NEONATOLOGÍA

P R O G R A M A D E A C T U A L I Z A C IÓ N C O N T I N U A E N N E O N AT O L O G Í A

Libro 4
Crecimiento y neurodesarrollo
del recién nacido prematuro
COORDINADOR
Dr. Javier Mancilla Ramírez
AUTORES
Dra. María Josefina Patricia Ramírez Aguilera
Dr. José Ovidio Cornelio Nieto
Libro 4
Crecimiento y neurodesarrollo
del recién nacido prematuro
COORDINADOR GENERAL Y COMPILADOR
Dr. Javier Mancilla Ramírez
COORDINADORES ADJUNTOS
Dr. José Alfonso Gutiérrez Padilla
Dr. Isaac Estrada Ruelas

AUTORES
Dra. María Josefina Patricia Ramírez Aguilera
Dr. José Ovidio Cornelio Nieto

COAUTORES
Dr. Edgar Iván Artigas Pelayo Dr. Jaime Rodrigo Santamaría Muñoz
Dra. Ayda Milena Lázaro Lázaro Dr. Pablo Valladares Sánchez
Dra. Iris Selene Quijano Méndez
Copy­right © 2020 / In­ter­sis­te­mas S.A. de C.V.
Di­se­ña­do y pro­du­ci­do por:

Intersistemas, S.A. de C.V.

Aguiar y Seijas 75
Lomas de Chapultepec
11000, Ciudad de México
Tel. (5255) 5520 2073
intersistemas@intersistemas.com.mx
www.intersistemas.com.mx

PAC® Neonatología 5 / Libro 4 / Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Derechos reservados © 2020 In­ter­sis­te­mas, S.A. de C.V.

To­dos los de­re­chos re­ser­va­dos. Es­ta publicación es­tá pro­te­gi­da por los derechos de au­tor. Nin­gu­na par­te de la misma
pue­de re­pro­du­cirse, al­ma­ce­narse en nin­gún sis­te­ma de re­cu­pe­ra­ción, inventado o por inventarse, ni trans­mi­tirse de nin­gu­na
for­ma ni por nin­gún me­dio, elec­tró­ni­co o me­cá­ni­co, in­clu­idas fo­to­co­pias, sin au­to­ri­za­ción escrita del edi­tor.

ISBN 978-607-443-959-5 PAC® Neonatología 5 / Obra completa

ISBN 978-607-443-968-7 PAC® Neonatología 5 / Libro 4 / Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Advertencia
Debido a los rápidos avances en las ciencias médicas, el diagnóstico, el tratamiento, el tipo de fármaco, la dosis, etc., deben
verificarse en forma individual. El (los) autor(es)y los editores no se responsabilizan de ningún efecto adverso derivado de la
aplicación de los conceptos vertidos en esta publicación, la cual queda a criterio exclusivo del lector.

Reproducir esta obra en cualquier formato es ilegal. Infórmate en:

info@cempro.org.mx

Cuidado de la edición: Dra. María del Carmen Ruíz Alcocer, Dr. Nilson Agustín Contreras Carreto
Coordinación de producción / Formación: LDG. Edgar Romero Escobar
Diseño de portada: LDG. Edgar Romero Escobar, Prof. CT Luis David Soriano Zavala

Editado en México

2  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4

 Autores
Dra. María Josefina Patricia Ramírez Aguilera
• Médico Pediatra Neonatóloga
• Maestría en Dirección Hospitalaria
• Jefe del Servicio de Neonatología del Hospital de Alta
Especialidad del Niño “Dr. Rodolfo Nieto Padrón” Villahermosa,
Mesa Directiva Tabasco (1990-2007)
2019-2021 • Jefe del Servicio de Neonatología del Hospital de Alta
Especialidad de la Mujer. Villahermosa, Tabasco (2007-2016)
• Fundador de la Especialidad de Neonatología, Universidad
Presidente Juárez Autónoma de Tabasco
Dr. Isaac Estrada Ruelas • Fundador y Presidente de la Asociación de Neonatología del
Estado de Tabasco (2003-2005, 2015-2017)
Vicepresidente
• Socio Activo de la Federación Nacional de Neonatología de
Dr. Moisés Quiles Corona
México
Secretario • Vocal del Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría,
Dr. Lorenzo Osorno Covarrubias Sección Neonatología, A. C. (2005-2007)
• Certificada en Pediatría y Neonatología
Tesorero
Dr. Luis Manuel González Gómez Dr. José Ovidio Cornelio Nieto
• Médico Neurólogo Pediatra
Protesorero
• Jefe del Departamento de Neurología Pediátrica del Hospital del
Dr. Marco Antonio Hernández
Niño “Dr. Rodolfo Nieto Padrón”, Villahermosa, Tabasco
Pérez
• Miembro del Comité de Expertos Nacionales para el estudio del
TDAH
• Miembro Fundador de la Liga Latinoamericana para el estudio
del TDAH
• Profesor Titular de posgrado de Alta Especialidad de Pediatría
UNAM con sede en el Hospital del Niño “Dr. Rodolfo Nieto
Padrón”
• Miembro titular de la Academia Mexicana de Pediatría, A.C.
• Profesor Investigador de la División Académica de Ciencias de la
Salud de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
• Presidente de la Academia de Neurociencias, División
Académica de Ciencias de la Salud, Universidad Juárez
Autónoma de Tabasco
• Máster Universitario en Neurociencia y Biología del
comportamiento por la Universidad Pablo Olavide de Sevilla,
España
• Ex Presidente de la Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica
• Certificado en Pediatría y Neonatología

PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  3 

Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Coautores
Dr. Edgar Iván Artigas Pelayo
• Médico Neurólogo Pediatra, Universidad Nacional Autónoma de México
• Miembro Activo del Colegio de Pediatras del Estado de Tabasco A.C.; de la Asociación de Neurólogos del
Estado de Tabasco A.C.; de la Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica, A.C.; de la Academia Mexicana
de Neurología, A.C. y del Capítulo Mexicano de Liga Internacional contra la Epilepsia, A.C.
• Certificado en Pediatría y Neurología

Dra. Ayda Milena Lázaro Lázaro

• Médico Pediatra, Neonatóloga, Universidad Nacional Autónoma de México
• Diplomado en Estimulación temprana, Asociación Mexicana de Estimulación Prenatal, Temprana y
Acuática, A.C.
• Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr.
Gustavo A. Rovirosa Pérez”, Villahermosa, Tabasco
• Miembro del Colegio de Pediatras del Estado de Tabasco, A.C.
• Secretaria de la Asociación de Neonatólogos del Estado de Tabasco, A.C.
• Certificada en Pediatría y Neonatología

Dra. Iris Selene Quijano Méndez

• Médico Pediatra Neonatóloga, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
• Posgrado en Nutrición Pediátrica, Boston University School of Medicine and Medinscribe
• Posgrado en Nutrición del Recién Nacido Pretérmino, The University of Western Australia
• Adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital de Alta Especialidad del Niño “Dr.
Rodolfo Nieto Padrón”, Villahermosa, Tabasco
• Miembro Activo del Colegio de Pediatras del Estado de Tabasco, A.C.
• Vicepresidente de la Asociación de Neonatólogos del Estado de Tabasco, A.C.
• Certificada en Pediatría y Neonatología

Dr. Jaime Rodrigo Santamaría Muñoz

• Médico Pediatra Neonatólogo, Universidad Nacional Autónoma de México
• Maestría en Salud Pública, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
• Adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital de Alta Especialidad del Niño “Dr.
Rodolfo Nieto Padrón”, Villahermosa, Tabasco
• Adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital General de Zona No. 46 “Dr.
Bartolomé Reynés Berezaluce” IMSS Villahermosa, Tabasco
• Miembro Activo de la Academia Mexicana de Pediatría
• Vocal del Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría sección Neonatología
• Miembro Activo del Colegio de Pediatras del Estado de Tabasco A.C. y de la Asociación de Neonatólogos
del Estado de Tabasco, A.C.
• Profesor Adjunto del curso de Especialización en Pediatría de la Universidad Nacional Autónoma de México
• Certificado en Pediatría y Neonatología

4  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4

 Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Dr. Pablo Valladares Sánchez

• Médico Neurólogo Pediatra, Universidad Nacional Autónoma de México
• Jefe del Departamento de Enseñanza e Investigación del Hospital de Alta Especialidad del Niño
“Dr. Rodolfo Nieto Padrón”, Villahermosa, Tabasco
• Profesor Adjunto del curso de Especialización en Pediatría de la Universidad Nacional Autónoma de México
• Miembro Activo de la Academia Mexicana de Neurología, A.C.; de la Sociedad Mexicana de Neurología
Pediátrica A.C. y del Colegio de Pediatras del Estado de Tabasco, A.C.
• Certificado en Pediatría y Neurología

Coordinador general y compilador

Dr. Javier Mancilla Ramírez
• Médico Pediatra, Neonatólogo, Infectólogo
• Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas
• Director General de Calidad y Educación en Salud, Secretaría de Salud
• Investigador Nacional nivel 2 del Sistema Nacional de Investigadores
• Profesor Investigador Titular C, Escuela Superior de Medicina, Instituto Politécnico Nacional
• Profesor de Posgrado de Pediatría y Neonatología, Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
Autónoma de México
• Académico Titular de la Academia Nacional de Medicina
• Académico Honorario de la Academia Mexiquense de Medicina, A. C.
• Académico correspondiente de la Academia de Farmacia de Castilla y León, España (desde 2013)
• Académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Salamanca, España (desde 2006)
• Académico correspondiente extranjero de la Real Academia de Doctores de España (desde 2005)
• Presidente de la Academia Mexicana de Pediatría (2017-2019)
• Presidente de la Federación Nacional de Neonatología de México (2011-2013)
• Presidente del Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría, Sección Neonatología (2007-2009)
• Secretario Adjunto (2012-2015) y Vocal del Comité de Educación de la World Association of Perinatal
Medicine (2015-2020)
• Premio Doctor Miguel Otero Arce 2013, del Consejo de Salubridad General, México
• Premio Jalisco en Ciencias de la Salud, 2004

Coordinadores adjuntos
Dr. José Alfonso Gutiérrez Padilla
• Pediatra Neonatólogo
• Maestro en Salud Pública con especialidad en epidemiología
• Investigador Nivel I, CONACYT
• Director de Investigación, Secretaría de Salud, Jalisco
• Presidente del Consejo Mexicano de Certificacion en Pediatría, sección Neonatologia
• Miembro de la Academia Mexicana de Pediatria

PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  5 

Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

• Academia Americana de Pediatría

• Sociedad Española de Neonatologia
• Sociedad de Neonatologia de California

Dr. Isaac Estrada Ruelas

• Médico Pediatra - Neonatólogo
• Diplomado en Neurología Neonatal II, INPer; en Gerencia de Salud, ITAM; en Calidad como Sistema de
Gestión, Universidad de Monterrey
• Maestría en Administración con Especialidad en Alta Dirección, Centro de Estudios de Posgrado, CETYS,
Tijuana
• Coordinador Médico de Neonatología y Profesor Titular de Pediatría Médica. Hospital de Gineco-Obstetricia
y Unidad de Medicina Familiar No. 7, IMSS, Tijuana, BC
• Profesor de la Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Baja California
• Instructor Nacional de los Programas de Reanimación Neonatal y de Apoyo Ventilatorio Neonatal, CPAP
• Expresidente del Colegio de Pediatría de Baja California, Capítulo Tijuana y de la Asociación de
Neonatología del Estado de Baja California
• Expresidente del Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría, Sección Neonatología
• Presidente de la Federación Nacional de Neonatología de Mexico, A.C.
• Certificado en Pediatría y Neonatología

6  |  PAC® Neonatología–5 
Neonatología 5  | |  Libro
Libro 41
 Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Contenido

Prólogo........................................................................................................................................................................... 11

Capítulo 1. Patrones de crecimiento en el prematuro.......................................................................... 13

Introducción............................................................................................................................................................................. 13
Crecimiento en el prematuro sin patología agregada.............................................................................................. 13
Crecimiento en el prematuro con restricción del crecimiento intrauterino...................................................... 14
Riesgo metabólico en el crecimiento compensatorio.............................................................................................. 16
Crecimiento en el prematuro con enfermedad pulmonar crónica...................................................................... 16
Conclusiones............................................................................................................................................................................ 16

Capítulo 2. Evaluación del crecimiento del recién nacido pretérmino....................................... 19

Introducción............................................................................................................................................................................. 19
Evaluación clínica .................................................................................................................................................................. 19
Estudios de gabinete ............................................................................................................................................................ 20
Métodos de medición de composición corporal....................................................................................................... 20
Programas de seguimiento................................................................................................................................................. 21
Plan de egreso de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales para seguimiento del RNPT............................. 21
Plan de seguimiento extrahospitalario del RNPT....................................................................................................................... 22
Conclusiones:........................................................................................................................................................................... 22

Capítulo 3. Intervencion nutricional para mejorar el crecimiento y desarrollo

neurológico en recién nacidos prematuros............................................................................................... 25
Introducción............................................................................................................................................................................. 25
Recomendaciones nutricionales para el neurodesarrollo...................................................................................... 25
Hierro........................................................................................................................................................................................... 27
Ácidos grasos poliinsaturados........................................................................................................................................... 27
Glutamina................................................................................................................................................................................... 27
Lactoferrina .............................................................................................................................................................................. 28
Conclusiones............................................................................................................................................................................ 28

Capítulo 4. Repercusión de la desnutrición proteicocalórica en el sistema nervioso

central pre y posnatal ............................................................................................................................................ 31
Introducción............................................................................................................................................................................. 31
Cambios anatómicos en el SNC........................................................................................................................................ 31
Efectos en el estado cognitivo........................................................................................................................................... 32
Efectos en la conducta......................................................................................................................................................... 33

PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  7 

Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Alteraciones neuropsicológicas........................................................................................................................................ 33
Factores nutricionales y ambiente................................................................................................................................... 33
Estudios de neuroimagen en niños con desnutricion proteicocalórica............................................................ 33
Conclusiones............................................................................................................................................................................ 34

Capítulo 5. Alteraciones sensoriales en el recien nacido prematuro........................................... 36

Introducción............................................................................................................................................................................. 36
Retinopatia del prematuro................................................................................................................................................... 37
Sordera neurosensorial........................................................................................................................................................ 38
Anatomía y etiopatogenia .................................................................................................................................................................. 39
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad y prematurez................................................................... 39
Desarrollo del lenguaje y prematurez............................................................................................................................. 40
Evaluación y diagnóstico..................................................................................................................................................................... 41
Tratamiento............................................................................................................................................................................... 41
Conclusiones............................................................................................................................................................................ 41

Capítulo 6. Neurodesarrollo en el prematuro............................................................................................ 44

Introducción............................................................................................................................................................................. 44
Maduracion del sistema nervioso central en el periodo fetal y posnatal.......................................................... 44
Desarrollo posnatal del cerebro ....................................................................................................................................... 45
Influencias ambientales sobre el desarrollo del cerebro ........................................................................................................ 45
Neurodesarrollo en el prematuro tardío......................................................................................................................... 45
Evaluación del neurodesarrollo en el prematuro ...................................................................................................... 46
Examen dismorfológico y estigmas cutáneos............................................................................................................................. 46
Configuración craneofacial................................................................................................................................................................ 46
Sensibilidad.............................................................................................................................................................................................. 47
La neuroconducta en el prematuro................................................................................................................................................. 47
Llanto y consolabilidad........................................................................................................................................................................ 47
Orientación visual, auditiva y olfativa ............................................................................................................................................. 48
Función motora....................................................................................................................................................................................... 48
Reflejos miotáticos (RM)....................................................................................................................................................................... 49
Reflejos primitivos (RP)......................................................................................................................................................................... 50
Detección de signos de alarma......................................................................................................................................... 50
Signos de alarma tempranos.............................................................................................................................................................. 50
Conclusiones............................................................................................................................................................................ 52

Capítulo 7. Estimulacion temprana en el recien nacido prematuro............................................. 54

Introducción............................................................................................................................................................................. 54
Recursos a utilizar: Recursos humanos y sus funciones específicas.................................................................. 55
Corrección postural: La deformación de la posición persistente del niño....................................................... 55
Alineamiento........................................................................................................................................................................................................................................................ 55
Estrés........................................................................................................................................................................................... 56
Signos de estrés en el neonato ........................................................................................................................................................ 56

8  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4

 Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Intervenciones ........................................................................................................................................................................................ 56
Succión ...................................................................................................................................................................................... 56
Intervenciones ........................................................................................................................................................................................ 57
Estimulación sensorial.......................................................................................................................................................... 57
Estimulación vestibular ....................................................................................................................................................................... 57
Intervenciones: control ambiental de la unidad neonatal...................................................................................................... 57
Estimulación visual................................................................................................................................................................................ 58
Intervenciones ........................................................................................................................................................................................ 58
Estimulación propioceptiva: táctil ................................................................................................................................... 58
Intervenciones ........................................................................................................................................................................................ 59
Beneficios de la estimulación táctil ................................................................................................................................................ 59
Inicio de la neurorrehabilitación ...................................................................................................................................... 59
Terapia de “neurodesarrollo” o Método Bobath......................................................................................................... 60
Terapia de la locomoción refleja del doctor Vojta...................................................................................................... 60
El concepto Le Métayer........................................................................................................................................................ 61
Ejercicio terapéutico cognoscitivo .................................................................................................................................. 61
Facilitación neuromuscular propioceptiva................................................................................................................... 62
Conclusiones............................................................................................................................................................................ 62

Evaluación . ................................................................................................................................................................. 65

PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  9 

Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

10  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4

 Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Prólogo

Crecimiento y Neurodesarrollo del Recién Nacido Prematuro

La prematuridad es un problema de salud pública, con una prevalencia del 12 % en todos los
nacimientos y se asocia con un incremento en la morbilidad y mortalidad neonatal y posnatal. Los
trastornos nutricionales tienen un impacto negativo en el crecimiento y neurodesarrollo, en especial
en el prematuro. Así, en los primeros tres libros de este PAC® Neonatología-5 se revisaron los aspec-
tos fundamentales de la fisiopatología, detección y tratamiento de los problemas nutricionales más
frecuentes del prematuro.

En este Libro 4, Crecimiento y Neurodesarrollo del Recién Nacido Prematuro, del PAC® Neo-
natología-5, se abordan temas fundamentales en la práctica cotidiana del neonatólogo y el pediatra,
los cuales contribuirán a brindar una mejor atención de calidad, integral e integrada por parte de los
colegas que consulten esta valiosa herramienta de autoaprendizaje.

El retraso del crecimiento intrauterino (RCIU) se asocia frecuentemente con trastornos en el neu-
rodesarrollo posnatal, en especial en los prematuros, y se acompaña de trastornos cognitivos, con-
ductuales, del lenguaje y aprendizaje a largo plazo, que pueden ser causa de discapacidad en la
vida adulta. Por ello, al reconocer los patrones de crecimiento con y sin restricción del crecimiento
intrauterino, se facilita la detección oportuna de la detención del crecimiento posnatal.

El aseguramiento de una adecuada nutrición contribuye a mejorar el desarrollo somático y psico-

motor en el prematuro. De esta manera, en la evaluación clínica del prematuro se acostumbra usar
diversos métodos y modelos de antropometría, así como las evaluaciones de Capurro, Ballard, Usher
y varios parámetros bioquímicos, inmunológicos y estudios de gabinete, que son revisados en esta
edición. El uso correcto del tamizaje metabólico permite disminuir los días de estancia hospitalaria y
las complicaciones y secuelas asociadas con la prematuridad, particularmente en aquellos prematu-
ros que requieren de cuidados intensivos.

La correcta intervención nutricional puede garantizar un crecimiento y desarrollo óptimos al pre-

maturo. En este sentido, la leche humana es la primera opción y la mejor intervención nutricional, si
bien puede ser insuficiente en pocos casos para cubrir los requerimientos del prematuro, por lo que
puede ser necesario recomendar alguna suplementación. En este material educativo se describe la
suplementación relacionada con el aumento del suministro de proteínas, uso de suplementos mine-
rales y su impacto en las condiciones de salud.

PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  11 

Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Cuando las condiciones nutricionales durante la gestación y el periodo posnatal son insuficientes o deficientes,
se pueden presentar alteraciones en la organización del sistema nervioso central (SNC). Al respecto, se describen
los efectos de la desnutrición proteico-calórica en la multiplicación neuronal y glial, que afecta el crecimiento de las
dendritas y es causa de trastornos en la formación sináptica y la mielinización. Del mismo modo, se describen sus
efectos neuropsicológicos a nivel cognitivo y conductual desde la etapa neonatal y durante la vida adulta.

También se abordan a profundidad las alteraciones sensoriales en el prematuro, con énfasis en la sordera neu-
rosensorial, el trastorno por déficit de atención y los trastornos del lenguaje. La evaluación neurológica al nacer es
indispensable y tiene su principal indicación en los prematuros extremos y aquellos con muy bajo peso al nacer,
así como los que presentan depresión grave y requirieron reanimación avanzada, tuvieron con crisis convulsivas y
malformaciones o infecciones del SNC, cuyas primeras manifestaciones pueden ser succión pobre, disminución
del tono o de los reflejos, posturas anormales, alteraciones del estado de alerta y asimetrías motoras.

El complejo proceso de maduración del SNC durante el periodo fetal y posnatal requiere una evaluación neu-
rológica del prematuro con base en la observación e interpretación de los cambios conductuales del neonato ante
los estímulos aplicados por el médico que explora. Se revisan también la evaluación de la motricidad, reflejos mio-
táticos, sensibilidad, orientación visual, auditiva, olfativa y neuroconducta. Los autores disertan acerca de los signos
de alarma, como la expresión clínica de desviaciones en el patrón normal del desarrollo, falla en el progreso del
desarrollo, desarrollo asimétrico, pérdida de habilidades previamente adquiridas y la insuficiente interacción social
y psicoafectiva.

Finalmente, se emiten recomendaciones para la estimulación temprana en el prematuro, con el objetivo de ca-
pacitar al pediatra y al neonatólogo en la detección de las necesidades transitorias o permanentes de los prematu-
ros con trastornos o riesgo de alteraciones en el crecimiento y desarrollo. La atención temprana permite planear las
intervenciones del personal de salud que hacen posible mejorar la calidad de la atención neonatal, potencializar
los beneficios de la estimulación temprana y la neurorrehabilitación para disminuir la prevalencia o gravedad de las
secuelas.

La información seleccionada por los diversos expertos que participan en esta magnífica obra se sustentan en las
mejores evidencias científicas. Por ello, amable lector, se le invita a profundizar en los contenidos aquí presentados
e integrarlos a su práctica diaria. Estamos convencidos de que Crecimiento y Neurodesarrollo del Recién Nacido
Prematuro es un recurso educativo y de referencia de gran calidad, indispensable en la formación de médicos es-
pecialistas del área y de utilidad para la educación continua de pediatras y neonatólogos.

Felicito a los autores y coautores de esta obra editorial, que seguramente será una aportación a la neonatología
que merecerá su confianza y preferencia como recurso académico de referencia en la pediatría contemporánea.

