

―No me importa cuál sea tu maldita historia. Has bebido la sangre del señor, así que ahora
eres suyo. Si tan siquiera piensas mal sobre él, sólo te digo que morir con un cadáver intacto
puede considerarse un castigo suave.
Al doblar una esquina, se encontraron con varias personas vestidas con túnicas familiares, y
Shen Qingqiu supo dónde estaban: en el palacio Huan Hua.

Pero era muy diferente al palacio que recordaba. Antes, era majestuoso y espléndido,
deslumbrando a cualquiera con su lujo. Cada tablón de madera y piedra parecían brillar con
luz propia.

Pero ese edificio actual sólo podía describirse con dos palabras: sin vida.

Los gobernantes de las dinastías anteriores siempre habían amado la extravagancia y Luo
Binghe no fue la excepción. Sin embargo, el supuesto lujo ahora era una penumbra sombría.
Incluso las linternas que se alineaban en el pasillo parpadeaban como si se extinguieran en
cualquier momento.

Sha Hualing llevaba ahora la misma túnica que el resto de discípulos del palacio. Como no
podía liberar energía demoníaca, parecía una mujer normal.

Luo Binghe caminó por el pasillo, sentándose dentro de una gran cámara del palacio. Shen
Qingqiu quería deambular por otro sitio (a ser posible lejos), pero Sha Hualing lo detuvo.

―¿A dónde demonios vas? Quédate conmigo.

Como no quería ir en su contra, Shen Qingqiu se quedó de pie rígidamente a su lado, con los
otros discípulos formando una línea recta.

Poco después, uno de ellos se movió para entregar un informe. Algunos más hicieron lo
mismo, rindiendo homenaje e informando de eventos actuales. Shen Qingqiu escuchó
distraídamente, hasta que un nombre familiar lo hizo centrarse en la conversación:

―Señor del palacio, cuando usted se fue, Liu Qingge volvió otras dos veces. Al ver que no
estaba, destruyó todas las flores de agua.

Al escuchar aquello, el corazón de Shen Qingqiu saltó, y apretó la mandíbula con algo de
ansia.

¿Liu Qingge intentaba vengarse por él?


―Me da igual. Replantadlas de nuevo, tenemos dinero de sobra ―dijo Luo Binghe, con un
suspiro desganado―. Que haga lo que quiera. Bien, ¿qué más?

El discípulo lo miró, con sudor frío recorriéndole la nuca. Agregó, con cautela:

―También... la Joven Maestra del palacio quiere hablar usted.

Shen Qingqiu pensó que la expresión de Luo Binghe por fin cambiaría a una tierna o
amorosa, por eso se sorprendió cuando su expresión no varió de la fría y distante de siempre.
Como si ni siquiera quisiera hablar del tema, agitó la mano.

―Pero... ―musitó el discípulo.

―¡Pero nada! ¡Estoy aquí!

Cuando escuchó esa voz, la piel de Shen Qingqiu se erizó. La temperamental mujer cargó a
través del palacio. A su lado, con una túnica similar a la de los demás, había una mujer bella
un poco más vieja. Sus ojos estaban brumosos, como si fuese a llorar en cualquier momento.
Esa era Qin Wanyue.

Shen Qingqiu las miró, pensando que eso era bastante inesperado.

Se suponía que esas dos chicas estaban en la etapa más bella de su juventud, pero ambas
estaban pálidas y demacradas. Era más evidente en la Joven Maestra del palacio, con las
mejillas manchadas de rojo de forma desigual a causa de cosméticos mal aplicados.

¿Cómo una amante del maquillaje consentida había acabado así?

Ella levantó la cabeza, mirando a Luo Binghe.

―Estás de vuelta.

Él la miró en silencio, y Qin Wanyue le habló en voz baja:

―Señora, mejor volvamos...

―¿Crees que no sé a quién tienes en mente todo el día? ―la interrumpió bruscamente la
Joven Maestra del palacio―. La razón por la que aguantas estar a mi lado es para verlo, ¿no?
¿Por qué finges ser amable? ¿Por qué antes no me impediste llegar hasta aquí y ahora me
aconsejas que nos vayamos?

Qin Wanyue bajó la cabeza, con las orejas volviéndose de un violento color rojo oscuro. No
habló más.

―¿Has encontrado a mi padre? ―preguntó, volviéndose hacia Luo Binghe.

―No hay rastro de él, es como si se hubiese esfumado.

La respuesta fue tan poco sincera que a Shen Qingqiu le dio la impresión de que estaba
extraída de un drama televisivo en la que esa línea la decía el asesino.

―Ah, ¿no sabes decir otra cosa? ―se burló ella fríamente―. ¿Ya ni siquiera tienes energía
para buscar otra excusa? Muy bien, cerremos el tema, mejor hablemos de mí ―elevó el tono,
con voz chillona―: Si no hubiese venido a buscarte, ¿me hubieses buscado

¡Luo Binghe no era el tipo de bruto que empujaba a un interés amoroso! ¡No podía insultar
así su dignidad de protagonista masculino!

Ah, pero aparentemente él ya había abandonado esa dignidad. Unos pocos discípulos
aparecieron en los escalones del palacio, como si fuesen a consolarla. Aunque en realidad
sólo la empujaron a la fuerza. Mientras la arrastraron, ella comenzó a gritar, y Qin Wanyue la
siguió torpemente a un lado. De vez en cuando, miraba a Luo Binghe con los ojos llorosos,
como si esperase algo.

Sha Hualing arrugó las cejas y las siguió fuera. De pie en la terraza, los reprendió:

―¿Qué se supone que estabais haciendo? Vuestro trabajo era vigilarla.

―Fin del capítulo 48―

CAPÍTULO 49
Shen Qingqiu sabía mantener una distancia respetuosa cuando había una pelea de gatas entre
personajes femeninos. Pero cuando vio lo que estaba pasando, sintió que la brecha entre sus
expectativas y la realidad era demasiado grande, por lo que se dio prisa para seguirlas y poder
ver qué pasaba.

―Lo siento, descuidé mi deber y no detuve a la Joven Maestra del palacio ―dijo Qin
Wanyue, conteniendo las lágrimas.

―Cállate, es tu culpa en primer lugar ―la interrumpió Sha Hualing―. Me dijeron que las
mujeres del reino humano son particularmente modestas y morales, ¿pero cuántas veces has
fallado en seducir al señor y aún así no te rindes? Me da igual si no te largas, pero eres
incapaz de cuidar incluso a una sola persona. Su cultivo ni siquiera es tan alto como el tuyo.
Eres su hermana marcial mayor. No la detuviste antes y no tampoco la detuviste después.
Todo lo que hiciste fue dejarla hacer esta escena vergonzosa frente al señor. ¿A quién le estás
dando esta apariencia lamentable y injusta?

Al escuchar a Sha Hualing señalar todas sus debilidades delante de ella, Qin Wanyue estaba
tan avergonzada que quería desaparecer. En la novela original, Sha Hualing sentía un odio
extremo por Qin Wanyue y siempre encontraba formas de insultarla. Parecía que, aunque no
habían entrado juntas en el harem, su relación no había mejorado en lo más mínimo.

Sha Hualing se dio la vuelta y cambió la expresión en su rostro, ahora mirando a la Joven
Maestra del palacio con una gran sonrisa:

―Joven Maestra del palacio, estos años te hemos estado mimando como lo has estado
siempre. Alguna vez has recibido algún castigo ocasional, pero nunca te hemos maltratado,
¿verdad? ¿Qué es lo que ocurre?

―¡¿Quién te crees que eres?! ―gritó ella ferozmente―. ¡Una zorra salvaje nacida de quién
sabe dónde se atreve a hablarme así! ¡¿Qué diferencia hay entre ser tratada y ser criada como
un cerdo?!

―Entonces, dime, además de comer y dormir como el animal que has dicho, ¿qué más sabes
hacer? ―sonrió Sha Hualing.

―Señora, vámonos, por favor ―lloró Qin Wanyue.

―¡¿Por qué tendría que irme?! ¡Este es mi palacio! ¡Todos vosotros deberíais largaros!
La escena era de absoluta confusión y caos. Shen Qingqiu había descubierto un hecho
increíblemente impactante. Usó sus dedos para calcular cuidadosamente:

Sha Hualing: No se presenta como esposa, sino como subordinada. Se esclaviza, trabajando
hasta la muerte con todo el tiempo extra. Su salario y condiciones de trabajo también eran
inhumanas. La actitud del jefe sugiere que no quiere involucrarse en un romance de oficina ×

Liu Mingyan: Ni siquiera intercambiaron las borlas de sus espadas, lo cual era una señal de
amor ×

Ning Yingying: Después de la pubertad, ya no muestra el mismo amor apasionado por el


protagonista masculino como lo hizo cuando era joven e ignorante. El cerebro estúpido de
amor parece haber sido curado ×

Joven Maestra del palacio: Mujer dañada confinada en su casa. Incluso se dijo a sí misma que
Luo Binghe solo la trata como a un cerdo para criar ×

Qin Wanyue: Mujer dañada confinada en su casa nº 2. Numerosos intentos de dedicar su vida
y su cuerpo han fallado. Ahora es una niñera de medio tiempo para la Joven Maestra del
palacio ×

Qiu Haitang: ¿No se dijo que, después de destrozar la reputación de Shen Qingqiu, ella
felizmente iría con Luo Binghe? ¿Cómo es que todavía está deambulando por ahí, agotada
por el viaje? ×

Tres monjas taoístas: camafeos tan efímeros como el cactus que florece de noche, hola y
adiós ×

Bueno... 

Mirándolo desde esta perspectiva, Luo Binghe realmente... ¡lo está haciendo horrible!

Digno protagonista masculino de una novela de sementales, ¿sigues bien por ahí?

Un harem tan bueno, atormentado y convertido por completo en un caos. Si se tratara de una
novela de sementales, ¿cómo podrían los puntos de serenidad estar en la conversación sin
haber conseguido ni una sola esposa?
Shen Qingqiu llamó al Sistema para verificar todos los valores. Pero de repente descubrió:
¡los puntos B y el valor de serenidad no solo no se habían reducido, sino que se habían
disparado a más de 900!

Dado que muchos de estos valores se agregaron durante los estados de suspensión y
desconexión, no había recibido ninguna notificación. Shen Qingqiu abrió todas las ventanas
estrechas que no sabía cuándo había recibido:

【Ning Yingying: invirtió el cerebro estúpido del personaje femenino. Puntos B +100】

【Ming Fan: invirtió el retraso mental ilógico del personaje secundario. Puntos B +50】

【Liu Mingyan: invirtió el acoso inexplicable del personaje femenino. Puntos B +150】

Bueno...

  

Los estúpidos personajes femeninos y acosadores y el carne de cañón con retraso mental eran
muy típicos en esas novelas, venga ya! Ahora los personajes femeninos no perseguían al
protagonista masculino y el coeficiente intelectual de los personajes secundarios parecía
haber mejorado, por lo que los puntos B aumentaron naturalmente.

Pero a pesar de que Luo Binghe no se había casado con ninguna mujer, el sistema no redujo
ninguno de sus puntos de serenidad, ¡eso no era normal!

¿Podría ser que el nivel de serenidad del protagonista masculino ya no estuviera atado a él?
O, en otras palabras, ¿ya no estaba aquí la "serenidad" del protagonista masculino?

Eso era raro...

Shen Qingqiu no pudo evitar mirar al sombrío Luo Binghe, y de repente sintió que no podía
mirar directamente.

Oh, no, ¿podría ser que había cometido un pecado al convertir a un protagonista de una
novela de sementales... en asexual?
Con un humor complicado, Shen Qingqiu cerró la ventana. De repente, se dio cuenta de que
su ubicación no era del todo correcta.

Realmente había estado en el Palacio Huan Hua. ¿Cómo, sin saberlo, entró en un bosque de
bambú? Y no importaba cómo lo mirara, era bastante familiar...

El bosque de bambú susurraba en el suave viento.

Shen Qingqiu no tenía ninguna duda. Incluso si pudiera ver solo un pequeño rincón de este
lugar, podría decir dónde estaba.

En la montaña Cang Qiong, la cumbre Qing Jing.

Había vivido ahí durante tanto tiempo ... ¿cómo podría no estar familiarizado?

Sistema: 【Su ubicación actual: el paisaje onírico de Luo Binghe.】

Cuando la conciencia de Luo Binghe era inestable y fluctuante, los espectadores a menudo se
veían afectados. Eran absorbidos por ese paisaje onírico tan inmenso como un remolino de
aguas profundas.

Shen Qingqiu había caminado previamente con Luo Binghe a través del encuentro con Meng
Mo. Quizás por eso había sido absorbido de nuevo. Como cuando te conectas a una red WiFi
por primera vez y no necesitas la contraseña de nuevo para conectarte una segunda vez.

Shen Qingqiu rápidamente tocó su rostro y descubrió que había sido restaurado a su
apariencia original en el paisaje onírico. Su rostro ya no tenía barba, dejándolo sin ninguna
sensación de seguridad. Estaba a punto de buscar un lugar para esconderse y esperar a que
Luo Binghe se despertara solo cuando vinieron algunos discípulos caminando por el camino
de dos en tres. Shen Qingqiu se congeló en su lugar e incluso olvidó dónde se había
escondido.

Aunque estos discípulos transeúntes tenían expresiones lentas y un poco de madera,


realmente tenían narices y ojos, sus rasgos faciales completos. Shen Qingqiu podrían nombrar
a algunos de ellos.

Incluso Meng Mo no tenía forma de hacer un encantamiento tan grande y, al mismo tiempo,
garantizar las características faciales de las criaturas en su interior. Sin embargo, Luo Binghe
ya era capaz de hacerlo e incluso había moldeado sus características con un detalle tan
refinado. Aunque hacía tiempo que sabía que Luo Binghe tenía un talento increíble, Shen
Qingqiu no pudo evitar dejar escapar un suspiro de asombro.

Fuera del pequeño bosque de bambú estaba la casa de bambú Qing Jing. El agua de manantial
fluía entre los aleros de bambú escalonados, reflejando la luz del sol en siete colores,
tintineando de manera pacífica y ordenada. Shen Qingqiu estaba preocupado de que Luo
Binghe estuviera adentro, por lo que detuvo sus pasos y no avanzó. Había pasado por este
bosque de bambú muchas veces, por lo que encontró un lugar oculto en las sombras para
descansar.

De repente, ligeros pasos crujieron sobre las hojas secas en el suelo. Del bambú e emergió un
adolescente de quince años vestido de blanco.

La tez de este joven era fina, y parecía haber corrido hasta ahí. Su frente estaba cubierta con
una fina capa de sudor y sus mejillas enrojecidas le daban un aspecto adorable. Las líneas de
sus ojos y cejas eran claras pero no afiladas, dando el aire de frescura sin experiencia.

Shen Qingqiu no pudo evitar lamentarse: ha pasado mucho tiempo desde la última vez que
vio a Luo Binghe, un joven tan soleado y fresco.

Durante su tiempo de cultivo en la cumbre Qing Jing, le gustaba usar ropa blanca. Luego,
después de rebelarse, el rey demonio en forma humana Luo Binghe solo vestía ropa negra.
Este tipo de apariencia fresca y tierna, en particular, ya no se podía ver para nada.

―¡Shizun! ― gritó Luo Binghe de muy buen humor, mientras se acercaba.

Shen Qingqiu estaba escondido en la oscuridad, por lo que no le estaba hablando a él. Giró la
mirada y vio a alguien con una túnica verde parada al final del camino empedrado.

El "Shen Qingqiu" derivado de los recuerdos del paisaje onírico estaba en medio del
exuberante bambú verde. Su figura era delgada y estilizada, se parecía al mismo bambú
espiritual. Su expresión era tranquila, impregnada del aire frío y claro de un inmortal. Solo
con ese aspecto, realmente poseía cierto porte de gracia y mundanalidad. Como espectador, el
actual Shen Qingqiu quería reír.

¡Realmente había actuado tan bien durante esos años! ¡Jajaja! ¡Deberían darle un maldito
Oscar!
Y Luo Binghe era realmente digno de ser el heredero directo de Meng Mo, ¡poder restaurar
cada detalle a tal perfección...!

Ese otro Shen Qingqiu en el bosque de bambú parecía estar en trance, pero luego inclinó la
cabeza y preguntó:

― ¿Has acabado de correr?

―Diez vueltas, sí.

Shen Qingqiu finalmente recordó ese momento.

Las "diez vueltas" mencionadas por Luo Binghe se referían a correr diez vueltas alrededor del
límite de la cerca de la cumbre Qing Jing. Shen Qingqiu le había encomendado
personalmente esa tarea.

Eso no fue porque quisiera castigarlo, sino porque no podía soportarlo más. Desde que se
hizo cargo de la educación de Luo Binghe, lo pensó: como figura de maestro, Shen Qingqiu
tenía que enseñarle algo para que al menos, cuando lucharan en un futuro, pudiera decir algo
épico como "nuestro afecto como maestro y aprendiz no fue lo suficiente y ahora usas mis
propias técnicas contra mí...". ¡El dramatismo!

De acuerdo con el esquema general de enseñanza, el primer paso fue corregir la posición
desordenada de Luo Binghe y la técnica del cuerpo.

En cuanto a los resultados de esas enseñanzas ... bueno. El mayor logro fue que Luo Binghe
se estrelló en sus brazos durante medio mes.

―Otra vez. Si no lo haces bien esta vez, no serán solo diez vueltas ―dijo Shen Qingqiu.

Luo Binghe lo intentó obedientemente de nuevo. Como resultado, esa vez no se estrelló
contra él. En cambio, con un resbalón de pies, abrazó directamente la cintura de Shen
Qingqiu.

―...

―Shizun, soy inútil. Después de correr diez vueltas, mis piernas están cansadas ―Shen
Qingqiu suspiró―. Lo sé. Veinte vueltas.
―¿Qué quieres decir con más vueltas? Regresa a tu habitación y descansa.

No tenía ningún pasatiempo de abuso infantil. En ese momento, realmente se había rendido,
haciendo lo que tenía ganas de hacer.

Ya no iba a enseñar, no tenía ningún sentido ni lograría nada.

―¡Gracias, Shizun! Definitivamente haré las veinte vueltas mañana. ¿Qué quieres comer esta
noche?

Escondido aún, Shen Qingqiu se frotó la frente.

Luo Binghe en aquel entonces ... era realmente demasiado tonto, dulce e ingenuo.

Trabajo duradero, resentimiento, palizas, regaños; ser aprovechado, pateado y sentenciado a


hacer comida ... sí, por supuesto, Shen Qingqiu no había hecho la mayoría de esas cosas.

Observó a esa pareja de maestro-aprendiz artificial irse, uno alto y otro bajo, los dos todavía
hablando. Shen Qingqiu dejó su escondite y comenzó a preguntarse.

En el encanto del paisaje onírico que Luo Binghe creó para sí mismo, ciertamente solo
elegiría los recuerdos que consideraba más hermosos. Si los recuerdos de la cumbre Qing
Jing pudieran ocupar un lugar aquí, deberían estar relacionados con Ning Yingying. ¿Por qué
seleccionaría ese recuerdo tonto?

Los paisajes oníricos eran el reflejo más directo del lado más verdadero del corazón de una
persona, y no tenían ningún disfraz falso. Un pensamiento nació espontáneamente en la
mente de Shen Qingqiu, uno que nunca antes había considerado.

Pensar así parecía un poco tonto, pero ... probablemente ... tal vez ... tal vez ... quizás ese
afecto maestro-discípulo se colocó un poco más alto en el corazón de Luo Binghe de lo que
Shen Qingqiu había imaginado.

Por lo menos, le había dado a Luo Binghe algunos momentos que podría recordar. Esos
tiempos no fueron tan malos como para ser completamente ignorados por disgusto.

Aunque ... ¿Luo Binghe era un poco masoquista? No era que Shen Qingqiu quisiera hablar
mal de él, pero... En general, el recuerdo de haber sido castigado por correr diez vueltas y
veinte vueltas no tenía ninguna conexión con la palabra "hermoso", sin importar cómo lo
vieras, ¿verdad?

De repente, un hilo de aire frío se deslizó por el cuello de Shen Qingqiu, como si hubiera una
línea de visión fría y caliente a lo largo de su columna vertebral.

Inconscientemente volvió la cabeza hacia atrás. Luo Binghe, vestido de negro, se apoyó
contra un bambú verde, con los brazos cruzados y mirándolo directamente.

Los dos se enfrentaron sin palabras.

¿...el hombre en sí?

¡El hombre en sí!

La primera reacción de Shen Qingqiu no fue saltar como una gacela y comenzar a correr, sino
mantenerse en su lugar y ajustar su expresión facial a su forma más natural.

No era que hubiera tenido miedo hasta el punto de que sus piernas se volvieron gelatina y no
podía correr. Sino porque ya se había preparado mentalmente para esa situación. "Correr" no
solucionaba el problema en absoluto. Ese encantamiento era como la casa de Luo Binghe, así
que no importaba lo rápido que corriera Shen Qingqiu, sería inútil.

Esa línea de visión fría y caliente en este momento no era una ilusión o un error en su
descripción. La mirada de Luo Binghe era realmente como hielo y fuego, con frigidez
sombría y calor abrasador. Estas dos temperaturas estaban extrañamente mezcladas y
condensadas en sus ojos.

Shen Qingqiu se preparó y se encontró con su mirada.

Después de un largo rato, fue Luo Binghe quien suspiró primero.

―Sigue siendo agradable ser capaz de soñar ―murmuró.

Al escuchar eso, Shen Qingqiu supo que su movimiento desesperado había tenido éxito: Luo
Binghe pensó que era una creación en su propio paisaje de sueños.
Al verlo apoyado contra el bambú y mirando sin expresión, Shen Qingqiu recordó su aspecto
aturdido sentado en la gran cámara del palacio, solo. Luego, al comparar esa versión de él
con el impresionante esplendor dominante de la obra original, Shen Qingqiu no pudo evitar
sentirse un poco triste.

Luo Binghe no tenía una esposa a su lado para tratar sus heridas y cuidarlo. Como su
maestro, ¿cómo podría Shen Qingqiu no sentirse triste por él? Un digno protagonista de una
novela de sementales había caído tan bajo. ¿Qué hombre podría soportar ver esto?

―Me pregunto si Shizun podría hablar conmigo.

Shen Qingqiu sintió pena por él, por lo que respondió amablemente:

―Está bien. ¿De qué quieres hablar?

No esperaba que después de hablar, Luo Binghe se congelara. Al instante se enderezó y dejó
el bambú, con un rastro de incredulidad en su rostro.

Ah... ¿había hecho algo mal?

Pero como ya había comenzado a actuar, no podía dejarlo a medias. Se sintió inseguro,
aunque forzó una leve sonrisa:

―¿No quieres hablar?

Su tono de voz era el mismo que siempre había usado cuando vivía con Luo Binghe en el
pasado. La esquina de la boca de Luo Binghe se crispó, y lentamente se acercó. Shen Qingqiu
no cambió la expresión. Lentamente abrió y cerró el abanico plegable en sus manos, usando
esos ligeros y pequeños movimientos para aliviar su tensión.

―Nunca habías querido hablar conmigo, quizás hoy mi mente se siente más fresca como
para recrearte así ―habló por fin.

El corazón de Shen Qingqiu se agitó.

Aunque sentía que había algo un poco extraño en eso, sonaba bastante lamentable. ¿Podría
ser que Luo Binghe siempre había imaginado previamente que "Shen Qingqiu" lo trataba con
esa indiferencia distante, elegante y noble?
Probablemente tenga tendencias masoquistas...

Mientras Shen Qingqiu pensaba esto, en su distracción, su mano se movió inconscientemente


sola, acariciando sistemáticamente la cabeza de Luo Binghe. Había realizado esa acción
innumerables veces antes: la gente siempre decía que no se debe tocar la cabeza de un
hombre o la cintura de una mujer, pero por el contrario, esa acción prohibida hizo que se
sintiera aún más tentado.

A Shen Qingqiu le encantaba especialmente acariciar las cabezas de las personas, pero
lamentablemente, como adulto, no podía actuar de manera tan descortés y no había tenido a
nadie dispuesto a dejar que lo hiciese. Afortunadamente, a Luo Binghe no le importaba. Shen
Qingqiu lo había dado unas palmaditas cuando estaba aburrido hasta el punto en que
realmente había hecho un hábito, e hizo la misma acción ahora.

Apenas había dado dos palmaditas cuando, de repente, Luo Binghe levantó el brazo, su mano
izquierda agarró la muñeca izquierda de Shen Qingqiu.

La expresión de Shen Qingqiu se solidificó cuando pensó que quizás estaba demasiado cerca.

Inmediatamente después, también le agarró la otra muñeca. De repente, mirando hacia arriba,
Shen Qingqiu sintió que su visión se nublaba.

Él le acarició suvamente las mejillas, como si lo estuviesen acariciando unas plumas. Algo
extraño le rozó los labios, una mezcla de suave y frío a la vez.

Abrió mucho los ojos y se encontró con las oscuras pupilas de Luo Binghe. Su garganta se
sacudió con dificultad.

Quería hablar, pero no tenía forma de abrir la boca, porque los labios de Luo Binghe
presionaban contra los suyos.

Luo Binghe cerró los ojos, sus largas pestañas negras proyectaban sombras curvas en sus
mejillas. Parecía muy bien educado, pero su boca y manos eran exactamente lo contrario.
Mordió los labios de Shen Qingqiu con un toque de resentimiento e indignación, portando un
poco de odio infantil. Su mano derecha aflojó el agarre del brazo rígido de Shen Qingqiu, en
lugar de sostener su cintura y presionarlo en sus brazos. Sus dos figuras claramente no eran
muy diferentes en estatura, pero su postura abrazada tomó a Shen Qingqiu en sus brazos.
La cosmovisión de Shen Qingqiu se desvaneció a través de un ciclo continuo de destrucción
y reconstrucción a la velocidad de la luz.

Lo que finalmente violó su estado de colapso completo fue un recordatorio del sistema
acompañado de su propia banda sonora de celebración:

Sistema:【¡Puntos de serenidad +500! ¡Felicidades! ¡Felicidades! ¡Felicidades! ¡Hay que decir


cosas importantes tres veces!】

«Disculpa, ¿qué mierda has dicho?»

Por fin entendió por qué, a pesar de no haberse acostado con ninguna mujer, sus puntos de
serenidad no habían bajado.

¡Porque había usado a Shen Qingqiu para compensar los puntos, aaaaaaaggghhhhh!

―Fin del capítulo 49―

CAPÍTULO 50

Al darse cuenta abruptamente de la verdad, Shen Qingqiu estaba medio horrorizado y


agitado, medio agraviado e indignado. ¡Inmediatamente levantó el pie para darle una patada!

Luo Binghe no evadió ni esquivó. Recibió la patada directamente, pero no retrocedió ni un


solo paso. Incluso se negó a dejarlo ir y siguió sujetando a Shen Qingqiu.

―¿No puedo hacerlo ni siquiera en un sueño? ―preguntó, enfadado y ofendido.

«¡Date prisa y despierta! Aunque estés soñando, no soy algo que hiciste mientras soñabas,
¿de acuerdo? ¡No puedo abofetearlo para despertarlo, pero tampoco puedo dejar que continúe
con este enmarañado sonambulismo!»

¡Esto es lo que realmente se llama estar atrapado entre el martillo y el yunque!


Shen Qingqiu aún no había pensado en nada que gritar para calmar su estado de ánimo
cuando el empujón le pilló desprevenido. Su espalda se estrelló contra el bambú y Luo
Binghe se cernió sobre él, inclinando la cabeza y presionando de nuevo.

No era la primera vez que besaban a Shen Qingqiu, pero era la primera vez que sentía la
verdadera amenaza de que la otra parte pudiera volverse loca y morderle los labios en
cualquier momento.

―Shizun, estaba equivocado... ―susurró Luo Binghe, en medio del forcejeo caótico.

Shen Qingqiu finalmente logró sacar una mano y presionarla contra el pecho de Luo Binghe.
Realmente no quería adoptar la misma postura que "una mujer de una buena familia que se
resiste a un rufián", pero ¿no estaba siendo justamente el mismo giro argumental?

Él era quien estaba equivocado, realmente equivocado, completamente y estúpidamente


equivocado. No había convertido al protagonista en asexual, ni tampoco en masoquista. La
verdad era mucho más horrible: ¡había criado al protagonista masculino para que fuera gay!
¡Aghhh!

¡No le extrañaba que no hubiese tomado a ninguna esposa y que su harem estuviese en
condiciones desastrosas! ¡Las mujeres ya no le atraían y no aumentaban puntos!

¡¡Qué mierda!!

Shen Qingqiu se negó a someterse, sin disminuir ni un poco su fuerza para resistirse
obstinadamente. Justo cuando estaba considerando qué destino sería más miserable entre
autodestruirse nuevamente o patear el área clave de Luo Binghe... Él de repente lo dejó ir.
Levantó la vista hacia el remolino de nubes en el cielo sobre ellos y su rostro se volvió
sombrío.

En un instante, las escenas y figuras ante los ojos de Shen Qingqiu colapsaron y
desaparecieron, rompiéndose en miles de pedazos. Al mismo tiempo, él saltó al techo de la
sala principal del Palacio Huan Hua.

¡Ese era el mundo real!

Shen Qingqiu respiró agitadamente por unos segundos. Después de tranquilizar su mente con
mucha dificultad, se sorprendió al ver llamas que iluminaban toda el área del salón principal.
El sonido de varias campanas de alarma se mezclaron. Asomó la cabeza, su ropa se agitaba
continuamente en el viento nocturno. De arriba a abajo, innumerables linternas convergieron
hacia este lado: los diversos departamentos de discípulos del Palacio Huan Hua se inundaban
aquí desde todas las direcciones.

―¡A sus puestos! ¡Todos debéis obedecer con rapidez, a sus puestos!

―¿Entraron otra vez? ―Alguien maldijo―. ¿Cuántas invasiones ha sido esto? ¿Hemos
prevenido algún ataque con éxito?

Shen Qingqiu estaba muy feliz. Una invasión era la mejor situación para que aprovechara el
caos y escapar. ¿A quién le importa eso de la "Sangre del demonio celestial"? ¿Cómo podría
compararse con la importancia de la integridad?

«Me voy primero, podemos hablar después, ¡adiós!»

―¡Está yendo hacia el pabellón Huan Hua! ―escuchó a alguien gritar cuando ni siquiera
había dado dos pasos―. ¡En formación para detener a Liu Qingge!

Los pies de Shen Qingqiu resbalaron e inmediatamente se dio la vuelta para regresar.

Maldición. Liu Qingge solo tenía que venir en este momento. No había forma de que Shen
Qingqiu pudiera arrojarlo al completamente descompuesto Luo Binghe que estaba en medio
de un ataque, ¿verdad?

El Pabellón Huan Hua era el lugar donde las dinastías anteriores de maestros de palacio
cultivaban y residían, y no estaba lejos de su ubicación actual. Shen Qingqiu saltó del techo
en un par de pasos y se mezcló con el gran ejército que se apresuraba. Incluso antes de entrar,
el viento frío le rozaba la cara. Desde adentro llegó un grito de ira lleno de intenciones
asesinas.

―¡Largaos!

Cuando la multitud escuchó las alarmas, algunos discípulos inconscientes habían entrado por
la puerta. Docenas de personas en la primera fila de la multitud fueron enviadas volando por
una ola de energía extremadamente poderosa. Shen Qingqiu, que estaba en el siguiente grupo
de personas, logró esquivar perfectamente este ataque y elegir una buena posición.
Moviéndose entre la marea turbulenta de personas, se abrió paso dentro. Justo cuando entraba
por la puerta, se le puso la piel de gallina por el frío.

Todo el pabellón Huan Hua parecía haberse convertido en una enorme cueva de hielo. Solo
dar un paso adentro era como entrar en un mundo helado de hielo y nieve. El aire frío fluyó
por las mangas y túnicas de Shen Qingqiu, y el sudor frío en su frente y el dorso de su mano
se congeló rápidamente en una capa de hielo delgado.

No solo la temperatura era muy baja, sino que las paredes de todos los lados también estaban
bien selladas y las puertas y ventanas eran herméticas. Toda la cámara estaba fría y oscura. Si
no fuera por el intruso (es decir, Liu Qingge, director de la Oficina de Demolición de la secta
de la montaña Cang Qiong) abriendo a la fuerza un gran espacio, todo el lugar se parecería a
un ataúd de hielo.

En la mesa del asiento en el centro del pabellón, una cortina estaba medio abierta. Unas pocas
túnicas exteriores en blanco y negro estaban apiladas desordenadamente a un lado de la mesa.

El propio Luo Binghe solo llevaba su ropa interior, parecía que acababa de levantarse de su
cama. Su cabello negro estaba suelto y enredado, su ropa desorganizada, su camisa torcida y
abierta. Su rostro era blanco pálido, pero sus labios tenían un toque de rojo sangre. Una luz
fría brilló en sus ojos, la energía espantosa ejerció una presión inmensa. El filo de su espada
quedó expuesto y su postura era de preparación para la batalla.

A siete pasos de distancia, precisamente frente a él, los puños de Liu Qingge se tensaron
sobre la empuñadura de su espada. Toda su cara era verde y azul.

Liu Qingge miró a la calma y compuso a Luo Binghe sentado en la mesa.

―Bastardo ―gruñó, destacando cada sílaba.

En la espada Cheng Luan, la energía espiritual y la intención asesina aumentaron con


violencia mordaz. Shen Qingqiu miró atentamente de un lado a otro entre los dos lados. Sin
embargo, solo echando un vistazo en la dirección que apuntaba la espada de Liu Qingge, en
su mente podía escuchar el ruido de la última pizca de sus cosmovisiones desesperadamente
resistentes completamente destrozadas.

La mano derecha de Luo Binghe se colocó sobre la espada Corazón de Diablo, que nunca
dejó su costado,desenvainándola por la mitad. En su mano izquierda sostenía a una persona.
En lugar de decir que era una persona, sería mejor decir que era "un cuerpo": completamente
sin vida, con la cabeza colgando hacia abajo, extremidades débiles, pero muy suaves. Llevaba
una fina capa de ropa interior. La ropa se había deslizado por debajo de los hombros,
revelando la mitad de una espalda tan blanca como el papel.

―¿Qué has hecho? ―dijo Liu Qingge.

Realmente nunca podría olvidar la escena en este momento. Cuando la espada de Cheng
Luan abrió un hueco, la habitación estaba vacía, aparte de las sombras superpuestas entre las
cortinas de la mesa. ¡Liu Qingge sabía que Luo Binghe debía estar adentro, pero nunca podría
haber imaginado que no estaba solo!

Luo Binghe levantó las cejas y tiró del cuerpo inerte en su mano izquierda para poder
sujetarlo mejor.

―¿Qué dices que he hecho?

Shen Qingqiu estaba completamente sin palabras. Dos personas, para ser específicos, una
persona viva y una persona muerta, que no usaban ropa exterior mientras rodaban desde un
lugar similar a una cama y se enredaban entre ellos... No importaba cómo se mirase, ¡se
necesitarían explicaciones!

Liu Qingge no dijo una palabra, y Cheng Luan apuñaló. La espada Corazón de Diablo
todavía no estaba completamente fuera de su vaina. Sólo usando la vaina, Luo Binghe
bloqueó el filo de Cheng Luan. A medida que se acercaba la feroz energía de la espada, se
inclinó ligeramente hacia un lado. Bloqueó la energía penetrante de la espada fría mientras
protegía el cuerpo en su mano detrás de sí mismo, con la ira en su rostro.

Liu Qingge también descubrió que la activación de Cheng Luan en una habitación tan
estrecha también conllevaba el riesgo de que la energía de la espada afilada dañase el
cadáver. Inmediatamente envainó y comenzó a luchar contra Luo Binghe usando energía
espiritual.

Durante su duelo duro y caído, la ropa de ese cuerpo se soltó y se deslizó hasta la cintura, y la
palma de Luo Binghe se unió directamente a la carne blanca. Los ojos de Liu Qingge se
volvieron completamente inyectados de sangre.

―¡Imbécil, pase lo que pase, es tu Shizun!


―Y si fuese otra persona, ¿crees que haría esto? ―dijo Luo Binghe con calma.

Los discípulos que rodeaban el Palacio Huan Hua estaban completamente estupefactos y con
la boca abierta. Luo Binghe tampoco les prestó atención, completamente enfocado en tratar
con Liu Qingge. En el aire alrededor del cuerpo de ambos hombres, la energía espiritual se
agitó como agua hirviendo, disparando en todas las direcciones. Las expresiones en sus caras
se hicieron más horribles con cada momento que pasaba. Nadie se atrevió a entrar en el
Pabellón Huan Hua por temor a sumarse al caos.

Shen Qingqiu no tenía miedo de sumarse al caos. Simplemente no podía mirar directamente a
esta vista.

Eso era... demasiado duro. ¡Jodidamente hardocre, qué mierda! 

Su cerebro estaba tan lleno de agujeros como la superficie de la luna, pero nunca había
imaginado que llegaría el día en que se convertiría en uno de los personajes principales de
este juego hardcore. El que estaba en los brazos de Luo Binghe... estaba muerto, ¿verdad?
Absolutamente correcto, porque ese era su cadáver, ¿de acuerdo?

Esto ya no era algo "horrible una vez que uno lo pensó detenidamente". Incluso sin pensarlo
detenidamente, ¡esta era una situación claramente horrible!

Aunque no podía mirar directamente, todavía no había olvidado por qué regresó.

Shen Qingqiu se deslizó por detrás de Liu Qingge. Este último levantó la guardia, pensando
que era un atacante furtivo. Se burló y se preparó para usar su poder espiritual para
sorprender a esta otra parte. Sin embargo, colocó una mano sobre su espalda y una corriente
suave pero firme de poder comenzó a fluir en su circulación espiritual.

Con Liu Qingge recibiendo esta ayuda, Luo Binghe ahora era el que estaba siendo
ligeramente reprimido. Liu Qingge todavía no se atrevió a actuar descuidadamente e inclinó
ligeramente la cabeza. Mirando detrás de sí mismo por el rabillo del ojo, solo pudo ver una
cara borrosa que parecía estar usando algo para cubrir su apariencia.

―¿Quién eres? ―susurró.

Shen Qingqiu no respondió, mientras que su mano usó más fuerza. Las dos corrientes de
poder espiritual incomparablemente fuertes se fusionaron en una. Aunque Luo Binghe logró
soportarlo directamente, esta ola de poder espiritual agresivo inevitablemente seguiría su
cuerpo y transmitiría al cadáver en sus manos. Era capaz de disipar esta energía, pero la
persona muerta en sus brazos no podría. Si no lo soltaba, el cuerpo probablemente explotaría.
Luo Binghe no estaba dispuesto a dañar el cadáver, por lo que solo pudo soltar su mano. El
cuerpo fue inmediatamente rebotado por la energía espiritual hirviendo y salió volando.

Incluso después de que Luo Binghe se vio obligado a dejarlo ir, su línea de visión permaneció
firmemente pegada en ese cuerpo, y su rostro mostraba reticencia e impotencia. Al ver su
expresión, Shen Qingqiu no pudo soportarlo. Usar ese método para obligarlo a dejarlo ir se
sintió como si lo estuvieran intimidando.

Unos pocos discípulos que no apreciaban la gravedad de esta situación querían actuar, pero
Luo Binghe gritó:

―¡Fuera, fuera de aquí! ―Mientras agitaba sus mangas a lo lejos, los gritos se elevaron
desde ese lado.

Shen Qingqiu eliminó la corriente de poder espiritual aplicado a la espalda de Liu Qingge.
Con un movimiento de sus suelas, saltó hacia adelante y cuidadosamente atrapó ese cuerpo
en sus brazos.

La sensación de sostener su propio cadáver realmente fue una experiencia extraña y única.
Shen Qingqiu se miró con cuidado. Su antiguo cuerpo todavía tenía una tez muy rosada y
extremidades suaves, no diferente de una persona viva en un sueño profundo, excepto por los
ojos bien cerrados y la falta de aliento.

Al morir por la detonación propia, el poder espiritual se disiparía. No quedaría ningún cultivo
que impida que el cadáver se pudra. Cinco años después de la muerte, simplemente
congelarlo en hielo no podría preservar el cuerpo en esta medida. No había olor a hierbas en
el cuerpo, por lo que no debería haber sido tratado con conservantes químicos. No tenía claro
qué método había usado Luo Binghe.

Shen Qingqiu esquivó un estallido espiritual lo suficientemente poderoso como para dividir
montañas y romper rocas. Levantó la vista para ver la mirada de Luo Binghe completamente
fija en él, su expresión salvaje y feroz. Solo entonces Shen Qingqiu descubrió que la ropa del
cadáver se había resbalado de la parte superior del cuerpo, los huesos y la carne expuestos
mientras lo sostenía en sus brazos. Sumado a cómo lo estaba tocando y mirando...
En fin.

―¡Coge! ―gritó, lanzándolo hacia Liu Qingge como si fuese el juego de la patata caliente.

Shen Qingqiu estaba preocupado de que Luo Binghe activara el parásito de sangre del
Demonio Celestial, pero ya sea porque había sido abrumado por la intención de matar o por
su ansiedad, Luo Binghe parecía que se había olvidado de esa carta de triunfo.

Liu Qingge atrapó el cuerpo con una mano y llamó a Cheng Luan con la otra, venciendo
fácilmente al asedio de los discípulos del Palacio Huan Hua. Después de ser arrojado de un
lado a otro por ellos, la ropa del cadáver se había separado por completo de la parte superior
del cuerpo. Liu Qingge acababa de tocarlo cuando sintió que su palma se pegaba a la piel
suave, tanto fina como fría. El área que tocó parecía tener una leve corriente eléctrica
arrastrándose sobre él, y todo su cuerpo se congeló. No importa dónde lo sostuvo, en todas
partes parecía inadecuado, y casi lo dejó caer.

Al final, logró resistir el impulso. Se quitó la bata exterior y lo envolvió con un movimiento
rápido. Cheng Luan voló hacia él y flotó constantemente ante sus pies.

Las pupilas de Luo Binghe se habían vuelto completamente de color rojo brillante. Todo el
pabellón Huan Hua era similar a una caja sellada con una bomba colocada dentro. Cuando la
bomba explotó, todas las paredes se derrumbaron con un estruendo.

Junto con la arena voladora y las piedras, aparte de todas las numerosas personas, hubo dos
elementos que hicieron un ruido metálico resonante cuando tocaron el suelo. Shen Qingqiu
centró su visión y vio que en realidad eran dos espadas.

Zheng Yang y Xiu Ya.

Esas dos espadas rotas una vez compartieron un destino común y se hicieron añicos en
innumerables piezas. No estaba claro cómo habían sido reparadas, unidas y colocadas en el
Pabellón Huan Hua. Solo con el colapso del pabellón volvieron a ver el cielo y el sol.

Al ver esas dos espadas una vez más, Shen Qingqiu sintió un sabor extraño en su estómago y
miró a Luo Binghe. Si su ropa al inicio ya estaba desordenada, después de toda la lucha la
camisa se había abierto por completo. Su pecho estaba descubierto, y se veía con claridad la
horrible cicatriz de una puñalada cerca de su corazón.
Con su capacidad de autorregeneración no debería haber sido un problema y ni siquiera
debería de haberle quedado cicatriz, por lo que era evidente que estaba ahí por algo.

―¡Liu Qingge, por Shizun te he dejado vivir una y otra vez! ―rugió Luo Binghe―. ¡Si
insistes en buscar la muerte, no dudaré!

Su repentino estallido de poder espiritual fue tan poderoso que casi hace que Shen Qingqiu se
tambalee.

―¡Vete! ―le gritó a Liu Qingge, sabiendo que el temperamento de Luo Binghe había
estallado.

¡Parecía que desde que llegó a ese mundo, no paraba de hacer sacrificios estúpidos ​para
cubrir el retiro de los demás! Liu Qingge lo miró y, de hecho, ni siquiera dudó: se fue de
inmediato, llevando ese cuerpo bajo los brazos mientras saltaba sobre su espada para salir tan
rápido como un rayo.

Luo Binghe originalmente quería atacar, pero inesperadamente sintió que su corazón
temblaba: la reacción violenta de la espada Xin Mo salió de la nada y lo ralentizó. Miró
impotente cuando Liu Qingge se fue con el cadáver de Shen Qingqiu debajo de su brazo.

Aturdido, Luo Binghe permaneció en su lugar como si el cielo se hubiera caído, incluso
olvidando el contraataque. Por un instante, el vacío apareció en su rostro, como un niño al
que le quitaron su cosa más querida del mundo. Shen Qingqiu había planeado aprovechar su
aturdimiento para pescar en aguas turbulentas y escapar. Pero cuando vio esta situación, por
alguna razón desconocida, su talón se pegó al suelo y ese destello insoportable se hizo más y
más intenso.

Pero incluso si no podía soportarlo, no había nada que pudiera hacer. Si continuaba dejando
que Luo Binghe sostuviera ese cadáver, ¡no estaba claro qué haría con él, por Dios!

El problema vino con el ablandamiento prematuro de su corazón. No se había escapado con


éxito cuando Luo Binghe volvió la cabeza de repente, esos dos violentos ojos rojos se fijaron
directamente en él.

La espada Xin Mo tembló en su vaina con alegría y malicia. Los ojos de Luo Binghe le
dijeron claramente a Shen Qingqiu que definitivamente se convertiría en carne picada en un
momento. Al ver su mirada furiosa y afligida, Shen Qingqiu retrocedió dos pasos. De repente,
como si su razón hubiera sido hechizada, quería decirle a Luo Binghe la verdad.

Quería decirle: "No estés tan triste, Shizun no está muerto".

Justo cuando movía sus labios, una sombra negra brilló entre la multitud de discípulos del
Palacio Huan Hua.

La figura se movió con notable rapidez, envolviendo a Shen Qingqiu y saliendo como un
torbellino. Incluso con la excelente vista y velocidad de reacción de Luo Binghe, en realidad
ni siquiera pudo verlo.

Se quedó quieto en el mismo lugar, mirando fríamente las ruinas restantes del pabellón Huan
Hua, dilapidado. La multitud de discípulos del Palacio Huan Hua había sido incapaz de
involucrarse, pero entendieron que Luo Binghe estaba incómodo esa noche después de esa
derrota inesperada e inevitablemente estallaría como una tormenta eléctrica.

Las masas de discípulos se apresuraron a arrodillarse. Sha Hualing apareció por fin, corriendo
hacia él. Ni siquiera llegó a acercarse cuando Luo Binghe la empujó, mandándola volar hacia
atrás. Ella escupió sangre.

―¡Señor, cálmate! ¡Cálmate! ―gritó, aterrorizada.

―Ese tipo que trajiste no estaba mal ―dijo.

Ese "no está mal" fue aún más aterrador que escuchar a Luo Binghe ordenar su ejecución en
el acto.

―¡Tengo algo que informar! ―se apresuró a decir, antes de que su alma abandonase su
cuerpo―. Liu Qingge no era el único intruso. Él había explorado la formación del laberinto
por la noche, pero no pudo romperla. Alguien más destruyó la formación y por eso él pudo
entrar.

Luo Binghe miró en la dirección en que Liu Qingge había desaparecido en su espada.
Lentamente apretó los puños, con los nudillos crujiendo.
―Fin del Capítulo 50―

CAPÍTULO 51

Sha Hualing pensó que a Luo Binghe definitivamente no le importaba quién era el otro
invasor. Lo más probable es que solo se preocupara por el cadáver de Shen Qingqiu, que
había sido robado.

―Liu Qingge no puede llegar muy lejos llevando eso... eso solo. Lo perseguiremos ―dijo,
cambiando rápidamente su tono.

―No es necesario ―respondió Luo Binghe. Sha Hualing tembló ligeramente―. Iré yo
mismo. Llama a Mo Bei.

Esa vez, Shen Qingqiu finalmente supo cuán gentil había sido Luo Binghe en el pasado
mientras controlaba los parásitos de sangre en su cuerpo.

Si Luo Binghe realmente quería matar a alguien usando su antigua sangre de demonio,
entonces no había forma de que solo fuera dolor al nivel de calambres menstruales. Él podría
hacerte desear que estuvieras muerto en lugar de estar vivo, donde sentirías tanto dolor que ni
siquiera podrías pararte derecho o hablar. Solo podías rodar por el suelo, y después de
terminar de rodar, solo podías recostarte allí como un cadáver, pero la agonía en tu cuerpo no
disminuiría ni un poco. No había forma de que pudieras esperar a que el dolor se calmara o se
acostumbrara.

Después de que la furia de la lucha pasó, Luo Binghe finalmente recordó que todavía tenía
algo como la antigua sangre de demonio.

La persona que se había aprovechado del caos y lo había sacado en ese momento
probablemente ya lo había llevado a un lugar seguro. Disminuyó la velocidad y lo apoyó
mientras caminaban. Shen Qingqiu quería sentarse, no caminar, pero ya no tenía fuerzas para
hablar. Fue arrastrado por un tiempo, más muerto que vivo, antes de que esa persona
finalmente descubriera que algo no estaba del todo bien.

Colocó a Shen Qingqiu en el suelo. Su voz era suave y refrescante, y habló un poco despacio.
Parecía ser un hombre joven y preguntó con profunda preocupación:

―¿Qué te pasa? ¿Te has hecho daño?

Shen Qingqiu movió sus labios un poco, pero aún no tenía fuerzas para decir una sola
palabra. En este momento, parecía que había millones y millones de gusanos que tenían un
fiesta dentro de sus vasos sanguíneos, mordiendo y expandiéndose, retorciéndose y
revolviéndose. Se sentía asqueroso y agonizante.

Comparado con aquella vez cuando Luo Binghe lo usó con él, había sido hasta piadoso.

Shen Qingqiu revisó rápidamente todos los diversos logros que había obtenido bajo el
comando del estúpido sistema durante los últimos años, y realmente sintió que esa situación
se pasaba de absurda.

¡¿Qué parte de la historia salió mal y causó que Luo Binghe fuera así?! Shen Qingqiu sabía
que él mismo era un hombre inconfundiblemente heterosexual desde que nació. Tampoco
debería haber necesidad de dudar de la orientación sexual de Luo Binghe. Entonces, ¿de
quién fue la culpa exactamente?

No había necesidad de pensarlo más. Si los personajes se desmoronaron, entonces


definitivamente era el problema del autor. ¡Fue todo culpa de Avión Disparando hacia el
Cielo!

Se habría reído secamente si no se hubiese estado retorciendo de dolor, la verdad. No


consiguió moverse mucho hasta que aquella persona lo sujetó, tocándole la frente y las
mejillas. La barba mal pegada se había caído por el camino, y toda su cara estaba cubierta de
sudor frío. Ese tipo siguió tanteándolo hasta que llegó a su pecho y su abdomen.

Por alguna razón, sentía que podía soportar mejor el dolor en los sitios en los que tocaba.

―Amigo... ¿qué tocas? ―no pudo evitar preguntar.


Si hubiese pasado antes, no le habría importado que otras personas (refiriéndose
particularmente a las personas del mismo sexo) lo tocaran. Podían tocarlo donde quisieran,
por favor, haced lo que queráis. Pero desde que Luo Binghe le había abierto una serie de
puertas a un mundo completamente nuevo, la visión del mundo que Shen Qingqiu había
formado durante sus últimos veinte años había recibido un duro golpe. A partir de ahora,
tendría que usar una perspectiva completamente nueva y una actitud sensible para ver este
mundo.

¡Especialmente el problema de hacer amigos con personas del mismo sexo!

―Lo siento ―se disculpó esa persona, soltándolo rápidamente―. No era a propósito.

―¡No, no, no! ¡Anímate y toca! ¡Por favor continua! ¡Gracias!

No malinterpretéis. Cuando lo soltó, todo el cuerpo le comenzó a doler horriblemente de


nuevo. Parecía que esta persona ... ¡realmente podía aplacar la antigua sangre de demonio!

Shen Qingqiu volvió la cabeza. Bajo la luz de la Luna, no podía distinguir las características
de su acompañante, pero era más o menos el contorno de alguien con rasgos brillantes y
delicados. Sus ojos eran extremadamente cristalinos, reflejaban la figura de Shen Qingqiu y
la clara y brillante luz de la luna como el rocío.

Le miró fijamente, pero antes de poder recordar algo, un dolor le atravesó la cabeza. Soltó un
gemido adolorido y se derrumbó, golpeando violentamente el puño contra el sueño.

Sintió que alguien lo levantaba bruscamente por la parte de atrás de su túnica. La mandíbula
le dolió cuando le forzaron a abrir su boca y le obligaba a beber un líquido caliente. La
lengua se le adormeció por el ácido y se atragantó, queriendo escupirlo, pero esa persona le
tapó la boca.

―Trágalo ―dijo, con un tono extremadamente gentil.

La garganta de Shen Qingqiu se sacudió violentamente y, en un momento de prisa, tragó. Un


poco del líquido desconocido goteó de la esquina de su boca, y bajó la cabeza mientras tosía
violentamente. Ese hombre se puso a un lado y le dio unas palmaditas en la espalda,
ayudándolo a calmarse.
Sorprendentemente, después de que este líquido entró en su boca, la agonía de las picaduras
de los gusanos de sangre, que lo habían atormentado todo el camino, desapareció
rápidamente.

―¿Qué era eso? ―preguntó, completamente alerta. El dolor había desaparecido, y eso sólo
hizo que fuese su corazón lo que se tensase.

―¿Duele aún?

Ya no dolía más. Realmente ya no dolía. Pero la razón por la que daba miedo era porque ya
no dolía. ¡Nunca había escuchado que algo como la antigua sangre de demonio tuviera un
antídoto!

Cuando el sentido del gusto volvió lentamente a su lengua, Shen Qingqiu sintió que el olor a
sangre en su boca se hacía aún más fuerte. Fuerte hasta el punto de que casi quería vomitar.
La novela original lo dijo muy claro: no había medicina que fuera efectiva contra la antigua
sangre de demonio.

Solo la antigua sangre de otro demonio podía.

No jodas.

No solo lo bebió dos veces, sino que bebió la antigua sangre de demonio de dos personas
diferentes. Realmente era un tipo desgraciado, ah.

Con la mente aturdida, Shen Qingqiu dejó escapar un suspiro alegre y se cayó. El sonido de
la carne desgarrada vino acompañado por el ruido distante y ronco de gritos miserables.

Shen Qingqiu presionó una mano contra sus sienes, y la escena ante sus ojos se aclaró
lentamente.

Un océano de sangre. Una montaña de cadáveres.

Luo Binghe estaba de pie en este ambiente de purgatorio. Vestía todo de negro, por lo que no
podía teñirse con el color de la sangre, pero la mitad de su cara estaba salpicada de manchas
de color rojo oscuro. La espada en su mano se levantó y cayó con insensibilidad como una
máquina.

Originalmente, cuando Shen Qingqiu vio a Luo Binghe, la imagen de él abrazando su propio
cadáver y rodando fuera de la cama con él debería haber surgido por sí mismo en su mente, y
debería haber sido difícil mirarlo directamente. Pero en este momento, Luo Binghe estaba
masacrando las cosas que había creado en su propio paisaje onírico. Era lo equivalente a
coger un cuchillo y apuñalárselo a sí mismo en la frente.

A pesar de que a Shen Qingqiu siempre le gustaba decir que Luo Binghe era un masoquista y
le encantaba torturarse a sí mismo, no había forma de que pudiese disfrutar de algo así a ese
nivel.

Luo Binghe levantó la cabeza y lo miró con ojos nublados, como si su mente no estuviera
clara. Pero en el momento en que sus ojos reflejaron la figura de Shen Qingqiu, se iluminaron
instantáneamente, y él lanzó su espada larga muy, muy lejos. Escondió sus manos manchadas
de sangre detrás de su espalda y llamó en voz baja.

―Shizun.

Luego, de repente recordó que su rostro también estaba ensangrentado y usó sus mangas para
limpiar los rastros de sangre en la mitad de su rostro, como si estuviera tratando de salvarse.
Pero cuanto más se limpiaba, más se ensuciaba y se inquietaba cada vez más como un niño
que había sido atrapado con las manos en la masa por robar algo.

Fue difícil la primera vez, pero ésta ya era la segunda. Shen Qingqiu ahora tenía experiencia
fingiendo ser producto de la inteligencia artificial, así que se sintió bastante tranquilo.

―¿Qué haces? ―preguntó, suavizando la voz.

―Yo... te he perdido de nuevo ―susurró Luo Binghe―. Soy inútil, ni siquiera pude proteger
tu cuerpo.

Al oír eso, a Shen Qingqiu le fue difícil reprimir una mueca.

Entonces, al matar brutalmente las cosas que había creado en su paisaje de sueños, podría
considerarse que se estaba ... ¿disciplinando a sí mismo?
Al observar cuán hábil era Luo Binghe en esto, Shen Qingqiu temía que no fuera la primera
vez que lo hacía. No era de extrañar que la última vez no fuese capaz de diferenciar si era
producto de su imaginación o un intruso del mundo exterior.

―Está bien... ―dijo Shen Qingqiu con un suspiro, consolándolo―. No pasa nada.

―Pero era lo único que me quedaba ―contestó, mirándolo sin expresión.

Shen Qingqiu de repente no se atrevió a mirarlo directamente a los ojos. ¿De verdad había
abrazado su cadáver durante cinco años?

―Después de la ciudad de Huayue, juré que nunca volvería a perderte. Pero aun así... ―la
voz de Luo Binghe de repente se enfrió.

El resentimiento y el color rojo oscuro en sus ojos eran igualmente turbulentos y arraigados.
La espada que había arrojado voló en el aire después de su invocación, y atravesó los pechos
de varias 'personas' que estaban muriendo y luchando. El sonido de los gritos llenó sus oídos
al instante.

―No seas estúpido, te estás haciendo daño a ti mismo ―lo reprendió―. No me digas que
has olvidado algo como eso.

Por supuesto que Luo Binghe no lo habría olvidado. Miró directamente a Shen Qingqiu antes
de agarrar el dorso de su mano.

―Sólo en un sueño me regañarías así, Shizun ―dijo, después de una larga pausa.

Al oír eso, fue como si Shen Qingqiu despertase del ensueño. Eso no se había sentido del
todo correcto.

No podía tratar a Luo Binghe así. Si no tenía otras intenciones con él, entonces no debería
darle esperanza. Cuanto mayores eran sus esperanzas, mayor sería su decepción. Seguiría
delirando, y la probabilidad de que se volviera loco también aumentaría.

Incluso si fuera en un sueño, probablemente no debería tratarlo de esa forma. Tenía que tomar
una decisión firme o, de lo contrario, si su relación seguía siendo ambigua, solo conduciría a
la desgracia. Shen Qingqiu retiró firmemente su mano y ajustó la expresión de su rostro,
adoptando su mejor expresión distante e inaccesible antes de darse la vuelta y alejarse.
Al verse rechazado, Luo Binghe se quedó atónito unos instantes, antes de alcanzarlo de
nuevo.

―Shizun, para, estaba equivocado.

―Si sabes que estabas equivocado entonces no me sigas ―respondió fríamente.

―Hace mucho que me arrepiento, pero nunca supe cómo decírtelo. ¿Todavía estás enfadado
porque te forcé a autodestruirte? Ya he reparado completamente la red espiritual de tu cuerpo,
¡en serio, no te miento! En cuanto pueda entrar al Mausoleo, encontraré la forma de
resucitarte.

Shen Qingqiu no respondió, dudando de si debía o no decir algo un poco más cruel para que
olvidara esa idea. Pero Luo Binghe de repente se apresuró y lo abrazó por detrás, abrazándolo
con firmeza, negándose a soltarlo.

Todo su cuerpo se puso rígido al instante, y una desagradable sensación hizo que el vello se le
erizase. Acumuló algo de energía espiritual en su puño.

―¡Suéltame! ―gruñó, apretando los dientes.

¡No quería tomar ese camino, no se suponía que sería así después de que Luo Binghe se
oscureciera!

―¿Estás enfadado por lo que pasó en la ciudad de Jinlan? ―preguntó, como si no lo hubiese
escuchado.

―Sí.

―Cuando volví del Abismo sin Fin, me enteré de que habías declarado que la raza
demoníaca me había matado ―murmuró Luo Binghe, negándose a soltarlo―. Pensé que
estabas intentando proteger mi reputación, pero después de encontrarnos y ver tu reacción,
tuve miedo. Miedo de que hubieses mentido al mundo entero porque pensabas que si se
enteraban de que habías criado a un... demonio, tu reputación se mancharía ―las palabras
fluyeron de sus labios, una tras otra con rapidez, como si temiese ser interrumpido―. No soy
quien trajo a esos Sembradores. Estaba enfadado y dejé que te encerraran en esa prisión de
agua... Hace mucho que estoy equivocado.
Si ese fuese el Luo Binghe real, no podría permitirse sonar tan patético. Probablemente sólo
divagaba porque pensaba que estaba en la seguridad de su sueño. Si Shen Qingqiu ahora lo
empujaba, sería como darle una bofetada a una doncella temblorosa y llorosa que había
reunido el valor para confesarse a su amado. Quizás era algo cruel.

Se sentía conmovido, pero también pensó que toda esa situación era ridícula. ¿Qué era más
ridículo que descubrir que el tipo del que te escondías durante años en realidad no quería
matarte, sino hacerte otra cosa? Ya sea matar o follar, Shen Qingqiu huiría lo más lejos
posible. Ni hablar, no quería oír hablar de ninguna de las dos opciones.

Uno quería ver al otro, pero como no podía, abrazó un cadáver durante cinco años. El otro no
quería ver al uno, pero sentía que aun así lo había visto demasiado. Ridículo, ¿veis?

Los puños de Shen Qingqiu seguían rígidos, por lo que intentó relajarse. Suspiró fuertemente,
acariciando a ese hombre que era más alto que él.

«En serio, ¿qué mierda estoy haciendo?» pensó.

Su harem no tenía importancia, ese protagonista oscuro no tenía a nadie y encima aún era
virgen. Shen Qingqiu hasta se sentía mal por seguir atacándolo.

Él instantáneamente le agarró la mano con fuerza. Shen Qingqiu sintió que la piel de la palma
de Luo Binghe era ligeramente irregular contra el dorso de su mano, y cuando miró de cerca,
descubrió que era una herida de espada.

Al principio,no entendía cómo tenía tantas cicatrices en su cuerpo, pero en ese momento, de
repente lo recordó. Durante su cita nocturna en la ciudad de Jinlan, Luo Binghe había jugado
al gato y ratón con él. Cuando finalmente lo atrapó, Shen Qingqiu lo había apuñalado. En ese
momento, Luo Binghe había atrapado el filo de la espada Xiu Ya directamente con su propia
mano.

En cuanto a la herida en su pecho cerca de su corazón... Bueno, eso había pasado cuando lo
apuñaló para empujarlo por el Abismo sin Fin.

Parecía que cada vez que quería hacerle daño, él se lo permitía. Aunque nunca había querido
hacerle daño a propósito, cabe decir en su defensa.
Peor aún, Luo Binghe ni siquiera cerraba sus heridas. Más bien, decidió conservarlas todas
deliberadamente.

―Fin del Capítulo 51―

CAPÍTULO 52

No hace mucho, Shen Qingqiu aún habría podido creer que Luo Binghe naturalmente todavía
le tenía rencor y guardaba las cicatrices para poder recordar su odio. Pero ahora, no podía
engañarse más sobre el significado de estas acciones.

Después de leer tanto tiempo una novela, incluso después de criarlo desde la infancia, nunca
habría imaginado que Luo Binghe era en realidad un joven de corazón puro. Ese protagonista
semental profundamente emocional, después de convertirse en un manga cortada, fue tan
lejos como para abandonar por completo la parte de 'semental' de su personaje. Ese Luo
Binghe, a quien había criado inclinado hacia quién sabe dónde, tenía un corazón más delicado
que una joven doncella, tanto masoquista como fácil de dañar.

O tal vez no fue que nunca lo había descubierto, sino que nunca había pensado en
descubrirlo. Cuando todo estuvo dicho y hecho, Shen Qingqiu todavía había considerado a
Luo Binghe como el protagonista de una novela y a sí mismo como un observador desde
lejos, ocasionalmente jugando para su propia diversión. La mayor parte del tiempo se había
mantenido a distancia. A sus ojos, había superpuesto una imagen del Luo Binghe original con
este, y no se había dado cuenta de cómo se desviaba de la línea del original.

A pesar de que Shen Qingqiu sintió que este tipo de Luo Binghe era extremadamente
incómodo de tratar, realmente no sabía qué hacer.

Todavía estaba sacudiendo su cerebro en busca de soluciones y, desde este ángulo, no podía
ver la sombra de una sonrisa torcida que inclinaba la esquina de la boca de Luo Binghe.

Después de despertarse, Shen Qingqiu abrió los ojos y vio un velo de muselina blanco como
la nieve sobre él. Alguien abrió la puerta y entró.
―¿Estás despierto? ―preguntó esa persona, cerrando suavamente la puerta detrás de él.

Shen Qingqiu giró la cabeza y miró al otro por el rabillo del ojo.

Bajo la luz de las linternas y la cálida Luna, ese hombre tenía una cara agradable de ver. La
comisura de su boca contenía una sonrisa, y era claramente de inteligencia y talento
incomparables. Sus ojos, especialmente, exhibían una especie de aire cálido e ingenioso.

Él conocía ese par de ojos. Ojos que habían surgido del lago Lushui.

Shen Qingqiu rodó a una posición sentada y una bolsa de hielo cayó de su frente. El hombre
se agachó para recuperarlo y lo colocó sobre la mesa, reemplazándolo por uno nuevo.

Al ver esto, Shen Qingqiu se avergonzaría de decir la avalancha de "¿Quién eres?" Y "¿Qué
quieres?" Acumulándose bajo su lengua.

―Muchas gracias señor, por ayudarme a escapar del palacio Huan Hua ―dijo con un tono
reservado, tosiendo una vez.

―Los humanos tienen un dicho: "una gota de bondad se paga como un manantial". Además,
la amabilidad que usted mostró supera con creces una gota, Shen Qingqiu ―contestó el joven
sonriendo, de pie junto a la mesa.

En primer lugar, ese joven era ese hombre serpiente del bosque de Bai Lu.

En segundo lugar, ese joven sabía quién era.

―¿Tianlang-Jun?[1] ―preguntó.

La razón por la cual la antigua línea de demonios celestiales se llamaba "celestial" era
porque, según la leyenda, su línea de sangre había elegido caer en desgracia y dejar el reino
celestial para convertirse en demonios. Solo un demonio celestial con un linaje más puro que
el de Luo Binghe podría suprimir la sangre del demonio celestial dentro del cuerpo de Shen
Qingqiu. En ese caso, surgió un problema. Shen Qingqiu sabía del linaje del Demonio
Celestial, el trabajo original solo había nombrado dos: Luo Binghe y su padre. ¿Quién más
podría ser?
Pero algo malo no sucederá tres veces[2]. El método increíble de resolución de acertijos de
Shen Qingqiu, que había tenido éxito hasta la fecha, finalmente se dio un cabezazo contra la
pared.

―Maestro Shen, tratarme como Junshang[3] es realmente un honor excesivo ―dijo el


hombre, sacudiendo la cabeza.

Al escuchar la palabra "Junshang", Shen Qingqiu finalmente supo quién era.

En la apertura de la obra original, Tianlang-Jun ya había sido suprimido bajo una alta
montaña. En cuanto a esa antigua guerra, Avión Disparando hacia el Cielo apenas tocó el
tema porque tenía poco que ver con la trama de semental seductor del protagonista.
Simplemente dijo que Tianlang-Jun no era rival para un asedio de todos los mejores
cultivadores del Reino Humano juntos, y que fue 'encarcelado' bajo una montaña X.

¿Qué montaña era esa? Shen Qingqiu nunca se lo había preguntado. Pero después de
despertar su curiosidad, finalmente recordó su nombre.

