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Recopilación de

Cuentos y
Leyendas Europeas
Recopilación de
Cuentos y Leyendas
Europeas

Coordinación y recopilación: Ana Cuesta Pernía


Maquetación: Adrián Marcos y Jorge Mato Medrano
Adaptación y revisión: Aurora Díaz Obregón
Los cuentos que aparecen en este recopilatorio han sido
adaptados y modificados respecto a los originales
Introducción
Desde la Oficina de Asuntos Europeos/Europe
Direct Cantabria queremos daros la bienvenida a
esta recopilación de cuentos y leyendas europeos.

Con ello queremos daros a conocer de lo mismo


una parte la cultura popular de cada uno de los
países que conforman la Unión Europea.

Esperemos que os gusten, sin más dilación:

Erase una vez


Índice
ALEMANIA
AUSTRIA
BÉLGICA
BULGARIA
HUNGRÍA
CHIPRE
IRLANDA
CROACIA
ITALIA
DINAMARCA
LETONIA
ESLOVAQUIA
LITUANIA
ESLOVENIA
LUXEMBURGO
ESTONIA
MALTA
FINLANDIA
PAÍSES BAJOS
FRANCIA
POLONIA
GRECIA
PORTUGAL
REPÚBLICA CHECA
RUMANÍA
SUECIA
Portugal
Sopa de piedras
Cuento tradicional

¿Sabías que Novi Sad (Serbia) será la capital


europea de la cultura en 2022... y Timisoara
(Rumania) y Elefsina (Grecia) serán las
capitales europeas de la cultura en 2023?
Un monje estaba haciendo la colecta por una región en la
que las gentes tenían fama de ser muy tacañas. Llegó a
casa de unos campesinos pero no le quisieron dar nada.
Como era la hora de comer, el monje que estaba bastante
hambriento dijo:
- Pues me voy a hacer una sopa de piedras riquísima.
Cogió una piedra del suelo, la limpió y comprobó que la
piedra era la idónea para hacer una sopa.
Los campesinos comenzaron a reírse del monje. Sin
embargo, el monje les dijo:
- ¡Cómo! ¿No me digan que no han comido nunca una
sopa de piedras? ¡Pero si está exquisita!
- ¡Eso habría que verlo! – dijeron los campesinos.
Precisamente esto último es lo que esperaba oír el astuto
monje. Enseguida lavó la piedra y dijo:
- ¿Me pueden prestar un caldero? Así podré demostrarles
que la sopa de piedras es una comida exquisita.
Los campesinos se reían del fraile, pero le dieron lo que
pedía. El monje llenó el caldero de agua y les preguntó:
-¿Les importaría dejarme entrar en su casa para poner la
olla al fuego?
Los campesinos lo invitaron a entrar.
- ¡Ay, qué lástima! –dijo el fraile-. Si tuviera un poco de
carne de vaca la sopa estaría todavía más rica. La familia le
dio un trozo de carne.
La echó en la olla y removio el agua con la carne y la
piedra. Probó el caldo:
- Está un poco sosa. Le hace falta sal, le dieron sal. La
añadió al agua, probó otra vez la sopa y comentó:
- Desde luego, si tuviéramos algunas verduras la sopa
quedaría realmente exquisita.
El padre, burlándose del monje, le dijo que esperase un
momento, que enseguida le traía alguna verdura.
- Eso mejoraría mi sopa muchísimo - contestó el monje.
Después de que el campesino trajera las verduras, el viejo
las lavó, troceó y echó en el agua que ya hervía.
-Un poquito de chorizo y tendré una sopa de piedra digna
de un rey. Pues toma ya el chorizo, mendigo loco - dijo el
padre de familia.
Lo echó y lo dejó durante un ratito, sacó de su túnica un
pedacillo de pan, se sentó en la mesa y se puso a comer.
El fraile comía la carne y las verduras, rebañaba, mojaba
su pan en el caldo y al final se lo bebía. No dejó ni gota de
sopa; bueno, dejó la piedra. Cuando terminó de comer
cogió el pedrusco, lo limpió, lo secó y se lo guardó..
-Hermano -le dijo la campesina- ¿para qué te guardas la
piedra?
-Pues por si tengo que volver a usarla otro día. ¡Dios los
guarde, familia!
Y se marchó, satisfecho.
Francia
El Sueño
Recopilado por Henri Gougaud

