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Reseña: Cien años de soledad

La historia inicia en el pueblo de Macondo, un lugar con pocos habitantes, en el cual, y en su inicio,
distintas personas se asentaron, buscando un lugar próspero cerca del mar, aunque no era lo
querían precisamente (pero este fue al máximo y buen lugar al que pudieron llegar).

Una de las familias más importantes de la aldea fue la de José Arcadio Buendía, quien fue uno de
los precursores para la expedición y búsqueda de un nuevo asentamiento. Por lo cual, fungía con
una gran posición en cuanto al orden y organización del pueblo.

Su esposa, fue Úrsula Iguarán, y sus hijos, José Arcadio, Amaranta y el Coronel Aureliano.

Conforme pasaba el tiempo, y todos crecían respectivamente, sucedieron distintos


acontecimientos.

José Arcadio Buendía, empezó a tomar mucha atención y gusto en cuanto a la alquimia y
resolución de ciertas teorías y principios físicos, tanto que llegó a descuidar su familia.

José Arcadio, dejo a su familia por una vida ruda y de locura. El Coronel Aureliano, buscó sin
sentido la guerra entre conservadores y liberales. Úrsula, trato de ser fuerte, apoyando, pero
también descuidando a su familia. Y Amaranta, la más chica, fue más introvertida, y creció junto
con Rebeca, una niña adoptada por sus padres. Este fue el inicio de la estirpe.

José Arcadio terminó casándose con Rebeca, pero fuera de esta relación tuvo un hijo con Pilar
Ternera, llamado Arcadio; lo mismo que el Coronel Aureliano, pero su hijo llamado Aureliano José;
además de que este se casó con Remedios Moscote, aunque en poco tiempo quedo viudo,
comenzó la guerra y tuvo otros 17 de hijos de distintas mujeres (que murieron sin dejar
descendencia). Amaranta quedo soltera.

Después de esto, y desde pequeños, Arcadio y Aureliano José vivieron con sus abuelos. Amaranta,
sobretodo, se hizo cargo de ellos.

Así mismo, conforme José Arcadio Buendía envejecía, iba perdiendo lucidez. Siendo que murió
años después, bajo la sombra de un árbol.

Arcadio se casó con Santa Sofía de la Piedad, con quien tuvo como hijos a Aureliano Segundo y
José Arcadio Segundo, así como Remedios (la bella). Mientras que Aureliano José murió más joven
por los estragos de la guerra.

Por este tiempo, Macondo ya había cambiado bastante. Comenzó como un pueblo chico, con
prosperidad y organización; después tuvo problemas respecto a su independencia, y después
creció económicamente ante el asentamiento de una compañía bananera; pero esto
desencadenaría más problemas.

Aureliano Segundo se casó con Fernanda del Carpio, con quien engendró como hijos a Rebeca
(Meme), José Arcadio y Amaranta Úrsula.

Aureliano Segundo, fue un hombre amoroso con sus hijos, pero lo que más le interesó durante su
vida fue la parranda. Así mismo, gran parte de su vida la vivió con Petra Cotes, quien compartía sus
gustos de fiesta. Fernanda del Carpio, era dura, fría y superficial, las cosas se hacían como ella
decía y solo permanecía como la “esposa” de Aureliano Segundo.

Remedios (la bella) fue una chica retraída e introvertida, con alma libre y despreocupada ante la
cual todo hombre perdía la cabeza por su belleza única, sin embargo, ella nunca estuvo interesada
en nadie. Y José Arcadio Segundo, participó en una huelga ante la explotación de la compañía
bananera, que terminó en la muerte de miles de personas, y desde entonces vivó en la soledad y
el encierro de un cuarto polvoriento.

Rebeca, fue una chica un tanto más desenfrenada a espaldas de su madre Fernanda. Tuvo una
aventura con Mauricio Babilonia, pero este murió ante sus ojos. Ella perdió la cabeza y se fue a
vivir a un internado, sin embargo, tuvo a Aureliano Babilonia, que creció como un bastardo,
escondido por Fernanda, y con la compañía de Amaranta Úrsula. Y José Arcadio, creció con el
objetivo interpuesto por su madre y tatarabuela Úrsula (murió a los casi 150 años) de ser un papa,
por lo que creció siendo educado, y fue enviado al seminario. Alimentando esta imposición.

Llegó el tiempo en el que Macondo cayó en la desgracia, pues después de la masacre y huida de la
compañía bananera, se convirtió en un lugar de ruinas y desdicha.

La estirpe iba desapareciendo. Llego el tiempo en el que solo habitaba la enorme casa de los
Buendía, Aureliano Babilonia. Después, regreso José Arcadio, un hombre algo frio y egocéntrico,
que nunca cumplió lo establecido por su madre, sino que eso le hizo creer toda su vida. En
Macondo, tuvo amistad y algunas parrandas con jóvenes, que después trato mal, y terminaron
matándolo y robándole.

Entonces, regreso Amaranta Úrsula, quien se había ido a estudiar. Su esposo era un hombre rico
llamado Gastón. Aureliano Babilonia creció en su juventud como un hombre desinteresado por el
mundo exterior, encerrado en un cuarto tratando de descifrar viejos pergaminos. Amaranta Úrsula
tenía más felicidad por la vida, y Aureliano comenzó a experimentar amor por ella.

Gastón tuvo que irse en busca de negocios, y entonces sucedió entre Amaranta Úrsula y Aureliano
un amorío incontrolable. Solo quedaban ellos. Amaranta Úrsula quedo embarazada en aquel
pueblo desierto. En el parto murió, pero tuvo a un niño llamado Aureliano. Aureliano Babilonia
perdió el interés de las cosas en el instante, y entonces empezó a descifrar los pergaminos,
mientras su hijo era devorado por hormigas.

Comenzó un desastre y tormenta que acababa con Macondo. En los últimos instantes Aureliano
descubrió que los pergaminos contaban la historia de los Buendía, y hasta en ese momento
descubrió su origen y otras cosas más. Una estirpe que estuvo condenada a cien años de soledad,
y terminaría en ese momento.

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