Professional Documents
Culture Documents
29 2011 Art InnovacionSocialAnalisisdeetapasyconceptos CUMEX
29 2011 Art InnovacionSocialAnalisisdeetapasyconceptos CUMEX
net/publication/298070338
CITATIONS READS
0 13,985
2 authors:
35 PUBLICATIONS 160 CITATIONS
Autonomous University of Nuevo León
86 PUBLICATIONS 101 CITATIONS
SEE PROFILE
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
All content following this page was uploaded by Jesus Cruz Alvarez on 14 March 2016.
INTRODUCCIÓN
Al hacer una reflexión histórica sobre el concepto encontramos que el término innovación
social fue discutido en las publicaciones de reconocidos autores tales como Peter Drucker y
Michael Young (fundador de la Open University, y decenas de otras organizaciones) en la
década de los años correspondientes a 1960 (Gavron, 1995). También se destacó el
mencionado término en las obras de escritores franceses en la década de 1970, entre los
cuales están Pierre Rosanvallon, Jacques Fournier, y Jacques Attali (Chambon, 1982). Sin
embargo, los temas y conceptos en la innovación social existen desde mucho antes.
Benjamin Franklin, por ejemplo, habló de pequeñas modificaciones en la organización
social de las comunidades que podría ayudar a resolver los problemas cotidianos
(Mumford, 2002).
Grandes reformistas radicales del siglo 19, tal como Robert Owen, fundador del
movimiento cooperativo, promueven la innovación en el campo social y los grandes
sociólogos como Karl Marx, Max Weber y Emile Durkheim centraron su atención en
procesos más amplios de cambio social. Las teorías más detalladas de la innovación social
llegaron a ser prominentes en el siglo 20. Joseph Schumpeter, por ejemplo, aborda el
proceso de innovación directamente con su teoría de la destrucción creativa y la definición
de los empresarios como las personas que combinan los elementos existentes en nuevas
formas de crear un nuevo producto o servicio. En la década de 1980, junto a otros escritores
sobre el cambio tecnológico, prestaron cada vez más atención a cómo los factores sociales
influyen en la difusión de tecnología (Freeman y Pérez, 1988).
Lo más sorprendente es que Zaratustra, hace 4000 años, hiciera una combinación entre dos
términos: “la sociedad ideal” y la “mentalidad progresiva”, para dar proponer lo que en la
actualidad conocemos como innovación social (Abreu y Jafarey, 2010).
Con frecuencia, autores reconocidos tales como Mulgan et al. (2011) han definido a la
innovación social como las actividades y servicios innovativos que son motivados por la
meta de satisfacer una necesidad social y que son predominantemente desarrollados y
difundidos a través de organizaciones cuyos principales propósitos son de tipo social. Esto
establece una diferencia entre innovación social e innovación de negocios, la cual
generalmente es motivada por la maximización de la maximización de las ganancias.
Existen, desde luego, muchos casos en la línea fronteriza las ganancias y difundida a través
de las organizaciones que son principalmente motivadas por, por ejemplo, los modelos de
aprendizaje a distancia que fueron pioneras en organizaciones sociales, pero luego
adoptados por los negocios, o por negocios rentables que innovan nuevos enfoques para
incorporar a las personas discapacitadas en el trabajo.
Otros autores, entre los que destaca Mumford (2002) se refiere al término innovación social
como la generación e implementación de nuevas ideas acerca de cómo la gente debería
organizar actividades interpersonales, o interacciones sociales para lograr una o más metas
en común. Así como ocurre con otras formas de innovación, los productos resultantes de la
innovación social pueden variar con respecto a su amplitud e impacto. En un final de este
continuo, el desarrollo de nuevas ideas sobre la organización social, o relaciones sociales,
podrían involucrar la creación de nuevos tipos de instituciones sociales, la formación de
nuevas ideas sobre el gobierno, o el desarrollo de nuevos movimientos sociales. Ejemplos
de este tipo de innovación social pueden encontrarse en las vidas de Martin Luther, Henry
Ford, y Karl Marx. En el otro final de este continuo, la innovación social puede involucrar
la creación de nuevos procesos y procedimientos para estructurar el trabajo colaborativo, la
introducción de nuevas prácticas sociales en un grupo, o el desarrollo de nuevas prácticas
de negocios. Así, la creación del Fondo Monetario Internacional, el establecimiento de los
Boy Scouts, y la introducción de horarios flexibles de trabajo, representan innovaciones
sociales notorias.
A continuación se les presenta a los lectores una serie de reflexiones epistemológicas sobre
el significado del término innovación social. En adición, se muestran, discuten y analizan
una selección de los modelos más importantes de innovación social que sobresalen
actualmente.
CONCEPTOS DE INNOVACIÓN SOCIAL
Murray, Mulgan y Caulier (2011) afirman que tanto en el mercado como en el Estado, el
aumento de las redes de distribución ha coincidido con un giro marcado hacia lo humano,
lo personal y lo individual. Esto ha provocado un mayor interés en la calidad de las
relaciones (lo que Jim Maxmin y Shoshanna Zuboff llaman el soporte de la economía), se
ha llevado a la innovación alrededor de personalización (desde nuevos tipos de mentor
hasta cuentas personales), un mundo nuevo y rico en información y retroalimentación (por
ejemplo, AMEE, que hace seguimiento de las salidas de carbono en 150 países diferentes),
y el creciente interés en las vías (por ejemplo, desde la primera infancia hasta la edad
adulta) y los viajes de servicio (ya sea de un paciente a través de un sistema de salud o de
un pasajero en un aeropuerto ). Con este énfasis en el individuo ha llegado un interés en la
experiencia, así como en resultados formales, en opinión subjetiva, así como en los
indicadores cuantitativos del Estado y la economía a finales del siglo 20 (de ahí el
surgimiento de innovaciones como el paciente experto, o la opinión del paciente). La
política pública también se ha vuelto hacia lo domestico, a través de innovaciones como las
asociaciones familiares de enfermeras y los conserjes verdes.
Zurbano (2008) asegura que la economía del conocimiento más convencional prioriza una
economía basada solo en el mercado y una visión tecnocentrista del desarrollo, aun cuando
incorpora algunas de las claves institucionales y de aspectos relacionales. Por lo que
coincide con Hodgson (1999) cuando considera imprescindibles los análisis y aportaciones
que vayan más allá de las economías que aprenden.
Desde una perspectiva de desarrollo comunitario la innovación social tiene una doble
acepción. En primer lugar, está vinculada a la satisfacción de las necesidades humanas
básicas (Moulaert & Ailenei, 2005 en Zurbano 2008). Esta perspectiva es similar al
concepto de desarrollo humano propuesto por el PNUD. Ambos reconocen que la estrategia
de crecimiento de la economía de mercado no ha sido capaz de satisfacer una buena parte
de las necesidades humanas, sobre todo si tenemos en cuenta que las disparidades de renta
y riqueza en el mundo siguen siendo muy elevadas. Al profundizar se encuentra que la
innovación social tiene al menos otra perspectiva: la que pone el énfasis en la innovación
de las relaciones sociales entre individuos y grupos sociales de la comunidad y en las
formas de gobernabilidad asociadas a las mismas (Moulaert et al.; 2005 en Zurbano 2008).
Para entender el significado de la innovación social Zurbanor (2008) toma como referencia
el estudio que realiza el académico O´Hara (1997 en Zurbano 2008) en relación con la
riqueza colectiva o la reproducción del capital. Este autor diferencia cuatro formas de
capital: el capital humano, el capital ecológico, el capital social o institucional y el capital
empresarial. Si bien esta diferenciación no es del todo adecuada debido a que la frontera
entre los mismos no es clara, permite contribuir al estudio de un concepto de innovación
que supera los límites de la lógica del capital privado. Es más, el capital necesario para el
desarrollo tiene un marcado carácter multidimensional. Las fuertes interacciones entre los
distintos tipos de capital son el reflejo de que los límites entre ellos son inciertos, en
especial en el caso del capital social. De esta manera, en la lógica del desarrollo
comunitario entran a formar parte los diferentes tipos de capital así como sus agentes,
configurando unas relaciones de poder específicas en su red social y en la gobernabilidad
local.
Se debe destacar que en el paradigma de la innovación social el tipo de capital prevalente es
el capital social o institucional, factor fundamental para la reproducción del capital en
general (Moulaert & Nussbaumer, 2005 en Zurbano 2008). En definitiva, la innovación
social e institucional se encuentran en el núcleo central de los procesos y de las políticas de
innovación. Siguiendo esta lógica, la orientación determinante de la innovación está
dirigida hacia el ámbito social o institucional. Por lo tanto, innovación social significa la
innovación de las relaciones sociales de gobernabilidad y la satisfacción de las necesidades
básicas que aquellas dejan al descubierto. Es decir, la innovación del capital social o
institucional desencadena en primer lugar las siguientes pautas innovadoras: innovaciones
en los procesos de manifestación de necesidades, en las formas de cooperación, en la
comunicación y en una gobernabilidad adecuada facilitadota de estos procesos (Zurbano,
2008).
Rodríguez y Alvarado (2008) han señalado en un estudio para CEPAL que la innovación es
el resultado de un largo proceso histórico, de un cúmulo de intentos fallidos y pequeñas
mejoras que en un momento crítico cambian el signo de la tendencia, la dirección de un
proceso, la calidad de un producto o la técnica de un procedimiento. Dado que aparecen de
manera impetuosa y hasta transgresiva, con frecuencia se pasa por alto que cada innovación
depende del cambio que se ha venido gestando en el marco de una determinada cultura
tecnológica, artística, científica, filosófica u organizativa. La originalidad de la innovación
radica en el proceso que permite hacer realidad un cambio específico.
Por otra parte, la innovación también es un proceso exógeno, ecoorganizado, que supone
factores externos que condicionan el ritmo de la innovación, siempre en relación con un
entorno cambiante y con una zona de influencia próxima, es decir, con un conjunto de
aliados y oponentes. Las condiciones socioculturales de la innovación pueden ser positivas
al prescribir “lo que hay que pensar y conocer”, o pueden ser negativas al excluir
normativamente lo que no se puede concebir ni hacer. De modo “… que no solo hay
condiciones históricas-sociales culturales prescriptivas para la idea y para el conocimiento;
hay también condiciones permisivas, y estas condiciones permisivas dejan lugar para las
autonomías individuales, la idea nueva, el pensamiento creador” (Morin, 2001; Rodríguez y
Alvarado, 2008).
Para entender cómo nace el sujeto de la innovación en el campo social, sería conveniente
comenzar por preguntarse cuál es el tipo de personas con que se trabaja en este campo. En
general se trata de personas que además de vivir las frustraciones y privaciones propias de
la existencia humana, enfrentan diversos tipos de dificultades para satisfacer sus
necesidades básicas, y padecen una exclusión estructural, con falta de oportunidades y
dificultades para ejercer sus derechos. En muchos casos, para superar la condición de
exclusión es necesario que la persona sea sujeto activo de su propia transformación, de la
lucha por su desarrollo autónomo. Solo es posible constituir una ciudadanía fundada en los
derechos en la medida en que se forjen comunidades conscientes de ellos y capaces de
exigirlos, consolidarlos y desarrollarlos con una praxis personal y social responsable. Por
ello, un objetivo central de muchos proyectos es que las personas que padecen alguna
forma de exclusión, y desde cierto punto de vista son su objeto, se transformen en un sujeto
activo.