Dos películas: "The Father" de Florian Zeller,


y “Druk" de Thomas Vinterberg han sido
financiadas por la Unión Europea. Ambas han
resultado ganadoras en los Premios Oscar de
2021.
Dos vagabundos viajaban juntos en el calor del verano.
Bajo un sol de justicia avanzaban por el camino desde
primeras horas de la mañana. A mediodía decidieron hacer
un alto, así que se detuvieron a comer y a descansar a la
sombra de un gran roble, al borde de un sembrado.
Almorzaron un mendrugo de pan y una cantimplora de
vino y, al terminar, uno de ellos se tumbó en la hierba.
Con el sombrero sobre los ojos y los dedos cruzados sobre
el vientre, se quedó dormido.
De la boca abierta del durmiente, su compañero vio salir
una gran mosca de color azul. Revoloteó unos instantes
por encima de un matorral, se alejó y entró en una calavera
de caballo situada unos pasos más allá sobre la hierba.
La mosca se entregó a una desenfrenada zarabanda por el
interior del cráneo. Daba vueltas, giraba sobre sí misma,
entraba por un ojo, salía por el otro, desaparecía y salía de
nuevo a la luz por entre los grandes dientes amarillos.
Finalmente se alejó de la calavera, se puso a girar
alrededor de la cabeza del durmiente y penetró de nuevo
por su boca. Entonces el hombre despertó, se frotó los
ojos, se estiró y dijo a su compañero:
-Acabo de tener un agradable sueño. Me encontraba en un
palacio deslumbrante. Visitaba sus habitaciones, recorría
sus pasillos, descendía a sus bodegas, profundas y frescas.
Aquel palacio era mío y estaba construido sobre un
inmenso tesoro enterrado bajo sus murallas.
- ¿Quieres que te diga dónde has estado mientras soñabas?
-le replicó su compañero-.
En ese cráneo que está ahí tirado. He visto cómo el alma
te salía por la boca en forma de mosca grande y azul. Ha
visitado todos los recodos de ese cráneo, desde el fondo del
ojo hasta la punta de sus dientes y después ha vuelto a
entrar en tu boca. Deberíamos hacer un agujero bajo las
murallas de ese palacio para comprobar si el ojo del sueño
es realmente clarividente.
Cavaron en el lugar en que había estado colocada y
descubrieron el tesoro anunciado por el sueño.

Y ahí estaba TODO, todo lo que un hombre puede soñar.


Irlanda
La Calzada de Gigantes
Leyenda celta

¿Cuantas lenguas crees que se hablan en


Europa? Ten en cuenta en primer lugar que
hay 60 lenguas regionales en las que se
encuentran el catalán, el euskera, el frisón, el
sami y el yidis.
Hace muchos años existieron dos gigantes separados por
el mar de Moyle. Uno irlandés llamado Finn McCool, y
su rival, un gigante escocés de nombre casi
impronunciable: Benandonner. Aunque estos dos gigantes
nunca se habían visto, tal era su fuerte rivalidad que un
buen día Finn McCool decidió acabar con tal situación y
comenzar la decisiva batalla contra Benandonner para ver
cuál de los dos era el gigante más fuerte.
Aunque para que tuviera lugar el esperado encuentro, el
gigante irlandés tenía que trasladarse hasta Escocia.
Puesto que no existía un barco tan grande para
transportarlo, decididó romper en pedazos toda la costa de
Irlanda del Norte y fue lanzándolos al mar. De ese modo
se acabaría construyendo así una senda indestructible
hasta Escocia que le llevaría hacia su ansiado adversario.
Cuando Finn por fin cruzó hasta Escocia, se dio cuenta
de que su rival era mucho más grande de lo que esperaba,
tan enorme que sin ser visto decidió regresar de vuelta a su
casa en Irlanda. Una vez en su hogar, le contó a su mujer
Oonagh todo lo sucedido y ella, que era muy lista y audaz,
planeó disfrazarlo con ropa de bebé y meterlo en la cuna
más grande del país.
Así fue como el plan de Oonagh surtió efecto, ya que al
llegar Benandonner a Irlanda para enfrentarse a Finn y
ver el tamaño gigantesco del bebé, pensó que su padre
debería de ser al menos el triple de grande que el hijo, por
lo que rápidamente decidió regresar a Escocia rompiendo
a su paso la calzada aterrado con la idea de que el
gigantesco Finn pudiera seguirle hasta sus tierras.
Fue de ese modo como Finn logró «vencer» al gigante
Benandonner y quedarse para siempre en su querida
Irlanda sin tener además que participar en ninguna pelea
ni disputa.
Hungría
Pedrito
Cuento tradicional

