Este 2022, la academia sueca, con 17 jurados por el fallecimiento
de Kjell Espmark, anunció a Annie Arnaux como ganadora del
premio nobel de literatura. El galardón viene dotado con 10 millones de coronas suecas (más de 920.000 euros), además del reconocimiento mundial que le brinda a la autora. Annie Arnaux oriunda de Francia, con 82 años, se convierte en la decimosexta mujer en conseguir el Premio Nobel. Proveniente de una modesta familia de tenderos de Normandía, vendía patatas para poder sentarse en un anfiteatro universitario para escuchar hablar de Platón. La academia reconoce el “coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal”. Y subraya que, en su obra, examina “una vida marcada por fuertes disparidades de género, lenguaje y clase”. Ella alimenta su obra de su propia experiencia, algo que no es excepcional, pues es cierto y verificable que todos los escritores hacen esto en diferentes medidas. Ella usa una situación vital para empezar a escribir sus novelas, así lo hace desde la primera « Les Armoires vides » (1974), pasando también por el ascenso social de sus padres (La Place, La Honte), su matrimonio (La Femme gelée), su sexualidad y relaciones amorosas (Passion simple, Se perdre), su entorno (Journal du dehors, La Vie extérieure), su aborto (L’Événement), el alzheimer de su madre (Je ne ui spas sortie de ma nuit), la muerte de ella (Une femme), e incluso su cáncer de mama (L’Usage de la photo, en collaboration avec Marc Marie). Además, confesó este junio a un diario belga: “Me sentiría atrapada entre el deseo de decir no, no lo quiero, como Jean- Paul Sartre, y otro de poder decir cosas como hizo Albert Camus” Madame Arnaux, comparte el pensamiento de esta revista al afirmar que es imposible disociar la literatura de las ciencias humanas. Dice: “Recibir el Nobel es, para mí, una responsabilidad para continuar”