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Fandoms:
House of the Dragon (TV), A Song of Ice and Fire -
George R. R. Martin, Game of Thrones (TV)

Relationships:
Rhaena Targaryen (Daughter of Daemon) & Lucerys
Velaryon (Son of Rhaenyra), Aemond "One-Eye"
Targaryen/Lucerys Velaryon (Son of Rhaenyra),
Rhaenyra Targaryen/Laenor Velaryon, Aegon II
Targaryen/Rhaenyra Targaryen, Corlys "The Sea Snake"
Velaryon/Rhaenys Targaryen Velaryon, Alicent
Hightower/Viserys I Targaryen, Baela
Targaryen/Jacaerys Velaryon, Daemon
Targaryen/Rhaenyra Targaryen, Harwin
Strong/Rhaenyra Targaryen/Laenor Velaryon, Baela
Targaryen/Helaena Targaryen/Jacaerys Velaryon, Laenor
Velaryon & Lucerys Velaryon (Son of Rhaenyra), Laenor
- Relationship

Characters:
Lucerys Velaryon (Son of Rhaenyra), Aemond "One-Eye"
Targaryen, Rhaena Targaryen (Daughter of Daemon),
Rhaenyra Targaryen, Jacaerys Velaryon, Daemon
Targaryen, Aegon II Targaryen, Daeron I Targaryen,
Helaena Targaryen, Laenor Velaryon, Laena Velaryon
(Daughter of Corlys), Rhaenys Targaryen Velaryon,
Corlys "The Sea Snake" Velaryon, Viserys I Targaryen,
Baela Targaryen, Harwin Strong
Additional Tags:
Targcest | Targaryen Incest (A Song of Ice and Fire),
LGBTQ Themes, Canonical Character Death

Language:
Español
Stats:
Published: 2022-12-28 Updated: 2023-07-13
Words: 28,270 Chapters: 5/? Comments: 14
Kudos: 49 Bookmarks: 6 Hits: 2,200

Lucerys Velaryon, lord


of Driftmark
Montswitch12
Summary:
𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓲𝓹𝓮 𝓛𝓾𝓬𝓮𝓻𝔂𝓼 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓻𝔂𝓸𝓷 𝓹𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻𝓸
𝓮𝓷 𝓼𝓾 𝓷𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮, 𝓼𝓮𝓰𝓾𝓷𝓭𝓸 𝓱𝓲𝓳𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓪
𝓹𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓪 𝓱𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓪 𝓡𝓱𝓪𝓮𝓷𝔂𝓻𝓪
𝓣𝓪𝓻𝓰𝓪𝓻𝔂𝓮𝓷 𝔂 𝓼𝓾 𝓬𝓸𝓷𝓼𝓸𝓻𝓽𝓮 𝓛𝓪𝓮𝓷𝓸𝓻
𝓿𝓮𝓵𝓪𝓻𝔂𝓸𝓷, 𝓱𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓭𝓲𝓻𝓯𝓽𝓶𝓪𝓻𝓴.
𝓙𝓲𝓷𝓮𝓽𝓮 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓽𝓮𝓶𝓹𝓮𝓼𝓽𝓪𝓭 𝓐𝓵𝓫𝓲𝓷𝓪.
𝓜𝓾𝓵𝓽𝓲𝓹𝓵𝓮𝓼 𝓪𝓹𝓸𝓭𝓸𝓼 𝓻𝓮𝓬𝓪𝓮𝓷 𝓮𝓷 𝓼𝓾𝓼
𝓱𝓸𝓶𝓫𝓻𝓸𝓼: 𝓮𝓵 𝓫𝓪𝓼𝓽𝓪𝓻𝓭𝓸 𝓭𝓮
𝓭𝓲𝓻𝓯𝓽𝓶𝓪𝓻𝓴, 𝓛𝓾𝓬𝓮𝓻𝔂𝓼 𝓮𝓵 𝓿𝓪𝓵𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮, 𝓮𝓵
𝓳𝓸𝓿𝓮𝓷 𝓱𝓲𝓹𝓸𝓬𝓪𝓶𝓹𝓸, 𝓮𝓵 𝓮𝓵𝓮𝓰𝓲𝓭𝓸 𝓭𝓮
𝓽𝓻𝓲𝓽𝓸𝓷, 𝓡𝓸𝓰𝓪𝓷 𝓭𝓮 𝓵𝓪𝓼 𝓶𝓪𝓻𝓮𝓪𝓼.

AU Lucerys Velaryon es hijo legítimo de


Laenor Velaryon, dónde sobrevivio a los
acontecimientos de bastión de
tormentas, para participar en la danza
de dragones, guerra ganada por la
facción de los negros.
Terminada la danza Lucerys reclama su
derecho de nacimiento mostrando a
todos los no creyentes como la criatura
protectora de los Velaryon se aparece
frente a el.
Toma como esposa a su hermosa
Rhaena targaryen jinete de la furia del
alba y ambos se vuelven señores de
marcaderiva, cuentan en susurros que
también reclamo al dragón de un ojo
como suyo

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Chapter 1: Preludio o presentación

Hola, buenas tardes vengo con un nuevo proyecto pero


esta vez de La casa del dragón, serie de HBO, basada en
el mundo literario de fuego y sangre del escritor George
R.R. Martin., Me abstengo de los derechos de esta obra
pues son del autor ya mencionado, yo solo lo ocupo para
mostrar mi historia de como hubiera sido las cosas
personajes son de nuestro señor R.R. Martin

Luke merece más y yo se lo voy a dar. En mi corazón es


hijo biológico de Laenor Velaryon

AU donde Luke sobrevivió a bastión de tormentas y


regreso a rocadragon, La danza de dragones paso pero
fue breve y no tan sanguinaria como la verdadera, la
facción ganadora fue la de los negros pero ningún verde
(que no se lo mereciera) murió.

Luke reclama su derecho de nacimiento como señor de


marcaderiva y su abuelo no puede estar más contento
pues el sabe que Luke si es un velaryon digno de sangre
y nombre.

Corlys lo tomo bajo su manto despues del incidente del


ojo y vaghar. Lo primero que corlys le enseño es a
entender al mar y como este cambia de acuerdo al clima
cosa que uso a su favor para burlar a aemond y vaghar.
Creció para ser señor de marcaderiva y se hizo con
Rhaena targaryen aunque cuentan los rumores también
desposo a su tío para infarto de su abuelo y padrastro
Corlys sabe que Lucerys es un Velaryon pues al ser una
casa de la antigua valyria ellos tienen magia como los
targaryen , así como los targaryen son dragones, los
Velaryon están conectados con los hipocampos, se dice
que así como los dragones solo se muestran a los
targaryen, los hipocampos responden al llamado de los
Velaryon.
Para esto me baso en la leyenda del origen del trono de
dirftmark que se cuenta fue entregado por el mismo rey
tritón.

Parejas principales:

•Rhaena x Lucerys x Aemond


•Baela x Jacaerys x Helaena
• Aegon II x Rhaenyra x Daemon
•Corlys x Rhaenys
• Alicent x Rhaenyra (mención en recuerdos y una que
otra insinuación)

Puntos a aclarar:
•Aplicando la genetica (yo tenía una yegua que XD) lo
acomodo así
×Jace es hijo de Harwin pero su apariencia es por
herencia Arryn tiene los ojos targaryen pero físicamente
se parece a su bisabuelo materno Rodrik Arryn.
×luke es hijo de Laenor heredando los ojos "Arryn" y la
apariencia de los baratheon específicamente de Rogar
baratheon
× Joffrey es hijo de Harwin y salió completamente a la
estirpe strong
• Harwin y Laenor amaron a los tres hijos por igual, les
recuerdo señoritas que a pesar de todo Laenor y
Rhaenyra si hicieron todo para concebir, ellos se querían
y amaban cómo compañeros y amigos fueron leales a el
uno con el otro apoyandose químicamente.
•Rhaenys con el tiempo noto el parecido de lucerys con
su abuelo materno Rogar Baratheon al igual que los
baratheon
•Rhaena y Lucerys se aman mucho, Rhaena no ama a
aemond pero lo trata bien porque sabe que Luke lo ama
y viceversa.

Explicacion de dibujos hechos por mi

Lucerys Velaryon

Lucerys Velaryon, Señor de marcaderiva, señor de las


mareas
Edad: 26 años
Encantadores ojos azules "Arryn" cambiantes , fuerte
como los baratheon, al llegar a su 20 primaveras Luke ya
era todo un hombre para asombro de todos y disgusto de
aquellos que amaban rebajar al joven principe de
bastardo Luke mostró ser idénticos a su tatarabuelo
Rogar Baratheon padre de Jocelyn Baratheon madre de
Rhaenys Targaryen "la reina que debe ser" Ganandose
el apodo de "Rogar de las mareas" o "Rogar el renacido"
Heredo la espada de acero valyrio de los velaryon.
Jinete de la tempestad blanca (Seasmoke)
A las 18 primaveras el muchacho había cruzado con su
abuelo todo el continente de essos y más alla, se dice
que el solo se aventuro a explorar Asshai dónde encontró
y subió al legendario barco "Busca el Sol" que había Sido
avistado antes por su abuelo la serpiente marina,
trayendo como prueba de su hazaña la daga
perteneciente a la Capitana Elissa Farman.
Tomo como esposa a Rhaena targaryen y ambos
gobiernan con sabiduría, se dice que desde su tarde de
bodas los señores de marcaderiva vuelan por todo el mar
cercano montados en sus dragones acompañados por un
tercer dragón particular.
Se dice que también reclama al dragón de ojo de safiro
como suyo.

De ante mano quiero aclarar que los bosquejos los


hice antes de comenzar a estructurar bien la
historia, Luke tiene cabello negro como Rhaenys
solo que aquí use tonalidades café nada más por
dibujar, en próximos capítulos verán a Luke con el
cabello negro

Lucery
s
ISO

Velaryon
MIN

hordof
Driftmark

Rhaena Targaryen

Rhaena Targaryen Velaryon, señora de Driftmark


Edad: 28 años
Toda una belleza, parecida a su difunta madre Laena
Velaryon, piel morena brillante, cabellera blanca y ojos
valyrios tan morados que se dice reflejan el brillo de los
ojos "Arryn" de su marido, pero cuentan entre susurros
que la personalidad fue influenciada por su querida
madrastra Rhaenyra Targaryen. Jinete de la dragona
Morning nacida del huevo de Syrax cómo regalo de su
segunda madre, una hembra dragón rosa pastel con
detalles en negro y vino en sus escamas, cuernos y
dientes, tan leal y protectora con su jinete que se ganó el
apodo de la furia del alba.
Rhaena es apodada como la perla de Marcaderiva aunque
otros la llaman la ninfa de los mares. Una señorita
inteligente y reservada que a la par de su adorado
esposo duplicaron la riqueza de la casa velaryon. Primera
comandante junto a su marido cuando los peldaños de
piedra volvieron a ser atacados por la triarquia, se dice
que fueron sus estrategias las que lograron obtener la
victoria final sobre aquel territorio.
El amor entre ella y su marido es puro y envidiado,
varias mujeres han intentado seducir a su pero ninguno
lo ha logrado, se dice que llegó a hacer un trato con el
dragón de un solo ojo para amar ambos a su marido.

Luke
V

Kiasenavelaryon-targary
en
hadyof
driftmark

Mo N
T'S

Morning

Morning

Luke y rhaena profesan su amor en alto valyrio

ANI
aela
r r
Jo ha R

Aemond Targaryen

Aemond "un ojo" Targaryen, príncipe de poniente y


consorte de driftmark
Edad: 30 años
a la edad de 20 años el principe de un ojo cumplió la
deuda de sangre si bien no fue un ojo por un ojo, fue un
ojo por un dragón como el había exclamado de joven; al
asesinar al dragón arrax provocando la caída de su
sobrino trayendo consigo el apodo maldito de
matasangre. Los sirvientes de la fortaleza roja afirman
que en ese periodo el joven principe había Sido acosado
en sueños por su pecado al punto de casi caer en la
psicosis, cada noche su hermana Helaena y la reina
viuda corrían a sus aposentos por los gritos a altas horas
de la noche. Todo esto cesó cuando el principe Lucerys
que se creía que había partido con el extraño surgido de
las mareas montando al protector de la casa velaryon.
Varios afirman que los ojos de aemond brillaron con
alegría cuando se enteró del resurgir del heredero de
Driftmark
Tras los acontecimientos de la danza de los dragones la
reina negra, Rhaenyra perdono a sus cuatro hermanos y
los acogió en su consejo tomando a Aegon II como su
segundo esposo por amor, perdonando a la reina viuda,
pues sabía que habían sido manipulados por la ambición
verde de Otto Hightower, teniendo la opción de servir a
la corona su hermana no lo obligó a convertirse en vestir
de negro, se volvió su protector y consejero de Edictos,
hasta que participo en la nueva batalla de los peldaños
de piedra al lado de su sobrino y sobrina, asesinando al
señor de las anguilas con su propia espada, después de
eso se dice que Lord Lucerys pidió que se quedará en
driftmark para ser su, aunque los rumores afirman que
así como su madre,el tomo a su tío como segundo
consorte para disgusto del principe canalla y la serpiente
marina que querrían alimentar a las criaturas marinas
con su carne.

Prim
e
Remond
Largargen
34)

zo?
to

Chapter 2: Aquella que te acompaña


Summary:
Soy aquella que narra la historia, no
hay versiones de septos ni de cierto
bufón pequeño.
La historia desde la perspectiva de la
protectora de los Velaryon
Aclaraciones:
Estrella de 7 puntas=fe De los 7
La que traza el camino=el destino
"El final"= la muerte o el extraño

Estuvimos antes que crearán la estrella de las siete


puntas.
Antes de los primeros hombres estuvimos nosotros,
mientras formábamos las cosas permanecimos, cuando
los creamos seguimos a su lado, cuando una facción de
ellos prosperaba los acompañamos a la grandeza,
cuando alguna facción de ellos caían los acompañábamos
al más allá, cuando buscaron como llamarnos nos
convertimos en cosas, nos dieron nombres para sentir
que nos conocían a pesar de que usaron uno primigenio,
nunca hubo diferentes siempre fuimos los mismos solo
que ellos no lo saben, cuando nuestros primeros
hombres decidieron separarse algunos partieron a lo que
los humanos conocen como Westeros, algunos de mis
iguales partieron con ellos intrigados por conocer qué
futuro les ofrecería mi hermana "la que traza el camino",
estuve ahí junto a mis iguales cuando la humanidad

𝓥𝓪𝓵𝔂𝓻𝓲𝓪
adquirió su primera grandeza a la cual llamaron:

Fue interesante ver cómo nos veneraban a todos, incluso


mi hermano "el final" era bien venerado, el cómo se
enlazaban con nuestras mejores creaciones, como
estudiaban la magia que siempre ha existido, algunos de
mis iguales afirmaban que llegarían a la grandeza, me
fue interesante observar cómo se agrupaban en
comunidades, a las cuales llamaron casas, mis hermanos
y yo fuimos repartidos para ser venerados, cada uno de
nosotros creamos cosas para el mundo , ¿Qué fue lo que
cree? Cree una fuerza que les recordara que no pueden
conquistar todo, cree aquello que sería fundamental para
vivir, cree algo que siempre alimentará su hambre por
conocimiento, cree criaturas de distintas formas y
propósitos que vivieran en el para darle vida,
"velaryón"
tomaron como protectores a mis preciosos hipocampos
con quiénes se enlazaron por medio de la magia de
sangre, fue entonces que les di un propósito cada
hipocampo respondió a un velaryon cuando lo utilizaron
desde entonces ellos fueron el escudo de la casa,
acompañe a cada líder de la casa Velaryon, me presenté
frente a algunos, los cuales se jactaron de saber mi
apariencia real, pero mi forma varía de acuerdo a quien
me ve me fue divertido ver como discutían si era tan
grande como una montaña con cabellos blancos, otros
decían que mi cabello era las mismas aguas también
algunos decían que tenía cabello negro tan oscuro como
el mar en la noche y la profundidad. A diferencia de las
otras casas de valyria, los Velaryon no querían controlar
mis creaciones querían ser unos con ella y entenderla, mi
hijo se presentó ante su primer líder entregándole un
regalo; un trono hecho con la madera del primer árbol
que se creó para recordar que tan viejo es el mundo, el
trono significó que tan verdadera era mi protección por
ellos y cuando el primer velaryon se sentó fue llamado
valiente por otras casas pensando que su acto era más
por vanidad que por confiar en mi protección.
Así cada adjetivo significaba algo
El viejo hacía referencia a la sabiduría, a no olvidar lo
que el tiempo formó, el verdadero aquel que conoce
quien es y como llego ahí, y finalmente el valiente aquel
que confía en entrar a lo desconocido.
Así fue como su lema surgió:

"𝓔𝓵 𝓿𝓲𝓮𝓳𝓸, 𝓮𝓵 𝓿𝓮𝓻𝓭𝓪𝓭𝓮𝓻𝓸, 𝓮𝓵 𝓿𝓪𝓵𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮"

El deseo de mis protegidos por explorar y ser uno con el


mar los hizo ser los primeros en alejarse de valyria para
poblar otras zonas, si bien eran orgullosos jamás se
sintieron por encima de mí, siempre fui bien venerada,
nunca me faltaron las ofrendas. Cosa que mis hermanos
comenzaron a envidiar pues Valyria tenía un único
defecto, la arrogancia, cuando ellos comenzaron a creer
que estaban por encima de mis iguales estos no dudaron
los castigarlos; así fue como valyria cayó en fuego, lava
y destrucción. Valyria se convertiría en un recuerdo de
que pasa cuando se nos ofende, incluso en el desastre yo
no quite mi protección,

Estuve ahí con mis protegidos cuando apoyen a la


conquista de poniente a manos de los Targaryen, estuve
ahí en cada acción, estuve en cada nacimiento de un
Velaryon, acompañe a cada líder de ellos, estuve y
estaré en cada muerte de un Velaryon una vez son
devueltos al mar pues es mi deber entregarlos a mi
hermano "el final" ahora llamado el extraño, estuve ahí
cuando naciste Lucerys Velaryon cuando muchos te
negaron y pocos te aceptaron yo les di señales sobre tu
derecho de nacimiento y para mí amargura ignoraron las
señales, solo tus abuelos, tía, madre y padre fueron los
únicos en notar mis señales enviadas: una tormenta
gigantesca durante el parto de tu madre y un mar tan
calmado, tan brillante en el amanecer cuando por fin
estuviste en los brazos de tu padre
Te llamaron ilegítimo, te llamaron una farsa, te llamaron
bastardo.
Y por primera vez en mi inmortal y etérea existencia
comprendí la ira de mis iguales sobre la insolencia de
algunos humanos al negar mis creaciones.
Decidí quedarme contigo, protegerte como siempre lo
hice con los Velaryon, soy aquella que narra tu historia,
aquella que te cuida y aquella que te acompaña pequeño
príncipe.

Chapter 3: 𝕰𝖑 𝖒𝖆𝖗 𝖉𝖎𝖔 𝖑𝖆 𝖘𝖆𝖓𝖌𝖗𝖊 𝖞


𝖊𝖑 𝖋𝖚𝖊𝖌𝖔 𝖋𝖔𝖗𝖏𝖔 𝖊𝖑 𝕬𝖑𝖒𝖆
Summary:
Oh Lucerys mi adorado príncipe
hipocampo, para que se entienda quien
eres y tu historia primero debo contar la
historia que llevo a tu nacimiento, es
importante saber de donde venimos
para entender donde estamos y la
grandeza en la que estaremos, como es
que surgiste del fuego y del océano..

Notes:
Para comprende a lucerys quise hablar
primero sobre Rhaenyra y Laenor
Disfruten que son 11455 palabras :)
aproximadamente
Para ver el capítulo ilustrado, pueden
pasar a wattpad uwu

Anexo 15 de marzo de 2023:


Corrgi el capítulo en algunas cuestiones
en relacion al libro, así como errores
ortográficos y de narración

Cuando ponga letra cursiva son frases


dichas en el libro fuego y sangre

Creditos:
Dibujo de dragones hechos por Carlos
Herrera 2017
Dibujo de deidades: @nanfe1789
(Twitter)

Oh Lucerys mi adorado príncipe hipocampo, para que se


entienda quien eres y tu historia primero debo contar la
historia que llevo a tu nacimiento, es importante saber
de donde venimos para entender donde estamos y la
grandeza en la que estaremos, como es que surgiste del
fuego y del océano...

Antes de nosotros los eternos, surgieron los que


permanecerán la luna y el sol, tan distintos, pero a la vez
parecidos, nadie sabe quién fue primero ni siquiera ellos,
pero si se sabe que cayeron enamorados el uno del otro,
la única vez que pudieron estar juntos se creó el infinito,
las estrellas, el cielo y "el inicio" que eones después se
conocería como mundo. Nadie sabe si fue por penitencia
pero fue inevitablemente su separación condenados a
estar demasiado cerca el uno del otro pero jamás
volverse a tocar, fue cuando surgimos nosotros los
inmortales, los que prevalecen, algunos vinimos de la
señora luna, otros vinieron del caballero sol, cada lado
tenía características de nuestros creadores, nuestro
propósito fue terminar lo que ellos no pudieron hacer,
darle un propósito al inicio, me atrevo a creer que tenían
la esperanza de encontrarse a través de nosotros, para
crear todo primero creamos los elementos primarios que
dieran vida a las demás creaciones,tarea Dada los dos
hijos mayores de la luna; mi hermano la oscuridad que
representaba el lado oscuro de nuestra madre, el lado
que todo ser vivo oculta a los demás, miedos, ambición
así como deseo y yo la noche iluminada represente el
lado que brindaba consuelo. Por el lado del caballero sol
sus hijos, la hija mayor que representaba los límites y la
fuerza que el sol da, así como su hermano que
representaba la energía y la destrucción si no se
respetaba lo que el sol ofrecía.
El fuego fue creado por el, un etéreo tan opuesto a mí
que me cautivo, al mismo tiempo que yo cree el agua, su
hermana creo la tierra y mi hermano el viento los
elementos primigenios, una vez creados el resto de
nuestros iguales comenzaron sus misiones fusionando los
elementos entre sí para crear cosas para el mundo,
nosotros seguimos creando después de los elementos,
cree el mar a la par que el creo los volcanes, cuando yo
cree a los hipocampos el creo a los dragones, ambos nos
fascinamos con lo que el otro creaba, recuerdo cómo se
acercó a mis primeros hipocampos, lo hizo tan
mesuradamente temía que si los tocaba los destruiría,
pero no ocurrió en cambio mis creaciones adquirieron
colores tan bellos que ambos los amamos, así que yo
hice lo mismo con los dragones los cuales también
comenzaron a adquirir colores fríos característicos del
océano. Era nuestra manera de coquetear, la primera
vez que fuimos uno solo surgieron las nubes que
decoraron al cielo.
No era un secreto entre nuestros iguales nuestra
atracción pues no éramos los únicos, de mi hermano y su
hermana surgió la arena que marcaba el inicio del
océano.

Pero jamás nos quedamos mucho tiempo juntos todos


los eternos temíamos cumplir el mismo triste destino que
nuestros creadores. Los valyrios se referían a él como
Balerion, a pesar de haber tenido otros nombres este fue
el que más me gustó así que decidí usarlo con él. Nos
anhelamos a distancia, aprovechando los momentos de
cercanía fruto de nuestro amor nació tritón mi único hijo,
con su nacimiento surgieron volcanes en el fondo del
mar, haciendo ciertas zonas más cálidas.

