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Graciela Reyes El abecé de la pragmatica AFCORIBROS, SL (QUADERNOS DE, mala Lengua Bspa a: L. Gomer Torrego © by Arco/LibrosLa Muralla, 8, 1., 2021 juan Bautista de Toledo, 2820008 Madrid 97884 763516897 Depo egal Ne 7522001 Pred in Spuin-impreso por Cimapress, L. (Mid) INDICE Istaopucciés.. : 1, Pragmética eres té 2. El significado del hablar Cariruo 1. Ex stonmicapo contexte: 1. Oracién y enunciado. 2. La codificacién del context 8. Qué hacer con el exce50.~ 4. El contexto, los contextos, Catron 2. 2Qui xs 1A pracackricn? 3, Tipos de implicaturas. 4. Logica y conversacién, 3. La explicatura, 4, La relevancia de las metiforas. ERGs... Bantroceatta... Tos mtsicos y sus ejecuciones defect siempre l6gico... (Cartruzo 1 EL SIGNIFICADO CONTEXTUAL 1. Oracton veNunciaDo Hemos distinguido, en la Introduccién, dos tipos de signifi- cado, el significado de la oracién y el significado del hablante, y hemos dicho que la seméntica estudia el primer tipo de sigi ficado, y la pragmética, en cambio, el segundo. El significado del hablante es el que expresan sus enunciados, El enunciado es una unidad comunicativa que equivale a la inter- vencién o contribucién de un hablante en wna conversacién, y que puede consistir en una oracién completa o en un fragmento de oracién, Los enunciados se pueden definir asi: unidades lingitis- ticas (habladas o escritas) que estin inherentemente contextua- lizadas (cf. Schiffrin, Approaches to discourse, pag. 41). Aunque no siempre tengan forma de oracién, sucle decirse, para simplificat, que los enumciados son oraciones puestas en uso, es decir, puestas en contexto. Los ejemplos que suelen analizarse en pragmiética son casi siempre representaciones de enunciados, no verdaderos enun- ciados, ya que carecen de contexto; para interpretarlos debemos imaginar algin contexio, aunque sea minimo. En los ejemplos de este librito (que proceden, en su mayor parte, de didlogos reales) pondré entre paréntesis, cuando me parezca necesario, algunos datos del contexto. Las oraciones tienen significados convencionales (o gramatt cales). Véase la siguiente oracién: (1) Hinito esté enfermo. Esta oraci6n esta compuesta por una serie de elementos léxi- cos (eb, nifio, etc.), y estos elementos se han combinado segin las a HL ABECA DE LA PRAGMATICA reglas de la gramatica. Las reglas de concordancia exigen que el sujeto y el verbo concuerden en niimero y persona, las elas sobre orden de palabras estipulan que el articulo preceda al nombre, etc. (1) reproduce una oracién bien formada porque respeta las reglas gramaticales del espaiiol. Si no las respetara, diriamos que a oracion es agramatical. La version siguiente de (1), por eje plo, tiene una anomalia sintéctica, y asi lo indicamos poniendo un asteriscor *Wilto el estéenfermo. Tanto los significados de los elementos léxicos como el con- junto de reglas para combinarlos son consvencionales, 5 d naturales, lo que significa que no obedecen a leyes de légica, sino que son arbitrarios y se han ido c a lo largo de la practica del lenguaje en una comunidad, “Con- vencional” significa ‘acordado’, ‘preestablecido’. Por supuesto muchas de esas convenciones estan motivadas precisamente por las necesidades comunicativas de los habl esa motivacin se percibe mejor en los procesos de cambii vez que el cambio sc ha impuesto, la nueva forma o construccién pasa a formar parte de un sistema de regularidades, y estas son convencionales. Las lenguas humanas son convencionales, no “natural efecto: aunque la facultad mana y parte de roductos cul igica, las lenguas que hablamos y por Jo tanto convencionales en sus icas y semadnticas. No hay que dejarse confundi por la expresién “lenguas naturales”, que se aplica a las Jenguas humanas para distinguirlas de las lenguas ar guna ley fisica nos obliga a pronunciar de cierta manera y no de otra una palabra, o nos obliga a mantener la concordancia entre sustantivo y adjetivo, o nos obliga a decir Ja sartéa en lugar de el sartén (cuando lo decimos). La gramatica (en la que seméntica) es la disciplina ling convencionales de sonidos, com ficados. La pragm: su vez, estudia la por: icado que no es convencional o gramatical, es decir, que