El sello de Patrimonio Europeo se concede a


aquellos sitios, instituciones o lugares que
promuevan o hayan influido en la
construcción europea de la historia y la
cultura . ¿Conoces algún lugar que lo tenga?
Un hombre pobre tenía tantos hijos que no sabía a quién
nombrar padrino del último. Todo el pueblo era ya
padrino, así que no tuvo más remedio que burcar fuera.
Caminaba tan triste que cuando quiso darse cuenta, no
podía encontrar el camino de regreso y, en ese momento,
apareció ante él un hombrecito, tan pequeño que apenas
se levantaba del suelo. El hombre se llevó un buen susto.
- ¿Qué busca por aquí buen hombre? – preguntó.
- Has de saber que ando en busca de un padrino para mi
hijo más pequeño – contestó, temiendo que de no hacerlo
se lo llevase al infierno.
- ¡Oh! No te aflijas por ello – le respondió el hombrecillo.
– Yo seré el padrino del niño, pero con una condición:
cuando tenga siete años, siete meses y siete días, debes
encomendarlo a mi cuidado.
El pobre hombre aceptó de buen grado, pensando que no
se notaría la ausencia del más pequeño.
Así fue que se encaminaron hacia su casa, y el niño fue
bautizado como Pedro y el padrino le vistió con las
mejores ropas, que ni el hijo del rey tenía.
El día que se cumplía el plazo los padres no querían
entregar al niño, pues Pedrito era el más inteligente y
hermoso. El hombre dijo a su mujer:
-Esposa mía, prepárame algo para el camino, que ya ha
llegado la hora de entregar a nuestro hijo.
Este se encaminó con Pedrito hacia el lugar convenido.
Llegaron a la noche y se abrió la tierra, apareció el
hombrecillo, tomó al niño por la cintura y desapareció con
él por el mismo agujero. La tierra volvió a cerrarse tras
ellos y el hombre regresó a su casa con gran pesar.
Durante catorce días llevó al niño hacia abajo, dentro de la
tierra, y llegaron a un país donde la hierba era de oro, las
flores diamantes, y los caballos tenían pelambre de plata.
Para ese día, Pedrito era un hombre hecho y derecho.
Estuvieron andando por esos parajes, hasta que al tercer
día llegaron a un castillo de diamante, que giraba
continuamente. El hombrecillo golpeó las paredes con
una barra de oro y el castillo inmediatamente se detuvo; la
enorme puerta de oro y piedras preciosas se abrió de par
en par, como invitando a la entrada.
Entonces el hombrecillo se transformó en una
hermosísima princesa y Pedrito no encontraba palabras
para expresar su admiración. Dijo, entonces, la princesa:
-He sido hechizada por un viejo y perverso mago. Me
convirtió en un hombrecillo insignificante hasta que
encontrara una persona que se casara conmigo y tuviera
exactamente siete años, siete meses y siete días. Te he
encontrado a ti, y si aceptas casarte conmigo, mi castillo y
mi reino te pertenecerán. Pedro aceptó y en un carruaje
partieron en busca de los padres y los hermanos del chico.
Croacia
La leyenda de la
ciudad hada
Tradición popular

