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ado no puede, » SO pena de tones, preten recaer en i como precio su propia net tmponer ‘limperiode a iey La violacién del secreto parti ‘gaanbrana Daza’, CNApel. Crim. y Correc. Fed., Sala T sth Nacionat DE APELACIONES EN Lo Ctitunt ¥ CORRECOION fata 1, Cavsa a? 25.889, Juzcaoo Fpsnal ni 4- See. 1° 14 SZAMBRANA DAZA, Norma Beatriz sfinf ley 23.737" Buenos Aires, 14 de febrero de 1995. Y VISTOS: ¥ CONSIDERANDO: 1 {sDebe decidir él tribunal si-la sentencla que condena a Norma sorias legales, multa de een é ber cometido ie transporte de estupefa- SP ine. *e", ky 23.737) se halla ajustada a Derecho. 0 inspector Jorge Antonio con la Zambrana Daza Mara aoia mantiestado que habia tragado cuarenta y cuatro de wndo cocaina. Ello motivé ta instruccién de este »y culain con la condena de la nombrada Zambrana Por tans .de estupefacientes. cg Ladescripetén del inicio de! proceso zealizada ecesidad de analizar, previo a cualquier ima la investigacion llevada a cabo a partir ‘sontra de sti paciente, cuando el hecho le ‘del mareo de la relacién terapéutica, y Indicar en el caso— fas clr _, fi de evita el debate acerea de eu ‘ 4 iat civtasios put hale deige eee ters 276 CUADERNOS Be BOCTAINA ¥ JURISPRUDENCIA PENAL, rometen el orden pabitco prometen el orden pablcoy garanlas fundamentales del Bt a, bande al le del problema plantead, el pnt es por el erdenamiento juridico cn diverses preceptos en forma apa ria por lo cual, ha de recurs fin de arabar ina goles ner 018 adoterpre Losarts, 164, 165, CPM. mponen a os funcionatos gacionde denunctart prestado los socories de'su profes, 8 : sion 6) ineumpimiont de gacion se encuentra amenazada penaimente en clare 277, net elite de encubrin etn den sere cya valacton pueda causa’ Gano lores justa causa, Wi H Desde mi punto de via, rene a una posible lle dee prevaece ha tomado fa precauicion de prover esas stunelones y de resales anticipado con excepciones (arts. 166 y 167. lenin del adage tox speci droga gnarl del cual desapare: de denunei Sfesional, I ad unelar de potest dedenuncer importa afirmar su cardcter facultative. _ steveracon tera sustento normaive seria necesario determine viamente que el médico revelo e! seereto “con Justa tate permite excuir In posbldad de eel widea hays delito previsto por el art. 156, C.P. ee deo tatar el tema dela Volacton de serets, Soler sostiene que leber de denunciar del ari. 165 rige slempre. a menos que medic secreto profesional “ procesal respeta et Penal argentino, |. IV, p. 27). Por e denunciar es necesario ante todo, q 0 profesional (autor elt., Derecho do a 4 deber de dentunclar significa afirmar del delito” es antepuesto a los valores fon contenida en el lacion de secretes pretende tutelar la 1 profesional médico todo aquello te, con la tranquilidad espiritual de que ello no banfdiearlo ni trascenderé a terceros. Pues esto redundard, vipetancia, en una mas amplta proteccion de la salud xdo 8e afirma que “qu ” La norma de la viol ee para lograr su curacton”—tal como se hace frre Bertoni, i ‘S0- se coloca el acento luera de su lugar. pues . dege claramente en la presente causa, en la mayorta de los ire interesan, el tratamiento médico, para tener alguna 8 HS eaito, requerira incluciblemente de la "confeston” del delito. Oe del seoreto signiearia que aquel a quien su pa tae hsico lo convierta aulomaticamente en sospechoso de unt Hoya enfrentar la disytniiva de recurrir al hospital. y soportar el ede ser enearcelado, oblen, abandonarse a su suerte, y soportar el ivilizados prlorizan la vida se encuentra de toda duda. Seguramente, la decision inversa favoreceria la contra el delito”. Pero es un dogma indiscutido del Estado de +r medio en pos del éxito fectividad de la persecu- morales y los a Derecho. Por olvo lado, tampoco debe temerse que ¢l respeto del secreto onal en cases como el presente signifique condenar al fracaso & ‘investigacion en materia de narcotrafico. Muy por el contrario. Utl- argumentos de “electividad", pocos son los casos en Jos que se fa instruccion de este modo, y. a largo plazo, mucho es lo que {edad si se tergiversara la conflanza que puede depost- -en-los profestonales que ejercen el arte 7 ‘consentimient> del delin- ; el cual, fue el autor mismo qul esa situa- por lo tanto, “presté su voluntad a ser descublerto o m: Fetado nl tercero