no ficado por reglas. Esta distin ida, pero, como veremas enseguida, no es tan nitida como uno quisiera. cciones de morfemas y signi- [EL SIGNIFICADO CONTEXTUAL w Para la seméntica, que estudia el iste en Ja relacién entre las ex- Volvamos a la oracién (1 hay que verificar la relaci6n entre la ignificado de i 1 contenido de la oracién, llamado .ci6n descrita y el mun de estudio (por eso lo estamos estudiando) es que los hablantes no usan la oracién (1) exclusivamente para decir que el niiio esté enfermo, que es lo que la oracién significa semanticamente. (1), como parte de un didlogo, es decir, convertida en enunciado, puede tener otros sig- nificados. Si una madre, por ejemplo, usa esa frase cuando la invita una amiga suya a salir de compras, su enunciado puede icat, entre otras cosas, que no puede salir esa tarde. Las ora- clones, una vez puestas en uso, se llenan de significados nuevos, incluso algunos que contradicen los significados semanticos (co- mo veremos en el ejemplo (7), abajo). La seméntica relaciona ‘unas formas lingiisticas con los objetos del mundo que esas for- mas representan, y no se pregunta para quéle sirve aun hablante emitir esas formas en un contexto comunicativo: esa es tarea de la pragmiética. 2. La CODIFICACION DEL CONTEXTO No siempre son nitidas, como hemos dicho, las diferencias en- tre el significado seméntico y el pragmatico. Obsérvese, por ejem- plo, la siguiente orac forita asi vaa interesarles ina oracién bien formada, de acuerdo con las sin embargo, esta- blecer el significado o representacién semantica de (2) algunas de las palabras de la oraci6n no significan nak nifican fuera de contexto. Esas palabras son asiy les. Qué quiere decir ast? «Qué quiere decir les? Por supuesto, todos Jos hablantes reconocemos esas formas; las podemos encontrar, in- nario, pero el diccionario no nos va a ayudar 16 ELABECE DE LA PRAGMATICA a entender la oracién (2), porque tenemos que saber algo mis: necesitamos datos del contexto. Las Ienguas humanas poseen elementos gramaticales que co- difican algunos aspectos del contexto. Entre estos elementos se encuentran los defcicos. El funcionamiento de los deicticos n0 se puede estudiar sin acudir a la nocién de contexto, porque los deicticos hacen conexiones entre lo que se dice y entidades del contexto. Las, en el ejemplo (2), se refiere a cicrtas personas pre- sentes en el contexto, Para asignar referencia a les debemos saber quignes son esas personas. Lo mismo pasa con el adverbio asi: no Bene significado si no se lo asocia a un contexto. Son defcticos los pronombres personales, que identifican a los participantes del acto comunicativo; también lo son expresiones como aqui, alli, ahora, ayer y los tiempos verbales, que relacionan la accién del yerbo con un tiempo medido desde el presente del hablante. El futuro va a interesarles solo puede entenderse a partir del presente del hablante que produjo el enunciado: el presente del hablante (yporlo tanto el hablante) forman parte del significado temporal delos verbos. __De modo que para interpretar seménticamente (2), que con- tiene deicticos, debemos insertar la oraci6n en un contexto. Lo mismo pasa con (3) y (4): (2) Yo peso 60 kilos. (4) No, este no, prefiero aque. Si no sabemos a quién remite y, en (8), mal podemos com. prender Ia oracién y por lo tanto hacer ningiin juicio sobre su va- lor de verdad. Igualmente vactos de significado, Tuera de contexto, resultan las formas este, aguel,y el morfema de primera persona en @. Los defcticos estan en el limite entre la seméntica y Ja prag- mitica. (Hasta dénde lega la seméntica, y donde empieza la prag- mitica? Para muchos lingiistas, la pragmatica empieza con los, deieticos y otros clementos similares, que forman parte de la grax matica de una lengua, pero no son independientes del contexto, A partir del momento en que, para asignar significado a expresio- nes lingiiisticas, debemos recurrir al contexto, estamos haciendo pragmitica El ejemplo (2) de arriba reproduce algo verdaderamente di- cho (en este caso, escrito), cuando el director de esta serie y yo EL SIGNIFICADO CONTEXTUAL ‘empezamos a discutir Ia idea de un cuaderno dedicado a la prag- mitica. Asf queria decir, en ese didlogo, un