Europa Creativa es un programa que tiene


la finalidad de reforzar la competitividad del
sector cultural y creativo, a la vez que
salvaguardar la diversidad cultural y
lingüística europea. Es una de las politicas de
la UE pro cultura.
Aquel día en el valle reinaba una atmósfera especial, era la
boda de Bogdan y Miljeva.
El gran séquito se puso en marcha. Hacia ellos se dirijo el
padre de Bogdan, con su escolta, cuyas armaduras tan
resplandecientes brillaban como un espejo en la superficie
del río. De repente, cuando el cortejo se encaminó hacia el
castillo para celebrar el amor de los novios, el cielo se puso
radicalmente negro, el viento comenzó a soplar
frenéticamente y el río dejó de tener agua, como si tuviera
miedo de lo que iba a ocurrir.
La serenidad del valle se vio perturbada por los ruidos
atronadores de un dragón que vino surcando los cielos,
secuestró a la princesa y la arrastró hasta la profundidad
del lago Brljan. Bogdan se dirigió hacia el poderoso
monstruo para salvar a su prometida, pero la bestia
volante lo arrastró a las profundidades heladas del río
Krka. Sufriendo por la gran tristeza, el padre de Bogoje
envejeció en una noche. Casi todas sus riquezas las
repartió y construyó el monasterio Aranđelovac para que
los sacerdotes pudieran rezar por su desafortunado hijo
único y su amada Miljeva.
Un poco más abajo hizo construir dos ciudades, Čučevo y
Nečven, como símbolos del amor de dos almas que
trágicamente perdieron sus vidas. Y en las torres de las
ciudades, que parecían alzarse hasta el cielo, encerró a dos
hermanas que lloraban día y noche por la joven pareja.
Después hizo construir dos puentes, uno cerca de la
cascada Roški y otro cerca de Miljacka, donde los
pasajeros pagaban la travesía con dos lágrimas para
Bogdan y Miljeva.
Al hacer todo eso, el padre de Bogoje destruyó las murallas
magnificas de Bogočin. Esta ciudad, una vez feliz, se
envolvió de silencio y el noble devastado se fue en
dirección desconocida. Nadie nunca ha oído más de él.
La madre de Miljeva, la baronesa Čika, hizo construir una
torre cerca de Ključ, donde hasta el final de su vida rezaba
por su hija y su yerno Bogdan. Desde aquel tiempo la
gente comenzó a llamar Bogočin como Ciudad de Hada,
el pequeño río al pie de Ključ obtuvo el nombre de Čikola
y la región entre estas dos ciudades, afectadas por una gran
tristeza, pasó a llamarse Miljevci.
Republica
Checa
El golem de Praga
Antiguas leyendas checas de Alois Jirásek

El artículo 3.3 del Tratado de Lisboa


dispone que: la Unión respetará la riqueza de
su diversidad cultural y lingüística y velará
por la conservación y el desarrollo del
patrimonio cultural europeo.
En el siglo XVI, cuando Praga era capital del reino de
Bohemia, vivió en el barrio judío de Josefov, el rabino
Jehuda Löw ben Bezalel. Conocido como el Maharal de
Praga, era un hombre muy instruido de gran experiencia y
con alta estatura. Por ello lo llamaban “el gran Rabino”.
Los pocos misterios de la naturaleza, a otros ocultos, a él
estaban abiertos y podía hacer tantas cosas extrañas que la
gente se asombraba de sus poderes mágicos.
La más estupenda maravilla del rabino fue la creación del
Golem. Un monstruo de arcilla hierático y sin forma al
que el poderoso rabino creó a instancias de Yahveh, para
proteger a su pobre pueblo y ayudarle a sobrellevar todos
los infortunios. El rabino daba vida al Golem
introduciéndole en la boca el “shem”, papel con mágicos
textos hebreos.
El Golem ejecutaba todas las tareas pesadas y hacía todo
tipo de encargos, pero sobre todo protegía el barrio judío
de ataques antisemitas.
No comía, no bebía y no necesitaba descanso , pero cada
vez que llegaba el sabbat, el rabino le quitaba el “shem” de
la boca e instantáneamente el Golem quedaba inerte,
como un muñeco de tierra muerta.
Pero una vez, Löw ben Bezalel, preparándose para ir a la
vieja sinagoga y celebrar el sabbat, se olvidó del Golem y
no le extrajo el “shem” de la boca. Apenas entró a la
sinagoga, llegaron corriendo vecinos que, aterrorizados,
gritaban que el Golem estaba enfurecido.
El rabino titubeó unos instantes: ya se iniciaba el sabbat y
cualquier trabajo, aún el más insignificante, era a partir de
este momento pecado. Pero no había aún realmente
comenzado el sabbat, así que se levantó y corrió a su casa.
Sin todavía haber llegado escuchó fuertes ruidos y
retumbantes golpes. Cuando entró a la vivienda, vio un
horroroso desastre: vajilla destrozada, arcones volcados,
libros desparramados...
El rabino se dirigió directamente al Golem con los brazos
extendidos y con un solo movimiento, le arrancó de la
boca el mágico “shem”. El Golem cayó sobre la tierra
como si le hubieran cortado de un golpe los pies con un
hacha. Todos gritaron alegremente. El rabino suspiró
profundamente y, sin decir una palabra, volvió a la
sinagoga para retomar el rezo del salmo y bendecir el
sabbat.
Desde entonces, el rabino no volvió a introducir el “shem”
mágico en la boca del Golem. Nunca más se levantó,
siguió siendo un muñeco de barro y terminó en la
buhardilla de la vieja sinagoga, en dónde se fundió con su
estructura.
Dinamarca
El barril inagotable

