ANÁLISIS SOBRE EL RECONOCIMIENTO DE LOS GOBIERNOS EN EL DERECHO INTERNACIONAL
APELLIDOS Y NOMBRE: DELGADO ZAMORA NIRIAM
Como hemos visto durante los últimos años el surgimiento y reconocimiento de
los estados y de gobierno a ocupado espacios considerables en la política internacional de las naciones soberanas y también ha sido motivo de discusión en las prensas globales Esta tendencia es el nacimiento de nuevos estados y gobiernos se debe a los cambios introducidos por un nuevo orden global definido desde el fin de la guerra fría a fines del siglo xx y por una mayor conciencia en los valores democráticos de la sociedad contemporánea. Los cambios sobrevenidos en el gobierno afectan a la condición internacional del estado ya que esta continúa siendo el mismo dependientemente del cual sea el gobierno ejercicio en cada momento no obstante en el seno de un estado vine el cambio revolucionario en la estructura de poder. En el momento en el que el seno de un Estado sobreviene un cambio revolucionario en la estructura de poder, se plantea el denominado “reconocimiento de gobiernos”. Este reconocimiento es un principio de vital importancia en el marco del Derecho internacional, ya que mediante éste se garantiza a los terceros Estados el cumplimiento y respeto de sus derechos y obligaciones por parte del nuevo Gobierno. se plantea el denominado e reconocimiento de poder hubo trasformaciones políticas dentro de ello el reconocimiento de los gobiernos, cambio revolucionario en la estructura de poder, en este contexto los terceros estados pueden pronunciarse libremente sobre reconocer al gobierno de facto lo que implica el mantenimiento con el nuevo régimen instaurado o no reconocer al gobierno de facto ello supondría una ruptura en dichas relaciones el reconocimiento de los gobiernos es una decisión discrecional del estado no obstante en la practica internacional se han realizado diversos intentos de someter este proceso a diversos criterios u orientaciones predeterminadas. Con independencia del Gobierno en ejercicio de cada momento, es posible hallar cambios de forma sobrevenida que afecten a la condición internacional del Estado. • Reconocer al Gobierno de facto, lo que implica el mantenimiento de las relaciones con el nuevo régimen instaurado o; No reconocer al Gobierno de facto. Ello supondría una ruptura en dichas relaciones. La práctica internacional se ha hecho eco de algunos asuntos en los que se ha pretendido sortear el principio de continuidad del Estado como consecuencia de cambios revolucionarios profundos, como ocurrió con la revolución socialista de octubre de 1917 en Rusia. Efectivamente el “nuevo Estado” soviético denunció “todas las obligaciones internacionales contraídas por el Estado zarista que eran contrarias a los intereses de la clase trabajadora”. Este mismo camino siguió a partir de 1948 la República Popular China, pero tanto en un caso como en otro el principio de continuidad en Estado acabó por prevalecer pese a ciertas incidencias. Los cambios sobrevenidos en el gobierno afectan a la condición internacional del Estado, ya que éste continúa siendo el mismo, independientemente de cuál sea el Gobierno en ejercicio en cada momento. En este contexto, los terceros Estados pueden pronunciarse libremente sobre: A pesar de que el reconocimiento de los Gobiernos es una decisión discrecional del Estado, en la práctica internacional, se han realizado diversos intentos de someter este proceso a criterios u orientaciones predeterminadas. Así, se han propuesto teorías basadas en criterios de legitimidad, como:
La teoría Tobar de 1913;
La teoría Wilson de 1931
Ambas preconizaron el «no reconocimiento» de gobiernos de facto que no
gocen del apoyo popular. A contrario sensu, surgieron otras teorías como la Teoría de «la efectividad que otorgó el reconocimiento a cualquier Gobierno de facto que garantice control efectivo sobre un territorio. Una doctrina original, que en ocasiones ha sido aplicada por España, es la denominada “doctrina Estrada”, formulada por el secretario de relaciones exteriores de México, Genaro Estrada. Esta doctrina considera que el reconocimiento de gobiernos es “una práctica insultante, ofensiva de la soberanía de otros Estados, que implica un juicio los asuntos internos de otro país”, por lo que, en lugar de realizar ninguna declaración de reconocimiento o de no reconocimiento se propugnaba “el mantenimiento o la retirada de los agentes diplomáticos, según se estime oportuno”. Si bien el procedimiento reviste cierta originalidad, lo cierto es que se trata de un reconocimiento o no de los gobiernos con carácter implícito, que se articula mediante el mantenimiento o la retirada de los representantes diplomáticos. El reconocimiento de los Estados y consecuentemente de los gobiernos son dos temas básicos en el estudio del Derecho Internacional Público y ambos de importancia porque forman parte de la historia de nuestro continente. El conocimiento de sus diferencias y similitudes permitirá entender mejor los acontecimientos del presente y así mirar el futuro de manera razonable conforme a los intereses del Estado. En una mirada a los procesos de emancipación e independencia de nuestros países hacia las colonias europeas, tenemos que el reconocimiento de los Estados y los gobiernos han sido una constante, de ahí el interés de poner énfasis en el concepto del reconocimiento, específicamente de los gobiernos, en el entendido que actualmente la aparición de un nuevo Estado en nuestra región no es evidente. Debido a la situación que atraviesa nuestra región, el reconocimiento de los gobiernos se ha convertido en un tema vigente, de ahí la utilidad de hacer un recuento de las diferentes formas, ubicándolas en su contexto, de tal manera que podamos apreciar su desarrollo. El objetivo es tener los elementos necesarios para entender el significado actual del reconocimiento de los gobiernos conforme al Derecho Internacional Público y así sacar conclusiones de los alcances y sus efectos. En una primera parte, se identificará el reconocimiento de los Estados y los gobiernos, su desarrollo, las distintas conductas y posturas de los Estados, tanto de los europeos como de los latinoamericanos, así como las distintas doctrinas que se han elaborado. Así mismo el reconocimiento de los gobiernos en la actualidad, los argumentos que lo fundamentan, entre ellos la consolidación de la democracia; así como, el encuentro de dos visiones, es decir la eficacia versus la legalidad, sin dejar de tratar los riesgos que esto significa, considerando la experiencia peruana.