Lo recién expuesto permite redefinir el papel del agente externo, que en muchos casos es
portador de la innovación. Cuando el beneficiario de los proyectos sociales se erige en
sujeto activo y por lo tanto en actor de la innovación, al hacerlo se protege creativamente
frente a un sistema social estructuralmente excluyente. Aprende de su entorno adverso y de
los inevitables errores propios, conjuga de una manera distinta las preguntas y respuestas en
relación con los hechos que lo han mantenido donde está, de una manera que solo él puede
combinar y articular, y al hacerlo responde de manera nueva a los viejos problemas al
mismo tiempo que se plantea nuevos problemas. Sabe que hacer lo mismo le deparará un
resultado insuficiente y que, por tanto, debe cambiar. Sin embargo, algunas veces no lo
logra solo con sus propios medios, y requiere de un impulso adicional provisto
generalmente por un recurso externo que solo será de utilidad en la medida en que se base
en las personas y en las comunidades organizadas que luchan por superar su propia
exclusión. Así, se establece un diálogo en que el agente externo sirve de interlocutor, aporta
recursos técnicos complementarios, apoya la reflexión, la sistematización, el aprendizaje,
ofrece una mediación educativa, pero no desplaza a la persona en riesgo del lugar que
ocupa en el proceso de transformación.
Biggs, Westley y Carpenter (2010) postulan que la innovación social se refiere a nuevos
conceptos, estrategias, iniciativas, productos, procesos, u organizaciones que cumplen con
las apremiantes necesidades sociales y cambian profundamente las rutinas básicas, los
recursos y los flujos de autoridad, o creencias en el sistema social en que se producen
(Westley et al. 2006 , Fundación Young 2006). Las innovaciones sociales pueden ser
iniciadas por una amplia gama de actores, incluyendo las organizaciones no
gubernamentales, grupos comunitarios, organizaciones benéficas, los gobiernos,
empresarios, académicos, filántropos, o combinaciones de estos grupos. La innovación
difiere de la invención, ya que no sólo se refiere a la creación de nuevas ideas o productos,
sino también a los procesos de difusión o adopción que hacen que las ideas prometedoras
sean útiles para satisfacer las necesidades sociales (Young Fundación 2006, McKeown
2008). Por lo tanto, cualquier proceso de innovación social se compone de dos dinámicas:
(1)"Bricolage", o recombinación de ideas nuevas y existentes para formar algo nuevo
(Lévi-Strauss, 1962, Arthur 2009), y (2)"Contagio" o "Difusión, "La adopción y difusión de
nuevas ideas e invenciones (Rogers 1995, Westley et al. 2006, observaciones personales).
La relación entre innovación incremental y radical puede ser entendida en términos del
ciclo adaptativo (Holling 2001, Gunderson y Holling 2002; Figura 2). El bucle inicial del
ciclo de adaptación puede ser visto como caracterizado en gran parte por la innovación
incremental que fortalece el sistema actual o la trayectoria del cambio. Por el contrario, el
bucle de la espalda puede ser desencadenado por o crear una ventana de oportunidad para la
innovación radical. Los cambios e innovaciones que se producen en el bucle puede dar
lugar a una reorganización fundamental de los Sistemas Socio-Ecológicos, por lo que el
sistema funciona de una forma cualitativamente diferente de lo que hacía antes, es decir, se
transforma (Walker et al. 2004, Chapin et al. 2009). Las incertidumbres asociadas con el
bucle a menudo pueden ser un estímulo para la innovación (Plowman et al. 2007). Los
efectos de la escala a menudo son importantes. Las innovaciones radicales en la escala local
pueden conectar en cascada hacia arriba, conduciendo transformaciones a gran escala, o
viceversa (Holling et al. 2002). Por ejemplo, la invención de la agricultura moderna ha
transformado fundamentalmente a los Sistemas Socio-Ecológicos a escala global. El efecto
acumulativo de las distintas innovaciones incrementales pueden conducir a la innovación
radical, como en el caso de los teléfonos y el Internet. Del mismo modo, las innovaciones
sociales de transformación a menudo se producen a través de ondas de innovaciones
individuales. Por ejemplo, durante el período de rápida industrialización y urbanización en
la Europa del siglo decimonoveno, un enorme aumento en la innovación social se produjo,
lo que llevó al desarrollo de servicios de microcreditos, sociedades, cooperativas y
sindicatos, que en conjunto cumplieron una serie de nuevas necesidades sociales y ayudó a
transformar la sociedad (Fundación Young 2006). Una ola similar de la innovación es
necesaria si la sociedad moderna quiere transformar la actual gestión de las instituciones
que manejan ecosistemas, para afrontar los retos ambientales del siglo 21 (Millennium
Ecosystem Assessment 2005, Martin 2007, Waltner-Toews et al. 2008).
Para definir con mayor claridad la innovación social, Phills, Deiglmeier y Miller (2008)
primero echan un vistazo más de cerca lo que significa la innovación, y luego examinan lo
que denota el término social. La innovación es un proceso y un producto. En consecuencia,
la literatura académica sobre la innovación se divide en dos corrientes diferentes. Una
corriente explora los procesos organizativos y sociales que producen la innovación, tales
como la creatividad individual, la estructura organizativa, el contexto ambiental y los
factores sociales y económicos. La otra corriente enfoca a la innovación como un resultado
que se manifiesta en nuevos productos, las características del producto y los métodos de
producción. Esta rama de la investigación examina los orígenes y las consecuencias
económicas de la innovación.
Phills, Deiglmeier y Miller (2008) explican que algunas definiciones excluyen a las
innovaciones menores de cualquier consideración, mientras que otras personas distinguen
entre innovaciones incrementales y radicales. No especifican la magnitud de la mejora,
como parte de su definición. Su opinión es que tales juicios son muy subjetivos y que es
mejor tratar a la magnitud dentro de un rango continuo de valores. Otras concepciones de la
innovación excluyen soluciones creativas que no son ampliamente difundidas y adoptadas.
Sin embargo, los procesos subyacentes a la difusión y adopción de las innovaciones son
distintos de los procesos que los generan. Para explicar las diferencias entre las
innovaciones que se adoptan y las que no lo son, se necesita una definición que no
confunda a la adopción y a la difusión con la innovación.
En resumen, Phills, Deiglmeier y Miller (2008) distinguen cuatro elementos distintos de la
innovación: En primer lugar, el proceso de innovación, o la generación de un nuevo
producto o una solución, que consiste en factores técnicos, sociales y económicos. En
segundo lugar, el producto o invención en sí, un resultado que se llama innovación
adecuada. En tercer lugar, la difusión o la adopción de la innovación, a través del cual entra
en un uso más amplio. En cuarto lugar, el último valor creado por la innovación. Este
razonamiento da la primera mitad de su definición de la innovación social: Una nueva
solución a un problema social que es más eficaz, eficiente, sostenible, que las soluciones
existentes.
Para Phills, Deiglmeier y Miller (2008), otro uso de la palabra social es para describir una
clase de necesidades y problemas. De hecho, en su propia definición de innovación social,
dicen que estas innovaciones tocan a los problemas sociales. Esta fórmula les da más
tracción, porque a pesar de que puede haber debate sobre el carácter social de las
innovaciones específicas, tiende a haber un mayor consenso dentro de las sociedades sobre
lo que constituye una necesidad social o un problema y qué tipo de objetivos sociales son
valiosos (por ejemplo, la justicia, la equidad, la preservación del medio ambiente, mejora
de la salud, las artes y la cultura, y una mejor educación).
Una manera actual en que la gente utiliza la palabra social es para describir un tipo de valor
que es distinto del valor financiero o económico. Una serie de destacados escritores aluden
al valor social o términos similares. Basándose en este trabajo, el valor social se puede
definir como la creación de beneficios o reducciones de costos para la sociedad-a través de
los esfuerzos para atender las necesidades sociales y los problemas en formas que van más
allá de las ganancias privadas y los beneficios generales de la actividad del mercado.
Debido a que estos beneficios pueden incluir objetivos sociales, se pueden acumular, tanto
para los sectores desfavorecidos o marginados de la sociedad como para la sociedad en su
conjunto. Muchas innovaciones crean beneficios para la sociedad, principalmente a través
de aumentar el empleo, la productividad y el crecimiento económico. Algunos incluso
generar valor social más allá de su impacto económico evidente. Los computadores
mejoraron dramáticamente la productividad individual, el aprendizaje y la creatividad. El
automóvil promovio sentimientos de libertad e independencia, mientras que unio a las
personas que de otra manera rara vez se verían el uno al otro. Los productos farmacéuticos
salvan vidas. Los desodorantes probablemente fortalecen el tejido social. Y así, estos
productos benefician no sólo a los individuos, sino también la sociedad en su conjunto
(Phills, Deiglmeier y Miller 2008).
De acuerdo a Phills, Deiglmeier y Miller (2008), eso no significa que las innovaciones de
esos productos son sociales. De acuerdo con su definición, una innovación es
verdaderamente social sólo si la balanza se inclina hacia valores sociales-beneficios a la
sociedad pública o en su conjunto, en lugar de valor privado- ganancias para los
empresarios, inversionistas y consumidores ordinarios (no desfavorecidos). Ellos quieren
diferenciar las innovaciones sociales de las innovaciones ordinarias porque el mundo ya
está sobradamente preparado para producir y difundir innovaciones ordinarias. Es sólo
cuando los mercados fallan en el caso de los bienes públicos que la innovación social se
convierte en importante como una forma de satisfacer las necesidades que de otro modo no
se cumpliría y la creación de valor que de otra manera no se crearía.
En cuanto al ejemplo de los medicamentos que salvan vidas creados por empresas
farmaceuticas con fines de lucro. Se ha encontrado que a pesar de que estas innovaciones
son socialmente valiosas, e incluso generan beneficios para la sociedad, más allá de las
ganancias para los inversores, inventores y los consumidores, son innovaciones que los
mecanismos tradicionales de mercado producen y distribuyen con relativa eficiencia-a
excepción del subgrupo de la población que no pueden pagarlos. Para aliviar este problema
social, organizaciones sin fines de lucro tales como el Institute for OneWorld Health han
surgido para desarrollar medicamentos para las personas pobres, y empresas como Merck
& Co. han construido alianzas público-privadas para donar medicamentos como Mectizan a
los pacientes en los países en desarrollo (Phills, Deiglmeier y Miller 2008).
Murray, Caulier y Mulgan (2010) identificaron seis etapas que llevan a las ideas desde el
inicio hasta el impacto. Estas etapas no siempre son secuenciales (algunas innovaciones
saltan directamente a la "práctica"), y hay ciclos de retroalimentación entre ellos. Ellos
también pueden considerarse como superposiciones de espacios, con distintas culturas y
habilidades. Ellas proporcionan un marco útil para pensar acerca de los diferentes tipos de
apoyo que los innovadores y las innovaciones necesitan para crecer:
(1) Prontitud, inspiraciones y diagnósticos. En esta etapa se incluyen todos los factores que
ponen de relieve la necesidad de la innovación - como la crisis, recortes en el gasto público,
los malos resultados, estrategias -, así como las inspiraciones que la motivan, desde la
imaginación creativa hasta las nuevas pruebas. Esta etapa consiste en diagnosticar el
problema y la elaborar la pregunta de tal forma que las causas fundamentales del problema,
no sólo sus síntomas, sean abordados. Enmarcando la pregunta correcta es la mitad del
camino a la búsqueda de la solución correcta. Esto significa ir más allá de los síntomas para
identificar las causas de un problema particular.
(2) Propuestas e ideas. Esta es la etapa de generación de ideas. Esto puede involucrar a los
métodos formales - como los métodos de diseño y creatividad para ampliar el menú de
opciones disponibles. Muchos de los métodos de ayuda para atraer conocimientos y
experiencias a partir de una amplia gama de fuentes.