Muchas veces nos encontramos gracias a la hermana el


destino, cuando alguno de mis protegidos juntaba
caminos con alguien de otra casa de la antigua valyria,
los Targaryen protegidos por Balerion y 3 de sus
hermanas. Como mencioné antes, la antigua valyria era
orgullosa y arrogante, a pesar de que esto causo su
maldición, se aferraban a preservar la magia en su
sangre, era su herencia la cual atesoraban y añoraban,
estuve presente en varios matrimonios que involucraba a
los Velaryon con los Targaryen, los humanos son tan
impredecibles, con mi hermana siempre era un misterio
cuál sería el desarrollo, cuando llegaba el final ella
pasaba la batuta a mi hermano "el extraño", a veces
había alegría, delicia, prosperidad, otras veces había
delirio, tristeza, odio y obsesión pero algo que nunca
cambiaba era la muerte. Cuando la muerte llegaba era el
momento donde nos separábamos para volver a amarnos
a la distancia. Tengo recuerdos de cada matrimonio
Velaryon- Targaryen pero siempre recordaré al más
dulce cuando el fuego y el océano estuvieron juntos por
un largo tiempo, el matrimonio de mi dulce Alyssa que
contrajo nupcias con el primogénito del conquistador
Targaryen: Aenys Targaryen, el joven tenía una llama
brillante pero tranquila, contrastando con mi dulce Alyssa
quien todos decían era encantadora, inteligente y
valiente, su propio padre Aethan la comparaba con las
olas; pero a pesar de sus diferencias fue un buen
matrimonio genuinamente fueron felices, de la fusión del
agua y el fuego nacieron 5 dragones marinos todos
tenían el fuego en ellos siempre espere ver si habría una
fusión perfecta de ambos elementos sin embargo
siempre resaltaba el fuego de distintas maneras pero
siempre había fuego de todos los hijos de ese
matrimonio ninguno tenía la potencia del mar pero si la
de un dragón, algunos dragones cayeron demasiado
pronto sofocados en violencia, pereciendo en "fuego y
sangre" tal cual dictaba el lema de los Targaryen.
Cuando Aenys murió volvimos a tomar distancia pero me
quedé al lado de su primera hija Rhaena Targaryen tenía
sangre de hipocampo corriendo por sus venas al igual
que Jahaerys y Alyssane, a pesar de tener sangre
Velaryon la joven era fuego en su totalidad en sus ojos
veía las llamas de Balerion en un inicio su fuego era
tímido pero al volar por primera vez en su dragona azul
todo cambio, pero este fuego se fue apagando hasta
pasar a ser agua gélida como mis océanos en el norte
por su cruel vida, una que no merecía.

Pasaron las décadas hasta el matrimonio de uno de mis


hijos pródigos, que Balerion y yo nos volvimos a
encontrar.

Corlys Velaryon desposo a Rhaenys Targaryen, "la


serpiente marina" y "la reina que debió ser", la princesa
Targaryen tiene cierta fuerza de tempestad que me gusta
esto gracias a su madre que era una Baratheon, si bien
no soy protectora de su casa, mi hermano la tempestad
lo es, creo los rayos, los truenos, transformo las nubes
para crear la lluvia y juntos creamos las tormentas y los
huracanes. Algo que se volvió un sello de dicha casa.
Pese a eso la princesa Rhaenys era un fuego enorme y
brillante como las llamas de un dragón y su sangre
Baratheon potenciaba esa fuerza, pero mostraba
serenidad como el mar en las costas, serenidad que
ocultaba su poder destructivo como las mareas antes de
que iniciara un huracán, esto gracias a la herencia
Velaryon que corría en su sangre, Jocelyn Baratheon fue
lo último que dejó mi bella Alyssa antes de ser abierta
como un pescado por orden de Rogar Baratheon, Rhaena
nunca lo perdono ni a ella misma por alejarse de su
madre, sufrí al recibirla pero era mi deber entregarla al
extraño.

Estuve con Balerion en su ceremonia nupcial la princesa


de cabellos tan negros como el vidriagon llegó montada
en Meleys, la reina roja como toda una Targaryen su
futuro esposo la miraba con orgullo. Cuando la capa de la
casa Velaryon fue colocada en sus hombros Rhaenys se
volvio parte de mi casa, se volvió tan mía como era de
Balerion,

"𝔗𝔞𝔫 𝔰𝔬𝔩𝔬 𝔱𝔲 𝔭𝔬𝔡𝔯í𝔞𝔰 𝔥𝔞𝔟𝔢𝔯𝔪𝔢 𝔞𝔯𝔯𝔞𝔫𝔠𝔞𝔡𝔬 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔪𝔞𝔯, 𝔥𝔢 𝔳𝔲𝔢𝔩𝔱𝔬 𝔡𝔢


𝔩𝔬𝔰 𝔠𝔬𝔫𝔣𝔦𝔫𝔢𝔰 𝔡𝔢𝔩𝔞 𝔱𝔦𝔢𝔯𝔯𝔞 𝔭𝔬𝔯 𝔱𝔦"

Exclamó la serpiente marina, la princesa dragón sonrió a


su esposo ahora y respondió:

"𝔓𝔬𝔡𝔢𝔪𝔬𝔰 𝔳𝔬𝔩𝔳𝔢𝔯 𝔧𝔲𝔫𝔱𝔬𝔰 𝔞 𝔩𝔬𝔰 𝔠𝔬𝔫𝔣𝔦𝔫𝔢𝔰 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔱𝔦𝔢𝔯𝔯𝔞, 𝔭𝔢𝔯𝔬 𝔶𝔬


𝔩𝔩𝔢𝔤𝔞𝔯𝔢 𝔞𝔫𝔱𝔢𝔰, 𝔶𝔞 𝔮𝔲𝔢 𝔦𝔯𝔢 𝔳𝔬𝔩𝔞𝔫𝔡𝔬"

En su noche de bodas antes de la hora de la ceremonia


de ropa de cama, vinieron a mi en las costas de
Driftmark donde la princesa dragón me entrego su
primera ofrenda, las escamas de su dragona meleys y
rubies esperando mi aceptación como miembro de la
casa Velaryon, mientras Corlys mi hijo prodigo ofreció
vino, flores blancas y perlas pidiendo mi bendición para
la concepción de sus futuros herederos. Sentí como las
escamas y las perlas se hundían en lo mas profundo de
mis océanos fue entonces cuando invoque a un
hipocampo como señal de que estaba escuchándolos, el
hipocampo se mostro ante ambos, Corlys fue el primero
en acercarse reconociendo a la criatura de colores
azules, después de todo era su hipocampo aquel que
había respondido a su llamado en su cuarto aniversario
de nacimiento en el templo de las mareas un templo que
los Velaryon construyeron en mi honor, por otro lado la
princesa Targaryen estaba sorprendida por la presencia
de aquel animal, la presencia de los Hipocampos era un
secreto que los Velaryon pasaban de generación en
generación pues era su herencia, la princesa acerco su
mano con mesura temiendo el rechazo aun cuando
Corlys estaba a su lado mostrándole confianza, el caballo
marino fue el que tomo la iniciativa acercando su cabeza
a la mano de la princesa Targaryen, Corlys sonrió
aliviado:

-Es una señal mi amor, la dama de los mares, la señora


de la casa Velaryon te ha aceptado como miembro de
nuestra casa, ahora tienes su protección-

Después de la ofrenda, ambos regresaron al castillo de


Marcaderiva, debían cumplir sus deberes maritales, la
llama de las antorchas y la chimenea de la habitación
creció con intensidad fue cuando la presencia de Balerion
se notó,

-Tal vez deberíamos darles algo de privacidad ¿No lo


crees amada mía? - comento el fuego encarnado
besando mi mano

Cuando nacieron dos nuevos miembros de los Velaryon


mi presencia no falto, primero llego una niña fuerte y
hermosa, tenia todo el sello de la casa Velaryon: piel
morena, cabello rizado y blanco, como era costumbre
ofrecí una señal, el mar mostro la espuma marina más
blanca que había creado en siglos así como las gaviotas
emitieron un canto en su honor, Balerion hizo que
Vhagar emitiera un rugido tan potente que dicen se
escuchó en los 7 reinos, Laena Velaryon así fue llamada,
la pequeña amaba el mar como solo una Velaryon podía
hacerlo, amaba en especial las perlas, pasaría días
enteros en las costas creando joyería con ellas, leyendo o
entregándome conchas al igual que flores como ofrenda
pero la verdad era que la pequeña perla era más fuego
que mar era la niña más enérgica que había visto en
varios en años, superando a Alyssa Targaryen era como
las brasas iniciales de una fogata una pequeña dragona
marina que esperaba el momento indicado para volar, el
cual llego cuando reclamo a la antigua dragona de la
conquista Vhagar años después, un año después del
nacimiento de Laena llego Laenor Velaryon el sin duda
era un hijo del mar, el día de su nacimiento, cree las olas
mas grandes y poderosas que muchos marinos incluso
Corlys habían observado que rompían majestuosamente
en las costas rocosas, cuando abrió sus ojos morados
eran tan oscuros como la profundidad de mis mares, este
niño tenia la mirada de un heredero Velaryon, su fuego
era cálido como las aguas de donde residían los volcanes
marinos, un año después Balerion hizo que el pequeño
huevo del bebe eclosionara mostrando un dragón
pequeño pero fuerte que tenia el color de la bruma
marina. La princesa Rhaenys y Lord Corlys lloraron de
alegría a sus ojos el pequeño Laenor era el equilibrio
perfecto del fuego y el mar, aunque yo sabia que el
pequeño era mas mar que fuego.

En la cuarta primavera de cada uno, como dictaba la


tradición de mi casa padre e hijos navegaron a mi templo
un islote al oeste de driftmark, ambos llamados fueron
mágicos, mientas la pequeña Laena estaba encantada
por las estatuas y el pozo de la edificación, Laenor
miraba hacia el fondo de este mirando con brillo de
curiosidad en sus ojos queriendo averiguar que había en
el fondo, cada llamado fue distinto mientras Laena
tocaba el agua sin cerrar sus ojos mirando emocionada el
brillo en el agua, Laenor cerro sus ojos queriendo
conectarse con el agua del pozo para que se escuchara
su llamado, cuando las crías de hipocampos surgieron del
pozo, Corlys sonrió con orgullo observando a cada uno
de sus hijos, Laena chillo emocionada acercándose a la
pequeña hembra hipocampo de colores azules, morados
y rosados la cual al parecer tenía la misma energía que
ella dió varias vueltas por el pozo a la par que se
acercaba a su compañera exigiendo caricias, por otro
lado en el llamado de Laenor surgió pequeño hipocampo
macho de colores grises, azules verdosos y destellos
plateados que se acerco mesuradamente al menor que lo
veía impactado, el niño extendió su mano al animal el
cual acerco su hocico buscando una caricia, Lord Corlys
hablo:

"Laena/Laenor sus hipocampos se han presentado, así


como te has vinculado con tu dragón como lo dicta la
tradición Targaryen, el hipocampo protector de nuestra
casa te acompañara hasta el día que el extraño te
reclame, tu protector vendrá a ti cuando mas lo
necesites debido a su vinculo, su sangre corre en la
nuestra gracias a la magia de la antigua Valyria, así
como los Targaryen son dragones hechos de fuego,
nosotros somos hipocampos parte del océano, este
secreto se ha pasado de generación en generación desde
el primero de nuestro apellido, aquel que fue bendecido
por triton y nuestra protectora la dama de los océanos,
algún día se lo transmitirás a tus herederos, Recuerda los
Velaryon somos orgullosos de ser parte del mar, venimos
de él, pasamos nuestras vidas en el y en la muerte
volvemos a el para que nuestra señora nos acompañe a
ver al extraño"

Acompañe a ambos mientras crecían, no fue una tarea


difícil, ambos hermanos se adoraban, cualquier lugar que
visitaban iban el uno al lado del otro, aunque tenían
compañía muchas de las veces, así como Laenor era mi
nuevo prodigio, un dragón marino en su esplendor,
Balerion tenía a la suya, la primogénita del Rey Viserys I
Targaryen y su esposa Aemma Arryn: Rhaenyra
Targaryen, ella era un dragón en toda la palabra, fue
jinete a la edad de 7 años toda una prodigio montando a
la dragona amarilla que eclosiono el mismo día que la
princesa nació Syrax llamada como la eterna que cuidaba
el fuego de dragón hermana menor de Balerion. Mis
pequeños hipocampos cruzaron su destino con la
dragona Targaryen desde temprana edad, Rhaenys
apreciaba mucho a su sobrina eso favoreció a que la niña
pasara mucho tiempo en marcaderiva, siempre estaban
los tres juntos, cuando los tres tuvieron a sus dragones
montaban juntos, en las justas observaban juntos, Corlys
los llevaba a navegar por las costas de Kingslanding,
incluso la princesa de sangre valyria disfrutaba mucho
las playas, pasaba horas junto a Laena leyendo o
trenzándose el cabello, escuchando atentamente a su
prima sobre las historias que su padre le había contado
del mar, aunque no lo dijera Rhaenyra agradecía ser
acogida por los Velaryon pues la soledad en la fortaleza
roja era constante, sus padres la amaban eso nadie lo
podía negar, pero así como los sueños del dragón eran
bendiciones había veces en las que se convertían en una
obsesión para el Targaryen que se presentaba, el rey
Viserys se había obsesionado con el sueño de su
primogénito en el trono de hierro a tal grado que la
Reina Aemma se la pasaba más encamada en sus
aposentos que pudiendo fungir sus otras funciones como
Reina consorte, cada embarazo hacia que no pudiera
convivir mucho con su adorada hija, quien se la pasaba
al cuidado de las septas o acompañada por Ser Harrold
Westerling que sin duda amaba a la pequeña de cabello
plateado como si fuera su hija, para desgracias del Rey
el extraño amaba su compañía cada perdida de un niño
sometía a todos en un luto constante, dichos lutos donde
su madre quedaba devastada y su padre se concentraba
en su maqueta de la antigua Valyria para lidiar con el
dolor, La pequeña dragona se mantenía con su madre en
cada perdida abrazándola en su cama mientras su madre
se aferraba a ella como si temiera que su pequeña
también se fuera con el extraño, los lutos hicieron que la
pequeña princesa comenzara a cuestionarse el porque su
padre no la veía como suficiente a la dulce edad de 6
años.

Recuerdo cuando la pequeña princesa me dio una


ofrenda la primera de varias, acompañada únicamente
por Laenor, mi pequeño la había acompañado en la
perdida de otro de sus hermanos en el parto, le había
contado de mi con la esperanza de animarla un poco,
incluso la motivo a venir por mi ayuda, ambos infantes
vinieron a las costas, la pequeña traía rubies, rosas
blancas, conchas que Laenor le había regalado y una
escama de su dragona, juntos habían creado una
pequeña barca para colocar todo y ponerlo en el mar,
recuerdo su pedido con nostalgia pues era un pedido
lleno de inocencia infantil:

"Dama de los océanos, se que no soy una Velaryon como


mi primo, pero él me ha contado que tu naturaleza es
gentil y ayudas a quien te ofrenda, ¿cree que podría
hacer que mi padre vea que puedo ser digna de ser su
hija?, quiero que mi madre deje de sufrir, ya no quiero
perder más hermanos"

Laenor estuvo con ella en toda su ofrenda, mientras


hacia su petición el sostuvo su pequeña mano y no la
soltó. Cuando la barcaza con la ofrenda desapareció de
su vista ambos regresaron el hogar del menor aun
tomados de la mano, la manera en que ellos se
complementaban era encantadora fue como volver a ver
a Alyssa Velaryon y Aenys Targeryen en ellos, él le daba
la calma que solo las aguas podían proporcionar y ella le
daba la fuerza para intentar algo solo como el fuego
hacía, su conexión era parecida pero no igual, puedo
asegurar que nacieron para ser compañeros pero no de
la manera que todos catalogaban como convencional de
un hombre y una mujer. Las almas gemelas no existen
solo de manera romántica. No pude negarme a la
petición de la niña, la bendije para que su deseo se
cumpliera, pero la manera no seria la que ella esperaba,
después de todo era mi hermana "el destino" la que
dictaba que sucedería, frente a cualquier contradicción
que ofreciera cualquiera en la corte el rey Viserys otorgo
el puesto de copera del rey a la princesa a sus ocho
años, puesto que solo se le otorgaba al heredero, desde
entonces la pequeña princesa y su padre eran rara vez
vistos el uno sin el otro. En la noche de su nombramiento
como copera la pequeña vino a las costas acompañada
por Ser Harrold a entregarme una perla como
agradecimiento por haberla escuchado.

Poco después se le otorgó una dama de compañía, una


niña dos años mayor que ella, hija de la mano del rey su
nombre Alicent Hightower, era una pequeña que
contrastaba con Rhaenyra callada, obediente en exceso,
devota a la fe de los 7 y tranquila, sentía algo de pena
por ella su madre murió cuando era muy pequeña por lo
que tuvo que mudarse a la fortaleza roja junto a su
hermano para estar con su padre, un hombre que incluso
a una etérea como yo le provocaba desagrado, había
malicia en sus acciones, ambición en sus consejos y
manipulación en sus opiniones, su pobre hija era una
herramienta mas en su tablero de juego, Balerion sabía
que la mano del rey no quería a Rhaenyra, a su pequeño
orgullo cosa que hacía que mi amado repudiara al
hombre verde. A pesar de esto ambas niñas se quisieron
desde el primer encuentro, a Laena mi dulce perla no le
agrado mucho la compañía de Alicent tal vez ella veía la
sombra de su padre verde en la niña de cabellos rojizos o
no quería compartir a su adorada prima con ella, pero la
toleraba porque veía a Rhaenyra feliz. Laenor pensaba
igual que su hermana más nunca lo comento y como
buen caballero trataba bien a la niña.

Mis pequeños Hipocampos crecieron a la par que la


princesa dragón y su dama de compañía, Laena se
convertía en una doncella astuta al igual que una gran
jinete de dragón despues de reclamar a sus 10 años a un
dragon, siempre se la veía montando a Vhagar junto su
hermano y prima en Seasmoke y Syrax respectivamente,
danzando los tres en el cielo ante la mirada alegre de
Rhaenys la Targaryen, la pelinegra los cuidaba a
distancia en el lomo de la reina roja, a veces la joven
Velaryon convencía a su padre para visitar a su
protectora en el templo para ver como crecía, al igual
que su hermano quien se había arriesgado a montar a su
hipocampo quien lo recibió con gusto siendo observado
con orgullo por la serpiente marina, Laenor como futuro
heredero y señor de Marcaderiva se la pasaba al lado de
su padre recuerdo su primer viaje en el barco de su
padre, Rhaenys me había ofrecido perlas y vino para
protegerlos, el joven amaba la brisa marina en su rostro,
amaba que su padre le enseñara sobre cartografía, como
comandar un barco, a comprender al mar en todas su
partes: en la calma, en la tempestad, en el ojo de un
huracán, a nunca faltar el respeto a las aguas pues nadie
tenia el poder de controlar el mar. Navegaron por Essos
y cuando regresaron lo hicieron con regalos para las
mujeres importantes de sus vidas, Corlys y Laenor me
ofrendaron esmeraldas obtenidas en Volantis
agradeciendo mi protección durante sus aventuras, Lord
Corlys trajo vestidos para su esposa, hija y sobrina de la
ciudad de Yi Ti, ciudad famosa por tener las telas mas
finas y sedosas de todo el mundo, las cuales ayudaron a
duplicar la fortuna de los Velaryon cuando la serpiente
marina comenzó a comercializarlas en Westeros años
atras, así como Laenor les trajo collares y anillos creados
por los mejores joyeros de Leng, a su madre le entrego
joyas que tenían granate tan rosa como las alas de
Meleys, a su adorada hermana joyería hecha con jade del
mismo tono de Vhagar y finalmente para Rhaenyra
anillos con varios Rubies finamente pulidos sabia que
eran sus favoritos así como un collar con amatistas que
combinaban perfectamente con sus llamativos vestidos
de colores morados.
El joven Velaryon mi orgullo, también amaba el arte de
la caballería, siempre practicando con su espada, así
como de su padre aprendió de estrategias y de su madre
en como ser un jinete de dragón, siempre volaba en
Seasmoke sobre las mareas, tocando con su mano el
mar donde a veces su hipocampo lo acompañaba, otras
veces volaba con su prima, cuando podia subía en lomos
de seasmoke a su escudero y primer amor Joffrey
Lonmouth, era un secreto a voces la preferencia de mi
niño por valientes escuderos de su edad a jóvenes
doncellas de alta cuna, debido a que aparte de su madre,
hermana, prima y su dama de compañía, Laenor casi no
convivía de manera cariñosa con féminas, cosa que a su
padre parecía disgustarle, al igual que a los adeptos a la
fe de los 7 que amaban señalar a la gente que
consideraban impuras diciendo que nos hacían enojar, la
gente de la estrella de siete puntas nunca fue de mi
agrado, hablando por nosotros, era otra de las cosas que
extrañaba de la antigua Valyria donde eras libre de amar
a quien quisieras. Me tranquilizaba saber que tenía apoyo
de su padre a regañadientes, así como de su madre,
hermana y en especial de la princesa Rhaenyra que a sus
13 años llego a convencer a su padre de despedir a una
criada de la fortaleza roja cuando escucho que había
llamado impío a su adorado primo en una de las visitas
de los Velaryon a kingslanding, pues fue la primera en
enterarse de su preferencia cuando lo encontró
besándose con el caballero de los besos en la costa de
Marcaderiva en una de sus visitas frecuentes.
ofreciéndole confiabilidad en sus palabras:

"No tienes que preocuparte Laenor, no hay nada de malo


en amar a Joffrey, la princesa Rhaena Targaryen amaba
a mujeres como la capitana Elissa Farman, guardare tu
secreto, así como tus guardas los míos "

La dragona y el dragón marino eran leales el uno con el


otro, siempre había sido así: el fuego de ella quemaría a
todo aquel que intentara dañarlo, así como el agua del
dragón marino le ofrecería calma y un lugar donde curar
sus heridas.

El tiempo pasaba como era el orden ancestral, mis


hipocampos, mi dulce Laena de 16 años era una doncella
florecida que prefería ser jinete de dragón a desposar a
un noble, Laenor tenía 15 años siendo un joven guerrero
hábil pero sereno, por otro lado la pequeña dragona de
Balerion Rhaenyra una doncella de 14 años astuta,
valiente y escurridiza se había vuelto la pesadilla de sus
septas más estrictas al escaparse para volar en Syrax
sobre todo Kingslanding o entrenar con la espada un
poco con Laenor siendo cuidada por Ser Harrold
Westerling a distancia quien fingía no ver las acciones de
la joven cuando la mano del rey acudía a él para saber
que había estado haciendo la princesa, muchos llamaban
a Rhaenyra mimada por el trato de su padre a ella, pero
era muy querida entre los sirvientes del castillo pues la
joven princesa los trataba con amabilidad y cariño salvo
a sus estrictas septas de las cuales adoraba esconderse
haciéndolas refunfuñar prefiriendo tomar sus estudios
bajo la sombra del arciano recostada en el regazo de su
dama de compañía, Alicent Hightower de 16 primaveras
quien le leía con calma mientras acariciaba el platinado
cabello de la princesa dragón, ambas jóvenes se
adoraban ofreciéndose confidencialidad así como
compañía, pero oculto para cualquier ojo menos para un
inmortal en sus corazones había una chispa de amor
sincero, una era más expresiva sin miedo a ocultarlo
pero la otra con miedo de su padre y las creencias que le
había inculcado solo lo mostraba con ella, yendo al septo
a orar por perdón al sentir que pecaba por el acto sincero
de amar, oh niña verde no nos tenías que pedir perdón.

Mis protegidos se volvieron a encontrar con la princesa


dragón cuando su padre había sido asediado por otro
sueño del dragón que mostraba el nacer de un varón
sano escuchando de fondo "pezuñas atronadoras,
escudos astillados y espadas resonantes" tomándolo
como otra señal organizo un torneo en honor al ultimo
embarazo de la Reina Aemma quien esperaba el ansiado
varón del rey Viserys I, todos los nobles fueron invitados,
a la par del evento la sangre de los injustos, pecadores y
criminales fue derramada a manos del dragón rojo, el
príncipe rebelde Daemon Targaryen, comandante de los
capas doradas. Los Velaryon fueron los primeros en
llegar un día antes del torneo, dragones e hipocampos se
recibieron con cariño, los tres jóvenes una vez juntos se
dispusieron a ensillar a sus dragones para bailar en el
cielo, siendo vistos con alegría por los mayores no sin
antes de que los jóvenes Velaryon visitaran a su tía
Aemma para conversar un rato, la serpiente marina
estuvo con el rey pacifico conversando sobre el futuro, la
reina que debió ser, se mantuvo al lado de la fragil
dragona del valle su adorada prima quien no se le
permitía salir de sus aposentos por su seguridad, la
presencia de Rhaenys trajo paz para Aemma Arryn,
quien aún recordaba su pedido a su marido quien
sostenía su mano con amor mientras ella se bañaba, ya
no quería sufrir más perdidas, quería estar mas tiempo
con su adorada niña dragón, sabia que era su deber con
el reino, sabía que su campo de batalla era el parto al
cual siempre entro con valor como le había dicho a su
Rhaenyra esa mañana antes de la llegada de sus primos,
pero incluso el guerrero mas fiero clamaba por paz
después de tantas batallas. La reina Aemma merecía
mas que solo estar encamada por la obsesión causada
por los sueños del dragón.

