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SAN ANTONIO O§RSTE QUERIDO |i sicis PUERTO ARGENTINA SAN | ANTONIO) presario EL AUTOR René Henry Lefebvre, nacido en RAISMES - Nord - Provincia de Flandes en Pranc:a en el gfe 1911 - Conocid en sa tera infancia ia miser:a y el hambre en su provinca de Flandes, ecupads por Iss tropes alema- nas y mas tarde fue evacuado eon suerte sobre Paris, Después de varios afios, regresd con su familia a su provineia de Flan- Ges para residir en Ja ciudad de ROUBAIX, enfonces prim:r centro textil lanero de Francia. Alli prosiguié sus studios ¥ practicas de técnico textil la- nero, Siemdo también distincui- do impo del Conse: Nacional de Muses de su ciudad Después de varias afies vivi- dos en la localided alpina de Mégére en. Alte-Saboya, siem- pre dedicado a sus tareas Jane- Tas 3 con Ja intention de cone cer Australia. opté por viajar primera a la Argentina. donde desembareé a principios del ato 1938, previendo una permanen- sia de solamente dos afins, De inmedisto eonocié Puerto San Antonia que era todavia para enionces un gran mercado Janero. Pero sentia sifgular atracelén por el campo de In ‘nmenst Patagonia y sus cielos sin fin... Y resolvié poblar un campo virgen a 26 leguas al suc-cesie de San Antonio, cortentadose con briijula por Jas Viejas hueilas de carros 0 a campo abierto... Bien nsen= tadas las bases de su estableci- miento de campo, empezé para él afio 1941, a dedenrse a la compra de lanas en campatia, actividad para Ia cusi estaba téchicamente bien preparade Operando para prestigiosas fix mas industriales y exportadoras en les Territories de Rio Negra ¥ Chubut det norte, s2 convireio en e) comprador de mayor can- tidad de lanas de la linea, por haber operado 152 millones de kilos desde ei afio 192 hasta fl afio 1978, AdemAs esitirs una barraca en Fuerlo San Antonio, mstalande allf un pequefio la- vadera de lenas: et primero en Rio Negro. 4 el afio 1952 em pezi a desmontar y emparejar campo pata formar chacras en Is loralldad de General Conesa, cuando se daba riego en forma precaria ain. Hoy con monte fratal ¢ importante pafio de via en proguecién, estos esta- blesimientos son considerades dentzo de los mejores de la zona, Ademés cotistruyé una bodega Ge 800,000 Litros para elaborar Su produecién propia, Pasaron los dos afios previs- tos y mucho més... |Pasaron cast cuprents sfies y el Sr. Lefebvre esté todavia aqui (+) iSi bien ha vuelta varias veces a su Francia, después de estar una temporads allf eflors Is. Patagonia y el olor a jarilla EI seflor Letebrre naelé fran- és sin ninguna duda, pero hoy es también argentino y dilecto hijo adoptive de Puerto San. Antonio: sabe mucho del “Por que” del “No sé qué det cua! 1 mismo habla en su presente trabajo, ree René Henry Lefebore “Mi querido Puerto San Antonio” ‘ Propiedad dol autor, ‘mocha al dspdaito que proviona ta Ley 11928 Se termind de impelmir eb ja 281 LY7, fen fos Talleres Grafica Oficlales VIEDMA + [Rio Negra} Dedico “Mi Querido Puerto San Antonio”: Ab memoria de don Juan Pedre VERA, guien me recibid como = werdedero padre a mi Hegada a San Antonio Oeste. A don Manuel Sudrez Flores, quien fue mi primer instructor de go de ovinos y del castellano, en la estancia La Pichana. A don Miguel Morello quien apadriné con toda cordialidad mis andanzas por Puerto San Antonio y su zona, René Henry LEFEBYRE PROLOGO Hace cuarenta aiios, René Henry LEFEBVRE salfa de su Francia natal, rumbo a la Cruz del Sur, sin saber a cienela cierta, pienso, qué seria de su futuro inmediato, Liegar a la Argentina de las grandes con- centraciones humanas éra una cosa y venir a la Patagonia, en aquellos afios, era otra. Todo sin dominar el idioma, trayendo coma tinica posi- bilidad un diccionario francés-castellano y un diario, “La Prensa”, que seguramente trataria de descifrar en sus largas vigilias en las soledades del campo. Esto solo podria definir ¢l temple de un hombre: y con ese mismo. temple, con esa voluntad extraordinaria de quien sabe que para atris no podia ir, René Henry LEFEBVRE fne cimentando su vida. Fue sin duda un gran mérito, Pero creo en una muy personal opi- nién, que lo que realmente merece destacarse de René Henry LEFE- BYRE, es su gran vocacién de servicio, su constante participaciéh comu- nitaria, su ferviente deseo de estar presente en toda obra de bien pui- blico. Este presente libro que ha escrito, voleando en sus paginas todo lo que ha visto y vivido en su San Antonio Oeste, quiz no tenga pre- tencién Hiteraria, pero si pretende definir Io que a través de aios ha sucedido en este pueblo, tan incierto siempre, tan Inchador, tan solida- rio y también tan indiferente a fuer de recibir desengafios. Quiz4s, nin- gin homenaje mejor de agradecimiento que estas piginas eseritas al correr de la pluma y los recuerdos para San Antonio Oeste, Este es el verdadero e innegable valor que como estas Ineas no tienen otro destino que Tegar con sinceridad a quienes han vivido y vi- ven o viviran las esperanzas de un pueblo con vocaciém