Dr. Javier Mancilla Ramírez

Coordinador General
PAC® Neonatología-5

12  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4

Capítulo 1. Patrones de crecimiento en el prematuro
Dra. María Josefina Patricia Ramírez Aguilera
Introducción
El conocimiento de los patrones de crecimiento du-
rante el tercer trimestre del embarazo, periodo donde
se produce una hiperplasia e hipertrofia celular signifi-
cativa en el feto, es fundamental como piedra angular
para valorar el crecimiento tanto en el recién nacido
prematuro sin patología agregada como la repercu-
sión de diferentes lesiones o enfermedades a las que
está expuesto, que pudieron provocar su nacimiento
temprano o que serán morbilidades asociadas con
su prematurez. Actualmente existen datos normativos
para recién nacidos a término sanos hasta la edad
adulta,1 de tal forma que si les realizamos seguimiento
mensual podemos detectar en forma temprana de-
tención del crecimiento.2 En el mejor de los casos el
seguimiento de los recién nacidos prematuros egre-
sados de la unidad de cuidados intensivos neonatales
es realizado por un pediatra de la misma institución de
egreso quien deberá tener conocimiento de los pa-
trones de crecimiento esperado para los pacientes
prematuros, en especial aquellos con un peso menor
de 1 500 gramos que además pueden o no tener alto
riesgo por encefalopatía hipóxico-isquémica, cardio-
patías congénitas y malformaciones complejas.
Hace 57 años Lula Lubchenco propuso el uso de
curvas de peso al nacer en función de la edad ges-
tacional de recién nacidos de 24 y hasta 42 semanas
de gestación (SDG) como criterio de clasificación
antropométrica del recién nacido.3 Actualmente, los
criterios auxológicos para la definición y construcción
de las curvas de crecimiento han cambiado a nuevos
criterios.4 En especial porque los límites de viabilidad
han disminuido de 28 semanas hace tres décadas
a 22 semanas actualmente.5 La edad gestacional, el
peso, el género, la necesidad de reanimación avanza-
da al nacimiento, la morbilidad grave en los primeros
días de vida son variables que intervienen en el creci-
miento posterior del recién nacido prematuro.
Crecimiento en el
prematuro sin patología
agregada
La evaluación antropométrica del recién nacido para
su seguimiento requiere de la medición del peso, la
talla y el perímetro cefálico, las cuales son comple-
mentarias entre sí, ya que expresan aspectos diferen-
tes del crecimiento, a pesar de que la más usada es
el peso.6 Actualmente se cuenta con estándares de
crecimiento posnatal de prematuros que incluyen la
relación peso/talla, grasa corporal y masa magra que
se utilizan para valorar al prematuro hasta los seis me-
ses de edad corregida; edad a la cual se sobreponen
con los estándares de la Organización Mundial de Sa-
lud (OMS) para recién nacidos a término.7 El 90 % de
los recién nacidos prematuros, sobre todo los prema-
turos moderados y tardíos pueden ser monitoreados
utilizando los estándares de crecimiento posnatal de
prematuros elaborados por el Consorcio Internacio-
nal de Crecimiento Fetal y Neonatal para el siglo XXI
o INTERGROWTH 21st. 8-12 Sin embargo, de inicio hay
que considerar que la propia prematurez puede haber
sido desencadenada por un proceso que interfiere en
el crecimiento fetal de tal forma que el prematuro pue-
de ser más pequeño que un feto de la misma edad
gestacional que aún esté intraútero.13
Las referencias de crecimiento más utilizadas a nivel
internacional son las realizadas por Fenton y Kim12,14
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  13 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
en el año 2013 donde revisaron los gráficos de creci-
miento de prematuros publicados por ellos en 2003
con el objetivo de incluir datos recientes y de la OMS
de los recién nacidos de las 22 a las 36 SDG y a las 50
semanas de edad gestacional (posnatal) para ambos
sexos. Para esto revisaron cerca de cuatro millones de
recién nacidos prematuros de seis países, incluyen-
do estudios poblacionales de crecimiento de pretér-
minos que contaron con percentiles a las 24 SDG o
menores, incluyendo una muestra de por lo menos
500 recién nacidos menores de 30 SDG recolecta-
dos de 1987 a 2012. Villar y colaboradores, a través
de un estudio realizado en ocho regiones geográficas
definidas con estrictos criterios de inclusión, a fin de
obtener una población con bajo riesgo de retardo
de crecimiento fetal, estudiaron las curvas de peso,
talla y perímetro cefálico de los fetos de 20 486 em-
barazadas con un seguimiento ultrasonográfico y la
medición antropométrica de sus recién nacidos antes
de las 12 horas de vida realizado por personal entre-
nado con equipo idéntico. Así obtuvieron gráficas que
complementan las cifras de la OMS para estándares
de crecimiento.6,7,10,12 Aunque existen estudios15 que
permiten ajustes según otras variables como estatura
y peso materno, paridad y el sexo del recién nacido,
el uso de las curvas de Fenton y Kim permiten dismi-
nuir el número de niños clasificados como pequeños
para la edad gestacional en menores de 37 semanas
de edad gestacional para peso y entre las semanas 34
y 40 de edad gestacional para talla, lo que reduce la
población de niños que a futuro se podrían considerar
como candidatos para tratamiento con hormona de
crecimiento si no realizan crecimiento compensatorio.
Las curvas de Fenton y Kim se encuentran disponibles
en los siguientes enlaces: http://ucalgary.ca/fenton/
files/fenton-español-fenton2013growthchart-niñas.
pdf y http://ucalgary.ca/fenton/files/fenton-español-
fenton2013growthchart-niños.pdf.
Con la finalidad de continuar el seguimiento más allá
de los 2 años de edad, el proyecto INTERGROWTH
14  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
21st realizó de 2009 a 2014 un estudio colaborativo en
8 países con los cual se valora en forma comparativa
con las curvas de Fenton.16,17 Actualmente en conso-
nancia con la educación continua en línea el proyecto
INTERGROWTH-21st tiene un curso sobre monitoreo
de crecimiento fetal y neonatal en coordinación con la
Fundación Geneva para la educación médica e inves-
tigación disponible en www.gfmmer.ch
Crecimiento en el prematuro
con restricción del
crecimiento intrauterino
La definición de restricción del crecimiento intrauteri-
no ha cambiado con los años. De considerar a un re-
cién nacido con un peso por debajo de la percentil 10
para su edad gestacional como tal, a fetos detectados
con un crecimiento bajo por fetometría con un peso
fetal o perímetro abdominal por debajo de la percentil
10 para curvas de crecimiento fetal, con alteraciones
de los flujos arteriales umbilicales y fetales medidos
por ultrasonografía Doppler.18,19 Las causas más fre-
cuentes son factores que condicionan insuficiencia
placentaria crónica resultando en un recién nacido in-
maduro con peso, talla y potencial fisiológico inferio-
res a lo normal para su edad gestacional. Además, casi
todos los recién nacidos menores de 1500 gramos
experimentan desnutrición posnatal.20 Sin embargo,
experimentan un crecimiento superior al normal de tal
forma que la ventana para recuperar el retraso del cre-
cimiento es de un año para el perímetro cefálico y has-
ta tres años para la talla, siendo el perímetro cefálico
el parámetro más confiable. Con frecuencia se agre-
ga una falta de crecimiento de estos recién nacidos
durante su hospitalización, por lo que suelen requerir
fortificación de la leche materna para lograr una tasa
de crecimiento que recupere su percentil original del
peso al nacer hacia 1 a 2 meses de edad corregida.23
Ziegler et al., mencionan que los requerimientos pro-
teicos son inversamente proporcionales al peso cor-
poral, esto es que un recién nacido de 500 a 1500 gra-

mos de peso requiere de 3.8 a 3.1 g/100 kcal, lo cual
no se logra con la relación de proteínas de 3.0g/100
kcal que se encuentran en las fórmulas para prema-
turos.24 De tal forma que la meta para el crecimiento
óptimo a partir de los 14 días de vida es de 16-18 g/k/
día o de 20 a 30 g/día y de 1 cm/semana para talla y
perímetro cefálico.25 En algunos recién nacidos de
bajo peso para la edad gestacional, la masa corporal
puede aumentar rápidamente. Sin embargo, esto no
necesariamente es lo deseado ya que puede orientar
a una alteración endocrina o una composición corpo-
ral inadecuada con exceso de adiposidad en lugar de
masa magra, lo que repercute en alteraciones meta-
bólicas adversas a largo plazo.26 Al momento del alta
existen cuatro patrones de crecimiento:
1. Crecimiento adecuado. Peso al nacer y al alta ade-
cuados para edad gestacional.
2. Retraso de crecimiento posnatal. Peso al nacer
adecuado, pero al alta bajo peso para edad gesta-
cional.
3. Retraso de crecimiento pre y posnatal. Bajo peso al
nacer con peso al alta, bajo para edad gestacional.
4. Catch up posnatal (crecimiento compensatorio).
Bajo peso al nacer con peso al alta, adecuado
para edad gestacional.
Los factores que afectan estos patrones de crecimien-
to inician desde su estancia hospitalaria ante el pro-
longado tiempo para alcanzar los aportes ideales ante
enfermedades relacionadas con la prematurez como
la enterocolitis necrosante, la displasia broncopulmo-
nar, las frecuentes interrupciones e intolerancias di-
gestivas. Esto es más frecuente a menor peso y menor
edad gestacional al nacer ya que podrán tener com-
promiso neurológico afectando la capacidad para la
succión y deglución dificultando alcanzar un adecua-
do aporte nutricio.27,28
En el crecimiento compensatorio la velocidad de cre-
cimiento es mayor que la media para la edad cronoló-
gica, logrando los pequeños para la edad gestacional,
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
el percentil 3 para la población normal ajustada por
talla de los padres, con la posibilidad de alcanzar el
perímetro cefálico normal al año y la talla a los 3 años,
lo cual logran el 80 % de los recién nacidos de bajo
peso para la edad posconcepcional. Del 10 al 20 % se
quedan a dos desviaciones estándar de la talla al en-
trar a la edad preescolar.29
Entre los factores que favorecen el crecimiento com-
pensador se encuentra el cuidado nutricional antes y
durante el embarazo, el peso al nacer y la edad gesta-
cional; las distintas modalidades y estrategias nutricio-
nales y el tamaño de los padres.29
Los prematuros con retraso del crecimiento posnatal
al año de edad tienen un peso por debajo del percen-
til 10 y también tienen un coeficiente intelectual más
bajo que aquellos que tuvieron crecimiento compen-
sador con un peso al año de edad por arriba del per-
centil 10.30-31
Se han estudiado diferentes estrategias nutricionales
en las que se ha observado que las fórmulas para pre-
maturos o la leche materna fortificada son las mejores
opciones para lograr:32
• Mejor mineralización ósea a los 4 y 12 meses
de edad.
• Mayor ganancia de masa magra y menor masa
grasa los 6 meses de edad.
• Mejor distribución de la masa grasa, con me-
nos grasa central.
• Menor riesgo metabólico.
• Mejor crecimiento posterior al alta a los 18 me-
ses de edad gestacional corregida.
El riesgo de talla baja durante la infancia y edad adulta es
mayor en los prematuros con restricción del crecimiento
intrauterino que permanecen con una talla dos desvia-
ciones estándar por debajo del percentil 5 para la edad
a los 4 años de edad, siendo candidatos para el uso de
hormona de crecimiento.33 En Estados Unidos de Amé-
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  15 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
rica a partir del 2001, la dosis aprobada es de 0.070 mg/
kg/día a partir de los dos años de edad; mientras que en
Europa a partir del 2003 la dosis aprobada es de 0.035
mg/kg/día para mayores de 4 años de edad.34-36
Riesgo metabólico en el
crecimiento compensatorio
Es necesario vigilar a los prematuros sobrealimenta-
dos durante el crecimiento compensatorio durante los
primeros seis meses de vida ya que al parecer predice
riesgo de síndrome metabólico a los 17 años de edad.37
Los mecanismos fisiopatológicos propuestos son:
• Disminución del número de nefronas, favore-
ciendo hipertensión arterial.
• Aumento de la gluconeogénesis hepática y
disminución de la supresión insulínica.
• Aumento de la expresión de los receptores de
glucocorticoides del tejido graso visceral, fa-
voreciendo insulinorresistencia.
• Disminución de los receptores en hipocampo
con desarrollo posterior de respuesta exagera-
da ante el estrés.
• Hipoleptinemia al nacimiento con hiperlepti-
nemia posterior.
El peso ganado entre el nacimiento y las 40 semanas
de edad gestacional corregida NO se asocia con re-
sistencia a la insulina de los cuatro a los diez años de
edad. Sin embargo, el peso ganado de las 40 sema-
nas de edad gestacional corregida a la niñez sí se aso-
cia con disminución de la sensibilidad a la insulina.38,39
Crecimiento en el
prematuro con enfermedad
pulmonar crónica
La enfermedad pulmonar crónica de la prematuridad
y sus manifestaciones han cambiado en las últimas
16  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
dos décadas, llamándose “nueva” displasia bronco-
pulmonar.40,41 La incidencia reportada en un estudio
nacional es del 33.3 % en recién nacidos prematuros
menores de 26 SDG al nacer, lo cual es mayor a la re-
portada en unidades de países con alta tecnología.42
Los prematuros presentan riesgo de hipoxia durante
el sueño, en especial sueño REM y los periodos de
alimentación. Se ha observado que mantener la sa-
turación de oxígeno por arriba del 93 % con oxígeno
suplementario mejora el crecimiento, al disminuir los
eventos asociados con hipoxia, por lo que la terapia
con oxígeno domiciliario también parece facilitar el
crecimiento en estos niños. El retardo del crecimien-
to en pacientes con enfermedad pulmonar se debe
a una inadecuada ingesta por dificultad respiratoria,
restricción de volumen, trastorno de deglución, gasto
energético aumentado por el trabajo respiratorio o por
uso de medicamentos.42
Las recomendaciones nutricionales en pacientes
con displasia broncopulmonar son de 120 a 150
kcal/kg/día, lo que es 15-25 % más de lo requerido
por un recién nacido a término. Para lograrlo se debe
alimentar los primeros nueve meses de vida con fór-
mulas con 75 kcal/100 mL ya sea leche para prema-
turo o leche materna con fortificadores; controlando
niveles de sodio y densidad calórica.
CONCLUSIONES
A partir del inicio de estudios multicéntricos realiza-
dos en países con grupos étnicos y geoeconómicos
diversos se ha logrado estandarizar los patrones de
crecimiento prenatal y posnatal para niños sanos y
recién nacidos tanto a término como prematuros,
teniendo actualmente como referentes las tablas de
Fenton y Kim, las de la Organización Mundial de la
Salud y Proyecto Intergrowth 21st; este último ade-
más realiza cursos de monitoreo de crecimiento fetal
y posnatal.

En México se realiza en apego a la guía de práctica
clínica, el control y seguimiento de la salud en la niña
y el niño menor de 5 años en el primer nivel de aten-
ción, que incluye los programas que deben atender al
recién nacido prematuro. Esto permite realizar un aná-
lisis objetivo del peso y talla de cada recién nacido a
fin de establecer un diagnostico adecuado de su cre-
cimiento para una intervención terapéutica oportuna,
ya sea nutricional o incluso con el uso de hormona de
crecimiento en quienes tienen talla baja para la edad.
Por otro lado, aquellos con crecimiento compensato-
rio acelerado nos alertan a vigilar el riesgo de síndro-
me metabólico que a largo plazo afectará su calidad
de vida y longevidad.
REFERENCIAS
1. World Health Organization. Nutrition for Health and Develo-
pment. WHO child Growth standards: Growth velocity based
on weight, length and head circumference: Methods and
development. WHO, Geneva, WHO Press, 2009. (242 pages).
ISBN 978-92-4-154763-5 http://www.who.int/childgrowth/
standards/velocity/tr3_velocity_report.pdf
2. Onyango A, Borghi E, De Onis M, Frongilio E, Victora C, Dewey,
et al for the WHO Multicentre Growth Reference Study Group.
Succesive 1-month weight increments in infancy can be used
to screen for faltering linear growth. J Nutr. 2015;12:2725-31.
https://doi.org/10.3945/jn.115.211896
3. Lubchenco L, Hansman C, Dressler M, Boyd E. Intrauterine
growth as estimated from liveborn weight data at 24 to 42
weeks of gestation. Pediatrics. 1963;32:793-800.
4. Villar J, Knight HE, De Onis M, Bertino E, et al. Conceptual is-
sues related to the construction of prescriptive standards for
the evaluation of postnatal growth of preterm infants. Arch Dis
Child. 2010;95:1034-8.
5. Ceriani JM. Los límites de la viabilidad en prematuros, un dile-
ma ético creciente. Arch Argent Pediatr. 2018;116:170-1.
6. Villar J, Cheikh L, Victora CG, Ohuma EO, et al. International
standards for newborn weight, length and head circumfe-
rence by gestational age and sex: The Newborn Cross Sec-
tional Study of the INTERGROWTH-21st. Project. Lancet.
2014;384:857-68.
7. Villar J, Giuliani F, Barros F, et al. Monitoring the Postnatal
Growth of Preterm Infants: A Paradigm Change. Pediatrics.
2018;141:e20172467 https://doi.org/10.1542/peds.2017-2467
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
8. Ong KK, Kennedy K, Castañeda-Gutierrez E, et al. Postnatal
growth in preterm infants and later health outcomes: a syste-
matic review. Acta Paediatr. 2015;104:974-86.
9. Barros FC, Papageorghiou AT, Victora CG, et al. Internatio-
nal Fetal and Newborn Growth Consortium for the 21 st
Century, The distribution of clinical phenotypes of preterm
birth syndrome: implications for prevention JAMA Pediatr.
2015;169:220-9.
10. Villar J, Giuliani F, Bhutta ZA, et al. International fetal and new-
born growth consortium for the 21st Century (INTERGROWTH-
21ST). Postnatal growth standards for preterm infants: the
preterm postnatal follow-up study of the INTERGROWTH 21st
Project. Lancet Glob Health. 2015;3:e681-e691
11. Villar J, Giuliani F, Fenton TR, Ohuma EO, Ismail L, Kenne-
dy SH; INTERGROWTH – 21st Consortium. INTERGROWTH
– 21ST very preterm size at birth reference charts. Lancet.
2016;387:844-5.
12. Tuzun F, Yucesoy E, Baysal B, Kumral A, Duman N, Ozkan
H. Comparison of INTERGROWTH-21 and Fenton growth
standards to assess size at birth and extrauterine growth in
very preterm infants. J Matern Fetal Neonatal Med. Doi:10.108
0/14767058.2017.1339270
13. Sauer PJ. ¿Can extrauterine growth approximate intraute-
rine growth? Should it? Am J Clin Nutr. 2007;85:608S-13S.
14. Fenton TR, Kim JH. A systematic review and meta-analysis
to revise the Fenton growth chart for preterm infants. BMC
Pediar. 2013;13:59. http://www.biomedcentral.com/1471-
2431/13/59 https://doi.org/ 10.1186/1471-2431-13-59
15. Mikolajczk RT, Zhang J, Betran AP, Souza JP, et al. Global re-
ference for fetal-weight and birthweight percentiles. Lancet.
2011;377:1855-61.
16. The Global Health Network; International Fetal and Newborn
Growth Consortium for the 21st Century. Postnatal growth of
preterm infants, Disponible en https://intergrowth21.tghn.org/
standards-tools/. Accesado 14 julio 2020
17. Villar J, Papageorghiou AT, Pang R, et al. Monitoring human
growth and development: a continuum from the womb to the
classroom. Am J Obstet Gynecol. 2015;213:494-9.
18. Hay WW, Thureen PJ, Anderson MS. Intrauterine growth res-
triction. NeoReviews. 2001;2:129e-38.
19. Gómez MD, García O. Crecimiento intrauterino restringi-
do: ¿Problema de definición o de contenido? An Pediatría.
2011;75:157-60.
20. Hulst J, Joosten K, Zimmermann L, et al. Malnutrition in
critically ill children: from admission to 6 months after dischar-
ge. Clin Nutr. 2004;23:223-32.
21. Horbar JD, Ehrenkranz RA, Badger GJ, et al. Weight
growth velocity and postnatal growth failure in infants 501 to
1500 grams: 2000-2013. Pediatrics. 2015;136:e84-e92. Dis-
ponible en www.pediatrics.org/cgi/cotent/full/136/1/e84
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  17 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
22. Giuliani F, Cheikh Ismail L, Bertino E, et al. Monitoring postna-
tal growth and preterm infants: present and future. Am J Clin
Nutr. 2016;103:635S-647S.
23. Cooke R. Nutrition of preterm Infants after Dischar-
ge. Ann Nutr Metab. 2011;58 (suppl 1):32-6. https://doi.
org/10.1159/000323385
24. Ziegler EE, Thureen PJ, Carlson SJ. Aggressive nutrition of the
very low birthweight infant. Clin Perinatol. 2002;29:225-44.
https://doi.org/10.1016/s0095-5108(02)00007-6
25. Castresana YC, Castro-Laiz C, Centeno-Monterrubio C, Mar-
tin-Vargas L, Cotero-Lavin A, Valls i Soler A. Crecimiento post-
natal hasta los dos años de edad corregida de una cohorte de
recién nacidos de muy bajo peso de nacimiento. An Pediatr.
2005;62:312-9. https://doi.org/10.1157/13073243.
26. Hales CN, Ozanne SE. The dangerous road of catch-up
growth. J Physiol. 2013;547:5-10. https://doi.org/10.1113/
jphysiol.2002.024406
27. Fenton TR, Chan HT, Madhu A, et al. Preterm infant
growth velocity calculations: A systemic review. Pediatrics
2017;139:e20162045 https://doi.org/10.1542/peds.2016-
2045
28. Neu J, Hauser N, Douglas-Escobar M. Postnatal nutrition
and adult health programming. Seminars in fetal and Neo-
natal Medicine. 2007;12:78-86. https://doi.org/10.1016/j.
siny.2006.10.009.
29. Dura-Travé T, San Martín-García I, Gallinas-Victoriano F,
Chueca MJ, Berrade-Zubiri S. Crecimiento recuperador y
factores asociados en niños de muy bajo peso al nacer. An
Pediatr. 2020. Disponible en https://doi.org/10.1016/j.anpe-
di.2019.06.017
30. Ehrenkranz RA, Dusick A, Vohr B, Wright L, Wrage L, Kenneth
W, et al. Growth in the Neonatal Intensive Care Unit influences
Neurodevelopmental and growth outcomes of extremely low
birth weight infants. Pediatrics. 2006;117:1253-61. https://doi.
org/10.1542/peds.2005-1368
31. Vinall J, Grunau RE, Brant R, Chau V, Poskitt KJ, Synnes AR, et
al. Slower postnatal growth is associated with delayed cere-
bral cortical maturation in preterm newborns. Sci Transl Med.
2013;5:168ra8. https://doi.org/10.1126/scitranslmed.3004666
32. Young L, Embleton ND, McGuire W. Nutrient-enriched formu-
la versus standard term formula for preterm infants following
hospital discharge (Review). Cochrane Database Syst Rev.
2012. https://doi.org/10.1002/14651858.CD004696.pub4
18  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
33. Boguszewski MC, Cardoso-Demartini AA. Growth and growth
hormone therapy in short children born preterm. Eur J Endo-
crinol. 2017 (176):R111-R122. https://doi.org/10.1530/EJE-
16-0482
34. Clayton PE, Cianfarani S, Czernichow P, Johannsson G, Ra-
papaort R, Rogol A. Management of the child born small for
gestational age through adulthood: a Consensus Statement
of the International Societies of Pediatric endocrinology and
the Growth Hormone research Society. J Clin Endocrinol
Metabol. 2007;92:804-10. https://doi.org/10.1210/jc.2006-
2017
35. De Kort SW, Willemsen RH, Van der Kaay DC, Duivenvoorden
HJ & Hokken-Koelega AC. Does preterm birth influence the
response to growth hormone treatment in short, small for ges-
tational age children? Clinical Endocrinology. 2008;70:582-7.
https://doi.org/10.1111/j.1365-2265.2008.03484.x
36. Boguszewski MC, Lindberg A, Wollmann HA. Three-year
growth response to growth hormone treatment in very young
children born small for gestational age-data from KIGS. Jour-
nal of Clinical Endocrinology and Metabolism. 2014;99:2683-
8. https://doi.org/10.1210/jc.2013-4117
37. Ekelund U, Ong KK, Linné Y, Neovius M, Brage S, Dunger D et
al. Association of Weight Gain in Infancy and Early Childhood
with Metabolic Risk in Young Adults. J Clin Endocrinol Metab.
2007;92:98-103. https://doi.org/10.1210/jc.2006-1071
38. Regan F, Cutfield WS, Jefferies C, Robinson E, Hofman PL.
The Impact of Early Nutrition in Premature Infants on La-
ter Childhood Insulin Sensitivity and Growth. Pediatrics.
2006;118:1943-9. https://doi.org/10.1542/peds.2006-0733
39. Villar J, Puglia FA, Fenton TR, et al. Body composition at birth
and its relationship with neonatal anthropometric ratios: the
newborn body composition study of the INTERGROWTH-
21st project. Pediatr Res. 2017;82:305-16.
40. Bancalari E. Epidemiology and risk factors for the “new” bron-
chopulmonary dysplasia. Neoreviews. 2000;1:e2-e5. https://
doi.org/10.1542/neo.1-1-e2
41. Pizarro ME, Oyarzun MA. Actualización en Displasia Bronco-
pulmonar. Neumol Pediatr. 2016;11:76-80.
42. García Morales E, García Camarena H, Angulo-Castellanos
E, et al. Perfil epidemiológico de prematuros con displasia
broncopulmonar en tercer nivel de atención. Rev Med MD.
2017;89:171-6.
Capítulo 2. Evaluación del crecimiento del recién nacido
pretérmino
Dra. Iris Selene Quijano Méndez
Introducción
La prematuridad es uno de los problemas de salud
más prevalentes en la población infantil de los países
desarrollados. En las últimas décadas, los avances mé-
dicos han hecho posible mejorar los lineamientos en
el soporte nutricional y por ende la supervivencia del
Recién Nacido Pretérmino (RNPT) y a término en las
Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).1
Actualmente se cuenta con la suficiente evidencia
para sustentar que una adecuada evaluación clínica y
nutrición en el recién nacido contribuye a disminuir la
morbilidad y mortalidad; además de mejorar su desa-
rrollo somático y psicomotor en este periodo crítico.1
No hay consenso sobre cómo se debe monitorear al
RNPT al egreso hospitalario en cuanto al patrón ideal
de crecimiento y desarrollo, especialmente después de
la edad corregida a un RN de término.
Existen cribados, consejos de salud, vacunaciones, de-
tección y orientación del riesgo de algunos padecimien-
tos propios de la prematuridad, así como tratamiento en
la consulta de seguimiento de prematuros; Esto con la
finalidad de brindar apoyo a los padres, facilitar actitudes
de salud positivas y detectar de manera temprana los pro-
blemas de salud propios del paciente prematuro.2
Son muchos los profesionales que deben participar
en la evaluación, seguimiento y cuidados del RNPT
como: Unidades de neonatología, centros de rehabi-
litación, estimulación temprana y trabajo social, lo que
ha mostrado respuesta positiva en cuanto al núcleo
familiar y mejoría en la función cognitiva y motora de
los pacientes de seguimiento.
Evaluación clínica
La evaluación clínica del RNPT puede ser mediante dife-
rentes métodos; entre estos se encuentran: edad gesta-
cional (EG), medidas antropométricas, test Capurro, Ba-
llard y Usher, parámetros bioquímicos o inmunológicos,
indicadores biomoleculares, grado de mineralización
ósea, pruebas funcionales, estudios de gabinete, etc. De
todos ellos, por ser de fácil acceso, los métodos antropo-
métricos son los más utilizados a nivel mundial.3-5
Son de utilidad datos prenatales como fecha de últi-
ma menstruación, estudios ecosonográficos del pri-
mer trimestre, ecocardiográficos y estudios de líquido
amniótico.
La evaluación antropométrica constituye una parte
fundamental de la evaluación clínica no invasiva y se
basa en los índices que permiten estimar la magnitud
de las reservas energéticas. Estos indicadores son el
peso, perímetro cefálico, longitud, perímetro braquial
y pliegues cutáneos.7
Existe una gran variedad de curvas para evaluar el cre-
cimiento intrauterino de los RNPT, las primeras son las
reportadas por Lubchenco y colaboradores.8, 9 En fe-
chas recientes la OMS ha recomendado el empleo de
las curvas de crecimiento de Fenton (Fenton Growth
Chart) para neonatos pretérmino de la SDG 22 hasta la
semana 50, que incluye los indicadores de peso, longi-
tud, perímetro cefálico y diferenciados por sexo.10
Las curvas de Fenton están basadas en percentiles (3,
10, 50 y 90) acorde con las SDG, ubicando en tres ca-
tegorías a los recién nacidos de acuerdo con su peso
al nacimiento:
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  19 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
• Pequeños para la edad gestacional (PEG),
peso al nacer por debajo del percentil 10 para
la edad gestacional.
• Adecuados para la Edad Gestacional (AEG),
peso al nacer entre los percentiles 10 a 90 para
la edad gestacional.
• Grandes para la edad gestacional (GEG), peso
al nacer por arriba del percentil 90 para la edad
gestacional.
En cuanto a la longitud y perímetro cefálico, al usar las
curvas correspondientes solo se indicará si está por
debajo del percentil 10 o por encima del percentil 90,
estos percentiles en conjunto servirán para valorar el
crecimiento y la nutrición fetal.10
El impacto en la vida extrauterina del RNPT secundario
a la restricción de nutrientes durante el periodo fetal será
proporcional al tiempo de la misma. Si la restricción fue
durante un periodo corto (un mes) únicamente repercuti-
rá en el peso, si el periodo tiene una duración media (tres
meses) también la talla se verá afectada y si el periodo es
largo (cinco meses) se reducirá el perímetro cefálico.11
El proyecto Intergrowth 21st ha colaborado con la ela-
boración de estándares de crecimiento creando una
herramienta que abarca desde las primeras semanas
de edad gestacional hasta los 5 años posteriores al
nacimiento. Dicho proyecto implementó la recolec-
ción de datos para su análisis estadístico abarcando
una población de 60 000 mujeres embarazadas en los
5 continentes, promocionando el proyecto perinatoló-
gico más grande en el campo de la salud.12
El estándar de oro de crecimiento infantil sigue el mo-
delo de curvas de crecimiento de la OMS, las cuales
se desarrollaron sobre la base de un muestreo pres-
criptivo y prospectivo a nivel internacional en RN a
término sanos alimentados con leche humana. Los
neonatos prematuros se miden a lo largo del nivel de
crecimiento de la OMS cuando llegan a la edad gesta-
cional corregida a término.13
20  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
Estudios de gabinete
Múltiples enfermedades surgen a partir del nacimien-
to en el RNPT; la prematurez como tal es de las princi-
pales causas de morbilidad y mortalidad infantil a ni-
vel mundial. Se considera que el 70 % de las muertes
neonatales se deben a padecimientos asociados con
la inmadurez propia del nacimiento pretérmino.14
Las complicaciones cardiorrespiratorias se presentan
súbitamente secundarias a falta de desarrollo alveolar,
ausencia de síntesis de surfactante, engrosamiento
de la membrana alveolocapilar y tejido muscular laxo,
presentándose a nivel respiratorio la enfermedad de
membrana hialina y a nivel cardiaco la persistencia del
conducto arterioso (PCA), lo que justifica realizar, den-
tro del abordaje inicial, la radiografía de tórax portátil.
Dentro de las complicaciones neurológicas, la princi-
pal es la hemorragia de la matriz germinal, que es más
grave a menor edad gestacional en cuanto a grado
de afección y secuelas. Por ello se indica ultrasonido
transfontanelar portátil inmediatamente si se sospe-
cha de sangrado extenso que comprometa la vida del
paciente. Todos los RNPT deben tener seguimiento
neurológico con dicho estudio y se indica entre los 7
y 14 días de vida y entre las 36 a 40 semanas de edad
gestacional y a todos los recién nacidos con edad ges-
tacional menor de 30 semanas, para detectar lesiones
como leucomalacia periventricular y ventriculomega-
lia, que afectarán el neurodesarrollo a largo plazo.15
Métodos de medición de
composición corporal
El análisis de la composición corporal en neonatos
nos permite diferenciar entre la cantidad de masa gra-
sa (MG) y masa magra total (MMT). La obtención de
las mediciones de la composición corporal no siem-
pre es fácil de realizar, pero existen diferentes méto-
dos que incluyen: pletismografía por desplazamiento

