Delincuencia en Guatemala.

La delincuencia que se observa que van contra los hurtos, robos que se están
dando en Guatemala esto se da mucha violencia que se están, y esto se dice por
mucha pobreza genera que los niños aprendan a robar ya que no quieren trabajar,
y optan por irse al camino fácil, llastimosamente es un fenómeno aislado. Una
lotería. La ausencia de muertes violentas es una probabilidad muy remota y sobre
todo en un fin de semana, que es cuando estos hechos aumentan. Dolorosamente
es solo un accidente estadístico. Las pandillas en Guatemala, principalmente la
Salvatrucha y Barrio 18, son un ejército de entre 15.000 y 20.000 miembros en un
país de casi 15 millones de habitantes.

La cifra está lejos de El Salvador, donde se calcula que hay unos 70.000
pandilleros en un país de seis millones de habitantes. En el violento triángulo del
norte centroamericano, una de las regiones más sangrientas del mundo,
Guatemala es el país más pacífico, con 23 homicidios anuales por cada 100.000
habitantes frente a los 51 de El Salvador y los 40 de Honduras, según cifras de las
Naciones Unidas de 2018. El 80% de estos homicidios son atribuibles a las
pandillas.

La inseguridad, o al menos la percepción de esta, es claramente otro de los

elementos clave del expansionismo del Derecho penal y la búsqueda de una
criminología más dura y represiva. Todas las personas desean sentirse seguras
en la sociedad y, de hecho, es a lo que todos aspiramos, pero cuando esta
percepción es manejada de manera desproporcionada e incluso interesada en los
medios de comunicación, es cuando el Derecho penal se expande de manera
desproporcionada.

Actualmente se está viviendo un momento de crisis en la criminológica y penales

tradicionales, en virtud de la aparición en las sociedades de fenómenos donde se
está viendo mucha criminalidad. Que esta ocurriendo es por eso que se trata la
manera de conocer a la víctima y al delincuente es importante enforcarnos en esta
crisis que ocurre en nuestro país Guatemala.