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[UUUVESUSUSUUUUUSUSUESESS ea B/ ESRB F. to gis éste es el problema que se ha plantesdo) in | De Ia obra al texto See temitica, sea simblice, sea ideolsgica, FL tra ‘ajo gue entonces queda 3e hacer (immenso) con- isle en seguir los primeros c6uigos, sefalar sus tér- | Iino, eaborar ls aecunc per iualimens pro | poner o(ros ebdigos, que vienen a perflarse en 1a adoptar una peimera visiSn ceméntiea (de contenido), | Eedemos el derecho a parir de una determinada Perspectiva de los primeros. En resumen, si nos con ondensacidn’ del sentido (come hemos hecho aqui) fe debe a que el moviniento del anilisis, en st Ni: ado intinto, reside precisumgnie en hacer estallar | cl texto, e1 primer nubageén de los sentidos, Ia pr: tera imagen de los contenidos. El envite del andi fs estructural no es fa verdad del texto, sino st plur fal, el trabajo no puede consist, por tanto, en par tir de las formas para percibir, aclarar o formilor fontenides (no setfa necesario, en modo alguno, wt Iéiodo estructural paca ello, sino, por ef contrarc, fen disipar, retrovedes, desmultipicar, poner en mar {ha los piimeros contenidos bajo la accién de una ‘Geneln formal. El analista ballaré veninja en este Snovimiento dado que le proporciona a la vex el Inedio de comenzar el anélisis a partit de alguncs Tdigoe familiares y/el derecho a. abandonar estos fdlligos (Iransformarlgs), avanzando, no en el inter flor del texto (que siempre es simuliéneo, volumine £0, estereogréfice), sino en el interior de su propo trabajo R oland Barthes oh clos. iL tect" é Prw ddude Uimpegar? Borcelgnat tditiny du Spl qT quets yy; 4. | | | | 1 Ei Ss Es un hecho comprobado que desde hace algunos aiios se ha operado (0 Se opefa) un cierto cambio en tl interior de la idea que nos hicemos del lenguaje y. en consecuenéla, de Ta obra (literaria) que debe este mismo Tenguaje al menos su existen ménica, Este. cambio esté evidentemente Tigado al esurrollo actual (entre otras disciplinas) de ia lin tulstia, de ln anteopologfa, del marxismo y del ps Eoandlisis (ia palabra sligazdne sc ulliza aqut de forma voluntariamente neutra: no se decide wna de~ ferminacin, aunque fuera multiple y diléetia), La ovedad que tiene incidencia sobre Ia nocién de Obra no proviene forzosamente dc Ta renovacién in- terior de cada una de estas disciplinas, sino més bien de su encuentro al nivel de un objeto que por tadiciin 90 surge do ninguna de elas, Dirfomos, fn efecto, que 10 interdsciplinario, de lo que hoy hhacemos un valor fuerte de fa investigaci6n, no poe de tealizarse con Ia simple confrontacién de saberes fspeciales: 10 ineniseplinario na es en absoluio Feporo: empieza efectivanente (y nO por Ta, simple fmisién de buenos deseos) cuando Ts solidaridad de fas antiguas diseiplinas se deshace, quizés incluso ‘iolentamente, 2 favés de las sacudidas de la moda, tn favor de un objeto nuevo, dé un lenguaje nuevo, {Que no estén, ni el uno mi el otro, en el campo de ths ciencias que se (endla apaciblemente a eonfcon- tar: precisamente este malestar de clasificacién per~ nite Giagnasticar wna cierta mytacién. La. mutacién {que parece recoger la iden de obra no debe, sin em- Dargo, ser sobrevalorada: participa de. un desliza Infento epistemoldpien, ms que de un auténticn eor- fey ete, como se ha dicho a menuclo, babrfa inter- ‘venido én ef siglo pasado, con la aparicién del mar- Miso y del freudismo; no se habriaproducido ringin corte posleriormente y podemos devie que, fen cierto modo, desde hace cien aflos estamos en a repetciba, Lo que la Historia, muestza Historia, errr hoy co solamente deslza, vt, sObte~ nes Petepudiar AL gal que Ia cena einstenians Pata f rcle en el objeto estudiado ll relay idad ape. ales, por 10 mismo Ie acci6n conjugade for'uneme’ del freudismo y, del extueturalisno Se ana eratura, a tlativear las rlaciones det sess el levior y det conservador (del extico). $e