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¿QUÉ PIDE EL SEÑOR DE TI?

, ¿QUÉ PIDE JEHOVÁ DE


TI? Miqueas 6:8

Prédica de Miqueas 6:8 ¿Qué pide Jehová de ti?

INTRODUCCIÓN

1. El texto de Miqueas 6: 6-8 

a) Un pasaje considerado por muchos como una de las más completas declaraciones que lo
abarcan todo en el Antiguo Testamento
b) En el que Miqueas plantea la pregunta: ¿Qué pide Jehová de ti? (Miqueas 6:8) 

2. Miqueas responde su propia pregunta, ¿Qué pide Jehová de


ti?, y menciona algunos puntos importantes 

a) No solo por el bien de Israel en aquella época


b) También para el beneficio de la iglesia del Señor hoy en día.

(También te puede interesar: Sacando la viga de nosotros para sacar la paja del ojo)

- Porque como con todo el Antiguo Testamento, fue escrito para nuestro aprendizaje - cf.
Romanos 15:4
Mientras buscamos aprender de este pasaje, consideremos primero la pregunta ¿Qué
pedía el Señor de Israel?
I. ¿QUÉ PEDÍA JEHOVÁ DE ISRAEL?, ¿QUÉ PIDE DIOS
DE TI?

A. LO QUE PUEDE HABER PENSADO ISRAEL 

1. Algunas posibilidades, incluso algunos absurdos son:

a) ¿Becerros de un año como holocausto?


b) ¿Miles de carneros?
c) ¿Diez mil ríos de aceite?
d) ¿Ofrenda del primogénito?

2. Algunas observaciones:

a) Dios ciertamente habló de algunas de estas cosas.


1) Como las ofrendas de terneros y carneros - cf. Levítico 1: 1-13
2) Pero la absurda cantidad de aceite y ofrenda del primogénito son ejemplos de hipérbole
por el bien de énfasis

b) Desde el contexto, aparentemente solo los sacrificios rituales no agradaron a Dios


1) Uno no podría agradar a Dios simplemente ofreciendo innumerables sacrificios,
incluso cosas preciosas para el adorador
2) Para que los rituales religiosos debidamente ordenados por Dios sean aceptados, deben
ir acompañadas de otras cosas esenciales.

(También puedes leer: Parábola de las diez vírgenes, reflexión)

B. LO QUE DIOS REQUIÓ DE ISRAEL

1. ¿Qué pide Dios de ti? Hacer justicia... lo que pide Jehová de ti...

a) Esto significa "actuar hacia Dios y el hombre de acuerdo con la norma divina de justicia
revelada en su ley 
b) Esto sí involucró la ofrenda de sacrificios ordenados por Dios.
c) Pero también implicó tratar a su prójimo de una manera eso correcta y justa

- No actuar "con justicia" fue una de las principales razones por las que Israel fue al
cautiverio - cf. Zacarías 7: 8-14 ; 8: 16-17

2. ¿Qué pide Dios de ti? Amar misericordia... lo que pide Jehová de


ti...
a) Esto significa "mostrar un cariño compasivo hacia el hombre. 
b) No solo tratar a los demás de manera justa, sino también mostrar misericordia 

- Una razón por la que debían amar la misericordia era porque Dios mismo mostró su
misericordia para con el pueblo de Israel - cf. Miqueas 7: 18-19, Dios se deleita en
misericordia.

3. ¿Qué pide Dios de ti? Humillarte ante tu Dios... Lo que pide


Jehová de ti...

a) Esto implica vivir en obediencia humilde y sumisa a su deseo y voluntad 


b) Solo puede suceder cuando reconocemos la santidad absoluta y justicia de Dios.

- Es el humilde de corazón y espíritu el que agrada mucho a Dios - cf. Isa 57:15 ; 66: 1-2

Estas tres cosas requirieron Dios de aquellos que venían ante Él. No en lugar de las
observancias rituales, sino en conjunto con ellas (cf. Mateo 23:23 ). 

Ahora, podemos hacer una aplicación del texto de Miqueas 6:8 (¿Qué pide Dios de ti?) a
nosotros como cristianos en la actualidad.