El torneo del heredero había comenzado a la par que la


reina Aemma había entrado en labor de parto, Rhaenyra
hizo acto de presencia acompañada por su dama de
compañía en el palco perteneciente a la familia real
sentándose al lado de sus adorados primos para observar
el evento los cuatro juntos acompañados de sus padres y
demás nobles. Balerion estaba ahí junto a la eterna
Syrax protectora de la princesa también el al lado de los
Targaryen y yo del lado de los Velaryon. Recuerdo cada
encuentro a la perfección, pero también recuerdo cuando
mi hermana "El destino" se materializo fue cuando el
resto de los eternos ahí presentes nos comenzamos a
alarmar, mi hermana se quedo parada en medio del
palco observando, trazando cosas en su libro infinito,
varios duelos comenzaron siendo el primero donde
apareció una figura que hizo que mi hermana despegara
la vista del libro hacia aquel caballero que entraba, si mi
hermana miraba demasiado tiempo a un mortal era
porque que su llegada significaba algo en la vida de
nuestros protegidos como lo había trazado seguramente
con anterioridad, su apellido fue proporcionado por la
dama de Rhaenyra, Cole quien había derribado a su
primer oponente ganándose un poco del interés de la
protegida de Balerion y Syrax, hubo disgustos como el
cinismo inconsciente de Lord Boremund cuando pidió el
favor de mi protegida Rhaenys con el horrible apodo que
el reino le había dado "La reina que nunca fue" quien a
pesar de la incomodidad le dio su favor a su tío, claro
que intervine solo un poco para su derrota a manos del
participante Cole, recibiendo la mirada molesta de mi
hermano la tempestad quien estaba al lado de los
Baratheon, las miradas divertidas de Balerion y Syrax así
como la mirada satisfecha de mi hermana el destino
quien obviamente sabia que iba a pasar, otro momento
incomodo fue cuando toco el turno del príncipe rebelde
de participar en el torneo quien escogió al hijo mayor de
lord Hightower para disgusto de este además de pedir el
favor de Alicent, la pobre muchacha sudaba inseguridad
cuando volteo a ver a su padre quien asintió disimulando
su disgusto, la joven de cabellos castaños rojizos entrego
la corona como muestra de su favor siendo observada
por la princesa Rhaenyra algo decepcionada porque su
adorado tío no pidió su favor, cosa que mi dulce
hipocampo noto sujetando su mano teniendo la atención
de la princesa Targaryen a la cual le dedico unas
palabras:

- Cuando participe en mi primer torneo te prometo que


pediré a tu favor dulce prima ganare para coronarte
como la dama del torneo y el tío Daemon se arrepentirá
por no haberlo hecho hoy, pero no le digas a Laena o me
tratara de traidor-

Dicho esto, la princesa Rhaenyra apretó su agarre y le


sonrió agradecida, para fijar su mirada otra vez en el
duelo del príncipe rebelde, además de la sonrisa de su
prima sus padres quienes habían escuchado lo que su
adorado hijo comento sonrieron con complicidad el uno
con el otro.

El torneo estaba desarrollándose como miles de torneos


anteriores, cuando un aire helado comparado a
Invernalia llego al palco real al mismo momento que un
Maestre llegaba para ponerse al lado de la mano y el rey,
ese frio lo conocía a la perfección al igual que mis iguales
que estaban ahí presentes, era una de las señales de
llegada de mi hermano "el extraño", algunas antorchas
se comenzaron a apagar una tras otra señal que
preocupo a Syrax junto con Balerion, fue entonces que la
figura de mi hermano el final emergió como humo
oscuro, y la mirada serena de la hermana destino lo
confirmo, alguien con sangre Targaryen estaba apunto
de morir, la hermana destino arranco una hoja de su
libro camino hacia "el final" y se la entrego, este solo
asintió y camino al lado del Rey Viserys quien salió con
velocidad del torneo ante las miradas atónitas de todos
ahí, ver los ojos de la princesa me dolió, ella lo presentía,
Syrax se quedo con ella pero Balerion acompaño al
extraño para encontrarse con Meraxes otra de sus
hermanas quien cuidaba a las mujeres de la casa
Targaryen, Meraxes siempre cuido de Aemma como la
patrona de los nacimientos volviéndose su señora en la
antigua Valyria era la representación del fuego inicial de
las fogatas. Me quede junto a los Velaryon, sentía la
inquietud de Rhaenys ella también lo sentía, Aemma se
preparaba para ser reclamada por el extraño.

El último enfrentamiento fue un paralelo de la última


batalla de Aemma Arryn en el lecho de parto, Daemon
Targaryen era la vida de la reina y Criston Cole era la
representación de mis hermanos la muerte y el destino,
fue larga así como dolorosa, la reina se aferraba a la vida
como el príncipe a la victoria, después de la brutal
batalla cuerpo a cuerpo, cuando el príncipe cedió
marcando su derrota, la reina Aemma,a pesar de su
dolor no lloraba por ella aceptando su destino, lloraba
por el destino que le depararía a su única hija, dio su
último aliento con su hija en mente y con unas últimas
palabras:

"Cuida de mi hija por favor"

Dirigidas tanto al rey como a nosotros, siendo entregada


por Meraxes y Balerion para que partiera con el extraño.
Su cuerpo físico era una obra de tragedia, abierta como
un animal en su cama pintada de carmin con expresión
de tristeza eterna por la obsesión de un rey con un sueño
del dragón dolor que viví cuando Alyssa murio. Meraxes
nunca lo menciono, pero para el resto de nosotros era
claro que desde ese día odio al Rey Targaryen, yo
comprendí su rencor; dentro de mis múltiples misiones
era una deidad de vida así como deidad protectora para
las mujeres.

Ese día una parte del alma del rey partió con Aemma
Arryn, El rey Viserys nunca volvió a ser el mismo desde
ese día, sea por penitencia de Meraxes que clamada
justicia o porque así era lo que escribió el destino el rey
comenzó a marchitarse ese día. El extraño aun no se iba
en cambio se posiciono al lado del Rey que cargaba al
pequeño príncipe Baelon mirando al recién nacido con
pena, su llama apenas era visible,frágily sin potencia
aferrándose a la nula vida que tenía, ell extraño espero
pacientemente, mi hermano el mas noble de todos los
inmortales no importara cuánto lo repudiaran los
mortales, él les brindaba compañía para el más allá, las
daba el favor de ver a alguien antes de morir, fue cuando
la princesa Rhaenyra llego hecha un desastre, atrás de
ella venia su fiel dama de compañía, cayó sobre sus
rodillas al lado del cadáver de su madre, sosteniendo su
mano llorando a mares pidiendo su perdón por no
despedirse siendo observada por caballeros y sirvientes
con pena, todas las sirvientas ahí presentes junto con
Alicent tuvieron que intervenir para que se separa del
cadáver que alguna vez fue su madre para que pudiera
ser preparada por las Hermanas silenciosas,una vez de
pie su mirada ardía como el fuego de Balerion el terror
negro mirando a su padre con rabia de dragón, la cual se
disipo un poco al mirar al bulto entre sus brazos, lo único
que le quedaba de su madre su dulce hermano quería
sostenerlo, se acercó a su progenitor quien estaba ido,
cosa que facilito para la princesa tomar a su hermano
recién nacido en sus brazos, el pequeño y débil dragón
abrió los ojos por primera así como ultima vez para su
hermana, quien sonrio al ver los ojos de su madre azul
Arryn, felicidad que solo duraría unos minutos para luego
volverse llanto cuando el menor cerro los ojos para
siempre y mi hermano lo recibió para partir al más allá
junto a la reina Aemma.

El mar estuvo calmado en el funeral Targaryen, así como


el cielo fue calmo y nublado, yo dicte que debería ser así.
Mis protegidos estaban ahí, acompañando a la princesa
dragón, su fuego estaba bajo con peligro de extinguirse,
Laena y Laenor se negaban a separarse de su prima,
mientras la princesa Rhaenys con profundo dolor en su
corazón por perder a su adorada prima superviso los
preparativos del funeral Valyrio mientras Corlys
acompañaba al Rey, fueron mis pequeños hipocampos
los que acompañaron a Rhaenyra en su dolor
atrincherándose en los aposentos de la princesa junto
con Alicent, durmieron juntos los tres. Podían ver la
mirada perdida de su prima quien miraba la pira donde
estaban los cuerpos de su madre y hermano recordando
su última conversación con la difunta reina y su petición
final:

"Sobrinos míos, se que para ustedes es costumbre verme


recostada en mis aposentos, realmente lamento no poder
cumplir mis deberes como su tía, ni poder visitarlos
nunca en marcaderiva, pero quiero que sepan que los
amo mucho, son hijos de mi única prima viva mi corazón
salta de alegría porque ambos son parecidos a ella en
carácter. También agradezco que siempre estén para mi
hija, agradezco que nunca la dejaran sola, que la
recibieran en su casa siempre, agradezco que sean los
hermanos que no le he podido dar, por darle la familia
que mi esposo y yo no podemos darle. Se que tanto mi
hija como su padre me regañarían por evocar a la mala
suerte, pero quiero pedirles algo, el gran Mestre Mellos
ha pronosticado que el nacimiento de mi hijo será
mañana, pase lo que pase quiero que se queden al lado
de Rhaenyra por favor, ustedes junto a sus padres son
un pilar importante para ella, no la dejen sola, este favor
se los pido no como reina consorte sino como su tía
Aemma y madre de Rhaenyra mi bella Laena se la
compañera que siempre has sido con ella y mi fuerte
Laenor protégela como siempre lo has hecho, lamento si
mi favor es una carga pesada pero sé que son los únicos
que pueden hacerlo junto con mi prima Rhaenys"

Ambos honrarían a su difunta tía, se quedarían al lado de


su prima, quien después de intercambiar palabras con su
tío tomo valor tomando un paso al frente para ordenar a
su dragona que encendieran la pira funeraria, sentí el
dolor de Rhaenyra, sentí su garganta quemarse la
primera vez que intento pronunciar la antigua palabra
valyria que era la orden para que su dragona exhalara
fuego. Mientras los cuerpos se volvían cenizas y la
princesa se negaba a mirar la figura de la cual no se
pudo despedir, mi joven protegido se posicionaba a su
lado tomando su mano ante la mirada de todos.
Haciendo sentir orgullosa a su madre "La reina que debió
ser".

Días después con el luto apenas mitigandose, el Rey


Viserys consolido a Rhaenyra como su heredera al trono
de Hierro me sorprendió gratamente aun recordaba con
malestar cuando el rey Jahaerys el sabio junto con su
consejo ignoraron el reclamo de la princesa Rhaenys
para su hijo, sabiendo que la dejarían de lado
excusandose en la ley de los Andalos, recuerdo la
sensación de su garganta ardiendo, la ira de Corlys
acumulada desde la muerte del padre de Rhaenys
Aemon, la ley de los Andalos dictada por conveniencia
todo porque una mujer no podía ser Reina, recuerdo
como años antes la reina buena Alyssane Targaryen dejo
a su marido insultada por la decisión tras la muerte de su
hijo mayor, sus palabras quedarían registradas cuando
se puso a Baelon cómo sucesor:

"𝔘𝔫𝔞 𝔳𝔢𝔯𝔤𝔞 𝔫𝔬 𝔢𝔰 𝔢𝔰𝔢𝔫𝔠𝔦𝔞𝔩. 𝔖𝔦 𝔭𝔦𝔢𝔫𝔰𝔞𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔩𝔞𝔰 𝔪𝔲𝔧𝔢𝔯𝔢𝔰


𝔠𝔞𝔯𝔢𝔠𝔢𝔪𝔬𝔰 𝔡𝔢 𝔩𝔲𝔠𝔢𝔰 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔯𝔢𝔦𝔫𝔞𝔯, 𝔢𝔰𝔱𝔞 𝔠𝔩𝔞𝔯𝔬 𝔮𝔲𝔢 𝔶𝔞 𝔫𝔬 𝔱𝔦𝔢𝔫𝔢𝔰
𝔫𝔢𝔠𝔢𝔰𝔦𝔡𝔞𝔡 𝔞𝔩𝔤𝔲𝔫𝔞 𝔡𝔢 𝔪𝔦"

Las tres hermanas de Balerion y el estaban indignados


Rhaenys era una hija prodiga de mi amado, su hijo
Laenor merecía más, en aquel Consejo las antorchas y
chimeneas en el castillo ardieron al igual que Meleys
soltó un rugido que hizo temblar al castillo marchito que
era Harrenhal como señal de que los dioses protectores
de los Targaryen estaban enojados pero cínicamente lo
tomaron como señal de que Viserys era la opción
correcta ignorando al pequeño Laenor, como si no
hubiera sido suficiente apodaron a mi protegida como "La
reina que nunca fue" dado que no fue considerada
nisiquiera cómo candidata, acto que les costó mi castigo,
desate una tormenta que duro días como señal de apoyo
a mi protegida Rhaenys y mi dragón marino solo los
Velaryon pudieron cruzar el mar esos días. Corlys fue de
los primeros en doblar rodillas ofreciendo su lealtad a la
princesa dragón sé que mi hijo predilecto vio lo que
debió ser su esposa en su querida sobrina, cuando la
ceremonia culminó regrese a Marcaderiva con mi casa.

Pasaron muchas cosas después de la partida de la reina


Aemma 6 ciclos lunares de incertidumbre. El hermano
discordia hizo su presencia, presencia no extrañada
desde la dinastía de "Maegor el cruel", me mantuve
serena hasta que un día sentí la ira de los protectores de
la casa Targaryen, sentí el fuego de Balerion arder,
estaba al lado de Laenor quien entrenaba acompañado
de Laena estaban en las costas, vi a la princesa llegar
montada en su dragona amarilla, cuando toco tierra y
bajo de su dragón Laena y Laenor ya había llegado a
ella, la cual se dejo caer destrozada en los brazos de su
adorada prima, los hermanos la miraron preocupada a la
par que los padres de estos llegaban alertados por la
presencia de Syrax. Cuando por fin Laena calmo a su
prima, esta les conto porque estaba ahí, Corlys fue capaz
de atar los hilos recordaba como el consejo había
propuesto a su hija como prometida para el rey Viserys
pero este rápidamente rechazo la idea insultando a la
serpiente marina una vez más, ahora todo tenía sentido
la princesa había sido traicionada por su padre y por su
mejor amiga que no habían tenido la consideración de
hablar con ella si no haciéndolo a sus espaldas, Rhaenyra
sufría su duelo sola mientras la chica que tenía su
corazón estaba en brazos de su padre; Alicent Hightower
y el rey Viserys se iban a casar.

-Ese asqueroso Hightower está detrás de todo esto no


tengo duda- exclamo en colera mi hijo

Laenor miro a su padre, aunque estuviera de acuerdo


con su opinión, no era momento de hablar, menos con
Rhaenyra ahí presente:

-Padre por favor, Nyra tranquila, esta bien si quieres


llorar vamos a casa, hablaremos ahí, enviaremos un
cuervo al rey para que sepas que estas aquí, no estás
sola prima -

Nada mas se hablo por respeto a Rhaenyra, quien se


quedó en marcaderiva acompañada por Laenor y Laena
por semanas a pesar de los múltiples cuervos con
suplicas de su padre por que regresara a casa, pobre rey
Viserys siempre había pensado en el cómo alguien
reflexivo, pero no era capaz de comprender que una
familia rota no era un hogar. Su tía le aconsejo regresar
su ausencia era una ventana para aquellos que ponían en
duda su lugar como heredera. Llegó dos días antes de la
boda de su padre acompañada únicamente por Laena
que montaba a Vhagar, la cual iba como apoyo moral
debido a que la princesa tenía que preparar a la
prometida de su padre como dictaba la tradición. La
pequeña muñeca Hightower trato de hablarle pero solo
recibió silencio como respuesta, mis protegidos y yo ya
habíamos sido insultados demasiado por la gente de
Kingslanding como para estar en una boda alimentada
por la ambición y el egoísmo. Ausencia que fue notoria
así como motivo de murmuros. Después de la boda era
normal ver a la joven dragona en marcaderiva, prefería
estar con los Velaryon que en el nido de serpientes que
se estaba convirtiendo la fortaleza roja, en especial
después de que se entero del embarazo de la ahora
Reina Alicent quien al parecer había concebido con el
padre de Rhaenyra una semana después del matrimonio.
Entendía a la joven Targaryen las heridas de traición son
las que mas tardan en sanar, recuerdo como vino a las
costas una noche ofrendándome un anillo de zafiro que le
pertenecía a su madre, pidió por su protección,
comenzaba a notar las miradas que la mano del rey le
daba y escuchaba los susurros de como su futuro nieto
iba a ocupar su puesto como heredera. Después de todo
la princesa solo tenía 14 años aun era muy joven. A
pesar de la traición el día que su ex amiga estaba en
labor de parto volvió a mi y me ofrendo un rubí pidiendo
porque no le ocurriera nada a Alicent ni a su futuro
medio hermano, Rhaenyra era tan noble que aun
sabiendo que ese niño podría quitarle su lugar sabia que
era un inocente además tenia sangre de su padre en él.

Aegon II nació sano y con buenos pulmones, no importa


si fuera cargado por la madre o el padre no dejo de gritar
hasta que Rhaenyra lo cargo, la joven a pesar de todo
recordaba lo feliz que se sintió al cargar a su difunto
hermano y movida por esa nostalgia tomo a su medio
hermano en brazos, fue cuando el recién nacido abrió sus
ojos índigo tan oscuro como los ojos de mi amado
Balerion, ojos que solo miraban a su media hermana,
Balerion y yo nos miramos temiendo lo obvio.

Pasarían los años donde estuve con mis protegidos en


medio de una sanguinaria guerra, tanto Corlys como
Laenor partieron a los peldaños de piedra junto con
Vaemond y demás miembros de la casa del hipocampo,
amo a todos mis hijos; pero había ambición en Vaemond
así como había crueldad, la maldición de segundo hijo lo
había consumido, lo note desde el momento que su
protector lo rechazo no volviendo a responder a su
llamada, anhelada todo lo que Laenor iba a ser, lo quería
para el ; la manera como se dirigía a él, sus miradas
incluso sabía de los susurros ofensivos hacia el, ningún
Velaryon puede ocultarle nada a su señora, a pesar de la
cruel guerra Laenor encontró la manera de enviar
cuervos a su madre, hermana y prima cada que podía
para mantenerlas calmadas, las tres venían a mi todos
los días ofrendándome para cuidarlos. El príncipe rebelde
también estaba aquí para el disgusto de Vaemond,
cuatro años de batallas donde hubo muchas bajas
gracias a la triarquia que se negaba a perder, su líder el
alimenta cangrejos era sanguinario, que el rey Viserys
haya mostrado nulas intenciones a ayudar solo
prolongaba la guerra, en su punto final y con la ira de
Daemon tras la nota de su hermano que fue desquitada
sobre el pobre mensajero, planeo una estrategia
pidiendo la protección de Balerion así como los Velaryon
pidiendo la mía. Laenor siempre fue intrépido podría
mostrarse calmado como mis océanos, pero en batalla el
era el mar de tormenta la pesadilla de los marineros,
montado en Seasmoke y sin miedo atacaba a los
arqueros en baños de fuego para debilitar su fuerza de
ataque mientras la serpiente marina combatía al antiguo
estilo de la casa Velaryon usando la legendaria espada de
acero valyrio fabricada para el primer Velaryion,
contracorriente y su hacha riptide. No retrocederían ni
hincarían rodillas, pero cuando Daemon surgió bañado en
sangre junto con el cuerpo mutilado del alimenta
cangrejos fue claro que la victoria era de ellos.

Daemon fue coronado como rey de los peldaños de


piedra y la facción ganadora respiro con paz después de
varios años. Noticias que llegaron a kingslanding dejando
un sabor agridulce en la boca del rey quien había
comenzado a buscar quien desposara a su heredera para
disgusto de esta pero el saber que su primo favorito
había sobrevivido a la guerra, así como su tío le brindaba
un poco de paz.

Cuando Daemon Targaryen regreso a kingslanding, mi


hermano la discordia estaba más energético de lo normal
alertando a los protectores de la casa Targaryen, incluso
yo temía que mi casa tuviera repercusiones. Todos
sabían del cinismo del príncipe Daemon, quien llego al
castillo portando la corona que había pertenecido al
alimenta cangrejos con anterioridad. Pesa a cualquier
tensión el rey y su hermano se reconciliaron... otra vez,
cualquiera que conociera la historia de los hermanos
dragón sabrá sobre las veces que el príncipe canalla era
desterrado por su hermano gracias a su lengua afilada
siempre para luego ser perdonado. Así como también
conocían el amor sincero que este tenía por su familia
(su hermano mayor y su sobrina). El amor del príncipe
Daemon por esta última esa extraño para el ojo mortal,
pero por nosotros los que permanecemos lo habíamos
visto con anterioridad, ninguna de esas veces había
salido bien mi pobre Rhaena era prueba de ello deseada
por su tío Maegor Targaryen y obligada a desposarse con
el. Si bien no llegaba a esa locura, el príncipe canalla
deseaba el amor de su sobrina, era un dragón después
de todos y estas criaturas son codiciosas con lo que
creen es suyo. La princesa no era ciega ante el afecto
ofrecido por su tío, disfrutaba de cada regalo que este le
daba, así como su atención prueba de ello era el collar de
acero valyrio sobre su cuello, tal vez eso la condeno al
desastre que estaba a punto de pasar el fuego sin
controlar puede destruir todo.

La vida de Rhaenyra no había sido fácil después de la


boda de su padre, el nacimiento de Aegon había traído
susurros de la corte sobre su lugar como heredera, si
bien se mantenía alejada de su hermano era un
recordatorio constante de la traición de mejor amiga, el
pobre no la tenía fácil, había visto varias veces en las
que Alicent había perdido el control con él, no la culpaba
la llegada de Aegon marco el final de la inocencia de
Alicent una niña de 16 años de edad, nadie te prepara a
esa edad para ser madre y menos una niña que había
crecido sin una. Eso motivo a Rhaenyra a acercarse a su
hermano, tal vez veía un poco del hermano que perdió,
tiempo después llegaría Helaena la cual se convertiria en
su dulce hermana, por más que tratara de odiarlos no
podía eran sangre de su padre Aegon tenía un poco de
Baelon y Helaena era la hermana que siempre había
querido tener, aunque Alicent junto con su horrible padre
quisieran separarlos no lo harían. Por otro lado el
pequeño Aegon estaba encantado con su hermana tal
vez era un bebe pero como habíamos temido la llama de
Aegon ardía por su hermana mayor, cuando no la veía
lloraba por ella, cuando aprendió a caminar la seguía
agarrándola de sus faldas cuando caminaba por los
corredores del pasillo queriendo mostrarle su dragón
tallado de madera, si bien Rhaenyra tenia sus momentos
de ira por su padre como en la cacería por el segundo
cumpleaños de Aegon, cuando rechazo a Jason Lannister
por su petulante propuesta de matrimonio, era muy
pequeño todavía para comprender los gritos de su padre,
un niño que lloro clamando por su hermana quien se
alejaba galopando en su blanco corcel, siendo seguida
por su espada juramentada, Ser Criston Cole, después de
horas de llanto por parte del joven príncipe e
incertidumbre por el paradero de la princesa. Verla llegar
bañada en sangre montada en su caballo, trayendo a una
de las criaturas más feroces y difíciles de cazar, inerte
como premio de la cacería, para luego caminar con
grandeza entre múltiples hombres que la rebajaban por
ser mujer incluyendo al Lord que acababa de rechazar,
Syrax y Balerion estaban orgullosos habían mandado al
ciervo blanco como señal de que Rhaenyra era su
heredera, desgraciadamente alguien de naturaleza
rencorosa fue el único testigo de esta señal. Aegon
bramo feliz por su hermana cuando la volvió a ver
queriendo bajarse del regazo de su madre que estaba
embarazada de su futura hermana para correr a su Nyra.
De cierta manera Otto pudo haberle cumplido el deseo al
infante, cuando propuso casar a Rhaenyra con su nieto
no era una decisión sabia, era una decisión egoísta, su
nieto era su mas nuevo y perfecto títere para llegar al
poder, pero el Viserys se negó, continuando con la
búsqueda de un marido para su hija. Algo que Daemon
arruino al llevarla a una casa del placer donde la
abandono, donde Ser Harwin la rescato y para desgracia
de mi amado Balerion Ser Criston Cole la consoló.