ta obra, nocién tradicional, conesbida Frente uch icrapo y todavia hoy de una forma, TIM Mow perme fa expresién, newioniana, se pro Fe pe Reencia de un objeto nuevo, obtenido por deaizamfonto o derrbo de las categoria anteriores Tee7abjeo esl Texto, Sé que esta palabra eité de sae Ue mismo me veo arastrado-a emplearia 8 mate ach y por tanto es sospechosa para algunos; reporeciamente por ello quisiera de-alguna-forma Dero ane aan ono las pinepales propesciones reign encrucjada se encuentra el Texto ante mis care galabea «proposieiém> debe entenderse agul ee echt snde geamatical que Togico: son entn~ coonss no. argumentaciones, stoquese, si ast 10 Seiente, Je os actreamientos que aczpian queda ar iiafrios. Estas son las proposiiones: con Seven al metodo, alos genes, al sign, al plural Saeiiacion ala Ieetra, al placer. 1. BI Texto no debe entesderse como un objeto ‘computable. En vano buscarfamos separar material Snente las obtas de los textos. En particular, no de Bomos dejarnos arrastrar a decir: In obra es clisi Coral texto pertenece a fa vanguardia ;.n0 so trata de Gelablecer en nombre de la modernidad un groser frlmarés y declarar ina algunas producciones Jit Pitas y out a otras, por su situacién cronolégica: usd existr «texto» en una obra muy antigua, ¥ ptshos productos contemporineos no tienen, en a- Mafato, nada en cuanto texto. La diferencia es Ja se fulente: In obra es un fragmento de sustancia, oc Ra una, porcién del espacio de los Tibros (por ejem- plo, en una biblioteca}. I Texto, por su paste e Be gimpo mselodolzice. La oposickén podria rer ae cipro en ningn caso reproduc palabra por Jala) Ia istineton propuesta por Lacan: 1a «rea: PRM De sauestre, To ercals se demuestta al igual Tees Soin seve (en la ibreras, en los fiche, aur propcamas Ge examen), 2t texto ge. demves- trate hale spin ciriasreglas (0 contra cietlas ‘hha: obra se sortiene en la mano, el texto Seti on om so ae Tomas Sfuearso (o mejor: es Texto por Io siamo aur we giesy: Or"eacin no es Ia descomposicién de fh Goss: ia obra es la cola imaginaria del Texto. 6 odavia mis: EI Texto s6lo se experiment en Or ipabajo, una produccin. Se deduce de elo que Metonto no puede pararse (por ejemplo en un 5: {ante de tibfptes), su movimiento consutaive es 1a ffaveia (Guede especialmente atravesar le obra, vatias obras) 2, De Ja misma forma, el Texto no so reduce @ Ja (buena) literatura; no’ puede set tomado en el interior de una jerarquia, ni siguiera un recortado de'los péneros. Lo que de constituye es, por el con- {ratio (o precisamente) sw fuerza de subversion con respecto @ las antiguas clasificaciones. ;Cémo clasi- ficar a Georges Bataille? jes este escritor un nove: Hista, un poeta, un ensayisia, un economista, un fild= sofo, un mistico? La respuesta es tan poco confor- table que se prefiere generalmente olvidar a Bataille fen os manusles de literatura; de hecho, Bataile ha fectito texlos, 0, incluso, siempre un solo y mismo fexto, Si el iexio presenta problemas de clasiiea tion (por otra parle ésta es una de sus funciones aoctafess), se debe a que implica siempre una cier- ta experiencia del limite (por adoptar wna expresiéa the Phillippe Sollers). Thibaudet hablaba ya (pero Bf un sentido muy restringida) de obras-limite (como a Vie de Rance de CKateaubsiand, que, efectivamen- tee nos aparece hoy como un atertos): el Texto B es lo que se sitia en ol limite de las reglas de ta ‘auneiacién (la racionalidad, la lepibilidad, etc). Esta fdea no es ret6riea, no recurrimos a ella para hacer algo eheroicos; ef Texto intenta situarse muy exac- famente detrds del Vimite de Ja doxa (Ia opinién co- fiente,,constitutiva de nuestras”sociedades demo- ravieas, ayudada fuertemente por las comunicaciones de masis, no esté definida por sus limites, su ener fia de exclusion, su censura?); tomando ta palabra fl pie de la letra, se podria decir que el Texto siem- pre es paraddjico. a 3, BI Texto se