Edades Globalización Capítulo 7

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Jeffrey D. Sachs Las edades dela globalizacién uP, Qo “aw Geografia, tecnologia e instituciones ‘TRADUCCION DE VERONICA PUERTOLLANO, DEUSTO ‘Titulo original: The Ages of Globalization Publicado por Columbia University Press ‘Todos los derechos reservados © Jeffrey D. Sachs, 2020 @ de la traduceién: Verénica Puertollano Lopez, 2021 © Centro de Libros PAPF, SLU, 2021 Deusto es un sello editorial de Centro de Libros PAPF, SLU. Av. Diagonal, 662-664 08034 Barcelona www-planetadelibros.com ISBN: 978-84-234-3221-9 Depésito legal: B. 21.475-2020 Primera ediein: febrero de 2021 Preimpresién: Realizacién Planeta ‘Impreso por Egedsa Impreso en Espaiia - Printed in Spain EI papel utilizado para la impresién de este libro esté calificado como papel ecol6gico y procede de bosques gestionados de manera sostenible, ‘No se permite la reproduccién total o parcial de este libro, ni su ineorporacién a un sistema informético, ni su transmisién en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electronica, mecénico, por fotocopia, por grabacién u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. Lainfraccién de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Cédigo Penal) Dirijase a CEDRO (Centro Espatiol de Derechos Reprogrificos) si necesita fotocopiar o escanear algtin fragmento de esta obra, Puede contactar con CEDRO a través de la web www.conlicencia.com © por teléfono en el 91702 19 70 / 93 272 04 47. Capitulo 7 La Edad Industrial (1800-2000) Hemos llegado a la sexta edad de la globalizaci6n, la Edad In- dustrial, la que creé el mundo moderno. Por comodidad, la sitio entre los afios 1800 y 2000, con una duracién de dos siglos. Qui- za podria haber elegido una fecha de inicio mas temprana, por ejemplo, 1750, cuando la industrializacién empezé a cobrar fuer- za en Gran Bretafia; o tal vez 1820, cuando la nueva paz en Eu- ropa permitié una transformacién a escala continental mas rapi- da que cualquier otra en la historia. Pero, al margen de los detalles, podemos estar seguros de la cuestién primordial: lasex- (cee RUE ue fu coda. vez mas rapido, profundo y extenso que nunca en la historia. Du- rante s6lo dos siglos, 1S. Al comienzo de la sexta edad de la globalizacién, en torno a 1820, la inmensa mayoria del mundo atin era pobre y rural. Puede que hasta un 85 por ciento de la poblacién mundial se mantuviera mediante la agricultura, casi toda al nivel de la sub- sistencia, o cerca. Alrededor del 93 por ciento del mundo vivia en Areas rurales. La mayoria de la gente nunca se aventuraba lejos de su lugar natal, a menudo porque vivian en la esclavitud, Ja servidumbre 0 atados de algan modo a la tierra y a su propie- tario. Habia una pobreza extrema generalizada y la esperanza 166 - Las edades de la globalizacién é ves oe ae sobre todo por unas altisimas tasas de morta. ean ine “oe embargo, en el afio 2000 todo habia cambia- ae we mitad del mundo se habia urbanizado (46,7 por cien- los ingresos medios se habian disparado y la esperanza de vida media habia alcanzado los sesenta ysiete afios (Gate de 2000-2005).*° Estos extraordinari i aus inarios cambios se resumen en la Tabla 7.1. Poblacién y urbanizacion Mundial Alrededorde —Alrededor de 2000 1800 Poblacié ion 1,000 millones 6,000 millones Tasa de urbanizacién 73% 46, hs 8 % PIB medio por persona, aj sjustado al BPA (preter de ata) lo 1200 $ (1820) 10.500 $ ‘Tasa de pobreza extrema 84. % (1820) 25% Esperanza de vida al nacer 29 66 Fuentes: i i fea e Rospnigain E 1 Morrison, C., «Inequality among World Citizens: 1820- », American Economic Review, 92 (4) (2002), 2" is : _ of regional and global life e sa Papen ax f xpectancy, 1800-2001», Population ne 31(8) (2008), pp. 597-543; Goldewijk, KK, Beu sen, A. yikaeeye e = Dynamic Modeling of Global Population and Built-up Area in a Spatially Explicit Way: ide 3.1», The Holocene, 20 (4) (2010), pp. 565-573; Maddison, A., «Statistics on World Population, GDP and Per Capita GDP, 1-2008 AD», Historical Statistics, 3 (2010% pita Gl 7 , 3 (2010), |. C., «Estimates La textura de la vida también dejé b lej6 de parecerse a cualquier cosa anterior. La mayor parte de la humanidad dejé la vida an 66. Los datos demograficos mas i I acreditados sobre poblacién, longevidé en y See por edades de todos los paises desde 1950 onions por ivision de Poblacién de las Naci i i i Pee iones Unidas, disponibles oO oon (peren org/en/development/dess/ ‘population/] publivations/ asp>. Los datos sobre los ingresos nacionales y mundi: 1980 los proporciona el FMI en la base de datos de su ePerepoctiva i eae fee mia mundial», disponible en: . La maquina de Newcomen se utilizaba para bombear agua 6 ficiente. Requeria inas de carbén, pero no era muy é! Req an ‘i taba econémica en la y no resu 4 a enorme entrada de energ! - cue usos. En la década de 1760, James Watt, que eee a taller de la Universidad de Glasgow (Escocia) al fa a2 6 2 0 ha - instrumentos cientificos, empez6 a pensar en ae ae a eficiente la maquina de vapor de Newcomen. Con ingenio, go 170 - Las edades de la globalizacién dujo en la maquina de vapor el movimiento giratorio. E] gundo cambio de Watt fue atin mAs revolucionario: le afia un condensador independiente. La maquina de vapor de Ney comen requeria calentar y después enfriar la caldera para c1 dicio de energia térmica, lo que significaba que la maquina Newcomen requeria una gran cantidad de carbon —cuyo coste era muy caro— para funcionar. Al introducir un condensador independiente de la caldera, Watt hizo la maquina de vapor mucho mas eficiente y, por lo tanto, mucho mas econémica. | Transformé la maquina de vapor de tal modo que, en vez de. ser un artefacto de alto coste para bombear agua de las minas, ahora era un artefacto de bajo coste que podria tener miles de uses en el futuro. Esa sola visién transformé la economia mun- Hal. De la economia organica a la economia de origen mineral Con el invento de la maquina de vapor, Gran Bretafia entré en la Edad Industrial. Desde 1700 hasta 1820, la produccién briténica Por persona aument6 un 0,26 por ciento anual. Entre 1820 y 1850, la tasa de crecimiento aumento hasta el 1,04 por ciento anual, y entre 1850 y 1900 volvié a subir hasta el 1,32 por ciento anual. El tiempo necesario para duplicar la produccién por persona se re- dujo de los 270 afios con la tasa de crecimiento del periodo 1700- 1820 a 67 afios con la tasa de 1820-1850 y después a sdlo 53 afios con la tasa de 1850-1900. El historiador de la econom{a britanico E. A. Wrigley ha caracterizado este avance como la transicién de la «economia Aa. Tink... Triklear BR) The lane Fl oVaw Fanden YT wa ode La Edad Industrial (1800-2000) - 171 