(3) Creación de prototipos y pilotos. Aquí es donde las ideas se prueban en la práctica. Esto
se puede hacer a través de simplemente probar cosas, o por medio de los pilotos más
formales, prototipos y ensayos controlados aleatorios. El proceso de perfeccionamiento y
evaluación de ideas es particularmente importante en la economía social porque es a través
de la iteración, y ensayo y error, que las coaliciones generan fuerza (por ejemplo, vincular
a los usuarios a los profesionales) y se resuelven los conflictos (incluyendo las batallas con
los intereses creados). Es también a través de estos procesos que las medidas de éxito de
llegar a ser acordados.
(4) Sostenibilidad. Esto es cuando la idea se convierte en la práctica diaria. Consiste en
afilar las ideas (y muchas veces la racionalización), y la identificación de fuentes de
ingresos para asegurar la sostenibilidad financiera a largo plazo de la firma, empresa social
o de la caridad, que llevará adelante la innovación. En el sector público esto significa la
identificación de los presupuestos, equipos y otros recursos tales como la legislación.
(5) La ampliación y difusión. En esta etapa hay una serie de estrategias para el crecimiento
y la difusión de una innovación - desde el crecimiento de la organización, a través de
licencias y franquicias a las federaciones y más flexible de difusión. La emulación y la
inspiración también juegan un papel fundamental en la difusión de una idea o práctica. La
demanda es tan importante como la oferta: ¿cómo la demanda del mercado, o la demanda
de los comisionados y los políticos se movilizaron para difundir un nuevo modelo de éxito.
Este proceso se refiere a menudo como "escala", y en algunos casos la palabra es adecuada,
ya que la innovación es generalizada dentro de una organización o la organización se
expande. Pero la escala es un concepto de la edad de la producción en masa, y las
innovaciones se tienen en la economía social de muchas otras maneras, ya sea a través de la
inspiración y emulación, o mediante la prestación de apoyo y know-how de uno a otro de
una manera más orgánica y de un adaptativo tipo de crecimiento.
Mulgan et al. (2011) describen cuatro etapas por las que las innovaciones tienen y
establecen una comparación con la forma en que las abejas encuentran aliados poderosos
para unirse:
Algunos de los mejores innovadores identifican las necesidades que no son adecuadamente
satisfechas por el mercado o el Estado. A menudo son buenos para hablar y escuchar,
hacen excavación debajo de la superficie para entender las necesidades de los pueblos y
sus dislocaciones, insatisfacciones y "bloqueos". Michael Young consiguió que muchas de
sus mejores ideas se generaran de conversaciones al azar en las calles, autobuses y incluso
en los cementerios. La empatía es el punto de partida y la etnografía es por lo general una
herramienta formal más relevante que el análisis estadístico. Las motivaciones personales
también juegan un papel fundamental: la gente lo desea, puede resolver sus propios
problemas y puede estar motivada por el sufrimiento de sus amigos o familiares.
La segunda fase de todo proceso de innovación consiste en tomar una idea prometedora y
probarla en la práctica. Pocos planes sobreviven totalmente intactos a su primer encuentro
con la realidad. Pero es a través de la acción que evolucionan y mejoran. Las innovaciones
sociales pueden ser ayudadas por la investigación del mercado formal o por el análisis de
escritorio, pero el progreso se logra a menudo con mayor rapidez convirtiendo a la idea en
un prototipo o piloto y luego galvanizando el entusiasmo. Las innovaciones sociales a
menudo se implementan temprano.
Debido a que los participantes suelen estar muy motivados y son demasiado impaciente
para esperar que los gobiernos o profesionales actúen. La experiencia de tratar que sus
ideas funcionen acelera su evolución, y el poder del ejemplo entonces resulta ser tan
persuasivo como los argumentos por escrito o de defensa. Una virtud clave del prototipado
rápido es que las innovaciones suelen requerir varios intentos antes que funcionen. Los
primeros pasos son siempre defectuosos. El Servicio Nacional de Salud tomó 40 años para
pasar del sueño imposible a la realidad, la radio tardó una década para encontrar su forma -
sus primeros pioneros erróneamente pensaron que los miembros del publico comprarian
tiempo de emisión para enviar mensajes a sus amigos y familiares, al igual que el teléfono.
Otro ejemplo, Wikipedia, fue un fracaso en su primera salida. En la actualidad existe una
gama mucho más rica métodos disponibles para la creación de prototipos, pruebas piloto y
pruebas de nuevas ideas, ya sea en entornos reales o en áreas de condiciones protegidas, a
medio camino entre el mundo real y el laboratorio. El dinero relativamente gratis de
fundaciones y filántropos puede ser decisivo en ayudar a las ideas a través de esta fase.
Los gobiernos también se han hecho más sofisticados en el uso de pruebas y
conocimientos, con una proliferación de pilotos, pioneros y experimentos. Las
incubadoras, que se han generalizado durante mucho tiempo en las empresas, han
comenzado a despegar en el sector público y entre las ONGs, aunque la práctica y la
comprensión siguen siendo muy desiguales. En los negocios, nuevos dispositivos tales
como impresoras 3D han hecho que sea más fácil convertir las ideas en prototipos
rápidamente. En el ámbito social se están desarrollando en paralelo métodos para
cristalizar ideas prometedoras que son rápidamente sometidas a prueba.
La tercera etapa del proceso de innovación social se produce cuando una idea está saliendo
bien en la práctica y entonces se pueden cultivar, potencialmente a través de crecimiento
orgánicos, reproducción, adaptación o franquicias. Por lo general, las innovaciones se
difunden en forma de "curva S", con un fase inicial de crecimiento lento entre un pequeño
grupo de incondicionales, a continuación, una fase de rápido despegue, y luego una
desaceleración cuando la saturación y madurez se han logrado. Para entender los procesos
de crecimiento es importante distinguir lo que se está ampliando y cómo se amplía. El
"qué" puede variar mucho en la naturaleza, a lo largo de un continuo que va desde las ideas
muy genéricas que se difunden por la atracción hacia el crecimiento estrictamente
controlado por un equipo único de gestión.
En la tabla 1 puede observarse que cada tipo de crecimiento trae consigo diferentes
oportunidades y desafíos. En el tipo 4 el crecimiento es a menudo más atractivos para los
innovadores sociales, ya que ofrece la promesa de crecimiento y el impacto, sin demasiado
grado de responsabilidad de gestión. Pero por lo general es el más difícil en la práctica
debido a las ambigüedades del control y las obligaciones financieras que conlleva.
En los negocios, la experiencia de empresas como Microsoft, Procter & Gamble y Amazon
sugiere que los pioneros que crean mercados a través de innovaciones radicales, casi nunca
son las empresas que las difunden y dominan. Las habilidades y modos de pensar
necesarios para la creación de un mercado totalmente nuevo no sólo difieren, sino que
activamente entran en conflicto con aquellos necesarios para crecer y consolidarse.
Las grandes empresas están con frecuencia en mejores condiciones de llevar las nuevas
ideas de los nichos de mercados hacia los mercados de masas, y muchas empresas han
concluido que deben subcontratar la creación de nuevos productos radicales a las nuevas
empresas. Esto les permite a las grandes empresas concentrar sus esfuerzos en la
consolidación de los mercados, comprando empresas o licencias que ven como
prometedoras.
Nuevos modelos, como las colaboraciones en salud (usado por el NHS para mejorar la
innovación y práctica en campos como el cáncer y la atención primaria) y grupos cerrados
de investigación (usado por una serie de importantes ciudades para analizar sus estrategias
de transporte) ayudaron a integrar la innovación y la mejora en profesiones bastante
conservadoras. Éstos destacan el grado en que todos los procesos de innovación se pueden
entender como tipos de aprendizaje, en lugar de momentos 'eureka' de genios solitarios.
Las ideas comienzan como posibilidades que son entendidas sólo por sus inventores. Ellas
evolucionan haciéndose cada vez más explícitas y más formalizadas, a medida que las
mejores prácticas se aplican y las organizaciones comienzan a desarrollar experiencias
sobre cómo hacer que funcionen. Esta fase consiste en la consolidación en torno a un
núcleo de algunos principios que pueden ser fácilmente comunicados. Luego, cuando la
idea se lleva a cabo en los nuevos contextos, se desarrolla aún más, y en las nuevas
combinaciones, con el aprendizaje cada vez más tácito, sostenido dentro de las
organizaciones, hasta que otros conjuntos de síntesis simples emergen.
Wheatley & Frieze (2011) plantean tres etapas con una perspectiva diferente a las etapas
descritas aquí anteriormente. Estas dos autoras utilizan lo que llamaron el enfoque de la
“utilización de la emergencia para impulsar la innovación social”.
Etapa 1: Redes. Vivimos en una época en que las coaliciones, alianzas y redes se están
formando como un medio para crear el cambio social. Cada vez hay mas redes y ahora, las
redes de redes. Estas redes son esenciales para que las personas encuentren a otros con
ideas afines, la primera etapa del ciclo de vida de la emergencia. Es importante tener en
cuenta que las redes son sólo el comienzo. Se basan en que la gente con interés propio suele
estar en red juntos para su propio beneficio y para desarrollar su propio trabajo. Las redes
tienden a tener una membresía fluida, las personas entran y salen de ellas sobre la base de
lo mucho que personalmente se benefician de la participación.
Etapa 2: Las comunidades de práctica. Las redes hacen posible que las personas
encuentren otros involucrados en un trabajo similar. La segunda etapa de la emergencia es
el desarrollo de las comunidades de práctica (CdP). Muchas de esas pequeñas comunidades
individualizada pueden surgir de una red robusta. Los DdP son también autoorganizadas.
La gente comparte un trabajo en común y se dan cuenta que hay un gran beneficio estar en
esa relación. Ellos utilizan esta comunidad para compartir lo que saben, para apoyarse
mutuamente y crear intencionalmente nuevo conocimiento para su campo de práctica. Estas
comunidades difieren de las redes en forma significativa. Ellas son las comunidades, lo que
significa que las personas se comprometan a ser uno para el otro, participan no sólo para
sus propias necesidades, sino para servir a las necesidades de otros. En una comunidad de
práctica, el enfoque va más allá de las necesidades del grupo. Hay un compromiso
intencional para avanzar en el campo de los descubrimientos con un público más amplio.
Ellos hacen sus recursos y conocimientos disponibles para cualquier persona,
especialmente los que realizaban trabajos relacionados. La velocidad con que las personas
aprenden y crecen en una comunidad de práctica es notable. Las buenas ideas se mueven
rápidamente entre los miembros. Nuevos conocimientos y prácticas se implementan
rápidamente. La velocidad a la que el desarrollo del conocimiento y el intercambio ocurren
es crucial, ya que ahora las regiones locales y el mundo necesitan este conocimiento y
sabiduría.
1. En una primera etapa, de una definición precisa del problema y del acceso a las ideas
que puedan ser útiles para resolverlo.
2. En la segunda etapa, de implementación, el éxito depende de las condiciones para
aplicar la innovación, entre las que se cuenta el financiamiento para experimentar con
proyectos piloto o demostrativos. La misión de la CEPAL, en este sentido, es
seleccionar las innovaciones probadas, sostenibles y replicables, es decir las que han
superado la etapa experimental.
3. En una tercera fase, de aprendizaje y desarrollo, el éxito depende del conjunto de
elementos que favorecen el aprendizaje, como las oportunidades para el desarrollo de
nuevas capacidades, o para sistematizar la propia experiencia.
4. Finalmente, en la cuarta fase, lo clave es la diseminación de las innovaciones y su
transformación en política pública a escala local, nacional o internacional (The Young
Foundation, 2007 en Rodríguez y Alvarado, 2008).