de aire (PDA), dilución de isótopos de agua corporal
total (ACT), análisis de impedancia bioeléctrica to-
tal (IBT), absorciometría dual de rayos X (DEXA: Dual
energy X-ray absoptiometry) y la resonancia magnéti-
ca (RM), con ventajas y desventajas acorde con cada
procedimiento con el común denominador de reque-
rirse técnico operador.16,19,20
• DEXA. Calcula la MMT y la MG de la densidad
ósea, es rápida y no invasiva con la desventaja
de que el paciente tiene que estar quieto y dor-
mido, se requiere el equipo especial y sobrees-
tima % MG en 12 a 30 %.16-18
• ACT. Calcula la MMT y la MG de dilución iso-
tópica después de la ingestión de la solución
oral y la recogida de la muestra de orina de re-
petición, no es invasiva, es un proceso largo,
requiere suministros, las fluctuaciones de ACT
en los recién nacidos nos dan resultados va-
riables.16,19,20
• PDA. Calcula la MMT y la MG del volumen cor-
poral y mediciones de masa obtenidas en el
interior de cámara de ambiente controlado, es
rápido, no invasivo, permite observar los cam-
bios ACT con precisión dentro del 0.05 % al 0.06
%.17-19
• RM. Calcula el volumen de tejido adiposo, y
luego la MMT y MG se derivan, no es invasi-
vo, con la desventaja de que los análisis sue-
len ser largos, el bebé tiene que estar quieto o
dormido y sobreestima el porcentaje de masa
grasa en un 6 %.18-20
• IBT. Calcula la MMT y la MG mediante la me-
dición de la resistencia del cuerpo como un
conductor de pequeños impulsos alternantes
entregado por sondas, es rápida, no invasiva,
independiente de ACT y es mucho mejor para
datos de grupo grande, con la desventaja de
una exactitud individual deficiente y sobreesti-
ma la MMT.16,19-21
Estas mediciones corporales se utilizan para cons-
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
truir los índices antropométricos ya que son combi-
naciones de estos datos, de forma aislada no tienen
significado.
Programas de seguimiento
Los nacimientos prematuros ocurren entre el 11.4 %
de todos los nacimientos de bebés vivos. Y durante
su estancia en la UCIN, presentan hospitalizaciones
prolongadas, déficit de desarrollo neurológico y rein-
gresos hospitalarios, lo que puede aumentar la car-
ga financiera sobre el sistema de atención médica
y sus familias.22 Esto motivó a la Sociedad Española
de Neonatología en colaboración con la Asociación
Española de Pediatría de Atención Primaria a elabo-
rar un protocolo de seguimiento para los pacientes
prematuros.23
Deben efectuarse mediciones seriadas de peso,
longitud-talla y perímetro cefálico, vaciando la infor-
mación a las curvas de crecimiento según Edad Co-
rregida (EC) hasta los 2 años. Para la monitorización
del crecimiento de los RNPT con peso menor de 1 500
gramos y menores a 32 SDG hasta las 44 semanas de
EC, se usarán las curvas de Fenton o los estándares
de Intergrowth-21st, posteriormente se recomienda
usar las curvas de la OMS.25
Se sugiere que todos los RNPT con un peso menor de
1 500 gramos y menores de 32 SDG, desde el momen-
to de la preparación del alta, pasen a formar parte de
un programa de seguimiento estandarizado al menos
hasta la edad escolar (6 a 7 años).23
Plan de egreso de la Unidad de
Cuidados Intensivos Neonatales para
seguimiento del RNPT
• Evaluación de la situación y núcleo familiar por
parte de servicio social.
• Se recomienda la administración de inmuno-
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  21 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
profilaxis con palivizumab en los RNPT meno-
res de 29 semanas durante la estancia hospita-
laria o antes del egreso.
• Alimentación previamente vigilada (lactancia
materna, preparación de leche, posición del
bebé al alimentarlo, entre otras).
• Asesoría y educación para realizar técnica
mamá canguro el tiempo necesario.
• Asesoramiento del estado clínico del bebé (sig-
nos de enfermedad o datos de alarma a vigilar).
• Precauciones en cuanto a seguridad (posicio-
nes para dormir, comer y toma de baño).
• Apoyo en cuanto a la administración de medi-
camentos (dosis, horarios y técnica).
• Cribados necesarios y controles médicos an-
tes del egreso, acorde con edad gestacional
al nacimiento y corregida (metabólico, oftal-
mológico, auditivo, anémico, neurológico y de
osteopenia).24
• Se recomienda cribado auditivo con potencia-
les auditivos de tronco cerebral (si se realiza
con otoemisiones acústicas, pueden obtener-
se falsos negativos, porque no se explora la vía
retrococlear y es donde se detecta patología).
Plan de seguimiento extrahospitalario
del RNPT
• Consulta externa de neonatología o pediatría.
Primera cita en los primeros 3 a 5 días tras el
egreso hospitalario, exploración física, toma
de medidas antropométricas, percentilar y
posteriormente agendar consultas periódicas.
Se sugieren cada 15 o cada 30 días los prime-
ros 12 meses y posteriormente cada 2 meses
hasta los 2 años. En los prematuros muy ex-
tremos o con más secuelas el seguimiento se
recomienda hasta los 5 o 6 años.25,26
• Manejo multidisciplinario con citas periódicas
(Neonatología, Neumología, Oftalmología,
Neurología, Psicología, Audiología, Rehabili-
tación y Estimulación Temprana) por secuelas
22  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
secundarias a la prematurez.
• Vacunación correcta. Administración de inmu-
noprofilaxis con palivizumab en los RNPT me-
nores de 29 semanas de no haberla recibido
durante la hospitalización. Los RNPT menores
de 32 semanas o con peso menor de 1 500
gramos, tienen más probabilidad de presentar
enfermedad invasiva por Streptococcus pneu-
moniae que los nacidos a término, por lo que
se debe aplicar la vacuna VNC13 con pauta 3 +
1, sin vacuna polisacárida 23 valente (VNP23),
salvo que asocien otros factores de riesgo.
• Cribado metabólico practicado durante la es-
tancia hospitalaria y valorar una nueva toma
acorde con las complicaciones del RNPT y
edad gestacional corregida.
• Cribado auditivo realizado antes del alta, de lo
contrario, los primeros días después del egreso.
• Cribado oftalmológico por riesgo de retino-
patía del prematuro (realizar entre la cuarta y
quinta semana de edad cronológica, no antes
de la semana 30 de edad corregida).
• Cribado de anemia (se realiza antes de los 12
meses de edad corregida y otro cribado antes
de la retirada del suplemento de hierro (he-
moglobina y ferritina).
• Cribado neurológico. Ultrasonido transfonta-
nelar de control alrededor de las 40 semanas
de edad corregida.
• Seguimiento del desarrollo motor y psicoso-
cial enviando lo antes posible a rehabilitación
y estimulación temprana.
• Cribado de enfermedad metabólica ósea e hi-
poproteinemia (durante el cribado de anemia
se sugiere realizar fosfatasa alcalina, calcio y
fósforo, en caso de que exista el diagnóstico
de osteopenia previo al egreso hospitalario).
• Valorar la necesidad de asistencia domiciliaria.
CONCLUSIONES
El incremento en los nacimientos de recién nacidos

prematuros en los últimos años justifica el uso conti-
nuo de las tablas de crecimiento intrauterino para cla-
sificar con mayor precisión a este grupo de pacientes,
en cuanto a peso, talla y edad gestacional para opti-
mizar las intervenciones nutricionales de manera es-
pecífica principalmente en los prematuros extremos.
Complementando con las mejores herramientas a ni-
vel neurológico, visual, metabólico, estudios de labo-
ratorio y gabinete, conformando con estas los tamiza-
jes realizados en las unidades de cuidados intensivos
neonatales, con el objetivo de disminuir los días de
estancia hospitalaria y prevenir daños secundarios a
la prematuridad, logrando el cuidado posterior al alta
médica mediante la implementación del programa de
seguimiento en la consulta externa, disminuyendo las
comorbilidades e incrementando la supervivencia en
este grupo de pacientes con mejoría multisistémica.
REFERENCIAS
1. American Academy of Pediatrics Committee on Nutrition. In:
Kleinman RE, Greer FR, eds. Pediatric Nutrition. 7 ed. Elk Grove
Village, IL: American Academy of Pediatrics; 2014.
2. Soriano F, Martín Y, Pallás C, García P. Evaluation and follow-up of
the premature newborn less than 1,500 grams and / or less than
32 weeks of gestation. Comprehensive Pediatrics. 2019;28:120-7.
3. Usher R, McLean F. Intrauterine growth of live-born Caucasian
infants at sea level: standards obtained from measurements
in 7 dimensions of infants born between 25 and 44 weeks of
gestation. J Pediatr.1969;74:901-10. https://doi.org/10.1016/
s0022-3476(69)80224-6
4. Donovan EF, Tyson JE, Ehrenkranz RA, Verter J, Wright LL,
Korones SB, et al. Inaccuracy of Ballard scores before 28 wee-
ks gestation. J Pediatr. 1999;135(2 Pt 1):147-52.
5. Ballard JL, Khoury JC, Wedig K, Wang L, Eilers-Walsman BL,
Lipp R. New Ballard Score, expanded to include extremely
premature infants. J Pediatr. 1991;119:417-23.
6. Lee AC, Panchal P, Folger L, et al. Diagnostic Accuracy of
Neonatal Assessment for Gestational Age Determination: A
Systematic Review. Pediatrics. 2017;140:e20171423.
7. Lee AC, Mullany LC, Ladhani K, et al. Validity of Newborn Clini-
cal Assessment to Determine Gestational Age in Bangladesh.
Pediatrics. 2016;138:e20153303. https://doi.org/10.1542/
peds.2015-3303
8. Lubchenco LO, Hansman C, Dressler M, Boyd E. Intrauterine
growth as estimated from liveborn birth-weight data at 24 to
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
42 weeks of gestation. Pediatrics. 1963;32:793-800.
9. Lubchenco LO, Hansman C, Dressler M, Boyd E. Intrauterine
growth in length and head circumference as estimated from
live births at gestational ages from 26 to 42 weeks. Pediatrics.
1966;37:403-8.
10. Fenton TR, Kim JH: A Systematic review and meta-analysis to
revise the Fenton growth chart for preterm infants. BMC Pedia-
trics. 2013;13:59. https://doi.org/10.1186/1471-2431-13-59
11. Fenton TR. A new growth chart for preterm babies: Bab-
son and Benda’s chart updated with recent data and a new
format. BMC Pediatrics. 2003; 3:13.
12. Burton, F. For the International Fetal and Newborn Growth
Consortium for the 21 st Century (INTERGROWTH-21st). Ethi-
cal issues arising from the INTERGROWTH-21st fetal Growth
Longitudinal Study. BJOG. 2013;120(Suppl.2): 77-80.
13. World Health Organization. WHO child growth stan-
dards. Methods and development.2007. http:/www.who.int/
nutrition/publications/childgrowth-standards_technical_ re-
port_2/en/. Acessed on February 5, 2015
14. Practice Bulletin No. 159: Management of Preterm
Labor. Obstet Gynecol. 2016;127:e29-e38. 10-1097/
AOG.0000000000001265
15. Hughes AJ, Redsell SA, Glazebrook C. Motor Develop-
ment Interventions for Preterm Infants: A Systematic Review
and Meta-analysis. Pediatrics. 2016;138:e20160147.
16. Ellis KJ, Yao M, Shypailo RJ, Urlando A, Wong WW, Heird
WC, body-composition assessment in infancy; air-displace-
ment plethysmography compared with a reference 4-com-
parte-ment model. Am J Clinic Nutr.2007;85:90-5.
17. Wells JCK, Fewtrell MS. Measuring body composition Ar-
chives of Disease in Childhood. 2006;91:612-7.
18. Harrington TA, Thomas EL,Modi N, Frost G, Coutts GA, Bell
JD.Fast and reproducible method for the direct quantitation of
adipose tissue in newborn infants. Lipids. 2002;37:95-100.
19. Olhager E,Thuomas KA, Wigstrom L, Forsum E. Descrip-
tion and evaluation of a method based on magnetic resonan-
ce imaging to estimate adipose tissue volume and body fat in
infants. Pediatric Ress. 1998;44:572-7.
20. Rigo J, Nyamugabo K, Picuad JC, Gerard P, Pieltain C, De
Curtis M. Reference values of body composition obtained by
dual energy X-ray absorptionmetry in preterm and term neo-
nates. J Pediatric gastroenterol Nutr.1998;27:184-90.
21. Mark J. Preterm Birth and Body Composition at Term
Equivalent Age: A Systematic Review and Meta-analysis.
American Academy of Pediatrics. 2012 ISSN Numbers: Print,
0031-4005; Online, 1098-4275.
22. Evereklian M, Posmontier B. The Impact of Kangaroo Care
on Premature Infant Weight Gain. J Pediatr Nurs. 2017;34:e10-
e16. https://doi.org/10.1016/j.pedn.2017.02.006
23. Monitoring Group of the Spanish Society of Neonatology.
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  23 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
Follow-up protocol for the newborn less than 1,500 g or less
than 32 weeks gestation. Madrid: Spanish Society of Neona-
tology; 2017. Available at: www.se-neonatal.es.Spanish Neo-
natal Society (SENeo) ISBN: 978-84-947465-0-5 Legal depo-
sit: M-25723-2017.
24. Villar J, Giuliani F, Barros F, et al. Monitoring the Postnatal
Growth of Preterm Infants: A Paradigm Change. Pediatrics.
2018;141:e20172467.
25. OMS, Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido
y el Niño, Save the Children, March of Dimes Nacidos Dema-
siado Pronto: Informe de Acción Global sobre Nacimientos
Prematuros. 2012. pp 12.
2001;48:453-60.
24  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
26. Hughes AJ, Redsell SA, Glazebrook C. Motor Develop-
ment Interventions for Preterm Infants: A Systematic Review
and Meta-analysis. Pediatrics. 2016;138:e20160147.
27. Guellec I, Lapillonne A, Marret S, Picaud JC, Mitanchez
D, Charkaluk ML. Effect of Intra- and Extrauterine Growth on
Long-Term Neurologic Outcomes of Very Preterm Infants. J
Pediatr. 2016;175:93-8.
28. Lapillonne A, Griffin IJ. Feeding Preterm Infants Today
for Later Metabolic and Cardiovascular Outcomes. J Pediatr.
2013;162:S7-16.
29. Hall RT. Nutritional follow-up of the breastfeeding pre-
mature infant after hospital discharge. Pediatr Clin North Am.
Capítulo 3. Intervencion nutricional para mejorar el
crecimiento y desarrollo neurológico en recién nacidos
prematuros
Dr. Jaime Rodrigo Santamaría Muñoz
Introducción
Una nutrición adecuada es crucial para el creci-
miento y desarrollo saludable del recién nacido,
la leche materna es la primera opción de nutrición
enteral posnatal para prematuros; sin embargo, la
leche materna contiene cantidades insuficientes de
nutrientes para satisfacer las mayores necesidades
nutricionales en prematuros, se recomienda la su-
plementación.
Las alteraciones del crecimiento son comunes en
los recién nacidos muy prematuros, la desnutrición
posnatal temprana se presenta por intolerancia
alimentaria, altos niveles de gasto de energía por
enfermedad preexistente, infecciones y complica-
ciones respiratorias. En los primeros días después
del nacimiento, los prematuros, sobre todo los ex-
tremos, dependen de la nutrición parenteral como
su principal fuente de calorías y nutrientes, lo que
los hace vulnerables a los déficits de macro y micro-
nutrientes.1
La nutrición de los recién nacidos, en particular de
los prematuros, ha avanzado de manera sustancial
en los últimos años, tienen altas demandas de nu-
trientes que son difíciles de cumplir, de modo que
presenta variaciones en su crecimiento y pueden
asociarse con resultados negativos en su desarrollo
neurológico. También se ha observado que el exce-
so de aporte puede cursar con complicaciones me-
tabólicas a largo plazo.
Recomendaciones
nutricionales para el
neurodesarrollo
Estudios recientes recomiendan aumentar el sumi-
nistro de proteínas, mejorar las formulaciones de
lípidos parenterales y proporcionar suplementos mi-
nerales a la vez que fomentan la alimentación con
leche humana.2,3
Los nutrientes y los factores de crecimiento regulan el
desarrollo del cerebro durante la vida fetal y posnatal
temprana. El cerebro en desarrollo entre las 24 y 42
semanas de gestación es vulnerable a las agresiones
nutricionales debido a la rápida trayectoria de varios
procesos neurológicos, incluida la formación de si-
napsis y la mielinización.4,5
La vulnerabilidad del cerebro a los daños nutricio-
nales probablemente supera su plasticidad, lo que
explica por qué los déficits nutricionales tempranos
resultan en una disfunción cerebral no solo mientras
el nutriente está en déficit, sino también después de
la reposición.6
Todos los nutrientes son importantes para el creci-
miento y desarrollo de las células neuronales, pero
algunos parecen tener mayores efectos durante los
últimos periodos fetales y neonatales. Estos incluyen
proteínas, hierro, zinc, selenio, yodo, ácido fólico, vita-
mina A, colina y ácidos grasos poliinsaturados de ca-
dena larga.7
El periodo más activo de desarrollo neurológico
ocurre en los primeros 1 000 días de vida, que se
inicia desde la concepción y abarca hasta finales del
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  25 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
segundo año. Este proceso requiere sincronización
de estructuras y circuitos neuronales, en sus puntos
de tiempo definidos biológicamente y que no existan
factores inhibitorios.8
Un crecimiento deficiente de la cabeza perinatal pre-
dice resultados cognitivos y motores negativos al
igual que la desnutrición contribuye a una limitación
del crecimiento. La desnutrición sigue siendo frecuen-
te en esta población a pesar de los avances en el so-
porte nutricional.9
Coviello demostró una asociación positiva entre nu-
trición, aumento de peso y volúmenes cerebrales, en-
contrando una relación positiva entre la nutrición y la
maduración de la materia blanca correlacionado con
recién nacidos de término y el neurodesarrollo en la
infancia.10,11
El cerebro experimenta un rápido crecimiento duran-
te el último trimestre de la gestación, aumentando su
volumen, este incremento sobrepasa el 100 %, en un
recién nacido de término. Bouyssi en su estudio invo-
lucró a 205 pacientes (75 recién nacidos prematuros y
130 fetos de control sanos) entre 27 y 39 semanas de
EG, observó que los volúmenes cerebrales del tercer
trimestre se redujeron y las trayectorias de crecimiento
cerebral fueron más lentas en el grupo pretérmino ex
utero en comparación con los fetos sanos in utero en
el cerebro, cerebelo, tronco encefálico y la cavidad in-
tracraneal; así mismo demostró que los recién nacidos
prematuros exhibieron un deterioro del crecimiento
cerebral global y regional en el tercer trimestre en au-
sencia de lesión parenquimatosa cerebral/cerebelo-
sa detectada mediante el uso de resonancia nuclear
convencional.12
Schneider determinó la asociación de la ingesta de
energía y macronutrientes en las primeras 2 semanas
de vida con el crecimiento cerebral regional y total y
la maduración de la sustancia blanca, evaluada me-
diante tres controles de resonancia nuclear seriados
26  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
en recién nacidos prematuros e investigó la relación
con los resultados del desarrollo neurológico.13
Además, la ingesta de nutrientes también se corre-
lacionó positivamente con valores más altos de ani-
sotropía fraccional (FA) en tractos de materia blanca
seleccionados como la extremidad posterior de la
cápsula interna y con mayores diámetros axonales en
el tracto corticoespinal, lo que indica una mejor inte-
gridad de la sustancia blanca. La técnica que se utilizó
es la anisotropía fraccional que consiste en estudiar
la difusión de las moléculas de agua en el cerebro y
obtener diferentes mapas o índices, obteniendo infor-
mación directa de la microestructura y de la microdi-
námica de los tejidos biológicos, pudiendo apreciar la
dirección de movimiento de las moléculas de agua en
cada estructura cerebral. “A partir de todos estos datos
es posible generar imágenes de los tractos de sustan-
cia blanca cerebral en tres dimensiones mediante las
llamadas técnicas de tractografía”.13
Estos hallazgos implican que existen ventanas críticas
y sensibles para muchos de estos sistemas y que es-
tas ventanas están estrechamente vinculadas a perio-
dos de rápido crecimiento y diferenciación regional
del cerebro. Por lo tanto, las intervenciones nutriciona-
les médicas que optimizan la entrega de nutrientes al
cerebro están enfocadas en lograr resultados neuro-
conductuales significativos. El personal médico debe
administrar el nutriente en el momento en que es más
necesario, por ejemplo, suplementos de hierro duran-
te el embarazo o la primera infancia para lograr mejo-
res resultados cognitivos o motores.14
Los recién nacidos prematuros tienen un alto riesgo
de resultados adversos del desarrollo neurológico,
la lesión del cerebro en el prematuro se define como
“encefalopatía de la prematuridad” e incluye diferen-
tes padecimientos, la más frecuente es la lesión de la
sustancia blanca, que se asocia con un deterioro del
funcionamiento cognitivo, sensorial y psicológico y se
reconoce cada vez más como un factor de riesgo para