de grandeza. San Antonio Oeste, febrero de 1977. CELSO RUBEN BRECIANO ANTE — PROPOSITO No es mi intencién escribir una historia mds: hay tantas historias ya, y tantas maneras de escribirlas . . . Sin embargo y precisamente, cada cual tiene “su” manera de ver e interpretar los Ingares que va conociendo, los acontecimientos histéri- cos y las cireunstancias que rodean el quehacer diario que finalmente hacen la vida. Felizmente, a pesar de Ia ola uniformal que inunda el mundo de nuestros dias, hay todavia quienes mantienen su personalidad, su tem- peramento, sus facultades de adaptacién o no; hay quienes se “acomo- dan” en todas partes y quienes no se conforman nunea ni se encuentran adaptados en ningén Ingar, Esto no es historia; pero sf puede influir en la manera de inter- pretar o de escribir “Su” historia. Y para este caso de San Antonio Oeste en particular, debido a los crudos contrastes de su vida y de la de sus habitantes, de capital importancia se hace para comentar, el fac- tor temperamental de adaptabilidad, el color de los lentes a través de los cnales se mira. . . Como quiera que sea, en el curso de una vida (casi 40 afios) pasada aqui, he encontrado gente amargnda, maldiciendo por miles de moti- vos con respecto a su permanencia obligada en San Antonio. Pero he encontrado mucha més gente Tegada aqui por unos meses o un afio, y que sin embargo se sintieron felices y se encarifiaron con el lugar hasta pasar toda una vida y terminar, no siempre por casualidad. des- cansando aqui en Ia paz del Seffor. .. Venidos por lo general de los cnatro puntos cardinales del mundo, y a menudo de grandes ciudades hablan forjado “Su” patria chica muy querida, porque aqui contra viento, marea y sequia Tucharon fuerte y vivieron felices y bien a su manera, Por supuesto, esto puede ocurrir en todas partes del mundo; pero dirfamos que para el caso de San Antonio, lejos de ser un edén, hay un algo, un “no sé qué” ito y particnlar que crea un climax propio el cual retiene a quien aleanza a adaptarse. Con toda especulacién digo un “no sé qué” porque en base a un profundo principio psico-filosdfico aplicado, cada uno en sn mistica fntima sabra el “por qué” del “no sé qué” acorde con sus aspiraciones y sus ideales. He aqui mi pretensién al escribir estas modestas lineas: apoydn- dome en la historia vivida, tratar de poner de relieve lo que no se ve al pasar, Jo inédito, buscar el polo de atraccién, lo que se verd desde este lugar, ilustrande y tratando asi de ayudar a los que recién Megan y Tegarin, a los jovenes que se van y que vnelven 0 volverin, ayndarlos decia a detectar el “no sé qué” y finalmente el “por qué” mencionado, si ast lo dispone el capricho del destino. . . Para los apuntes histéricos que menciono, agradezco muy profun- damente la valiosisima cooperacién de dofia Maria Reggiani de Ger- hold, dofia ¥lena Diaz de Garcia Brantias, doiia Maria Amelia Batestin de Sar, don Bruno Peirano, don Cayetano Leiva, don Ramén M. Gue- irefio, den Franaisco Mufioz, don Santiago Yelds, don Celso R. Brecia- no, don Héctor y Joaquin Izco, el Dr. Anibal Serra, don Miguel Nicotra Montenegro, don Domingo Diaz, don Juan Chironi. don Vicente y José Lavalle, don Vicente Rimoli, don Cristébal Gamero, todas las Diree- cianes de las escuelas o institutes secundarios, quienes pusferon gen- tilmente a mi disposicién sus recuerdos propios 0 la valiosa documen- tacién recogida de sus propias investigaciones, las cuales elto continua- mente, al menos hasta el afin 1938, cuando empiezan mis observacio- nes personales, San Antonio Oeste, 3 de enero de 1976, ANTECEDENTES San Antonio nacié puerto. No se concibe San Antonio sin puerto. Rio Negro tiene sus vitales pulmones en San Antonio Puerto. Aguas profundas, calmas y claras son San Antonio Puerto. El Ing. César Cipolletti dijo en 1899 “El mejor puerto natural argentino es San Antonio Puerto”. En 1976, el mejor puerto natural argentino de aguas profundas si- gue siendo San Antonio Puerto. Majiana el primer puerto patagonico de aguas profundas y serenas sera con seguridad San Antonio Puerto. ete. Pero caramba, esto es barbaro, es tremenda. FRE rien Sobre todo en este gran pais y en Rio Negro con vital neéésidad de puerto y con tantisimas posibilidades de desarrollo. . . Asi es, efectivamente. Pero hay algo mucho mas tremendo ain y que no se puede expresar en términos decentes y concebibles: después de un gran movimiento hasta cl afio 1936, cesaron totalmente las acti-~ vidades portuarias en 1942, y no quedé ni un solo muelle en pie, ni al este ni al oestel Poco a poco veremos como fue la historia. San Antonio fue algo asf como fagocitado, y no por el mar... Le falté en un momento decisivo padrinos decididos y poderosos para decir: Sigo con e] puerto y lo hago m4s grande ocurra lo que ocurral Poco a poco veremos como fue la historia. Intencionalmente no hacemos capitulos compactas sobre ¢l drama del agua dulce, sobre el. puerto, ni sobre los grandes proyectos de interminables alternativas posi- tivas y negativas