Montaña Bailu.

¡Bosque de Bailu en la montaña Bailu!

Shen Qingqiu miró al hombre de arriba abajo. ¡Así que este era el "general de confianza y
confidente" del padre de Luo Binghe!

Mirándolo ahora, ya no podía ver rastros de sus deformidades como serpientes. Shen Qingqiu
tragó saliva y dijo:

―¿Puedo aventurarme a preguntarle, señor... cuál es su nombre?

―El segundo al mando de Tianlang-Jun, Zhuzhi-Lang[4] ―respondió el hombre


cortésmente.

Sus palabras acababan de salir de su boca cuando el Sistema dio una notificación: 【Reparó la
integridad de la historia y desbloqueó el personaje secreto. Puntos B: +300. ¡Evento de
relleno de agujero de trama activado. Puntos B: + 100!】

Un estallido de emoción incontrolable repentinamente brotó en Shen Qingqiu.


"Relleno de huecos" definitivamente se refería a esas masacres y asesinatos engañosos detrás
de escena con explicaciones poco claras o errores de configuración en el trabajo original. Esa
fue la razón principal por la que Shen Qingqiu quiso tirar la novela por la ventana o quemarla
mientras la leía.

Ahora, él había encontrado a un personaje que nunca había aparecido directamente en el


escenario, y el Sistema había abierto un evento de relleno de agujeros en la trama. ¡¿Podría
ser que, a continuación, finalmente descubriría la verdad detrás de esos agujeros gigantes de
la trama que podrían cubrir el cielo?!

―Le salvé una vez, y también me salvaste. Estamos en paz ―dijo Shen Qingqiu.

Con eso se refería a que aquella vez, en el lago, evitó que Gongyi Xiao lo matase.

―Si no fuese por usted, Maestro Shen, me temo que nunca habría podido acercarme a la
Semilla de Flor del Rocío del Sol y la Luna. ¿Cómo puedes decir que estamos en paz? Tengo
que saldar la deuda ―respondió Zhuzhi-Lang, sacudiendo la cabeza.

―Está bien, podemos discutirlo más tarde. ¿Puede extraer esas dos sangres demoníacas de la
mía? ¿Tienen que estar ahí?

Era como si tuvieras un parásito en tu cuerpo y el método de tratamiento del médico fuera
poner otro parásito para combatirlo. No importa cómo lo pienses, ¡la situación era aún más
terrible!

―Ah... Es la primera vez que uso la sangre del Demonio Celestial. No sé si hay forma de
disiparla... ―Aunque la respuesta apaciguó su espíritu, Shen Qingqiu aún expresó su
comprensión. Después de que la sangre ingresó al cuerpo y se disolvió sin dejar rastro,
realmente no sería razonable separarla nuevamente. Zhuzhi-Lang agregó―: Aunque no se
puede disipar, mientras mi sangre también esté en su cuerpo, la otra sangre no se podrá
activar. Después de ir al Reino Demonio, no habrá rastro que seguir y no habrá forma de que
pueda atormentarte más.

No, no, no, un momento. Sólo un momentito.

―¿Cuándo dije que quería ir al Reino Demonio? ―dijo Shen Qingqiu.

―Nos iremos muy pronto.


―Eso de 'saldar la deuda' que dijo antes... ¿va a llevarme al Reino Demoníaco?

¿Qué iban a hacer allí? Era escaso en suministros y recursos naturales, la cultura y las
costumbres eran incompatibles, y él no estaría aclimatado al medio ambiente. Además, había
un montón de preocupaciones más urgentes justo debajo de sus ojos. Antes, mientras su
cerebro estaba aterrorizado por el comportamiento casi necrofílico de Luo Binghe, había
dejado que Liu Qingge se saliera con su cuerpo original. ¿Y si la Secta de la Montaña Cang
Qiong corría peligro? ¿Luo Binghe llegaría hasta allí?

Tenía que regresar y despejar el aire entre todos los involucrados. Shen Qingqiu arrojó
inmediatamente la colcha a un lado, planeando huir. ¿Quién sabía que justo cuando
comenzaba a moverse, sentiría algo suave y pegajoso, suave y helado subiendo por su pierna?

Una serpiente verde jade extendió lentamente la cabeza fuera del edredón, moviendo una
lengua escarlata hacia él con un siseo.

Esta serpiente tenía tres dedos de grosor y, a primera vista, era similar a la víbora venenosa
del árbol verde chino del Reino Humano. Las cuencas de los ojos eran extremadamente
grandes y las pupilas extremadamente pequeñas, y el contraste conmocionó al ojo y asombró
al corazón. Pero Shen Qingqiu no temía a este tipo de animal de cuerpo blando. Mirándolo
con una mirada fría, ocultó sigilosamente el poder espiritual en la palma de su mano,
planeando tomarlo desprevenidos. De repente, la serpiente verde jade retrocedió, con la boca
roja abierta.

A simple vista, no era más que una serpiente, pero de su boca emitió un chillido penetrante
que podría provenir de una garganta humana. Al mismo tiempo, los dardos verdes
densamente llenos explotaron detrás de su cabeza como una flor floreciente. Las puntas
afiladas estaban cubiertas de rojo escarlata; era obvio ver que eran extremadamente
venenosos. El cuerpo de la serpiente se infló varias veces como si hubiera sido bombeado con
aire. Hace un momento, se podría decir que era una serpiente ornamental delicada y linda,
pero ahora era una especie de monstruo maldito.

La variedad de bichos del Reino Demoníaco era ciertamente salvaje. Shen Qingqiu disipó de
inmediato cualquier intención de tocarlo con sus propias manos.

Zhuzhi-Lang sirvió una taza de té, colocándola sobre la mesa.


―Maestro Shen, ¿por qué quiere irse sin dejar que termine mi explicación? De verdad quiero
saldar mi deuda ―dijo suavemente.

―Quieres que vaya al Reino Demoníaco, y si no, pones esta clase de bichos en mi cama.
¿Ésta es tu forma de saldar tu deuda? ―contraatacó Shen Qingqiu, mordiéndose el labio.

―No sólo en tu cama ―sonrió Zhuzhi-Lang.

Otra pequeña serpiente que era tan gruesa como un pulgar se deslizó por la ropa de Shen
Qingqiu.

Esta serpiente había estado escondida en su ropa todo el tiempo y, al haber sido calentada por
la temperatura de su cuerpo, estaba anidando cómodamente, sin moverse un poco. Shen
Qingqiu ni siquiera notó su presencia. Con un siseo incesante, una avalancha de innumerables
serpientes verdes, algunas gruesas y otras delgadas, salió de debajo de la cama, tapizando
todo el piso.

―¿Raza serpiente? ―preguntó Shen Qingqiu, taciturno.

―Mi padre era de la frontera del sur.

No era de extrañar que se llamara así.

La Raza Demonio le dio mucha importancia a la clase social y al linaje. Los demonios
comunes o los demonios con linajes humildes no podían tomar el título de "Jun". Shen
Qingqiu lo pensó detenidamente: esa parte de su nombre era un sufijo que representaba su
estatus social, como la forma en que uno no debe invadir el nombre tabú del emperador.

El tiempo de Luo Binghe ocupando el asiento superior no había transcurrido sin problemas, y
eso se debía a que el demonio "XX-Jun" tenía mucho que decir sobre la porción humana de
su sangre mezclada. En cuanto a los personajes con el tipo de nombre "XX-Lang", Luo
Binghe había matado a más de unos pocos en las primeras etapas de la trama del Reino
Demonio. Entonces, concluyó Shen Qingqiu, aquellos con ese nombre no eran de clase baja,
pero tampocon de origen extraordinario.

Zhuzhi-Lang, sin duda, pertenecía a la línea de sangre del Demonio Celestial, pero no podía
tomar el título de Jun. El problema era definitivamente sangre mezclada.
La raza serpiente vivía en una comunidad en la frontera sur del Reino Demoníaco. Hablando
estrictamente, todavía contaban como parte de la Raza Demonio, pero sus cuerpos tomaron la
forma de serpientes gigantes. Nacieron así, y con el aumento de la edad y el cultivo, muy
pocos se transformaron para adoptar una apariencia humana, perdiendo sus escamas. La
mayoría de ellos se quedaron en forma de serpiente toda su vida.

―¿Quién es tu madre? ―preguntó Shen Qingqiu.

―La hermana menor de Tianlang-Jun.

En cualquier caso, la hermana menor de Tianlang-Jun contaba como una princesa del Reino
Demoníaco. ¿Era preocupante que esa mujer hubiese tenido un hijo con una serpiente?
¡Bueno, estaba jodida!

―Entonces... ¿eres como el primo de Luo Binghe? ―Shen Qingqiu soportó esas dos
serpientes merodeando por su pierna y su estómago―. ¿No puedes decirles que no... se
metan en mi ropa?

―Parecen aficionadas a usted. Lo siento, no puedo hacer nada.

«¿Me ves cara de imbécil o qué? ¿Quién creería que no puedes hacer nada?»

―¿Por qué irías al templo Huan Hua? ―preguntó Shen Qingqiu, apretando los dientes.

―En realidad, fui para ocuparme de algunos asuntos oficiales. No pensaba encontrarme con
usted ―explicó Zhuzhi-Lang con mucha paciencia.

―¿Asuntos oficiales? ―el corazón de Shen Qingqiu dio un salto―. ¿No tendrá que ver con
Luo Binghe?

¿Unir manos para declararse tiranos? ¿Conflictos dentro del Reino Demoníaco? ¿O fue una
situación de "mover el cielo y la tierra, una reunión familiar de demonios profundamente
emocional después de muchos años de separación, llorando sobre los hombros del otro"?

Esa vez, Zhuzhi-Lang sonrió y no respondió.

―Me temo que no fue una situación conmovedora visitar nuevos suegros después de un
matrimonio de negocios oficiales ―dijo Shen Qingqiu.
―Sólo obedecía las órdenes de mi señor ―contestó Zhuzhi-Lang.

―Ese cuerpo... ¿fue moldeado por la Flor del Rocío del Sol y la Luna?

El problema no era que la usara para sí mismo, sino que la usara para crear un cuerpo para
Tianlang-Jun. Él había sido reprimido debajo de la montaña, sin poder hacer nada más que
respirar. Su cuerpo original probablemente estaría destrozado después de tanto tiempo.

Shen Qingqiu tuvo una premonición no del todo maravillosa, de que ese descuidado aleteo de
las alas de una mariposa había liberado a un monstruo impresionante. No habiendo recibido
una respuesta, su mente no podía descansar.

―Llevarme al Reino Demoníaco... ¿eso es orden de tu señor? ―continuó.

Cada vez que sus preguntas tocaban el tema de Tianlang-Jun, Zhuzhi-Lang se callaba y se
negaba a responder, sólo con una sonrisa educada que hacía que otros se asfixiaran con
resentimiento. Solo cuando Shen Qingqiu finalmente se retiró en la derrota, abrió la boca, aún
con su típico estilo refinado y cortés.

―Descanse bien, Maestro Shen. Si tiene alguna necesidad, por favor, dígalo y
definitivamente haré lo que pueda. Podemos partir hacia las tierras fronterizas mañana.

―¿Tienes dinero? ―preguntó Shen Qingqiu de repente, con la boca seca.

―Sí.

―¿Puedo usarlo?

―Como quieras.

―Quiero mujeres ―al decir eso, Zhuzhi-Lang lo miró sin comprender. Shen Qingqiu
repitió―: ¿No has dicho que si tenía alguna necesidad lo dijese? Eso es lo que quiero. Y
deshazte de las serpientes.

Una leve grieta finalmente atravesó la expresión sonriente de Zhuzhi-Lang. Después de


bastante tiempo, hizo lo que se le indicó. Shen Qingqiu soltó una carcajada y se volvió para
levantarse de la cama. Poniéndose la chaqueta exterior, su atuendo estaba completo.
Zhuzhi-Lang pareció dudar por un tiempo, considerando si seguirlo. En el momento
siguiente, Shen Qingqiu salió por la puerta y él lo siguió como si fuera un perro.

Como el Señor de la Cumbre Qing Jing, tenía que conservar su imagen y no podía permitirse
entrar en burdeles, por muchas ganas que tuviera. Pero ahora, tenía la oportunidad. Ignoró
completamente a su acompañante que lo seguía, y paseó por la ciudad. Escogió uno que se
llamaba "Pabellón Cálido Rojo" y entró.

En poco tiempo, Shen Qingqiu estaba al lado de decoraciones de colores brillantes cuando su
nariz fue asaltada por el olor a polvo de talco. Zhuzhi-Lang se sentó junto a la mesa redonda,
inmóvil como el monte Tai.

―¿Por qué me miras así?

―Sólo... estoy asombrado ―dijo Zhuzhi-Lang, desviando la mirada―. No pensé que alguien
como usted estaría interesado en la prostitución.

―En un momento verás lo que me interesa.

Justo cuando estaba hablando, una nueva cantante se acercó sin prisa. Era un poco mayor y
los cosméticos que usaba eran algo coloridos. Abrazando una pipa contra su pecho, se sentó
en el banco floral. Al encontrarse con Shen Qingqiu, parecía sorprendida.

―¿Señorita? ―dijo Shen Qingqiu, asintiendo hacia ella.

―Disculpe señor, usted me recordó a un viejo conocido ―dijo la cantante, con una sonrisa
fácil.

Después de hablar, bajó la cabeza y no volvió a mencionar nada. Luego de algunos


carraspeos, comenzó a cantar.

Shen Qingqiu susurraba en los oídos de las chicas a su lado, sin preocuparse por escuchar la
música. Pero, después de escuchar dos frases, de repente sintió que había escuchado dos
cosas muy increíbles.

―Señorita, disculpa, ¿qué cantas? ―llamó, para que se detuviese.

―La nueva balada popular "El Resentimiento de Chunshan".


―Eh... creo que estoy confuso ―la cara de Shen Qingqiu se estaba poniendo cada vez más
pálida―. Creo que oí varios nombres mal, ¿podrías... repetir?

―No creo que esté confuso, señor ―dijo la mujer, sonriendo detrás de su manga―. Los
personajes principales son Shen Qingqiu y Luo Binghe.

―...

¿Cuándo mierda se convirtieron en una balada popular?

Zhuzhi-Lang estaba rechazando todo servicio, sentado en silencio a un lado y fingiendo estar
mirando a la nada. Pero Shen Qingqiu vio perfectamente que los hombros del desgraciado
temblaban débilmente. ¿Se reía? ¿Se reía de él, ah?

―Y esa balada... ¿qué historia cuenta?

Las mujeres a su lado dieron un coro de voces chirriantes.

―Señor, ¿cómo no puede saber eso? ―gritó una―. El resentimiento de Chunshan cuenta la
tristeza persistente del deseo tácito entre Shen Qingqiu y su amado discípulo Luo Binghe, tan
prohibido...

Shen Qingqiu perseveró y escuchó la historia en un estado petrificado de la cabeza a los pies.

Para aclarar el complot, en resumen, era una pareja desvergonzada de maestro-discípulo, que
pasaba todo el día en una montaña sin nombre ignorando sus deberes con papapa, bajando la
montaña para luchar contra monstruos y papapa, usando papapa para resolver malentendidos,
aún necesitando un ronda de papapa antes de morir, continuando con papapa después de la
muerte, continuando con papapa como antes después de la resurrección.

Bueno, "historia".

La mujer de la pipa suspiró débilmente, jugueteando con un hilo entre sus dedos.

―Nunca habiendo entendido el afecto en el corazón del otro en vida, acostándose con el
cuerpo después de la muerte... Ese nivel de amor es tan profundo que es demasiado
incomparable.
Shen Qingqiu enterró su cabeza profundamente en sus manos.

No, eso ya rallaba lo enfermo. Un. Maldito. Porno. Enfermo.

―Fin del Capítulo 52―

[1] el título de Jun (君 ): significa "monarca", etc.

[2] 事不过三: un dicho chino, a lo que si algo malo te ha pasado, es improbable que te vuelva
a suceder.

[3] Junshang (君 上): algo como "gran señor". Parecido a 'Jun'.

[4] Zhuzhi-Lang (竹枝 郎): "bambú" y "rama". "Lang" es otro título, solo que menor.

CAPÍTULO 53

¿Quién escribió esa "balada"? ¿A qué montaña se refería Chunshan? ¿La cumbre Qing Jing?
¿La montaña Cang Qiong? Que se deje de tonterías, la Secta de la montaña Cang Qiong
podía aniquilar su familia entera, ¿bien?

¿Por qué esa basura se extendió por todos lados? Incluso hasta un lugar abandonado como el
territorio fronterizo. ¡Era como si él y Luo Binghe hubieran sido pillados teniendo sexo
delante de todos en todo el mundo!

―¿Está el Maestro Shen... tan interesado en esa balada? ―se echó a reír por lo bajo
Zhuzhi-Lang. Shen Qingqiu lo miró con frialdad, y él ajustó rápidamente su expresión, pero
aún le costaba contenerse―. Es- es mejor si mi humilde yo se retira por un momento...

Sin embargo, estaba a punto de ponerse de pie cuando su cuerpo se detuvo de repente y se
puso rígido en su taburete. Shen Qingqiu echó un vistazo a su expresión antes de reírse un
poco.

―¿Oh? ¿Te encuentras mal?


Se puso de pie y sacudió su ropa. Las serpientes verdes que descansaban en su regazo
cayeron al suelo con un golpeteo, dando vueltas y revelando sus panzas amarillas. Las
mujeres en el pasillo comenzaron a chillar de miedo, y la mujer que tocaba la pipa
inmediatamente la arrojó.

Zhuzhi-Lang puso una mano sobre su frente y se puso de pie usando el soporte de la mesa,
balanceándose. Miró fijamente a Shen Qingqiu y levantó su mano derecha, agarrando un
puñado de pequeñas serpientes que se le escaparon de la manga, pero todas se enrollaron
alrededor de sus dedos, sin fuerzas para atacar en absoluto.

―Realgar...[1] ―dijo, sacudiendo débilmente la cabeza.

De alguna manera, todo el edificio extravagante hacía tiempo que estaba empapado en el
aroma del vino realgar.

―Vino de alta calidad, ya sabes. Además, ¿tengo que mencionar que lo compré con tu
dinero?

Nada es gratis. Buscar mujeres era falso, buscar asistentes era real. Los asistentes no
necesariamente necesitaban saber cómo volar o enterrarse en el suelo. Con un susurro en sus
oídos, las chicas del edificio tomaron el dinero y en secreto compraron todo el vino realgar de
la ciudad. Rodearon el pabellón rojo cálido y avivaron el vino mientras lo hervían durante
toda una noche. Si Zhuzhi-Lang no se desmayara por la fragancia, entonces no sería parte de
la Raza de la Serpiente. No era que él no estuviera en guardia; era solo que estaba en guardia
contra Shen Qingqiu contactando a otros cultivadores, no a las chicas del edificio. Al final,
había sido descuidado.

Zhuzhi-Lang levantó la cabeza. El blanco de sus ojos ya se había vuelto dorado, y sus pupilas
se estaban alargando y afilando a una velocidad visible a simple vista. Su rostro también
comenzaba a cambiar de forma.

―Salid de aquí ―se apresuró a decir Shen Qingqiu a las doncellas apretadas al lado de la
puerta.

Las chicas inmediatamente salieron, la mujer con la pipa al final. Shen Qingqiu metió
hábilmente una bolsa de monedas en su bolsillo; podría considerarse una compensación por
su pipa. Cerró la puerta con un movimiento de la mano, y cuando volvió a mirar, una enorme
serpiente verde jade cuyo ancho era tan grande que tres personas no podrían rodearla con los
brazos, ahora estaba enrollada donde Zhuzhi- Lang había estado de pie. La enorme cabeza de
esa serpiente era enorme y triangular, sus ojos de color amarillo bronce, sus pupilas una línea
extremadamente delgada. Parecía mareado, como si su cuello delgado no pudiera soportar su
cabeza pesada, que se caía de vez en cuando.

El efecto del vino realgar superó las expectativas. Realmente hizo que Zhuzhi-Lang revelara
su forma original, lo que hizo que la cabeza de Shen Qingqiu le doliera un poco. Cogió un
abanico plegable que alguien había dejado antes de abrirlo y abanicarlo. La enorme serpiente
se deslizó hacia él e hirió dos círculos a su alrededor, como si quisiera atarlo en su lugar.
Shen Qingqiu saltó fácilmente.

La serpiente rodó y se retorció antes de salir del edificio, como si estuviera borracha. Se
estrelló en el medio de la calle, haciendo que los transeúntes gritaran y huyeran en todas las
direcciones. Shen Qingqiu también lo siguió.

―No sirve de nada si sales afuera, toda la ciudad está inundada del aroma del vino realgar
―gritó, yendo tras él.

Un fuerte silbido salió de la enorme boca de la serpiente, y sacudió la cabeza y la cola en la


calle. Shen Qingqiu decidió alejarlo de lugares donde había mucha gente, y rápidamente saltó
sobre su cabeza. Mientras la serpiente fuera en la dirección equivocada o estuviera a punto de
chocar contra peatones o casas, Shen Qingqiu le daría un golpe con el abanico. Las escamas
de la serpiente eran como una armadura, creando un enorme ruido retumbante mientras se
arrastraba por el suelo. Shen Qingqiu a menudo tuvo que verter grandes cantidades de energía
espiritual en el abanico para que cambiara de dirección, por lo que empujó con fuerza la
serpiente fuera de la ciudad.

Después de que las chicas del edificio recibieron el dinero, salieron con todas sus fuerzas. No
sabía cuánto vino habían hervido , pero el olor se dispersó muy lejos por el viento. Con gran
dificultad, llegaron al pie de una montaña, y el aroma todavía flotaba constantemente cuesta
arriba. La enorme serpiente estaba abrumada por la incomodidad del olor, y Shen Qingqiu
también la había pinchado y apuñalado todo el camino hasta aquí. Estaba extremadamente
exhausto y no podía gatear más.

Shen Qingqiu vio que ya estaban lejos de la ciudad, y finalmente saltó. La enorme serpiente
era débil e impotente, su cabeza caía hacia abajo mientras se enroscaba en el camino de la
montaña varias veces.
―Aunque quiero rellenar los huecos en la trama, no quiero ir al reino demoníaco. Ah, estoy
bajo mucha presión ahora ―dijo Shen Qingqiu― Tampoco puedes eliminar la sangre de
demonio celestial, así que no hay ningúna deuda que saldar. ¡Adiós!

Temía que después de que el aroma del vino desapareciera, Zhuzhi-Lang volvería a su forma
original y soltaría otro montón de serpientes para molestarlo, por lo que se escapó
extremadamente rápido. En la siguiente ciudad un poco más grande, encontró una cadena de
tiendas muy confiable y alquiló una espada voladora.

No, en serio. De hecho lo alquiló. Al igual que alquilar un automóvil, también se pueden
alquilar espadas voladoras. ¡Además, el precio fue justo y rentable!

Al final, todavía usó el dinero de Zhuzhi-Lang. Shen Qingqiu juntó las palmas de las manos y
le agradeció a su querido amigo antes de que se apresurara con la espada voladora hacia la
montaña Cang Qiong.

Aproximadamente medio día después, doce picos de montañas verdes de diferentes alturas
aparecieron desde el mar de nubes y niebla, subiendo y bajando a lo largo de la cordillera.

Había sido un largo tiempo. La montaña Cang Qiong.

Shen Qingqiu tachó en silencio la palabra 'Chunshan' que acababa de aparecer en su mente.

Había una formación de defensa aérea establecida fuera de la secta de la montaña Cang
Qiong, y las espadas voladoras que no eran de la secta no podían entrar sin previo aviso. Si
uno entraba sin permiso, serían desviados del camino, por lo que Shen Qingqiu se detuvo al
pie de la montaña y envió la espada voladora de regreso. En el camino, se cambió de ropa y
encontró un sombrero de bambú para usar.

A menudo, había cultivadores que pasaban por el pequeño pueblo al pie de la montaña, pero
hoy no veía muchos. Shen Qingqiu solo pensaba que era un poco extraño cuando alguien se
acercó a él.

―Usted, Maestro Inmortal... ¿quiere ir a la secta de la montaña Cang Qiong? ―le preguntó,
a lo que Shen Qingqiu asintió―. En estos momentos no es buena idea.

―¿Por qué? ―preguntó Shen Qingqiu, con el corazón apretado.


―¿No lo sabe? La montaña ha estado rodeada durante varios días.

Después de pasar a través de la puerta de la secta y subir las escaleras por la montaña, Shen
Qingqiu inesperadamente no vio a un solo discípulo custodiando la cumbre. El sentimiento
ominoso en la mente de Shen Qingqiu se hizo más y más fuerte, y él saltó varias escaleras a
la vez, corriendo hacia la montaña. Cuanto más arriba subía, más claramente podía ver que
gran parte del cielo alrededor de la cumbre Qiong Ding estaba cubierto de humo espeso y
agitado, mezclado con relámpagos y retumbares lejanos de truenos.

En la cumbre Qiong Ding, todo era un desastre. El fuego ardió a través del bosque, y el hielo
se esparció por todo el piso, los bordes del techo se derrumbaron y se destruyeron. Parecía
que varias batallas feroces habían ocurrido aquí. Fuera del recibidor, las dos facciones
claramente se enfrentaban entre sí.

En un lado, los cultivadores del reino humano, con Mu Qingfang bullendo entre ellos. En el
otro, los soldados de la raza demoníaca, con armaduras negras e intimidantes. Parecía que
habían dejado de atacarse temporalmente, aunque si alguien desenvainaba una pulgada su
espada, probablemente todo volvería a estallar.

Parecía que Luo Binghe ya sentía que ya no valía la pena ocultar su identidad. Shen Qingqiu
no estaba sorprendido. El Luo Binghe original había expuesto su propio linaje
aproximadamente al mismo tiempo. Su influencia como el que estaba en la cima de la raza
demoníaca ya se había solidificado, y también le había lavado el cerebro del Palacio Huan
Hua de adentro hacia afuera, por lo que era dócil y obediente bajo su control. Con un punto
de apoyo sólido, naturalmente no necesitaría seguir ocultando su identidad. Lo único fue que
el resumen general de la escena en la que se reveló era diferente, eso es todo.

A pesar de que todos los discípulos de la cumbre tenían que usar uniformes, también había
bastantes cultivadores famosos que no estaban sujetos a esta restricción. El atuendo
inadecuado de Shen Qingqiu realmente no atrajo tanta atención, y él se apretó al frente del
pasillo, mirando dentro.

Yue Qingyuan se sentó con los ojos cerrados, Liu Qingge detrás de él con la mano en su
espalda. La energía espiritual que fluctuaba alrededor de sus cuerpos parecía ser algo
inestable. Lo más probable era que ambas situaciones no fueran demasiado buenas.
Al mirar a sus dos hermanos, y dándose cuenta de que probablemente estaban así porque él lo
había jodido todo, sintió una punzada de culpa. Volvió la cabeza una vez más, y su
respiración se detuvo.

Luo Binghe estaba parado oscuramente al otro lado del pasillo.

Llevaba todo negro, que contrastaba con su piel, haciéndolo parecer tan pálido que brillaba.
Sus ojos eran muy negros, pero también muy brillantes. Su expresión era fría, y el aura a su
alrededor hacía que la gente se sintiera ansiosa e inquieta. Mobei Jun estaba parado detrás de
él, y aunque era la posición de un diputado, todavía mantenía la cabeza un poco más alta,
como una escultura de hielo arrogante que naturalmente pertenecía allí.

Yue Qingyuan de repente abrió los ojos, y Qi Qingqi se acercó rápidamente a él.

―Hermano, ¿estás bien?

―Cuando la raza demoníaca atacó en el pasado... ayudaste a defender nuestra secta de ellos
―dijo Yue Qingyuan, mirando fijamente a Luo Binghe. Sacudió la cabeza con desgana―. Tu
shizun protegió con todas sus fuerzas la cumbre Qiong Ding, pero ahora vienes y... haces esto
a lo que él intentaba proteger.

―Si no os hubieseis sobrepasado, no habría hecho esto ―contestó Luo Binghe, con
indiferencia.

―¡Ja, ja! ¡'Si no os hubieseis sobrepasado', dice! ―Qi Qingqi soltó una risa furiosa―. Eres
un asqueroso traidor desagradecido que traicionó y avergonzó a su maestro. Una cosa es
morder la mano que te da de comer, pero tú lo obligaste a suicidarse. ¡Y aun así, eres incapaz
de dejar de profanarle una y otra vez! ¡Ni siquiera dejas su cadáver! ¡¿Quién está yendo
demasiado lejos,?!

―¿Sí? ¿Quién sigue? ¿Ese signo grabado? ―dijo Luo Binghe, sin prestarle nada de atención.

Shen Qingqiu se sobresaltó y levantó la cabeza para mirar. El letrero grabado al que se refería
era el que se encontraba en el centro del Palacio Qiong Ding, suspendido en el aire en un
tablero horizontal. Las dos palabras en él, 'Cang Qiong', fueron escritas personalmente por
uno de los fundadores de la secta de la montaña Cang Qiong . Era muy antiguo y
significativo, y era equivalente como el orgullo de ser parte de la montaña Cang Qiong.
Si alguien lo destruyese, sería lo mismo que abofetear a la montaña Cang Qiong en la cara.
En aquel entonces, cuando Sha Hualing condujo precipitadamente a un grupo de guerreros
para rodear la cumbre Qiong Ding, su idea era precisamente eliminar el signo grabado y
llevarlo de vuelta al Reino Demonio para presumir.

―Si quieres lucuhar, entonces lucha ―gritó Qi Qingqi―. ¡Primero rompes eso, luego
quemas aquello, y ahora quieres destruir nuestro signo grabado! ¡¿Ganas algo rompiéndonos
en pedazos?!

―Maestra Qi, mantén la calma ―dijo Yue Qingyuan. Él se puso en pie. A pesar de que
estaban en desventaja, su expresión era extremadamente estable, por lo que no arruinaría la
moral―. El cuerpo de nuestro hermano Qingqiu ya está dentro del palacio. Es el maestro de
la cumbre Qing Jing de mi secta. Después de su muerte, evidentemente tiene que ser
enterrado en la tumba de su cumbre, junto con los otros líderes ya fallecidos, para que pueda
descansar en paz. A menos que borres la montaña Cang Qiong del mapa, no te lo
entregaremos jamás.

Algunos cultivadores y discípulos gritaron a favor de eso.

Shen Qingqiu ya se imaginaba que pasaría todo eso. Fue porque sabía que su secta haría todo
lo posible por proteger su cuerpo que regresó a ellos.

La esquina del labio superior de Luo Binghe sufrió un ligero tic, pero sonrió con frialdad.

―No mataré a ni un solo miembro de la secta de la montaña Cang Qiong, y tampoco la


destruiré. Pero tengo todo el tiempo del mundo por perder, ya sabéis ―dijo, bajando la
cabeza sin prisas.

Esas palabras se estrellaron bruscamente en los oídos de Shen Qingqiu. De repente, todo su
corazón se hundió. Luo Binghe no era alguien que prefiriese las palabras a las armas. Si
estaba usando un método como ese, en vez del efectivo y directo como un ataque sangriento,
era porque tenía algo más en mente. O quizás, porque... estaba esperando algo.

O mejor dicho, a alguien.

Los puños de Shen Qingqiu se apretaron.

―Ve ―dijo Luo Binghe. Mobei Jun suspiró, dando un paso hacia delante.
―Ya he ido muchas veces ―respondió. Los montones de fragmentos de hielo explotados, y
el piso y las paredes llenos de agujeros fuera del salón, eran parte de su obra maestra.

―Entonces que alguien luche en tu nombre.

Él asintió, girándose para agarrar a una persona temblorosa. Lo levantó como si fuese un
pollito y lo lanzó hacia el tramo de tierra vacía entre ambos bandos. Shang Qinghua se
levantó, aterrorizado. Cuando la gente de la secta de la montaña Cang Qiong lo vio, pareció
que fuesen a saltar sobre su cuello en cualquier momento.

No solo ellos: Shen Qingqiu también estaba a punto de comenzar a escupir fuego por su boca.
¡El jodido Gran Dios Avión disparando hacia el cielo, joder, mierda!

―¡Traidor! ―gritó Qi Qingqiu, desenvainando su espada.

―Hermana, por favor, habla con más elegancia y amabilidad ―dijo Shang Qinghua, con una
sonrisa de disculpa―. Eres tan bonita, si fueses más amable, entonces...

―¡Cállate de una jodida vez! ¡¿Quién es tu hermana?! ―ella golpeó furiosamente con su
espada, y Shang Qinghua consiguió esquivarlo con dificultad.

Corrió para esconderse detrás de Mobei Jun, pero él le pateó sin piedad.

―¡No tenía opciones, lo siento! ¡La gente se reirá si ve a dos hermanos de secta peleando!

Shen Qingqiu estaba estupefacto. Shang Qinghua era realmente más carente de moral de lo
que había imaginado. Todavía podía decir algo así en este tipo de momento, aunque eso... de
verdad que era desvergonzado...

―¿Quién demonios es tu hermana de secta? ¡Deja de confundirte! ―maldijo Qi Qingqi―.


En la Conferencia de la Alianza Inmortal, cuando dejaste entrar a los demonios, ¿pensaste en
los discípulos de la secta de la montaña Cang Qiong que murieron o resultaron heridos como
tus compañeros discípulos? Como un traidor que fue reducido al lacayo de la raza demoníaca,
¿nos consideraba tus hermanos marciales? ¡¿Hoy luchas para subir la montaña con este rey
demonio que destruye el mundo, y todavía tienes la cara para llamarte nuestro hermano
marcial?!
Los dos se persiguieron alrededor del palacio, y fue realmente una escena caótica. Shen
Qingqiu observó desde un lado, las emociones surgieron en su mente: «¡Destrózalo,
destrózalo! ¡Joder, sólo un poco! ¡Qi Qingqiu, córtale el ****! ¡Dale!»

Liu Qingge retiró la mano que estaba en la espalda de Yue Qingyuan enviándole energía
espiritual. Había terminado de calmarse y se puso de pie. Cheng Luan se estremeció sin cesar
en su vaina, zumbando y sonando continuamente. Yang Yixuan apretó los puños.

―¡Shizun, ya has luchado contra ese monstruo durante un día entero!

―Retrocede ―contestó Liu Qingge.

―¡Mi oponente derrotado! ―se rió entre dientes Luo Binghe.

No habló muy alto, pero su enunciado fue claro y melodioso. El final de su oración se elevó
hacia arriba, y todos en todo el palacio podían escucharlo. La mano que Liu Qingge usó para
sostener su espada se apretó, un rayo atravesó sus ojos. No había nada que pudiera hacer que
el Señor del Pico de Bai Zhan Peak se sintiera más humillado que las palabras 'mi oponente
derrotado'. El temperamento de Yang Yixuan se disparó, e inmediatamente contraatacó.

―¡Asqueroso demonio bastardo!

―Sí, soy un bastardo. Un bastardo que ha sacudido vuestra secta entera, ¿no es gracioso? No
sólo esta cumbre, puedo destrozar las otras si queréis, para que todo el mundo sepa que un
bastardo rompió hasta los cimientos a la grandiosa secta de la montaña Cang Qiong.

―Luo... Luo Binghe, ¿sólo serás feliz si quemas nuestra cumbre? ―dijo Ning Yingying,
angustiada.

―Claro que no ―dijo él al instante―. Si alguien se atreve a tocar aunque sea una sola planta
de esa cumbre, lo destrozaré.

―Já, qué pretensión ―resopló Liu Qingge.

Cheng Luan surgió, y la energía de la espada pasó por la mejilla de Luo Binghe, haciendo
volar su cabello. Luo Binghe colocó su mano sobre la espada que colgaba de su cintura y dijo
en represalia:
―Te estás sobreestimando a ti mismo.

Sin embargo, al final, las dos espadas no cruzaron las cuchillas nuevamente.

Shen Qingqiu se puso entre los dos. Ambas energías de espada barrieron y chocaron,
cortando instantáneamente el sombrero de bambú que llevaba puesto. Cogió el filo de la
espada de Cheng Luan entre las yemas de los dedos de su mano izquierda, sin permitir que
Liu Qingge avanzara ni una pulgada; su mano derecha restringió firmemente la mano que
Luo Binghe ya había colocado en la empuñadura de la espada del Diablo del Corazón, no
permitiéndole sacar la espada.

―Sólo se trata de un cadáver, no necesitáis poneros así, ¿no?

Shen Qingqiu miró a la izquierda antes de que él mirara a la derecha. No tuvo la oportunidad
de decir esa línea todavía cuando Luo Binghe de repente volteó su mano y agarró la muñeca
de Shen Qingqiu, y sintió como si una banda helada estuviera firmemente envuelta alrededor
de su muñeca. La sonrisa en su rostro estaba casi distorsionada.

―Te atrapé, shizun.

A pesar de que Shen Qingqiu se había preparado mentalmente desde hace mucho tiempo,
todavía no pudo resistir sentir que se le heló la sangre cuando vio esa cara de cerca.

Después de un momento de silencio mortal, los murmullos surgieron en el pasillo de


inmediato. Yue Qingyuan estaba asombrado, y su voz tembló ligeramente.

―El hermano... ¿Qingqiu?

Qi Qingqi incluso se olvidó de perseguir a Shang Qinghua, y él aprovechó la oportunidad de


retroceder detrás de Mobei-Jun. Ning Yingying agarró a Ming Fan, que tenía la nariz
ensangrentada y la cara hinchada, y murmuró:

―Hermano aprendiz mayor, ¿escuchaste eso? A-Luo y el hermano aprendiz principal dijeron
que ese es ... ¿shizun?

―Parece que lo es, pero a la vez parece que no lo es ―dijo Ming Fan.
―Ese... ¡¿ese no es el señor Pepino...?! ―dijo Yang Yixuan en estado de shock―. ¿Pepino
es el señor de cumbre Shen Qingqiu?

«¡Gracias por no decir toda la ID en voz alta!»

Los ojos de Liu Qingge se abrieron de repente, y su calma inquebrantable habitual estaba tan
perturbada que se derramó sobre su rostro.

―¿Estás vivo?

―Hermano Liu, ¿y esa cara? ¿No estás contento de que tu hermano esté vivo?

Las emociones originalmente culpables pero agradecidas de Shen Qingqiu se hicieron


pedazos. No pudo aceptarlo y dijo: "Hermano aprendiz menor Liu, ¿qué tipo de expresión es
esta? ¿No estás contento de que tu hermano aprendiz no haya muerto?

El color de la cara de Liu Qingge fue primero verde y luego negro, negro y luego blanco,
todo tipo de colores, muy poco impresionante. Muchas personas eran más o menos lo mismo
que él. Shen Qingqiu no pudo seguir hablando antes de que una mano le girase la cara.

―¿Así que ya estás dispuesto a jugar? ―dijo Luo Binghe.

―Fin del capítulo 53―

[1] N/T: el vino Realgar es vino mezclado con polvo real, un mineral de sulfuro de arsénico
amarillo-naranja que se supone que es efectivo contra enfermedades, serpientes y espíritus
malignos.

CAPÍTULO 54
Agarró tan fuerte a Shen Qingqiu que casi le rompió los huesos. Sólo podía mover las
piernas, pero no quería pegarle una patada en la entrepierna a Luo Binghe. Pensando en todo
lo que había sucedido, sintió una débil llama de ira en aumento.

―Hiciste esto a propósito ―dijo.

―¿Qué quieres decir?

―No mataste inmediatamente a todos en la secta. En cambio, retrasaste las cosas durante
mucho tiempo sólo para hacerme salir.

―Parece que puedes adivinar los pensamientos de tu discípulo ―se rió amargamente Luo
Binghe―. Estoy muy contento, ojalá pudiese saltar de alegría.

Liu Qingge retiró su espada. Se balanceó, como si estuviese mareado.

―Déjalo ir ―dijo, señalando a Luo Binghe. Éste sólo arrastró a Shen Qingqui hasta sus
brazos.

―¿Disculpa?

Su actitud al hacerlo fue inquebrantable, causando que la depresión de Shen Qingqiu, que
había estado reprimiendo, se disparara a un metro de altura.

―¿Cuándo te diste cuenta de que era yo en tus sueños? ―preguntó Shen Qingqiu, con toda
la paciencia que pudo.

Si Luo Binghe no hubiera descubierto que él no estaba muerto, ¿habría esperado en la secta
de la montaña Cang Qiong como un cazador tratando de expulsar a su presa?

―Me menosprecias demasiado, Shizun. Incluso si no me di cuenta la primera vez, no soy tan
estúpido como para no verlo a la segunda.

«No, tranquilo genio, yo soy el maldito estúpido aquí» pensó.


Fue solo Shen Qingqiu quien supo cómo Luo Binghe cultivó y manipuló sus habilidades de
sueño con un efecto excelente, pero pensó que estaba demasiado loco y que no sería capaz de
diferenciar entre las alucinaciones y las personas que invadieron su país de los sueños.

―¿Por qué no terminaste el sueño cuando descubriste una anomalía? ¿Es divertido
representar una obra de "maestro devoto y discípulo obediente"?

―¿Por qué querría hacer eso? ¿No estabas feliz cuando te persuadía?

¿...Feliz?

En ese momento, Shen Qingqiu no estaba contento porque estaba preocupado por el estado
psicológico de Luo Binghe. Sin embargo, los hechos han demostrado que todo, incluidas sus
preocupaciones, estaba bajo el control de Luo Binghe. Después de todo, este era el
protagonista. ¿Cómo pudo haber cometido un error tan grande? ¿Cómo podía pensar que él
quería comenzar desde cero, volviendo de nuevo a ser una bonita flor blanca?

Shen Qingqiu era el tipo de persona que era susceptible de persuadir pero no de coacción. Sin
embargo, ahora sentía que le habían abofeteado dos veces la cara cuando se dio cuenta de que
Luo Binghe solo había estado fingiendo.

―¡Esperad! ¿Qué está pasando? ―gritó Qi Qongqi―. ¿El que está dentro del palacio no es
Shen Qingqiu? ¿Por qué hay otro?

―¿Por qué no le preguntas al señor de la cumbre An Ding? ―Luo Binghe parecía estar de
buen humor cuando lo dijo.

«¡No me jodas!» Sabía que lo único por lo que se podía dar crédito a Shang Qinghua era por
no tener columna vertebral o integridad moral.

Shang Qinghua se rió entre dientes, pero inmediatamente dio un paso adelante cuando Mobei
Jun lo miró de soslayo. Con la cabeza en alto, el pecho hinchado, reunió su ingenio, y dijo
claramente:

―Hace unos años, el hermano mayor Shen encontró accidentalmente un lugar que albergaba
un tesoro, la Flor del Rocío del Sol y la Luna. Esta planta puede moldearse en forma de
cuerpo. Fue con la ayuda de este tesoro que él pudo hacer explotar su cuerpo mortal en la
ciudad de Huayue. El cadáver dentro es suyo, pero es sólo una cáscara vacía. El que está
afuera también es él. ¡Ambos son él!

Ese fue un resumen sucinto, muy conciso y comprensible. Varios pares de ojos de repente se
volvieron hacia Shen Qingqiu. Liu Qingge inmediatamente señaló a Cheng Luan. La mirada
asesina en el rostro de Liu Qingge era peor que cuando miraba a Luo Binghe antes.

―En ese caso, ¿por qué no ha habido noticias tuyas en los últimos cinco años? ¿Por qué
cortaste todas las conexiones con las Doce Cumbres? ¿Es porque, en tu corazón, tus
compañeros miembros de la secta no son dignos de tu confianza? ―susurró Yue Qingyuan.

―No, de verdad, espera... ―intentó decir Shen Qingqiu, sintiéndose culpable.

―¡Tú... eres despreciable! ―Qi Qingqiu se alzó de nuevo―. ¿Sabes cómo sufrieron tus
discípulos? ¿Cuánto lloraron? ¡Sólo se oyeron llantos en tu cumbre durante días! ¡Nadie
quiso visitarla porque estaba envuelta en penumbra y todos llevaban ropa de luto! ¡La
posición de señor de cumbre estaba vacante mientras tú jugabas ahí fuera!

Lo que más temía Shen Qingqiu era la astuta Qi Qingqi que lo señalaba con un dedo y lo
regañaba.

―Realmente no quise hacer eso ―dijo él apresuradamente―. No estaba feliz jugando


libremente afuera en absoluto. He estado enterrado en el suelo durante cinco años. Acabo de
despertar hace unos días. ¡Esa persona que estaba corriendo afuera libre y sin restricciones,
fue ése!

Cuando Shang Qinghua vio que la punta de lanza lo apuntaba nuevamente, se sintió aún más
ofendido.

―¿Por qué me culpas ahora? ¿No dijiste que querías que madurara lo antes posible?

―¡Cállate! ―Liu Qingge presionó los dedos contra su sien.

Shang Qinghua se calló. Eran un grupo ruidoso. De hecho, si mirabas esa escena de cierta
manera, probablemente se veía bastante graciosa, pero Shen Qingqiu pensó que el factor de
entretenimiento se había perdido debido al momento.
Los incendios habían surgido por toda la montaña Qiong Ding y sus edificios estaban
totalmente chamuscados. Después de dos días de lucha y asedio, ya no tenía su aspecto
majestuoso y digno habitual. Dentro y fuera del salón del palacio, había personas con rostros
manchados de sangre que sostenían la mano de otro discípulo para pararse. Los discípulos de
la generación más joven a su alrededor parecían asustados. Estaban exhaustos, como una
flecha al final de su vuelo. Por otro lado, los generales y luchadores demoníacos con
armadura negra que habían rodeado a medias a los discípulos de la secta de la montaña Cang
Qiong parecían espadas recién afiladas. Los brillantes ojos de los demonios miraban a los
discípulos como tigres que observan a sus presas.

―Luo Binghe ―dijo Shen Qingqiu, dándose la vuelta para mirarle―. Dijiste que viniste a la
Secta de la Montaña Cang Qiong para atraparme".

―Sí.

―Pues aquí estoy. Bien hecho, me has atrapado, ahora nos retiramos.

―¿No vas a huir?

―No lo haré ―contestó, asintiendo lentamente.

Las comisuras de la boca de Luo Binghe aparecieron sin humor. sonrisa. Por primera vez, su
rostro mostraba una expresión desprovista de burla.

―Me he creído eso muchas veces, Shizun.

―Shen Qingqiu, ¿qué quieres decir? ―dijo de repente Liu Qingge. Lo miró como si lo que
acababa de decir su hermano aprendiz lo hubiesen humillado―. Estoy aquí, ¿por qué
deberías sacrificarte entregándole tu cuerpo?

«Eh, eh, espera un momento. Puedo entender que como el señor de la cumbre Bai Zhan,
sientas que tu dignidad ha sido violada, ¿pero tienes que usar esas palabras? ¿A qué demonios
te refieres con "entregar tu cuerpo"? ¿Puedes cambiar esa frase? No me gusta, gracias.»

―Tienes miedo de ser una carga para la secta de la montaña Cang Qiong, pero nosotros no
tenemos miedo de asumirla ―continuó hablando.

―¿Cuántas costillas intactas te quedan? ―se burló Luo Binghe.


Cuando la mano de Yue Qingyuan agarró la empuñadura de Xuan Su, Mu Qingfang, que
estaba a su lado, dijo nerviosamente:

―Líder de la secta, saliste a la fuerza del cultivo a puerta cerrada y sufriste heridas graves en
las manos del enemigo. Ahora apenas puedes sacar tu espada. Me temo que realmente dañará
tu cuerpo...

Un estallido de qi negro repentinamente se elevó a la cara de Yue Qingyuan pero fue forzado
a bajar nuevamente.

―No puedo verlo morir de nuevo ―dijo, con voz tensa.

La mente de Shen Qingqiu estaba en crisis cuando escuchó esas palabras. Si se hiciera una
lista de todas las personas que Shen Qingqiu admiraba y respetaba más en el mundo, Yue
Qingyuan ocuparía el primer lugar. No solo tenía un poderoso y sincero deseo de proteger,
sino que siempre hacía todo lo posible por la secta en su conjunto. Shen Qingqiu encontró
demasiado vergonzoso pedirle al líder de la secta de la montaña Cang Qiong que aclare su
desastre y pague la factura por él. El que había cortejado a la muerte era él, por lo tanto,
debería asumir esta carga solo.

―Este hombre es mi responsabilidad porque es mi discípulo. Hermano, como líder de secta,


el bienestar de todos los discípulos de la secta descansa sobre tus hombros. Debes saber qué
elección hacer.

El pasillo estaba en silencio. La cara de Yue Qingyuan estaba rígida y sus nudillos estaban
blancos. Shen Qingqiu le recordaba que, como líder de una secta que se encontraba en una
situación muy peligrosa, la elección adecuada era fácil de ver.

Mientras cada señor de las cumbres estaba considerando eso, Ning Yingying se adelantó,
agarrando el brazo de Shen Qingqiu.

―¡No estoy de acuerdo!

―Ming Fan, cuida a tu hermana menor aprendiz.

―¡Ya no soy una niña! No necesito que alguien me cuide. Durante el altercado en la ciudad
de Jinlan y el palacio de Huan Hua, Shizun, te presentaste para resolver el problema. ¿Por
qué tienes que ser tú otra vez? ¿Por qué tiene que ser Shizun quien sufre cada vez?
«Porque soy el único que corteja el desastre. Pero al menos logró criar a una chica normal y
filial.»

Shen Qingqiu había estado muy preocupado, pero ahora se sintió algo aliviado:

―No parece que un adulto llore sin cesar así. Tu Shizun no va a morir.

En su corazón, agregó: «Probablemente...»

―Shizun, ¿no prefieres morir a hacer esto? ¿Quién daría su vida para alimentar a un
demonio? ―dijo Ming Fan, con la cara llena de dolor e indignación?

«Niño, ¿qué dices? ¿Puedes hablar humano?»

Este largo retraso hizo que Luo Binghe se impacientara. Agarró la mano de Shen Qingqiu y
puso su otra mano en la empuñadura del Diablo del Corazón.

―También me llevo el cuerpo inmortal.

―¡Ya te lo llevas a él, ¿qué vas a hacer con un cadáver?! ―exclamó el señor de una cumbre.

Luo Binghe no respondió. En cambio, hizo un gesto a Mobei Jun y luego le dio instrucciones.
Al ver esto, con gran renuencia, Shen Qingqiu decidió comprometerse. Podría surgir una
palabra equivocada y otra disputa. Para evitar esto, Shen Qingqiu quería tirar del brazo de
Luo Binghe, pero se sintió demasiado avergonzado para hacerlo. En cambio, tiró de su manga
suavemente.

―Voy a acompañarte, ¿qué haces? ―dijo después de unos segundos, cuando hubo reunido el
suficiente coraje. Eso era demasiado humillante.

Era un hombre, pero frente a tantas otras personas, tuvo que susurrar "acompañarte" en un
tono conciliador. El hecho de que esa persona fuera una vez su discípulo lo hizo sentir aún
más resentido. Esa situación era vergonzosa.

Sin embargo, mostrar el lado débil de uno tenía cierto efecto en los hombres. La expresión en
el rostro de Luo Binghe se volvió visiblemente soleada y sin nubes. No solo se aflojó su
control sobre Shen Qingqiu, sino que incluso su tono de voz también se suavizó. No obstante,
aunque su tono era suave, sus palabras seguían siendo tan duras como antes:
―El cuerpo original de Shizun sigue siendo muy importante. Después de todo, si el alma de
Shizun deja su cuerpo actual otra vez, no sabría qué hacer ―giró la cabeza para hablar con
Mobei Jun, y su voz se volvió fría al instante―. Vamos.

Antes de que Mobei Jun pudiera moverse, Qi Qingqi, que había estado escuchando a Liu
Mingyan susurrándole en voz baja en el pasillo superior, primero pareció sorprendida y luego
se calmó.

―¡Deja de discutir! ―levantó la cabeza y dijo―: Luo Binghe, no hay necesidad de discutir
sobre esto ahora. Incluso si tuviéramos que quitárselo, tu deseo no se puede cumplir.

Shen Qingqiu sabía que tenía mal genio y no sabía si podría decir algo extremadamente
irritante para provocar a Luo Binghe. Shen Qingqiu tuvo un mal presentimiento sobre esto
pero, inesperadamente, le indicó a Liu Mingyan que se adelantara:

―Mingyan, diles.

―El cuerpo inmortal no está.

Se hizo a un lado después de terminar de hablar y detrás de ella aparecieron algunos


discípulos. Eran los que habían estado en la ceremonia protegiendo el cadáver. Los discípulos
estaban todos inconscientes y sus cuerpos, desde la cara hasta la punta de los dedos, eran de
un extraño color negro azulado.

Hubo un alboroto en el pasillo. La expresión facial de Yue Qingyuan cambió y Luo Binghe
levantó las cejas.

Qi Qingqi dijo con calma:

―Luo Binghe, no necesitas darme esa mirada ―dijo Qi Qingqi con calma―. Tenía muchas
ganas de ocultarlo pero, desafortunadamente, acababa de decirle a Mingyan que fuera al
pasillo, solo para descubrir que la plataforma estaba vacía. El cadáver que colocamos sobre él
y preservamos, como era apropiado, ha desaparecido.

Parecía encantada y habló alegremente. Inesperadamente, preferiría que al cadáver le saliesen


alas y se fuera volando antes que ser llevado por Luo Binghe. Mu Qingfang examinó a los
discípulos y dijo:
Están inconscientes pero sus vidas no están en peligro. Es veneno ―dijo Mu Qingfan,
examinando a los discípulos.

―¿Qué veneno? ―preguntó Yue Qingyuan.

―No lo sé con seguridad, no tienen heridas. Necesito una muestra de sangre.

―Si esto fuera veneno del mundo humano, el hermano menor Mu podría identificarlo con
una mirada. Como no puede hacerlo, ¿es algo que hiciste? ―dijo Qi Qingqi.

―No me gusta usar veneno ―respondió con indiferencia Luo Binghe.

Era cierto, rara vez usa veneno para matar personas. Además, no tenía necesidad de mentir ya
que actualmente estaba en una posición abrumadoramente superior.

Eso significaba que mientras las dos partes estaban reunidas en el pasillo, discutiendo entre
sí, alguna persona desconocida se había escabullido secretamente dentro de todas sus
defensas, y había robado el cadáver de Shen Qingqi justo debajo de las narices de los líderes
de los cultivadores humanos y demonios ¡Qué aterrador!

«¿Qué pasa que ahora todo el mundo quiere mi cadáver? Cuando estaba vivo nadie me
quería, pero ahora muerto tengo toda esta demanda...»

―Me da igual quién lo tenga, lo encontraré de nuevo ―dijo Luo Binghe, frunciendo el ceño.

El qi negro se elevó en el aire cuando Luo Binghe desenvainó la espada del Diablo del
Corazón. Un corte de su espada cortó el espacio y se abrió un portal.

―Elimina el cerco ―le recordó Shen Qingqiu.

―Como quieras.

La punta de la espada de Liu Qingge, Cheng Luan, apuntaba hacia abajo. Liu Qingge levantó
la vista y su mano se apretó con tanta fuerza sobre la empuñadura de la espada que se cortó la
palma y la sangre goteó por la cuchilla.

Se quedó allí congelado durante mucho tiempo, pero solo pudo decir una sola frase:
―¡Espera y verás!

Esas palabras fueron lanzadas como un dardo helado pero lleno de furia y un deseo
abrumador de pelear. Luo Binghe envainó la espada del Demonio del Corazón y sonrió
sombríamente.

―¡Adelante!

―Fin del capítulo 54―

CAPÍTULO 55

Uniendo la grieta entre los dos reinos había un amplio corredor de piedra. Parejas de
antorchas marchaban sin cesar en la distancia, y las profundidades eran tan oscuras como un
denso bosque por la noche. Al observar el estilo de los murales a los lados del corredor, había
un fuerte ambiente yin, y estaba claro que era la sede de Luo Binghe en el Reino Demoníaco.

Después de que se cerró la brecha, Luo Binghe no continuó restringiendo a Shen Qingqiu,
soltando lentamente sus manos. Shen Qingqiu se enderezó y se sacudió el polvo de las
mangas, sin decir una palabra.

Los dos no tenían nada que decir, no se miraban de reojo. Uno delante y otro detrás, sus pasos
no emitieron ningún sonido. El ambiente era rígido y frío.

  

Las horquillas en el corredor del palacio subterráneo no hicieron que Luo Binghe se detuviera
por nada. Después de recorrer un camino retorcido a través del complejo durante un tiempo,
la escena se abrió de repente ante sus ojos. La arquitectura en el Reino Demoníaco estaba en
su mayoría arraigada bajo tierra en cuevas subterráneas excavadas, sin ver el sol o la luna
durante todo el año, pero esta parte atravesó el suelo en la parte superior, permitiendo que la
luz del sol se filtrase y agregase un poco de carácter humano.

  
Empujando la puerta y entrando, el mobiliario y la disposición de la habitación parecían
bastante familiares. De hecho, era bastante similar a la casa de bambú en la cumbre Qing
Jing.

  

Shen Qingqiu sintió una misteriosa sensación de resentimiento.

  

Realmente quería preguntarle a Luo Binghe cuál era el significado de todo eso.

  

Arreglar la escena y los accesorios como si estuvieran en un set de teatro, reunir a los
jugadores, fingir como si nada sucedió... ¿Quería continuar ese pequeño juego diario de una
relación amorosa de maestro y discípulo desde su paisaje de sueños?

  

Ahora actuando como un niño miserable y haciendo berrinches, haciendo que su corazón se
desborde de simpatía. Pero a la siguiente vez golpeándole en la cara y diciéndole que todo fue
un acto. Real o falso, sus ojos no eran lo suficientemente agudos como para ver a través del
corazón de Luo Binghe y comprender lo que realmente estaba pensando.

  

Mientras todavía estaba meditando sobre estos pensamientos, Luo Binghe se acercó un paso
más a él.

  

Si hubiera sido unos días antes, Shen Qingqiu definitivamente no habría dudado en huir,
retrocediendo tres pasos por cada paso más cerca. Pero ahora, obviamente no quería hacer
este tipo de movimiento. Se vería demasiado como si fuera una mujer de una buena familia
secuestrada por bandidos, demasiado antinatural. De ninguna manera se hundiría en una
apariencia completamente desagradable.
  

Pero todavía estaba inevitablemente tenso, su corazón se tensó como una cuerda de arco, sus
párpados saltaron y las yemas de sus dedos se curvaron. ¿Cómo era Luo Binghe tan
perceptivo? Avanzó otro paso. 

―Shizun, ¿qué crees que te voy a hacer?

―No puedo saberlo ―dijo sinceramente.  

Nunca más se atrevería a adivinar sin sentido sus intenciones. ¡Los hechos eran claros!

Luo Binghe extendió su mano derecha. Shen Qingqiu no emitió ningún sonido ni
movimiento, pero su mirada no pudo evitar pegarse a las puntas de sus dedos, siguiéndolas
mientras se extendían.

  

Esa mano estaba limpia y delgada. No parecía la mano de un joven demonio que ya había
tomado innumerables vidas, sino una que nació para arrancar cuerdas, una mano para quemar
incienso y bañarse en nieve. Se deslizó tímidamente sobre su mejilla, rozando ligeramente su
piel.

  

Y luego aterrizó en su garganta.

  

No sabía si fue accidental o no, pero esta mano había aterrizado exactamente en una de las
principales arterias de su cuello. La garganta de Shen Qingqiu se movió imperceptiblemente.

  

Luo Binghe retiró su mano. La próxima vez que abrió la boca, era imposible saber si estaba
feliz, enojado, triste o alegre.
―Mi sangre no responde a mi señas ―entonces intentaba sondear la sangre del Demonio
Celestial en su cuerpo―. Parece que en estos pocos días, Shizun ha tenido otra reunión
fortuita.

―¿Y qué? ¿Vas a hacer que la beba de nuevo? 

―Correrás lo haga o no, así que no lo haré. No quiero que me odies más ―ahora de repente,
estando en privado, se había vuelto cortés―. Shizun, por favor quédate aquí por el momento.
Si quieres, el interior del palacio subterráneo es libre para que pasees. He dejado sirvientes
afuera, no entrarán en la habitación. Si necesitas algo, simplemente llámalos.

―Vaya, qué atento.

―¿Hay algo que necesites? ―dijo, fijando su mirada en él.

―¿Lo que sea? ―Luo Binghe asintió. Un repentino sentimiento malicioso que surgió de sus
entrañas, y dijo sin rodeos―. Me gustaría verte lo menos posible. En realidad, mejor si dejo
de verte.

Luo Binghe parecía que nunca esperó que Shen Qingqiu hiciera este tipo de solicitud, su
rostro palideció.

  

Al ver esto, Shen Qingqiu sintió un destello de schadenfreude, pero también sintió que le
había pinchado una aguja, tal vez porque nunca le había dicho algo tan despiadado a nadie en
el pasado.

  

La sangre lentamente regresó a la cara de Luo Binghe.

―Una vez me preguntaste si quería volverme fuerte.

―Sí, pero creo recordar que también te dije que el propósito de volverse fuerte es proteger a
las personas, no saquearlas ni matarlas.
―No, estás equivocado ―dijo fríamente―. Sólo después de convertirse en el más fuerte se
puede mantener a las personas que desean tener de forma segura en sus palmas. Finalmente
entiendo que no hacía falta esperar a que vinieses por ti mismo ―apretó el puño, forzando
con fuerza una sonrisa viciosa en su rostro―. Estás aquí ahora, así que olvídate de escapar.

Después de que el demonio encarnado había salido de la escena, Shen Qingqiu llamó al
Sistema.

«2.0, ¿estás ahí?»

El sistema respondió: 【El Sistema proporciona soporte integral las 24 horas y soporte en línea
real.】

  

«Uh, suficiente es suficiente, olvídate de lo real. ¿Cuáles son mis valores actuales de
puntos?»

El sistema: 【Puntos B: 1330. Eliminó con éxito la etiqueta "Las minas terrestres caen como
un rayo", alcanzó la etapa "Más bien muchos puntos Tsukkomi", le animamos a continuar
conectando y luchando, y esperamos su próximo desbloqueo de logros misteriosos . Puntos
de serenidad: 3840, puntos de ira: 1500, puntos de angustia: 4500. Aún se necesita esfuerzo
para mejorar.】

  

Muy bien. A través de su gran esfuerzo (buscando la muerte), esta novela de sementales
podridos finalmente vio una mejora en los puntos B. Aunque "Más bien muchos puntos
Tsukkomi" no fue una evaluación favorable, sin duda fue unos puntos más fuerte que "Las
minas terrestres caen como un rayo". Los puntos de ira no eran tan desafiantes como había
pensado, pero en cambio, los puntos de angustia eran lo suficientemente altos como para
sentir que otra aguja lo había pinchado.

  

Desviando su mirada, Shen Qingqiu dijo: «Con tantos puntos de serenidad, ¿puedo
cambiarlos por algo?»
El Sistema: 【Puedes cambiarlo por una actualización de las características del Sistema.】

«Está bien. Haz la actualización.»

Con un sonido de notificación sonando, el sistema comenzó a descargar en silencio el


paquete de actualización. Shen Qingqiu tuvo un pensamiento repentino y preguntó: «¿Cuál es
el nombre de esta actualización de funciones?"

El sistema: 【Pequeño escenario de ayuda: Edición lujuria.】

  

Shen Qingqiu presionó decisivamente el botón de cancelar en la ventana de descarga.

  

J***r, ya se terminó de descargar, y tomó 3000 j*****s puntos de serenidad. ¡Calificación de


cero estrellas!

  

Shen Qingqiu comenzó a maldecir el sistema con un montón de quejas y comenzó su vida
bajo arresto domiciliario.

  

Luo Binghe estaba ocupado uniendo a las tribus de la frontera norte en el territorio de
Mobei-Jun y Sha Hualing parecía estar comenzando oficialmente su gran empresa de engaño,
en el sentido literal. En resumen, en un futuro cercano, Luo Binghe tenía muchos objetivos
para destruir o atacar. Con muchos deberes oficiales que atender, tal vez incapaz de liberarse,
durante todo el tiempo no había mostrado su rostro.

  

... o tal vez ese día, su corazón de cristal había sido destrozado por las duras palabras de Shen
Qingqiu, y no se atrevió a aparecer.

  
Shen Qingqiu apartó sus pensamientos de ese último camino con gran dificultad.

  

En resumen, si Luo Binghe continúa dejándolo solo, este tipo de estilo de vida, ¿no es su
objetivo largamente esperado de pasar días "confundidos, comiendo, esperando la muerte y
disfrutando de los últimos años?"

  

Además, Luo Binghe no actuó como los personajes de los libros que a su hermana menor le
gustaba leer en su vida anterior y lo encadenó con cadenas, con los ojos vendados y
amordazado, despojado y golpeado. Bien podría contentarse con lo que sea que tenga y
sentirse como en casa donde quiera que esté.

  

¡J***r!

  

Para que Shen Qingqiu intente consolarse con estas palabras, ¡debe haber mierda en su
cerebros! No era una especie de paciente con síndrome de Estocolmo, sentía una profunda
gratitud por haber engordado en cautiverio. ¿No lo entiendes, necesitas tener un estilo de vida
afortunado, no confiando en la caridad de los demás?

  

Después de derrotar a su propio lavado de cerebro, Shen Qingqiu ejerció su fuerza, una
página de un libro que se abrió en sus manos. Al mismo tiempo, un fuerte sonido de grietas
de bambú resonó desde el exterior de la ventana. Levantó la cortina y vio a un grupo de
jóvenes sirvientes del Reino Demoníaco apresurándose.

―¿Qué hacéis? ―preguntó, asomando la cabeza fuera.

―Maestro Shen, ¿por qué sales? ―el criado tenía una actitud extremadamente entusiasta y
deferente, completamente diferente a alguien que hablaba con una persona bajo arresto
domiciliario. Él sonrió y dijo―: Estamos plantando bambú aquí.
―¿...Bambú?

―Deberías reconocer esta planta del Reino Humano. Es difícil plantar aquí y no madurará
correctamente, pero Junshang está decidido a plantarlo aquí, por lo que todo el mundo tiene
que encontrar la manera.

  

Al ver su fuerza y ​la forma en que se movía, Shen Qingqiu supo que esto definitivamente no
era un trabajador manual ordinario. Tenía miedo de que todos los demonios que Luo Binghe
habían encontrado fueran toda una cosecha. Hacer que estos expertos hagan trabajos extraños
para él, ¡qué desperdicio de recursos!

  

Y ese no fue el final. Durante los primeros dos días, Shen Qingqiu había sido apático y no
tenía apetito, pero al tercer día abandonó su interés en el ayuno y pronunció algunas palabras
distantes (coqueteó) con la bella doncella tetona y de piel pálida, pidiendo una comida a
entregar. Antes de que incluso recogiera sus palillos dos veces, no tenía el estómago para
continuar.

―¿Qué pasa, maestro Shen? ¿El sabor no es bueno? ―preguntó la criada con voz risueña,
inclinando la cabeza.

El sabor era bueno, muy bueno. Es solo que era demasiado bueno, un buen gusto muy
familiar, han pasado muchos años desde que Shen Qingqiu había probado esto, y es por eso
que no pudo continuar.

―¿Lo has cocinado tú? ―dijo, bajando los palillos.

―¿Yo? Solo sé cómo matar y comer fresco o esperar a que la carne se pudra antes de comer.
No conozco estas recetas humanas, con todo el fuego y una tonelada de arroz y condimentos,
me causaría la muerte.

...

Resulta que esa hermosa demonio de voz clara con aliento como las orquídeas era un amante
de la carne podrida. Shen Qingqiu había podido verla durante mucho tiempo, haciendo que
esta chica limpiara las mesas y barriera el piso todos los días la degradaba demasiado.
Teniendo en cuenta su fuerza, era más adecuada para empuñar un par de hachas anchas en la
batalla para cortar enemigos en lugar de cortar melones y cortar verduras, y era muy probable
que solía tener ese trabajo exacto.