librito con ciertas ca- racteristicas ya comentadas antes por nosotros, y el pronombre personal les se referia a los profesores de lengua ya otras personas §interesadas en un librito de esas caracteristicas; toda esa infor- maci6n formaba parte de nuestro contexto. Lo que parece una coracién oscura e incomprensible es, como enunciado, perfecta- mente interpretable. All lejosy hace tiempo, cuando las lineas telef6nicas se unfan, zo era raro levantar el tubo del teléfono y escuchar una conversa cidn entre desconocidos. Quien haya tenido tal experiencia sabe que es muy dificil entender Ia conversacién ajena. ¢Quién es “mi cuiiado”, qué pasé el lunes, a quién vio ella, por qué Juan dijo es0, qué significa “eso”, y, en todo caso, quién ser4 Juan? Tampoco sabemos bien de qué se rien cuando se fen, Adivinamos algunas cosas, pero no sabemos “de qué va", realmente, porque nos faltan los contextos. Toda la semantica del mundo no nos sirve para cu- riosear la vida verbal ajena, En otros intercambios lingiisticos el contexto se hace expli- cito para evitar malentendidos. En la “conversaci6n” con el cajero automético, por ejemplo, nos queda poco que inferir, casi todo lo pertinente a la transaccién esta previsto de antemano y enunciado, Pero esas conversaciones son las menos interesantes, son las me- nos humanas, precisamente, El problema entre sem4ntica y pragmatica es un problema de Iimites, que podria plantearse asi: ¢d6nde empiezan los significa: Gos contextuales? Las expresiones referenciales como 41 nivia, por ejemplo, en nuestra oracién (1), ¢no remiten también aun contex- to que hay que conocer para asignar a la oracién valor de verdad? Donde termina la seméntica? gFlasta dénde llega el contexto? 3, QUE HAGER CON EL EXCESO. Dije arriba que muchos lingjiistas creen que la pragmatica comienza en los defcticos y otras expresiones similares cuyo sig- nificado depende dél contexto. Debo agregar ahora que mu- chos de esos lingiistas creen que la pragmnatica empieza y termi- nan esas expresiones. Su argumento es ms o menos asi: si se quiere considerar a la pragmtica una de las subdisciplinas de 18 [BLABEGE DELA PRAGMATICA la linghistica, debe asignarsele un objeto lingiistico. Digamos que ese objeto es la porcién sobrante de significado, io que no puede ser analizaco por el criterio del valor de verdad. sa sobra, ese exceso, est4 parcialmente incorporado a la gramé&- tica en los diferentes subsistemas deicticos (pronombres, ad- verbios, tiempos verbales) y en fenémenos convencionales, 0 parcialmente convencionales, como ciertas implicaciones (que ‘Yeremos en el capitulo 3). Lo que no esta en la gramatica no es lingiistco, y por To tanto no puede ser objeto de una ciencia, lingtiistica. Esta postura es valida, pero deja fuera de la lingiistica muchos fenémenos que, sin embargo, tienen que ver con el lenguaje, con su estructura y su significado. El siguiente enunciado, prodiucido durante una comida, tiene un significado pragmético que no esta relacionado directamente con su significado semntico: (6) Eats sopas de verdura quedan siempre un poco sosas,:n0? Quien hace tal observacién mientras toma la sopa no preten- de, quizé, informar a sus oyentes de las cualidades generales de ciertas sopas, sino indicar que su sopa esta sosa y que le gustaria ponerle sal, La finalidad del enunciado (5) podria ser pedir sal (sin ofender al que hizo la sopa, por ejemplo), algo que cum- ple de manera bastante indirecta, pero efectiva si obtiene como consecuencia que alguno de los comensales Io tome como una peticién. Ni siquiera (6) significa lo mismo literal que pragmé- ticamente: (6) Podfas pasarme la sal? ‘Semfnticamente, la pregunta indaga sobre lo que el interlocu- tor puede o no puede hacer, Pero, pragmaticamente, (6) funciona como un pedido o uma orden de pasar la sal En (7) el desnivel es todavia més notorio, Supéngase, para seguir con la sopa, que Mafalda, que odia ese alimento (pun- tualmente presente, por lo menos una ver al dia, en las mesas de todos los nifios del pais de Mafalda), lo prueba y dice, con claras manifestaciones de nausea: (7) (Qué vica sopal El significado de Mafalda no tiene mucho que ver con el valor de verdad de la oraci6n que usa. Si Mafalda dijera la verdad, emiti- ria algo como *|Qué asquuerosa sopa!”