A pesar de la ira del rey por las acusaciones


medianamente ciertas la ambiciosa mano, el amor por el
único recuerdo de Aemma Arryn y la culpa del mal padre
que había sido pudieron sobresalir, provocando un efecto
domino que inicio cuando Otto fue relevado de su
puesto, que la princesa recibiera el té de luna, la reina y
la princesa rompieron su ya dañada relación, Criston cole
mostrara su verdadera naturaleza ante el rechazo de
Rhaenyra que había escogido su deber ante el para que
la ultima ficha cayera, su última esperanza radicaba en
Driftmark mis protegidos eran los indicados a los ojos de
un rey que se marchitaba, la princesa y el rey partieron a
Marcaderiva

Fueron recibidos por mi perla, Laena Velaryon, la cual


con sus habilidades de doncella los recibió, acercándose
con cariño a Rhaenyra una vez sus padres se fueron a
hablar con el rey, tomándose de las manos partieron a
los aposentos de Laena para hablar un poco, Laena se
había vuelto su mejor confidente después de perder a
Alicent, tal como lo habían sido antes de su llegada.
Cuando Rhaenyra le confeso a su prima lo que había
pasado con su espada, esta no la juzgo en cambio la
abrazo prometiéndole que la apoyaría. Después de su
estadía con Laena, la llegada de mi protegido Laenor
quien la abrazo pidiendo disculpas por no recibirla, él
estaba escondido pasando el rato con su caballero de los
besos. Ambos bajaron a la playa para conversar como
siempre lo habían hecho desde pequeños no eran
ingenuos, sabían lo que sus padres estaban
conversando.

-Querido primo, nos conocemos desde niños, hemos sido


confidentes del otro en travesuras, aventuras, así como
en secretos y sé que esta unión no es algo que tu
hubieras querido-

- No tengo nada contra ti prima, lo sabes, te quiero


mucho eres de las mujeres mas importantes en mi vida
junto con mi madre y mi adorada hermana, así como
también lo fue la tía Aemma -

La pequeña dragona miro a mi joven hipocampo, la


sonrisa en su rostro era genuina, lo invito a acercarse
mas a las olas mientras seguían escuchando a las
gaviotas cantar.

-No, yo lo sé, se cuales son tus gustos lo se desde hace


tiempo, secreto que he guardado con honor, ¿recuerdas
cuando casi alimento a Syrax con aquella horrible
sirivienta que te llamo fenómeno? -

Ambos jóvenes rieron, Balerion y yo que los


acompañábamos nos sonreímos con confidencialidad,
esto me ponía nostálgica era como mirar a Aenys con
Alyssa otra vez, había sido comprometidos en esta
misma playa siglo atrás, claro que este cariño era
distinto, pero era igual de puro.

-Yo prefiero comer pato asado al ganso- dijo ella, el


suspiro divertido y comento.

-No es por la falta de intentos, hay quienes nos quieren


muy bien-

-Se que tu apetito no cambiara querido primo, no tiene


que hacerlo, así como yo no cambiare el mío y ninguno
de los dos estamos haciendo nada malo por no querer
hacerlo-

Laenor detuvo su andar al igual que su prima cuando


este la miro

-¿entonces que estas proponiendo querida Nyra? -

-propongo que cumplamos con nuestras obligaciones


como dicta mi padre, así como mis queridos tíos y
cuando este hecho, somos libres de cenar lo que
queramos, te apoyare no importa el que nos dirán-

Laenor le sonrió, su prima junto con su hermana eran las


únicas que sinceramente aceptaban a mi dulce
hipocampo por quien era, aquellas dos doncellas llevaban
toda una vida demostrándolo, sabia que como heredero
de su padre debía dejar un heredero peor la idea de
copular con una doncella no era de su agrado, no lo
disfrutaba y cada vez que su padre le mencionaba que
tenia que desposar a una doncella todo dentro de el se
sacudía con desagrado.

-Se que quieres ser libre como lo es el mar Laenor, se a


quien le pertenece tu amor romántico, así como tu sabes
que yo también quiero elegir,por eso estoy haciendo
está propuesta no quiero casarme con un viejo lord que
solo me usara como yegua de cría, así como me
desagrada idea de ver al primo que amo obligado a
desposar a una doncella que posiblemente este llena de
frivolidad, cuando nos casemos no te voy atar a mi como
una pertenencia, deseo que seas libre de estar con
Joffrey cuando llegue el momento iremos a dragonstone
y lo traeremos con nosotros, prometo ser tu compañera
en las buenas y en las malas, daré como comida a Syrax
a aquel que te falte el respeto -

Mi niño lo medito, se sentía aliviado de que sea Rhaenyra


con la que estaba teniendo esta conversación, yo
también lo hacía, me parte el corazón imaginarlo en un
matrimonio sin apoyo o confidencialidad, yo lo protegeré
no importa las circunstancias, pero no soy la que traza
los caminos. Se que la promesa que le hizo a la difunta
Aemma apareció en su mente.

-Yo también te voy a proteger Nyra, seré tu compañero,


tu futuro rey consorte, seasmoke devorara a aquellos
que te falten el respeto, cuando nuestro hijo nazca seré
un padre para el -

Ambos rieron ante sus declaraciones para luego


abrazarse y volver a casa de los Velaryon a planear una
boda. El dragón marino y la dragona estaban por unirse,
el fuego y el océano volverían a fusionarse.

La noticia del matrimonio llego a todo poniente, los lores


mandaron por medio de mensajeros y cuervos sus
buenos deseos algunos sinceros otros llenos de veneno,
pero así era la naturaleza humana, ante la tranquilidad
momentánea la presencia de la discordia no me relajaba
en absoluto, Daemon quien se suponía estaba desterrado
había llegado sin vergüenza al evento nupcial, después la
Reina consorte había llegado vistiendo el color de los
hilos que la manejaban aunque ahora tenía menos hilos,
mostrando que estaba haciéndolo por voluntad el
resentimiento comenzaba a consumirla, cuando mi
hermana destino apareció en medio de la boda de mi
protegido supe que la tragedia estaba por llegar,
mientras Rhaenyra y Laenor danzaban con alegría, puede
que no era como quería pero al menos el tenerse como
compañeros compensaba todo, el agua y el fuego
danzando alegremente. Miraba atenta al príncipe rebelde
quien no apartaba sus ojos de dragón codicioso de la
princesa, en algún momento bailo con mi dulce perla
coqueteando, oh madre luna si este Targaryen le hacia
algo aun si Balerion se enojaba haría que pereciera
tragado por el mar, Laena se veía feliz calmando mi
ánimo,cuando por fin se encontraron en medio de la
danza, en la cual la princesa rogo porque se la robara en
alto valyrio, la cara del rey marchito quien trataba de
disfrutar la cena era digna de un balada de su bufón
pigmeo. Pero el verdadero peligro estaba en la sombra,
Joffrey el caballero de los besos había iniciado una charla
con Ser Criston Cole al mismo tiempo que destino le
entregaba un hoja a el extraño que acaba de hacer acto
de presencia, todo paso en cámara lenta para Rhaenyra
y Laenor, Cole había golpeado primero a Joffrey , Laenor
trato de defenderlo pero aquel capa blanca cegado por la
ira lo golpeo en la nariz, así iniciando una riña donde los
lores y demás caballeros presentes mostraron su
naturaleza primigenia, en medio del caos la princesa
Dragon había quedado atrapada entre empujones,
tratando de llegar a Laenor el cual trataba de acercarse a
Rhaenyra para sacarla de ahí con intención de regresar
para intentar salvar a su amante. Me indigne al ver como
mi futura protegida y mi hipocampo estaban siendo
lastimados en la riña más cuando el príncipe canalla que
decía amarla, no se levantaba de su silla mirando todo
con diversión, incluso Alicent dejo de lado su
resentimiento preocupada genuinamente por su primer
amor, al lado del rey marchito que sangraba por la
preocupación por su hija, la nueva mano del rey hizo un
gesto al ubicar a Rhaenyra indicándole a su hijo el
caballero Strong que fuera a rescatarla como ya lo había
hecho antes, fue entonces obvio para mi que aquel
primogénito estaba en el destino de mi hipocampo y su
dragona. Cuando el horror paso, mi hermano el extraño
estaba por irse con un alma acompañándolo, el caballero
de los besos pereció a manos del capa blanca, me partió
el corazón ver a mi dulce hipocampo arrastrase hacia el
cadáver de su escudero en un llanto amargo al ver el
camino de sangre que salía de él, así como su rostro que
había sido destruido. Rhaenyra se separo de su padre
para ir corriendo al lado de su prometido, sin importar
manchar su vestido nupcial con sangre hincandose para
abrazarlo mientras el rey ordenaba a todos menos a la
familia real salir del gran salón. El extraño le permitió al
joven despedirse de mi hipocampo, también se despidió
de la dragona agradeciéndole por como lo trato y por
como cuidaba a Laenor, fue cuando noto mi presencia
me reconoció enseguida, antes de irse dirigió un pedido
hacia mi:

"Dama de los Velaryon se que no tengo nada para


ofrecerte, pero sé que eres generosa no te alejes
de mi amado ni de su esposa, es todo lo que pido"

Bese su frente antes de su partida, y no volví a ver al


joven que había partido al más allá, se que mi hermano
lo cuida muy bien.

La boda de mi hipocampo y la dragona de Balerion fue


melancólica, ante la vista de los padres de Laenor, el rey
y su esposa. En todo momento Rhaenyra lo miro con
tristeza, se sentía culpable por el arrebato de Cole, niña
mía ninguna mujer tiene culpa de los actos de ira ciega
de los hombres. Después de besar su mejilla tomo la
mano de Laenor con la capa de la casa Velaryon sobre
sus hombros oficialmente eran marido y mujer, Rhaenyra
ahora era una hija más para mí, así como Laenor era un
hijo mas para Balerion y sus hermanas. El rey marchito
cayó ante todos que acudieron a ayudarlo.

Estando en sus ahora aposentos maritales, Rhaenyra


pidió a todos que se retiraran amablemente menos a Ser
Harrold y Ser Erryk que se quedaron afuera custodiando
la puerta de los recién casados, Laenor lloro a su amado
en los brazos de Rhaenyra quien lo recibió cálidamente
en aquella cama, ella también lloraba pidiéndole
disculpas por la muerte de Joffrey. El agua advertía con
congelarse como en el norte, pero el fuego se negaba
brindando su calor como consuelo, invoque a la lluvia
para que acompañara a Laenor en su dolor, mis dulces
niños no se merecían esto en su boda.

-Nyra, no tienes que quedarte conmigo, después de mi


llanto la corte no parara de hablar-

-Cuando prometí ser tu compañera hablaba enserio, me


quedare en esta cama contigo el tiempo que necesites, si
alguien en la corte se atreve a hablar, seasmoke y Syrax
se darán un festín de calidad ¿qué mejor carne si no la
de un noble que come tarta? -

Laenor se permitió reír un poco, acomodándose en el


regazo de su prima. Con lagrimas advirtiendo volver a
salir

- Somos compañeros ahora y para siempre como lo


hemos sido desde niños, te prometo que encontraré la
manera para honrar a Joffrey-

-Gracias Nyra - comento entre lagrimas

Balerion y yo nos abrazamos, en ese momento lo supe


de ellos saldría mi ansiada fusión un dragón marino, un
hipocampo en llamas, llevaría tiempo, pero el heredero
de driftmark llegaría de la sangre de Rhaenyra y Laenor.

Paso el tiempo, uno conocía al otro, a pesar de las


miradas de rencor cargadas de veneno que ofrecían la
reina y su ahora espada Criston Cole a la pareja, para
miseria de la reina consorte dos de sus hijos Aegon junto
con Helaena seguían conviviendo con su hermana, Aegon
fue miserable cuando tuvo uso de razón y se enteró que
su hermana a la cual amaba estaba casada pero no
perdía la esperanza que así como su homónimo del cual
los septos le estaban enseñando tuvo dos esposas él
podía también ser su esposo junto con Laenor el cual le
agradaba por otro lado Helaena amaba su hermana era
la única junto con su marido que genuinamente no la
veían con desagrado, lastima o burla sobre su hablar
soñador, la dulce pequeña había sido bendecida por
meraxes para que fuera una soñadora, cosa que
Rhaenyra comenzaba a sospechar.

El hipocampo y la dragona eran felices siendo un equipo,


El rey quien cada día se marchitaba más, también estaba
tranquilo pues Daemon después de misteriosamente
quedar viudo así como ser echado por Jayne Arryn del
valle desposo a Laena Velaryon y si bien la princesa
dragón sintió la traición no por su adorada prima a la
cual no importara que pasara la amaría con todo su
corazón si no que sentía traición por su tío que le había
profesado amor, la cambiará con tal facilidad le dolia.
Comenzaba a entender porque algunos lo llamaban el
príncipe canalla. Laenor la consoló al igual que su nuevo
guardia Ser Harwin Strong quien se había vuelto su
compañero de cama y el padre de su primogénito,
Laenor y Rhaenyra siempre lo intentaban yo estoy como
testigo después de todo. Ella jamás lo obligó ni presiono,
si bien ambos tenían a sus amantes, el acto marital entre
ellos no les causaba desagrado en general, se amaban,
pero no de la manera que todos pensaban eso ayudaba,
ambos sabían como complacer al otro, incluso hubo
veces donde Ser Harwin compartio cama con los dos al
mismo tiempo, Laenor con la bendición de su señora
esposa tuvo la fortuna de tener al rompehuesos solo
para el en noches de besos y caricias bajo la luz de la
luna, aunque Ser Qarl no pudo evitar sentirse celoso.

Cuando Jacaerys nació fue el hablar de las malditas


sanguijuelas que había en la corte como si la mitad de
ellos no tuvieran pobres niños regados en Flea bottom,
Balerion y sus hermanas querían quemarlos, insultar a
un dragón era un acto de muerte. La reina Alicent
saltaba de alegría en su interior cuando vio que el
pequeño tenía cabello castaño oscuro casi llegando a
verse negro, pero cuando el menor abrió los ojos la reina
se quedó congelada y el rey a su lado quien traía un
huevo de la nidada de Syrax lo coloco en la cuna del
infante para luego sonreír:

-Mi niña este bebe tiene ojos valyrios y el cabello de los


Baratheon, pero creo que mi dulce nieto tiene más
parecido a los Arryn gracias a mi dulce Aemma-

El rey no pudo evitar soltar una lagrima recordando a su


verdadero amor, la reina ignorada nuevamente por su
marido se preparaba para soltar veneno contra Rhaenyra
y Laenor quedo en blanco cuando todos escucharon un
crujir regresando su mirada al huevo, del cual salía un
pequeño dragón verde que se acurrucaba con el bebe
buscando calor. Laenor abrazo a Rhaenyra tomando su
mano, ambos emocionados puede que no sea su sangre,
pero Jacaerys era su hijo no importara nada lo amaria
era suyo, así como su padre el pequeño era un Velaryon
ante mis ojos, puede que no hubiera sangre de
hipocampo por parte de Laenor pero seguia teniendo
sangre Velaryon gracias a sus antepasados, era un
Velaryon de nombre Laenor lo acepto como suyo, si un
hijo mío lo aceptaba ¿Quien era yo para juzgar la
voluntad de mis protegidos? yo lo protegería como uno.

-Su gracia, si no es molestia mi esposa y MI hijo


necesitan descansar además mis padres llegaran pronto
y quisiera que mi señora descansara un rato antes de
verlos-

Aquella había sido una indirecta para la reina Alicent,


quien salió indignada acompañada por su marido
marchito y su perro guardian.

Cuando fue el turno de mi hijo prodigo Corlys y su


esposa conocer a su primer nieto, no se negara que hubo
decepción en sus ojos, pero ver el amor en los ojos de su
hijo y sobrina, así como que el niño tuviera ojos Valyrios
y el cabello común en los Baratheon les deba esperanza
sobre su legitimidad, colmaron al pequeño de regalos
además Rhaenys al ver al dragón que descansaba con el
bebe la lleno de alegría había escuchado a la gente
murmurar que no eclosionaria por su proceder mentiría
si dijera que la reina que debía ser no se preocupo .
Tiempo después Laena había enviaría muchos presentes
para su sobrino y una carta para Rhaenyra y Laenor
donde contaría que ella había tenido a sus gemelas
mostrando el deseo de que sus hijas y su hijo se
conocieran pronto.

Cuando por fin estuvieron solos, Laenor coloco a


Rhaenyra cómodamente sobre la cama. La cual tenía una
expresión triste

-Perdóname Laenor-

-Yo soy el que debería estar pidiendo disculpas a ti y a


los dioses, no hay de que disculparse Nyra, nos has dado
a los tres nuestro primer hijo, a nuestro heredero al
trono de hierro, Jacaerys es mi hijo sin importar quien
diga lo contrario, tu padre, mis padres y mi hermana
están felices eso es lo único que debería importarnos lo
seguiremos intentando-Mi hipocampo abrazo a la
dragona para luego dormirse.

Así como lo habían prometido cuando Rhaenyra decidió


que ya era buen momento para volver a concebir, ambos
se abstuvieron a frecuentar a sus amantes tres ciclos
lunares enteros, Harwin paso un tiempo en Harrenhal
ocupándose de sus deberes como heredero a la vista de
todos y si bien regreso un poco antes se mantuvo
ocupado guiando a las capas doradas en la ciudad sin
pisar la fortaleza roja, así como Laenor mando a Ser Qarl
como su representante en Marcaderiva para ser visto ahí
por todos los Velaryon especialmente por Vaemond quien
amaba soltar su veneno cada que se presentaba la
oportunidad . Incluso permitieron a las ratas espías de la
reina observarlos todo el tiempo, Rhaenyra expreso:

"Espero disfruten el espectáculo maldito voyeristas"

Laenor se divirtió ante la ira de su prima, en las noches


no salían de sus alcoba,apoyados del uso de afrodisíacos
traídos de Essos y consejos de Dulas. Rhaenyra había
venido a mi con una ofrenda pidiendo mi ayuda para
concebir con Laenor, bendición que obviamente concedí a
la par que Laenor ofrendaba a Balerion y a sus hermanas
en el fuego.

Laenor regresaba a sus aposentos de haber entrenado un


poco con el pequeño Aegon quien había buscado por el
hasta ser arrebatado por Ser Criston Cole por orden de
su madre, cuando vio al Maestre hablar con su esposa y
compañera quien cargaba a Jacaerys de una primavera
de edad, temiendo lo peor se acerco a ella, pero al ver la
sonrisa en su rostro supo que era algo bueno. El Maestre
hablo por ella.

-Felicidades Ser Laenor, volverá a ser padre -

-¿Enserio esto está pasando? - pregunto incrédulo


tomando la mano de su prima con un brillo en los ojos

-Asi es Laenor, tengo 6 semanas según el Mestre-

La noticia voló por todo Kingslanding y alrededores, el


rey mando a organizar una cena en honor a la noticia,
Corlys y Rhaenys no paraban de sonreír. Mi profecía se
estaba cumpliendo una hija de Balerion y un hijo mío
darían al heredero prometido un futuro gran lord de
Driftmark. El océano correría por su sangre y su espíritu
seria fuego de dragón

-¿Has pensado como te gustaría llamarlo esposo mío?

-Quiero llamarlo Lucerys - comento Laenor que cargaba


a Jacaerys mientras le mostraba un hipocampo tallado en
madera.

Balerion a mi lado sonrio mientras tomaba mi mano para


comentar:

"𝓛𝓾𝓬𝓮𝓻𝔂𝓼 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓻𝔂𝓸𝓷, 𝓫𝓾𝓮𝓷 𝓷𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓾𝓷 𝓹𝓻𝓲𝓷𝓬𝓲𝓹𝓮


𝓣𝓪𝓻𝓰𝓪𝓻𝔂𝓮𝓷 𝔂 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓮𝓵 𝓱𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓓𝓻𝓲𝓯𝓽𝓶𝓪𝓻𝓴"

Chapter 4: 𝕰𝖑 𝕯𝖗𝖆𝖌𝖔𝖓 𝖒𝖆𝖗𝖎𝖓𝖔, 𝖊𝖑


𝖓𝖚𝖊𝖛𝖔 𝖛𝖆𝖘𝖙𝖆𝖌𝖔
Summary:
El alumbramiento de Lucerys y la ira de
la dama de los mares

Aclaraciones:
𝔉𝔯𝔞𝔰𝔢𝔰 𝔬 𝔞𝔠𝔠𝔦𝔬𝔫𝔢𝔰 𝔰𝔞𝔠𝔞𝔡𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬 𝔶 𝔰𝔞𝔫𝔤𝔯𝔢
𝔩𝔩𝔢𝔳𝔞𝔯á𝔫 𝔢𝔰𝔱á 𝔣𝔲𝔢𝔫𝔱𝔢

𝓕𝓻𝓪𝓼𝓮𝓼 𝓲𝓷𝓿𝓮𝓷𝓽𝓪𝓭𝓪𝓼 𝓹𝓸𝓻 𝓶𝓲 𝓬𝓸𝓶𝓸


𝓹𝓪𝓼𝓪𝓳𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓼𝓮𝓹𝓽𝓸𝓼 𝓸 𝓭𝓲𝓪𝓵𝓸𝓰𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓵𝓸𝓼
𝓮𝓽𝓮𝓻𝓷𝓸𝓼 𝓪𝓼𝓲 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓹𝓻𝓸𝓯𝓮𝓬𝓲𝓪𝓼 𝓭𝓮
𝓗𝓮𝓵𝓪𝓮𝓷𝓪 𝓵𝓵𝓮𝓿𝓪𝓻𝓪𝓷 𝓮𝓼𝓽á 𝓯𝓾𝓮𝓷𝓽𝓮

Notes:
(See the end of the chapter for notes.)

Mi hermano discordia seguía sin irse, ningún protector de


los vástagos de la antigua Valyria estaba tranquilo con el
presente, puede que sea nuestro igual pero nadie tenía
paz si él estaba aquí, por lo visto su presencia duraría un
tiempo...

El tiempo fluyó como los granos de arena que volaban


con el viento en los desiertos de Dorne. El príncipe
Lucerys crecía con vitalidad dentro del vientre de la
princesa dragón, su madre podía sentir la fuerza de su
futuro hijo, en los nueve ciclos lunares que
comprendieron la gestación Laenor no sé separaba de su
compañera al igual que el rompehuesos, tanto mi
hipocampo cómo mi dragona con su pequeño dragón
tuvieron que ignorar al veneno verde que se esparcía en
la fortaleza roja, la reina verde Alicent Hightower gozaba
de usar a Rhaenyra cómo centro de su cotilleo cuando
tomaba el té con sus damas de compañía, algunas
obligadas temiendo por perder el favor de la Dama de los
7 participaban en la crueldad, conforme fue creciendo el
pequeño Jacaerys más oportunidades de blasfemar había
entre las ratas del consejo por la bastardía Balerion ardía
en colera insultar la sangre del dragón se pagaba con
muerte, pero a contrapeso de la crueldad de los verdes
la casa Arryn gobernada por la endurecida águila Jayne
Arryn quien como gesto de buena voluntad mando a
desembarco del rey a Lady Rosier Corbray quien en su
doncellez fue dama de compañía de la frágil Daella
Targaryen señora del valle también fungiendo como
cuidadora de sus tíos más jóvenes así como al padre de
la señora del nido de águilas y de la difunta Reina
Aemma Arryn para ser la nueva tutora del pequeño
Jacaerys, cuando la dama llegó se presentó ante mis
protegidos frente a la corte, cuando Lady Rosier Corbray
sostuvo al pequeño príncipe no pudo evitar llorar un poco
para desconcierto de toda la corte, aquella vieja mujer
de cabello platinado por la edad me conmovió ante sus
palabras que quedarían registradas por el septo:

"𝓟𝓮𝓻𝓭𝓸𝓷𝓮 𝓶𝓲 𝓪𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓼𝓾 𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪, 𝓮𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓮 𝓲𝓷𝓯𝓪𝓷𝓽𝓮


𝓶𝓮 𝓻𝓮𝓬𝓸𝓻𝓭𝓸 𝓪𝓵 𝓱𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓭𝓲𝓯𝓾𝓷𝓽𝓪 𝓐𝓮𝓶𝓶𝓪, 𝓙𝓸𝓷
𝓐𝓻𝓻𝔂𝓷 "

Dichas palabras ayudarían a sofocar un poco los rumores


de bastardía para ira de Alicent Hightower, mientras que
el rey marchito Viserys I besaba con fervor su anillo de
matrimonio ante la mención de la sangre Arryn, no era
para nadie un secreto que el rey adoraba a su primer
nieto, cuando mi pequeño dragón cumplió 2 años del
nombre el rey lo sentó en su rodilla estando el trono de
hierro siendo cuidado por Ser Harrold Westerling
proclamando:

"𝔄𝔩𝔤𝔲𝔫 𝔡𝔦𝔞, 𝔪𝔦 𝔭𝔢𝔮𝔲𝔢𝔫𝔬, 𝔢𝔰𝔱𝔞 𝔰𝔢𝔯𝔞 𝔱𝔲 𝔰𝔢𝔡𝔢"

El rey podía ser un gran abuelo, pero como padre dejaba


mucho que desear, ignorando a los pequeños dragones
que surgieron de el con la reina Alicent: Aegon el
travieso de 7 primaveras, Helaena la pequeña soñadora
de 5, Aemond el pequeño dragón codicioso de 4 y el
tierno Daeron de tan solo un año de edad

Para rabia de los ojos envidiosos de Ser Criston Cole y la


reina verde, los dos hijos mayores de la unión
Hightower- Targaryen se la pasaban visitando los
aposentos de mis protegidos la heredera dragón y mi
hipocampo el futuro rey consorte. Aemond era otra
historia, ignorado por su padre y al principio por su
madre que le daba preferencia al primogénito, nació con
la maldición del segundo hijo sobre el, con ambición en
su interior, cuando su madre noto que perdía la batalla
por cambiar la mentalidad de sus hijos mayores se aferró
al pequeño para no equivocarse otra vez, lo llevaba al
septo con ella, presenciaba las clases que le impartían
las septas, se dedicaba a inyectar veneno contra su
hermana, así como usaba el miedo en sus hermanos
mayores, Daeron solo era un bebé todavía pero Alicent
ya había decido mandarlo a antigua.

