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David Harvey Ismo oO sS po ih ra 20 £2 — o ea 7) he r=) i L=Xe) suscsnantansnanmmestiel { { t t beral en 1979. Como tampoco obligé a China, en 1978, a emprender cl camino ha tia la liberalizacién, L.os restringidos movimientos hacia la neoliberalizacién de In- diaen Ia década de 1980 y de Succia a principios de la de 1990 no pueden atribuirse facilmente al alcance imperial del poder estadounidense, Evidentemente, el desa trollo geogrélico desigual del neoliberalismo a escala mundial ha sido un proceso de gran complejidad que ha entrafiado miltiples determinaciones y no poco caos y confusin. ePor qué, entonces, se produjo el giro neoliberal y cudles fueron las fuer ‘as que le otorgaron su hegemonia dentro del capitalismo global? ePor qué el gito neoliberal? (Cia reestructuracién de las formas estatales y de las relaciones internacionales después de la Segunda Guerra Mundial estaba concebida para prevenir un regreso a las catastréficas condiciones que habian amenazado como nunca antes el orden capitalista en la gran depresi6n de la década de 930m! parecer, también iba a evi- tar la reemergencia de las rivalidades geopoliticas irterestatales que hg “Tal vez, el mejor retrato del pensamiento de la época se er cuentte en un influyente texto escrito por dos eminentes socidlogos, Robert Dahl y Charles Lindblom, que fue publicado en 1953. En opinién de ambos autores, tan- to el capitalismo como el comunismo en su version pura habfan fracasado. El ini co horizonte por delante era construir la combinacidn precisa de Estado, mercado, ¢ insttuciones democriticas para gurantizar la paz, In integtacin, el bienestary la tenian que ser controlados, pero °R Dahl y C. Lindblom, Politics, Economy and Welfare. Planning and Poitco-Economic Systems Resolved into Basie Social Processes, Nueva York, Harper, 1953. 16 GATED Onicamente la Unién Sovietica y la Guerra Fria impontan un It mite a su aleance global ‘Después de la Segunda Guerra Mundial, en Europa emergieron una vatiedad de Estados socialdemécratas, demécratactistianos y dirigistas, Estados Unidos, por su parte, se inclin6 hacia una forma estatal demécratalibetal y Japén, bajo la q fervinieron de manera activa en Ia pol tial y se implicaron en la fijacién de formulas establecdas de salatio social dise fiando una variedad de sistemas de protecei6n (asistencia sanitatia y educaci6n, en- tre otros). ". Se recurria con frecuencia (por ejemplo, en Gran Bretafia, Francia e Ita lia) a la planificacién estatal y en algunas instancias a la propiedad piblica de sectores clave de la economia (como el carbén, el acero o la industria automovilis- dida esto dependié de la dadivosidad de Estados Unid6® al estar dispuesto a asu: "8, Krasner (ed), Internacional Regimes, Ithaca (NY), Cornell University Press, 1983; M, Blyth, Great Transformations. Economic Ideas and Institutional Change in the Twentieth Century, Cambridge, Cambridge University Press, 2002 1", Armstrong, A. Glynn, y J. Harrison, Capitalism Since World War Il, The Making and Breoking of the Long Boom, Oxford, Basil Blackwell, 1991, 7 mir défict con el resto del mundo y absorber cualquier producto excedente dentro de sus fronteras. Este sistema reporté beneficios como la expansion de los merc dos de exportacién (de manera més evidente para Japén peto también de manera desigual al conjunto de Amética Latina y a algunos otros paises del sureste as co), pero las tentativas de exportar «desarrollo» e-del resto del mundo se vieron en buena medida encalladas ‘a deriva subsiguiente hacia la neoliberalizacién después de 1980 no conllevé ningdn cambio material significativo en su empobrecida condicién. Ein los paises del capitalismo avanzado, el manteamiento de una politica redistributiva (que in cluia la integracién politica en alguna medida del poder sindical obrero y el apoyo a la negociacién colectiva), de controles sobre la libre circulacién del capital (en particular cierto geado de represién financiera a través de controles del capital), de un abultado gasto piblico y la instauraci6n estatal del sistema de bienestar, de acti vas intervenciones estatales en la economia y cierto grado de planificacién del desa partes se haclan evidentes los signos de 1 crecimiento tanto del desempleo como de Ia inflacion se disparé por doquier anunciando la entrada en una fase de «estanflacién» global que se prolon. 