acerca, se prueba, en relacién con el signo. La obra se cierea sobre un significado, ‘Se pueden atribuir a este significado dos modos de signifieacién: o bien se le pretende aparente, y In bra es, en este caso, objeto de una ciencia de la le- tra, que es Ta filplogia ; o bien este significado es Feputado por secreto, slimo; hay que busearlo, {svdbra depende entonces Ue una hermendutica, de tna: nterpretacin Ses SEM ee, ete, Se ee ee ee cafes come th to a dewalt (emo teal. Fee eget mae de oem re poe agama versa eoucaral ta Ot fei cafemolco recwelo 2 9a age apenas sine ae ree en plea 4. Bt Texto es plural, Esto no solamente quiere sein que tiene varios sentidos, sino que realiza el plural aismo det sentido: un plural irredictible (y Ao solamente aceptable). El Texto no es eoexistencia Te sentidos, sin paso, sin travesia: no puede, pues, ‘epender de una inferpretaci. incluso bg, sino Ge una explosidn, de una diseminacién. Bl. plural det ‘Texto se apeza. en efecto, no a la ambigledad © | sus contendos sno a To aus, podslamos; lamar te {ejen (etimoldgicamente, el texto es un tejido): el Ieetor del Texto podria’ ser comparado a un.sujeto ‘ocioso (que habria distendido en €1 toda ficci6f) fate sujeto. pasaderamente vacio se pases (esto le ha Suecdido al autor de estas Jineas y con ello accedié una idea viva del texto) por el flanco de [Gn euyo fondo corre un oned (el owed ha sidd puesto ‘Mt pata atestiguar un delesminado cambio de. an bente): to que percibe es rniltipl, ireduetible, pro- edente de sustancins y de planos heterogéneos, des- fpepados: Iuces. colores, vegetaciones, calor, aire, UXplosiones tenues de ruides, suaves gritos de pél 1 pluralided estereogrifica de 10s signticantes que Yo _ un valle, ros, voces de nifios al otro Jado det valle, pasos, gesios, vestidos de habitantes muy cercangs 0 aleja- dos: todos estos incidentes son semi-identiticables: provienen de c6digas conocidos, pero su pombinato- Fia es tinica, funde el paseo en una diferencia. que fg6o podré repetise como diferencia. Asf sucede en 21 texto: no puede ser él mismo més que en sit di- ferencia (lo que quiere decir: su individualidad) fu Jeetura es semelfactiva (lo que convierte en il fgoria toda ciencia inductiva-deductiva de los textos hho hay wgramétican del texto) y, sin embargo, esti tejida, completamente. con citas, referencias,. e008 Tenguajes culturales (qué lenguaje no lo es?), ante: cedentes 0 contempordneos, que To atraviesan de parte a parte en una vasta estereofonta, Lo jntertex: fal en que esté comprendido todo texto, dado que ‘gue él mismo es el entretexio de otro texto, 0 puede confundirse con un origen’ de’ texto: buscar Tis efuentes, las sinfluenciass de wna obra, es satis- facer el mito de Ia filigcién; las citas con-las gue fe comariiye el texto son andnimas, ilocalizables, y. fin embargo, ya leidas: son citas sin comillas. La Obra, no allefa ninguna filosofia monista fambas, como es sabido, son antagonistas): para esta filoso fia, pl plural es el Mal. Asf, frente a la obra, el {ento podria adoplar como lema la palabra del fiom bre frente a Jos demonios (Marcos, 5, 9): «Mi nom bre es legin, porque somos muchoss, La: texture floral o demonfaca que opone el texto @ la obre puede implicar modificaciones profundas de tectu ae precisamente donde el monologismo parece se: a'Ley: algunos de los «textos» de la Sagrada Es Citura, reeuperados tradicionalmente por el monis- smo. teol6gico (histérico 0 anagépico), se ofrecerda twizds a una disfraccién de Ios sentidos (es decir fnalmente, a wna Lectura: materialist), mientras ave fa interpretacién marxista de Ja obra, hasta aqul 18 Gueltgitente monista, podtd materializarse mejor a) Pinralizarse (en cualquier 280, si lo permiten las Finstitueioness marxistas). 