―¿Entonces, quién lo ha hecho? ―dijo, sin cambiar su expresión.

―Ay, no puedo decirlo. Junshang definitivamente me mataría.

«¿No lo acabas de decir? ¿No te acabas de chivar ahora mismo?»

La criada limpió los platos y se fue con un movimiento de caderas, cubriendo una sonrisa con
la mano. No mucho después de que ella se fue, el telón se levantó y una persona entró
tambaleándose. Al ver esta cara, un sentimiento vicioso surgió de las entrañas de Shen
Qingqiu.

―¡Tú, asqueroso...! ―dijo, golpeándolo.   

Shang Qinghua levantó frenéticamente sus manos para bloquear, una espada salió disparada
de su vaina para atravesar el espacio entre ellos, tomando una postura ofensiva.

―Ay, no, por favor, no lo hagas. Hermano Shen, realmente no puedes molestar a la gente
como quieras. Si te metes conmigo, es cierto que no tengo ninguna habilidad impresionante,
pero no pienses que te lo dejaré pasar.

―¡Me has vendido! ¿Qué pasa con lo que teníamos? ¡Veníamos del mismo sitio! ¡Éramos
compañeros!

―¿Qué compañerismo hay entre nosotros a menos que sea un verdadero amor disfrazado de
odio todo el tiempo? Ah, no me trates así, eso realmente duele ... ¿qué podría haber hecho
aparte de venderte? Fue el Gran Dios Luo, incluso si no te vendiera, él ya te había
descubierto. ¿Por qué buscaría una paliza sin motivo? Esto no significa nada, simplemente
elegí confesar y tomar el camino fácil.

Era tan descarado, que Shen Qingqiu estaba un poco asombrado. Después de bajar la guardia
por un momento, Shang Qinghua ya se había acercado y se había sentado al lado de la mesa.
Puso la espada en la mano sobre la mesa con un golpe.
―Dejemos el tema. Me han ordenado darte algo.  

Mirando mejor esa espada, la mano de Shen Qingqiu ya se extendió para acariciar la espada.
Era la misma que había sido destrozada en muchas piezas rotas por su energía espiritual
destruida cuando se había autodestruido. La desafortunada espada Xiu Ya.

  

Shen Qingqiu todavía tenía un vínculo emocional con Xiu Ya, y tan pronto como tuvo la
espada en la mano, no tuvo más atención para dedicar a golpear a Shang Qinghua. Sacando la
hoja de su funda, era tan blanca y brillante como la nieve, delgada y elegante. Sus piezas
rotas se volvieron a conectar tan perfectamente como la ropa celestial, desbordando con
energía espiritual.

  

Por otro lado, Shang Qinghua se rió nerviosamente y se frotó las manos, chasqueando la
lengua.

―Ah, no pensé que la historia se... deformaría tanto.

―Tu protagonista se ha convertido en un manga cortada.

―Me da igual, no se ha enamorado de mí.  

Shen Qingqiu le enseñó cordialmente el dedo medio, bajando la cabeza para pulir su espada.

―Realmente, no necesitas ser tan pesimista. Tienes buenas perspectivas para el futuro, muy
buenas perspectivas. Estos muslos dorados son fuertes, confiables!

―No, gracias. Si tengo que abrazar esos muslos, ¿a dónde crees que me llevarán? ¡Entre las
piernas!

―Entre las piernas es aún mejor, ah. Entre las piernas está el lugar más importante de un
hombre.

  
Si no fuera por el hecho de que Xiu Ya acababa de regresar a sus manos y no podía soportar
usarlo para cosas sucias, Shen Qingqiu realmente tenía la intención de cortar un trozo de ese
lugar entre sus piernas. No estaba de humor para esta bufonada, enderezó su expresión y
preguntó:

―Dado que somos francos el uno con el otro, te preguntaré: ¿alguna vez hiciste algún plan
para Tianlang-Jun?

―¿Qué vas a hacer con la información sobre el padre de Binghe?

―No es que quiera hacer algo con la información, solo pensé que era extraño cómo no te
preocupabas por el padre del protagonista. Sé con certeza que puedes escribir un millón de
palabras solo para agregar una esposa; definitivamente podrías continuar durante tres años
para agregar un padre .

―Ah, de verdad tienes buenos ojos, fiel lector mío ―comenzó Shang Qinghua―.
Originalmente planeaba desplegar el marco de la trama para establecer al padre de Binghe
como un boss, pero mientras escribía, mi computadora murió y perdí mi esquema, y ​se
perdieron muchos detalles. Y en el momento en que la sección de reseñas quería una trama
diferente, vino la batalla de Binghe invadiendo un centenar de flores, ya me entiendes. Un
centenar de flores sagradas que nunca habían visto a un hombre desde su nacimiento, y se
ocupó de todas ellas. Hermano Pepino, ya sabes cuánto sufrí al escribir esos cien capullos...

...

Por fin sabía el verdadero origen de todos esos agujeros de la trama.

―¿Así que fuiste a escribir la trama del harén y dejaste la trama más seria del padre de
Binghe llena de agujeros?

―Da igual, el problema principal es hacerlo genial para los lectores. Todas las chicas que
deberían haber sido empujadas hacia abajo fueron empujadas hacia abajo, todos las carne de
cañón que deberían haber sido asesinados, fueron asesinados. Escribir una trama en la que no
todos estén interesados ​es simplemente gastar un esfuerzo extra sin recompensa. Solo quería
ganarme la vida. Si todos los suscriptores abandonan el barco, no tendré comida para comer,
hermano Pepino.
«Avión Disparando hacia el Cielo, te estás divirtiendo demasiado cortando esos contornos,
¡pero los estrictos requisitos del sistema me están haciendo llenar todos los agujeros que
cavaste con tu mala práctica!»

  

―De hecho, no estaba completamente dispuesto a separarme de él ―continuó Shang


Qinghua―. En mis planes originales, TianLang-Jun tenía sangre más pura que Binghe, su
poder era más fuerte, se ganó su fama antes: su personaje estaba más engalanado que Binghe.
Elevándose por encima de la suciedad del mundo ordinario para reír con arrogancia sobre los
Tres Reinos, e incluso tuvo una historia de fondo trágica y profundamente conmovedora para
hacer que uno cantara o llorara, muy Jack Sue, ¿verdad? ¿Qué haría si por casualidad los
lectores piensan que está robando el foco de atención de Binghe y comienzan a protestar?
Sabes que Binghe tiene que ser feroz en apariencia, feroz en combate y feroz en dar
recompensas.

Shen Qingqiu dejó caer la cabeza sobre sus manos. Al escuchar esta confesión, comenzó a
preocuparse. Si TianLang-Jun realmente hubiera sido liberado, ¿Luo Binghe podría
derrotarlo?

  

Pero, mirándolo desde otro ángulo, ¿tal vez sea posible frenar al hijo usando al padre? Shen
Qingqiu inmediatamente apagó esa peligrosa línea de pensamiento. Con respecto a un
oponente completamente desconocido que podría ser justo o nefasto, un intento vano de
usarlo podría llevarlo a que ni siquiera sepa cómo va a morir al final. Por lo tanto, la
conclusión nunca cambiará en diez mil años: ¡El gran Avión Disparando hacia el Cielo era
realmente un genio, ya que establecía los estándares de la literatura para la generación!

―Será mejor que seas sincero conmigo y digas todo lo que planeaste pero no escribiste
cuando cambiaste el esquema. ¡Primero lo importante! ―exclamó, golpeando la mesa.

―Importante o no, no lo sé... ―tartamudeó Shang Qinghua―, pero hay un segmento que
tiene que ver contigo... o más precisamente, tiene que ver con Shen Jiu. Estaba demasiado
avergonzado como para decirlo.
Al oír esto, el cabello en la parte posterior de su cuello se erizó con anticipación.
¡Conociendo sus tendencias, sería una maravilla si le hubiera dado alguna historia de fondo
normal!

―Dímelo, puedo soportarlo ―dijo, aguantando la cabeza entre las manos.

―Tenía muchas ideas para este personaje, Shen Qingqiu. Tenía la esperanza de moldearlo en
un personaje tridimensional bien redondeado; es escoria, es miserable, pero tenía motivos
para ser escoria. Pero, los lectores realmente no lo aceptaron, tan pronto como comencé a
mostrar signos de este desarrollo, comenzaron a aferrarse a las revisiones. Entonces, vi que
los vientos no soplaban en la dirección correcta e inmediatamente lo convertí en un miserable
villano unidimensional. Pero realmente él...

Shen Qingqiu había centrado toda su atención en la explicación cuando, de repente, las
criadas fuera de la habitación corearon en un tono respetuoso,"Junshang".

  

¡Este es realmente el peor momento en el que podrías haber venido!

  

Al escuchar esto, la expresión de Shang Qinghua se transformó y saltó un metro del suelo
como si le hubieran prendido fuego a su trasero. Corriendo hacia la puerta de atrás, gritó
sobre su hombro:

―Tu hombre está aquí. ¡Te lo diré más tarde, no, en el futuro!

  

¡Cortarlo en este punto es más difícil de soportar que esa escena cliché blanda de "presenciar
con tus propios ojos a alguien en la puerta de la muerte diciendo 'mi asesino era ... era ...' y
luego escupir un bocado de sangre y morir"!

  

La cortina verde se levantó y Luo Binghe se agachó para entrar en la habitación. Shen
Qingqiu inmediatamente puso una expresión tranquila. Debido a que su importante discusión
había sido interrumpida, no tenía una buena mirada en su rostro. La mirada de Luo Binghe se
posó primero en Xiu Ya en su mano antes de moverse hacia arriba.

  

Después de un breve silencio, fue Luo Binghe quien tomó la iniciativa y abrió la boca.

―En estos últimos días, parece que Shizun no se ha tomado un momento para descansar.

  

Hablando de descanso, Shen Qingqiu inmediatamente pensó en sueños; y hablando de


sueños, no pudo evitar recordar todos los movimientos vergonzosos que hizo en el reino de
los sueños para consolar a Luo Binghe. Shen Qingqiu se frotó la frente.

―Si pudiera hacerlo sin soñar, estaría feliz de descansar.

  

Las pestañas de Luo Binghe cayeron. Después de pararse un momento, parecía que había
tomado una decisión importante.

―Aunque esos eventos anteriores ocurrieron en el reino de los sueños, me aproveché de ti.
Pero los sentimientos que te revelé entonces, no eran falsos.

―Luo Binghe, en este momento no sé cuáles de tus palabras son verdaderas y cuáles son
falsas. Por lo tanto, no te molestes en decir cosas como esta.

El Luo Binghe en ese sueño fue realmente mucho más bonito. A pesar de que el protagonista
masculino seguía siendo el protagonista masculino, era miserable, haciendo que las tripas se
retorcieran cien veces, y su rostro no estaba mal. Incluso un hombre heterosexual como Shen
Qingqiu no pudo evitar tener piedad de él. Es solo que cuanto más lástima sentía en ese
momento, más dolor sentía en su rostro después del hecho. Luo Binghe había dicho que los
eventos en la ciudad de Jinlan no eran cosa suya, y en ese momento Shen Qingqiu le creyó
unas nueve décimas partes del camino, pero ahora no se atrevía a poner ni una décima parte
de la esperanza precipitada.

  
La sangre volvió a la cara de Luo Binghe, enrojeciendo sus mejillas. Levantando los
párpados, dijo fríamente:

―Shizun solo se preocupa por mi engaño, pero si no lo hubiera hecho, me temo que aún no
podría decirte una palabra.

Sus dedos inconscientemente se apretaron más y más fuerte en la empuñadura de Xin Mo


hasta que sus nudillos se pusieron blancos por la tensión. No solo sus pupilas, sino también
las cuencas de sus ojos comenzaron a brillar levemente rojas.

―¿Desde cuándo Shizun nunca me engañó? Dijiste que no aprobabas conceder demasiada
importancia a la diferencia entre razas, pero en un abrir y cerrar de ojos, te niegas a admitirlo.
Después de su muerte corporal en la ciudad de Huayue, llamé a su alma cientos de miles de
veces, intentando y luego fallando, luego intentando y luego fallando nuevamente, sin dejar
que mi corazón cayera en cenizas y mis pensamientos se enfriaran. A pesar de esto, nunca
sospeché que Shizun me despreciaría hasta ese punto, mirándome con una mirada
despreocupada y volviéndose loco tontamente después de volver a pararse ante mis ojos ―al
final de su diatriba, sus sílabas finales eran algo inestables, los tonos aumentaban tanto con
furia como con exasperación―. Ahora Shizun tiene muchas razones para denunciarme como
una encarnación del demonio, traigo el desastre donde quiera que vaya. Pero esta vez no he
hecho nada en absoluto, ¿pero todavía me desprecias como a serpientes y escorpiones? Me
has engañado dos veces, te he engañado dos veces, ¿no somos iguales?

A pesar de que sintió que esta lógica de "uno es uno, dos es dos" no era muy acertada, Shen
Qingqiu no pudo evitar revelar sus verdaderos sentimientos.

―Realmente eres rencoroso.

―Me temo que no sabes hasta qué punto puedo llegar a serlo ―su rostro gradualmente se
convirtió en una expresión sombría de su sonrisa burlona. Acercándose a la distancia entre
los dos, dijo―: Pero, ¿qué pasa si digo que hacia Shizun, recuerdo algo más que odio?
Probablemente no me creerían.

Al ver que la sombra que proyectaba su figura aumentaba de tamaño, Shen Qingqiu dijo
apresuradamente:

―Componte. Si quieres hablar, entonces habla correctamente, no cambies tu cara de repente,


¡no te acerques tanto!
―Shizun, siempre puedes componerte, pero yo ya no puedo hacerlo más.

  

Shen Qingqiu no había procesado completamente esto cuando con un golpe, su espalda
comenzó a doler. Lo siguiente que supo fue que los dos ya habían rodado sobre la cama.

  

...Ha pasado tanto tiempo desde que dormí en esta cama de bambú, ¿por qué está tan lleno de
baches?

―¡¿Qué haces?!  

Luo Binghe frunció los labios y se negó a responder. Justo cuando Shen Qingqiu pensó en
echarlo, se le puso la piel de gallina de pies a cabeza. Una mano de repente metió la mano en
su túnica interior desde el dobladillo.

  

«¡Tienes que estar bromeando!»

  

Levantó violentamente una rodilla, pero Luo Binghe la atrapó con una sola mano,
presionándola hacia un lado de su cuerpo.

  

Shen Qingqiu gritó internamente j**** cien veces, ¡no quería ser forzado a esa posición con
las piernas abiertas, acostado debajo de otra persona! Inmediatamente se apresuró con la parte
superior de su cuerpo, y con un estallido de energía oportuno y un giro de su cintura invirtió
sus posiciones como un cambio de las estrellas en el cielo, sujetando a Luo Binghe debajo de
él. Desenvainó tres pulgadas de Xiu Ya, presionándolo fríamente contra la garganta de Luo
Binghe. Esta era la primera vez en su vida que Shen Qingqiu había sido empujado por
alguien, y él estaba furioso.
―¿Así que quieres jugar a forzar a tu maestro? ¡Qué bonito! ―se burló, con una sonrisa
violenta―. Así que las acusaciones eran ciertas, pero no te pienses que voy a someterme en
silencio.

Las rutas de escape de Luo Binghe y el punto vital de su cuello habían sido bloqueados, pero
tenía una luz deslumbrante en sus ojos. Sin temer la cuchilla afilada en su cuello en lo más
mínimo, agarró la muñeca de Shen Qingqiu con una mano, la otra se apoyó sobre el terreno.
Con un ataque vigoroso, invirtió sus posiciones nuevamente. Por supuesto, Shen Qingqiu no
lo dejaría hacer lo que quisiera, apuntando hacia un punto vulnerable con la empuñadura de
Xiu Ya.

  

Después de algunos de esos intercambios, los dos se enredaron en un bulto. Rodaron en la


cama, girando todo el camino, destellos blancos y chispas explotando en todas direcciones.
La energía demoníaca se mezcló en una niebla confusa, ataques violentos volando al azar. Al
pasar tanto tiempo escondiéndose detrás de una máscara, Shen Qingqiu no sabía cuánto
tiempo había pasado desde que había luchado de una manera tan cruda. Después de que la
batalla había alcanzado este nivel de intensidad, Shen Qingqiu se dio cuenta de repente.

  

Eso no está bien, esta es una novela de cultivo, ¿por qué debería pelear con sus propias
manos? ¿Qué clase de idiota tiene un cañón y no lo usa?

  

Inmediatamente levantó la mano, bombeándola llena de energía espiritual, enviando un golpe


devastador hacia la parte inferior del abdomen de Luo Binghe.

―Fin del capítulo 55―

CAPÍTULO 56
Luo Binghe resistió el golpe por completo, sin hacer un solo sonido.

―...

Honestamente hablando, Shen Qingqiu no pensó que realmente lo golpearía. Pero eso no le
impidió darle un puñetazo fuerte, como si estuviera golpeando toda la ira reprimida de estos
últimos días. De repente, el sistema emitió un pitido y anunció:

【★,°:.☆\( ̄▽ ̄)/$:.°★。¡Felicidades! Puntos de serenidad: +500. 】

―...

Luo Binghe... ¿de verdad era masoquista? ¿Si no abusaba de él no era feliz? Es decir,
¿acababa de pegarle y de repente el sistema lo premiaba? Incluso el anuncio del Sistema se
había transformado en emoticonos estúpidos. En toda su vida... jamás había visto una mierda
tan extraña.

Shen Qingqiu solo se estaba lamentando por los resultados fallidos de su método de
enseñanza cuando Luo Binghe dejó de jugar con él. Con un empujón de su mano derecha,
Shen Qingqiu accidentalmente liberó un estallido de energía espiritual que estaba
reprimiendo en su palma, y ​el techo tembló cuando rompió una abolladura de forma uniforme
en él. El polvo cayó y Luo Binghe lo cubrió con su cuerpo, y ambas manos agarraron la
túnica exterior de Shen Qingqiu. Lo rompió fácilmente y se rió a carcajadas.

―¡Adelante, golpéame, en cualquier caso, no moriré! ¡Soportaré con gusto las enseñanzas de
Shizun!

Su sonrisa parecía ocultar un rastro de leve tristeza. Shen Qingqiu incluso se olvidó de que le
rasgaran la ropa cuando le dolía el corazón, y no pudo evitar dejar de moverse. Pero Luo
Binghe no le dio más tiempo para considerar el tierno afecto; en cambio, de repente rasgó la
túnica interior de Shen Qingqiu con una mano antes de tocar su cintura, piel contra piel.

Shen Qingqiu se derritió por un momento en el acto, antes de golpear inmediatamente a Luo
Binghe en la cabeza con la empuñadura de su espada.

―¡Qué haces, animal! ―le gritó.


―En cualquier caso, ni siquiera soy tan bueno como un animal a los ojos de Shizun, así que
bien podría actuar como tal.

Shen Qingqiu estaba tan enfadado que quería reír, pero su visión se volvió borrosa
abruptamente y su cuerpo se inclinó cuando la espada Xiu Ya cayó al suelo.

Una especie de fuerza de tracción tan fuerte que se sentía como si toda su alma estuviera a
punto de ser arrastrada fuera de su cuerpo lo atacó. Solo podía endurecer su cuerpo, y Luo
Binghe también dejó de moverse, algo desconcertado. En un abrir y cerrar de ojos, la cabeza
de Shen Qingqiu ya le dolía tanto que parecía que estaba a punto de explotar.

Innumerables fragmentos de escenas pasaron rápidamente ante sus ojos. A veces era una
extensión blanca de espacio en blanco, a veces era una oscuridad completamente negra y, a
veces, parecía ver figuras humanas indistintas. Hubo un zumbido agudo que le atravesó
dolorosamente los tímpanos.

Luo Binghe no podía permitirse el lujo de ser cauteloso por más tiempo y se sentó
apresuradamente antes de extender una mano para sujetarlo. Inesperadamente, no pudo
contener a Shen Qingqiu. Shen Qingqiu abrazó su cabeza mientras rodaba por el suelo,
luchando, sintiendo como si un par de manos enormes arrastraran su alma y su mente fuera
de su cuerpo.

Estaba gritando sin darse cuenta y, mientras chillaba, se sentía como si unas manos lo
alcanzaran desde todas las direcciones, desgarrándole el alma.

―Shizun, yo... yo solo intentaba asustarte. ¡No te lo tomes en serio! ¿Qué pasa? ―preguntó
Luo Binghe, dejándose llevar por el pánico.

El cuerpo de Shen Qingqiu se agitó y se dio la vuelta en sus brazos. Luo Binghe lo sostuvo a
medias mientras usaba rápidamente su energía espiritual para barrer el interior del cuerpo de
Shen Qingqiu. Claramente no hubo anormalidades, pero el sonido de los gritos de Shen
Qingqiu fue indescriptiblemente triste y aterrador, como si una marca roja ardiente hubiera
sido empujada profundamente dentro de su cerebro. Luo Binghe usó todos los métodos que
conocía, pero aun así, nada funcionó.

A medida que el pulso de Shen Qingqiu se debilitaba cada vez más, Luo Binghe comenzó a
temblar ligeramente antes de que su temblor se hiciera cada vez más fuerte. Finalmente, no
pudo mantenerse en pie por más tiempo, y medio se arrodilló y medio cayó de rodillas.
―¡Venid aquí ahora! ―gritó.

Shen Qingqiu abrió de repente los ojos. Todo estaba oscuro como boca de lobo.

Su corazón latía salvajemente y sus tímpanos parecían latir al mismo tiempo. Para ver si
estaba demasiado oscuro o no, o si se había quedado ciego, extendió su mano.

Todavía no lo había extendido completamente antes de que sus dedos chocaran contra una
sólida barrera. Shen Qingqiu lentamente comenzó a buscar a tientas.

Después de tantear un rato, tenía una suposición en mente. Actualmente estaba dentro de algo
estrecho, como si lo hubieran colocado dentro de una larga caja de piedra. Dio unas
palmaditas en la pared de piedra, y estaba helada, la textura era fina y suave; calculó que
estaba hecho de algo parecido al mármol. Las paredes no se sentían gruesas, y deberían tener
unas cuatro pulgadas de ancho, descubrió después de usar su energía espiritual para explorar.

Buscó a tientas un poco antes de contener la respiración y de repente utilizó la fuerza. Su


energía espiritual se disparó y golpeó con la palma de la mano con un golpe el centro de la
tapa de piedra. Lo golpeó tres veces seguidas antes de que la oscuridad se desmoronara, junto
con el enorme sonido de la piedra al derrumbarse.

Sus pulmones lloraron por aire fresco, y Shen Qingqiu se sentó abruptamente, aspirando con
fuerza unas cuantas respiraciones. Solo entonces descubrió que en realidad no era tan fresco y
se sentía más como si el aire no hubiera circulado bajo tierra durante muchos años. Además,
estaba demasiado delgado. Cuando bajó la cabeza para echar otro vistazo, vio que en realidad
estaba dentro de un ataúd.

Esta larga caja de piedra era inesperadamente un ataúd de piedra delicadamente tallada, todo
su cuerpo brillaba de color blanco como el jade.

Empujó suavemente contra el borde del ataúd y saltó. Cuando miró a su alrededor, vio que
estaba parado en una habitación de piedra débilmente iluminada. El ataúd, al que le habían
quitado la tapa, yacía en el altar en medio de la habitación. Los objetos polvorientos se
amontonaban irregularmente en las esquinas; había de todo, desde armas y gemas hasta
pergaminos, botellas y frascos. La luz fría de espadas y lanzas, junto con el brillo de gemas y
joyas, brillaba débilmente bajo una capa de polvo espeso. Después de mirar alrededor en
círculo, vio que las paredes estaban cubiertas con pinturas de demonios bailando
salvajemente, rodeándolo pesadamente en todas direcciones.
Estaba en el mausoleo sagrado de la raza demoníaca, o esa era la conclusión a la que había
llegado.

Aún no había asimilado esta información cuando, inconscientemente, bajó la cabeza y fue
golpeado por otra noticia.

Su cuerpo ya no era el cuerpo corpóreo moldeado por la Flor del Rocío del Sol y la Luna.
¡Este era el cuerpo original de Shen Qingqiu!

El Santo Mausoleo tenía una forma de llamar a los muertos; esto realmente no fue algo dicho
para engañar a otros. A juzgar por las circunstancias, parecía que alguien había introducido
de contrabando el cadáver de Shen Qingqiu en el Mausoleo Sagrado antes de activar la matriz
de recuperación del alma. Lo había sacado completamente de su nuevo cuerpo y lo había
vuelto a meter en este.

El Santo Mausoleo era el área prohibida de la raza demoníaca, y también era el lugar donde
los últimos gobernantes supremos descansaban pacíficamente después de la muerte. Si uno
no alcanzaba una posición tan alta, moriría al entrar. Pero cuando enviaron a Shen Qingqiu, él
era una persona muerta, y su alma había recuperado su cuerpo después. Entró por una laguna
jurídica, lo que le dio la oportunidad de hacer turismo.

Shen Qingqiu probó su energía espiritual y fluyó suave y fácilmente. Luo Binghe dijo que
pasó cinco años restaurando el sistema de meridianos de este cuerpo, así que debía ser
verdad. En cuanto a la toxicidad de "Sin una cura", no sentía que su energía espiritual fuera
lenta por el momento, pero no sabía si el veneno se había disuelto o no.

Una vez que un alma ocupaba y era removida del cuerpo corpóreo moldeado de la Semilla de
la Flor de Rocío, rápidamente se marchitaba y necrotizaba. No sabía qué tipo de expresión
tenía Luo Binghe en este momento mientras se enfrentaba a ese cuerpo marchito y marchito
suyo ...

Su línea de pensamiento no se alejó mucho antes de que el Sistema emitiera información con
un 'trino':

【 Tenga en cuenta: Ahora ha ingresado a la instancia de alto nivel "Mausoleo Sagrado". Ya se


ha asignado la misión "Rellenar agujeros en la trama". Por favor, atáquela con entusiasmo y
tome la iniciativa por su propia cuenta.】
―Oh ―exclamó, continuando de cuclillas en el suelo.

El sistema: 【Por favor, atáquela con entusiasmo y tome la iniciativa por su propia cuenta】

Shen Qingqiu no se movió. El sistema: 【Advertencia: Por favor, atá...】

―¡Te he entendido a la primera, maldición! ¡Ya voy!

Shen Qingqiu pensó que esa trama sería un dolor en el culo mientras caminaba fuera de la
sala de la tumba. Perdido en sus pensamientos, recordó la versión original del Santo
Mausoleo. Las casas en el Reino Demoníaco estaban protegidas bajo tierra, pero el Mausoleo
se construyó sobre el suelo. En resumen, sus costumbres eran completamente opuestas a las
humanas. No sólo había muchas trampas dentro, sino que también era traicionero y estaba
lleno de innumerables criaturas demoníacas que custodiaban las tumbas, escondidas en la
oscuridad.

Si no fuera por la voz maligna del Sistema pasando por su mente, ¡tendría que ser arrastrado
antes de que saliera corriendo al pasillo de la tumba y deambulara a ciegas!

El pasadizo de la tumba estaba abrumadoramente oscuro, pero Shen Qingqiu no chasqueó los
dedos para invocar fuego. Contuvo la respiración y caminó hacia adelante en absoluto
silencio.

No mucho después, el sonido de una respiración áspera y prolongada emergió junto a su oído.
Podría llamarse respiración, pero en realidad, era más como los jadeos moribundos de
alguien. Shen Qingqiu se mantuvo firme.

¿No habían venido demasiado rápido?

Una figura delgada y débil apareció lentamente desde la oscuridad. Fue seguido de cerca por
una segunda y tercera figura, flotando más cerca, muy lentamente como almas errantes.

Estas figuras se balanceaban con cada paso que daban, y se acercaban cada vez más. La
expresión de Shen Qingqiu no cambió cuando inclinó su cuerpo y ajustó la frecuencia de su
respiración a lo más lento que pudo.

Esta era la criatura demoníaca de nivel más bajo, y uno de los guardias probablemente se
reunió en el Mausoleo: el Cadáver Ciego.
El nombre del Cadáver Ciego tenía la palabra "ciego", pero en realidad no le faltaban ojos.
De hecho, tenía varios pares más que otros monstruos, apretados grotescamente en su cara.
Aquellos con tripofobia definitivamente lo detestarían.

Sin embargo, aunque tenía muchos ojos, eran esencialmente inútiles. La mayor parte del
tiempo, los ojos del Cadáver Ciego eran inútiles y vagaba por el Mausoleo Sagrado
patrullando todo el día, su eficiencia inusualmente baja. Sus ojos eran numerosos y grandes,
pero degeneraron en un estado terrible. Sin embargo, su capacidad para percibir la luz era
muy fuerte, e incluso si la luz era simplemente un reflejo débil, podía captarla rápidamente.

Una vez que atrapaba algo, cambiaba inesperadamente y atacaba instintivamente al origen de
la luz ferozmente. Cuando llegó ese momento, ya no se movía a esta velocidad donde vagaba
lentamente a través de los pasillos de la tumba en línea. Este tipo de monstruo no da miedo
por sí solo; lo que daba miedo era lo que a menudo aparecía con él.

Como pensó Shen Qingqiu, un Cadáver Ciego se acercó a trompicones y se deslizó hacia un
lado. Inesperadamente, una débil llama se encendió en la oscuridad.

Esta llama era de color verde oscuro y se hizo más y más brillante, iluminando el pasillo de la
tumba en un verde brillante. Esos cadáveres ciegos, que estaban a punto de pasar junto a él,
volvieron bruscamente la cabeza. Todos y cada uno de los rostros estaban incrustados con
cuatro o cinco pares de enormes globos oculares inyectados en sangre mientras miraban
directamente a Shen Qingqiu, que estaba muy cerca.

¡Vela del Último Aliento!

Shen Qingqiu fue extremadamente rápido y, en el segundo siguiente, apareció en el final del
pasillo. Pero no importa dónde esquivara, un tramo de luz verde tenue se encendería con él
para que no hubiera forma de ocultar su figura. ¡Era rápido, pero los Cadáveres Ciegos que
habían sido provocados por la luz eran aún más rápidos!

Shen Qingqiu envió varios cadáveres ciegos que se habían arrojado volando. Las velas del
último aliento usaban la respiración de una persona viva como combustible, y siempre que
algo o alguien vivo se acercara, se encendería por sí sola. Sonaba como un juguete que podría
usarse para evitar a los estafadores y tramposos que deambulaban por las calles, pero cuando
se combinó con los Cadáveres Ciegos, los resultados fueron simplemente salvajes.
Imaginad: si un intruso se deslizara dentro del Sagrado Mausoleo, sin importar a dónde fuera,
aún tendría que respirar. Cuando respiraba, la Vela del Último Aliento se encendía, sin poder
ser extinguida o pellizcada. Ésta podría instalarse en cualquier rincón del Mausoleo Sagrado.
Una gran horda de cadáveres ciegos se abalanzaría, y sólo cuando el intruso muriera, la llama
de la vela se atenuaría gradualmente. Último aliento, último aliento, ¡la vela del último
aliento fue realmente un gran nombre para ella!

Por ejemplo, ahora mismo, habían llegado más y más cadáveres ciegos sensibles a la luz, ¡y
ya habían llenado todo el pasillo de la tumba por completo!

Shen Qingqiu salió corriendo del pasillo de la tumba y se metió en una habitación. Era muy
espacioso e imponente, y había un ataúd en el medio. Saltó hacia él e intentó levantar la tapa,
pero no se movió. Luego lo golpeó, lo que creó un fuerte ruido, pero aun así no se movió ni
una pulgada. El material del que estaba hecho este ataúd era en realidad mucho más sólido
que en el que estaba acostado.

«¿Quizás hay alguien dentro?» pensó.

―Hey, ¿puedo esconderme dentro sólo un momento?

Obviamente sólo estaba hablando tontamente para sí mismo, pero después de golpear dos
veces el ataúd, algo le respondió desde dentro. La voz venía de dentro, pero la escuchó tan
nítida como si estuviese susurrándole en el oído.

―Por favor, ayúdate a ti mismo ―dijo, con un tono de broma.

¡Joder, joder! ¡¿Eso era un cadáver reanimado?! Shen Qingqiu estaba aterrorizado.

Con un movimiento de su pierna, barrió varios Cadáveres Ciegos que se arrojaron sobre el
ataúd de piedra. Saltó del ataúd de piedra con dos pasos antes de lanzar varios ataques
explosivos hacia el techo. La roca se derrumbó. Shen Qingqiu vio que se ablandaba cuando lo
golpeó, por lo que continuó atacándolo con furia. Sería mejor si pudiera hacer que el techo
colapsara para poder aprovechar el caos para huir, enterrando todos los Cadáveres Ciegos y el
cadáver reanimado debajo de los escombros. Pero en medio del tumulto, el sonido de un siseo
oscuro vino de repente desde fuera del salón del mausoleo.
―Fin del capítulo 56―

CAPÍTULO 57

Shen Qingqiu levantó la cabeza. Era como si dos linternas de color amarillo brillante
hubieran aparecido fuera del salón del palacio, el par de penetrantes ojos dorados mirando la
escena con los ojos muy abiertos. En el medio de cada ojo había una pupila vertical, que
parecía inusualmente siniestra.

La multitud de cadáveres ciegos, al escuchar ese ruido, parecieron intimidarse por alguna
fuerza invisible. Ya no reanudaron sus desgarros y saltos; en cambio, se retrajeron en sí
mismos, agachando la cabeza y encogiendo los hombros. Finalmente, se retiraron lentamente,
temblando.

Ese par de grandes ojos con forma de linterna miraron directamente a Shen Qingqiu por un
momento, aunque en seguida apartó la mirada. Una figura emergió de las sombras. Shen
Qingqiu, al identificar al nuevo visitante, no se sorprendió.

―Xizhi-Lang ―llamó, amablemente.

Zhuzhi-Lang resbaló a medio paso. Se frotó la nariz. Aunque se notaba que estaba deprimido,
no era de los que se mostraban groseros.

―Vaya, ya que el Maestro Shen quiere dirigirse a mí de esa forma, puede seguir haciéndolo
―dijo, sonriendo.

―Así que realmente eras tú quien robó el cadáver de la bóveda del salón del Palacio.

El veneno de color negro azulado que cubría todo el cuerpo era probablemente el veneno de
la serpiente de jade. La razón por la cual la inspección superficial de Mu Qingfan no pudo
encontrar una herida fue probablemente porque los colmillos de la serpiente eran demasiado
pequeños para dejar una marca visible. Si uno examinara los cuerpos más de cerca,
encontraría pequeñas marcas de dientes en las yemas de los dedos o en la parte inferior de los
talones.
―La situación pasó demasiado rápido. No tuve más remedio que continuar con la siguiente
etapa del plan. Espero que el Maestro Shen sea lo suficientemente magnánimo como para
perdonarme.

Shen Qingqiu tosió secamente. ¿Cómo que la situación había pasado demasiado rápido?
Daba igual cómo se viese, todo eso había sido causado por él cuando fumigó el vino realgar
para someter a esa serpiente, obligándola a volver a su forma original. No solo eso, sino que,
para colmo de males, también había montado en la forma de serpiente de Zhuzhi-Lang
durante todo un tramo de la carretera.

―Me convocaste desde el Santo Mausoleo, así que se puede decir que me ayudó con... algo.
Antes querías que fuera al Reino demoníaco, ¿por qué?

―Bueno, en primer lugar, como ayudó, yo le devolveré el favor las veces que haga falta
―dijo Zhuzhi-Lang―. En segundo lugar, yo no le convoqué. Creo que es mejor preguntarle
a Junshang directamente.

―Bien, ¿y dónde está Tianlang-Jun, entonces?

―Pensé que usted y él ya se habían conocido ―dijo Zhuzhi-Lang, mirándolo fijamente.

¿Qué...?

Shen Qingqiu bajó la cabeza y miró el sarcófago de piedra. ¿Podría ser que el cadáver
dentro... era Tianlang-Jun?

Estrictamente hablando, eso ni siquiera podría llamarse "reunión", ¿...no?

La tapa del ataúd que había intentado abrir comenzó a temblar, abriéndose sola. Dentro, una
persona se sentó lentamente y se apoyó contra el borde del ataúd, con una leve sonrisa

―Vaya, Señor de Cumbre Shen, he esperado mucho para conocerle.

Shen Qingqiu no se lo podía creer.

Los intereses de toda esa maldita familia eran amplios y extensos, pero parecía que al fin y al
cabo todos sus pasatiempos eran igual de raros. El hijo disfrutaba abrazando cadáveres, el
padre disfrutaba acostado dentro de un ataúd.
Si uno mirara a Luo Binghe de arriba abajo, vería a su madre, Su Xiyan. Sin embargo,
todavía era posible ver algunos de los genes de su padre. Por ejemplo, sus ojos.

Los ojos de Tianlang-Jun eran grandes y profundos, sus cejas afiladas enfatizaban su
apariencia valiente y sobresaliente. Sus pupilas negras eran como dos vacíos increíblemente
profundos, una característica que Luo Binghe compartía de manera idéntica.

El Luo Binghe original era un niño bonito. Si hubiera recibido los ojos de su madre, su
apariencia se consideraría excesivamente femenina y suave, lo cual no era bueno.

Otra similitud se pudo ver en sus sonrisas. Las expresiones sonrientes de este par de padre e
hijo hicieron que Shen Qingqiu sintiera una emoción difícil de describir... un sentimiento que
definitivamente no era tranquilizador.

―Hace años que no soy un Señor de Cumbre ―dijo Shen Qingqiu, con cautela.

―Pero he estado fascinado con usted durante bastante tiempo ―respondió, arrugando los
ojos mientras sonreía.

Shen Qingqiu sabía profundamente por experiencia que la presencia era algo que se enseñaba
desde la infancia y los antecedentes familiares.

Sin tener en cuenta nada más, si alguien sentara a este par de padre e hijo dentro de un ataúd
y les hiciera adoptar exactamente la misma pose, la presencia real de Tianlang-Jun podría
transformar de sentarse en un ataúd a sentarse en el Trono del Dragón. Por otro lado, aunque
Luo Binghe era indudablemente guapo... eh, seguramente todavía se vería como si estuviera
sentado en un ataúd.

No es de extrañar que Avión Disparando hacia el Cielo sintiera que Tianlang-Jun era una
amenaza y lo excluyera decisivamente de la trama..

Al estar en presencia de dos Demonios Celestiales, y en un espacio donde estaba rodeado por
los cuerpos en descomposición de los grandes de la raza demoníaca, Shen Qingqiu sintió que
la presión sobre él era enorme.

―No puedo aceptar ese elogio... ―dijo Shen Qingqiu, con una sonrisa falsa―. Y como su
señoría me ha observado durante tanto tiempo, ¿por qué no... no ha salido a hablar conmigo?
Daba igual qué fachada crease Tianlang-Jun, pasar su tiempo dentro de un ataúd era
indignante. A no ser que...

No pudiese salir.

El dedo de Tianlang-Jun golpeó lentamente contra el borde del ataúd, sus pupilas reflejaban
las palpitantes llamas verdes dentro del mausoleo.

―Bueno, ¿es posible que le pida su ayuda, entonces? ―dijo Tianlang-Jun, alegremente.

De verdad que no quería ser engañado, pero...

―Dígame ―dijo Shen Qingqiu, tragándose un suspiro y acercándose.

Tianlang-Jun le tomó la mano con gusto y se puso de pie. Así que sentarse en un ataúd no fue
porque estuviera ocultando algún tipo de debilidad. Shen Qingqiu no pudo evitar sentir algo
de decepción.

Y luego, no estaba tirando de nada.

Pero todavía estaba agarrando claramente la mano de Tianlang-Jun. Shen Qingqiu miró hacia
abajo, bajando la cabeza. De hecho, todavía la sostenía, excepto que lo único que quedaba era
un brazo.

El rostro de Shen Qingqiu perdió todo color.

Tianlang-Jun, habiendo perdido un brazo, con la manga medio vacía, seguía siendo muy
educado.

―Ah, lo siento, se ha vuelto a romper. ¿Le importaría colocarlo?

―...

A pesar de la conmoción violenta que había sufrido su alma, Shen Qingqiu aún logró pasar
ese brazo con calma a Tianlang-Jun. Detrás de ellos, Zhuzhi-Lang los miraba con una
expresión de haber visto esta escena muchas veces.
¿Que... lo coloce?

«¿Eres una jodida muñeca? ¡¿Puedes unir y separar tus articulaciones como te dé la gana?!»

Después un escrutinio cuidadoso, Shen Qingqiu se dio cuenta de que había muchas cicatrices
en el brazo de Tianlang-Jun. Por todas partes, los músculos, tendones y arterias se habían
vuelto negros, una visión que se hizo especialmente impactante cuando se comparó con la
piel blanca y cruda de Tianlang-Jun. Incluso debajo del cuello de su túnica, se podían ver
pequeñas cicatrices negras serpenteando.

Shen Qingqiu decidió decididamente no decir nada.

Eso fue como el aleteo de las alas de una mariposa provocando un tsunami. Había adivinado
antes que Zhuzhi-Lang había tomado la Flor del Rocío del Sol y la Luna para crear un nuevo
cuerpo para Tianlang-Jun, una conjetura que ahora parecía ser correcta. Era solo que
Tianlang-Jun no parecía ser muy compatible con ese nuevo cuerpo.

La razón por la que el alma de Shen Qingqiu y el cuerpo de la flor tenían una buena
sincronización fue porque, uno, la flor era algo que nació de su propia sangre y aliento vital;
y dos, la flor era una planta hecha de energía espiritual, algo que Shen Qingqiu también usó
para promover su propio cultivo. Por lo tanto, con estas dos razones, no era de extrañar que
hubieran encajado tan bien entre sí.

Sin embargo, la situación de Tianlang-Jun era diferente.

Era un demonio y, por lo tanto, su base se basó en energía demoníaca. Naturalmente, la


semilla intentaría rechazarlo. Como resultado, la calidad del cuerpo no estaba garantizada e
incluso era posible que hubiera circunstancias en las que el cuerpo comenzara a corroerse.

Tianlang-Jun movió las partes que se volvieron a unir, sonriendo.

―Es posible que dejemos la montaña Bailu. Así fue como pudimos presenciar el mérito del
Señor de Cumbre Lord Shen.

Shen Qingqiu miró a Zhuzhi-Lang, que estaba de pie a un lado. Originalmente, cuando se
conocieron por primera vez en el bosque de Bailu, esa forma humana-serpiente era realmente
... demasiado horrible para mirarla. Pero aun así, durante todos los años en que Tianlang-Jun
había sido reprimido en las montañas, nunca había abandonado el bosque de Bailu. Después,
cuando recibió la semilla de loto, no la usó en sí mismo, sino que la usó sin dudarlo para
moldear un cuerpo para su maestro.

¡Qué subordinado más leal!

―Eso es mucho mérito para Xi- para Zhuzhi-Lang ―dijo Shen Qingqiu, mirando los
murales de las paredes―. Vivir en reclusión en la montaña Bailu y esperar tantos años por
una oportunidad; teniendo un subordinado tan capaz, Tianlang-Jun realmente hace que los
demás sientan envidia.

―¿No ha oído hablar del lema de mi sobrino?

―Lo he oído. Un favor dado se devuelve muchas veces.

La cara roja de Zhuzhi-Lang se veía extremadamente extraña debajo de la luz verde musgosa
de las velas.

―El Señor y el Maestro Shen se están burlando de mí ―dijo.

Shen Qinqiu no tenía la intención de burlarse de él; en su lugar, estaba poniendo toda su
atención en estudiar un mural.

Los colores de ese mural eran brillantes y llamativos, y las pinceladas locas y frenéticas. Aún
así, fue posible discernir que la imagen directamente frente a la entrada del Mausoleo era el
gran rostro de una mujer. Sus ojos estaban arrugados en medias lunas y las comisuras de sus
labios apuntaban hacia arriba como si no pudiera reprimir su alegría. Esta sección del
mausoleo fue definitivamente el "Salón de las Delicias" de los tres templos "Delicia, Furia y
Dolor" del Santo Mausoleo.

Tianlang-Jun aún no había sentido nada extraño.

―Él es así ―dijo―. Su mente solo puede pensar con sencillez. Por eso siempre me rogó que
te llevara al Mundo demoníaco.

Shen Qingqiu nunca había entendido este tipo de razonamiento. Girándose levemente, miró a
Zhuzhi-Lang.

―¿Qué tienen que ver traerme al Mundo demoníaco y devolver un favor el uno al otro?
―Tienen que ver ―dijo Tianlang-Jun con calma―. No se puede permitir que las cuatro
grandes sectas sigan existiendo. Como usted aún pertenece a la Secta Cang Qiong,
Zhuzhi-Lang no quiere que caiga con ella.

Shen Qingqiu no sabía cómo responder.

Inicialmente pensó que Tianlang-Jun era relativamente razonable. Sin embargo, después de
conversar con él, descubrió que este hombre era prácticamente indistinguible de cualquiera
de esos ambiciosos jefes del tipo "destruye el mundo, mata a los buenos".

Pero si uno tuviera que considerarlo, un joven idealista y expectante de un linaje noble había
sido reprimido por miembros de una raza diferente debajo de una montaña durante tantos
años. Era de esperar un resentimiento profundamente arraigado.

―¿El siguiente paso es matar a todos los humanos? ―preguntó Shen Qingqiu, después de
una pausa.

―¿Por qué dice eso? ―Tianlang-Jun parecía confuso―. Me gustan los humanos, pero no las
grandes sectas ―sonriendo, continuó―: Al contrario, tengo un regalo para dar a la raza
humana.

Aunque no sabía qué era este supuesto regalo, ¡definitivamente no era un objeto envuelto en
una cinta que le brindaría una gran alegría a la humanidad! Shen Qingqiu acababa de
comenzar a escupir un "joder" bastante fuera de práctica cuando, de repente, el mausoleo
comenzó a temblar..

La grava del suelo tembló. Los dos pies de Shen Qingqiu estaban firmes contra el suelo, pero
su cuerpo no pudo evitar balancearse salvajemente. En la distancia, incluso podía escuchar
débilmente un grito que hacía temblar la tierra.

―¿Qué es eso? ―preguntó con cautela.

―Han llegado mucho más rápido de lo que pensaba ―dijo Tianlang-Jun, escuchando
atentamente. Se volvió hacia Zhuzhi-Lang―. ¿Cuántos?

―Al menos doscientos.

―Atrapar diez es extremadamente difícil, esto debe ser difícil para él.
Shen Qingqiu no podía entender de qué estaban hablando, pero parecía que no tenían
intención de iluminarlo. Tianlang-Jun se sacudió un poco de arena de su hombro y luego dijo:

―Señor de Cumbre Shen, desde hace cinco años, mi sobrino ha estado tratando de forzarte a
hacer una ruptura limpia con la secta de la montaña Cang Qiong. ¿Qué dice? ¿Irá con él?

«Prácticamente me has arrastrado hasta aquí y todavía me preguntas esta m- Espera, ¿desde
hace cinco años?» El corazón de Shen Qingqiu dio un vuelco.

―Los sembradores de la ciudad Jinlan . ¿Era parte de tu plan hacerme dejar la secta de la
montaña Cang Qiong? ―soltó. Ahora que lo pensaba, la razón por la que no podía regresar a
la secta era por todo lo que había comenzado en la ciudad de Jinlan―. El sembrador que me
señaló con el dedo, ¿eso fue obra tuya?

Zhuzhi-Lang bajó la cabeza. Tianlang-Jun le dio unas palmaditas en el hombro como si lo


animara.

―Bueno, eso era solo un experimento para resolver los problemas de deficiencia de
alimentos de las tribus demoníacas del sur. Simplemente sucedió que el Señor de Cumbre
Shen estaba presente. Zhuzhi-Lang solo quería que usted cortara cualquier deseo de regresar
a la humanidad, eso es todo.

Shen Qingqiu miró de inmediato a Zhuzhi-Lang. Así que este supuesto reembolso estaba
consiguiendo que un sembrador lo difamara, ¿no era esto demasiado fraudulento? ¡El favor
de una serpiente realmente no era confiable!

―Maestro Shen, Junshang dijo que quería eliminar las cuatro grandes sectas, sin dejar una
sola persona viva... yo sinceramente no quería, en ese momento... ―dijo en voz baja
Zhuzhi-Lang-

―¿Qiu Haitang también fue obra tuya? ―preguntó Shen Qingqiu, reprimiendo su ira.

―No sé quién es ―dijo Tianlang-Zun. Miró a Zhuzhi-Lang, quien se volvió para mirar a
Shen Qingqiu.

―No, no es cosa mía.


La aparición repentina de Qiu Haitang y los sembradores que atacaron a Shen Qingqiu de
izquierda a derecha en un ataque de pinza, lo obligaron a rendirse al Palacio Huan Hua y ser
encarcelado en la prisión de agua, ¿realmente fue solo una coincidencia? Olvídalo. Ahora que
las cosas habían llegado a esto, ya no importaba.   

―¿Cuál es la otra razón? ―preguntó Shen Qingqiu.

―Llamarle aquí también fue por mi propio egoísmo ―respondió Tianlang-Jun con calma.
Soltó un suspiro―. Ese hijo mío..., criarlo durante tantos años realmente ha sido un
inconveniente para usted.

Aunque había sospechado durante mucho tiempo que ese asunto tenía que ver con Luo
Binghe, escuchar su nombre todavía hizo que el corazón de Shen Qingqiu temblara. A
regañadientes trató de animarse antes de preguntar:

―¿Luo Binghe? ¿Qué tiene esto que ver con él?

―¿Cómo digo esto...? ―resopló Tianlang-Jun, bajando la cabeza―. He notado que hacia
usted, él es algo...

Aunque sus palabras fueron vagas y poco claras, esquivando la pregunta por completo, Shen
Qingqiu todavía no tuvo ninguna dificultad para encadenar una teoría.

Como el tiempo que Tianlang-Jun poseía este cuerpo aumentaba, a medida que su energía
demoníaca se volvía más vigorosa y su cultivo comenzaba a recuperarse, el cuerpo que usaba
comenzaba a desmoronarse más y más, requiriendo retoques por todas partes. Tarde o
temprano, necesitaría un nuevo cuerpo. Este cuerpo funcionaría mejor si fuera alguien
relacionado con él, un demonio celestial similar. Si este cuerpo fuera un híbrido y fuera capaz
de usar dos sistemas de cultivo separados, sería aún mejor.

¿Qué cuerpo era más adecuado que el de Luo De Binghe?

―Entonces usted ha llamado a mi alma para que él venga aquí ―dijo, entrecerrando los ojos.

―El Señor de Cumbre Shen es bastante inteligente.

―Luo Binghe aún no ha asumido su cargo, no puede entrar ―le advirtió Shen Qingqiu.
―Si él quiere, podrá.

―Pero es su hijo.

―Lo es.

―Suyo y el hijo de Su Xiyan.

―¿Y?

Al escuchar estas palabras, Shen Qingqiu finalmente se convenció.

En las pocas oraciones que Tianlang-Jun mencionó a Luo Binghe, aunque su expresión
sonriente se mantuvo igual, sus palabras y expresiones eran todas frías.

La imagen de un Tianlang-Jun amoroso y justo en la mente de Shen Qingqiu desapareció de


inmediato. Ahora, se dio cuenta de que cada vez que Tianlang-Jun hablaba sobre Su Xiyan,
su tono nunca flaqueaba. Se refirió con cariño a Luo Binghe como "ese hijo mío", pero uno
difícilmente pensaría que compartían una relación padre-hijo.

Tianlang-Jun no solo no era un pacifista, sino que tampoco era un romántico. Eso subvirtió
por completo la forma de pensar de Shen Qingqiu durante mucho tiempo (y quizás una
ilusión).

De hecho, era normal. El clan de los demonios miró las emociones con frío desprecio,
prefiriendo la buena comida, la influencia y el poder. Era solo que al ver esta actitud de "no
podría importarle menos" en persona, Shen Qingqiu no pudo evitar sentirse incómodo.

Luo Binghe realmente era... un niño no amado.

Shen Qingqiu siempre había usado esa olla ennegrecida de la ciudad Jinlan para estrellarse
contra la cabeza de Luo Binghe. Ese niño, con tal rostro de agravio durante tanto tiempo,
había intentado defenderse tantas veces, pero fue en vano. No hace mucho, cuando se
separaron, Shen Qingqiu incluso había usado palabras duras para reprenderlo.

Estaba extremadamente resentido contra Tianlang-Jun. Sin embargo, si uno tuviera que
considerarlo, él mismo no era mucho mejor. Había herido profundamente a Luo Binghe.
La tumba acababa de caer en un silencio de muerte cuando la segunda ola de animales
rugiendo y la batalla descendió. Esa vez fue aún más cruel, los sonidos de la agitación se
acercaban cada vez más.

―Entonces, ¿qué está pasando...? ―preguntó Shen Qingqiu, agarrándose del ataúd al no
poder quedarse de pie.

Antes de que pudiera terminar, todas las piedras preciosas incrustadas en el mausoleo
comenzaron a caer. Las tres personas dentro del salón del palacio tuvieron reacciones rápidas,
alejándose rápidamente del camino. Con un choque repentino, un objeto extremadamente
pesado se estrelló contra el techo del salón del palacio, aterrizando en el medio de la
habitación. El humo y el polvo se entremezclaron con los rayos de luz de arriba, revelando
una figura negra.

Luo Binghe estaba sobre la cabeza de una bestia gigante de tono negro, su túnica negra
ondeando salvajemente en el polvo. La espada Xin Mo yacía desenvainada sobre su espalda.
Un par de ojos brillaron en rojo a la luz, contemplando la escena con feroz intención asesina.

―Fin del capítulo 57―

CAPÍTULO 58

A primera vista, la gran bestia parecía ser una especie de rinoceronte, con un solo cuerno
curvado como la Luna creciente sobre su cabeza. Pero al abrir la boca, escupió una pitón
escarlata gigante de sus fauces rojo sangre. La llamada del rinoceronte se mezcló con el
silbido de la serpiente, creando un clamor especialmente impactante.

¿En serio? ¡Rinoceronte! ¡Negro! ¡Luna! ¡Pitón!

Negro + Luna + Rinoceronte + Pitón. El resultado era un Rinoceronte Pitón Luna Negra, una
combinación de esos cuatro elementos. Ah, Gran Dios Avión Disparando hacia el Cielo, ¡tu
estilo de nomenclatura era tan confiable como siempre!
Zhuzhi-Lang se movió diligentemente para ponerse delante de Tianlang-Jun, cubriendo
convenientemente a Shen Qingqiu también. Al ver a Luo Binghe, Shen Qingqiu se había
acercado inconscientemente a la espalda de Zhuzhi-Lang. No era que todavía estuviera
huyendo de él en cada oportunidad, sino que tenía la conciencia culpable y no podía mirarlo.

No se atrevió a pensar en qué tipo de humor estaría Luo Binghe después de verlo respirar su
último aliento ante sus ojos por segunda vez. Solo podía actuar inconscientemente como el
ladrón de campanas que se tapaba los oídos, pretendiendo que si los ojos no pudieran ver, el
corazón no se perturbaría.

―Y no dudaría en capturar doscientos Rinocerontes Pitón Luna Negra para romper las
barreras alrededor del Mausoleo Sagrado. Señor de Cumbre Shen, este hijo mío de verdad
siente algo fuerte por ti ―dijo Tianlang-Jun, levantando una ceja. Su expresión tenía un
parecido notable con Luo Binghe.

Shen Qingqiu no respondió. Esa era la bestia demoníaca que, en la obra original, podía
representar incluso el Abismo sin Fin con su llamada. Y para irrumpir en el Mausoleo
Sagrado, Luo Binghe había capturado a doscientos de ellos para un solo uso.

Después de que el polvo se asentó, Shen Qingqiu finalmente pudo ver claramente: Luo
Binghe había irrumpido sin ayuda en el Mausoleo Sagrado. El Mausoleo era tanto tierra
sagrada para la Raza Demoníaca como un área prohibida. Cualquier nativo de la Raza
Demoníaca lo apreciaría y veneraría, sin atreverse a violar los terrenos.

Esa era una cuestión de fe: nadie se atrevería a acompañarlo, así que, por supuesto, estaba
solo.

―Tu valor es envidiable ―comentó Tianlang-Jun, cerrando un momento los ojos―. Que
vengas tú solo no es tan increíble, pero no deberías haber traído a esos dos perros callejeros.

Luo Binghe saltó tranquilamente de la cabeza del Rinoceronte Pitón. La gran bestia había
agotado lo último de su energía e, incapaz de continuar más, cayó al suelo con un fuerte
estruendo. Fijó una mirada inquebrantable en Shen Qingqiu, con chispas estallando en sus
ojos, luciendo como si estuviera hirviendo de ira y a punto de llorar. Shen Qingqiu de repente
tuvo una reacción tardía. ¡Justo ahora había esquivado a Zhuzhi-Lang, ahora tenía que evitar
a otro!

  
Pero era demasiado tarde para cualquier explicación. ¡El que estaba aquí era el padre del
protagonista masculino, el que el autor marcó con la fuerza total para aplastar al protagonista
en una masa! Shen Qingqiu finalmente encontró su voz para gritar:

―¡Vete!

  

Luo Binghe no respondió. Levantó la mano, lanzando a Xiu Ya. Solo después de ver a Shen
Qingqiu agarrar la espada, se volvió hacia las otras dos personas que estaban en la sala del
mausoleo. Acumulando dos bolas ferozmente turbulentas de energía demoníaca en sus
palmas, se disparó directamente, sin molestarse en esquivar.

  

«Acabas de llegar, ¿puedes no comenzar a repartir golpes?»  

La mano izquierda de Luo Binghe se estrelló contra el abdomen de Zhuzhi-Lang, enviándolo


a volar sin la menor preocupación por su bienestar. Su mano derecha voló para golpear a
Tianlang-Jun. Shen Qingqiu estaba tenso de la cabeza a los pies, mirando desde el costado
con gran atención.

  

¡Y Tianlang-Jun recibió el golpe! Sin retroceder un solo paso, giró suavemente su mano,
deslizándose a través de las defensas de Luo Binghe para rozar su hombro.

  

Shen Qingqiu juró que en ese momento escuchó los huesos de Luo Binghe crujir dentro de su
cuerpo. Como para validar este punto, Luo Binghe parpadeó y, sin previo aviso, escupió un
bocado de sangre fresca.

  

La totalidad de su barbilla, cuello y pecho estaba teñida de un campo de rojo, y la sangre


todavía goteaba. Luo Binghe se limpió la esquina de la boca, luciendo como si todavía
estuviera perdido.
  

Para decir la verdad, ya había pasado mucho tiempo desde que había experimentado una
lesión física lo suficientemente grave como para hacerle escupir sangre.

¡En serio! ¡El! ¡Aura! ¡Del! ¡Protagonista! ¡Era! ¡Irrompible! ¿No...? ¿Se aplicaba esa ley si
el padre del protagonista estaba involucrado?

Tianlang-Jun solo le había dado a Luo Binghe una ligera palmada en el hombro, pero su
brazo se rompió nuevamente. Tianlang-Jun arrugó las cejas y Zhuzhi-Lang inmediatamente
lo recogió, presentándolo con ambas manos. Luo Binghe no se molestó en limpiar toda la
sangre. Un destello siniestro brilló en sus ojos, extendió la mano para agarrar a Xin Mo de su
lugar en su espalda.

―Esa espada es muy buena, qué pena que seas horrible con ella ―dijo Tianlang-Jun.

―¡Ven aquí! ―susurró Luo Binghe a Shen Qingqiu.

―Es demasiado tarde, doscientas pitones rinoceronte de la Luna Negra son suficientes para
mantener abiertas las barreras del Mausoleo Sagrado por un instante, lo justo para que puedas
entrar una vez ―comentó Zhuzhi-Lang.

―¡Entonces os usaré a los dos como sacrificios de sangre y lo abriré una vez más! ―gruñó
Luo Binghe.

Quién podría haber esperado que, antes de que Xin Mo abandonara por completo la funda,
repentinamente fue empujada hacia adentro. No sabía cuándo Tianlang-Jun se había movido
para ponerse detrás de Luo Binghe, presionando la espada en la funda con una mano,
impidiéndole sacar la espada y causar problemas. Luo Binghe reaccionó en un instante,
volviéndose para enfrentar el ataque.

¿Quién hubiera pensado que, sin importar lo rápida que fuera, la espada Corazón de Diablo
solo podría desenvainarse tres pulgadas como máximo antes de volver a presionarla de
inmediato? Después de algunas rondas de este intercambio de ida y vuelta, Tianlang-Jun
parecía haber perdido interés en jugar con él. Con un movimiento de su muñeca, dejó de
preocuparse por la espada y fue a empujar directamente hacia abajo la parte superior de su
cabeza.
  

Los ojos de Luo Binghe se abrieron de golpe. Una rica nube de energía de color negro
púrpura giró alrededor de la parte superior de su cabeza. Tianlang-Jun levantó la mano.
Echando un vistazo al rostro pálido como la nieve de Luo Binghe, comentó con
imparcialidad:

―Se parece a su madre.

―Sus ojos son los tuyos ―dijo una voz fría a su lado. Tianlang-Jun volvió lentamente la
cabeza. Xiu Ya, brillando como escarcha y nieve, se presionó contra el cuello de
Zhuzhi-Lang. Shen Qingqiu sonrió levemente―. Este buen subordinado, tan cercano un
sobrino... no hay nada que no valga la pena. Tianlang-Jun, ¿no deberías reconsiderar tus
elecciones?

―Junshang, me he descuidado... ―murmuró Zhuzhi-Lang. 

Ese 'descuido' fue lo suficientemente difícil de conseguir, Shen Qingqiu tuvo que gastar una
buena cantidad de esfuerzo solo para contenerlo. Incluso cuando no estaba en forma de
serpiente, ¡este hombre era igual de resbaladizo!

―Zhuzhi-Lang es algo tonto, es débil de carácter. Si hace eso, le romperá el corazón ―dijo
débilmente Tianlang-Jun.

―Junshang, yo... yo no...

―En cambio, mi corazón no es débil, pero estoy desconsolado por lo que le haces a mi
discípulo ―dijo Shen Qingqiu―. Suéltalo y yo soltaré a tu sobrino.

―Bueno ―Tianlang-Jun extendió la mano―. Sólo me temo que no se me dará la


oportunidad.

De hecho, la palma de Shen Qingqiu estaba húmeda de sudor frío, solo su voz era fría y
serena cuando dijo:

―Te estoy dando la oportunidad ahora mismo.

―Quiero decir, Zhuzhi-Lang no me dará la oportunidad.


  

¡Antes de que sus palabras cayeran, Zhuzhi-Lang de repente se arrojó a la punta de la espada
de Shen Qingqiu!

  

Había puesto una fuerza extraordinaria en este movimiento, haciendo todo lo posible sin tener
en cuenta su vida. Shen Qingqiu nunca sospechó que podría ser una finta temporal.
Sorprendido, inconscientemente retiró su espada. Justo cuando retiró la punta de su espada,
Zhuzhi-Lang aprovechó la oportunidad para escapar, volviendo al lado de Tianlang-Jun.

―Ya ves, es un poco estúpido ―dijo Tianlang-Jun, con una sonrisa―. Si alguien intenta
chantajearme amenazándolo, él mismo buscará la muerte. El Señor de Cumbre Shen nunca
debía haberlo subestimarlo.

Shen Qingqiu casi escupió sangre. Como rehén, Zhuzhi-Lang realmente no tenía ningún valor
del que hablar. No solo fue difícil de precisar, después de haber sido atrapado con gran
dificultad, ¡no hubo ningún sentido de logro en absoluto!

―Dado lo mal que lo acaba de pasar mi sobrino... Es justo recuperarlo con su discípulo,
Señor ―comentó Tianlang-Jun.

Mientras hablaba, sus cinco dedos se curvaron sutilmente. Luo Binghe soltó un gemido
ahogado, sangre fresca fluía por las esquinas de sus ojos, pero aún así volvió la mirada hacia
Shen Qingqiu con gran dificultad.

―Vete a cualquier sitio... donde sea está bien... ¡pero no te quedes aquí! ―masculló,
apretando los dientes contra la sangre que salía de su boca.

Shen Qingqiu levantó la cabeza, Xiu Ya volando hacia el frente. Como un rayo blanco
atravesando la habitación, apuñaló a Tianlang-Jun. Apenas inclinó la cabeza y la hoja pasó
rozando su mejilla, clavándose en un mural muy por detrás de él con un ruido metálico.

―Tu puntería no es muy buena ―dijo Tianlang-Jun.

―No, al contrario ―murmuró Shen Qingqiu, retirando lentamente su mano. La esquina de su


boca se curvó hacia arriba.
Tianlang-Jun se sobresaltó un poco, volviendo la cabeza de inmediato solo para ver a Xiu Ya
atravesado cuidadosamente el ojo de una mujer sonriente en el mural. La gema que había sido
incrustada en su pupila se hizo añicos, cayendo de la pared de piedra en numerosos pedazos
centelleantes.

  

Esa mujer, sin duda, era solo una cara pintada en la pared, pero la esquina de su boca se curvó
más y más como si estuviera rompiendo en una sonrisa más feliz. Una esquina de la sonrisa
cortó su rostro y se partió hasta su oreja, su boca ensangrentada se abrió de par en par como
un cuenco de sacrificio.

  

De repente, un sonido de risa incomparablemente penetrante estalló en medio del salón del
mausoleo.

  

¡Y esa risa, venía de la boca de la mujer pintada en la pared!

  

El Salón de las Delicias tenía medidas antirrobo. La pared estaba llena de gemas incrustadas,
pero si intentas sacar una por ti mismo, ¡espera a que el arma auditiva de su hechicera
demoníaca se ría hasta morir!  

Estaba claro que esa risa fue especialmente efectiva contra la Raza Demoníaca. Después de
todo, su propósito principal era, por supuesto, protegerse contra los saqueadores de tumbas
errantes dentro de la Raza Demoníaca. No es como si hubiera humanos que estuvieran lo
suficientemente aburridos o lo suficientemente valientes como para ir a asaltar tumbas en el
Reino de los Demonios.

Después de que el sonido entrara en sus oídos, el corazón y el cerebro latirían locamente sin
fin, habría una ola de dolor agudo, el cielo y la tierra girarían sin parar delante de sus ojos.
Zhuzhi-Lang no pudo evitar cubrirse los oídos, y Tianlang-Jun también apartó una mano para
presionar contra su sien. Shen Qingqiu estuvo preparado durante mucho tiempo para este giro
de los acontecimientos. Aprovechando esta fracción de segundo de oportunidad, cruzó
rápidamente el pasillo. Levantando su mano izquierda, Xiu Ya respondió y saltó hacia su
vaina. ¡Su mano derecha agarró a Luo Binghe y corrió!

Al entrar en otra sala del mausoleo, lo primero que hizo Shen Qingqiu fue bajar la compuerta
y cerrarla herméticamente. La pesada puerta de piedra se estrelló contra el suelo y levantó
una nube de polvo. Solo pudo encontrar el mecanismo para cerrar la puerta, no el que la
abría. De cualquier manera, era mejor si no pudiese abrir la puerta, pero justo cuando estaba
pensando eso, finalmente capaz de relajarse después de toda esta lucha, giró la cabeza para
mirar y cayó de rodillas en el acto..

Zhuzhi-Lang, con la mano cogida a la suya, parpadeó.

Ah... En serio... Había dejado a ese padre e hijo que actualmente compartían una relación de
violencia doméstica unilateral en el Salón de las Delicias. Eso... se podía considerar delito.
Era cómplice de maltrato, iba a haber una investigación criminal y...

Shen Qingqiu se sacudió la mano y se volvió para golpear la puerta de piedra cuando
Zhuzhi-Lang volvió a agarrarlo.