36 dur ESE ED La caida de los ingresos tributarios y el aumento de fos gastos sociales provocaron crisis fiscales en varios Estados (Gran Bretaiia, por ejemplo, tuvo que ser rescatada por el FMI en la crisis de 1975 1976 LS pS SS ASTROVINE se a ues drabe-israeli y del embargo de petréleo is is fronteras estatales respecto 0 ositados en bancos europeos. Asi pues, en 1971 se ptodujo el abandono de los tipos de eambio {ij08)E1 oro no podia seguir funcionando como | vvés de medidas de austeridad, politicas de ingresos, ¢ incluso del control de precios ~_aysalarios) jue depositaron sus esperanzas en experimentaciones innovadoras en las formas de gobierno visibles en algunos guer) y en Espafia (bajo la influencia de Carrillo) CE A hen, de ser necesatio, la frus tracion de las aspitaciones de os trabajadores y de los movimientos populates a tra- quer poder popular detrés de estos programas, rozando el poder en Ttalia y gandndolo de hecho en Portugal, Francia, Espaita y Gran Bretafia, sin dejar de conservar su poder en la peninsula eseandinava. Incluso ‘en Estados Unidos, a principios de la década de 1970, el Congreso controlado por el Partido Demécrata gener6 un enorme aluvién de iniciativas de reforma legislati- vas (elevadas a rango ley por el presidente republicano Richard Nixon, que en el proceso lleg6 a observar que «ahora todos somos keynesianos») en todo tipo de ma terias, desde In proteccién del medio ambiente hasta la seguridad y Ja salud en el trabajo, los derechos civiles o la proteccién de los consumidores!*)Pero la igquier- da no fue mucho ms allé de las tradicionales soluciones socialdemécratas y corpo: rativista si bien, a mediados de la década de 1970, éstas se habfan revelado incom- patibles con las exigencias de la acumulacién de capital, Esto desencadend una polarizacién del debate entre quienes se alineaban a favor de la socialdemocracia y de la planificacién central (y que cuando alcanzaron el poder, como en el caso del Partido Laborista briténico, a menudo acabaron tratando de doblegar las aspiva- ciones de sus propios votantes apoyiindose, por regla general, en argumentos prag- éticos), por un lado, y los intereses de todos aquellos comprometidos eon la libe- racién del poder financiero y de las corporaciones, y el restablecimiento de las versity Press, 2000. | 2G. Eley, Forging Democracy. The History of the Left in Europe, 1850-2000, Oxford, Oxford Uni- | 19 | Fibertades de mercado, por otto. A mediados de la década de 1970, los intereses de Gate ltimo grupo comenzaton a cobrar mayor influencia. {Pero cémo eran las con: dlieiones para que In reanudacién de la activa acumulacién de capital pudiera ser restaurada? jesde una mirada re- trospectiva puede parecer como sila respuesta fuese tan obvia como inevitable pero, al mismo tiempo, pienso que es justo decir que nadie supo o comprendié con cert za qué tipo de respuesta funcionarfa y c6mo lo haria Blair pudieron haber dado la vuelta sin problemas a la observacién de Nixon y decir ‘de manera sencilla que «ahora todos somos neoliberales». El desarvollo geografico de sigual del neolibetalismo, su aplicacién con frecuencia patcial y sesgada tespecto a cada Estado y su formacién social, testifica la vacilacién de las soluciones neolibera Jes y las formas complejas en que las fuerzas politicas, las tradiciones histéricas, y los pactos insttucionales existentes sirvieron, en su conjunto, para labrar el por qué y el cémo de los procesos de neoliberalizaci6n que en realidad se produjeron, Sin embargoyhay un elemento dentro de esta transicién que merece una aten- ali, (Chile, México, y Argentina). En Suecia, por ejemplo, lo que se conocia como el plan Rehn-Meidner proponia, li teralmente, comprar de manera paulatina a los duefios de las empresas su partici: pacién en sus propios negocios y convertir el pais en una democracia de trabajado: tes/propietatios de participaciones, Pero, mas allé de esto, ahora se comenzaba a palpat la amenaza econdmica a la posicién de las clases y de las elites dominantes. 