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ANALISIS DE TRILCE I DE CESAR VALLEJO. POEMA DE LA CREACION, DEL NACIMIENTO DEL POETA Y DEL PERU Monique Lemaitre Quién hace tanta bulla, y ni deja {estar las islas que van quedando. Un poco mas de consideracion fen cuanto sera tarde, temprano, y se aquilataré mejor ‘el guano, Ia simple calabrina tes6rea ue brinda sin querer, en el insular corazén, salobre alcatrar, a cada hialbidea srupada, Un poco mas de consideracién, y el mantillo liquido, seis de la tarde DE LOS MAS SOBERBIOS BEMOLES Y la peninsula pérase por la espalda, abozaleads, impertérrita en la linea mortal del equilibrio. de analizar aisladamente cada uno de los se- tentisiete poemas de Trilce,' porque este poemario forma un todo orginico cuyas inc6gni- tas van adquiriendo significado merced a su repe- ticién o asus variaciones en varios poemas e inclu- Y a Roberto Paoli apunté la casi imposibilidad 1 César Valen Posi completa La Haba, IE. Toda as as de aeson Silt ivesiadores de obra de Valle so en escritos anteriores y posteriores a Trilce, no- tablemente en Escalas melografiadas,’ publicado un afio después, en 1923, y con cuyos textos tanto tienen en comin muchos poemas de Trilce como ya lo han notado Paoli, Francisco Izquierdo Rios y otros. Para André Coyné asi como para Espejo, Trilce les un poema de la defecacién. A pesar de no compar- tir la escandalizada recepcién a tal conjetura, acompaiiada de un signo de interrogacién “(2)” por parte de Juan Larrea, pienso que este poema tiene por tema central el nacimiento del poeta. Ya ‘Coyné anoté su relacién con la creacién (de las is- las) en el océano. Ademis, este poema esta inti- mamente relacionado con Trilce XLVI en donde el hablante lirico menciona directamente el naci- miento del poeta. Sabido es que Vallejo estudié anatomia y que los términos anatémicos especializados abundan cn sus textos. En Trilce el atin no-nato poeta se que- ja confusamente de la “bulla” producida por los 2 Roberto Pao “Vallooprosiaa en esas de Tle Vat del Pe, “Ho ‘mocaelterauconal 1 César Valo" La, #, jlo e196, p 9-12. Com th Ba, Arreticny Cur) nf 189 Cer, me. 1332) estertores del parto, Se encuentra atin rodeado del liquido hialdideo de la placenta materna, abra que no tiene ninguna prisa por abandonar y cuyo calor y proteccién afiorar4 toda su vida. El nacer es, des- bués de todo, para Vallejo, el comienzo de la or- fandad, la separacién de la unidad primera, el co- mienzo de la duplicidad y del desdoblamiento que con tanta angustia traduce en sus textos. A André Coyné le llama la atencién la presencia de las “islas” y del “arrecife” en Trilce XLVI asi co- mo en Trilce|, dado el hecho de que Vallejo nacié en.un valle andino y las explicaciones de Espejo a Propésito de Trilce XLVI no lo convencen. En cuanto a las “islas” de Trilce1, las relaciona con su surgimiento del mar en el momento de lacreacion sin por ello decirnos cual es ta relacién de esta no- cidn (con la cual concordamos) con el supuesto te- ma de la detecacién, Los dos primeros versos: “Quién hace tanta bulla, yni deja / testar las islas que van quedando.” estin también relacionados con el “estruendo mudo” de Trilce XN. Traducen el trauma del nacimiento, el viaje del recién nacido a través del utero materno. “Testar” significa tocar con la cabeza (testa) las cé- lulas del cordén umbilical 0 “islas” que van que- dando atrés. En La piedra cansada los miembros del coro exclaman: TODOS. iViracocha, principio de los testes y los vientres!”? © sea, que parece también haber habido para Va- llejo una relaciGn entre “testes” y “testiculos”. En otras palabras, Viracocha, Dios de la creacién, controla la inseminacién y la gestacién, “..en cuanto sea tarde, temprano...” se refiere a que muy pronto ya no se podra dar marcha atrés, de alli que no tenga sentido apresurar el trauma del naci- miento. Aqui encontramos también una referen- cia a la fatalidad del alumbramiento, que esta su 3 hse Vallejo: La pide casa, Vikn de Pa et 9.298 vez relacionada con el tema del tiempo y la idea de que al nacer la muerte ya nos est acechando. Ha- bré tiempo para “aquilatar” mejor el guano, es de- cir, aquello que el recién nacido producird even- tualmente. Esto dicho en sentido literal y figura- do, La “calabrina tes6rea” se refiere aqui a la iden- tidad entre oro y excremento estudiada por Freud, Octavio Paz, Antonio Skarmeta y otros.