Operaciones Relaciones y Condiciones

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J. Martin Lépez Calva Dime "cémo le haces" y te diré quién eres 3 OPERACIONES, RELACIONES Y CONDICIONES EN LA PRACTICA DOCENTE El anélisis de la practica docente cotidiana, orientado por pre- guntas que nos hagan descubrir las operaciones basicas que con- forman esta actividad que llamamos educar, puede ser un punto de partida hacia la busqueda de un esquema normativo de opera- ciones, relaciones y condiciones que vayan esclareciendo el sig- nificado auténtico de la docencia y los requerimientos minimos para poder afirmar que se trata de una practica docente que ver- daderamente educa. deberfa SA renee ermina fa pedagégica de moda 0 por la aceptacién de la mayorfa ds los estudiosos de la educaclon odel Esta bdsqueda es siempre parcial e inacabada, pero puede ser sistematica y seria, y producir resultados “acumnulativos y pro- gresivos, ..” (Lonergan, 1988) que vayan esclareciendo y enrique- ciendo la practica docente cotidiana, convirtiéndola en una ver- dadera praxis humana y humanizante que persiga el desarrollo libre y comprometido de todas las potencialidades de los sujetos que la protagonizan (maestros y alumnos, fundamentalmente en el caso de la educaci6n escolarizada) 19 -tujsu 0] 9p emionas9 | ap & jeuopMARsU ByOsOIY up “2 uos Sep ap woud ap sou 0 sea uCD Sou Sseun|y ‘souls Sj ap uosuiciue> ap & seyep 2p UpI>e} 40291 9 aivouedouud uos as e1s0 uo uezyeal as anb souo|zeiado sey surerfovd un yoo ayduin, 2p ou pnupine e| 3uan 28 opuen> opar © ox fe eunuuaiep eprpoui euang Uo & | P aIeduut @ ea 3s an OSD [pee ‘ou & aeonpe ap upyoua ‘0809014 [9 ‘vreuiny ojouresap ;pepjeusYouunye (2) no 2 -pepyeuO!2oM ‘excpr cons util ou npeouuais [ep ema anboyus spinep A 2210p ‘cami of mBq ‘soe=NeU una anpou0> ‘rao ‘31u920p Boniopid ey uewoju0> onb ‘souopesedo se] ap onjseq axnGuLiOU euloNbsa “Tg axpeny -sod f upssuaiduon ns ere}02) [2n> > ‘nb sauejnaiado se| ap uopednide ap ou ‘oneno seisa sepeplpuy K seonsyaiver: senonied ue, “Joduut eun vauan A sauoperedo ap ayveuuopaid oda un 40d weZLe) “Sere 96 sociee Sejsg 1e]O289 OSIND UN —P [eUl > FISEY OPI P OEP \eege anb ‘Sasa chen> aqvOUrele(> SowUqnOsap "BUPIPICD eIUB20P ‘eogapid e| ueULzojuoD ab seuo.sesado se] sedex9 10d sourednsBe 1S ‘saNO1DVTHa A S]NOHVUIUO “LNIDOG YOUDVA VT ‘pons eso ap sopeansas $01 3p PePIED el B12P -uadop eonogid jdoad ns ua epenbsoq ap osenaid 2:2 opUeR|ES) ‘ron Gun epeo anb 0 uo pepuers& peprpuryaid "pepadas | 2c ‘pou ano snbjeo 9p OU frame SOpeAL 3D Kame SO 2p oxo je & suaoop eonopad, e| ap euraygord fe ‘Seadoid p uo OpueZuene pu 2s yen e] ap ued e yequoureput sa oun epeo anb ABD, PP ‘aaIsod fepuaris O19d 61 e>juou2_2un ua upfaduasap | ap opnved souroy an yes oq $2 S2feM SO| ap sopeqeDe & sopeLieo sPwtaL Ze «9 sojqeuonsenoul sapepian oWlo> Soperepsue> A sopeZtNosqe ‘5p —swuanoaly, opeseulop JON [P Pietih2 a5 Opou! ais of TOUETIN jod ewo|qord wel |e Sep ip esoleh K eas ‘nue ‘ap ug}onpes e| e sau0p spad s1U2qso2 S=Iva1 syOpeBRSaAL| Se] 'S1x9) sejunBaid & Sopeptsa20u se| 9p juquoo oso>oud 2389 aqUENC) “yp Se] ap SoUCPIUYOP & SOX 80 spenboepa ue cpueyeins Ue led e & ‘onjsarBoid § opeqeoeut sa ub agp a @ ey jm. auaa DOE 22 Cap. 3. Dime “amo le aces* y te dré cuit ees que tomardn el curso, asi como de las caracteristicas minimas que se Persigue formar en ellos (perfil ideal cel egresadéijyy conocimiento de los recursos didacticos y técnicos con los que*se puede contar Para impartir el curso, étcétera. Esta es, sobre todo, una fase de biisqueda de informacién sufi- clente y relevante que requiere de un interés y atencion basicos, ast como de integracion de dicha informacién para obtener una compren- si6n general del tipo de curso que se va a enfrentar y de sus condi- Giones, lo cual exige una adecuada formulacion de preguntas y un Proceso posterior inteligente. La segunda fase implica un juicio critico tanto de egte contexto Previamente comprendido, como de los distintos enfoques, materia- lés, métodos, estrategias y posibilidades del mismo curso. Este juicio Ctitico tiene que conducir a réconocer un enfoque general del curso como valido o verdadero para poder usarlo como fundamento que determine los criterios que deben seguirse para definir y formular los objetivos, temario, formas de evaluaciOn, etcétera. Este proceso requiere de una ponderacién de los distintos ele- mentos reunidos en la fase anterior, para poder evaluar la pertinencia de los mismos. Una vez realizado €ste juicio critico se requiere, también, un anali- sis desde el punto de vista ético, que filtre este enfoque general cel curso y descubra la dimension y las consecuencias valorativas implici- tas en los diversos enfoques, aun en el aceptado como verdadero en la ciencia o disciplina en cuestion Este segundo filtro de la planeacisn requiere de preguntas ade- Cuadas para la deliberacion, y de una valoracion h ta del curso que se va a impartir. + Gee “Lo mas importante de la educacién sucede en el aula...”, decia un maestro sabio; esta idea al parecer tefleja la realidad cotidiana, Operaciones, relaciones y condiciones. 