"𝓡𝓱𝓪𝓮𝓷𝔂𝓻𝓪 𝓵𝓸𝓼 𝓶𝓪𝓽𝓪𝓻𝓪, 𝓾𝓼𝓽𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓼𝓸𝓷 𝓾𝓷 𝓻𝓮𝓽𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪


𝓮𝓵𝓵𝓪, 𝓮𝓼 𝓾𝓷𝓪 𝓲𝓶𝓹𝓾𝓻𝓪 𝓹𝓪𝓰𝓪𝓷𝓪 𝓯𝓻𝓮𝓰𝓸𝓷𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓬𝓸𝓷 𝓼𝓾
𝓫𝓪𝓼𝓽𝓪𝓻𝓭𝓸 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓻𝓪 𝓵𝓸𝓼 𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮"

El rencor es una maldición que consume lentamente,


para mí tristeza el pequeño Aemond se estaba
contagiando de ella, Rhaenyra trataba de acercarse a él
pero Alicent trazaba una línea con desesperación, una de
las señales del rencor que estaba dañando a la casa del
dragón se mostró cuando ninguno de los tres dragones
logro eclosionar sus huevos, Balerion y sus hermanas
estaban tristes la codicia estaba destruyéndolos desde
dentro, pero nunca se debe de olvidar que la sangre del
dragón es espesa los Targaryen no debían caer solo por
la intoxicación del verde.

La reina verde tan recta veía pecado en todo lo que hacía


mi protegida, corrompida por los celos y la envidia, el
amor aún existente por Rhaenyra se encontraba oculto
en su corazón de espinas, Balerion no la aceptaba al
igual que Meraxes y Vhagar, Syrax y yo sentíamos pena
por ella un títere que no quería cortar sus cuerdas, pero
no nos cegaba la compasión. La reina insultaba a mi
protegida y a mi hipocampo junto con su hijo, y yo como
su protectora no podía tolerarlo.

Fue un martirio que superó con fuerza mi protegida


hasta que finalmente llegó el día de tu nacimiento mi
amado príncipe,
A mediados del año 115 después de la conquista de
Aegon, Laenor y Rhaenyra habían decido viajar a
Driftmark juntos para visitar a sus buenos padres, sin
ninguna comitiva solo llevando a Lady Rosier y al
pequeño Jacaerys, montados en sus dragones cada uno,
mi dulce Rhaenyra siendo la jinete de dragón orgullosa
que era se mostró reacia
a ir en barco así que con el visto bueno del Maestre
Gerardys Rhaenyra voló, llevando al pequeño Jace bien
sujetado con telas en su pecho emprendió el vuelo en su
dragona citrino mientras Laenor llevaba a Lady Rosier en
su dragón blanco y gris como la espuma marina, me
sentí nostálgica viéndola volar al igual que Balerion en
ella podíamos ver a su difunta abuela la princesa Alyssa
recordando cuando voló con el padre de Rhaenyra en
pecho el cual río como en ese momento lo hacía
Jacaerys. Será un gran jinete de dragón.

Cuando llegaron a marcaderiva fueron recibidos por una


preocupada Rhaenys quien a pesar de su coraje y fuerza
no pudo evitar preocuparse al ver a su sobrina/ nuera
montar a Syrax en estado de gravidez, regañando a
ambos por su osadía, pasando por ese momento la
princesa de cabellos negros con ya varios mechones
plateados los recibió con fervor incluyendo a Lady
Corbray, no pudo evitarlo ella había cuidado a su querida
Aemma. Después de una magnífica cena por la llegada
del heredero de driftmark y la princesa de rocadragon la
noche cayó en marcaderiva con mi madre la señora luna
presente en los cielos, a la hora del lobo el parto inicio,
Rhaenyra que descansaba en cama con su marido al lado
comenzó a sentir el dolor de las contracciones.
Apretando el brazo de Laenor con fuerza levantando, el
cual aún desorientado salió en busca de las parteras que
había en marcaderiva así como a Lady Rosier y al
Maestre de Lord Corlys Velaryon.

Cómo la Reina Aemma le había dicho las mujeres son las


únicas que entran con valor al doloroso campo de batalla
que era el parto, Rhaenyra siempre llevo esas palabras
con valentía el recuerdo de su madre le daba fuerzas,
pero el dolor no podía ser minimizado, Syrax y Meraxes
se hicieron presentes las tres patronas de los partos
estábamos reunidas para cuidar a la sangre Valyria, al
igual que Balerion y para mí sorpresa mi hermano la
tempestad también, bueno mi pequeño dragón marino
tenía sangre Baratheon, para acompañar su dolor
invoque una tormenta junto con mi hermano la cual
azotó toda la Bahía de Blackwater, era la tormenta más
grande y fiera que sea había avistado en mucho tiempo.

Rhaenys no se separó de Rhaenyra al igual que Laenor al


cual casi le rompe la mano con la fuerza que la
adrenalina otorgaba, Corlys esperaba afuera con el
pequeño Jacaerys quien estaba en brazos de Lady
Rosier, un cuervo salió lo antes posible para notificar al
rey, el rey marchito era un soñador, sintiendo incluso
antes de que Lord Lyonel Strong apareciera en sus
aposentos

-Esta tormenta es fuerte como en Bastión de tormentas,


mi nieto ya viene Lord Strong-

Ordenando enseguida que le prepararán una


embarcación digna para soportar aquella tormenta, así
como que prepararán a sus hijos y notificarán a su buena
esposa. Dejando instrucciones de que preparan el Huevo
de dragón previamente escogido por Laenor que se había
quedado en la capital al cuidado de los guardianes de
dragones.

Pero regresando con mi dragona, sus gritos de dolor se


oían en todo el castillo de los Velaryon al igual que los
rugidos de Syrax, con Laenor dándole fuerza y compañía
a su lado al igual que La reina que debió ser, con cada
aullido de dolor y pujada un relámpago resplandecía
mientras el cielo tronaba acompañando su dolor,
pasarían las horas de incertidumbre.

Hasta que la calma llegó a marcaderiva, la marea se


calmó y el sol llego, acompañado del llanto de un bebé
en brazos de la partera. Rhaenys salió con rapidez a
buscar a su marido y nieto mientras Laenor se sentaba al
lado de su compañera

"𝓔𝓼 𝓾𝓷 𝓿𝓪𝓻𝓸𝓷 𝓹𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓪 𝓯𝓾𝓮𝓻𝓽𝓮 𝔂 𝓼𝓪𝓷𝓸"

Mi Rhaenyra estaba agotada, pero con el amor de la


llegada de su segundo hijo extendió los brazos para
recibir a su niño, Balerion a mi lado tomo mi mano, mi
dragón marino estaba en este mundo y era fuerte, las
hermanas de Balerion se acercaban al niño mientras el
fuego de la chimenea bailaba feliz, a causa de los
protectores targaryen, el hermano tempestad también se
acercó a verlo.

Rhaenyra beso a su dulce niño, aliviada de que estuviera


bien, miro a Laenor a su lado con algo de temor, pero
aun así hablo:

-cárgalo Laenor-

Laenor estaba nervioso, la sensación era distinta a


cuando nació Jacaerys, no porque no amara a su niño
dragón él estaba en su corazón, mi pequeño Laenor no
sabía cómo describir esta sensación, pero yo sí:
fue lo mismo que sentí cuando nació tritón era una
extensión de mi a pesar de todas mis creaciones está de
sentía diferente no podía creer que algo vino de mis
entrañas, fui capaz de crear algo tan personal con
Balerion.
Con los brazos temblando Rhaenyra coloco al pequeño en
los brazos de su padre a la par que mi hijo pródigo con
mi buena hija entraba a los aposentos con el pequeño
Jacaerys y Lady Rosier. Mientras Rhaenys y Lady Corbray
iban a ver el estado de Rhaenyra Lord Corlys Velaryon se
acercó a su hijo para observar a su segundo nieto varón

-Es mi hijo- murmuro Laenor feliz

Era tan pequeño, movió la manta para apreciar a su hijo,


no pudo evitar llorar acariciando su cabello, Corlys sonrió
para mirar a Rhaenys

-¿Que sucede querido?- pregunto la reina que debió ser


sujetando la mano de Rhaenyra

-Tiene tu cabello madre, así como tú nariz- comento


Laenor mientras su padre acariciaba la mejilla regordeta
del bebé

No era secreto para nadie que a mi niño Laenor no le


gustaba su nariz. Rhaenys se acercó a verlo, la targaryen
de cabello oscuro preparo sus brazos para recibir a su
nieto al igual que Lady Rosier motivada por Rhaenyra se
acercó al ver al nuevo vástago de la casa Velaryon,
Rhaenys soltó unas lágrimas mientras sonreía
acariciando al infante al igual que Laenor ella estaba
sintiendo un acogedor calor en su corazón, esa conexión.

El pequeño dragón marino tenía la piel blanca de los


targaryen que ahora era algo rosada en especial en sus
mejillas, nariz respingada, barbilla partida como su
madre y abuelas, cabellos tan negros como su abuela,
negro como el vidriagon, Corlys se acercó a su esposa

-parece que tú sangre ganó otra ronda querida-

Rhaenys miro a su esposo mientras Laenor se acercaba a


Rhaenyra, quien lo miraba con alegría apretó su mano
antes de cargar a Jacaerys, Laenor quería que su hijo
mayor conociera a su nuevo hermanito, Lady Rosier
tomo la palabra al notar como los párpados del recién
nacido se movían

-Oh por los sagrados 7 va a abrir los ojos-

Rhaenys con el niño aún en brazos se acercó a Rhaenyra


al igual que el resto de los adultos, así como Laenor
quien cargaba a Jace, observaron expectantes. Cuando
mi pequeño Lucerys abrió los ojos por primera vez todos
quedaron maravillados, mi pequeño mostro unos
preciosos ojos azules como mis mares en qué colindan
con el norte teniendo destellos aguamarina.

-Son azul Arryn, como su difunta abuela- exclamó Lady


Corbray limpiándose las lágrimas recordando a la reina
Aemma Arryn cuando era pequeña provocando que
Rhaenyra quisiera llorar.

Corlys bufo molesto, él no pensaba igual

- No, mi nieto tiene los ojos de los Velaryon azules como


el mar en las islas calidas-

Rhaenys los miro a ambos al igual que Laenor

-A mí me parece que tiene los ojos de los Baratheon-


opino Rhaenys negandose a entregar a su nieto a
Laenor.

Mi hermano la tempestad opinaba lo mismo, yo fruncí el


ceño los ojos Velaryon estaban en mi niño, yo quería que
fuera así, aunque en el fondo ambos sabíamos que los
ojos compartían parecido a su difunta abuela pero los
detalles acuamarina estaban presentes y con fuerza
gracias a su herencia, la magia de sangre; azul como el
de mis preciosos caballos marinos.
Antes de que pudieran seguir opinando, un vocero
apareció en los aposentos

"Mi señor, me complace anunciar la llegada de su gracia


el rey Viserys I Targaryen junto con la Reina consorte
Alicent Hightower y sus 3 hijos mayores el principe
Aegon, la princesa Helaena y el príncipe Aemond"

Las grandes puertas de los aposentos se abrieron


mostrando al rey marchito que caminaba con un huevo
en brazo, con Helaena a su lado izquierdo y Aegon en su
lado derecho seguida por la reina verde quien traía a
Aemond de la mano escoltados por Ser Harrold
Westerling y Ser Criston Cole para desgracia de los
negros, por su edad Daeron se quedó custodiado por Ser
Arryk en Kingslanding

-¡Mi Rhaenyra! Hija mía gracias a las llamas de Balerion


y a la protectora de los Velaryon que estás bien-

-Padre no esperaba verte tan pronto, acércate a conocer


a tu nieto- comento mi niña

El viejo dragón mostrando todas sus energías, camino


directo hacia su prima Rhaenys quien aún tenía a
Lucerys en brazos no sin antes colocar el huevo de
dragón en la cuna del bebe, mientras Helaena y Aegon
corrían hacia su hermana ignorando la mirada molesta
de su madre, Helaena con algo de timidez tomo la mano
de su hermana.

-Hermana ¿Cómo te sientes? -

-oh mi dulce Helaena, estoy agotada pero no es nada de


qué preocuparse gracias por preocuparte por mi-
comento mi protegida mientras acariciaba la mejilla de
su hermana brevemente sabiendo que a su hermana no
le gustaba mucho el contacto físico.

-¿Te dolió mucho?- pregunto Aegon sin filtro

Rhaenyra soltó una risita ante la pregunta

-No Aegon, gracias a los protectores de nuestra casa y a


la dama de los océanos que cuida de los Velaryon me
dieron la fuerza para superar esto con menos dolor
comparado a mi primer parto-

Alicent no oculto su mueca ante la mención de nosotros.


Para la fe de los siete la mención de los antiguos
nombres que nos dieron en Valyria eran clasificados
como paganos y salvajes.

Mientras Rhaenyra tenía la atención de sus hermanos el


rey ya con el niño en brazos lloro al verlo, con sus
frágiles manos acaricio su cabeza y sus cachetes,
mientras tú mi príncipe lo observaste con tus grandes
ojos.

-Tiene los ojos azules de tu madre hija mía, tan brillantes


como los de mi amada Aemma-

-Padre...- comento Rhaenyra con Helaena aun a su lado.

-Aunque también tiene el color de los ojos Velaryon pero


sin duda este niño salió a su abuela Rhaenys- comento
retomando la compostura, posteriormente miro a su
prima.

-Tiene el cabello de la tía Jocelyn cómo tú, Laenor mi


muchacho tu heredero será fuerte. - comento
observando a mi Hipocampo

Viserys coloco al infante en su cuna, acomodando al


huevo a su lado. El cual al estar en contacto con mi
pequeño dragón marino comenzó a crujir. Rhaenyra
motivo a sus hermanos a que fueran a ver a su nuevo
sobrino los cuales caminaron para quedar a la par de su
marchito padre quien recibió con cariño a la pequeña
Helaena tomándola con cuidado del hombro, Helaena
murmuraba en voz baja mientras acariciaba el cabello
negro del bebé siendo escuchada por solamente por
Laenor quien se había acercado con Jacaerys a la cuna:

"𝓓𝓮 𝓵𝓪 𝓮𝓼𝓹𝓾𝓶𝓪 𝓼𝓾𝓻𝓰𝓲𝓻𝓪, 𝓔𝓵 𝓱𝓲𝓹𝓸𝓬𝓪𝓶𝓹𝓸 𝓶𝓸𝓷𝓽𝓪𝓻𝓪 𝓪


𝓾𝓷𝓪 𝓫𝓮𝓼𝓽𝓲𝓪 𝓫𝓵𝓪𝓷𝓬𝓪"

Laenor sonrió ante las palabras de su pequeña prima.


Aegon quien miraba al niño hablo

-Padre, el huevo de la bolita de carne se mueve-

-¡Aegon!- lo regaño la reina Alicent avergonzada, se


había acercado a Rhaenyra tratando de ser educada, por
más que tratara de negarlo en el fondo se preocupaba un
poco por su ex amiga.

-Tu hijo tiene razón Alicent, el huevo se está moviendo-


comento Viserys extasiado

Con todos observando la cuna de mi pequeño dragón


marino el huevo de coloración rojiza se rompió
finalmente mostrando a un pequeño dragón pálido como
la perla con detalles rojos. Cómo había pasado con su
hermano mayor Jacaerys, la pequeña bestia se acurrucó
con el bebé buscando calor.

-Oh por las catorce llamas de Valyria otro príncipe de


sangre Targaryen con un huevo de cuna- comento con
orgullo el rey marchito

Los presentes que tenían sangre valyria inflaron el pecho


con orgullo, en especial los señores de marcaderiva su
nieto ya mostraba la grandeza de la sangre Valyria, por
otro lado, Alicent tenía un sabor amargo aún no veía al
niño pero este a diferencia de sus hijos ya tenía un
dragón eclosionado.

Mi hermano inflo el pecho con orgullo, exclamando

-Claro que será fuerte, tiene sangre Baratheon en sus


venas, sangre de guerreros- mi hermano siempre había
Sido orgulloso con sus protegidos tanto con los
Baratheon cómo los extintos Durradon prueba de ello fue
Argilac el arrogante.

Pero la paz no podía perdurar, cuando la reina verde se


acercó a ver al infante de cabello oscuro notando el nulo
parecido con Laenor e hipócritamente ignorando el
parecido con la princesa Rhaenys comento

-Oh Ser Laenor, sin duda tu hijo es fuerte otro niño de


cabello oscuro-

Toda la sala se quedó en silencio, Rhaenys junto con


Corlys arquearon las cejas con ira, Lady Corbray tomo a
Jace de los brazos de Laenor, quien se acercó a su
compañera para ayudarla a sentarse y Rhaenyra pareció
sentirse dolida por lo que acababa de escuchar. El rey
Viserys permaneció en silencio sujetando el hombro de
Helaena quien se veía algo incómoda.

Pese a que los eternos estábamos con ellos por obvias


razones los mortales no notaban nuestra presencia, me
aparte del lado de mi hijo Corlys, Balerion y mi hermano
lo notaron antes que Vhagar, Syrax y Meraxes, la reina
verde se estaba burlando de mis protegidos, se estaba
burlando de mí dragón marino, se estaba burlando de la
casa Velaryon y sobre todo se estaba burlando de mí la
Dama de los mares, el mar comenzó a picarse en
reacción. Mi hermano intento acercarse a mi mientras el
mar se agitaba, hablé con ira

¿𝓠𝓾𝓮 𝓪𝓬𝓪𝓫𝓪𝓼 𝓭𝓮 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓻?

Las olas crecieron, haciendo de Corlys mirara por la


ventana sorprendido, tan solo hace un momento todo era
calma en las playas de Driftmark

-Alicent...-gruño Viserys enojado

-Sin duda tiene parecido a la princesa, pero rasgos


fuertes

𝓓𝓮𝓽𝓮𝓷𝓽𝓮

Otra gigantesca ola rompió en la playa, Corlys siguió


observando a la par que las nubes de tornaron grises,
Rhaenys apretó su mano ella también estaba enojada.

Alicent se alejó de la cuna con su horrible perro Guardian


Ser Criston Cole, con intención de salir

-Sigue inténtalo, tal vez el próximo salga a ti- sonrió

𝓘𝓷𝓼𝓸𝓵𝓮𝓷𝓽𝓮...

Un relámpago cayó en el mar mientras olas monstruosas


surgían por mi ira, sorprendiendo a todos en la sala.

Corlys bufo, Rhaenys apretó su mandíbula, Laenor apretó


los puños, Lady Rosier sacaba a Jacaerys por la puerta
que conectaba a su habitación escondiendo su boca
torcida por el enojo, a la par que la chimenea crecía en
fuego por las hermanas de Balerion también enojadas.

-Con su permiso, necesito salir -

Antes de que todos salieran para discutir la insolencia de


la reina consorte, La reina verde susurró a Criston Cole

-en algún momento ambos debieron ver a sus


amantes...-

-otro bastardo debería darle vergüenza puta mimada-


exclamó el asqueroso capa blanca,hipócrita como se
atrevía

𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓽𝓮 𝓪𝓽𝓻𝓮𝓿𝓮𝓼 𝓲𝓶𝓹𝓲𝓸

-debí sospecharlo desde que estalló la tormenta, los


sagrados siete lo montaron cómo señal de disgusto-
comento Alicent Hightower

𝓟𝓪𝓰𝓪𝓻𝓪𝓼 𝓽𝓾 𝓲𝓷𝓼𝓸𝓵𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪

Y con eso se colmó mi ira, múltiples rayos cayeron


mientras la lluvia torrencial comenzaba, en todos mis
mares se manifestó mi ira con olas monstruosas que
quedarían registradas por todos los maestres a lo largo
del westeros y las ciudades libres pero la peor parte fue
para antigua, el mar tragaría navíos de la armada
Hightower al igual que barcos con los que se enriquecían,
así como daños en toda la ciudad. Por fin entendí la
motivación de mis iguales cuando se enfurecieron con los
valyrios, quien se creía está mortal para hablar de la
sangre del hipocampo quería hundir a antigua en olas
monstruosas que fueran devorados por mis creaciones,
que desaparecieran entre olas, rayos y viento, como mi
hermanos y hermanas consumieron a la antigua Valyria
en fuego, lava y humo ¿Acaso creía que era superior a
mis protegidos?

La ira me cegó como nunca había pasado, no escuchaba


a nadie ni a mi hermano, fue hasta que Balerion grito

𝓜𝓪𝓻𝓮 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓹𝓸𝓻 𝓯𝓪𝓿𝓸𝓻

Me abrazo, yo me derrumbe en sus brazos, pero no fue


suficiente hasta que escuche llorar a mi pequeño dragón
marino, lo habían dejado solo por un momento no note
cuando todos se fueron dejando la habitación sola con
Ser Harrold custodiando afuera. Fue cuando el mar se
calmó, me sentí avergonzada asusté a mi dulce príncipe.

Balerion me soltó sabiendo lo que iba a hacer, pocas


veces me manifestaba en el plano de los mortales solo
frente a los Velaryon, la habitación se llenó de brillo azul
con mi presencia así como del aroma a la espuma
marina, me acerque a la cuna dónde la pequeña bestia
perla me observó con ojos curiosos, con mis mano
acaricie su pequeña cabeza calmándolo la pequeña bestia
estaba disfrutando del afecto, te tome en mis brazos y te
cargue, tus ojos dejaron de lagrimear ahora mostraban
tanta curiosidad por mí que me derritió el corazón, solo
tú sabes que viste ese día nunca quise saber con qué
apariencia me viste tal vez me viste parecida a tu madre.
Extendiste tu mano hacia la mía y sujetaste mi dedo
mientras reías dulcemente.

𝓟𝓮𝓻𝓭𝓸𝓷𝓪𝓶𝓮 𝓷𝓲𝓷𝓸 𝓶𝓲𝓸, 𝓽𝓮 𝓱𝓮 𝓪𝓼𝓾𝓼𝓽𝓪𝓭𝓸. 𝓓𝓮𝓼𝓭𝓮 𝓱𝓸𝔂


𝓷𝓸 𝓶𝓮 𝓼𝓮𝓹𝓪𝓻𝓪𝓻𝓮 𝓭𝓮 𝓽𝓾 𝓵𝓪𝓭𝓸, 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓻𝓸𝓭𝓮𝓪𝓭𝓸 𝓭𝓮
𝓿𝓮𝓷𝓮𝓷𝓸 𝓿𝓮𝓻𝓭𝓮 𝔂 𝓭𝓮𝓫𝓮𝓼 𝓼𝓮𝓻 𝓿𝓪𝓵𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓵𝓸𝓼
𝓬𝓪𝓫𝓪𝓵𝓵𝓸𝓼 𝓶𝓪𝓻𝓲𝓷𝓸𝓼

Tal parece que te logré calmar, cerraste tus ojos para ir


al reino del hermano sueño. Te devolví a la cuna dónde
te esperaba tu dragón quien se acurrucó contigo.

Mi presencia se desvaneció del plano mortal, mientras


Balerion se acercaba a mí. Estaba a punto de hablarme
hasta que las puertas se abrieron mostrando al joven
Aemond, había olvidado que fue el único de los tres
hermanos que no te vio.

El Dragon verde se acercó a ti con curiosidad parecía que


había visto un tesoro por el brillo en sus ojos morados,
paso a mirar a la pequeña bestia perla con celos

-Incluso tú tienes un dragón... No es justo-

Lucerys abrió los ojos para su joven tío quien no pudo


evitar jadear al verlos

- mhn Tienes los ojos bonitos Taoba- comento mientras


dejaba que mi príncipe sujetará su dedo

Lucerys mi príncipe parece que tu destino está


entrelazado con el del dragón verde...

