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TEMA 11. MEDIOS DE LA MONARQUÍA.

RECURSOS ECONÓMICOS Y PRESTACIONES


PERSONALES DE LOS SÚBDITOS

I.- LA HACIENDA

1.- Caracteres generales de la administración financiera.

Durante el periodo de la Recepción del Derecho común el rey mantiene una constante tensión
para conseguir y consolidar, una serie de ingresos que le permitan el mantenimiento de una
Administración amplia y una política exterior activa y dilatada.

Elemento común de referencia con el resto de Europa es la exigencia de nuevos recursos para
subvenir las necesidades de los diferentes Estados, lo que abrió un debate que Antonio Manuel
Hespanha sintetizó en varias direcciones a partir del siglo XVI:

- El aumento de la riqueza del reino para así aumentar sin conmociones la carga fiscal
(aumento de metales precioso, agricultura, creación industria, equilibrio comercio externo)
- La conversión de la riqueza del reino en riqueza del Rey
- Constreñimientos morales y religiosos de la política financiera; licitud de los impuestos y de
las operaciones crediticias.

La Administración de Hacienda sufrió una importante evolución con las siguientes


características:

- Las rentas viejas (martiniega, fumazga, fonsadera, etc.) se van a mantener durante este
periodo. Al inicio del siglo XVIII empezaron a denominarse rentas provinciales y solo pagadas
por las provincias castellanas, frente a las rentas generales que se extendían a todos los
territorios.
- Proceso de publificación de la Hacienda con el progresivo desprendimiento de la carga
patrimonial de los ingresos altomedievales, justificándose en fines públicos, no desapareciendo
totalmente las rentas recibidas por el rey como señor de sus territorios, pero tendiendo a su
disminución y al aumento de los ingresos de naturaleza jurídico pública.
- Aparición de nuevos ingresos, por servicios o pedidos votados en Cortes.
- A partir del siglo XVI se ha de tener en cuenta el papel de Castilla como sostén de las
empresas de la monarquía, que supusieron la sangría de los ingresos procedentes de los
territorios americanos.
- La reorganización general de la Administración de la Monarquía provoca frecuentes
bancarrotas del Estado y remodelaciones de la administración financiera que no logra su
eficiencia.
- Contradicción entre la consecución del mayor número de ingresos, con la menor distorsión
social posible, ampliando a todos los estamentos las cargas del Estado.
- Intentos fracasados de un sistema de contribución única en el siglo XVIII
- Otro aspecto significativo es la transformación de las prestaciones personales, tendiendo a
su conversión en prestaciones económicas. Se transforman algunas prestaciones personales
como el aposento (aposento de Corte y el alojamiento de tropas)

La consecución de recursos fue una de las constantes del periodo. Hay que diferenciar la
naturaleza de los diferentes ingresos del Estado:

- Ingresos públicos de Derecho privado, fundamentados en acuerdos de voluntad entre


receptor y los pagadores, motivados por los agobios que sufría la Corona, que conllevó la
solicitud de ingresos extraordinarios que se convirtieron en práctica cotidiana:

o Venta de jurisdicciones, oficios, hidalguía y señoríos de órdenes militares, tanto en la


península como en Indias.
o Préstamos: fueron concertados por los monarcas con los mercaderes españoles y
extranjeros.
o Juros: títulos de deuda

- Ingresos públicos de Derecho público se cobraron en virtud de la potestad que tenía la


monarquía para exigir prestaciones de los súbditos y podían ser ordinarios (tributos, monopolios
y regalías) o extraordinarios (juros, penas de Cámara, el perdón real y los indultos, teniendo
especial consideración los pedidos y servicios)

2.- Los impuestos.

Durante la recepción del Derecho común se mantienen las figuras del periodo medieval,
apareciendo otras que se superponen, manteniendo una tensión entre el rey, la nobleza y el
clero, ya que el Rey intentaba imponer una serie de prestaciones a todos los súbditos y por el
contrario la nobleza y el clero pretendían mantener sus privilegios de exención tributaria.

El impuesto es una especie, dentro de un concepto más general que es tributo, que son las
prestaciones económicas percibidas en virtud de la potestad de imperio o de imposición
inherente a la Monarquía.

Entre los tributos se diferencian impuestos directos e indirectos, tasas y contribuciones.