‘ El “salo- bre aleatraz” es el poeta en potencia. Habria que recordar aqui que la tesis de licenciatura en letras que Vallejo escribié en la Universidad de Trujillo es un estudio del romanticismo en la literatura oc- cidental, y el albatros 0 alcatraz es utilizado como simbolo del poeta por muchos vates del siglo XIX. También en “La piedra cansada”, Vallejo le hace decir a Mama Cussi a propésito de las hojotas de Tolpor, el albaiiil cusquefio: MAMA CUSSI. Las de cuero y las de lana es- tan tendidas en el techo desde ayer, esperando los signos de excremento de los pdjaros de pa- so! Podria tratarse aqui también de los signos del des- ‘tino det futuro poeta que el guano del “salobre al- catra2” dejard “sin querer” grabado en el “insular corazén” del no-nato. Pero también el infante se brinda a si mismo al nacer como un regalo ala ma- dre pero un regalo “gratuito”. Lo hace “sin que- rer”. Yase hanotado que para Vallejo el placer en- gendra al ser humano “sin querer”. En Trilce LX leemos: Y se apolilla mi paciencia, y me vuelvo a exclamar: iCudndo vendra el domingo bocén y mudo del sepulcro; cuando vendré a cargar este sabado de harapos, esta horrible sutura del placer que nos engendra sin querer, y el placer que nos DestieRRa! 4 Qetevio Pax: Connclne y dayanciones, Mic, 1949, 2 5 Car Valo“ También, el “insular corazén” podria ser el sexo materno. En Trilce xu, Vallejo escribe: Pienso en tu sexo. Simplificado el corazén, pienso en tu sexo, ante el hijar maduro del dia. Palpo el botén de dicha, esta en saz6n. El coraz6n estilizado tiene forma de sexo femeni- no y de isla. En cuanto a la “hialdidea grupada”, “hialdidea” se refiere, entre otras cosas, al plasma materno que al romperse arrojaal mundo al recién nacido, Al repetirse el “un poco mas de considera cidn” en la tercera estrofa, hace las veces de estri- billo. Lin estribillo humoristico, como si el hablan- te lirico parodiara la autopompa y el egotismo de més de un poeta, pero aqui irénicamente, autode- precandose, comparandose a las heces y al guano, pero al guano que es el producto del alcatraz, 0 sea, del poeta, y que se trastocard en oro por medio de la alquimia del verbo y todo ello “sin querer”, es decir, como por arte de magia. Como ya dije, és- ta es una nocién romantica del poeta nato, del poeta como elegido de los dioses, como “mons- truo sagrado”, come solitario enajenado, como Minotauro, pero, ademas, en Vallejo el poeta ve la realidad como si estuviese proyectada en un espe- jo; traduce el anverso del ser, como ya lo han nota- do otros criticos, notablemente Julio Ortega." E1“mantillo liquido” es aquél que cubre a todo re- cién nacido y “LOS MAS SOBERBIOS BEMO- LES” con maydisculas traducen el llanto del recién nacido con tono humoristico. En cuanto alos ulti- mos tres versos, éstos se refieren al recién nacido como “peninsula” pues alin lo ata a la madre el cordén umbilical. Se “para” por “la espalda” pues la partera lo sostiene boca abajo por unos segun- dos. El recién nacido se encuentra efectivamente en [a linea mortal del equilibrio. Ya desde su naci- 6 bo Onep:*Lectre de Tile" Revita bveamencon, 91, abeuaio de miento el poeta ve el mundo al revés y tiene con- ciencia de la precariedad de la vida. En “Vallejo indescifrado”, Corpus Barga’ se queja de que muchas de las interpretaciones de Trilce no se esfuercen lo suficiente por descifrar los poe- mas, y concuerdo con él, pero su interpretacion del poema como paisaje de la costa norte del Pera (aun cuando coincido con su elucidacién del léxi- coy de los neologismos utilizados por Vallejo) no llega lo suficientemente lejos, a pesar de que él mismo apunta que El trabajo