―Maestro Shen, no se moleste en volver. Frente a Junshang, no tiene ninguna posibilidad de


tener éxito.

Shen Qingqiu se iba a desmoronar. Estaba tan cerca. ¿Cómo pudo haber agarrado a la persona
equivocada? Todo se debe a que el ataque de risa de la mujer del mural en el Salón de las
Delicias fue demasiado fuerte, y en el tenue crepúsculo de las velas verdes parpadeantes, los
tres se veían más o menos iguales a primera vista con sus ropas negras. ¿Fue porque estaban
relacionados que todos tenían el mismo sentido del estilo?

―No es que agarrase a la persona equivocada, Maestro Shen, es que cambié la mano que
agarró.

Esa fue la última gota para Shen Qingqiu, y estrelló un puño contra la puerta de piedra.

―¡Quería estar junto a Luo Binghe en primer lugar!


―Maestro Shen, ¿no estaban tú y él... juntos mucho antes? ―dijo Zhuzhi-Lang,
tentativamente.

―...

«¿De qué hablas ahora?»  

Shen Qingqiu levantó una mano para indicarle que se callara. Girando y caminando unos
pasos, de repente sintió que el suelo bajo sus pies no era del todo plano. Zhuzhi-Lang lo había
seguido y se apresuró a hacer un gesto para que se detuviera.

―¡No te muevas!

  

El rostro de una mujer enorme se extendía por el suelo del gran salón. En ese momento,
estaban de pie sobre su oreja.

  

No era la misma mujer que la del Salón de las Delicias. Ese rostro no tenía nada de esa
belleza coqueta. En cambio, era feroz y diabólico, las cuencas de los ojos partidas de codicia,
ojos delgados y una nariz ancha. Parecía que ser fea hasta el punto de la repulsión era su
fuerte, era como una bruja fea.

―No pises su cara ―advirtió Shen Qingqiu.

Todo el suelo era su cara, si no puedes pisar la cara, ¿dónde pisaría?

Delicia, Furia, Dolor. Esos tres pasillos estaban superpuestos uno tras otro. Después de pasar
por la primera sala del Salón de las Delicias, la que sigue inmediatamente debía ser el "Salón
de la Furia".

Cuando el Luo Binghe original visitó (saqueó) el Mausoleo Sagrado y despejó ese nivel, usó
un patrón de pasos especial para cruzar. Desafortunadamente, Shen Qingqiu no podía
recordar claramente qué pasos había hecho. Si se equivocaban descuidadamente, se lanzarían
las medidas antirrobo en el Salón de la Furia. No podían sortear el rompecabezas volando con
sus espadas, ya que pasar directamente por encima del suelo contaría como un paso.
Bueno, si alguien le pisara la cara, también se enfadaría. No le extrañaba que ese fuese el
Salón de la Furia.

  

Se atrevió a correr ahí porque pensó que el que había agarrado era Luo Binghe, quien debió
conocer el patrón de pasos. Pero, ¡quién sabía que esa serpiente sería lo suficientemente
resbaladiza como para intercambiar personas en una fracción de segundo!

  

El suelo bajo sus pies se volvió más y más caliente. Al principio, el rostro de la mujer en el
suelo había sido escarlata, pero a medida que la temperatura subía, gradualmente se volvió
carmesí. Shen Qingqiu se puso en cuclillas para probar la temperatura e inmediatamente
retiró la mano tan pronto como rozó el suelo. Hacía calor, como si hubiera un fuego ardiendo
bajo el suelo; como si el simple hecho de estar de pie en el suelo fuera a asarlo como carne en
un plato caliente. Parece que, sin saberlo, ya había pisado la cara unas cuantas veces hace un
momento. Shen Qingqiu retrocedió unos pasos, acercándose lo más posible al lado de la
habitación.

  

De repente, un líquido rojo dorado brillante e hirviendo brotó del suelo como una fuente.

  

Zhuzhi-Lang se transformó en su forma original en un instante, una serpiente verde de ojos


amarillos enrollada en el suelo con escamas brillando en la luz. Alzando la parte superior de
su cuerpo y dejando escapar un grito sibilante, era tan alto como cuatro hombres. Hizo una
bola con Shen Qingqiu, envuelto de forma segura dentro de una capa de armadura escamosa.
Su espeso bosque de colmillos blancos presionó cerca de la cabeza de Shen Qingqiu.
Mirando los enormes ojos dorados de cerca, eran aún más feroces y extraños.

  

Tianlang-Jun ciertamente tenía razón, Zhuzhi-Lang era de hecho un poco tonto. ¿No
recordaba aquella vez que se enfureció con el vino de Realgar hasta que derramó lágrimas en
el viento? Y justo ahora, ¿no recordaba que lo habían apuñalado? En ese tipo de situación,
todavía puso su corazón en protegerlo de esta manera, simplemente estaba haciendo que Shen
Qingqiu sintiera pena por meterse con él.

  

De repente, con un gran estruendo, una de las paredes laterales del Salón de la Furia se
derrumbó.

  

A través de la nube de humo que impregnba el aire, Tianlang-Jun movió su muñeca mientras
caminaba por el montón de escombros de la pared volcada. Al entrar en el Salón de la Furia,
dijo:

―No sé si son imaginaciones mías, pero parece que el Señor de Cumbre Shen está más
familiarizado con el Sagrado Mausoleo que incluso yo.

―¡Junshang, no entres! ―gritó Zhuzhi-Lang, volviendo a su forma humana.  

Antes de que Tianlang-Jun mostrara una expresión interrogante, ya había caminado seis o
siete pasos por el rostro de la mujer en el suelo.

―...

―...

Un pilar de magma lo suficientemente grueso como para encerrar a cuatro hombres se disparó
hacia el cielo, envolviendo instantáneamente a Tianlang-Jun en un furioso incendio.

«¡JAJAJAJAJAJAJAJA!»

Shen Qingqiu estaba internamente aullando de risa. «¡Mira lo que pasa cuando no dejas que
la gente termine de hablar! ¡Y no pegues a tu propio hijo!»

Pero pronto, no pudo reír más. Luo Binghe se tambaleó detrás de él, también corriendo hacia
el pasillo. Uno de sus brazos colgaba flojo a su costado como si se hubiera roto por completo,
la sangre brotaba de su cabeza sin fin y uno de sus ojos no se abría más.
  

Qué cruel. En ese estado miserable, nunca lo había visto así. ¿Qué pasa con la constitución de
Luo Binghe? ¿Por qué a ese hombre le gustaba tanto usar la fuerza para educarlo? ¡Eso no es
la cumbre Bai Zhan!

Zhuzhi-Lang corrió frenéticos círculos alrededor de ese pilar de fuego, demasiado ocupado
para preocuparse por los demás. Luo Binghe observó cuidadosamente la escena en el pasillo
y, bajando la cabeza de nuevo para mirar, saltó del montón de escombros, dando unos pasos
para llegar al lado de Shen Qingqiu en un instante.

  

¡Eso no era científico en absoluto! ¿Cómo se las arregló para saber dónde dar un paso para
evitar disparar el mecanismo a primera vista?

  

Luo Binghe parecía haber adivinado lo que estaba pensando, explicando de manera concisa:

―Pisa los puntos de acupuntura.

  

Mientras hablaban, los dos ya habían atravesado el Salón de la Furia, entrando al siguiente
nivel. Después de que se cerró la puerta de piedra, Shen Qingqiu no pudo evitar mirar dos
veces más a Luo Binghe para asegurarse de que esa vez no se había equivocado de persona.

Shen Qingqiu estaba de pie en la periferia de la sala del mausoleo, sin atreverse a hacer un
movimiento apresurado. La hechicera demoníaca que presidía el "Salón del Dolor" se
encaramaba en el cenit del salón. Levantando la cabeza para mirar, efectivamente, el rostro de
una mujer estaba pintado en el techo, las cejas dibujadas en alto y muy unidas, en un gesto de
lamento profundo. Al sentir la presencia de intrusos, los ojos del rostro se abrieron. Con sus
rasgos moviéndose, la expresión se volvió cada vez más miserable. Primero, unas gotas de
agua se filtraron de sus ojos y cayeron al suelo, y en poco tiempo, una llovizna espesa cayó
desde el techo alto.
Solo iba a dar una advertencia para no dejar que esa lluvia fantasmal toque sus cuerpos
cuando Luo Binghe levantó un brazo para cubrirlo, corriendo directamente al otro lado con
los dos protegidos de esa manera. En un momento de falta de atención, Shen Qingqiu ya
había sido arrastrado a través de este nivel a máxima velocidad.

El Luo Binghe original recorrió el camino con una técnica infalible, pero éste simplemente
parecía perdido y estúpido...

Delicia, furia y dolor, los pasillos de tres niveles fueron una historia paralela que se prolongó
durante doscientos mil palabras, pero contando los eventos del momento actual, ¡¿ni siquiera
era suficiente para un capítulo?! Al menos el Salón del Dolor debería haberse prolongado
diez capítulos antes de que terminara, pero ¿ahora? ¿Fue suficiente para tres líneas?

El sistema emitió una notificación: 【Reducir la trama de relleno y refinarla, + 100 Puntos B.】

  

«¡Pero esto es DEMASIADO reducido!»  

Después de salir de los tres salones sagrados, había un pasaje de tumba oscuro y silencioso.
Tan pronto como los dos abandonaron el Salón del Dolor, la luz verde del fuego se iluminó
gradualmente, fila tras fila extendiéndose interminablemente en la distancia.

  

Las medidas antirrobo del Mausoleo Sagrado fueron minuciosas hasta un grado increíble, y
las velas del Último Aliento se apilaron por todas partes como árboles en un bosque. Los
cadáveres ciegos y babeantes, que habían estado deambulando sin pensar en el pasaje de la
tumba, se arrastraron cuando entraron. Con una mirada fría e impaciente, Luo Binghe levantó
una mano y, sin saberlo, dejaron escapar un coro bajo de silbidos, una respiración jadeante
llenando sus gargantas, antes de que se retiraran de nuevo a las sombras con la cabeza baja.

Sin echar una mirada a Shen Qingqiu, Luo Binghe retrajo su mano.

―Vamos.

Shen Qingqiu notó un enrojecimiento feroz en el rostro de Luo De Binghe,


deslumbrantemente obvio bajo la luz verde oscuro de las velas. Parecía que definitivamente
no fue por vergüenza. Antes, cada vez que Luo Binghe le había atrapado, le dirigía una
mirada feroz y rígida, pero esta vez ni siquiera miraba. Al ver la mirada de Shen Qingqiu,
incluso evitó sus ojos, inconscientemente usando su mano izquierda intacta para limpiar las
manchas de sangre de sus ojos.

Shen Qingqiu sospechaba que había sido envenenado o que había sufrido un golpe demasiado
grave en la cabeza, pero el paso de Luo Binghe seguía siendo constante, por lo que no parecía
ser ese tipo de problema...

Solo estaba planeando abrir la boca y preguntar sobre la situación cuando Luo Binghe se
apresuró a pronunciar sus palabras primero.

―¿Funcionan bien los conductos espirituales de ese cuerpo?

  

Shen Qingqiu nunca hubiera anticipado que eso sería lo primero que diría.

―Normal ―respondió, algo sorprendido.

Parecía que cada vez que se hundían en el silencio, el que tomaba la iniciativa y lo rompía era
Luo Binghe. Recordó que Luo Binghe había pasado cinco años restaurando las venas
espirituales de ese cuerpo poco a poco. 

―Eso es bueno. El otro cuerpo lo conservé durante unos días, pero al final se marchitó. Si
también hubiera problemas con este cuerpo, habría sido un problema.

Tan pronto como el alma dejara un cuerpo creado por la Flor de Rocío del Sol y la Luna,
moriría de inmediato, marchitándose y desapareciendo en un momento. Para que Luo Binghe
lo hubiera sostenido durante varios días, no sabía cuánta energía espiritual había
desperdiciado en ese esfuerzo sin sentido, y aún se atrevía a asaltar el Mausoleo Sagrado
justo después.

El pecho de Shen Qingqiu se sintió un poco congestionado, y se apresuró a encontrar un tema


de conversación con sus pensamientos en un desastre disperso. Ahora que recordaba,
Tianlang-Jun había dicho a Luo Binghe que trajo a dos perros callejeros con él.

―¿Has traído a alguien más? ―preguntó.


―No ―Luo Binghe por fin fijó sus ojos en él―. He venido solo.

―Fin del Capítulo 58―

CAPÍTULO 59

Después de una pausa, continuó:

―Esos dos no son fáciles de tratar. Incluso si no quieres quedarte conmigo, no vayas con
ellos.

Parecía que esa no era la primera vez que Luo Binghe se encontraba con ellos.

―¿Los conocías de antes? ―preuguntó Shen Qingqiu.

―Conocí a esa serpiente en Nan Jiang antes. Intercambiamos algunos golpes y casi pierdo.
Nunca había visto al otro antes, pero no puedo derrotarlo ―contestó con indiferencia.

Zhuzhi-Lang nació en Nan Jiang, por lo que si alguien corría por allí, naturalmente tendría
que ser un poco más diligente. Tianlang-Jun también dijo antes que el propósito original de la
plaga en la ciudad de Jinlan era resolver la escasez de alimentos en Nan Jiang. Era de esperar
que Luo Binghe tuviera algunas peleas con Zhuzhi-Lang en Nan Jiang.

Pero Zhuzhi-Lang no parecía haberle dicho a Luo Binghe cuál era su identidad y no trató a
Luo Binghe como su joven maestro. Tampoco parecía que Tianlang-Jun tuviera intención de
decírselo.

A juzgar por esto, ni padre ni primo tenían intención de reconocerlo.

A pesar de que el ritmo de Luo Binghe era constante, todavía cojeaba muy débilmente. Sin
embargo, continuó caminando con la espalda recta, ni siquiera apoyándose en la pared.
Cuando Shen Qingqiu lo vio, estaba lleno de sentimientos encontrados, y vaciló torpemente
por un momento antes de endurecer repentinamente su resolución y dar un paso adelante.
Estaba a punto de ir a apoyar a Luo Binghe cuando la luz de las velas parpadeó de repente.
El pasaje de la tumba se oscureció un poco y el cuerpo de Luo Binghe se presionó hacia él.

Pero esa vez, Luo Binghe no lo abrazó con fuerza, ni buscó a tientas. En cambio, se derrumbó
por completo sobre Shen Qingqiu antes de dejar de moverse en absoluto.

Después de ser sacudido durante medio día, Shen Qingqiu también se sentía extremadamente
agotado. No pudo soportar el peso de dos personas y cayó contra la pared con un ruido sordo.
Luo Binghe se desplomó encima de él, suave y deshuesado, y su cabeza golpeó contra la
pared, creando un sonido resonante tras el impacto. Cuando Shen Qingqiu escuchó eso, su
corazón también saltó junto con él, le dolían los dientes.

Se puso de pie rápidamente y sostuvo a Luo Binghe. Después de buscar a tientas un poco,
logró llegar detrás de él. La ropa de la espalda de Luo Binghe, que había sido empapada por
la lluvia fantasmal en el Salón del Dolor, estaba hecha jirones. Sondeó el interior de su ropa.
La piel debajo de sus dedos se sentía extraña, como si hubiera marcas de supuración.
También ya había comenzado a emitir un olor a pescado.

Después de todo, la lluvia fantasmal no fue nada buena.

Si no había nadie más presente, la forma en que a Shen Qingqiu le gustaba despertar a otras
personas era primero subir y darles una pequeña bofetada a cada lado de la cara. Pero ahora,
ni siquiera había extendido una mano todavía cuando sintió que no podía hacerlo, por lo que,
como resultado, la cambió para acariciar ligeramente la mejilla de Luo Binghe varias veces.
Su voz también se suavizó involuntariamente.

―¿Luo Binghe? Despierta.

Los ojos de Luo Binghe estaban fuertemente cerrados. Sus pestañas ni siquiera se movieron,
y el color de su rostro se estaba volviendo cada vez más anormalmente rojo.

Shen Qingqiu extendió una mano y lo tocó. Su frente y sus mejillas estaban ardiendo como si
tuviera fiebre. Pero no había forma de que el concepto de 'fiebre' existiera en su cuerpo. Podía
pasar por situaciones difíciles, ¿pero hasta el punto de perder el conocimiento?

Shen Qingqiu le tocó las manos, pero estaban heladas. Era como si la cabeza de Luo Binghe
estuviera en el microondas y su cuerpo en el congelador. Colocó una mano detrás de la
cabeza de Luo Binghe y masajeó el área que acababa de golpear contra la pared.
―Binghe, ¿puedes oírme?

Ninguna respuesta.

Shen Qingqiu calculó un poco. Para proteger su cuerpo y no dejar que se pudra, Luo Binghe
había gastado varios días de energía espiritual, y al final aún no había podido protegerlo; pasó
por grandes dolores corriendo a ciegas para atrapar las pitones rinoceronte de la Luna Negra;
después de llegar al Mausoleo Sagrado, fue golpeado por primera vez por Tianlang-Jun,
luego atacado de frente por las ondas sonoras en el Salón de las Delicias, y continuó siendo
golpeado por Tianlang-Jun, antes de que finalmente lo empapara la lluvia fantasmal.

Bueno, teniendo en cuenta todo eso, quizás debería tener algo más grave que una fiebre.

Después de que Luo Binghe se desmayase, su aura opresiva perdió su capacidad de intimidar.
Los Cadáveres Ciegos que se habían encogido en la oscuridad en ese momento comenzaron a
moverse inquietos nuevamente, silbando mientras los rodeaban.

Shen Qingqiu sostuvo a Luo Binghe con una mano, mientras él agarraba la espada Xiu Ya
con la otra. Con una sacudida violenta, la espada salió volando de su vaina como una flecha
voladora e inmediatamente atravesó a más de una docena de ellos. Sin embargo, la
deslumbrante hoja de la espada reflejaba la luz con mucha intensidad. Cuando la luz verde de
las velas del último aliento se reflejó en la espada, se volvió aún más fuerte.

Los Cadáveres Ciegos eran muy hábiles para perseguir la luz y también esquivaban
rápidamente, así que si intentaba lo mismo de nuevo, no funcionaría. Shen Qingqiu acababa
de enfundar su espada y la devolvió a la cintura cuando varias manos marchitas ya se
acercaban a él. Incluso hubo uno que se extendió directamente a los ojos de Luo Binghe.

Shen Qingqiu envió un golpe explosivo con la palma. Sin embargo, aunque eran fáciles de
usar, no podía usarlos constantemente. Usaba demasiada energía espiritual y se agotaría
después de un tiempo. Además, Shen Qingqiu estaba de vuelta en el modo en el que solo
tenía dos barras de energía espiritual, por lo que no podía estar libre de preocupaciones como
lo había estado antes.

Después de lanzar una veintena de golpes, comenzó a sentirse más débil de lo que le hubiera
gustado. Los Cadáveres Ciegos empujaban y empujaban en el pasaje de la tumba, y él no
tuvo más remedio que patear a cada uno de ellos mientras llegaban. A pesar de que estos
monstruos eran de bajo nivel, nunca tenían un final, y aún tenía que aferrarse a un Luo
Binghe inconsciente. Tropezó una vez y momentáneamente no pudo mantenerlo firme, lo que
provocó que la cabeza de Luo Binghe golpease la pared una vez más.

El 'bang' sonó extremadamente doloroso. Preocupado, Shen Qingqiu usó su mano para
amortiguar la cabeza de Luo Binghe. Volvió a tantear y no pudo evitar sentir como si un gran
bulto se hubiera hinchado.

Si continuaba golpeándolo así quizás le provocaba problemas cerebrales...

Los pequeños demonios eran problemáticos. Si seguían permaneciendo en este pasaje de la


tumba que estaba lleno de velas del último aliento, solo atraerían una corriente interminable
de cadáveres ciegos. Cambió de posición y levantó uno de los brazos de Luo Binghe sobre su
hombro, arrastrándolo hacia adelante con grandes pasos. Los Cadáveres Ciegos fueron
arrojados varios metros atrás, pero las Velas del Último Aliento continuaron encendiéndose
con sus urgentes respiraciones, iluminando sus sombras para que no hubiera ningún lugar
donde esconderse. A pesar de que los cadáveres ciegos no podían alcanzarlos, tampoco podía
deshacerse de ellos mientras continuaban persiguiéndolo a él y a Luo Binghe sin descanso,
hasta que dobló una esquina y pasó por una pequeña sala de la tumba.

Lo más probable era que también fuese una sala de preparación. Los ataúdes en el interior
estaban esparcidos de manera extremadamente desordenada, y las cubiertas de algunos de
ellos incluso se volcaron al suelo. No parecía digno ni noble en absoluto. Shen Qingqiu
arrastró apresuradamente a Luo Binghe adentro, revisando a cada uno por turno. Algunos
tenían cadáveres secos que yacían en posiciones extrañas en el interior, pero también había
algunos que estaban completamente vacíos.

Los ruidos sibilantes del exterior de la sala de la tumba se acercaban cada vez más, y las
sombras alargadas y desordenadas en el suelo se entrelazaban caóticamente. Shen Qingqiu
vio que la situación era desesperada y saltó dentro de un ataúd de piedra. Originalmente
quería meter a Luo Binghe dentro de un ataúd diferente, pero ya no tenía tiempo para eso.
Abrazando a Luo Binghe con fuerza, Shen Qingqiu les dio la vuelta a los dos y cayeron
simultáneamente en un ataúd de piedra.

A pesar de que había algo suave que amortiguaba el fondo, Shen Qingqiu aún aterrizó tan
fuerte que vio estrellas. Luo Binghe estaba arriba, Shen Qingqiu abajo. Estaba muy aplastado
y casi no podía recuperar el aliento.
¿Qué comió ese niño mientras crecía? Parecía bastante delgado, entonces, ¿por qué pesaba
tanto?

La mitad de la tapa del ataúd no estaba sellada correctamente. Shen Qingqiu estaba a punto
de extender una mano para cerrarla cuando la tenue luz verde del exterior se balanceó y
numerosas sombras torcidas se reflejaron contra el techo.

Los Cadáveres Ciegos habían entrado.

Caminaron lentamente hacia la sala de la tumba. El sonido ocasional de la luz golpeando


flotaba, así como el ruido de las uñas afiladas que raspaban la superficie de los ataúdes de
piedra, lo que hacía que la sangre de Shen Qingqiu se enfriara.

Pero si había un lugar en el que las velas del último aliento no estarían escondidas en
absoluto, era en un ataúd. Mientras no hubiera una fuente de luz, esas criaturas ciegas no
podrían atraparlos.

Shen Qingqiu permaneció tranquilo, acostado de espaldas. Luo Binghe presionó sobre él,
boca abajo, con la cabeza enterrada en el hueco del hombro de Shen Qingqiu. El calor se
extendió por el cuello de Shen Qingqiu, tan caliente que era incómodo. Incluso él se sentía
incómodo, por lo que Luo Binghe naturalmente debe estar aún más incómodo.

Afortunadamente, las manos de Luo Binghe estaban frías y su cabeza caliente. También
podría usar su propia mano para bajar la temperatura de su frente. Shen Qingqiu pensó era
una buena idea, y estaba a punto de agarrar la muñeca de Luo Binghe y levantarla cuando su
cuerpo de repente se puso rígido.

Cinco dedos huesudos y marchitos con uñas extrañamente largas aparecieron sobre el ataúd.

¿Por qué tuvieron que buscar tan cuidadosa y minuciosamente? ¿No se suponía que los
Cadáveres Ciegos tenían un coeficiente intelectual muy bajo? ¿No ignoraron simplemente
todo lo que no emitía luz?

Shen Qingqiu descubrió de repente que en realidad había algo que emitía una tenue luz roja
junto a su mejilla.

Miró hacia un lado. A pesar de que los ojos de Luo Binghe estaban cerrados, la Marca
Demoníaca en su frente ya se había materializado. El patrón escarlata en su frente se estaba
iluminando y desvaneciéndose al mismo tiempo que su respiración. Posteriormente, la luz
roja se atenuó y brilló.

A pesar de que sabía que esa marca era el símbolo de la línea de sangre de Luo Binghe, no
tenía que brillar de manera tan llamativa, ¿verdad?

No podía liberar su mano para cubrir esa desastrosa marca. Inconscientemente volvió la
cabeza abruptamente y presionó sus labios contra la frente limpia y brillante de Luo Binghe.
En realidad, parecía como si estuviera besando la frente de Luo Binghe. Sin embargo, ¡no
había necesidad de preocuparse por detalles tan triviales durante circunstancias inusuales
como esta! ¡Sus vidas eran más importantes!

Esa mano marchita y seca, con las uñas llenas de suciedad y varios mechones de cabello
envueltos alrededor, tembló mientras se metía lentamente en el ataúd de piedra, tanteando. El
espacio dentro del ataúd era estrecho, pero muy profundo. Mientras el Cadáver Ciego
continuara manteniendo ese rango mientras buscaba a tientas, no podría tocar a las dos
personas en la parte inferior.

Pero esa mano no se retiró en lo más mínimo. A medida que se movía cada vez más abajo,
Shen Qingqiu se puso más y más tenso. Estaba a punto de tocar la espalda de Luo Binghe
cuando Shen Qingqiu apretó los dientes y extrajo su mano derecha, que casi se había
entumecido, y presionó un área de la espalda de Luo Binghe que todavía estaba bastante
intacta.

Con este empujón, la mitad superior de Luo Binghe presionó completamente contra él. Antes,
todavía había un pequeño espacio entre ellos, pero ahora los dos eran básicamente una
persona, pecho contra pecho, estómago contra estómago.

El estómago debería ser, naturalmente, el área más suave del cuerpo humano, pero el
abdomen de Luo Binghe se clavó terriblemente en el de Shen Qingqiu. Cuanto más presionó,
más convencido estaba de que Luo Binghe definitivamente tenía un paquete de ocho. Ya era
bastante difícil matar a alguien.

A pesar de que la mano se detuvo a un pelo de la espalda de Luo Binghe, cambió de dirección
y comenzó a moverse hacia un lado.
Cuando Shen Qingqiu vio que estaba a punto de tocar la pantorrilla de Luo Binghe, endureció
su corazón y separó las piernas, permitiendo que la pierna izquierda de Luo Binghe aterrizara
entre la suya.

Ya había comprimido el espacio que ocupaban al mínimo absoluto, ¡realmente no podía


comprimirlo más!

El Cadáver Ciego palpó temblorosamente durante un largo rato. No encontró nada y se retiró
muy lentamente.

Shen Qingqiu solo soltó un suspiro de alivio cuando los Cadáveres Ciegos abandonaron la
sala de la tumba, quejándose de insatisfacción, y toda la multitud se alejó.

Su posición en este momento era realmente demasiado indecorosa. Si alguien asomara la


cabeza y los viera, pensarían que Shen Qingqiu era alguien que ardía de deseo con seguridad,
aferrándose a Luo Binghe firmemente sin ninguna intención de dejarlo ir como si estuviera
haciendo todo lo posible para apretarlo en su abrazo. Estaba a punto de apoyar a Luo Binghe
y sentarse cuando una voz resonó repentinamente dentro de la sala de la tumba.

―¿No te relajas muy pronto?

La voz era mayor, su tono burlón. Shen Qingqiu inmediatamente tomó la espada Xiu Ya y se
dio la vuelta, presionando a Luo Binghe debajo de él. Se sentó, sosteniendo su espada frente a
él, lleno de cautela.

Los Cadáveres Ciegos ya hacía tiempo que se habían ido muy lejos. La sala de la tumba
estaba completamente vacía, llena de nada más que ataúdes de piedra helados.

...No le digas que era otro cadáver reanimado de algún ataúd. Simplemente comprobó, ¡eran
básicamente todos cadáveres secos!

―Si no quiero que me veas, entonces no tienes ninguna esperanza de verme, incluso si
vuelves todo el Mausoleo Sagrado ―habló de nuevo la voz.

Cuando Shen Qingqiu escuchó eso, sintió que voz era muy familiar. Definitivamente lo había
escuchado en alguna parte antes, y no solo una vez. Con un destello de luz espiritual, enfundó
su espada.
―Ya que sólo eres tú, Meng Mo, no hay necesidad de montar un espectáculo ―dijo con
calma.

Acababa de terminar de hablar cuando un anciano apareció repentinamente en medio de la


habitación con ropa lujosa, sus ojos como los de un halcón. Se sentó con las piernas cruzadas
sobre un ataúd y miró con altivez a Shen Qingqiu.

―Vaya, todavía te acuerdas de mí.

―Bueno, si te apareces delante de mí, supongo que estoy soñando ahora mismo ―contestó
Shen Qingqiu.

Antes, este demonio soñador solo podía aparecer como una bola de niebla negra en el paisaje
onírico, pero ahora, podía materializarse en una forma humana. Parecía que se había
recuperado bastante bien después de tomar prestado el cuerpo de Luo Binghe. Cuando Shen
Qingqiu vio que el recién llegado era un viejo abuelo que definitivamente estaría del lado de
Luo Binghe, se relajó.

―La situación en la que os encontráis no es un sueño ―resopló.

―¿Puedo pedir tu ayuda para entrar en el paisaje onírico de Luo Binghe y despertarlo?

―No puedo despertarlo ―dijo Meng Mo.

―¿Qué? ―Shen Qingqiu se asustó y casi dijo "¡Por qué no!" ¿El cerebro de Luo Binghe ya
estaba dañado por la fiebre?"

―No puedo entrar ―contestó Meng Mo con indiferencia―. El espíritu primordial de este
mocoso se encuentra actualmente en caos. Está completamente en blanco con capas de niebla
espesa, y ha caído en un sueño del que no puede despertar. Solo me he encontrado con este
tipo de situación en dos tipos de sueños de personas. Uno de ellos eran los que estaban al
borde de la muerte por una enfermedad grave.

Parecía que no iba a decir algo bueno. Pero si el primer tipo ya estaba al borde de la muerte
por una enfermedad grave, el segundo tipo no podría ser peor.

―¿Y el otro tipo...? ―preguntó Shen Qingqiu con paciencia.


―Los discapacitados intelectualmente.

―...

―Que le sirva a este niño ―comenzó a divagar Meng Mo―. En los últimos cinco años,
desperdicia su energía convocando al alma todo el día y mata imprudentemente sus propias
creaciones en su paisaje de ensueño por la noche. Hace mucho que le enseñé que hacerlo
sería lo mismo que destruir su propio espíritu primordial. Tarde o temprano, llegaría este día.
Con el fin de preservar tu cuerpo durante estos últimos días, él desperdició su energía
espiritual, y esa espada demoníaca estaba esperando una oportunidad para rebelarse. Además,
irrumpió con fuerza en el Mausoleo Sagrado y se enfrentó directamente al descendiente más
talentoso que la raza demoníaca ha visto durante generaciones.

Shen Qingqiu agarró la espada Xiu Ya con tanta fuerza que le dolió. Volvió a mirar a Luo
Binghe, que estaba inconsciente en el ataúd.

―¿...Tampoco puedes despertarlo?

―No puedo hacer nada ―Shen Qingqiu ahuecó sus manos en señal de respeto hacia él y se
recostó en silencio en el ataúd―. ¿Qué haces?

―Dormir hasta que despierte.

―¿Vas a ignorarme? ―las venas en la cabeza de Meng Mo se hincharon.

―Dado que no puedes hacer nada, obviamente solo puedo esperar hasta que pueda despertar
y enviarlo a salvo ―dijo, cerrando los ojos.

―El área prohibida de mi clan, el Sagrado Mausoleo, es extremadamente peligrosa. También


hay dos personajes problemáticos esperándote. Tú solo no puedes protegerlo ―resopló Meng
Mo.

Eso era cierto, muy cierto.

―Pero ahora mismo, además de mí, su Shizun, ¿quién más puede protegerlo? ―suspiró Shen
Qingqiu, abriendo los ojos.
Las emociones caóticas llegaron espesas y rápidas. Los pensamientos de Shen Qingqiu
estaban confusos, pero tenía muy claro una cosa: no importa qué, no podía dejar que Luo
Binghe muriera aquí.

―Después de tantos años, ¿finalmente estás dispuesto a reconocer una vez más que este
mocoso es tu discípulo y que tú eres su Shizun? ―dijo Meng Mo con frialdad.

―De hecho, ha pasado mucho tiempo.

Todavía estaba esperando que Meng Mo continuara ridiculizándolo misteriosamente, pero ese
anciano de repente dio un suspiro.

―Si este mocoso pudiera despertarse y escuchar lo que acabas de decir, me pregunto qué tan
feliz sería.

«Abuelo, ¿puedes dejar de ser tan dramático en cada frase?»

La cara de Shen Qingqiu estaba en blanco. ¿Qué quería decir con "si pudiera despertar"? Ese
tipo de tono de incertidumbre sobre la vida o la muerte lo hizo sentir aún más incómodo, ¿de
acuerdo?

La ira de Meng Mo surgió repentinamente y gritó en voz alta:

―Claramente soy el Shifu de este mocoso, ¿cuántas cosas le he enseñado? ¡¿Ah ?! ¡La
capacidad de saber todo lo que hay bajo el cielo, el método para controlar los corazones de
las personas! Pero se niega a llamarme Shifu; ¡Todo lo que dice es 'Anciano', 'Anciano'! Eres
solo un cultivador promedio que le enseñó algunos movimientos de lucha superficiales y uno
o dos métodos toscos de cultivo mental, ¡pero él te persigue llorando y llamando a Shizun!
¡Es exasperante!

Hacía mucho tiempo que había reprimido su ira, y ahora, cuando los vio a los dos acostados
en el mismo ataúd, encontró la escena cada vez más ofensiva. Sus viejos ojos estaban a punto
de quedarse ciegos por eso, y estaba extremadamente infeliz, por lo que estaba muy
malhumorado.

Shen Qingqiu tampoco estaba feliz. Estaba irritado solo porque ese tipo llamaba a las técnicas
de espada de la montaña Cang Qiong "movimientos de lucha superficiales". Estaba a punto
de contraatacar cuando Meng Mo comenzó a caminar de un lado a otro del ataúd, con las
manos detrás de la espalda, diciendo con agitación:

―Si te hubiera eliminado en secreto en ese momento en el paisaje onírico, este tipo de
incidente no habría sucedió hoy. Este mocoso era originalmente un talento con grandes
perspectivas por delante, pero en el momento en que te conoció se convirtió en un inútil que
solo enfurece a la gente. Él también continúa obstinadamente fingiendo no sentir nada frente
a ti. Si fuera por mí, debería matarte o matarte. Armar tanto alboroto, vacilar a la mitad...
¡¡realmente hace que alguien se enfade cuando lo ve!!

Shen Qingqiu quería cubrirse los oídos y cerrarle la boca. Miró el rostro pacíficamente
dormido de Luo Binghe, y una imagen de Luo Binghe llorando cruzó por su mente
brevemente antes de apartar la mirada de inmediato.

―No es muy bueno decir este tipo de cosas frente a mí, anciano, ¿verdad? ―no pudo evitar
decir―. ¿Has acabado de lloriquear? Si es así, ¿puedes dejarme despertar?

―¿Despertar? Aunque lo hagas, no sabrás salir. La entrada está cerrada ―se quejó Meng
Mo.

―¿Por qué? ¿Puedes decirme en qué dirección ir para llegar a donde Luo Binghe rompió la
barrera usando las Rinocerontes Pitón Luna Negra?

Su mirada aterrizó en la espada Corazón de Diablo en la cintura de Luo Binghe. La entrada


que acababa de abrirse inevitablemente seguiría siendo débil. Si usara la espada Xin Mo para
cortarla nuevamente, tal vez podría abrirla nuevamente. Meng Mo siguió su mirada. Él
entendió claramente pero no estaba convencido.

―Quizás ella no te deja que la uses.

Por supuesto, Shen Qingqiu ya lo sabía.

―No hay más opciones ―dijo pesadamente, apretando los dientes―. Tengo que intentarlo.

Cuando despertó, aún estaba acostado en el ataúd de piedra, y Luo Binghe también seguía
acostado obedientemente encima de él.
Gracias a Dios, ese viejo y molesto espíritu demoníaco finalmente accedió a dejarlo ir. Shen
Qingqiu estaba a punto de sentarse en un solo movimiento cuando su pierna derecha de
repente pareció rozar algo que se clavaba rígidamente en la parte interna de su muslo.

Shen Qingqiu pensó que era la empuñadura de una espada y distraídamente extendió una
mano para empujarla a un lado. Lo acababa de tocar cuando de repente explotó el anuncio del
Sistema:

【YOOOOOOO~~ Puntos interesantes + 1000┏ (┏ ^ q ^) ┓ ~ ¡¡¡Felicidades por


obtener el logro "Desarrollo de relaciones físicas" !!!】

Inmediatamente, el cuerpo de Shen Qingqiu también se puso rígido y se convirtió en un


cadáver seco.

Desarrollo de... relaciones... físicas...

Volvió a mirar hacia abajo. Solo entonces descubrió que esa "empuñadura de espada" era
realmente algo...

El Pilar de Cielo. EL. MALDITO. PILAR. DEL. CIELO

¡Shen Qingqiu quería matarlo y luego suicidarse!

Después de agitarse confundido por un tiempo, se golpeó la cara con la mano, consolándose
mentalmente: no había distinción entre el día y la noche en el Mausoleo Sagrado, ¡así que tal
vez fuera de mañana ahora mismo! ¡Era un fenómeno regular, un fenómeno fisiológico
regular que les pasa a los hombres por las mañanas!

¿Se iría por sí solo? En general, ¡así era como funcionaban las cosas! ¡Pero ignorarlo así
también parecía demasiado lamentable!

Incluso si era lamentable, no se podía hacer nada. No es como si pudiera ayudarlo a frotarlo
en ese tipo de circunstancias, ¡¿¡¿verdad?!?!

Si fingía que no lo había visto, debería ser perdonado, ¡¿¡¿¡¿¡¿verdad?!?!?!?!


―Fin del capítulo 59―

CAPÍTULO 60

Bueno, después de todo, un maestro no está obligado a ayudar a su discípulo a enfriarse,


incluso si en primer lugar fue su culpa por... frotarse un poco contra él. Eso no importa.

Shen Qingqiu empujó a Luo Binghe hacia arriba bruscamente, colocó una palma en su pecho
y envió algunas ondas de energía espiritual. Aunque no fue mucho, era todo lo que podía
permitirse dar. ¡Todo lo demás puede ignorarse! ¡Ignorado!

Saliendo del sarcófago de piedra y siguiendo las instrucciones de Meng Mo, arrastró y tiró de
Luo Binghe hasta el extremo este. Después de un tiempo, las paredes de la tumba se
humedecieron gradualmente, las plantas de sus pies se volvieron resbaladizas y el musgo se
hizo más espeso. No fue fácil mantenerse estable. Shen Qingqiu redujo la velocidad para
evitar resbalones.

A medida que continuaron, las malas hierbas y las flores silvestres florecieron entre el musgo
mientras la tumba se ensanchaba gradualmente. Árboles de alturas variadas se alzaban a
ambos lados. No solo el suelo estaba resbaladizo, sino que las raíces de los árboles viejos
retorcidos también amenazaban con hacerlos tropezar de vez en cuando. Los insectos pasaban
volando y se oían los cantos de los pájaros. Un cenit azul y negro de repente se elevó por
encima de ellos. Con incrustaciones de brillantes cristales blancos, parecía una cortina de una
noche estrellada.

A pesar de la ilusión de estar en una jungla, no habían salido del Mausoleo Sagrado, sino que
solo han llegado a una de las criptas especiales que hay dentro de él.

Cada cripta del Mausoleo Sagrado fue diseñada por los nobles de las generaciones pasadas
para su propio uso. Sus diseños eran extraños y variados. Al igual que en un apartamento, los
inquilinos se mudan trayendo solo lo que tienen y decoran el resto de la casa de acuerdo con
sus preferencias. Los expertos en el campo de los mecanismos favorecen indebidamente la
antigua tradición de adivinación de Qimen Dunjia [1]. Los domadores de bestias demoníacas
prefieren usar bestias guardianas, los herbolarios cultivan hierbas y flores venenosas.
El dueño de esa tumba era obviamente el último. Los árboles y las flores aquí parecían
normales, pero Shen Qingqiu estaba decidido a no tocarlos. Se quitó la túnica y les cubrió la
cabeza a ambos. Presionando su mano contra la cintura de Luo Binghe, dio un paso cauteloso
hacia adelante.

La hierba y las hojas crujieron.

De repente, un sonido penetrante acompañado de un destello de luz blanca fría rompió la


quietud del aire.

La mano de Shen Qingqiu se movió bruscamente, la espada Xiu Ya en su cintura salió


volando y se estrelló en una cruz para bloquear el ataque repentino. La fuerza de fuerza de
ambos lados no cedió.

No había resuelto ese problema antes de que golpeara un segundo destello de luz blanca. Esa
vez, apuñaló directamente la garganta de Luo Binghe. La espada Xiu Ya estaba bloqueando la
primera espada y no podía retirarla; tampoco podía tirar a un lado a Luo Binghe. Si caía entre
esas flores y plantas traicioneras, ¡estaría acabado!

Levantó el brazo y agarró el filo de la espada con la mano desnuda.

La hoja le cortó profundamente la palma, pero aún podía sujetarla con firmeza y no avanzó ni
un centímetro más. La sangre no goteó, se derramó. Se derramó sobre la ropa de Shen
Qingqiu y tiñó la hierba del suelo de rojo brillante.

Finalmente se dio cuenta de lo doloroso que debió haber sido cuando Luo Binghe había
agarrado previamente su espada.

Los ojos de Shen Qingqiu se enrojecieron. Sacudió la cabeza y sus pupilas se encogieron.

Nunca pensó que de esos de los que hablaba Tianlang-Jun serían esas dos personas, que
emergieron de entre las sombras de los viejos árboles nudosos.

Para ser precisos, solo una persona salió; el otro fue empujado sobre un artilugio parecido a
una silla de ruedas.
La que estaba de pie era una mujer hermosa con una cintura delgada y un pecho amplio. El
que estaba siendo llevado hacia adelante estaba envuelto en una manta de fieltro áspero desde
el cuello hacia abajo, pero la cabeza expuesta no era desconocida para Shen Qingqiu.

La espada voladora todavía se esforzó por avanzar. Shen Qingqiu no pudo aflojar su agarre.
La fuerza era fuerte y la hoja estuvo a punto de cortarle la palma por la mitad.

―Señorita Qiu, Antiguo Maestro de Palacio, espero que hayáis estado bien ―dijo. Su
expresión no cambió ni un poco, exceptuando una falsa sonrisa.

Los ojos de Qiu Haitang estaban llenos de resentimiento. La cabeza del Viejo Maestro de
Palacio se movió agitadamente.

―Señor de cumbre Shen, ¿te parece que estoy bien? ―preguntó, con voz ronca.

Sólo preguntaba por cortesía, ya sabes.

Shen Qingqiu soltó una risa seca.

Tras una cuidadosa observación, descubrió que el uso de la palabra "bien" era de hecho muy
irónico en este punto. En el pasado, el Antiguo Maestro de Palacio había sido una figura
prominente en el mundo del cultivo. Durante su primer encuentro en la Conferencia de la
Alianza Inmortal y durante los disturbios en la ciudad de Jinlan, su porte y apariencia fueron
impecables. Pero ahora, la barba blanca como la nieve que antes mantenía meticulosamente
se había ensuciado y enredado, su rostro estaba tan arrugado que la tierra llenaba los pliegues
y las arrugas acumuladas eran más densas que los árboles viejos detrás de él.

―Debes preguntarte qué me ha pasado ―comentó sombríamente el Antiguo Maestro de


Palacio.

«¿Quizás nos deje ir si le digo que le veo igual» pensó.

―Escuché que se había retirado de los asuntos generales para regresar a su lugar natal y vivir
en reclusión o estaba viajando por el mundo.

―¿Retirado o viajando por el mundo? ―se burló él―. ¿De verdad te has creído eso? En todo
el Palacio Huan Hua, en todo el mundo, ¿cuántas personas realmente se lo creen? Si quieres
la verdad, pregúntale a tu buen discípulo.
No sabía qué estaba pasando, pero parecían estar buscando ajustar cuentas con Luo Binghe.
Shen Qingqiu no se inmutó. Colocó a Luo Binghe en su espalda y lo protegió.

―Shen Jiu, he dicho antes que te reconocería aunque te hubieses convertido en cenizas. Hace
mucho que sé que su acto de autodestrucción en la ciudad de Huayue fue falso. ¿Cometer
suicidio como forma de expiación? Jeje, no eres ese tipo de persona. En el Reino de los
Demonios, te vi. ¡Realmente todavía estás vivo! ―Qiu Haitang hervía de odio.

Reconoció el cuerpo pero no el alma, ¿de qué le servía...?

El día que fue capturado por Sha Hualing en la cueva de Chi Yun, Shen Qingqiu rescató a
personas de diversas facciones y la vio por un momento. Eso despertó sus dudas y, a partir de
ahí, empezó a sospechar. Desafortunadamente, después de que regresó a la secta de la
montaña Cang Qiong y posteriormente fue secuestrado por Luo Binghe, Qiu Haitang también
cruzó la frontera y los siguió al Reino de los Demonios. Luo Binghe había estado ocupado
reuniendo una gran cantidad de bichos raros para romper el encantamiento sagrado. Estaba
obligado a sentirse abrumado y distraído, por lo que no se dio cuenta de que alguien se había
colado en secreto.

En resumen: el odio de una mujer no puede subestimarse. Es solo que la alianza entre esos
dos nunca se le hubiese ocurrido. Tampoco sabe cuándo empezaron a conspirar juntos.

De repente, algo se iluminó en su mente:

―Cuando apareció en la ciudad de Jinlan de repente, ¿fue gracias al Antiguo Maestro de


Palacio?

Dado que Zhuzhi-Lang había negado estar involucrado en eso, era lógico que otros hayan
tenido algo que ver. ¿De qué otra manera podría Qiu Haitang, quien no tenía una posición de
la que hablar, haber tenido la oportunidad de presentarse y denunciarlo?

El Antiguo Maestro de Palacio sonrió con frialdad, sin confirmar ni negar.

Las esponjosas semillas blancas de diente de león se balanceaban y flotaban en el aire ante
ellos.

―Me pregunto cuándo le he ofendido, Antiguo Maestro de Palacio ―divagó Shen Qingqiu.
―Ya que ha llegado a esto, no hay necesidad de ocultártelo ―su voz se quebró como si
hubiera algo alojado en su garganta―. Cuando Luo Binghe llegó por primera vez a mi
Palacio Huan Hua, lo cuidé y le di todo mi apoyo. Pero se negó a reconocerme como su amo
y no quiso ni oír hablar de casarse con mi hija. Estaba claro que todavía te tenía en mente.
Naturalmente, quería saber qué tipo de persona excelente eras. ¿Quién hubiera adivinado el
tipo de historia que se me revelaría? Respecto a tu pasado, lo sé todo. Con quién fuiste
aprendiz, las cosas que hiciste, cómo lograste ingresar a la secta de la montaña Cang Qiong.
Todo eso fue realmente extraordinario. Incluso si no hubiera habido sembradores en la
escena, te habrían garantizado un lugar en la mazmorra de agua. Aunque no formaba parte
del plan, no importa.

Parecería que en ese entonces, el antagonismo de los discípulos del Palacio Huan Hua hacia
él no fue instigado por Luo Binghe, sino más bien por la influencia deliberada del Antiguo
Maestro del Palacio. Shen Qingqiu no pudo evitar lanzar una mirada a Luo Binghe. Ese niño,
si hubiera sido menos testarudo y hubiera aceptado a otras personas como su amo, se podría
haber evitado mucho dolor. Pero Shen Qingqiu no podía envidiarle su obstinación sin
cerebro.

―Supongo que quiso mucho a este joven ―suspiró Shen Qingqiu―. Pero disculpe mi
escepticismo, tratar de ensartarlo con dos espadas está en desacuerdo con sus palabras...

―El ahora es ahora, señor de cumbre Shen. Ahora quítate de en medio, lo que hagas, no me
interesa. Sólo tengo asuntos con él.

―Si me aparto, ¿lo matará y me dejará ir?

―Quizás él lo haga, pero yo todavía estoy aquí ―se burló Qui Haitang.

Bueno, tampoco es que fuese muy diestra en la lucha, pero esa situación se estaba saliendo de
control.

―Este bastardo ingrato me ha arruinado hasta este punto, no voy a descansar hasta que esté
muerto ―gruñó el Viejo Maestro de Palacio.

―Si realmente fuera tan ingrato como dices, no te habría dejado a ti y a tu hija con vida. Para
destruir algo completamente, uno debe destruir la raíz y la rama. Esto, estoy seguro, lo
entiendes mejor que yo.
Nunca pensó que llegaría el día en que tendría que hablar en defensa de Luo Binghe. Al
escuchar esto, el Viejo Maestro de Palacio soltó una risa peculiar. Qiu Haitang le quitó la
áspera manta de fieltro que cubría su cuerpo y Shen Qingqiu se olvidó de respirar.

Debajo de la manta había un torso extrañamente cuadrado. Faltaban las cuatro extremidades.

¡Luo Binghe había mutilado las extremidades de ese hombre!

Un gran líder de su generación reducido a un estado tan miserable, apenas considerado


humano y más miserable que un fantasma. Desaliñado y sucio, y pudiendo mover solamente
la cabeza. ¡El destino del Shen Qingqiu original había sido transferido al Antiguo Maestro de
Palacio!

Bueno, entonces quizás eso explicaba tanto rencor, la verdad...

―Esta es la obra de tu buen discípulo ―se burló el Antiguo Maestro de Palacio―. ¿Ya has
visto lo suficiente? Fácilmente podría haber destruido las raíces y las ramas.

Shen Qingqiu estuvo de acuerdo con gravedad. ¿Por qué ese niño no destruyó la raíz y la
rama?

Esos dos seres... Uno quería matar a Luo Binghe, el otro a Shen Qingqiu.

Qiu Haitang no es lo suficientemente hábil para matarlo ella sola, y el Antiguo Maestro de
Palacio quizás estaba lisiado, pero era mucho más poderoso que ella. El cuerpo de un camello
hambriento es aún más grande que un caballo.

A pesar de todo, una vez había sido el gran líder de una secta. Puede que ya no tuviese sus
extremidades, pero su poder espiritual permanecía intacto. Si trabajaban codo con codo,
serían un dolor de cabeza..

Shen Qingqiu rompió la hoja con sus propias manos y la arrojó a la hierba, mirando a las dos
personas que estaban frente a él.

Quizás podría arriesgarse.

Al enfrentarse a Tianlang-Jun, un personaje cuyos datos no existían anteriormente, la


armadura de protagonista de Luo Binghe fue inútil. Pero el Antiguo Maestro de Palacio sí
jugó un papel en la obra original y, por lo tanto, debería estar sujeto a las mismas leyes que
aseguran el cuerpo dorado e inmortal del protagonista. Ese efecto aún debería estar en su
lugar. Podría intentar retroceder, dejar que el Antiguo Maestro del Palacio atacara a Luo
Binghe y, como en la ciudad de Shuang Hu, ver quién termina muerto en su lugar.

―Te lo voy a preguntar una última vez: ¿te quitas del medio? ―dijo lentamente.

Shen Qingqiu bajó el brazo, la sangre que fluía de su palma se había reducido a un goteo.

―Como usted ha dicho, es mi buen discípulo ―contestó con frialdad―. ¿Qué cree? ¿Me
quitaría del medio?

Quizás la armadura no funcionase, no podía arriesgarse. En cualquier caso, no se atrevía a


hacerlo. Observar desde el margen mientras otros atacaban a Luo Binghe mientras él
especulaba sobre quién sería el ganador...

En ese punto, si aún pudiera jugar con la vida de Luo Binghe, ¡no sería diferente del villano
escoria original!

Las pupilas del Antiguo Maestro de Palacio se estrecharon repentinamente y parecieron huir
del blanco en la expansión de sus ojos. Dio un rugido estremecedor.

Sus cuatro extremidades habían desaparecido, por lo que derramó su poder espiritual en su
rugido. Con cada bramido, Shen Qingqiu sintió que una poderosa corriente de energía
espiritual condensada en cuchillas afiladas lo atacaba, y los ataques no fueron insignificantes.
La hierba se balanceó y las hojas volaron. Shen Qingqiu agarró la vaina con su mano derecha
que aún sangraba y la bloqueó varias veces. El insoportable dolor en su palma derecha lo hizo
temblar, pero no se atrevió a cambiar a su otra mano. Sin el uso de su mano izquierda para
sostener a Luo Binghe, ¡tenía miedo de perder el control!

A pesar de haber sido mutilado, ese hombre aún conservaba su poderosa fuerza espiritual. No
era de extrañar que Qiu Haitang todavía se quedase con él.

El Antiguo Maestro de Palacio de repente lanzó un rugido prolongado. Un leve crujido sonó
desde la vaina de la espada Xiu Ya, y no pudo bloquear el ataque. Llegó el golpe violento y
Shen Qingqiu cayó hacia atrás. En el camino hacia abajo, se giró y se usó a sí mismo como
escudo, sin dejar que Luo Binghe golpeara el suelo. Terminó aplastado por todo el peso de su
cuerpo y vio las estrellas.
El Antiguo Maestro del Palacio finalmente dejó de aullar, y Qiu Haitang lo hizo girar
lentamente. Pareció calmarse por un tiempo mientras miraba a Shen Qingqiu que sostenía a
Luo Binghe.

―Incluso mientras caes, aún lo proteges ―Qiu Haitang apretó los dientes―. Falso, todo es
falso. ¡Tú... ¿para quién se supone que estás montando este espectáculo?!

―¿Por qué no usas tu energía espiritual? ―preguntó el Antiguo Maestro de Palacio.

―Obviamente porque estoy agotado.

Finos hilos delgados de blanco flotaron, a punto de aterrizar en las pálidas mejillas de Luo
Binghe. Shen Qingqiu lo resopló suavemente y la pelusa blanca se dispersó. El Antiguo
Maestro de Palacio asumió que se había resignado a su destino y dejó de prestarle atención.
Se volvió para enfocar su mirada en el rostro silenciosamente dormido de Luo Binghe.

La locura que había mostrado antes mientras gritaba sus ataques fue borrada de su rostro,
reemplazada por una intensidad desconcertante.

Esta expresión... no parece correcta.

El Antiguo Maestro de Palacio lo miró por un largo rato y luego suspiró.

―Cuando cierras los ojos, te pareces más a ella. Y también cuando eres frío.

Sus ojos viajaron por el rostro de Luo Binghe con avidez. Si todavía tuviera manos, también
habría extendido la mano para acariciar. Shen Qingqiu se sintió mal. No pudo evitar agarrar
la cabeza de Luo Binghe y acercarlo más a sus brazos.

Los dos estaban ahora en una posición en la que Luo Binghe estaba cómodamente acurrucado
contra él con la cabeza apoyada en el pecho de Shen Qingqiu.

―Despierte, no es Su Xiyan ―dijo Shen Qingqiu en voz baja.

El nombre despertó al Antiguo Maestro de Palacio de su aturdimiento, y comenzó a jurar con


rabia.
―¿Por qué no escuchaste mis órdenes? ¿Por qué no obedeces? ¿No te traté bien? ¿No querías
el Palacio Huan Hua y mi puesto? ¡Sé que siempre lo has querido! ¡Si me hubieras sido leal,
no hay nada que no te hubiera dado! Pero primero ella, luego tú, ¡los dos sois ingratos!
¡Ingratos!

Deliraba y despotricaba, vertiendo su malicia en una diatriba viciosa contra Tianlang-Jun y


Shen Qingqiu, antes de continuar gruñendo sobre la ingratitud. De repente, volvió la cabeza,
su expresión retorcida se suavizó.

―Xiyan... ven aquí... Shizun tiene algo bueno para ti, bébete esto... ―comenzó a divagar.

El Antiguo Maestro de Palacio volvió a hundirse en un estado de confusión, la saliva goteaba


de las comisuras de su boca. Qiu Haitang retrocedió lentamente, el disgusto brillaba en sus
ojos. El corazón de Shen Qingqiu se sintió congelado en su pecho a medida que aumentaban
sus náuseas.

Incapaz de tolerar que el Antiguo Maestro del Palacio lo mirara lascivamente, Shen Qingqiu
levantó la parte posterior de la cabeza de Luo Binghe con la mano y presionó su rostro contra
su pecho.

―¡Para de una vez! ―espetó.

Con el rostro de Luo Binghe oculto a la vista, los rasgos del Antiguo Maestro del Palacio se
relajaron y los músculos faciales se contrajeron un poco. Con los ojos llenos de
resentimiento, abrió la boca.

―Fin del capítulo 60―

[1] 奇门遁甲 (qí mén dùn jiǎ): antigua tradición de adivinación china.

CAPÍTULO 61

Pero no emitió ningún sonido. Con los ojos sobresaliendo, todo su cuerpo estaba congelado
como una estatua de piedra.
Shen Qingqiu contuvo la respiración. Se podían escuchar sonidos de gorgoteo desde la
garganta del Viejo Maestro de Palacio y sus ojos ahora estaban inyectados en sangre.

¡Por fin! ¡Jajajajajajajaja!

¿Era tan estúpido y santo que cuando lo golpeaban no se defendía? ¿Pensaba que podía
tratarlo como si fuera tan débil que no puede devolverte la bofetada mientras arrastra a otra
persona?

―¿Qué pasa? ―exclamó Qiu Haitang, moviéndose para desenvainar su espada.

―Señorita Qiu, te aconsejo que no hagas eso ―la detuvo Shen Qingqiu―. A menos que
quieras terminar como él.

Sin saber a qué se refería, Qiu Haitang se dio la vuelta para enfrentar al Viejo Maestro y gritó.

Entre los profundos pliegues de sus arrugas, el rostro del Viejo Maestro estaba moteado de
pústulas verdes y contorsionado por un dolor insoportable.

―Shen Jiu... ―le tembló la voz―. ¿Qué has hecho...?

―¿Yo? Nada. ¿Te has olvidado de que estamos en la tumba de alguien? ¿Te crees que los
demonios no tienen ninguna protección?

De hecho, flotando en el aire como un diente de león, estaban las esporas de una planta
demoníaca, 'QingSi'. Esa plantaba utiliza los cuerpos de los seres vivos para germinar y se
sentía atraída por personas que irradian Qi, ya sea energía espiritual o energía demoníaca. Por
eso Shen Qingqiu sólo había estado usando artes marciales, en vez de energía espiritual.

QingSi se incrustaba en los cuerpos de sus víctimas sin ningún dolor, excepto quizás un
ligero picor. Sin embargo, una vez que brotaba, desgarraba la carne y se clavaba en los vasos
sanguíneos. Cuanto más rápido circula la energía espiritual, más rápido crece. Si un
cultivador desata su máxima energía, podría germinar en un instante.

El Viejo Maestro del Palacio había estado atacando con sus rugidos, enfocando su energía
espiritual alrededor de su cabeza y garganta. No solo su rostro, era probable que el interior de
los conductos de su boca y garganta estuvieran obstruidos con los brotes de esa planta
demoníaca, con sus zarcillos superficiales parecidos a pelos y las raíces hundiéndose debajo
de la piel, llegando hasta lo más profundo de los nervios.

―Si él grita de nuevo, crecerá hasta llegar a su cerebro ―gruñó Shen Qingqiu.

Frente a esa escena aterradora y repugnante, Qiu Haitang se apretó la boca y trató de resistir
su mareo, pero falló. Puso los ojos en blanco y se desmayó.

Con una persona inmovilizada y la otra inconsciente, ¡eso era la victoria!

Shen Qingqiu suspiró aliviado y luchó por levantarse con Luo Binghe en sus brazos. Con los
músculos tensos y con los dientes apretados, el Viejo Maestro de Palacio dijo vagamente:

―Aún no cantes victoria, tampoco te libras ―su rostro se contrajo de dolor y los brotes en su
rostro temblaron cuando dijo estas pocas palabras.

Shen Qingqiu solo resopló en respuesta.

Desde su brazo derecho hasta los hombros, un profundo dolor histérico apuñaló sin piedad su
carne y sus nervios. Para bloquear las dos espadas antes, se vio obligado a usar energía
espiritual y ahora las esporas estaban germinando.

Pero afortunadamente, y al menos, Luo Binghe estaba a salvo.

Al ver a Shen Qingqiu arrastrando a Luo Binghe lejos, el Viejo Maestro de Palacio ahogó sus
gritos y se derrumbó de la silla de ruedas en su urgencia, arrastrando su cuerpo sin
extremidades a través de las flores y la hierba en el suelo, una escena lastimosa y aterradora.

―¡No te vayas, no te vayas...! ―jadeó.

Shen Qingqiu se dio más prisa, pero, ¿quién se imaginaba que de repente el Viejo Maestro del
Palacio se volvería loco y abriría la boca para rugir de nuevo?

¡Quería enterrarlos junto con él!

Shen Qingqiu no pudo saber si el Viejo Maestro del Palacio no estaba dispuesto a dejarlos ir
o si simplemente se negaba a dejar vivir a Luo Binghe. Shen Qingqiu usó la vieja vaina para
bloquear apenas el golpe. Su mano derecha temblaba cuando el dolor atravesó su cuerpo por
este movimiento que agravó las pústulas ampolladas, mientras protegía a Luo Binghe. En la
agonizante neblina, se volvió hacia el Viejo Maestro del Palacio y su sangre brotó, la
intención asesina ardía en sus ojos.

Con solo ese rugido, aún más pústulas comenzaron a brotar de la piel del Viejo Maestro de
Palacio, extendiéndose incluso hasta las esquinas de sus ojos. Sin embargo, ya no parecía
sentir dolor mientras se reía salvajemente, rodando por el suelo como una salchicha de cerdo
hasta que llegó a Qiu Haitang.

―¿No quieres matar a Shen Qingqiu? ¡Está justo frente a tus ojos! ¡Rápido, levántate!
¡Mátalo! ¡Mátalos a los dos! ―gritó en su oído como un loco.

Qiu Haitang se despertó aturdida. Al abrir los ojos, se encontró con esa monstruosidad
delante de su cara, y se le fue la sangre. Gritando histéricamente, cortó con su espada. Shen
Qingqiu, temeroso de agitar aún más su energía espiritual, atrayendo así las esporas
persistentes, gritó:

―¡Cálmate!

―¡Rápido, hazlo ya! ¿No me habías pedido ayuda? ¡Hazlo ahora! ―siguió gritando el Viejo
Maestro de Palacio.

Qiu Haitang se encontró con los ojos de Shen Qingqiu, su mirada firme e inquebrantable. A
pesar de todo, Shen Qingqiu no tenía ninguna enemistad por Qiu Haitang. Al fin y al cabo,
ella era la víctima del Shen Qingqiu original. Pero si insistía en bloquear su camino, no
dudaría en tomar represalias.

Sorprendentemente, Qiu Haitang no fue la máquina de matar indiscriminada del pasado.


Mirando entre Shen Qingqiu y Luo Binghe, quien estaba sostenido en sus brazos, ella no solo
no avanzó sino que retrocedió unos pasos.

―No puede ser... todo esto... ¡es falso! ―dijo, con voz temblorosa. Mi hermano nunca se
equivoca, no es hermano mayor. ¡Me has mentido! ―gritó, mientras lloraba―. No sabía que
era así. No hice nada, así que ¿por qué tuve que soportar tantos años de sufrimiento?

Shen Qingqiu no entendía nada. ¿Por qué después de despertarse de su desmayo, parecía una
persona completamente distinta? O tal vez fue porque estaba horrorizada por lo que estaba
viendo y se había vuelto loca.
―No te muevas ―dijo Shen Qingqiu con severidad, imaginándose que algo malo pasaba.

―¡¿A qué esperas?! ―gritó el Viejo Maestro del Palacio.

El viejo maestro de palacio gritó: "¡¿Qué estás esperando ?!"

―¿Exactamente cómo te sientes cuando me miras? ¿Me odias? ¿Me tienes piedad? ¿Por qué
quieres torturarme manteniéndome en este mundo? ¿Por qué no me mataste? ¡¿Por qué no me
matas?! ―seguía gritando Qiu Haitang, mientras se agarraba la cabeza.

Después de que le gritaran al azar, Shen Qingqiu estaba tan confundido que Qiu Haitang
aprovechó la oportunidad para huir.

―¡No te vayas! ¡Morirás si corres por este sitio! ―le advirtió Shen Qingqiu.

Pero ella ya se había alejado corriendo y no tuvo tiempo de perseguirla. Shen Qingqiu sintió
inexplicablemente una sensación de pérdida.

El Viejo Maestro de Palacio solo pudo mirar mientras ella corría en la distancia. Cuando Shen
Qingqiu comenzó a alejarse también, su última pizca de esperanza . Estaba en el suelo,
aturdido, antes de que de repente hundiera la cabeza en la hierba que lo rodeaba y arrancara
un bocado de vegetación.

El Viejo Maestro de Palacio continuó riendo incontrolablemente. Mientras se reía, los brotes
en la parte superior de su cabeza comenzaron a crecer más rápido, más largos y más densos.
En un instante, toda su cabeza pareció como si estuviera envuelta en enredaderas. No mucho
después, ya no pudo reír. Shen Qingqiu casi podía escuchar los sonidos de su cráneo
apretado.

El Viejo Maestro del Palacio exhaló algunas respiraciones temblorosas antes de que su
cabeza se estrellara pesadamente contra el suelo. No volvería a levantarse.

A pesar de que era el jefe de un clan, murió de una forma espantosa. Era suficiente para que
se le tuviese lástima.

Antes de que Shen Qingqiu pudiera dar más de unos pocos pasos, una voz resonante sonó
junto a su oído. Parecía venir de todas direcciones.
―Señor de Cumbre Shen, veo que le gusta jugar al escondite, ¿Cuánto tiempo pasará hasta
que nos encontremos de nuevo? ―esa fue la voz de Tianlang-Jun, con una nota de diversión.

El sudor frío se acumuló en su nuca cuando se agachó para frotarse la pierna y encontró algo
raro ahí. La planta QingSi ya estaba creciendo en sus piernas, siguiendo sus vasos
sanguíneos.

―Ha estado siguiendo el este ―la voz de Tianlang-Jun sonó de nuevo―. ¿Es porque quiere
volver al agujero en la barrera protectora para escapar de aquí?

Este bastardo realmente sabe hacia dónde se dirigía. Shen Qingqiu intentó reprimir su
sorpresa antes de bajar la cabeza para mirar su pierna. Si dejaba que el QingSi en sus piernas
echara raíces, cuando llegara el momento, no podría irse aunque quisiera. Shen Qingqiu
apretó los dientes y echó un vistazo a Luo Binghe. Luego endureció su corazón, rasgó el
casco de su túnica, agarró un puñado de brotes y tiró con saña.

Su cerebro parecía haber evocado varias docenas de segundos de vacío. El dolor se sintió
como si estuviera arrancando una parte de su carne.

Shen Qingqiu dio una serie de jadeos laboriosos y lentamente volvió en sí mismo antes de
darse cuenta de que los sonidos que hacía mientras jadeaba eran como si estuviera tratando de
ahogar los sollozos.

Por el momento, ni siquiera pudo estirarse para limpiarse la cara. Simplemente no había
manera. ¡De verdad dolía!

Aunque su sangre fluía como un río, al menos finalmente pudo caminar de nuevo. Antes,
pensó que Luo Binghe parecía estar en un estado lamentable. Ahora bien, ¿quién podría haber
pensado que su apariencia en ese momento era lo que realmente debería considerarse un
120% miserable?

Como Tianlang-Jun sabía dónde estaba, definitivamente lo encontraría. Si continuaba


trayendo a Luo Binghe con él y se dirigía al este, definitivamente se encontrarían
directamente con sus 'agradables parientes'.

