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satisfactorias en su vida. Recuerda las palabras de Margaret Connell: «Sus hijos les mentiran, y su labor es no hacer un drama al respecto» LIMITES: DEFINETE TU, NO A TU HIJO. Lo que los nifios (y todos) necesitan es amor y limites, no uno o los otros. Los limites son importantes en cualquier relacién. Un Kimite es la linea justo al otro lado de esa linea est tu limite, y si alguien lo cruza, pierdes los nervios y ya no puedes manejar tu frustracién por mis tiempo. En ocasiones, a los padres les cuesta poner limites: por ejemplo, cuando llega un bebé muy deseado tras varios abortos, tras una fecundacién in vitro o en circunstancias trdgicas como la muerte de otro hijo. Los padres estn tan cegados por el amor después de tal milagro que no saben dénde estan sus propios Iimites y veneran a su hijo como si fuera un dios. Sin limites, tu hijo no aprenderd dénde estan tus limites y los de los demias. Si creces pensando que eres todopoderoso, puedes acabar sobrepasando la autoestima para cacr cn cl autoengafio. Todos necesitamos limites, algtin tipo de estructura en nuestras vidas que nos respalde y nos ensefie a vivir cn comunidad, y los nifios no son una excepcién El siguiente extracto es de un correo clectrénico de una amiga con la que acababa de compartir mi teorfa de «definete ti, no a tu hijo». La otra noche, en lugar de decir mi habitual ecepillate los dientes. ;VAmos! ‘Te lo he dicho cuatro veces, no voy a decirtelo més, te voy a recortar tiempo del celular y la computadora si no lo haces ahora mismo», etcétera, dije: «Esta noche estoy muy cansada y empiezo a estar muy harta de escucharme insistiendo para que te laves los dientes. Por favor, gpuedes ir a lavirtelos ya?». Y lo hizo, Lo adoro. La idea es que los limites sean efectivos, asf que no lances amenazas vacias. Antes de que el nifio se dé cuenta de que la amenaza no tiene valor, le resulta demasiado alarmante y, por tanto, se corre el riesgo de destruir los procesos mentales del nifio en lugar de ayudarlo a que aprenda a ser considerado. Sé consecuente con tus palabras, no caigas en la tentacién de ceder y volver a darle las Ilaves (0 lo que sea). Aunque podria acarrear un berrinche, puedes mostrar empatia con su frustracién por no tener las aves y seguir conservandolas ti (y manteniendo también tus limites). Con los bebés y los nifios muy pequeiios ponemos los limites fisicamente; agarramos al nifio y le retiramos de aquello que no queremos que haga o que cause molestias. Este proceso debe Ilevarse a cabo de manera respetuosa. Respetar a un nifio no cs lo mismo que mimarlo. Por ejemplo, podrias decir: «No puedo dejar que molestes al perro, asi que voy a tomarte y a apartarte de él». Aunque tu hijo no haya aprendido a hablar todavia, tu tono amable y firme y el acto de retirarlo fisicamente de lo que esta haciendo le ensefiarin poco a poco que desaprucbas la actividad en cuestidn. También podrias decir algo como «te he sacado de la sala porque no puedes hacer ruido cuando alguien est hablando». Es posible que el nifio no entienda lo que le dices, pero empezaré a aprender por si mismo qué es adecuado y qué no. Si un nifio utiliza un teclado de juguete a modo de «arma», podrias demostrarle y explicarle que los teclados son para jugar, no para golpear con ellos o tirarlos. A continuaci6n, podrias decir: «Sino juegas con el teclado en Ingar de pegar con él, tendré que quitértelo». Y entonces, si la conducta inadecuada contintia, se lo retiras. Habla con calma, con amabilidad y con firmeza; haz lo que dices que vas a hacer y sé congruente. La ventaja de no lanzar amenazas vacias, de acabar con una retirada fisica, es que tu hijo aprender a tomarte en serio. Eres una persona que hace lo que dice. Lo que me sorprendié de utilizar este enfoque es que cuando el nifio ya esté demasiado crecido para que puedas retirarlo fisicamente de la escena del peligro, ha aprendido que hablas en serio y hace lo que tiene que hacer, como si todavia pudieras agarrarlo y sacarlo del lugar. Si has pasado esa fase en la que puedes cargar al nifio y Ilevértelo, es importante imponer limites definiéndote