2.1. Impuestos directos.

Son las capitaciones de los judíos y de algunas otras minorías. Entre las figuras podemos
mencionar:

- La martiniega: inicialmente pago por la totalidad de la fortuna de los sujetos y que


afectarán también a las tierras compradas por eclesiásticos.
- Las tercias reales: dos novenos de los diezmos de la iglesia, percibidos por el Estado por
concesión papal
- La contribución de la Hermandad: pagada con anterioridad por otras Hermandades para
el mantenimiento de alcaldes de hermandad. Los Reyes Católicos la impusieron de forma
generalizada sustituyendo el pedido por un sistema de imposición directa, la cual fracasó por
las voluminosas cantidades que se exigían.

En Indias se cobraban dos:

- El tributo de indios: impuesto directo personal que recaía sobre la población indígena.
- El diezmo: impuesto personal, no real, aplicado a todos los súbditos configurándose con
carácter fiscal.

2.2. Impuestos indirectos.

No existieron muchos, pero se desarrollaron dos formas que se consolidaron como impuestos
indirectos:

- los sistemas de recaudación para el cobro del pedido o servicio (la alcabala y la sisa)
- Tasas: todos los derechos de paso (portazgo, pontazgo, etc.)

Teniendo en cuenta estas indicaciones, se pueden señalar las siguientes figuras:

- La alcabala: la figura tributaria más significativa, se configuró como una forma de


recaudación del pedido, que posteriormente se convirtió en un impuesto indirecto ordinario,
afectando también a los hidalgos. En su recaudación se evalúa las ventas totales de cada
comerciante, sobre el que el comerciante pagaba una cantidad fija, aunque el obligado al pago
era el comprador (actual IVA) Fue una de las figuras impositivas mas vendida a particulares.
- La sisa: detracción por parte del comerciante de una cantidad del producto fraccionable
vendido, pero cobrando el precio total, cuya diferencia debía abonar a las arcas públicas.
- El almojarifazgo: cobrado en los puertos aduaneros marítimos o terrestres
- Aduanas: Red de aduanas creado en el periodo anterior (puertos ecos) en los que se
cobraba un porcentaje de las mercancías que pasaban por ellos.
- El derecho de la bola de plomo y señal de cera: gravaba las telas que entraban en el reino
- Derecho de extracción de lanas: Gravaba el comercio de la lana
- Drets universals mallorquines: gravaba el tráfico mercantil, el consumo, y los actos jurídicos
documentados por los vecinos de Mallorca y villas foráneas.
- Ampliación de los conceptos por los que se pagaban tasas: venta de papel sellado, el quinto
regio, etc.

Se crearon figuras que correspondían a contribuciones pagadas por personas o instituciones


concretas:

- Medias annatas: pago de los oficiales cuando eran nombrados


- Lanzas: pagadas por los nobles para quedar exentos del servicio militar
- El servicio y montazgo: contribución por los beneficios obtenidos por los ganados de Mesta
- La avería: pagada para mantener la protección y escolta armada de las flotas.

3.- Servicios o pedidos en Cortes.

Se llamó así a los ingresos principales y específicos del periodo. No se trata de un impuesto,
sino de una cantidad solicitada por el rey a los súbditos en Cortes. El rey no podía gravar a los
súbditos con más impuestos de los que por fuero o costumbre podía imponer, solicitando
cantidades extraordinarias: los pedidos o servicios, siendo el motivo principal de las
convocatorias de Cortes, ya que sólo ellas tenían competencia para otorgarlo y modificarlo.
Inicialmente era extraordinario pero debido a su reiteración se convirtió en ordinario.

La moneda forera es un servicio solicitado de especial relevancia, por el que el rey se


comprometía a no quebrar moneda, que posteriormente se convirtió en impuesto ordinario

En el siglo XVI se producen peticiones de pedidos extraordinarios de gran volumen, lo que


provoca en parte el movimiento comunero, como revuelta contra la política de Carlos V.

A partir de mediados del siglo XVI se consolidan otros órganos de asesoramiento (Consejos y
Juntas), se crea la imprenta y se crea la Diputación de las Cortes en los diferentes territorios,
las cuales adquieren competencias casi específicas en la gestión del servicio o control fiscal.

Los servicios extraordinarios y ordinarios se recaudaban juntos, siendo habitual su prórroga por
las Cortes cada tres años.

Las Cortes de Madrid aprobaron el servicio de ocho millones de ducados, que se denominó
servicio de millones, constituyendo la principal fuente de ingresos de la Real Hacienda. Desde
este momento se inicia una gran modificación del sistema fiscal castellano.

