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Por consiguiente, tenemos que buscar una concepcién del ser humano que concuerde mas que la de Skinner con lo que realmente somos, El hecho de que la teoria de Sartre sea exac- tamente el polo opuesto de Ia de Skinner y de que Sartre mis- mos veria con enorme simpatia a los Rebeldes de Ia novela de Huxley, es razén més que suficiente para que le prestemos, ‘atencidn. De hecho, el andlisis que acabo de hacer de los ha- bitantes det Nuevo Mundo de Huxley est directamente inspi- rado en Ia idea sartreana del ser humano, como el lector no podrd dejar de observarlo en el capitulo siguiente. Capitulo 3 Gean-Paul Sartre: La dignidad de ser libre ‘Asi como en los alos 20 “todo el mundo” en los Fata «dos Unidos era conductista, asi dOSNOS4D todo el mundo Francia y en general en el Occidente se considerabia 68: (@nkialsta. 1.4 enorme influencia que el existenvialismo lege a ejercer se debe en gran parte a :xagerando tal vez un poco pero s6lo un poco y s6lo tal vez— alguien caracterizd asi a Sartre: _ Su produccién escrita ha sido extraordinaria, an- to por su originalidad y variedad como por su enor ‘me cantidad. EI solo hecho de haber escrito tanto seria ya notable; o extraordinario es que mucho de lo que Sarire ha escrito es de alta calidad y aun ge nial. Es dificil encontrar en la historia wn eseritor {que se le pueda comparar. Si Sartre hubiera escrito slo obras teatrales, ya con eso se hubiera ganado un sitio en la historia del teatro. Hay novelistas fa ‘mosos euya mejor novela no llega al tobillo de La Nausée de Sartre. Las obras biograticas y de ct literaria de Sartre lo colocan en primer plano en es- te género tal ver menos apreciado. Por otra parte, la vida misma de Sartre ha sido en cierto sentido ejemplar —modelo de compromiso valeroso y Je ‘reatividad, llena de actitudes generosas en defensa ‘dea justiciay en oposici6n a la injusticia,grito clo: ‘cuente y licido, por fil que haya sido a veces, con Para ser human 7 tra los hortores de la historia de siglo XX. Simpa- tico, generoso y decente, irdnico y brillante, aseéti- co y entusiasta, parisino hasta la médula, apasio- nado por la libertad y la felicidad en el amor y en la amistad, Sartre mereceria ya por su personalidad rmisma, como ser humano, nuestra admiracion, Pe- to, ami modo de ver, la extraordinaria capacidad de Sartre como filésofo hace palidecer los enormes méritos de su obra literaria, de su personalidad y de su vida, El pensamiento flosdfico de Sart —por su alcance y por su originalidad, por su ar- Gquitectura interna y por su consistencia y por st visin-— merece ser puesto en la misma categoria st- prema que el pensamiento de Platén y el de Des- cartes, el de Espinoza y el de Kant, et de Hegel y tl de Russell, por citar a casi todos los iguales de Sartre. Sartre murid en abril de 1980. Para entonces ¢l existen- cialismo habia pasado de moda, pero no sin dejar una huella profunda, En todo caso, lo que nos interesa aqui no ¢s ¢}exis- fencialismo sino la idea Sartreana del hombre. Como lo ind ‘qué en cl capitulo anterior, (CcopueANATAIMESKINNAD Vale 1a pena examinarla deten damente. ibertad y Digaidad En octubre de 1945, cuando todo el mundo hablaba del ‘eistencialismo en Paris sin saber bien a bien de lo que habla. + A partir de 1945, bajo la influencia del estudio de Marx, la ‘concepein sartreana de! hombre sufrié profundas modifica nes, Lo que estudiamos en estas paginas es el pensamiento Jean-Paul Sartre: La dignidad de ser libre fo ba, Sartre dio una ¢onferenGiatintitUlaaat!sENEXSTEnGiaNS GUAT uMaRsM" para ciarificar cient aera ‘como una simplificacién excesiva