'Europeana' da acceso a millones de


imágenes, textos, audios, vídeos y materiales
en 3D procedentes de miles de bibliotecas,
archivos, museos, galerías y colecciones
audiovisuales de Europa.
En una granja vivía un hombre: Peter Andersen. Detrás
de su casa había una colina verde que no tenía nada
extraodinario. La gente que pasaba cerca de ella escuchaba
a veces golpes muy fuertes. Pero ignoraban que en la
colina vivían unos hombrecitos muy trabajadores: los
trolls de la montaña, que extraían la piedra. Los trolls
jamás salían durante el día y los vecinos jamás salían por la
noche.
Una vez, los trolls celebraron una boda y como en todas
las bodas, bebieron mucho y comieron hasta hartarse.
Pero se dieron cuenta de que se les había acabado la
cerveza. ¿Qué hacer? Todavía era un poco pronto para
terminar la fiesta.
-Intentaré solucionarlo- digo un troll, y se dirigió hacia la
granja más cercana.
El troll llamó ligeramente a la primera ventana. Por
casualidad era la habitación donde dormía Andersen. Saltó
de la cama, abrió la ventana y exclamó:
-¿Quién es? ¿A quién lleva el diablo tan tarde en la noche?
-No te enfades. Celebramos una boda y nos hemos
quedado sin cerveza- explicó amablemente el troll.
-¿No podrías prestarme un barril de cerveza? Te lo
devolveré.
-Pero ¿quién eres?- preguntó el campesino, todavía un
poco adormilado.
-Soy tu vecino, el troll de la montaña, y vivo en la colina
verde que está detrás de tu casa.
-¡Muy bien! Me alegro mucho de conocerte. Pero estoy
seguro de que si no la hubieras necesitado, nunca hubiera
tenido la posibilidad de verte.
Ve a mi bodega y coge el barril que necesites- dijo
amablemente Peter Andersen, que bostezó y se acostó. El
troll eligió un barril, se lo llevó y la alegre fiesta continuó.
Unos días más tarde, a medianoche, el troll llamó de
nuevo a la ventana.
-Soy yo, tu vecino, el troll de la montaña. Te traigo el
barril de cerveza. Lo he metido directamente en la
bodega. Te estoy muy agradecido.
-Bueno, bueno- dijo el campesito bostezando, y quiso
cerrar la ventana, pero el troll continuó:
-Querido vecino, has sido muy amable conmigo y
queremos recompensarte. El barril que te he traído es
inagotable jamás se quedará vacío. Pero te lo advierto:
nadie debe mirar dentro. ¡No lo olvides!
-¡Bueno, bueno, gracias!- dijo Peter Andersen.
Desde entonces en la granja sólo se bebió cerveza de los
trolls. A ninguno de ellos se le ocurrió jamás la idea de
mirar en el interior.
Un día, una nueva sirvienta que era muy curiosa, cuando
el campesino la mandó a buscar cerveza a la bodega, abrió
la tapa y gritó horrorizada: el barril estaba lleno de sapos,
lagartos y serpientes.
La sirvienta abandonó la bodega y fue a anunciar la mala
noticia al campesino. Este bajó a su vez a la bodega, para
ver lo que había pasado: encontró el barril vacío. Se acordó
entonces de lo que el troll le había aconsejado y se enfadó
con la sirvienta. Pero no sirvió de nada, porque nunca más
salió una sola gota de aquel barril.
Letonia
El gigante de Riga
Leyenda