Hasta finales del siglo XVI en Castilla hubo dos formas de recaudación del servicio, que podía
hacerse mediante sistema de arrendamiento u oficiales recaudadores:

- Encabezamiento: reparto directo del pedido entre los pueblos, que a su vez lo repartían
entre la población, repartiendo el total entre los vecinos obligados al pago
- Sistemas de recaudación indirecta: alcabala o sisa
En la Corona de Aragón las Cortes tenían la competencia en la aprobación y gestión de
servicios.

Desde mediados del siglo XIV el Rey dependía de los servicios votados en Cortes. En la
Corona de Aragón se plantearon tensiones a la concesión de servicios, que denominaban
subsidios o donativos, negándose a la participación en el mismo y provocando repartos
desiguales. Al servicio se le añadía en ocasiones una cantidad extraordinaria de subsidio
también votada en Cortes. Se recaudaba mediante:

- Reparto por vecinos


- Imposición indirecta o sisa
- Sistema de aduanas. El más específico en la Corona de Aragón
- Sistema de arrendamiento

En Valencia, administradas por la Diputación y en Navarra las Cortes autorizaban el cobro de


subsidios gestionados directamente por ellas mediante alcabalas, cuarteles, etc.

3.1.- El servicio de millones y la reforma de la imposición: escrituras de millones.

Debido al desastre de la Gran Armada y la necesidad por parte de la Corona de contar con
mayores recursos provocó la petición de Felipe II de un servicio extraordinario, ocho millones
de ducados, concedido en las Cortes de Madrid (1588-1590).

La aprobación de dicha cantidad va a provocar una serie de cambios en la administración de


Hacienda y en otros aspectos de la administración central que produjo la revitalización de las
Cortes, modificando las formas de recaudación y cobre quiénes y qué productos recaía el
gravamen, afectando a la materia fiscal y a otras instituciones como las Cortes y la Diputación
permanente.

Consistió en un cambio del sistema fiscal, pasó a ser una imposición indirecta sobre todos los
productos que se vendían, así como el cobro de tasas por paso y comercialización, afectando a
todos los estamentos.

La recaudación del servicio de millones se realizará mediante dos sistemas:

- Reparto directo por el sistema de encabezamiento.


- Mediante la aplicación de una serie de impuestos indirecto e ingresos de diferente tipo que
iban modificándose e incrementando.

La elaboración de las Escrituras de millones modernizó toda la administración financiera y


repercutió en otros medios de financiación del Estado, como los préstamos, financiados con los
servicios así como la dinámica que se crea entre rey y las ciudades por la recaudación y
gestión del servicio de millones.

Las escrituras de millones son textos en los que se recogieron la cuantía, el periodo, la
distribución, el destino, la administración y medios para reunir las cantidades de ducados
concedidas por las Cortes, lo que suponen los primeros Presupuestos en la historia del
Derecho financiero. Los presupuestos unen a la evaluación económica que supone un listado
de gastos e ingresos, el factor jurídico que habilita al Estado para recaudar hasta el límite
previsto y le autoriza a gastar cantidades determinadas en inversiones específicas, lo que
imposibilitaba transferir conceptos de un capítulo a otro en los Presupuestos Generales del
Estado.lo que se fijó en las Escrituras de Millones.

4.- Regalías.
El concepto de regalía es más amplio que el de monopolio, esta trata de las reserva por parte
del Estado de la explotación exclusiva de determinados productos, como salinas, algunas
minas, tabaco, chocolate, aguardiente, naipes, loterías, etc.

Algunos de los productos de Indias fueron monopolizados por la Corona. El concepto de regalía
hace referencia a derechos exclusivos del Estado. Con el tiempo se fue aplicando al monopolio
de producto, denominándose estancos, algunos de primera necesidad, lo que llegó a provocar
conflictos. Fue frecuente que tal explotación no se realizara directamente por el estado, sino
que se concertara con particulares la cesión temporal de los estancos (el fruto de la venta) para
su explotación, mediante asientos.

5.- Contribuciones eclesiásticas.