20 Bs ase | | EEUU g 3 he 8 E Europa 4 12 Europa 10 6 EEUU Tasa de inflacién (2%) 1965 1970 1975, 980 1985, Figura 1.1, La crisis econémica de la década de 1970: inflacién y desempleo en Estados Unidos y en Europa, 1960-1987. Fuente: D. Harvey, The Condition of Postmadernity, cit. Una condicién del acuerdo posbélico en casi todos los paises fue que se restrin- giera el poder econémico de las clases altas y que le fuera concedida a la fuerza de trabajo una mayor porcién del pastel econémico, En Estados Unidos, por ejemplo, 4h porcién de Ia renta nacional del 1 por 100 de quienes perciben una mayor renta cayé de un elevado 16 por 100 en el periodo prebélico a menos de un 8 por 100 al au nal dela Segunda Guerra Mundial, y permanecié rondando este nivel durante casi “res décadas. Mientras el crecimiento fuera fuerte, esta restriccién no parecia ser im- pottante, Tener una participacién estable de una tarta creciente es una cosa. Pero ‘cuando en la década de 1970 el crecimiento se hundi, los tipos de interés real fue- ron negativos y unos dividendlos y beneficios miserables se convirtieron en la nor- ‘ma, las clases altas de todo el mundo se sintieron amenazadas. En Estados Unidos, ‘el control de la tiqueza (en oposici6n a la renta) por parte del 1 por 100 més rico de la poblacién se habia mantenido bastante estable a lo argo del siglo xx. Pero en Ja década de 1970 cayé de manera precipitada (Figura 1.2) cuando el valor de os acti- | vos (acciones, propiedades, ahotros) se cesploms. 925 "1935 "1945 | 1955 | 1965 | 1975 | 1985 1995 Figura 1.2. La crisis de la riqueza de la década de 1970; porcentaje de activos poseidos por el 1 por 100 mas rico de Ia poblacién estadounidense, 1922-1998, Fuente: G. Duménil y D. Lévy, Capital Resurgent. Roots of the Neoliberal Revolution, ct. a FF { | i i | dad social han sido un rasgo tan persistente de a neoliberalizacién como pata po- der set considerados un rasgo estructural de todo el proyecto, Gérard Duménil y Dominique Lévy, tras una cuidaclosa reconstruccién de los datos exisieites, han concluido qu s la implementacion de las politicas neoliberales a finales de la década de 1970, en Estados Unidos, el porcentaje de Ia renta nacional en manos del 1 por 100 mas tico de la sociedad ascendié hasta al. canzat, a finales del siglo pasado, el 15 por 100 (muy cerca del porcentaje registra- do en el periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial), El 0,1 por 100 de los per ceptores de las rentas mas altas de éste pais vio crecer su participacidn en la renta nacional del 2 por 100 en 1978 a cerca del 6 por 100 en 1999, mientras que la pro: porcién entre la retribucién media de los trabajadores y los sueldos percibidos por Jos altos directivos pasé de mantener una proporcin aproximada de 30a ! en 1970 a alcanzar una proporcién de 500 a1 en 2000 a Estados Unidos no esti solo en este proceso, ya que el 1 por 100 superior de los pperceptores de renta en Gran Bretafia ha doblado su porcentaje de la renta nacional del 6,3 por 100 al 13 por 100 clesde 1982. ¥ silanzamos nuesten mitada mis lejos, ve- ‘mos extraordinasias concentraciones de riqueza y de poder emergiendo por todas partes. En Rusia, una pequefia y poderosa oligarquia alza su cabeza después de la «te- ‘apia» de choque que habia sido administrada al pafs en la década de 1990. La apli- ‘aci6n en China de las prcticas orientadas al mercado libre ha producido un extra: ordinatio y repentino auge de las desigualdades en la renta y en la riqueza. La ola de brivatizacién que azoté México despues de 1992 catapult casi de la noche a la ma- ___ fiana a un reducido nimero de individuos (como Carlos Slim) a la lista de Fortune de ls personas mas ricas del mundo, A escala global, «los paises de Europa del Este y dela CEL han experimentado uno de los mayores inctementos que jamas se hayan te. Bistrado [...] en desigualdad social. Los paises de la OCDE también suftieron enor. G. Duménil y D. Lévy, «Neoliberal Dynamics, Towards A New Phase?» en K. van det Pil L, Assassi, yD. Wiga (eds), Global Regulation. Managing Crises after the Inperial Tarn, Nueva