literario, no digo la poesia, de Vallejo ha consitido en hacer un diccionario, se halla diseminado en sus poemas. De muchos es tores se dice que tienen su vocabulario. El de ‘Vallejo es una coleccién de dicciones no expli- cadas, un diccionario hermético y, naturalmen- te, reducido. Juan Larrea y André Coyné también hablan de paisaje marino, pues, después de todo, es lo pri- mero que salta a la vista a través del léxico: “islas”, “guano”, “peninsula”, “salobre”, “alcatraz”. A. Coyné va més allé al sefialar el motivo de la crea- cién primigenia y al mencionar sus afinidades con Trilée XLVi. Me parece que la clave del significado de Trilce 1se encuentra precisamente en esas afini- dades. Se ha argumentado que Trilce 1 (Espejo, Coyné) fue escrito durante el encarcelamiento de Vallejo en Trujillo, lo cual explicaria el paisaje ma- rino, pero en Trilce XLVII volvemos a encontrar ese mismo paisaje y el poeta nos dice claramente: Jiado archipiélago donde naci” y se refiere de nue- vo en la segunda estrofa al: “ciliado archipiélago, te desislas @ fondo, ia fondo, archipiélago mio!” Una vez més, Vallejo se refiere aqui a su propia gestacién en el vientre materno que es aqui “arrecife”, pues, figurativamente, protege al no- nato de las embestidas del mar, de la naturaleza, de las embestidas del mundo exterior. 1 Corpus Bare: “Vales inesciado", isin de! Pr. it,» 15-8 32 Ya en “Mirtho”, como lo han notado otros criti- cos, Vallejo subraya la importancia del vientre de la mujer: Si... su vientre més atrevido que la frente mis ma, més palpitante que el corazén, coraz6n él mismo. Cetrerfa de halconados futuros de aquilinos parpadeos sobre la sombra del miste- rio. Quién més que él! Adorado criadero de la eternidad, tubulado de todas las corrientes his- toriadas y venideras del pensamiento y del amor. Vientre portado sobre el arco vaginal de toda felicidad, y en el intercolumnio mismo de las dos piernas, de la vida y la muerte, de la no- che y el dia, del ser y el no ser. Habria también que mencionar aqui a iconografia preineaica tan cara a Vallejo, notablemente la chavin y lamoche, en donde sendas “venus” o dio- sas de la fertilidad son representadas con vientres que, en proporcién, dominan el resto de su anato- mia. Con frecuencia estas estatuas muestran am- bas manos de la “venus” resguardando al feto que se encuentra en su interior. El vientre de la madre tierra o Pacha Mama a menudo aparece en Ia ico- nografia incaica con un prominente ombligo. Ademis, segiin el arquedlogo F. Kauffman, la lu- ra y no el sol habria sido la principal deidad chi mii, deidad vinculada a pueblos agricolas a través de sus sefiales ritmicas, “Ciliado” significa “filamento protoplismico for- mado por una célula que asu vezes una cadena de células idénticas”. Cuando Vallejo escribe “donde naci” quiere decir donde fui engendrado y gesta- do. Ese, en el fondo, es su “nacimiento”, En cuian- to a los versos “segin refieren cronicones y plie- 0 / de labios familiares historiados / en segunda gracia.”, se refieren alos labios de la vulva materna que, al dar a luz al ultimo de sus hijos son “histo- riados” por segunda vez. La primera lo fueron en Chaar Vallejo: Bicol melopradas, Lia, 123, 9.104. el momento de la concepcién (ef. més arriba la cita .de “Mirtho” de que el vientre es “tubulado de to- das las corrientes historiadas...”) El “ciliado arreci fe” de la segunda estrofa ya no es un “arrecifo” Protector. El parto se avecina y el cordén umbilical © “ciliado archipiélago” se va a “desislar” “a fon- do”, hasta ser cortado. El atin “no-nato” se aferra al dltimo eslabén que lo une al regazo protector de la madre, “archipiélago mio”. Falta atin lo mds ar- duo del parto. “Duras todavia las articulaciones / al camino, como cuando nos instan, / y nosotros no cedemos por nada.” El “no-nato” se rebela en contra de la separacién, se aferra al titero materno. Es ademas interesante recordar la representaci6n de las estatuillas chimt de la fertilidad, algunas de las cuales muestran al recién nacido que