Nobleza y clero estaban exentos del pago de impuestos. La Iglesia contribuyó a los gastos de
la monarquía con cantidades que se denominaron gracias, concedidas por bula papal, como:

- La bula de cruzada, concedida por el papa Julio II consiste en el pago de una cantidad por
la consecución de indulgencias, su recaudación se aplicaba a la lucha contra el infiel.
- El subsidio, también llamado décima o cuarta, es una contribución directa que gravaba las
rentas eclesiásticas destinadas a sufragar los gastos de la guerra santa.
- El excusado, surgió como un intento de imposición directa al clero, sin concesión papal que
se convirtió en una gracia, sustitutiva de la Cruzada, que consistía en que a slos contribuyentes
de los diezmos de cada parroquia se les excusaba de pagarlo a la iglesia, debiéndolo hacer
íntegramente a la Corona.

Se pagaban tanto en la Corona de Castilla como en la de Aragón, y además, se concedieron


otras esporádicamente, como la concesión quinquenal que supuso el subsidio de galeras y los
expolios y productos de las Sedes vacantes.

6.- Asientos y juros.

Se dio el nombre de juro al derecho que ostenta una persona a percibir periódicamente de la
Hacienda Real una pensión situada en una Renta real, que sólo podía ser concedida por el
Rey.

Podía adquirirse de diversas formas: méritos de guerra, indemnización de expropiaciones o


incautaciones de bienes, préstamos a la Corona, compensación de reversiones a la misma de
las inmunidades jurisdiccionales de los señores y se realiza mediante la compra de renta.

Se clasifican según los siguientes criterios:

- Por su duración: perpetuos (irredimibles) o al quitar (redimibles añadiéndoles intereses al


juro, pudiendo ser vitalicios o transmitidos por herencia)
- Por su forma de constitución: juro de resguardo o juro de garantías accesorias
- Por la forma de retribución: cantidad fija o porcentaje del monto total del ingreso público.

El rey podía adjudicar a la Real Hacienda todo o parte del producto de las rentas de juros en
uno o varios ejercicios económicos. A esta declaración del rey se denominaba valimiento.

Los juros son considerados el precedente del actual título de deuda pública.

7.- Las reformas del siglo XVIII y la única contribución.


El Estado necesitaba más ingresos, Felipe V llevó a cabo reformas encaminadas al incremento
de los ingresos sin que afectara sólo a las clases inferiores y a la unificación del sistema fiscal
de toda la monarquía

A) Extinción de tributos obsoletos e incremento de los ingresos.

Se abordaron varias medidas: extinción de los tributos obsoletos, una mejor gestión del resto de
los recursos y monopolización de productos.

Las llamadas rentas provinciales se consideraban uno de los mayores obstáculos para el
desarrollo del comercio y la industria, por lo que se procedió a extinguir muchas de estas como
fue la moneda forera, el servicio montazgo, el servicio ordinario y extraordinario y la alcabala.

Se extinguieron los créditos de juros contra la Real Hacienda que habían sido impuestos en los
siglos XVI y XVII, como compensación de la incorporación y posterior venta de bienes de la
Órdenes Militares, mediante autorización pontificia.

Se tomaron una serie de medidas con el fin de aumentar los ingresos de Estado, como el
estancamiento del tabaco, la pólvora y otros artículos. Estas medidas junto a otras llevaron a un
descenso del comercio.

La necesidad de nuevos ingresos no pudo sufragarse con los impuestos, por lo que el Estado
acudía a los préstamos y a los nuevos vales reales que tenía doble carácter de papel moneda y
de deuda pública. Para movilizar los recursos del país y garantizar la cotización de dichos
vales, corriendo con el pago de los intereses y convirtiendo en metálico los vales que fueran
presentados, se creó el Banco de San Carlos.

Se impuso que los bienes que adquiriera la Iglesia estarían sujetos a impuestos.

B) Unificación fiscal.

Lo más relevante fue el intento de aplicar un impuesto único a toda la monarquía, que se
denominó donativo y tuvo carácter extraordinario.

Cuando se impuso debía gravar a todos los vecinos según su riqueza, se encomendó la
recaudación a los municipios, como un impuesto indirecto que gravaba los actos jurídicos
documentados. Arrendamientos de pastos, alquileres de casas, etc.

El sistema no dio resultado en Castilla, no obstante, se aplicó a los territorios de la Corona de


Aragón un impuesto global, en Cataluña, en Valencia y en Mallorca. Se trataba de un impuesto
que gravaba las rentas de las tierras, casas, comercios e industrias. Posteriormente en Castilla
se intentó realizar una reforma tributaria similar mediante la creación de un impuesto único, que
gravara renta y propiedad, llamado contribución única.