Notes:
Por fin pude actualizar, pido perdón a
las 5 personas que leen esta historia,
también para pedirles que no me echen
cal (XD) estoy leyendo fuego y sangre
tan rápido como una estudiante de
universidad con deberes puede hacer

Aclaraciones:

Mare es mar en Latín, como no hay una


palabra para Mar en alto valyrio busque
en latín debido a que el alto valyrio
tiene inspiración en el latín

Menciono cosas que vienen en el libro y


otros pasajes o dialogos son
inventados por mi

Lady Rosier Corbray es invención mía,


quise mostrar más participación de los
Arryn después de todo son la familia
materna de Rhaenyra y amaban a
Aemma, la familia o casa Corbray es
una de las casas vasallas de los Arryn
Su apariencia:

quiero mostrar tal cual como es en el


libro cla bastardia de los tres son solo
rumores (aunque aquí Lucerys si es hijo
de Laenor)

En el siguiente capítulo aparecerán


Jocelyn Baratheon y Boremund
Baratheon dado a qué no los mencionan
mismo y no tenemos fechas de muerte
claras queriendo ver a su bisnieto, de
hecho planeo que la tutora o niñera de
Lucerys sea una Lady de la casa Tarth
(Te amo Brienne )

Disfruten lo poquito que puse de


Aemond y Lucerys, pido perdón pero mi
personaje a brillar son Laenor y Lucerys
sorry not sorry

Chapter 5: 𝕮𝖗𝖔𝖓𝖎𝖈𝖆𝖘 𝖉𝖊
𝖍𝖎𝖕𝖔𝖈𝖆𝖒𝖕𝖔𝖘, 𝖉𝖗𝖆𝖌𝖔𝖓𝖊𝖘 𝖞 𝖈𝖎𝖊𝖗𝖛𝖔𝖘
Summary:
El hipocampo fue presentado ante el
ciervo coronado, la calma antes de la
tormenta. El mar y el fuego conviviendo

Notes:
(See the end of the chapter for notes.)

Después de aquel momento amargo vivido en el


nacimiento de mi segundo dulce príncipe las cosas se
dificultaron para la pareja de la princesa dragón y el
hipocampo, Decidieron quedarse en Driftmark por un
tiempo acompañados por sus buenos padres. Fue una
delicia para mi observar en su función de abuelos a
Corlys y a Rhaenys, los cuales no dejaban de prestar
atención a Jacaerys y a Lucerys, acaparándolos
ignorando las quejas de los padres y la dama de
compañía de Rhaenyra, Siempre veía a mi hijo Corlys
llevar a Jacaerys por los pasillos de High tide sonriendo
cada vez que el pequeño dragón pasaba sus manos por
la piedra finamente trabajada convertida en estatuas de
mis caballos marinos, caracoles o figuras de mi hijo,
también amaba tocar las paredes pintadas con los
pasajes históricos de mis creaciones marinas
interactuando con los Velaryon, Corlys no era sordo era
un hombre ambicioso que quería su sangre en el trono,
pero era sincero, al menos lo mostro cuando Viserys
propuso el casamiento de su hijo y su sobrina, ya había
vendido a su hijo por renombre y fama ahora lo dejaría
vivir con Rhaenyra como él quisiera, tampoco se iba a
negar que era sincero en su cariño por sus nietos, sabía
lo que su querido y ambicioso hermano menor Vaemond
susurraba sobre la progenie del pequeño de cabello
marrón oscuro como el chocolate sin azúcar que se
obtenía de Pentos, aunque existía la semilla de la duda
tanto en el cómo en su amada Rhaenys su nieto había
eclosionado su huevo de cuna también había escuchado
sobre como el dragón crecía a un ritmo impresionante
enorgulleciéndolo, seria otro magnifico jinete de dragón
para la casa Velaryon, eso sin mencionar que Laenor
jamás mostro ira, decepción ni mucho menos rechazo
hacia el pequeño dragón siempre que alguien hablaba
con indirectas Laenor con orgullo decía que Jace era su
hijo primogénito, lo cargaba a cualquier lado que iba
siendo el lugar favorito del pequeño la playa donde
jugaban con la arena y los lujosos juguetes de criaturas
marinas, Jacaerys era su nieto primogénito aquel que se
sentaría en el trono de hierro mientras que su segundo
nieto quien sería un gran lord de las mareas después de
su hijo.

Hablando de Lucerys, mi pequeño príncipe hipocampo,


mi dulce niño se la pasaba en brazos de su abuela de
mismos cabellos negros, claro ignorando los momentos
donde Rhaenyra se encargaba de alimentarlo,
rechazando el uso de una ama de cría tal como lo había
hecho con Jacaerys cuando era bebe. Entre la estadía en
brazos de su madre pasando a los brazos de su abuela
todos los días no pude evitar reír cuando veía a mi niño
Laenor pelear con su madre para poder tener a su
segundo hijo, aunque sea un momento. Rhaenys quería
a Jacaerys nadie lo ponía en duda, pero a ella le afectaba
un poco los susurros contra su nieto primogénito que
inconscientemente el cariño no era el mismo, me dolía
un poco pero estaba en su derecho no podía obligarla a
amarlo de la misma manera como el resto lo hacía, con
Lucerys todo pintaba diferente mi príncipe había salido
completamente al lado femenino de la familia tenía cosas
de la difunta Aemma así como de Rhaenyra pero el niño
era completamente su abuela en apariencia salvo los
ojos, en sus años verdes Rhaenys se había sentido
diferente al ser la única Targaryen de cabello oscuro,
adoraba lo que heredó de su madre pero no era inmune
a los comentarios de la asquerosa corte sobre la
ausencia de cabello platino en su cabeza siendo heredera
del difunto príncipe Aemon. Cuando sus hijos nacieron
los amo, pero en el fondo le hubiera gustado que alguno
de ellos hubiera sacado su cabello, Jacaerys había nacido
con una cabellera de tono similar a su primo Borros,
Baela y Rhaena eran idénticas a su madre para alegría
de mi dragona, finalmente con su segundo nieto varón
había cumplido su deseo. El amor por Lucerys era tan
notorio que no fue sorpresa que la reina que debió ser
llevo a presentar a su nieto con su compañera de los
cielos, la reina roja sonrió cuando la gigante dragona de
corona en cresta acerco su cabeza al bebe que con sus
pequeñas manos la toco con curiosidad cerca de sus
fosas nasales. la dragona roja respondió exhalando aire
caliente desordenando los cabellos del niño quien rio en
respuesta alegrando a Rhaenys. También había enviado
una carta a su madre que vivía en bastión de tormentas
desde la muerte de la buena reina Alysanne al lado de su
tío Boremund, esperaba que pudieran venir a conocer a
su nieto estando segura de que su madre no podría
evitar sonreír al ver que su bisnieto había heredado su
cabello.

Las visitas que habían comenzado con un sabor amargo


gracia a la reina consorte continuaron con la llegada de
mi querida Laena junto con sus hijas lo cual alegro el
corazón tanto de sus padres como de Laenor y Rhaenyra
Laena había estado en Pentos desde que contrajo
nupcias con el príncipe rebelde , aunque su regreso
significo tener a Daemon devuelta con ella provocando
un hueco en el corazón de Rhaenyra, Laenor le había
sugerido partir si no se sentía cómoda aunque eso
significaba volver a la fortaleza roja, Rhaenyra viendo la
tristeza en los ojos de su primo se negó, también quería
estar con sus sobrinas y Laena, abordaría con madurez la
compañía de su tío.

No era sorpresa que el mismo día que Laena llego


acompañada por su marido, entraron a los aposentos
designados para la princesa dragón y el heredero de
driftmark con sus hijas en brazos, Rhaenyra camino a
abrazarla teniendo en sus brazos a Jacaerys mientras
Laenor tenía a Lucerys, Lady Rosier estaba tomando el té
con la reina que debió ser, si bien era dama de compañía
de Rhaenyra, mi princesa le había dado libertades al ver
que había congeniado bien con su tía Rhaenys.

-Laena, Tío - Comento sonriente Rhaenyra

-Rhaenyra, Laenor no saben cuánto los he extrañado-


comento Laena abrazando a ambos, siendo cuidadosa
con los infantes en brazos.

-sobrina, sobrino- comento tranquilo Daemon mientras


tenia a sus dos hijas en brazos

Mi linda dragona marina miro hacia los dos infantes en


brazos de los futuros reyes de westeros, sonrió abriendo
los brazos con intención de cargar a Jacaerys

-¿Este es mi sobrino? Es bellísimo-Sonrió mientras mi


pequeño dragón miraba a su tía con sus ojos morados
teniendo un brillo de curiosidad a la par que tocaba los
rizos plateados como si fuera la cosa más interesante en
la habitación.

-Rhaenyra tiene tus ojos y tu lunar, su cabello me


recuerda al tío Borros-Comento mientras acariciaba su
cabeza recibiendo una sonrisa del pequeño. -Me hubiera
encantado acompañarte en el parto-

Rhaenyra le sonrió con tristeza, no le dolía solo que su


tío se haya ido a Pentos, le dolía que se haya llevado a
Laena de su lado, tenía a sus damas de compañía, pero
ninguna de ellas se comparaba con Laena quien era su
compañera de vida o lo que tuvo con Alicent, aunque
ahora tenía a su querida Elinda Massey, a Lady Rosier a
quien veía más como una madre o sus nuevas damas de
compañía Elinor y Eulalia Strong hermanas menores de
su querido rompe huesos con quienes disfrutaba cotillear
en la hora del té. Rhaenyra mantenía la frente en alto
ante Alicent y sus habladurías, pero en sus aposentos se
rompía extrañando los brazos de Laena para darle la
fuerza que necesitaba.

-A mí también me hubiera gustado acompañarte a ti en


el nacimiento de Baela y Rhaena, sé que la pequeña
Baela eclosiono su huevo será una gran jinete-Comento
acariciando la mejilla de la mencionada a la par que
tomaba a Rhaena de los brazos de su tío quien le sonrió.

-Serán unas doncellas hermosas, son idénticas a ti-


comento sonriente mientras mi pequeña perla colocaba
su mano en el lunar de Rhaenyra provocando que la
futura reina de poniente sonriera.

-Puedo decir lo mismo Nyra, Jacaerys y Lucerys serán


apuestos caballeros, ya puedo ver a las doncellas
siguiéndolos en un futuro - Comento divertida ante la
reacción de su hermano quien estaba frunciendo el ceño
con su hijo en brazos.

-Laenor debe estar cansado de escucharme, pero me


encantaría tener una niña, ya sé que nombre le pondré-
comento mi princesa dragón mientras movía a Rhaena
en sus brazos para que sonriera

Mi hipocampo le sonrió, mientras le entregaba a su hijo a


Daemon recibiendo el a Baela, no pudo evitar sonreír al
ver a su sobrina era volver a mirar a su hermana cuando
era pequeña, la cual tomaba sus rastas e insistía en
ponerse de pie en los brazos de su tío

-Tú tienes mucha energía pequeña- comento el heredero


de driftmark mientras tomaba la mano de Baela

-Se parece a su padre- comento Rhaenyra quien estaba


aun con Rhaena en brazos, Daemon sonrió ante lo dicho
por Rhaenyra, mientras mi pequeña perla que había
querido ver a mi pequeño príncipe en los brazos de su
padre, se inclinó mirando al niño

-Abuela Nys- balbuceo la pequeña de dos años al tocar el


cabello negro de Lucerys

Laena sonrió acercándose a su marido y prima al igual


que Laenor, mi bella dama hipocampo no había cargado
aun a su segundo sobrino, exigiendo su derecho bajo un
momento a Jace quien se sujetó de la falda de su
pomposo vestido azul Velaryon

-Si mi dulce niña, Lucerys tiene el cabello de tu abuela -

Tomo a Lucerys de los brazos de Daemon, quien ahora


sin nadie que cargar levanto a Jacaerys, quien lo miro
algo tímido Daemon era un hombre corpulento y alto al
igual que su abuelo Corlys

-Es un honor cargarte futuro rey- comento Daemon


divertido por la timidez inicial del pequeño. -He leído en
las cartas de tu madre sobre como tu dragón nació
contigo no esperaba menos de la sangre valyria, serás
un gran jinete-

Rhaenyra sonrió aliviada, había visto como se refería su


tío sobre los hijos de Alicent repudiándolos por su sangre
Hightower, sabía que su tío amaba a la familia, pero no
pudo evitar tener la duda sobre como actuaria. Caraxes
cantaba con alegría afuera acaparando la atención de mi
pequeño dragón y de la pequeña dragona marina Baela
quienes se movieron con intención de que Laenor y
Daemon se asomaran por la ventana para observar el
paisaje, las risas infantiles estallaron cuando vieron volar
a Caraxes en compañía de Syrax, Vhagar y Seasmoke
danzar en los cielos.

Por otro lado, Rhaena parecía más interesada en Lucerys


al igual que Laena, quien no paraba de acariciar la
cabeza de su sobrino.

-Oh Nyra es hermoso, es idéntico a mi madre-

-Todo el mundo lo comenta, aunque también me


recuerda un poco a mi madre-

Laena miro a Rhaenyra sentarse con Rhaena en brazos,


tenía un semblante triste, ella sintió tristeza igual
recordando a su difunta tía Aemma con su característica
sonrisa amable, se sentó al lado de Rhaenyra en aquel
sillón, tomo su mano apretándola a la par que su hija
volvía a acariciar las mejillas de su tía, quien no pudo
evitar abrazarla soltando momentáneamente a su
querida Laena. Se que en el corazón de Rhaenyra uno de
sus más grandes anhelos era tener una niña. Amaba a
sus hijos, pero mientras su madre se esforzó por dar
varones, solo la tuvo a ella una mujer, ella con dos
varones quería una niña. La hermana destino a veces
recompensaba trazando la vida, Rhaenyra dio a los
varones que su madre no pudo dar. Volvió a tomar la
mano de Laena mirándola

-Tiene la barbilla de la tía Aemma, así como tu- apretó


su mano, a la par que regresaba su mirada a mi pequeño
príncipe

-Sus ojos también se parecen a los de ella, pero no


puedo evitar ver los ojos de mi padre con los reflejos
Velaryon -

Rhaenyra sonrió, realmente había extrañado demasiado


a Laena.

Con el pasar de los días mis tres protegidos volvieron a


rememorar sus aventuras, puede que sean adultos con
responsabilidades, pero eso no los iba a separar. Con
Rhaenys, Corlys y Lady Rosier cuidando de los pequeños
observando que en los cielos los dragones bailaron, junto
a Balerion observaba feliz a Rhaenyra volar con Laena y
Laenor anexando a Daemon, el blanco, verde, amarillo y
rojo se sincronizaban. Volaban cerca del balcón en high
tide donde los mayores estaban, con intención de que
sus nietos los miraran danzar a sus padres en los lomos
de dragón. Para los cuatro era felicidad oír las risas de
sus hijos que veían maravillados la danza. En los cielos
con todo a la vista de un dragón, miraron un barco en
dirección a marcaderiva. Sobrevolaron cerca para mirar
mejor observando el blasón del ciervo coronado. Un
barco de la casa Baratheon.

Regresaron en busca de sus buenos padres. Cuando los


dragones estuvieron en manos de los guardianes de
dragones. Un carruaje los llevo a su destino.

-Padre, madre un barco de la casa Baratheon se


aproxima a marcaderiva- comento Laenor con Rhaenyra
a su lado habían tomado a sus hijos siendo ayudados por
Lady Rosier.

Laena y Daemon también habían tomado a sus hijas,


Rhaenys miro a su querido esposo con alegría, este le
devolvió la sonrisa tomando su mano. La princesa
pelinegra miro a sus hijos y sobrina.

-No quería comentar nada, quería que fuera una


sorpresa, pero creo que ya no es necesario, hace unas
semanas envié una carta a Bastión de tormentas a mi
madre por el nacimiento de mi segundo nieto varón-

-¿En el barco viene la abuela Jocelyn? - Preguntaron


emocionados Laena y Laenor

-Es lo que espero hijos míos, con la llegada de ustedes


hija mía, me emociona la idea de presentar a todos mis
nietos de una solo vez-

Tal como lo había mencionado Rhaenys, los últimos


regalos que me dejo mi amada Alyssa en este mundo
llegaron a marcaderiva, el ciervo coronado que dirigía la
casa con orgullo Boremund Baratheon hizo acto de
presencia junto con su hermana y madre de la reina que
debió ser Jocelyn Baratheon, seguidos por un pequeño
sequito destacando a una doncella que jamás se separó
de mi Jocelyn.

En el salón del trono de High tide los esperaban el resto


de mis hijos.

-Con el honor de anunciar la llegada de la casa


Baratheon mi lord, El jefe de la casa Lord Boremund
Baratheon acompañado de su hermana y madre la
señora de las mareas Lady Jocelyn Baratheon junto con
su dama Lady Arianne Tarth y su sequito-

De las puertas aparecieron con su porte orgulloso,


Boremund un hombre corpulento y fuerte como lo había
sido su padre, pero de ojos morados como mi bella
Alyssa vistiendo una túnica con los colores de la casa
Baratheon y una espada en su cinturón. Caminada a la
par de mi dulce Jocelyn, quien caminaba con elegancia,
portando un vestido negro con detalles amarillos de la
casa del ciervo coronado, pero con telas rojas en honor a
su amado Aemon quien estaba en el reino de mi
hermano. Sus ojos negros brillaban viendo hacia su hija
y descendencia. Su cabello que alguna vez fue negro
ahora caía en una trenza de cabello gris con uno que otro
mechón que conservaba su color de juventud.

-Madre- camino feliz Rhaenys acercándose a su madre


para abrazarla.

Jocelyn la recibió con alegría estrechándola en sus


brazos, el amor de madre era eterno como el fuego de
Balerion y como el mar era basto.

-Mi dulce Rhaenys hija mía, cuanto tiempo sin verte-

-Lo se madre, lamento no poder ido a visitarte con


frecuencia a Bastión de tormentas como antes lo hacía -

Su madre negó, con una sonrisa cansada, tomado del


brazo a su hija, se dejó guiar hacia sus nietos y yernos.

-No mi niña, tú ya has formado tu propia familia, así


como mi deber es velar por ti, por mi hermano y demás
familia, el tuyo ahora esta con tu marido, tus hijos, tu
nuera nietos y driftmark. No me siento desplazada -

-Mi buena madre-

Corlys se inclinó hacia su suegra, tomando su mano para


depositar un beso

-Lord Corlys, es agradable verlo-

Comento asintiendo, apreciaba al lord por amar y velar


por su única hija como si se tratara de algún tesoro
encontrado en el mar, pero su mirada se posó en sus dos
nietos que se acercaban con sus respectivas parejas e
hijos.

-Abuela, tanto tiempo- Comentaban al unisonó los


hermanos hipocampo acercándose a su abuela, quien se
regocijo al verlos

-Oh, pero si son mis adorados niños, Laena mírate eres


igual de hermosa que Rhaenys-

Tomo la mejilla de Laena mientras mi bella perla ponía


su mano sobre la de su abuela sonriendo. Cuando se
separó de su nieta fue turno de mirar a su nieto quien se
acercó a abrazarla

-Oh mi muchacho, mírate eres todo un caballero fuerte y


valiente, tu tío y yo estamos muy orgullosos cuando tu
madre nos comentó sobre tus hazañas en los peldaños
de piedra -

-Abuela me sonrojas-

-No seas modesto niño mío, además he venido a conocer


a todos mis bisnietos, si los dioses me han permitido
vivir a hasta este momento no puedo esperar-

Laenor tomo del brazo a su abuela con delicadeza


acercándolo hacia Laena quien traía a sus gemelas
estando al lado de Rhaenyra quien cargaba a Lucerys con
lady Rorsier a su lado que cargaba a Jacaerys,

-Oh, Laena son bellísimas se parecen a ti-

Laena sonrió mirando a su abuela acariciar las mejillas


de sus hijas

-Ella es Baela y ella es Rhaena- mostro a cada una.

-Serán doncellas muy hermosas como su madre-


comento alegre para luego mirar hacia el príncipe
rebelde

-Un placer volver a verte Tía Jocelyn -

-Tiempo sin verte muchacho, sigues teniendo la misma


energía que tu madre-

Ambos sonrieron con nostalgia recordando a la


Targaryen de cabello rubio sucio y ojos disparejos.
Jocelyn y Alyssa habían sido unidas Alysanne crio a su
pequeña hermana como una hija más, de todos sus hijos
Aemon, Baelon y Alyssa fueron los amigos inseparables
de la perla de bastión de tormentas, Cuando Alyssa
reclamo a Meleys convenció a Jocelyn de acompañarla en
los cielos, tuvieron lo que Laena y Rhaenyra tienen, fue
obvio para todos que una parte de su corazón se
desvaneció cuando Alyssa Targaryen falleció.

-Lo sé, muchas gracias, Tía- sonrió mientras Laena


tomaba su mano consolándolo

Queriendo borrar la tristeza miro hacia su nieto y su


familia acercándose, siendo ayudada por Laenor

-Abuela, Ella es mi esposa la princesa Rhaenyra


Targaryen -

Rhaenyra se inclinó en una reverencia, no pudo convivir


mucho con su tía abuela Jocelyn, así que esta era una
oportunidad.

-Lady Jocelyn, es un placer volver a verla-

-Oh, princesa el placer también es mío, no te había


mirado desde que tu abuelo el príncipe Baelon vino a
visitarme acompañado por ti, has crecido tanto, eres tan
bella, además Laenor y Laena siempre me contaron
sobre sus aventuras juntos. -

Comento Jocelyn tomando de buena fe la mano de la


princesa dragón.

-Lamento si me muestro ansiosa, pero Rhaenys no ha


dejado de mencionar a mis bisnietos en especial a
Lucerys, al parecer tanto la sangre de los Arryn como la
sangre Baratheon han ganado esta generación. -

La viuda de Aemon miro hacia su hermano para que se


acercara, Lord Boremund quien todo este tiempo había
estado charlando con mi hijo prodigo se acercó para
mirar a sus sobrinos bisnietos, él también estaba
impaciente por mirar, era conocido que la sangre
Baratheon era fuerte y tenía presencia, él era la prueba
junto con su hermana, a pesar de la sangre Valyria de su
madre que tenía el alta estima en el mundo, los señores
de las tormentas tenían en su sangre la potencia del mar
y la lluvia que caracterizaba a su casa. El orgullo de la
tempestad

Rhaenyra sonrió mientras miraba a Lady Rosier para que


se acercara a la par de Laenor quien tomó la palabra

-Abuela tío, él es mi hijo primogénito Jacaerys - tomo a


Jacaerys de los brazos de los brazos de Lady Corbray

Jocelyn acaricio la mejilla de su primer bisnieto varón


sonriendo, era cierto la sangre de los Arryn corría por el
pequeño, tuvo un pinchazo de nostalgia viendo los ojos
morados del infante eran del mismo tono de su difunto
cuñado, por ende también eran del mismo tono de su
amado y difunto esposo, devolvió la mirada a su cabello
otra vez para evitar el dolor de los recuerdos, Jacaerys
compartía color de cabellera con su sobrino el hijo de su
hermano

-Tiene el cabello idéntico a Borros, lo debió sacar de


nuestra abuela- comento Lady Jocelyn sonriendo para
tomarlo en brazos.

-Serás un gran guerrero príncipe, la sangre Baratheon es


sangre de guerreros-

Comento Boremund sonriendo mientras lo tomaba de los


brazos de su hermana, mientras su hermana había
nacido sin heredar ningún rasgo valyrio más que la
belleza de su madre, él había sido bendecido por mi
hermano y por mi sacando los ojos morados de mi bella
Alyssa, Jacaerys era igual a el de cierta manera, Cabello
oscuro y ojos valyrios.

-Cuando tenga edad para blandir una espada me


gustaría que fuera mi escudero- comento el líder de la
casa del ciervo coronado observando al pequeño mirar su
espada.

Rhaenyra y Laenor se miraron tranquilos, habían


esperado peores reacciones por parte de los Baratheon
ante las habladurías sobre el aspecto de sus hijos. Que
Lord Boremund y su abuela los recibieran con cariño
aliviaba su corazón.

-Tendremos en cuenta el honor de su petición tío


Boremund -

Laenor tomo a Lucerys quien estaba dormido de los


brazos de su compañera, brillando por el orgullo se
acercó a la mujer de cabellos grises al mismo tiempo que
Rhaenys se acercaba también a su madre. La vieja dama
había tomado asiento en el fino taburete de terciopelo
azul Velaryon.