que hicieron la vida de Puerto San Antonio hasta nuestros dias, sine que nos parece més légico y mds real seguir el desarrollo de estas alternati- vas por el correr de los aiios y volver asi continuamente sobre los grandes problemas, come realmente ha ocurrido en la trajinada y penosa vida de nuestro pueblo. San Antonio es mar. Es mis mar que tierra, El que Heg por pri- mera vez en avién a San Antonio con marea bien plena, ve sorprendido una lengiieta de tierra totalmente rodeada de agua, con una sola visa- gra de tierra firme hacia el geste. San Antonio visto ast, desde ariba, da 1a impresién de ser una gran proa de bareo, y si hay oleaje, parece flo- tur v moverse sobre las aguas. . . ! LA CALETA DEL ESTE — EL SACO: . Por mar Ilega tada la historia de San Antonio, Este y Oeste. Segin datos extraidos de las fuentes que he citado anterionmente, la historia empieza alli por el afio 158@Cuando don Francisco de Alba, uno de los integrantes de la expedicién de cinco barcos, mandados por don Hernando de Magallanes, arribaron a este gran golfo ¢l 18 de febrero de 1520, dia de San Matias, nombre que fue impuesto cutonces a este gelfo por el maestre don Francisco de Alba. Pasaron muchos afios sin otros acantecimientos con respecta a mes- tro golfo, al menos no hemos encontrado ningyin dato de interés que mencionar. Se recuerdan algunas exploraciones de nnestras costas efée- tuadas por embarcaciones inglesas y se menciona un Sr. Hitchin, qnien publicé una carta de nuestra zona maritima que no coincidfa con los dates de don Francisco de Alba, Pero si en el aito 1731, Negaba a Bue- nos Aires el sabio inglés, médico y jesuita don Tomas Falkner, quien debia permanecer 37 atios en nuestra pais, recorriendo como misionero y médico distintas provincias del norte, La Pampa y muestra Patago- nia. Publicé muchos relatos de sus viajes con veliosisimas observacio- nes cientificas, entre otras figura “Deseripcién de la Patagonia y lug res adyacentes de sur América” publicado en el afio 1774 en Hereford (Inglaterra). Las apreciaciones de don Tomas Falkner diferfan en macho con las manifestaciones del naturalista don Carlos Alberto Darwin, con refe- rencia a las tierras patagénicas. En vez de calificarlas como tierra “Mal- dita”, Falkner afirmaba que el suelo patagénico por él conocido, era tierra promisoria de grandes posibilidades econémicas y que abarca- ban inmensas superficies, Estos comentarios despertaban la codicia de la monarquia inglesa, siempre al acecho pata conquistar nuevas colo- nias, 10 Pero también ésto hizo que el monarca gspasiol Carlos IIL se preo- cupara por su feudo de América del Sud. Dispuso garantizar su repre- sentacién, creando el Virreinato del Rio de la Plata y nombrando al Virrey don Juan José de Vértiz con instrueciones precisas para Ia explo- racién y real toma de posesidn de las tierras australes, 1a patagonia, de sus mares y de sus-rios. Entonces a partir del aio 1778 comenzé un activo y fecundo periode de heroicos viajes y expediciones por mar hacia los litorales del sud. Se queria conjurar ast iodo peligro de inva- iéu de las tierras australes de América y en particular se temfa a los ingleses. Se organizaron entonces unas expediciones al mando de don Juan de la Piedra hacia los mares y rios patagénicos, equipando una flota de cuatro embarexciones armadas con unos 190 hombres, zarpan- do de Montevideo el dia 15 de diciembre de 1778. Fue asi como un bergantin de esa expediciém, el “Nuestra Senora del Carmen” al mando del capitin José Ignacio Goicoecbea aleanzé a llegar hasta nuestra ba- hia el 9 de enero de 1779. Pero se comentaba que un destacamento des- ptendido del grueso de Ja expedicién habia arrbado a otra bahia por los 41° y medio de latitad, muy abrigada y de grandes proporciones: y habiendo desembareado, anduvieron varias loguas por tierra encontran- do abundante lea y muchas aves pero no pudieron hallar agua dulce. Estas not ron al comandante de la expedicién, don Juan de la Piedra, quien envié al Teniente Pedro Garefa pata que en el mismo bergantin de Goieoechea, el “Nuestra Sefiora del Carmen”, fuera de nuevo a este lugar. E] buque zarpé el 14 de enero y comentaba el Tenien- te Pedro Garcia las dificultades encontradas en la entrada por existir all{ barras que quedaban casi en seco a baja mar, pero que el mismo lugar con marea crecida tenia més de cinco bravas de fondo. El nave- gante penetro en la bahia profunda el dia 17 de enero de 1779, dia de San Antonio Abad, nombre que fue impuesto al Ingar por el ‘Teniente Pedro Garcia. No he podido aclarar el motivo por el cual se festeja actualmente el Santo Patrono del pueblo el 13 de junio, dia de San Antonio de Padua. Habrd un San Antonio més grande que el otro, en el concepto de la grey devata, para justificar la substitucién? No es grave, porque de cnalquier manera, nosotros tenemos fe en la “Comunién de los Santos”, Pero ropamos para que San Pedra consiga siempre dejar con- formes a nuestros dos -venerados Santos. Porque si llegsemos a ser moti- vo