tt, no definiendo a tu hijo y no entrando en guerras dialécticas. Recuérdalo: ambos estén en el mismo bando. Ambos quieren que el otro esté contento. Y para ello hay que escuchar y empatizar con los sentimientos del nifio, contener su frustracién y aprender a ser firme (cuando estés Iegando a tu limite, cuando su seguridad esté en riesgo 0, lo més habitual, cuando tus temores sobre su seguridad superan lo que eres capaz de tolerar) y a ser flexible cuando toque. Por ejemplo, puedes ser flexible cuando un cambio de planes o de expectativas no supone un perjuicio a largo plazo, cuando te muestras firme para guardar las apariencias, cuando tiendes a la manipulacién en lugar de relacionarte con tu hijo. Mientras esctibfa esto, ofa a unos nifios jugando en el jardin de un vecino. Hacfan cada vez mis ruido, parecia que estaban al borde de la histeria. Poco después of a una mujer dirigiéndose a ellos: «Me parece que estén haciendo demasiado ruido. Si no juegan en silencio, tendrén que entrar». Me encanté su voz firme pero tranquila y me sent{ mds segura, como si yo fuera uno de aquellos nifios que estaban perdiendo el control y necesitaban un limite. Al cabo de un rato volvieron a hacer mucho ruido. La mujer salié y dijo con un tono de voz més firme: «Adentro, ahora mismo». Y los nifios obedecieron. Sabian que ella hablaba en serio. También te ayudar’ si formulas los limites con la menor negatividad posible. Asi, en lugar de «no dibujes en las paredes», di: «Las paredes no son para dibujar, el papel sf, Toma, unas hojas de papel. En el siguiente ejemplo de reparacién tras una ruptura, la madre de Aoife, Gina, aprendié a hacer esto que acabo de explicar con su hija Acababamos de tener un momento muy agradable. Aoife se estaba lavando las manos después de pintar, Llen6 un tazén con agua y lo puso a un lado con mucho cuidado. —Has tenido mucho cuidado, Aoife —le dije —Si, es verdad —afiadié, y me dio un abrazo, Me di cuenta de que en lugar de ser positiva, siempre est lo cosas como «no derrames el agua» © «no mojes el suelo», Su abrazo fixe mi recompensa por mi buena conducta como madre, En un principio, los limites estén para mantener a tu hijo a salvo: quega en el jardin, no en Ia calle, que la calle no es seguray. A continuacién tienen en cuenta el entorno y a los demas. Con frecuencia, cuando los padres imponemos un limite, fingimos que no se trata de definirnos a nosotros mismos. Decimos cosas como «tienes que apagar la television cuando acabe este programa porque ya has estado demasiado rato viéndola». De ese modo estamos definiendo al nifio. A nadie le gusta que le definan o le digan lo que necesita cuando piensa que no lo necesita. En este caso, lo que realmente queremos decir es «no quiero que la television siga encendida, asi que la voy a apagar cuando acabe esto». No solo esta bien autodefinirse en lugar de fingir ante nuestros hijos (y ante nosotros mismos) que estamos siendo objetivos; ademés, es un buen ejemplo para ellos. Les demostramos que escuchamos nuestros sentimientos, que decidimos lo que queremos a partir de lo que sentimos, y actuamos en. consecuencia. Y esto es fundamental para una buena salud mental Tal vez hayas leido que no es bueno que los nifios pasen mis de una hora al dfa delante de una pantalla, y por eso crees que estés planteando un hecho objetivo cuando le dices a tu hijo que ya ha visto demasiada tele y que debe apagarla, Sin embargo, es posible que él no esté de acuerdo, por lo que estarfas iniciando una partida no descada de «tenis de argumentos». Por tanto, definete, expresa tu limite con una frase en primera persona, di cémo te sientes: «No me siento cémodo con que sigas viendo la tele, as{ que voy a apagarla cuando acabe este programa. Quieres jugar a algo o ayudarme a preparar la cena?», Si pierdes el control con tu hijo, puedes traumatizarlo y hacer que se cierre a ti. Por tanto, es mucho mejor conocer tus limites y establecer con firmeza un «hasta aqui» antes de Iegar a traspasarlos. Con ese «hasta aqui detienes la conducta; en cambio, cuando se traspasan tus limites, es cuando pierdes los nervios Asi, si pierdes la calma después de escuchar durante dos