-Abuela, él es mi segundo hijo y mi heredero Lucerys-

La mujer tomo al niño envuelto en mantas del mismo


tono que mis océanos, la tempestad estaba a su lado
sonriendo mientras veía Jocelyn comenzar a mover las
mantas para verlo mejor. Cuando la pequeña cabeza de
mi príncipe hipocampo fue expuesta Jocelyn abrió los
ojos con sorpresa, el niño tenía su cabello. Tan negro
como el vidriagon, acaricio su cabeza con suma dulzura.

-Oh mi dulce niño, Rhaenys hija mía tiene mi cabello


como tu- exclamo con euforia lady Baratheon.

Toda la nobleza en la sala se conmovió ante la reacción


de la dama, quien después de todas su perdidas e
injusticias a su hija se había convertido en una dama de
semblante triste y serio, ahora parecía brillar mientras
cargaba a su segundo bisnieto varón. Tocaba las mejillas
con alegría mientras murmuraba con dulzura. Rhaenyra
tomo la mano de Laenor quien le sonrió.

-Oh es tan robusto en sus mejillas, abre los ojos mi dulce


niño para tu bisabuela-

Como si mi pequeño niño la entendiera comenzó a


despertarse, con un adorable bostezo y moviendo sus
pequeñas manos el niño mostro sus hermosos ojos
azules a su bisabuela mientras le sonreía.

-Oh por la madre, Boremund mira mi bisnieto tiene los


ojos azules de padre, Tan bello que eres mi Lucerys-

Boremund sin dejar de cargar a Jacerys se acercó hacia


su hermana que no paraba de sonreír y consentir al bebe
en sus brazos, cuando su hermana extendió sus brazos
mostrando a mi príncipe hipocampo, el niño lo miro. Por
un momento miro los ojos de su difunto padre. No pude
evitar soltar una risita al ver como Corlys fruncia el ceño.
Mientras Rhaenys sonreía viendo la indignación de su
marido, Mi hijo prodigo insistía que eran los ojos
Velaryon. No era tan herrado los ojos de Lucerys
contenían la fuerza de las tormentas de la casa
Baratheon, pero también tenía detalles de mis océanos
brillando en ellos.

-Es cierto hermana, la sangre Baratheon está presente


en nuestros bisnietos-

𝓟𝓪𝓻𝓮𝓬𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓽𝓾 𝓱𝓲𝓳𝓸 𝓼𝓲𝓰𝓾𝓮 𝓼𝓲𝓷 𝓪𝓬𝓮𝓹𝓽𝓪𝓻 𝓵𝓪 𝓭𝓮𝓻𝓻𝓸𝓽𝓪,


𝓵𝓪 𝓯𝓾𝓻𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓽𝓸𝓻𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓮𝓷 𝓮𝓼𝓮 𝓷𝓲𝓷𝓸

𝓝𝓸 𝓽𝓮 𝓬𝓲𝓮𝓰𝓾𝓮𝓼 𝓱𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷𝓸, 𝓛𝓾𝓬𝓮𝓻𝔂𝓼 𝓽𝓮𝓷𝓭𝓻𝓪 𝓵𝓪


𝓪𝓹𝓪𝓻𝓲𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓸𝓼 𝓬𝓲𝓮𝓻𝓿𝓸𝓼 𝓬𝓸𝓻𝓸𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓮𝓼 𝓶𝓲
𝓱𝓲𝓳𝓸, 𝓾𝓷 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓻𝔂𝓸𝓷, 𝓵𝓪 𝓼𝓪𝓷𝓰𝓻𝓮 𝓭𝓮𝓵 𝓱𝓲𝓹𝓸𝓬𝓪𝓶𝓹𝓸 𝓬𝓸𝓻𝓻𝓮
𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓵𝓪𝓼 𝓸𝓵𝓪𝓼 𝓮𝓷 𝓼𝓾𝓼 𝓿𝓮𝓷𝓪𝓼. 𝓐𝓺𝓾𝓮𝓵 𝓺𝓾𝓮 𝓼𝓮 𝓼𝓮𝓷𝓽𝓪𝓻𝓪
𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓽𝓻𝓸𝓷𝓸 𝓭𝓮 𝓟𝓮𝓬𝓲𝓸𝓼. 𝓓𝓮𝓼𝓹𝓾𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓼𝓾 𝓪𝓫𝓾𝓮𝓵𝓸 𝔂
𝓹𝓪𝓭𝓻𝓮.

𝓝𝓸 𝓵𝓸 𝓱𝓪𝓰𝓸 𝓺𝓾𝓮𝓻𝓲𝓭𝓪 𝓱𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷𝓪 𝓶𝓪𝔂𝓸𝓻, 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓮𝓻𝓲𝓪


𝓿𝓮𝓻 𝓽𝓾 𝓯𝓾𝓮𝓻𝔃𝓪 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓻𝓮𝓬𝓵𝓪𝓶𝓪𝓻 𝓪 𝓷𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓸 𝓹𝓻𝓸𝓽𝓮𝓰𝓲𝓭𝓸

Volviendo con los mortales, un banquete se celebró por


la llegada de la madre de la reina que debió ser y el
señor de las tormentas. La alegría se desbordaba en el
asentamiento de los Velaryon. La comitiva se quedó una
semana a petición de Lady Jocelyn para convivir con
todos sus bisnietos, mentiría si dijera que Lucerys junto
con Rhaena no eran sus favoritos. Jocelyn era un mar
tranquilo al igual que Rhaena, conectaba con su bisnieta
en esencia recordando a su yo más joven, Lucerys había
heredado mucho de ella, pero lo que más amaba eran
sus ojos, Rogar Baratheon murió cuando Jocelyn era muy
pequeña, de los únicos recuerdos que tenía aun de su
padre eran sus ojos brillando en azul que reflejaba
fuerza. Ver a Lucerys le permitía ver a su padre. Rogar
fue castigado por todas las patronas de las mujeres,
abrir a Alyssa como un pescado para dejarla morir fue
algo que nunca perdone, así como Meraxes tomo justicia
por Aemma marchitando a Viserys, yo tome justicia
secando a Rogar. No estoy orgullosa de haber dejado
huérfanos a los dos vástagos de mi perla, pero estaba su
camino ya trazado por mi hermana la muerte pronta, los
hombres adoran creer que pueden usar a las mujeres a
su antojo y demeritar su valor como objetos o
incubadoras. Nuestros castigos eran un remedio para las
almas caídas por injusticia. Los dioses no somos
perfectos, los mortales eran un reflejo de nosotros
creados a nuestra semejanza. El único alivio que tuve de
la partida de Alyssa fue verla reunirse con Aenys.

Boremund por otro lado adoraba la energía de Jacaerys y


Baela, intrépidos como sus padres, le recordaban a él en
su juventud el siempre seria fiel partidario de su familia
junto con Jocelyn, tal vez los ultimos Baratheon leales a
su familia valyria. Como una eterna era consciente que
Borros no compartía las opiniones de su padre.
Boremund mantenía la esperanza de que su hijo fuera un
excelente líder de su casa al igual que la tempestad. La
única que lo sabía con certeza era el destino.

Cuando llego el día de la despedida de los ciervos


coronados y su sequito, Lady Jocelyn dejo su ultimo
regalo para Lucerys, en la sala del trono de Pecios,
Jocelyn tomo un paso al frente y acompañada de Arianne
de Tarth.

-Laenor, mi niño no sé cuándo pueda volver a verte a ti y


a tu adorada familia, Boremund y yo nos enteramos del
buen gesto de la casa Arryn al enviar a Lady Rosier
Corbray como tutora de Jacaerys y dama de compañía de
tu esposa, nosotros no hemos querido quedar atrás-

Jocelyn se acercó sonriente a Rhaenyra, tomando su


mano siendo seguida por Arianne. Rhaenyra la miro con
curiosidad.

-Princesa, sin duda eres una excelente madre, pero


quiero tomarme el gesto de cederte a mi amable dama,
su padre el jefe de la casa Tarth me entrego a su hija
como parte de mi compañía esperando que aprendiera
de mí, ahora como buen deseo quiero ofrecer a Arianne
no solo como tu dama de compañía, si no como
cuidadora de Lucerys mi adorado bisnieto, Arianne es
muy inteligente y sé que apreciaras a alguien culta en tu
sequito. He escuchado el cariño y respeto que ofreces a
tus damas ¿qué opinas? -

Rhaenyra sonrió mirando a la dama cuatro años menor


que ella, parecía estar próxima en edad a sus damas
Strong, Arianne de Tarth tenía los rasgos de su casa,
ojos azules como el cielo, cabello rizado y dorado como
la paja, rostro cuadrado pero fino pómulos resaltados y
bañados en pecas que se extendían por su nariz de botón
remarcando una mirada de curiosidad, Rhaenyra recordó
a los pequeños conejos miel que alguna vez tuvo como
mascota en su infancia. La dama le devolvió la sonrisa
con algo de timidez. La princesa dragón vio al fantasma
de alguien aun vivo en la chica. Con semblante sonriente
y gracia estrecho la mano de Lady Jocelyn

-Es un honor recibir a esta hermosa dama que ha servido


a usted mi buena tía, Con gran regocijo acepto como
Dama a Lady Tarth así como cuidadora de Lucerys-

La mayor sonrió aliviada soltó la mano de mi dragona,


para guiar a la joven con intención de que quedara al
lado de ella, La doncella de la casa Tarth se inclinó con
gracia frente a la princesa de Rocadragon a la par que
pronunciaba unas palabras

-Princesa Rhaenyra, es un honor convertirme en su dama


de compañía, prometo servirle y acompañarla con toda la
lealtad que la futura reina de poniente se merece-

Jocelyn suspiro feliz mientras tomaba la palabra

-Me iré tranquila sabiendo que mi dulce Arianne queda


en tu sequito princesa, cuando llegue el momento para
prometer su mano sé que encontraras un buen partido
para mi dama, además garantizo que te será de gran
ayuda cuando busques su opinión así como en el cuidado
de Lucerys. -

Lady Arianne se acercó a la perla de bastión de


tormentas con intención de despedirse, la doncella había
estado con mi niña desde la tierna edad de 12 años. Para
Jocelyn fue la oportunidad de tener otra hija, como había
planeado con su amado Aemon antes de la tragedia de la
caceria Myriense y mi hermano lo reclamara. Mi
hermana había cruzado los caminos de ambas cuando la
madre de Arianne murió encamada tras sucumbir a la
fiebre después de dar a luz al segundo hijo varón de su
marido el líder de la casa Tarth. Lord Efrain Tarth había
quedado desconsolado, descuidando a sus tres hijos, en
especial a Arianne quien al ser idéntica a su madre era
evadida por su padre dolido. La hermana del Lord, Lady
Agatha preocupada por su sobrina, siendo vieja amiga de
Jocelyn, envió un cuervo a bastión de tormentas pidiendo
la bendición y favor de Jocelyn para tomar a Arianne
como dama. Desde entonces la joven había vivido en
bastión de tormentas creciendo bajo el manto de Jocelyn
Baratheon, manteniendo relación con su tía y hermanos
por medio de los cuervos. En el corazón de la dulce chica
de cabello dorado estaba la esperanza de reconectar con
su padre. Quien solemne se había negado a tomar otra
esposa por la memoria de su amada quien descansaba
en el reino del extraño, Arianne soltó lagrimas de alegría
cuando se entero de las palabras de su padre

"𝓝𝓸 𝓿𝓮𝓸 𝓵𝓪 𝓷𝓮𝓬𝓮𝓼𝓲𝓭𝓪𝓭 𝓭𝓮 𝓽𝓸𝓶𝓪𝓻 𝓪 𝓸𝓽𝓻𝓪 𝓮𝓼𝓹𝓸𝓼𝓪, 𝔂𝓪


𝓽𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓪 𝓶𝓲 𝓱𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸, 𝓪𝓼𝓲 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓪 𝓶𝓲 𝓹𝓮𝓺𝓾𝓮𝓷𝓸
𝓼𝓮𝓰𝓾𝓷𝓭𝓸 𝓱𝓲𝓳𝓸 𝔂 𝓾𝓷𝓪 𝓫𝓮𝓵𝓵𝓪 𝓱𝓲𝓳𝓪 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓷𝓮𝓼 𝓶𝓮 𝓯𝓾𝓮𝓻𝓸𝓷
𝓮𝓷𝓽𝓻𝓮𝓰𝓪𝓭𝓸𝓼 𝓹𝓸𝓻 𝓼𝓾 𝓶𝓪𝓭𝓻𝓮 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓷 𝓬𝓸𝓷 𝓿𝓪𝓵𝓸𝓻 𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸 𝓪
𝓵𝓪 𝓬𝓪𝓶𝓪 𝓭𝓮 𝓹𝓪𝓻𝓽𝓸, 𝓶𝓲 𝓿𝓪𝓵𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝔂 𝓫𝓮𝓵𝓵𝓪 𝓙𝓮𝔂𝓷𝓮 𝓪
𝓺𝓾𝓲𝓮𝓷 𝓱𝓸𝓷𝓻𝓪𝓻𝓮 𝓱𝓪𝓼𝓽𝓪 𝓶𝓲 𝓯𝓪𝓵𝓵𝓮𝓬𝓲𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸, 𝓷𝓪𝓭𝓲𝓮 𝓶𝓪𝓼
𝓸𝓬𝓾𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓼𝓾 𝓹𝓸𝓼𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷, 𝓷𝓲𝓷𝓰𝓾𝓷𝓪 𝓭𝓪𝓶𝓪 𝓼𝓮𝓻𝓲𝓪 𝓬𝓪𝓹𝓪𝔃
𝓭𝓮 𝓵𝓵𝓮𝓷𝓪𝓻 𝓼𝓾 𝓵𝓾𝓰𝓪𝓻 𝓪 𝓶𝓲 𝓵𝓪𝓭𝓸"

-La voy a extrañar lady Jocelyn, muchas gracias por


guiarme todos estos años fue un honor estar bajo su
manto, prometo enviarle cuervos cada semana- comento
triste la doncella de Tarth

Jocelyn acaricio su cabello mientras sonreía.

-No tienes nada que agradecer, los siete cruzaron


nuestros caminos pequeña estrella dorada, me diste
alegría, así como tu compañía cuando más lo necesite,
eres como una hija para mí. Se que serás feliz con la
princesa Rhaenyra y mi adorado nieto, además mi
corazón estará tranquilo sabiendo que estarás para mi
bisnieto-

Lady Jocelyrn se dirigía una última vez hacia la princesa


de rocadragón y su nieto que se había posicionado a su
lado quien cargaba a Lucerys.

- Confió en que cuidaran de ella, es muy preciada para


mí. Espero la anciana me permita vivir más tiempo me
gustaría ver como crecen todos mis bisnietos. -

En la despedida Jocelyn cargo a Lucerys una última vez,


despidiéndose del príncipe de cabello negro.

Al día siguiente de la retirada de los Baratheon, Laenor


preparo un barco para ir a mi templo en compañía de
Lucerys y Jacaerys, No se podía olvidar que, así como
Laenor tenía fuego en su espíritu, había mar en sus
venas, quería que sus hijos conectaran con los tesoros
más sagrados de los Velaryon, su vínculo conmigo. En el
templo se hizo camino con Lucerys atado a su pecho y
tomando de la mano al pequeño Jacaerys, los pequeños
miraban todo con curiosidad, tomaron un momento para
observar una estatua erguida en mi honor, mientras
Laenor colocaba una flor blanca a los pies de esta,
Jacaerys colocaba su mano en la falda esculpida en
mármol blanco dirigiendo una mirada curiosa. Cuando mi
príncipe lo observo sonrió, inclinándose hacia el
colocando su mano sobre la más pequeña a la para que
acariciaba la pequeña cabeza del bebe de cabellos
negros.

-Esta es la protectora de nuestra casa Jace, es la dama


de los océanos madre de tritón, creadora de los océanos
y sus criaturas, ella nos ha cuidado desde el surgimiento
de la antigua Valyria, cuida a tu abuelo cuando sale al
mar en sus viajes, nos protegió en la feroz guerra por los
peldaños de piedra, protegió a mi madre cuando estuvo
embarazada de tu tía y de mí, cuida de mi hermana y a
tu madre, así como ella te protegerá a ti y a tu hermano
hasta que el extraño los reclame, mi pequeño Jace. La
dama de los mares nos acompaña toda nuestra vida,
venimos del mar y al mar regresaremos siendo recibidos
en sus brazos, una de las mayores enseñanzas que te
dejare hijo mío es que un Velaryon es parte del mar
somos hipocampos hechos carne debes amar al océano
pues en el encontraras protección. -

A veces me pregunto cómo es que los nobles de la corte


dudan del amor de Laenor por su primogénito, la sangre
no se antepone con el amor de un padre.

Cuando Laenor decidió que era momento de continuar mi


hipocampo tomo a sus hijos para llegar al ojo del templo,
cuando llegaron al estanque del templo cuidando de que
su hijo mayor no se acercara demasiado coloco su mano
dentro del agua que brillaba, llamando a su hipocampo,
el cual emergió tiempo después alegre danzando y
relinchando sobre todo el estanque, Jacaerys al verlo
agito su hipocampo tallado con emoción su padre sonrió
ante la emoción del pequeño dragón desde que Laenor
se había ido a vivir a la fortaleza roja, no se habían visto,
jinete e hipocampo se extrañaban. Laenor es un
Velaryon, así como atesora su vínculo con su dragón,
debe atesorar su vínculo con su hipocampo.

- Tifón, eres mucho más grande de lo que recordaba-


Laenor acaricio su cabeza

El caballo marino se alejó de su jinete mirándolo con


disgusto, dio una vuelta en el estanque para luego
lanzarle agua con su cola, esto provoco las risas de
ambos pequeños. Laenor sonrió apenado

-Entiendo estas enojado, sé que no te he visitado en


mucho tiempo. ¿podrás perdonarme?

El vínculo de los Velaryon con los hipocampos era igual al


vinculo Targaryen con los dragones, cada año que el
jinete creciera, el hipocampo crecería. Estaban unidos
por magia, pero el vínculo florecía alimentado por el
amor.

El hipocampo de coloración azules oscuros y verdosos


relincho mientras acercaba su hocico a su jinete en señal
de paz, mi hijo acaricio a su hipocampo feliz, Jacaerys
aun sujetando su padre, llamo su atención

-Caballo-

exclamo el pequeño de cabello chocolate emocionado


mientras mostraba su juguete a su padre, el Velaryon
mayor sonrió mientras frotaba el cabello de su hijo, el
hipocampo de Laenor lo noto mirándolo con curiosidad,
para luego notar al pequeño bulto en el pecho de Laenor,
era Lucerys.

-Esta es la razón de mi ausencia Tifón, ahora soy padre y


he venido a que conozcas a mis hijos-

El hipocampo se acercó primero a mi dragón marino, el


pequeño Lucerys coloco sus pequeñas manos en mi
creación, mientras el hipocampo se dejaba tocar. Cuando
Lucerys lo soltó, dirigió su atención a Jacaerys al cual
miro con curiosidad mientras se acercaba al pequeño
castaño.

-Al que acabas de olfatear es mi segundo hijo y heredero


Lucerys y este es mi primogénito Jacaerys, algún día
será rey. Son de mis mayores alegrías -

El caballo marino, olfateo a Jacaerys, al principio Laenor


temió que su compañero de mares rechazara a Jace por
no tener su sangre, olvidando el vínculo jinete-
hipocampo. Si Laenor amaba a Jacaerys, Tifón haría lo
mismo. El caballo de mar lamio el cabello del niño
dejando un poco descolocado al niño, el cual rio cuando
el caballo relincho y se froto sobre él. Laenor sonrió
mientras acariciaba la cabeza de su corcel y miraba a su
hijo

-Le agradas hijo mío, este es mi hipocampo, se llama


Tifón, es parte de las tradiciones Velaryon, así como los
Targaryen son cuidados por dragones, los Velaryon son
cuidados por hipocampos. Hemos guardado este secreto
por generaciones, solo los Velaryon pueden saberlo nadie
ajeno-

-¿y mamá? -

Laenor sonrió, esperaba que su hijo creciera para


contarle la vez que su hermana y el llevaron a Rhaenyra
a pasear en lomos de hipocampo la noche de su
compromiso.

-Ella ya sabe mi pequeño -

-¿Lucerys tendrá uno? -

Laenor asintió, acariciando la mejilla de su segundo hijo.

-¿Baela y Rhaena también? -

-Así es Jace-

Los ojos valyrios de Jace brillaron con emoción mientras


acariciaba al hipocampo

-¿Yo tendré uno? -

Tanto mi hijo y yo sentimos un agujero en el corazón por


más que lo considerara un Velaryon la magia de sangre
siempre sería un muro para el infante, Laenor no tenía el
valor para decirle que no, pero no quería mentirle y ver a
su hijo crecer con falsa ilusión solo para romperla en su
cuarto onomástico cuando ninguna cría de Hipocampo
surgiera de este pozo ante su llamado. Si yo permitiera
que una cría de hipocampo se le entregara, seria
recriminada por mis iguales por faltar el respeto al pacto
ancestral de mi casa el pequeño dragón podría tener un
poco de la sangre del caballo marino por parte de sus
bisabuelos y tatarabuelos, pero no la suficiente. A menos
que se empleara magia de sangre Jacaerys no podía
llamar a una cría como compañero. Aunque Laenor
rápidamente encontró una manera de solucionarlo

-Si hijo, así como la tradición Targaryen tu podrás


reclamar un hipocampo sin compañero. Si los dioses
deciden que mi partida al reino del extraño sea pronta tu
reclamaras a Tifon para ti. Mi buen señor te cuidara
como si yo estuviera a tu lado-

Jace lo miro con ojos cristalinos, el futuro rey consorte se


alarmo al igual que su caballo marino que no dejaba de
acercar su cabeza al niño quien había comenzado a
lagrimear

-Pero yo no quiero que te vayas, si tener un hipocampo


hará que te vayas no quiero -

Lucerys comenzó a llorar al escuchar a su hermano llorar


compartiendo su repentino miedo, Mis dulces niños
realmente querían a su padre. Laenor abrazo a su hijo
mayor quien se aferró a él a la par que acercaba la
cabeza de Lucerys a su pecho para que escuchara los
latidos de su corazón con intención de arrullarlo sintiendo
como su compañero de los mares chocaba su hocico con
su espalda como muestra de compañerismo. Cuando el
llanto ceso, beso con mucho cuidado la coronilla cubierta
de cabellos negros de Lucerys, luego con levanto
suavemente el mentón de su hijo mayor para que lo
mirara. Seco la última lagrima que corrió por su mejilla.

-Yo no me iré Jace, aquí estoy contigo y tu hermano ya


no llores por favor-

-Si te fueras, Mama, Luke, Ser Harwin y yo estaríamos


muy tristes, ¿prometes que no te iras? -

Mi hipocampo le sonrió con calidez, asintiendo

-Es una promesa mi niño-

Después de aquella escena agridulce, Laenor para


alegrar a sus hijos les dio un pequeño paseo en el pozo
de la dama en lomos de tifón.

Cuando decidió que era tiempo de regresar a Hightide se


despidió de su buen señor partiendo hacia la
embarcación que los llevaría con su familia. Mi niño y yo
sonreímos cuando en casa Jacaerys le contaba a su
madre, tía y abuelos quienes escuchaban felices lo
mucho que le había encantado mi templo y como tifón
era el hipocampo más hermoso que había visto (Aunque
era el único que el pequeño había visto.)

La retirada de la casa del ciervo coronado, marco el final


de la estadía de Rhaenyra y Laenor junto con sus hijos
devuelta al nido rojo de serpientes. Para tristeza de
ambos. Con ahora Arianne siendo dama de Rhaenyra,
Lord Corlys preparo un barco exclusivo para que las dos
damas de Rhaenyra viajaran cómodas, donde también
llevarían los lujosos regalos de sus dos nietos y el
pequeño dragón de Lucerys custodiado por un joven
guardián. El cual zarpo antes para llegar al mismo
tiempo que tomaría a la pareja de futuros reyes llegar en
dragón.

Rhaenys era la más triste de separarse de su nieto,


aunque era consciente de que mientras más tiempo
estuvieran fuera su hijo y sobrina, la reina verde
aprovecharía para hacer su voluntad en la fortaleza roja.
Los futuros reyes de Westeros se despidieron de sus
buenos padres, así como de Daemon y Laena junto con
sus hijas, mi perla había decidió quedarse en
marcaderiva a vivir. Por lo que ambas parejas
prometieron visitarse mutuamente, incluso el príncipe
rebelde había dejado de lado su orgullo, notificando que
partirían a kingslanding unas semanas después con
intención de pedir a su hermano la bendición para sus
hijas.