organica» a la «economia de origen mineral». Wrigley, al ha- plar de energia organica, se refiere a la economia en la que «toda la produccién industrial dependia de materias primas vegetales o animales». La energia empleada en la produccién de materias primas, y en su transformacién industrial en pro- ductos finales, procedia en su inmensa mayoria de la mano de obra humana y de los animales de tiro, dos tipos de insumos organicos. Los molinos de viento y las ruedas hidraulicas pro- porcionaban algo de energia, pero sdlo una pequefia parte de la generada por los insumos orgdnicos. Entonces llegé el car- bén, el primero de los tres combustibles fésiles —junto con el petréleo y gas natural— que se utilizarian a escala industrial a partir de 1800. Al liberarse de la escasez de la energia de base organica, y de los alimentos y granos para pienso cultivados para mantener a las poblaciones humana y animal, la econo- mia pudo despegar. Las estimaciones de Wrigley del consumo energético en In- glaterra y Gales, clasificadas por tipo de insumo y mostradas en la tabla 7.2, son muy instructivas. El consumo total de energia aumenté un 37 por ciento en la primera mitad del siglo xvm; un 124 por ciento en la segunda mitad del siglo, y un 255 por ciento en la primera mitad del siglo x1x. Nétese el alto uso del carbon ya en el periodo 1700-1709, antes de la aparicién de lamaquina de vapor. Probablemente, la mayor parte de este carbén se utili- zaba para calentar los hogares y cocinar. La maquina de vapor de Watts se podia utilizar en toda la economia. Era, por decirlo en términos modernos, una tecnologia de utilidad general (GPT, por sus siglas en in- glés), el tipo de tecnologia que encuentra utilidad en mu- chos sectores econémicos.” Con la maquina de vapor, se podian mecanizar toda clase de herramientas. Sus principa- 69. Wrigley, E. A., Energy and the English Industrial Revolution, Cambri- dge University Press, 2010. 70. Para conocer investigaciones tedricas pioneras sobre las GPT y el crecimiento econémico, véase Bresnahan y Trajtenberg (1995) y Helpman rama les aplicaciones legaron rapidamente a la produccién te; con la mecanizacion del Proceso de hilado y tejido y lain duccién de la produccién industrial a gran escala que pleaba energia de vapor. La metalurgia también se disp. Con unos enormes avances en los alt ‘os hornos de vapor Pi la fabricacién de acero. También se lograron Progresos ciales en el sector del transporte, ci ‘on los ferrocarriles a por, las barcazas fluviales a vapor y los transatlanticos a vapi Tabla 7.2. Consumo de energia (petajoules) 1700-1709 1750-1759 1800-1809 1850-1859 Animales de tiro 32,8 33,6 34,3 50,1 Poblacién 27,3 29,7 418 67,8 Lefia 22,5 22,6 18,5 2,2 Viento 14 28 12,7 24,4 Agua 1 13 41 47 Carbén 84, 140,8 408,7 1.689,1 Total 168,9 230,9 5171 1.835,5 Carbén (% del total) 49,7 61 79 92 Fuente: Wrigley, E. A., Energy and the English Industrial Revolution, Cambridge Uni- versity Press, 2010, p. 27, tabla 2.1, A medida que la energia de vapor redujo drasticamente el coste del transporte, la produccién de carbén, la fabricacién del acero, la produccién textil y otros procesos industriales aumentaron las posibilidades en toda la economia. Una de las reducciones de costes mas importantes se produjo en el sector de la agricultura. Con el transporte maritimo a vapor, se abaraté el precio de enviar fertilizantes orgdnicos desde América del Sur, en concreto, los depésitos de nitrato y gua- no de las aves y murciélagos frente a las costas de Pert y Chi- le. Los ferrocarriles permitieron la apertura comercial de las nuevas regiones agricolas, como las Pampas argentinas, cuya i aciones produccién se destinaba en gran media oles ‘exportacios “ ani | siglo xrx, la cap: l socednicas. Durante e i e var alimentos se disparé, reforzada por los le ier ae of os en la agronomia y la creciente mecanizaci6n de la ag tific cuon el aumento de la produccién de alimentos aan ee i- . a iento de la poblacién. Una mayor cantidad de coms la i. ie a en unas tasas de supervivencia y de fertilida més alté go asd de la economia organica a la cepnoniia 88 oe mento de la poblacis - ‘itié, por lo tanto, un gran aw ' Sia que trecié desde aproximadamente los 600 aie 1700 hasta los 900 millones en 1800, yhasta los 1.601 mae 1n 1900. Se puso fin a las antiguas restricciones al eae gee © : ae poblacién mundial, limitada por la producci6n de alime: omia organica. ae " Ts las figuras L1y 1.3 se muestran sréficamente los ue litos aumentos de la poblaci6n mundial y la pro ny Re capita alcanzados con la Iegada de la Edad ae an bastante claro el punto de inflexién en torno al shot i a tasas de produccién por persona, que durante ee ’ i i Acticamente intactas, ¢1 habian mantenido prac’ nente in ne crecer con el inicio de la industrializacion. Entre el ae oa y 1820, la produccién per cépita media mundial a nt ritmo casi imperceptible del 0,05 por ciento anual. pe eriodo de 1820 a 1900, la tasa de crecimiento era Bi nis alta, al alcanzar el 0,5 por ciento anual. AE ee i6n 1 i ié a un minisculo 0,1 pi blacién mundial, que crecié l aaa anual entre los afios 1000 y 1700, se a 7 8 ae ciento anual entre 1700 y 1820, y después has 2 Oe iento anual entre 1820 y 1920. En resumen, la e one 5 ndial habia logrado un gran avance hacia el creci ee ceonémico moderno, y la poblacién mundial se dispar par que los ingresos. éPor qué empezé6 la industrializacién en Gran Bretafia? Qué hizo posible el invento de Watt? éPor qué Gran Bretafia se industrializ6 primero y se puso a la cabeza? Sin duda, Gran Bre- tafia no era la tinica patria de los cientificos. Yo diria que Italia ha de ocupar un lugar de honor, con Leonardo da Vinci y Galileo como principales impulsores de la revolucién cientifica europea, Se podria citar al polaco Copérnico, de principios del siglo xvi, y su aportacion de una de las ideas clave —el universo heliocéntri- co— que hizo que Galileo, y después Newton, pensaran en una nueva fisica. Y se podrian citar los grandes avances en la gober- nanza y el comercio de Holanda como precursores de la propia revolucién comercial britanica, Después de todo, fue la invasién del monarea holandés, Guillermo de Orange, en 1688, la que le dio a Gran Bretafia su Revolucin Gloriosay le despejé el camino hacia las instituciones capitalistas modernas. Lo que Gran Bretafia ofrecia era una extraordinaria mezcla de condiciones favorables que, posible el invento de Watts y des volucién industrial no fue un suc se ala vez varias condiciones pi trializacién autosuficiente yel La singularidad de Gran Bre tomadas en conjunto, hicieron spués su rapida adopcién. La re- eso corriente. Tuvieron que dar- ara lograr despegar hacia la indus- crecimiento econémico