York, Pal stave Macmillan, 2004, pp. 41-63. Véase también, Task Force on Inequality and American Democ- racy», American Democracy in an Age of Rising Inequality, American Political Science Associtaton (2004); T. Piketty y E. Saez, «lncome Inequality in the United States, 1913-1988, Quarterly Journal of Beonomies, 118 (2003), pp. 1-39, 23 es a Estados Unidos — Francia — Reino Unido he aoe 10 z a & SILIPIIEIEELELEEPIS Figura 1.3: La restauracion del poder de clase: patticipacién en la renta nacional del 0,1 por 100 més rico en Estados Unidos, Reino Unido y Francia, 1913-1998. Fuente: Task Force on Inequality and American Democracy, American Democracy fir an Age of Rising Inequality. mes incrementos de la desigualdad después de la década de 1980», mientras «la dle rencia de renta entre el 20 por 100 de la poblacién mundial que vive en los paises mis ticos y el 20 por 100 que vive en los més pobres arrojaba una proporcién de 74 a Ten 1997, por encima del 60 a 1 en 1990 y del 30.a 1 en 1960»'4, Aunque hay excepcio- nes a esta tendencia (pues varios paises del este y del sureste de Asia hasta el momento han mantenido las desigualdades en la renta dentro de limites razonables, como tam |, bién ba ocutrido en Francia, véase figura 1.3) Por lo tanto, 14 United Netions Development Program, Hunan Development Report, 1999, Nueva York, Ox: ford University Press, 1999, p. 3 24 1975 1985 — Rango salarial total 10 Rango salarial total 50 == Rango salarial total 100 "> Rango medio total 100 ‘Las primeras eres curvas muesiran el ascenso del salatio de los altos directivos de acuerdo con el lugs «que ocupan en Ia jerarquia retibutivas décimo, quincuagésimo 0 centésimo, La otta curva (—-—) corresponde a la retribucién media de los 100 altos diroctivos que perciben lis remuneraciones més celevades. Obsérvese que 1,000 significa 1,000 veces el selatio medio. roe 1985 1995 2005 — 0,0002% de las familias mas ricas (las 404 familias més ricas en 2000) ~ 0,00005% do las familias mas ricas (las 101 familias mas ricas en 2000) i Figura 14: La concenttacién de riqueza y el potencial de obtencién de ingresos en Es tados Unidos: remuneracién de los altos ditectivos en relacién con el salario medio esta- ounidense, 1970-2003, y el porcentaje de la riqueza de las familias més ricas, 1982-2002. Fuente: G. Duménil y D, Lévy, «Neoliberal Income Trends, Wealth, Class and Owner- ship in the USA, cit. El ascenso de la teoria neoliberal El neoliberalismo en tanto que antidoto potencial para las amenazas al orden so- cial capitalista y como solucién a los males del capitalismo, haba permanecido la tente durante latgo.tiempo bajo las alas de la politica péblica. declaracién fundacional de fa sociedad decia fo siguiente: ‘Los valores centrales de la civilizcién estan en peligeo. Sobre grandes extensio nes de Ia superficie del planeta las condiciones esenciales de Ia dignidad y de Isl bertad humanas ya han desaparecido, En otras, estén bajo constante amenaza ante el desarrollo de las tendencias politicas actuales. La posicién de las individuos y los gr pos de adscripeién voluntatia se ve progresivamente socavada por extensiones de po- | der arbitraio, Hasta la mas preciada posesién del hombre occidental, su libertad de | pensamiento y de exptesién, esté amenazada por el despliegue de credos que, rece mando el privilegio de la tolerancia cuando estén en situacién de minorfa, procuran solamente establecer una posicién de poder desde la cual suprimir y obliterar todas las perspectivas que no sean la suya. 26 El significado del poder de clase , con la sencilla respuesta de que «X representa di nero»??, Todo esto estaba conectado con el fuerte estallido de actividad y de poder den- {to del mundo de las finanzas. Progresivamente liberada de los consttedimientos y de las barreras normativas que hasta entonces habfan resttingido su campo de ac- ® Gitado en D. Harvey, The Condition of Postmodernity, cit, p. 158. 