de pelea de Santos, pobrecitos de nosotros los sanantoniense: Sin embargo y virtualmente debido a los trascendentales © histéri- gos acontecimientos nacionales que culminaron con la Independencia de 1816, recién en el aio 1865 se vuelve a hablar de San Antonio, cuan- do los capitanes ingleses Philip Parker King y Robert Fitr-Roy afiemaban que San Antonio era el mejor puerto de toda la costa de América del Sud. En el afio 1877 el entonces Gebernador de la Patagonia, Coronel Alvaro Barros dice asi “Una poblacién numerosa y activa requiere estar en contacto con un puerto de mar y el puerto de San Antonio reine alli las més ventajosas condiciones”. Un poco mds tarde el Corone! Guerrico que condujo el vapor “Vigilante” sostuvo el mismo concepto. Y en 1899 el Ing. César Cipolletti manifestaba como ya lo hemos dicho, que San Antonio era el mejor puerto natural del litoral argentino. Por su cor iguracién geogréfica que se extiende en brazos de mar ¢on rumbo este y oeste, se dio al lugar el nombre de “Saco”. EL PUERTO DEL TE La zona fue recorrida sucesivamente por don Ambrosio Kramer guerrero de nuestra independeacia, por el naturatista don Luis Fontas na, por el Comandante Luis Piedrabuena, hijo dilecto de Carmen de Patagones, asi como por el navegante don Basilio Villarino, por el sabio don Ramén Lista, etcétera, todos con el afin patridtico de affanzar nuestra soberania en estas tierras patagpnicas, Ya para entonces, a fin de 1898, se construfa un pequefio faro en Punta Villarino y un edificio para Sub-Prefectura Maritima, con un pequefio muelle: por fin se concretaba la instalacién de un principio de puerto. Fl 4 de febrero de 1899 desembareaba en el Este una comisién, que deb{fa construir una linea telegrafica, Integraba esa comisién un seior Fidencio Leal quien resulté posteriormente un distinguida ve- cino fundador de San Antonio Oeste, donde se ha quedado para siem- pre, después de haber fundado ta “dinastia” de los Leal, tan afiocada y tan querida en muestra localidad, La linea telegrifica prevista venta desde General Conesa y debia Hegar a Rio Gallegos, siempre en carretas: hoy ya no se concibe lo que era eso. Una primera oficina de telégrafo se instalé a unas tres leguas 12 de Punta Villarino, oeupando parte de la poblacién de don Bantista Perurena que cuidaba una majadita de lanares alli y posela un jagiiel de agua dulce de inapreciable valor en este lugar. El primer Jefe de esta oficina de telégrafo fue don José Arturo Fernandez, quien nego resulté también apreoiado vecino fundador de San Antonio Oeste, abue- Jo de una numerosa familia. Otra oficina de telégrafo fue ubicada, con mucha visién para entonces, mas 0 menos a ocho kilémetros al sud de Ja caleta del oeste, practicamente desconocida, cerca del puesto de don Pe- dro Morén, apodado Camingo, quien cuidaba alli unos lanares desde el afio 1885 y también posefa jagiteles de agua dulce bastante abundantes, Llama mucho 1a. atencién el hecho de instalar alli en 1899 una offcina de telégrafo, cuando nada todavia hacia preveer Ix formacién de San Antonio en el Oeste. Sin embargo por ese Ingar crazaba la tiniea huella hacia el sud y la zona cordi 5 ademas habla agua dulee y por supuesto era gran lugar de parada para los numerosos carros y chatas que hacian transportes que duraban unos seis meses y mas, desde la zona de Quetrequile 0 Trayen-Niyeo o la estaneia inglesa Maquinchao de reciente formacién, hasta Viedma. Ese lugar es el que ocupa hoy el seftor Geoffroy, a orilla de la ruta que conduce a Las Grutas. En el ato 1901, muy conocedores de las posibilidades comerciales del lugar, por reconocimientos efectuados en anos anteriores desde la isla de Gama, Hegaron desde Buenos Aires los hermanos Dario, Luis y Domingp Peirano, a bordo del transporte nacional “Pampa” con un gran lote de materiales y mercaderias que se descargaron cerca del faro Villarino, en playa; la carga fue trasladada en carros a tres leguas del Ingar de desembarco, cerea de Ia ofieinn de telégrafo y del puesta de Perurena ya nombrados. Se levanté en ese lugar una importante construecién de chapas canaletas y madera. De tal forma se instald la primera casa de comercio y barraca para lanas y frutos del pais de San Antonio Este, La firma comanditada por don Antonio Podesté de Bue- nos-Aires se llamaba “Peirano Hermanos y Compafia”. Construyeron su muelle propio. Muy pronto se intensified el tnifico maritimo hacia el nuevo puer- to de San Antonio Este, Los barcos de Transportes Nacionales empe- zaton sus escalas cada dos meses en sus viajes a los puertos del Tejano sud. Empezaron a Hegar también barcos de las Compaiifas La Hambur- Suesa, Mihanovich y Delfino, entre ellos el “Pampa” ya nombrado, el “Columbus”, el “Quintana”, el “Punta Francesa”. etc., todas embar 13 ones de un porte de alrededor de mil toneladas. Por ser muy cor- to el muelle de la Prefectura, las embarcaciones de mayor calado an- claban en el fondeadera profundo (32 pies can baja mar) y se hacian los transbordos con lanchones. LOS PRIMERCS