(Te puede interesar: Un corazón contrito y humillado)

II. ¿QUÉ PIDE EL SEÑOR DE NOSOTROS?

A. LO QUE PODEMOS PENSAR

1. Algunos podrían pensar que todo lo que el Señor requiere es la


observancia de ciertos rituales

a) Como ir a la iglesia el domingo


b) Como si al ir a la iglesia, hubieran hecho todo lo que es requerido
c) A veces me pregunto si la gente realmente cree esto
1) Esa es la impresión que uno recibe con su ejemplo.
2) Esa es la respuesta que a menudo se recibe de algunos

2. Ciertamente asistir a los servicios de la iglesia es importante

a) Es esencial obedecer a Dios - Hebreos 10:25


b) Es necesario si esperamos crecer espiritualmente - cf. Él 10: 24-25
c) De hecho, estoy convencido de que no asistir a todos los Servicios
1) Puede ser desagradable para Dios - cf. Efesios 5: 15-17
a) Cuando estamos ausentes, ¿Estamos aprovechando al máximo nuestro tiempo?
b) ¿Creemos realmente que nuestra ausencia es la voluntad del Señor? 
2) Puede explicar la falta de varias cosas.
a) La falta de crecimiento espiritual
b) La falta de compromiso en la obra de la iglesia
c) La falta de comunión cercana con Dios y otros Cristianos

(Quizás te pueda interesar: A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien)

- Sí, estoy convencido de que es fundamental que observemos lo que Dios ha ordenado
para nosotros; pero el Señor requiere más que simplemente "asistir a la iglesia"

B. LO QUE DIOS NOS REQUIERE DE NOSOTROS 

1. Hacer justicia

a. Actuar para con Dios de acuerdo con su ley divina, por ejemplo, Mateo 7:21
b. Actuar con el hombre de acuerdo con su ley divina, por ejemplo, Efesios 4: 25-29

2. Amar misericordia

a) Para mostrar un cariño compasivo hacia el hombre.


b) Hacia las viudas y los huérfanos - Santiago 1:27
c) Incluso hacia nuestros enemigos - Lucas 6: 35-36

3. Humillarnos ante Dios

a) La única forma de disfrutar de su compañerismo y su limpieza continua por la sangre de


Jesús - cf. Santiago 4: 8 ; 1Jn 1: 7-9
b) Una comunión y un compañerismo tan estrechos con Dios requiere:

1) Escuchar a Dios: Estudiar Su Palabra para aprender Su voluntad - Santiago 1:21 ; 1Pedro
2: 2
2) Hablar con Dios: Orar por fortaleza y perdón, alabándolo por las bendiciones recibidas -
Hebreos 4: 14-16 ; Filipenses 4:6-7
3) Caminando con Dios - haciendo Su voluntad en humilde sumisión - Efesios 5: 2 , 8 , 15
- Al caminar humildemente con Dios, es más probable que nos mantengamos de forma
equilibrada manteniendo adecuadamente las demandas de hacer justicia y amar la
misericordia.

CONCLUSIÓN SOBRE LO QUE PIDE DIOS DE TI


¿Qué pide Jehová de ti? Conclusión

1. Aunque vivimos bajo un pacto diferente, Dios todavía nos pide:

a) Hacer justicia
b) Amar la misericordia
c) Caminar humildemente con nuestro Dios

- Nuestros "rituales" pueden ser diferentes (con respecto al culto), pero los conceptos
básicos siguen siendo los mismos

2. ¿Estás haciendo lo que el Señor requiere de ti? Considera esto...

a) ¿Has hecho con justicia (al obedecer el evangelio de Cristo)?


b) ¿Amas la misericordia (Demostrado al aceptar la misericordia de Dios ofrecida en Cristo)?
c) ¿Estás caminando humildemente con tu Dios (viviendo una vida dedicada y vida
cristiana obediente)?

- Si no, entonces todos los servicios de la iglesia a los que puedas asistir, todos
los sermones que hayas escuchado, todas las oraciones que hayas ofrecido, no te
beneficiará en nada!

¡Hagamos con toda sinceridad lo que el Señor requiere o pide de nosotros!


Miqueas 6:8. Que pide Dios de ti.

Que pide Dios de ti, aquí está muy claro, y quisiera que juntos desmenucemos este
pasaje y tengamos claro que es cada cosa.

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti:


solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Este pasaje de Miqueas es tan claro y especifico, marca con muchísima claridad
aquellas cosas que son claves en cualquier persona que sigue al Señor.