horas memes o caricaturas en YouTube, dos horas es tu linea, y tendrds que imponer el limite en menos de dos horas. Los limites benefician al destinatario, pero también a Ja persona que los impone, y no deberfamos fingir que no es asi. Si finges que tienes razones vilidas para imponer un limite, estas ensefiando a tu hijo a ocultar sus verdaderos sentimientos detrés de razones Vilidas. Esto dificultaré la comunicacién, ya que se convertiré en experto en inventar razones vilidas en ugar de compartir cémo se siente. Mantener las conversaciones més dificiles entre padres ¢ hijos (sexo y pornografia, redes sociales, estrés, presiones, sentimientos) resuleard mucho mas complicado si desde el principio no se tiene cl habito de tener una comunicaci6n clara, si no acostumbras a hablar sobre tus sentimientos y a escuchar los suyos y tomartelos en serio. Si inventas motivos para imponer limites, aunque parezcan razonables, te meterés en todo tipo de dificultades. «Pero papa me deja quedarme hasta las ocho, y ztti dices que tengo que acostarme a las sicte y media?» «Quign tiene razén?», se preguntaré el nito, La verdad en una situacién asf podria ser esta: «A papa no le importa si te quedas hasta las ocho, pero a mf si. Y hoy quicro que estés en Ja cama a las sicte y media porque hay un programa que quiero ver tranquilamente a las ocho», Debemos honestidad a nuestros hijos, y cso significa compartir nuestros sentimientos con ellos, no fingir que no sentimos nada. Inevitablemente, nuestros sentimientos y nuestras preferencias personales influyen en decisiones como la hora de acostarse, y no debemos fingir que no es asf. De forma similar, los nifos pueden molestarse si las normas parecen triviales. En una familia, el hijo mayor era autista. Necesitaba saber qué iba a ocurrir y cuando, y tenfa que ocurrir cn ese momento y ser igual cada dfa. Los padres criaron a los dos hijos que tuvieron después siguiendo la misma rutina y las mismas normas porque pensaban que serfa «injusto» brindar a los pequefios una flexibilidad que no habfan tenido con el primero. «John tenfa que acostarse a las ocho cuando tenfa doce afios, asf que tti también», decfan. Si eres asf de inflexible y te niegas a ver al nifio como un individuo, iri acumulando resentimiento contra ti © contra su hermano, Y acumular resentimiento significa acumular problemas, La regla de oro para imponer un limite consiste en definirte ti en vez de definir al nito. Por ejemplo, supongamos que tu hijo esté escuchando miisica a todo volumen y el ruido te molesta. El esti absorto y disfrutando. Tu, por otro lado, empiezas a sentir resentimiento. En otras palabras, te estas acercando a tu limite. Definete, describe cémo te sientes, en lugar de definir al nifio. Dile: «Me parece que la miisica esté muy alta. Me gustarfa que bajaras un poco el volumen, por favor», en lugar de «tienes la miisica demasiado alta, bajala, por favor». Mis padres nunca se definfan cuando me daban érdenes o imponfan limites. Recuerdo que resultaba frustrante. Es posible que en aquel momiento no supiera explicar el motivo, pero habfa algo poco auténtico en todo aquello, y me hacia sentir enojada y sola. Decidf que, cuando tuviera un hijo, harfa las cosas de otra manera. Serfa honesta. Dirfa la verdad, Esto no significa que no pareciera arriesgado reconocer mi egofsmo cuando le dije a mi hija que tenia frio y me aburrfa, y que por eso querfa marcharme del parque, pero salid bien. Al dar ejemplo y expresar cémo me sentfa, para decir a continuacién lo que querfa, mi hija aprendié a hacer lo mismo, Y no nos metimos en guerras de razonamientos. Qué es una guerra de razonamientos? Consiste en jugar a tenis de argumentos y fingir que los sentimientos no tienen nada que ver en una decisién. Entonecs se convierte cn una guerra o enfrentamiento. Por ejemplo: ADULTO Tenemos que irnos porque hay que preparar la comida. NINO No. Podemos comer sobras. ADULTO Es hora de irse a casa a comer de todos modos. NINO No tengo hambre. Si tt tienes, llevamos manzanas en la bolsa. ADULTO Necesitas una comida como Dios manda y nos vamos a casa, se acabé. NINO jBuaaaaaaa! Si te encuentras enfrascado a menudo