Shen Qingqiu dejó la antigua tumba con forma de bosque y pasó por un par de otras
habitaciones en las tumbas. Rápidamente, tomó un ataúd de piedra que podría considerarse
limpio y cómodo y, protegiendo la cabeza de Luo Binghe, colocó cuidadosamente a su
discípulo inconsciente dentro. Se acercó y colocó el dorso de la mano contra la frente de Luo
Binghe. Todavía estaba lo suficientemente caliente como para quemarle la mano. En el centro
de la frente de Luo Binghe, la Marca del Demonio emitió una luz roja brillante.

Shen Qingqiu colocó la espada Corazón de Diablo bajo las manos de Luo Binghe. Recuperó
la compostura antes de finalmente sellar el ataúd.

Tianlang-Jun caminaba sin prisa delante mientras Zhuzhi-Lang lo seguía de cerca. Cuando el
camino de piedra giraba, vieron a Shen Qingqiu de pie en medio de una tumba con la espada
Xiu Ya en la mano. Los miraba con frialdad, como si hubiera estado esperando su llegada
durante un tiempo.

La mitad de su túnica verde claro estaba teñida de escarlata. La sangre fluía sobre las huellas
de sangre seca de su mano izquierda y goteaba sobre el suelo. Sus labios parecían tan pálidos
como su rostro. Tianlang-Jun estaba asombrado.

―No ha pasado tanto rato desde que nos separamos, ¿qué ha pasado?

Shen Qingqiu lo observó. A él lo había tragado un pilar de magma , pero ni siquiera se le veía
afectado. El único signo de la adversidad fue el crujiente quemado en el borde de su ropa
negra. ¿Dónde estaba la lógica?

―¿Dónde está su amado discípulo?

―Se ha ido ―resopondió.

―Si el Señor de Cumbre Shen todavía está aquí, ¿cómo va a irse? ―se rió Tianlang-Jun.

Shen Qingqiu también comenzó a reír con él. Mientras seguían riendo entre ellos,
Tianlang-Jun de repente ya no pudo reír más.

Porque se dio cuenta de que no podía dar un paso más.

Bajó la cabeza para ver el obstáculo. No se había dado cuenta de que estaba congelado por
una capa gruesa y sólida de hielo cristalino desde las plantas de los pies hasta la cintura. El
área que estaba cubriendo continuó subiendo por su cuerpo. Zhuzhi-Lang estaba en peores
condiciones que él. Ambas piernas y uno de sus brazos ya estaban congelados en su lugar.
Tianlang-Jun finalmente notó que la tumba en la que estaba era extremadamente fría.

―Mobei-Jun... ―dijo hoscamente.

Esa tumba había sido creada por sus antepasados. Tenían una afinidad natural y única por
controlar el hielo en la raza demoníaca. Por lo tanto, la sala de la tumba detrás de ellos
también estaba indisolublemente ligada al hielo.

En el Mausoleo Sagrado, había arenas y accesorios en todas partes para ser utilizados. Incluso
si no se involucró personalmente en un conflicto, había otras cosas que podrían usarse para
contener al oponente. Shen Qingqiu recordó que en la novela original, tan pronto como
hubiera algo con una temperatura más alta que el aire en la sala de la tumba, inmediatamente
se congelaría en una escultura de hielo. Después de 2-3 días, se rompería en fragmentos de
hielo. Entonces, antes de entrar, hizo circular su energía espiritual para disminuir la
temperatura de su propio cuerpo lo más bajo posible. Por eso parecía tan pálido.

En el esfuerzo que tomó decir una sola oración, el hielo sólido ya había subido al pecho de
Tianlang-Jun. Su expresión no cambió. Incluso con su mano cubierta de energía demoníaca,
todavía no pudo romper el cristal de hielo que cubría su puño. El efecto que tuvo fue mínimo.
Incluso si el hielo no pudiera congelarlo en su lugar para siempre, al menos podría comprar
alrededor de una hora de tiempo.

―Parece que estaba en lo cierto ―comentó Tianlang-Jun―. Conoce realmente el área


prohibida de la raza demoníaca como la palma de su mano ―Shen Qingqiu no respondió, les
saludó con la mano antes de volverse y alejarse―. Ya te lo había dicho, si querías llevarlo al
reino demoníaco, debes prometer que no causará problemas. Sabes qué tienes que hacer
―dijo, mirando a Zhuzhi-Lang.

―Entiendo.

Después de oír eso, Shen Qingqiu de repente sintió como si se hubiera olvidado o no hubiese
tenido en cuenta algo muy importante

―Fin del capítulo 61―


CAPÍTULO 62

―Maestro Shen, perdóneme ―dijo Zhuzhi-Lang.

«¡No, no y no! Ni se te ocurra! ¡Estoy en este estado miserable porque querías agradecerme,
y ahora que te disculpas, ¿qué se supone que me va a pasar?!»

Shen Qingqiu podía caminar, pero de repente se dobló, agarrándose a la pared de piedra como
apoyo.

Parecía que algo luchaba por escapar de su estómago, retorciéndose hacia las innumerables
venas que recorrían su cuerpo. Sintiendo esta horrible sensación familiar, Shen Qingqiu casi
suelta a un "hijo de puta" en el momento.

Luo Binghe todavía estaba durmiendo en ese ataúd, por lo que la sangre que causaba estragos
en su cuerpo solo podía pertenecer a otra persona.

―Señor de Cumbre, no debe de ser la primera vez que bebe sangre de Demonio Celestial.
¿Por qué no estás acostumbrado aún? ―preguntó Tianlang-Jun.

―¿Cuándo... me has hecho beberlo? ―dijo Shen Qingqiu, reprimiendo las ganas de vomitar.

―No debe olvidar que su cuerpo inmortal estuvo en nuestras manos por un corto tiempo.
Podríamos haberle hecho muchas cosas ―contestó, en un tono vagamente burlón.

No era de extrañar que les fuera tan fácil determinar hacia dónde se dirigía. Shen Qingqiu
hizo una pausa, luego continuó caminando hacia adelante. Cuanto más caminaba, más agudo
crecía el dolor en su estómago, pero caminaba más rápido en lugar de disminuir la velocidad.
Fue en parte porque tenía una mayor tolerancia al dolor, pero lo más importante, sabía que no
podía colapsar ahora.

Mientras esos dos estaban congelados, aún existía la oportunidad de escapar. Si se retrasba
hasta que se descongelasen, ¡no tendría otra oportunidad así!
Cuanto más rápido caminaba, más ferozmente Zhuzhi-Lang instaba a la sangre a actuar.
Aunque claramente conocía los riesgos, Shen Qingqiu no pudo resistirse a girarse para lanzar
una mirada feroz a Zhuzhi-Lang.

¿Es así como estaba pagando una bondad, haciendo que estos parásitos de la sangre pongan
huevos, aniden y tengan una reunión familiar en su estómago?

―Incluso en ese estado puede caminar tan rápido... Señor Shen, no deja de sorprenderme.
¿Está hasta dispuesto a sacrificarse por mi hijo?

―Mi señor... ―interrumpió Zhuzhi-Lang―. No puedo seguir aguantando.

Antes de que acabase de hablar, Shen Qingqiu sintió que el dolor se disolvía repentinamente,
todo su cuerpo se iluminó. De inmediato, comenzó a correr frenéticamente.

―¿No puedes contenerlo? ―preguntó asombrado Tianlang-Jun, al ver cómo corría.

―Ya no puedo, no sé qué está pasando ―contestó, también bastante perdido.

Shen Qingqiu no podía escuchar claramente a través del zumbido en sus oídos y su vista
estaba borrosa, pero sabía que tenía que arrastrar a Luo Binghe hasta la entrada y tirarlo.
Apoyándose en la pared, continuó trotando hacia adelante. Tropezó con algo bajo sus pies,
haciendo que todo su cuerpo se balanceara. Después de continuar durante tanto tiempo, ya se
estaba acercando a los límites de su cuerpo, permaneciendo al borde del colapso, sus rodillas
convirtiéndose en gelatina. Sin embargo, no cayó de rodillas, sino que fue sostenido
firmemente por una mano.

Su cabeza se mareaba y sus ojos se nublaban, pero su mirada se enfocó hacia arriba.

En la turbia oscuridad del corredor de piedra, era imposible ver el rostro, pero un par de ojos
ardiendo de furia y una brillante marca de demonio escarlata brillaban claramente a través de
la penumbra.
Tianlang-Jun y Zhuzhi-Lang ya estaban congelados desde el tobillo hasta el cuello, posados
​en el centro de dos esculturas de hielo enrolladas con energía negra. Después de que Luo
Binghe entró en el pasillo, la energía blanca helada se arrastró a lo largo de su botas negras,
pero fue disuelta sin piedad. Corrió hacia esas dos estructuras de hielo, dándole un golpe a
cada una. Las grietas serpentearon a lo largo de la superficie del hielo sólido.

―No podrás romper el hielo que ya se está formando, y menos podrás hacerles daño de esa
forma ―dijo Shen Qingqiu, medio apoyado en la pared de piedra―. Aprovechemos la
oportunidad y huyamos.

Luo Binghe se dio la vuelta de golpe, caminando hacia él.

Al verlo, Shen Qingqiu se dividió entre estar contento o estar alarmado. Estaba planeando
volver al ataúd de piedra para buscarlo, pero nunca pensó que estaría despierto. Iba a soltar
un "¿Cómo te encuentras?" cuando descubrió que Luo Binghe parecía estar furioso.

―¡¿No te he dicho que no te acercases a ellos?! ―gritó.

Gritó tan fuerte que los tímpanos le dolieron, y fue como si le rugiesen en los oídos. Se quedó
callado, pero algo de fuego comenzó a calentar su corazón.

―¿Estás bien? ―preguntó con suavidad.

―¿El qué? ―contestó mordazmente Luo Binghe.  

Al verlo lleno de vitalidad, probablemente estaba bien. Parecía que por fin podía haberle
devuelto un pequeño favor.

―Eso es bueno ―asintió Shen Qingqiu.

Dándose la vuelta, eligió una dirección al azar y se alejó.


En realidad, él tampoco sabía adónde iba. Para salir del Mausoleo Sagrado, la espada Xin Mo
y Luo Binghe eran indispensables, sin ninguna de las dos, solo podía vagar al azar por el
interior. Pero había arriesgado su vida para arrastrarlo tan lejos y como resultado le gritaron
en la cara. No tendía sentido quedarse allí y enfadarse.

No había dado unos pasos cuando las velas que consumían energía se encendieron de repente.
La tenue luz de las velas iluminaba su perfil lateral. Luo Binghe de repente extendió la mano
para tirar de él.

―¿Estás llorando?

Shen Qingqiu miró inexpresivamente.

Estaba llorando.

Estaba llorando.

¡¡¿Cómo era eso posible?!!

Shen Qingqiu levantó la mano izquierda para comprobarlo. Antes, sólo había podido usar esa
mano para sujetar a Luo Binghe, pero ahora que estaba libre, podía usarla para otra cosa. Al
sentir su rostro, en algún momento, sin saberlo, realmente había comenzado a llorar, con las
mejillas llenas de lágrimas.

Shen Qingqiu de repente se dio cuenta de que esas eran las lágrimas de dolor que lloró
cuando se había quitado el QingSi de la pierna.

Qué mal.

―Entonces... cuando Shizun lloró antes, ¿no estaba fingiendo? ―preguntó tenso Luo
Binghe. La ira en su voz había desaparecido sin dejar rastro.

―¡Llorando! ¡¿De qué hablas?! ―Shen Qingqiu se enfureció por la humillación.


Se sacudió su agarre y se alejó inmediatamente. Luo Binghe lo agarró apresuradamente por
detrás. Maldita sea, simplemente agarró el brazo derecho donde el QingSi había echado
raíces. Shen Qingqiu logró evitar gritar, pero aún así dejó escapar un gemido ahogado. Luo
Binghe lo soltó de inmediato, solo sujetándolo de la mano izquierda e inspeccionándolo bajo
la luz de las velas.

Cuanto más miraba, más aprensiva se volvía su expresión. En ese momento, no había ningún
lugar en el cuerpo de Shen Qingqiu que fuera seguro para mirar. No era más que un bulto de
heridas y sangre, en serio, un espectáculo demasiado horrible para soportarlo. Luo Binghe
recordó que antes de perder el conocimiento, Shen Qingqiu estaba claramente en perfectas
condiciones.

―¿Esto... es por mi culpa? ―su voz tembló.  

Shen Qingqiu iba a comenzar a escupir sangre. Si no es él, ¿quién?

No podía decir este tipo de cosas, y siempre no le gustaba ser rencoroso o pasarse de
afectuoso, por lo que sólo escupió:

―Suéltame.

―No, no lo haré ―sus ojos se suavizaron al instante―. No te enfades, estaba equivocado.

¡Cuántas veces ha dicho eso!

Shen Qingqiu lo apartó.

«Date prisa y lárgate, los cadáveres ciegos ya nos rodean. ¿Qué hacemos aquí bloqueando el
camino»

Habiendo sido apartado, Luo Binghe una vez más se aferró a él como un caramelo pegajoso.

―Shizun, ¿por qué no me pegas? Puedes golpearme para desahogar tu ira, ¿qué te parece?
«Por favor, que alguien me ayude. Hay un masoquista incurable aquí, ¿alguien puede
llevárselo?»

Volaron por el suelo, pero Luo Binghe lo envolvió todo el camino. Shen Qingqiu ya estaba
familiarizado con el conjunto de movimientos de Luo Binghe, sabía que estaba abierto a la
persuasión, pero no a la coerción. Después de agotarlo durante bastante tiempo, Shen Qingqiu
dijo impotente:

―Siempre has sido así, llorando y admitiendo tus faltas, pero morirías antes de cambiar tu
camino. ¿De qué sirve?

―¿No es bastante si cambio mis costumbres? Shizun, no te vayas ―en ese punto ya estaba
casi sollozando.

Al verlo en ese estado bueno para nada, si no fuera por el hecho de que todavía estaba
preocupado por los golpes que le dio antes sin querer en la cabeza, Shen Qingqiu realmente le
daría un golpe. ¿Había algo mal con sus métodos de enseñanza? ¿Cómo crió a un llorón? A
Luo Binghe, el rey demonio encarnado, le gusta aferrarse a la ropa de su Shizun y gemir
cuando no había nadie alrededor. Si él contase eso, ¿quién le creería?

¡Ni siquiera Ning Yingying era tan llorona!

―¿Quién te está abandonado, ah? ―dijo Shen Qingqiu. Casi no podía soportar esa situación.

Shen Qingqiu casi no pudo soportarlo. "¿Quién te está abandonando? ¿Ah?

―Después de perder el conocimiento, todavía me quedaba un remanente de conciencia,


estaba luchando con todas mis fuerzas para despertar. Pero justo cuando lo conseguí, estaba
solo en un ataúd, y Shizun había huido a quién sabe dónde. Me perdí en la ira por un tiempo y
pensé que me habías abandonado, Shizun, pensé que preferirías ir con ellos y no querías
prestarme atención...
Despertar y descubrir que habías sido "abandonado" en un ataúd no debía ser un sentimiento
agradable. Shen Qingqiu suspiró, sopesando su conciencia culpable.

―No ha sido a posta lo de ahora ―continuó Luo Binghe―. De verdad no pensé que
hubieses hecho algo así, pero cuando se trata de ti, no puedo controlarme. Sé que es
vergonzoso y humillante, pero sabiendo que estabas ahí para protegerme y que no era un
sueño... me ha hecho feliz.

Vergonzoso y humillante era un rato.

Dos hombres adultos, enrollados en una bola limpiándose los mocos y secándose las
lágrimas... Ambos eran ridículos, ambos eran vergonzosos, ¿él lo sabía?

Probablemente porque estaba demasiado feliz y no podía pronunciar un lenguaje más florido,
Luo Binghe solo podía seguir repitiendo "feliz" y "contento". La cara de Shen Qingqiu se
crispó un par de veces. Frotándose las sienes, lanzó un largo y profundo suspiro.

  

Daba igual. Esa no sería la primera vez. Meng Mo ya le había advertido sobre ese
comportamiento asqueroso: actuando como un señor oscuro frente a su cara, pero llorando a
sus espaldas.

Bueno, cabía decir que él también era lo suficientemente insensato como para enfadarse por
ese estúpido malentendido. No había diferencia entre él y ese caso de niño desequilibrado.

―Bueno, ¿entonces estás bien? ―preguntó, yendo más despacio.

―Estoy bien ―asintió rápidamente Luo Binghe.

«Estabas ardiendo por la fiebre, ¿pero ya estás bien?» Shen Qingqiu era bastante escéptico y
le puso la mano en la frente, que resultó estar suave y fresca. Shen Qingqiu iba a retirar su
mano, pero Luo Binghe agarró su mano con la suya, negándose a dejar que se alejara. Sus
ojos brillaban debajo de sus manos entrelazadas.

Esa expresión le resultaba demasiado familiar. Esa fue precisamente la mirada que vio en esa
perfecta ovejita siguiéndolo y comiendo hierba todos los días en la cumbre Qing Jing, el
joven rayo de sol Luo Binghe  

La cara de Shen Qingqiu se iba a poner roja bajo su mirada, pero no podía soportar arrancar
su mano por la fuerza. Hacer algo así cuando el otro estaba tan feliz y coloreado por la
emoción sería realmente darle una bofetada en la cara.

―¿Estás realmente bien? ¿Sin mareos? ¿Tu energía espiritual y tu energía demoníaca están
circulando de manera efectiva?

―Perfectamente, incluso mejor que antes.  

Mientras hablaban, ya habían llegado a una habitación en el lado este del Mausoleo. Luo
Binghe sacó su espada y cortó la pared de la pantalla, abriendo una grieta negra en el espacio.
Su brazo roto se había curado milagrosamente, su pierna ya no estaba coja, la sangre de su
rostro había sido limpiada, la siempre desobediente espada Xin Mo había sido domesticada
en dócil sumisión. El halo del protagonista seguía siendo el halo del protagonista, el
protagonista masculino seguía siendo ese protagonista masculino. Shen Qingqiu no quiso
decir una palabra más y tomó la delantera a través de la grieta con un gesto tipo "vamos,
vamos".

Fuera del Mausoleo, la escena se bañó de luz. Sin preguntar, Luo Binghe extendió una mano
para ayudar a Shen Qingqiu.

De hecho, realmente había pasado mucho tiempo desde que habían tenido este tipo de
interacción normal.
Después de ese suspiro de pesar en el fondo de su corazón, Shen Qingqiu no pudo resistirse a
lanzar una mirada a Luo Binghe. Se veía muy satisfecho de sí mismo, parecía que realmente
estaba "muy bien". Se había jugado la vida por él, pero al final resultó que sólo le estaba
ganando tiempo para recargar ese halo del protagonista tramposo.

―Aparte de oír cómo lloraba Shizun... ―dijo Luo Binghe de repente.

―¿Eh? ¿Quién?

―Aparte de oír a alguien más llorar... ―cambió Luo Binghe―, tuve una extraña sensación.

Al escuchar esto, Shen Qingqiu comenzó a sentirse un poco preocupado nuevamente.


¿Quizás sí que iba a haber alguna repercusión en su cabeza por esos golpes...?

―¿Qué sensación? ―preguntó en voz baja.

―No sé explicarlo...

―¿Dolía?

―No exactamente, era más bien...

No había terminado de hablar, su rostro mostraba una expresión de desconcierto, mirándose a


sí mismo.

―....

«Hola, pilar del cielo, ¡adiós!»

El tema acabó abruptamente ahí cuando la voz de Tianlan-Jun se elevó como un alma
fallecida que se niega a dispersarse.
―Señor de Cumbre Shen, ¿por qué está tan ansioso por irse? Casi le dais la vuelta a nuestra
tierra santa, ¿no es de mala educación irse sin más?

Con cada palabra, su voz se acercaba un poco más. En poco tiempo, su figura apareció en el
horizonte. Shen Qingqiu puso los ojos en blanco. Pero fue lo suficientemente afortunado que
el encantamiento de hielo de cien mil años del clan Mo Bei pudiera retrasar a esos dos hasta
que salieran del Mausoleo Sagrado.

  

Antes, Luo Binghe no estaba muy contento cuando no pudo romperlos en pedazos, pero
ahora que se habían entregado en bandeja de plata estaba bastante satisfecho.

―Te atreves a alimentar a mi Shizun con tu sangre ―guñó hacia Zhuzhi-Lang, crujiéndose
los nudillos.

Zhuzhi-Lang miró a Shen Qingqiu con una mirada avergonzada en su rostro.

―Hey, no puedes decir eso mientras pones esa cara ―dijo Tianlang-Jun―. ¿No le has dado
también tu sangre? O sino, ¿de quién es el otro grupo de parásitos que corre por sus venas?

Al escuchar eso, Luo Binghe se puso rígido, apretando los puños. Shen Qingqiu acababa de
levantar la mano que sostenía la espada Xiu Ya cuando Luo Binghe dijo en voz baja:

―Shizun, no necesitas pelear, puedo solo.

¡Y comenzó la batalla!

Tres pilares de energía negra se elevaron batiéndose en el cielo como vientos de tormenta. Al
ver la batalla como espectador, Shen Qingqiu apreciaba cada vez más profundamente la
diferencia entre demonios y humanos.

¡La diferencia en la capacidad destructiva era realmente demasiado grande!


Además, Luo Binghe no solo había vuelto a llenar su halo de protagonista, sino que también
había subido de nivel. Hace un par de horas, lo habían golpeado brutalmente, impotente para
devolver un golpe, ¡pero ahora parecía que el halo del protagonista todavía está firmemente
adherido a su cabeza!

Como él estaba mirando, un águila de hueso rojo escarlata comenzó a rodear el campo de
batalla, bajando sus alas, buscando una oportunidad para lanzarse a la batalla. Luo Binghe,
luchando uno contra dos, parecía no haber notado que ese recién llegado, obviamente,
albergaba intenciones maliciosas, pero Shen Qingqiu podía ver todo con claridad. Justo
cuando iba a dar una advertencia, el águila de hueso se abalanzó repentinamente hacia abajo,
cargando hacia Luo Binghe de cabeza.

¿Un ataque furtivo?

ShenQingqiu sostuvo a Xiu Ya hacia atrás en su mano y, entrecerrando los ojos para apuntar,
lo arrojó ferozmente a su objetivo. La hoja blanca como la nieve salió disparada como una
flecha, perforando a la velocidad del rayo hacia el águila de hueso.

¿Quién hubiera pensado que antes de que pudiera dar un suspiro de alivio, el cuerpo del
águila de hueso no cayó, sino que se dispersó en mil perlas y diez mil gotas, volando hacia
Shen Qingqiu?

De ese lado, Tianlang-Jun de repente se retiró, saltando de la batalla con una risa. Luo
Binghe, al ver las perlas ensangrentadas esparcirse por el aire, dejó que una expresión de
pánico cruzara su rostro.

Shen Qingqiu se dio cuenta de repente de que Tianlang-Jun había usado su propia sangre para
crear ese águila de hueso. La había enviado intencionalmente para atacar furtivamente a Luo
Binghe, ¡pero la verdadera intención era atraer a Shen Qingqiu para que jugara y disparara!

Justo cuando descubrió eso, recibió una lluvia de sangre. Tianlang-Jun sonrió levemente,
levantando su mano para hacer un sigilo en el aire. Shen Qingqiu sintió que su corazón se
ralentizaba, como si realmente lo hubieran agarrado con la palma de una mano gigante y lo
hubieran apretado maliciosamente.

Había demasiada sangre, a pesar de que había cerrado los labios con fuerza, un leve sabor a
óxido todavía aparecía en su lengua.

¿Quién más sino él estaría bebiendo la sangre de Demonio Celestial como si fuese Red Bull?
¿Quién más sino él habría bebido la sangre de tres demonios celestiales diferentes?

Los ojos de Luo Binghe ya estaban rojos por la tensión, pero la sangre de TianLang-Jun ya
estaba en el cuerpo de Shen Qingqiu. No se atrevió a hacer un movimiento precipitado,
temiendo que activara los parásitos de la sangre. Solo pudo apretar los dientes y gritar:

―¡Para!

Zhuzhi-Lang, al ver que la cara de Shen Qingqiu se volvía verde y luego blanca en sucesión,
no pudo evitar comenzar a disculparse una y otra vez.

―Mi señor, por favor, perdóneme.

―Tendremos que ver qué hace nuestro otro amigo a continuación ―se encogió de hombros
Tianlang-Jun.

―Fin del capítulo 62―

CAPÍTULO 63

Los tres tipos diferentes de sangre de demonio celestial eran tormentas que chocaban dentro
del cuerpo de Shen Qingqiu, encerrados en una red enredada que era imposible de separar.
Entre ellos, la sangre de Luo Binghe mantenía unidos los órganos de Shen Qingqiu,
protegiendo también las venas que los conectaban.

Reprimió la sangre de Zhuzhi-Lang, mientras que apenas lograba lidiar con la de


Tianlang-Jun. Solo, de hacer frente a los tres tipos de sangre, enfrentándose a sus dos
enemigos. Inevitablemente, todo eso le afectó. De hecho, sería mejor dejar de luchar contra la
sangre de Tianlang-Jun, porque no había absolutamente nada que pudiera hacer.

―Piensa bien esto... ―dijo, volviéndose hacia Luo Binghe―. Si continúa así, ¿quién crees
que caerá primero?

Los ojos de Luo Binghe brillaron con una profunda preocupación, pero una sensación de
impotencia comenzó a crecer cada vez más.

―¡Vete primero! ―respondió él al fin, retrocediendo.

Tianlang-Jun no tenía la más mínima intención de hacerse a un lado gentilmente ante el joven
que tenía ante él.

―Iré a por ti primero ―dijo Tianlang-Jun.

―Bien ―respondió Luo Binghe al instante.

―En fin... ―Tianlang-Jun sonrió de forma inescrutable mientras hablaba―. No sé qué


hacer... Cuando les veo, siempre tengo una sensación desagradable llenando mi corazón.

Zhuzhi-Lang asintió en silencio.

Shen Qingqiu sabía que eso no terminaría bien para él, pero no quería arrastrar a nadie más
con él. Durante toda su vida, siempre había odiado el tipo de personajes que acababan
convirtiéndose en moneda de cambio para los demás. Si ese fuera el tipo de papel de
personaje endeble y delicado que se vio obligado a interpretar, preferiría morir.

Se llevó la mano al corazón y se obligó a permanecer neutral mientras hablaba.


―Lo que sea que Su Excelencia quiera hacerme, por favor, siéntete libre. Como has dicho,
después de haber sido obligado a beber tantas veces, debería estar acostumbrándome. Pero ni
siquiera pienses en buscar a Luo Binghe. Y tú, niño, si no me haces caso, te derribaré yo
mismo con la fuerza de los cielos.

―Shizun... ―protestó, enfadado pero impotente.

―Cállate.

―¿Quién ha dicho que lo quería a él? ―preguntó Tianlang-Jun, mirándolo con extrañeza.
Shen Qingqiu se quedó sin palabras―. No puedes compararlo con mi figura noble y hermosa,
¿para qué lo querría?

...

...

«¿Quién dijo que eras más guapo que él? ¿Hay un sello oficial de esto por algún sitio?»

Según lo escrito por Avión Disparando hacia el Cielo, del cielo al infierno, a lo largo de todas
las épocas conocidas por el hombre, no había nadie que pudiera compararse con Luo Binghe.
Ya sea joven o viejo, todos estuvieron de acuerdo universalmente con que era el hombre más
guapo, ¿¡de acuerdo!?

―Entonces, ¿qué quieres exactamente? ―preguntó con paciencia, aunque su expresión se


hundió con exasperación.

―Jungshang quiere la espada ―respondió Zhuzhi-Lang.

―Y tanto ―confirmó Tianlang-Jun―. No puedo hacer un buen regalo al mundo humano sin
ella.

Entonces, ¿quería el power up del protagonista? Toda la mente de Shen Qingqiu estaba llena
de pensamientos de "sigue soñando" y "sobreestimas tu propia fuerza". Solo pudo mirar
mientras Luo Binghe levantaba la mano y Zhuzhi-Lang levantaba el brazo en respuesta. En
ese instante, el intercambio se completó. ¡Pasó como una tormenta, rápida y decisivamente,
sin la menor vacilación!

―¡Ahora déjalo! ―exigió Luo Binghe.

Zhuzhi-Lang se transformó inmediatamente en una serpiente y atrapó a Shen Qingqiu en su


enorme boca. Tianlang-Jun saltó con gracia, riendo a carcajadas mientras se levantaba.

―¿De verdad te pensabas que lo haría?

La forma en que estaba actuando en ese momento era verdaderamente descarada. Era como si
un adulto hiciera una promesa de comerciar con un niño, le quitara sus juguetes, luego se
diera la vuelta y fingiera que no había sucedido tal cosa. Shen Qingqiu de repente se sintió
bastante indignado en nombre de Luo Binghe, quien claramente estaba siendo intimidado.
Incluso con la amenaza de un colmillo afilado junto a él, no pudo evitar preguntar
deliberadamente:

―¿Sabes que eres el adulto aquí, verdad?

―Sé que soy un demonio ―respondió con un tono refinado, sentándose directamente sobre
la cabeza de Zhuzhi-Lang―. Parece que su discípulo ha pasado demasiado tiempo en el reino
humano y ha olvidado que los demonios no nos comprometemos en cumplir nustras
promesas. Por supuesto, la mayoría de las veces ustedes tampoco hacen mucho más que
hablar de labios para afuera.

Con esa oración final, la sonrisa de Tianlang-Jun desapareció de sus labios. La visión de Shen
Qingqiu se oscureció. Algo caliente y rojo palpitó, presionándolo por todos lados, como si lo
atrapara dentro de un bolsillo diminuto.

Fue tragado por Zhuzhi-Lang.

Cuando despertó, el aire a su alrededor estaba seco y le picaba la garganta.


Al rodar y sentarse, vio a una chica demonio de piel oscura a su lado. Cuando se dio cuenta
de que se despertaba, gritó en voz alta con una voz muy acentuada:

―¡Está despierto!

Tianlang-Jun levantó las cortinas con una mano y miró dentro. Enarcó las cejas.

―Señor de cumbre Shen, ha dormido bastante.

Shen Qingqiu mantuvo su expresión cuidadosamente en blanco mientras se limpiaba la cara,


asegurándose de que no quedara ningún rastro de jugos estomacales de reptil en él. El viento
seco que soplaba afuera hizo que las cortinas se agitaran violentamente, permitiendo
vislumbrar el paisaje fuera del carruaje.

Ahora estaba acostado sobre una enorme serpiente de escamas negras. Esta enorme serpiente
llevaba un pabellón en la espalda mientras se deslizaba suavemente por el suelo. A su
alrededor había muchas bestias, grandes y pequeñas, así como muchos demonios con formas
medio bestiales. Juntas, estas criaturas se fusionaron en un ejército caótico pero a gran escala
mientras marchaban hacia adelante.

Shen Qingqiu determinó que probablemente esa era la parte sur del mundo de los demonios.

El norte una vez perteneció a Mobei-Jun, pero ahora era territorio de Luo Binghe. Allí, la
mayoría de los demonios tenían formas humanoides. Los demonios más bestiales y los
híbridos mitad bestia solo eran comunes en el sur, como una especie de reino animal. No
sabía a dónde planeaba Tianlang-Jun llevar a este grupo de demonios. O lo que planeaba
hacer.

Después de que terminó de observar su entorno, Shen Qingqiu de repente se dio cuenta de
que el lado derecho de su pecho y todo su brazo todavía latían dolorosamente y parecían
moverse con bastante lentitud.

Respiró hondo y se preparó mentalmente para estar 120% listo para lo que pudiera ver. Luego
miró hacia abajo.
...El problema era aún más serio de lo que pensaba.

Como una prótesis hecha de hojas y ramas, cada centímetro de su brazo derecho estaba
cubierto de hojas y brotes verdes y carnosos, temblando ligeramente a lo largo de la
extremidad con cada movimiento. Los cinco dedos estaban completamente entumecidos y ni
siquiera podía curvarlos.

Después de solo una mirada, no pudo soportar mirarlo más. La espada Xiu Ya estaba justo a
su lado, y estuvo muy tentado de levantarla y cortarse el brazo por completo. En ese
momento, Zhuzhi-Lang se acercó, sosteniendo una pequeña estufa de oro humeante. Shen
Qingqiu saltó como si hubiera visto un fantasma, instantáneamente en alerta máxima.

―¡¿Qué haces?!

―Sólo quería ayudar al Maestro Shen... ―dijo Zhuzhi-Lang, quedándose inmóvil.

Zhuzhi-Lang se quedó inmóvil. "Este subordinado solo quería ayudar al Maestro Shen ..."

Ese era el tipo de cosas que más temía escuchar de Zhuzhi-Lang. Ya había probado la gratitud
de una serpiente; estaba tan agradecido que al final se lo tragó entero. Zhuzhi-Lang se levantó
las mangas hacia su cara en un gesto bastante avergonzado, como si tratara de taparse la boca.

Luego los dejó rápidamente y trató de persuadir a Shen Qingqiu de la manera más sincera.

―Maestro Shen, tiene que creerme. Si el QingSi no se quita al menos siete veces al día, las
raíces se enterrarán profundamente dentro de su carne. Pero solo las han arrancado tres veces
hoy. Es el momento más crítico en este momento. Si no los eliminamos ahora, me temo que
no podremos salvar su brazo.

Cuando escuchó que estaría en peligro de perder una extremidad, Shen Qingqiu no pudo
dudar más, sin importar las sombras de reserva que todavía tuviera en su corazón.
Inmediatamente extendió su brazo. Zhuzhi-Lang sacó un trozo de carbón rojo ardiendo de la
estufa. Luego, sosteniéndolo en sus manos desnudas, lo presionó contra el pecho de Shen
Qingqiu.
...

Shen Qingqiu guardó silencio.

Sabía que no debería haber esperado que la "ayuda" de Zhuzhi-Lang fuera algo normal o
sensata.

El trozo de carbón presionado contra los brotes de QingSi en su pecho, haciendo que se
marchiten y se enrosquen mientras se queman hasta las raíces. Fue tan horrible que Shen
Qingqiu tuvo que resistir el impulso de hacer una mueca ante la vista. Solo cuando
Zhuzhi-Lang finalmente logró quemar todos los brotes verdes, uno por uno, pudo finalmente
levantarse para mirar su brazo nuevamente.

―Habrá que quemarlos tres veces más ―dijo Zhuzhi-Lang, retirando el trozo de carbón.

Shen Qingqiu se echó la túnica sobre los hombros. Zhuzhi-Lang inconscientemente miró
hacia arriba, luego rápidamente volvió a bajar la mirada. Fuera, Tianlang-Jun se rió.

―Niño tonto, ¿de qué te avergüenzas?

«Eso, ¿de qué te avergüenzas? Acabas de tragarme entero, no te pongas así por verme el
pecho.»

―Mi señor, por favor, no se burle de mí ―respondió Zhuzhi-Lang, completamente serio―.


No tengo ninguna intención extraña para con el Maestro Shen ―le miró, enfatizando―: Al
menos ninguna que tenga Luo Binghe.

«¿Por qué enfatizas eso?»

Zhuzhi-Lang rápidamente tomó su estufa y saltó de la espalda de la serpiente, regresando


abajo para dirigir la marcha de las tropas. La mente de Shen Qingqiu era un desastre, sus ojos
comenzaban a moverse rápidamente, buscando desesperadamente.

La espada Corazón de Diablo, ¿dónde estaba...?


Oh, estaba afuera, junto al asiento de Tianlang-Jun. Lanzada al lado de sus pies.

Shen Qingqiu estaba a punto de echarse a reír.

Esa era la espada más importante e increíble de la novela, y estaba simplemente tirada en el
suelo.

Tianlang-Jun estaba descansando su barbilla en su mano, observando la escena en la


distancia.

―Señor de cumbre Shen, ¿qué mira? ―preguntó, al ver su expresión. Siguió su mirada hacia
abajo―. ¿Mi espada?

―De Luo Binghe.

Tianlang-Jun se rió, y cambió de tema.

―Siempre he querido preguntarle algo...

―Dime ―respondió Shen Qingqiu.

―Mi hijo y usted... ¿Se cultivan como pareja[1]?

Shen Qingqiu se quedó callado, estando seguro de que había oído mal.

―¿Perdona?

―Estaba preguntando si usted y él... ―la cara de Shen Qingqiu se crispó y agió airadamente
a mano para que se detuviese, pero continuó―: ¿O quizás no entiende qué quiero decir con
"cultivarse como pareja"? Significa que...

―Para ―le interrumpió. «¿Te puedes callar? ¿Es que no tienes vergüenza?» pensó―. ¿Por
qué crees que nosotros... cultivamos juntos?
―Bueno, siempre he querido saber más sobre la cultura y las costumbres del mundo
humano.

―¿Y qué?

¿Qué tenía que ver su pregunta con eso?

Tianlang-Jun extendió un dedo y lo agitó un par de veces para silenciarlo. Luego tarareó una
melodía suave y encantadora.

Shen Qingqiu estaba orgulloso de ser un caballero adecuado, siempre en control total de sus
expresiones. Pero cuanto más Tianlang-Jun continuaba tarareando, más difícil se volvía
mantener su frente frío y digno.

¡Dios! ¡Maldita sea! ¡El! ¡Resentimiento! ¡De! ¡Chunshan!

¡¡¡Cómo se hizo popular incluso en el Reino de los Demonios!!!

Tianlang-Jun tarareó dos versos completos antes de que finalmente estuviera satisfecho, pero
aún parecía querer continuar.

―Solo el ilustre espíritu del mundo humano podría producir una obra maestra tan
impresionante. La trama audaz, el profundo romanticismo en cada frase, estos son realmente
dignos de los más elogios. Especialmente al final de cada verso, te deja con un adelanto, lo
que hace imposible que lo dejes y te deja esperando ansiosamente más .

¡Oh, vaya, la maldita cosa todavía se estaba serializando!

Shen Qingqiu de repente se dio cuenta de algo.

―Espera... espera. Cuando nos conocimos en el Mauselo Sagrado, dijiste que hacía mucho
que esperabas tener el honor de conocerme. ¿No... no te referirías a...?

¿Podría ser que este era el“ honor tan esperado ”al que se refería? ¿Era una referencia a esta
canción de amor obscena?
―¡Justamente! ―sonrió alegremente Tianlang-Jun.

Tianlang-Jun respondió con alegría: "De hecho, eso es exactamente a lo que me refería".

Sistema: 【 ¡Charlando con el BOSS sobre intereses y pasatiempos, aumentando la


profundidad del carácter del villano, puntos B +150!】

¡¿Qué clase de intereses y pasatiempos son esos?!

Mientras los dos continuaban mirándose el uno al otro, la joven demonio de piel oscura que
había estado cuidando a Shen Qingqiu de repente saltó alegremente como un antílope. Shen
Qingqiu se volvió hacia ella y descubrió que realmente tenía un par de patas de antílope. La
niña saltó, miró hacia arriba y gritó alegremente.

―¡Mi señor! ¿El nuevo lugar al que vamos a ir es muy agradable?

―Claro, será el mejor lugar ―sonrió Tianlang-Jun.

―¿Habrá mucha agua? ―preguntó la joven con inocencia.

―Los ríos fluyen libremente a través de cada llanura y montaña, cubriendo todas las tierras
bajo el cielo abierto.

La chica vitoreó y saltó a la distancia.

Shen Qingqiu la observó mientras se marchaba, contemplando la sensación bastante


incómoda que estaba teniendo.

―¿A dónde los llevas?

―Usted ya ha sacado sus propias conclusiones, ¿por qué pregunta? ―respondió


Tianlang-Jun pausadamente.

Ríos a través de llanuras y montañas... esos claramente no eran accidentes geográficos


pertenecientes al Reino Demonio. Ese "lindo lugar" era sin duda el mundo humano.
―A juzgar solo por los números, al menos el 20% de los demonios del sur deben viajar en
este grupo en este momento. Su Excelencia, ¿cree que un grupo así de tamaño tan masivo
podrá simplemente cruzar la frontera sin que los cultivadores se den cuenta?

―¿Quién dijo que planeaba cruzar la frontera? ―Tianlang-Jun se enderezó, soltando una
risita desdeñosa―. ¿Para qué crees que quería esta espada?

―¿Estás planeando usar la espada para abrir una grieta entre los dos mundos?

―Bueno, para ser precisos... ―lo corrigió Tianlang-Jun―, más bien voy a fusionarlos.

¡A fusionar el reino humano y el demoníaco!

―Fin del capítulo 63―

CAPÍTULO 64

¿No era esto lo mismo que aplastar todas las dimensiones alternativas en una masa gigante?

Shen Qingqiu no pensó que tal idea fuera inconcebible. Por el contrario, estaba seguro de
que, mientras uno sostuviera la espada Corazón de Diablo, eso aparentemente absurdo sería
posible. Básicamente porque así pasaba en la novela.

En el final, la fusión de dos mundos fue exactamente lo que logró Luo Binghe, como una
forma de unificar finalmente el reino de los demonios y el del cultivo mediante su propio
diseño demente. Antes, Shen Qingqiu siempre había creído que ese "Luo Binghe" original era
con el que estaba más familiarizado.

Pero pensando en ello ahora, de alguna manera ese personaje parecía muy extraño y distante.
A ese "Luo Binghe" no le importaba la devastación que dejaría ese plan. Su único
razonamiento fue que dos reinos separados eran bastante desfavorables para su régimen.
Además, los recursos estaban distribuidos de manera bastante desigual, lo que provocó que
todas las esposas e hijos demoníacos hicieran tanto alboroto todos los días, molestándolo sin
fin. Finalmente, decidió que tenía suficiente y fusionó todo.

―¿Ese es el regalo que querías dar? ¿No crees que es... demasiado? ―preguntó Shen
Qingqiu en voz baja.

―No guardo rencor contra el mundo humano ―contestó Tianlang-Jun con tranquilidad,
frotándose la barbilla en contemplación―. Más bien me gusta mucho, así que me gustaría
conseguir una comunicación más profunda entre ambas razas.

―¿Y has pensado en las consecuencias, o simplemente no te importan? ―dijo Shen Qingqiu,
levantando una ceja―. Aunque los demonios pudiesen adaptarse a eso, ¿qué pasa con los
humanos que no cultivan? ―hizo una corta pausa, pensando cuidadosamente sus palabras―.
Aunque te guste mucho la humanidad... ¿puedes garantizar que al resto de demonios
también? Los dos mundos han tenido muchas disputan a lo largo de la historia. Si se fusionan
de repente, no habrá paz.

―El Señor de Cumbre Shen es realmente parte de una de las Cuatro Grandes Sectas, todos
cantan lo mismo ―respondió Tianlang-Jun―. Quizás parece precipitado, pero no es mi
intención. Con el fracaso acechando, debo intentarlo a toda costa. Primero se fusionarán los
mundos, y después se resolverán los problemas que aparezcan. Y los que no pueden
adaptarse, con el tiempo aprenderán a hacerlo.

Realmente había algún tipo de ley por la que todo BOSS necesitaba tener un caso grave de
síndrome de chuunibyou [1]. Pero Tianlang-Jun fue un caso un poco especial. Quizás alguna
vez fue el tipo de chuuni joven e ingenuo que se imaginó a sí mismo como el salvador del
mundo, el destinado a forjar el amor y la paz entre las dos razas. Pero después de haber sido
aplastado bajo el pico Bailu durante tantos años, ahora era el tipo de chuuni que llevaba un
resentimiento profundo e inmortal en su corazón. Las acciones que podrían romper el cielo y
la tierra fueron simplemente "un poco precipitadas".

Y esa última parte fue exactamente el tipo de lógica que usan los violadores: asumir que tu
pareja cederá al final, así que puedes forzarle a aceptarlo, tomar lo que quieras y lidiar con las
consecuencias más tarde.
―Tú y Su Xiyan... ¿quizás todo eso solo era parte de esa "comunicación más profunda entre
razas"? ―Shen Qingqiu no pudo evitar preguntarlo.

Al oír eso, la sonrisa fácil y suave en el rostro de Tianlang-Jun comenzó a desaparecer. Se dio
la vuelta para que Shen Qingqiu no le viese la cara.

―Ah Xiyan, ella era...

¿Ella era qué?

―Fría y despiadada. Eso era lo que más amaba de ella ―acabó. Shen Qingqiu ya no sabía si
reír o qué―. Pero da igual, está muerta.

¿Entonces no la echaba de menos ni un poco? Desafortunadamente, parecía que el "amor" de


un demonio era bastante superficial y frío.

Shen Qingqiu permaneció en silencio por un momento, luego preguntó:

―¿Qué sientes realmente por Luo Binghe?

―Creo que me da... bastante pena ―respondió Tianlang-Jun, mirándole.

Shen Qingqiu solo pudo sonreír vacíamente, incapaz de responder.

Aunque Luo Binghe nunca había mencionado una palabra, Shen Qingqiu sabía que en el
fondo, a menudo soñaba con cómo serían sus padres biológicos. Sabía que había nacido de
una joven distinguida y un poderoso demonio noble, pero nunca pudo ponerles nombres o
rostros. Así que siempre imaginaba en secreto cómo sería si todavía estuvieran allí... cuán
tiernos y cálidos serían, y cómo lo protegerían de cualquiera que lo despreciara.

Si Luo Binghe supiera que su padre biológico era un hombre así... Uno que, debido a su
sangre humana, ni siquiera se molestaría en echarle una mirada... Entonces esos sueños suyos
se convertirían realmente en ridículos inventos de su imaginación.

Al caer la noche, las tropas y las nubes de humo que las rodeaban se detuvieron. En una
amplia extensión de pradera, comenzaron a establecer un campamento.
Los únicos que realmente necesitaban establecer un campamento eran los pocos demonios
humanoides. Los bestiales podrían arreglárselas bien en la naturaleza. Podían dormir en una
zanja, en las copas de los árboles, en la hierba o en cualquier lugar.

Shen Qingqiu tenía una carpa blanca que era bastante espaciosa y cómoda. Aunque parecía
bastante simple desde fuera, tenía todo lo que podía necesitar dentro. Zhuzhi-Lang vino
personalmente para asegurarse de que todo estuviera arreglado en consecuencia y llevó a
Shen Qingqiu a la tienda. Tan pronto como la chica demonio que lo había estado siguiendo
todo el tiempo se fue, Shen Qingqiu inmediatamente se derrumbó en su cama con alivio.
Cerró los ojos y esperó a que descendiera el paisaje onírico.

No sabía cuánto tiempo había pasado antes de que de repente sintiera temblar la luz de la
luna. Shen Qingqiu abrió los ojos y vio a Luo Binghe medio arrodillado ante su cama.

―Luo Binghe, escúchame, tengo algo muy importante que...

Shen Qingqiu acababa de comenzar a hablar cuando Luo Binghe se abalanzó sobre él en
seguida, presionando sus labios contra los suyos. Shen Qingqiu sólo lo miró con los ojos
abiertos sin poder hacer nada tropezando sobre la cama, mientras su cara se iba poniendo
gradualmente más roja por momentos.

Como Luo Binghe no conocía el sentido de la moderación, el beso se fue haciendo más
profundo, casi como si fuese una bestia que quiere comerse a su presa.

―¡Luo Binghe, arrodíllate ahora mismo! ―ordenó Shen Qingqiu cuando consiguió
quitárselo de encima.

Luo Binghe levantó los dobladillos de su túnica e inmediatamente cayó en una perfecta
postura de rodillas.

―¿Sabes por qué estás de rodillas?

―Lo siento, agredí a Shizun cuando venía humildemente... ―la espalda de Luo Binghe
estaba tan recta como una tabla cuando respondió.

―¿A quién le importa eso? Lo resolveremos más tarde ―le reprendió―. ¿Tianlang-Jun te
dijo que le dieses la espada y simplemente se la diste? ¡No recuerdo haberte enseñado a ser...!
Un niño tan ingenuo.

―No tenía más opciones ―respondió Luo Binghe―. Además, tampoco es tan importante,
¿por qué no dársela?

¿No era tan importante? ¡Ese tesoro todopoderoso por el que la mayoría podría llorar y
sollozar pero ni siquiera vislumbrar! Incluso una montaña de riquezas no podía ni hacer
parpadear a ese niño pródigo.

―¿Y te has parado a pensar por qué podría querer la espada? Desde el extremo norte del país
hasta las fronteras del sur, tanto la cumbre Cang Qiong como para el Palacio Huan Hua, ¿has
considerado qué amenaza podría representarles?

―¿Estás enfadado conmigo porque tienes miedo de que les pase algo o sólo te preocupa
involucrar a la cumbre Cang Qiong?

Su tono era más bien como el de una joven petulante, una que siempre se aferra a su pareja
preguntando: "¿De verdad me amas? ¿Amas tu carrera más de lo que me amas a mí?"

Shen Qingqiu estaba a punto de regañarlo nuevamente por el grado de peligro que se
avecinaba y obligarlo a volver al tema principal, pero rápidamente ahogó sus palabras.

A través de la pantalla, pudieron ver los destellos de las antorchas mientras pasaba una
patrulla de guardias demoníacos. Y podían oír el aullido de los lobos, el susurro del ganado y
los murmullos bajos y furiosos de las voces.

De alguna manera parecía que eso... ¿no era un sueño? Eso significaba... Luo Binghe estaba
en su tienda, y no solo en sus paisajes oníricos.

¡El que estaba frente a él era el hombre mismo!

Ya no tenía la espada Corazón de Diablo que podía abrir una puerta a cualquier parte. Cruzar
todo el país del norte para llegar aquí tenía que ser más de mil millas. Incluso si Shen
Qingqiu quisiera darle un buen golpe en la parte posterior de la cabeza con su abanico, la
mera idea de su viaje aquí fue suficiente para hacerlo dudar.
Luo Binghe aprovechó su vacilación para presionar una pierna sobre su cama . Shen Qingqiu
casi podía saborear la sangre que subía a su boca, pero necesitaba mantener su dignidad como
Shizun.

―Luo Binghe, ah, Luo Binghe. ¿No crees que estás siendo demasiado arrogante, demasiado
engreído en tu audacia? Te has servido en bandeja de plata. Al menos el veinte por ciento de
los demonios del sur están aquí, sin mencionar a dos poderosos demonios de tu línea de
sangre. ¡Si te descubren, estás muerto!

―No podía quedarme al margen mientras te secuestraban, tenía miedo de que te hicieran
daño con la sangre demoníaca ―respondió Luo Binghe―. No puedes decirme que me aparte
y espere, así que no me regañes, por favor.

Shen Qingqiu siguió apartando la cabeza, haciendo todo lo posible por mantener la
compostura seria.

―Al entrar, ¿te encontraste con alguien?

―No, nadie me ha visto. Solo hay una cosa que me preocupa...

No había dicho exactamente lo que quería decir cuando de repente sonó una tos desde fuera
de la tienda.

―¿Maestro Shen ? ¿Ya se ha acostado? ―sonó la voz de Zhuzhi-Lang.

Tan pronto como escuchó eso, los ojos de Luo Binghe de repente adquirieron una luz asesina
cuando se volvió hacia el sonido con una mirada helada. Shen Qingqiu estaba ocupado
sujetándolo, dándole una mirada severa que le decía que no fuera precipitado.

No sabía lo que estaba sucediendo, pero el rostro de Luo Binghe se sonrojó bastante bajo esa
mirada, enviando un escalofrío por su espalda. Fuera de la tienda, el ejército de demonios
estaba patrullando, y dentro de la tienda, no había ningún lugar donde esconderse. Sin otra
opción, levantó las mantas y Luo Binghe se deslizó fácilmente.

―¿Tan temprano? ―murmuró Zhuzhi-Lang para sí mismo, aún desde fuera. Hubo un
momento de silencio afuera, y Shen Qingqiu, pensando que se había ido, estaba a punto de
dejar escapar un suspiro de alivio. Entonces Zhuzhi-Lang habló de nuevo―. Entonces tendré
que perturbar su descanso...
Entonces, independientemente de si estaba durmiendo o no, ¿iba a entrar de todos modos?
¿Por qué molestarse en preguntar?

―¿Por qué quiere entrar esa serpiente mientras duermes? ―preguntó Luo Binghe con
sospecha.

«¡Y qué importa! ¡Escóndete, mocoso!»

Shen Qingqiu echó la cabeza hacia atrás debajo de las sábanas, saltó de la cama y gritó:

―¡No entres!

De hecho, Zhuzhi-Lang se detuvo antes de entrar y parecía bastante perplejo.

―¿Así que no estaba durmiendo después de todo? ¿Por qué el Maestro Shen no respondió
antes?

―Tenía sueño y no quería responderte. Deberías irte.

―¿No lo acordamos antes? ―preguntó con sorpresa Zhuzhi-Lang.

Mierda. Mierda, mierda, mierda. ¡De hecho, habían acordado más temprano ese día que
Zhuzhi-Lang vendría por la noche para ayudarlo a quemar cualquier rastro restante de QingSi
en él!

―¿Qué habéis acordado? ―preguntó Luo Binghe, volviendo a asomar la cabeza.

Shen Qingqiu se las arregló para apilar una segunda manta encima de él y dejar caer las
cortinas alrededor de la cama cuando el pie de Zhuzhi-Lang entró en la tienda.

―Discúlpeme por molestarlo tan tarde, pero por favor, compréndalo. Es solo que si estos
QingSi no se eliminan, me temo que solo pueden dar lugar a incidentes mayores en el futuro.

Dejarlo entrar o echarlo era igualmente problemático. Además, por alguna razón,
Zhuzhi-Lang no se atrevió a mirarlo a los ojos por mucho tiempo, así que tendría que caminar
con cuidado. Shen Qingqiu se paró frente a las cortinas, bloqueándolas de la vista, luego
sonrió.
―No pasa nada, por favor, hazlo.

―Es lo mejor, Maestro Shen ―respondió Zhuzhi-Lang cortésmente―. ¿Por qué no usamos
la cama...?

Él ni siquiera había dado un solo paso hacia adelante antes de que Shen Qingqiu se moviera
frente a él, tomara su mano y lo girara.

Solo después de que la espalda de Zhuzhi-Lang se volvió hacia las cortinas, Shen Qingqiu
finalmente habló.

―En la cama no. Aquí mismo está bien.

Después de haber sido girado por la mano sin razón aparente, Zhuzhi-Lang descubrió que no
tenía una buena forma de preguntar. Después de que recuperó sus sentidos, preguntó de buen
humor:

―¿De pie?

―Sí, me quedaré de pie ―contestó Shen Qingqiu con decisión.

―¿Estará usted bien?

Detrás de él, Luo Binghe de repente se quitó las mantas, con todo su rostro lleno de rabia. La
expresión de Shen Qingqiu no cambió en lo más mínimo.

―Estoy acostumbrado a cosas peores.

Zhuzhi-Lang asintió, luego se volvió y colocó una estufa dorada en la pequeña mesa junto a
ellos. Aprovechando el momento, Shen Qingqiu agitó una mano y obligó a Luo Binghe a
volver a ponerse debajo de las mantas, cubriéndolo en un instante. Para cuando Zhuzhi-Lang
se dio la vuelta, ya estaba de pie como de costumbre, ni un solo cabello fuera de lugar.
Zhuzhi-Lang sacó una de las brasas rojas encendidas.

―Maestro Shen, quítese la ropa.

Shen Qingqiu bajó la cabeza y comenzó a desatar lentamente la faja de su cintura. Tenía
miedo de moverse demasiado rápido. Si realmente se lo quitara todo, Luo Binghe
probablemente derribaría la cama y a Zhuzhi-Lang junto con ella. Se movió lo
suficientemente lento como para llevar a la frustración incluso al hombre más paciente.
Después de esperar un largo rato, Zhuzhi-Lang finalmente no pudo evitar mirar hacia él.

―¿Quizás sus dedos se han enredado con algo, Maestro Shen? ¿Puedo ayudar?

Shen Qingqiu vio que su mirada se elevaba hacia él y apresuradamente tiró de las solapas de
su túnica, la prenda más externa se deslizó fácilmente de sus hombros.

Tirando así, la prenda se deslizó hasta sus pies. Luego movió su brazo bajo la mirada de
Zhuzhi-Lang, y el hombre inmediatamente centró toda su atención en él, estudiándolo
cuidadosamente. Después de un día entero de intentar quitar el QingSi, finalmente comenzó a
mostrar signos de retroceso. Ya no cubría la mitad del pecho y el brazo de Shen Qingqiu con
hojas gruesas como cuando se despertó por primera vez esta mañana. Ahora solo quedaban
unos pocos brotes pequeños.

Luo Binghe silenciosamente lanzó su palma hacia adelante, creando una bola de energía
negra y lanzándola hacia la espalda de Zhuzhi-Lang. Shen Qingqiu de repente agitó su mano
y la desvió, golpeando sin querer a Zhuzhi-Lang.

El carbón con el que quemaba el QingSi se resbaló de sus manos y Zhuzhi-Lang parpadeó sin
entender por qué acababa de golpearle.

―Lo siento, me he tropezado ―se disculpó Shen Qingqiu.

Zhuzhi-Lang aceptó esta explicación con poca confusión interna y salió de la tienda para ir a
recogerlo.

―¿Dónde ha caído el carbón?

Shen Qingqiu inmediatamente saltó a la cama.

―Shizun, ¿¡qué tipo de vida has estado viviendo debajo de ellos?! ―susurró Luo Binghe.

¡El tipo en el que no tienes nada que hacer más que esperar impotente hasta morir!

―Cállate y no pierdas el tiempo. Si te descubren, estaremos en problemas ―dijo,


empujándolo de nuevo bajo las mantas.
Luo Binghe no se apaciguó en absoluto por esto y se enfadó. Pensó que probablemente ahora
podría luchar contra Tianlang-Jun, pero cada día que la sangre demoníaca permanecía dentro
de Shizun era otro día que se veía obligado a reprimirse. Hizo una seña con el dedo y la
prenda caída voló a su mano. Lo arrojó sobre los hombros de Shen Qingqiu.

―¡Póntelo!

Afuera, parecía que otro humilde demonio que patrullaba pasó por la tienda y saludó a
Zhuzhi-Lang.

―¡General!

Zhuzhi-Lang tarareó en reconocimiento.

―Vaya, llegas justo a tiempo. Ayúdame a buscar algo ―dijo.

Su tono y estatura eran completamente diferentes en comparación con cómo se mantenía


frente a Tianlang-Jun y Shen Qingqiu. Realmente era apropiado para un general del ejército.

―¿Por qué? Voy a tener que quitármelo de todos modos ―respondió Shen Qingqiu,

―¿Por qué tienes que quitarte la ropa y dejar que te mire? ―preguntó con enfado.

Daba igual cuánto discutiese con él, simplemente era como hablar con una pared, así que
decidió ignorarlo.

En ese momento, Zhuzhi-Lang regresó de repente. Era demasiado tarde para volver a su
lugar, por lo que inmediatamente se volvió y se sentó erguido en el centro de la cama.

―¿No dijo que no quería estar en la cama? ―preguntó Zhuzhi-Lang.

―¿Dije eso?

Teniendo que cubrirlo rápidamente, accidentalmente se había sentado encima de Luo Binghe.

Pero sentarse así en realidad no estaba mal, Luo Binghe finalmente dejó de moverse
obedientemente. Zhuzhi-Lang se acercó y, al ver el desorden de las mantas, preguntó
casualmente:
―¿Tiene calor?

Shen Qingqiu solo quería terminar con esto lo antes posible. Agarró la mano de Zhuzhi-Lang
y presionó el carbón rojo brillante contra su pecho.

―No hace calor ―dijo, con calma.

―Entonces... ¿no le duele?

―Perfecto. Maestro Shen, esto es por su bien, me alegro de que haya tomado la iniciativa
―la voz de Zhuzhi-Lang sonó satisfecha.

Shen Qingqiu realmente no estaba escuchando lo que estaba diciendo, toda su mente se
centró únicamente en terminar con esto lo antes posible.

―¿Ya hemos acabado?

―Sí, está bien ―dijo Zhuzhi-Lang, guardando el trozo de carbón.

Shen Qingqiu estaba encantado. Luo Binghe probablemente también se estaba acercando a su
límite. Pero quién sabía que Zhuzhi-Lang aún no había terminado de hablar.

―Junshang acaba de decir que esta noche, él también quería pasar...

Ni siquiera había terminado su oración cuando Luo Binghe finalmente no pudo soportarlo
más y se puso de pie violentamente.

―Fin del capítulo 64―

CAPÍTULO 65

Sin ver claramente cómo fue atacado, Zhuzhi-Lang se arrodilló sobre una rodilla y tosió una
bocanada de sangre. Cuando volvió a levantar la cabeza, había otra persona en la cama. Luo
Binghe tenía un brazo envuelto alrededor de Shen Qingqiu y lo estaba mirando. Primero,
Zhuzhi-Lang se sorprendió, pero luego su mirada se transformó rápidamente en un destello
de comprensión.

―¿Tú? ¿Maestro Shen? ¡Vosotros dos!

Shen Qingqiu se pasó la mano por la cara. No iba a comentar nada. Luo Binghe levantó la
otra mano e hizo un movimiento de apretar en el aire. La sombra de unos dedos se clavaron
en la garganta de Zhuzhi-Lang y algo levantó su cuerpo del suelo.

―Estate quieto y no lo mates, nos causará muchos problemas. Además, esto no es lo que
piensas.

La boca de Luo Binghe estaba cerrada con fuerza y ​las venas en el dorso de su mano se
hincharon cuando su mano se cerró. La cara de Zhuzhi-Lang se volvió lentamente azul, pero
obstinadamente no reveló ningún rastro de dolor.

En ese momento, otra voz vino del exterior.

―Señor de cumbre Shen, ¿puedo entrar?

¿Por qué estaba tan animada esa noche? ¡Hablando del diablo!

Los rostros de las tres personas en la tienda, con una persona estrangulada mientras los otros
dos se miraban, se oscurecieron. Shen Qingqiu señaló primero a Zhuzhi-Lang, ahogándose en
el aire, antes de señalar a Luo Binghe. Hizo un movimiento de corte en su garganta antes de
cruzar los brazos en forma de 'X', esperando ser claro. No sabía si Luo Binghe entendía o no
porque negó con la cabeza antes de volver a sacudirla. Bajo este tipo de circunstancias, por
supuesto, nadie respondería a la persona que está afuera de la puerta.

―Voy a entrar ―dijo Tianlang-Jun, después de unos segundos de silencio.

Al igual que su sobrino, ¡ambos eran del tipo que preguntaba antes de entrar de todos modos
solo por las apariencias!
Como resultado, cuando Tianlang-Jun entró, lo que vio fue exactamente esta escena.

Zhuzhi-Lang y Shen Qingqiu se pelearon y se revolcaron en la cama, mientras la pila de


mantas detrás de ellos se amontonaba altas y desordenadas. Cuando lo vieron entrar, ambos
volvieron repentinamente la cabeza, sus caras y sus ojos con la misma expresión de terror, su
piel pálida adornada con suaves rubores. La mitad superior de la túnica de Shen Qingqiu
todavía estaba enganchada alrededor de sus codos, dejándolo medio desnudo.

Aunque Tianlang-Jun era un bicho raro, cuando vio eso, su sonrisa también se congeló por un
tiempo.

―Bueno... ―después de una larguísima pausa, dijo en voz baja― creo que no esperaba esto.

―Mi señor, esta es una situación complicada, pero creo que no es lo que piensa... ―dijo
Zhuzhi-Lang, sonrojándose aún más de vergüenza.

Su cuerpo estaba bloqueando las mantas en las que se escondía Luo Binghe, y Shen Qingqiu
estaba medio encima de él, cubriendo completamente la mano de Luo Binghe, que estaba
agarrando la puerta vital[1] de Zhuzhi-Lang. firmemente. Una posición tan caótica, junto con
las cortinas alrededor de la cama, realmente dificultaba saber que había una tercera persona
allí, al menos por un tiempo.

―No es necesario que expliques, lo entiendo ―asintió Tianlang-Jun―. Lo entiendo todo.

Con su amor por escuchar el Resentimiento de Chunshan y su forma lenta de pensar las
cosas, cuando dijo que "entendía", ¡eso significaba que Shen Qingqiu definitivamente tenía
que explicarlo!

―¿Por qué Su Excelencia ha pasado a visitarme tan tarde? Dígame qué pasa, o me iré a
descansar, gracias ―dijo Shen Qingqiu.
―No es nada serio, no se preocupe. Tampoco sabía dónde estaba Zhuzhi-Lang, así que
primero vine aquí a echar un vistazo ―explicó―. Aunque veo que llego en mal momento.
No pasa nada, continuad, no importa.

―Mi señor... ―murmuró Zhuzhi-Lang.

Si decía una palabra de más, Luo Binghe agregaba presión.

Si movía la pierna ligeramente, Luo Binghe agregaba presión.

Si ajustaba su posición, Luo Binghe agregaba presión.

Agregando y agregando presión, cuando la energía demoníaca creciente se vertió


directamente en la puerta vital de Zhuzhi-Lang, Shen Qingqiu hasta sintió pena por él.

Zhuzhi-Lang no sabía qué lo estaba asfixiando, solo que de hecho estaba experimentando una
sensación sofocante en el pecho.

―Está bien, muchas gracias por su amabilidad ―dijo Shen Qingqiu―. En ese caso,
seguiremos con lo nuestro. Por favor, haz lo que quieras.

Pero Tianlang-Jun no parecía tener ninguna intención de irse. En cambio, buscó un taburete y
se sentó.

―¿Por qué no el Señor de cumbre Shen prosigue con el asunto y me pregunta qué es
exactamente esa "pequeña perturbación"? Esto es muy diferente de su actitud anterior curiosa
y apasionada ―comentó.

Parecía que no se iría tan fácilmente. Shen Qingqiu sintió como si sus problemas fueran
interminables, pero en cambio, se calmó y sonrió.

―Si a Tianlang-Jun le gusta mirar, no hay nada de malo en charlar. Por favor, explíqueme
eso.
―Verá, hace un rato, la espada Corazón de Diablo estaba a mi lado y de repente comenzó a
volar y a vibrar sin parar ―"charló" Tianlang-Jun―. Nadie la estaba controlando
aparentemente, así que esto es difícil de pasar por alto.

Shen Qingqiu entendió de inmediato. En ese momento, cuando Luo Binghe no terminó su
oración sobre cómo había "solo una cosa de qué preocuparse", se estaba refiriendo a la
espada. Después de todo, era su espada la que había estado a su lado durante muchos años. Si
el propietario original apareciera cerca, tendría alguna respuesta.

―Vaya, eso es muy raro. Pero no entiendo qué tengo que ver con algo así para que vengas a
buscarme.

―Ya sé que no tiene que ver con usted ―dijo Tianlang-Jun, poniéndose de pie lentamente―.
Pero si algún niño viniese a buscarle... entonces quizás sí que tendría que ver.

Con cada palabra, se fue acercando cada vez más a la cama.

Zhuzhi-Lang estaba siendo restringido por Shen Qingqiu, mientras que Luo Binghe bloqueó
en secreto su puerta vital. A medida que Tianlang-Jun se acercaba más y más, paso a paso, el
discípulo y su maestro se apretaban cada vez más. Zhuzhi-Lang era realmente...
extremadamente inocente, y muy desafortunado.

Justo cuando Tianlang-Jun levantó la mano y estaba a punto de apartar la cortina, el sonido de
las bestias salvajes aullando estridentemente resonó repentinamente desde fuera de la tienda.
Abruptamente retiró la mano y se giró para mirar.

Fuera de la carpa blanca, las llamas se dispararon hacia el cielo. Oscuras sombras
revoloteaban desde todas las direcciones mientras los largos aullidos de las bestias salvajes se
mezclaban con gritos roncos y agotados.

―¡Hay un invasor!

―¡Rodeadlo! ¡Rodeadlo! ¡Rodeadlo entre todos!


―Que no escape!

―¡Acaba de matar a alguien-!