Está separando en tres acciones lo que el Señor nos pide.

La primera es “hacer justicia”.


Busque para definirte que significa justicia, y encontré varias opciones, pero una que
creo que es la más clara es que es el principio moral que nos lleva a determinar dar
a cada uno lo que a cada uno le corresponde.

Te resalto que el Señor no te dice impartir justicia o no te dice que emitas un juicio
sino que nos dice, “hagan justicia”, en otras palabras, si ves algo que no es justo,
pues tu haz lo que debas hacer para realizar justicia, y entendamos bien este
principio.
No está hablando de hacer justicia por mano propia, ni nada que se le parezca,
habla de que si ves a alguien sufriendo, ayúdalo, se justo con tu prójimo, no mires a
otro lado cuando ves a alguien en necesidad.

Tiendele la mano a quien veas en necesidad, de eso habla Dios cuando se refiere a
hacer justicia, a no mirar solo como un espectador, sino a ayudar a los que te rodean
y ser su luz, y sus manos.

Muchas personas simplemente miran cuando alguien está padeciendo algún


maltrato y dicen que horrible, pero, no buscan el modo de ayudar, ya sea mediante
el consejo como en la búsqueda de acercarle una solución.

No somos quienes para juzgar, ya que todos y cada uno de nosotros


somos pecadores, pero si, cuando veo algo que no es justo, cuando
veo a alguien en necesidad, intervengo, dentro de mis posibilidades
en pos de ayudar.

Si ves a alguien ser maltratado, o humillado, o ves a alguien sufriendo de


discriminación, tu eres un hijo de Dios, luz en medio de las tinieblas, no mires hacia
otro lado.

Se la boca de Dios, y dale a quien esta dolorido un consuelo y una mano amiga.

Eso es hacer justicia, eso es lo que Dios pretende de nosotros, no solo te limites a
orar por alguien, si esta en ti poder ayudar, hazlo, porque todo lo que hagas por otro
en privado, Dios te lo recompensara en público, es promesa de Dios.
La segunda es “amar la misericordia”.
Ama hacer lo bueno, no lo hagas porque “debes” o porque Dios quiere que lo hagas,
busca alinear tu corazón con el corazón de Dios, mira como Jesús mira, y no te será
una carga hacer lo bueno.

Cuando tu comienzas a hacer, en tu corazón simplemente sentirás una paz que solo
viene del cielo, y aunque la salvación no es por obras, sabes que Jesús haría lo
bueno.

Por lo cual nosotros somos imitadores de Jesús, y hacemos las


obras que el hizo.

Ten misericordia del otro, como Dios ha tenido misericordia de ti, cuantas veces
somos respondones con el Señor, o cuantas veces le fallamos, o luchamos con una
debilidad y ahí está el Señor restaurándonos y perdonándonos.

Porque entonces no podemos tener misericordia de los demás?, porque te pones


tan recto y nunca le dejas pasar nada a nadie?

Todos erramos, todos nos equivocamos y aun mas, todos pecamos, siempre hay
algo que nos hace tambalear y es solo por la misericordia del Señor que podemos
seguir.
Ofrece a los demas, la misma misericordia que recibes del Señor, perdona como eres
perdonado, y se paciente al igual que El tiene paciencia contigo.

Cuando vayas a condenar a alguien con tus dichos, recuerda cuantas veces al día
el Señor tiene de ti compasión, incluso como padres terrenales, recuerda como Dios
nos tiene paciencia, del mismo modo actuemos con nuestros hijos.

Ama la misericordia, así como tú le pides misericordia a Dios para ti, ten tu
misericordia para los demás, si eres líder, o pastor, ten misericordia de los que
están a tu cargo, porque luchan con sus debilidades, carácter y cosas de la vida
diaria, al igual que tú lo haces.

Y la tercera es “humíllate ante Dios”.


Dobla tus rodillas más habitualmente, búscalo todos los días, y recuerda que no
somos perfectos, no es por nuestros talentos ni por nuestras fortalezas que
podemos hacer la obra de Dios, sino por nuestra disposición a oírlo y obedecerlo.

Cuando logramos entender que humillarse delante de Él, es lo mejor que nos puede
pasar, nos gozamos en hacerlo más y má.