continuo. tafia reside en haber juntado por primera vez todas las piezas necesarias. Tal vez la dinastia Song en China, aproximadamente un milenio antes, ofrecié unas cir- cunstancias similarmente Propicias, pero carecié de la chispa necesaria para poner en marcha la industrializacién. La primera condicién en Gran Bretafia era el entorno intelec- tual, en el cual se respetaban, e incluso reverenciaban, la ciencia y el empirismo. Fue en Gran Bretafia donde el tedlogo y filésofo Roger Bacon predicé, en el siglo xm, una filosofia del conoci- miento empirico de la naturaleza, y donde su tocayo y quiz pa- riente lejano Francis Bacon presentd, en el siglo xvn, la idea del Progreso humano a través de la tecnologia y la ciencia basada en el método experimental. Este enfoque empirico apuntald la nue- va fisica que llegé con Galileo e Isaac Naurtan an a 4 : «La Como escribié el poeta Alexander Pope sobre Newton: : valeza ylas leyes de la naturaleza yacian ocultas en. yoke. api0 Dios: iH4gase Newton!, y todo fue luz. Newtonexpie me a ¢ fisica e hizo posibles muchos mos con esta nueva Q chia ‘ a cientificos posteriores. Newton llev6 a ae “ = ° nla Universidad de Cambridge, una institucion que hey ae ae ienci asi Las universit i i mn las ciencias basicas. mniversid ; aa een fundamentales para la industrializacion. La pepe stone i i mentos en la Universi i i un laboratorio de instru Univ oe gle ae donde Watt pudo realizar sus trabajos Reet: oS 7 S mucho ‘sobre Ja base intelectual de los progresos t eel’ a oY ‘Watt era muy respetado por sus avances; ne mien es Ta Sociedad Real de Edimburgo y dela Academia Francesa, otras instituciones. a asiesontes. Tata i o no fueron torno intelectual y el apoys > fueron suf te an contaba con una gloriosa tradicion cientifica y fete : A 5 vel tuivorsttaa, pero en Gran Bretaha hubo Factores ee tes Otro elemento clave es que Watt se peopaee sa en " fi 6 epto tecnoldgico, sinc ogia no s6lo como concepto t ae — pect empresarial. Su objetivo era ganar a 2 a efecto, lo consiguié. Gran Bretafia ofrecia un es apeae : bien desarrol instituciones de mercado estaban 1 a ee protegia desde hacia mucho tiempo la propiedad An on teavée del sistema de patentes. Sobre esa base, wes Pa ete capital privado, en especial el de su socio comercial rahi ee vhnefpa Richard Boulton. Watt y Boulton necesita ee ter sus derechos de patente contra las infracciones i iciones. . ibunales atendieron sus peticio: 1S. snaitnele " tn snvestigacion cientifica, las universidades y las = ia es de mercado tampoco eran suficiente. De hecho, pod isos se que Holanda habia logrado esa mezcla antes que oe = fia. Pero Gran Bretafia tenia algo que no vonia HOE a one El carbén de facil acceso fue la clave, y no solo é! ve me industria del carb6n. Gran Bretafia Mevaba = ie = on do el carb6n para calentar las casas y cocinar y, por '0 > rciali- : 7 sporte y come! i su extraccion, tran: . Ullal ran experiencia C0 Si eee cardivavia TTn.ecomoriista que hablara en términos hipotéticos podria decir: «Bueno, si no hy biese sido el carbén, habria sido otra cosa, tal vez el petréleo o g] Sas». Pero primero tenia que ser el carb6n, para hacer Posib] los demas combustibles fosiles. E] motor de combustién interna, y la turbina de gas, mucho més complejos, se construyeron a bos a partir de la maquina de vapor, y ninguno de ellos pod haber aparecido sin las décadas de progreso en la mineria, lam talurgia, la fabricacién de maquinaria ylas tecnologias de moto- tes posibilitadas previamente por la maquina de vapor a base d¢ carbén. q Sin embargo, ni siquiera el empirismo y el punto de vista. cientifico, las universidades y las instituciones de mercado y la accesibilidad y experiencia relativas al carbén, podian explicarlo todo. La maquina de vapor result6 ser muy rentable porque Gran Bretafia formaba Parte de un sistema de comercio mundial, res- paldado por empresas multinacionales —ejemplificadas por la Compafiia de las Indias Orientales— que podian transportar — productos basicos como el algodén, que se podia transformar en textiles en las nuevas fabricas britanicas a vapor. Dicho con otras palabras: Watt tenia un inmenso mercado Ppotencial, y no sélo una idea y el acceso a una patente y al carbén. La industrializacién auténoma despegé sdlo una vez en la historia de la humanidad: en Gran Bretafia, en los siglos xvm y xix. Desde entonces, todas las demas industrias son descendien- tes de las tecnologias, leyes societarias y mecanismos financieros del gran avance de Gran Bretafia. Antes de la revolucién indus- trial de Gran Bretafia, habia otros lugares con una industria de- sarrollada —textiles, produccién de hierro, maquinaria—, pero ninguna se habja liberado de la economia organica. Tal vez Chi- na fue, durante el Song 0 el Ming, la mejor situada para adelan- tarse a Gran Bretaiia. China también tenia mercados, comercio, conocimientos cientificos y tecnolégicos y carbén, aunque me- nos accesibles. Quiz4 no hay ninguna razon fundamental por la que Gran Bretafia adelanté a China en la industrializacién. La historia de la humanidad, como la evolucién natural, esta sujeta alos accidentes y al azar, Una analogia util, quiza, sea el comienzo de la propia vida en la Tierra. Los cientificos sospechan que la vida surgié de une : rf i i jas: ‘iales organicos — ia t stancias: materi: fluencia tinica de circun: ae capecial el ARN autorreplicante—, una fuente de nan . au del océano— y - A nntes termales en el fondo a : Se a verenisadas de los componentes de una primera a im —como una membrana lipidica y una hebra de Ay aut 7 : licante—. De algitin modo, las piezas del rompecal net : mo taron solas. No debe de haber sido un proceso probable. Pusita que toda la vida actual parece tener un enizpasadia co- mnin, con la misma quimica en el ADN, es posible que ol surg miento de la vida autorreplicante se produjera una ‘a = . ie i i 1 crecimiento econ Lo mismo parece ocurrir con e! ex mn < nomo. Se necesitaron varias condiciones aera Pie Ai denar la Revolucién Industrial. : Bretafia para desenca aes bbe ializaci i Estados Unidos, Europ: industrializacién posterior, en tad r tal Rusia, Japén, China y ahora Africa, puede seguir el a ‘e su propié linaje industrial a un tinico ancestro comun: Watt y maquina de vapor en Glasgow en 1776. El crecimiento endogeno y las ondas de Kondratiev La maquina de vapor fue tan decisiva para desencadenar pa vances en la produccién industrial, la fabricaci6n precisa € a 7 numerables usos de la nueva energia de vapor ve EO i6 descubrimientos. El profesor a accion en cadena de nuevos il pre a tin Weitzman, de la Universidad de a sefial6 a Nas i i orar a las tecnologias at novaciones se pueden incorp 0 Seen i ibridacié ideas», es