emerge de la vagina de la estatuilla. La estrofa siguiente nos muestra a los hermanos mayores, comparados aqui a pajarillos ain “im- plumes”, 0 sea nifios atin, burlindose del recién nacido y de sus “parpados cerrados”. Son los her- manitos y hermanitas quienes se “carcajean” y no, como piensa André Coyné, los adultos. “Perico- tes” significa “ratoncillos”, y el “ratoncillos viejos” es aqui irénico. Los nifios se sienten “muy adul- tos” frente al recién nacido. Los dos versos siguientes nos devuelven a Trilce1. “Los parpados cerrados, como si, cuando nace- mos, / siempre no fuese tiempo todavia” de Trilce XLVI estén relacionados con el “en cuanto sera tarde, temprano” de Trice 1. Encontramos la mis- ma idea de la brevedad de la infancia, del dolor de vivir que siempre llega demasiado pronto, Enton- ces, ‘por qué apresurar el proceso que, hagamos lo que hagamos, nos ha ya condenado irremediable- «mente a la muerte? Como dije anteriormente, en lo esencial concuer- do con el analisis 1éxico que de Trilcet hiciera Cor- pus Barga: “Bulla, del primer verso, viene de ‘bu- ir’ y ‘bullir’ viene de ‘burbuja’. El mar, si hay islas, hay mar, esta bullendo, hirviendo, como se dice muchas veces y hace ruido en la costa.”” Salvo que el mar es aqui también, como yalo dije, la placenta materna, y esta conmocién en el inte~ rior de la placenta, que est por romperse, le impi- de al “no-nato” en su viaje hacia la luz “ver” o sea “testar” las células, las “islas” del plasma que va dejando atras, En cuanto a “en el insular corazon”, ste es el vientre de la madre, de la mujergenérica que ya encontramos en el relato “Mirtho” de Esca- Jas melografiadas. Pat su parte, la criatura que esta por nacer “brinda sin querer” una mezcla de vida y muerte. “Calabrina” es una deformacién de “cada- verina” y aqui traduce también la forma de las he- ces por su relacién con “culebrina”. Por su parte “tesérea” es un neologismo que traduce el con- cepto de vida, de valor, de regalo, de don, del naci- miento. En cuanto al adjetivo “hialdidea”, lo en- contramos en otros textos de Vallejo, por ejemplo en “Fabla salvaje”."® En ese cuento, cuando Balta Espinar rompe el espejo leemos: “Todo el espejo habiase deshecho en lingotes sutiles y menudos y en polvo hialdideo y sus [sic] reconstruccién fue imposible.” En Trilce1 la “grupada”, 0 aguacero de la placenta, se asemeja, como las olas al reventar sobre la playa, a una nube de polvo de vidrio, de cristal, de cuarzo hialino, o sea de cristal de roca, mientras que este ultimo esta relacionado con el “arrecife” de Trilce XLVI. La diltima estrofa es la que més problema les ha causado a los criticos: “y la peninsula parase / por la espalda, abozaleada, impertérrita / en la linea mortal del equilibrio.” A. Coyné, ya lo menciona- ‘mos, ve en ella la descripcién grafica del acto de defecar; Corpus Barga ve un creptisculo en tonos menores, tipico del litoral del Pacifico peruano y nos dice que las islas guaneras del mismo litoral parecen darle la espalda ala costay prolongarla, en la semioscuridad del crepisculo, en peninsulas, enla linea que divide el dia de la noche, hora silen- ciosa, lo cual concuerda con la I6gica de su inter- pretacion. Pero también, y ademds, y regresando de nuevo a “Mirtho”, el sexo femenino es ese “in- tercolumnio mismo de las dos piernas, de la vida y la muerte, de la noche y del dia, del ser y del no ser.” Es la “linea mortal del equilibrio” del poema. La “peninsula” torna a ser el recién nacido que atin aparenta ser una extensién de la madre. En cuanto al “parase / por la espalda”, traduce la apa- ricién del infante, quien primero asoma la cabeza al emerger del titero materno, seguida por los hombros, mientras que la espalda es la primera en tener contacto con la materialidad del poyo (Va- llejo se refiere en TrilceLXx1al poyo 0 banco de ado- be pintado de cal sobre el cual su madre dio aluza su hermano mayor: “El poyo en que mamé alum- br6 / al hermano mayor, para que ensille / lomos que habia yo montado en pelo”). La peninsula