Las cuchillas se golpearon entre sí mientras las flechas atravesaban el cielo, mezclándose con
el sonido de dientes y garras rasgando la carne. Tianlang-Jun no tuvo tiempo de decir una
sola palabra antes de aparecer fuera de la tienda. El estado de ánimo tenso y ansioso de Shen
Qingqiu se estabilizó nuevamente. ¡Ese invasor llegó en un momento tan apropiado!

Luo Binghe se levantó de la cama y estabilizó a Shen Qingqiu, mientras que empujó a
Zhuzhi-Lang al suelo, aún sin poder moverse.

―Muchas gracias ―dijo Shen Qingqiu, bajando la cabeza.

A pesar de todo, Zhuzhi-Lang no los había delatado. Podría pensarse que él les había
ayudado deliberadamente.

―Puedo entenderlo... ―suspiró.

―¿Entender el qué?

―¿Por qué pierdes el tiempo hablando con él? Vámonos ―dijo con impaciencia Luo Binghe.

―Para que usted, Maestro Shen, pudiese mitigar su mal de amores, tuvieron que encontrarse
aquí en secreto, en mitad de la noche ―murmuró Zhuzhi-Lang, levantando la cabeza―.
Aunque empañaría su reputación, creo que es excusable.

―¿Eh?

Efectivamente, ¡no debería haber perdido el tiempo hablando con él!

El discípulo y el maestro salieron de la tienda solo para ver una masa densa y oscura de
tropas de la raza demoníaca en Nan Jiang rodeando algo cercano en el desierto. Dos figuras
brillantes y blancas como la nieve parecían especialmente deslumbrantes entre la multitud.
Uno era la figura de una espada, fría e implacable; el otro era la figura de un humano, y
aniquilaron y demolieron todo lo que pasaban. El cerco fue atacado continuamente, pero
también fue llenado continuamente por nuevos soldados de la raza demoníaca.

―¡Qué gran técnica de espada! ―gritó con admiración Tianlang-Jun―. ¡Cuánta energía
espiritual!

El recién llegado estaba de pie sobre una enorme cabeza de lobo envuelta en una armadura,
una que había decapitado con sus propias manos. Su ropa blanca estaba impecable con solo
una mancha de sangre que parecía haber salpicado su mejilla.

Ese tipo de estilo de lucha llamativo, simple, áspero, como si temiera que nadie en el
campamento enemigo supiera que había llegado gentilmente, realmente estaba a la altura de
la agresividad y guerra de famosa reputación de la cumbre Bai Zhan.

Era Liu Qingge.

Dos huargos blancos como la nieve atravesaron la multitud de bestias y se agacharon a los
pies de Tianlang-Jun. Uno de ellos levantó la cabeza y una voz humana salió de su boca.

―Mi señor, es el Señor de la cumbre Bai Zhan, Liu Qingge, de la Secta de la montaña Cang
Qiong!

―Ya veo ―asintió Tianlang-Jun―. No me extraña que su técnica sea tan buena. Pero no
entiendo por qué está aquí.

Liu Qingge se movió ligeramente hacia un lado y la espada Cheng Luan voló de regreso a su
mano. Quitó una gota de sangre de la punta de la espada.

―¿Está aquí Shen Qingqiu? ―preguntó con voz fuerte.


Shen Qingqiu se sintió extremadamente halagado. ¿Qué, el renombrado maestro Liu vino a
salvarlo?

Luo Binghe echó un vistazo a la expresión de su rostro y apretó los labios.

―Así que has venido a buscarle ―dijo Tianlang-Jun, cuando se iluminó la bombilla en su
cabeza―. Sí, de hecho, está aquí conmigo.

―Dile que salga.

―Ah, me temo que está un poco ocupado ahora ―contestó Tianlang-Jun, en un tono
ambiguo―. Aunque puedas verlo, no creo que quiera volver a la montaña Cang Qiong
contigo de todas formas.

Shen Qingqiu en realidad no sabía de qué debería quejarse. Liu Qingge entrecerró los ojos.

―¿Qué cumbre Bai Zhan? ―dijo uno de los huargos a los pies de Tianlang-Jun―. Con la de
veces que ha perdido contra Luo Binghe, en vez de Dios de la guerra, deberían llamarlo Dios
del fracaso.

―Y si se enfrenta contra nuestro señor, también perderá ―continuó el otro.

Estas dos bestias eran tan sarcásticas. ¡Halagadoras y sarcásticas!

Con un ligero golpe de su pie, la figura de Liu Qingge salió disparada como un rayo blanco.
Tianlang-Jun no tenía prisa por encontrarse con él en la batalla. Descuidadamente movió la
mano y la sangre fresca salió volando de sus dedos. Cuando las gotas de sangre aterrizaron en
el suelo, no se filtraron en la tierra. En cambio, se condensaron en formas sólidas e
inmediatamente se transformaron en seis lobos de sangre con pelaje escarlata, rodeando
completamente a Liu Qingge, mordiéndolo y atacándolo mientras daban vueltas a su
alrededor como anillos de fuego.
Liu Qingge estaba más que preparado para el desafío. Cheng Luan barrió, y las cabezas de los
seis lobos volaron mientras se transformaban de nuevo en líquido. Pero cuando la espada
giró, los lobos de sangre se congelaron rápidamente una vez más y continuaron mostrando
sus colmillos y garras hacia él. A pesar de que sus ataques fueron precisos y poderosos hasta
el final, no produjeron ningún resultado real. Tianlang-Jun tampoco retiró su mano, que
todavía estaba goteando sangre. Mientras la extendía perezosamente, las gotas de sangre
caían y nuevas bestias salvajes emergían sin cesar.

Después de perder tanta sangre, el rostro de Tianlang-Jun no palideció en lo más mínimo.


¿Era un banco de sangre portátil?

Para bien o para mal, Liu Qingge había venido a salvarlo. Shen Qingqiu no podía quedarse
mirando. Estaba a punto de moverse cuando Luo Binghe apareció, un paso por delante de él.

―Ah, veo que al final has venido ―dijo Tianlang-Jun, mirándolo fijamente.

―Si shizun está aquí, ¿por qué no lo haría?

―Zhuzhi-Lang, mírale la cara ―se rió―. Con esa expresión de frialdad y el ceño fruncido
de verdad me hace reír... ¿Ah? ¿Zhuzhi-Lang?

Solo entonces descubrió que Zhuzhi-Lang todavía no había salido y reveló una expresión de
decepción. Cuando los enemigos se encontraran cara a cara, inevitablemente se pondrían
extremadamente furiosos.

Liu Qingge estaba a punto de hablar desde un lado cuando de repente vio a Shen Qingqiu.
Olvidó todo lo que estaba a punto de criticar y se quedó paralizado en el acto.

―¡Hey!

Shen Qingqiu lo saludó con la mano. La expresión de asombro de Tianlang-Jun no


retrocedió; al contrario, se hizo aún más fuerte.
―Entonces... vosotros érais... ¿tres dentro de la carpa...?

Una oración sencilla, pero aun así Shen Qingqiu entendió perfectamente lo que estaba
insinuando.

―Fin del capítulo 65―

CAPÍTULO 66

No sabía si Luo Binghe había entendido, pero siguió adelante, su rostro oscureciéndose.

Ese campo de batalla salvaje en medio de la multitud de bestias se convirtió inmediatamente


en una pelea a tres bandas. Tianlang-Jun estaba luchando contra dos, Liu Qingge también
luchaba contra dos, Luo Binghe estaba luchando contra uno e ignoraba al otro, mientras
seguía soportando los ataques de dos personas. Energía negra y luz blanca explotaron a través
de la escena, los gritos de espada y los silbidos de las bestias se precipitaron hacia el cielo.

Liu Qingge vino a rescatar a Shen Qingqiu, pero el anillo que lo rodeaba se hizo más y más
grueso. Cheng Luan giró como un tornado en miniatura, y la docena de bestias de sangre
mezcladas en la multitud salpicó en miles de gotas de sangre.

―¡No tragues la sangre! ―gritó Shen Qingqiu.

Liu Qingge no necesitó cerrar la boca para no tragar, esas gotas ni siquiera podían humedecer
sus mangas.

―Había olvidado que el Señor de cumbre Shen todavía seguía por aquí ―dijo con una
sonrisa Tianlang-Jun.

Ah, sí, quién le manda hablar.

Un dolor punzante se apoderó de su estómago. Al principio, Luo Binghe era el más feroz de
los tres luchadores, cada golpe dirigido precisamente a Tianlang-Jun, pero ahora su ofensiva
repentinamente se desaceleró, su corazón dividido.
―¡Sigue, no te preocupes!

No gritó, fingiendo que no dolía. Al regresar a la carpa, arrastró a Zhuzhi-Lang, su sonrisa se


convirtió en una mueca de desprecio.

―No te lanzarás hacia mi espada esta vez, ¿verdad?

―Tengo una gran deuda con usted como para con mi señor ―dijo Zhuzhi-Lang con
impotencia―. ¿Por qué se empeña en ponerme las cosas difíciles?

―Veo que llevas la cuenta de tus rencores y agradecimientos ―comentó distraídamente Shen
Qingqiu, un sudor frío estallando en su espalda adolorida.

Los oficiales de la raza demoníaca estaban realmente tan dedicados a su profesión como Sha
Hualing, predicando su gran misión en cada oportunidad posible. Zhuzhi-Lang, bajo la punta
de su espada, continuaba amonestándole.

―Sí. Un día, las cuatro grandes sectas que dominaron a mi señor con trucos sucios pagarán.
La montaña Cang Qiong, el templo Zhao Hua, el palacio Huan Hua y el mirador Tian Yi. Si
mi señor dijo que ninguno se librará, ninguno lo hará.

Al escucharlo mencionar el Palacio Huan Hua, las fibras del corazón de Shen Qingqiu se
tensaron.

Después de haber escapado de la prisión de agua del palacio de Huan Hua a la ciudad de Hua
Yue, escuchó que todos los discípulos que custodiaban la prisión de agua habían sido
asesinados. Incluso Gongyi Xiao no tuvo la suerte de escapar. Esa olla negra había sido
arrojada sobre su cabeza en ese momento, y él la había presionado a su vez sobre la cabeza de
Luo Binghe. Pero, mientras se apresuraba hasta hoy, nunca tuvo la oportunidad de determinar
quién los había matado realmente.

Zhuzhi-Lang era bueno con él ahora porque había impedido que Gongyi Xiao lo matara esa
vez, convirtiéndose en un benefactor a sus ojos. Entonces, en consecuencia, Gongyi Xiao
debería ser un enemigo.

―¿Te acuerdas de Gongyi Xiao? ―preguntó.

―¿El discípulo del palacio Huan Hua? ―dijo Zhuzhi-Lang, después de pensarlo durante
unos momentos―. Esa vez que fui a la prisión de agua para encontrarme con el Maestro
Shen, al principio lo confundí con Luo Binghe.
Shen Qingqiu pudo entender. Desde atrás, Gongyi Xiao realmente se parecía a Luo Binghe.
Si alguien solo echara un vistazo rápido, sus características también tenían algunas
similitudes sutiles. Por esos tiempos, se sintió especialmente apegado a Gongyi Xiao.

―Más tarde, descubrí que él era precisamente el discípulo principal del palacio Huan Hua
que entró en la cueva de rocío en el bosque de Bai Lu con el maestro Shen. Así que le maté
de pasada.

Le mató de pasada.

Zhuzhi-Lang realmente era un demonio muy simple. Como dijo su tío, era "un poco tonto".
Tianlang-Jun lo había apoyado para que lo siguiera hasta la muerte. Shen Qingqiu lo había
salvado inadvertidamente, por lo que le estaba pagando a su manera todo el tiempo.

Por la misma razón, todo pequeño agravio debía ser vengado.

Es solo que la muerte de Gongyi Xiao fue demasiado injusta. ¡Solo hizo el movimiento para
matar, pero en realidad no tenía la intención!

La mente de Shen Qingqiu recordó las palabras de despedida de Gongyi Xiao: "Si nos
volvemos a encontrar, el señor Shen debe cumplir su promesa de llevarme a visitar la cumbre
Qing Jing. Siempre estaré esperando..."

Observó cómo la mirada de Zhuzhi-Lang se volvía cada vez más complicada, pero su antigua
facilidad sin esfuerzo ya había desaparecido. Justo cuando este último notó el cambio, Shen
Qingqiu se puso de pie, caminando hacia adelante.

―¿A dónde vas?

―Lejos ―dijo simplemente Shen Qingqiu.

Los demonios celestiales simplemente estaban mal de la cabeza. Ir con tipo mal de la cabeza
sería mejor que ir con dos. En el mejor de los casos, quizás le escuchaba.

―Sólo quería ser amable con quienes me ayudaron, ¿qué tiene de malo? ―preguntó
Zhuzhi-Lang.

―El problema es que crees que las cosas que haces son buenas para mí, pero yo no siento lo
mismo.
Con cada paso, sentía que sus venas ardían, como si miles de gusanos se retorcieran y
masticaran sus entrañas. Luo Binghe giró repetidamente la cabeza para mirarlo, muchas veces
evitando un ataque por poco.

―¿Y por qué está decidido a quedarse con él todo el rato? ―como Shen Qingqiu no le
contestó, dijo en voz baja―: Entiendo.

Antes de que sus palabras fuerab oídas, el dolor estancado en el cuerpo de Shen Qingqiu
desapareció por completo.

―¿Qué haces? ―sonó en seguida la voz indignada de Tianlang-Jun.

De las personas en la escena, solo las del linaje del Demonio Celestial sabían lo que estaba
sucediendo. Al principio, había tres conjuntos de parásitos sanguíneos en el cuerpo de Shen
Qingqiu. Luo Binghe luchó uno contra dos, por lo que estaba en una ligera desventaja. Pero,
justo ahora, Zhuzhi-Lang dejó de instar a sus parásitos sanguíneos contra Luo Binghe,
uniéndose a él en la supresión de la sangre de Tianlang-Jun.

Sin el dolor, ¿qué había que temer? Shen Qingqiu llamó a Xiu Ya, saltando sobre la espada.

―¡Liu Shidi, vamos!

Al verlo volar sobre su espada, Liu Qingge también se volvió hacia Cheng Luan.
Tianlang-Jun finalmente dejó de jugar con su sangre, una palma llena de energía demoníaca
se extendió para atacar, pero fue bloqueada por Luo Binghe. Shen Qingqiu pasó y se agachó
cuando Luo Binghe levantó el brazo. Sus movimientos se unieron como ropas celestiales sin
costuras, dos manos unidas justo en el objetivo. De un tirón, levantó a Luo Binghe sobre Xiu
Ya.

El cielo sobre el desierto se llenó de aullidos. Tianlang-Jun chasqueó los dedos y la docena de
bestias de sangre restantes perdieron su vigor, el pelaje y los colmillos se derritieron
rápidamente. En poco tiempo, se transformaron en una salpicadura de gotas de sangre,
disolviéndose rápidamente en el suelo.

―¿Les dejarás irse? ―preguntó, mirando a Zhuzhi-Lang.

Zhuzhi-Lang no dijo una palabra en respuesta, y se arrodilló.

Tianlang-Jun tenía un excelente autocontrol. Su ira solo persistiría por un momento, y se


acercó a él.
―Piénsalo bien. Él no aprecia tu amabilidad para nada, simplemente está corriendo de todo
corazón por el camino del desastre. Zhuzhi-Lang, ya eres mayor ―hizo un gesto para que se
levantase y dijo con indiferencia―. Aunque no estés triste. El Señor de cumbre Shen algún
día entenderá que actuabas por su propio bien, y no ese día no queda tan lejos.

Zhuzhi-Lang sabía en su corazón que ese sería el día en que las cuatro grandes sectas se
extinguirían.

―Pero realmente nunca lo habría imaginado... ―murmuró Tianlang-Jung, mirando al


cielo―. A él le gusta que haya más gente. ¿Tiene que haber como mínimo tres personas...?

La mente de Zhuzhi-Lang se quedó en blanco. Su señor probablemente había estado leyendo


esos extraños panfletos ilustrados difundidos desde el reino humano nuevamente.

Los tres habían volado varios kilómetros con sus espadas, dirigiéndose directamente a las
zonas fronterizas.

Liu Qingge no pensó que Shen Qingqiu llevaría a Luo Binghe con ellos.

―¡¿Qué haces con él?! ¡¿Por qué vais juntos?!

Liu Qingge y Luo Binghe tenían un resentimiento profundamente arraigado el uno hacia el
otro, y Shen Qingqiu no pudo explicarlo en el acto.

―Ah, hay una razón... ―contestó vagamente.

Al escuchar que no refutó la palabra "juntos", los ojos de Luo Binghe se curvaron, la esquina
de su boca también se curvó hacia arriba. Liu Qingge, al verlo esbozar una amplia sonrisa sin
motivo, formó un sello en su mano, la energía espiritual chisporroteaba entre sus dedos.

―Shen Qingqiu, ven aquí ―advirtió.

Luo Binghe cambió de rostro más rápido que pasar las páginas de un libro. Estaba cálido y
tierno en un momento, pero lleno de burla al siguiente, agarrándose con más fuerza a la
cintura de Shen Qingqiu. Ya se estaba agarrando fuerte, y con esa fuerza adicional, Shen
Qingqiu casi no podía respirar.

―La explicación puede esperar, Liu Shidi ―dijo, moviendo ligeramente la mano―.
Escaparemos primero, de momento confía en mí.
―Confío en ti, pero no en él.

―Yo confío en él ―respondió Shen Qingqiu sin pensar.

―¿Y qué pasó en el pasado cuando confiaste en él? ―preguntó Lio Qingge, con una
expresión dura.

La sonrisa de Luo Binghe era como una aguja oculta en hilo de seda. Su tono no fue ni hostil
ni amistoso cuando dijo:

―Shizun ha dicho que confía en mí. ¿Por qué sigues desperdiciando tus palabras?

―No le hables así, sigue siendo mayor que tú.

Liu Qingge ya hablaba tan poco, entonces, ¿dónde estaban las palabras desperdiciadas? De
hecho, no tuvo más que decir y lanzó una bola de poder explosivo.

«La seguridad es lo primero, y esta lucha absurda puede esperar. ¡Estamos a cientos de
kilómetros del suelo!»

Shen Qingqiu inclinó su curso un poco. Debería haber esquivado el ataque, pero escuchó un
gemido ahogado de Luo Binghe detrás de él.

―¿Qué pasa? ―preguntó, girando levemente la cabeza.

¿Realmente le había herido?

―No pasa nada, no duele ―respondió Luo Binghe, negando con la cabeza.

Por lo general, incluso si le golpeaban, estaba bien, ¿no? Shen Qingqiu lo miró
detenidamente y vio una brizna de energía oscura entre sus cejas.

―No tienes buen aspecto.

―Mientras luchaba contra ese viejo demonio, comencé a marearme un poco ―su voz se
suavizó―. Estoy un poco peor ahora por ese ataque explosivo, pero no pasa nada, se pasará.

Cada una de las sangrientas batallas de Liu Qingge con él fue más violenta que la anterior.
¿Cuántas veces habían luchado? ¿Ahora estaba mareado por un ataque explosivo?

―Apártate ―dijo Liu Qingge.


―Está herido, discúlpalo ―se apresuró a decir, con una sonrisa de disculpa―. No está
siendo sensato, si te ha ofendido, me disculparé en su lugar ―al ver que la expresión de Liu
Qingge no variaba, continuó―. Sé que ha cometido muchos errores, pero no volverá a
hacerlo. Me encargaré de enderezarlo...

―¿De verdad confías en él?

Shen Qingqiu no estaba tan seguro como parecía. Luo Binghe todavía sostenía su cintura, con
esa mirada de ansiosa anticipación en su rostro nuevamente, como si estuviera esperando su
respuesta. A decir verdad, nunca antes había confiado realmente en Luo Binghe, y sin querer
lo estaba lastimando todo el tiempo. Las cosas habían llegado hasta ahí...

―Sí ―contestó, forzando una sonrisa y disculpándose―. Ha pasado tiempo desde que nos
hemos visto, veo que tu cultivo ha mejorado aún más.

―Acabo de salir de reclusión ―dijo Liu Qingge, levantando la barbilla.

Había venido a salvarlo justo después de salir de la reclusión; Shen Qingqiu sintió que una
simple palabra de agradecimiento no sería suficiente.

―¿Cómo sabías que estaría en la frontera sur? ―preguntó con indiferencia, frotándose la
nariz.

Después de que Liu Qingge salió por primera vez de la reclusión, se había apresurado al
territorio de Luo Binghe en la frontera norte a toda velocidad, abriéndose paso por el asalto y
casi destruyendo toda el área. Pero, al final, Shen Qingqiu no estaba allí. Luo Binghe
tampoco estaba allí y, según los informes, se había retirado como si estuviera corriendo para
una confesión.

Primero capturó a esa mujer demoníaca Sha lo que sea para interrogarla. Sin embargo, el
método de interrogatorio preferido de la cumbre Bai Zhan era golpear al sospechoso. En el
mejor de los casos, estaba golpeando al sospechoso a diferentes niveles de gravedad. Liu
ciertamente no podía golpear a una mujer, y dado que Sha Hualing era especialmente difícil
de tratar, no obtuvo nada de ella.

Afortunadamente, se había topado con ese Shang Qinghua comiendo hasta saciarse todo el
día, deambulando ociosamente sin nada que hacer.

Liu Qingge no podía tolerar eso en lo más mínimo. Pero, justo cuando había levantado el
puño, Shang Qinghua comenzó a confesar todo en un incesante torrente de charlas, incluso
cómo eran las comidas de Shen Qingqiu en el reino demoníaco, sus actividades diarias para
divertirse y pasar el tiempo, así como las noticias importantes sobre cómo lo habían llevado a
la frontera sur.

Después de sacarle la información, Liu Qingge planeó ejecutar a este traidor en el acto, pero
Shang Qinghua comenzó a abrazar sus muslos y a sollozar, prometiendo una y otra vez que
no quería hacerlo y que cambiaría. Sus aullidos habían atraído a Mobei Jun. Los dos
lucharon, derribando gran parte del palacio subterráneo de Luo Binghe, lo que lo había
retrasado durante algún tiempo.

Recorriendo todo ese enrevesado camino por él... ¡Liu Qingge era más confiable que un
hermano de sangre!

Después de expresar con reserva sus lágrimas de gratitud, cambió de tema.

―Liu Shidi, tenemos asuntos oficiales de los que hablar ―dijo con firmeza.

―Continúa.

―¿Sabes quién es Tianlang-Jun?

De las figuras famosas del mundo del cultivo, ese nombre podría describirse como
legendario.

Hace muchos años, en la batalla donde Tianlang-Jun había sido reprimido bajo la montaña
Bai Lu, las cuatro grandes sectas se habían vuelto con toda su fuerza. Aunque la montaña
Cang Qiong era la fuerza principal, los que habían luchado en la guerra era toda la generación
antigua de Señores de cumbre. De los actuales, solo Yue Qingyuan había ido a la guerra como
discípulo principal de la cumbre Qiong Ding. Además, había demostrado su brillantez usando
Xuan Su y asumió un papel crucial. Liu Qingge, naturalmente, sabía todo eso.

―¿El último santo demonio de la raza demoníaca? Su cuerpo fue destruido hace tiempo.

―La destrucción del cuerpo no necesariamente significa la muerte ―dijo Shen Qingqiu―
Podría haberse despojado de su caparazón.

―¿Como tú? ―respondió Liu Qingge, levantando una ceja.

―...Exactamente ―suspiró, avergonzado.

―Se ha escapado, ¿y qué pasa con él?

―Tianlang-Jun tiene planes de fusionar el reino de los demonios y el reino humano.


―¿Eso significa que planea atacar el reino humano?

Shen Qingqiu sabía que sería muy fácil para una persona normal confundir esos dos
conceptos. La "fusión" de la que hablaba, mucha gente la tomaría como una simple
"unificación".

De hecho, no era así.

Lo que Tianlang-Jun planeaba hacer con la espada Corazón de Diablo era una "fusión" en el
sentido literal.

―Fin del capítulo 66―

CAPÍTULO 67

El mundo de los demonios y el mundo humano eran como dos caras de una hoja de papel,
existiendo en dos dimensiones diferentes. Si alguien dibujara una línea en un lado del papel,
sin importar cuánto tiempo extendiera esa línea, nunca llegaría al otro lado.

Sin embargo, la espada Corazón de Diablo podía fusionar esos dos lados diferentes del papel
en una sola superficie.

Por ejemplo, el continente humano tenía el río Luo Chuan, mientras que el mundo de los
demonios tenía las montañas Maigu. Esas dos ubicaciones existían en espacios
completamente diferentes. Sin embargo, el Luo Binghe original había usado la espada para
conectar los dos mundos, y las montañas Maigu y el río Luo Chuan se fusionaron, formando
una isla.

Le explicó una versión simplificada de la historia a Liu Qingge para que pudiese entenderlo.

―¿De verdad puede hacer eso? ―preguntó, frunciendo el ceño.

Por supuesto que podría hacerse. Después de todo, ¡el Luo Binghe original había tenido
éxito! Shen Qingqiu asintió solemnemente.
―Esto es importante, pero todavía necesitas pruebas para convencer al resto ―dijo Liu
Qingge, después de unos momentos de silencio.

Si quería pruebas, entonces realmente no las había. Shen Qingqiu sintió que le comenzaba a
doler la cabeza.

―Shizun, ¿por qué no puedo ayudar? ―interrumpió el silencio Luo Binghe.

Shen Qingqiu no tuvo la oportunidad de responder cuando Liu Qingge de repente dio un paso
adelante, dando un resoplido frío.

El razonamiento detrás del bufido fue obvio. Luo Binghe era de sangre demoníaca y se había
peleado con las otras sectas hace mucho tiempo; su mala reputación se extendió por todas
partes. Bajo sus manos, el Palacio Huan Hua se había transformado en una organización
malvada. Aunque el Palacio era fuerte y floreciente bajo su liderazgo, las cuatro grandes
sectas se habían negado durante mucho tiempo a reconocerlo como un aliado. Se había
convertido en una situación de "el nombre permaneció, pero el prestigio había desaparecido
hace mucho".

Por lo tanto, era natural que no pudiera ayudar.

Shen Qingqiu era naturalmente consciente de esto, pero no se detuvo en el tema. De lo


contrario, el frágil corazón de cristal de Luo Binghe probablemente se rompería. Forzó una
carcajada, pero antes de que pudiera terminar, fue consciente de un nuevo peso en su hombro.

La cabeza de Luo Binghe descansaba ligeramente contra su hombro izquierdo.

Shen Qingqiu pensó que se trataba de otra rabieta y le sacudió el hombro. Sin embargo,
después de una cuidadosa observación, se dio cuenta de que los ojos de Luo Binghe estaban
bien cerrados, la imagen perfecta de un sueño tranquilo.

Incluso podía dormir estando de pie. ¿No estaba despierto y hablando hace un momento?

Shen Qingqiu extendió una mano para agarrar su brazo, evitando que se cayera de la espada
voladora.

―¿Luo Binghe? ―preguntó. No hubo reacción. Haciendo una pausa, Shen Qingqiu cambió
su voz a un sonido más bajo y suave―: ¿Binghe... [1]?

Fue solo después de que su nombre fue llamado dos veces que Luo Binghe abrió lentamente
los ojos.
―¿Estás cansado? ―dijo Shen Qingqiu, mirando sus ojos aturdidos.

Solo habían pasado unos días desde que dejaron el Santo Mausoleo. Durante ese tiempo, Luo
Binghe había sufrido una gran cantidad de heridas. Aunque se había recuperado rápidamente,
era posible que hubiera efectos secundarios. El mareo fue quizás uno de ellos.

―No... ―respondió Luo Binghe, negando con la cabeza.

Shen Qingqiu pensó por un momento antes de darse la vuelta para enfrentar a Liu Qingge,
quien estaba sosteniendo sus manos juntas y observando fríamente la escena.

―Liu-shidi, cuando pasemos la frontera, ¿qué tal si primero vas y regresas a la Secta Cang
Qiong? Ve con nuestros hermanos marciales mayores y reúne a todas las otras sectas para una
discusión.

―¿Y qué harás tú? ―preguntó Liu Qingge, abriendo ligeramente los ojos.

―Iré más tarde ―contestó―. En el estado actual de Luo Binghe, quizás necesite unos días
para poder recuperarse.

―Pero yo he venido para traerte de vuelta.

Shen Qingqiu vaciló, mientras que Luo Binghe permaneció en silencio. Bajó la cabeza,
luciendo extremadamente adorable y obediente.

―Sólo será una noche ―volvió a hablar Shen Qingqiu.

Liu Qingge miró a Luo Binghe, que se había anidado detrás de Shen Qingqiu.

―Una noche tampoco está permitida ―dijo, estrictamente.

«Entonces, ¿qué se supone que debemos hacer?»

Dos o tres horas más tarde, los tres pasaron la frontera y se detuvieron frente a las puertas de
la taberna más grande de la ciudad.

Esa taberna estaba lejos de las llanuras centrales, con muchas personas provenientes de una
mezcla variada de pequeñas sectas. Era raro para ellos ver a un cultivador elegante y divino, y
mucho menos a tres a la vez, cada uno tan guapo como el siguiente.

Liu Qingge, agarrándose a Cheng Luan, tomó la iniciativa de pavonearse con confianza a
través de la puerta.
El vestíbulo era extremadamente hermoso, sus amplias paredes relucían con luz. Al entrar,
había un hombre que inmediatamente llegó a saludarlos.

―Liu-shidi, ¿estás seguro de que quieres acompañarnos? ―preguntó Shen Qingqiu.

Siempre había pensado en Liu Qingge como alguien que se colocaba por encima de todos los
demás, que no necesitaba dormir para funcionar. Incluso si durmiera, estaría acurrucado entre
las nubes mientras se cultivaba.

―De lo contrario, no me sentiría cómodo ―dijo Liu Qingge con frialdad, agarrando la
espada.

Miró hacia arriba justo a tiempo para encontrarse con los ojos de Luo Binghe, que estaba de
pie detrás de Shen Qingqiu. En silencio, Luo Binghe resopló dos veces, sus ojos apartaron la
mirada y sus labios se torcieron en una sonrisa de desprecio. Liu Qingge se enfureció de
inmediato, apretó con más fuerza a Cheng Luan hasta que sus venas se pusieron azules.

―Si tienes que decir algo, dilo, pero no te enfades ―Shen Qingqiu cortó eficazmente el
momento, volviéndose a dar la vuelta.

Luo Binghe parpadeó inocentemente hacia él, sus labios aún pálidos.

―¿Cuántos son? ―preguntó el asistente de la taberna, con una sonrisa.

Liu Qingge lo ignoró y Luo Binghe parecía que se derrumbaría en cualquier momento.

―Sí ―dijo.

―¿...Cuántas habitaciones están buscando? ―volvió a intentarlo el asistente.

―Tres-

―Dos ―le interrumpió Luo Binghe.

La expresión de Liu Qingge era la de ver a un criminal vicioso, odioso y que merecía ser
ejecutado.

―Tres habitaciones.

―Perdona, pero, ¿quién paga? ―dijo Luo Binghe, sonriendo.


Shen Qingqiu y Liu Qingge se congelaron.

La posición de Shen Qingqiu era obvia; acababa de escapar del corazón del mundo de los
demonios, así que, ¿por qué iba a llevar esos objetos innecesarios con él? Liu Qingge estaba
aún más fuera de discusión. Alguien tan alejado del mundo mortal como él, que solo había
luchado y asesinado durante todo el viaje, no sería de los que recuerdan traer dinero.

―Soy yo, y no he traído suficiente dinero. Por lo tanto, dos habitaciones ―continuó con
tranquilidad.

―Liu-shidi, no discutas con él...

Esa clase de problemas realmente no tenía otras soluciones. Si no tenían suficiente dinero,
pues no había remedio. No podían vender a Xiu Ya o Cheng Luan...

Uno no sabía si Luo Binghe estaba haciendo eso a propósito. En este momento, Shen Qingqiu
no se atrevió a descubrir la verdad. Con las llaves de la habitación en la mano, subieron las
escaleras, con Liu Qingge al frente y Shen Qingqiu en el medio.

―La próxima vez que trates tan mal a tus mayores, te venderé para compensar la deuda
―dijo Shen Qingqiu con impotencia, dándose la vuelta.

―Vaya, shizun, siempre me tratas cruelmente.

Las dos habitaciones estaban una al lado de la otra. La distribución de la habitación era la
pregunta solemne que les preocupaba.

Liu Qingge estaba teniendo un dilema serio. La conducta de ese Luo Binghe fue
inimaginablemente anormal y su influencia maligna fue extremadamente fuerte hasta el punto
de abrazar un cadáver durante cinco años seguidos. En ese momento, el hombre mismo
estaba frente a sus ojos. ¿Podría dejar que se saliera con la suya?

Era como si las chispas chocaran en el aire.

Shen Qingqiu abrió la puerta con calma, se dio la vuelta y cerró la puerta.

Después de cerrar la puerta, la volvió a abrir repentinamente una fracción.

―Bueno, que descanséis ―su tono fue muy digno.

Las chispas de repente se congelaron.


―¡Ey...!

―Shizun, me va a matar ―dijo Luo Binghe, como si una nube negra se estuviese formando
encima de su cabeza.

―Si quieres lucha ―comentó Shen Qingqiu, mirando a Liu Qingge―. Simplemente no os
golpeéis hasta la muerte.

Qué broma. No se atrevía a compartir habitación con Luo Binghe. Un hombre hetero y otro
gay compartiendo habitación por la noche, ¿no sería eso lo mismo que buscar la muerte?

Así es, ¡Shen Qingqiu todavía se consideraba heterosexual! ¡Leer una novela de sementales
como El Camino del Demonio Inmortal era la prueba de su sexualidad!

Tampoco se atrevió a compartir habitación con Liu Qingge. Era cierto que Liu Qingge fue,
desde el principio de los tiempos, el primer hombre heterosexual del mundo. Sin embargo, si
Luo Binghe, ese demoníaco rey del vinagre, hacía de las suyas, la situación sería aún más
difícil de manejar.

―Bueno, está decidido ―dijo Shen Qingqiu, alegremente.

―No tienes corazón ―sollozó Luo Binghe, acusándolo.

Shen Qingqiu se rió, pero cerró la puerta con firmeza. Los dos que estaban afuera quedaron
petrificados.

Solo se habían detenido aquí para descansar debido a la mala salud de Luo Binghe. Pero
ahora, mirándolo, ¿no se veía su cutis perfectamente sano?

¡Así que se había preocupado tanto por nada!

Después de tomar un baño, Shen Qingqiu se puso ropa limpia. En su tiempo libre sin nada
que hacer, encontró algunos folletos delgados apilados junto a la ventana. Si bien la portada
era extremadamente chillona, ​no pudo distinguir los caracteres grandes del título, reconoció
el "Uno", el "Dos", el "Tres", etc. Agarrando un folleto, Shen Qingqiu se inclinó contra la
cabecera para leer.

De un vistazo rápido a algunas líneas, descubrió que este folleto estaba lleno de numerosas
palabras. La retórica estaba bellamente escrita, la narrativa conmovedora, todo lo cual estuvo
acompañado de ilustraciones extremadamente hermosas. Shen Qingqiu quería leer el libro
con más atención cuando, de repente, apareció el sonido semi-olvidado del sistema.
El sistema dijo:【Hola. Aviso 1: el nivel de puntos de serenidad excede el del valor
establecido. Se ha cumplido con el requisito previo para recibir el elemento clave. Prepárese
para recibir el artículo. Si no puede recogerlo cuando caiga, dejará de ser válido.】

Un artículo clave. ¿No era el falso jade de Guanyin que era capaz de anular 5000 puntos de
ira?

Shen Qingqiu arrojó el folleto en sus manos a un lado.

―Espera un minuto. Dices que acabo de exceder el valor establecido de puntos de


serenidad... ¿No significa eso que no podía usar el elemento clave hasta que no cumpliese ese
requisito?

【Eso es correcto.】

Pero antes, cuando estaba teniendo una crisis, ¿no le preguntó el Sistema si quería usar el
artículo o no? Para poder usarlo antes de cumplir con los requisitos previos, ¿no era lo mismo
que usar un avance de escenario?

Además, ese elemento crucial no le resultó tan útil. Shen Qingqiu creía que en este momento,
incluso si no se "involucraba" con Luo Binghe, la ira del protagonista masculino no
aumentaría mientras no se "involucrara" con nadie más. Incluso si presionara a Luo Binghe
contra el suelo y lo golpeara hasta la muerte, lo único que aumentaría sería su nivel de
serenidad.

Sistema: 【Aviso 2: Hay una escena de acción próxima. Se le asignará una tarea importante
en el templo de Zhao Hua, así que prepárese para recibirla. Pase un buen día.】

Ese sistema 2.0 incluso tenía la capacidad de advertir sobre escenas de acción próximas.

A decir verdad, recientemente algunas de las acciones de Luo Binghe habían sido demasiado
íntimas, pero el nivel de serenidad no había aumentado. Shen Qingqiu tenía algunas dudas al
respecto.

No estaba siendo narcisista. Solo que con simplemente golpearlo, regañarlo, o solo lanzarle
una mirada, ese masoquista aumentaba su nivel de serenidad. Ahora no había hecho nada, así
que eso era demasiado raro. ¿Podría ser que no había escuchado la notificación y se había
perdido por completo los anuncios del sistema?

Pero al abrir la base de datos, descubrió que su nivel de serenidad realmente no había
aumentado tanto.
Hizo la pregunta al sistema.

El sistema respondió: 【Debido a que el nivel de serenidad del anfitrión ha aumentado


demasiado recientemente, para ahorrar los recursos del sistema, todos los aumentos de puntos
se calcularán al final de cada mes. Le deseo un buen día.】

¿Se calcularán a final de mes?

Shen Qingqiu tuvo la premonición de que sería un número extremadamente aterrador...

Estaba a punto de tratar de recordar cuál era la trama original del Templo Zhao Hua cuando,
de repente, sonaron varios golpes fuertes en la puerta de madera de su habitación.

Shen Qingqiu pensó que sería Luo Binghe, pero cuando fue a abrir la puerta, solo entonces se
dio cuenta de que había pensado demasiado en sí mismo.

La persona que entró fue Liu Qingge.

¿Pero no era Liu Qingge el tipo de persona que derriba una puerta e irrumpe en una
habitación? ¿Desde cuándo aprendió a llamar?

¡Se podría dejar entrar a un hombre heterosexual! Shen Qingqiu se hizo a un lado para dejarlo
entrar antes de cerrar la puerta.

―Liu-shidi, ¿por qué estás aquí tan tarde? ¿Dónde está Luo Binghe? ―preguntó, sin
pensarlo.

―No lo sé ―contestó Liu Qingge, con una expresión de madera.

Su expresión estaba claramente escrita en su rostro: prefería dormir en el techo que compartir
habitación con ese bastardo.

Interiormente, Shen Qingqiu se rió un poco desesperadamente. Liu Qingge lo miró antes de
meter la mano dentro de su túnica y sacar un objeto, que arrojó hacia Shen Qingqiu. Al verlo,
Shen Qingqiu se dio cuenta de que era uno de los abanicos plegables que había dejado en la
cumbre Qing Jing.

Shen Qingqiu no pudo contener sus emociones. Desplegándolo, dejó que el aire fresco
soplara contra su rostro, creando la imagen fría y noble de una deidad. El abanico plegable
era realmente el arma de mierda más poderosa. ¡Ya podía sentir cómo subía de nivel su
personaje!
―Shidi... te has acordado de traérmelo ―dijo, algo emocionado.

Liu Qingge obviamente no vino solo para darle el abanico plegable. Sacando una silla, se
sentó erguido y quieto con solo un brazo apoyado en la mesa.

―Tengo que hablar contigo ―comentó Liu Qingge, con solemnidad.

Shen Qingqiu se vio afectado por ese estado de ánimo. Corrigió su postura, enderezando la
espalda con rigidez.

―Te escucho ―respondió, con la misma solemnidad.

―¿Qué ha pasado entre Luo Binghe y tú?

El Líder de la cumbre Bai Zhan definitivamente no haría esta pregunta por necesidad de
cotilleos. Shen Qingqiu reflexionó por un momento qué decir.

―Si te soy sincero, tampoco lo sé ―dijo Shen Qingqiu con sinceridad―. Antes de que me
diese cuenta, la situación ya era así.

―¿De verdad crees que ha cambiado?

―No creo que haya cambiado tanto... ―contestó Shen Qingqiu―. Es que siempre he
entendido todo mal.

―¿Qué has entendido mal? ―Liu Qingge se rió con frialdad―. Te obligó a autodestruirte,
atormentó al palacio Huan Hua, asedió la montaña Cang Qiong, rompió el techo del Salón del
Palacio... hirió a nuestro hermano marcial, el Maestro de Secta. Todo eso, ¿son
malentendidos?

―¿Al Maestro de secta? ¿Está bien? ¿Mu-shidi no puede curarlo? ¿Lo ha herido de verdad
Luo Binghe?

―¿Quién más podría haber sido? ―dijo Liu Qingge, indignado―. ¿Por qué sigues
intentando buscar excusas por él? ¿Eres estúpido?

No. No estaba buscando una excusa para Luo Binghe. Simplemente no podía creer que
realmente Luo Binghe hubiese herido a Yue Qingyuan.

Uno debe tener en cuenta que en la novela original, Luo Binghe se había enfrentado con Yue
QingYuan bastantes veces, pero nunca pudo ganarle ni en un solo combate. Fue solo a través
del dolor del Shen Qingqu original que pudo matar al líder de la secta de una forma tan brutal
como atravesándole con diez mil flechas el corazón.

Hablando de eso, no importa si era el mundo original o ese mundo, el trato de Yue Qingyuan
a Shen Qingqiu fue demasiado generoso. Cuando Shen Qingqiu estaba leyendo la novela,
estaba molesto por cómo un líder de secta tan recto y moralmente justo había tratado a un
villano basura de una manera tan amable. ¿Podría ser que estos dos tuvieran algún tipo de
relación oculta?

¿Llenaría uno de los agujeros de la trama de la novela?

―Fin del capítulo 67―

CAPÍTULO 68

Había bajado la cabeza en contemplación, pero Liu Qingge pensó que estaba avergonzado
después del regaño. Su expresión se relajó y su tono se volvió menos severo.

―Todos nuestros camaradas no entienden por qué insistes en ser tan bueno con él ―Liu
Qingge se inclinó ligeramente hacia adelante y la brillante luz de las velas pintó una capa de
calidez en su rostro pálido como la nieve. Preguntó con algo de brusquedad―: O es que...
¿todos esos rumores son ciertos?

Realmente había sido demasiado ingenuo e inocente para creer que Liu Qingqiu no giraría la
cabeza ante un cotilleo malintencionado.

―Así que hasta tú crees esos estúpidos rumores ―murmuró Shen Qingqiu, apretando su
abanico.

―No los creo ―contestó Liu Qingge, sentándose recto de nuevo―. Pero te has dedicado en
cuerpo y alma a proteger a ese desgraciado ingrato.

―No le he estado protegiendo ―dijo Shen Qingqiu, impotente―. Sólo no quiero


malinterpretar las cosas de nuevo.
―No entiendo qué pasa entre vosotros, pero es más fácil cambiar el curso de un río que
cambiar vuestro carácter ―contestó, con frialdad―. Él no es un buen tipo, así que ten
cuidado.

Terminó, se levantó y salió. Naturalmente, Shen Qingqiu también sabía que Luo Binghe no
era en absoluto del tipo benevolente. Pero, hasta ahora, todavía no podía determinar si era o
no del tipo malvado, y eso hacía que le doliese la cabeza.

Liu Qingge estaba casi fuera de la puerta cuando echó un vistazo a la pequeña mesa mientras
pasaba, y tropezó.

Shen Qingqiu levantó la cabeza y vio que Liu Qingge todavía no había salido de la
habitación. Sintió que algo andaba mal.

―¿Qué?

Liu Qingge giró rígidamente la cabeza, mirándolo de arriba abajo con la compleja mirada de
alguien con respecto a algo que nunca antes había visto. Después de un rato, negó con la
cabeza y finalmente abrió la puerta para irse. En esos breves pasos, parecía haberse tropezado
con el umbral de la puerta.

¡¿Qué pasa?!

Shen Qingqiu durmió profundamente esa noche.

Temprano en la mañana del día siguiente, cuando todavía estaba medio soñando, sintió que
había alguien más en la habitación.

Esa persona era tranquila y de pies ligeros, moviéndose por todos los rincones de la
habitación. Shen Qingqiu levantó un párpado para mirar y se congeló, mirando al lugar.

El único que estaría interesado en entrar en su habitación a primera hora de la mañana, por
supuesto, sería Luo Binghe.

Pero ese era un Luo Binghe muy diferente.

Se había puesto un conjunto de ropa blanca, el cabello negro también recogido de manera
ordenada con una cinta de color claro. Se apresuró a recorrer la habitación con una expresión
relajada y contenta.

Ese atuendo y apariencia eran completamente idénticos al Luo Binghe de antes de la


Conferencia de la Alianza Inmortal. Un modelo de un discípulo puro y ocupado de una secta
importante (tacha eso), la imagen de una joven y encantadora doncella diligente y competente
(tacha eso), eso era... eso era realmente...

Luo Binghe volvió la cabeza. Al verlo apoyándose en un brazo, extendió una mano y sonrió.

―Shizun, ¿ya estás despierto? El desayuno está en la mesa.

Shen Qingqiu apoyó la frente en una mano, pero su cuerpo respondió por sí solo y tomó la
mano de Luo Binghe, levantándose de la cama.

Lo extraño era que ese tipo de ritual matutino era exactamente el mismo tipo de servicio que
recibía todas las mañanas hace mucho tiempo en la cumbre Qing Jing. Levantarse, vestirse,
lavarse, sentarse, desayunar... todo se hizo automáticamente bajo el cuidadoso servicio de
Luo Binghe.

Si el escenario se cambiara por la casa de bambú en la cumbre Qing Jing , ¡realmente habría
una espantosa ilusión de que el tiempo fluye hacia atrás!

―El desayuno de este sitio es desagradable, te haría daño ―dijo Luo Binghe.

―¿Dónde está tu tío marcial Liu Qingge? ―preguntó Shen Qingqiu.

―No lo sé ―otra sonrisa.

Cada vez que uno mencionaba al otro, siempre eran esas tres simples y toscas palabras. Shen
Qingqiu pensó que había ido tan lejos como pudo por ese camino de investigación;
preguntarle sería desperdiciar sus palabras. En un vivo destello, Luo Binghe había ido a hacer
su cama.

¡Ese diablo encarnado estaba haciendo su cama! La escena era demasiado satisfactoria, pero
Shen Qingqiu no se atrevió a mirar. De repente, la voz de Luo Binghe se elevó de nuevo.

―Viendo que shizun considera que Liu Qingge es mi tío marcial, supongo que todavía me
reconoces como un discípulo de la cumbre Qing Jing.

«¿Eres idiota? ¿Cuántas veces me persigues gritando "shizun"?»

―¿Cuándo he dicho que no te considero mi discípulo?

―Siempre pensé que me habías echado tácitamente durante mucho tiempo de allí...
―murmuró Luo Binghe en voz baja.
....No podía soportarlo.

Shen Qingqiu aguantó las ganas de golpearse en la cara. ¿Qué es lo que le pasa? ¿Ese era el
tipo que dijo delante de todo su harem "tengo muchas mujeres, si no quieres ser una más
alguien ocupará tu lugar, así que tómalo o lárgate" (literalmente)?

Ese joven de corazón puro, que trae té, trae agua, lava la ropa y hace las camas mientras,
tímidamente, solo habla cuando está de espaldas: ¿quién es?

Ah...

¿Quién está poseyendo su cuerpo?

Shen Qingqiu finalmente tuvo otra oportunidad de instruir a su discípulo.

―Aún eres un discípulo nuestro ―dijo Shen Qingqiu, sorbiendo su té―. Cuando volvamos a
la montaña Cang Qiong, no puedes ser desagradable con tus superiores ni con tus hermanos.
Y deberás disculparte con ellos por esa vez que asediaste la montaña y destrozaste todo. Por
supuesto, la disculpa no sería solo verbal. Tienes que compensar el costo original de
construcción de cada edificio que destruiste.

Mientras guardaba eficientemente los platos del desayuno, Luo Binghe dijo
descuidadamente:

―No es necesario que regresemos a la montaña Cang Qiong hoy.

―¿Por qué no?

―Si shizun quiere ver a mis... superiores y hermanos discípulos, no es necesario que
regresemos a la montaña Cang Qiong. Podríamos ir directamente al templo Zhao Hua.

Tan pronto como esas tres palabras "Templo Zhao Hua" salieron de su boca, el Sistema envió
una notificación:

【¡La misión "Templo Zhao Hua" ha sido asignada oficialmente! Se la asigna: Luo Binghe.
¡Seleccione si desea aceptar o no!】

【Aceptar con mucho gusto】 【Aceptar de mala gana】 【Rechazar】

El propio Luo Binghe inició esa misión. Shen Qingqiu entrecerró los ojos.
―¿Como sabes que estarán ahí?

―Lo sabrás si vamos. Vámonos mientras Liu... eh... el tío marcial Liu no ha regresado.

Antes de que sus palabras hubieran caído, Liu Qingge regresó y abrió la puerta de una patada.
Aunque la puerta había sido pateada, Shen Qingqiu sintió que ese era el estilo y el método de
entrada que debería tener el Liu Qingge normal, por lo que su expresión no cambió.

―Cambio de planes, nos vamos al templo Zhao Hua ―dijo, sin tan siquiera mirar a Luo
Binghe.

―¿Ha pasado algo? ―preguntó Shen Qingqiu, poniéndose de pie.

―Sí ―contestó, con severidad―. La noticia llegó ayer por la noche. Hoy se discutirán
muchas cosas allí por invitación del cultivador principal. Se incluye la Secta de la Montaña
Cang Qiong. El clan de cultivadores de esta ciudad se acaba de preparar para partir.

De camino al templo de Zhao Hua, pasaron por la ciudad de Jinlan.

En esos pocos años, esa antigua capital comercial floreciente había sufrido alguna calamidad
desconocida para ser como era hoy. Si no se apresuraran en un viaje urgente, Shen Qingqiu
definitivamente volaría esa gruesa capa de nube para echar un vistazo.

No mucho después de pasar por la ciudad de Jinlan, llegaron al templo Zhao Hua.

El preciado templo era digno y majestuoso, ubicado en las faldas de una antigua montaña
verde. Por lo general, era un templo tranquilo y apartado, pero ahora era un caldero hirviente
de voces, siluetas que iban y venían, un desfile incesante de tropas en espadas voladoras que
entraban y salían de la cintura de la montaña.

Los tres se detuvieron al pie de los escalones de piedra que conducían al Salón de la Gran
Fuerza.

―Vamos a ver al líder de secta ―le dijo Liu Qingge a Shen Qingqiu.

Shen Qingqiu estaba a punto de asentir cuando Luo Binghe lo siguió. Su estatus era inusual y
su aparición en ese contexto provocaría una situación delicada.

―Escóndete mejor. No dejes que todos los jefes de secta te apunten con sus lanzas.

―Si quieren señalar, que lo hagan ―contestó con indiferencia―. No puedo no acompañarte.
Realmente no escucharía los consejos. Si lo seguía y alguien lo reconocía, agregaría muchas
molestias innecesarias.

―Liu-shidi, adelántate. Vendré ahora.

Liu Qingge les lanzó una mirada fría y voló escaleras arriba, yendo a reunirse con la montaña
Cang Qiong.

Mientras frenara meticulosamente su energía y ajustara su expresión, Luo Binghe podría


parecer un personaje común inofensivo y deslizarse entre la bulliciosa multitud. Realmente se
veía como un buen joven de una secta normal, solo que su rostro era un poco excesivamente
guapo y era difícil evitar llamar la atención de la gente. En cuanto a Shen Qingqiu, aparte de
esa vez no del todo espléndida en la que mostró su rostro en la ciudad de Jinlan, había estado
enterrado en la tierra, sin mostrar su rostro durante muchos años. La posibilidad de ser
reconocido era aún menor.

Los espectadores, agrupados en grupos, rodearon el salón del templo y la plaza en un muro de
humanidad. En el pasado, los más numerosos y los más altos y poderosos definitivamente
habrían sido los discípulos del Palacio Huan Hua. Pero ahora que el Palacio Huan Hua se
había convertido en un culto demoníaco, fueron excluidos. Ni siquiera habían recibido una
invitación, y ninguno de ellos estaba a la vista.

Varios abades del templo Zhao Hua presidieron la conferencia en el centro del Salón de la
Gran Fuerza. Incluso el gran maestro Wu Chen estaba parado entre ellos. Solo después de
mirar más de cerca, Shen Qingqiu pudo descubrir que sus dos piernas eran prótesis de
madera. Con ellas, podría caminar con normalidad.

La montaña Cang Qiong, con Yue Qingyuan a la cabeza, se sentó a un lado del salón, con una
mirada solemne y respetuosa. Liu Qingge acababa de llegar atrás, inclinándose para
murmurar algunas palabras. La expresión de Yue Qingyuan se agitó. Inclinó ligeramente la
cabeza y miró a todos lados.

Junto al gran maestro Wu Chen estaba el anfitrión del templo de Zhao Hua, el abad Wu
Wang. Ese anciano monje canoso mantuvo las palmas juntas, su voz profunda y baja
resonaba a través del gran salón alto y claro.

―Lo preguntaré directamente. De todos los presentes, ¿cuántos han tenido el mismo sueño
anoche?

¿Sueño?

No hace falta decir que eso era obra de Luo Binghe.


―Shizun... ¿no te preocupabas por no tener "pruebas"? De esta forma, no tendrás que
molestarte ―susurró Luo Binghe en su oído.

No era de extrañar que hubiera dormido tanto tiempo. Shen Qingqiu había pensado que se
había quedado sin fuerzas, pero resultó que había estado activando sus habilidades de
ensueño en ese momento.

La mirada de Luo Binghe estaba llena de "felicítame" y "¡acaríciame la cabeza", pero no le


hizo ni pizca de gracia. ¿Qué tipo de tierra de sueños había construido Luo Binghe para que
la situación fuera tan seria que tanta gente se apresurara a reunirse en el templo de Zhao Hua
para una discusión seria?

―¿Alguien ha dicho una palabra sobre qué tipo de sueño era este? ―preguntó alguien más
con irritación.

Esa persona parecía muy familiar. Después de reflexionar por un tiempo, Shen Qingqiu se dio
cuenta de repente. ¿No era... de la ciudad de Hua Yue? ¿Qué secta era? Oh, la Secta Ba Qi, el
discípulo principal de la Secta Ba Qi!

―Si me deja preguntarle, maestro de secta ―dijo cortésmente el gran maestro Wu Chen―.
¿Cuál es su nivel de cultivo?

―¡Formación del núcleo en etapa tardía!

Los dos abades se miraron mutuamente y mucha gente empezó a toser levemente.

Misteriosamente, el gran maestro Wu Chen parecía haber llegado a una pequeña conclusión.

―Eso... esto es bastante extraño. En este templo, todos por encima de la etapa de formación
del núcleo tenían el mismo sueño...

El significado detrás de sus palabras era que si realmente estaba en la formación del núcleo
en la etapa tardía, también debería haber tenido el sueño...

Las personas de abajo expresaron sus acuerdos uno tras otro.

―Así es, todos nosotros por debajo de la formación del núcleo estábamos perfectamente bien
anoche.

Haber mentido sobre el estado de cultivación de uno ante los ojos de todos, y haber sido
expuesto en el acto, era realmente levantar una piedra y dejarla caer sobre su propio pie. Shen
Qingqiu encendió internamente una vela por ese querido amigo que pasó tanto tiempo sin un
poco de progreso.

Aunque el cultivo de ese tipo no había crecido demasiado en esos años, parecía que su
desvergüenza era la que había crecido en su lugar.

―¡Hay excepciones para todo! ¿Qué es más importante discutir o decir qué tipo de sueño
fue?

La Secta Ba Qi, con ese nombre que filtra el espíritu hegemónico, ni siquiera tenía un solo
cultivador que hubiera logrado la formación del núcleo. No habría necesitado seguir esa línea
de investigación en esa plaza llena de gente. Parece que éste no había recibido una invitación
a la discusión, sino que simplemente vino para participar en la acción, deslizándose con una
cara familiar.

Wu Wang arrugó la frente. Sin embargo, el gran maestro Wu Chen tenía un buen
temperamento y pacientemente comenzó a darle un esquema:

―El contenido del sueño era que Tianlang-Jun, que había sido reprimido bajo la montaña
Bailu, había recuperado un cuerpo mortal, comenzando a levantar vientos fétidos. y lluvia
sangrienta...

Aunque la expresión del Gran Maestro Wu Chen era elegante y estaba llena de significado
oculto, el contenido estaba algo resumido. Siguiendo el gusto de Luo Binghe, esos "vientos
fétidos y lluvia sangrienta" en su lengua definitivamente no fueron simples golpes y
asesinatos, definitivamente dejaron fuera muchas más jugadas pesadas...

―Fin del capítulo 68―

CAPÍTULO 69

―Cuando una o dos personas tienen el mismo sueño, ya se puede considerar peculiar. Sin
embargo, si cientos de personas tienen el mismo sueño al mismo tiempo, ni siquiera la
palabra "fantástico" podría explicar este fenómeno. Y este sueño está completamente fuera de
lo común. Demasiado realista ―dijo Wu Wang―. Cuando despiertas, es como si la realidad
no fuese tan vívida como el sueño.
Los cultivadores que estaban en la etapa de formación del núcleo estaban todos de acuerdo
con la experiencia del sueño, y cada uno de ellos asintió con la cabeza confusamente, los
corazones llenos de terror.

―Y ese Tianlang-Jun... ¿por qué fue sellado? ―alguien preguntó entre la multitud―. Si era
tan terrible, ¿cómo lo sellaron?

―Eso es asunto de una enemistad causada por el pecado ―suspiró el maestro Wu Chen―. Si
el Maestro del palacio Huan Hua estuviese aquí hoy, sentiría mucha pena por él.

―¿El Maestro de palacio? ―una voz llena de asombro de una mujer se alzó―. ¿Qué tiene
que ver esto con Luo Binghe?

La voz era dulce y clara, como el canto de un pajarillo. La mirada de Shen Qingqiu siguió el
sonido de la voz. La que estaba hablando era una esbelta y hermosa monja de la Secta Tianyi.

En cuanto a cuál, Shen Qingqiu no pudo decirlo, porque había tres monjas con la misma cara
y atuendo, como si salieran del mismo molde. Cuando estaban una al lado de la otra, parecían
tres flores azules asombrosamente hermosas. Incluso el sentimiento que expresaban era el
mismo sentimiento peculiar e indescriptible... de emoción. Sí, realmente parecían
emocionadas.

Eran las tres hermanas idénticas en el Palacio Interior de Luo Binghe.

Si fuera el pasado, Shen Qingqiu definitivamente se sentiría abrumado por la alegría. Luego,
por un lado, presionaría felizmente para la escena en la que el protagonista perseguiría a una
mujer mientras que, por otro lado, apuntaría un montón de quejas hacia Avión Disparando
hacia el Cielo. Pero ahora...

―Shizun, ¿son bonitas? ―la voz de Luo Binghe era tranquila, pero el olor de vinagre ya
apestaba a kilómetros.

Qué paciencia.

No hacía falta mencionar nada más. Shen Qingqiu devolvió la mirada. La trama era un lío
desordenado y las tres monjas no se convirtieron en contenedores para Luo Binghe, por lo
que no deberían estar cerca de él.

Sin embargo, aún expresaron preocupación ante información relacionada con él. Shen
Qingqiu explicó automáticamente la emoción en su rostro como el floreciente afecto de una
mujer joven. ¡El poder de semental de Luo Binghe todavía era muy poderoso!
―Amitabha. El Maestro de Palacio del que estamos hablando es el Antiguo Maestro de
Palacio de la última generación, y Luo Binghe usó algún método siniestro para obtener su
título. ¿Cómo podría tener la capacidad de servir como Maestro de Palacio? ―Luo Binghe
enarcó una ceja e infelizmente inclinó la boca, pero el maestro Wu Wang continuó
hablando―: Sin embargo, esta situación es inseparable del Palacio Huan Hua. Hace unas
décadas, el Antiguo Maestro de Palacio tenía un discípulo principal llamado Su Xiyan.

El espíritu de Shen Qingqiu estaba temblando de emoción. Después de ese desarrollo,


desentrañarían el misterio que rodea el nacimiento de Luo Binghe.

―Esa mujer tenía un talento impactante, era inteligente y sensible a la hora de tomar
decisiones y tenía el aura de un tirano. El Viejo Maestro del Palacio la amaba y cuidaba
―continuó―. Pensó en ella como una perla que debería protegerse en sus manos y la entrenó
para ser la próxima Maestra de Palacio de Huan Hua. No importaba a dónde fuera, llevaría a
Su Xiyan con él. La importancia que le daba era anormal.

Shen Qingqiu recordó al Viejo Maestro del Palacio en el Mausoleo Sagrado con sus ojos
apagados y la saliva fluyendo por su barbilla. Pensó para sí mismo que lo más probable era
que el Viejo Maestro del Palacio no pensara en Su Xiyan como una perla que necesitara ser
protegida, sino como carne que debía ser devorada.

En el Gran Salón, nadie hizo ruido. Solo sonaba la voz del Maestro Wu Wang.

―En una ocasión, el Viejo Maestro del Palacio y Su Xiyan siguieron las peticiones de una
aldea y fueron a exterminar criaturas demoníacas. Cuando regresaban al Palacio, se
encontraron con una ciudad vieja río abajo de Luo Chuan. En esa ciudad, los demonios y
otros seres malvados corrían desenfrenados. No quedaban muchos de la población original de
la ciudad. Sin embargo, Su Xiyan pudo conocer a un joven que estaba solo en una casa de té
―explicó―. Ese joven tenía un aura extraordinaria junto con una apariencia increíble.
Sentado bajo un sauce llorón, cantaba poesía superpuesta por música. Este tipo de personaje
no debería haber aparecido en un lugar así en ese momento, y Su Xiyan pensó que era
extraño. Tuvo una breve conversación con ese extraño e inmediatamente dedujo que tenía un
objetivo y definitivamente no era común.

Shen Qingqiu escuchó con entusiasmo.

Tianlang-Jun realmente fue un joven artístico que amaba las artes literarias en los reinos de
los humanos desde la infancia. ¿Y qué tipo de juventud artística era la más aterradora? Uno
que se vea guapo y que también sea inteligente. Si fue así, entonces se puede determinar
fácilmente lo que sucede a continuación. Siempre que su canto no hiciera que la gente sintiera
lástima por sus oídos, entonces la posibilidad del amor a primera vista era definitivamente
posible.
¿Quién hubiera sabido que la trama daría un giro brusco para peor?

Su Xiyan inmediatamente informó a su shifu. A medida que el Viejo Maestro del Palacio
pensaba más en el tema, también se volvió más cauteloso. Cuando notó que el joven era
cariñoso con Su Xiyan y que eran lo suficientemente amables como para disfrutar de una
conversación, el Viejo Maestro de Palacio decidió ordenarle que se acercara a él para obtener
más información.

Su Xiyan tenía un gran conjunto de habilidades y descubrió fácilmente que el joven no era
una persona común. Era el gobernante actual de los grandes demonios que dominaban el
norte y el sur, Tianlang-Jun.

Quizás muchos pensarían que el hombre tenía sentimientos mientras la mujer tenía
intenciones, pero en realidad, eran asuntos internos entre las sectas y la raza demoníaca.

Esa no era la historia dramática de un Gobernante demoníaco que se encuentra con una flor
blanca y pura. Era la historia de un rey inocente que no sabía que los corazones humanos
podían estar llenos de malas intenciones, encontrándose con una flor más bien tiránica con un
corazón frío y oscuro.

Shen Qingqiu por fin entendió las palabras de Tianlang-Jun al referirse a Su Xiyan como "fría
y despiadada".

―El Viejo Maestro del Palacio continuó permitiendo que Su Xiyan fingiera acercarse a
Tianlang-Jun mientras enviaba a otras personas a monitorear la situación en la oscuridad.
¿Quién hubiera sabido que todos los discípulos que envió serían evitados? El Viejo Maestro
de Palacio tuvo que salir personalmente. Finalmente, todos los esfuerzos no se habían
desperdiciado, y descubrieron la razón por la que Tianlang-Jun se quedaba en el reino
humano. Un día, Su Xiyan y Tianlang-Jun tuvieron una reunión en la montaña Bailu. Se
sentaron juntos sobre la cabeza de una gigantesca serpiente verde mientras hablaban en voz
baja .

Esa serpiente verde gigante, si no adivinó mal, probablemente era Zhuzhi-Lang. No importa
cómo lo pensara, solo Zhuzhi-Lang le vino a la mente. Ya sea como sobrino o como
subordinado, ser llevado a una cita para ser un cojín de asiento, ¡era lamentable!

―El Viejo Maestro del Palacio, por temor a ser descubierto por Tianlang-Jun, se escondió
cerca sin atreverse a acercarse demasiado y escuchó su conversación apenas audible. Su
Xiyan guió pacientemente la conversación y adoptó un enfoque indirecto, persuadiendo a
Tianlang-Jun hasta que se olvidó temporalmente de sí mismo lo suficiente como para revelar
su verdadero propósito de colarse en el mundo humano: una masacre del mundo de la
cultivación en la que los tesoros de cada secta y facción serán saqueados, para fortalecer el
poder de la raza demoníaca.
En la última oración, se escuchó el sonido de la multitud jadeando, mientras Shen Qingqiu
suspiró.

Hablando francamente, ese tipo de razonamiento típico y cliché al estilo de BOSS no era el
estilo de Tianlang-Jun. No era el tipo de persona a la que se le ocurriría ese tipo de plan
grandioso. Además, como Gobernante Supremo, Tianlang-Jun podía entrar en el Mausoleo de
la raza demoníaca, una fuente de tesoros inagotables, cuando quisiera. ¿Tal persona realmente
se molestaría con los pocos tesoros de las cuatro sectas?

Shen Qingqiu tenía muchas dudas sobre esta historia, pero el Gran Maestro Wu Wang
continuó:

―El Viejo Maestro de Palacio informó inmediatamente al Líder de secta de cada gran secta
sobre este asunto. Tianlang-Jun se reunía con Su Xiyan dos veces al mes en la montaña Bailu.
Todas las sectas acordaron un plan: en su próxima reunión, todas las sectas unirían fuerzas
para rodearlo y reprimirlo.En cuanto a lo que sucedió entonces, con respecto a la Batalla de la
Montaña Bailu, sería mejor que el líder de Secta Yue, quien estuvo presente en la batalla,
narrara los eventos de ese día.

―No hay gran cosa que decir ―dijo Yue Qingyuan―. Tianlang-Jun no esperaba que en
lugar de Su Xiyan, encontrara un ataque de todos los lados. Solo había un demonio general,
Zhuzhi-Lang, con el que también quedó atrapado en el cerco.

Así, por así decirlo, se podría decir que su bando ganó la batalla. Habló con calma, sin hacer
el menor esfuerzo por encubrir la verdad. Hubo muchos que habían escuchado a sus mayores
en la secta jactarse de la Batalla de la Montaña Bailu desde su infancia. Cuando escucharon la
historia real de la batalla por primera vez, se sintieron algo avergonzados.

―Debido a que Zhuzhi-Lang protegió a su maestro, fue golpeado de frente por la técnica la
'Ira del cielo' de mi maestro. El hechizo lo envolvió y lo devolvió a su forma original de
media serpiente, y luego huyó. Tianlang-Jun fue reprimido bajo la montaña Bailu ―continuó
Yue Qingyuan.

