You are on page 1of 126
@> JORGE GAMARRA Profesor Titular da Dorecbe Ciel ~ DE DERECHO CIVIL URUGUAYO ———— [ears OCALA ARNO &F | a4 [ful FUNDACION DE CULTURA UNIVERSITARIA 1992 “4 reimpresion inalterada, 1992. © Jorge Gamarra Derechos reservados © Dela presente edicién FUNDACION DE CULTURA UNIVERSITARIA |, del presente ejempiar, baciones o cuslquier otro, total o pare snexpresa del editor. conosin inalidad de iucro, sin a autor COMPRAVENTA y Promesa de Compraventa VOLUMEN PRIMERO CAPITULO I GENERALIDADES bros que 38 citan sélo por el nombre del autor: snes de la comprav era... Ia permuta o trueque'", En las socie- as los individuos eambiaban sus cosas, unas por otras. ro bien se comprende que tal situacién no podia durar. Gliick obsorva que a menudo el que tenia la cosa, que la otra parle necesitaba, no se beneficiaba con lo que se le ofrecia en _ El dinero 0 la moneda remedia estos males porque, siendo también una cosa, sieve ademés de medida de valor'™. Bl que cambiaba cosa por dinero estaba seguro de obtener un bien que siempre le permitia satisfacer sus propias necesidades, ya que pot su intermedio podia lograr la cosa que Je interesara. Con el dinero nace Ia compraventa. Cuando uno de Tos lados de Ia operacidn de trueque se integra con la moneda salimos del fexquema de la permuta (cosa por cosa) para penetrar en la com- praventa (cosa por dinero) El art. 1661 incluye en su definicign este elemento de nues- se obliga a dar una cosa y Ia "Pero la prestacién “pago del precio tos, {1 (wersiin Legrand), 0. T, M, 3 ed; Peirano Facio, Curso de con= a la compraventa, no es tipica, ya que os, 1, Montevideo 1989 puede figurar igualmente en otros negoc to de cosas (art. 1778), el de obra (arts. 1891 y 1832) y le re vitalicia (art. 2184). Ya con esta observacién comienza a escapir- , senos de las manos el nicleo de 1a compraventa, que intentarmos ae asir en este estudio preliminar. Para cerrarl ia invoque- mos a “la cosa” ya que en la compraventa frente al precio esta commerciale ¢ del delle obbligazioni —-R. d. co. 8 Jonce GaManna tuna cosa, puesto que el precio lo paga el comprador para tener la cosa que el vendedor “se obliga a dar 2. Elementos tipicor Los pandectistas acostumbran a di Jos negocios elementos esen identales. Asi enseia Dernburg que forman los primeros las partes esenciales constitutivas del negocio, que proporcionan a éste su caracteris- tica, por ejemplo en la compraventa: el acuerdo sobre la cosa y cl precio, Naturales son aquellos que normalmente forman parte del negocio, pero pueden ser excluidos por las partes, y no son —por ello— esenciales; asi sucede con.la responsabilidad del ven- dedor, por los vieios oeultos de la cosa. En tanto que los acciden- les no derivan de la esencia, ni de la naturaleza, sino que son xrados por las partes; ejemplo en Ia venta: el pacto comi- ‘Son elementos esenciales comunes a todos los contratos aque- Hos que meneiona nuestro art, 1261: consenti capacidad, objeto y causa, Pero lo que nos interesa es establecer los elemen- tos esenciales espe: aquellos que confieren al contrato su fisonomfa propia. Y en esta busqueda Ai yedar el contrato, En nuestro p: practicada en a materia concluye negativamente: “a los efectos de estudiar los elementos del contrato de compraventa, rechazamos la di entre elementos esenciales generales y elementos esenciales ¢s- |. A tan desalentadora conclusién se Mega como con- Secuencia de haber comprobado que, tanto la cosa como el precio, ‘es un elemento esén- Si esto fuera asi no quedaria mas remedio que renunciar a | bisqueda emprendida. No es as{ sin embargo. Ante todo, frente a esta manera de pensar ereo que conviene —desde ya— hacer una observacién que Nec emptio, nee vendit fine re decian las romanos (D. 18, 2, par. 93, p._278, Torino 1908. 