de sus propias ideas. aaa ee si tiene un poco de paciencia, acabaré por descubrir tres co. eee COnmanereRMelesleipizarrOnyEn cambio, si se tratara no de ory in Silas, de fos ios, dels casa, dels ates. enna pla. brad oss: qa son pert, Conta focn defn Punta apes ese aoc en figs alr been soa Para ser humano faclidad, No pretendo que esta definicién sea perfecta, pero es suficientemente buena para servirnos como ejemplo. Defi | ues bien, cuando Sartre habla de 86H, eso es 10 ue quiere decir. Y cuando habla de SexistenGia” se refiere a saber: sea aqui, sea alld, sea acullé. Una mesa que existe se halla en alguna parte, y, sino se halla en alguna parte, existe. “Tomemos ahora la expresi6n de Sartre. Seguin él, en et ceaso de las mesas, los pizarrones, las sillas, los libreros, ete.» Como: blando de pizarrones, prosigamos con el mismo ejemplo. Al- guien tuvo que haber inventado, quién sabe cuando, el ins- {trumento tan comiin que llamamos pizarrén, En otras pala- ‘bras, la idea de pizarrén en la mente del inventor precedié a la existencia real del pizarrén. Ahora bien, jen qué consiste ‘recisamente la idea de pizarr6n que et inventor concibi6? En la esencia de los pizarrones, es decir, en el conjunto de pro. piedades por las que todo pizarrén se caracteriza y por las que ‘se distingue de todo lo que no es pizarr6n. Lo que ¢} inventor ‘concibié fue una superficie lisa y dura sobre la que se pueden ‘raza figuras y palabras, y borrarlas C4cilmente, Como el lector no puede dejar de notarlo, la idea del inventor coincide con ‘mi definicidn, La cosa no tiene nada de sorprendente, puesto ‘que si mi definiciOn es adecuada tiene que expresar precisa- mente la esencia dela clase de objetos que Ilamamos pizarro- res. Por consiguiente, en el caso de los pizarrones, la esencia ; i Jean-Paul Sartre: La dignidad de ser libre a ya que el inventor concibié primero la esencia en su mente y desputs la realizé o le dio existenci al fabricar el primer pizarrén. De acuerdo. {Pero qué importancia tiene esta soberana perogrullada? Véamosto. Tedatwealidadlse define DOFSUIESN- is. Ahora bien, sitajesenciaidell pizamnipresede'allalexis- «encia del pizarron, esto implica que los pizarrones existen con . En otras palabras, un piza- r6n no puede decir ni hacer nada sobre su propia esencia, so- bre su identidad misma, sobre la clase de objeto que va a er, Y asi sucede, efectivamente. Un pizarron es un pizarrdn a to. do lo largo de su existencia. Los pizarrones vienen al mundo condenados a ser pizarones, porque su esencia nod de clo en nioguna fora, Ro SSM CORSE uadiferensiventreethombres/laeo8, 0s xplica Sartre. Por ‘ue en el caso del hombre la existencia precede a la esencia, to cual equivale a decir que elihomibre(seMefine:arsiimismo, ‘determina su propia identidad: ‘iQue significa eso de que (en el caso del ser huma- 10) la existencia precede ala esencia iSiRRINEHGRE Tara z6n por la que et hombre es indefinible es porque inido, y €l "no queel hombre posse un apie rani la mesa tcne?. Bl ‘umproyectorconscientedessimisma, cosa que no se puede decir ni det musgo, ni de un trozo de basura, ni de una coliflor. Ese plan no esté prescrito en nin- 2 Para ser humano guna parte . ‘amimnado. E| hombre llega a ser lo que él mismo proyecta ser.