5, La obra est compreadida en un proceso de tliseign, Se postla una deverminacion del mundo (de ia an ms tarde de In historia) sobre 1a obra, (ee Sisccclon de las obras ene sf y una apr jn de la Obra por st autor. El autor es £epul- ser padre y propitario de su cbra; Ia enc Hhepeia® enna, putea. fspetar el maMHseio.y Mee cloner delarauas del auior. ¥ In sociedad Satta un legalidad de 24 telacion del autor con Boney os el edetecho de autor, reciente, a deci Nadel dado gue soo tae cenlmenteTeglzado co Je 'Revotuetn) Et Texto se Te sin Ta. inseipeba del amet metdforn del texto se despa, une Vex Fate dot defn metforn de Ia bra, eta fem ma den dum orgonino ce crece PO expan #48 Maal por xdesrrllos (palabra signifiatvamen. wee Nbpure biopic y votre); Ta metéora del Fe ge a red, Heh Testo se ampli, e¢ or ZENG Ge una combinatora, de una sstemstica Gma- ste tenn, por lta parte, los puntos de vista de BeSloa aunt sobre el see vivo): ning eespe~ 1 ee caabe. pues a Texto: pues Tore (eae ten pare, eo fo que hacia In Baad Media con er eto sin embargo, autortaris:, 1a, Sagrada $eh fenm'y Arseny: Texto. puede eee sn ra de padies tn retin del inter 1 eatina,paradojcament, la hetencin, No sit (ee, el autor no pucda srogresars al Texto, aiextos pera en este caso, 10 hace, por asf der Bete taid de invitedoy nes novelist, se inscribe vor go un de sus peconajes, dbujados sobre Be cata Toscipign no es Ya prvilegada, sino 4 fame Spaerte por ast deato, en un autor de Ndi Sida ya noes el rigen de ss fabulas pape sha concrrnte con su obra: fay ura Sina wnt fe Iara sobre ta vida (¥ no el ca80 con sere Mabe de Prove. de Genet, To gUe TEE tari eA ida como un iexto:, ln palabra ebio mite Jee ganea de nuevo 1 sentido fuer, timo Fan ea ver Ta sincera de Ta enuncacin, n auténtica ucruze de la moral jiteraria, se convieste {a falao problema: el yo que escribe el texto no es, tampoco, més que ua yo de papel. 6. Ordinariamente, 1a obra es objeto de un con: sumo: no hago aqui demagopia alguna ol referirme ia cultura llamada de consumo, pero hay que te- ‘conocer «ue hoy, es Ia ecalidads de la obra (lo que finalmente supone una apreciaciOn de egusto») y 10 fa operacion misma de la lectura lo que puede s- lablecer diferencias entze Tos libros: la lectura xcul- tivada> no difiere estructuralmente de la leotura de tren (en los trenes). El Texto (aunque fuera solamen- te por su frecuente «ilegibilidads) decanta a la obra idea consumo y la recoge como juego, trabajo, pro- Guecién, prictica. Ello quiere decic que el Texto fexige el intento de abolir (0, al menos, disminuir) fa distancia entre la escritura'y Ia lectura, no inten fificando la proyeccién del lector hacia ‘interior Ue ja obra, sino ligando a ambos en una. misma prdctica significante. La distancia que separa Ia Teo~ Tura de Ya eseritura es hist6riea. En los tiempos de ids acentuada divisiGn social (antes de Ja insiaurar ‘én de Tas culturas democriticas), leer y escribir fran, igualmente, privilegios de clase: la Retérica fan e&digo iiterario de esos tiempos, ensefiaba a fseribir Gincluso si lo que se produeta ordinariamente ‘eran discursos, y no lextos);, es significative que 1a Hlegada de la democracia ‘inviriera la consigna: aguello de que se enorgulleefa la Escuela (secundaria) era de ensenar a leer bien, y no a escribir (el senti- tmiento de esta. carencia’ vuelve, shoy, estar de moda: se exige al maestro que ensefe al estudiante nexpresarsen: 10 que, de alguna forma, es reem- plazat-una censura por wn contrasentido). De hecho, Teer en lugar de consimir, no significa jugar con el texto, tJugare debe ser tomado aqui en toda la poti- emia del yoeablo: el texto mismo juega (Como un puerta, como un aparalo en el que existe el ajue- fox): y ef leeior ega, a su vez, dos veces: juega i Mali at Texto (sentido 1idico), busca una pr fo repproduzca; pero para que esta pric Tedusga a una mimesis pasiva, interior (precisamente wee Texto quien se resiste a esia reduccién), juega Sttextoy mo hay que olvidar que «juzars es también Gh termino musical *; Ia historia de 1a musica (como préctiea, ro como