2 dene ernburg,, Pandette, ‘TwaTavo be Demecuo Civ Undcvaro ° tiene su importancia, Es muy cierto que se cae dentro de un ele- (0 esencial comin (el obj 1 caso). Pero ges que hay ro camino fuera de éste? Me hay otro camino fuera os elementos esenciales comunes? ;Podemos buscar en otro lado que no sea el consent causa? Respondo: no hay otro ca elementos esenciales sélo © razén que wn los naturales y los claro est que no pue- den servi Disipemos el malentendido. Lo que va a perm! tun negotio no es Ia presencia de un elemento eseneial auténomo, que se ageegue a los cuatro consabidos. Es, simplemente, alguno de esos cuatro, que se presenta con modificaciones, segiin se pase acterizat de Peirano Facio, creo que puede conducirse a buen puerto, En primer lugar, responde a una tarea ineludible tendiente a determin: lista que no a que deseriben cosa ajena muebl bign define: “La compraventa es un contrato en que una de partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en-dinero’ (art. 1681). ‘La mayoria de los autores menciona tres elementos esencia- les: consentimiento, cosa y precio. De te ‘enumera Ja trans- fered in propiedad y el peso amo qementcs co ‘Sonclals 0 propio det contrat de venta. Rubino ineiye 1 eoncentfjento a derecho gue to especifico de la v relacién contractual"(*, que, obviamente, deben ex Restan la cosa y el precio, pero tampoco puede Dernburg, Pendette, 2, par. 216; m5, Be 18 9, eg, De Page, "1, pe 27 y 28. cena smn Mt ERE NS TEE 10 Jonoe Gamanea se a la compraventa exclusivamente sobre esta base, porque los riamos elementos figuran en otto contrato (el arr. de cosa). Sin embargo, la tarea no ha sido iniitil, ni estérl el deslinde. Son precisamente cosa y precio los elementos que deben retenerse, Sélo sucede que, examinado el contrato desde el punto de vista de su estructura, la bisqueda de los elementos fisonémicos 0 es: iticos termina en un ca in salida, 1 precio, tomados aislada o conjuntamente, son dividualizar la compraventa, Sélo agregando al estudio de la estructura del contrato, el examen de su funcién, fenerse un resultado satisfactorio, No digamos ya cosa igamos cosa por precio 1 ‘A decir verdad alguna de las opiniones mencionads, por ejem apuntan hacia este plano (0 lo echo que se trans- 3. Nocién, Coracteres La formula mas esquematica que pueda usarse para deseribir a la compraventa es la que viene de mencionarse: cosa por precio. Estas tres palabras, que encierran el niicleo de nuestro ins- tituto, permiten clasificarlo como contrato de cambio. Cosa por precio; cosa contra precio; cosa a cambio de precio, La cosa se transtiere'™, pues, de un sujeto (vendedor) a otro (comprador). Y esta transferencia es definitiva. Por el contrario, cuando la transferencia del ante un contrato de cam! que impone a quien recibe la miiento de cosa, niuttio, eomodato, trario, no esta obligado a devolver mente, La compraventa opera, pues, un doble desplazamiento de bie: hes, en sentido inverso: la cosa pasa del vendedor al comprador; el precio, del comprador al vendedor, Se generan, en consecuen; cia, obligaciones reciprocas (bilateralidad). Y ademés, como una mODstevese en cambio, que In mayoria se mantene puremente ‘estruct TwatAvo De Denecuo Civ Unvauaro n contrato es oneroso (sub-especie: Segiin se examine el acto desde el punto de vista de uno u otro de los sujetos es una compra o una venta; Ia expresién més correcta resulta, en consecuencia, lade compraventa, aunque a ve- ces, por razones de brevedad se use el término “venta”. Como se dijo (supra n, “precio en dinero”, que paga el comprador, permite distinguir Ia compraventa de Ia per- ién contrato de cambio, aunque con diverso contenido cosa por cosa. ' desplazamiento, determinante de Ia onerosidad y de idad, sirve para diferenciar la compraventa dela do- responde igualmente a la categoria de los contra- ino recorrido hemos reunido: dos partes del contrato; vendedor y comprador. 15 dos prestaciones fundamentales: entrega de la cosa (a ‘cargo del vendedor) y pago del precio (que incumbe al compra- dor). Estas obligaciones forman el sinalagma de la compraventa. €) el objeto del negocio: 1a cosa y el precio‘”, 4) ciertos caracteres que permiten clasificarlo dentro de los ccontratos onerosos (conmutativos) y bilaterales. ‘Ademés: la compraventa es normalmente consensual y se per- fecciona cuando el acuerdo de voluntades se formal en torno a la ‘cosa y al precio (art. 1664). La misma disposicién precisa los casos fen que se requiere la escritura piblica como requisito de solem- nidad. No hay compra nen la leatoria. Los autores, en general, sostie- pero parten de la emptio spei, 1a cual "en realidad— no es una ‘compraventa (infra cap. VI, D). 