Una vez que una innovación ha sido probada y reconocida como tal, se impone difundirla,
multiplicarla y promover su réplica. Con este fin, es estratégico seleccionar la ruta más
adecuada para facilitar su diseminación y el proceso a través del cual pueda ser
efectivamente replicada. Se requiere además que la organización contemple procesos que
hagan del aprendizaje una actividad que la revitalice, como si el aprendizaje se contagiara,
para desembocar en un proceso de grupo donde todos aprenden del otro. Esto se puede
hacer mejor gradualmente, por áreas o grupos, mediante la experimentación, y creación de
espacios de aprendizaje informales, como recomienda la literatura reciente. Swieringa y
Wierdsman definieron la organización que asimila nuevos conocimientos como “una en la
que la gente aprende a través del trabajo conjunto y trabaja en conjunto a través del
aprendizaje, y es así capaz de sostener su desarrollo colectivo” (Mayo y Lank, 2003 en
Rodríguez y Alvarado, 2008). Mayo y Lank llegan a concebir que “una organización es una
red de curvas de aprendizaje” (Mayo y Lank, 2003 en Rodríguez y Alvarado, 2008). Esta
sería una organización que contempla, en su dinámica, ciclos consecuentes de acción,
información, interpretación, experiencia, reflexión, sistematización, diálogo de
conocimientos, aprendizaje, innovación y comunicación (Rodríguez y Alvarado, 2008).
Así, la innovación se puede concebir como la otra cara del aprendizaje. Innovan las
organizaciones que aprenden y aprenden las organizaciones que cambian, esto es, las
organizaciones que adaptan novedades y por ende innovan. En ese sentido, la innovación se
puede considerar esquemáticamente como la interrelación de diversos procesos que
incluyen el intercambio de información con el exterior. Esto es así porque la técnica, que es
el conocimiento aplicado, debe ser, como todo saber humano, continuamente reaprendida,
puesto que “la pericia tecnológica no se hereda automáticamente, toda nueva generación
debe adquirirla” (Sachs, 2005 en Rodríguez y Alvarado, 2008).
El desarrollo de las ideas fundamentales la innovación social parecía surgir de una intensa
insatisfacción con algún aspecto del funcionamiento de la organización. En el caso del
SAT, la prueba fue vista como una forma de identificar el talento, independientemente de
los antecedentes familiares. El descontento con el estado actual de las cosas parece estar
ligado al idealismo, junto con el movimiento del individuo en una posición en la que eran
responsables de otros.
Se sugiere que las innovaciones sociales puedan derivarse de las personas de éxito que han
tenido experiencias un tanto atípicas y provienen de ambientes marginales, pero que han
adquirido experiencia. Por lo tanto, una versión modificada, menos extrema, la versión de
la hipótesis de la marginalidad en general parece ser la más capaz para dar cuenta de la
innovación social.
Estas experiencias atipicas pueden proporcionar a las personas no sólo una motivación para
hacer las cosas de manera diferente, pero también con una base cognitiva para la creación
de nuevas formas de hacer las cosas. Mumford (2002) ha argumentado que la innovación
social parece descansar en una forma de razonamiento basado en casos en que la aplicación
de modelos extraídos de un lugar a otros problemas que surgen en otros lugares sirve de
base para la generación de ideas. De acuerdo con la proposición, Kanigel (1997) sostiene
que las contribuciones de Taylor se basan en la aplicación de las técnicas experimentales y
de observación de las ciencias para determinar cuánto tiempo una obra de arte debe tomar y
las condiciones propicias para promover el trabajo más eficiente. La aplicación de este
modelo en un taller mecánico era único en ese momento y tuvo éxito con respecto a (a) el
desarrollo de procedimientos operativos estándares más eficientes y (b) la creación de
estándares para la administración de los bonos a los trabajadores altamente productivos que
excedieron los estándares normativos. También se podría argumentar que el uso exitoso de
pruebas militares para la selección de oficiales sobre todo durante la primera guerra
mundial y, hasta cierto punto durante la segunda guerra mundial, tambien proporcionan
modelos o casos, para su uso en el desarrollo de la SAT y la selección de los estudiantes de
universidades de elite (Owens, comunicación personal, 15 de abril de 1980).
Estos proyectos de demostración en curso, sin embargo, no sólo proporcionan una base
para probar y refinar las ideas, sino que también desempeñan un papel en la construcción de
apoyo. Este apoyo parece derivar de dos fuentes. En primer lugar, como Mumford (2002)
señala, los proyectos de demostración ilustran la viabilidad de la innovación propuesta. En
segundo lugar, es a través del trabajo en estos proyectos de demostración que la gente con
la experiencia y el compromiso necesarios para desarrollar, mantener y extender la
innovación son traídos al redil. Por lo tanto, Taylor empezó a desarrollar un grupo de
seguidores que promovían la difusión de la gestión científica a través de sus propias
actividades de consultoría. Del mismo modo, en el Educational Testing Service, Chauncey
reclutó a personas "para quienes la educación ha sido un factor determinante en la manera
espectacular de sus vidas y tenían una creencia total en su poder para hacer el bien"
(Lehmann, 2000). Por lo tanto, la formación de un grupo de seguidores a través de
proyectos de demostración y un liderazgo visionario y carismático de estos proyectos
pueden influir en la probabilidad de éxito de las innovaciones sociales (Bass, 1985; Howell
y Higgins, 1988; Sosik, Avolio, y Kahai, 1997).
No sólo la innovación social requiere de un liderazgo visionario, sino que también requiere
de líderes que sean extraordinariamente hábiles en el arte de la persuasión. La persuasión
es, por supuesto, necesaria para adquirir apoyo de las élites y los recursos financieros, y
para atraer a los adaptadores tempranos que van a mantener, extender y difundir las ideas.
Innovaciones sociales, sin embargo, son también, en virtud de lo que el cambio implica, por
lo general bastante controvertidas. Por lo tanto, el éxito de estas innovaciones puede
depender de las habilidades persuasivas del innovador. Kanigel (1997) describe las
habilidades persuasivas de Taylor en una forma más elocuente de su actuación como
defensor de la administración científica: "Cualquier persona que lo vio en Boxly o dando
conferencias en cualquier lugar, en ese sentido- recordó a Taylor diferente en carne y hueso
al Taylor impreso.... Èl cree, y la gente creyo en él y en lo que èl dijo. Llegaron a veces
escépticos y se fueron cambiados "(Kanigel, 1997). Del mismo modo, Lehmann (2000)
señala que Chauncey era un defensor persuasivo y eficaz para las pruebas de aptitud,
utilizando estrategias como la coopción y el establecimiento de las relaciones personales
como técnicas para la crítica de compensación.
Las innovaciones exitosas, sin embargo, no sólo deben ajustarse a las exigencias impuestas
por las grandes tendencias sociales, sino que deben ser lo suficientemente flexibles para
adaptarse a los cambios en las necesidades sociales y las necesidades de los diferentes
grupos. Durante los años siguientes, la diferencia de tarifas de pago, o a destajo, que fueron
un componente central del sistema de Taylor de la administración científica, han sido
rechazadas, junto con tales componentes relativamente inflexibles del sistema como las
hojas de tiempo de estudio. Sin embargo, otros componentes más flexibles del sistema de
Taylor, como la estandarización del trabajo, la diferenciación precisa de las tareas, y la
diferenciación de la planificación y el hacer, han seguido teniendo una influencia
permanente en el diseño y la estructura de trabajo (Kanigel, 1997).
La necesidad y la retención de los conceptos básicos flexible pueden estar relacionados con
otro de los factores sociales que parece influir en el éxito y la difusión de las innovaciones
sociales. Más específicamente, la innovación debe ser capaz de estar vinculada a otras
iniciativas sociales, si se quiere tener éxito. Vemos esta actividad de vinculación de hoy,
cuando los resultados del SAT se usan como un índice del éxito del sistema educativo.
Incluso al comienzo de su historia, sin embargo, el uso de la SAT en el Programa de Becas
al Mérito Nacional, una extensión de la vinculación de los esfuerzos de detección de
admisión inicial, fue un factor que contribuyò a su adopción generalizada. La vinculación
con otras iniciativas se puede observar en la aplicación de técnicas de gestión científica
para el desarrollo de las primeras iniciativas de control de calidad.
Tan importante como puede ser la vinculación con otras iniciativas, la congruencia con las
nuevas tendencias sociales, y la adaptación flexible de los conceptos básicos, el éxito de las
innovaciones sociales dependen claramente de otra gran fuerza de la vida de la
organización -el desarrollo de nuevas tecnologías. A pesar de que comúnmente se asume
que la tecnología impulsa a la innovación social, parece que la relación real entre la
tecnología y la innovación social puede ser algo más complejo. Las innovaciones sociales
pueden, a veces, forzar el desarrollo de ciertas tecnologías, pero en otras ocasiones, la
tecnología puede obligar a la adopción de las propuestas de innovaciones sociales.
Este modelo fue diseñado por Deffuant, Huet y Amblard (2005). En un inicio, el modelo
basado en agentes de difusión de la innovación descritos por Deffuant (2001) y Deffuant et
al. (2002) se orientó inicialmente a la difusión de prácticas verdes entre agricultores. Ellos
lo aplicaron a diferentes tipos de prácticas verdes (por ejemplo, el mantenimiento del
paisaje, la reducción de insumos) en diferentes zonas de estudio de Europa. Ellos presentan
una evolución de ese modelo y consideran su aplicación a procesos más generales de la
difusión de la innovación, como el teléfono móvil, Internet, la anticoncepción, los
productos orgánicos, organismos genéticamente modificados y la clonación.
1. El modelo representa la dinámica de las discusiones en una red social de individuos. Las
personas que envían mensajes unos a otros que contienen su opinión social y la información
si está disponible. Las discusiones son provocadas por los mensajes de los medios de
comunicación que llegan a las personas al azar, con una frecuencia dada, los individuos
luego propagan las discusiones en la red. Se supone que la información permite a las
personas evaluar los beneficios individuales de la adopción de una innovación.
2. El modelo asume que los individuos tienen una opinión a priori sobre el valor social de
una innovación, incluso la primera vez que oyen hablar de ella. La dinámica de los valores
sociales se basa en el "acuerdo relativo" modelo que fue estudiado antes (Deffuant et al
2001; Weisbuch et al 2002;. Deffuant et al, 2002a). Este modelo muestra cierta similitud
con los resultados descritos en Moscovici y Doise (1992): puede conducir a la polarización
bajo la influencia de una minoría de extremistas cuando hay un montón de discusiones.
3. Sólo los individuos que tienen una alta opinión social de la innovación prestan atención a
la información. La utilizan para realizar una evaluación de su beneficio potencial individual
en la adopción y para transmitirla a sus asociados.
4. Los individuos adoptan sólo si una evaluación global, que incluya al valor social y al
beneficio individual, es lo suficientemente buena, con alguna certeza. Esto implica que
todos los adoptantes se evalúan su potencial beneficio individual.
1. En el modelo, una innovación con un alto valor social y un bajo beneficio individual se
beneficia y se propaga mejor que una innovación con un bajo valor social y un beneficio
individual alto. La razón es que la propagación de la información tiene la oportunidad de
ser bloqueada en el último caso, lo que impide a las personas evaluar su beneficio
individual.
3. Los bajos niveles de adopción pueden ser debido a la elevada incertidumbre sobre el la
innovación.
Los principios del modelo de acuerdo a Deffuant, Huet y Amblard (2005) son los
siguientes:
1. Los individuos se relacionan unos con otros a través de una red social, que puede ser más
o menos densa. La red es un tipo particular de pequeñas redes del mundo (Watts y Strogatz
1998; Milgram 1967) con una mayoría de enlaces (95%) correspondientes a la proximidad
geográfica (en un umbral de distancia dada), y otros (5%) son tomadas al azar.