* Ves ahora a dénde nos ha levado la aparente peroge- ltada de Sartre? A mi modo de ver la expresion de Sartre es tuna formulacién brillane dela idea de que el ser humano es- al cargo de su propia esencia, de su propia identidad, de Su propia definicién, de lo que va legar a ser. En otras pa labras, por ser hombres somos libres para llegar a ser lo que decidimos ser. ¥ en ese caso, por la misma razén, somos res- ponsables de lo que somos, puesto que lo que somos s lo que fecidimos ser, Sartre lo expresa asi | Conciencia y comportamicnto ramet lei empiez atari oposion a snl ete aes de Sartre ade Skinner Pero to Ho ‘indy quel comienco Sus modo espetvos son ambien shun deretn, Lords etudian ler human, pero la ma tera eomn enocan es exudo ex raiment ieee Sipidramosa Sate que nos eara a aboratro sceshurt.arery nas aque dl noe qumicoo Fico, sino Toto orate, 5 : por lo me- fos como Jos concibe Skinner — __ Jean-Paul Sartre: La dignidad de ser libre a bar experimentalmente. ,Acaso no es cierto que Sartre paso la mayor parte de su vida de escritor sen’ado en una mesa de café? {Por qué vamos a tomar en seri las ideas que se le vi- nigron a la cabeza en esas circunstancias? Sarie escucharia plicidamente a Skinner y replicaria que la raz6n por la que no puede llevar a Skinner a su laboratorio 8 porque Skinner estd ya en él, En efecto, el laboratorio de Sartre es simplemente la vida. NOTSIGirTO:GUESREFEMOINAy observado. Pero para hacerlo no ten‘a que it a ningun sitio «special, porque en todas partes encontraba seres humanosien ‘Aun en los momentos en que estaba solo, Sartre se encontraba con- igo mismo, Tal vez estaba aburrido o se sentia solitario. Pe. +0 650 mismo era significativo, porque las sillas ni se aburren 1 no se aburren, simplemente son. Raarestanaburridaritiay ‘questenenconcienciaideestarabuEridd. Quien no se siete abu- Fido no esta aburrido. Asi pues, Sartre no dejaria de tener raz6n al afirmar que sus ideas no estin basadas en invencién pura sino en observacién. Pero jemplea Sartre algun experimento para determi si sus ideas son correctas o no? Por supuesto que si. Ti mis ‘mo, lector, eres uno de sus experimentos, como lo es cualquiera {ue entienda las ideas de Sartre sobre el ser humano. Silo que Sartre dice sobre ti no te dice absolutamente nada, 0 site pa fece estpido, falso 0 inexacto, tienes perfecta autoridad pa +a rechazarlo. Sartre mismo te reconoce esa autoridad. Des pués de todo, ti eres también un ser humano y Sartre te esta hhablando ti, Td también convives con otros seres humanos Y¥ contigo mismo. Tal vez seas menos observador y menos pe- netrante que Sartre. Pero una vez que Sartre te ayuda a ob- servar, €s decir, a prestar atencién a tu propia expericncia de timismo y de los que te rodean, estards en posicidn tan ade- uaa como él, y tus conelusiones tendrén tanta autoridad co- ‘mo las de ese otro hombre llamado Jean-Paul Sartre. Lo ini- 180 que hay que hacerte notar es que tus conclusions sobre m Para ser humano ti mismo tienen que sar de acuerdo conta experiencia det miko y que tus contusonessobe los otros seres humans tienen que pasar la prueba experimental de coineiir con su propa experiencia porque, si fallan en ea prucba, adic po- Uri tomarlas en sera, Por su parte, Saree se srprendern enor iments earls del tr ifr seule (dessus propinsy pasa con éxito esa prueba expe tren Peto coun 9 del oo imposible, ya que Sart no es infatile ni prvende sel, yc lector pede tener ua intigencia mas penetrante que la de Sarre Tabard experiencia es, evidentemente,rntroducit un elemento que Skinner aboming, Henos at otra ver envuel- tov en el lenguaje absurdo del “hombre interior”. Sarre no occ dsculpa alguna. Por qué ha de diculparse, sls e- fes manos somos de hecho sees conscentes?Septin Sate, ‘Fue dcveriadscuparse ex Skinner por haber imaginado & for seres humanos como si furan cova, Sil hecho de que seamos consents rea problemas a aquellos ue, como Skit her, sucha en una picologia comparable ala fica oa ls Cronomn alls con su problema, PORIDUEASarteo- ‘a pucden