Libres en cristo

Anthony

Busco el día en el que la gente no sea juzgada por el color de su piel, sino por el contenido de su
carácter", fueron las palabras de aquel hombre que hoy conocemos como Martin Luther king nacido en
Atlanta el 15 de enero del 1929.

Fue un ministro y activista bautista estadounidense que se convirtió en el vocero y líder más visible del
movimiento de derechos civiles desde 1955 hasta su asesinato en 1968. Líder de la iglesia
afroestadounidense e hijo del primer activista y ministro de derechos civiles Martin Luther King Sr.
Organizó y dirigió marchas por el derecho al voto de los negros, la desegregación, los derechos laborales
y otros derechos civiles básicos, pero lo que más lo caracterizaba era la fe con la cual defendía sus
convicciones y reflejaba a cristo. Fechas como hoy nos da la oportunidad de reflexionar sobre el estado
de unidad racial y la diversidad cultural en las iglesias que Converge en nuestras comunidades. Esta
fecha crea una ocasión divina para que reflexionemos sobre dónde hemos estado como seguidores de
Cristo y miremos hacia dónde debemos ir y qué debemos hacer para buscar la unidad, la diversidad y la
reconciliación en medio de una cultura de división y tensión extrema.

Sebastián

Y a pesar de que silenciaron su voz ,fue la fe perdurable del Dr. King en el evangelio de Jesucristo lo
sostuvo a través de muchas pruebas y tribulaciones. Fue la fe del Dr. King lo convocó a escuchar y
aceptar el llamado de ser un ministro bautista ordenado. Fue la fe del Dr. King lo que lo motivó a ser un
alborotador para Jesús.

Fue la fe del Dr. King la que le dio la esperanza y la creencia de que personas de todas las razas, etnias y
nacionalidades podrían vivir juntas como hermanos y hermanas y aunque fue criticado por defender y
denunciar las injusticias que imperaban las divisiones raciales en nuestra sociedad , confiaban en que
algún día en cristo seríamos libres.

Yo tengo el sueño de que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios
escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será
revelada y toda la carne la verá al unísono. Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré
al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir en la montaña de la desesperación una piedra de
esperanza. Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una
hermosa sinfonía de hermandad.Con esta fe, podremos trabajar juntos, orar juntos, luchar juntos,
sabiendo que en cristo Jesús somos libres.