. Pero no se trata aqui de de- [BL SIGNIFICADO CONTEXTUAL 19 cir Ia verdad, sino de usar el lenguaje de cierta manera, de modo que signifique otra cosa que lo que convencionalmente significan las palabras empleadas Ejemplos del tipo de (5), (6) y (7) muestran desniveles en- tre el significado literal y el significado que podriamos lamar “real”, el que cl hablante realmente quiere transmitir. No se tra- ta de un mero exceso de significado, sino de un verdadero des- plazamiento. El hablante quiere decir algo que esta més alla de sus palabras. Y esto sucede todos los dias, es parte de nuestra rutina de hablantes. No hay, sin embargo, seftales gramaticales que nos orienten. No hay un morfema especial, por ejemplo, que indique a la madre de Mafalda que Mafalda esté hablando con ironia, ni tampoco esa sciiora necesita la ayuda del morfe- ma: le basta con conocer a su hija. (La ironfa puede marcarse con ciertos elementos Iingitisticas como la entonaci6n 0 el vo- cabulario, pero estas marcas no son indispensables. Ni siquiera los gestos lo son.) La pragmatica de los diltimos afios tiende a presentarse como una teorfa sobre la produccién ¢ interpretacién de los significados lingifsticos gramaticalizados y también y sobre todo los no grama- ticalizados. La pragmitica se propone estudiar todo el exceso po- sible, pero, como no es facil delimitar el exceso, tenemos en estos momentos (mediados de 1994), tendencias diferentes dentro de Ja pragmatica Fates de pasar a una caracterizaci6n de esos modelos, 1o que haremos en el capitulo siguiente, debemos ver, aunque sea su- mariamente, qué problemas presenta la nocién de contexto, 4, EL CONTEXTO, Los CONTEXTOS Hemos hablado hasta ahora de contexto, sin delimitar esa nocién, tan comprensible intuitivamente, y sin embargo tan di- ficil de definis, porque cada teoria lingiistica le da un significa- do diferente, y los significados técnicos se superponen a los del Jenguaje corriente, que también varfan, En general, se entien- de por contexto, en lingiiistica, el conjunto de conocimientos y creencias compartidos por los interlocutores de un intercar- bio verbal y que son pertinentes para producir ¢ interpretar sus enunciados. % EL ABEGE DE LA PRAGMATICA Los intentos de teorizar el exceso de significado han Hevado a varias teorias sobre el contexto. Se suelen deslindar tres tipos de contexto: el lingiiistico, el situacional y el s ral. El primero esté formado por el material lingiiistica que precede y sigue a un. enunciado, yse lo llama. veces cotexto. El segundo tipo, o contexto. situacional, es el conjunto de datos accesibles a los participantes de una conversacién, que se encuentran en el contorno fisico ine mediato. Por ejemplo: para que el enunciado Cierre la puerta, por Javor tenga sentido, es necesario que haya ciertos requisitos con. textuales que son parte de la situacién de habla: que haya una puerta en el ugar donde ocurre el didlogo, y que esté abierta, entre otras cosas. Finalmente, el contexto sociocultural es la con. figuracién de datos que proceden de condicionamientos sociales ¥Cultarales sobre el comportamiento verbal y su adecuacion a di. ferentes circunstancias, Hay regulaciones sociales sobre cOmo sa ludar, por ejemplo, o sobre qué tratamiento o registro linguiistico usar en cada tipo de situacién. No todos los pragmatistas estén dispuestos a incluir en sus, teorias los contextos socioculturales (como se verd revisando Jos manuales de pragmatica, donde a veces ni se los menciona), Pero estos contextos contribuyen activamente a la interpretacion de enunciados. Hasta las instituciones mismas funcionan como contextos: ¢l lenguaje legal, el religioso, el burocratico, han es- tandarizado formas linguisticas que permiten el funcionamiento de esas mismas instituciones. Uno de los aspectos mas interesantes del contexto sociocultural sta constituido por los marcos de referencia (frames): los enuncia- dos se interpretan siempre dentro de un marco metacomunicativo que clasifica la situacién de habla y el papel de los participantes, Asi, por ejemplo, el marco puede indicar *hablamos en serio” © “hablamos en broma. Los marcos generan expectativas y presupo- siciones