3. El estado de una persona contiene un valor social, con una incertidumbre, un estado de la
información, y otras variables. La discusión se modela como un intercambio de mensajes
sólo sobre el valor social y el estado de la información.
4. La innovación se interpreta en un contexto social existente, y se le da un valor social a
priori, que es más o menos positivo. En aras de la simplicidad, se supone que el valor social
inicial es extraído de una distribución normal. La media y desviación estándar de esta
distribución permiten definir a las innovaciones con un promedio de valor social alto o bajo
a priori, más o menos homogéneamente y distribuidos en la población.
6. Los individuos con una baja opinión social a priori sobre la innovación no tienen en
cuenta la información disponible y por lo tanto no lo transmiten. Por otro lado, los
individuos que tienen una alta opinión social a priori prestan atención a la información y
tienden a integrarla y transmitirla (se supone que esta información no es estratégica). En
particular, es importante investigar las consecuencias de esta actitud hacia la información
sobre el nivel de aprobación definitiva.
7. Cuando las personas interesadas (que tiene una opinión social alta) obtienen información,
ellas evalúan el beneficio individual potencial de adopción. Para simplificar el modelo, se
sacó el beneficio individual de una distribución normal cuando se varío la media y la
desviación de esta distribución, se representan innovaciones que son más o menos
beneficiosas para las personas, con más o menos distribuciones homogéneas de este
beneficio en la población.
Deffuant, Huet y Amblard (2005) aseguran estar conscientes de que muchos de los
supuestos detrás del modelo son muy discutibles: la elección de la dinámica social, la
dinámica de la discusión, la fuerte separación entre las opiniones sociales y personales, el
tipo de redes sociales, y mucho más. Afirman haber tomado varias decisiones con
justificaciones pobres o sin justificación empírica, y los sociólogos o psicólogos podrían
verlas como simplificaciones fuertes y artificiales. Ellos consideran a sus propuestas como
una primera aproximación que puede ser refinada o cambiada totalmente a la luz de la
evidencia empírica. Sin embargo, aceptan que se puede criticar el modelo desde el punto de
vista contrario: puede parecer demasiado complicado para ser eficiente en relación con los
datos cuantitativos. Ellos afirman que parcialmente aceptan esas críticas y que sus intentos
de relacionar la distribución inicial de opiniones y dudas con los datos empíricos de los
cuestionarios (Deffuant 2001) no fueron del todo satisfactorios. También manifiestan haber
tenido algunas dificultades en la atribución de valores concretos a algunos parámetros de la
dinámica.
Deffuant, Huet y Amblard (2005) explican las características identificadas a partir del
diseño experimental:
3. Una opinión social baja puede bloquear la difusión de las innovaciones que traen un
beneficio individual, ya que impide una buena difusión de la información.
Estas características ilustran la riqueza del modelo y la posibilidad de relacionarlo con las
innovaciones específicas. En particular, la influencia de la opinión social sobre la difusión
de la información es una característica que explica la dificultad de la difusión de las
innovaciones que tienen una imagen social baja, a pesar de que aportan una mejora objetiva
importante para el bienestar individual. Por lo tanto, el modelo presenta una tipología nueva
y significativa de difusión de la innovación. Estas propiedades del modelo representan un
progreso interesante en comparación con el modelo de umbral tradicional. Por otra parte,
esta tipología puede ofrecer la posibilidad de fundamentar el modelo de datos procedentes
de ejemplos particulares concretos de difusión de la innovación, incluso si los valores de
algunos parámetros tienen que ser probados por la exploración del espacio de parámetros
(Deffuant, Huet y Amblard, 2005).
Finalmente, Deffuant, Huet y Amblard (2005) concluyen que la estructura de este modelo
también podría ser utilizada para modelar los fenómenos sociales más específicos de
difusión, tales como votos políticos o la compra de productos específicos. En estos casos, el
papel de los mensajes de la opinión social en los medios de comunicación, así como la
estructura de la red social son interesantes temas de investigación.
Este es un modelo presentado por Mulgan y Albury (2003) para una mejor comprensión de
los procesos de innovación, el cual puede iluminar donde se puede mejorar y donde hay
bloqueos. Ellos formularon un marco para ayudar a entender la manera de fomentar la
innovación. A continuación se presentan los componentes del modelo:
♦ Analizar y aprender - ¿Cómo debemos evaluar qué funciona y qué no para promover el
aprendizaje y la mejora continua?
Cada elemento del proceso se basa en diferentes habilidades, recursos, organización
métodos, el liderazgo y la cultura. El proceso de no es lineal. Por ejemplo, analizar y
aprender de los éxitos actuales y fallas puede generar posibilidades y sugerir métodos de
incubación y creación de prototipos. "El proceso de innovación (es) largo, interactivo y
social, muchas personas con diferentes talentos, habilidades y recursos tienen que unirse.
Generación de posibilidades
Muchos de los ejemplos de la innovación más radical y sistemática - como la creación del
NHS en la década de 1940, y la privatización de los servicios públicos en la década de 1980
- Han sido impulsadas por Ministros. Los manifiestos y los compromisos políticos a
menudo proporcionan los marcos generales que promueven un flujo de nuevas ideas, sin
embargo, las organizaciones públicas no pueden depender simplemente de la política como
la principal fuente de nuevas ideas. En el pasado, las innovaciones exitosas se han generado
internamente, y, por regla general, las organizaciones y sectores que no generan nuevas
posibilidades serán vulnerables al estancamiento. La mayoría de las burocracias encuentran
a la innovación difícil y la mayoría tiende a ver nuevas posibilidades, en particular las
radicales, como perjudiciales, y por lo tanto a menudo las suprimen. Como resultado, las
organizaciones que están tratando de mejorar la innovación por lo general necesitan
métodos más sistemáticos para la generación de posibilidades (Mulgan y Albury, 2003).
Los métodos sugeridos por Mulgan y Albury (2003) para generar posibilidades son los
siguientes:
Para Mulgan y Albury (2003), las organizaciones necesitan reglas de selección para decidir
qué ideas merecen una mayor exploración y apoyo:
-La creación de prototipos y las pruebas piloto se vuelven más complejas cuanto mayor sea
el sistema y más interconectados estén sus elementos. Dos ejemplos recientes ilustran esto.
El nuevo sistema de comercio de emisiones se inició en Londres en 2002 y tiene el
potencial de convertirse en una parte fundamental de la reducción de las emisiones de CO2.
Sin embargo, su el éxito depende de una amplia gama de factores, incluyendo la respuesta
de la industria, las negociaciones internacionales y la respuesta de los centros de comercio
(por ejemplo, Chicago). Un ejemplo muy diferente es el servicio Connexions,
proporcionando apoyo integral para los adolescentes, que se inició con una cobertura de
alrededor de el 10% del país, y ahora cubre el 100%. Su éxito depende en gran parte del
comportamiento de otros organismos - tanto los públicos, tales como los equipos de
delincuencia juvenil, los servicios sociales y el NHS, y los privados, como el consorcio que
proporciona una tarjeta inteligente para jóvenes de 16-18 años de edad.
-En general, mientras más radical es la innovación más alto es el nivel de riesgo, y mayores
serán los beneficios posibles. Las innovaciones del sector privado pueden tener
consecuencias económicas y laborales, y, en algunos casos, consideraciones importantes de
salud pública y de seguridad. Sin embargo, los riesgos de la innovación en el sector público
son potencialmente mayores:
♦ La escuela tiene efectos a largo plazo sobre las posibilidades de vida de un individuo;
♦ Los hospitales tratan con condiciones que atentan y determinan la vida, y
Reproducción y ampliación
Los metodos de dirección central y de control pueden ser eficaces cuando hay pruebas
convincentes de que la innovación es muy probable que aumente el rendimiento,
independientemente del contexto y de la localidad, y donde la gestión y las palancas
administrativas disponibles tienen la potencia suficiente. Un buen ejemplo reciente es la
"hora de la alfabetización". Debido a la deficiente capacidad de lectura en muchos escolares
y adultos, el gobierno especifica una hora de enseñanza de la lectura, a continuación,
posteriormente requiere que cada escuela lo siga. El prototipo fue basado en la
investigación, efectivamente diseñado, probado rápidamente y luego extendido en el plazo
de 12 meses. Se logró una mayor mejora de los resultados en lectura que en cualquier otro
período equivalente de tiempo.
Mientras que las ideas para la innovación pueden y se originan en diferentes tamaños de la
organización y dentro de una variedad de formas sectoriales, hay una gran diferencia entre
la naturaleza de los sectores que fomentan un alto nivel de innovación incremental y las que
puedan fomentar altos niveles de innovación radical o transformadora.
La innovación incremental es probable que ocurra en los sectores donde una multitud de
organizaciones relativamente pequeñas compiten en un entorno de costos a presión para los
clientes o usuarios que tienen acceso a la información comparativa estandarizada. Además,
el régimen normativo que rige el sector tiene que ser lo suficientemente permisivo ya que
los beneficios potenciales de la organización de la innovación no son compensados por los
costos (riesgos) de incumplimiento. El sector de las escuelas con administración local, la
introducción de la elección de los padres y la publicación de las tablas de clasificación
tienen algunas de estas características.
Por el contrario, los sectores que muestran un alto grado de innovación radical y son
capaces de implementar una innovación sistemática y transformadora a menudo
comprenden un oligopolio - un pequeño número de grandes organizaciones - con una
periferia de muchos pequeños proveedores y suministradores. Los sectores con estas
características incluyen los productos farmacéuticos, software, venta al por menor
(supermercados, por ejemplo), los medios de comunicación y la industria aeroespacial -
algunos de los más exitosos sectores del Reino Unido de manera consistente.
Análisis y aprendizaje
Los procesos y los mecanismos tienen que estar en su sitio para analizar, evaluar y aprender
sobre el proceso de innovación en general, y sobre la forma de difundir la comprensión
entre las organizaciones y en todos los sectores - no sólo las innovaciones específicas. Del
mismo modo, la manera de difundir el entendimiento entre las organizaciones y entre todos
los sectores. Esto pone de relieve la importancia de sistemas eficaces de gestión del
conocimiento y de los procesos que capturan conocimiento sobre las innovaciones tanto
dentro como fuera de la organización y facilita aún más la innovación y el aprendizaje
organizacional.
Todas las innovaciones pueden ser valiosas - exitosas y no tan exitosas - si se aprenden las
lecciones y el conocimiento se retroalimenta en un bucle continuo de la política y el
desarrollo de servicios. Las organizaciones inteligentes exitosas son conscientes de sus
errores del pasado tanto como lo son de sus éxitos. Para el sector público un flujo continuo
de informes ha señalado el fracaso en el cambio de los negocios a gran escala de los
proyectos de TI, a pesar de la existencia de los informes de "lecciones aprendidas".
Las teorías de aprendizaje social son claves para entender a las CDI porque ayudan a
comprender la naturaleza del trabajo colaborativo, al aprendizaje y a la colaboración como
elementos claves de la innovación. Además, las teorías de aprendizaje social ayudan a
comprender el impacto que la tecnología tiene sobre la forma en que socializan los
estudiantes o colegas. Teóricos del aprendizaje social, como grupo, han tratado de entender
lo que se comparte en el aprendizaje social, con una progresión que va desde conceptos de
sentido compartido, hasta la práctica común, y a la innovación compartida (West, 2009).