Así que resultó que la razón por la que Zhuzhi-Lang estaba en su forma de media serpiente en
la Cueva Luzhi fue por los rayos celestiales del líder de la cumbre Qiong Ding de la
generación anterior. Basado en la lógica de Zhuzhi-Lang en la que la gratitud y los rencores
se distinguen claramente y la queja más pequeña debe ser vengada...

Shen Qingqiu no tuvo tiempo suficiente para pensar en ello, porque la notificación del
Sistema resonó en su mente:
【Misión concedida: por favor ayude a "Luo Binghe" a completar el arco de la historia
secundaria del Templo Zhao Hua. Objetivo: los puntos de reputación no deben ser inferiores
a 200 puntos.】

¿Puntos de reputación?

Shen Qingqiu recordó de repente cuál era el arco de la historia secundaria del Templo Zhao
Hua.

Recordó al padre de Sha Hualing, Jiuzhong-Jun. Ese desafortunado demonio noble había
atravesado tiempos difíciles cuando su hija egoísta, que no distinguía el bien del mal y
dañaba a su propia familia, perdió su territorio. Pasó un tiempo vagando por las tierras del sur
reuniendo a un grupo variopinto, con la esperanza de protagonizar un regreso y vengarse de
Luo Binghe. Sin embargo, cuando se encontró con el halo inquebrantable del protagonista, no
pudo hacer realidad ninguno de sus dos gloriosos deseos...

Dado que los planes de Jiuzhong-Jun fueron frustrados repetidamente, estaba albergando
muchas quejas en su corazón. ¿Qué podía hacer al respecto?

¡Por supuesto, fue a descargar su ira en otra persona!

Y ese "alguien más" no era otro que el Templo Zhao Hua...

Este comportamiento fue similar al ataque de Sha Hualing en la cumbre Qiong Ding,
sobrevalorándose y cortejando a la muerte. Cuando Shen Yuan leyó esa parte de la novela,
mentalmente se burló de ese par de padre e hija cuyos circuitos cerebrales parecían estar
conectados de la misma manera.

En la novela original, gracias a que Jiuzhong-Jun envió un grupo heterogéneo de soldados


demonios en las cercanías del Templo Zhao Hua para molestar a la gente y a los monjes allí,
el Templo Zhao Hua celebró una reunión, no para discutir el problema de Tianlang-Jun, sino
para resolver ese grupo de demonios atribulados y deprimidos que buscaban que otros se
dieran cuenta de su existencia.

Sin embargo, el propósito exacto de la reunión no era importante. Lo que era más importante
era que ese arco de la historia secundaria era una forma para que Luo Binghe mejorara su
reputación.

La tribu de demonios de Jiuzhong-Jun se mezcló con la multitud esperando la oportunidad de


"enseñar a esos monjes budistas una lección "(en palabras de la novela original). Solo unos
segundos después de que atacaron, estaban maravillosamente abrumados por la presión
dominante de Luo Binghe. Así, su reputación se elevó un poco de "mal absoluto" a "ni bien
ni mal".

Shen Qingqiu permaneció en silencio y miró a su alrededor. Efectivamente, entre la multitud


había algunas "personas" que tenían un aspecto siniestro. Muy bien, el escenario estaba listo.

Tres hermosas monjas taoístas tuvieron un papel importante en esa parte de la trama original.
Se suponía que esos miembros del harem actuarían juntos, lo que la eficiencia de incrementar
los puntos de reputación sería mayor, pero ahora eran solo meras espectadoras.

Conclusión: los papeles de la protagonista femenina se le volvieron a dar, ¿verdad?

―En ese sueño, Tianlang-Jun reconstruyó su cuerpo y bañó el mundo humano en sangre
hasta que los humanos estuvieron en una situación terrible. Quizás es una advertencia de su
venganza por la Batalla de la montaña Bailu ―dijo solemnemente Wu Wang

―Pero él no tiene cuerpo, no hay nada que temer, ¿no? ―preguntó alguien.

―No deben subestimarlo ―respondió Wu Wang―. Es conocido como el heredero más


poderoso de la raza demoníaca, sin igual entre todos los miembros anteriores de las dinastías
gobernantes pasadas. Además, a parte de su leal y capaz general Zhuzhi-Lang, que ha sido
restaurado a su condición original, también tiene un hijo.

―Fin del capítulo 69―

CAPÍTULO 70

Todos los presentes quedaron atónitos y la sala se llenó de susurros.

―¿Su Xiyan tuvo un hijo con él?

―¿Quién fue?

―¿No tenía sólo instrucciones de engañarlo? ¿Cómo es posible...?


Aunque había algunos más interesados en el aspecto de la compatibilidad en la reproducción.

―¿Pero pueden los demonios y los humanos reproducirse?

―Físicamente no somos tan diferentes, quizás es factible.

―Es posible que Su Xiyan se hubiese acercado a Tianlang-Jun por orden de su maestro, pero
si no hubiera sido tentada al principio, ¿cómo podría haber sido influenciada? Mi humilde yo
cree que inicialmente fue capaz de contenerse, pero los demonios se destacan en el engaño.
Sin una vigilancia constante, un solo paso en falso hará que caigas bajo las artimañas del
demonio y te lleve a una vida de arrepentimiento ―dijo Wu Wang―. Ya estaba embarazada
en el momento del asedio. En cuanto al niño nacido de ellos dos, todos ustedes lo conocen
bien. No es otro que ese del que se ha hablado antes, el nuevo Maestro del palacio Huan Hua,
Luo Binghe.

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, los suaves susurros en el templo de repente
se convirtieron en un rugido.

Shen Qingqiu no pudo evitar observar en silencio a Luo Binghe.

Al principio, Luo Binghe solo escuchaba e incluso tenía ganas de reír. Pero cuanto más
escuchaba, más serio se ponía. En ese momento, su sonrisa se había desvanecido por
completo y su rostro estaba pálido.

―Me encontré con Su Xiyan una vez hace unos años durante la Conferencia de la Alianza
Inmortal ―comentó Yue Qingyuan. Sus nudillos acariciaban lentamente la empuñadura de su
espada―. Luo Binghe ciertamente se parece mucho a su madre. Inicialmente, pensé que era
una mera coincidencia. Después de todo, en todo este mundo, hay muchos que comparten
características similares. Pero que él lleve la mitad de la sangre de un demonio, ya no puede
ser una coincidencia.

El hombre de la Secta BaQi se entrometió de nuevo:

―Si la habían obligado, entonces no es culpa suya. Pero, ¿por qué, sabiendo que estaba
embarazada de ese demonio, lo dio a luz? ―se entrometió de nuevo el hombre de la secta
BaQui.

―Así es, si ella no hubiera dado a luz, no estaríamos en problemas por culpa de Luo Binghe.
¿Por qué Su Xiyan no interrumpió el embarazo? ―dijo alguien más.
―¡Es una pena, realmente una pena! No es de extrañar que nunca haya oído hablar de esta
persona llamada Su Xiyan. Es natural esconder un escándalo así. Tener un traidor entre
ellos... si no resolvieron el asunto ellos mismos, ¿cómo pueden enfrentar a su líder de secta?

Al escuchar eso, el gran maestro Wu Chen parecía tener algo que decir, pero vaciló. Sacudió
levemente la cabeza.

―Este asunto involucra la reputación de una dama; y además, ya fallecida ―dijo


finalmente―. Sin embargo, no es algo sencillo. No debía permanecer oculto, de lo contrario,
este problema permanecería sin resolver. La sangre de la raza demoníaca es fuerte y el feto
que llevaba la madre está atado a su vida ―explicó―. Intentar abortar al feto habría
conllevado un riesgo muy alto... Benefactora Su [1] tenía un corazón orgulloso; y por eso lo
intentó de todas formas. En su estado, no toleraría las miradas de extraños. El Viejo Maestro
del Palacio le dio una droga que era dañina para la raza demoníaca. Después de que la tomó,
salió del Palacio Huan Hua y desapareció. Buda es misericordioso. Que el resto de ustedes
esté atento a sus palabras.

Luo Binghe permaneció inexpresivo, pero sus dedos se flexionaron y apretó


inconscientemente.

―Un niño rechazado por su propia madre incluso antes de nacer, ni una pizca de
misericordia perdona por su propia carne y sangre. Es asombroso cómo las mujeres pueden
tener tanta sangre fría ―murmuró alguien.

―Si no hubiera tenido la mala suerte de caer en las artimañas de Tianlang-Jun, habría tenido
un futuro tan brillante y prometedor y sería una persona de gran renombre hoy.

―No me importan las fantásticas recompensas que se me prometan: tener una aventura con
un demonio y quedar embarazada con un niño monstruo es simplemente repugnante. No
aceptaría este tipo de mérito ni aunque me lo sirvieran en bandeja de plata.

―Su Xiyan probablemente estaba demasiado avergonzada para quedarse y se escapó del
líder de secta.

―Entonces, desde el principio hasta el final, no hay hechos o pruebas relacionadas con
Tianlang-Jun, ¿y todo esto se basa únicamente en lo que el Antiguo Maestro del Palacio nos
ha dicho sobre Tianlang-Jun? ―preguntó el hombre de la secta BaQi. El pasillo quedó en
silencio, pero el hombre no se dio cuenta y continuó―: Sólo digo lo que pienso, pueden
escuchar o no... Pero, ¿van a lanzar una ofensiva sólo con las palabras del Antiguo Maestro
de palacio? ¿Por qué tengo la sensación de que todo esto son sólo las acciones de un hombre
despechado? Le enseñó a una chica a mentir y engañar y luego le dio veneno para abortar,
para que después se fuese con agravios... Siento que es despreciable, nuestra secta BaQi
nunca hubiese hecho algo así.
Sus palabras sorprendieron un poco a Shen Qingqiu. Realmente no podía decir que ese tipo,
que parecía un poco tonto, hubiese hablado con sentido común. Parecía que su coeficiente
intelectual no estaba al mismo nivel que el de los personajes secundarios normales.

―¡Eso son tonterías! ―Wu Wang rompió finalmente el silencio forzado. Sus cejas blancas se
erizaron con desaprobación―. Desde siempre, los demonios han atacado el mundo humano.
¿Quieres que nos arrepintamos de no hacer nada solo después de que Tianlang-Jun haya
bañado la tierra en sangre? Además, como líder de una de las cuatro sectas principales ,
¿cómo beneficiaría al Antiguo Maestro de Palacio del Palacio Huan Hua engañar a todos con
tanta malicia? En cuanto al bastardo nacido de esa relación ilícita con el demonio,
¡definitivamente no podemos permitirle vivir! ¡Es lamentable que el demonio haya podido
sobrevivir al veneno y no haya sido abortado como feto!

Esa declaración fue pronunciada con un fuerte sentido de rectitud y fue recibida de inmediato
con aplausos y vítores. El gran maestro Wu Chen juntó las manos mientras recitaba una
oración, con la desaprobación escrita en su rostro.

No era que nadie sintiera que un acto tan despiadado no fuera particularmente cruel, pero
habiendo escuchado el conmovedor discurso de Wu Wang, así como también influenciado
por el estado de ánimo de la reunión, sus pensamientos habían cambiado. El feto era Luo
Binghe, después de todo, ¿por qué deberían ahorrarle compasión? Y así, también lo
animaron.

Los párpados de Luo Binghe se bajaron, su mirada entrecerrada. Parecía estar escuchando
todavía, pero su mente ya se había desviado a otra parte. Sus rasgos, que se habían ido
suavizando gradualmente en los últimos días, ahora volvían a ser glaciales.

La gente reunida en el Salón de la Gran Fuerza ahora estaban rechinando los dientes por su
escape de la muerte, y exclamaban sobre lo bueno que hubiera sido si hubiera muerto en el
útero. Todo eso cayó en oídos sordos.

De acuerdo con el flujo ideal del guión, en esa ubicación, la trama debería haberse
desarrollado así:

1. Los líderes se reúnen para discutir seriamente cómo coordinar y lidiar con Tianlang-Jun.

2. La repentina aparición de demonios empeñados en causar estragos.

3. Luo Binghe derrota a los demonios en la emboscada y gana algo de puntos de reputación,
además de más mujeres para su harem.
Pero debido a ese grupo de gallinas chismosas que mencionaron la historia de fondo de Luo
Binghe, el enfoque había cambiado.

Al mirar a Luo Binghe que permaneció mudo, Shen Qingqiu lamentó de repente su decisión.

No debería haber aceptado la misión del Templo Zhao Hua.

―¿Es necesario decirlo así? ―preguntó con un suspiro el gran maestro Wu Chen―.
Benefactora Su era una mujer que vivía sola en el exterior. El Viejo Maestro de Palacio envió
gente a buscarla durante años, en vano. ¿Quién sabe cuánto ha sufrido antes de morir? La
sangre que fluye por las venas de Luo Binghe puede ser mitad demonio, pero Luo Binghe
nunca ha causado ningún daño grave.

―Shidi, no deberías ser tan misericordioso ―lo reprendió Wu Wang―. Casi pierdes la vida
en la ciudad Jinlan, deberías comprender bien los corazones siniestros de los demonios.
Contra ellos, siempre es mejor tomar el curso de acción preventivo. Ese dúo de padre e hijo
se unirán y harán una reaparición para causarnos destrucción. Tolerar su existencia no es un
acto de piedad, sino una demostración de debilidad femenina. ¡El resultado final será peor
que cualquier cosa con la que puedas soñar!

Aunque el cultivo de ese monje Wu Wang era decente, era demasiado belicoso. Aparte de no
tener cabello, no irradiaba la sensación de iluminación que caracterizaba a quienes
practicaban la ética budista. Un hacha se adaptaría mejor a su temperamento que el bastón del
abad. A diferencia de Wu Chen, cuyas habilidades eran normales pero tenía un corazón
amable y pacífico, era más digno de llevar el título de "Gran Maestro". Incluso frente a tan
duras críticas, se mantuvo sereno y no retrocedió.

―Uniéndose contra nosotros... eso es una mera conjetura, ¿no?

No estaba claro cuánto tiempo los dos abades del templo de Zhao Hua pretendían seguir
discutiendo.

―Si unen fuerzas o no puede debatirse después ―habló de repente Yue Qingyuan―. Lo que
tenemos seguro es que Luo Binghe no es una buena persona ―levantó la voz―: Qingqiu,
¿todavía no te dejas ver?

El vello de Shen Qingqiu se puso de punta. Se entretuvo un poco antes de levantarse


lentamente.

Tenía la sensación de ser un alumno de primaria que ha sido señalado por el profesor de la
clase para una reprimenda. Sentía la cara caliente, pero afortunadamente, tenía la suficiente
poca vergüenza para mantener una apariencia tranquila y serena.
―Líder de secta ―dijo, inclinándose a modo de saludo.

Obviamente, como todos lo estaban mirando, era inevitable que también viesen a su
acompañante.

―¡Luo Binghe! ¡Es Luo Binghe!

―¡Es él de verdad! ¡¿Cuándo ha entrado?!

―Shen Qingqiu también está aquí, ¿no estaba muerto?

―Lo vi autodestruirse con mis propios ojos...

El alboroto era tan ruidoso como el infierno, pero mezclado en él estaban las voces suaves y
delicadas de las mujeres. Eran las tres hermosas sacerdotisas taoístas del monasterio de Tian
Yi. Las tres mujeres se abrazaron, sus rostros extrañamente enrojecidos. Más extraño aún era
que su timidez virginal parecía estar dirigida a Shen Qingqiu...

―¿Has terminado de hacer el tonto de una vez? ―preguntó sin rodeos Yue Qingyuan.

Yue Qingyuan nunca antes le había hablado con tanta dureza. Para él, usar la expresión
"hacer el tonto" estaba al mismo nivel que administrar una fuerte paliza. Parece que Liu
Qingge había estado muy entusiasmado mientras hablaba mal de él.

Shen Qingqiu prometió algún día robar Cheng Luan y usarlo para cortar todas las patas de
cerdo en las cocinas de las Doce Cumbres hasta que el brillo de la espada quedara ahogado
por capas de grasa.

«Sigue el guión, sigue el guión, ¿de acuerdo? Te ruego que pongas toda tu atención en los
demonios que ya han irrumpido en el templo, ¡de acuerdo! ¿Cómo se supone que voy a
incrementar los valores de la reputación?»

Estaba a punto de hacer un movimiento para llamar su atención sobre las figuras sospechosas
que se habían infiltrado en las filas de las diversas sectas disfrazadas de sus discípulos,
cuando Wu Wang golpeó el suelo con la culata de su bastón.

―¡Luo Binghe, estás aquí! ―se burló―. Nos has ahorrado bastantes problemas al entregarte
¿Por qué no nos cuentas lo que Tianlang-Jun ha soñado para nosotros esta vez?

―Eso es asunto tuyo, no mío ―respondió Luo Binghe con frialdad.

―Es tu padre, ¿te atreves a decir que no es asunto tuyo? ―alguien habló.
―No es mi padre ―dijo, permaneciendo indiferente.

―Aunque tienes la verdad delante de tus narices, todavía tratas de evadir la responsabilidad.
¿Te crees que todos aquí somos niños crédulos? ―exclamó Wu Wang.

―No es mi padre ―repitió, negando con la cabeza obstinadamente.

―Realmente eres el azote del siglo. Si Su Xiyan se hubiera deshecho de ti en ese entonces,
¡nos habría ahorrado a todos mucho dolor!

Las palabras viciosas tocaron un nervio. La respiración de Luo Binghe se atascó en su


garganta por un momento, sus ojos se enrojecieron. Sin pensarlo dos veces, Shen Qingqiu
tomó su mano.

Liu Qingge había estado parado detrás de Yue Qingyuan con los brazos cruzados. Al verlo
moverse abiertamente al lado de Luo Binghe bajo la mirada atenta de todos, una vena saltó en
su frente.

―¡Oye! ―Liu Qingge estaba demasiado irritado para decir más y solo ladró bruscamente
una vez.

Sin embargo, no disuadió a Shen Qingqiu, quien voluntariamente lo ignoró. Definitivamente


no sería divertido si Luo Binghe se enfureciera aquí y ahora. No se trata solo de si se puede
aumentar la reputación. El quid de la cuestión era que en ese capítulo tenía que andar con
cuidado.

No había forma de que Luo Binghe pudiese contra esos cientos de cultivadores, teniendo en
cuenta que los del templo Zhao Hua eran los más hábiles para sellar la magia demoníaca. Su
coeficiente intelectual no había caído al nivel del padre e hija de Sha Hualing.

―¿Quién es esa Su Xiyan? Mi madre era solo una lavandera ―dijo Luo Binghe con frialdad.

―Las palabras de Wu Wang no tienen fundamento. A estas alturas, ya deberías saber qué
tipo de persona era el Antiguo Maestro de palacio. La credibilidad de esas historias sobre lo
que sucedió en el pasado es discutible. ¡Solo olvídalo ―susurró Shen Qingqiu.

Usó el tono de un maestro instruyendo a su discípulo, esforzándose por parecer tranquilo y


objetivo. Luo Binghe tiró de su brazo, como si buscara pruebas y validación.

―Shizun, Tianlang-Jun no es mi padre. No necesito un padre.


Shen Qingqiu no sabía qué decir. Solo podía agarrar su mano y hacer un gesto para que se
calmara primero.

En la novela original, el pasado de Luo Binghe no se describió con tanto detalle. Shen
Qingqiu realmente no podía predecir qué impacto tendría en Luo Binghe, pero era poco
probable que fuera algo que pudiera resolverse con algunas palabras reconfortantes y
palmaditas en la cabeza.

Los débiles sueños y fantasías que había tenido durante mucho tiempo se han convertido en
polvo sin piedad. Padre e hijo se negaban a reconocerse.

Tianlang-Jun, como demonio de sangre pura, nunca ha tenido ningún concepto de lazos
familiares. Se debía agregar al hecho de que ha sufrido a manos de los humanos y Su Xiyan,y
ese odio se había extendido a Luo Binghe. No se mencionó la relación entre los dos en el
Santo Mausoleo, ni tampoco hubo ternura.

Y Su Xiyan ya había sido clara con sus intenciones para con ese padre e hijo: engañar,
explotar, odiar, rechazar, verlos como vergonzosos y abandonarlos.

Luo Binghe no era un niño buscado.

―Solo un demonio podría decir algo así ―dijo Wu Wang, con el ceño fruncido.

―Si es mi padre, ¿por qué no lo mencionó? ―continuó Luo Binghe, como si no hubiese oído
el comentario anterior.

Como mucho, mientras lo golpeaba, Tianlang-Jun comentó que se parecía a su madre.

No había habido nada más.

Shen Qingqiu guardó silencio. Personalmente, pensó que probablemente era


porque...¿Tianlang-Jun era realmente un loco?

Todo eso estaba mal. Shen Qingqiu se dio la vuelta rápidamente y dijo:

―Todos, por favor, no se apresuren. Luo Binghe no está hoy aquí en el templo de Zhao Hua
para causar problemas, ni tiene malas intenciones...

―Deberían escuchar al señor de cumbre Shen ―dijo el gran maestro Wu Chen.

―¿Sin malas intenciones? ¿Cómo explicas esto entonces? ―se burló Wu Wang.
Su voz se elevó a un grito en la última palabra. De repente, docenas de monjes guerreros con
túnicas de oro rojo aparecieron entre la multitud, agarrando y tirando a varias personas al
suelo. De los cuerpos de las personas que fueron inmovilizadas, el qi negro se arremolinó
lentamente.

―¡Hay demonios entrando!

―Luo Binghe, ¡has venido realmente bien preparado!

Ese giro de la trama era una completa mierda.

Se suponía que esos lacayos desordenados de Jiuzhong-Jun se usarían para pulir la buena
reputación de Luo Binghe, pero ahora se había dado la vuelta para implicarlo en su lugar,
¡con Luo Binghe considerado como el cerebro de esta emboscada!

Con gran previsión, sacó su abanico plegable y, efectivamente, el bastón de Wu Wang se


estrelló fuertemente contra él. Shen Qingqiu levantó un poco el abanico, sosteniéndolo
inflexiblemente contra el bastón en el aire.

―Fin del capítulo 70―

CAPÍTULO 71

El poder que usó estaba completamente controlado, lo suficiente como para detener a Wu
Wang.

―Déjalo en manos de shizun ―dijo, girándose levemente para confrontar a Luo Binghe.

Parecía que Wu Wang iba a decir algo, pero cambió de parecer.

―Shen Qingqiu, no seas como Su Xiyan, perdiendo la cabeza por la raza demoníaca en un
momento de descuido y arrepintiéndose de por vida ―farfulló en su lugar―. Eres un Señor
de cumbre, ¡ten al menos algo de sentido del honor!

Shen Qingqiu casi tropezó y casi se despista. ¡¿Cómo podrían ser iguales esos dos casos?!

Logró reorganizar la expresión confusa de su rostro con mucha dificultad. ¿Quién sabía que
para Luo Binghe, enfrentarse a Wu Wang sería como darse una bofetada en la cara?
Shen Qingqiu vertió energía espiritual en la punta de su abanico, sacudiendo el bastón de su
atacante.

―¿No te dije que me lo dejaras a mí?

―¡Puede decir cosas sobre mí, pero no tiene permitido hablar mal de ti, shizun! ―dijo Luo
Binghe, con una expresión llena de tristeza.

En el tiempo que le tomó decir estas palabras, los dos ya estaban rodeados por los
cultivadores de varias sectas que estaban presentes en el Salón de la Gran Fuerza. Como era
de esperar, el aura demoníaca despertó hostilidad fácilmente una vez que se usó.

―Líder de secta Yue, ese diablo continúa llamando shizun al Señor de cumbre Shen, y él
tampoco lo niega ―comentó Wu Wang, agitando su bastón―. ¿Qué dices tú? ¿También lo
reconoces como un discípulo de tu secta?

―Shidi, vuelve ―ordenó Yue Qingyuan, en vez de responderle. Su voz no tenía ninguna
emoción.

Shen Qingqiu subconscientemente dio un paso hacia él, pensando que sería mejor reconocer
sus errores y dejar que su superior apagara el fuego. Si Yue Qingyuan pudiera estar de su
lado, definitivamente sería una ubicación estratégica. Pero antes de que pudiera ir, Luo
Binghe lo agarró.

―¡No te vayas! ―imploró.

Justo cuando Shen Qingqiu estaba a punto de hablar, cientos de cultivadores les atacaron.

Los ojos de Liu Qingge brillaron y, en respuesta, sacó a Cheng Luan de su funda. De repente,
todo el Salón de la Gran Fuerza se estremeció. Una corriente de electricidad en blanco y
negro se entrecruzó y se expandió, y la luz circundante detonó.

Después de que pasaron los temblores, el suelo todavía se movía y se tambaleaba, y solo una
cuarta parte de las personas presentes se quedaron en pie. Los ojos de Luo Binghe estaban tan
rojos que brillaban a la luz del día, como si pudieran filtrar magma caliente o sangre rojo
oscuro. Su ropa estaba envuelta en un aura oscura que se agitaba sin cesar.

Un miembro del clan de los demonios que había sido presionado contra el suelo, se echó a
reír:
―Parece que es cierto que el mundo del cultivo no tiene vergüenza. Cuando trataron con
Tianlang-Jun en el pasado, usaron métodos clandestinos para rodearlo y asediarlo. ¡Todavía
los usan a día de hoy!

―¡Adelante, que los usen! No tememos a la muerte.

Luo Binghe sostuvo a Shen Qingqiu contra él con un brazo.

―Soy del clan de los demonios, pueden atacarme si quieren. ¿Pero qué ha hecho mi shizun
para verse incluido en esto?

Shen Qingqiu resultó ileso. Los temblores de antes habían sido bastante fuertes. Había
tropezado, solo para que Luo Binghe lo atrajera a sus brazos para protegerlo.

―Lo llamas shizun. No lo niega. ¿No es suficiente? ―intervino Wu Wang.

¡Ese idiota terco!

Shen Qingqiu giró el abanico en sus manos hasta que voló hacia arriba, golpeando
continuamente las espadas que se movían para atacar desde todos los ángulos.

―Si lo niego o no, ¿qué tiene que ver contigo? ―contestó Shen Qingqiu, con una sonrisa
falsa.

Los sonidos de armas chocando eran interminables. Shen Qingqiu se dio la vuelta. De
repente, vio a Yue Qingyuan colocar su mano sobre la empuñadura de Xuan Su. Con aire
imponente, se acercó hasta que se encontraron cara a cara.

Su mano quedó flácida en el lugar y casi tira el abanico.

¿Pelear con Yue Qingyuan? ¡Tonterías!

¿Quién hubiera esperado que cuando Yue Qingyuan levantó a Xuan Su en su mano, no estaba
dirigido a Shen Qingqiu en absoluto? En cambio, apuntaba a varios centímetros de distancia.
Un fuerte ruido sonó en sus oídos y Shen Qingqiu giró la cabeza. La empuñadura de Xuan Su
y el bastón de Wu Wang se bloquearon y se encontraron cara a cara.

¡Wu Wang no pudo vencer a Luo Binghe, así que cambió de táctica y trató de golpearlo por
detrás!
Aunque Yue Qingyuan había entrado en el combate cuerpo a cuerpo, no atacó a los dos
objetivos que estaban en el corazón de la batalla. En cambio, ayudó ociosamente a Shen
Qingqiu y lo protegió de los ataques.

Liu Qingge se lanzó a la refriega y también siguió a la batalla. Los dos hombres golpearon
indiscriminadamente, casi de la misma manera. Golpeaban a cualquiera, menos a Shen
Qingqiu. Fue un caos puro. Lo peor era que las personas que estaban causando estragos eran
dos Señores, y sus ataques eran precisos y despiadados.

―¡Señor de cumbre Liu! ―gritó enfadado Wu Wang, habiendo llegado al límite de su


paciencia.

Con su espada, Liu Qingge cortó todos los abanicos de cola de caballo de los taoístas del
monasterio de Tianyi.

―Se me ha resbalado la mano ―dijo, con cara de póquer.

―¡Líder de secta Yue! ―volvió a gritar Wu Wang. Estaba tan enfadado que hasta su barba se
estaba rizando.

―No veo bien ―contestó Yue Qingyuan serenamente, después de desviar el bastón que
apuntaba a Shen Qingqiu tres veces.

Todos dentro del salón estuvieron de acuerdo en silencio: los rumores sobre la Secta de la
Montaña Cang Qiong protegiendo a los suyos eran completamente ciertos. Su reputación era
merecida.

Una mano que comete un error podría explicarse, pero, ¿cómo podrían equivocarse ambas
manos? Equivocarse de enemigo una vez es comprensible, ¿pero actuar deliberadamente a
ciegas después de unirse a la batalla? ¿Eso era una pelea justa?

―Luchar está permitido, ¡pero luchar contra el Señor de la cumbre Qing Jing no lo está!

―¿Quieres morir? ¡Adelante!

Shen Qingqiu empujó a Luo Binghe hacia atrás, pero él lo agarró por la muñeca.

―Shizun, vámonos, sígueme.

Shen Qingqiu no se dio la vuelta para mirar su expresión. Primero que nada, no tuvo tiempo
para eso. En segundo lugar, no tuvo la paciencia suficiente para hacerlo. Hizo un gesto con la
mano, urgiendo.
―¡Aún no puedo! Te estoy diciendo que te vayas, ¡escúchame de una vez!

No sabía cuánto tiempo podría contener a los hombres que los rodeaban, por lo que era aún
más improbable que abandonara una situación tan caótica y se fuera con Luo Binghe. El
método de distracción de Yue Qingyuan y Liu Qingge era demasiado obvio. Wu Wang ya
estaba enfurecido. O él o Luo Binghe, uno de ellos debería permanecer aquí, de lo contrario,
surgiría una disputa entre el Templo Zhao Hua y la Secta de la Montaña Cang Qiong.

―Bien... ―dijo Luo Binghe, después de un largo momento de silencio―. Si tú lo dices,


shizun.

Al momento siguiente, aterrizó en la plaza fuera del Salón de la Gran Fuerza.

Su velocidad era tan rápida que resultaba aterradora. En ese momento, la gente realmente se
olvidó de recuperar sus espadas y perseguirlo.

―¡Ahora! ―gritó Wu Wang.

Varios monjes corrieron hacia la plaza. Shen Qingqiu dibujó rápidamente a Xiu Ya con un
movimiento suave. Chasqueó un dedo y la espada se volvió loca, arruinando su formación y
estropeando sus pasos.

―¡Regresaré a la montaña Cang Qiong primero! ―gritó―. ¡Te buscaré más tarde!

Luo Binghe tenía la capacidad de ingresar al paisaje onírico. Cada vez que quisieran reunirse,
no habría ningún problema en absoluto.

Al decir eso en público, Shen Qingqiu se sintió algo culpable. Echó un vistazo disimulado a
los dos hombres de la Secta de la Montaña Cang Qiong.

Cuando notó esto, las comisuras de la boca de Luo Binghe se levantaron, revelando una
extraña sonrisa. Unas cuantas personas la vieron y se estremecieron, sus corazones tragados
por un miedo irracional.

―Volveré a buscarte ―dijo Luo Binghe.

Antes de que su voz se apagara, ya había desaparecido del pasillo.

Wu Wang soltó un bufido de disgusto cuando se dio cuenta de que había desaparecido. Shen
Qingqiu exhaló un suspiro de alivio e inmediatamente convocó a Xiu Ya a su funda.
Enfundó su espada y la sostuvo horizontalmente, ambas manos extendidas frente a Yue
Qingyuan en suplica.

―Era una situación de emergencia, no tenía más remedio que actuar ―dijo―. Les he
ofendido a todos. Por favor, permitan que mi líder de secta y mis hermanos marciales decidan
mi castigo.

―Hmmm... ―Yue Qingyuan también guardó su espada―. Como ya has vuelto, discutiremos
el asunto de tu castigo después de que regresemos a la montaña Cang Qiong.

Shen Qingqiu le miró a la cara. Aunque Yue Qingyuan parecía muy serio, por sus acciones
durante la batalla anterior... Quizás era una máscara que se puso para el resto.

De acuerdo con sus experiencias pasadas, si Yue Qingyuan decía "vamos a discutir después
de que regresemos a la montaña Cang Qiong" era básicamente equivalente a "simplemente
olvidemos este asunto y regresemos a casa para cenar".

Era cierto que el líder de su propia secta era tolerante, pero no había forma de que Wu Wang
se calmara tan fácilmente. A Luo Binghe se le había permitido escapar a la vista de todos.
Aunque la culpa podría recaer principalmente en los tres señores de cumbres que agitaron las
aguas, de cualquier forma que se mire, el Templo Zhao Hua también había sufrido un poco de
vergüenza.

―Me temo que no podemos olvidar el asunto así ―dijo efectivamente Wu Wang, dando una
palmada―. El Señor de cumbre Shen debe dar una explicación. O en su lugar, su Secta.

―¡Si Su Xiyan estaba actuando como una estúpida, Shen Qingqiu lo está haciendo aún peor!
―alguien gritó―. ¡¿Qué necesidad había de decirle esas palabras a Luo Binghe?! ¡No sabe
lo que hace!

Shen Qingqiu fingió no haber escuchado nada.

―Yo mismo puedo disciplinar a alguien de la Secta de la Montaña Cang Qiong. Confíe en
que les daré a todos una reprimenda adecuada ―dijo Yue Qingyuan cortésmente.

―Amitabha, eso sería lo mejor. Creo que el Señor Yue y el Señor de cumbre Shen
definitivamente manejarán este asunto de manera justa y adecuada ―añadió el abad Wu
Chen amablemente.

―Eso no es cierto ―continuó Wu Wang con sus acusaciones―. ¿No recuerdan cuando el
Señor de cumbre Shen prometió explicar qué pasó en la ciudad Jinlan? Aún no ha dicho nada
al respecto, y luego escapó de la prisión de agua del Palacio Huan Hua. Y después, fingió su
propia muerte y se escondió en la ciudad Hua Yue durante cinco años. La Secta de la
Montaña Cang Qiong ni siquiera ha dado una declaración detallada sobre este asunto todavía.

Volvió a sacar noticias viejas. Pero la mente de Shen Qingqiu ya se había desviado y no
estaba escuchando en absoluto.

El sistema seguía enviando alertas rojas: ¡quién todavía tenía el corazón para escuchar a un
viejo monje dar vueltas sobre sí mismo!

Sistema: 【 Se ha cortado la trama secundaria del "Monasterio de Zhao Hua". Estadísticas de


la misión: valor de reputación -200. Estado de cumplimiento de la misión: ¡Fracaso total!】

Finalmente llegó a 200, pero no fue +200, ¡fue -200!

Esa sería la primera vez que falla en una tarea en todo el tiempo que llevaba lidiando con el
sistema.

Su cerebro fue repentinamente asaltado por sensaciones de dolor agudo y vértigo severo.

Sistema: 【 ¡Misión fallida! Por favor, prepárese. Será enviado de vuelta a su mundo original
en 60 segundos.】

¡Cualquier valor por debajo de cero significaba ser enviado de regreso al mundo original!

Shen Qingqiu rugió: «¡No me jodas! ¡¿Esto significa ser enviado directamente de regreso a
mi mundo original?! ¿No sabes que estoy muerto allí? ¡Es solo un fracaso! Si mi valor de
serenidad es tan alto, ¿no puedo usarlo para compensar un poco? ¿Qué hay de los puntos B?
¡Mis puntos B también son muy altos! Valores tan altos deberían ser de alguna utilidad,
¿verdad?»

Su mente daba vueltas y el color de su rostro cambió constantemente, de azul a blanco, de


rojo a verde. Parecía que estaba a punto de vomitar o desmayarse en cualquier momento.

―¿Qué te pasa? ―preguntó Liu Qingge, notando que algo iba mal.

Sistema: 【¿Quiere usar todos sus puntos de serenidad para comprar una penalización
diferente?】

Shen Qingqiu respondió: «¡Compra, compra, compra! ¡No importa cuánto cueste!»

¡Cling!
Sistema: 【 Compra exitosa. Puntos de serenidad a cero. Tenga en cuenta su saldo. La
penalización se está cargando.】

La barra de puntos de serenidad rosa realmente se volvió un cero. Esa fue la segunda vez que
se puso a cero. ¡Adiós, adiós con la mano, adiós por segunda vez!

La cabeza de Shen Qingqiu ya no le dolía, pero aún se sentía mareado. Yue Qingyuan
también notó que algo andaba mal con él.

―¿Te han herido antes?

Liu Qingge ayudó a Shen Qingqiu con una mano a estabilizarse.

―¿Quién lo ha hecho? ―preguntó, alzando la mirada.

El Señor de la cumbre Bai Zhan hizo una pregunta y todos se apresuraron a negar con la
cabeza sucesivamente.

¡¿Estaba bromeando?! ¡¿Quién podría darle un golpe a Shen Qingqiu?! Teniendo en cuenta el
escenario anterior, incluso si alguien hubiera logrado golpear a Shen Qingqiu, probablemente
no habría aterrizado limpiamente de todos modos. ¿A quién habían estado protegiendo en
secreto los tres señores antes? ¡Sin embargo, todavía tenía el descaro de lanzar acusaciones
cuando obviamente era solo él quien tenía la oportunidad de golpear a otros!

Los sonidos de las discusiones que venían del exterior se hacían cada vez más fuertes. Shen
Qingqiu estaba mareado y sus ojos se estaban oscureciendo. Estaba atrapado entre Yue
Qingyuan y Liu Qingge cuando sonó un fuerte boom.

Parece que tomó la decisión equivocada.

Cuando volvió a abrir los ojos, ya no estaba en el templo de Zhao Hua. Shen Qingqiu miró en
todas direcciones, pero no se encontró ni una sola alma.

Parecía que estaba dentro de un sueño. Pero si ese fuera el caso, y estaba soñando en este
momento, entonces la ubicación debería ser la cumbre Qing Jing. Porque su paisaje de
ensueño y el de Luo Binghe estaban conectados, y éste era el lugar de ensueño favorito de
Luo Binghe.

Shen Qingqiu caminó sin rumbo fijo durante un tiempo. Después de una cuidadosa
observación, finalmente lo confirmó.
Sin embargo, era la cumbre Qing Jing después de quemarse.

El bosque de bambú y la casa de bambú se habían quemado hasta los cimientos. Solo
quedaron ruinas ennegrecidas y raíces marchitas. Todo se había derrumbado
atropelladamente, mientras volutas de humo blanco que llevaban un olor a quemado se
desvanecieron.

Cuanto más veía Shen Qingqiu esa escena desolada y miserable, más inseguro se volvía.

La quema se hizo demasiado a fondo. ¡Qué terrible venganza!

«¿Dónde estoy?» preguntó al sistema.

Sistema:【Saludos. Mientras la penalización está en curso, no se puede acceder a las otras


funciones del sistema. Espero su comprensión y le deseo la mejor de las suertes.】

Entonces la penalización ya había comenzado. Shen Qingqiu golpeó una pared inexistente.
De repente, el sonido de pasos sobre la grava llegó a sus oídos.

Los pasos sonaron lentos, pero a la vez no. Emitían una sensación de fuerza y ​disposición.

Una figura apareció en medio de la extensión de tierra quemada y escombros.

La túnica negra y las mangas anchas del hombre se agitaron suavemente cuando el viento frío
pasó. Su rostro y su cuello eran del mismo blanco impecable y níveo. Sus brazos estaban
cruzados mientras se acercaba lentamente. Había una expresión arrogante en su rostro, y de
vez en cuando pateaba la grava quemada a sus pies con una mirada desinteresada.

―¡Luo Binghe! ―gritó inconscientemente.

Luo Binghe parpadeó. Con la cabeza vuelta en un ligero ángulo, lanzó una mirada helada y
penetrante en su dirección.

Para Shen Qingqiu, ser atravesado por una mirada así fue como ser clavado en su lugar con
dos cuchillos. Su corazón dio un brinco. De repente, sintió que el viento era demasiado fuerte
y que su ropa era demasiado delgada. De lo contrario, ¿por qué sentiría un escalofrío en toda
su espalda?

Luo Binghe arqueó una ceja. Se quitó algunas cenizas inexistentes de la manga y soltó un
"hmmm" ligeramente dudoso.
Shen Qingqiu se detuvo en seco.

Eso... eso... tenía la sensación de que había algo mal.

―¿Shen Qingqiu? ―preguntó Luo Binghe, ladeando la cabeza.

Eso estaba... MUY MAL.  

Ese tono, esa expresión, ese temperamento. No eran como Luo Binghe, pero ciertamente
también eran como Luo Binghe.

Lo que necesitaba aclararse era que el que estaba frente a Shen Qingqiu... parecía ser el "Luo
Binghe" de la novela original.

Shen Qingqiu se congeló en su lugar. Cuando "Luo Binghe" vio que no respondía, dio un
paso hacia donde estaba. Shen Qingqiu, inconscientemente, buscó blandir una espada en
defensa, pero tanto su cinturón como sus manos estaban vacíos.

«Sistema, ¿qué clase de broma se supone que es esta penalización? ¿De dónde sacas esto?
¡¿Me estás pidiendo que luche contra el BOSS con mis propias manos ?!» llamó al sistema.

Sistema: 【Saludos. Mientras la penalización está en curso, no se puede acceder a las demás
funciones del sistema, incluida la consulta. Esperando su comprensión y le deseo la mejor de
las suertes.】

Joder, joder, joder! ¡¿Qué hacer en esa situación?

Luo Binghe metió las manos dentro de las mangas y sonrió.

―Shen Qingqiu, ¿por qué estás aquí? No recuerdo haberte dejado entrar.

Shen Qingqiu estaba 10.000% seguro de que el hombre frente a él definitivamente no era el
Luo Binghe de su mundo.

Luo Binghe trató a su shizun como el comienzo y el fin de su mundo, siempre dirigiéndose a
él de la manera más dulce y afectuosa. Nunca se atrevería a llamarlo por su nombre tan
directamente, y mucho menos a usar un tono de voz tan provocativo con él.

De todos modos, eso fue solo parte del procedimiento de sanción. Probablemente no moriría.

―Esta es la cumbre Qing Jing ―dijo con calma, con ese pensamiento en mente.
―Vaya, si no lo llegas a decir, nunca lo habría adivinado.

¿Cómo no lo adivinaría ?

Al fin y al cabo, fue el Luo Binghe original quien quemó hasta los cimientos la cumbre Qing
Jing.

―Fin del capítulo 71―

CAPÍTULO 72

―¿Ya no me tienes miedo? ―preguntó Luo Binghe. Bueno, no del de su mundo, pero sí del
original―. Ven aquí ―dijo, levantando una mano hacia él.

Al ser el Luo Binghe que ya había caído en la oscuridad, daba igual si lo llamaba, Shen
Qingqiu estaría demasiado asustado como para ir obedientemente. Aunque aún tenía algo de
valentía para luchar hasta la muerte.

Sin embargo, en el momento en que se dio la vuelta, esa figura vestida de negro apareció
frente a él, bloqueando su camino. Shen Qingqiu estaba a sólo unos escasos centímetros de
golpearlo.

Retrocedió violentamente por el susto, y hubiese tropezado si Luo Binghe no hubiese tirado
de su manga.

―¿De qué huyes? ―preguntó con suavidad.

Teniéndolo cara a cara, Shen Qingqiu no podía golpearlo, y tampoco podía estar del todo
asustado.

Aún sin rendirse, llamó al sistema de nuevo: «Es realmente el Luo Binghe original, ¿verdad?
¿No es el de mi mundo? ¿Qué debo hacer para superar el castigo? ¿Tengo que vencerlo? Esto
no es muy diferente a que me envíes de regreso a mi mundo original, ¿verdad?»

El sistema: 【Hola, no puedo ayudarle mientras se ejecuta el programa de castigo.】

Shen Qingqiu cerró el cuadro de diálogo.


―Parece que hay algo distinto en ti ―dijo Luo Binghe, frunciendo el ceño mientras le
miraba a la cara―. ¿Eres de verdad Shen Qingqiu?

Shen Qingqiu parpadeó, manteniendo su vigilancia. Luo Binghe siguió mirándole, algo
perplejo, antes de extender lentamente la mano y sostener la mano derecha de Shen Qingqiu.

Su palma era la misma de siempre: seca pero helada. El corazón de Shen Qingqiu se
conmovió un poco y estaba a punto de decir algo cuando de repente sintió que su hombro
derecho se enfriaba.

En ese instante, Shen Qingqiu en realidad no sintió la sensación de que su brazo derecho
abandonaba su hombro. Solo vio algo volar mientras la mitad de su cuerpo se volvía liviano
antes de que tuviera tiempo de reaccionar.

Hasta que un dolor enorme y horrible de repente se apoderó de todo su cuerpo y cerebro.

¡Luo Binghe acaba de arrancarle el brazo derecho por completo!

Al recibir la fuerte lesión, el cuerpo de Shen Qingqiu retrocedió con una ola de energía
espiritual por sí solo. Luo Binghe lo golpeó y la energía se rompió y se dispersó de
inmediato.

No había forma de detener la sangre que brotaba. La visión de Shen Qingqiu se volvió
borrosa, y podría haber escuchado a alguien gritar, pero también podría no haberlo hecho. Sus
oídos zumbaban demasiado fuerte y no podía entender. ¡Solo quería escapar rápidamente de
ese monstruo!

Tropezó hacia atrás. Después de unos pocos pasos, tropezó también con los restos de un
bambú carbonizado y cayó boca arriba al suelo. El dolor de perder un brazo era demasiado,
hasta el punto de atenuar la sensación de su cabeza chocando bruscamente contra el suelo.

Luo Binghe lo siguió con calma. Esa vez, acarició ligeramente una de las pantorrillas de Shen
Qingqiu.

¡Palo humano!

¡Realmente Luo Binghe estaba planeando arrancarle todas las extremidades!

Dolía tanto que me costaba respirar. Shen Qingqiu usó su brazo restante para agarrar a Luo
Binghe, sacudiendo la cabeza salvajemente mientras jadeaba por aire.

―No... no...
Luo Binghe usó una mano para sujetar firmemente a Shen Qingqiu en el suelo. Su mirada
casi podría describirse como sincera y afectuosa.

―No es la primera vez que hago esto, ¿no deberías estar acostumbrado, shizun? ―dijo
suavemente―. ¿Qué tal si lo hago varias veces más hasta que vuelvas a acostumbrarte poco a
poco? ¿Qué opinas?

En un segundo, una agonía desgarradora se extendió rápidamente desde la base de su pierna


derecha por todo su cuerpo.

No podía soportarlo más, así que gritó con todas sus fuerzas.

De repente, la monótona voz del Sistema emitió un aviso: 【El castigo ha terminado.】

El dolor desapareció abruptamente, y Shen Qingqiu se dio la vuelta violentamente y se puso


de pie antes de colapsar de inmediato sobre sus rodillas nuevamente. Ni siquiera tenía la
energía para maldecir al Sistema y darle una bofetada en la cara mientras estaba medio
arrodillado en el suelo, mirando sus gotas de sudor frío caer en ráfagas, todavía aturdido.

―¿Qué te ha pasado? ―habló de repente una voz a su lado.

Solo entonces se dio cuenta de que no era el único allí.

Además, parecía que aún no lo habían devuelto a la realidad. Ese todavía era el paisaje de
ensueño.

La cueva también parecía un poco familiar. Parecía la misma cueva en la que se escondía
Meng Mo cuando apareció como una niebla negra la primera vez que Shen Qingqiu entró en
un sueño hace tantos años.

El que estaba a su lado era precisamente él.

―¿Por qué estoy en tu casa? ―preguntó Shen Qingqiu, forzándose a calmarse.

―Entraste en un paisaje onírico muy poderoso, y parecía que tu espíritu primordial estaba en
peligro de desgarrarse. Quería intervenir, pero algo no me dejó ―explicó―. Lo intenté
muchas veces antes de que de repente tuviera éxito, y en el camino, te llevé aquí.

En el pasado, tenía la impresión de que no le gustaba a Meng Mo, pero quién se hubiese
imaginado que cuando estuviese en peligro, vendría a ayudarlo.

―Muchas gracias... me has ayudado mucho.


―No tienes que agradecerme ―resopló Meng Mo―. Estoy asombrado de que la última vez
en el Mausoleo Sagrado, consiguieras aguantar hasta que el mocoso se despertó. Tú también
lo ayudaste bastante. Ayudarlo significa ayudarme a mí.

La agonía de que le arrancasen un brazo estaba profundamente grabada en su cerebro, y Shen


Qingqiu no pudo evitar agarrarse el hombro. Tuvo que tomar varias bocanadas de aire antes
de poder pronunciar ese nombre sin que le temblara la voz.

―¿Por qué no veo a Luo Binghe?

Por lo general, el que más se esforzó por llevarlo a los sueños debería ser él. Básicamente,
cada vez que Shen Qingqiu se quedaba dormido, Luo Binghe venía a molestarlo. Pero esa
vez, Meng Mo venció a Luo Binghe y empujó a Shen Qingqiu al sueño primero.

―No lo sé. Desde que el mocoso aprendió a controlar mi técnica, no puedo entrar en su
paisaje onírico ―suspiró Meng Mo, deprimido con solo pensarlo―. Ahí, él sueña con lo que
quiere. No puedo hacer nada.

Si Shen Qingqiu no podía ver al adorable Luo Binghe lo más rápido posible, sentía que sus
extremidades continuarían doliendo en el instante en que recordara ese nombre. ¿Podría el
joven que era una flor blanca pura e inocente salir rápidamente y darle un tranquilizante?

Meng Mo le lanzó una mirada. Cuando vio que la expresión de Shen Qingqiu era pálida, sus
labios pálidos, su expresión se volvió seria..

―El niño vendrá a buscarte solo. ¿Por qué te preocupas? ¿No hacías todo lo posible por
evitarlo?

¿Podría eso contar como consuelo?

Mientras Shen Qingqiu miraba a Meng Mo mientras fingía desdén, pensó que... quizás era un
poco mono.

Se relajó y se sentó en el suelo. Después de una pausa, Shen Qingqiu de repente recordó algo.

―Anciano Meng Mo, cuando estuve en el Mausoleo Sagrado , llevé a Luo Binghe al este. En
el camino conocí, a dos personas. Uno de ellos era una mujer. Tú...

En ese entonces, Qiu Haitang había perdido el conocimiento por un tiempo. Cuando se
despertó, se volvió loca sin motivo alguno y se escapó. Shen Qingqiu sospechaba que cuando
estaba inconsciente, se encontró con algo en el paisaje onírico. En ese momento, Luo Binghe
también estaba inconsciente, su cabeza ardía como carbón, así que por supuesto, no tuvo
tiempo de invadir el paisaje onírico de Qiu Haitang. En ese caso, la posibilidad más probable
era que Meng Mo hiciese algo.

―Mmm... quizás un pequeño truco, nada más.

A pesar de que lo llamó "un pequeño truco" y fingió ser indiferente, no pudo ocultar el tono
arrogante de su voz.

―¿Pero qué le enseñaste? ―preguntó Shen Qingqiu, sin poder resistirse.

En términos generales, si Meng Mo quisiera destruir la mente de alguien, le mostraría sus


propios recuerdos más oscuros y dolorosos. ¿Podría ser que sacó sus recuerdos del clan Qiu?

No, eso tampoco estaba bien. Si ese fuera el caso, Qiu Haitang no debería haber reaccionado
de la forma en que lo hizo en el momento en que abrió los ojos y vio a Shen Qingqiu. Debería
haberse desbordado de odio y golpear con su espada en su lugar, tratando de apuñalarle. ¿Por
qué lloraría y gritaría antes de darse la vuelta y correr?

―No le enseñé sus recuerdos ―respondió Meng Mo―. Fueron los tuyos.

Shen Qingqiu entendió al instante. ¡Eran los pedazos de los recuerdos de Shen Jiu que aún
quedaban en su cuerpo!

Siempre le había importado mucho lo que había mencionado antes Avión Disparando hacia el
Cielo, con respecto a la parte del Shen Qingqiu original que no había escrito.

―¿Podría verlo?

Meng Mo lo miró, pero no preguntó por qué Shen Qingqiu quería que alguien más sacara sus
propios recuerdos para que él los viera.

―¿Ya no los recuerdas?

―No ―dijo, preparándose una historia mentalmente como excusa sobre cómo una
desviación de qi había afectado sus recuerdos.

Había que decir que la probabilidad de que la memoria de uno se dañara por la desviación de
qi era bastante baja. Pero Meng Mo en realidad no siguió con el tema.

―Supongo que es mejor no recordar algunas cosas.

―Por favor, Anciano, te pido tu ayuda.


―¿De verdad quieres verlos?

Shen Qingqiu asintió con la cabeza. Meng Mo extendió un dedo y lo presionó contra su
frente.

―Cierra los ojos, sólo ábrelos cuando aparte mis dedos ―Shen Qingqiu obedeció y cerró los
ojos. Meng Mo habló de nuevo―. Tus recuerdos están muy dañados y no están completos.
Se saltan partes y no son continuas. También podrías ver personas con caras borrosas. Esto es
causado por tu propio cuerpo, no necesitas de prestarle atención.

Lo que quería decir era que si había un bug, era un problema con el archivo fuente de su
cuerpo, no con su técnica.

Shen Qingqiu contó hasta diez en su mente, y cuando la presión contra su frente desapareció,
abrió los ojos. Un joven delgado con el cabello despeinado estaba arrodillado en el suelo
frente a él, con la parte superior del cuerpo atada con una cuerda de cáñamo.

El rostro del joven estaba pálido, su barbilla afilada y sus rasgos eran bonitos. Pero su rostro
tenía una mueca de tristeza inamovible, y había parches morados en las comisuras de la boca
y la frente. Era Shen Jiu cuando aún era joven.

En la ciudad Huayue, cuando Shen Qingqiu escapó del paisaje onírico de Luo Binghe,
aterrizó sin darse cuenta en los restos de los recuerdos de Shen Jiu. Lo que vio fue
precisamente esa escena. Con una mirada a su alrededor, descubrió que, efectivamente, lo que
vio durante su rápida mirada en ese entonces no estaba mal. Esa era una habitación espaciosa
con una biblioteca y un dormitorio unidos entre sí, separados solo por una puerta de madera
noble. Estaba lujosamente amueblado y de las paredes colgaban caligrafía y pinturas
exquisitas. Era imposible para una familia que no era rica obtenerlos, por lo que no podía ser
la guarida de algunos traficantes de personas.

Shen Qingqiu se cruzó de brazos y se apoyó en un estante cercano que tenía muchas ranuras
para tesoros, esperando en silencio.

La puerta de madera tallada con flores y plantas frente a él se abrió silenciosamente.

La cabeza de Shen Jiu permaneció rígida y no se movió, pero sus ojos se movieron hacia
arriba cuando la figura del recién llegado se reflejó en sus iris.
Un joven con ropa lujosa cruzó el umbral. Cuando Shen Qingqiu vio esa cara suya, que se
parecía en un 60% a la de Qiu Haitang, supo que tenía que ser el miembro mayor del clan
Qiu: el hermano mayor de Qiu Haitang.

Lo que había sospechado antes era correcto. Los días que Shen Jiu pasó en la familia Qiu no
fueron como lo que dijo Qiu Haitang, ni lo habían "tratado como a una familia".

El joven se acercó tranquilamente a Shen Jiu y dio media vuelta a su alrededor. El rostro de
Shen Jiu estaba tenso, sus labios apretados. A pesar de que su expresión era oscura, sus
hombros temblaban levemente. Estaba muy asustado, pero se estaba obligando a mantener la
calma. De repente, el joven maestro Qiu le dio una patada en la espalda, y Shen Jiu
inmediatamente se tiró al suelo boca abajo.

―¿Qué, no te atreves a devolver el golpe esta vez? ―se rió entre dientes el joven maestro
Qiu.

―Perdóneme, joven maestro. No vi que era usted ―respondió Shen Jiu en voz baja, con la
nariz llena de sangre y polvo por haber aterrizado con ella.

―Ah, ¿no lo sabías? ¡No lo sabías y aun así te atreviste a provocarme!

Golpeó a Shen Jiu contra el suelo con una mano, y la cabeza de Shen Jiu hizo un ruido sordo
cuando se estrelló contra el suelo mientras la sangre manchaba su barbilla. El joven maestro
Qiu sonrió satisfecho.

Shen Qingqiu continuó mirando desde un lado, manteniendo su silencio. Lo hizo varias veces
más hasta que Shen Jiu se rompió.

―¡¿Qué quieres hacer conmigo?! ―gritó.

―Perteneces a nuestra familia ahora, así que puedo hacer lo que quiera ―contestó el joven
maestro Qiu, con una risa maliciosa.

―¿Hermano? ―una dulce voz femenina se oyó de repente desde detrás de la puerta―.
Hermano, ¿estás aquí?

En el momento en que el joven maestro Qiu escuchó a su hermana pequeña llamándolo, su


expresión cambió y desató a Shen Jiu antes de amenazarlo.

―¡Límpiate la cara! ¡Si te atreves a decir algo malo, te mataré!


Shen Jiu estaba asustado y resentido. Un destello feroz brilló en sus ojos, pero no se atrevió a
decir nada a pesar de su rabia. Se enjugó brutalmente la cara, se quitó el polvo y la sangre de
la nariz, pero cuanto más se limpiaba, más sucia se volvía. Cuando el joven maestro Qiu lo
vio, tomó un jarrón de flores de la ventana y salpicó el agua del interior sobre la cara de Shen
Jiu.

―¿Por qué estás aquí? ―preguntó con una sonrisa el joven maestro Qiu, mientras abría la
puerta.

Shen Qingqiu finalmente supo cómo se desarrolló el carácter adulador superficual pero
rencoroso en el interior del Shen Qingqiu original. Lo más probable era que hubiese sido
adquirido e influenciado por el joven maestro Qiu...

Qiu Haitang vestía una túnica lila bordada y un par de pequeñas botas de satén blanco. Las
puntas estaban adornadas con joyas, y era verdaderamente una joven delicada y bonita como
una flor. Era un tipo de belleza diferente en comparación con su atractivo posterior, que era
moderado por las dificultades.

―He oído que has comprado a alguien y quería ver ―dijo ella con una risa. En seguida vio
al joven encogido en el rincón, y se acercó a él con una sonrisa―. ¿Eres Xiao Jiu [1]?

La cara de Shen Jiu ya estaba limpia, pero todavía parecía infeliz y no le respondió. El joven
maestro Qiu estaba detrás de su hermana, con ojos amenazadores.

―No es muy hablador, tiene una personalidad rara.

―¿Por qué no te gusta hablar? ―preguntó Qiu Haitang, cogiendo la mano de Shen Jiu―.
Háblame un poco, por favor.

Su voz era suave y persuasiva, su tono íntimo, su actitud inocente y pura. Nadie podría tener
el corazón para defraudarla. Shen Qingqiu pensó que cuando Qiu Haitang era una mujer
joven, era un poco similar a Ning Yingying. Parecía que el Shen Qingqiu original tenía sus
gustos...

Al principio, la cara de Shen Jiu estaba rígida, pero todavía no podía resistir el suave halago
de una joven doncella. Su expresión era de resistencia en silencio, y volvió la cabeza, con las
orejas ligeramente rojas.

―Hermano, a mí me parece divertido ―aplaudió Qiu Haitang al verlo―. No me extraña que


lo hayas comprado aunque no te guste traer gente de fuera. Me gusta.

―También me gusta bastante ―sonrió falsamente el joven maestro Qiu.


Cuando Shen Jiu escuchó la palabra "me gusta", no pudo evitar estremecerse.

En ese punto de los recuerdos, toda la escena se oscureció de repente.

Todas las personas presentes desaparecieron rápidamente. Shen Qingqiu comenzó antes de
que entendiera de inmediato que se había producido la llamada 'ruptura' de que dijo Meng
Mo. Dado que los recuerdos que el Shen Qingqiu original dejó en su cuerpo no estaban
completos, las rupturas ocurrirían con mucha frecuencia. El recuerdo anterior ya había
terminado, y ahora comenzaba otro.

La escena todavía estaba ambientada en esa habitación. Esa vez, Shen Jiu no estaba atado, y
estaba tirado en el suelo con la cara hinchada mientras arañaba con saña la alfombra de lana
en el suelo hasta el punto de que sus dedos estaban manchados de sangre.

De repente, dos ligeros golpes vinieron de la puerta. La voz baja de un joven vino del
exterior.

―¿Xiao Jiu, Xiao Jiu?

En el momento en que Shen Jiu escuchó esta voz, de repente se movió y se arrojó contra la
puerta. Presionó su cara contra la cerradura.

―¡Qi Ge [2]!

―Tranquilo, entraré a hurtadillas ―dijo el joven que estaba fuera.

Al principio, Shen Qingqiu no podía decir quién era la persona que estaba afuera. Cuando
volvió a pensar en ello, se dio cuenta de que la razón por la que Shen Jiu tenía el carácter de
"nueve" en su nombre era porque ocupaba el noveno lugar en manos de los traficantes de
personas. Naturalmente, también habría del uno al ocho más.

Sin embargo, Shen Qingqiu estaba realmente un poco sorprendido de que Shen Jiu tuviera un
buen amigo con esa clase de personalidad.

Los ruidos de traqueteo provenían de la puerta como si la persona de afuera la estuviera


sacudiendo.

―Es inútil. Hay cinco o seis cerraduras por dentro y por fuera. La ventana también está
bloqueada ―dijo Shen Jiu.

―No te hicieron mucho esta vez cuando la fuga no tuvo éxito, ¿verdad? ―el tono del joven
era de preocupación.
―¡Qué no me hicieron mucho! ―el temperamento de Shen Jiu de repente explotó―: ¿Eres
tonto? ¡Llevo aquí dos días encerrados y me han roto las piernas!

En realidad, Shen Qingqiu podía ver claramente que aunque Shen Jiu había sufrido una paliza
y no podía caminar, ambas piernas aún estaban bien. Apenas estaban rotas. Pero el joven no
podía ver las circunstancias al otro lado de la puerta y parecía creerle.

―Todo esto es culpa mía...

―¡Por ​supuesto que todo es culpa tuya! ―le culpó con ira Shen Jiu―. No conocíamos a esos
tipos, ¿qué importaba si nos pisoteaban un poco? ¿Por qué tenías que hacerte el héroe? ¿Te
crees que gente como nosotros no puede soportarlo? Si en primer lugar no hubieses jugado al
héroe, no te habría ayudado. Entonces no le habría provocado y no habría acabado
comprándome ese Qiu. Y si no me hubiese comprado, ¡tampoco habría pasado esto! Cada dos
días viene y me pega un poco, y cada tres días me da una paliza. ¡Juega conmigo como si
fuera un perro!

―Lo siento, todo es culpa mía ―repitió el joven.

Efectivamente, con la personalidad de Shen Jiu, si tenía amigos, definitivamente tenían que
tener un temperamento increíblemente bueno. Después de varias disculpas continuas, Shen
Jiu finalmente disipó su ira.

―¡Lo que sea! Nunca he valorado esa maldita cosa llamada lealtad. He dado toda mi vida
por mi lealtad contigo.

―Lo sé... ―dijo el joven, agradecido.

―¿Qué narices sabes?

―De verdad lo sé, recordaré tu lealtad para siempre, y pagaré en un futuro.

―¡Qué futuro! ―escupió Shen Jiu―. Para personas como tú que son posesión de traficantes
de personas durante toda su vida, en el futuro, su destino también será convertirse en
traficantes de personas. No, eres una buena persona, por lo que no puedes ser un traficante de
personas. A lo sumo, seguirás pidiendo comida.

―Xiao Jiu, vine a hablar contigo sobre eso. Me voy a ir. He venido hoy a despedirme de ti.

―¿Te vas? ―preguntó, sentándose inmediatamente―. ¿A dónde?


―Ya no puedo quedarme aquí. La familia Qiu tiene mucha influencia y riqueza en la ciudad.
No es posible que podamos vencerlos ni escapar de ellos. Hay tantas sectas cultivadoras en
este mundo. Me uniré a una y aprenderé a cultivarme para poder regresar y rescatarte.

Los ojos de Shen Jiu de repente se iluminaron con un resplandor brillante.

―Qi Ge, he oído que hay una montaña inmortal al este que recluta discípulos que son
excepcionalmente talentosos cada año. ¿Vas allí?

―No lo sé... pero iré a probarlo. Tiene que haber una secta que me acepte.

―Si no estuviera encerrado aquí, también podría ir contigo... ―murmuró Shen Jiu,

No pudo evitar mostrar la envidia en su rostro mientras empujaba la puerta, luciendo como si
estuviera a punto de poner alguna trama siniestra en movimiento. Shen Qingqiu se preocupó
un poco por la persona que estaba afuera.

―Bueno, Qi Ge, entonces no debes ser tan impulsivo y seguir arruinando las cosas. Esta vez,
yo he cargado con el castigo, pero si sigues así cuando te unas a la secta de los cultivadores,
¿qué harás entonces? ¡Tranquilízate!

Shen Qingqiu inexplicablemente encontró un poco cómico que Shen Jiu fuera tan joven, pero
todavía estaba dando un sermón a alguien mayor que él. Pero el joven no estaba en lo más
mínimo infeliz.

―Lo tendré en cuenta ―dijo el joven, avergonzado.

―¡Tienes que recordar lo que has prometido! ¡Vuelve y sálvame! ―la voz de Shen Jiu estaba
llena de esperanza.

―Sí, pero tendrás que esperar un poco a que aprenda todo. Volveré a por ti.

Los dos se quedaron en silencio un rato, separados por una puerta.

―¿Te has ido ya...? ―preguntó Shen Jiu.

―No, estaba esperando a que dijeras algo ―respondió el joven.

―Qi Ge, acércate a la rendija, por favor ―murmuró―. No sé cuántos años pasarán... hasta
que vuelva a verte de nuevo.

―Quieres decir que no sabes si me moriré ahí fuera, ¿no? ―se rió el chico.
―¡Lo has dicho tú, así que no me culpes por decir algo tan cruel!

Se acercó más a la puerta con dificultad y acercó la cara a la rendija.

Shen Qingqiu tenía mucha curiosidad y también se acercó. Pasó por la diminuta rendija de la
puerta y miró hacia afuera.

―Fin del capítulo 72―

CAPÍTULO 73

¿...Qué mierda?

El arrebato de Shen Qingqiu no se debió a la cara del otro. Ojalá, más bien. La cara de ese
chico... estaba borrosa. ¡Es como si estuviese censurada con un mosaico!

A pesar de que Meng Mo había dicho al principio que existía una cierta posibilidad de que
los rostros de las personas se oscurecieran o aparecieran rupturas en la memoria, después de
encontrarse con esa posibilidad, Shen Qingqiu sintió un intenso deseo de vomitar sangre.

«Meng Mo, amigo, ¿no podrías intentar solucionar esto? Tengo muchas ganas de ver su cara,
¡ah!»

Justo cuando Shen Qingqiu quería pasar por la puerta y ver si al cerrar la distancia podía
hacer que el mosaico desapareciera, apareció otra ruptura en la memoria.

El escenario cambió abruptamente. El joven maestro Qiu estaba escribiendo en una mesa.
Shen Jiu se quedó a un lado, moliendo silenciosamente su tinta.

El Shen Jiu de esa época todavía era un joven delgado y débil, pero había crecido en altura.
Entre sus compañeros, lo consideraría bastante alto. De pie allí para esperar al joven maestro
Qiu, emitió una especie de aura fría y tranquila.

―Joven Maestro, hay algo de lo que me gustaría hablar... ―habló Shen Jiu, con la cabeza
bajada de forma obediente, cuando ya casi había terminado de escribir su hoja de papel.

―¿Es sobre ese charlatán de la ciudad? ―él ni siquiera levantó la mirada.


―El anciano Wu Yanzi no es un charlatán.

―Solo pórtate bien y quédate en casa ―dijo el joven maestro Qiu, dejando su pincel con el
ceño fruncido―. Sé un buen yerno, quédate en paz con mi hermana menor y vive tu vida, eso
es suficiente. ¿De qué sirve pensar en esas fantasías ilusorias todo el tiempo?