sin las cuales seria imposible el trabajo de producir e in- terpretar lenguaje, Otras veces, los frames nos proveen de una serie de datos necesarios para la comunicacién: son, cognoscitivamente, estructuras estereotipicas sobre situaciones 0 conceptos, que nos permiten asociar unos significados con otros, de modo que si de- cimos, por ejemplo, “biblioteca”, se cristalizard autométicamente un contexto constituido por entidades como “libros”, “estantes”, “bibliotecarios”, etc. En situaciones de habla ritualizadas, el valor de verdad de las. [BL SIGNIFIGADO CONTEXTUAL a oraciones que usamos pasa a segundo plano. La institucién del regalo, por ejemplo, exige en algunas sociedades que el que regala debe restar valor alo que offece, y el que lo recibe debe exagerar el valor de lo recibido, En esas sociedades, cualquier transgresion esta norma se penaliza, al margen de la verdad sobre el valor del obsequio. Del mismo modo, en nuestra sociedad no se puede decir a la flamante madre, con todo carifio y verdad, "iQué bebé tan feo, por Dios!”, salvo en broma (jamés escuché tal broma, sin embargo). En cada ocasi6n decimos lo que queremos decir pero también lo que se espera que digamos, porque nuestra vida Tin- Biiistica esta fuertemente codificada por normas sociales. Y estas Codificaciones son parte del contexto, ya que determinan el signi- ficado de los enunciados. : A veces puede pasar que las condiciones sociales que rigen el uso del lenguaje sean mas fuertes que las reglas de la gramética, mal que les pese a los gramaticos. Un buen ejemplo son expre- siones como la catedrtico, la médico, la ingeniero, de uso normal en Espaia. font : Tales expresiones son monstruos sintacticos, ya que violan ta sacrosanta concordancia de género entre el sustantivo y la persona a quien designan, que es una mujer, como muestra el articulo 1a, ‘Los hablantes que dicen la catedratico jams dirfan la seortario 0 la enfermero. En e} Diccionaria de uso del expaitol de Maria Moliner se lee lo siguiente: ‘eatedritico,-a (Admitida por la R.A. la forma fermen incorrecto el empleo de la masculina con el atéclo fe EL hecho de que la Real Academia de la Lengua haya tenido que ‘admitir la forma femenina indica que tal forma es una relativa no- vedad en los usos lingiiisticos. Como sabemos, ciertas profesiones son tradicionalmente masculinas y los hablantes siguen usando el ‘masculino por inercia. También hay que recordar que las formas femeninas arrastran una connotacién peyorativa, como si Jo ferne- nino fuera intrinsecamente inferior. De ahf que algunas poetisas, contribuyendo a mantener los estereotipos mis6ginos, no quieran ser llamadas poetisas, sind poetas, ya que aceptan el hecho ratifica- do por la sociedad (y reflejado en el lenguaje) de que lo femenino es inferior o curs. El pobre morfema -is significa pues, en ciertos ‘casos, no s6lo ‘género femenino’, sino, pongamos, ‘cursi’. Quizé 1a ciertas mujeres ser ingenieras les suene también’ peyorativo, 0, 2, se considera ino). 2 BL ABEGE DE LA PRAGMATICA en todo caso, raro, demasiado marcado, excepto cuando se aplica (pero es desusado) a la cényuge del que tiene el titulo en cuestién. Por estas razones, que no son lingifsticas, poca gente ha hecho caso a la Real Academia en lo de la catedratice, Personas cultas di- cen, en Castilla, Carmen es médico, 0 Su mujer es arguiteto, oraciones que deberian levar el asterisco que las excluye de la gramatica es pafiola, Deben ono levarlo? Ambas oraciones son agramaticales, pero asi se usan normalmente, es decir, son enunciados que los castellanohablantes consideran correctos y adecuados. Es dificil resolver el problema de cémo una expresin puede estar fuera de la gramatica y a la vez servir para los usos normales y aceptados del lenguaje, Como es facil imaginar, este tipo de dilema da lugar a discusiones no siempre cordiales entre los lingtiistas, Algunos opinan que el concepto de oracién bien formada no sirve, tedrica- mente, para mucho. Otros opinan que si vamos a prestar atencién a cémo habla la gente, jamas podremos describir las estructuras Dasicas de la lengua, descripcion que, dicen, es lo que debe inte- resar al lingiista. Sin contar a los puristas, que piensan que todos hablamos mal, y