¿Conocias estos festivales de cine


europeos? Dingle (Irlanda) ,Venecia,
Cannes, Aarhus (Dinamarca), San Sebastián
y Berlín.
Érase una vez, antes de la fundación de Riga, capital
letona, un hombre muy alto, llamado Lielais Kristaps,
conocido como el Gran Christofer, en letón. Era un
hombre muy importante porque antes de que se
construyesen los puentes sobre el Daugava, él era quién
transportaba a la gente de Riga de un lado a otro.
Kristaps vivía en una cabaña en la orilla derecha del río.
Una noche, mientras dormía, oyó que un bebé lloraba al
otro lado. De inmediato, se levantó para ir a por el niño y,
una vez que lo tuvo en sus brazos, empezó a cruzar el río
de vuelta.
A mitad de camino, el bebé empezó a pesar tanto que
Kristaps apenas podía alcanzar su orilla. Agotado, llegó
hasta la cabaña y le dio cobijo y comida. Después, dejó al
niño en su cama, y cayó profundamente dormido.
A la mañana siguiente, Kristaps se despertó y encontró un
saco de monedas de oro en el lugar donde había dejado al
bebé. A la muerte del gigante, ese dinero se utilizó para
fundar Riga y el primer edificio de la ciudad se construyó
donde había estado su cabaña.
Rumanía
El lucero
Mihai Eminescu

Las pinturas prehistoricas más antiguas de


Europa son las de Altamira y las del Castillo,
situadas en Cantabria, te animamos a
visitarlas.
Érase una vez, como en un cuento,
De un linaje imperial nacida,
Una princesa bellísima.
Y era la única hija,
Soberbia en cualquier cosa,
Como la Virgen es entre los santos
Y la Luna entre las estrellas.
Ella dirige sus pasos
Hacia la ventana, donde en la esquina
El Lucero la está esperando.
Miraba al horizonte, sobre los mares
Él aparece y brilla,
Sobre los caminos movedizos.
Lo ve hoy, lo ve mañana,
Y así nace el deseo,
Él, mirando por semanas,
Se enamora de la muchacha.
Como su frente soñadora
Quedaba apoyada en los codos,
De su añoranza se llenan
Su alma y su corazón.
Y con que magnífica fuerza
Se enciende cada noche él,
Cuando en la sombra del castillo
Ella lo está esperando.
Y, poco a poco, siguiéndola,
Desciende en la habitación,
Tejiendo con sus chispas frías
Una tela de llamas.
Y cuando en la cama la niña
Se extiende para dormir,
Él toca sus manos delicadas,
Cierra sus cejas dulces;
Se difunde sobre su cuerpo,
Sobre sus ojos grandes, ahora cerrados,
Y sobre su cara acostada.
Ella lo miraba sonriendo,
Él temblaba en el espejo,
Porque la seguía, sumergido en su sueño,
Para por fin llegar a su alma.
Y ella, hablando en su sueño,
Suspirando amargamente decía:
Oh, dulce maestro de mi noche,
¿Por qué no vienes?
¡Ven!
Baja suavemente, tierno lucero,
Deslizando sobre un rayo,
Entra en mi hogar y mi pensamiento,
¡Trayendo luz a mi vida!
Él escuchaba temblante,
Se encendía cada vez más,
Y se tiraba fulgurante,
Se sumergía en el mar;
Y el agua, donde él cayó,
Da vueltas en un círculo,
Y desde el abismo desconocido
Aparece un joven soberbio.
Despacio llega a la ventana,
Que para él es un felpudo,
Y en su mano tiene un bordón
Coronado con cañas.
Con blando pelo rubio,
Una mortaja morada se cierra en un nudo
Sobre sus hombros desnudos.
Y la sombra de su cara traslúcida
Es blanca como la cera
Desde mi esfera llegué difícilmente
Para responder a tu llamada,
Mi padre es el cielo
Y el mar mi madre.
Para venir a tu cuarto,
Para mirarte desde cerca,
Bajé del firmamento
Y nací desde las aguas.
Austria
La necesidad de la sal
Ignaz y Joseph Zingerle