4. Pertecclonamieito idm de los elementos esenciales especificos (co indo lugar, una gran importancia préc- forma cuando existe acuerdo sobre Es por ello que el art. 1664 pres- sa y precio) tica, puesto que el contrs todos los puntos esenciales' 1s dole obet, pus Et objeto Jor contenteg es el objeto biliguctones que por ei fren, are tga Alesana te. 3 frratt Aicordi,n- 6, p. 111; laificacin tino ‘(Formazione ‘progres tema de la formacién det" contratto, Rd. eon 1918, 2 Jonce Gamanna eribe que “La compraventa queda perfecta desde que las partes convienen en Ia cosa y en el precio”. Perfeccionamiento equivale a formacién. Desir que el contra- to se perfecciona significa que se forme,’se concluye,,nace, existe. Y un eontrato se perfecciona cuando se reinen todos sus elemen- tos esenciales o constitutives (art. 1261). Este momento marca en el tiempo el surgimiento del haz obligacional y se opone netemen- te al periodo, eronolégicamente posterior, de la ejecucién o cum- -plimiento. EI momento del perfeccionamiento tiene fundamental impor- ja en materia de riesgos. El principio casus sentit creditore, 0 comienza a regir a ps Con acierto lo dice el art. 1682: “Desde que estd perfecto el contrato de venta, Ia pérdida, dete- la cosa vendida se regula por lo dispuesto en Si la cosa perece luego del perfeccionamiento, perece para el ‘comprador (arts. 1682 y 1597). En cambio, si perece (totalmente) antes, el contrato es nulo, 0 mejor dicho, né se forma, por falta de objeto (art, 1672). El mismo hecho, perecimiento de la cosa, arrojaré distintas conseeuencias jurdieas, segin que se proguzea antes o después del perfeccionamiento. Por las rezones.que expongo en otto lado (cap. IL, notas ns. 3 y 32; cap. IV, B, n. 1, nota 14; cap. VI, F, n. 3); ereo que la expresin “perfeccionamiento” es 1a més adecuada a nuestro de- recho positivo. Por ello conviene poner en guardia al lector contra el uso de esta terminologia con un alcance distinto, en la doetrina ¢ incluso en la propi i, por ejemplo el art, 1138 francés emplea el término “per- como equivalente a ejecucién. Confunde —como sefiala I~ formacién y ejecucié Hay otra acepeién impropia de “perfeccionamiento”; se vineu- la con el periculum en la venta de cosa genérica, la cual no esta~ ria perfecta en tanto no se verificara la concentracién, ya que s6lo f partir de la misma comienza el riesgo a gravitar sobre el com- prador. Este uso, que también registra el Cod. francés, tampoco puede trasladarse al nuestro, no obstante que algiin autor nacio- nal asi lo haya entendido' por inadvertencia, La compraventa de cosa genérica esta perfecta aunque no se haya procedido, toda~ 2500, p._ 800. i am 18-77, be 12, legislacién extranjera.— = — ei Tearavo ve Demreno Civ. Unvavayo a via, a la operacién de peser, contar o medir, porque es sufleiente ‘con que la cosa se encuentre determinada en’ cuanto al género. Ello basta para que el objeto exista (art. 1283), para que el acuer- do pueda realizarse a su respect Si la cosa perece en e que va desde el acuerdo-h: el vendedor, pero no porque riodo de la fe cosa genérica, la concentracién, la pérdida Ia sufre contrato no se haya formado (per- vvitan sobre el comprador del art. francés, est lando: los elementos eser de la compraventa sor (cot 0, propios Ia cosa y el precio. Pero sucede que, si nos mantenemos en un plano puramente estructural, se observa que estos mismos elementos se dan en el arr..de cosas, En cambio, én de la estructura de nuestro contrato se agre- a Ia de su funcién, la compraventa no puede confundirse ya con el arr, puesto que es un contrato de cambio, que realiza una trens- ferencia definitiva de los bienes que sirven de objeto al negocio. Diciendo "cosa por precio” hemos aferrado el niicleo de la compraventa en su {6rmula més esquemitica Y el anilisis realizado: 1") permite establecer los rasgos fiso- ot del instituto, o sea, sirve para clasiicarlo y diferenciario; 2) tiene, enorme importancia prictica, pues estos elementos son tos que han de tenerse.en cuenta para saber cuando Ia compra- venta queda perfecta. Si el acuerdo de voluntades se ha formado respecto de Ja cosa y el precio el contrato de compraventa esti conclufdo (perfecto, art. 