23° pues, realmente es cierto que de la planeacién alla clase, de los pro- gramas educativos a la realidad de mis alunos, de lo que se per- sigue desde la teorfa a lo que se consigue en la practica, hay una di- ferencia abismal (y muchas veces, afortunadamente, para bien). Esta tercera fase es la del aula, y en ella también se recopila infor- maciOn, se entienden conceptos y se hace anilisis critico; pero lo més importante, lo esencial que define a esta etapa es que se trata de una fase de significacién, de comunicacién y testimonio, de significados y va- lores; esto es lo que educa o deseduca. Asi pues, esta fase es la que da sentido a todo el proceso, es la decisiva porque es la que trata de llevar a la practica lo que se ha planeado, la que trata de "hacer operante una filosofia...", o sea, la que trata de educar. Y para que se cumpla cabalmente es necesario un proceso de,valoracion, decision, vivencia y comunicaci6n auténti- cas por parte del docente. Si él no se convierte en el aula en “signifi- cado encarnado”, sino se comunica a si mismo, dificilmente educara, dificilmente dejara huella en los alumnos. Esta es la fase final, la cual a veces se empobrece porque se trata s6lo como proceso de asignacién de un ntimero més o menos justo en el boletin de notas, o de certificar los conocimientos de cada alum- no, sin llegar a ser una evaluacién real de todo el proceso a fin de en- riquecerio y transformarlo. Esta fase es muy necesaria, pues de ella depende que haya un mejoramiento progresivo y sustentado y no solamente una repeti- cién mecanica o una introduccién dé cambios por pura intuicién del profesor. La etapa de evaluacién debe mirar mas a lo cualitativo, tanto per- sonal como grupal, y aportar nuevos datos, mejores discernimientos, juicios mas acertados y mejores decisiones para el futuro. Esta, es una propuesta de esquema normativo basico de opera- ciones que forman la practica docente. Dentro de cada una de estas fases. y dentro de lo que se describié como operaciones en cada etapa, pueden haber algunas otras operaciones 0 suboperaciones que se rea- lizan y van conformando lo que pretendemos como “proceso educati- vo". 2Qué tanto lo es? gDe qué depende? 24 Para que esta practica docente pueda considerarse realmente ‘educativa, debe cumplir con algunas condiciones minimas. De lo con- trario, podria hablarse de capacitacion, de endocrinamiento, de “en- sefianza’, de manipulaci6n, de alienacién, de socializacién o de mu- chas otras cosas, mas nunca de educacién. Pero, gcudles son estas condiciones minimas? gDe qué dependen o de dénde surgen? Si la educacién se entiende como "el proceso social mediante el cual el hombre. como sujeto de su propio desarrollo, va logrando la mas cabal realizacion de todas sus potencialidades. ..” (UIA, 1985), podemos afirmar que ella es un proceso progresivo de toma de conciencia, de crecimiento del sujeto, consciente y libremente decidi- do, en todo aquello que lo hace més humano. . Es por ello que las condiciones minimas para que una practica 0 un proceso ptieda Ilamarse educativo deben partir de las mismas operaciones De este supuesto partiremos para considerar que las condiciones minimas son precisamente que cumpla con ser un proceso minimamen- te atento, suficientemente inteligente, razonablemente critica, responsable- mente libre y auténticamente significativo (Lonergan, 1988). Asi, cualquier practica docente que pretenda ser educativa debe cumplir con estas cinco condiciones basicas de realizaci6n, indepen- dientemente de la manera en que formule y analice las operaciones que la conforman. Pero, en el caso de la educacién y partiendo de una concepcién huma- nista, yo afirmarfa que, ademas de estas cuatro condiciones, debe cumplir con una condicién basica que tiene ‘que ver con su direccignalidad y su orientacion. ie luego, de un proceso dialéctico: al buscar el cre- cimiento de ese otro, crezco yo, al propiciar el aprendizaje del otro, aprendo yo, pero la intencionalidad basica consiste en generar una in- tervencion planificada, sistemdtica, significativa y comprometida que busque el desarrollo humano del otro. Qué debemos entender por desarrollo fumano? ¢Cudles serian la definicion y las caracteristicas de éste? Esta es la fase siguiente de la bisqueda que nos ocupa.

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