Si algo que debemos pedirle a Dios todos los días, es el perdón.

Cuando Dios llega Todo Cambia

Mucho hemos hablado del amor en la iglesia, pero es que no puede haber amor sin perdón. El
perdón es la llave para hacer florecer el amor; ¿Y por qué digo esto?, la falta de perdón nubla la
mente de las personas, nos limitan a amar al prójimo y a crecer en la relación que tenemos los
unos con los otros.

El perdón es la llave para liberarte, si no perdonas no amas, lo dice Juan 3:16 versículo que todo
mundo conoce.El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta
al amigo. Prov. 17:9. Si tu perdonas la ofensa cultivarás el amor, pero si insistes apartarás
al amigo, básicamente eso quiere decir.

Dios te perdonó aún sabiendo como es tu corazón, a Dios le importa que llevemos una vida
plena, una vida con propósito y si no perdonas, te atas y atas a la otra persona. El perdón nos
sana, y no sólo de manera espiritual, sino también física.

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a

otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Ef. 4:32
El versículo anterior a Efesios 4:32 habla de que debemos quitarnos toda ira, amargura, enojo,
gritería, maledicencia etc. Mateo 6:14 dice la verdad del perdón; si perdonamos a los demás sus
ofensas Dios nos perdonará a nosotros.

Debemos amarnos primero para saber que no tenemos que hacer daño a los demás, si tu te
amas sabrás que el amor busca siempre lo bueno. De lo contrario querrás ver al hermano o
hermana peor que tú, y no ayudarás, sino que serás piedra de tropiezo para él o ella.

Perdona no porque debemos hacerlo, sino porque sientes hacerlo, de nada sirve que perdones,
pero no olvides, o lo hagas del diente al labio. Si Cristo hubiese pensado como nosotros, la
justificación y redención no estaría presente en este mundo tan caótico que está.

Debemos ponernos en el lugar de Jesús, que haría él si un hermano le hace o dice algo. Nunca
Jesús actuó como nosotros lo hacemos, de manera vengativa o juzgando siempre, y muchas
veces sin razón alguna.

Si el amor de Dios está en ti, perdona, ama, olvida y verás como tu vida va creciendo a medida
de la estatura de la plenitud de Cristo.

Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere

queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros. Col 3:3
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y
buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré
desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Cro 7:14
Perdona, así como Cristo nos perdonó aún sin justificación nuestra

Leonel Antonio Hernández Mondragón