esté “abozaleada” e “impertérrita”. ‘Aqui se describe al recién nacido antes del llanto, que es provocado por lo general por una nalgada de la partera para obligar al bebé a respirar; antes del primer llanto parece llevar un bozal en la boca ‘que le impide lorar. llegar a este punto del poema es casi obligatorio regresar a Trilce XLV. La pentiltima estrofa de es-! te poema relata como, después del nacimiento del poeta, la familia enciende un cirio en el altar de la iglesia para que no les suceda nada a la madre y al recién nacido, cuyo futuro ya habia sido planeado por sus progenitores: Se va el {sic} altar, el citio para que no le pase nada a mi madre, y por mi que seria con los afios, si Dios queria, Obispo, Papa, Santo, o talvez s6lo un columnario dolor de cabeza En otros textos, Vallejo ha mencionado, ademés, su intencién cuando nifio de llegar a ser obispo (Como es bien sabido, ambos abuclos de Vallejo eran sacerdotes). También se ha hablado de su vo- cacién religiosa asi como de la actitud casi mistica con la cual se lanzara en Paris al estudio del mar- xismo, asi como su conversién al comunismo. En Trilee podria también verse el nacimiento del maiz. El dios del maiz ocupa un lugar predomi- ante en el panteén de las culturas prehispanicas del Peni y, aunque éste parece haberse domestica- do iniciaimente en Mesoamerica, en el Pert se co- secha una increible variedad del mismo que es, con la papa, uno de los productos alimenticios de base de los peruanos. De aceptarse esta interpreta- cién, 1a “bulla” del poema estaria relacionada con el “estruendo mudo” de Trilce xitt. Se referiria a los ruidos animales y vegetales que rodean a la ‘mazorca en proceso de madurar en la planta, a la mazorca que est completando su ciclo de forma- cién; y las islas serian entonces los granos de maiz de la mazorca, que van “testando”, sea, mostran- do la cabeza uno por uno. La segunda estrofa estaria entonces relacionada con el proceso de fertilizacién de la milpao campo de maiz, fertilizaci6n que en el Pert se hace con el Buano de las aves marinas. Se une asi la costa ala sierra en el proceso de gestacién del peruano, aqui simbolizado por el maiz. No deberiamos olvidar ue, después de todo, Trilce iba a llamarse origi- nalmente Los crdneos de bronce ibaa ser firmado Por César Peri. “DE LOS MAS SOBERBIOS BE- MOLES” se referiria entonces a los suaves y blan- dos granos del maiz tiemo que recuerdan las te- las de un piano y son soberbios por ser de origen divino. La tercera estrofa traduciria en términos musica- les y sensuales la maduracién del maiz, del choclo © elote de maiz, mientras que en la tiltima estrofa, elchoclo, que se asemejaauna peninsula, pues es. a unido por medio de su envoltura al tallo de la planta, se para “por la espalda” del tallo, y su en- voltura se abre hacia el vacio, o sea hacia “la linea ‘mortal del equilibrio”. La mazorca esta “abozalea- da” pues est cubierta por una envoltura vegetal Que protege al choclo 0 elote y lo aprisiona a ma- nera de bozal. Ademés, “testar”, también significa “tachar”, “borrar”. Podria tratarse aqui del proceso de maduracién del choclo, durante el cual los gra- os van brotando y “borrando” los espacios 0 “is- las” que atin no han sido ocupados por granos de maiz. Estos son los que permitirian aquilatarla ca- lidad del guano o fertilizante que, al filtrarse hasta su “insular coraz6n”, los alimentard y contribuira @ su calidad y tamafio. En “La piedra cansada”, Vallejo le hace decir al Chasqui blanco: “Entre tos quechuas, padre, los Seres y las cosas se conocen de perfil: los vegetales vibrando; fas plantas de pie, inméviles; los hom- bres caminando [....” Trilce tes pues un poema de lacreaci6n, del comienzo, de alli que sea el primer Poema del libro. Creacién del hombre, del poeta y del maiz, uno de los dioses més importantes de! Pante6n quechua, después de Inti y Pacha Mama. Por extensién se le puede ver también como el na- cimiento del Peri o como su creacién.

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