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Tomás Urra Zambrano

Chile Entre Siglos (Mañana)

Prof. Cristián Pérez

04/04/2021

La figura de Diego Portales vista desde la perspectiva conservadora


y liberal
Sin duda que el personaje má s relevante a principios del siglo XIX es Diego Portales. Nacido en
1793, lentamente fue tomando un lugar importante en el á rea social, econó mica y política, siendo
esta ú ltima el á rea con mayor participació n. Esta importancia y relevancia que se ha contado en
los diferentes textos de historia o documentales de Portales ha sido fuertemente apoyada y
difundida por diferentes historió grafos conservadores, sin embargo, en el ú ltimo tiempo su figura
ha sido criticada por el bando demó crata o liberal, a tal punto de derrumbar los hitos que lo
catalogan como el gran arquitecto de la Repú blica después del proceso de Independencia. Es por
esto que, en el siguiente ensayo, analizaremos diferentes características del personaje mencionado
interpretado por estos dos bandos a lo largo de la historia, ya sea en su vida privada, sus primeros
pasos en la economía y el rol que desempeñ ó como político donde, principalmente, su
personalidad autoritaria lo llevó a darle forma al Estado.

En cuanto a la vida privada de Diego Portales, ambos bandos -conservador y liberal-, cuentan que
el papel de la mujer jugó un rol fundamental em la vida social del ministro. A finales de 1818, se
casó con su prima Josefa, apodada “Chepita”, con la que tuvo 2 hijos, sin embargo, estos murieron
al momento de nacer. Ademá s, con el nacimiento del segundo hijo, también falleció su esposa. Este
acontecimiento provocó en Portales un gran cambio con relació n a có mo se tenía que ver a la
mujer: alguien que debía satisfacer al hombre y estar siempre al servicio de él. “Fue tal el efecto
que le produjo esa muerte, como que nunca má s se comprometió en serio con ninguna mujer”
(Chilevisió n, 2020, 6:42). Asimismo, sin ya tener deseo de entrelazarse de manera legal con alguna
mujer, se dedicó a ser un tipo tremendamente mujeriego. “Su vida personal era casi como un
reflejo inverso de lo que era esta imagen purga que él quería proyectar. É l en su vida privada era
un vividor, que le gustaba la fiesta, la mú sica, pasarla bien y un tipo tremendamente mujeriego”
(Chilevisió n, 2020, 6:23). Es en estas desventuras con diversas mujeres, que conoce a Constanza
de Nordenflycht, joven de 14 añ os de la aristocracia limeñ a con la que tuvo 3 hijos. No obstante, el
ministro no estuvo nunca interesado en establecer una unió n legal con esta muchacha, ya que la
miraba en menos por ser la vergü enza de su familia. Ademá s, nunca tuvo interés en reconocer a
los hijos, de manera que la relació n con esta joven era solo por placer y necesidad. “É l era un tipo
bastante dominante y autoritario. Como la niñ a se aprenda de él, no es capaz de decirle que no, no
es capaz de hacerle el quite, por lo que está dispuesta a hacer cualquier sacrificio para seguir con
él” (Chilevisió n, 2020, 9:21). En síntesis, se puede interpretar que la muerte de “Chepita” fue un
momento crucial en la vida privada de Portales, quien desde ese instante se relacionó con diversas
mujeres y el trato que tenía hacia ellas no era el má s adecuado. Para él las mujeres eran una fuente
de placer y no para relacionarse de manera seria, ya que había temas má s serios en los que poner
má s atenció n y dedicació n, como los temas políticos y econó micos.

Ahora bien, en la esfera econó mica es donde los historió grafos tienen diferentes perspectivas con
respecto al talento o rendimiento que tenía Diego Portales para hacer diferentes negocios. Cabe
destacar que, en 1824, la sociedad Portales Cea contrató con el gobierno el estanco del tabaco, a
cambio del cual esta sociedad se hacía cargo del servicio de empréstito que se había contratado en
Inglaterra. Sin embargo, el negocio fue un fracaso y no surtió efecto. Para el bando conservador y
para él mismo, el hecho de que no haya tenido un buen futuro en el á mbito econó mico era
simplemente porque el Estado no lo dejaba trabajar de manera tranquila y ordenada. “É l cree que
le va solo mal porque la inestabilidad política no lo deja trabajar, y es por eso que se mete en ella,
para poner orden” (La Ú ltima Carta de Portales, 2010, 32:16). A pesar de los obstá culos que tuvo
Portales en la economía, los historió grafos y personas partidarias al conservadurismo aseguran
que él es una de las principales figuras del á mbito en la época. “Instituimos el día del comercio, el
día del comercio nacional en la fecha que murió Diego Portales. A Diego Portales Palazuelos le fue
muy bien en la gran empresa llamada Chile” (La Ú ltima Carta de Portales, 2010, 27:09). Por otro
lado, el bando liberal o demó crata piensa lo contrario, exponiendo que los talentos de Portales en
temas econó micos nunca existieron, o má s bien nunca los pudo adoptar. “Esa imagen del Portales
negociante o comerciante es una imagen que ha sido inventada por los empresarios chilenos
después para justificarse, pero no era un buen comerciante” (La Ú ltima Carta de Portales, 2010,
27:00). Como se puede apreciar de las distintas apreciaciones de historió grafos conservadores y
liberales, se puede concluir que la figura de Diego Portales en el á mbito econó mico no estuvo
exenta de polémica, ya que fue un proceso de entrada para ingresar a la esfera política y establecer
su orden y autoridad. Como bien manifestó en alguna de sus cartas hacia su amigo Antonio Garfias,
aseguraba que “la repú blica es el sistema que hay que adoptar, pero sabe có mo yo la entiendo para
estos países: un gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud
y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes. Cuando
se hayan moralizado, venga el Gobierno completamente liberal, libre y lleno de ideales donde
tengan parte todos los ciudadanos. Esto es lo que yo pienso y todo hombre de mediano criterio
pensará igual” (La Ú ltima Carta de Portales, 2010, 24:42).