Los primeros teóricos del aprendizaje social exploraron como la interacción entre un
individuo, los demás y el entorno construye el conocimiento compartido comprendido entre
todos los miembros participantes. Gran parte de nuestra comprensión del sentido común se
remonta al psicólogo soviético Vygotsky (1978, 1986, 1987, 1997). De acuerdo con
Vygotsky, antes de que cualquier concepto o conocimiento se forme internamente, este
existe externo al individuo, y por lo tanto es social en su naturaleza. ''Cualquier otra función
en el desarrollo cultural del niño aparece dos veces, o en dos planos. En primer lugar,
aparece en el plano social, y luego en el plano psicológico (Vygotsky, 1981). A modo de
ejemplo, Vygotsky describió como un niño aprende a comunicarse a través de gestos. El
niño hace un gesto de la mano, pero inicialmente no lo entendemos como un gesto de
comunicación hasta que el padre reacciona y comunica amor al niño (Wertsch, 1985). Este
concepto de significado compartido es la base de la teoría de Vygotsky de la zona de
desarrollo próximo (ZDP), o un área de desarrollo que podría facilitarse mediante la
interacción con y el andamiaje del medio ambiente. Así, con la zona de desarrollo próximo,
el aprendizaje del alumno se convierte en un proceso de negociación entre el estudiante y el
medio ambiente en forma conjunta para llegar a un entendimiento que después es
interiorizado por el aprendiz (West, 2009).
Mediante el desarrollo de las teorías de la práctica social compartida, los ejemplos incluyen
la cognición situada y las comunidades de práctica (CDP), los investigadores impulsaron
nuestra comprensión de como los miembros de la comunidad interactúan y aportan nuevas
ideas al grupo. Esta trayectoria de nuevas ideas y perspectivas sentaron las bases para la
comprensión de la innovación dentro de las comunidades, pero sin abordar directamente la
innovación. Brown et al. (1989) presentó un fragmento de la teoría de la cognición situada
al explicar que el conocimiento es ineludiblemente ligado al contexto y a la práctica en la
que se utiliza. Por lo tanto, la misma palabra puede tener significados muy diferentes
dependiendo del contexto (pelota podía significar algo duro o blando, dependiendo del
contexto). Construyendo desde esta concepción del conocimiento, Brown et al. (1989)
argumenta que el aprendizaje requiere de un estudiante, como aprendiz, para entrar en esa
comunidad y su cultura. Para un aprendizaje eficaz, los estudiantes deben participar en
actividades auténticas de la cultura, aunque sólo sea en formas menores o periféricas
(Collins et al 1989; Lave y Wenger, 1991), de modo que se puede robar conocimiento
tácito de los expertos a través de la observación de su prácticas (Brown et al, 1993; Brown
y Duguid, 2002 en West, 2009).
Brown et al. (1989) basó muchas de sus ideas en el trabajo de Lave, que junto con Wenger
desarrolló teorías sobre el aprendizaje y el trabajo dentro de la CDP (Lave y Wenger,
1991). En adición, Wenger (1998) argumentó que la participación social es el requisito
fundamental para el aprendizaje. De acuerdo con Wenger, la participación social se
compone de cuatro componentes: (1) el significado, o el aprendizaje como experiencia; (2)
práctica o aprendizaje haciendo; (3) comunidad, o aprendizaje como pertenencia, y (4) la
identidad, o aprender a ser. Así, el aprendizaje implica mucho más que la adquisición de
conocimientos, ya que abarca a toda la persona en un proceso co-constructivo, interactivo y
orientado a desarrollar la experiencia de personas que se integran en una comunidad
profesional. En esencia, la teoría efectiva muestra cómo las personas aprenden a ser
eficientes y a ganar el conocimiento tácito y de procedimiento, mientras trabajan para
convertirse en expertos. En palabras de Wenger (1998), el conocimiento dentro de un CDP
se define como la competencia en una actividad en la que uno está involucrado activamente
con los demás. Mientras que la teoría acomoda nuevas ideas en el marco de la integración
de nuevas personas en una comunidad, el núcleo de la teoría se centra en ganar
competencia y desarrollar de significado, en lugar de crear innovaciones.
A partir de la investigación sobre la creatividad del grupo realizada por West (2009), se
pueden identificar algunos principios claves para la formación de una comunidad de
innovación. Estos incluyen: la diversidad, la interdependencia y la plena participación de
los miembros del grupo, la generación de ideas y la selección, y un clima propicio a la
innovación. Mediante la combinación de estos principios con las bases teóricas disponibles
en la investigación del aprendizaje social, se puede derivar un modelo para explicar cómo
las comunidades innovadoras podrían funcionar y ser promovidas. Algunos teóricos han
tratado de describir la naturaleza de una comunidad centrada en la creación de objetos
físicos o conceptuales. Se han utilizado varios nombres para describir a estas comunidades,
incluyendo las redes de la sabiduría (Benton y Giovagnoli 2006), la creación de
comunidades de conocimiento (Bielaczyc y Collins, 2006), las organizaciones creativas
(Banahan y Playfoot 2004), las comunidades de la creación (Sawhney y Prandelli 2000), las
comunidades en red estratégica de negocio (Kodama 2005), y las comunidades de
conocimiento innovadoras (Hakkarainen et al. 2004). Adicionalmente, Coakes y Smith
(2007) utilizaron el término comunidades de innovación para describir a una comunidad
desarrollada en torno a un campeón de la innovación específico, aunque su trabajo se centró
en el campeón individual en lugar de la comunidad.
Considerando que la experiencia es a menudo vista como una línea de meta, donde se tiene
la suficiente experiencia, el conocimiento y la sabiduría para ser visto por su comunidad
como un experto, Hakkarainen et al. (2004) argumentó que las comunidades innovadoras
requieren de experiencia dinámica. Esta experiencia se caracteriza por los continuos
esfuerzos para superar uno de los logros anteriores y para trabajar en el borde de su
competencia. Esta orientación permite al aprendiz asumir nuevos roles dentro de la
comunidad: a veces como experto, a veces como novato, pero siempre creciendo en
experiencia. Csikszentmiha'lyi (1990) incorporó los aspectos de la experiencia dinámica en
su teoría de flujo de aprendizaje, donde se argumenta que el aprendizaje se logra mejor
cuando no se cesa de empujarse a si mismos para completar intrínsecamente interesantes
proyectos que están más allá de sus niveles de experiencia. Este tipo de actividad requiere
una gran concentración, aprendizaje y desarrollo, pero además, resultados en
descubrimiento y creación, entre otros resultados.
McFadzean et al. (2005) agregaron que ''sin la presencia de algún tipo de actividad
emprendedora para aprovechar las oportunidades que puedan surgir dentro de las
organizaciones, la innovación sigue siendo un poco más que una aspiración, y no un destino
tangible''. Las comunidades innovadoras necesitan desarrollar el único tipo de ambiente que
permita la estructura suficiente para mantener a la comunidad y centrados en un objetivo
final, pero con la flexibilidad suficiente para permitir que los miembros individuales de
tomen propiedad sobre sus propios proyectos e ideas.
Investigación
Innoversidad
En las CDI, los límites de tiempo / espacio se difuminan, y lo más probable es que los
miembros se basen en las redes personales que incluyen miembros de la comunidad dentro
del alcance espacial, así como en aquellos que son físicamente distantes (Sawhney y
Prandelli 2000). Además, las visiones y objetivos de una CDI se centran más en la
innovación que en la eficiencia. Al hablar de las redes de la sabiduría, el plazo de un CDI,
Benton y Giovagnoli (2006) argumentan que las CDI no pueden ser aprovechadas o
controladas por la administración, y no deberían tener plazos, objetivos, o líderes
impuestos. Esto se debe a que el proposito de estas comunidades no es la eficiencia sino la
innovación.
Motivación
Los miembros de una CDI experimentan motivaciones diferentes para su trabajo que los
miembros de las CDP tradicionales. Himanen (2001) describió a esta motivación como la
ética del trabajo hacker, porque es frecuente entre los piratas informáticos. El término
hacker tiene connotaciones negativas, pero el término describe con razón a cualquier
persona que se preocupa por su oficio y considera que es intrínsecamente motivador y
convincente. Himanen cree que muchos innovadores modernos siguen una ética del trabajo
hacker, que contrasta con la ética protestante del trabajo tradicional que valora al trabajo
como una obligación de los ciudadanos responsables. En cambio, Himanen considera que la
resolución de los problemas complejos y los problemas del mundo real motivan a los
piratas informáticos. Sostuvo que los hackers se preocupan profundamente por su trabajo,
se dedican a la producción de calidad para su propio beneficio, pero sin embargo también
encuentra su alegría de trabajo, intrínsecamente interesante, y divertido, incluso. Si la
comunidad se dedica a la investigación, programación, marketing, enseñanza o aprendizaje,
búsqueda de problemas que son interesantes y agradables para resolver, esto conduce a
soluciones innovadoras.
Como marco, esta conceptualización de las CDI es aún muy básica. Hay muchas preguntas
sin respuesta, lo que lleva a la necesidad de futuras investigaciones. El primer paso es
entender que una comunidad centrada en la innovación compartida es similar, pero no
idéntica, a las comunidades que han compartido el aprendizaje o de prácticas compartidas.
Una vez que se puede conceptualizar a una comunidad de la innovación como algo único,
se pueden desarrollar estudios de investigación para avanzar en el conocimiento de estas
comunidades. En este modelo, West (2009) ha tratado de llevar a cabo una primera tarea de
poner en funcionamiento a las CDI como un tipo único de la comunidad.
Modelo Alternativo de Innovación Local (MOALIL)
Moulaert et al. (2005) introdujeron un modelo alternativo para la innovación local, utilizado
en la innovación social por la gobernabilidad de comunidades locales.
MOALIL es una herramienta heurística con la que se organiza el trabajo de estudio de caso
sobre la innovación social a nivel local, que más tarde se convirtió en un marco para la
discusión del significado de la innovación social, tanto desde un punto de vista de análisis
como desde un punto de vista normativo. Para desarrollar ese marco de análisis, tres líneas
de pensamiento se combinanaron: una línea de movimiento y filosofía, una línea de
experiencias de vida, y una línea del debate teórico sobre las diversas dimensiones de la
innovación social.
Preocupados por la acción local, y no del todo de acuerdo con el punto de vista de
Swyngedouw (2000), Ha¨ussermann et al. (2004) desarrollaron un concepto de sociedad
civil que se refiere explícitamente a la exclusión social, a los procesos de integración social
y a la innovación social a nivel local (barrio urbano). Novy (2001) basó su contribución en
el modelo de participación presupuestaria puesto en marcha en Puerto Alegre que hoy en
día todavía influyen en la participación democrática del presupuesto público en otras
ciudades. Utilizando una perspectiva crítica sobre los enfoques burgueses de la sociedad
civil, los autores reconstruyen los vínculos entre los movimientos sociales y las funciones
del Estado en lugar de adherirse a la interpretación del gobierno semi-autónomo de las
organizaciones de la sociedad civil.
Los autores piensan que las iniciativas de gobierno socialmente innovadoras promovidas
por agentes no tradicionales y centradas en torno a los proyectos de desarrollo zonal es
probable que tengan el mayor potencial para expandir y acumular el poder de transformar
los discursos y prácticas establecidas de gobierno, donde tengan resonancia con cambios en
la dinámica de las culturas subyacentes de gobernabilidad y donde las fuerzas exógenas
también promuevan ideas y prácticas paralelas. Solo, incluso si ablandan los límites, su
destino es probable que sea la incorporación a una establecida práctica de "corriente
principal" más que la transformación de los procesos de gobierno dominantes, tal vez con
algunas semillas dejadas en torno a memorias institucionales y a culturas de gobierno para
que puedan construir los transformadores de futuro.