Laenor había tomado a Lucerys atándolo a su pecho con


ayuda de los guardianes del dragón, así como Rhaenyra
había tomado el primer vuelo de Jacaerys en lomos de
Syrax, él quería ser el primero en llevar sobre los cielos a
su segundo hijo, se acercó a su compañero el cual lo
recibió alegre, acercando su hocico a su pecho donde
Lucerys estaba.

-Seasmoke, él es mi segundo hijo, perdóname por no


haberlo traído antes para que lo conocieras-

Mi hipocampo acaricio los cuernos de la bestia blanca y


gris azulado, el cual gruño feliz. Laenor monto a su
dragón, a la par que Rhaenyra lo esperaba con Jacaerys
amarrado en su pecho montada en Syrax quien emitía un
canto feliz a Seasmoke.

-Sobes Seasmoke/ Syrax-

Los dragones ascendieron en los cielos entre cantos


dragoniles y risas infantiles, los dragones danzaron sobre
blackwater donde pescadores y pueblerinos miraban
maravillados la danza. El vínculo entre dragones podía
ser influenciado por la relación de sus jinetes, Syrax y
Seasmoke habían crecido prácticamente juntos, aunque
no había amor romántico entre mi dragona y mi
hipocampo, había amor y lealtad. Por lo que no fue
sorpresa que una vez Laenor se casó con Rhaenyra,
Syrax y Seasmoke tuvieran nidadas juntos. Para orgullo
del señor de las mareas y el rey de westeros. Producto
de la pareja nacieron Vermax, Moondancer y el pequeño
dragón de Lucerys. Así como varios huevos fértiles de los
cuales dos fueron entregados de buena fe a los
hermanos favoritos de la princesa, tras el fracaso de los
huevos de cunas de ambos. Habían intentado acercase a
Aemond para entregarle uno, pero Alicent aparto a su
hijo para tristeza de Laenor y Rhaenyra.

En los cielos, observe a mi hijo volar con Lucerys, el cual


rio mirando a su padre, por medio del vínculo mi hijo
sintió la felicidad de su dragón quien también disfrutaba
de las risas del bebe, el pequeño mostraba ser un bebe
risueño y alegre.

La dragona citrina sobrevoló por encima de ellos


cantando, Seasmoke al verla aleteo para llegar a la
altura donde Syrax estaba quedando a su lado, Laenor
miro a Rhaenyra quien al igual que Syrax con Seasmoke
le sonreía, mientras su hijo lo saludaba y llamaba su
atención.

No necesitaba palabras por parte de su prima para ver el


reto en sus expresiones, toda una vida teniendo
aventuras, rio al ver como Syrax tomaba ventaja,
después Seasmoke rugió para comenzar la carrera aérea.
Los Maestres dejarían por escrito como los futuros reyes
danzaban sobre Kingslanding.

Después de aquella carrera en los cielos, estando en las


tierras de la corona, aterrizaron en pozo dragón sin
ningún problema, siendo recibidos por los guardianes
dragón quienes les informaron sobre el estado de vermax
durante su ausencia, así como la instalación del dragón
de Lucerys, una carroza los estaba esperando en su
interior estaban Lady Rosier y Lady Arianne, los
obsequios y demás equipaje había partido directamente
a la fortaleza roja.

Cuando la familia real estuvo en camino al castillo, la


dama de Rhaenyra ayudo a la princesa con su hijo
mayor, Lady Corbray tomo a Jace en su regazo,
Rhaenyra observo a la doncella a su servicio, sonrió
nostálgica viendo lo nerviosa que estaba la joven de
cabellos rubios, recordando con algo de amargura a
Alicent, quien antes de cualquier evento Real siempre era
un manojo de nervios. Tomo la mano de Arianne, la cual
se sobresaltó.

-No tienes que estar nerviosa mi doncella, hare lo


necesario para que te sientas cómoda, ninguna dama
mía le faltara nada en la corte-

La joven de ojos azules sonrió aliviada, mirando a la


princesa, había escuchado rumores sobre como la
fortaleza roja estaba dividida, le preocupaba no
adaptarse a la rutina de las damas de compañía reales,
además comenzaba a extrañar bastión de tormentas, así
como la presencia de Lady Jocelyn y Lord Boremund, lo
único que no extrañaría es al hijo del señor de bastión de
tormentas, no se sentía cómoda en su presencia. La
doncella de la casa Tarth decidió observar el pueblo por
la ventana del carruaje.

Pudo observar las múltiples fuentes de la reina en cada


tramo que el carruaje avanzaba, recordaba las historias
que le contaba Lady Jocelyn sobre como la buena reina
Alysanne había entregado a su señor esposo y su viejo
consejero de la moneda una jarra con la sucia agua del
rio que surtió a los habitantes retándolos a beberla, dicha
acción provoco que ahora los habitantes de kingslanding
tuvieran acceso a agua limpia, las fuentes tendrían el
nombre en honor a la difunta buena reina. Lady Arianne
se preguntaba qué haría la princesa de Rocadragon
cuando fuera reina, la idea de poder ayudar a la princesa
con su opinión y consejo le emocionaba.

Al entrar en la fortaleza roja, la edificación maravillo a la


doncella de Tarth, con la tutela de Lady Jocelyn había
aprendido no solo las historias de las tierras de la
tormentas si no también la conexión de la casa
Baratheon con los Targaryen, se pregunto si los
fantasmas de la gente que perdió su vida por la creación
de este castillo rondaba en los pasillos lamentando su
fatídico final, sobre si Maegor el cruel estaría atado al
trono que le dio muerte, así como si los conquistadores
pasearían los tres juntos observando lo lejos que llegaría
su dinastía, incluso se atrevió a imaginar que Lord Orys
Baratheon estaría con ellos, después de todo él también
había sido un conquistador con sus medios hermanos.
Me hubiera encantado contarle que todos sus
pensamientos eran verdaderos a la doncella de cabello
dorado como la paja. La fortaleza roja era habitada por
vivos y muertos murmurando en sus pasillos.

La dama de compañía miro a su princesa quien le sonrió


con calma, Arianne de Tarth se posiciono al lado
izquierdo de la princesa, mientras Ser Laenor a su
derecha el cual cargaba a mi dulce príncipe en las
mantas reales de color azul Velaryon con detalles
plateados, Lady Corbray se acomodó del lado de Arianne,
el primogénito Velaryon estaba enfrente de todos en
medio de sus padres, ambos tomando una mano del
pequeño.

Lord Caswell y su esposa fueron los encargados de


recibir a la heredera al trono de hierro junto con Ser
Harrold Westerling, ambos vestían ropas negras
mostrando en donde colocaban su apoyo.

-Princesa, Ser Laenor, es un honor para mí recibir a su


familia junto con sus damas después de su estadía con
sus buenos padres en Driftmak, mi adorada esposa y yo
queremos ser los primeros en tener el privilegio de
felicitarla a usted y a su buen esposo por el nacimiento
del príncipe Lucerys, hemos escuchado que su huevo de
cuna eclosiono con éxito-

Los futuros reyes se permitieron sonreír con sinceridad,


Lord y Lady Caswell siempre habían sido leales y sus
fieles defensores en el castillo envenenado.

-Nos es apreciable ser recibidos por usted y su señora


Lord Caswell, sus buenos deseos siempre serán
agradecidos, así como su buena voluntad hacia nosotros,
si me permite alejar la conversación de la bienvenida
quería preguntar, ¿Las pertenencias de mi nueva dama
de compañía has sido instaladas en mi ala del castillo? -

- En efecto su gracia, mi esposa personalmente se


encargo de guiar a los sirvientes con las pertenecías de
su doncella a sus nuevos aposentos donde ya se
encuentras perfectamente acomodadas-

El lord dirigió su mirada a lady Arianne con una pequeña


sonrisa.

-Es un honor tener a la protegida de Lady Jocelyn en el


sequito de la princesa, se han escuchado cosas virtuosas
de su persona Lady Tarth-

-Muchas gracias, Lord Caswell, también para mi es


gratificante tener el honor de servir a la princesa
Rhaenyra-

Cuando la bienvenida concluyo la dragona junto con su


compañía se dirigieron al ala de la princesa acompañados
por Lord Caswell y el Lord comandante de la guardia
real, mientras el Señor de Puenteamargo informaba a la
princesa y a su esposo sobre que había ocurrido en su
ausencia. Arianne miraba los pasillos con curiosidad, los
estandartes, así como el arte en las parades la
asombraron, el arte e influencia Valyria maravillaba a la
joven, era adepta a la fe de los siete por su familia, pero
estar bajo el manto de una noble de ascendencia Valyria
había abierto conocimiento a ella sobre lo que alguna vez
fue una potencia. Había leído los escritos del Septon
Barth maravillada sobre los dragones, guivernos y otras
criaturas mágicas así como las historias sobre triton y
sobre mí. Verlos desde una distancia cercana había sido
un sueño hecho realidad para ella.

Al llegar a los aposentos de la princesa fueron recibidas


por sus fieles sirvientes, así como el resto de las damas
de compañía de la princesa heredera, quienes se
acercaron a observar al segundo príncipe con emoción.
No paso por desapercibido la mirada de alivio para
Laenor ni Rhaenyra de Elinor y Eulalia al notar que el
pequeño tenia los rasgos de la princesa Rhaenys y los
Baratheon y no los de su hermano mayor, no se les
podía culpar ni dudaban que defenderían al pequeño,
comprendían que las doncellas de la casa Strong se
preocupaban también por la reputación de su hermano el
Lord comandante de los capas doradas.

-Oh princesa mía, este niño hermoso tiene el cabello de


su buena madre, la princesa Rhaenys- comento alegre la
dulce Elinda Massey entregando al bebe en cuna un
presente.

Rhaenyra tomo con delicadeza la mano de la dama de


Tarth, guiándola al resto de sus damas quienes la
miraron con curiosidad.

-Mis doncellas, una nueva dama se a integrado bajo mi


tutela, me complace presentar ante ustedes a Lady
Arianne de Tarth hija del lucero de la tarde, resido con la
fe en que la acogerán como una más en nuestra familia,
dado a su cercanía en edad mis damas Strong espero
puedan ayudarla a adaptarse y hacerla sentir cómoda
con todos nosotros. -

Arianne se mostro algo cohibida ante todos los ojos


mirándola, a pesar de ser una doncella en bastión de
tormentas la mayoría de las damas tenían edades
aproximadas a Lady Jocelyn y a la esposa de Lord
Boremound, sintió una mano en su hombro, al voltear
observo a Lady Rosier sonriéndole con calma.

―Tranquila pequeña, te adaptaras. Son buenas damas-

La chica de rizos dorados sonrió hacia la mayor, En el


lapso que continuaron la estadía en la High Tide Arianne
inconscientemente se había apegado a la dama de la
casa Corbray, la vieja dama incluso se había abierto con
ella, Lady Rosier fue la segunda hija del señor del señor
de los cinco dedos de aquel entonces, había sido
bendecida con un cabello castaño brillante y ojos grises
así como gran inteligencia su hermano mayor bromeaba
diciendo que estaba más interesada en las bibliotecas y
escritos que en los hombres, a la edad de 12 años fue
elegida por la tímida princesa Daella como su dama
compañía, había disfrutado las pequeñas conversaciones
que tenían, con mucho esfuerzo y paciencia quien nadie
más había tenido con la joven princesa había logrado que
mejorara en la lectura y escritura, aunque ella o la
hijastra menor de la dama del valle aun continuaban
escribiendo por ella las cartas dirigidas a la buena reina.
Respetaba a Lord Rodrick por como trato a la princesa
Targaryen, cuando Daella Targaryen quedo en cinta
temió por su frágil amiga, convirtiéndose en su sombra,
cuando Daella partió con mi hermano Lady Rosier quedo
destrozada fue la ultima en verla viva llorando por su
hija. Observo a la Reina Alysanne culpar a todos
mientras sostenía el cadáver de su hija, al señor del
Valle, a los maestres, a ella misma por ceder ante las
ordenes de su marido y al rey mismo.
Lady Rosier en secreto comenzó a repudiar a Jahaerys el
conciliador, el buen rey y el peor padre, mientras
Alysanne había volado a llorar a su hija ¿Qué hacia el
conciliador?, Pero ¿Qué era el dolor de una madre para
un hombre? siempre fue su pensamiento. Alysanne
recompuesta se acercaría a ella con una misión y un
deber, ser la tutora de su nieta Aemma.

-Mi amada hija hablaba mucho de usted en sus cartas


dedicada dama, agradezco todo lo que hizo por ella.
Incluso el señor del Valle aprecia su intelecto, por eso
mismo he venido suplicando que cuide e instruya a mi
nieta. Es notorio que ningún Maestre en el nido de
Aguilas seria capaz de esta tarea. Aemma es todo lo que
me queda de mi hija-

Arianne admiraba a Lady Rosier, toda su vida la dedico al


recuerdo de Daella, la dama más culta del Valle,
desposada un año, viuda al siguiente, su único hijo
servía como caballero en el nido, protector de la doncella
del Valle; hay quienes decían que los Maestres estaban
celosos, una dama con intelecto y valor siempre seria
molestia para aquel que deseaba oprimir. Naturalmente
Arianne se aferró a ella como un pichon a su madre. La
joven de cabello dorado tenía una predisposición a seguir
a sus mayores Lady Jocelyn, su tia Lady Agatha, Lady
Rosier y la misma princesa de Rocadragon.

Como había previsto Rhaenyra, Arianne se acoplo


cómodamente, Elinor y Eulalia se habían vuelto cercanas
a la doncella de ojos azules. Disfrutaba de sus horas del
te con la princesa, quien con gusto le contaba historias
del Feudo franco de Valirya en compañía de la princesa
Helaena quien se escabullía de su madre para ver a su
hermana y sobrinos. Tomaba lecciones con Lady Rosier y
disfrutaba de cuidar al príncipe Lucerys cuando la
heredera asistía al consejo del rey y Ser Laenor
entrenaba a su hijo y primo.

El rey marchito había ido a visitar a su hija tan pronto


llego para ver a sus nietos, para disgusto de Alicent
quien no perdió el tiempo en susurrar en la corte que
Lucerys era un bastardo había estado disgustada al
escuchar que la casa Baratheon había acogido a Lucerys
con alegría, nobles pertenecientes a las tierras de la
tormenta que servían en la corte comentaban como Lady
Jocelyn no paraba de hablar de su bisnieto quien había
heredado su apariencia, cuando el niño fue presentado
en la corte fue recibió con alegría su presentación fue
combinada con la presentación de Baela y Rhaena, los
tres con sangre Velaryon juntos frente a nobles.
Rhaenyra con Laena a su lado fue genuinamente feliz ese
día en la corte, Alicent no pudo ignorar la escena con
celos mientras el resentimiento las separo el amor unía
más a las dos primas. Hubo susurros quienes estaba de
acuerdo con la reina verde, hubo quienes se mantuvieron
neutrales y la mayoría al ver el parecido de Lucerys mi
príncipe con su abuela paterna bramaron con emoción,
otro Targaryen con cabellos negros se preguntaban si
seria igual de bravo y valiente que la reina que debió ser.

Rhaenyra y Laenor se reencontraron con su amante


favorito, el rompe huesos. Quien los recibió con una
sonrisa en la noche de su llegada, era divertido observar
al caballero Strong escabullirse como un joven verde
para ver a Rhaenyra y Laenor, su padre la mano del rey
fingía no verlo ni saber qué hacía. Mientras cargaba al
pequeño de cabello negro felicito a Laenor por su
segundo hijo, recibiendo como respuesta una risa
orgullosa del heredero de marcaderiva, Lucerys era
sangre Velaryon pero ellos tres eran familia. Beso en los
labios al castaño mientras declaraba:

-Nuestro segundo hijo Lord comandante -

Noches posteriores los tres compensaron la ausencia, su


primera noche el rompe huesos los tuvo a los dos para si
solo Rhaenyra disfrutaba ver a su primo ser tomado por
el apuesto caballero tal vez era algo voyerista después
de todo, la siguiente noche Strong estuvo con Rhaenyra
dándole a Ser Qarl la oportunidad de pasarla con Laenor
y la noche de luna llena Laenor acaparo a Harwin en
pasión y amor mientras Rhaenyra llevaba a los niños
junto con sus hermanos a leer cuentos con Arianne y
Rosier en la biblioteca del castillo. A pesar de ser
dragones Rhaenyra y Laenor eran capaces de compartir
a su amado hombre con sangre de los primeros
hombres, llamas gemelas protegiéndose y procurándose
la una a la otra.

Juntos los tres brillaban:

"𝓮𝓵 𝓬𝓪𝓫𝓪𝓵𝓵𝓮𝓻𝓸, 𝓮𝓵 𝓱𝓲𝓹𝓸𝓬𝓪𝓶𝓹𝓸 𝔂 𝓵𝓪 𝓹𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓪 𝓭𝓻𝓪𝓰𝓸𝓷"

Entre tanta felicidad, la discordia sonreía como si


planeara meticulosamente su próximo movimiento, se
burlaba en las caras de los protectores Targaryen y la
mía sabiendo que la única que sabia sus movimientos no
podía intervenir.

𝓟𝓾𝓮𝓭𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓼𝓮𝓪𝓶𝓸𝓼 𝓭𝓲𝓸𝓼𝓮𝓼, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓼𝓸𝔂 𝓮𝓵


𝓻𝓮𝓬𝓸𝓻𝓭𝓪𝓽𝓸𝓻𝓲𝓸 𝓬𝓸𝓷𝓼𝓽𝓪𝓷𝓽𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓵𝓪 𝓹𝓪𝔃 𝓷𝓸 𝓭𝓾𝓻𝓪 𝓼𝓲
𝓪𝓷𝓽𝓮𝓼 𝓷𝓸 𝓱𝓪𝔂 𝓭𝓲𝓼𝓬𝓸𝓻𝓭𝓲𝓪, 𝓲𝓰𝓾𝓪𝓵𝓮𝓼 𝓶𝓲𝓸𝓼. 𝓔𝓵 𝓿𝓮𝓻𝓭𝓮
𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓪𝓶𝓲𝓷𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓪 𝓵𝓪𝓼 𝓬𝓪𝓼𝓪𝓼 𝓿𝓪𝓵𝔂𝓻𝓲𝓪𝓼 ¿𝓹𝓸𝓭𝓻𝓪𝓷
𝓼𝓪𝓵𝓿𝓪𝓻𝓼𝓮 𝓵𝓸𝓼 𝓣𝓪𝓻𝓰𝓪𝓻𝔂𝓮𝓷 𝔂 𝓵𝓸𝓼 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓻𝔂𝓸𝓷 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓵𝓸
𝓱𝓲𝓬𝓲𝓮𝓻𝓸𝓷 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 𝓭𝓮 𝓥𝓪𝓵𝔂𝓻𝓲𝓪?, 𝓼𝓲𝓷
𝓭𝓲𝓼𝓬𝓸𝓻𝓭𝓲𝓪 𝓷𝓸 𝓱𝓪𝔂 𝓹𝓪𝔃 𝓪𝓭𝓮𝓶𝓪𝓼 𝓵𝓪 𝓿𝓲𝓭𝓪 𝓮𝓼 𝓶𝓪𝓼
𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓮𝓼𝓪𝓷𝓽𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓶𝓲 𝓹𝓻𝓮𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪, 𝓽𝓾 𝓭𝓮𝓫𝓮𝓻𝓲𝓪𝓼
𝓮𝓷𝓽𝓮𝓷𝓭𝓮𝓻𝓶𝓮 𝓜𝓪𝓻𝓮 𝓮𝓻𝓮𝓼 𝓮𝓵 𝓸𝓬𝓮𝓪𝓷𝓸, 𝓽𝓪𝓷 𝓲𝓶𝓹𝓻𝓮𝓭𝓮𝓬𝓲𝓫𝓵𝓮
𝓼𝓲 𝓺𝓾𝓲𝓼𝓲𝓮𝓻𝓪𝓼 𝓹𝓸𝓭𝓻𝓲𝓪𝓼 𝓱𝓾𝓷𝓭𝓲𝓻 𝓮𝓵 𝓶𝓾𝓷𝓭𝓸 𝔂
𝓻𝓮𝓬𝓵𝓪𝓶𝓪𝓻𝓵𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓽𝓲 𝓽𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓪𝓹𝓵𝓪𝓾𝓭𝓲𝓻 𝓽𝓾 𝓲𝓻𝓪
𝓪𝓺𝓾𝓮𝓵𝓵𝓪 𝓷𝓸𝓬𝓱𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓽𝓾 𝓷𝓾𝓮𝓿𝓸 𝓱𝓲𝓹𝓸𝓬𝓪𝓶𝓹𝓸 𝓮𝓵 𝓸𝓬𝓮𝓪𝓷𝓸
𝓳𝓪𝓶𝓪𝓼 𝓼𝓮 𝓱𝓪𝓫𝓲𝓪 𝓿𝓲𝓼𝓽𝓸 𝓽𝓪𝓷 𝓫𝓮𝓵𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓪𝓰𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓽𝓸𝓭𝓸 𝓮𝓷
𝓸𝓵𝓪𝓼 𝓶𝓸𝓷𝓼𝓽𝓻𝓾𝓸𝓼𝓪𝓼, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓮𝓻𝓮𝓼 𝓽𝓪𝓷 𝓹𝓪𝓻𝓮𝓬𝓲𝓭𝓪 𝓪 𝓽𝓾
𝓶𝓪𝓭𝓻𝓮.

La discordia miro a Balerion con suficiencia mientras se


acercaba a mi para susurrarme:

𝓟𝓾𝓭𝓲𝓶𝓸𝓼 𝓱𝓪𝓫𝓮𝓻 𝓼𝓲𝓭𝓸 𝓰𝓻𝓪𝓷𝓭𝓮𝓼 𝓳𝓾𝓷𝓽𝓸𝓼, 𝓢𝓲 𝓽𝓪𝓷 𝓼𝓸𝓵𝓸


𝓱𝓾𝓫𝓲𝓮𝓻𝓪𝓼 𝓼𝓲𝓭𝓸 𝓶𝓲𝓪

Las llamas de mi amado ardieron con fuerza. La discordia


era inteligente, pero jamás comprendería que el fuego y
el océano estaban destinados a estar juntos. Lucerys
sería la prueba de ello.

El príncipe que caería como un dragón desde los cielos y


surgiría como un hipocampo desde las mareas.

Arianne de Tarth:
Elinor Fuerte:

Eulalia Fuerte:

Hipocampos:

Tritón (hipocampo de corlys)

Tifón (hipocampo de Laenor)

Perla (hipocampo de Laena)

Notes:
Si hay palabras incoherentes o se corta
culpo completamente a Ao3

Advertencia malas palabras contra


Wattpad:

Es la pinche Tercera vez que ando


editando este pinche capitulo porque el
puto,
asqueroso,malparido,excrementoso
desgraciado de Wattpad me guarda el
capítulo si guardar las benditas imagen.

Ahora sí, perdón por tardar 500 años


pero si me tomé mi tiempo para
actualizar este capítulo cambio mucho,
por cuestiones de ideas y demás,
además no quería saltarme de años en
años como ciertos guionistas .

Me alegro de inclur a Jocelyn y


Boremund, tanto en el libro y serie me
hubiera gustado, además de querer
jalarle el pescuezo a los productores por
quitarme mi Rhaenys con cabello negro
y no falta el wey

Es que lo hicieron así para


mostrar que los hijos no eran de
Laenor, wey aunque Rhaenys tuviera el
cabello negro los criticaron

Otra cosa que no perdono es que


dejarán a Rhaenyra sin sus damas de
compañía, osea la princesa heredera sin
sirvientes ni sus fieles damas yo quería
ver a elinda bien vestida y a las
hermana Strong, muestran a Rhaenyra
como una loba solitaria cuando ella era
querida por sus damas y en ellas
encontraba consuelo. Así que aquí estoy
yo para darles historia

Arianne de Tarth: tome las


descripciones de Brienne para hacer a
Arianne quise que fuera su paralelo.

Elinor Strong: es la hermana menor


entre ella y Eulalia, tiene los rizos de
Harwin es más enérgica que su
hermana

Eulalia Strong:
Es la mayor de las dos, es más
reservada a diferencia de su hermana,
su apariencia la escogi en base a qué
quiero que se parezca a Alys Rivers

El próximo capítulo Rhaena, Baela y


Luke obtendrán sus hipocampos y
veremos la vida en la fortaleza roja y
como a pesar de que Rhaenyra se irá a
rocadragon no le dejara en bandeja de
plata la fortaleza roja a los verdes.

Notes:
Esto está en español, si alguien quiere
traducirlo al
inglés me deja un comentario y con
gusto lo discutimos
Actualizaciones lentas pero capítulos
largos
Dejaré detalles haciendo referencia a
los libros

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UltraMagnus2029, LyaSalvatore, jenordict,
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