POBLADORES DEL ‘A més de los ya nombrados y del nicleo de Jos sefores Peirano Hermanos, a principios del afio 1901, viniendo de Carmen de Patagones se radieé alli don Aderito Reggiani y su fam! Una hija que luego formé su hogar con el seiior José Gerhold vive atin en nuestra locali- dad rodeada del carifio de una numerosa familia. Dofia Maria Reggia- ni de Gerhold es madre, abuela y bisabuela de un distinguido micleo familiar may apreciado y de gran valor para nuestra localidad y la Provincia de Rio Negro. Pronto se instalaron alli varias fondas entre ellas la del sefior Juan Paderno y la herrerla de Taruella, etcétera. | sefior José Gerhold, un austriaco que volviendo de cordillera, habia ejecutado ios trabajos de herreria a aen las es- tancias inglesas, Maquinchao la iiltima, Megard “de paso” al puerto del Este. a fines del aivo 1904, con miras de reembarcarse para Europa, porque “no le gustaba la Patago Qcurrié que tenia que esperar el barca unos 5 6 6 dias y se hospedé entonces en la fonda de don Aderito Reggiani. Alli se encontraba la joven hija, la muy simpitica seiiorila Maria ...... Llegé el barco, y se fue. Pero don José Gerhold se quéedé. Descubrid una patagonia distinta, donde vivid una fecunda vida de trabajo, quedandose finalmente aqui, descansando para siempre. Las actividades comerciales se intensificaban nipidamente en el puerto del este. Y como habia algo de agua, la suficiente para la parada, Ilegaban cada vez mds tropas desde cordillera, Quetrequile, y Trayen - Niyeo, las cuales habitualmente debian seguir hasta Viedma, acortando ahora su viaje de unas cincuenta leguas, casi un mes, atracando sus carros a San Antonio Este. Fue por este motivo que la firma Nazario Contin, proveedora habitual de esa clientela desde Viedma, resolvié instalar también un negocio en San Antonio Este, el segundo de impartancia, que quedé a cargo de los sefiores Na- zario Contin hijo y de Manuel Benito. Luego se instalé un destacamento de policia v la aduana. ast como el Juzgndo de Paz atendida entonces por el primer Juez, don Arturo San Juan de Santa Cruz Hurtado de Mendoza. Se instalaron otras fandas y se plantaron muchos tamariscos que fijaban um poco las arenas voladoras; se habia conseguido abrir varios pozos de poca profundidad que daban agua duice de filtracién; se transportaba el agua en barriles, haciéndolas rodar hasta su destino. 14 Un poco mas arriba de la Prefectura Maritima, se habia construido un Teloj solar que hoy atin se puede ubicar: una verdadera reliquia. El Top para registrar este reloj solar fue dado por Don Cayetano Leiva Géspedes, afios después, captado desde Pacheco. Para el afio 1903, vivian ya en San Antonio Este unas 75 familias, con una poblacién total de aproximadamente 300 personas. EL RINCON LARREGUI Mas o menos para el afin 1901, el sefor Franciseo Larregui habia resuelto instalarse en Ja zona con uma casa de negocio. A tal fin tras- ladé desde la costa del rio Negro una tropa de carros con peones y viveres, para ubicarlos en un Ingar de su cleccién emplazado al centro de los dos brazos del “Saco” este y oeste: paraje conocido hoy con el nombre de “Rincon Larregui”, AI el sefior Larregui dejé su personal y materiales para iniciar las construcciones del futuro establecimiento, viajando él para Buenos Aires, en busca de mercade- sas para instalar su negocio. Las mercaderias deblan despacharse pot ks barcos de Transportes Nacionales que viajaban a los puertos @2 Sud con una frecuencia de mis 0 menos cada dos meses. Por ese feo el sefior Larregui habia dejado a su personal elementos de ion para mas de dos meses. Pero no habla previsto que su no estaba habituado a Ja vida de soledad total, ni tampooo Ssenistrar su_pan cotidiano: jse comid mucho el primer mes! Y - que los “vicios” no alcanzaban ni tampoco el agua se fue el personal abandonando materiales y trabajo, regresando con los a Ja costa del rio Negro. Cuando Megé el sefior Larregui con 2gamento en el barco del transporte nacional, no encontrd en el a nadie de su personal que debia recibirlo... Viéndose no pudo mas que resolver no descargar la mercaderia. Asi se malogré 1a instalacién de la casa de negocio prevista, ubi- ye fuera de la caleta del Este, y ese rineén quedéd no mas, con ‘@eebre de Larregui. CALETA DEL OEFSTE ‘Continud en aumento el trifico hacia el nuevo puerto, pero sin Ja vuelta que habia que dar en Ia huella hacia el Este, y todo el paso de Ja caleta falsa se hacia a menudo muy penoso pes bes carmos cargados, y habia poco campo y poco pasto para los iisiemales de traccion. 