Antes de adentrarnos en hablar la relevancia que tuvo Diego Portales en la esfera política, es
importante señ alar que entre el añ o 1810 y 1818 se desarrolló el proceso de Independencia de
nuestro país. De ahí en adelante, se da un proceso de darle forma al Estado, por lo que existen
diversos ensayos constitucionales para poder pavimentar el camino independiente de la Nació n.
Para los historió grafos conservadores, este proceso lo denominan un período de anarquía, donde
manifiestan la falta de autoridad y orden en la sociedad. Uno de ellos es Antonio Huneeus, quien
manifiesta que “desde la abdicació n de O’ Higgins, hizo falta un caudillo que fortaleciera contra el
desorden las voluntades desunidas y relajadas. Este caudillo apareció , por fin. Fue Portales y
merced a su obra resuelta y constructiva la anarquía cesa, la autoridad se afirma y la evolució n
jurídico-política se estabiliza” (Reyes, 2013, p. 4). Asimismo, existen opiniones similares con
respecto al cará cter que se debía tener para estos tiempos, donde Portales calzaba perfectamente
con el perfil para pavimentar el buen camino de la nació n. “Es un hombre autoritario, necesario
para la época, para enderezar a un país que estaba evidentemente en una mala senda, en un país
que estaba en una anarquía realmente grande y la anarquía tú tienes que enrielarla sobre la base
de actitudes que son autoritarias” (Chilevisió n, 2020, 12:06). Ademá s, los conservadores recalcan
el poder intuitivo que Portales tenía en los temas políticos, donde se anticipaba antes que sus
pares para resolver los problemas. Jaime Eyzaguirre habla un poco de esto, donde destaca “los
rasgos propios del hombre de acció n vivaz e intuitivo, sensual apasionado y resuelto” (Reyes,
2013, p. 6). Ahora bien, por el lado de los demó cratas, este orden que impulsó Portales no debería
atribuírsele a él ya que, para Sergio Villalobos “fue la aristocracia, con todo viejo prestigio y poder,
la que gravitó para imponer el orden autoritario que le acomodaba y que Portales fue el caudillo
que la interpretó y dio forma a sus aspiraciones” (Reyes, 2013, p. 12).

A modo de cierre, se puede concluir que la figura de Diego Portales fue sin duda la que tuvo má s
protagonismo a mitad del siglo XIX en nuestro país. Su muerte causó que, durante un largo tiempo,
se alzara como una figura heroica, ya que “a partir de sus funerales se comienza a construir una
retó rica, desde las esferas de poder, que tiende a inmortalizar su figura colocá ndolo en el panteó n
republicano con el objetivo de legitimar el orden imperante” (Arellano, 2011, p. 162). Sin
embargo, en el ú ltimo tiempo su relevancia se ha ido derrumbando por diversos historió grafos,
quienes argumentan que su figura só lo benefició a la elite de la sociedad en el siglo XIX. “Portales
sin duda es el héroe meritorio para la oligarquía chilena y para toda la gente ingenua que cree en
la historiografía oficial, pero no nos puede servir de ejemplo para ningú n demó crata, a ningú n
miembro auténtico de verdad y creyente en la soberanía popular”. (Chilevisió n, 2020, 31:31).

Referencias

 Arellano G, Juan Carlos. (2011). La invenció n del mito de Diego Portales: La muerte y el rito
fú nebre en la tradició n republicana chilena. Atenea (Concepció n), (503), 147-163.
https://dx.doi.org/10.4067/S0718-04622011000100008
 Reyes Konings, L. S. (2013). Portales: Mito, Tradició n y Revisió n. Revista Digital Estudios
Histó ricos.
 Capítulo 2: Diego Portales - La Historia Secreta de Chile 2. (2020, 3 octubre). [Vídeo].
YouTube. https://www.youtube.com/watch?
v=ZGQBuUEA39A&t=561s&ab_channel=Chilevisi%C3%B3n
 La Ú ltima Carta de Portales. (2017, 7 marzo). [Vídeo]. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=g8SFizxLCbY&t=3328s&ab_channel=amigosdeher
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