cada vez peor, ademas, de Cicer6n acd (zqué es esto de estudiar cémo usa la gente el lenguaje, sila gente usa mal ellenguaje?). Como muestran la catedraticoy la poeta, la influencia de los con- Gicionamientos sociales es tan fuerte como para mover Ios pilares de la gramatica, Debemos dejar estos condicionamientos fuera de Ja lingiifstica? O, para volver a lo que deciamos al principio de este apartado, zhasta dénde llega el contexto, y, por lo tanto, cual es el alcance de la pragmatica? Desgraciadamente, no podemos contestar a esta pregunta den- to de los limites de este librito. Pero quiero dejarla planteada des- de el principio, porque asi el lector ponderara mejor los méritos yllimitaciones de las soluciones que da la pragmatica a los proble- ‘mas que vamos a tratar en los capitulos siguientes. Cartruo 2 2QUE ES LA PRAGMATICA? 1. Demutciones Cuando se empez6 a hablar de pragmatica se la asociaba, me- dio en broma y medio en serio, con un cubo de basura donde la lingitstica tiraba los problemas de seméntica ¢ incluso de sintaxis que no podia resolver satisfactoriamente (algunos de los conte- nidos de] cubo de basura se verén en este capitulo). Hasta cierto punto, el problema de que la pragmatica carece de unidad tesrica ¥y metodolégica y de que es dificil definirla (aunque haberla, hay) sigue sin resolver. i En un libro panordmico sobre la lingiifstica moderna, publi cado en 1988, el autor del capitulo dedicado a la pragmatica, Lau- rence Horn, comenta la dificultad de dar una definicién, contra- poniendo esta dificultad al hecho de que la pragmética ya es, por derecho propio, una disciplina académica, con un impresionante caudal de estudios realizados y ciertas lineas 0 tendencias bien cla- ras de investigacién en curso. Pero el campo de la pragmatica sigue siendo muy amplio, y todavia se discute si debe ser considerada una subdisciplina dentro de la lingiistica, si es otra lingiistica (cla lingtistica alternativa del fin del siglo?), o si es una ciencia social distinta de Ia lingiifstica, como quieren algunos investigadores europeos. La posicién tomada en este librito es que la pragmatica es una subdisciplina lingiifstica, y su objeto el significado del lenguaje en ‘uso. Hasta aqui me he valido, para caracterizar la pragmatica asi entendida, de metaforas que sugieren un cambio de enfoque en cl estudio del significado: he dicho, por ejemplo, parodiando a Bécquer, que la pragmatica “eres ti", el hablante, y también que Ja pragmatica estudia el exceso de significado, el que desborda a % BLABECE DE LA PRAGMATICA ‘ordinario del lenguaje, uno Produccién como en la interpretacton, Eta capacidad 2 en st mayor parton princpiosbaane tat te abstracts, La prognscs pute sntoncerte cons ln deepen te ‘sta hablidad (Pragmatic, pag. 46). Nétese que si no tuvigramos esa capacidad a la que se refiere Levinson, de nada nos valdria saber perfectamente la gramatica de nuestra lengua o de cualquier lengua: el conocimiento de las reglas gramaticales no es suficiente para usar el lenguaje efec- tivamente, ni siquiera en didlogos sencillos. Nuestra capacidad pragmitica nos permite construir enunciados, es decir, textos que son parte de redes de textos, y nos permite interpretar los enunciados ajenos. La caracterizacion de Levinson sugiere que tuna lingiifstica concentrada en nuestra competencia lingiifstica, © conocimiento de las reglas de la gramética, seria una lingiifstica incompleta. Para Georgia Green, hablar y escribir, y aiin mas cor (palabra, dice el estudio de los mecanismos que sostienen esa fe” (Pragmatics and iquage Understanding, pag. 1). Para Green, la pragmitica “esté en la intersecci6n de una cantidad de campos, dentro y fuera icién: contribuyen a su. dominio no solo la psicologia cognitiva, la antropologia cultural y la a (Iogica, semSntica, teoria de la accién), sino también la sociologfa (dinémica interpersonal y convencién social) y la ret6- ica” (pag. 25 trad. mia). .QUEESLA PRAGMATICA? 