alguno quien lo enfrent6 a esa opeién" Bot y no fue yamiento juridico BE (allo citado). Pues el valor supremo que nuestro or ‘plorga ala vida se revel, jastarente, en la impostbi el suesdio —traductda en la prob- igatoriedad para el medico Dicion de colaborar en esa ac .go. sin que pueda objetar (Sle brindar tratamiento a los pr yi ae (CUADERNOS DE DOCTRINA Y ta de un “delincuente”, y negarle asistencia, por meno 108 supuestos. tre otros precedentes. En el mi faron en la causa Bertoni ya eltada, frente @ un ca analogo. et Dr. Cattant en su disiden mara de Acusacion de Cércoba del 24/12/79 y causa 38,950 de la Camara Fede: Martin, en pleno, del 5/7/85 (ED. t. 114, pp. 562/576), dudas de quien tuviera a cargo la Instruceién acerca de roceclimiento instruldo se perciben en el hecho de qi diversos jaterial expulsado—posible: mente, personal hospitalario~ asi come la médl ron eitados en ningun momento, a pesar dk sus testimonios, ducida por el ine. 5° del cos declaren sobre hechos ‘creto que Impedia que declarara testimonialment smo que debi6 haber imped! lizar sus dichos para i una investigacion en contra de la pactente, Tal situacién no se ve alterada por el cardcter de funcionarto qu | Puedlen tener ios médicos que integran los servicios de salud estatales, pues la ley no formula dist caracter de funcionario ico no lo releva de la obligacion de servar el secreto profesional. Admitir lo contrarlo conductria, como ya fuera senalado por Soler y Nafez, a la consagracién de un privilegi irritante, pues sélo contarian con el secreta de sus médicos aquéllos que pudieran pagar sus servicios privados. Pero esto, con ser certo, no es lo decisivo: seria inadmist al por definicton— sin el amparo del scereto profesional. Al respecto, un ejemplo claro. A nadie se le ocurriria gue tun defensor oficial esta obligado a denunetar al defendido que —en el contexto del disefto de una estrategia defensiva— le revela la comision J.RODRIGUEZ, A IGLESIAS 279 js por eomple, come are verte a mal del Derecho, no #62 too ast pa eualquir oo profesional y pect a a panoe onthe Yar Ge RADY ena forense, St entre estas 4 ca808 wero cas, esta slo pod eta nel medio de goardar sect, jstntrancoaia. ee ren elt Shara centon de tlio 210 edd cn que pos" 8 In Consutucton Nason ecarcionesautlnenminaies een mince Serr te a ae cn ees ‘bs iPdudable que aquel que comete un delito se somete co as rueto ata coacelon esta. a de Guede Jara contra a mismo PresuPone, 3 Voluntariamente la posibilidad de Sto. no esté bl Set de ne taro Foes Vator de a gare ‘nulidades, E] argumento presupont {stan debidarente nformados pore! Estado neeron de 8s { nuldades que manipular, y €l slidades de perseguir el hecho "Estado no se empobrece en nada, 8 de salud es brindado sin fisuras. La a éely rennaa ol Vinita co meio CF dgktvs le Uns Peaa-tarter % a tudo con anterioridad a aquel por elaue ~~ geranta” -¥ we o i onde dejar sin efecto lo alli decidido, For todo lo expuesto voto por que se declare fa nulldad de la {rucelon del presente sumarto y de (odo lo actuiado en consecuent » Por tanto, absolverse bremente a Norma Beatriz Zamby ‘ambas instancias, La doctora Rava Ananavo djo: Distento con Ia solucion a que arribo mi Preopinante, debido a que ami juielo no existen m cl proceso. fs. 1 obra la declaracion testimontal del Moliner quien reflere una serie de hechos de cimtento por la Dra. Rosario Pacheco, médica donde era atendida Norma Beatriz Zambrana Daza 3 La médica no formulé denuncla alguna sino que sélo puso en co- pocitiente de Te -autoricixdpreventora tun suceso ocurridc en el esocomio. Las manifestaciones de la Dra. Pacheco solo pueden sep consideradas como un simple anotielamiento, Al respecto seiala Claria Olmedo que “El simple anotictamlento Por acto que procesalmente no es denuneia no sirve de base directa, Ion. Pero, aunque no vineu- plir actos tendientes a obtener Por intelativa propia, esa base para la fnvestigacién o promocion de la | accton”. (Conf. Clarta Olmedo, Tratado de Derecho Prosecal Posel I P. 543, Lerner, Buenos Altes, 1084) Los dichos de la medica no conatituyen denuncia en los téeminos det art igo de Procedimientos en Materia Penal, pore no resulta Iiglo negarle validez come nota crimins capar te meee accion ottot por pnerdeFmepucet in ae P Hay que recordar que, en el caso de invalder de un acto, puede éste valer como