1664) 5. La compraventa romana Cuando anteriormente se describié a la compraventa como un contrato de cambio, y se hablé de la transferencia de una cosa, el lector atento habré comenzado por preguntarse ;e: realiza esa transferencia? ;0 es que el vendedor se obliga a trans- ta traslative 4 Jonce Gamanna ferir? Para emplear Ja terminologia de Ia doctrina moderna: jven- sal) o venta obligacional? ‘Adelanto la respuesta: en nuestro Cod. la venta esté regla- mentada como un negocio obligacional; la venta no transtiere; el vendedor se obliga a transferir. Con esta solucién la ley uruguaya tradicién del Derecho Romano, apartandose del Cédigo napoleéni transtiere (Ia: propiedad) y 1a venta es real o traslativ: decir, transfiere por si sola fl dominio, sin necesidad del modo tradicién, mantenido en cam~ bio por nuestro derecho positive. La venta obligacional, en cam- bio, sélo produce obligaciones; tiene efecto personal (art. 705) pero carece de efecto real. ‘Las anteriores preguntas convocan otras. El vendedor se obli- Cod. Pero za dar qué? {Qué es lo que se trans- Ja posesién o la simple tenencia? \do uno de los aspectos fundamentales del smente debe abordarse en esta introduccién. idad del contrato y al contenido .cién del vendedor. Esta materia impone realizar, con ‘earacter previo, una breve incursién por el Der. Romano, ya que —como se dijo— en su linea se mantuvo el Cod. Civ. uruguayo. se inscribe en Al anotar el (hoy) sagra Ia naturaleza de la venta segiin el derecho romano y el ¢s- pafol ut rem emptori habere liceat non etiam ut ejus faciat (Di-: gesto, libro 19, titulo 1, ley 30, paragrafo 1") ‘Empecemos por sefialar que en el Der. Romano la venta no era traslativa (esto es, no transferia la propiedad) sino negocio obligacional, © sea, productor de obligaciones exclusivamente, al igual que en nuestro dere ‘La compraventa, servia, en de iusta causa justificada por una ven- to de la propiedad, de un sujeto a otro, sino el modo (tradicién) El contrato es inidéneo para transferir la propiedad porque ‘sélo genera obligaciones; tiene efecto personal, pero carece de todo ‘efecto real. Asi lo advierte expresamente el inc. 2 del art. 705. Es un simple titulo, al que debe agregarse un modo. Y el domi- rnio se adquiere por el modo. En nuestro caso el modo que interesa (22) Con efecto real Narvaje, Fuentes, notas,... ps. 233-4. Nuestro’ Céad habla de rt, 769, 3). 1661 Narvaja comienza diciendo que “con-| decir, la tradicién trans-' (venta) 1o que operaba el desplazamien- 1b habit para transferir el domi- | ‘Traravo pe DenscHo Cra Unvevavo 5 es la tradicién, puesto que estamos en el ambito de la adquisicién derivada (no originaria). Primer punto, pues: la compraventa romana no transferia la propiedad’), Pero, ademas, tampoco imponia al vendedor la obli- gacién de transterir el dominio. Es este un segundo aspecto de presente hemos mirado al negocio juridico i fectos como negocio obligacio- | Entramos ahora en otra del vendedor, para decir, cet, que 18 vents romne no oblignbe al vendeder a tran EI problema dei contenido de a obligacién del vendedor, en cuanto a determinar si éste se obliga o no‘a transferir la propie- dad, sélo puede plantearse en aquellos sistemas que, como el nues- tio y el romano, adoptan el esquema de la venta obligacional. Por- que cuando la venta es traslativa (en Francia e Italia, por ejem- plo) habiéndose transferido ya la propiedad por el contrato (solo claro esta que no puede integrar el contenido de la obligacién de una de las partes. En cambio, si se configura a la venta como negocio obligacional, corresponde determinar si el ven= dedor se obliga 0 no a transferir el dominio. En el Derecho Romano el vendedor no se obliga a transferir 1 dominio. Un texto de Africano (el citado por Narv iA qué se obliga, entonces, el vendedor? A entregar Ia cosa (rem tradére) y a conferir la posesién (tacua possessio). ~~ El vendedor se obliga; en primer término, a entregar Ia cosa: obligacién con la de transferir la propiedad, para la cual usaban otra palabra: dare, El vocablo tradere no incluye en si, necesariamente, el concepto de past solamente el de una transmisién de la posesié a va a plantearse en 6 Jonce Gamazna

You might also like