seguir perdiendos empo en crear una picolo- #1 de exe tipo; jamas fo conseguirin, por Ja sencilla razon de que los seres humanos son seres conscientes, sujetos de expe- ‘enc no piers peazos de metal ze de use m anor ‘aco que Sarre oma tan en cuenta que soos sees cons iene, pareera que hateintrducido cl "hombre terior del que tanto se bura Skinner. Sin embargo n cierto sentido Sartre et de acuerdo con Skinner, ya que Se tamBiEie)- ‘2. que la psicologaintrospeecioninta de Wundt fue un grave frtor Eiecvamente, Sartre sstene que somos eres cons- ‘tenes, pero no que tengamosadentr del cuerpo una cose tisteriosalamada “concienia’” ale que habria qu estudiar tienda hacia dentro, Nucsr experiencia, antetodoyfun- damentalment, experiencia del mundo que os rodea,y no podria darse si no hubiera algo que nos rodeara, cs decir, 51 Jean-Paul Sarre: gs existigramos como angelitos puros flotando incorpéreamente fen nada. Los conductistas, pues, tuvieron razén en reaccio- ‘ar contra el instrospeccionismo. Pero, segiin Sartre, cayeron enel error opuesto, Al negar que el hombre es consciente, 10 Sinico que les qued6 fue un puro comportamiento, un casea ‘6m inexpresivo. En resumen: laideaidiSSFire es ae HOM: bre se caracteriza, no por ser un comportamiento puro ni por {ener adentro tna cosa misteriosa llamada conciencia, sino por ‘ser un comportamiento consciente del mundo y de si mismo, euyo estimulo responde. En realidad, somos seres positivamente paradbiicos. Re- Aexionemos, por ejemplo, en el hecho mismo de ser “cons cientes". Estas en este momento Ieyendo un libro, Lo tienes ‘en tus manos y estds consciente de tenerlo en tus manos. Es- tis consciente de eso, pero el libro no est dentro de ti sino «en tus manos. ;Dénde, pues, esta tu conciencia: dentro de ti © fuera de ti, en el libro? Ni adentro ni afuera, nos dice Sar (te. Estar consciente es una forma especialisima de relacién ‘con ef mundo que nos radea. Estar consciente es siempre & (ar consciente de algo. Quien no esté consciente de algo ne stdjeonsciemtepFse algo, ese aspecto del mundo que 10s ro. dea, es uno de los dos términos que constituyen la relacién en que consiste ef estar consciente. EREIIgSIES El FOISTGBIG: vo de ta relacion, el ob/et0 de conciencia. Pero toda relacién implica dos polos: lo que esté relacionado y aquello con te {que esta relacionado. ;Cusl es, pues, el otro polo en la tel fon de conciencia? El sujeto que tiene conciencio En efecto, estar consciente es siempre estar consciente de algo, como acabamos de ver. Ahora bien, estar consciente de algo —aflade Sartre— implica siempre estar consciente de st ‘mismo. Por ejemplo, site pregunto qué estis haciendo en es. te momento, me contestaras que estas leyendo un libro, Por consiguiente, no slo estés consciente del libro que lees, sino también de que filo ests leyendo. Cuando estas jugando Fut bol, no s6lo estas consciente del mundo que te rodea en ese momento, es decir, del baldn y de los otros jugadores, sino Tamim de ue nets jugando futbol. Tan consciente ets detimiom, deo qe tests and, gue nea conn des jpar Tao! con simplemente correr, porque la concen- seer incr de covver es muy diferent ela coniencia que tenes de juga fab rast pues, | recisamente es0 es lo que nos permite comprobar experimen- talmente si lo que Sartre dice sobre el ser humano es vilido ono. En efecto, | $i Io que Sartre nos dice no coin- ndremos ‘ide con nuestra experiencia de nosotros mismos, te ue rechazarlo, Por el contrario, si coincide con muestra ex- periencia, nos veremos obligados a aceptarlo como correcto. Un gjemplo concreto. Sartre afirma que tienes concien- cia del mundo que te rodea y