15 Fl mayor movimiento comercial llegaba del sud y del oeste, y se conocia Ja’ gran concentracién de tropas de carros que ge hacia al oeste, alrededor del puesto de Pedro Morén, apodado Camingo, donde estaba instalada otra oficina de telégrafo como ya lo dijimos, y donde habia bastante agua y extensién de campo. Coineidid que en este momento la casa de ramos generales, Sres. Sassemberg y Cia. de Carmen de Patagones, se interes por las activi- dades comerciales del nuevo puerta. Pero concibié la idea de ubicar uma casa de comercio en la caleta del este, que fue reconocida por tierra por los Sefiores Juan Sassemberg y Kurt Zollman. Pero se des- conocfa en absolute si la caleta del oeste era navegable y si ofrecia posibilidad alguna para ubicar un puerto. Empezaron las arduas expe- diciones hacia ese lugar y se estableci una especie de competencia para quien Jlegara_ primero De acuerdo a nuestras investigac’ones y en concordancia con lo que manifiesta don Ramén Max'mo Guerrefio en su valioso trabajo de investigaciones histérieas de la fundac’én de San Antonio Oeste, entendemos que—los primeros reconocedores del Iugar fueron don Manuel Benito y don Adolfo Russo. En efecto, estos ploneros realiiza- ron én 1905 Ia primera excursién de reconocimiento de a caleta del Oeste por agua, a borde del pailebot a vela “Antonio Caleagno”, pro- piedad de la firma Contin, Benito y Cia., y cuyo patrén lo fuera el lobo de mar muy popu’ar en San Antonio Oeste, don Adolfo Russo. Casi resulté tragica esa primera expedicién, debido a que en la tarde del primer dfa se levamté un viento fortisimo del sud este que casi hizo naufragar la débil embareacién, No obstante, pasado el temporal, se pudo observar profundidades de agua en la ealeta del oeste y deter- minar como més conveniente el lugar donde efectivamente, més tarde, se levanté el puebla de San Antomio Qeste. No obstante y por motivos que se desconocen, estos deseubride- res no fueron quienes poblaron, primero el oeste. Por su lado, los sefiores Sassemberg de Patagones, seguian con sus planes de instalarse en esta zona. Don Enrique Awe, empleado de esta firma cuenta que en julio de 1905 por instrucciones de los Sres. Sassemfberg, v conjuntamente con los Sres. Rahe y Julio Guillermo ins- talaron un gran campamento en la caleta del oeste, precisamente el 10 de julio de 1905, fecha que marca la fundacién def pueblo de San Antonio Oeste. Previamente el Sr. Rahe habia adquirido en Bahia Blanca un pailebot llamado el “No Hay" que mandé desde alli con viveres, otros implementos y algunos obreros. La lancha en su arries- gado viaje venia conducida por mm patrén que se Hamaba Bulo, acom- pafiado por el marinero Antonio Lavalle; viajaba ademas un tal Ra- 16 a fael Canosa que Hevaba un croquis para orlentar la navegacién. Al parecer ese croguis habia sido hecho por el Sr. Juan Sassemberg quien era un marinero muy experto Al ilegar la lancha, navegando a vela por stipuesto, los acampados ya nombrados anteriormente habian hecho varias caminatas de reco- nocimiento, aprovechando mareas muy hajas, y habian puesto una bandera grande como sefial en un isloté situado en el primer tercio de fa entrada, el cual permanecia parcialmente fuera del agua, aun con marea alta. Cuando legé la lancha “No Hay”, fonded en frente del Slote sefitlado, al siguiente dia fue conducida sin ninguna dificultad hasta el campamento; esto fue en los ultimos dias del mes de julio de 1905. De manera tal que los méritos de la fundacién de nuestro pueblo corresponden por igual a los sacrificados pioneros Sres, Manuel Be- nito, Adolfo Russo, Alfredo Bohores, Juan D. Sassomberg y su apode- rado Kurt Zollman, Entique Awe, Julio Guillelmo, asi como los conduc- tores deta lancha “No Hay", don Antonio Lavalle y el Sr. Bulo. Con notable entusiasmo y eflelencia, los representantes de la casa Sassemberg afirmaron alli su posicién de inmediato, a pesar de las condiciones muy precarias que los rodeaban. Los sefiores Enrique Awe y Juko Guillelmo fueron los ejecutores materiales de la fase conereta ge la fundacién propiamente dicha, ya que despnés de la llegada del pailebot “No Hay’ transformaron el primer campamento en una cons- fuccién firme enclavada en el suelo del Oeste, ubicada cerea del Iu- = ocupado hoy por cl galpéu de cargas del ferrocarril, entre las ca- Moreno y Brown. LOS PRIMEROS BARCOS - FORMACION DE LA POBLACION DEL OESTE El primer vapor que entré en la caleta del oeste fne el “Colum- Ses”, de 800 toneladas, que pertenecia a la Compaiiia Delfino Herma- eos Al mando del capitan Brendedick traia, entre otra carga, unas tescientas veinte toneladas de materiales y mereaderias para la casa 2 comercio Sassemberg, Esto fue en el mes de noviembre del aiio @5. El vapor Columbus encontré bien la caleta, puss se habia colo- elo una boya grande en la entrada, y una serie de damajuanas va- iss on la tiltima parte de poco fondo. Fl barco entré bien, pero el goblema era amarrarlo. Porque no habla ninguna instalacién en tie- ma, se habian colocado unos mmertos fuertes, pero no aguantaron, y a + guiente, el Columbus aparecié sobre la barranca de la caleia, inclinado peligrosamente hacia ella y con la angustiosa posibi- led de tumbarse completamente... Sin embargo felizmente esta no 17 ocurrié debido a que el barco tenia la quilla reforzada con bandas laterales sobre las cuales algo podia aguantarse, y debido tamb'én a que se vaciaron los tanques de agua, llenando los del lado opuesto a la inclinaeiin para