39 i tuaci6n, la actividad financiera pudo florecer como nunca antes y,finalmente, en (o- dlas partes. Se produjo una ola de innovaciones en los servicios financieros para pto- ducir no sélo interconexiones globales mucho mas sofisticadas sino también nuevas, formas de mercados financieros basados en la titularizaci6n, instrumentos financi 10s derivados y en toda una gean variedad de operaciones comerciales con futuros. En definitiva, la neoliberalizacién ha significado la financiarizacién de todo. EOD eee tal y como observa Randy Mattin, da eolidiana. ‘También introdujo una volatilidad acelerada en las —_ intercambio global. Indudablemente, | | como | sto significaba la concentracign de los servicios financieros, Por esta razén, > se ejemplifica en ef gFUpOrEn cl que se integran los paises mais ricos del mundo, co: nocido como el G7). En caso de conflicto entre Main Street y Wall Street, la se- gunda tendifatodes la de ganat. As pes GBR AS ue {asi como el resto del mun- HH nearer dads te 159, esto es exactamente lo que sucedi6. tA Sin embargo, os auténticos duefios def capital, los accionistas, a visto en cierto modo menguado, salvo que obtengan un porcentaje de votos suficientemente alto como para influir en la politica de la empresa. En mis de una ‘ocasién, los accionistas han perdido inmensas sumas de dinero a causa de estafas cometidas por los altos ditectvos y sus asesores financiers ae % Randy Martin, The Finarcializaton of daily Life, Fladetia, Temple University Press, 2002 * Ba términos generale, el término «Main Streb», se utiliza en el mundo anglosajén para desig znar cualquier lugor que permanece fil sus valores tradicfonales. Cuando se utiliza en relacién con «Wall Stet», es una forma de contraponer lo intereses de os grandes negocios y los dea clase obre 13, ls de los pequefios comerciantes y los de las clases medias. (N. dela T Esta es la definicin exclusiva prefetida en los trabajos de G, Duménil y D. Lévy, por elemplo. 40 equivocado reducie el concepto de clase alta a este grupo tnicamen: te, La apertura de nuevas oportunidades empresatiales, asi como también las vas estructuras existentes en |; Las nuevas relaciones de mercado abrieron un sinfin de posibilidades de comprar barato y vender caro, cuando no de acaparar realmente mercados de forma que pu. dieron levantarse fortunas que © bien pueden extenderse de manera horizontal {como en el caso del crecimiento desbordante det imperio mediatico global de Ru- pett Murdoch) o encontrarse diversificadas en todo tipo de negocios, éxtendiéndo- se hacia atras en la extraccién de recursos yen la produceién, y hacia delante des. de una base comercial hacia los servicios financieros, ef desarrollo de bienes raices yel comercio minotista, En este sentido, con frecuencia ocurria que una relacién privilegiada con el poder estatal también jugaba un papel crucial. Por ejemplo, en Indonesia los dos hombres de negocios més cereanos a Suharto nutrieron los inte- teses financicros de la familia Suharto pero también engordaron sus conexiones con el aparato estatal para hacerse enormemente ricos, "Ea 1997, compaiiia de uno de ellos denominada Grapo Salim eta «al parecer el mayor grupo de empresas pro piedad de la didspora china del mundo, con 20.000 millones de déla i yccerca de 500 compaiiias». ircuit Cit or de alea ‘Aunque existen conexiones evi- dlentes entre este tipo de actividades y el mundo financiero, su increible capacidad ho sélo para amasar grandes fortunas personales sino también pata ejercer un con- trol efectivo sobre amplios segmentos de la economia confiere a este pufado de in dividuos ua inmenso poder econémico para influir en el proceso politico. Hay alo * A. Chua, Wold of Fire. How Exporting Pree Market democracy Breeds Ethnic Hatred and Global Instability, ca L | | | prodigioso en el hecho de que el valor neto de las fortunas de las 358 personas isis tieas del mundo en 1996 fuera «igual al conjunto de la renta del 45 por cien més pobre de Ia poblacién mundial; es decir, de 2.300 millones de personas». Y lo que ‘es més grave, «las 200 personas mas ricas del mundo duplicaron sobradamente su patrimonio neto entre 1994 y 1998, superando el billén de délares. Los activos de Jos tres multimillonarios més ticos [superaban por entonces] fa suma del PIB de los, paises menos desarrollados y de sus 600 millones de habitantes»?! Sin embargo, existe todavia otro enigma al que debemos prestar