Hay grandes promesas detrás de humillarnos delante de Él.


En la biblia Dios se refiere a “humillarse” como el acto de reconocer y aceptar mi
condición de humano y que sin El nada podemos hacer, humillarse es un sinónimo
de someternos.

Ponte bajo su cobertura, dandole todo de ti, y sin reservas dale su lugar en tu vida,
reconocelo en todos tus caminos, y reconoce tu necesidad de El.

Y mira las promesas en torno a este reconocimiento y sometimiento al Señor:

Santiago 4:7 dice 7  Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de


vosotros.

1 Pedro 5:6 dice 6  Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él
os exalte cuando fuere tiempo;

Cuando nos sometemos a Dios, El pelea por nosotros y nos defiende, cuando nos
humillamos ante El, entonces cuando sea el momento y en el lugar y ante quienes
corresponda Él nos exaltara.

Si te humillas dándole todo tu ser al Señor, y le dices, Señor esto es lo que soy,
imperfecto, estas declarando con humildad que solo no puedes, pero con El, si
podrás.

Entonces Él te abraza, protege y no habrá nada que pueda contigo.

Si aprendes a humillarte ante El, entonces serás humilde con los que te rodeen,
sabiendo que no eres brillante eso de: “uh cuan bueno soy en determinada área”, o 
“que gran predicador soy que cuando hablo los demonios tiemblan”, no, cuando
eres humilde sabes que si algo tienes, es porque el Señor está en ti respaldándote.

Conclusión:
Entonces, haz justicia de la buena, de la que Dios quiere que hagas, no como la del
mundo, ama tener misericordia con los demás, como Dios tiene de ti, y humíllate
ante Dios para llenarte de humildad para con los que te rodean, y Él te bendecirá.

Si aún no has conocido a Jesús, yo te invito a que le entregues tu corazón a Dios y


cambies tu vida vacía por una vida abundante, dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, perdóname y límpiame, hazme una nueva


persona, quiero parecerme más a ti, me declaro a partir de hoy tu hijo/a, en tu
nombre, Amen”.

Artículos relacionados:
 Romanos 3:24-25. Somos Redimidos.
 Salmos 51:1-5 La misericordia de Dios
 Miqueas 6:6-8. Con que me presento ante el Señor?
 Juan 13:1-5 La humildad de Jesús
 Efesios 4:1-4. Eres alguien paciente?
Parábola de los dos deudores
23 
Por eso, el reino de los cielos puede compararse  a cierto  rey que quiso ajustar
[a] [b]

cuentas con sus siervos. 24 Y al comenzar a ajustarlas, le fue presentado uno que le
debía diez mil talentos . 25 Pero no teniendo él con qué pagar, su señor ordenó que lo
[c]

vendieran, junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la
deuda. 26 Entonces el siervo cayó postrado ante él, diciendo: «Ten paciencia conmigo
y todo te lo pagaré». 27 Y el señor de aquel siervo tuvo compasión, y lo soltó y le
perdonó la deuda. 28 Pero al salir aquel siervo, encontró a uno de sus consiervos que
le debía cien denarios , y echándole mano, lo ahogaba, diciendo: «Paga lo que
[d]

debes». 29 Entonces su consiervo, cayendo a sus pies, le suplicaba, diciendo: «Ten


paciencia conmigo y te pagaré». 30 Sin embargo, él no quiso, sino que fue y lo echó
en la cárcel hasta que pagara lo que debía. 31 Así que cuando vieron sus consiervos lo
que había pasado, se entristecieron mucho, y fueron y contaron a su señor todo lo
que había sucedido. 32 Entonces, llamándolo su señor, le dijo*: «Siervo malvado, te
perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste. 33 ¿No deberías tú también
haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti?». 34 Y
enfurecido su señor, lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que le
debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros, si no perdonáis de
corazón  cada uno a su hermano.
[e]

Conversión de Saulo

10 
Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión:
Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. 11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que
se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él
ora, 12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima
para que recobre la vista. 13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca
de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; 14 y aun aquí tiene
autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. 15 El
Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en
presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; 16 porque yo le mostraré cuánto
le es necesario padecer por mi nombre. 17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y
poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el
camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu
Santo. 18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y
levantándose, fue bautizado. 19 Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo
por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.

14 
si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi
rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

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