El silencio cayó incómodamente, hasta que Shen Jiu lo rompió de repente.

―"Vive tu vida, vive tu vida", ¡no quiero este tipo de vida! ―gritó.

El joven maestro Qiu finalmente levantó los ojos. Lanzándole una mirada, de repente le dio
una patada en la parte posterior de las rodillas.

Con un golpe, Shen Jiu se cayó de frente contra el suelo. Shen Qingqiu inconscientemente se
frotó sus propias pantorrillas intactas. ¿Podría ser que esos dos hayan pasado tantos años con
ese tipo de interacciones...?

―Todo lo que te he enseñado no se puede comparar con los pequeños trucos malvados de ese
charlatán ―se burló el joven maestro, levantándose de su asiento.

Shen Jiu, con la nariz cubierta de ceniza y sangre por su caída, levantó la cabeza para burlarse
con un leve aire de arrogancia.

―No son pequeños trucos malvados; son técnicas inmortales. Alguien con una constitución
de mierda como la tuya sólo puede llamarlos así para consolarse.

―Oh, ¿técnicas inmortales? ―canturreó en su oído el joven maestro Qiu, agachándose para
agarrar un puñado de su cabello―. ¿Podría ser que un pequeño producto barato como tú
quiera cultivar la inmortalidad? ―Shen Jiu inclinó la cabeza para evitar su agarre, pero el
joven maestro Qiu le dio una palmadita lenta en la frente, la acción rebosante de intención de
insultar. Él sonrió―: ¿Ni siquiera cuentas como humano, y aún así quieres convertirte en un
inmortal?

Shen Jiu no se movió, sin decir una palabra. Al verlo marchitarse así, el joven maestro Qiu
disminuyó un poco la fuerza de su agarre, y sus siguientes palabras fueron serias y sentidas.

―Quedarse aquí obedientemente, portarse bien y hacer su parte, ¿qué tiene de malo? Ya
tienes quince. No eres joven; incluso estás a punto de casarte. Hace mucho que perdiste el
momento óptimo para comenzar a cultivarte, ¿qué podrías hacer? Ni siquiera tienes la
garantía que él quiera enseñarte.
Ese personaje solo buscaba la muerte. Lo que más le importaba a villano escoria original en
la vida era su cultivo. No podía tolerar que nadie fuera mejor que él, y especialmente no
podía tolerar que otros dijeran media frase mala sobre él. De lo contrario, no habría sido
llevado a un estado tan trastornado por resentimiento hacia Luo Binghe. ¡Y ese tipo se atrevió
a decir que no tenía perspectivas!

Shen Jiu repentinamente giró su brazo, agarró la piedra de entintar sobre la mesa y la arrojó
hacia el joven maestro Qiu. Desde ese ángulo, parecía que volaba hacia Shen Qingqiu, y él
inconscientemente lo esquivó hacia un lado.

Por supuesto, el tintero no pudo golpearlo, y tampoco al joven maestro Qiu, aunque le machó
el conjunto de túnicas exquisitamente bordadas con tinta negra.

El rostro del joven maestro Qiu se derrumbó rápidamente.

―¡Tienes suerte de que le gustas a Tang-er! Si no fuera por nuestra familia, ahora mismo
estarías en la calle pidiendo limosna y estafando para ganarte la vida. Esta vida que tienes, sin
preocuparte por la comida o la ropa y la oportunidad de leer y escribir, ¿quién te la dio?
―Golpeó la cabeza de Shen Jiu contra el suelo―. ¡Ni la más mínima gratitud!

Shen Jiu parecía haber arrojado la precaución al viento, escupiendo con saña:

―Soy humano. ¡¿Por qué tengo que sentir gratitud hacia una bestia?!

¡Qué valor!

El joven maestro Qiu lo arrojó contra la pared con una sola mano

―¡Pensé que en realidad habías progresado un poco en estos pocos años, pero resulta que los
que nacen inútiles, mueren inútiles! ―maldijo.

Había una espada colgada en la pared blanca que Shen Jiu golpeó cuando lo empujaron,
cayendo al suelo. Él también se derrumbó, sentado contra la pared, y encontró la empuñadura
con su mano. En un momento de desesperación, desenvainó la hoja con un tembloroso agarre
y apuntó al joven maestro Qiu de ojos rojos.

―Vaya, ¿en serio? ―dijo el joven maestro, sin creerse para nada que realmente haría algún
movimiento.

―¡No te acerques! ―gritó Shen Jiu cuando dio un par de pasos hacia él.

―¡No tienes ningún futuro por delante! Tú-


Se interrumpió de golpe y agachó lentamente la cabeza, viendo que la espada ahora se
clavaba directamente en su estómago.

Mientras que el rostro del joven maestro Qiu todavía estaba lleno de incredulidad, Shen Jiu
de repente sacó la espada.

Shen Qingqiu se quedó a un lado, sin podérselo creer...

¡Joder, joder, joder, una transmisión en vivo de un asesinato! La atmósfera cambió en una
fracción de segundo. ¡Ni siquiera habían pronunciado unas pocas frases y ocurrió una
masacre!

Shen Jiu estaba aturdido. Con una mano cubriendo su abdomen, el joven maestro Qiu tomó
agresivamente la espada y lo pateó al suelo.

―¡Ayuda! ―gritó.

Shen Jiu se arrojó apresuradamente para agarrar sus botas. Durante la pelea violenta que
siguió, algunos viejos sirvientes entraron corriendo por la puerta. Al ver esa escena en el
estudio, comenzaron a gritar en voz alta. Shen Jiu, presa del pánico y el miedo, hizo una
especie de sello y la espada en la mano del joven maestro Qiu se disparó de repente para
atravesar el pecho a los viejos sirvientes.

Cuando giró la cabeza, vio que el joven maestro Qiu se tambaleaba hacia él, con las manos
cubiertas de escarlata ya alcanzando su cabello. Shen Jiu le volvió a apuñalar, esa vez
perforando su pulmón.

Y luego no pudo dejar de apuñalarlo una y otra vez. La expresión de su rostro se volvió cada
vez más malévola hasta que la cara y el cuerpo del joven maestro se convirtieron en un lío
sangriento de carne. Entonces, finalmente se detuvo, jadeando por respirar.

Esa debía haber sido el primer asesinato de Shen Jiu, y la primera vez que mató a alguien
usando su propia energía espiritual.

Shen Qingqiu miró de principio a fin, asombrado.

¡La primera vez y ya era así de salvaje!

Shen Jiu miró fijamente la habitación llena de cadáveres derribados por un tiempo. De
repente, se despertó, arrojando la espada con un sonido metálico. Caminaba de un lado a otro
por el estudio, inconscientemente limpiándose las manos en la ropa una y otra vez, luciendo
como si estuviera loco. Pero logró calmarse extremadamente rápido. Todo ese proceso de
cambio de estados mentales tomó menos de un minuto. La mente de ese chico...

Shen Jiu se detuvo, alzando su dedo. La espantosa espada cubierta de sangre en el suelo se
levantó lentamente. Al ver la espada afilada volar ante él, una extraña clase de emoción
floreció en el rostro de Shen Jiu, ¡y tomó la espada firmemente en su mano!

Movió la punta de la espada y salió del estudio con el arma homicida en la mano. Shen
Qingqiu se quedó quieto un rato antes de que el Sistema notificara:

【Sugerencia: concéntrese en el objetivo de llenar los huecos de la trama. ¡La distancia


recomendada es de 10 metros para garantizar satisfactoriamente el relleno de la trama!】

Entonces, si no lo sigue, ¿perderá puntos en el objetivo de llenar los huecos de la trama? Shen
Qingqiu se apresuró a seguirlo, sin atreverse a quedarse atrás ni un solo paso. Shen Jiu
acababa de doblar una esquina cuando se encontró con dos fornidos sirvientes de la casa. Con
un movimiento de su brazo, una luz fría brilló para bordear dos cuellos grasientos y la sangre
brotó como una fuente.

Shen Jiu estaba matando a todo el que se encontraba. Cuanto más mataba, más entusiasta
estaba; la siniestra sonrisa en la esquina de su boca se inclinó hacia una expresión cada vez
más feroz. Gritos incesantes y espeluznantes siguieron su camino mientras decapitaba
eficientemente a una docena de personas. Shen Qingqiu notó que solo mataba a hombres, no
tocó ni a una mujer. La división entre sexos era clara y la dirección de su odio era muy obvia.
Las doncellas y sirvientas se escondieron en los rincones de la cocina, sin atreverse a salir, y
él no hizo todo lo posible por silenciarlas.

Mientras miraba esta impactante escena con temor, un grito de miedo repentinamente sonó
desde atrás.

Qiu Haitang estaba al final del largo pasillo, mirando fijamente en su dirección. Shen Jiu
estaba cubierto de sangre fresca como una especie de ghoul viviente, simplemente sacando su
espada del cuello de un sirviente.

El rostro brillante y hermoso de Qiu Haitang se crispó un par de veces. Con los ojos en
blanco, se derrumbó en un charco de sangre.

Claramente, esa era el tipo de chica que se desmayaba en momentos cruciales todo el tiempo.

Al ver a Qiu Haitang, Shen Jiu se enfrió un poco y su espada se inclinó hacia abajo. Después
de murmurar para sí mismo por un momento, se dirigió a la cocina. No mucho después, un
fuego comenzó a arder. Las nubes negras sobre la residencia Qiu reflejaban la luz roja como
la lava del purgatorio en la noche.

Shen Jiu había arrastrado el cuerpo de Qiu Haitang hacia un arbusto cuando una figura sin
palabras apareció por detrás. Alzó la cabeza, con la espada en la mano y un destello ominoso
en sus ojos, pero dejó escapar el aliento cuando vio quién era.

―Anciano.

Ese "Anciano" tenía que ser ese Wu Yanzi, el que se instaló en la ciudad para mostrar trucos
espirituales. Había incitado el levantamiento rebelde de Shen Jiu.

―¿No los has matado a todos? ―preguntó con crueldad.

Shen Jiu estuvo callado durante unos segundos antes de responder.

―La persona que quería matar ya está muerta.

―Tu hermano no iba del todo errado ―dijo el Anciano―. Aunque tienes un talento innato,
ya has pasado el momento óptimo para empezar a cultivar. Además, debido a las torturas, tus
huesos y tu cuerpo están dañados. Podrás obtener éxito, pero nunca llegarás a la cima. Si tan
sólo hubieses comenzado a cultivar antes...

Dado que esa persona había escuchado las palabras del joven maestro Qiu, eso significaba
que había visto cómo había jugado con Shen Jiu todo el tiempo. Pero no había interferido en
ningún momento. No parecía una persona especialmente amable. Si Shen Jiu realmente lo
seguía, probablemente no sería ningún camino iluminado por el sol.

Shen Qingqiu había pensado que incluso después de ingresar tarde, uno podría alcanzar la
formación del núcleo en unos diez años. La aptitud de ese cuerpo ya era bastante
impresionante, ¿cómo podía adivinar que la habilidad del Shen Qingqiu original era tan alta?
Sabiendo la verdad de la situación, incluso una persona poco ambiciosa como él
inevitablemente suspiraría de arrepentimiento. Además, no era difícil entender por qué el
ambicioso personaje original siempre tuvo el corazón lleno de resentimiento. Después de
todo, dolía mucho más haber tenido y perdido que nunca haber tenido.

Las venas azules aparecieron en la mano de la espada de Shen Jiu.

―Ese monstruo no es mi hermano ―contestó con frialdad―. Con las cosas así, ¿hay otro
camino que pueda seguir? ¿Me lo estás ofreciendo?
El Anciano ya se había dado la vuelta para empezar a caminar, pero vio a Shen Jiu todavía de
pie en la puerta de la residencia Qiu.

―¿No vienes? ¿A quién estás esperando?

Esa debería haber sido una pregunta retórica desechable, destinada a instarlo a seguir. Shen
Jiu se volvió para mirar el fuego que se disparaba hacia el cielo, sus pupilas parecían
encenderse junto con la residencia Qiu.

Los afortunados supervivientes de los sirvientes de la casa Qiu lucharon por escapar, todos
temiendo ser los últimos. En el caos de gritos y aullidos, solo su pálida silueta se mantuvo
firme frente a la puerta, la luz del fuego escarlata y amarilla jugando sombras en su cuerpo,
entrelazándose en una danza desordenada.

El fuego en la residencia Qiu se encendió cada vez más alto y las vigas del techo colapsaron.
Las cenizas ya manchaban el rostro pálido de Shen Jiu.

Arrojó a la fuerza la espada a un mar de fuego, volviéndose para seguir a su maestro.

―No esperaré más.

Fue entonces cuando Shen Qingqiu entendió que ese joven que le había prometido venir a
salvarlo, nunca lo hizo.

Bueno, ¿no era evidente? Era la típica mentira como "volveré a casa y me casaré". Esos que
dicen cosas como "definitivamente regresaré" o "regresaré en seguida"... nunca más volverás
a saber nada de ellos.

En particular, los deseos de esos dos niños eran demasiado hermosos, demasiado ingenuos. Si
iban a buscar un maestro para que, además de enseñarle a él, le enseñase a su amigo, ¿qué
casa los aceptaría a ambos? Obviamente ninguna.

Incluso si encontraba con éxito un maestro y, después de unos años, lograba cierto éxito en su
educación... habrían otras cosas en el mundo que demandarían su preocupación, más que
salvar a su compañero de juegos de la infancia.

para los dos, ¿estaban seguros de que habría una casa que aceptaría a ambos? Obviamente no.

Incluso si encontró con éxito un maestro y, después de unos años, realmente logró cierto éxito
en su educación, después de ver la faz del mundo y ganar más preocupaciones que demandan
su atención, no es seguro que esté dispuesto a volver a. encontrar a su compañero de juegos
de la infancia. Además, el jianghu[1 ]era impredecible y estaba lleno de todo tipo de peligros
inesperados. Con todo, la posibilidad de que ese joven realmente pudiera regresar y salvar a
Shen Jiu era menos del 5%.

Pero, después de llegar a esa etapa en el rellenar los agujeros de la trama, Shen Qingqiu pudo
entender un poco más las tendencias de cortar escenas de fondo de Avión Disparando hacia el
Cielo.

Si escribiese una historia tan extensa para un personaje así, sería una tarea ardua e ingrata. Si
se decía que era escoria, era lamentable, si le compadecías, era innegablemente despiadado.
Un personaje del que compadecerse pero a la vez odiar porque era una escoria pero también
era miserable era como pedir que estallase una guerra entre los lectores.

Era más fácil convertirlo en un personaje barato para que el protagonista lo pisotease.

Sin embargo, Qiu Haitang era inocente. Su amor era profundo, su odio era justo y realmente
no había hecho nada malo en todo ese asunto. Pero la venganza había convertido a esa chica
ingenua e inocente en una mujer amargada con un corazón lleno de planes. Su muerte en el
Santo Mausoleo fue una injusticia. Su razón de ser ni siquiera era tan fugaz como la que tenía
en la novela original.

Si hubiese podido echarle una mano al principio...

Justo cuando Shen Qingqiu suspiraba de dolor, la escena de repente se deformó como una
imagen en un televisor viejo, la distorsión adueñándose de todo con un parpadeo blanco y
negro. El paisaje y los rostros de las personas se distorsionaron en un espectáculo horrible y
el sonido se entrecortó, haciendo las conversaciones ininteligibles.

El sistema notificó: 【Memoria muy dañada, pérdida de datos al 5%; pérdida de datos al 7%;
pérdida de datos al 9%...】

¡Las rupturas en la memoria eran cada vez más grandes!

El porcentaje de pérdida creció cada vez más. Shen Qingqiu golpeó locamente la ventana de
notificación del sistema como cuando trataba de "arreglar" la mala señal o la mala conexión
en el televisor cuando era pequeño. Después de un par de docenas de bofetadas, en realidad
fue extrañamente efectivo. El porcentaje de pérdida de datos alcanzó el 10%, y la notificación
sonó hasta finalmente hasta detenerse. La distorsión se fue repentinamente y la imagen se
volvió clara.

Shen Qingqiu finalmente soltó el aliento y retiró la mano, antes de estabilizar su postura y
detenerse a mirar.
Unos pasos delante de él, estaba sentado en cuclillas un niño pequeño.

Unas pocas manchas de ceniza atravesaron un rostro pálido y tierno que podría haberse
manchado allí accidentalmente al secarse el sudor. Un Guanyin de jade en una cuerda roja
colgaba de su cuello y un paquete de trapo tembloroso estaba atado a su espalda. Estaba
resoplando y resoplando seriamente en el suelo... cavando un hoyo.

―¿Luo Binghe?

El pequeño Luo Binghe no lo escuchó, todavía se esforzaba por cavar agujeros y llenarlos
con tierra.

Echando un vistazo a su alrededor, cientos de niños y niñas de diferentes ropas y diferentes


edades estaban en un valle abierto, cada uno poniendo toda su fuerza en cavar agujeros.

Una comprensión pasó por la cabeza de Shen Qingqiu, y levantó la cabeza para mirar.
Efectivamente, sobre el valle había un escarpado acantilado de montaña y dos personas en la
cima.

Uno vestía túnicas ceremoniales de color oscuro, se portaba firme y tranquilo, mirando a la
gente en el valle con atención fija. Una espada larga colgaba de la cintura del otro y un
abanico plegable giraba lentamente entre sus dedos. Su túnica era verde como el agua clara,
ondas agitadas por el viento. Sutilmente levantó la cabeza, mirando de reojo a las hormigas
de abajo como si no le importara particularmente mirar.

Esos eran Yue Qingyuan y "Shen Qingqiu".

Ese era el sitio de prueba de Luo Binghe el año en que tomó un maestro y entró en la
montaña Cang Qiong.

No estás viendo mal, los aspirantes de verdad estaban cavando agujeros.

A pesar de que Avión Disparando hacia el Cielo había gastado muchos párrafos y notas de
autor explicando que cavar hoyos no era solo cavar hoyos, sino una forma de probar a través
de una acción aparentemente simple la resistencia, velocidad, perseverancia, métodos
espirituales del cavador de hoyos, incluso su carácter, etc., Shen Qingqiu no recordaba ni una
sola justificación. En su corazón, no importa cuántas explicaciones diese, ¡solo estaban
cavando agujeros, puro y simple!

El Shen Jiu de ese tiempo ya debería haber tomado el asiento de Señor en la cumbre Qing
Jing.
Las reglas de la Secta de la Montaña Cang Qiong eran así: los doce Señores de cumbre
avanzan y se retiran juntos. Reciben sus asignaciones juntos, y cuando abdican, también
abdican juntos. Cuando llevaban a cabo ceremonias, se asociaban y se agrupaban en un
grupo, y especialmente cuando se retiraban a la reclusión, se unían y se retiraban en grupos.
Incluso si algún Señor de cumbre se encontraba con alguna desgracia y moría, se dejaría su
asiento vacío. Esos cinco años que Shen Qingqiu fingió su muerte y huyó, el asiento del
Señor de la cumbre Qing Jing había permanecido vacío. Eso se hizo para que no hubiese
Señores de cumbre de diferentes generaciones trabajando juntos.

Aunque hubo circunstancias atenuantes en las que esa regla sería bastante inconveniente,
había logrado evitar una brecha generacional y mantuvo una cohesión y unos vínculos
particularmente fuertes entre los Señores.

Pensando en ello, Shen Qingqiu no pudo resistirse a saltar a otra regla. Después de que la
última generación de Señores de cumbre confirmara a sus discípulos principales, cambiarían
los nombres de sus discípulos de acuerdo con el nombre de la generación para demostrar su
cambio de estado.

De todos los nombres que podían hacerse con "Qing", a Shen Jiu se le otorgó "Qiu". Era
realmente como si el mundo le estuviese escupiendo en la cara.

Shen Jiu odiaba el carácter "Qiu" hasta los huesos. Teniendo ese nombre, de todas las cosas,
conferido a él, ¿cómo no podía sentirse enfermo de muerte en su corazón? Incluso Shen
Qingqiu no pudo resistirse a querer un tierno momento de silencio para ese tipo. No era de
extrañar que el personaje original no le tuviese demasiada gratitud hacia el Señor de cumbre
de la otra generación.

En la cima del acantilado, las dos personas parecían estar discutiendo. Shen Qingqiu miró al
pequeño Luo Binghe, inmerso en su esfuerzo. Le dio una palmadita inmaterial en la cabeza, y
luego saltó por el acantilado para pararse junto a las dos personas y escuchar su conversación.

―Parece que este año hay más personas que en los anteriores ―dijo Yue Qingyuan.

Shen Jiu entrecerró los ojos, sin felicidad ni ira en su rostro. Dos dedos se movieron, el
abanico plegable en su mano se abrió ligeramente.

Una persona se acercó desde un lado, saludando a Yue Qingyuan.

―Líder de secta.

Esta persona ni siquiera le echó un vistazo a Shen Jiu, el que estaba a un lado, el
resentimiento a punto de desbordar sus ojos.
¡Quien podría ser sino Liu-juju!

El Liu Qingge de esa época solo había ocupado oficialmente el asiento del Señor de la
cumbre Bai Zhan durante un par de años, y todavía se podía ver que aún era joven en su aura.
Su mirada era rápida y feroz, y había una especie de temple juvenil debajo de sus
movimientos.

―Liu-shidi, has llegado justo a tiempo. Mira con nosotros, a ver si encuentras alguno que sea
bueno ―dijo Yue Qingyuan.

―Ese tiene un talento innato ―contestó, con solo un vistazo.

Shen Qingqiu asintió, complacido. Efectivamente, Liu-juju tenía buenos ojos. El que señaló
era precisamente Luo Binghe, de espaldas a los tres, todavía esforzándose por cavar agujeros.

―Liu-shidi, ¿lo quieres? ―preguntó Yue Qingyuan.

―Si quiere venir, vendrá él mismo.

La cumbre Bai Zhan siempre fue así: si querías venir, bien, prepárate para recibir una paliza.
Pero si te quedabas esperando a que otros te eligieras, no tenías nada que hacer en esa
cumbre.

―El buen talento natural no garantiza ningún logro ―comentó plácidamente Shen Jiu.

―En comparación con el método poco ortodoxo de comenzar oficialmente el cultivo a los
dieciséis años, los logros definitivamente serán más altos ―contestó Liu Qingge, sin dignarse
a mirarlo.

...Efectivamente, esos dos se despreciaron desde el principio. A Liu Qingge no le gustaba


hablar, especialmente no le gustaba hablar con personas que no le gustaban, ¡pero incluso
pronunció veintidós palabras para burlarse de Shen Jiu!

Su buena relación con Liu Qingge no era nada menos que un milagro.

―Liu-shidi ―reprendió Yue Qingyue.

―Me iré a practicar ―dijo, sin hacer caso.

Dice que se irá y se va, yendo y viniendo como el viento. Shen Jiu estaba clavado en el suelo,
temblando de ira por sus pocas frases. Apretó su abanico con demasiada fuerza y ​las varillas
se partieron bajo su agarre.
―Liu-shidi simplemente no sabe hablar; siempre has sabido que no debes dejar que se meta
debajo de tu piel.

Shen Jiu resopló, emitiendo un aire extraño. Antes de que tuvieran la oportunidad de
descubrir lo que se estaba preparando para decir, Ning Yingying subió.

―Shizun, Shizun, ¿tendré un shimei o un shidi? ―gritó, abrazando la cintura de Shen Jiu. Al
verla, su rostro se relajó.

―¿Qué es lo que te gustaría?

Ning Yingying asintió una y otra vez. Shen Jiu levantó la cabeza, agitó su abanico abierto y
una vez más calculó cuidadosamente algo con los ojos entrecerrados.

―Quiero a ese niño ―dijo de repente.

Estaba mirando a Luo Binghe. Yue Qingyuan habló la boca para hablar, pero no fue capaz de
decir nada.

No era un secreto que Shen Jiu trataba de forma distinta a los discípulos con un talento
excepcional. Shen Qingqiu podía entender su vacilación.

―Lo quiero ―repitió con frialdad, al ver que Yue Qingyuan no le respondía.

Se atrevía a hablarle así al líder de secta... Shen Qingqiu no pudo evitar sudar frío.

Inesperadamente, Yue Qingyuan asintió lentamente, estando de acuerdo.

―Bien.

Shen Qingqiu no tenía nada que decir. Yue Qingyuan podía tolerar a alguien así...

Quizás la razón por la que puso sus manos en Luo Binghe fue por culpa de Liu Qingge.

Ning Yingying vitoreó, corriendo por el acantilado para sacar a Luo Binghe de la multitud en
el valle. ¡Esa sección era el comienzo del arco de "Luo Binghe está bajo la tutela de Shen
Qingqiu" en la novela original!

Pero, debido a que era el punto de vista del protagonista masculino, Avión Disparando hacia
el Cielo no se molestó en describir en detalle las corrientes brillantes y las mareas oscuras
entre los tres Señores de cumbre. En cambio, comenzó a poner la pluma en el papel justo
donde una pequeña loli fragante cayó repentinamente del cielo para sacar a Luo Binghe.
Creería que al ver esa sección, todos los lectores, como Shen Yuan en ese momento, pensaron
que esa era la apertura fortuita de la suerte de toda la vida del protagonista en continuas
tramas románticas. Poco podrían haber imaginado que esto era solo un trozo de caramelo
antes de que los grandes cuchillos cayeran apuñalando.

Shen Qingqiu sabía lo que le esperaba a Luo Binghe a continuación. Pero solo podía mirar
impotente, ver a Luo Binghe seguir a Ning Yingying hacia la casa de bambú en la cumbre
Qing Jing. Shen Jiu se sentó en el asiento favorito de Shen Qingqiu sosteniendo una taza de
té, todavía soplando sobre las hojas.

Hacía mucho tiempo que había despedido a la parloteante Ning Yingying. Ming Fan se paró a
un lado y comenzó a hablar por él.

―A partir de ahora, te quedarás en la cumbre Qing Jing.

Una sorpresa y un rubor se elevó en el rostro del pequeño Luo Binghe. Se arrodilló para
presentar sus ordenados saludos con voz clara.

―¡Será un honor, shizun!

Shen Jiu se tiró de la comisura del labio y, por fin, bajó la taza de té de la barbilla.

―Dinos, ¿por qué has venido a la Secta de la Montaña Cang Qiong? ―preguntó
tranquilamente.

―Admiro la manera elegante de todos los maestros en la cima de esta montaña de inmortales
desde mi juventud. Si pudiera ingresar y lograr el éxito en mis estudios, el espíritu de mi
madre en el cielo también podría verse gratificado ―dijo, como si estuviese recitando una
lección, nervioso pero concienzudo.

Shen Qingqiu sabía que esta era la respuesta que había dicho una y otra vez en el camino.

―Oh, ¿tenías una madre en casa? ―preguntó, casi distraídamente―: ¿Cómo era?

―Era la mejor persona para mí en este mundo ―respondió Luo Binghe, con los ojos
brillantes y una sonrisa.

El rostro de Shen Jiu se crispó, levantando una mano para detenerlo.

―Vaya, estás en la edad que es mejor para la cultivación ―dijo, mirándolo de arriba abajo.

Shen Qingqiu pudo ver tres palabras escritas en su cara. Envidia, envidia y más envidia.
Envidiaba a la "madre de Luo Binghe que era la mejor para mí en el mundo", envidiaba el
talento innato de Luo Binghe, envidiaba que Luo Binghe fuera aceptado en la Secta de la
Montaña Cang Qiong a la edad óptima. Tener un corazón indignado y lleno de envidia por un
niño pequeño, realmente era ese tipo de persona.

Shen Jiu se puso de pie y se acercó a Luo Binghe paso a paso. Shen Qingqiu lo bloqueó
inconscientemente, pero, ¿cómo podría detenerlo?

Luo Binghe levantó la cara y miró al Señor de la cumbre Qing Jing caminando hacia él como
si estuviera contemplando a un dios. Pero, ¿quién hubiera pensado que el dios pasaría a su
lado sin mirar de reojo y vertería la taza de té sobre él mientras pasaba, tapa y todo?

El té no estaba hirviendo, solo estaba algo caliente, pero todo el cuerpo de Luo Binghe estaba
congelado, estupefacto.

Shen Jiu, con las manos a la espalda, salió de la casa de bambú sin despedirse. Ming Fan lo
golpeó detrás, volviéndose para regañar.

―¡Arrodíllate! Shizun no te dijo que te levantaras. ¡Si te atreves a levantarte, te juro que te
colgaré para que te den una paliza y luego te encerraré en la leñera durante tres días!

...Esa fue la primera vez que Shen Qingqiu descubrió: ¡ese niño tenía un don para buscar la
muerte! Sin duda, un gran carne de cañón.

Luo Binghe acababa de ser aceptado en la secta, por lo que su corazón estaba lleno de alegría
y gratitud. Después de que, inexplicablemente, le vertieran té en la cabeza sin ningún motivo,
fue como si le hubieran arrojado a la cara un balde lleno de agua fría con cubitos de hielo.
Todo su corazón se apagó por el frío.

Se arrodilló en silencio en su lugar, sin siquiera pestañear. Silenciosamente, las lágrimas


rodaron por sus mejillas.

Esa fue la primera vez que Luo Binghe lloró desde que enterró a su madre adoptiva con sus
propias manos, y también fue la última vez que lloró en la montaña Cang Qiong.

Desde entonces, sin importar los males que sufrió, sin importar lo que "Shen Qingqiu" le hizo
para desahogar sus propios sentimientos retorcidos, Luo Binghe nunca más soltó lágrimas
desenfrenadas como lo hizo ese día.

Shen Qingqiu se agachó frente a él, pero sus mangas lo atravesaron, no podía tocarlo, no
podía sostenerlo, ni siquiera podía secarle las lágrimas. Su corazón dolía por él; era lo
suficientemente insoportable como para llevarlo a la muerte.
Sabiendo muy bien que Luo Binghe no podía oír, todavía dijo

―Vamos, no llores.

Luo Binghe miró sus propias rodillas, los puños se apretaron lentamente en sus piernas. Las
lágrimas fluyeron más rápido y más feroces, goteando sobre su solapa.

Shen Qingqiu intentó inútilmente limpiarle las mejillas, persuadiéndolo.

―Shizun no te volverá a golpear nunca más. No llores.

Luo Binghe levantó la palma de la mano para frotarse los ojos. Cogió la taza de té del suelo y
la dejó a un lado. Agarrando el colgante de jade sobre su corazón, se enderezó en una postura
adecuada de rodillas.

Shen Qingqiu sabía por qué hacía eso. Luo Binghe entendió que había hecho algo para
ofender al Señor de la cumbre. Como discípulo, era de esperar que supiese arrodillarse ante
su shizun.

Al ver esos pequeños movimientos, Shen Qingqiu no pudo resistirse a girarse para mirarlo,
arrodillándose también. Extendiendo sus brazos, sostuvo el oh-tan-diminuto cuerpo de Luo
Binghe con fuerza en su abrazo incorpóreo.

Después de cerrar los ojos a un campo de oscuridad durante algún tiempo, la próxima vez que
los abrió fue a las cortinas de cama blancas como la nieve y borlas en las cuatro esquinas que
ocupaban su campo de visión.

De repente, al ver una escena diferente, no se movió hasta que la voz de Yue Qingyuan sonó a
su lado.

―¿Estás despierto?

Shen Qingqiu parpadeó mecánicamente un par de veces.

―Líder de secta ―dijo, con la garganta seca.

Yue Qingyuan se sentó junto a la cama, mirándolo.

―Estabas llamando a Luo Binghe ―al ver que no contestó, añadió―. Llorando y
llamándolo.
Shen Qingqiu se secó la cara. Aparte del sudor frío, realmente había algún otro líquido allí.
Efectivamente, las lágrimas eran algo contagioso.

―Shixiong, puedo explicarlo...

¿Puede explicar qué? ¿Qué razón de la verdadera historia "el señor de la cumbre Qing Jin
llora por su discípulo en sus sueños" sería suficiente para que la gente crea?

Al verlo incapaz de pronunciar las palabras, Yue Qingyuan suspiró.

―No importa. Estás despierto y eso es bueno, no es necesario que me expliques nada.

Shen Qingqiu se sentó, avergonzado. De repente se dio cuenta de que esa escena le resultaba
un poco familiar. La primera vez que se había despertado en este mundo, también era Yue
Qingyuan haciendo guardia junto a su cama.

―Has dormido durante cinco días pero, ¿necesitas dormir un poco más?

Sistema: 【Tarea de rellenar los agujeros en la trama de 'Shen Jiu': 70% de progreso.】

¿Solo había completado el 70%? Espera, aparte de ese 10% de material incompleto de
recuerdos dañados sin posibilidad de reparación, ¿qué pasa con el otro 20%? ¡A donde se fue!

No tuvo tiempo de pensarlo tanto. Shen Qingqiu agarró a Yue Qingyuan.

―¡Líder de secta, el primer día que nieva es en Luochuan! ―al ver que estaba excesivamente
agitado y que sus palabras carecían de coherencia u orden, fijó la expresión y comenzó de
nuevo con un tono tranquilo y solemne―: Quiero decir que es muy probable que
Tianlang-Jun use a Corazón de Diablo para abrir una ruptura y comenzar a fusionar los Dos
Reinos en ese momento y en ese lugar.

―¿Cómo lo sabes?

¿Podía decirle que porque así pasaba en la novela?

―Tianlang-Jun me secuestró.

―¿Entonces te lo dijo directamente?

Shen Qingqiu no pudo encontrar una explicación con poca antelación. Solo pudo endurecer
su expresión.
―Necesito que confíes en mí, por favor.

Yue Qingyuan lo miró por un momento. Cerró los ojos por un momento y luego se puso de
pie.

―Descansa primero. Me haré cargo de que nuestros compañeros lo sepan ―dijo


cálidamente.

¡Ya había dormido cinco días!

Un cultivador de formación central que necesita dormir durante tantos días, solo en esa
novela podía pasar. Si fuese en otra novela, sería ridiculizado hasta que su propia madre no lo
reconociera.

Yue Qingyuan acababa de irse cuando Shen Qingqiu se bajó de la cama, buscando por todas
partes una bata exterior. Se volvió de un lado a otro, cuando una persona aprovechó su
distracción para acercarse sigilosamente detrás de él, una mano se acercó para cubrir sus ojos.

Shen Qingqiu inconscientemente lo golpeó con un codo.

―¡¿Quién eres?! ―gritó.

Una persona con tantas agallas, a la que también le gusta jugar ese tipo de juegos sin sentido
con él, ¿quién más podría ser?

―Shizun, ¿por qué no intentas averiguarlo? ―le susurró en el oído, sujetando firmemente su
codo.

Ya lo habías llamado shizun, ¿qué había por adivinar? Shen Qingqiu puso los ojos en blanco.
La persona detrás de él de repente lo agarró por la cintura, y los hizo rodar a ambos en un
sofá de bambú a un lado. El bambú crujió bajo el peso de dos personas. Dejó de taparle los
ojos y vio, obviamente, a Luo Binghe.

Su mano cambió de lugar para cubrir la boca de Shen Qingqiu.

―No parpadees. Tus pestañas son tan largas que me pican la mano y el corazón también.

«Tienes pestañas largas; ¡el que tiene las pestañas más largas eres tú!»

Shen Qingqiu parpadeó una docena de veces seguidas para expresar su furia. Luo Binghe
sonrió y se inclinó para presionar un beso en su párpado.
―No grites bajo ninguna circunstancia. Si nos descubren en la cumbre Qing Jing, la limpia
reputación de Shizun realmente se arruinará de inmediato.

«¿De qué reputación limpia hablas? Ya me la has quitado toda.»

Luo Binghe besó el párpado de Shen Qingqiu.

―Dije que vendría a buscarte. No nos hemos visto en tantos días, ¿me has echado de menos?

En su mente, la respuesta correcta sería: primero darle un rodillazo en el estómago a su


estúpido discípulo degenerado, una reordenación elegante de su apariencia y, por último, un
distante "no".

Pero por alguna razón, pensando en el Luo Binghe del recuerdo arrodillado solo en la casa de
bambú, recogiendo silenciosamente la taza de té del suelo, no pudo hacer ni el primer paso.

Su respiración se volvió temblorosa.

Cerró los ojos y asintió.

―Fin del capítulo―

CAPÍTULO 74

Luo Binghe se esperaba que le patease para quitárselo de encima y no anticipó por completo
que Shen Qingqiu realmente asentiría. Se puso rígido encima de él al instante, y su expresión
se congeló.

Cuando Shen Qingqiu procesó lo que acababa de hacer, sintió que podría suicidarse por la
vergüenza e incluso matarlo para silenciarlo.

«¡¡No es lo que piensas, déjame explicarte!!»

Pero, Luo Binghe no le dio esta oportunidad. La mano que sostenía su cintura de repente se
tensó.
―¿De verdad me has echado de menos? ―Shen Qingqiu frunció el ceño. Luo Binghe, con la
respiración agitada, no abandonaría ese interrogatorio―. ¿Realmente lo has hecho?

«Me estás tapando la boca, ¿cómo se supone que voy a responderte?»

¿Significaba que sólo podía asentir o negar con la cabeza?

Shen Qingqiu asintió y negó con la cabeza sucesivamente, jugando con él.

―¿Sí o no? ―presionó.

Al ver su expresión como si estuviera a punto de llorar, Shen Qingqiu realmente no tuvo
salida, y tuvo que admitir la derrota. Una emoción trágica se agitó dentro de él al perder el
poco orgullo que le quedaba, y asintió lentamente otra vez.

Esa vez, pudo verlo completo y claro. Pudo confirmar que en esa fracción de segundo, la
respiración de Luo Binghe se congeló. Una leve chispa se encendió lentamente en sus ojos,
envolviendo rápidamente todo su rostro, todo su cuerpo, creciendo con la fuerza del fuego en
una pradera.

Justo cuando Shen Qingqiu pensó que rompería a llorar de alegría, Luo Binghe bajó la cabeza
y hundió la cara en el hueco del cuello de Shen Qingqiu. La mano que cubría su boca se soltó
lentamente. Y luego, como un pollito picoteando arroz, comenzó a dejar un rastro roto y
denso de besos en la esquina de la boca de Shen Qingqiu.

Shen Qingqiu finalmente se liberó para respirar, murmurando cuatro palabras entre dientes.

―Hacer una escena así...

―Yo también te he extrañado, no había momento en el que no pensara en ti ―murmuró Luo


Binghe.

Dejó escapar el aliento que estaba conteniendo lentamente. Tumbado en el sofá como un pez
muerto, miró el techo de la casa de bambú con desesperación.

―¿Y por qué no me has buscado en el paisaje onírico? ―suspiró.

―Pensé que era molesto... ―contestó Luo Binghe, sus ojos oscuros y húmedos mirándolo.

Siendo pegajoso durante el día, durante sus sueños por la noche, las veinticuatro horas de un
día, siempre mirando esa cara... ¡claro que es molesto!
Pero, en algún momento, se había acostumbrado a la pegajosidad. Ahora, Luo Binghe estaba
acostado encima de él, y Shen Qingqiu ni siquiera sentía que fuera algo insoportable...

¿Cómo llegó a ese punto? ¿No era un poco excesivo?

―Sabes que eres molesto y aún así, no te controlas ―dijo secamente.

―De cualquier manera, esta no es la primera vez que Shizun me da la espalda. Si soy
molesto, que así sea.

Shen Qingqiu no pudo resistir sentirse un poco enfermo del corazón. ¿Cuánto le gustaba a
Luo Binghe después de todo?

A pesar de que sufrió ese tipo de tratamiento los días en que entró por primera vez en la
montaña Cang Qiong, tan pronto como Shen Qingqiu le mostró una gota de bondad, Luo
Binghe eliminó todas las heridas que había sufrido, limpiándolas. Lo puso en el fondo de su
corazón sin la menor vacilación.

Un corazón de cristal había sido destrozado por Shen Qingqiu así, completamente
inconsciente. Como una esposa joven, había recogido los pedazos uno por uno por sí mismo
y los había vuelto a unir para entregárselos con cuidado, con el corazón lleno de expectación,
solo para que se rompiera de nuevo, y luego se volviese a juntar...

―Cuando estabas en la montaña Cang Qiong parecías tan feliz. Pensaba que no me
extrañabas ―dijo Luo Binghe en voz baja.

El Señor de cumbre Shen había pasado años poniéndose una máscara hasta que se convirtió
en un hábito, especialmente en la Secta de la Montaña Cang Qiong. A lo sumo, fue una
mirada significativa, como una sonrisa pero a la vez no. O era una sonrisa que no era falsa
pero tampoco era del todo real. ¿Cómo podía "parecer feliz"?

―Tonterías ―contestó, sin poder aceptarlo.

―Nunca enseñarías una sonrisa de corazón abiertamente, pero sé que estabas sonriendo en tu
interior ―insistió Luo Binghe.

«¿Por qué dices cosas así mientras estás acostado encima de mí y juegas con un mechón de
mi pelo? ¿Eres una colegiala? ¿Es eso?»

―Sí, eres como una lombriz intestinal en mi estómago ―dijo Shen Qingqiu, poniendo los
ojos en blanco.
―No quiero ser un gusano.

Shen Qingqiu golpeó la mano que jugaba con su cabello como si estuviera aplastando un
mosquito.

―Entonces, ¿qué quieres ser? Dime, ¿a quién he sonreído antes?

Después de terminar, lo había golpeado en cada palabra, pero esa mano ociosa aún no se
alejaba. Luo Binghe realmente comenzó a contar.

―A muchas personas. Liu... quiero decir, Liu-shishu; el líder de secta Yue, Shang Qinghua,
Ming Fan, Ning-shijie, la gente de la cumbre Xian Shu, la de la cumbre Wan Jian, Qian Cao,
Qiong Ding y la de Bai Zhan; a los guardias de la puerta, los que barren las escaleras...

Ni siquiera deja fuera a los guardias de la puerta y a los encargados de la limpieza. ¿Qué pasa
con todo ese rencor? ¿Y por qué ha mencionado a toda la montaña Cang Qiong, hundiéndola
en un vinagre de especial sabor concentrado del Reino demoníaco?

―La forma en la que has llamado a tu shishu no ha sido nada sincera. No lo llames así
―criticó.

―Cuando él me llama bruto o desgraciado ingrato sí es sincero ―contestó Luo Binghe con
resentimiento.

Shen Qingqiu no pudo resistirse a reírse de eso. Su abanico plegable estaba al lado del sofá, y
lo levantó para darle a Luo Binghe unos pocos toques en la cabeza.

―¿Acaso miente? Te atreves a ponerle las manos encima a tu maestro, si eso no es ser un
poco bruto, ¿qué lo es?

Lo dijo con demasiada suavidad, sin ni siquiera darse cuenta de que ya estaba sobrepasando
los límites del decoro. Con las últimas palabras, la comisura de sus labios se levantó,
pareciendo frívolo pero a la vez coqueto. Demasiado indigno, la verdad.

Luo Binghe lo miró, sintiendo una especie de fuego haciendo cosquillas en su camino para
arder salvajemente en su corazón y estómago. Inconscientemente se movió para colocar una
pierna entre las rodillas de Shen Qingqiu, pero temiendo ser expulsado del sofá de bambú
después del movimiento, se apresuró a mover la cabeza para dejar que Shen Qingqiu lo
golpeara con su abanico..

―Sólo tú puedes llamarme así, shizun.


Fue como si le hubiesen tirado un litro de zumo de ciruela agria en su garganta, lo
suficientemente asqueroso como para que se le erizara la piel. Apretó tan fuerte el abanico
que casi lo rompe. Lo usó apresuradamente para golpear a Luo Binghe en el pecho para
apuntalarlo.

―Levántate.

Si querían hablar de asuntos oficiales, tenían que estar sentados erguidos en una posición
adecuada. Con una persona encima de la otra, no importa cuán serio sea el tema de
conversación, se volvería indecente. Luo Binghe no estaba del todo dispuesto, pero aun así se
subió para sentarse a un lado del sofá.

Después de dormir durante cinco días, Shen Qingqiu sintió que su vieja espalda estaba a
punto de romperse, pero al menos aún podía enderezarse. Pensaba que parecía un anciano con
las cejas fruncidas y el rostro adolorido, que se golpeaba las piernas y se frotaba la espalda,
pero a los ojos de los demás era una escena completamente diferente: cabello desordenado,
suelto sobre los hombros; túnica interior con cuello torcido, mostrando una franja de hombros
y cuello pálidos, cuello y clavícula claramente definidos. Debido a que acababa de estar
rodando en el sofá, una capa pálida de rojo estaba pintada en sus mejillas, frunciendo el ceño
en silencio y frotando su espalda baja.

Era... francamente malinterpretable.

Luo Binghe, sin parpadear, se acercó más, ayudándolo lentamente a frotar su espalda.

―Considerado ―dijo, satisfecho.

―Podría ser aún más considerado si quisieras ―ante el silencio, añadió―: Cuando nos
enfrentemos a Tianlang-Jun, si Shizun necesita mi ayuda en algún momento, no dudes en
llamarme.

Shen Qingqiu había estado evitando el tema de Tianlang-Jun para evitar molestar a Luo
Binghe. Nunca pensó que sacaría el tema él mismo, lo suficientemente seguro, era demasiado
considerado.

―Tu padre... ―dijo, después de pensarlo un poco.

―No tengo padre, sólo a shizun ―contestó Luo Binghe con voz entrecortada. hundiendo la
cabeza en su hombro.

«¿Por qué siento que soy como tu papi? ¿No es eso demasiado?»
Shen Qingqiu rechazó ese sentimiento de impotencia.

―Sé que eres reacio, no te fuerces ―contestó, con seriedad.

No importa qué tan exótica flor fuera, seguía siendo el padre de Luo Binghe. En cualquier
caso, todavía era una persona que Luo Binghe había deseado conocer en secreto, incluso si en
realidad estaba lejos de la imagen de los anhelos de Luo Binghe.

Los movimientos de la mano de Luo Binghe nunca se detuvieron.

―No soy reacio ―dijo con indiferencia.

Shen Qingqiu lo examinó cuidadosamente. Efectivamente, esa cara... era una expresión
honesta de alguien que sinceramente deseaba ayudar a alguien a unirse y golpearlo. Ningún
rastro de desgana en absoluto.

De hecho, eso era algo bueno. Aunque unirse al hijo para atrapar al padre no era un camino
recto, si Luo Binghe realmente quisiera unirse al mundo de la cultivación para destronar a
Tianlang-Jun, el reino humano no solo obtendría un aliado feroz, Luo Binghe lo haría
también. Además, podría maximizar sus puntos de reputación, y podría remediar los que
había perdido en el templo de Zhao Hua.

Ahora que recordaba, Yue Qingyuan le había dicho que descansara y que dejaría que sus
compañeros lo manejasen.

―Es posible que el líder de secta no me deje ir a la batalla. Cuando la nieve comienza a caer,
en Luochuan. Es mejor si eres consciente de este momento y este lugar.

―A veces, siento que sabes demasiadas cosas ―dijo Luo Binghe con un tono cálido. El
corazón de Shen Qingqiu latió en su pecho―. Al igual que aquella vez en el Mausoleo
Sagrado. Shizun claramente nunca antes había entrado en el Mausoleo Sagrado, pero conocía
la distribución de las habitaciones en el interior y los artefactos demoníacos que protegían las
tumbas como la palma de su mano, e incluso podía explotarlos para su propio beneficio.
Haces que suspire de admiración.

―Todos esos libros antiguos que la cumbre Qing Jing ha acumulado a lo largo de los años no
son trozos de papel sin valor y tonterías verbosas. Siempre hay información útil adentro
―contestó deliberadamente.

Luo Binghe dejó escapar un "Oh". Después de masajear su cintura, comenzó a usar sus dedos
para peinar lentamente el largo cabello suelto en la espalda de Shen Qingqiu.
―También he leído algunos de esos libros, pero no sé tanto. Supongo que aún estoy lejos de
alcanzarte.

¿Cómo pudo haberlo olvidado? Luo Binghe también tenía un halo de estudiante superior que
desafía al cielo. Si dijo que "leería un poco", eso significa que ya se sabía todos esos libros
viejos y polvorientos de memoria. Por supuesto, él sabría si había alguna "información útil".

Ese niño no era Yue Qingyuan. Si no quisiera hablar, Yue Qingyuan no preguntaría, pero Luo
Binghe definitivamente lo molestaría hasta la muerte para llegar a la raíz del problema. No
era tan fácil de engañar. Shen Qingqiu todavía se estaba devanando los sesos para descubrir
cómo desviar esa curva cuando, de repente, Ning Yingying llamó desde fuera de la casa de
bambú.

―Shizun, estás despierto, ¿verdad? ¿Puedo entrar?

Buena chica, ¡qué discípulo tan obediente! ¡Llamar siempre primero!

―Vete tú primero ―dijo Shen Qingqiu en voz baja.

―¿Por qué tengo que irme yo y no ellos? ―sus manos dejaron de peinarlo.

―Shizun, algunos de nuestros shishu ya están aquí. ¿Te conviene levantarte? ―gritó Ming
Fan desde fuera.

¿Por qué vinieron tantos de ellos a la vez? Shen Qingqiu saltó del sofá, empujando a Luo
Binghe por la ventana. Luo Binghe se echó hacia atrás mientras se iba.

―¿Te gusta que me escabulla así?

―¿Y de quién es la culpa? ―dijo, golpeándolo en la frente con su abanico.

¿Por qué tiene que hacer que parezca una historia de amor secreta cada vez?

Luo Binghe saltó silenciosamente por la ventana, pero volvió a estirar la mano para agarrar a
Shen Qingqiu.

―Después de que todo esto se resuelva, ¿te irás conmigo? ―preguntó en voz baja.

Shen Qingqiu casi no pudo controlar su expresión, y decidió permanecer reservado.

―Sigo siendo el Señor de la cumbre Qing Jing.


Si Luo Binghe quería verlo, ¿no podía simplemente venir a buscarlo? ¿Por qué insistir en irse
con él? No quería contribuir con más material fuente para el Resentimiento de Chunshan.

―Ya me lo imaginaba ―suspiró Luo Binghe.

Acababa de cerrar la ventana cuando se abrió la puerta de la casa de bambú. La voz de Qi


Qingqi llegó antes que su persona. Levantando el velo para mostrar su rostro brillante y
hermoso, hizo un puchero.

―Realmente estás cada vez más mimado. En el templo de Zhao Hua, ¿te golpearon varias
veces o hasta que escupiste sangre? ¡Dormiste cinco días de una vez!

―No seas así, Qi-shimei. Siempre has sabido sobre mi debilidad.

―Siempre he sabido que eres un inconveniente problema.

Liu Mingyan la siguió, inclinándose a modo de saludo después de entrar. Detrás de ella
estaba Liu Qingge. Ming Fan y Ning Yingying siguieron a Mu Qingfang por la parte de atrás.
La casa de bambú de tamaño modesto estaba abarrotada de gente. Shen Qingqiu comenzó a
sudar. Afortunadamente, Luo Binghe se había ido por la ventana, o de lo contrario no podría
esconderse ahora.

―Estaba diciendo que la tez de Shen-shixiong era normal, sin signos inusuales de
enfermedad; realmente estaba durmiendo. Deberías creerme esta vez, ¿no? ―dijo Mu
Qingfang con una sonrisa.

Shen Qingqiu expresó su vergüenza, señalando los asientos para cada Señor de cumbre. Al
ver a Liu Qingge barrer con los ojos cada parte de la habitación después de entrar, con la
mirada fría, dijo:

―Liu-shidi, estoy aquí.

Liu Qingge miró hacia atrás, volviéndose hacia Shen Qingqiu.

―¿Y quién estaba aquí hace un momento?

―Fin del capítulo 74―


CAPÍTULO 75

―El líder de secta acaba de irse ―dijo Shen Qingqiu, señalando de nuevo hacia los asientos.

Cuando levantó la tetera de la mesa, Ming Fan se apresuró a ayudar, solo para ser detenido
por una mirada aguda que le decía que no interviniera. Mientras Shen Qingqiu personalmente
servía té para todos, Liu Qingge finalmente se sentó, tomó su taza de té y bebió en silencio.

―Claro, él ha pasado por aquí ―comentó Qi Qingqi―. Por la cara que estabas poniendo,
pensé que hablabas de Luo Binghe.

Si bien parecía que no tenía implicaciones, cualquiera podría leer entre líneas. Las mejillas de
Shen Qingqiu ya estaban doloridas cuando fingió otra sonrisa.

―¿Cómo podría ser eso posible?

Qi Qingqi dejó su taza de té sobre la mesa con bastante fuerza y ​arqueó una ceja mientras
hablaba.

―Por supuesto. ¿Cómo podría ser eso de verdad? ¡Si Luo Binghe se atreve a regresar a la
montaña Cang Qiong ahora, verás cómo nos ocupamos de escoria como él!

―Bueno, primero tendrías que poder hacerte cargo de él ―comentó casualmente Mu


Qingfang, con las manos en las mangas.

Shen Qingqiu no pudo evitar reírse un poco a costa de ellos.

―¡Todavía tienes las agallas de reír! ―lo señaló Qi Qingqi―. ¡El más problemático aquí
eres tú! Te lo digo desde ya, si te hubieses ido con Luo Binghe, personalmente me habría
encargado de expulsarte de aquí. ¡Intenta tan siquiera poner un pie en nuestra montaña!

Obviamente, se suponía que debía haber palabras de preocupación, pero fue tan dura que fue
sorprendente que no se dirigiera directamente y agarrara a Shen Qingqiu por el cuello.

―Bueno, todo está bien ahora ―apaciguó Mu Qingfang.

Aunque dijo que estaba "todo bien", claramente quería suspirar exasperado.

―Si no fuera por la negativa del líder de secta de sacar su espada hasta que fuera
absolutamente necesario, y cómo se vio obligado a actuar a ciegas, Luo Binghe nunca habría
podido aprovecharse de él y escapar. Si hubieras llegado un poco más tarde, es posible que
hubieras podido presenciar su espada Xuan Su ―habló Qi Qingqi.
Ante esas palabras, Shen Qingqiu sintió que su corazón tartamudeaba. Después de todo,
nunca había visto la espada Xuan Su en ninguna escena, ni tan siquiera en la novela original.
Tampoco sabía en qué estaba pensando Avión Disparando hacia el Cielo. ¿Le mataría
escribirlo? Todos los indicios de grandeza, como estruendosos rugidos en un cielo tormentoso
sin una sola gota de lluvia. Toda esa acumulación de escritos larga y elaborada, y luego, al
final, ¡no escribió nada!

Sin explicación alguna, ¡Yue Qingyuan fue atravesado por mil flechas y cayó muerto!
(¡adiós!)

Ning Yingying había estado sentada a un lado con la cabeza gacha todo el tiempo desde que
entró. Shen Qingqiu la saludó con la mano.

―¿Qué te pasa?

Ning Yingying se acercó lentamente y miró hacia arriba con los ojos tan rojos como los de un
conejito. Con un resoplido en su voz, habló en voz baja.

―Shizun, ahora que has vuelto, no te vayas más, ¿de acuerdo?

Y ya estaba llorando de nuevo. Shen Qingqiu se quedó estupefacto. No era un hombre


propenso a llorar; a lo sumo, serían lágrimas más bien figurativas, cayendo profundamente en
su corazón. Entonces, ¿por qué todos sus discípulos empezaban a sollozar tan rápido? Sus
lágrimas caían como una interminable tormenta de gotas de lluvia sobre sus bonitas y
delicadas mejillas.

Sus palabras parecieron resonar con Ming Fan y él también lloró con tristeza.

―Shizun...

¡Esa definitivamente no era la misma delicada escena de llanto!

Qi Qingqi no dejó pasar la oportunidad de sermonearlo.

―¡Mirar! ¡Mira a tus discípulos! ¿No te preocupas por ellos en absoluto? Tienes más de un
discípulo, ¡pero solo te preocupas por ese ingrato! ¿Te has olvidado del resto?

Shen Qingqiu palmeó suavemente a Ning Yingying en la espalda, consolándola mientras se


defendía.

―¿Desde cuándo me preocupo solo por uno?


Liu Qingge terminó el tercio restante de su té y cerró los ojos.

―No vuelvas a irte más ―fue lo único que dijo.

―Está bien...

Al escuchar eso, Qi Qingqi finalmente quedó satisfecha. Liu Qingge estaba a punto de hablar
de nuevo cuando de repente se congeló. Entonces, un aura asesina se apoderó de él.

Todos en la habitación notaron su repentino cambio de comportamiento y agarraron sus


espadas sin dudarlo. Liu Qingge se levantó de golpe y corrió hacia las ventanas. Shen
Qingqiu sintió que el corazón se le subía a la garganta.

Liu Qingge abrió las ventanas. Afuera, el cielo estaba despejado y la luna brillaba
intensamente. Debajo de ellos había profundos bosques de bambú. No había ni una sola
figura humana a la vista.

Por supuesto, Luo Binghe no se quedaría allí estúpidamente, probablemente se fue hace
mucho tiempo. El aire dentro de la habitación finalmente pareció relajarse un poco.

―¿Qué has visto? ―preguntó Mu Qingfang.

Sin embargo, Liu Qingge no se dio la vuelta. En cambio, extendió una mano por la ventana
como si atrapara algo flotando en el cielo.

―Está nevando.

******

Shen Qingqiu estuvo en su cama con los ojos bien abiertos toda la noche. Al día siguiente,
tan pronto como escuchó las campanas de alarma, salió corriendo de su casa de bambú.

El repique de las campanas parecía volverse más urgente por segundo, cada peaje aterrizaba
profundo y pesado a medida que resonaba en toda la montaña Cang Qiong. Todos los
discípulos se reunieron, desde el Puente Arcoíris hasta la cumbre Qing Jing. Todos acudieron
en masa y se reunieron fuera del Palacio Qiong Ding, pero incluso con tanta gente, reinaba el
silencio.
Shen Qingqiu resolvió las cosas rápidamente en la montaña Cang Qiong antes de dirigirse al
palacio. A un lado del palacio, había un alto espejo de cristal blanco que tenía más de diez
pies de altura. Aparte del discípulo suplente de la cumbre An Ding, todos los demás Señores
se habían reunido ahí, de pie en una imagen de gracia digna.

En el espejo se reflejaba un río ancho y fluido rodeado de altas montañas, campos verdes y
algunas hileras escasas de techos pintados de blanco.

―El curso medio del río Luochuan. Mirad el cielo ―dijo Yue Qingyuan.

Sobre la escena, se estaba formando una oscuridad siniestra: montañas negras y cavernosas
comenzaron a levantarse detrás de las nubes ondulantes. Parecía casi un enorme cráneo
invertido y con agujeros, saliendo sigilosamente de las nubes oscuras.

Esas eran las demoníacas Montañas Maigu.

―Recibimos noticias de que esto comenzó anoche. Al principio, solo aparecieron unas pocas
rocas dispersas. Pero en una hora, queda claro que se habrán formando montañas.

―¿En una hora? ―exclamó uno de los Señores de cumbre―. ¡Eso es demasiado rápido!

No. Realmente, esa era una velocidad de fusión perfectamente normal. Tianlang-Jun
realmente eligió el "mejor lugar" después de todo, tal como había dicho. Sin interferencias,
escenas como esa serían visibles durante el día. En los próximos dos días, los dos mundos se
fusionarían por completo, como destrozar dos hermosas pinturas y luego unir las piezas en
una nueva imagen llena de manchas y confusa.

Liu Qingge se cruzó de brazos mientras estaba de pie, sosteniendo la espada Cheng Luan en
su mano.

―Entonces tenemos que movernos más rápido.

―Cada Señor de cumbre traerá consigo a dos tercios de sus discípulos. Llegaremos al punto
medio del río Luochuan en media hora ―dijo Yue Qingyuan.

A la orden del Líder de Secta, los Señores de cumbre se dispersaron inmediatamente. Llegar
en media hora les daría a cada uno menos de diez minutos para prepararse, por lo que tenían
que moverse rápidamente. Shen Qingqiu también se estaba preparando para regresar para
reunir a sus propios hombres cuando Yue Qingyuan llamó para detenerlo.

―Te vas a quedar aquí.


―Shixiong, sabes que debo ir ―contestó, dándose la vuelta.

―Además de la primera nevada y el río Luochuan, ¿qué más sabes?

―Para detener la fusión, tenemos que sacar primero la espada Corazón de Diablo
―respondió lentamente Shen Qingqiu―. Se encuentra en un cráneo en las montañas Maigu,
y Tianlang-Jun también debería estar allí para alimentarla con fuerza.

Lo que significaba que la solución era: 1) Destruir la espada, 2) Matar a Tianlang-Jun.

―Te quedarás atrás ―insistió Yue Qingyuan.

Shen Qingqiu estaba a punto de volver a hablar cuando Yue Qingyuan levantó la mano en un
movimiento de sello, como si estuviera a punto de lanzar una barrera para encerrar a Shen
Qingqiu directamente dentro del Palacio Qiong Ding.

¡El líder de secta estaba a punto de dictar la ley!

Shen Qingqiu se enderezó, su espalda se puso completamente rígida mientras trataba de


decidir si debía alcanzar su espada Xiu Ya. Justo en ese momento, una voz gastada gritó
alarmada desde fuera del palacio. Ambos hombres salieron corriendo de inmediato y miraron
en la dirección hacia la que apuntaban los discípulos de afuera. Shen Qingqiu jadeó en
silencio por lo bajo.

Solo podían ver cómo las nubes rodaban como mareas masivas en el vasto mar de cielo sobre
la montaña Cang Qiong, con un color rojo sangrante. Un rayo de luz roja atravesó el cielo y
colosales rocas en llamas comenzaron a aparecer una a una como meteoros cayendo
directamente hacia la cumbre.

La expresión de Yue Qingyuan no vaciló. Extendió la mano y silbó; su espada envainada voló
inmediatamente hacia su mano extendida. Shen Qingqiu observó cómo cada roca era
aplastada en partículas diminutas, como miles de brasas incandescentes flotando después de
que una explosión de fuegos artificiales iluminara el cielo.

Las nubes rojas se arremolinaban alrededor de un enorme cráter, como la cima de un volcán
en erupción. Dentro, pudieron ver innumerables pares de brazos y cabezas humanas gritando,
rodando de dolor, como atrapados en el purgatorio.

¡Maldición, el Abismo Sin Fin! ¡La montaña Cang Qiong se había llevado el premio gordo!

«¡Que te j*dan, Avión Disparando hacia el Cielo!»


«¡Si ibas a escribir una fusión, ¡¡¡¡podrías haber especificado que la montaña Cang Qiong
estaría ubicada en el mismo sitio que el Abismo sin Fin!!!!»

Después de que esa marea de nubes pasó junto a ellos, no sabían cuándo llegaría la próxima
ola. No sabían cuánto tiempo pasaría hasta que las Doce Cumbres se fusionaran por completo
con el Abismo sin Fin, convirtiéndose en un mar de fuego y lava, como un infierno en la
tierra.

Yue Qingyuan se volvió hacia el discípulo suplente de la cumbre An Ding.

―Por favor, pida ayuda a los maestros del templo de Zhao Hua ―luego se volvió y levantó
la voz―: Todos los discípulos que permanezcan aquí, deben seguir sus órdenes. ¡Tan pronto
como se rompa el límite, dejen todas sus pertenencias y retírese inmediatamente de la
montaña!

Todos los discípulos reunidos en la plaza frente a ellos respondieron de inmediato.

―¡Entendido!

―Shidi, también vendrás a Luochan ―agregó.

―¿Y qué hay de ti, líder de secta? ―preguntó Liu Qingge, quien acababa de regresar
después de reunir a sus discípulos.

―Retendré esto todo el tiempo que pueda hasta que llegue el maestro de Zhao Hua. Luego
me uniré a vosotros.

―¿Estarás bien solo? ¿Y si me quedo...?

―Te digo que te quedes, y te quieres ir. Te digo que te vayas, y ahora quieres quedarte ―Yue
Qingyuan se rió suavemente―. Shidi, ¿qué voy a hacer contigo?

Liu Qingge lo arrastró y comenzó a irse, hablando concisamente.

―Es hora de irse. Si dice que se unirá a nosotros más tarde, se unirá a nosotros más tarde .

Finalmente, ante el desastre, la montaña Cang Qiong tenía el respeto propio que se esperaba
de la secta superior en una novela de cultivo. No había más carruajes o barcos que rodaran
tranquilamente. Miles de espadas volaron por los cielos más rápido que un relámpago. Si
alguien de abajo mirara hacia arriba, solo vería rayas de luz pasando a toda velocidad, como
una corriente de estrellas en movimiento.
Qué espectacular debe ser esa escena. Fue una lástima que las montañas amenazadoras que
aparecían en el horizonte se llevaran cualquier apreciación que pudiera traer una vista tan
magnífica.

Como la cumbre An Ding eran los maestros de la logística y eran extremadamente eficientes,
el apoyo del templo de Zhao Hua llegó muy rápidamente y ayudó a sostener el límite. Yue
Qingyuan se fue rápidamente y los alcanzó. Ni media hora después, llegaron a la mitad del
río Luochuan.

Debido a que eran tantos, se vieron obligados a aterrizar en grupos, unos pocos a la vez.
Ambas orillas del río Luochuan ya estaban abarrotadas de gente: los que se enteraron de él a
través de las noticias de paso, los dotados de visiones extraordinarias y los cultivadores de
todos los clanes y sectas que habían llegado para investigar, vistiendo uniformes de todos los
colores. Los cultivadores estaban todos ocupados evacuando a los civiles del área. Wu Wang
y Wu Chen llevaron a un grupo del Templo Zhao Hua para unirse a ellos.

―Mi más profundo agradecimiento para ustedes, Maestros, por enviar a sus discípulos para
ayudarnos. De lo contrario, me temo que los mil años de historia que se encuentran detrás la
montaña Cang Qiong serán destruidos en un instante ―dijo Yue Qingyuan, juntando las
manos en una reverencia.

Wu Wang era un monje que generalmente tenía mucho que decir, sin embargo, hoy su rostro
permaneció serio y no pronunció una sola palabra. De hecho, fue el Gran Maestro Wu Chen
quien finalmente respondió después de secarse el sudor de la frente.

―Amitabha. Los mil años de historia que están a punto de ser destruidos no son solo suyos:
el templo de Zhao Hua también está atrapado en un dilema devastador.

―¿Qué? ¿Quedan suficientes para proteger el templo? Ustedes han enviado cientos de
discípulos a nuestra montaña.

Shen Qingqiu también estaba confundido. ¿Era posible que el templo de Zhao Hua hubiera
llegado al punto de sacrificar incluso su propio bienestar en aras de ayudar a otras sectas?

El rostro de Wu Wang siguió palideciendo, y el gran maestro Wu Chen, al ver su continuo


silencio, solo pudo responder y explicar.

―Esto... es realmente demasiado difícil de explicar. No fue nuestra propia fuerza la que nos
salvó, sino la que tomamos prestada de otro que nos prestó su ayuda.

―¿El Monasterio Tian Yi? ―preguntó Yue Qingyuan con curiosidad.


El monasterio de Tian Yi siempre había sido conocido por ser libre y relajado, una secta con
poca organización o disciplina. Simplemente se dejaron llevar por la corriente e hicieron una
pequeña contribución por su cuenta. Si fueran ellos los que lograran sostener el templo, sería
un gran shock.

―El Palacio Huan Hua.

El abanico de Shen Qingqiu se congeló cuando las palabras se deslizaron de su lengua.

―¿El Palacio Huan Hua? ¿No es de...?

―Sí. De Luo Binghe ―el rostro de Wu Wang empalideció incluso más.

Detrás de ellos, se escuchó una pequeña risa.

―No me atrevería a aceptar ninguna gratitud por la ayuda brindada ―la voz clara y ligera
era educada―. Si tengo que decir algo al respecto, sólo quería ayudar a shizun.

―Fin del capítulo 75―

You might also like