25 ficiles de unificar, y afirma: “la pragmatica se ha convertido en s extragramaticales y ‘a. gramatical y Iéxica” ("Teorfa pragmstica”, pig. 147) 1és 3c citando a Stalnaker, que la pragmatica contemporénea “es el estudio de los actos lingitisticos y de los co: dependen del context camente por la semantica pura que trata de I (Pragmatics, Implicature, and Presupposition”, pag. 260, trad. mia. la relevancia, que veremos en el capitulo 4, la pragmatica es “el estudio de la interpretacion de los enunciados" (Relevance, pag. 10). “La tarea de la pragmatica’, escribe Diane Blakemo- Te, proponente de la misma teoria, “es mostrar cémo el oyente es capaz de convertir el blueprint [esbozo de significado ofre- cido por Ja oracién} en una proposicién completa, basindose en conocimiento contextual” (Understanding Utterancas, pag. 43; Jacob Mey nos dala siguiente definicién: lenguaje ese medlo principal por el que a gente ae comanics El wo delet pra dlfercne peopton cd gobernada pos condo ‘en que cas condicones determinan tl acere del usavio' ese medio de comuniacion, y el dominio que tene de Porlo tanto lo frogniticn el eu de tendons dl aso buna del Ienguaje on unt denna por el ote de ated edbraaco ona orignal) (Pragmates,pa 25 tad mi). iciones de Spert insistir en las condi que Geterminan nuestro uso del lenguaje, 0, como él dice, deter- minan “de quién es” el lenguaje. 6 EL ABECE DE LA PRAGMATICA 2, La SINFONIA, LOS MOSIGOS V8US EJECUCIONES DEFECTUOSAS Hay algo en comin en las definiciones anteriores y en otras. que no he citado: en todas se reconoce, explicita o implicitamente, Ja existencia de un significado lingafstico contextual, que por eso parece estar a caballo entre lo propiamente lingiiistico (Io grama- ticalizado) y lo extralingifstico. A la lingitstica del siglo x« le ha costado mucho admitir que lo extralingtifstico deba formar parte del objeto de la lingifstica: es como abrir la puerta al desorden y al ruido de la calle y desbaratar la preciosa homogencidad de lo solamente lingtistico. Ferdinand de Saussure, padre de la lingiistica moderna, dis- Singuié tajantemente la lengua, o sistema gramatical virtwalmen- te existente en los cerebros de todos los individuos de una co- munidad, del habla, actualizacién voluntaria de ese sistema en ac- tos lingiifsticos individuales. Para Saussure el tmnico objeto posible de la Tingiifstica es la Jengua, que, dice, ‘puede compararse con una sinfonia cuya realidad es independiente de la manera en que se ejecute; las faltas que puedan cometer los mtisicos no compro- meten lo mas minimo esa realidad” (Curso de lingitistica general, ag. 63). Saussure reconoce que no hay lengua sin habla y que esta es la fuerza motriz del lenguaje, pero elige la lengua, siste- ma autGnomo de signos, independientes de su uso, como objeto bien destindado y homogéneo de la lingifstica. Al eliminar todo lo que le parecia teéricamente intratable, expulsa de la lingiistica al hablante: para estudiar la sinfonia, Saussure tiene que poner a Jos mitsicos de patitas en la calle, ahorréndose asi sus ejecuciones quiz defectuosas. La lingiifstica generativa y transformacional fundada por Chomsky, sin duda la més importante e influyente de las teorfas Iingiiisticas modernas, se propone hacer una caracterizacién for- mal de las propiedades sintacticas del lenguaje, abstrayendo el lenguaje, para ello, de las ejecuciones (mas 0 menos defectuosas) de los hablantes, y concentrandose en la descripcién del sistema ideal 0 conjunto de conocimientos que posee un hablante sobre su propia lengua. El corpus de enunciados de una lengua sirve, en esta teoria, para confirmar (o no) la gramética internalizada 0 conocimiento innato de esa lengua. Saussure, Chomsky y todos los lingitistas que han observado el lenguaje seriamente saben que este es un fendmeno extraordina- (QUEESLA PRAGMATIC? a7 riamente complejo que no se puede explicar solamente como un conjunto de propiedades insctitas en el cerebro, aisladas de toda situacién real de empleo. La decisién de amputar el lenguaje de estas situaciones no significa que nieguen la importancia (obvia) del uso de la lengua, sino que no le dan cabida en su tcoria, que pretende explicar rasgos sistematicos, generales y universales del lenguaje i Es esta voluntad te6rica Ia que ha ido cambiando en los il timos treinta afios, a medida que crece ¢l desengaiio por las for- malizaciones que pretenden explicar propiedades sintacticas fun-

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