Professional Documents
Culture Documents
LA RECEPCIÓN LITERARIA
Por ser en sí mismo una síntesis panorámica, nada en el texto de Ibsch tiene desperdicio, nada
tiene de más. No obstante, puedo aconsejar ciertas pautas para tener especialmente en cuenta
algunas cosas por sobre otras. La recepción literaria es la complementación perfecta de la
lectura porque sin ella, el texto no existiría como tal más que para su autor. Incluso una
recepción literaria inteligente y perspicaz puede agregar al texto un valor de significación que
el propio escritor o poeta no había avizorado. Pero para que ello sea posible hay que respetar
un consejo de Umberto Eco: no hacer decir al texto lo que no dice, podemos aportar
interpretaciones y ser válidas en la medida en que podamos demostrarlas formalmente con el
texto en mano y no forzándolo a decir desvaríos o hacer un “uso” para mis fines, lo cual ya es
otra cosa. Yo puedo usar “Edipo Rey” de Sófocles para hacer psicoanálisis, apropiármelo
para esa utilidad, pero eso no equivale a pensar que Sófocles tenía una noción clara de que
existía algo como lo que Freud estudió, debido a que es muy poco probable, por no decir
imposible, y estaríamos desvirtuando aquello que históricamente el texto podía acoger o no.
Tengamos en cuenta, como dice Ibsch que es imposible partir de una objetividad absoluta,
siempre habrá un mínimo de subjetividad que trataremos de reducir para no convertirla en
“mi opinión personalísima” o “lo que a mí me parece”, porque precisamente a esos simples
pareceres es a los que debemos darles sustancia y fundamentación.
De Iser diferencien lector implícito y lector posible, el rol fundamental que aporta la
estructura del texto, como primer paso para poder afirmar algo sobre esa obra o no.
Mukarovsky con su definición de función estética y el valor estético que una sociedad le
atribuye a un texto que antes no se leía como literario, probablemente: Biblia, Cronistas de
Indias, etc. También valora los momentos de desafío a la norma dominante y distingue
artefacto y objeto estético.
Con los críticos de la República Democrática Alemana (país que ya no existe desde que las
dos Alemanias volvieron a unirse a fines de 1990) aparece una paradigma totalmente objetivo
y empírico materialista y marxista. Criticaron mucho al alemán occidental Jauss, discutieron
con él, le reconocieron algunos cambios pero la crítica que Ibsch les hace a ellos es que, muy
influidos por el poder político y una sociología teñida de partidismo, no hacen un análisis
demasiado imparcial de sus encuestas y datos de trabajo de campo sino que tienden a querer
ver y a valorar lo que reafirma lo ya sabido: que bajo el gobierno comunista es lógico que los
diferentes lectores lean lo que leen, que la escuela secundaria tendrá limitaciones pero está en
progreso constante. Es decir, las interpretaciones están muy sesgadas de política y la enorme
influencia de una literatura realista socialista no deja lugar para demasiadas expresiones
alternativas o diferentes que despierten nuevos intereses en los lectores.
No he agregado nada nuevo, solo puse el acento en dos o tres aspectos que ustedes deben
mirar con concentración, pero el texto es mucho más rico que esto. Además vayan pensando
qué tipo de lector está representado en cada cuento que les mandé a leer, si tuvieran que
asociarlo a alguna teoría vista en este capítulo de Ibsch.