Economía Social
La vinculación de las teorías que arrojen luz sobre la dinámica de la innovación social en el
desarrollo local de las experiencias concretas de resistencia contra la exclusión social, la
dinámica del movimiento y estrategias innovadoras de emancipación es un significativo
salto adelante en el análisis del desarrollo humano a nivel local. La combinación del
análisis institucional y estratégico permite la movilización de los análisis del cambio
estructural hacia una estrategia de innovación social específica. Este enfoque científico
también prepara el terreno para enfoques multidimensionales de desarrollo humano, con el
argumento a favor de la diversidad económica en el desarrollo territorial (Hillier et al.,
2005). De esta manera, proporciona una base sólida para la superación de la unilateralidad
existencial en el que los modelos territoriales de innovación para el desarrollo local, tales
como la región de aprendizaje o el medio innovador tienen sus raíces (Moulaert y Sekia,
2003).
Sin embargo, otros factores reflejan las diferencias entre la innovación social en el sector
público y la innovación en otros sectores. Por ejemplo, el rendimiento insuficiente que
parece ser un importante motor de innovación social local en las autoridades locales, con
muchos innovadores en respuesta a los servicios no. Estratégicamente, esta es una
diferencia importante. En el pasado, la presunción de muchos programas gubernamentales
ha sido que los recursos adicionales para la innovación deben ser dirigidos a las autoridades
locales que presenten mejores rendimientos.
Sin embargo, la falta de innovación local generalizada sugiere que el grado de influencia de
los políticos locales varía de un lugar a otro. Existe un importante cuerpo de evidencia que
identifica los obstáculos a los consejeros sin cartera que tienen una mayor influencia sobre
las decisiones tomadas por las autoridades locales y alianzas estratégicas locales (Cox,
2007; Taylor y Wheeler, 2003; James y Cox, 2007; pie y Newman, 2006; LGiU, 2007).
Estos incluyen el alcance de las redes personales de concejales y conexiones con miembros
del ejecutivo, habilidades y capacidades individuales (en términos de tiempo y
conocimientos especializados), el énfasis que los consejos individuales colocan sobre el
papel de los consejeros sin cartera, y las estructuras de la toma de decisiones locales.
Se han identificado seis factores que aparecen como condiciones esenciales, en alguna
combinación, para que la innovación social local se produzca. La hipótesis es que una
combinación de estos factores tiene que ser alineada en un momento determinado para que
un lugar sea socialmente innovador. No es suficiente que tan sólo uno o dos de estos
factores estén presentes.
También es posible que estos factores puedan actuar como conductores (provocar el
cambio) y facilitadores (apoyar y sostener el proceso) de la innovación social, en función
de las circunstancias de cada localidad. Un objetivo importante es poner a prueba cada uno
de estos factores en las áreas de estudios elegidas de casos para identificar patrones
comunes, que nos permitirán identificar la combinación de factores que deben estar en la
alineación, y el papel que cada factor tiene en la promoción de la innovación social.
De esta manera, el objetivo es identificar los factores que pueden ser replicados en otras
áreas a través del aprendizaje, la difusión y las buenas prácticas, mediante la creación de un
marco político de apoyo, y la identificación de los recursos que se necesitan en las
diferentes etapas del proceso de innovación.
1. Reconocimiento de bajo rendimiento en uno o más servicios, que actúa como motor
de cambio y de innovación.
2. Combinación de presiones Internas y Externas, internamente de los políticos locales
y funcionarios de alto nivel, y externamente en la forma de política gubernamental o
intervenciones de organismos de regulación, que actúan como un catalizadores de la
Innovación.
3. Un fuerte liderazgo en la forma de líderes de apoyo político y un pequeño grupo de
líderes carismáticos en los puestos de alta dirección, a menudo traídos de fuera de la
organización, con el fin de iniciar un cambio radical.
4. Creación de una cultura de respuesta de la organización donde el cambio es
aceptado por la alta dirección y por el personal de primera línea, y la asunción de
riesgos es fomentada y apoyada tanto a nivel individual e institucional.
5. Redes formales e informales en una variedad de niveles para ganar el apoyo,
garantizar la colaboración y facilitar la innovación.
6. Disponibilidad de recursos disponibles para apoyar la innovación, en forma de
personal para apoyar y poner en práctica nuevas ideas.
Una combinación de estos factores deben estar alineados para apoyar la innovación social
en un servicio o sector en una localidad. Sin embargo, para que una autoridad local de la
ciudad, o barrio sea plenamente innovador, Portland, Oregon, estos factores deben ser
consolidados (es decir, una forma innovadora de pensar en las necesidades a ser
incorporadas en la planificación estratégica, prácticas de trabajo y la cultura organizacional)
y ampliarse (por lo que estas prácticas pueden transferir de servicio a servicio, una agencia
a otra, o de barrio en barrio) para que comiencen a ejercer fuerza a través de una serie de
instituciones dentro de una localidad.
Las principales conclusiones de este estudio coinciden con los resultados presentados por
Howaldt y Schwarz (2010) en los que se considera que “La innovación contribuye a
moldear piezas de cambio que serán relevantes en el futuro. Cualquier innovación ofrece un
fundamento basico para formar nuevas ramas para los pequeños o fuertes cambios futuros,
en cualquier momento con estatus sociales, económicos o tecnológicos muy particulares.
Las innovaciones son intervenciones deliberadas diseñadas para iniciar y establecer futuros
desarrollos de la tecnología, la economía y las prácticas sociales”.
A manera de conclusión se puede decir que los fenómenos de cambio social son siempre
considerados en relación con la innovación tecnológica en la tecno-sociología y en la
investigación técnica del paradigma dominante de un sistema socio-técnico, pero no desde
la perspectiva de un tipo independiente de innovación que se puede delimitar a partir de las
innovaciones técnicas. Desde la perspectiva de la tecno-sociología y su campo central, esto
no sólo es posible sino necesario. La fusión de la innovación como un término se convierte
en un problema cuando los conceptos de innovación desarrollados en tecno-sociología y en
la investigación técnica se universalizan en una teoría integral de la innovación. Esto es
inadecuado a la luz de la disminución de la funcionalidad del paradigma orientado a la
tecnología moldeada por la sociedad industrial.
REFERENCIAS
Abreu, José Luis; y Jafarey, Ali. 2010. Gathas: Los Cantos Divinos de Zaratustra. Createspace. ISBN-13:
978-1450522496
Arthur, B. 2009. The nature of technology: what it is and how it evolves. Free Press, New York, New York,
USA.
Bass, B. M. (1985). Leadership and performance beyond expectations. New York: The Free Press.
Benton, S., y Giovagnoli, M. (2006). The wisdom network: An 8-step process for identifying, sharing, and
leveraging individual expertise. New York: American Management Association.
Biggs, R; F. R. Westley; y S. R. Carpenter. 2010. Navigating the back loop: fostering social innovation and
transformation in ecosystem management. Ecology and Society 15(2): 9. [online] URL:
http://www.ecologyandsociety.org/vol15/iss2/art9/
Blume, L. 1993. “The Statistial Mechanics of Strategic Interaction.” Games and Economic Behavior 4:387–
424.
Brown, A. L., Ash, D., Rutherford, M., Nakagawa, K., Gordon, A., y Campione, J. C. (1993). Distributed
expertise in the classroom. In G. Salomon (Ed.), Distributed cognitions: Psychological and educational
considerations. New York: Cambridge University Press.
Brown, J. S., Collins, A., y Duguid, P. (1989). Situation cognition and the culture of learning. Educational
Researcher, 18(1), 32–42.
Brown, J. S.,y Duguid, P. (2002). The social life of information. Boston, MA: Harvard Business School Press
Cars, C., Healey, P., Madanipour, A. y Magalhaes, C. (2002) Urban Governance, Institutional Capacity and
Social Milieu. Aldershot: Ashgate.
Chambon, J. L, David, A. and Devevey, J.-M (1982), Les Innovations Sociales, Presses Universitaires de
France, Paris
Chattoe, Edmund, y Nigel Gilbert. 1999. “Accepting Government Payment for NewAgri-Environmental
Practices: A Simulation Approach to Social Complexity.” In Proceedings of the XVIII Congress of the
European Society of Rural Sociology: How to be Rural in Late Modernity – Process, Project and Discourse.
Lund, August.
Christensen, C. M., H. Baumann, R. Ruggles, y T. M. Sadtler. 2006. Disruptive innovation for social change.
Harvard Business Review December 2006:94–101.
Coakes, E., y Smith, P. (2007). Developing communities of innovation by identifying innovation champions.
The Learning Organization, 14(1), 74–85. doi:10.1108/09696470710718366.
Cohen, J. y Rogers, J. (1992) Secondary associations and democratic governance, Politics and Society, 20, pp.
393–472.
Collins, A., Brown, J. S., y Newman, S. E. (1989). Cognitive apprenticeship: Teaching the crafts of reading,
writing, and mathematics. In L. B. Resnick (Ed.), Knowing, learning, and instruction: Essays in honor of
Robert Glaser (pp. 453–494). Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.
Commons, J. (1934/1961) Institutional Economics. Its Place in Political Economy, Vol I. Madison, WI: The
University of Wisconsin Press.
Conte, R. 1999. “Social Intelligence among Autonomous Agents.” Computational & Mathematical
Organization Theory 5 (3): 203–28.
Conte, R., y C. Castelfranchi. 1995. Cognitive and Social Action. London: UCL Press.
Csikszentmiha´lyi, M. (1990). Flow: The psychology of optimal experience. New York: HarperCollins.
Deffuant, G. 2001. “Final Report of Project FAIR 3 CT 2092. Improving Agrienvironmental Policies: A
Simulation Approach to the Cognitive Properties of Farmers and Institutions.”
http://wwwlisc.clermont.cemagref.fr/ImagesProject/default.asp
Deffuant, G., D. Neau, F. Amblard, y G. Weisbuch. 2001. “Mixing Beliefs amongInteracting Agents.”
Advances in Complex Systems 3:87–98.
Deffuant, G., F. Amblard, G. Weisbuch. y T. Faure. 2002a. “ How Can ExtremismPrevail? A Study Based on
the Relative Agreement Model.” Journal of ArtificialSocieties and Social Simulation 5(4).
Deffuant, G., S. Huet, J.-P. Bousset, J. Henriot, G. Amon y G. Weisbuch. 2002. “Agent-Based Simulation of
Organic Farming Conversion in Allier De´partement.” Pp. 158–87 in Complexity and Ecosystem
Management: The Theory and Practice of Multi-agent Systems, edited by M. A. Janssen. Edward Elgard
Publishing.
Dougherty, D., y Hardy, B. F. (1996). Sustained innovation production in large mature firms. Academy of
Management Journal, 39, 826–851.
Engestrom, Y. (1999). Innovative learning in work teams: Analyzing cycles of knowledge creation in
practice. En Y. Engestrom, R. Miettinen y R.-L. Punamaki (Eds.), Perspectives on activity theory (pp. 377–
404). Cambridge: Cambridge University Press.
Ericsson, K. A., y Charness, N. (1994). Expert performance: Its structure and acquisition. American
Psychologist, 49, 725–747.
Freeman & Perez (1988). “Structural crises of adjustment, business cycles and investment behaviour”. In
G.Dosi et al (eds.),
Gruber, H. E., y Wallace, D. B. (1999). The case study method and evolving systems approach for
understanding unique creative people at work. In R. J. Sternberg (Ed.), Handbook of Creativity (pp. 93–115).
Cambridge, UK: Cambridge University Press.
Gunderson, L. H., y C. S. Holling, editors. 2002. Panarchy: understanding transformations inhuman and
natural systems. Island Press, Washington, D.C., USA.
Hajer, M. (1995) The Politics of Environmental Discourse. Oxford: Oxford University Press.
Hakkarainen, K., Palonen, T., Paavola, S., y Lehtinen, E. (2004). Communities of networked expertise:
Professional and educational perspectives. Amsterdam: Elsevier.
Haussermann, H.,Kronauer, M. y Siebel,W. (Eds) (2004) An den Raendern der Staedte: Armut und
Ausgrenzung. Frankfurt am-Main: Suhrkamp.