Trastornos del Espectro Autista con o sin Hiperactivi-
dad (TDA, TDAH) y otros trastornos psicológicos.15
Por lo tanto, existe una necesidad urgente de estra-
tegias neuroprotectoras para mejorar los resultados
en estos grupos de edad, una de ellas es la nutrición
enteral temprana. Describimos las intervenciones nu-
tricionales que se utilizan y que continúan en proceso
de investigación.
Hierro
El hierro es un nutriente clave y es esencial para el de-
sarrollo del ser humano, los requerimientos de hierro
son altos durante las primeras etapas de la vida, in-
dispensable para la producción de nuevos glóbulos
rojos y células musculares. El cerebro en desarrollo
necesita hierro para la formación de enzimas y hemo-
proteínas que regulan los procesos celulares, incluida
la producción de ácidos grasos, la síntesis de neuro-
transmisores de dopamina y la producción de energía
neuronal. El balance de hierro puede ser negativo en
algún momento de las etapas de crecimiento y la de-
ficiencia de hierro es más común en niños y mujeres
embarazadas en todo el mundo. La anemia por defi-
ciencia de hierro altera el crecimiento y los niveles de
energía, así como el rendimiento motor y cognitivo en
el niño en desarrollo.
En la deficiencia de hierro se observan déficits de
memoria de reconocimiento, indicativos de una
función del hipocampo deteriorada, una velocidad de
procesamiento más lenta que sugiere mielinización
reducida y un temperamento alterado caracterizado
por una interacción más deficiente entre el lactante
y la madre y sugestivo neurobiológicamente de
metabolismo alterado de la dopamina. En etapas
posteriores la anemia por deficiencia de hierro
se acompaña de alteraciones en el aprendizaje
y memoria. El suplemento de este mineral es
fundamental para evitar estos trastornos.17-19
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
Ácidos grasos
poliinsaturados
La suplementación nutricional con ácidos grasos
poliinsaturados es importante en el desarrollo neu-
rológico de los recién nacidos prematuros, en el es-
tudio diseñado por Alshweki et al. se determinaron
los efectos de una contribución equilibrada de ácido
araquidónico en recién nacidos prematuros meno-
res de 1 500 gramos o menores de 32 semanas. El
grupo A estaba compuesto por 24 recién nacidos, a
quienes se les administró leche de fórmula con una
proporción de ω-6/ω-3 de 2/1, y el grupo B estaba
compuesto de 21 recién nacidos, a quienes se les
administró fórmula láctea con una relación ω-6/ω-3
de 1/1, el seguimiento abarcó 24 meses, se midió pe-
riódicamente el crecimiento, potenciales evocados
visuales, potenciales evocados auditivos del tronco
encefálico y ácidos grasos plasmáticos, a los 24 me-
ses se evaluó el desarrollo psicomotor utilizando la
escala Brunet Lézine. El grupo control, para compa-
rar el puntaje Brunet Lézine, estaba compuesto por
25 recién nacidos, que fueron alimentados exclusiva-
mente con leche materna.
Los resultados demostraron que los recién nacidos
prematuros que recibieron fórmula con una propor-
ción de ω-6/ω-3 de 2/1 tuvieron niveles sanguíneos
más altos de ácidos grasos esenciales durante el pri-
mer año de vida y un mejor desarrollo psicomotor, en
comparación con los recién nacidos muy prematuros
que consumieron fórmula con un ω-6/ω-3 de 1/1. Por
lo tanto, la leche de fórmula con una cantidad de áci-
do araquidónico doble que la del ácido docosahexae-
noico debe considerarse para la alimentación de lac-
tantes muy prematuros.20
Glutamina
De Kieviet et al. en su grupo de estudio de prematu-
ros menores de 32 semanas y con un peso menor
de 1 500 gramos, administró suplementos de gluta-
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  27 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
mina desde el día 3 después del nacimiento hasta
el día 30 y su grupo placebo recibió isonitrógeno
(alanina).
Durante el seguimiento a largo plazo, los investiga-
dores encontraron una tendencia hacia valores más
altos de anisotropía fraccional, en los haces de cín-
gulo proyectándose en el hipocampo en el grupo de
glutamina en comparación con los controles. El ob-
jetivo del estudio de seguimiento fue determinar los
efectos a largo plazo de la alimentación enriquecida
con glutamina en el primer mes después del naci-
miento en niños muy prematuros sobre las medidas
de desarrollo cerebral en edad escolar y dilucidar un
papel mediador potencial de infecciones neonatales
graves.
El aminoácido glutamina reduce la cantidad de in-
fecciones neonatales graves en niños muy prema-
turos, lo que puede beneficiar el desarrollo cerebral
a largo plazo y administrado en el periodo neonatal
se ha asociado con un incremento de los volúmenes
cerebrales; estos resultados continúan en estudio.21
Lactoferrina
Los recién nacidos son relativamente deficientes en
lactoferrina y pueden beneficiarse de la suplemen-
tación. La evidencia preliminar sugiere que la suple-
mentación con lactoferrina bovina podría prevenir
infección y por ende disminuir mortalidad y morbili-
dad asociada, se infiere que lactoferrina es un com-
ponente clave de la respuesta inmune innata de los
mamíferos; en el Reino Unido, el ensayo ELFIN se
llevó a cabo mediante un estudio clínico controla-
do aleatorio, simple y pragmático para probar esta
hipótesis.
La lactoferrina es la principal proteína de suero en la
leche materna de todos los mamíferos, incluidos hu-
manos y también está presente en lágrimas, saliva,
28  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
líquido cefalorraquídeo y otras secreciones. La lac-
toferrina tiene amplias acciones antimicrobianas. La
lactoferrina también tiene propiedades prebióticas,
creando un ambiente entérico para el crecimiento de
bacterias beneficiosas y reductoras de la colonización
de especies patógenas.
La lactoferrina es una glucoproteína bifidogénica
antimicrobiana, antioxidante, antiinflamatoria que
transporta hierro que se encuentra en la leche de
mamíferos.
Complementar la alimentación estándar con lactofe-
rrina puede ser una estrategia efectiva para mejorar
de forma segura los resultados en prematuros de muy
bajo peso al nacimiento.
Los autores plantearon la hipotesis de que los efectos
neuroprotectores de la lactoferrina pueden ser impul-
sados por sus propiedades antiinflamatorias, como
lo indica una reducción de la expresión cerebral de
TNF-α e IL-6, lo que resulta en una reducción de la
muerte celular apoptotica en su estudio experimental.
Es evidente que existen resultados contradictorios so-
bre lactoferrina.22,23
CONCLUSIONES
La evidencia científica respalda las intervenciones nu-
tricionales específicamente en los prematuros extre-
mos; las comorbilidades, inmadurez, hospitalización
prolongada y complicaciones producen un insufi-
ciente aporte de nutrientes que altera el crecimiento y
desarrollo. Una nutrición oportuna, adecuada en este
grupo de pacientes permite una mejor evolución, evi-
ta desnutrición, reduce la mortalidad e incrementa la
supervivencia en este grupo de pacientes. Continúan
en estudio diferentes intervenciones nutricionales
que permitirán reducir complicaciones cerebrales y
mejorar el resultado neurológico.

Referencias
1. Hortensius l, van Elburg R, Nijboer C, Manon J. Postnatal Nu-
trition to Improve Brain Development in the Preterm Infant: A
Systematic Review from Bench to Bedside. Front. Physiol., 26
July 2019. https://doi.org/10.3389/fphys.2019.00961
2. Harding JE, Cormack BE, Alexander T, Alsweiler JM, Bloomfield FH.
Advances in nutrition of the newborn infant. Lancet. 2017;389:1660-
8. https://doi.org/10.1016/s0140-6736(17)30552-4
3. Georgieff MK. Nutrition and the developing brain: nutrient
priorities and measurement, Am J Clin Nutr, Volume 85, Issue
2, February 2007, Pages 614S–620S, https://doi.org/10.1093/
ajcn/85.2.614S
4. Wachs TD, Georgieff M, Cusick S, McEwen BS. Issues in the
timing of integrated early interventions: contributions from
nutrition, neuroscience and psychological research. Ann
N Y Acad Sci. 2014;1308:89-106. https://doi.org/10.1111/
nyas.12314
5. Clouchoux C, Guizard N, Evans AC, du Plessis AJ, Lim-
peropoulos C. Normative fetal brain growth by quantita-
tive in vivo magnetic resonance imaging.  Am J Obstet
Gynecol. 2012;206:173:e1-173.e1738. DOI:  10.1016/j.
ajog.2011.10.002
6. Schneider JJ, Fischer C, Duerden E, et al. Nutrient Intake in
the First Two Weeks of Life and Brain Growth in Preterm
Neonates. Pediatrics. 2018;141:e20172169; DOI: https://doi.
org/10.1542/peds.2017-2169
7. Immeli L,  Mäkelä PM,  Leskinen M, et al. A triple-chamber
parenteral nutrition solution was associated with improved
protein intake in very low birthweight infants. Acta Pediatrica.
2020;00:1-7. https://doi.org/10.1111/apa.15179
8. Twilhaar ES, Wade RM, de Kieviet JF, Van Goudoever JB,
Van Elburg RM, Oosterlaan J. Cognitive Outcomes of Chil-
dren Born Extremely or Very Preterm Since the 1990s and
Associated Risk Factors: A Meta-analysis and Meta-regres-
sion. JAMA Pediatr. 2018;172:361-7. Doi: 10.1001/jamapedia-
trics.2017.5323
9. Schwarzenberg SJ, Georgieff MK, Committee on Nutrition.
Advocacy for Improving Nutrition in the First 1000 Days to
Support Childhood Development and Adult Health. Pedia-
trics. 2018;141:e20173716. DOI: https://doi.org/10.1542/
peds.2017-3716
10. Dabydeen L, Thomas JE, Aston TJ, Hartley H, Sinha SK, Eyre
JA. High-energy and -protein diet increases brain and corti-
cospinal tract growth in term and preterm infants after perina-
tal brain injury. Pediatrics. 2008;121:148-56. DOI: https://doi.
org/10.1542/peds.2007-1267
11. Coviello C, Keunen K, Kersbergen KJ, Groenendaal F, Lee-
mans A, Peels B, et al. Effects of early nutrition and growth
on brain volumes, white matter microstructure, and neuro-
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
developmental outcome in preterm newborns. Pediatr Res.
2018;83,102-10. https://doi.org/10.1038/pr.2017.227
12. Lafeber HN, Van de Lagemaat M, Rotteveel J, Van Weis-
senbruch M. Timing of nutritional interventions in very-low-
birth-weight infants: optimal neurodevelopment compared
with the onset of the metabolic syndrome. Am J Clin Nutr.
2013;98:556S–560S, https://doi.org/10.3945/ajcn.112.045039
13. Bouyssi-Kobar M, du Plessis AJ, McCarter R, Brossard-Racine
M, Murnick J, Tinkleman L, et al. Third trimester brain growth
in preterm infants compared with in utero healthy fetuses.
Pediatrics. 2016;138:e20161640. https://doi.org/10.1542/
peds.2016-1640
14. Schneider J, Fischer C, Duerden E, et al. Nutrient Intake in the
First Two Weeks of Life and Brain Growth in Preterm Neo-
nates. Pediatrics. 2018;141(3); DOI: https://doi.org/10.1542/
peds.2017-216
15. Schwarzenberg SJ, Georgieff MK, AAP Committee on Nutri-
tion. Advocacy for Improving Nutrition in the First 1000 Days
to Support Childhood Development and Adult Health. Pe-
diatrics. 2018;141:e20173716. DOI: https://doi.org/10.1542/
peds.2017-3716
16. Van Tilborg E, Heijnen CJ, Benders MJ, et al. Impaired oligo-
dendrocyte maturation in preterm infants: Potential therapeu-
tic targets.  Prog Neurobiol. 2016;136:28-49. DOI:  10.1016/j.
pneurobio.2015.11.002
17. Fuglestad, AJ, Kroupina MG, Johnson DE, Georgieff MK. Mi-
cronutrient status and neurodevelopment internationally
adopted children. Acta Paediatrica. 2016;105:e67-76. https://
doi.org/10.1111/apa.13234.
18. Wozniak JR, Fink BA, Fuglestad AJ, Eckerle JK, Boys CJ,
Sandness KE, Radke JP, Miller NC, Lindgren C, Brearley AM,
Zeisel SH, Georgieff MK. Four-year follow-up of a randomi-
zed controlled trial of choline for neurodevelopment in fetal
alcohol spectrum disorder. J Neurodev Disord. 2020;12:1-13.
DOI: 10.1186/s11689-020-09312-7
19. Cerami C. Iron Nutriture of the Fetus, Neonate, Infant,
and Child. Ann Nutr Metab. 2017;71(suppl 3):8-14. doi:
10.1159/00048144
20. Alshweki A, Muñuzuri AP, Baña AM, et al. Effects of diffe-
rent arachidonic acid supplementation on psychomotor
development in very preterm infants; a randomized con-
trolled trial.  Nutr J. 2015;14:101. Published 2015 Sep 30.
DOI: 10.1186/s12937-015-0091-3
21. De Kieviet JF, Oosterlaan J, Vermeulen RJ, Pouwels PJ, La-
feber HN, van Elburg RM. Effects of glutamine on brain de-
velopment in very preterm children at school age. Pediatrics.
2012;130:e1121–7. https://doi.org/10.1542/peds.2012-0928
22. Martin A, Ghadge A, Manzoni P, et al. Protocol for the Lacto-
ferrin Infant Feeding Trial (LIFT): a randomised trial of adding
lactoferrin to the feeds of very-low birthweight babies prior to
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  29 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

hospital discharge. BMJ Open. 2018;8:e023044. Published mized trial of adding lactoferrin to feeds of very-low-birth-
2018 Oct 2. doi:10.1136/bmjopen-2018-023044 weight preterm infants. BMC Pediatr. 2020;20:40. https://doi.
23. Asztalos, EV, Barrington K, Lodha A,  et al.  Lactoferrin infant org/10.1186/s12887-020-1938-0
feeding trial_Canada (LIFT_Canada): protocol for a rando-

30  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4

Capítulo 4. Repercusión de la desnutrición proteicocalórica
en el sistema nervioso central pre y posnatal
Dr. José Ovidio Cornelio Nieto
Introducción
El desarrollo del individuo depende de manera directa,
de las condiciones nutricionales durante la gestación
y periodo posnatal ya que la baja o deficiente calidad
de la dieta en estas etapas críticas del desarrollo in-
fantil puede provocar alteraciones fundamentalmente
en la organización del sistema nervioso central (SNC)
con sus consecuencias, así como en la constitución
de los diversos órganos, que pueden persistir hasta la
edad adulta.
Una forma de evaluar cómo se desarrolló el individuo
durante la gestación, es considerar la nutrición mater-
na durante el embarazo y el peso al nacimiento del in-
dividuo. Si bien es cierto que el desarrollo del feto tiene
determinantes genéticos, el crecimiento fetal muestra
fuerte relación con una amplia variedad de factores
epigenéticos dependientes en forma importante del
estado nutricional. Estos incluyen dieta materna de-
ficiente, escasas reservas nutricionales de la madre,
inadecuado flujo sanguíneo uterino, se agregan de-
fectos en la permeabilidad de nutrientes a través de
la placenta, y la influencia hormonal materna: la talla
y el peso al nacimiento reflejan la trayectoria y condi-
ción del crecimiento. Lo anterior encuentra apoyo en
diversas investigaciones con modelos animales en
donde la dieta materna desbalanceada durante perio-
dos tempranos de la gestación provoca bajo peso de
la camada al nacimiento, mientras que la desnutrición
en periodos tardíos de la gestación causa efectos en
la proporción corporal y poco efecto sobre el peso al
nacimiento de las crías.1
Se sabe con certeza que la vulnerabilidad del SNC a la
desnutrición proteicocalórica es mayor durante la fase
de crecimiento rápido del cerebro y que este periodo
corresponde al último trimestre de desarrollo prenatal
y los 24 meses de vida posnatal.2-5
En esta breve revisión se hará un enfoque para anali-
zar los efectos de la desnutrición proteicocalórica en
las etapas pre y posnatal temprana del niño enfatizan-
do las alteraciones anatómicas, funcionales y neuro-
rradiológicas en el SNC. Asimismo, se destacará cómo
estos cambios se manifiestan clínicamente con retra-
so del desarrollo psicomotor, deficiencias cognitivas
y del aprendizaje,6-10 reducción del tamaño del perí-
metro cefálico,11,12 cambios anatómicos de la corteza
cerebral en imágenes de tomografía computarizada
(TC)13-15 y resonancia magnética (RM) de cráneo16 y
cambios neurofisiológicos en los estudios de poten-
ciales evocados visuales y de tallo cerebral.17
En combinación con los efectos directos de la desnu-
trición prenatal y posnatal está el efecto de los factores
ambientales, que en la mayoría de los niños del mun-
do en desarrollo es de una gran deprivación emocio-
nal, que al ejercer su efecto asociado con el de la des-
nutrición, ocasionará más daño al SNC lo que causará
déficit intelectual, con sus consecuencias futuras en la
conducta y el aprendizaje del niño.9,10
Cambios anatómicos en el SNC
La desnutrición proteicocalórica produce una serie
de efectos neurobiológicos bien conocidos en el
SNC en desarrollo que alteran la multiplicación neu-
ronal y glial, el crecimiento de las dendritas y de las
espinas dendríticas, así como la formación de sinap-
sis y la mielinización.18-20
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  31 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
Los trabajos de Winick en Chile,11 demostraron que
existe una reducción en el peso del cerebro de los ni-
ños que fallecen por desnutrición. Stoch et al.2-5 fueron
los primeros en formular la hipótesis de que la desnu-
trición prenatal y durante los primeros 2 años de vida
podría inhibir el crecimiento del cerebro y que esto
produciría una reducción permanente de su tamaño y
en consecuencia un bajo desarrollo intelectual.
En estudios efectuados en relación con el desarrollo
cerebral en autopsias de niños que han fallecido de
forma inesperada por otras alteraciones diferentes a la
desnutrición, se encontró que la cantidad de sinapsis
en una capa de la corteza visual se eleva de 2 500 por
neurona al nacimiento hasta 18 000 alrededor de los 6
meses de vida.21 Sin embargo, en autopsias de niños
que fallecen por desnutrición, además del menor peso
del cerebro para su edad, hay menor cantidad de con-
centración de proteínas, menor contenido de DNA y
RNA, al mismo tiempo que un menor perímetro craneal
cuando se comparan con niños no desnutridos falleci-
dos por causas accidentales. Asimismo, la desnutrición
acaecida a edad temprana reduce la tasa de división
celular en el cerebro, lo que ocasiona una estrecha co-
rrelación entre la circunferencia craneal y el crecimien-
to cerebral.22
El cerebro de los niños desnutridos que mueren du-
rante los primeros meses de vida muestra cambios evi-
dentes de la estructura neuronal. Los más destacados
son disminución del número de sinapsis como una
consecuencia de una disminución de la arborización
dendrítica y alteraciones de la orientación del axón.19
Estas alteraciones de la sinaptogénesis podrían tener
como consecuencia deficiencias conductuales y del
aprendizaje del niño a futuro. Se ha descrito también
alteraciones en las espinas dendríticas, las cuales es-
tán disminuidas en su densidad y con alteraciones
morfológicas de tipo displásico y seguro estas altera-
ciones constituyen la base del desarrollo neuropsico-
lógico deficiente de los niños que han padecido des-
nutrición pre y posnatal.20
32  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
La reducción posnatal en el número de células cere-
brales afecta también a las células de la glía y ello se
manifiesta también por una detención en la madura-
ción de los oligodendrocitos, células encargadas de
la mielinización del SNC, lo que condiciona un re-
traso en la mielinización del cerebro que ha podido
documentarse en estudios de potenciales evocados
auditivos y potenciales evocados visuales,17 pues las
alteraciones encontradas en estos estudios reflejan
defectos en la mielinización.
En niños que sobreviven a desnutrición proteicocaló-
rica grave se ha observado que el perímetro cefálico
disminuye en una magnitud que sobrepasa en oca-
siones cuatro desviaciones estándar.11 La medición
craneal de rutina en las consultas pediátricas es un
indicador antropométrico tanto de la historia nutricio-
nal, como del desarrollo cerebral. Su alteración en los
niños con historia de desnutrición refleja los efectos
de la falta de alimentos sobre el cerebro en edades
tempranas del desarrollo.
Efectos en el estado cognitivo
Los trabajos de Galler et al. avalan la relación causal en-
tre la desnutrición proteicocalórica y los trastornos del
aprendizaje,6,7 además de que permiten comprender
los efectos que produce la desnutrición a largo plazo.
Los autores realizaron un seguimiento durante más de
30 años de un grupo de 185 lactantes que habían teni-
do desnutrición pre y posnatal. A pesar de una excelen-
te rehabilitación y seguimiento estrecho que se llevó en
este grupo de niños, entre un 60 y un 70 % mostraron
francos datos de falta de atención en la escuela, memo-
ria deficiente y rendimiento escolar deficiente global.
Muchos de ellos fueron incapaces de completar sus
estudios en la escuela secundaria y tuvieron serios pro-
blemas en su vida profesional. Estos datos nos indican
que hay millones de niños en el mundo en desarrollo
susceptibles de presentar trastornos del aprendizaje
por el solo hecho de haber presentado desnutrición en
etapas tempranas de su desarrollo.

Efectos en la conducta
Se han analizado también los efectos de haber pade-
cido desnutrición en etapas tempranas de la vida y el
desarrollo de conductas externalizadas (agresividad,
impulsividad, hiperactividad y trastornos de la con-
ducta) a edades posteriores.23 Los autores postulan
que la desnutrición en etapas tempranas de la vida y
su efecto sobre el crecimiento y desarrollo del cere-
bro deteriora las funciones cerebrales y predispone a
una conducta antisocial y violenta por afección de las
funciones cognitivas. Estas alteraciones se relaciona-
rían con afección de la corteza prefrontal que regula
la emoción e inhibe los impulsos agresivos y en niños
que fallecen por desnutrición ha sido observada una
atrofia de lóbulos frontales.24.
Se ha pensado asimismo que las alteraciones en la
neurotransmisión podrían ser otros de los mecanis-
mos para explicar las conductas externalizadas de
estos niños, pues en estudios experimentales en ratas
jóvenes con desnutrición proteicocalórica se ha ob-
servado una disminución importante de la dopamina
en el hipocampo.25 Por estos hallazgos se piensa que
hay una buena razón para creer que anormalidades
en la neurotransmisión secundaria a desnutrición po-
drían predisponer a conductas agresivas.25 Así como
muchas condiciones neuropsiquiátricas pueden de-
berse a disfunciones en la neurotransmisión sináptica,
es posible que algunas alteraciones en la conducta
futura de los niños con antecedentes de desnutrición
puedan ser el resultado de una modificación en la sín-
tesis de neurotransmisores.25.
Alteraciones
neuropsicológicas
En los niños desnutridos hay evidentes alteraciones
neuropsicológicas. La apatía es característica. Mani-
fiestan además indiferencia al ambiente que los ro-
dea, hay retardo importante del desarrollo psicomotor
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
con una afección importante en la motricidad gruesa
y fina, en su conducta adaptativa y en el lenguaje. Los
estímulos despiertan poco interés y la respuesta más
frecuente a ellos es un llanto monótono y apagado.6-10
Factores nutricionales y
ambiente
En combinación con los factores nutricionales, el am-
biente en donde el niño vive contribuye en la intensifi-
cación del daño cerebral. La mayor parte de los niños
que padecen desnutrición proteicocalórica provienen
de familias que viven en condiciones de extrema po-
breza, en donde los padres y el ambiente en donde
viven son incapaces de proporcionar la estimulación
afectiva y psicomotora que se requiere para un de-
sarrollo normal. Esta falta de estimulación ambiental
puede causar retraso del desarrollo psicomotor pues
se ha demostrado que la estimulación temprana per-
mite restaurar en alguna medida este retardo del de-
sarrollo, pues el simple tratamiento nutricional sin dar
una estimulación adecuada no logra la recuperación
intelectual.9-11
Desafortunadamente en muchos niños desnutridos el
estímulo oportuno se ve limitado por muchos factores
como el abandono, carencia de afecto, falta de jugue-
tes y juegos infantiles, maltrato familiar, disolución del
núcleo familiar, migración de los padres a otros sitios o
países en busca de un mejor nivel de vida, con el sub-
secuente abandono del niño. Esta combinación de
desnutrición y falta de estimulación tienen un impacto
grave en el desarrollo del SNC.
Estudios de neuroimagen
en niños con desnutriciÓn
proteicocalórica
Los hallazgos por TC en 40 niños con desnutrición
y retraso psicomotor han mostrado dilatación ventri-
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  33 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
cular y ampliación de las cisuras de Silvio en grados
variables que han sido interpretados como atrofias
cerebrales.13-16 En las imágenes de RM craneal pre-
dominan igualmente los datos de atrofia de la corte-
za cerebral y dilataciones ventriculares, así como da-
tos de hipomielinización de la sustancia blanca del
cerebro.16
Estos hallazgos objetivos en los estudios de neuroima-
gen (TC y RM) muestran los efectos que la desnutri-
ción proteicocalórica ejerce sobre el SNC del niño.
ConclusiONES
Esta breve revisión de los efectos de la desnutrición
proteicocalórica en el niño en etapa pre y posnatal nos
muestra las alteraciones importantes que ésta produce
en el SNC en desarrollo. Estas alteraciones van a tener
como consecuencia cambios anatómicos en el SNC,
efectos en el estado cognitivo lo cual repercutirá en el
aprendizaje futuro, desarrollo de conductas externaliza-
das en edades posteriores manifestados por agresivi-
dad, hiperactividad, conductas antisociales y violentas
en donde el ambiente juega un papel importante pero
asociado con la desnutrición que agrava el problema,
afección neuropsicológica con evidente retraso del de-
sarrollo psicomotor en forma global y cambios morfo-
lógicos en el cerebro evidenciados por los métodos de
neuroimagen como la TC y la RM de cráneo.
Todos estos cambios dan como resultado una dismi-
nución del potencial intelectual del niño lo cual limi-
tará su desarrollo neuropsicológico y su aprendizaje
con los efectos devastadores que esto tendrá en su
vida futura.
Los neonatólogos y pediatras tienen un compromiso
muy grande en el seguimiento del embarazo en combi-
nación con los ginecoobstetras para detectar en forma
temprana a los niños con desnutrición intrauterina y dar
seguimiento durante los primeros dos años de vida.
34  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
Referencias
1. Godfrey KM, Barker DJP. Fetal nutrition and adult disease. Am
J Clin Nutr. 2000;71:1344S-52S.
2. Stoch MB, Smythe PM. Does undernutrition during infancy in-
hibit brain growth and subsequent intellectual development?
Arch Dis Child. 1963;68:546-52.
3. Stoch MB, Smythe PM. The effect of undernutrition during
infancy on subsequent brain growth and intellectual develop-
ment. S Afr Med J. 1967;41:1027-30.
4. Stoch MB, Smythte PM. 15-year development study on effects
of severe undernutrition during infancy on subsequent phy-
sical growth and intellectual functioning. Arch Dis Child.
1976;51:327-36.
5. Stoch MB, Smythe PM, Moodie AD, Bradshaw D. Psychoso-
cial outcome and CT finding after gross undernourishment
during infancy: a 20-year development study. Dev Med Chil
Neurol. 1982;24:419-36.
6. Galler JR, Ramsey F, Solimano G. The influence of early
malnutrition of subsequent behavioral development. III.
Learning disabilities as a sequel to malnutrition. Pediatr Res.
1984;18:308-13.
7. Galler JR, Ramsey FC, Morley DS. The longterm effects of
early kwashiorkor compared with marasmus. IV. Performan-
ce on the national high school entrance examination. Pediatr
Res. 1990;28:235-9.
8. Agarwal KN, Agarwal DK, Upadhyay SK. Impact of chronic un-
dernutrition on higher mental functions in indian boys aged
10-12 years. Acta Pediatr. 1995;84:1357-61.
9. Upadhyay KN, Agarwal DK, Agarwal KN. Influence of mal-
nutrition on intellectual development. Indian J Med Res.
1989;90:430-41.
10. Liu J, Raine A, Venables PH, Dalais C, Mednick SA. Malnutri-
tion at age 3 years and lower cognitive ability at age 11 years
independence from psychosocial adversity. Arch Pediatr
Adolesc Med. 2003;157:593-600.
11. Winick M, Rosso P. Head circumference and cellular growth in
normal and marasmic children. J Pediatr. 1969;74:774-8.
12. Ivanovic DM, et al. Head size and intelligence, learning, nutri-
tional status and brain development, head, IQ, learning, nutri-
tion and brain. Neuropsychologia. 2004;42:1118-31.
13. Househam KC, Devilliers JF. Computed tomography in severe
protein energy malnutrition. Arch Dis Child. 1987;62:589-92.
14. Akinyinka OO, Adeyinka AO, Falade AG. The computed axial
tomography of the brain in protein energy malnutrition. Ann
Trop Paediatr. 1995;15:329-33.
15. Adeyinka AO, Akinyinka OO, Falade AG. Computerized tomo-
graphy measures of brain slice area and ventricular sizes in
protein energy malnutrition: a preliminary study. West Afr L
Med.1996;15:232-6.

