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LA ESCRITURA PÚBLICA

Es un instrumento público protocolar en el cual el Notario hace constar negocios jurídicos y


declaraciones de voluntad de dos o mas partes o personas, obligándose los otorgantes en los
términos pactados, entre lo que la conforman podemos mencionar la clasificación:
principales, complementarias y canceladas, principales son aquellas que subsisten por sí
mismas, es decir no dependen de ninguna otra escritura para su existencia y que son
exclusivas para un propósito, también podemos mencionar o agregar las complementarias.
también denominadas accesorias, estas vienen a complementar una escritura anterior, que
por alguna circunstancia no se realizó correctamente, entre ellas están las de aclaración,
ampliación y aceptación, se subdividen en: escrituras complementarias de adición,
modificación, rescisión, aclaración y ampliación, y también están las escrituras canceladas.
Son aquellas que no nacen a la vida jurídica, pero que ocupan un lugar y número en el
protocolo, por lo que deben de ser canceladas y dar el aviso respectivo al Archivo General
del Protocolos.

Partes de la escritura publica

Está compuesta por el encabezado y la comparecencia.

Encabezamiento: artículo 29 numeral 1° Código de Notariado,  El número de orden, lugar,


día, mes y año del otorgamiento; Comparecencia: art. 29 numerales 2, 3 y 4 Código de
Notariado 2º. Los nombres, apellidos, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, ocupación
u oficio y domicilio de los otorgantes; 3º. La fe de conocimiento de las personas que
intervienen en el instrumento, y de que los comparecientes aseguran hallarse en el libre
ejercicio de sus derechos civiles; 4º. La identificación de los otorgantes cuando no los
conociere el Notario, por medio de la cédula de vecindad o el pasaporte, o por dos testigos
conocidos por el Notario, o por ambos medios cuando así lo estimare conveniente; Cuerpo.
Art. 29 numeral 7 del Código de Notariado. Se suele  dividir en antecedentes,
estipulaciones y aceptación. 7º. La relación fiel, concisa y clara del acto o contrato;
Conclusión o cierre, Artículo 29 numerales del 8 al 12 del Código de Notariado. Está
compuesta por: advertencia, otorgamiento y la autorización. El Otorgamiento corresponde a
las partes y la autorización al Notario. 8º. La fe de haber tenido a la vista los títulos y
comprobantes que corresponda, según la naturaleza del acto o contrato; 9º. La transcripción
de las actuaciones ordenadas por la ley o que a juicio del Notario, sean pertinentes, cuando
el acto o contrato haya sido precedido de autorización u orden judicial o proceda de
diligencias judiciales o administrativas; La advertencia a los otorgantes de los efectos
legales del acto o contrato y de que deben presentar el testimonio a los registros
respectivos; y 10º. La fe de haber leído el instrumento a los interesados y su ratificación y
aceptación; 12º. Las firmas de los otorgantes y de las demás personas que intervengan y la
del Notario, precedida de las palabras “ANTE MÍ” Si el otorgante no supiere o no pudiera
firmar, pondrá la impresión digital de su dedo pulgar derecho y en su defecto, otro que
especificará el Notario firmando por él un testigo, y si fueren varios los otorgantes que no
supieren o no pudieren firmar, lo haré un testigo, por cada parte o grupo que represente un
mismo derecho. Cuando el propio Notario fuere el otorgante, pondrá antes de firmar, la
expresión: "POR MÍ Y ANTE MÍ" Requisitos y formalidades. Son las mencionadas con
anterioridad y reguladas en el artículo 29 del Código de Notariado. 
Formalidades esenciales, art. 31 del Código de Notariado 
1. El lugar y fecha de otorgamiento,
2. El nombre y apellido o apellidos de los otorgantes,
3. Razón de haber tenido a la vista los documentos que acreditan la representación legal
suficiente de quien comparezca en nombre de otro,
4. La intervención de intérprete, cuando el otorgante ignore el español,
5. La relación del acto o contrato con sus modalidades; y
6. Las firmas de los que intervienen en el acto o contrato, o la impresión digital en su
caso.

LOS MANDATOS
Los mandatos especiales son aquellos que se otorgan para que el mandante autorice al
mandatario para que realice un acto específico, por ejemplo, abrir una cuenta de banco. Los
mandatos generales son aquellos que se otorgan para la realización de todos los negocios
del mandante.
Se necesita un mandato especial con cláusula especial, es decir, que se establezca
literalmente que se puede realizar los siguientes actos o negocios, donar entre vivos,
contraer matrimonio y otorgar capitulaciones matrimoniales, divorciarse en nombre de otra
persona,  solicitar la nulidad o insubsistencia del matrimonio, constituir patrimonios
familiares y reconocer o negar la paternidad de hijos.
Por su parte, se debe de otorgar un mandato general con cláusula especial para vender,
hipotecar, enajenar o de cualquier forma disponer de los bienes del mandante. Es
sumamente importante mencionar que no se pude otorgar mandato para testar o donar por
causa de muerte. Si el mandato se otorga en Guatemala, este debe de constar en Escritura
Pública, es decir, debe de realizarse ante un Notario habilitado para ejercer en Guatemala.
El testimonio de la escritura pública, es decir, una copia idéntica en papel simple firmada
por el Notario se inscribe en el Registro Electrónico de Poderes del Archivo General de
Protocolos. El proceso tarda un aproximado de 3 días y tiene un costo de 130 Quetzales.
Ahora bien, si el mandato se otorga en el extranjero, este debe de cumplir con todas las
formalidades que el país de origen de donde se otorga el mandato. Ahora bien, para que el
mandato surja efectos en Guatemala, este, en virtud de lo estipulado en la Ley del
Organismo Judicial, debe de contar con los pases de ley, es decir, que sea legalizado por el
Ministerio de Relaciones Exteriores. Si el documento proviene un idioma que no es el
español, este documento debe de ser, primero, traducido por medio de traductor jurado, al
lenguaje español. Una vez traducido, el mandato debe de ser protocolizado, es decir, se
debe de incorporar al protocolo de un Notario, y, en un plazo no mayor de diez días, el
notario debe de dar el aviso y presentar el mandato al Archivo General de Protocolos.

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