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  • Dehaene, S. (2016) Pequeà As Cabezas para Grandes Cã¡lculos. en Stanislas, D. El Cerebro Matemático. Buenos Aires Siglo XXI Editores.

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    Dehaene, S. (2016) Pequeñas cabezas para grandes cálculos. En Stanislas, D. El cerebro Matemático. Buenos Aires Siglo XXI Editores. (1)

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    5. Pequefias cabezas para grandes calculos Dos més dos, cuatro ‘cuatro mass cuatro, ocho ‘ocho mas ocho, diacisis |Repitan|, dice ol maestro Jacques Prévert, “Pagina de escritura” “Ambici6n, distraccidn, feificacin e irrisién. Estos son los mali nombres que el reverendo Charles Lutwidge Dodgson, un profesor matemstica mejor conocido como Lewis Carroll, dio a las cuatro ope- 1s matemiticas. Por supuesto, Carroll no tenia muchas esperanzas de las habilidades de célculo de sus alumnos. ¥tal vez tenfa razén. A de que los nifios adquieren con facilidad la sintaxs de los ndimeros, mnder a calcular puede ser una odisea. Los nifios, ¢ incluso los adul- os, con frecuencia se equivocan en los cilculos més elementales. :Quién ‘Puede decir que nunca se confunde al calcular 7 x 9 u 8 x 7? ;Cudntos de ‘osotros podemos calcular mentalmente 113 ~ $7 0 100 ~ 24 en menos ‘de dos segundos? Los errores de calculo estén tan difundidos que, lejos dd estigmatizar la ignorancia, atraen compasién cuando se los admite pu Dlicamente (“jSiempre he sido un completo instil para la matematical”), Muchos de nosotros casi podemos identificarnos con el apricto en que se ‘encuentra Alicia cuando intenta calcular mientras viaja por el Pais de las Maravilla: "A ver: cuatro por cinco, doce; cuatro por ses, trece; cuatro por ‘Ay, Dios mio, asf nunca legaré a veinte!”. Por qué es tan dificil hacer edleulos mentales? En este capitulo ana- lizamos los algoritmos de eéleulo del cerebro humano. Si bien nuestro ‘onocimiento de este tema todavia esta lejos de ser completo, una cosa ‘¢S segura: la aritmética mental plantea problemas serios para el cerebro Jhumano, Nada lo prepars nunca parala tarea de memorizar docenas de ™ultiplicaciones entremezcladas, o de cumplir sin flla los diez 0 quin- e patos de una resta de dos digitos. En nuestros genes bien puede es ‘ar ingerto un sentido innato de las cantidades numéricas aproximadas; Pequetas cabezas para grandes célcuos 167 168 E coreoro matemético Pero cuando nos vemos enfrentados al célculo Fo que no contamos con los recus de un 6rgano cerebral disefiado e tro cerebro tiene que recurrir a circuitos alternativos, Este tiene un costo importante. La pérdida de velocidad, la n luna mayor concentracién y los frecuentes errores son indi, Precariedad de los mecanismos con que nuestro cerebro “in la aritmética = 1808 apropiados. Para suplir era pec enconrane en ain pont ene losextemos de r 110” y “todo adquirido”. Ciertos asy tl time por aprendizaje e imitaclén, aes sorprendentemente precoz para Beene come siguiente capetimento de Karen Wynn ws a sidades de ver a alguien contar sonidos 0 acciones. Sin Contar: el ABC del céiculo bramido, una midos tan diversos como un ‘modo, pueden contar so} ea Bipens, in caida de tuna pledra en el ee a rae “fegisrados en una cinta (su origen no es visible). Enuness ae registrados en in ensefanza explicita, rn comprender, desde muy temprano y si “4 re contar es un procedimiento abtracto que se aplica a todo tipo de que contar es un proce jetos visuales y auditivos. - = = seo c uno recita los timeros es crucial, mien- flo saben que el orden en que uno recita ool, Gras que el orden en que se refalan la objets ex Laas " y sélo una, En una serie de inno- ‘cuando cada objeto se cuente una vez y “serie dein vadoresexperimentos, Gelman y mus colegs les presentaron 2 lot nifios Stuaciones que volaan las convenciones uals para contar (Gel poe ee ee ‘ i io pueden identificar y corregir

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