decir, coml ante la innovacién ~ mayor tamafio de mercado— como «crecimiento endégeno». E] economista Paul Romer aporté una rigurosa explicacién ma- tematica del crecimiento endégeno en la década de 1980 y reci- bid el Premio Nobel de Economia por su logro. La maquina de vapor y el avance hacia una economia de ori- gen mineral desencadenaron un proceso de crecimiento endége- no que, hasta la fecha, dura mas de dos siglos. El PIB mundial per capita, que apenas varié durante siglos antes de la era de la industrializacion, ha crecido de forma rapida y bastante cons- tante desde 1820. El combustible de ese crecimiento sostenido ha sido una continua ola de avances tecnolégicos, muchos cons- truidos a partir de tecnologias previas mediante la hibridacin, y otros con la introduccién de nuevas ideas y enfoques. Estas oleadas tecnolégicas suelen agruparse en distintas fa- ses, de forma muy parecida a como se agrupan Jas edades de la globalizacin. La primera teoria de las oleadas tecnolégicas fue del economista ruso Nikoldi Kondratiev, escrita en la década de 1920. Identificé las principales oleadas tecnolégicas, que llegan aproximadamente cada cincuenta 0 sesenta afios. Cada oleada genera una nueva era de inversiones empresariales que impul- san la economia y contintian la senda del crecimiento econémi- co. En la figura 7.2 se muestra una interpretacién de las «ondas de Kondratiev», realizada por Wilenius y Kurki.? Figura 7.2. Ondas de Kondratiev, 1823-2019 pos 28 onda de Kondsties 6 vondadeKoadritey onda de Kondritier 1990.80 18901990 190-970 asro-2010 010-2050 acer crea, nc Henao | 5 LugeaggeanguGeeaHenQQuseROSSRESEAOSENEGGENEED(DEE2 Fuente: «Rolling 10-year return on the S&P 500 from Jan. 1814 to June 2019 (in % per year)». Datos de Datastream, Bloomberg, Helsinki Capital Partners (ilustraciGn) y Mar- ku Wilenius. En esta representaci6n, la maquina de vapor da lugar a la primera onda (1780-1830). A ésta le sigue una segunda onda de inversiones en ferrocarriles y acero (1830-1880), ambos depen- dientes de la m4quina de vapor, adems de otras nuevas tecnolo- 72. Wilenius, M. y Kurki, S., «Surfing the Sixth Wave: Exploring the Next 40 Years of Global Change», 6th Wave and Systemic Innovation for Finland: ‘Success Factor for the Years 2010-2050 Project, Universidad de Turku, Centro de Investigacion de Futuros de Finlandia, 2012. gias. La tercera onda es la era de la electricidad —basada en descubrimientos de Faraday de la induccién electromagnética- y la quimica moderna (1880-1930). La cuarta onda se basa en automévil —y en el motor de combustion interna— ylos pro tos petroquimicos: la era del petréleo, podria decirse (193 1970). A ésta le siguié una quinta onda, basada en las tecnologias de la informacién y las comunicaciones (TIC), hasta alrede- dor de 2010. Por tiltimo, Wilenius y Kurki identifican una sexta onda de «tecnologias inteligentes», que incluyen la robética y la inteligencia artificial, para los afios 2010-2050. La columna de color rojo mide la rentabilidad financiera anual durante diez afios utilizando el indice S&P 500. Su argumento consiste en que cada — onda tecnolégica da lugar a un aumento de los precios en el mer- cado de valores, lo que indica la rentabilidad futura y el incentivo | para invertir. Al final del ciclo tecnolégico, el rendimiento vuelve a caer a cero, a la espera de una nueva innovacién tecnolégica que ponga en marcha el siguiente ciclo de inversién. Otro uso reciente no identifica seis, sino cuatro etapas de industrializa- cién: (1) la energia hidraulica y de vapor; (2) la electricidad yel motor de combustién interna; (3) las tecnologias de la informa- cin y las comunicaciones, y (4) la fusion de las tecnologias, com- binando TIC, tecnologias biolégicas como la gendémica y los nue- vos materiales (por ejemplo, las nanotecnologias).”* La difusién de la industrializacién en Europa La industrializaci6n briténica empezé a mediados de la década de 1700 con la maquina de vapor de Newcomen y otras innova- ciones en los sectores textil y metaliirgico. Sin embargo, la in- dustrializaci6n no levanté definitivamente el vuelo hasta el final de las guerras napoleénicas. En 1820, Gran Bretafia y Holanda estaban a la cabeza de Europa en PIB per capita —medido con un conjunto coherente de precios internacionales, segtin los da- tos desarrollados por el historiador Angus Maddison—, pero la precha era moderada. La tabla 7.3 resume la historia del siglo XIX, Los ingresos por persona de cada pais se muestran en relaci6n con los de Gran Bretafia, al que se le ha asignado un valor de in- dice de 100. Un valor de 70, por lo tanto, significa un ingreso cApita que equivale al 70 por ciento del de Gran Bretafia. a 4820, Gran Bretaiia lideraba al resto de Europa, con laexcepcién de los Paises Bajos, que se mantuvieron en 108. Entre 1820 y 1850, el crecimiento de Gran Bretafia y los paises jeercanos, one Francia y los Paises Bajos, fue, por lo general, més rapido que de otros paises mas lejanos, como Espaiia, Italia, Gran Sree Finlandia. Llegado 1900, habia un gradiente de distancia as- tante claro. De media, cuanto més cerca estaba un pais de Gran Bretafia —medido por la distancia directa entre las respectivas capitales nacionales—, ms alta era su renta per capita en 1900. Tabla 7.3. PIB per capita, ajustado a PPA, paises y afios seleccionados (RU = 100) 1820 1850 1870 1900 100 Reino Unido 100 100 100 64 Francia 67 69 59 6 Paises Bajos 108 102 86 7 40 Espaiia 59 46 38 6 64 Europa occidental 70 67 2 China 35 26 W 13 India 31 23 7 Japén 39 29 23 26 91 Estados Unidos 1 7 i Afric 25 - 16 13 ica 25 América Latina a1 - a Lo que observamos es un proceso de difusién geografica. La industrializacién comenzé en Gran Bretafia y, con el tiempo y de forma gradual, se trasladé al resto de Europa; por lo general, las regiones mas alejadas se industrializaban en una fecha mas tardia. Se parece un poco a dejar caer una piedra al agua: las ondas discurren hacia fuera en circulos concéntricos, de modo que el impacto se siente primero cer- ca de donde ha caido la piedra, y sdlo después a mayores dis- tancias. éCual es la raz6n de esta difusién gradual? Recordemos que la industrializacién de Gran Bretafia tuvo varios cimien- tos: un mercado para los productos industriales, el acceso al carbon y al transporte, las habilidades industriales y los cono- cimientos tecnoldgicos. Estos también fueron requisitos pre- vios para las posteriores incorporaciones a la industrializa- cién. Necesitaban un mercado para su produccién, y Gran Bretafia proveia a menudo ese mercado; necesitaban acceso al carbén, que podia provenir de sus propias minas o de envios desde Gran Bretafia u otros lugares mineros; necesitaban transporte, que tendia