en peleas como esta, es porque has ensefiado a tu hijo las reglas del tenis de argumentos. Tal vez pienses que es mejor o parece menos egofsta exponer una raz6n que le implique a él («Tienes que comer!»), pero si no es el motivo real de que quieras marcharte del parque (pongamos que el motivo real es que ti quieres comer), estas cediendo al nifio demasiado espacio para discutir contigo. No hay discusién posible si ti quieres comer. EI modo de salir de las guerras de razonamientos consiste en explicar cémo te sientes y expresar lo que quieres. Resulta mis facil negociar cuando todos comparten sus sentimientos cn lugar de fingir que todo se debe a un motivo. Por tanto, prueba este otro enfoque: ADULTO Tenemos que irnos ya porque quiero comer. NINO No quiero irme. ADULTO Siento que no quieras irte, pero me pondré de mal humor s no como. Te doy dos minutos més para que acabes de jugar, después nos vamos. Y después haces lo que has dicho. Recuerdo que un dia recibf una agradable sorpresa cuando le dije a mi hija que tenfa frio y me aburrfa cn el parque, de modo que nos marcharfamos en cinco minutos, Y ella negocié a mi favor: —Podemos irnos en dos minutos si quieres! Un nito al que se respeta escuch4ndole y teniendo en cuenta sus sentimientos se mostrarf menos propenso a portarse mal por sentirse frustrado, Ademas, sc mostrara mas dispuesto a Ievarse bien contigo y a aprender a empatizar. Un nifo al que no se escucha lo suficiente demandar4 més atencién. En cl caso de los nifios muy pequcfios, tienen que pasar muchos afios hasta que son capaces de expresarse con claridad, asi que tendremos que escucharlos mediante la observacién. Veamos un ejemplo para ilustrar lo que quicro decir. Mi hijo. Paul, tiene seis afios y padece dificultades del habla y del Fenguaje que parecfan relacionadas con el autismo (aunque no tenemos un diagnéstico formal). Cuando era bebé y después, hasta lo Cuando mi pareja y yo empezames a tatar de entender el mundo desde su punto de vista, nnuestras vidas (las de todos) mejoraron, Tavimos que invertir mucho tiempo y esfuerzo en fs 0 menos, nuestra casa pa fa.a veces una zona de guerra, observar y escuchar para aprender de él, Nos ensefié a tener paciencia, Aprendimos a detectar cuindo podemos darle un empujoncito mis y cuéndo no debemos intervenir. También tenemos una hija dos afios mayor que Paul, Dado que su forma de actuar es mes parecida a la nuestra, no tuvimos que esforzarnos tanto para comprenderl, Sin embargo, mientras aprendfamos sobre nuestro hijo, empezamos a observar y a escuchar mejor a nuestra hija, Auungue siempre habja sido un encanto, hemos notado que ahora que somos més considerados con ella, ella también es més considerada con nosotros. ESTABLECER LIMITES CON NINOS MAYORES Y ADOLESCENTES Cuando tenia catorce afios, mi padre era tan ignorante que yo no soportaba estar cerca de él. Pero cuando cumpli veintiuno, me sorprendié ver cuénto habia aprendido en siete fos. Mag TWAIN Establecer limites puede resultar mucho més complicado con los adolescentes que con los nifios pequenios. No obstante, es mas facil si ya tienes el hdbito de definirte ti en lugar de definir a tu hijo. Si no es asf, nunca es demasiado tarde para empezar. Cuando mi hijo Ethan lleg6 a la adolescencia, las cosas se pusieron serias. Se metié en problemas en el instituto en varias ocasiones. aunque nada grave, Sin embargo, cuando tenia Un dia recit una llamada para avisurme de que fuaera a buscarlo a la estacién de policfa porque habfa participado en un intento de rol supermercado, Un grupo de chicos con los que se juntaba habfa llenado un carro con cervezas y golosinas, y habia intentado salir corriendo con el carro sin pagar la compra, Ethan dijo que no tenia ni idea de por qué lo habfa hecho, que se habia visto arrastrado, Era algo completamente impropio de él. Sin embargo, empecé a preocuparme ante la idea de que se convirtiera en ese tipo de chico... casi dieciséis afios, las cosas se pusieron peo enun Cerveza y golosinas. Esta cs una instanténea del punto en el que se encuentra un adolescente: entre la infancia y la edad adulta.

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