atencién en el proceso de reconfiguracién radical de las relaciones de clase. Surge el interrogante, y ha sido objeto de un amplio debate, de si esta nueva configuracién de clase debe ser considerada transnacional o bien si todavia puede ser concebida como algo ba sado exclusivamente dentro de los parimetzos del Estado-nacién®. Expondré mi 20 también a través de vinculos transhacionales que se remontan al siglo XIX, sino antes. Pero indudablemente ha habido una intensificacién ast como también tuna extensién de estas conexiones transnacionales durante la fase de globalizacién neoliberal, y resulta vital reconocer esta miltiple conectividad. No obstante, esto no significa que los individuos mas destacados de esta clase no se adscriban a aparatos, estatales especificos tanto por las ventajas como por la proteccién que esto les otor- ga. Dénde se adscriben especificamente es importante, pero ello no es mas estable que la actividad capitalista que desarrollan, Rupert Murdoch pudo empezar en Aus tralia para después concentrarse en Gran Bretafia antes de asumir finalmente la ci dadanfa estadounidense (sin duda, mediante un procedimiento abreviado). El no estd fuera, ni por encima, de poderes estatales concretos, pero por la misma razén, agtacias a sus intereses mediéticos, ejerce una considerable influencia en la vida poli- tica tanto de Gran Bretafia como de Estados Unidos y de Australia, Los 247 edito- res supuestamente independientes de los periédicos que posee por todo ef mundo apoyaton, sin excepcién, Ia invasion de Iraq, No obstante, por cuestiones pricticas, » United Nations Development Program, Hlarnan Development Report, 1996, Nueva York, Ox ford University Press, 199, y United Nations Development Program, Hirman Development Report, 1999, ibid, 1999. ® En el libro de W. Robinson, A Theory of Global Capitalism, Production, Class, and State in a ‘Transnational World, Baltimore, Johns Hopkins University Press, 2004, puede econtrarse una desta cada defensa de est argumento. 2 todavia tiene sentido hablar de los intereses cle Ia clase capitalisa estadounidense, iténica 0 coreana, ya que los intereses corporativos como los de Murdoch, los de Carlos Slim o el geupo Salim simultaneamente se alimentan de y nutten a apatatos ~ estatales concretos. Sin embargo, cada uno puede, y asi ocurre de manera caracte tistica, ejercer poder de clase en mas de un Estado de manera simultanea, {y actualmente algunos de los peligros) Perspectivas de la libertad Esta historia de la neoliberalizacién y de la formacién de la clase, asi como la exe- ciente aceptacién de las ideas de la Mont Pelerin Society como las ideas dominan- tes de la época resultan especialmente interesantes cuando se colocan al trasluz de Jos contraargumentos expuestos por Karl Polanyi en 1944 (poco antes de la funda- cién de la Mont Pelerin Society). En una sociedad compleja, observ, el significado de Ia libertad se convierte en algo tan contradictorio y tan tenso como ixzesistible son sus incitaciones a la accién. En su opinidn, hay dos tipos de libertad, una bue- nay otra mala, En este segundo grupo se incluian «la libertad para explotar a los iguales, la libertad para obtener ganancias desmesuradas sin prestar un servicio con mensurable a la comunidad, la libertad de impedir que las innovaciones tecnol6gi ‘as sean utilizadas con una finalidad pablica, ola libertad pata beneficiarse de ca lamidades pablicas tramadas sectetamente para obtener una ventaja privada». Sin embargo, prosegufa Polanyi, «la economia de mercado, bajo la que crecen estas li- bertades, también produce libertades de las que nos enorgullecemos ampliamente. La libertad de conciencia, la libertad de expresin, la libertad de reunién, la liber- tad de asociacién, la libertad para elegir el propio trabajo». Aunque puede que capreciemos el valor de estas libertades por si mismas» -y, sin duda, muchos de nosotros todavia lo hacemos-, eran en buena medida «subproductos del mismo sis- tema econémico que también era responsable de las libertades perversas». La res- » Karl Polanyi, The Great Transformation [1944], Boston, Beacon Press, 1954, 43

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