a ser mds costoso en las rutas terrestres de Europa central y oriental que en las rutas maritimas de las economias costeras; y necesitaban habilidades industriales —empezando por la alfabetizacién y la aritmética— y conoci- mientos tecnoldgicos. Para cada uno de estos requisitos pre- vios, la proximidad a Gran Bretajia, el pafs de la gran indus- tria, era de gran ayuda. E] resultado fue la propagacion de una ola de industrializacién, primero hacia los vecinos cercanos de Gran Bretafia —Bélgica, los Paises Bajos y Francia— en los afios 1820-1850, y después hacia paises mds lejanos —como Escandinavia, Alemania, Italia y Espafia— en la segunda mi- tad del siglo, para llegar finalmente a Europa del este y Rusia a finales del siglo xrx. Por supuesto, las particularidades nacionales también im- portaban. Algunos paises tenian carbén, y otros no. Un pais como Suiza podria aprovechar la energia hidroeléctrica una vez que se conociera la tecnologia. Algunos, como Francia y los Paises Bajos, tenian mercados nacionales desde el princi- pio, mientras que otros, como Italia y Alemania, no fueron naciones unificadas hasta alrededor de 1870. Y algunas partes de Europa, en particular Europa del este, atin tenian institu- ciones precapitalistas de servidumbre que debian ser elimina- das antes de que se pudiera poner en marcha una industriali- zacion basada en el mercado. Sin embargo, fue Gran Bretafia la que marcé el ritmo y sirvié de modelo para todos estos pai- ses. Proporcion6 las tecnologias, el capital financiero, los co- nocimientos técnicos y el mercado para impulsar los ingresos de las naciones rezagadas. La gran divergencia global La Edad Industrial de la globalizacién amplié radicalmente la brecha entre el Atldntico Norte —Europa occidental y Estados Unidos— y el resto del mundo en términos de ingresos, pro- duccién industrial y poder militar. Desde 1500, Europa occi- dental habia logrado importantes avances en muchos frentes, incluidos el poder militar, las conquistas globales, el tamafio de la industria y la produccién y el comercio internacionales en muchos sectores, entre ellos el del algod6n, el azicar yel tabaco. Para 1820 —seguin las estimaciones de Maddison— ya se habia abierto una considerable brecha en la produccién por persona entre Europa occidental y Asia. Los ingresos per capi- ta en China, la India y Japén rondaban los 600 délares (en délares internacionales de 1990), frente a la media de Europa occidental de unos 1.200 délares y el liderazgo mundial de Gran Bretaiia, con alrededor de 1.700 délares. Con la indus- trializacién posterior, esa brecha se amplié drasticamente en el siglo xix. La figura 7.3 resume la dramatica historia comparando las dos naciones industrializadas mas dindmicas —el Reino Unido y Estados Unidos— con otras regiones del mundo. Vemos tres grupos de resultados. El Reino Unido y Estados Unidos mantu- vieron el liderazgo mundial, con unas economias al alza que alcanzaron unos ingresos per c4pita de aproximadamente cin- PIB per capita macionales Geary-Khamis de 1990) (dolaces inten 8 sail-délaned en 1913. América Latina y Japén formaban emp ado a comin crecimiento econémico mucho m ! se} i i ingresos que en 1913 habian engni oe a 7 srupe eeastedo se encontraban Africa, China y la India, coal “ ene ‘perimentaron ningtin aumento en la produccién, aélaes en 119, Porlo tant, en I9ia las des ne eo i , , las dos naci bes fio ume Sy per cépita unas ocho veces mae aad wae om china y “ India. Sélo Estados Unidos, con alred -_, pone le habitantes, tenia una mayor producci6n y ‘a India juntos, con unos 750 millones de habitantes, Figura 7.3. Divergencia econdmica de los principales Paises y regiones, 1820-1913 Bene Mean, A. «Statistics on World Population, »», Historical Statistics, 3 (2010), pp. 1-36. , GDP and Per Capita GDP, La historia de la diver, i ‘gencia entre Euro; i o , 1 pa y Asia es el “ ams “ la economia mundial del siglo x1x, Este es el periodoen q mundo caerfa en manos de las potencias del Atlantico Norte, pri fii primero Gran Bretafia y los demas imperios europeos, y después, en el siglo xx, de Estados Unidos, en especial tras la Segunda Guerra Mundial. Sélo con el rapido crecimiento de Chi- nay la India hacia finales del siglo xx empezaria Asia a reducir Jas enormes brechas de ingresos relativos y poder abiertas en el siglo xix. Uno de los factores que determinaron los patrones mundia- Jes de la industrializacién fue la presencia 0 Ja ausencia de car- bon, y después, en el siglo xx, de petrdleo o gas natural. Los luga- res cercanos a depésitos de carbén solian industrializarse antes, mientras que las regiones alejadas de ellos se industrializaban mucho més tarde. Como se ve en el mapa 7.1, entre las regiones del mundo me- jor provistas de carbén estén Europa occidental, Estados Uni- dos, Australia, Rusia, China, la India, Indonesia, Sudafrica, los ‘Andes y el sureste de Brasil, mientras que la mayor parte del Africa tropical y gran parte de la América tropical carecen de depésitos de carb6n. La primera fase de la industrializacién ba- sada en el carbon comenzé en Europa occidental en la primera mitad del siglo xix, siguiendo la estela de Gran Bretafa. Unas décadas mas tarde, en la segunda mitad del siglo xrx, continud en Estados Unidos, Australia, Japén y Rusia y, finalmente, en el siglo xx, se extendié a otras regiones carboniferas. En el siglo xx, tras el invento del motor de combustién interna y la turbina de gas, contar con hidrocarburos fue una ventaja no sélo para la produccién de petréleo y gas, sino también para el desarrollo de Jas industrias petroquimicas y otros sectores con un alto consu- mo energético. El drama asiatico: China, la India y Japon. Es vital comprender la historia de Asia frente ala industrializacion europea y estadounidense, porque conformé el mundo que hemos heredado y que ahora atraviesa un rapido reordenamiento. China, un orgulloso imperio con un impresionante 37 por ciento de la poblacién mundial en 1820, se vio humillada por paises cuyo ta- mafio no Ilegabaa la décima parte del suyo. Aunque China evité la colonizaci6n directa durante el siglo xrx, no evité el caos, la derrota militar o las usurpaciones imperiales europeas de su soberania. A Ja India, con un 20 por ciento de la poblacién mundial, le fue atin peor. Desde mediados de la década de 1700 en adelante, la India fue absorbida paso a paso por la Compaiiia de las Indias Orienta- les y, en 1858, cayé completamente en las garras del Imperio brit4- nico, que asumié oficialmente el gobierno colonial de la Compa~ fia. Japon fue un caso de relativo éxito en Asia, ya que no sdlo preservé su soberanja, sino que logré iniciar una senda de indus- twializacién a finales del siglo xix, a