otto acto cuando el primero ofezes todos I cena formales y sustanciales del segundo, Como sostiens Leene Sen Implde un efecto determinado, el ato puede prosucit oe cinta 81 _JURISPRUDENCIA -G. SUCAR, J. RODRIGUBZ, A IGLESIAS 2) gISDE. ates +o no se vila neo os desir gue “To tl n0 269 or para cual ata de Derecho Presa Pal aria ia 6 Jo actuado. Ya que st zi Rerempriaens del delito que 2. espa se hablea ‘ functonario Pll re deta comet por el ceo oe aborto ido en la esplagarta io establecido te ey coda ceProcedimintos" josie rt dae serellere a tod ner forma legaren a st conoct x de febrero de 1992}. jen el proceso, se en: tin total de 247.5 6r0- do del 83 a1 84 por ‘pacts ubleada en la gona iva, hasta esta Cap! et aa ae Meson de nucozo pale con la Repablca de eer tadamente por ¢l @ quo “prueba de cargo a sido evaluada acertadaments por <] «2 Sn el ctelderando primero de la sentencia recurrida, expres repel ‘me remito con el fin de evitar innecesarias repet [frocesada haya ingerido las cépsulas en el convencimiento de que 5 Fiataba de “or en polvo" para luego trasladaree junto a la persona que Haan oimendado el trabajo —Mario Blanco— hacla Buenos Aires en: lado el D> enlnempresa La velor del NOT mente que transpor Saas intent oak ae contenian cocaina y con ello tengo se neon tet Smee bor acreiado el oes Sg nechon~tanaporte de etupsienes see ee ees santa in pena let pe Sra Daa bla st See yerla condi- Bebe enero ca tana pd aber cn, Sado sn wabajo tno ello tlen que tl ex cuabel -RNOS DE DOCTRINA Y JURISPRUDENCIA PENAL, ome pun tan apna es nots dice ana tence hacer valer la defensa, ‘pero si de ie grado de culpabiidad que coneoponde ai ee peta lar la medida de la pena. a " or Fa se Ee maa ssn aS; tu ena eno gue rege oe iis ue anon ae a. APE ce 2 easing Is sures pearan fu eshte yaue eat staat = ta debe Djarocten es Ee oa mince e000” la penade: .MBRANA DAZA, Norma Beat sinfraccién a la ley 23.737" La encausada fue detenida el Recurso de hecho ‘gual situacion hasta la fecha, por loq a oo ee = a Buenos Aires, 12 de agosto de 1997. Pros era 2 08 coeponce acl a ee ea rma Sati tei o's Sta 7OS lp aun “Rear de bch de Es caninat) virtud de lo esto vw ral Fer no = 7 Sues ical ea Camara Nail eA 7 Anfraceion a Ja ley 23.787". para decidir sobre su procedencia, CONSIDERANDO: 19 Que contra la decision de la Sala ¥ de la Cémara Nacional de ‘apelactones en lo Criminal que declar® la mull ei de todo lo actuado a partir del auto que disponia la nstruce fata provesada del deito de trans- fuera acusada, interpuso el sefior costas y multa de un mil pesos » aecesorias legales, inc, ede ta ley 28,737). 728 © 1000): tarts, 12,29, ine. 3, 48y 88 ‘Asimisino voto por qu : tendlon dela nombre ae ne mee compute de empo de de que difiera la regulacion de ea ost ableetdo en la ley 24.890 y por como lo senal ie honorarios del Dr. Arturo Giamumulicted F porte de estupelactentes por al que aor wee calls Fes Ge Smet ona, cine dencencin moines Enon grt Sabine al voto del Dr: Corteezt teeed Som dicen, sontenda pore enor Procurador General acuerdo que ant j 1 Declarar la nididadl del aute de oop een, RESUELVE: 124) Que de jas constancias de autos surge: ino de fe 46 que 1992 personal policlal concursd ala sala fra del Hospital Piero, Ocaston en que 1a ‘ctora Rosario Pacheco hizo entrega de cuatro bombitas de latex que habian sido expulsadas por via bucal por Ja impw- it mente ‘expulsar la totalidad de las 44 capsulas ingeridas. pprestar declaracién indagatoria Zambrana Daza ma- nifesté que debido a una afligente situacién econémica se eonecté en Bolivia con un persona que le propuso viajar ala ciudad de Pocitos en Ia que conoceria a Mario Blanco. Al Tegar a la eitada localidad, Blanco le indic6 que debia inge- sir eapsulas que —segin le habria expresado— contenian oro, debiendo trasladarlas desde Pocttos hasta la Capital Fe- Geral. Ai llegar a esta ciudad, sintié fuertes dolores de est6- nage, ocasion en que aquel le manifest6 que era conventen- te que se dirigiera a un hospital, lo que asi hizo. 4M: Revocar el punto cuanto decide” © Punto Hl de ta sentencia de fs. 211/217 en todo WV: Confirmar el punt un cont Punto IV de la sentencia de fs. 211/217 en todo Registrese, hagase saber, y oportunamente, devuélvase. Meas ces a i, Marisa Riva Aram Caen Soa Amaya Vest je

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