hacer contrapeso; ademés y para la misina fina lidad se colgé la lancha “No Hay” al costado del vapor. Pera el ca’ tan del barco, Brendedick, manifesté enérgicamente que no podia arriesgar su vapor otra vez, si no se hacia un nelle sélido donde po- dria apoyarse, De inmediato y por los medios mas répidos de los cua- les poco se disponia en aquella época, la firma Sassemberg dio érde- nes a la casa Wright de Buenos Aires para que construyera un mmue- le y muy pronto fié cumplido el pedido. Asi aparecié el primer mue- Tle construide en la caleta del oeste en el higar que se ubica justo frente al galpon de cargas del ferrocarril hoy. Para entonces se habia trasladado desde el este al lado oeste, el Saco Nuevo como lo llamaban a veces, nada mds que la fonda del se- for Juan Paderno y Ia herreria de Taruella, haciéndose el traslado por medio de la lancha “No Hay”. De manera que aquéllos eran‘los tini- cos pobladores instalados en ese lugar para esa fecha, conjuntamen- te con el ntieleo de la Casa Sassemberg & Cia en franco proceso de instalacion, Sin embargo, también seguian can sus planes los primeros descu- bridores de Ja caleta oeste de la firma Contin y Manuel Benito, ins- talados en el este como ya sabemos, quienes lo mismo que la firma Peirano Hos. se preacupaban por la perspectiva de ver disminuidos } sus negocios, por causa de la competencia del oeste. Ambas firmas te- nian ya muchos inlereses vinculados en la zona. De conmin acuerdo © resolvieron su fusién en una sola firma que se llamé “Peirano, Podesta, Benito & Cia.” Entouces prestamente efectuaron su traslado ya previsto y pla- nificado a la caleta del oeste. (Fue inauguragla la nueva casa de comer- cio el dia 19 de diciembre def amr © sea muy paeas dias después de la inauguracién de la casa Sassemberg. La nueva firma fue aten- dida por los sefiores Gerénimo Peirano, Manuel Benito ¢ Isidoro Jau- regui. Muy pronto se intensificé la actividad en la caleta del oeste, de- bido a la influencia comercial de las dos grandes firmas instaladas y muy vinculadas ya con ese tipo de actividad. Se instalaron grandes galpones y barracas, la primera por Sassemberg que cubria todo el es pacio, hoy baldio, situado entre el galpgn de carga y la Subprefectura — Marita. El bareo “Rio Negro” de Ja firma Peirano, Podesta, Benito & Cia., especialmente equipado para operar y quedar en seco en la ca- leta del cesta, inieié sus fructuosos viajes. Operaba desde un hermoso muelle, el segundo recién construido en la caleta por la citada firma, 18 eolacado frente a una barraca grande de chapa acanalada, tam- bién recién edificada por la misma firma: esta barraca estaba ubica- da entonces donde hoy se encuentra la barraca Lefebvre. El muelle estaba equipado con dobles vias decauville y se movian las cargas por zorras tiradas a cineha de caballos. Se trabaja ya dia y noche en for- ma continua para descarga de mereaderias y carga de lanas y frutos del pais, a fin de acortar al maximum la estadia de los bareos. Ell va- por “Columbus” seguia también operando de la misma manera y em- pezaron a visitar el lugar otros barcos como “F! Quintana”, el “Rama” el “Punta Francesa”, ete. etc., de manera que casi sienypre habia una sacién operande en la caleta del oeste. Paulatinamente se tras- Iadaba la gente del este al oeste y para el aio 1907 ya lo habfan hecho don Aderito Reggiani y su familia y también los hijos de don Geréni- mo Peirano, Dario y Domingo (don Bruno se radicé recién en 1910). También habia MWegado a bordo del “Columbus” don José Garcia Brantias, embarcado como timonel, quien siguié navegando un tiem- po, hasta radicarse definitivamente en el afio 1910. Aqui formé su ho- gar con dofia Elena Diaz y luego coniuntamente con el lobo de mar Adalfo Russo, fmdé en 1911 el Hotel Siglo Veinte, hoy Hotel Espaiia. Afios mds tarde fundé el Hotel Americana que fue el de mayor categoria de mestra lncalidad durante muchos afios. Hoy don José. Garcfa Bran- has se quedé descansando para siempre en nuestra localidad, pero dofia Elena Diaz de Garcia Brantias se encuentra atin con nosotros rodeada del carifio de sus hijos, nietos, hermanos y de sus numerosas amistades. Las tropas de carros y carretas se haclan cada vez mis numero- sas alrededor del pequefio micleo pablado y ¢l movimiento comercial anmentaba a pasos agigantados Esa c’rcunstancia hizo que pronto se trasladaran las oficinas piiblicas que funcionaban en el “Saco Viejo” que asi se empezd a lamar en paralela con el “Saco Nuevo” que era el oeste. Se radicaron las oficinas de Subprefectura Maritima y Adua na, el destacamento policial, ol Juzgado de Paz, etc. etc., el correo demoré un tiempo mas. Fueron en ese tiempo primeros pobladores de San Antonio Oeste, ademas de los ya nombrados: los seftores Martin Aguirrezabala, Beningno Entraigas, Marfa Barcelé, Juan Félix Vichich, Juan Taruella, De Vicenzi, Villaverde, Milane, Domingo Diaz, Juan Chironi, José Sar, Fila Paz, Joaquin Izco, Cristobal Gamero, etc. ete.. Se hablan instalado tres fondas; la principal