16. Odabas D, Caksen H, et al. Cranial MRI findings in children with
protein energy malnutrition. Int J Neurosci. 2005;115:829-37.
17. Durmaz S, Karagol U, Deda G, et al. Brainstem auditory and
visual evoked potential in children with protein-energy malnu-
trition. Pediatr Int. 1999;41:615-9.
18. Levitsky DA, Strupp BJ. Malnutrition and the brain: chan-
ging concepts, changing concerns. J Nutr. 1995;125
(S8):S2212-20.
19. Cordero ME, et al. Dendritic development in neocortex on
infants with early postnatal life undernutrition. Pediatr Neurol.
1993;9:457-64.
20. Benitez BL, De la Rosa AI, Mansilla OA. Dendritic spine patho-
logy in infants with severe protein-caloric malnutrition. Pedia-
trics. 1999;104:21.
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
21. Httenlucher PR, Dabholkar AS. Regional differences in sy-
naptogenesis in human cerebral cortex. J Comp Neurol.
1997;38:167-78.
22. Winick M, Rosso P. The effect of severe malnutrition on cellu-
lar growth of human brain. Pediatr Res. 1969;3:181-4.
23. Liu J, Raine A, et al. Malnutrition at age 3 years and externali-
zing behavior problems at ages 8, 11 and17 years. AM J Psy-
chiatry. 2004;161:2005-13.
24. Liu J, Raine A. The effects of childhood malnutrition on exter-
nalizing behavior. Curr Opin Pediatr. 2006;18:565-70.
25. Cornelio Nieto JO. Efectos de la desnutrición proteico-ca-
lórica en el sistema nervioso central del niño. Rev Neurol.
2007;44 (supl 2):S71-4.
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  35 
Capítulo 5. Alteraciones sensoriales en el recién nacido
prematuro
Dr. Pablo Valladares Sánchez
Introducción
Recientemente, la neurología neonatal ha tenido un
gran avance en relación con el conocimiento de los
trastornos que pueden presentarse en esta etapa de
la vida, dada la fragilidad en términos de inmadurez
que presentan muchos sistemas funcionales del or-
ganismo. Sin embargo, a pesar de estos avances,
los médicos se enfrentan a numerosos retos ante los
trastornos neurológicos en el recién nacido. Es de
relevancia hacer notar que, dentro de los recién na-
cidos, no es lo mismo referirnos a un cerebro de un
niño a término que a un cerebro de un recién nacido
pretérmino. Incluso hay diferencias en los prematu-
ros dependiendo de la edad gestacional. A menor
edad, mayor riesgo de daño permanente; los meca-
nismos que controlan la excitación e inhibición neu-
ronal están en proceso de establecerse. La migración
neuronal ha terminado, pero la arborización dendríti-
ca apenas inicia. Paradójicamente, el GABA (neuro-
transmisor inhibidor por excelencia) en el Sistema
Nervioso Central, en el prematuro su función es ex-
citatoria. Por lo tanto, las alteraciones más frecuentes
como la hipoxia y la isquemia tendrán resultados,
tratamientos y pronósticos diferentes dependiendo
de la edad gestacional. Muchos medicamentos
pueden ser benéficos como neuroprotectores en
niños a término y mayores, pero no para cerebros
inmaduros.
Para comprender el desarrollo del sistema nervioso
(y sus alteraciones), es necesario hacer la diferencia
en lo estructural y lo funcional. La estructura cerebral
requiere integridad total para un correcto funciona-
miento del mismo. El desarrollo estructural del tejido
nervioso inicia entre la segunda y la tercera semana
36  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
de gestación, con la aparición del disco trilaminar
(ectodermo, endodermo y mesodermo). Una parte
especializada del ectodermo, el neuroectodermo,
da lugar a la formación del cerebro, médula espinal
y nervios periféricos. Este proceso conlleva a la pro-
liferación y migración neuronal, la formación de cé-
lulas de soporte como la microglía, la integración de
núcleos neuronales especializados como el tálamo,
hipotálamo, núcleo supraóptico, núcleos de nervios
craneales y la formación de vías como las motoras
y las sensitivas. La semana 24 coincide con el ma-
yor número de neuronas, incluso hasta 2 veces más
que las neuronas del cerebro maduro. 1 El proceso de
formación y desarrollo estructural del cerebro culmi-
na en general, justo antes del nacimiento (a término)
del individuo. Ahora bien, el desarrollo funcional del
cerebro se caracteriza por eventos organizacionales,
que ocurren durante un periodo que abarca desde el
quinto mes de gestación hasta varios años después
del nacimiento.
Las características clave del desarrollo funcional del
cerebro incluyen logros de una alineación (migración)
adecuada, orientación y estratificación de las neuronas
corticales, la elaboración de ramificaciones dendríticas
y axonales, el establecimiento de contactos sinápticos
(organización), así como la eliminación selectiva neuro-
nal/sináptica y la apoptosis programada. El desarrollo
de la red neuronal funcional depende principalmente
del establecimiento de entrada aferente y actividad
sináptica. La sincronización y el espaciamiento de un
nivel adecuado de estimulación es por ende, esencial
para el desarrollo normal del cerebro.2 Por lo tanto, el
desarrollo funcional del sistema nervioso se define
como la especialización (en funciones) de los grupos
neuronales, mismo que determina la arborización den-

drítica, la apoptosis programa, la formación de circuitos
de inhibición y excitación, que inician a partir del 5° y
6° mes de gestación, mismo que se verá terminado in-
cluso hasta la tercera década de la vida.3 Tanto para el
desarrollo estructural y principalmente el funcional, la
mielinización es imprescindible, ya que permite la trans-
misión inhibitoria y excitatoria adecuada de los circui-
tos neuronales (señalización), misma que puede verse
afectada principalmente por la hipoxia y la isquemia,
pero también por un aporte nutricional inadecuado o
insuficiente. Por lo tanto, los nacidos prematuramente
tienen un alto riesgo de afectar los procesos de forma-
ción estructural y funcional del sistema nervioso en tan-
to más corta sea su edad gestacional.
Los avances científicos y tecnológicos en el cuida-
do del recién nacido han tenido un gran avance en
las últimas décadas, principalmente en el campo de
la perinatología y la neonatología. Sin embargo, en
2015 en el mundo murieron alrededor de 2.7 millo-
nes de niños en la etapa neonatal4 y el nacimiento
pretérmino (< 37 SDG) como causa principal. Las
complicaciones como infecciones, hipoxia neonatal
ocupan alrededor del 50 % de las causas de muerte
en los prematuros. A pesar de que los avances en la
medicina perinatal en los cuidados de estos niños,
los trastornos de las funciones mentales superiores
como trastornos específicos relacionados con el
aprendizaje, los trastornos del espectro autista y el
trastorno por déficit de atención en los sobrevivien-
tes siguen siendo un problema principal. Se observa
además compromiso en el funcionamiento motor,
déficits sensorineurales y otras discapacidades. Los
efectos del nacimiento pretérmino tienen riesgos
importantes en la salud física y cognitivas de los in-
dividuos, calidad de vida, por ser en algunos casos,
una carga pesada para las familias y las instituciones
de salud.5 Por lo tanto, las UCIN deben dar un segui-
miento del desarrollo neurológico. Se consideran de
alto riesgo aquellos pacientes que nacieron prema-
turamente y los que tuvieron complicaciones duran-
te el periodo neonatal.
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
RetinopatÍa del prematuro
La retinopatía del prematuro (RP) anteriormente llama-
da fibroplasia retrolental, se debe al desarrollo anor-
mal de la vasculatura retiniana en niños prematuros y
es causa de pérdida importante de la agudeza visual.
El término fibroplasia retrolental fue acuñado en 1940
por Terry,6 como una entidad rara. Con el avance cien-
tífico y tecnológico en el manejo de niños prematuros
(sobrevivientes) fue siendo cada vez más frecuente,
convirtiéndose ahora en un problema de salud en
todo el mundo. Representa el 10 % de ceguera en
niños en países desarrollados. Es una de las causas
prevenibles de ceguera en los niños. En el humano,
los vasos retinianos inician su formación a la semana
12 de gestación y terminan su maduración entre la se-
mana 36 a la 40. Los niños con edad gestacional me-
nor de 32 semanas y un peso menor de 1 500 gramos
al nacimiento, tienen mayor riesgo. Normalmente los
vasos sanguíneos retinianos crecen de adentro hacia
afuera, a partir del disco óptico hacia la ora serrata. Los
niños que nacen antes de estos acontecimientos pre-
sentan zonas avasculares en la retina. La retinopatía
del prematuro es una disrupción de la formación na-
tural de estos vasos (angiogénesis). Esta disrupción
está modulada por los bajos niveles del factor IGF-1
en su primera fase, manifestando obliteración de los
vasos retinianos; la segunda fase que se caracteriza
por la proliferación descontrolada de los mismos y se
encuentra modulada por niveles altos del factor de
crecimiento endotelial (VEGF) junto con la gran de-
manda metabólica en esta zona. El resultado es una
neovascularización anormal.
En algunos niños, estos vasos sanguíneos muestran
regresión sin dejar secuelas; sin embargo, en otros, la
neovascularización ocurre sin control, provocando ci-
catrices, tracción y finalmente desprendimiento.7 An-
teriormente se pensaba que altas concentraciones de
oxígeno eran el factor principal en el desarrollo de la
retinopatía; sin embargo, se ha reportado incluso en
niños donde no se ha requerido oxigenoterapia.8 Al-
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  37 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
gunos estudios sugieren que otros factores como la
hemorragia intraventricular, acidosis, anemia, sepsis,
hiperglucemia y las variaciones en la concentración
de glucosa sérica, estimulan también la neovascula-
rización de la retina.9
La Clasificación Internacional de la Retinopatía
del Prematuro (2005)10 la describe en tres zonas
concéntricas, con la retina central, definiendo de ma-
nera anteroposterior la retinopatía:
• Zona I. El circulo formado del doble de la dis-
tancia del disco óptico a la fóvea.
• Zona II. Comienza del borde de la zona I, hasta
la ora serrata, con un área temporal correspon-
diente.
• Zona III. Es la media luna restante de la retina
temporal.
Se definen en 5 etapas:
• Etapa 1. Línea de demarcación.
• Etapa 2. Formación de una cresta.
• Etapa 3. Cresta con proliferación fibrovascu-
lar extrarretiniana.
• Etapa 4. Desprendimiento de retina subtotal
con y sin involucro macular.
• Etapa 5. Desprendimiento total de la retina.
No existe una “Prueba de oro” o “Estándar de oro” para
la RP, por lo que la alta sospecha clínica en paciente de
riesgo, el cribado sistemático y a tiempo, son las medi-
das fundamentales para la detección y el tratamiento
oportuno en estos pacientes. La gran mayoría de los
pacientes menores de 1 500 gramos que ingresan a la
UCIN sobreviven, el 10 % de ellos pueden cursar con
RP en etapa 3,11 por lo tanto, todo paciente menor de
1 500 gramos y menor de 30 semanas de gestación
deben ser sometidos a revisión. Otros pacientes con
peso mayor de 1500 y por arriba de las 30 SDG, que
tuvieron factores de riesgo conocidos, también deben
ser evaluados. Otros factores de riesgo como distrés
38  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
respiratorio, anemia, trombocitopenia, sepsis neonatal
y múltiples transfusiones deben considerarse oportu-
namente ya que pueden pasarse por alto.
La detección de RP deber iniciarse antes de las 31
semanas de gestación o a las 4 semanas de vida ex-
trauterina y debe ser realizada por un oftalmólogo. El
cribado en pacientes de menor peso y/o menor edad,
debe ser a la semana 2 o 3. La previsión y la detec-
ción oportuna evitarán muchos niños con ceguera.
La fotocoagulación con láser es el estándar de oro ac-
tualmente, ha demostrado por años ser un tratamien-
to eficaz y seguro.12 La terapia farmacológica mues-
tra resultados favorables, específicamente dirigidos
a bloquear el factor de crecimiento vascular (VEGF),
con aplicación intravítrea. Otros medicamentos se es-
tán evaluando en el manejo de la RP; sin embargo, se
requiere mayor tiempo y estandarización de las dosis,
como los betabloqueadores.13 El manejo quirúrgico
solo se reserva para casos seleccionados y con gra-
dos mayores de gravedad.
El control periódico y la carga de morbilidad visual en
los niños con RP es un gran reto, mismo que tiene que
llevarse a buen término, con la participación de neo-
natólogos, terapistas, oftalmólogos, personal paramé-
dico, pediatras y principalmente los padres.14
Sordera neurosensorial
Según cifras de la OMS, en 2018, el 6.12 % de la po-
blación mundial y el 6.17 % de la población latinoame-
ricana, tienen algún tipo de discapacidad auditiva. Un
7 % corresponden a la población pediátrica. Los paí-
ses en vías de desarrollo tienen los índices más altos
de personas con discapacidad auditiva. El manejo de
la discapacidad cognitiva sin tratamiento representa
un gran desembolso económico para las institucio-
nes de salud.15 Más de la mitad de los pacientes con
discapacidad auditiva, tienen causas prevenibles las
cuales se clasifican según su etiología, en congénitas y

adquiridas. Las hereditarias tienen un origen genético,
mientras que las no hereditarias, son debido a
infecciones prenatales como rubéola, citomegalovirus,
medicamentos, etc. y las derivadas de complicaciones
al nacimiento. Los recién nacidos prematuros y de bajo
peso, son un grupo de riesgo muy alto para desarrollar
una discapacidad auditiva. Cuando se habla de
discapacidad auditiva, se refiere tanto a la hipoacusia
como a la sordera neurosensorial. En México, de 1 a 3
niños por cada 1 000 nacidos vivos presentan sordera
neurosensorial,16 alrededor del 0.7 % al 1.54 % de todos
los recién nacidos admitidos en la UCIN y más común-
mente los de menor peso al nacimiento.17 En la década
pasada, la detección de sordera neurosensorial era alre-
dedor de los 2 años de edad; después de la aplicación
sistemática de las pruebas de cribado, las emisiones
otoacústicas (EO) y los Potenciales Evocados Auditivos
del Tallo Cerebral (PEATC), la detección se realiza antes
de los 6 meses en la gran mayoría de los casos.
Anatomía y etiopatogenia
La vía auditiva central (VAC), que inicia desde la có-
clea y termina en la corteza auditiva primaria del ló-
bulo temporal es compleja, con diferentes relevos
neuronales donde se procesa la información audi-
tiva. Comprende vías paralelas e involucra distintos
tipos de neuronas y neurotransmisores que forman
circuitos de procesamiento aural y biaural.18 Inicia
desde el ganglio espiral de Corti, ubicado en la roca
del hueso temporal. Los axones que emergen de las
neuronas bipolares del órgano de Corti se juntan con
los provenientes de las neuronas del aparato vestibu-
lar, formando en conjunto el VIII par craneal. Los axo-
nes que forman el nervio auditivo llegan a los ganglios
cocleares ubicados en el bulbo espinal. Los núcleos
cocleares forman la mayor parte de la sinapsis del VIII
nervio craneal. A partir de estos elementos, las fibras
ascienden y se decusan en dirección a los complejos
olivares superiores y de ahí al lemnisco medio y al colí-
culo inferior. Las fibras continúan su camino haciendo
múltiples relevos, pero culminan en el núcleo genicu-
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
lado lateral del tálamo. En esta última estructura antes
de llegar a la corteza auditiva primaria, la información
vertida desde el núcleo coclear se organiza de mane-
ra tonotópica, para luego enviar axones al lóbulo tem-
poral.18 La corteza auditiva primaria se encuentra en el
giro superior del temporal y la cisura de Silvio. Junto
con la corteza auditiva de asociación forma campos
auditivos, donde participan circuitos neuronales muy
complejos. La integridad de la vía auditiva es nece-
saria para que exista la integración del lenguaje en el
niño. El daño a la vía auditiva en los prematuros está
relacionado principalmente con la hipoxia-isquemia,
con pérdida neuronal en los diferentes grupos neu-
ronales como en el órgano de Corti o en los núcleos
de relevo o lesión directa de los axones. La hiperbili-
rrubinemia afecta directamente mediante su depósito
a los núcleos neuronales superiores e inferiores que
intervienen en la vía auditiva.
La edad gestacional menor está relacionada con un
mayor riesgo de presentar sordera, asociada con una
estancia prolongada en la UCIN.19 Las guías clínicas
en México y Latinoamérica sugieren el cribado auditi-
vo con las emisiones otoacústicas antes del egreso y
antes de los 3 meses, y realizar una prueba confirma-
toria realizando los PEATC.
Para lograr un tratamiento efectivo, la pérdida auditi-
va congénita o perinatal debe reconocerse dentro de
este tiempo e iniciar intervención temprana antes del
sexto mes de edad.20 El tratamiento temprano es esen-
cial, el primer año de vida es fundamental para el desa-
rrollo normal del habla y el lenguaje, así como para el
crecimiento intelectual y emocional.
Trastorno por déficit de
atención con hiperactividad
y prematurez
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactivi-
dad (TDAH) tiene un origen neurobiológico, donde
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  39 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
existe disfunción en los procesos atencionales del
individuo, mal control de impulsos y un aumento de
la actividad motora. Los síntomas pueden persistir en
la vida adulta y generar repercusiones adversas en lo
académico, competencia social, participación comu-
nitaria, salud y funcionamiento familiar. Se estima una
prevalencia mundial del 3.4 al 7 %.20 El ambiente y la
genética explican la etiología de este trastorno. Dentro
de las causas ambientales se incluyen la edad mater-
na, toxinas ambientales, exposición antenatal de taba-
co y alcohol, bajo peso al nacimiento y la prematurez.
Por lo tanto, la prematuridad es un factor de riesgo.
El tipo inatento es el más frecuente. El TDAH es la se-
cuela más común de la prematurez asociada con bajo
peso, alcanzando una tasa de prevalencia que va del
11.5 al 31 %.21 La relación del TDAH y la prematurez
encuentran explicación al saber que la neurogénesis
y la migración neuronal se llevan a cabo a partir de la
semana 12 y continúan hasta segundo trimestre. La
sinaptogénesis, el plegamiento de la corteza y sobre
todo la mielinización, pueden verse interrumpidos por
factores intrínsecos y extrínsecos, relacionados con
el nacimiento prematuro. A menor edad gestacional,
mayor riesgo de cursar con el trastorno.22 La conecti-
vidad neuronal es fundamental para el desarrollo de
circuitos y vías neuronales implicados en el manteni-
miento de la atención, el autocontrol, el lenguaje, el
aprendizaje y otras funciones ejecutivas. Por lo tanto,
la vigilancia del neurodesarrollo en los primeros años
es fundamental para la detección y para una interven-
ción temprana adecuada.
Desarrollo del lenguaje y
prematurez
Las alteraciones en el desarrollo del habla y del len-
guaje son también comunes en los niños nacidos
prematuramente. El déficit puede estar en la articula-
ción, en la comprensión y en la emisión del mismo.
Regularmente es consecuencia de la hipoacusia y la
sordera, la parálisis cerebral y el déficit cognitivo como
40  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
más importantes.23 Los factores que influencian nega-
tivamente el desarrollo del lenguaje son edad gesta-
cional extrema, los días de hospitalización, la morbili-
dad propia de los neonatos, la edad de la evaluación,
el género, el ambiente, el estado socioeconómico de
las familias y las dificultades en la alimentación.24 Pero
incluso en aquellos niños prematuros sin lesión cere-
bral, el lenguaje también se ve retrasado en funciones
simples y complejas. La audición es indispensable
para el desarrollo de la vía y de la corteza cerebral des-
tinada a esta función.
Se ha considerado que la percepción de sonidos ex-
ternos durante la gestación, se perciben a partir de la
semana 26. Doheny et al. demostraron que la exposi-
ción temprana a sonidos propios de la madre como
la voz y los latidos cardiacos, en la UCIN reduce los
eventos de apnea y bradicardia.25 Por lo tanto, los soni-
dos que se perciben en la sala de partos y en la UCIN,
distan mucho de los percibidos en el matroambiente
y pueden retrasar la maduración de la vía auditiva y
propiamente los avances en el lenguaje posterior-
mente. Se considera que el lenguaje se encuentra
integrado principalmente en el hemisferio izquierdo,
específicamente las áreas de Broca y de Wernicke, por
lo tanto, lesiones extensas de sustancia blanca como
la leucomalacia o lo que es peor, la encefalomalacia,
son predictores importantes para considerar que el
niño cursará con discapacidad en la cognición y en el
lenguaje. El tejido cerebral es particularmente suscep-
tible a la falta de oxígeno, por lo tanto, la exposición
prolongada, irremediablemente causa lesión direc-
ta al tejido cerebral en desarrollo. El lóbulo temporal
y específicamente la zona hipocampal, lo es más. El
hipocampo es una estructura cerebral ubicada en el
lóbulo temporal, que tiene como función principal,
la memoria. Los niños nacidos prematuramente han
demostrado déficits en la memoria de trabajo indis-
pensable para realizar una tarea compleja como es el
lenguaje.26 Mediante estudios de Anisotropia Funcio-
nal (FA), la cual evalúa la integridad celular y axonal,
midiendo la difusividad del agua en el tejido nervioso,

el fascículo uncinado izquierdo se ha visto disminuida
en niños nacidos prematuramente. Estas vías partici-
pan en el coeficiente intelectual verbal. El fascículo
uncinado derecho también ha mostrado disminución
de la FA. Ambos circuitos participan en el procesa-
miento semántico-léxico, tareas fonológicas, lenguaje
auditivo y comprensión del mismo.27 Por lo tanto, el
lóbulo temporal y las zonas adyacentes son particu-
larmente vulnerables de lesionarse en pacientes naci-
dos prematuramente.
Stene-Larsen,28 informó que los prematuros tardíos
tienen un mayor riesgo de cursar con trastornos del
habla a los 18 meses de 1.76 y a los 24 meses de un
1.36 en comparación con los controles de niños naci-
dos a término.
Evaluación y diagnóstico
Una forma de valorar al paciente puede ser de mane-
ra simple, donde se evalúan las frases cortas y pala-
bras del vocabulario y una forma compleja, donde lo
importante es el contenido del lenguaje, significados,
uso de verbos y oraciones complejas. Un rubro impor-
tante de la evaluación del lenguaje es el uso contex-
tualizado y socialmente utilizado. Es importante hacer
la diferencia si lo observado en el niño es un retraso
simple del lenguaje relacionado con la inmadurez de
las vías provocado por el nacimiento prematuro, don-
de solo se debe considerar una cronopatía del mismo
con su mejoramiento posteriormente; si se trata de un
daño estructural establecido (como la hipoacusia y
la sordera neurosensorial) en las vías implícitas en el
procesamiento del mismo o si se trata de un trastorno
específico del lenguaje (desviación), donde la cronici-
dad de la afectación tanto de la emisión y la deficien-
cia de vocabulario, la comprensión y el uso social del
lenguaje es determinativa. La aplicación de pruebas
estandarizadas de tamizaje es recomendable para la
detección de niños con retraso en el neurodesarro-
llo, donde el dominio del lenguaje y la comunicación
están implícitas. Las escalas de Batelle y Bayley son
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
pruebas con un índice de sensibilidad y especificidad
muy altos para la detección de estos niños. En México,
la Escala de Desarrollo Infantil (EDI) ha demostrado
iguales índices de sensibilidad y especificidad simila-
res para la detección y referencia oportuna a centros
especializados de atención a niños con retraso.29
El diagnóstico oportuno y la referencia para la com-
plementación en la evaluación es importante para ini-
ciar manejo adecuado. Hintz et al.30 informaron que el
33.7 % de los recién nacidos extremadamente prema-
turos a los 18–22 meses de edad, recibieron terapia
del habla y el 55.8 % recibieron intervención tempra-
na. Las tasas de recibir servicios de terapia del habla
variaron del 41.2 % para los bebés nacidos ≤ 24 sema-
nas a 25.6 % para los bebés nacidos a las 27 semanas.
Tratamiento
Debe ser direccionado en 3 componentes,31 el causal,
en la medida de lo posible, mejora el control prenatal y
perinatal en pacientes (madres) de riesgo, disminuye al
máximo las complicaciones del periodo neonatal de los
prematuros; tratamiento de habilitación, donde exista
participación de personal entrenado en la evaluación
y manejo de niños con alteraciones en la comunica-
ción y el lenguaje; inclusión de la familia a su rehabili-
tación y manejo de apoyo, forma redes institucionales
para la facilitación de la inserción al vida cotidiana.
Conclusiones
De manera general se considera que los recién naci-
dos prematuros tienen un riesgo elevado de presentar
trastornos del neurodesarrollo en sus primeros años
de vida, comparados con los nacidos a término. A
pesar de esto, algunos prematuros, pueden corregir
sus déficits motores, cognitivos y del habla conforme
avanza su neurodesarrollo. El conocimiento de los an-
tecedentes de riesgo pondrá al profesional en alerta
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  41 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
para detectar cualquier retraso o desviación del neuro-
desarrollo. Para tales pacientes, se recomienda un mí-
nimo de dos revisiones clínicas en el primer año entre
tres y cinco meses y a los 12 meses de edad corregida
y una evaluación del desarrollo con escalas estanda-
rizadas, a los 24 meses de edad corregida. Dado que
no existe un límite para el seguimiento a largo plazo de
los recién nacidos prematuros tardíos y no tardíos, el
seguimiento debe continuar con diversos grados de
vigilancia que reflejen las necesidades individuales de
los pacientes más allá de los primeros dos o tres años.
Es deseable que toda institución mantenga vigilancia
estrecha y manejo adecuado por lo menos durante la
primera década de la vida.
Referencias
1. Evans OB, Hutchins JB. Desarrollo del sistema nervioso. En:
Duane E. Haines Editor. Principios de Neurociencia. Madrid
España. Elsevier Science; 2003. pp 71-89.
2. Keller M, Griesmaier E. Neonatal Neurology. En: Abdelaziz Y.
Elzouki. Editors. Textbook of Clinical Pediatrics. Springer-Ver-
lag Berlin Heidelberg; 2012. pp 379-90.
3. Ten Dokenlaar HJ, Van Der Vliet T. Overviews of Human brain
development. En: Hans J. Ten Dokenlaar, Martin Lammens,
Akira Hori. Editors. Clinical Neuro-embriology. New York.
Springler Berlin Heidelberg; 2006. pp 1-40.
4. Liu L, Oza S, Hogan D, Chu Y, Perin J, Zhu J, et al. Global, re-
gional, and national causes of under-5 mortality in 2000–15:
an updated systematic analysis with implications for the sus-
tainable development goals. Lancet. 2016;388:3027-35.
5. Quan Wang, Guang-Pu Zhu, et al. A Review of Functional
Near-Infrared Spectroscopy Studies of Motor and Cogniti-
ve Function in Preterm Infants. Neurosci Bull. 2020;36:321-
9.
6. Terry TL. Fibroblastic Overgrowth of Persistent Tunica Vas-
culosa Lentis in Infants Born Prematurely: II. Report of Cases-
Clinical Aspects. Trans Am Ophthalmol Soc. 1942;40:262-
84.
7. Sankar MJ, Sankar J, Chandra P. Anti-vascular endothelial growth
factor (VEGF) drugs for treatment of retinopathy of prematurity.
Cochrane Database of Systematic Reviews 2018,1(1):CD009734.
https://doi.org/10.1002/14651858.CD009734.pub3.
8. Bozdag S, Oguz SS, Gokmen T, Tunay Z, Tok L, Uras N, Erdeve
O, Dilmen U. Serum Fructosamine and Retinopathy of Prema-
turity. Indian J Pediatr. 2011;78:1503-9.
42  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
9. Ertl T, Gyarmati J, Gaal V, Szabo I. Relationship between hy-
perglycemia and retinopathy of prematurity in very low birth
weight infants. Biol Neonate. 2006;89:56-9.
10. Classification of Retinopathy of Prematurity*. The Interna-
tional Classification of Retinopathy of Prematurity Revisited.
Arch Ophthalmol. 2005;123:991-9.
11. Wilkinson AR, Haines L, Head K, Fielder AR. UK retinopathy of
prematurity guideline. Early Hum Dev. 2008;84:71-4.
12. McNamara JA, Tasman W, Brown GC, Federman JL. Laser
photocoagulation for stage 3+ retinopathy of prematurity.
Ophthalmology. 1991;98:576-80.
13. Kaempfen S, Neumann RP, Jost K, Schulzke SM. Beta-blockers
for prevention and treatment of retinopathy of prematurity in
preterm infants. Cochrane Database of Systematic Reviews
2018, Issue 3. Art. No.: CD011893. DOI: 10.1002/14651858.
CD011893.pub2.
14. Shah PK, Prabhu V, Karandikar SS, Ranjan R, Narendran V, Kal-
pana N. Retinopathy of prematurity: Past, present and future.
World J Clin Pediatr. 2016;5:35-46.
15. Zavala G, García H. Hipoacusia neonatal. La magnitud de
un problema que aún no es escuchado. Rev Mex Pediatr.
2018;85:117-8.
16. Secretaría de Salud. Guía de práctica clínica: Hipoacusia neu-
rosensorial bilateral e implante coclear. México: CENETEC;
2010. Disponible en: http://www.cenetec.salud.gob.mx/des-
cargas/gpc/CatalogoMaestro/396_IMSS_10_hipoacusia_
neurosensorial/EyR_IMSS_396_10.pdf
17. Wesley J, Genevieve T, et al. Association between furosemide
in premature infants and sensorineural hearing loss and ne-
phrocalcinosis: a systematic review. Maternal Health, Neona-
tology, and Perinatology. 2018;4:23.
18. Hernández-Zamora E, Poblano A. La vía auditiva: niveles de
integración de la información y principales neurotransmiso-
res. Gac Me Mex. 2014;150:450-60.
19. Robertson CM, Howarth TM, Bork DL, Dinu IA. Permanent bi-
lateral sensory and neural hearing loss of children after neo-
natal intensive care because of extreme prematurity: a thirty-
year study. Pediatrics. 2009;123:797-807.
20. Polanczyk G, de Lima MS, Horta BL, Biederman J, Roh-
de LA. The worldwide prevalence of ADHD: a systematic
review and metaregression analysis. Am J Psychiatry.
2007;164:942-8.
21. Vander K, Booth P. ADAD in infants born prematurely and with
low fetal growth. NeoReviews. 2016;17:213-9.
22. Sucksdorff M, Lehtonen L, Chudal R, Suominen A, Joelsson P,
Gissler M, Sourander A. Preterm Birth and Poor Fetal Growth
as Risk Factors of Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder. Pe-
diatrics. 2015;136:599.
23. Duncan A, Matthews MA, Neurodevelopmental Outcomes in
Early Childhood Clin Perinatol. 2018;45:377-92.