Healey, P., Magalhaes, C. DE, Madanipour, A. y Pendlebury, J. (2003) Place, identity and local politics:
analysing partnership initiatives, En: M. Hajer y H. Wagenaar (Eds) Deliberative Policy Analysis:
Understanding Governance the Network Society, pp.v60–87. Cambridge: Cambridge University Press.
Hillier, J., Moulaert, F. y Nussbaumer, J. (2005) Trois essais sur le roˆle de l’innovation sociale dans le
de´veloppement spatial, Ge´ographie, Economie, Socie´te´, 6, pp. 129–152.
Himanen, P. (2001). The hacker ethic: A radical approach to the philosophy of business. New York: Random
House.
Hodgson, G. (1999): Economics and utopia: Why the learning economy is not the end of history, Economics
as Social Theory seires, Routledge, Londres
Holling, C. S. 2001. Understanding the complexity of economic, ecological, and social systems. Ecosystems
4:390–405.
Holling, C. S., L. H. Gunderson, y G. D. Peterson. 2002. Sustainability and panarchies. Pages 63–102 in L. H.
Gunderson and C. S. Holling, editors. Panarchy: Understanding transformations in human and natural
systems. Island Press, Washington, D.C., USA.
Howaldt, Jürgen y Schwarz, Michael. 2010. Social Innovation: Concepts, research fields and international
trends. Sozialforschungsstelle Dortmund ZWE der TU-Dortmund. research and development program
Working – Learning – Developing Skills. Potential for Innovation in a Modern Working Environment for the
affiliated project “International Monitoring“(IMO). The program is funded by the Federal Ministry of
Education and Research (BMBF) and the European Social Funds (ESF).
Innes, J. E. y Booher, D. (1999) Consensus building and complex adaptive systems: a framework for
evaluating collaborative planning, Journal of the American Planning Association, 65, pp. 412–423.
Kanigel, R. (1997). The one best way: Frederick Winslow Taylor and the enigma of efficiency. New York:
Penguin.
Katz, D., y Kahn, R. L. (1978). The social psychology of organizations. New York: Wiley.
Kodama, M. (2005). New knowledge creation through leadership-based strategic community—a case of new
product development in IT and multimedia business fields. Technovation, 25(8), 895–908. doi:
10.1016/j.technovation.2004.02.016.
Laat, M., y Broer, W. (2004). COPs for COPs: Managing and creating knowledge through networked
expertise. En P. M. Hildreth y C. Kimble (Eds.), Knowledge networks: Innovation through communities of
practice (pp. 58–69). Hershey, PA: Idea Group Publishing.
Lave, J., y Wenger, E. (1991). Situated learning: Legitimate peripheral participation. Cambridge: Cambridge
University Press.
Lehmann, N. (2000). The big test: The secret history of the American meritocracy. New York: Farrar, Straus,
and Giroux.
Martin, J. 2007. The meaning of the 21st century: a vital blueprint for ensuring our future. Riverhead Books,
New York, New York, USA.
Mayo, Andrew y Elizabeth Lank (2003), Las organizaciones que aprenden (The Power of Learning),
Barcelona, Gestión 2000.
McFadzean, E., O’Loughlin, A., y Shaw, E. (2005). Corporate entrepreneurship and innovation part 1: The
missing link. European Journal of Innovation Management, 8(3), 350–372. doi:10.1108/14601060510610207.
McKeown, M. 2008. The truth about innovation. Prentice Hall, Old Tappan, New Jersey, USA.
Millennium Ecosystem Assessment (MA). 2005. Ecosystems and human well-being: synthesis. A report of
the Millennium Ecosystem Assessment. Island Press, Washington, D.C., USA.
Moulaert, F. y Ailenei, O. (2005): “Social economy, Third Sector and Solidarity Relations: A Conceptual
Synthesis from History to Present”, Urban Studies, Vol. 42, nº 11, pp. 2037-2053.
Moulaert, F. y Nussbaumer, J. (2005): “La región social. Más allá de la dinámica territorial de la economía
del aprendizaje”, Ekonomiaz, nº 58, pp. 96-128.
Moulaert, F. y Nussbaumer, J. (2006) L’innovation sociale au coeur des de´bats publics et scientifiques: un
essai de de´privatisation de la socie´te´, En: J. L. KLEIN (Ed.) L’ Innovation Sociale. Ste-Foye: Presses
Universitaire du Que´bec (forthcoming).
Moulaert, F. y Sekia, F. (2003) Territorial innovation models: a critical survey, Regional Studies, 37(3), pp.
289–302.
Moulaert, Frank; Martinelli, Flavia; Swyngedouw, Erik y Gonzalez, Sara. 2005. Towards Alternative
Model(s) of Local Innovation. Urban Studies, Vol. 42, No. 11, 1969–1990, October 2005
Mulgan, Geoff y Albury, David. 2003. Innovation in the public sector. Strategy Unit’s Strategy Survival
Guide. suinovation@cabinet-office.x.gsi.gov.uk or. Admiralty Arch, The Mall, London SW1A 2WH, UK
Mulgan, Geoff; Tucker, Simon; Rushanara; Ali y Sanders, Ben. 2011. Social innovation: what it is, why it
matters and how it can be accelerated. Skoll centre for social entrepreneurship. Saïd Business School.
University of Oxford.
Muller, J. P. 1996. “The Design of Intelligent Agents: A Layered Approach.” Lecture Notes in Artificial
Intelligence 1177.
Mumford, M.D. 2002. Social Innovation: Ten Cases from Benjamin Franklin, Creativity Research Journal,
14(2), 253-266
Mumford, Michael D. 2002. Social Innovation: Ten Cases From Benjamin Franklin. Creativity Research
Journal. Vol. 14, No. 2, 253–266. Lawrence Erlbaum Associates, Inc
Mumford, Michael D. y Moertl, Peter. 2003. Cases of Social Innovation: Lessons From Two Innovations in
the 20th Century. Creativity Research Journal. Vol. 15, Nos. 2 & 3, 261–266.
Murray, Robin; Mulgan, Geoff y Caulier Grice, Julie. 2011. How to Innovate:The tools for social innovation.
The Young Foundation and Nesta.
Murray, Robin; Caulier-Grice, Julie y Mulgan, Geoff. 2010. Social innovator series: ways to design, develop
and grow social innovation. The open book of social innovation. www.socialinnovator.info
Nohari, K., y Gulati, S. (1996). Is slack good or bad for innovation? Academy of Management Journal, 39,
799–825.
Novy, A. (2001) Brasilien: Die Unordnung der Peripherie. Von der Sklavenhaltergesellschaft zur Diktatur des
Geldes. Vienna: Promedia.
Nowak, A., y R. Vallacher. 1998. Dynamical Social Psychology. New York: Guildford Press.
Phills Jr, James A., Deiglmeier, Kriss y Miller, Dale T. 2008. Rediscovering Social Innovation. Stanford
Social Innovation Review. Fall 2008. Copyright © 2008 by Leland Stanford Jr. University.
Plowman, D., L. T. Baker, T. Beck, M. Kulkarni, S. Solansky, y D. Travis. 2007. Radical change
accidentally: the emergence and amplification of small change. Academy of Management Journal 50:515–
543.
Policastro, E., y Gardner, H. (1999). From case studies to robust generalizations: An approach to the study of
creativity. In R. J. Sternberg (Ed.), Handbook of Creativity (pp. 213–225), Cambridge, UK: Cambridge
University Press.
Reigeluth, C. M. (1994). The imperative for systemic change. In C. M. Reigeluth y R. J. Garfinkle (Eds.),
Systemic change in education (pp. 3–11). Englewood Cliffs, NJ: Educational Technology Publications.
Rodríguez Herrera, Adolfo y Alvarado Ugarte, Hernán. 2008. Claves de la innovación social en América
Latina y el Caribe. Comisión Económica para Amércia Latina y el Caribe (CEPAL). Publicación de las
Naciones Unidas. ISBN: 978-92-1-323224-8
Rogers, E. M. 1995. Diffusion of innovations.Fourth edition. The Free Press, New York, New York, USA.
Sachs, Jeffrey (2005), El fin de la pobreza. Cómo conseguirlo en nuestro tiempo, Barcelona, Debate.
Sawhney, M., y Prandelli, E. (2000). Communities of creation: Managing distributed innovation in turbulent
markets. California Management Review, 42(4), 24–54.
Sawyer, R. K. (2008). Group genius: The creative power of collaboration. New York: Perseus Books Group
Sosik, J. J., Avolio, B. J., y Kahai, S. S. (1997). Effects of leadership style and anonymity on group potency
and effectiveness in a group decision support system environment. Journal of Applied Psychology, 82, 89–
103.
Swyngedouw, E. (2000) Authoritarian governance, power and the politics of rescaling, Environment and
Planning D, 18, pp. 63–76.
Valente, T. W. 1995. Network Models of the Diffusion of Innovations. Cresskill, N.J.: Hampton Press.
Vygotsky, L. S. (1978). Mind in society: The development of higher psychological processes. Cambridge:
Harvard University Press.
Vygotsky, L. S. (1986). Thought and language (A. Kozulin, Trans.). Cambridge: MIT Press.
Vygotsky, L. S. (1987). The collected works of L.S. Vygotsky (N. Minick, Trans.). New York: Plenum Press.
Vygotsky, L. S. (1997). Educational psychology (R. Silverman, Trans.). Boca Raton, FL: St. Lucie Press.
Walker, B. H., C. S. Holling, S. R. Carpenter, y A. Kinzig. 2004. Resilience, adaptability and tranformability
in social–ecological systems. Ecology and Society 9(2): 5. [online] URL:
http://www.ecologyandsociety.org/vol9/iss2/art5/.
Waltner-Toews, D., J. J. Kay, y N. M. E. Lister, editors. 2008. The ecosystem approach:
complexity,uncertainty, and managing for sustainability. Columbia University Press, New York, New York,
USA.
Weisbuch, G., Deffuant, G., Amblard, F., y Nadal, J.-P. 2002. “Meet, Discuss andSegregate!” Complexity
7(3):55–63.
Wenger, E. (1998). Communities of practice: Learning, meaning and identity. Cambridge: Cambridge
University Press.
Wertsch, J. V. (1985). Vygotsky and the social formation of mind. Cambridge, MA: Harvard University
Press.
West, M. A. (2003). Innovation implementation in work teams. In P. B. Paulus y B. A. Nijstad (Eds.), Group
creativity (pp. 245–276). Oxford: Oxford University Press.
West, Richard E. 2009. What is shared? A framework for understanding shared innovation within
communities. Education Tech Research Dev (2009) 57:315–332.
Westley, F. R., B. Zimmerman, y M. Q. Patton. 2006. Getting to maybe: how the world is changed.Vintage
Canada, Toronto, Ontario, Canada.
Wheatley, Margaret y Frieze, Deborah. 2011. Using Emergence to Take Social Innovation to Scale. The
Berkana Institute. www.berkana.org
Young Foundation. 2006. Social innovation: what it is, why it matters, how it can be accelerated.
Basingstoke, London, UK.
Young Foundation/NESTA (2007). Making the most of local innovations: what makes places innovative and
how local innovations can be best exploited. www.nesta.org.uk
Young, P. 1998 Individual Strategy and Social Structure: An Evolutionary Theory of Institutions. Princeton,
N.J.: Princeton University Press.
Zurbano Irizar, Mikel. 2008. Gobernanza e innovación social. El caso de las políticas públicas en materia de
ciencia y tecnología en Euskadi. www.ciriec-revistaeconomia.es. CIRIEC-ESPAÑA Nº 60/2008. (pp. 73-93).
View publication stats