de ti mismo. Como esta descrip- ‘Gin corresponde a (u propia experiencia, no tienes ninguna razin para rechazarla, Por el contrario, cuando Skinner afir- ‘ma que tu manera caracteristica de ser consiste en un mero Comportamiento, es decir, que cuando juegas futbol simple- tent corres dts de a pelt, sn coeiencia ainguna de a Jota ni de que estas corriendo detras de ella, inevitablemen- TCovnuas que Skinner no sabe de qué habla, porque su des cripcién no coincide con tu experiencia. Y esa es laraz6n por la que, a pesar de los esfuerzos de Skinner por convencernos de que procede cientificamente, no logra convencernos de la verdad de lo que dice sobre nosotros. {iQue es el ser lnumano? Ser humane, eesponde Sere, equivae sr bre ‘otras palabras, si eres realmente no ties libre, no eres un ser humano. Ahora bien, como eviden- _Sean-Poul Sarre dignidad de ser Wire ” temente eres humano, puesto que estés leyendo un libro en este preciso momento, la conclusién que se sigue €s que, quié- ralo 0 no Skinner, eres libre. La palabra “conclusién", que acabo de usar, sugiere que setrata de una cuestion de ldgica pura. En realidad, no es asi La ligica tiene que ver con la conexion interna entre determi nnadas afirmaciones, Namadas “'premisas", pero presupone la verdad de esas afirmaciones y no se ocupa de establecerla 0 verificarla. En otras palabras, la légica, por sf misma, ¢s in- ‘capaz de probar si eres libre 0 no. ZEn qué, pues, se basa Sar- {re para afirmar con tanta seguridad que el ser humano es libre? En 1943 Sartre publicé un libro que podrfa considerarse como su tratado sobre el ser humano. Pero este libro es tan largo y, sobre todo, tan complicado, que muy pocos le pres- taron atencién. Efectivamente, ,quién va a sentirse inclinado leer una obra intitulada Ef Ser » la Nada, cuyo abstruso ti- tlo indica ya por si mismo la dificultad del contenido? Sin tembargo, con el paso de fos aftos la importancia del libro de Sartre se ha ido imponiendo. A continuacién vamos a exami nar ciertos pasajes claves. Comencemos, pes ‘Consideremos el caso del mesero de este café. Sus ‘movimientos son rdpidos y precsos, exageradamente Drecisos, exageradamente ripidos. Se aproxima a los ‘clientes con un paso exageradamente solicto, se in- clina hacia ellos con exagerada atenciGn. Su vor y sus ojos expresan un interés exagerado sobre lo que ordenan. Helo ahi de retorno de la cocina, tratan- do de imitar en sus movimientos la rigidez inflexi- ble de un robot, balanceando su charola con la acro- boitica osadia de quien camina en la cuerda floja, Poniéndola constantemente en un desequilibri posible y estableciendo constancemente el equilibrio con un ligero movimiento de! brazo y de la mano. Su conducta entera nos produce la impresién de un Para ser humana 2 Juego. Et endo a poi a pronion movi Imac como una cae demas dese lan eirocament, Sus gstor a 8 Wor i En aigo de mecanico el mevero introduce en parol neni recsn dun oho, ident tee a ata d'un juego Ete ees et rien. Pero aque ed jgando,eactanen {CN ntamos observa darn macho tem fro para descubrifo: eta jugando a ser mesero Notermos lo extrafo de la situacién descrita en este pasa- sje. Cuando un actor juega el papel de Hamlet, et actor no es ero a difrencia del actor, el mesero sa” el papel de Hamlet. P toe Jo sino en ple vida por Sereno een el lado, ooh en i dinaria, en el restaurante donde trabaja. pits: sis qt s puede decrse que este mesero est jugando un papel, e! papel ue juega es el de mesero, que es lo que realmente es. Elsi El comportamiento de este mesero tiene algo de ridiculo {que nos hace sonteir.

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