24. Vohr B. Speech and language outcomes of very preterm in-
fants. Semin Fetal Neonatal Med. 2014;19:78–83.
25. Doheny L, Hurwitz S, Insoft R, Ringer S, Lahav A. Exposure to
biological maternal sounds improves cardiorespiratory regu-
lation in extremely preterm infants J Matern Fetal Neonatal
Med. 2012;1:1591-4.
26. Caravale B, Tozzi C, Albino G, Vicari S. Cognitive development
in low risk preterm infants at 3–4 years of life. Arch Dis Child Fe-
tal Neonatal. 2005;90:F474–F4799. https://doi.org/10.1136/
adc.2004.070284
27. Counsell SJ, Edwards AD, Chew ATM, Anjari M, Dyet LE, Sriniva-
san L, et al. Specific relations between neurodevelopmental abi-
lities and white matter microstructure in children born preterm.
Brain. 2008;131:3201-8. https://doi.org/10.1093/brain7awn268
28. Stene-Larsen K, Brandlistuen RE, Lang AM, Landolt MA, La-
tal B, Vollrath ME. Communication impairments in early term
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
and late preterm children: A prospective cohort study fo-
llowing children to age 36 months. J Pediatr. 2014;165:1123-
28.
29. Comisión Nacional de Protección Social en Salud. Manual
para la evaluación de menores de cinco años con riesgo de
retraso en el desarrollo. Primera edición. México. Secretaría de
Salud, 2013. 88 p.
30. Hintz SR, Kendrick DE, Vohr BR, Poole WK, Higgins RD.
Community supports after surviving extremely low-bir-
th-weight, extremely preterm birth: special outpatient
services in early childhood Arch Pediatr Adolesc Med.
2007;162:748-55.
31. Wegner LM, Poon JK, Macías MM. Disorders of Cognition,
Attention, Language, and Learning. En: Abdelaziz Y. Elzouki.
Editors. Textbook of Clinical Pediatrics. Springer-Verlag Berlin
Heidelberg; 2012 pp 613-33.
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  43 
Capítulo 6. Neurodesarrollo en el prematuro
Dra. Ayda Milena Lázaro
Dr. Edgar Iván Artigas Pelayo
INTRODUCCIÓN
Los nacimientos prematuros son frecuentes, entre un
6 y un 12 % dependiendo del país. A nivel mundial na-
cen unos 15 millones de niños prematuros cada año.
En la gran mayoría, el nacimiento tiene lugar entre la
32 y 37 SDG, pero hay 1.6 millones que nacen entre
28 y 32 semanas y unos 780 000 prematuros extre-
mos, con menos de 28 SDG.1
El cerebro tiene una estructura muy compleja, y aun-
que su arquitectura está completa al nacimiento, ma-
durará junto a su función durante los primeros años e
irá modificándose a lo largo de toda la vida.2
Las muestras neuroanatómicas humanas de la mis-
ma edad revelan la creación de una citoarquitectura
cada vez más densa y compleja durante este periodo
a través de la arborización dendrítica, la proliferación
glial, la diferenciación de la glía radial y la formación
de sinapsis.3
El desarrollo cerebral parece verse afectado por la
terminación prematura del ambiente intrauterino
después del parto prematuro. La mitad de todos los
bebés sobrevivientes nacidos a las 25 semanas o
menos muestran un deterioro del desarrollo neuro-
lógico a los 30 meses de edad.4 A los 6 años, aproxi-
madamente el 40 % tiene un deterioro cognitivo en
comparación con sus compañeros de clase.5 Inclu-
so entre los lactantes menos inmaduros, más de
un tercio desarrollan problemas neurocognitivos y
conductuales. Este deterioro neurocognitivo es más
grave con una gestación más temprana y una expo-
sición más prolongada al ambiente extrauterino pre-
maturo, lo que sugiere que existe un efecto depen-
44  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
diente de la dosis y el género de la prematuridad en
el desarrollo del cerebro.6
MaduraciÓn del sistema
nervioso central en el
periodo fetal y posnatal
Se considera prematuro un bebé nacido vivo antes de
las 37 SDG. Los niños prematuros se dividen en sub-
categorías en función de la edad gestacional:
• Prematuros extremos (menos de 28 semanas).
• Muy prematuros (de 28 a 32 semanas).
• Prematuros moderados a tardíos (de 32 a 37
semanas. 7
Las neuronas y los progenitores gliales se generan en
la región ventricular y subventricular del esbozo del
cerebro. En el caso de la corteza cerebral, la región
más evolucionada en el cerebro humano, las neuro-
nas nacen cerca del ventrículo y migran radialmente
hacia las capas superficiales. Las neuronas jóvenes
en movimiento utilizan las prolongaciones periféricas
de la glía radial para realizar esta migración, que se
disponen a modo de empalizada entre las superficies
ventricular y pial. Oleadas migratorias sucesivas irán
sobrepasando la capa formada por la oleada anterior
y formando las capas de la corteza entre los 3 y los 7
meses de desarrollo prenatal.8
Existen moléculas que dirigen, como señales guía, el
crecimiento axonal, la ruta y el sentido migratorio de
las neuronas: las efrinas y sus receptores, proteínas de
la familia SLIT, los receptores ROBO, la neurregulina1
y los receptores ErB4, así como FGF8 y receptores de

FGF. Finalmente, el posicionamiento de las células en
las capas corticales depende de la señal vehiculada
por la molécula reelina.8
Durante el desarrollo embrionario, los axones de las
neuronas jóvenes llegan a su destino mediante pro-
cesos bien regulados de guía axonal, estableciendo
conexiones inmaduras y temporales con las neuronas
que están diferenciándose en la región diana. Durante
el desarrollo de las conexiones en la corteza cerebral
aparece una estructura transitoria, la subplaca, con
una función fundamental en la organización cerebral.
Las fibras nerviosas que van a establecer contactos en
la corteza entran primero en la subplaca y establecen
circuitos sinápticos temporales, donde permanecen
un “tiempo de espera” antes de entrar en la placa cor-
tical para establecer sinapsis con las neuronas de las
diferentes capas corticales. Desde los siete meses de
desarrollo hasta un año de vida posnatal, la subplaca
es un lugar de relevo sináptico. Estas sinapsis transi-
torias desarrollan circuitos neuronales transitorios que
representan la base neurobiológica de la actividad
eléctrica del comportamiento fetal y de los neonatos
prematuros.8,9
El equilibrio entre producción y eliminación sinápti-
ca seguirá extendiéndose a lo largo de la vida y es
lo que denominamos neuroplasticidad adaptativa y
reactiva.9
Desarrollo posnatal del
cerebro
El desarrollo completo de los circuitos cerebrales re-
quiere la coordinación de una serie compleja de even-
tos; esto es, el refinamiento de las conexiones y circui-
tos en la corteza cerebral mediado por la interacción
de los niños con su entorno familiar y social, proceso
fundamental para la maduración del cerebro humano
hacia funciones complejas como el lenguaje elabora-
do, la inteligencia y la autoconciencia.8
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
Influencias ambientales sobre el
desarrollo del cerebro
Las redes neuronales que se forman durante el de-
sarrollo están controladas por la expresión de genes
y sufren un proceso de consolidación y refinamiento
dependiente de la experiencia, gracias a su alto grado
de inmadurez y la activación de procesos epigenéti-
cos, que recapitulan los procesos de neuroplasticidad
del desarrollo para permitir cambios tanto adaptativos
como reactivos. Los estímulos del ambiente refuerzan
selectivamente conexiones adecuadas o eliminan las
conexiones inadecuadas, para la creación y redistri-
bución de conexiones y circuitos.8
Un estudio reciente ha encontrado que los bebés pre-
maturos tienen un perfil metabólico alterado en el ce-
rebelo. Los investigadores observaron que los bebés
nacidos prematuramente presentan lesiones cerebra-
les, 35 % de los prematuros y a ninguno de los naci-
dos a término, presentaban concentraciones bajas de
creatina, colina y N-acetil aspartato.10,11
La organización central compleja de la función motriz
se propone como guía para la interpretación del desa-
rrollo normal y de las anomalías neuromotoras.12
Neurodesarrollo en el
prematuro tardío
Son aquellos bebés con edad gestacional entre las 34
y 36.6 semanas, mal llamados anteriormente “casi a
término”.13
En el desarrollo neurológico del Prematuro Tardío (PT)
influyen diversos factores que, en ocasiones, pueden
asociarse. La genética, así como la epigenética (fenó-
menos ambientales, tóxicos o nutricionales maternos,
nutrigenoma) afectan al feto in utero. El cerebro del
prematuro tardío es del 20 al 30 % más pequeño que
el del RN a término y con menor mielinización. Tam-
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  45 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
bién se aprecian amplias alteraciones microestructu-
rales en la sustancia blanca. Todo ello hace pensar
en que estas alteraciones podrían afectar al neurode-
sarrollo a largo plazo, así como a las capacidades de
aprendizaje.14,15
A los 2 años, los prematuros tardíos experimentan ma-
yor incidencia de alteraciones cognitivas que los naci-
dos a término (6.6 % vs. 2.4 %) y en el neurodesarrollo
(7.3 % vs. 2.5 %, respectivamente). Y la incidencia de
retraso en el neurodesarrollo, trastornos cognitivos y
parálisis cerebral a los 5 años está inversamente rela-
cionada con la edad gestacional.16
Se ha evaluado bajo rendimiento escolar en niños y
adultos que fueron prematuros tardíos, también, se
atribuye un mayor riesgo de déficits en el desarrollo a
aquellos con morbilidad neonatal asociada, en espe-
cial patología respiratoria e hipoglucemia.17,18
El gran número de prematuros tardíos hace necesa-
ria la utilización de herramientas de cribado que ayu-
den al diagnóstico temprano de riesgo de déficit en
su desarrollo.19
Evaluación del
neurodesarrollo en el
prematuro
El sistema nervioso es el sistema más complicado
y complejo del ser humano. Su examen a cualquier
edad es difícil, pero en el recién nacido prematuro re-
sulta aún más complejo.
El examen neurológico aporta información válida y
viable respecto al estado funcional y madurativo del
sistema nervioso del neonato. Los exámenes seria-
dos, al establecer el curso temporal de la disfunción,
constituyen un buen indicador tanto de la naturaleza
del proceso patológico subyacente, como de la gra-
vedad de la agresión al sistema nervioso.
46  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
Idealmente el examen neurológico debería comenzar
con el niño dormido y éste debería ser despertado
gradualmente a lo largo del examen, para al final, con
el niño completamente despierto, evaluar los aspec-
tos relacionados con la neuroconducta, es decir, su
capacidad de interacción con el entorno y atención.
En general, una regla cardinal es dejar para el final del
examen todos aquellos aspectos que conllevan ma-
yor molestia para el niño.
Existen diversos esquemas de examen neurológicos
bien estructurados y estandarizados; cuyo propósito
es evaluar la integridad y madurez del sistema nervio-
so del neonato. Entre estos, los más útiles son: el exa-
men neurológico de Prechtl, el Hammersmith Neuro-
logical Examination de Dubowitz et al., el Neo Neuro &
UP, y el Amiel-Tison Neurologic Assessment for Term
Neonate. 20
Examen dismorfológico y estigmas
cutáneos
La relevancia de la inspección de la piel y faneras du-
rante el examen neurológico viene determinada por-
que ésta puede detectar: 1) lesiones cutáneas que
señalan la posibilidad de alteraciones que se asocian
con anomalías del desarrollo del SNC y 2) lesiones
que ayudan a establecer el diagnóstico de ciertas en-
tidades nosológicas específicas que cursan con alte-
ración funcional o estructural del SNC, principalmente
síndromes genéticos.20
Durante el examen debe inspeccionarse la totalidad
de la superficie corporal, las mucosas, las conjuntivas,
los surcos palmares, plantares e interfalángicos, así
como el pelo y las uñas.
Configuración craneofacial
La exploración del cráneo incluye: a) la observación
de la forma y la simetría de la cabeza, b) la medición
del tamaño y la palpación del cráneo, suturas y fonta-

nelas y, c) en ocasiones, la auscultación, la percusión
y la transiluminación del cráneo.
El tamaño de la cabeza se correlaciona estrechamen-
te con el volumen intracraneal. La medición del Perí-
metro Cefálico (PC) constituye el medio más sencillo
para evaluar el desarrollo del SNC al nacimiento y
constituye el parámetro de crecimiento más importan-
te para predecir el neurodesarrollo ulterior del niño.21
En el examen de la cabeza es preciso valorar las ca-
racterísticas de las fontanelas anterior y posterior:
tamaño, relieve sobre la bóveda craneal, resistencia
(tensión) a la presión, presencia de masas sobre ésta,
así como la dehiscencia, cabalgamiento o relieve de
las suturas. Crecimientos globales durante los dos
primeros meses posnatales inferiores a 0.9 cm por
semana merecen consideración y delimitan un grupo
de neonatos pretérminos en riesgo de trastornos del
neurodesarrollo.21
Sensibilidad
La evaluación de cualquier modalidad sensitiva se
basa en la observación e interpretación de los cambios
en la conducta del neonato (cambios en la actividad
motora, mueca facial o llanto) ante el estímulo aplicado.
Se debe buscar déficit sensitivo siempre que exista:
Debilidad muscular localizada o generalizada, hipo-
rreflexia tendinosa focal o generalizada, artrogriposis
múltiple congénita, disrafismo espinal visible (mielo-
meningocele) u oculto (médula anclada), anomalías
de la columna vertebral sugestivas de disgenesia es-
pinal segmentaria, lesiones cutáneas en la línea media
del neuroeje.20
La neuroconducta en el prematuro
La neuroconducta es el conjunto de capacidades que
permiten al recién nacido interaccionar de forma diná-
mica coherente y selectiva con su medio.
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
A partir de entonces, periodos aislados de movimien-
tos oculares rápidos y cambios respiratorios alternan
con periodos de tranquilidad motora mantenida y au-
sencia de movimientos oculares. La alerta o vigilia es
definida como una condición en la cual el niño tiene
los ojos abiertos, puede realizar movimientos espon-
táneos generales o segmentarios continuos o intermi-
tentes de los miembros, muestra orientación visual y
auditiva, e interacciona con el entorno.
En el prematuro menor de 34 semanas, el sistema
motor muestra una modulación insuficiente y la inte-
gración deficiente del sistema autónomo con otras
funciones neurales condiciona que durante los perio-
dos de actividad motora o cuando se intenta captar su
atención con estímulos, el prematuro pueda presentar
cambios en el color (palidez, moteado o gris), pausas
de apnea, temblores, sacudidas, pasa con facilidad
del sueño a un llanto incontrolable y signos viscerales
(hipo, náusea, vómito, etc.).20
Llanto y consolabilidad
El llanto del neonato es un componente integral de su
repertorio de conducta. El llanto aporta información
sobre la anatomía, la fisiología de la vía aérea y la esta-
bilidad fisiológica.
La  irritabilidad  es valorada mediante el número de
veces que el neonato muestra desasosiego o llanto
durante algunos segundos, analizando qué estímulos
le conducen a esta situación: destaparlo, desvestirlo,
colocarlo en posición supina, maniobras para la
valoración del tono muscular, reflejos primitivos.
Los recién nacidos prematuros tienden a presentar
reacciones de llanto que, aunque son menos intensas,
son más prolongadas y en general muestran menor
consolabilidad.
Durante el examen neurológico del neonato se tiene
la oportunidad de observar uno o varios episodios
de llanto, lo que permite valorar la cuantía de estimu-
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  47 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
lación necesaria para desencadenarlo (umbral), el
tipo de llanto, la duración o persistencia, la facilidad
o dificultad para consolarse o ser consolado por el
examinador.20
Orientación visual, auditiva y olfativa
La orientación es una competencia sorprendente por
cuanto muestra la capacidad del recién nacido para
orientarse activamente (girar la cabeza y los ojos de for-
ma integrada) y mantener su atención focalizada en el
estímulo, al tiempo que controla su estado de conduc-
ta y la actividad motora. El estado de conducta óptimo
para la evaluación de la orientación a cualquier modali-
dad de estímulo es la vigilia (estados 4 o 5).
El tiempo que tarda el neonato en girar hacia el estí-
mulo se denomina orientación fásica, y a la duración
de la fijación inicial se denomina orientación tónica.20
Los recién nacidos prematuros son capaces de de-
tectar y discriminar olores desde aproximadamente
las 26 semanas de gestación, pero es a partir de las 29
semanas cuando se aprecian respuestas conductua-
les y hacia las 32 semanas de edad gestacional, estas
respuestas son constantes.20
Función motora
La función motriz es la más fácil de evaluar en esta
edad de la vida, por lo que es muy útil comprender
los dos grandes sistemas motores centrales; el inferior
(arcaico) subcortical, el superior (más reciente) corti-
coespinal.
Sus funciones son distintas: para el sistema inferior,
control postural (músculos extensores antigravitato-
rios), cuadriflexión de los miembros y presencia de los
reflejos primarios; para el sistema superior, desarrollo
de la actividad de los músculos flexores del eje, relaja-
ción de las extremidades, movimientos de los dedos y
abducción del pulgar. El periodo cerca a las 40 sema-
48  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
nas representa el periodo de la adquisición del control
superior.
El examen de la función motora incluye la evaluación
del tono y la fuerza muscular de los relieves muscula-
res, el examen de los patrones motores y de la movili-
dad facial y ocular. La evaluación de la función motora
permite identificar la existencia de un trastorno motor,
puede establecer la localización anatómica del tras-
torno y aporta importante orientación diagnóstica y
pronóstica.20
Tono muscular
Es la resistencia del músculo al estiramiento pasivo
y determina la postura y la resistencia de las articula-
ciones a la movilización pasiva. Esta resistencia a la
distensión muscular no es voluntaria ni consciente,
determina la postura en reposo, la resistencia de cual-
quier articulación a la movilización pasiva, la resisten-
cia a un cambio de posición de una parte específica
del cuerpo y una prevención a la movilidad excesiva
de las articulaciones.
De acuerdo con diversos estudios y los de la escue-
la francesa, el neonato de menos de 28 semanas de
gestación descansa con los miembros prácticamente
extendidos o mínimamente flexionados y muestra una
mínima resistencia de estos a la manipulación pasiva.
A las 32 semanas de gestación, muestra una clara
flexión de las extremidades inferiores, mientras que,
a las 36 semanas, el tono flexor es aún mayor en las
extremidades inferiores, el ángulo poplíteo es de 90°
y es evidente y perceptible en las extremidades supe-
riores. A las 40 semanas de gestación, los neonatos
muestran un fuerte tono flexor acompañado por aduc-
ción de los miembros.20
El tono muscular se puede evaluar mediante la obser-
vación de la postura y la movilización suave segmen-
taria de cada una de las articulaciones de los miem-
bros. Para la evaluación del tono muscular tomamos
el concepto propuesto por la escuela francesa, en