El intento de crear una contribución única que gravase los ramos industrial, comercial y real
tampoco tuvo éxito. Se unificó el régimen aduanero mediante la unificación del régimen de
arrendamiento de las aduanas y la abolición de las aduanas catalanas.

En las provincias vascongadas, provincias exentas se intentó que contribuyeran junto a las
demás provincias, lo que en la práctica no se llevó a cabo. En Navarra se intentó la unificación
del régimen aduanero y se llevó a cabo la ampliación de las contribuciones generales.

II.- LA ADMINISTRACIÓN MILITAR.


1.- Las milicias y su reclutamiento.
Después de una generalizada exención del servicio militar, mediante el pago de prestaciones
sustitutorias pagadas en especie o dinero, se vuelve a la idea de la obligación general del
servicio militar. Estos van a ser los dos rasgos que confluyen en el ejército de este periodo:
- Servicio militar obligatoria, con nuevas formas de reclutamiento.
- Configuración progresiva del ejército permanente.

A raíz de las Cortes de Briviesca, se manda hacer un registro de todos los hombres armados
disponibles, quiénes son, cuánto cobran por ello e imposición de prestas juramento al rey. Los
Reyes Católicos intentaron la creación de un ejército permanente y profesionalizado:

● las Compañías de la Guardia, para la defensa de las fronteras y la atención a los lejanos
frentes. Bajo el mando de Gonzalo Ayora se organizaron como fuerza estable.
● Además existían las que eventualmente se movilizaban, un vecino de cada doce, en casos
urgentes, para labores defensivas, pequeñas guarniciones repartidas por los castillos y
fortalezas y los vasallos llamados de acostamiento, que percibían una renta conocida como
tierra. Que se organizaron con motivo de las guerras civiles, pero que se disolvían al finalizar el
conflicto.
● Se reclutaron voluntarios traídos por el sueldo y que permanecían en el servicio por tiempo
indefinido.

En el reinado de los Reyes Católicos no se consiguió un ejército profesional permanente. Felipe


V reestructura las milicias, reforma la Guardia real, la infantería se organiza al estilo
francés, los Tercios son sustituidos por los Regimientos, divididos en doce compañías y al
mando de coroneles; la caballería se modifica y moderniza; la artillería se reorganiza y se
centraliza bajo la dirección de un coronel general y se crea el Estado Mayor. Se incluyen
cuerpos de ingenieros, el clero castrense, los cuerpos de inválidos y se crean escuelas para la
formación de oficiales.

El mando militar supremo perteneció al rey y lo ejerció directamente o nombró oficiales


especiales.
A principios del siglo XVIII no se había logrado la creación de un ejército nacional, solo a final
del siglo se consiguió una cierta profesionalización de la carrera militar y el inicio de un ejército
nacional al mando de oficiales de carrera y mediante las levas forzosa de vagos y de las
reclutas de las llamadas quintas.
Las formas de recluta de soldados en el siglo XVIII:
- Recluta forzosa. Mediante sorteo, se incluye a un hombre de cada cinco, entre los dieciséis
a cuarenta años, para formar un total de cien Regimientos.
- Reemplazo. Sorteos periódicos.
- Trabajos forzados. Servicios penados Junto a este ejército regular existían las milicias
provinciales, configuradas como tropas de reserva.
Durante todo el periodo o van a persistir los privilegios de exención del servicio, la general que
abarcaba a los menores de veintiún años y a los padres de cuatro hijos, surgen otros como la
de los mineros, fundidores y fabricantes de punzones, letras y lanas, maestros, empleados de
las fábricas reales y las casas de moneda, notarios, sacristanes, oficiales de la Inquisición o
estudiantes.

2.- La armada.
Con Felipe II se intenta una distribución regular de las Armadas, creando las armadas del:
Mar Océano, Mediterráneo, Barlovento, Tierra Firme, Mar del Sur y Avería y Cuatro villas.
Durante el siglo XVIII se pretendió crear una Armada fuerte y ágil. Se crearon tres
departamentos marítimos en Cartagena, Cádiz y el Ferrol. No puede hablarse de una Marina
de Estado hasta que se funda la Real Armada y la Compañía de Guardias Marinas. La
organización militar se unificaría con los Decretos de Nueva Planta y la creación de las
capitanías Generales.

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