¿Sabías que el cuadro insignia de Austria es


el "El beso" de Gustav Klimt pintado en
1908? Se puede visitar en la Galería
Belvedere de Viena.
Un rey tenía tres hijas y no sabía a cuál de ellas nombrar
su heredera. Aprovechando que se acercaba su
cumpleaños, el rey anunció que escogería heredera entre
una de las tres basándose en cuál de ellas le trajera como
regalo lo más necesario para la vida humana. Cuando llegó
el cumpleaños del rey, sus dos hijas mayores le trajeron
regalos que, aunque necesarios, también eran muy caros,
mientras que la hija menor le trajo sal, lo que enfureció al
rey, que expulsó a la princesa de palacio y la prohibió
volver a poner un pie allí.
La princesa caminó hasta llegar a una posada, en la que la
posadera, una experta cocinera, tomó a la muchacha como
aprendiz. La princesa no tardó en aprender a cocinar
mejor incluso que la posadera, y la fama de los platos que
preparaba se extiendió por todo el reino. Personas de
todos los lugares y condiciones fueron a la posada solo
para probar los platos que preparaba la princesa, y tal era
su fama que el rey, sin saber que era su hija, la contrató
como la cocinera de su corte.
El día en el que se celebraban las bodas de la hija mayor
del rey, se le encargó a la princesa que preparase todos los
platos del banquete, y cuando se sirvió el plato favorito del
rey y el monarca lo probó, se dió cuenta de que se habían
olvidado de echarle sal, y ordenó que la cocinera hiciese
acto de presencia ante él.
Cuando la cocinera se encontró frente a él, el rey le
preguntó por qué se había olvidado de echarle sal a su
plato favorito. A lo que la princesa respondió que por qué
él expulsó de palacio a su hija menor por regalarle sal en su
cumpleaños como si fuese algo innecesario. Al oír esto, el
rey se dio cuenta de que la cocinera era su hija menor, y le
pidió perdón. La princesa aceptó las disculpas de su padre
y la celebración continúo con toda la familia reunida.
Lituania
Egle, la reina de los
aspides
Cuento tradicional

¿Qué tienen en común Hans Christian


Andersen, Perrault, los hermanos Grim,
Esopo y Jean de la Fointene? Todos ellos
recogieron la cultura y el folklore popular
de la época para que lo podamos disfrutar.
Hace muchísimos años vivía un matrimonio de ancianos
con doce hijos y tres hijas: la menor era Egle. Un día las
hermanas fueron a bañarse y jugaron en el agua. Cuando
volvieron a la orilla para vestirse, Egle encontró un áspid
dentro de la manga, se asustó y comenzó a gritar. La
hermana mayor fue a ahuyentar al áspid y, de pronto, le
dijo a Egle con voz humana:
- Prométeme que te casarás conmigo y me iré.
La niña se echó a llorar - ¡Vete! - le dijo.
- ¡Sólo si prometes casarte conmigo! - dijo el áspid.
Egle se prometió al áspid y en ese momento salió de la
camisa y se sumergió en el mar. A los tres días, apareció un
regimiento de áspides, los encargados del casamiento
hablaron con los padres, y no tuvieron más remedio que
entregar a su hija.
Llegaron a la orilla del mar y al instante se levantaron dos
enormes olas y apareció un muchacho joven y atractivo: el
rey de las aguas. En el fondo del mar se celebró un gran
banquete y Egle se casó. Con el paso del tiempo la
muchacha se acostumbró a la vida bajo las aguas, olvidó a
los suyos y su tierra. Egle tuvo tres hijos y una hija.
El mayor se llamaba Roble; el segundo, Fresno; el tercero,
Álamo; y la niña, Álamo Temblón. Un día, el mayor dijo a
su madre:
- Madre, ¿dónde viven tus padres?
Entonces Egle recordó su tierra, sintió la necesidad de
volver a su país, quería ver a los suyos. El áspid acompañó
a Egle y a sus cuatro hijos a la orilla del mar.
-Dentro de un mes debéis regresar, que nadie os
acompañe. Cuando llegues a la orilla llámame así: "Áspid,
áspid. Si estás vivo, espuma de leche. Si estás muerto,
espuma de sangre". Si estoy vivo, vendré a buscaros. Pero
si la espuma es roja, sabrás que he muerto. No desveles a
nadie cómo debéis llamarme.
Volvieron a su tierra, se alegraron mucho de verlos y
escucharon fascinados lo que Egle les contó. Pero cuando
les dijo que tenía que regresar en un mes, sus hermanos
idearon un plan para retenerlos en la tierra. Una noche
llevaron a los cuatro niños al bosque, encendieron una
hoguera y, uno a uno, les obligaron a decir cómo podrían
hacer salir a su padre.
Los chicos, no dijeron una palabra. Pero la niña estaba
asustada y no tardó en revelar el secreto.
Al amanecer, los hermanos de Egle cogieron unas
guadañas y se dirigieron a la orilla del mar. Llamaron al
áspid y le cortaron la cabeza. Pasó el mes y Egle y sus hijos
debían volver. Los hermanos no dijeron nada y la dejaron
partir.
-Áspid, áspid. Si estás vivo, espuma de leche. Si estás
muerto, espuma de sangre - dijo Egle.
El mar se agitó desde sus profundidades, y se destacó
entre las demás una enorme ola de espuma roja. Egle
escuchó la voz de su marido entre el rugido del mar.
-Nuestra hija, Alamo Temblón, nos ha traicionado.
Desesperada, Egle miró a sus hijos y dijo:
-Que mi hija pequeña se convierta en Alamo Temblón,
que tiemble día y noche, que las lluvias le purifiquen la
boca, que el viento le peine los cabellos.
Y vosotros, mis queridos hijos, sed desde ahora árboles
firmes. Yo seré un abeto. Y todos quedaron convertidos en
árboles. Por eso, el roble, el fresno y el álamo son árboles
fuertes, y el álamo temblón se estremece al menor soplo de
viento.
Luxemburgo
La leyenda de Melusina
Jean D'Arras

