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Cómo solucionar los conflictos

¿Qué son los conflictos?

Normalmente hablamos como si fueran sinónimos de problemas y


conflictos, vamos a describirlos muy brevemente para diferenciarlos:
 problema: estado de tensión o malestar que surge entre dos personas
o más, porque tienen los mismo o contrarios, intereses, a lo que no
encuentran una solución compatible con igualdad entre ellos.
 conflicto: una cuestión de difícil solución entre dos o más personas
donde ambas tienen o creen tener la razón.
Los conflictos surgen y nos acompañan a lo largo de toda la vida, no
hay que entenderlos siempre como algo negativo, ya que los conflictos
pueden ser positivos.
Es muy importante identificarlos para poder solucionarlos.

¿Qué tipos de conflictos nos encontramos en el día a día?

Debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos de conflictos


dependiendo del contexto o la forma en que se manifiestan.

 Conflictos latentes: son aquellos conflictos que existen pero las


personas implicadas no son conscientes de ellos.
 Conflictos explícitos o manifiestos: aquellos conflictos que son
aparentes y reconocidos por las personas implicadas.

También podemos encontrar:

 Conflictos intrapersonales: surgen en el interior de la persona,


consigo misma, están relacionados con los valores que posee o con
cuestiones personales y/o íntimas.
 Conflictos interpersonales: aquellos que surgen entre dos personas
por la intervención de una tercera persona, una idea o por el interés en
un bien que los dos aspiran, es decir, por algo que los dos quieren.
¿Cómo dar solución a un conflicto?

1. Mantener una comunicación fluida, clara y sincera

Fomentar el diálogo y la confianza entre las personas de una organización es


esencial para que los problemas se traten lo antes posible y así se pueda mediar
entre las partes y solucionarlo lo antes posible.

2. Aislar el conflicto

Las disputas es mejor que se solucionen en privado evitando, en la medida de lo


posible, que se extiendan y afecten a personas no implicadas. Lo ideal es que los
protagonistas del conflicto se reúnan junto a un mediador, que cada parte exponga
su punto de vista para intentar encontrar puntos en común.

3. Evitar culpar al mensajero

La persona que advierte de un conflicto no tiene porqué “pagar los platos rotos”. Si
se desata la ira sobre el que destapa un conflicto, difícilmente volverá a advertir de
los problemas que detecte.

4. Neutralizar a los trabajadores tóxicos

Su principal misión es crear problemas. Por eso, tenerlos localizados y reaccionar


a tiempo será primordial para que los malos entendidos no sean una constante y
vengan siempre generados por estas personas.

5. Puede ser una buena oportunidad para aprender

Aunque sobre el papel y en caliente las crisis siempre las vemos como algo
negativo y preocupante, es conveniente mirarlas un poco desde fuera y verlas
como una posible oportunidad para mejorar los procesos, las relaciones y mejorar
las vías de comunicación entre los distintos agentes de la empresa.
6. Realizar concesiones

Cuando hay dos posturas enfrentadas, alguna de las partes, o ambas, tienen que
estar dispuestas a ceder un poco en sus posturas ya que si no difícilmente se
solucionará el conflicto.

7. Practicar la escucha activa

No escuchar es un defecto del que adolece mucha gente. Saber escuchar es tan
importante como saber expresarse. Para poder llegar a algún entendimiento y
solucionar un problema es importantísimo escuchar los argumentos del contrario,
sólo así mediante la escucha activa, se podrá encontrar dónde reside el conflicto.

8. Aceptar que puede existir distintos puntos de vista

En ocasiones vemos problemas donde no los hay. Las discrepancias que pueden
surgir a la hora de enfrentarnos a una cosa, en la mayoría de los casos son eso,
distintos puntos de vista. Aceptar estas diferencias y no verlas como un obstáculo
hará que no perdamos el tiempo en males innecesarios.

9. Alcanzar acuerdos

Buscar y proponer posibles soluciones que satisfagan a todas las partes es la vía
más sencilla de acabar con un conflicto. En ocasiones puede ser una buena
solución dejarlo todo plasmado en un papel para que todo el mundo tenga claro el
acuerdo al que se ha llegado.

10. No remover el pasado

Cuando se ha conseguido llegar a un consenso y se ha solucionado el problema


no conviene dar más vueltas al asunto. Todo llega, todo pasa y todo cambia por
tanto hay que encarar los problemas con vistas a que siempre se encontrará una
posible solución.

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