pesar de que su nivel de ingre- sos era mucho menor que el de Europa. A fuerza de su industriali- zacién, Jap6n se convirtié en la potencia militar de Asia desde finales del siglo xix hasta su derrota en la Segunda Guerra Mun- dial. Dar cuenta de estas diferentes trayectorias es una de las gran- des tareas de la historia econémica y politica. La historia de la China del siglo xrx comienza en realidad en 1793, cuando el emperador chino rechazé a una delegacion bri- tanica que trataba de abrir el comercio entre Gran Bretafia y China. El emperador Qing no le veia ninguna ventaja a la peti- cién, y mando a la delegacién de vuelta a su casa con las manos vacias. En 1816 fracasé otra delegacién similar. La siguiente vez que volvié Gran Bretafia, lo hizo con 4nimo de venganza, e inicié las tristemente famosas guerras del Opio con China en 1839. Esta vez, Gran Bretafia no acepté una negativa como respuesta. China seria obligada a abrirse al comercio britdnico; no sélo el normal, sino también el del opio procedente de la India y vendi- do por los comerciantes britanicos. Cuando las autoridades chi- has se negaron y trataron de confiscar el opio Ilevado a sus aguas, los britanicos respondieron con la guerra. Una fuerza expedicio- naria britanica lanz6 varios ataques contra ciudades costeras y puertos, que culminaron con el Tratado de Nankin de 1842, el cual estipulaba la apertura comercial de cuatro puertos —inclui- do el de Shangh4i— y la transferencia de Hong Kong a Gran Bre- tafia «a perpetuidad». Cuando Gran Bretafia aumenté sus de- mandas en la década de 1850, estallé la segunda guerra del Opio (1856-1860). Esta vez, las fuerzas anglofrancesas entraron en Pekin e incendiaron el Palacio de Verano. La incursion de los imperialistas europeos hizo me Chine a na econémica, y ya no se recuperaria hasta ma ee acoyuts, Con la dinastia Qing humillada y debiliteda por las pérdidas de la primera guerra del Opio, estallé une re} a lion interna entre 1850 y 1864. Conocida como la Rebel i ° ‘ai: ping, enfrent a la dinastia Qing contra los seguidores: de sa autoproclamado hermano de Jesucristo. La rebelién acal ° con virtiéndose en una guerra total que se saldé con decenas le Fe Tlones de muertes. China intentaria recuperarse del ane le- rramamiento de sangre y adoptd varias reformas en la pa parte del siglo xrx como-parte de un «movimiento de ane ae lecimiento» para hacer frente a los europeos, pero a nas’ ‘ Qing nunca fue capaz de formular un programa de rel formas id herente ni de resistirse alas crecientes demandas de los imperiar listas europeos. Sin embargo, estallé otra rebelién en em con . tra las concesiones hechas a los europeos, y este jam. ‘ «Levantamiento de los béxers» condujo una vez mas & que = potencias europeas hicieran una gran demostracion de pee Protocolo Boxer, impuesto por las potencias europeas en ° F permitia a las potencias extranjeras desplegar sus tropas en - kin y también le exigia a ésta el pago de una indemnizacion a oer antoeidad dela dinastia Qing termind viniéndose abajoen 1912, y Sun Yat-sen declaré Ja Republica de cnn pero, me 4 més, la oportunidad de emprender el orden, la re! forma y a rrollo econémico cedié en pocos afios al desorden main Bs tado chino se fragment6, y los sefiores de ja guerra compat ee. por el territorio y el poder. En 1927, el gobierno nacionali at z6 varios ataques contra el Partido Comunista de China, a . provocé una guerra civil que duraria hasta 1949. Ji pon a China en 1931 y ocupé con brutalidad varias partes de pee la derrota de Jap6n en 1945, al final de la Segunda Guerra i dial. Las fuerzas comunistas de Mao Zedong derrotaron a d fuerzas nacionalistas de Chiang Kai-shek en 1949 y proclamaro: iblica Popular China. . " eae ae cesé la agitacién en China. El pucro Pa tado se embarcé en los afios cincuenta en una economia le p) nificacién centralizada de estilo soviético, pero Mao, impacien por ver resultados a finales de la década, puso en marcha el G1 Salto Adelante para acelerar la industrializacién. El result fue el caos y el hambre, ya que se ordené a los agricultores q abandonaran el campo y dedicaran sus escasos recursos y su tra. bajo fisico a la ilusién de Mao de construir una naci6n a base construir pequefios altos hornos en los patios de las casas producir acero. Se estima que pudieron morir de hambre h cuarenta y cinco millones de personas. Sin embargo, Mao no aca~ ‘bé con la agitacién, ya que luego puso en marcha la Revolucién Cultural, que dio lugar a otra década de caos, desde 1966 hasta su muerte en 1976. Hasta 1978 —ciento treinta afios después de la | primera guerra del Opio—, China no se embarcé finalmente las reformas econémicas orientadas al mercado y en su transfor- maci6n. China era entonces una economia agricola empobrecida con una renta per cépita muy inferior a la décima parte de la de Europa occidental. La saga de la India también es la de una larga decadencia. En el siglo xvn, la India era un Estado unificado bajo el régimen mogol. Albergaba a alrededor del 25 por ciento de la poblacién mundial y producia aproximadamente una cuarta parte de la produccién global. La India era, de lejos, la mayor nacién manu- facturera del mundo, y sus productos textiles eran admirados y codiciados por los consumidores europeos. Sin embargo, desde esa ventajosa posicion, la India experiments, al igual que China, una catastr6fica y continua disminucién de su renta per capita en relaci6n con las naciones industrializadas y de su proporcién de la economia mundial, hasta que empezo a recuperarse duran- te la segunda mitad del siglo xx. La decadencia de la India empezé con miltiples desafios al régimen mogol a finales del siglo xvu. En el oeste de la India, va- rios poderes desafiaron al régimen mogol, entre ellos Persia, una confederacién sij en el Punyab y el emergente Imperio maratha en la meseta del Dec4n. Los marathas derrotaron a los mogo- Jes en varias guerras y extendieron su control sobre gran parte de Ja India. En Bengala, al este, la Compafiia Britanica de las Indias Orientales, con su propio ejército privado, derroté al estado go- atalla de Plassey, en 1757, lo que Je dio ala com- a octal efectivo y la autoridad fiscal sobre Bengala. “ mpafifa también logré derrotar a Francia en varias batallas alo ‘ares de la costa sureste en masoo de la a mundial de los i fi égimen estaba tocando a su fin. enn tou de Plassey a la rebelion india de 1857, la Compajiia Briténica de las Indias Orientales libr6 sumaincra ics batallas de conquista —incluidas tres guerras con él rape maratha entre 1775 y 1818— para hacerse con el contro! “ s India. El mandato britanico fue duro y Lael rs i pador, caracterizado por las hambrunas yla impiedad a mas trativa que