de Kalbitzki, donde hoy se ubica el Hotel Comercio, la fonda de Cabria ubicada entonces en la esquina frente al Hospital Municipal, y otra fonda pertenecien- fe a la “Vasca” dofia Amalia Soubelet. También ya se habia instala- do don José Gerhold con su herrerfa, En 1910 el Jefe de la Subprefec- fara Marftima era el setor Benavidez y el encargado de la aduana el sefior Sarrachaga. También se habla radicado un personaje casi de 19 leyenda, humilde arriero, conductor de carros que era conocido por el “Cautivo”, Se Hamaba Ramén Lopez y se contaba que habia sido vic- tima de un malén de la indiada, raptado de sus padres y criado entre las tribus indigenas. Siendo hombre consiguié liberarse huyendo hacia Ja costa del mar, Hegando a nuestro pueblo, donde se dedicd a las ta- reas rurales y al arreo de tropas de carros hasta su muerte. El “Cau- tivo" era un personaje queride por tados y un gran “Gaucho”. Casi toda la actividad se concentraba en la calle Comercio (hoy Hipélita Yrigoyen) por su ubicacién paralela a Ja caleta milagrosa... La primera escuela piblica fue creada por dl Consejo Nacional de Edueacién y empez6 a funcionar el 1° de julio de 1908, con unos 40 alumnos, siendo su Director el seitor Rati] Cano Méndez; el local que vcupaba, construide de chapas de zine, estaba ubicado en la hoy ca- ile San Martin, donde se levanta la tienda del sefior José Lucca. El slumnado aumenté rapidamente y no ora facil en las condiciones que imperaban, on aquellos aiios ejercer la dacencia y conseguir personal idéneo. Sin embargo este problema fue ampliamente resuelto enton- ces, mereed a la valiosisima cooperacién prestada por las sefioritas Casamiquela, Isabel Morris, [ma Cora Crespo, Hermanas Quiroga, Li- dia Funes, Sra, de Franchi, Julio Arancibia, Delia Tello, Zelmira Cres- po, Carmen Garela, Julia v Alejandro Baigorria, Susana Toscano, Do- lores Rial, José San Martin. muchos otros, No todos los nambrados tenfan titula entonces, pero si sentian verdadera vocacién profunda de docente y suma capacidad para formar la conciencia del nifio orien- tindolo hacia su porvenir de ciudadano fiel, honrado y culto, con fe ardiente que quisiéramos detectar siempre. En el afio 1908, se radicé Ja firma Lahusen & Cia. Ltda. prestigio- sa_exportadora. de Ianas y frutos del pais, construyendo su barraca v galpones en cl lugar donde atin permanecen hoy, inactivos. Coloca- ron-asimismo un gran muelle en frente de su barraca y éste fue ol tercero de la caleta del este. Atin hoy quedan algunos vestigios. La primera farmacia del pueblo fue instalada en el aiio 1909, y pertenctia a los sefiores Campelo Hermanas. La segunda farmacia fue instalada por el seior Manuel Sampayo, afins mas tarde, ‘APARECE EL DRAMA DEL AGU. DE SAN ANTONIO OESTE TRAZADO DEL PUEBLO En 1908 Ja poblacién total aleanzaba ya a més de los 1,500 habi- tantes; y fue apareciendo entonces lo que seria el gran drama de San Antonio Oeste: el problema del agua dulce. Paulatinamente habia 20 aumentado el consumo, todavia la gente haciendo pozos no perdia la esperanza de encontrar agua dulce: ya en ese tiempo munca se perdia la esperanza, no solamente con respecto agua y esto siguid siendo una caracteristica de la poblacién sanantoniense. Pero siempre se en- contraba agua mas o menos salobre, servia para uso doméstiea y en caso de apuro también para beber y tomar mate, pero el café salia mas bien amargo. No obstante los pozos venian muy bien para re- frescar la cerveza y el vino, no se conocia la heladera todavia, y se- gin comentarios que he ofdo, bastante cerveza y vino se tomaba en- tonces en la dindmica caleta del oeste. El'agua dulce, al fin y al cabo habia que tomar también un poco de agua, se trafa en carritos agua- teros desde pozos no muy abundantes, ubicados en un paraje situa- do en los médanos a 5 kilémetros més o men ; donde esti hoy el puesto de Calonje. Estos carros arrastrados por 2, 4 6 6 caballos o mu- las, pertenecian a los Sres. Juan Rodriguez, Tarruella y Vietoriano Az la que vendfan agua ya fuera por balde a mds bien Henando borda- esas que se hacian rodar, Por supuesto se construfan aljibes y se co- locaban buenas canaletas en todas las construcciones, para aprovechar, sin perder una gota toda el agua lovida del cielo... Pero entonces oo. mo ahora, normalmente poco llovia en San Antonio, y los dias de luvia eran dias de fiesta. ¥ por supuesto se festejaba con vino y cer- veza. Ya se habia desarrollado el instinto desconservacién del agua dulce... En medio de sus problemas, San Antonio Oeste era ya un pueblo muy alegre. A principio del afio 1908 Iegé el agrimensor de Ja Direc, Crab. de Tierras y Colonias de la Nacién, sefior Carlos Larguia, con la mi- sién de efectuar #l trazado y fraccionamiento del pueblo, Pero. en la operacién de mensura, no contemplé equitativamente las. situaciones existentes planteadas como consecuencia de la edificacién desordena- da. Los edificios a la sazén, aparte de los galpones v barracas de la

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