vartes) es, por olra parte, baslan- fe paralela a la del Texio; hubo una época en la {Que los aficionados activos eran mumerosos (al.me- foe en el interior de una clase determinada)s sister Pretare y escuchar» constitula wna actividad poco Uiferenciada; més tarde aparecieron sucesivamente dos papeles: primero, el de intérprete, en quien el Dpublion bursués (aunque todavia supiesa interpretar tin poco: éla es toda la historia del piano) deleza~ ba gu interpretacién; més tarde ] del aficionado {Gasivo), que escucha misica sin saber interpretarla {al piano. efectivamente, ha sucedido et disco); ses Sabido que hoy Ja misica post-serial ha trastocado EL papel del wintérpreto», a quien se ha pedido set, evalpuna forma, co-auior de la parttura, que él Completa, mas que wexpresarlay-EL Texto es, mas Srimenos, una partitura de.bsta nueva clase: solicita Gol ector una colaboracién prictica. Gran innova ‘Gn, puesto que, In obra, ;quién Ia ejecuta? (Ma Slartng se ha planteado Ta cuestiOn: quiere que el auditorio. produzea el libro); oy, sdlo et eritico Gjecula la obra (admito el juego de palabras). La reduecién de la lectura a un consumo cs evidente- mente responsable del eaburrimiento» que, muchos experimentan ante el texto moderno (vilegibles), el film o el cuadro de vanguardia: aburrizse. quiere decir que no se puece producie el texto, jugarlo. teshacerlo, hacerlo patr. te Agat, Barthes vil Ine palabras jew, fou, nl dx vid ete’ que tien en anes: Fopae fotespetar (Loar ae rane cvcbea sepecarmer un pel dramdtico), Aun Sea ble anes correponden, pcs, dos vocals exe tllaoe (Ne de p 7, Bsto nos lleva a plantear (a proponer) un dle timo acereamiento al’Texto: el del placer. No sé si fi extide alguna vez una estética hedonista (los Memos filésofos.cvdemonistas son raros). Clerta- mente, existe un, placer de la obra (de algunas Bias}: puede encantarme leer y-releet a Proust, Flaubert, Balzac, e incluso, por qué no, a Alexandre Dumas;’ pero este placet, por vivo que sea, ¢ incl 50 aunque estuviers| desprovisto-de todo prejuicio, Giueda parcialmente Salvo un esfuerzo erico excep- ft)Yeomo un placer ue consumo; puesto que si puedo leer a slot autores, sé también que'no puedo Prescribirlos (que no es posible escribir hoy de esta foams); y este. saber, bastante triste, es suficiente para separarme de Ia produccién de estas obras. en raismo momento en que su alejamiento fonda fi modernidad (Ser moderno, {0 € conocer real: Tente aguéllo que ao podemos reemprendes?). EL Texto esd ligado al goce, es decit, al_ placer sin separacidn. Orden del signficante, el Texto. parti- Srey su manera de-una utopia socisl; antes ue fa Historia (Suponiendo que éta no escoja a Dar- barie), el Texto lleva a cabo, sino In transparencia de lng relaciones sociales, al menos Ja de las relaci- Shee de Tenguaje: ese! espacio en el que ningin len- ose corta el camino a otto, en el que circulan Tos Fenpuajes (manteniendo el sentido circular del vo- cablo). -Fstas pocas proposiciones no constituyen forzoss- mente las articulaciones de una ‘Teoria del Texto. Foto no. afecta inicamente a las insuficiencias del presentador (que, por otra parte, se ha Timitado, en Frochos puntos, a recoger 10 que buscan junto a é) Foto afecta al hecho de que una Teoria del Texto Tho. puede satisfacerse con una expdsicién meta-in- slistica: la destrucciOn del mete-lenguaje, 0, al me- fos (puesto que puede resultar preciso recurtit pro- Vioiomalmente a é)), su puesta en sospecha, forman parte de ia teoria misma: el discurso sobre el Texto Ae | no deberla ser, a su vez, mas que texto, bisqueda, Trabajo de texto, dado que el Texto es este espacio focal que no deja ningin lenguaje al abrigo del ex ferior, nia ningin sujeto de Ia enunciacin en situa Ciba de juez, de dueBo, de confesor, de descitrador Ja teorta del Texto no puede coincidir més que con wana prfetica de !a eset a

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