torno a su progresión pre y posnatal y las maniobras
útiles para su exploración desde dos grandes catego-
rías: tono pasivo y tono activo.22
Tono pasivo
Capacidad de alargar los músculos cuando las articula-
ciones son movidas pasivamente o la resistencia de los
músculos al movimiento pasivo cuando la parte distal
de un miembro es movilizada de forma rápida. El tono
pasivo corresponde a la tensión muscular en reposo, es
independiente de la fuerza y determina en el neonato
la postura en reposo, el ángulo de flexión de las articu-
laciones, la resistencia de estas a la extensión pasiva y
el rango del movimiento pasivo de las articulaciones.22
Tono activo
Aquel que explora a partir de demandas o invitaciones
que hace el examinador para la realización de movi-
mientos de mediana complejidad. Estas maniobras
tienen la ventaja de permitirnos el abordaje de patro-
nes de balance intra e intersegmentarios y la explora-
ción de algunos patrones básicos de alternancias y
coordinación.20
Fuerza muscular
Tono y fuerza muscular son funciones diferentes, por
lo que no deben ser confundidas. La fuerza muscular
hace referencia a la capacidad de un músculo o de
un grupo de músculos para generar una fuerza tras
contraerse con energía. A diferencia del tono muscu-
lar, la fuerza involucra una contracción activa de un
músculo o de un grupo de músculos y depende de
la cantidad de unidades motoras involucradas en una
contracción muscular.
La debilidad es la incapacidad para generar la fuerza
requerida o esperada para realizar un movimiento o
una acción mediada por la contracción muscular.20
Movimientos y patrones motores
El recién nacido tiene un rico y complejo repertorio de
conducta motora.
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
El feto, el recién nacido y el lactante pequeño poseen
un repertorio de diferentes patrones de movimiento,
destacan los Movimientos Generales (MG), los cuales
constituyen el patrón más complejo de movimientos
espontáneos. Estos movimientos no son estereotipa-
dos, a diferencia de otros patrones motores del recién
nacido como las sacudidas, los reflejos del desarrollo
y las sonrisas espontáneas, sino que son movimientos
complejos y variables que ocurren con frecuencia.
Los movimientos generales son movimientos que
involucran a diferentes partes del cuerpo sin que se
aprecie una secuencia espaciotemporal caracterís-
tica. La secuencia de movimientos es variable, fluida
y compleja, en la cual se observan movimientos de
flexión-extensión de las extremidades y movimientos
del cuello y el tronco.
La presencia de movimientos generales normales
tanto a la edad de término como en las primeras ocho
semanas postérmino, constituyen un excelente mar-
cador de normalidad neurológica. Por el contrario, la
presencia de movimientos generales alterados duran-
te estas semanas identifica a neonatos y pequeños
lactantes con alto riesgo de parálisis cerebral y/o tras-
torno del neurodesarrollo.20
Reflejos miotáticos (RM)
La presencia de estos reflejos requiere la existencia de
un arco reflejo espinal intacto e involucra de 1 a 3 seg-
mentos de la médula espinal.
Por ello, su examen puede ser de gran ayuda para lo-
calizar el nivel de la lesión estructural en la patología
medular, así como para evaluar una lesión del sistema
nervioso periférico, raíces, plexos o nervios.
Debe prestarse atención a la velocidad, la fuerza y la
amplitud de la respuesta y del movimiento del miem-
bro, así como a la posible presencia de clono o difu-
sión contralateral. Los RM deben ser valorados en
ambos lados del cuerpo y las respuestas comparadas
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  49 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
entre ambos lados. De acuerdo con la graduación, las
alteraciones clínicas se pueden clasificar en tres ca-
tegorías: i) disminución o hipoactividad, ii) respuesta
excesiva o hiperactividad de los reflejos y iii) respuesta
asimétrica.20
Reflejos primitivos (RP)
Son respuestas motoras relativamente estereotipadas
(reacciones posturales y patrones motores comple-
jos) desencadenadas por estímulos. Estas respuestas
motoras están presentes en el periodo neonatal y en
el lactante pequeño y desaparecen siguiendo un or-
den predecible durante el primer año de vida. Ejem-
plos de RP son el reflejo de Moro, el reflejo de presión
palmar y plantar y el reflejo de succión.20
Los RP son polisinápticos y se considera que están
mediados principalmente por niveles inferiores del
SNC, el tronco encefálico y la médula espinal. A pesar
de ser un clásico en neurología neonatal, la utilidad
de los RP en la evaluación neurológica es limitada.
Sin embargo, pueden ser muy útiles en determinados
escenarios clínicos; tienen una mayor relevancia para
valorar trastornos del sistema nervioso periférico, que
para valorar trastornos de la neurona motora superior
(corteza y vías motoras descendentes).
La evaluación cuidadosa de la intensidad de la res-
puesta y la simetría entre ambos lados es de gran va-
lor para caracterizar y localizar las lesiones traumáticas
perinatales o posnatales del sistema nervioso periféri-
co, raíz nerviosa, plexo o nervio.20
Detección de signos de
alarma
Un signo de alarma es la expresión clínica de una des-
viación del patrón normal del desarrollo. Un signo de
alarma no supone necesariamente la presencia de
patología neurológica, pero es una alerta que obliga
50  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
a hacer un seguimiento evolutivo más exhaustivo del
niño.23
La detección del daño neurológico en etapas tem-
pranas se ha convertido en una tarea preventiva y
social, tanto del médico como de otros profesionales
que se relacionan con el desarrollo infantil, cuya idea
central se basa en detectar lo más pronto posible los
signos de agresión al sistema nervioso central con el
objeto de establecer un manejo adecuado de pro-
blema y prevenir, en la medida de lo posible, altera-
ciones de la capacidad del individuo para adaptarse
a su medio ambiente y en términos generales, secue-
las neurológicas.
Una tercera parte de los niños que presentan alguno o
varios de estos signos, desarrollan una alteración neu-
rológica importante, por lo que debe ser sistematizada
su observación y la categorización de los mismos.24
Signos de alarma tempranos
Existen algunos parámetros que nos permiten iden-
tificar alteraciones relevantes en el neurodesarrollo,
como son la falla en el progreso del desarrollo a una
edad determinada, el desarrollo asimétrico del movi-
miento, tono o reflejos, la pérdida de habilidades pre-
viamente adquiridas y la insuficiencia de interacción
social y psicoafectividad.
Algunas alteraciones específicas que pueden hallarse
desde edades muy tempranas son de tipo motor: pul-
gar cautivo, dominancia establecida antes del primer
año, persistencia de reflejos primitivos, anormalidades
persistentes del tono muscular y demora en la apari-
ción de reflejos. Otro aspecto de interés mayor en los
últimos años es el desarrollo social, con el objetivo de
la identificación temprana de trastornos del espectro
autista. El desarrollo sensorial debe ser evaluado en
el niño muy pequeño, quien debe ser capaz de res-
ponder a estímulos visuales y auditivos en forma ade-
cuada en el primer trimestre de vida. Finalmente, una

curva anormal de crecimiento craneal es otro signo de
alarma relevante.24
A continuación, se presenta una sistematización que
permite el agrupamiento de los signos de alarma
como predecesores de daño neurológico.25
D1. Signos patológicos
Alteraciones del tono muscular
Las alteraciones del tono muscular constituyen la ra-
zón más frecuente por la que se solicita una evalua-
ción neurológica del recién nacido. Prácticamente,
cualquier agresión o padecimiento del sistema ner-
vioso central o periférico en el neonato cursa con tras-
tornos del tono muscular. Las alteraciones del tono
muscular pueden ser por defecto (hipotonía) o por ex-
ceso (hipertonía), y ambas alteraciones son fácilmente
identificadas mediante un examen cuidadoso.
La evaluación de la fuerza muscular es el elemento
cardinal del examen del neonato hipotónico y permi-
te diferenciar dos grandes grupos de pacientes con
hipotonía; los que presentan fuerza normal o casi
normal, y que generalmente corresponden a trastor-
nos del sistema nervioso central (neurona motora su-
perior) y aquellos con déficit de fuerza (débiles), signo
que habitualmente traduce un trastorno en la unidad
motora (neurona motora inferior).20
Después de la debilidad, las contracturas articulares al
nacimiento constituyen el mejor indicador clínico de
potencial enfermedad neuromuscular. La gravedad y
extensión de las contracturas articulares depende del
momento de inicio, la gravedad y la extensión de la hi-
pomotilidad fetal.
El aumento del tono muscular, la hipertonía es un
signo clínico mucho menos frecuente que la hipoto-
nía. La hipertonía es definida como el aumento del
tono muscular a la manipulación pasiva. En el niño y
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
adultos se reconocen principalmente dos variedades
de hipertonía: la espasticidad y la rigidez.20
La espasticidad ha sido históricamente asignada a
un aumento en la resistencia pasiva al movimiento
proporcional a la velocidad de éste. Esta hipertonía
dependiente de la velocidad del movimiento pasivo
se asocia con hiperactividad de los reflejos miotáticos,
clonus y signo de Babinski. La espasticidad suele ser
consecuencia de la lesión de la vía corticoespinal.
La rigidez es un aumento del tono muscular sin
cambios a través de todo el rango del movimiento
pasivo y es, por tanto, independiente de la velocidad
del movimiento. En esta variedad de hipertonía, la re-
sistencia del miembro al movimiento pasivo es perci-
bida por el examinador como si el miembro fuese un
«tubo de plomo» y, por lo general, en niños y adultos
es consecuencia de lesión o enfermedad de los gan-
glios basales. 20
Otros signos patológicos de trastornos del desarrollo
motor son: patrones anormales de postura, patrones
anormales primitivos, estereotipados de movimiento
y conductas, adquisición paradójicamente temprana
de conductas, alteraciones en la presentación de los
reflejos, no integración de reacciones primitivas, pa-
trones alterados de estados funcionales y trastornos
de la senso-percepción.20,25
D2. Signos de retraso en el desarrollo
• Retraso en la aparición de las reacciones de
desarrollo.
• Retraso en la aparición de conductas.
D3. Otros signos25
• Microcefalia
• Macrocefalia
• Convulsiones
• Síndromes genéticos
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  51 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
La detección temprana de un trastorno del desarrollo
permitirá la instauración de un programa de atención
temprana, entendido como un conjunto de actuacio-
nes de carácter preventivo, de detección, diagnóstico
e intervención terapéutica que pueda mejorar la sinto-
matología y en ocasiones evitar que un padecimiento
se instaure como definitivo.
CONCLUSIONES
La tasa de prematuridad continúa incrementando en
casi todos los países. Los bebés prematuros muchas
veces presentan retrasos en el desarrollo cognitivo,
que suelen tener consecuencias en su rendimiento
educativo, les cuesta mantener la atención, presen-
tan con mayor frecuencia problemas de aprendizaje
y muestran retrasos significativos en el control de las
habilidades motoras finas y gruesas, en comparación
con los niños nacidos a término.
Los niños pretérminos también tienen mayor suscepti-
bilidad al desarrollo de enfermedades cardiovasculares,
renales, respiratorias, metabólicas, y por supuesto, a un
amplio rango de discapacidades del neurodesarrollo en
diferentes etapas de la vida; todo esto conlleva a un in-
cremento en los costos de los sistemas de salud para su
atención, evaluación y seguimiento en el tiempo.
Las repercusiones a largo plazo de los niños prema-
turos que sobreviven dependen en gran parte de la
maduración cerebral, cuya evolución y posibles des-
viaciones se podrían observar a través de distintos
procedimientos, como exploraciones neurológicas,
escalas de desarrollo, estudios de neuroimagen. Exis-
te una urgente necesidad de avanzar en parámetros
de identificación y predicción de las lesiones perina-
tales de estos niños, en tal sentido la técnica de RNM
para establecer el desarrollo de la mielinización y otras
medidas de predicción pueden ayudar a predecir de-
terminadas manifestaciones neurológicas. También
es necesario avanzar en la comprensión de la relación
52  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
entre las lesiones cerebrales y otros efectos exógenos,
como lo son los efectos farmacológicos y nutriciona-
les, en especial en el periodo entre el nacimiento y el
término, así como las influencias en el posterior desa-
rrollo de factores genéticos y sociofamiliares, que pue-
den influir el desarrollo de las lesiones minimizando o
acentuando su influencia.
Todos estos aspectos confirman la importancia de
continuar las investigaciones acerca del desarrollo en
la infancia de los prematuros, para así poder llegar a
generar intervenciones específicas para la prevención
y neurorrehabilitación de las posibles dificultades fun-
cionales.
Referencias
1. Abbot A. Neuroscience: The brain, interrumpted. Nature.
2015;518:24–26. http://www.nature.com/news/neuroscience-
the-brain-interrupted-1.16831
2. Kapellou O, Counsell SJ, Kennea N, et al. Abnormal Cortical
Development after Premature Birth Shown by Altered Allome-
tric Scaling of Brain Growth. Plos Med. 2006;3:e265. http://doi.
org:10.1371/journal.pmed.00030265
3. Bystron I, Blakemore C, Rakic P. Desarrollo de la corteza cere-
bral humana: Comité de Boulder revisitado. Nat Rev Neurosci.
2008;9:110-122.
4. Wood NS, Marlow N, Costeloe K, Gibson AT, Wilkinson AR.
Discapacidad neurológica y del desarrollo después de un
parto extremadamente prematuro. Grupo de estudio EPICure.
N Engl J Med. 2000;343:378-84.
5. Marlow N, Wolke D, Bracewell MA, Samara M. Discapacidad
neurológica y del desarrollo a los seis años de edad des-
pués de un parto extremadamente prematuro. N Engl J Med.
2005;352:9-19.
6. Bhutta AT, Cleves MA, Casey PH, Cradock MM, Anand KJ.
Resultados cognitivos y conductuales de niños en edad
escolar que nacieron prematuros: un metanálisis. JAMA.
2002;288:728-37.
7. Organización Mundial de la Salud. Nacimientos Prematuros.
[Internet]. [ Citado 19 de febrero de 2018]. Disponible en:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/pre-
term-birth#
8. Martínez-Morga M, Martínez S. Plasticidad neural: la sinaptogé-
nesis durante el desarrollo normal y su implicación en la disca-
pacidad intelectual. Rev Neurol. 2017;64 (Supl 1):S45-50.

9. Judäs M, Sedmak G, Kostovic I. The significance of the sub-
plate for evolution and developmental plasticity of the human
brain. Front Human Neurosci. 2013;7:423.
10. Alonso JR. Neurodesarrollo en niños prematuros. Neuro-
cience 2017. https://jralonso.es 2017/08/23
11. Brossard-Racine M, Murnick J, Bouyssi-Kobar M, Cou-
lombe J, Taeun Chang T, Limperopoulos C. Altered Cerebe-
llar Biochemical Profiles in Infants Born Prematurely. Scientific
Reports. 2017;7:8143.
12. Amiel-Tison C. Maduración del sistema nervioso central
en el periodo fetal y posnatal. Versión española de la obra en
lengua francesa Neurologie périnatale de Claudine Amiel Ti-
son, MASSON ed 2001. Paris. pp 59 - 65. 84-458-1025-1 Dis-
ponible en http://hdl.handle.net/10637/2149
13. García-Reymundo M, Demestre X, Calvo MJ, Ginovart G,
Jiménez A, Hurtado JA. Prematuro tardío en España: expe-
riencia del Grupo SEN34-36. An Pediatr (Barc). 2018;88:246-
52 http://dx.doi.org/10.1016/j.anpedi.2017.05.006
14. Walsh JM, Doyle LW, Anderson PJ, Lee KJ, Cheong JLY.
Moderate and late preterm birth: Effect on brain size and ma-
turation at term-equivalent age. Radiology. 2014;273:232-40.
15. Rose R, Engle WA. Optimizing care outcomes for late pre-
term neonates, Curr Treat Options Peds. 2017;3:32-43. http://
dx.doi.org/10.1007/s40746-017-0074-z
16. Johnson S, Evans TA, Draper ES, et al. Neurodevelop-
mental outcomes following late and moderate prematurity: a
population-based cohort study. Arch Dis Child Fetal Neonatal
Ed. 2015;100:F301-F308. http://dx.doi.org/10.1136/archdis-
child-2014-307684
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
17. Heinonen K, Eriksson JG, Lahti J, et al. Late preterm birth
and neurocognitive performance in late adulthood: a birth co-
hort study. Pediatrics. 2015;135:e818-25.
18. Morse SB, Zheng H, Tang Y, Roth J. Early school-age outcomes
of late preterm infants. Pediatrics. 2009;123:e62-e69.
19. Squires J, Bricker D. Ages and Stages Questionnaires in
Spanish: A parent completed child-monitoring system. 3rd ed,
Paul Brookes Publishing Company, Baltimore, 2009.
20. García-Alix A, Quero J. Evaluación Neurológica del recién na-
cido. Ediciones Diaz de Santos, S.A: Madrid 2011.
21. DeMeller WE. Examination of the face and head. En: Te-
chnique of the neurologic examination. Fifth edition. New
York, McGraw-Hill 2004. pp 1-48.
22. Zuluaga JA, Buitrago Gil D, Colmenares Duran E, y cols.
Una semiología neurológica cambiante. Editorial Médica In-
ternacional LTDA. Neurodesarrollo y Estimulación. Bogotá
D.C. 2005. pp 131-4.
23. J. Campistol. Desarrollo Psicomotor. Retardo del desarro-
llo. Neurología para pediatra. Enfoque y manejo práctico. Ed
Panamericana. 2011.
24. Medina Alva MP, Caro Kahn I, et al. Child neurodevelop-
ment: normal characteristics and warning signs in children un-
der five years. Rev Perú Med Exp Salud Pública. 2015;32:565-
73.
25. Benavidez González HM, Tesch Knoch SR: Sistematiza-
ción de signos tempranos de daño neurológico para estimu-
lación específica. Salud Pública Méx. 1985;27:375-83.
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  53 
Capítulo 7. Estimulación temprana en el recién nacido
prematuro
Dra. Ayda Milena Lázaro Lázaro
Introducción
Se entiende por estimulación temprana al conjunto de
intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6
años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo
dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades
transitorias o permanentes que presentan los niños
con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo
de padecerlos. Estas intervenciones, que deben con-
siderar la globalidad del niño, han de ser planificadas
por un equipo de profesionales de orientación inter-
disciplinar o transdisciplinar.1
Diferentes estudios han señalado que el nacimiento
prematuro puede tener secuelas sobre el desarrollo
del niño o la niña. En la actualidad, investigadores,
médicos, enfermeras y pedagogos, ven en la estimu-
lación temprana una herramienta para la prevención
y tratamiento de las consecuencias de un nacimiento
anticipado.2
Los Programas de Estimulación Temprana (PET) per-
miten una mejoría en la reorganización y madurez del
sistema nervioso central, lo que permite la adquisición
de habilidades y destrezas acordes con la edad.
Las investigaciones y la teoría apuntan a que, cuanto
más pronto se inicie la estimulación temprana, mayor
impacto tendrá en la vida de los infantes, por la plas-
ticidad del sistema nervioso central en los primeros
meses de vida.
El desarrollo infantil es importante por la cantidad de
funciones que se adquieren en los primeros años de
vida. Estas funciones se encuentran en relación con
el proceso de maduración del sistema nervioso. El de-
54  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
sarrollo infantil se basa en la interacción entre factores
genéticos y ambientales.
En los niños de 0 a 6 años, el desarrollo es un hecho
global compuesto por mecanismos sensoriales, per-
ceptivos, motores y cognitivos. Además, las carencias
afectivas sufridas en los primeros años de vida pue-
den conllevar retrasos importantes en el desarrollo.3
El papel que desempeñan los padres en el cuidado de
sus hijos recién nacidos prematuros es primordial para
favorecer el desarrollo óptimo del bebé, mediante la
implicación en los cuidados, la realización del método
canguro y el fomento de la lactancia materna.
La intervención temprana se llevará a cabo por un
equipo interdisciplinar formado por múltiples profe-
sionales que tendrán en cuenta el desarrollo del niño
en su totalidad. El desarrollo de los programas de in-
tervención temprana tiene en cuenta tanto la atención
al niño como a las familias.
Su objetivo es dar respuesta, lo más pronto posible, a
las necesidades transitorias o permanentes que pre-
sentan los niños con trastornos en su desarrollo, o con
riesgo de padecerlos. Esta intervención, en la que se
debe considerar la globalidad del niño, debe ser plani-
ficada por un equipo de profesionales de orientación
inter o transdisciplinaria.
La atención temprana se amplía, según las exigencias
de los diferentes centros de atención y sus recursos
disponibles. Dentro de los grupos de riesgo para aten-
ción temprana se establecen dos grandes grupos de
riesgo: riesgo biológico y riesgo social. El primero in-
cluye los riesgos neurológico, sensorial, visual y auditi-

vo. Esta clasificación establece, según las afecciones,
las posibles secuelas, la secuencia de seguimiento y
el grupo al cual pertenece el recién nacido.
Se valora, de forma continuada, al recién nacido en
UCIN desde su nacimiento, para que, en el momen-
to del alta, puedan establecerse las necesidades de
control y seguimiento que aún precisa. Esta primera
evaluación debe incluir: medios disponibles en su en-
torno para recibir mejores cuidados y planificación del
seguimiento, posibilidad de secuelas, capacidad de
los padres para cuidarlo según su situación socioeco-
nómica y nivel cultural.4
La atención temprana a los neonatos con neurode-
sarrollo de alto riesgo debe cumplir finalmente los si-
guientes objetivos:
• Organizar las intervenciones médicas y de en-
fermería, de manera que se ajusten a las nece-
sidades del neonato y sus progenitores.
• Apoyar y fortalecer las habilidades y la confian-
za entre los padres, en relación con el cuidado
de su hijo.
• Potencializar los beneficios de la estimulación
temprana para disminuir los niveles de estrés
del neonato y su madre.
• Estimular las experiencias sensomotoras, la
percepción espacial, táctil, y auditiva.
• Estimular e inhibir los reflejos.
• Evitar deformidades.
Recursos a utilizar:
Recursos humanos y sus
funciones específicas
La hospitalización del recién nacido críticamente en-
fermo, crea en los padres un importante estrés ante
la incertidumbre del futuro de su hijo. Inicialmente la
preocupación es por la supervivencia, más tarde por
las posibles secuelas. Luego de superados los proble-
mas clínicos del niño, antes de ser dado de alta, se le
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
debe realizar una valoración neurológica y una esti-
mación de su competencia neurológica.5
La permanencia prolongada en la Unidad Neonatal y
la presencia de algunas enfermedades, pueden influir
en la evolución del niño y su posterior desarrollo, por
lo que la intervención durante el periodo de hospitali-
zación y posteriormente en el hogar, son de especial
interés. Las principales alteraciones son: respiratorias,
ortopédicas, sensoriales, y organización postural. Es-
tos repercuten, de forma directa, en el desarrollo psi-
comotor del niño.3, 6
Según la afección o dificultad, las intervenciones se
muestran a continuación.
Corrección postural: La
deformación de la posición
persistente del niño
Durante su vida intrauterina, el líquido amniótico pro-
tege al feto de las presiones extrínsecas. Al nacer, éste
queda expuesto a la influencia de la fuerza de grave-
dad y la presión atmosférica. Estas fuerzas dominan
su débil musculatura, y lo mantienen estático sobre la
superficie donde descansa. La simetría de la cabeza
respecto al tronco y extremidades, y el tono muscular,
requieren especial atención. Para ello la tensión y el
gasto energético en el paciente deben ser reducidos
al mínimo.
Alineamiento
Es un aspecto de suma importancia en las técnicas
de facilitación, pues las funciones del cuerpo humano
son mejores cuando cada uno de sus segmentos está
correctamente alineado en los tres planos (frontal, sa-
gital y horizontal).3
Objetivos de la corrección postural
• Estimular o inhibir reflejos
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  55 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
• Prevenir deformidades musculares y esquelé-
ticas comunes debido al poco control postu-
ral, de causa muscular o neurológica.
• Mejorar el patrón flexor normal.
• Aumentar la complianza pulmonar para favo-
recer la función respiratoria.
• Prevenir el dolor en la práctica de procedi-
mientos.
• Colaborar con los demás tratamientos, para
disminuir el gasto de energía.
• Permitir la libertad en los movimientos y la ex-
ploración del entorno.
• Ayudar al bebé a encontrar su estado de cal-
ma con mayor facilidad.
• Monitorear el modo de actuación del bebé.
• Evitar el arqueamiento y las conductas de des-
organización, para mejorar la flexión y el cam-
bio postural progresivo.
• Realizar cambios regulares de postura en posicio-
nes funcionales, según cada niño para enfatizar
en la simetría de la misma y promover el desarro-
llo de la actividad motora espontánea y funcional.
• Evitar las fluctuaciones excesivas de la presión
intracraneal con rulos de ropa contralaterales.
• Usar nidos de contención para reducir la pér-
dida de calor y de líquidos para disminuir la
irritabilidad e hipercinesia, y favorecer el creci-
miento ponderal. 3
• Evitar el exceso de extensión que interfiere
con el control postural y de motilidad, en niños
con daño neurológico.
Estrés
Respuesta del organismo frente a un peligro percibi-
do, a través de la cual el organismo se prepara para
hacer frente a la amenaza a su equilibrio interno.
Signos de estrés en el neonato
• Nivel autonómico: cambios de color en la piel,
cambio de signos vitales, vómitos, diarreas,
56  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
desórdenes gastrointestinales, estornudos y
bostezos.
• Nivel motor: hipotonía, hiperextensión de las
extremidades, dedos abiertos.
• En su estado general: estado de sueño difuso,
mirada fija, se asusta fácilmente, irritabilidad.
• En la atención e interacción: imposibilidad para
la integración ante los estímulos sensoriales.
Objetivos de la estimulación para
disminuir el estrés
• Facilitar al neonato la disminución del estrés.
• Favorecer el vínculo materno.
• Mejorar los reflejos de los prematuros median-
te la estimulación
Intervenciones
• Realizar intervenciones por medio de estímu-
los táctiles.
• Promover posiciones que favorezcan el desa-
rrollo del neonato y su autorregulación.
• Mantener un ambiente adecuado y eliminar
los factores nocivos existentes.3
Succión
• Succión nutritiva. Se caracteriza por tener un
intervalo de un segundo como máximo, en
cada acto de succionar, mientras que en la no
nutritiva es el doble. La succión no nutritiva
está presente entre las 18 y 24 SDG, calma al
lactante, pero no está implicada en la alimen-
tación. Coordina la deglución de forma refleja,
a partir de las 32 SDG, la cual madura progre-
sivamente entre las 32 y 40 SDG, y le permite
al lactante la alimentación. La deglución está
presente en forma temprana en el desarrollo
fetal, pero no coordina con la respiración hasta
las 32 o 34 SDG.
• Succión no nutritiva. Es segura y compensa-
dora, estimula la adquisición de la succión

nutritiva en forma temprana, sobre todo en los
grupos menores de 30 SDG o con morbilidad
neurológica asociada. Por tratarse de una téc-
nica sencilla, involucra a los padres en su des-
empeño, de manera que se refuerza su parti-
cipación activa en la estimulación temprana.7
Objetivos de la estimulación de la
succión
• Promover el desarrollo de los patrones de ac-
ción flexora de cuello, necesarios para la suc-
ción/deglución sostenida.
• Disminuir la hiperactividad motora del cuerpo,
para facilitar la concentración en el proceso de
alimentación.
• Asociar patrones orales y motores, a la hora de
introducir alimentos, para disminuir la estadía
hospitalaria.
• Mejorar la presión arterial de oxígeno.
• Calmar y organizar a los neonatos inmaduros
o enfermos.
• Disminuir los niveles de estrés y/o irritabilidad.
• Favorecer la ganancia de peso.
Intervenciones
• Aumentar la estimulación inicial perioral y lue-
go intraoral, con chupete, dedo de guante,
dedo de la madre o con pecho vacío en torno
a las 32 semanas.
• Estimular entre 15 o 30 minutos, durante la ad-
ministración de cada toma por vía orogástrica/
nasogástrica, por gravedad o bomba de infusión.
• Entrenar a la madre en la estimulación, 3 veces al
día, con supervisión de personal especializado. 7
Estimulación sensorial
Estimulación vestibular
Los núcleos vestibulares, junto a la formación reticu-
lar, desempeñan un papel fundamental en la muscu-
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
latura antigravitatoria. El oído recibe el 90 % de la in-
formación sensorial. Los niveles de ruido en la UCIN
son muy altos y pueden perjudicar la cóclea, con la
pérdida de la audición. Interfieren con el reposo y el
sueño del neonato, lo que origina fatiga, agitación,
irritabilidad y llanto. Afecta la presión intracraneal y
predispone al neonato a la hemorragia craneana intra-
ventricular en los prematuros.7
Objetivos de la estimulación sensorial
auditiva
• Facilitar el desarrollo del sistema nervioso au-
tónomo, lo que se refleja en la menor cantidad
de episodios de apnea.
• Facilitar y promover la comunicación, el
aprendizaje, el movimiento, expresión y orga-
nización.
• Mantener el contacto con su universo.
Intervenciones en control ambiental de
la unidad neonatal
a) Control general: bajar el volumen de las alarmas
y tener, de preferencia, sistemas de alarmas lumi-
nosas.
b) Control en incubadoras: monitorear el nivel de
ruido dentro de las incubadoras. Cerrar y abrir la
incubadora con suavidad. Brindar mantenimiento
a las incubadoras, los equipos y la tecnología mé-
dica, al menos cada seis meses, y retirar el equi-
pamiento ruidoso del ambiente de la incubadora.
Vaciar el agua residual de los nebulizadores y ven-
tiladores.7
Intervenciones a realizar por la madre
• Estimularlo a sonreír y que reaccione a su son-
risa. Hablarle en un tono suave, cantarle y arru-
llarlo con canciones de cuna.
• Aplicar masajes suaves en la cara del bebé.
Iniciar suavemente, juntando los labios de su
bebé al centro (boca de beso) y mantenerla así
de 3 a 5 segundos.
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  57 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
• Música instrumental de tonos bajos, preferen-
temente Mozart y Vivaldi. La música ha resul-
tado ser efectiva al estimular el desarrollo del
hemisferio cerebral derecho y es muy útil en la
práctica de la medicina tradicional.8,9
Estimulación visual
La visión evoluciona al mismo tiempo que la motrici-
dad y colabora con el mantenimiento del equilibrio.
La visión, al igual que el sistema vestibular, es una
fuente de información sensorial básica para poder
estabilizar la cabeza del neonato en el espacio, mien-
tras realiza una actividad. Los neonatos son sensibles
a la luz. Tamez y Silva dicen respecto a la iluminación:
“la iluminación continua, interfiere con el desarrollo
del patrón del ritmo día-noche, muy importante para
el futuro desarrollo del paciente. En los prematuros
se advierte que este patrón de la iluminación pueda
afectar el desarrollo de la retina”.3 El riesgo de retino-
patía y ceguera del prematuro aumenta con el exce-
so de iluminación.
Objetivos de la estimulación visual
• Favorecer la transición gradual del sueño y la
vigilia.
• Disminuir el riesgo de retinopatías y ceguera
en el prematuro.
• Disminuir la actividad motora, la frecuencia
cardiaca y las fluctuaciones de la tensión arte-
rial, para propiciar el aumento de peso.
Intervenciones
• Disminuir la iluminación intensa para facilitar
que el neonato abra los ojos. Utilizar mantas
protectoras. Brindar al neonato, un ambiente
con luz tenue para incrementar su apertura
ocular, lo que estimula su agudeza visual.
• Poner cartones con imágenes en blanco y ne-
gro o con colores fuertes (colores primarios),
dentro del alcance visual del neonato.
58  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
• Facilitar que el neonato mire al rostro de la per-
sona que brinda los cuidados.
• Cargar al neonato en posición vertical para
que aumente su apertura ocular.3
Estimulación propioceptiva:
táctil
La piel está constituida por las capas: epidermis y der-
mis, y una gran red de terminaciones nerviosas. Entre
todas, permiten la percepción de sensaciones táctiles,
presión, vibración y sensaciones termo-receptoras
(frío, calor y dolor). El órgano sensorial más grande en
el neonato es la piel, con gran sensibilidad a las ca-
ricias, en particular en torno a la boca, palmas de las
manos, plantas de los pies y los genitales.
Las caricias estimulan las vías nerviosas sensitivas
que favorecen el funcionamiento de los sistemas
digestivo y urinario. Como resultado, las heces y la
orina fluyen con mayor rapidez, y se utilizan mejor
los nutrientes de los alimentos ya digeridos. Mientras
mayor sea la estimulación táctil, mayor será la segu-
ridad y tranquilidad que experimente el neonato. El
contacto piel con piel (método canguro), reduce la
pérdida de peso del 10 al 3 % con respecto al peso
que tenía el niño al nacer.3,10
Objetivos de la estimulación táctil
• Estimular las sensaciones kinestésicas.
• Mejorar el flujo sanguíneo.
• Mejorar la sociabilidad, el estrés y la irritabili-
dad.
• Promover la sensación de seguridad y el au-
mento de peso.
• Mejorar la función gastrointestinal y genitouri-
naria.
• Mejorar el crecimiento neuromuscular y la ma-
duración de los reflejos.
• Mejorar la percepción del medio.
• Disminuir los episodios de apnea y bradip-
nea.3,10