contribuyeron a Jamuerte de millones de Personas, ; descarada corrupcion de los funcionarios de Ja compania et gobierno britanico a asumir un control parcial de los asuntos y Z politicas dela empresa hacia finales del siglo xvi, de modo re mandato britanico en la India en la primera mitad de lade sa de 1800 obedecia a la autoridad mixta de la compafiia yla con na. En 1857, una rebelién india contra el mandato britinico e decisivamente derrotada, y el gobierno ‘britanico asumi6 aa trol directo de la India y cred el Raj Britanico que gobernaria India hasta su independencia del régimen colonial en 1947. ; Las politicas econdmicas debilitaron decisivamente Ja oe mia y la sociedad. Como narra vividamente el pees me sannan Parthasarathi, el proteccionismo comercial “ 7 oe tafia alo largo del siglo xvi dejé fuera del mercado a los fami sos textiles de la India, lo que acabo conduciendo a la miseria a - Jones de hilanderos y tejedores en el siglo xix. Lejos de = om victoria del libre mercado, Gran Bretafia derrot6 ala in lus 8 textil india en el siglo xvu mediante una serie de ed que inclufan unas prohibiciones cada vez mas estrictas sobre las ~ portaciones de textiles indios. Parthasarathi resume la secuen' de las medidas politicas de la siguiente manera: Desde finales del siglo xvu,, la manufactura algodonera a expandié junto con las politicas estatales proteccionistas. La pro! _ bicion de importar telas indias pintadas 0 estampadas en ns e dio un gran impulso ala industria priténica del estampado de telas, a la que se le otorgé el derecho exclusivo de abastecer el mercado interno. La prohibicién de importar calicé blanco indio en 1721 lle- v6 a los fabricantes briténicos a buscar y a desarrollar un sustituto de fabricacién local para lo que antes se importaba del subconti- nente. Esta busqueda dio frutos en la década de 1770, cuando se inventaron la hiladora hidraulica de Arkwright y después la mula de hilar de Crompton. Pero la era del proteccionismo no habfa ter- minado. Los aranceles a las importaciones de muselina india ayu- daron a los fabricantes de muselina briténicos a ampliar y mejorar sus capacidades. Las politicas comerciales fueron parte integral del desarrollo de la industria algodonera britanica.” Desde 1858 hasta la independencia de la India, las medidas bri- tdnicas tuvieron como objetivo convertir a ésta en proveedora de materias primas para el mercado britdnico, en vez de que compitie- ra con la industria britanica en la produccién de textiles acabados. Gran Bretafia goberné sin piedad el campo, y se mantuvo imperté- rrita ante unas multiples hambrunas que reflejaban la mezcla dela naturaleza y el abandono britanico de las vidas de los indios. Se desatendieron los servicios basicos de salud, educacién y ayuda ali- mentaria, dejando en la estacada a una inmensa poblacién de cam- pesinos empobrecidos y en gran parte analfabetos. Si bien hubo bolsas de industrializacion —como en el sector del acero—, en la primera mitad del siglo xx, la industrializaci6n y el desarrollo de la India tuvieron que esperar a su independencia politica. Alrededor de la época de la independencia, la tasa de analfabetismo de la In- dia se situaba entre el 80 y el 85 por ciento, y su esperanza de vida media en el periodo 1950-1955 era de treinta y siete afios.” En Asia, la industrializacin slo se produjo en un lugar en el 74, Parthasarathi, P., Why Europe Grew Rich and Asia Did Not: Global Economic Divergence, 1600-1850, Cambridge University Press, Cambridge, 2011, p. 131. 75. Para consultar las estimaciones sobre el analfabetismo en la India y otros paises en torno a 1950, véase Division de Estadisticade la Unesco, «World Illiteracy Mid-Century: A Statistical Study» (1957); sobre esperanza de vida, véanse los datos de la Division de Poblacién dela ONU, disponible en: . siglo xrx: Japén. Sélo Japon pudo evitar el sometimiento al do- minio europeo y emprender medidas de reforma interna para impulsar una industrializacion temprana. E] éxito de Japon re- flejaba una mezcla de su historia, su geografia y unas reformas eficaces ante las amenazas imperialistas procedentes de Europa y Estados Unidos. Las primeras etapas de la historia moderna de Japén se remontan a 1603, cuando el lider de un clan, Tokugawa Ieyasu, pudo unificar Japon bajo su dominio feudal. El shoguna- to Tokugawa goberné desde 1603 hasta 1868. El sogtin, o jefe militar, gobernaba desde Edo —la actual Tokio—, mientras que el emperador gobernaba simbdlicamente en Kioto. En 1635, Ja- pon redujo drasticamente los contactos y el comercio internacio- nales para frenar la creciente influencia del cristianismo y de las potencias occidentales en la politica y la sociedad japonesas. El comercio se limité a unos pocos puertos y a los barcos entrantes desde China, Corea y los Paises Bajos. La era Tokugawa fue un periodo de paz interna y de extraor- dinario desarrollo de la cultura, la educacién basica, la intensifi- cacién agricola, la urbanizacion y la protoindustria, aunque era muy trabajosa. Segtin las estimaciones de Maddison, la pobla- cin japonesa crecié de los 18,5 millones en 1600 hasta los 34,4 millones en 1870. Se calcula que, a finales de Ja era Tokugawa, entre el 40 y el 50 por ciento de los hombres y entre eli5y el 20 por ciento de las mujeres estaban alfabetizados, una tasa nota- blemente alta para la época. Ya en 1750, Edo (Tokio) tenia una poblacién de alrededor de 1,2 millones, y las de otras cuatro ciu- dades —Osaka, Kioto, Nagoya y Kanazawa— superaban cada una los cien mil habitantes. El desarrollo de los acontecimientos a partir de 1853, cuando los buques militares estadounidenses al mando del comodoro Perry entraron en la bahia de Edo, figura entre Jos mas sorpren- dentes de la historia. Perry exigia derechos comerciales para Es- tados Unidos del mismo modo que las potencias europeas habian exigido el acceso alos mercados de China y la India. Japon, como China y la India, se enfrenté a la amenaza decisiva del régimen imperial occidental, pero sélo ella pudo responder internamente con la velocidad y la constancia que le permitid mantener a raya alos forasteros, prote; i 0 5 ger la soberania de Japon e inici do de industrializacién exitosa. Sep inca La Seografia fue un factor en el chipiélago, Japon pudo defenders éxito de Japén. Al ser un q ‘e mejor de la invasién, Lap deat nada temprana; y, al ser una sociedad con una ai ensidad demografica y Parcialment i a ‘ ‘e urbanizada, Japé instaurar reformas econémii iti oad ; ; for < cas, politicas y sociales de fc cho mas decisiva y efectiva que China o la India. A faeread na suerte y de buena estrategia, Japén mantuvo un frente i El acontecimiento crucial se grupo de eos ve wee viajaban por todo el mundo