Intervenciones
Masaje
Los masajes de piel a piel se proporcionan de muchas
maneras y en diversas direcciones. El patrón preferi-
do por los neonatos es el de la cabeza hacia los pies,
que recuerda el proceso de mielinización nerviosa.
Los masajes lentos de 2 a 16 veces por minuto se re-
lacionan con la disminución de apnea y la respiración
irregular.
Beneficios de la estimulación táctil
• Previene el desarrollo de hábitos fijos. Estimu-
la las terminaciones nerviosas para un óptimo
desarrollo motriz.
• Proporciona conciencia a una variedad de tex-
turas, sensaciones y presiones al tacto.3,11
Inicio de la
neurorrehabilitación
La OMS define la neurorrehabilitación como un pro-
ceso activo por medio del cual los individuos con
alguna lesión o enfermedad pueden alcanzar la
recuperación integral más óptima posible, que les
permita su desarrollo físico, mental y social de la
mejor forma, para integrarse a su medio ambiente
de la manera más apropiada.12
Desde el momento del nacimiento comienza a formar-
se la arquitectura cerebral del niño, base de los futuros
aprendizajes. En la infancia y la adolescencia pueden
acontecer diversos factores que alteren el desarrollo
neurológico. Dicha alteración conlleva desde dificul-
tades o trastornos de aprendizaje que repercuten en
el rendimiento escolar, hasta alteraciones conductua-
les, cognitivas y motoras que repercuten en las activi-
dades de la vida diaria del infante.
La neurorrehabilitación infantil está dirigida a bebés
prematuros y recién nacidos que presentan riesgos o
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
problemas de desarrollo neurológico y los niños con
daño cerebral (adquirido o congénito) o trastornos
neurológicos de cualquier tipo que puedan afectar
a su capacidad funcional. Su objetivo fundamental
es restituir, minimizar y/o compensar las alteraciones
funcionales asociadas a la lesión que se ha produci-
do en el sistema nervioso central del niño. También
conlleva un proceso de aprendizaje y adaptación a
las limitaciones físicas y/o cognitivas que padece.
Este tipo de tratamientos es siempre multidisciplina-
rio y la familia debe implicarse directamente dando
continuidad en casa a las actividades indicadas por
los neurofisiólogos.
La  neurorrehabilitación se basa en el concepto de
plasticidad cerebral; es decir, la capacidad del sis-
tema nervioso central para adaptarse y compensar
lesiones, alteraciones estructurales o fisiológicas,
minimizando sus efectos. Además, esta habilidad
del cerebro para reorganizar su funcionalidad es
especialmente importante en el caso de los niños.
Lo que hace el cerebro es buscar vías alternativas
para activar nuevamente las funciones que se han
perdido.
La  neurorrehabilitación está indicada en todos los
niños con afectación del desarrollo motor, inde-
pendientemente de cuál sea la causa: retraso psi-
comotor, parálisis cerebral, enfermedades congé-
nitas (síndrome de Down, Apert, entre otros), parto
prematuro, sufrimiento fetal, etc. Un hecho muy im-
portante a tener en cuenta es que debe iniciarse lo
antes posible.13
Los niños están en fase de desarrollo y maduración
cerebral, por lo que la neurorrehabilitación debe plan-
tearse de modo que se refuerce y potencie este de-
sarrollo.13 Existen en el mundo múltiples modalidades
de intervención que se ofrecen a niños con diferentes
anormalidades del neurodesarrollo (parálisis cerebral,
retardo mental, autismo infantil, trastornos de aprendi-
zaje o lenguaje, etc.). En la actualidad existen técnicas
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  59 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
basadas en diferentes teorías, aunque no se dispone
de estudios que permitan decir si alguna de ellas re-
sulta más eficaz que las demás.14
Considerando los datos epidemiológicos y la oferta
de terapias disponibles, y tomando en cuenta que las
necesidades en salud son infinitas y los recursos limi-
tados, se hace necesario conocer la evidencia dispo-
nible que respalda la indicación de ciertas terapias en
pacientes con trastornos del neurodesarrollo o en ries-
go de desarrollarlos (según las definiciones utilizadas
por diferentes disciplinas); a fin de tomar decisiones
médicas mejor fundamentadas.
Entre las modalidades de intervención, existen algu-
nas con un modelo teórico definido, dentro de las
cuales están aquellas que utilizan un enfoque neu-
rofisiológico, como la terapia Bobath o de neurode-
sarrollo, ampliamente utilizada en el Reino Unido y
Estados Unidos, y la terapia Vojta, de gran difusión
en países escandinavos y resto de Europa. Existen,
además, modelos de intervención basados en esti-
mulación temprana, utilizados en muchos servicios
de rehabilitación.15
A continuación se describen algunas de las terapias
más utilizadas en niños.
Terapia de
“neurodesarrollo” o
Método Bobath
Corresponden con una terapia especializada, orien-
tada a tratar los trastornos del movimiento y la postura
derivados de lesiones neurológicas centrales. El obje-
tivo es preparar al niño para que pueda moverse con
normalidad reforzando el tono postural.
Tiene su origen en Londres en la década de 1940 y
desde esa época, ha experimentado un cambio en
sus fundamentos teóricos y ha dado origen a diferen-
60  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
tes escuelas, por lo que hoy existen muchos tipos de
terapia de neurodesarrollo. Sus promotores postulan
que es de utilidad tanto en el tratamiento de trastor-
nos motores ya consolidados, como en la prevención
de estos en niños considerados de riesgo. Cuando se
intenta determinar la utilidad de estas terapias, el pri-
mer obstáculo es decidir qué intervenciones incluir en
la evaluación, pues en distintos centros a lo largo del
mundo es aplicada de diferente modo, por profesio-
nales con distinto nivel de instrucción en el método y
con distintas intensidades.16
Terapia de la locomoción
refleja del doctor Vojta
Esta terapia parte de la existencia de patrones de coor-
dinación innatos y preprogramados, a los que se trata
de activar mediante la adopción de determinadas pos-
turas y la aplicación de presión sobre zonas específicas.
La aplicación terapéutica de la terapia Vojta rehabilita
la función motora alterada accediendo al SNC, donde
se encuentra la pre-programación de comportamiento
psicomotor humano. El Dr. Vojta se refiere a un progra-
ma genético al que denomina ontogénesis motor.17
Con la terapia Vojta se accede a esa “área del cere-
bro”, a través de determinadas posiciones del cuer-
po y puntos o zonas de estímulo concretos, así activa
la musculatura estriada de todo el cuerpo, activa las
cadenas musculares o coordinaciones innatas, co-
rrespondientes a los patrones motores del desarro-
llo psicomotor del ser humano. El objetivo es evocar
esos patrones motores innatos o a parte de ellos, en
aquellos pacientes que presentan alteración de la
función motora. Cuando esos patrones motores in-
natos se encuentran bloqueados o alterados al ac-
tivarlos se ponen de forma automática a disposición
de la motricidad espontánea y de esta manera la pa-
ciente ira optimizando sus capacidades psicomoto-
ras. Por lo tanto, la terapia Vojta es aplicada en todas

las edades, desde la pediatría, adultos e inclusive en
la geriatría. 17
El concepto Le Métayer
Con esta técnica se trata de ayudar al niño a desarro-
llar su potencial capacidad cerebromotriz, modifican-
do su organización motriz.
• Valoración biomecánica en busca de posibles
contracturas, deformidades instaladas o posi-
bles, así como la confección y colocación de
sistemas de adaptación para ayudar al niño a
mejorar la función en las actividades de la vida
diaria y para prevenir las alteraciones muscu-
loesqueléticas derivadas de las fuerzas mus-
culares anormales.
• Examen funcional de la locomoción, juego,
aseo, alimentación, vestido y sedestación, que
permita determinar el nivel de autonomía en las
diferentes actividades.
• Valoración de los trastornos asociados: vis-
ta, oído, sensibilidad, alimentación trastornos
gnósticos, organización de la gesticulación y
prensión, etc.13
Ejercicio terapéutico
cognoscitivo
Se considera que los procesos cognitivos necesarios
para alcanzar una recuperación son la atención, la
memoria, la percepción, la vista, la representación y el
lenguaje, pues permiten una correcta interacción del
niño con su entorno.
La teoría cognitiva, de la cual parte el Ejercicio Terapéu-
tico Cognoscitivo (ETC), propone una aproximación de
tipo sistémico. Considerar al niño como un sistema sig-
nifica tener en cuenta su unidad compleja, buscando
en ella los procesos de autoorganización en las diver-
sas tareas que el niño debe afrontar. Tal unidad no es
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
el resultado mecánico de la suma de sus partes, sino
la construcción de relaciones entre los elementos que
permiten atribuir significado al mundo. 17
Según este enfoque el movimiento es considerado
como acción, es decir, como un instrumento a dispo-
sición del SNC para interaccionar con la realidad, reco-
ger las informaciones y enriquecer los conocimientos.
Movimiento y conocimiento están así estrechamente
relacionados. El cuerpo se considera de esta forma
como una superficie receptora, capaz a través de su
fragmentación de hacer llegar al SNC las informacio-
nes necesarias en una situación determinada para el
conocimiento del mundo.
Dentro de este enfoque el ejercicio es el núcleo del
trabajo rehabilitador, el medio para favorecer la recu-
peración de una función alterada por la lesión y un
instrumento para poner a prueba hipótesis relativas
a la recuperación. Éste debe organizarse en un con-
texto programado con el objetivo de activar los pro-
cesos de aprendizaje. Por este motivo se debe hacer
referencia a los procesos mentales como la atención,
la memoria, la percepción, la motivación y como con-
secuencia, a la colaboración del niño teniendo en
cuenta su lesión.
El ETC, otorga un papel fundamental, tanto en la valo-
ración como en el tratamiento, a los procesos neuro-
cognitivos que subyacen al desarrollo sensoriomotor
del niño y son la base de la reorganización cortical en
el caso de lesiones congénitas o adquiridas. Asimis-
mo, esta metodología de trabajo destaca la impor-
tancia de la interacción con los objetos y con las per-
sonas en el desarrollo infantil para la generación de
nuevos conocimientos y estrategias, por lo que utiliza
como instrumentos del ejercicio herramientas pura-
mente cognitivas como la imagen perceptiva y otorga
una especial importancia al lenguaje como represen-
tación del mundo y organizador de comportamientos,
así como al empleo de subsidios u objetos que repre-
sentan una parte de la realidad.17
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  61 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
Facilitación neuromuscular
propioceptiva
Su principal objetivo es desarrollar patrones normales
de movimiento a través de una experiencia motora
normal.
El concepto de Facilitación Neuromuscular Propio-
ceptiva (FNP), desarrollado por el Dr. Kabat y las fisio-
terapeutas Knott y Voss a partir de 1947, evoluciona
de forma constante y se enriquece con las nuevas
investigaciones en los ámbitos de la neurofisiología,
el aprendizaje motor y la práctica basada en la evi-
dencia. Sus múltiples principios de facilitación y de
tratamiento, así como sus técnicas específicas, permi-
ten evaluar y tratar a los pacientes en las fases aguda
y crónica e incluso en rehabilitación, en los diversos
ámbitos médicos como medicina del deporte, reuma-
tología, traumatología, ortopedia, pediatría, neurología
y geriatría.
El propósito de las técnicas de facilitación neuro-
muscular propioceptiva es facilitar la respuesta del
sistema neuromuscular por la estimulación de los
propioceptores, esta facilitación se puede conseguir
aumentando la excitabilidad del sistema nervioso
central por la llegada masiva de estímulos periféricos
o aumentando la conductividad de las vías nerviosas
utilizadas por los impulsos en razón al uso repetido de
las mismas, mediante técnicas que actúan por medio
de diferentes mecanismos neurofisiológicos.19
Hasta el momento, no existe evidencia sólida que res-
palde la indicación por parte del médico de un tipo de
terapia de rehabilitación motora por sobre otra. Esto
no significa que se deba negar a los niños con tras-
tornos del neurodesarrollo una intervención motora y
dejarlos a su evolución natural (con el riesgo de defor-
midades, contracturas, acentuación del retraso psico-
motor, etc.) sino por el contrario, que la indicación de
una terapia debe ser basada en objetivos funcionales
y adaptativos, incluir al paciente, a la familia y a la es-
62  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4
cuela, siendo prioritaria la reevaluación periódica de
los resultados en forma crítica.11-14
CONCLUSIONES
El crecimiento total de un individuo se lleva a cabo por
medio de la interrelación del desarrollo físico, mental,
emocional y social; y la estimulación temprana pro-
ducirá impacto en el desarrollo integral de los niños,
por lo que su aplicación y fortalecimiento deben ser
concebidos como una responsabilidad de diferentes
actores de la sociedad. Una vez superados los proble-
mas clínicos iniciales en un recién nacido prematuro,
la inclusión en los programas de intervención tem-
prana es actualmente la alternativa más sabia para
aquellos padres que desean desarrollar el potencial
de sus hijos. Todo programa debe ser estructurado
sobre bases sólidas, con respaldo científico e impar-
tido por profesionales calificados. Con los avances
en el campo de la Neurociencia, las técnicas de esti-
mulación han variado, puesto que se ha comprobado
la fuerza de la influencia del entorno en el desarrollo
infantil, ésta debe estar lo más libre posible de los fac-
tores negativos que perjudican al desarrollo orgánico,
funcional, sensorial, emocional o físico de los niños.
Los programas de estimulación deben ser prepara-
dos y aplicados de una manera formal y organizada,
siguiendo criterios específicos para proporcionar al
niño las verdaderas y adecuadas oportunidades de
desarrollo, crecimiento y aprendizaje.Cada centro
donde se brinda atención temprana tiene la labor de
innovar en el aspecto pedagógico, ya que los avances
en los campos afines a la educación comprueban la
importancia de los primeros años de vida en el desa-
rrollo integral del niño.
Referencias
1. Grupo de Atención Temprana. Libro blanco de la atención
temprana. Madrid: Real Patronato de Prevención y de Aten-
ción a Persona con Minusvalía. 2000. [citado 14 junio 2020].

Disponible en: www.coflarioja.org/fileadmin/usuario/LOGOTI-
POS/secciones/libro_blanco_atencion_temprana.pdf
2. Baxter-Aguirre J, Madriz-Bermúdez LM, Mora-Hernández L.
Prematuridad y estimulación temprana: ¿un binomio determi-
nante para la prevención de la discapacidad? InnovEd [Inter-
net]. 1 de mayo de 2012 [citado 13 de julio de 2020];13(18),
11-21. Disponible en: https://reviistas.uned.ac.cr/index.php/
innovaciones/artcle/view//575
3. Hechavarría L, Cruz UA, y cols. Protocolo de atención tempra-
na a los neonatos con neurodesarrollo de alto riesgo. CCM.
2018; ISSN: 1560-4381.
4. Robaina GR, Riesgo SC. Propuesta de programa de segui-
miento de recién nacidos de alto riesgo en Cuba. Rev Med
Electrón. 2011;33:645655. Disponible en: http://scieloprueba.
sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S16841824201100
0500012&lng=es
5. Porras Kattz E, Harmony T. Neurohabilitación: un método
diagnóstico y terapéutico para prevenir secuelas por lesión
cerebral en el recién nacido y el lactante. Bol Med Hosp In-
fant Mexico. 2007;64:125-35. Disponible en: http://www.
scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-
11462007000200008&lng=es
6. Hernández VN, Landrove BI, Andrés MA. Evaluación neuroló-
gica en recién nacidos con asfixia al nacer. CCM. 2014[citado
14 junio 2020];18(3) 1-12. Disponible en: http://revcocmed.
sld.cu/index.php/cocmed/article/view/1897
7. Moreno R. Atención temprana comunitaria en niños con retardo
en el neurodesarrollo. Rev Cubana Pediatr. 2014;86:5-17. Dis-
ponible en: http://scieloprueba.sld.cu/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S0034-75312014000100002&lng=es
8. Martínez CF, Poblano A, Fernández LA, Garza S. Factores
de riesgo para hipoacusia y hallazgos audio métricos en
una población preescolar egresada de cuidados intensi-
vos neonatales. Sal Púb México. 1995;37:205-10. Disponi-
ble en: http://www.saludpublica.mx/index.php/spm/article/
view/5837/6534
9. Corrêa I, Guedelha D. Utilización de la música en busca de
la asistencia humanizada en el hospital. Invest Educ Enferm.
2009;27:46-53. ISSN:0120-5307. Disponible en: http://www.
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro
scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S01205307
2009000100004&lng=en&tlng=es http://redalyc.org/articulo.
oa?id=105213198004
10. Gallegos J, Reyes J, Silvan CG. El neonato prematu-
ro hospitalizado: significado para los padres de su parti-
cipación en la Unidad Neonatal. Rev. Latino Am Enferma-
gem.2013;21:360-6. Disponible en: http://www.scielo.br/pdf/
rlae/v21n6/es_0104-1169-rlae-21-06-01360.pdf
11. Inguanzo O, Valdés BM, Iturriagagoitia E, García L, Her-
nández ME. Caracterización del desarrollo del pretérmino
en el primer año de vida. Rev Cien Méd. 2012;16:146-57.
Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S1561-31942012000100016&lng=es
12. León-Sarmiento FE y cols. Neurorrehabilitación. La otra revo-
lución del siglo XXI. Acta Med Colomb. 2009;32:88-92.
13. Rehabilitación neurológica infantil. [Homepage en Inter-
net] citado 9 Julio 2020]. Disponible en: https://www.sanitas.
es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/pe-
diatria-infancia/rehabilitacion-neurologica-infantil.html
14. Weitzman M. Terapias de Rehabilitación en Niños con o
en riesgo de Parálisis Cerebral. Rev Ped Elec. [en línea] 2005;2
(1):47-51. ISSN 0718-0918
15. Calderón-González R, Calderón RF. Terapias de contro-
versia o polémicas en los trastornos del neurodesarrollo. Rev
Neurol. 2000;31:368-75.
16. Butler C, Darrah J. Effect of neurodevelopmental
treatment (NDT) for cerebral palsy: an AACPDM evidence re-
port. Dev Med Child Neurol. 2001;43:778-90.
17. VojtaV, Scheweizer E. El descubrimiento de la motricidad
ideal. El Desarrollo de los patrones motores innatos en el pri-
mer año de vida. Análisis cinesiológico y muscular. Ed Morata
2011. ISBN: 978-84-7112-646-7
18. Breghi I El ejercicio terapéutico cognoscitivo en el niño
con patología neurológica (Método Perfetti). Rev Desenvolu-
pa. 2012;34:1-12.
19. Bertinchamp U. Concepto FNP: facilitación neuromus-
cular propioceptiva (método Kabat-Knott-Voss). En: EMC - Ki-
nesiterapia – Medicina Física. 2017;38:1-13.
PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  63 
Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

Evaluación

1. ¿La leche materna es óptima para cubrir las necesidades nutricionales en prematuros extremos?
a) No es adecuada
b) No requiere suplementación
c) Sí cumple con los requerimientos calóricos
d) Es insuficiente

2. La administración excesiva de proteínas y calorías produce complicaciones:

a) Respiratorias
b) Cardiacas
c) Renales
d) Metabólicas

3. Las intervenciones nutricionales que optimizan la entrega de nutrientes al cerebro están enfocadas
ahora en lograr:
a) Déficit nutricional
b) Incremento de complicaciones metabólicas
c) Mejores resultados neuroconductuales
d) Un incremento de masa cerebral

4. Es frecuente observar un déficit de hierro en:

a) Periodos de crecimiento
b) Periodos de desarrollo
c) Alteraciones óseas
d) Peso bajo al nacer

5. La lactoferrina tiene propiedades:

a) Antiinflamatorias
b) Cardiacas
c) Cerebrales
d) Gastrointestinales

6. En la desnutrición proteicocalórica la vulnerabilidad del sistema nervioso central es mayor durante

la fase de crecimiento rápido del cerebro que corresponde con:
a) Primer mes de vida prenatal
b) Último trimestre de desarrollo prenatal y los 24 meses de vida posnatal
c) Segundo trimestre de desarrollo prenatal
d) Primer trimestre de desarrollo prenatal

64  |  PAC® Neonatología 5  |  Libro 4

 Crecimiento y neurodesarrollo del recién nacido prematuro

7. En infantes que sobreviven a desnutrición proteicocalórica grave se ha observado:

a) Desarrollo psicomotor con poca afección
b) Reducción de perímetro cefálico que sobrepasa en ocasiones 4 desviaciones estándar
c) Perímetro cefálico normal
d) Ningún efecto neuropsicológico grave

8. El nacimiento prematuro compromete el neurodesarrollo porque:

a) El desarrollo cerebral parece no verse afectado por la terminación prematura del ambiente intrauterino
después del parto prematuro
b) El deterioro neurocognitivo es más grave con una gestación más temprana y una exposición más prolon-
gada al ambiente extrauterino prematuro
c) Los bebés sobrevivientes nacidos a las 25 semanas o menos no muestran un deterioro del desarrollo
neurológico a los 30 meses de edad
d) No existe un efecto dependiente del grado de prematuridad en el desarrollo del cerebro

9. Estructura transitoria que aparece durante el desarrollo de las conexiones en la corteza cerebral y
cuya función es fundamental en la organización cerebral:
a) Corteza cerebral
b) Tálamo
c) Cerebelo
d) Subplaca

10. Terapia de neurorrehabilitación especializada, orientada a tratar los trastornos del movimiento y la
postura derivados de lesiones neurológicas centrales, cuyo objetivo es preparar al niño para que
pueda moverse con normalidad reforzando el tono postural:
a) Terapia Vojta
b) Terapia Bobath
c) El concepto Le Métayer
d) Ejercicio terapéutico cognoscitivo

PAC® Neonatología 5  |  Libro 4  |  65 

 Reconocido por el Consejo Mexicano de Certificación
en Pediatría, Sección Neonatología, A. C., con valor
curricular para fines de educación médica continua,
con la Clave: CMCP-NEO-45-20.

The World Association of Perinatal Medicine

endorses the academic value of the Continuous
Update Program in Neonatology (PAC® Neonatología 5),
whose contents are under the supervision
of doctor Javier Mancilla, as General Coordinator.

Cihat ŞEN, MD
President of WAPM

La Asociación Mundial de Medicina Perinatal (WAPM) se fundó en 1988, como una asociación internacional sin
fines de lucro, con el propósito de mejorar la salud física y mental de mujeres, madres, fetos y neonatos. Uno de
sus objetivos es la promoción de la investigación en todos los aspectos de la medicina perinatal, mejorando la
calidad de las instituciones y profesionistas, a través de la elaboración y publicación de guías de práctica clínica
en los cuidados perinatales. WAPM organiza un Congreso Mundial anualmente y su órgano oficial de difusión
científica es el Journal of Perinatal Medicine.