para establecer nue- relaciones diplomaticas con E, e Matic ‘uropa y Estados Unid estudiar las buenas practicas del extranjero como base pana Tas m n resultado fue una exitosa transformacién, casi integra- a ee con la excepcién de una efimera, revuelta, la rebe- ie le Satsuma en 1877. Se podria considerar este resultado ° nO una “tevolucion capitalista» contra el feudalismo de la era ‘awa. La industria empezé a 1 Tecer, se construyé infraes- : : ; yO infraes. Tuctura, los expertos extranjeros Ilevaron a Japon las nuevas tecnologias de maquinaria y se crearon universidades imperia- Jes; para la década de 1890, Japén se habia convertido en la po- tencia industrial de Asia. Entre 1870 y 1890, el PIB per capita de Japén crecié a una tasa anual del 1,6 por ciento. Los resultados en términos de fuerza militar quedaron demostrados por la de- rrota japonesa de China en la primera guerra sino-japonesa de 1894-1895, que establecié el control imperial de Japén sobre TaiwAn. Después Japén derroté a Rusia en la guerra ruso-japo- nesa de 1904-1905 y establecié su dominio imperial sobre Corea en 1905. Si bien Japén todavia estaba muy atrasada respecto a Europa y Estados Unidos en renta per capita, en 1913 era unas 2,5 veces mayor que el de China. Europa se traga a Africa A pesar de que Africa era la parte mds pobre y menos industria- lizada del mundo, y de que los europeos habian esclavizado a los africanos durante siglos, fue el tiltimo continente que se enfrenté a la embestida total del dominio colonial europeo. Hasta el final del siglo xrx, la presencia imperial de Europa en Africa consistié en una serie de colonias en el norte y el sur de Africa y algunos puntos de comercio y fuertes a lo largo de las costas de Africa oriental y occidental. El interior de Africa era en gran parte ajeno al control —e incluso el conocimiento— de Europa. La raz6n mas importante era la biogeografia de las enfermedades. En el Africa tropical, con su clima y sus innumerables reser- vorios animales, habia presentes muchas enfermedades morta- les y debilitantes para los seres humanos y animales, incluidos los caballos. La malaria por P. falciparum, transmitida a los se- res humanos por el mosquito Anopheles gambiae, creé una ba- rrera contra la conquista europea. La tripanosomiasis africana, también conocida como «enfermedad del suefio» y transmitida por la mosca tsetsé, afecté a los caballos y al ganado de toda Afri- ca central. Fue con el descubrimiento de la prevencién y la cura de la malaria en particular cuando Africa cay6 presa de la voraz competicin imperial de Europa. La cura para la malaria se descubrié en Perti. Los indigenas peruanos bebian mate, o infusién de té, de la corteza del 4rbol de la quina como remedio para la fiebre. Los britanicos se entera- ron de la existencia del mate, robaron las semillas del Arbol dela quina y empezaron a cultivarlo en Inglaterra, El agente antima- larico activo en el mate era la quinina, una sustancia amarga con la capacidad de prevenir y curar la malaria. Atin mejor, la quini- na se podia mezclar con ginebra y obtener la bebida perfecta para un porche colonial. El gin-tonic no sélo alivié el paladar europeo, sino que allané el camino a la conquista europea del interior del Africa tropical a partir de la década de 1880. Eso, y ues ames mejores oelaida Ja recién desarrollada ametralla- ora—, les permitié a las potenci: ovetiienue ae, pots ‘las europeas desmembrar y con- Para la década de 1880, el imperialismo europeo estaba muy desarrollado, € incluso se habia refinado. Con el fin de dividir Africa sin instigar enfrentamientos entre las potencias europeas, la conferencia de Berlin reunié en 1885 a los diplomaticos pen repartir Africa entre los imperios competidores. Los retratos de la conferencia muestran una mesa redonda de diplomaticos eu- Topeos y un mapa de Africa en la pared, pero no se ve a ningiin africano. E] imperialismo era un asunto unilateral. Para 1913, toda Africa, con las notables excepciones de Etiopia, en el Cuer- no de Africa, y Liberia, en el oeste, estaba bajo control imperial europeo, como se ve en el mapa 7.2. La hegemonia angloestadounidense A finales del siglo x1x, Gran Bretafia era la primera de las po- tencias imperiales; el reino de Victoria se extend{a a las islas britanicas, la India, Birmania, Ceilan (Sri Lanka), Malasia, gran parte de Africa («de Cabo a El Cairo»), Nueva Guinea y decenas de islas y otras posesiones menores en todo el mundo. Muchos 76. Véase lliffe, J. Afvtenns> The Eictnrss of Cheréicncé Pn. de estos lugares servian como estaciones de servicio para la Ma- rina Real, cuyo dominio sobre los océanos no tenia rival. La ma- rina britanica, que era la mds poderosa del mundo con creces, vigilaba las rutas maritimas del océano {ndico que conectaban Gran Bretafia y la India a través del canal de Suez, inaugurado en 1871. Desde 1882, Gran Bretafia controlé de facto Egipto, en gran medida para asegurarse las rutas maritimas a la India. Cu- riosamente, el PIB de China siguié siendo el mas alto del mun- do hasta 1888, cuando finalmente fue superado por Estados Unidos, pero China se empobrecié. En 1870, con una poblacién de unos 358 millones de habitantes, la renta per cdpita de Chi- na era de sélo 530 délares (datos de Maddison, precios interna- cionales de 1990); el Reino Unido, con 31 millones de habitan- tes, tenia una renta per c4pita de 3.100 délares, unas seis veces mas que China.”” Gran Bretafia, por supuesto, también dio origen a las princi- pales ramificaciones de la lengua inglesa, de la cual la mas im- portante fue Estados Unidos, ademas de Canada, Australia y Nueva Zelanda; los tres tiltimos permanecieron bajo la Corona britanica hasta el Estatuto de Westminster de 1931. El desarrollo econémico de Estados Unidos se dispar, y superé a Gran Breta- fia en PIB total en torno a 1872, y en PIB por persona en 1905, segiin las estimaciones de Maddison. Consideremos el tamaiio de la economia angloestadouniden- se en conjunto como una parte del mundo (figura 7.4), sumando el Imperio britanico y Estados Unidos. Para este propésito, defi- no el Imperio britanico como Gran Bretafia y dieciséis posesio- nes coloniales para las que Maddison proporciona estimaciones del PIB durante el siglo xix. Las mayores posesiones coloniales fueron Irlanda hasta 1922, Canada y Australia hasta 1931 y la India hasta 1947. En 1820, el Imperio britanico representaba al- rededor del 6 por ciento de la produccién mundial. Para 1870, a fuerza de industrializacién y ampliacién de sus posesiones, el Imperio britanico representaba en torno al 23 por ciento de la economia mundial, dela que el 9 por ciento correspondia al pro-

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