¿Sabías que las lenguas europeas vienen de


tres familias? La germánica, la romance y
la eslava. En la Unión Europea coexisten
tres alfabetos el latino, cirílico y griego, te
retamos a que escribas una palabra en los
tres.
Raimundo de Poitou se casó con una doncella llamada
Melusina a la que conoció en medio del bosque durante
una noche en la que, accidentalmente, había matado a su
propio tío. Melusina ideó una manera de salvarle.
Raimundo se enamoró de ella y le pidió matrimonio.
Melusina aceptó, pero le hizo jurar que nunca intentaría
verla durante un sábado ni averiguar la causa de tal
prohibición.
Melusina construyó a su marido el castillo de Lusignan, al
lado de la Fuente de la Sed o Fuente de las Hadas. La
pareja se instaló y tuvieron diez hijos. Por desgracia, cada
uno de ellos nació con una extraña deformación: el
primero era muy ancho y poseía unas enormes orejas; el
segundo tenía un oído mucho más pequeño que el otro, y
así, todos los hijos. Sin embargo, Raimundo seguía muy
enamorado de su mujer. Pero un día un primo suyo, muy
envidioso, le insinuó que si Melusina no quería verle los
sábados tal vez fuese porque empleaba ese día para
reunirse con un amante. A lo mejor aquellos a los que
llamaba hijos no eran tales, lo cual explicaría sus marcas de
nacimiento.
Al principio Raimundo se resistió a creerlo, pero un
sábado, se escondió detrás de un tapiz para espiar a su
esposa. La vio bañándose y peinándose los cabellos como
hacía habitualmente, pero de cintura para abajo, tenía una
gran cola de serpiente. En aquel momento Raimundo
sintió una gran tristeza por haber roto el juramento que
había hecho a su esposa. El mal ya estaba hecho.
Poco después, su hijo Geoffroi se peleó con uno de sus
hermanos, Freimond, y cuando este se refugió prendió
fuego al edificio, causando la muerte de Freimond.
Al enterarse, Melusina acudió a consolar al conde, pero
este escupió las siguientes palabras: “¡Desaparece de mi
vista, perniciosa serpiente! ¡Tú has corrompido a mis
hijos!”. Melusina se desmayó. Nada más recuperarse, saltó
desde el alfeizar de una ventana y, tras desplegar unas alas
de murciélago, se alejó volando del castillo de Lusignan.
Antes de abandonar el castillo, Melusina se prometió que
volvería a aparecer antes de la muerte de cada Señor de
Lusignan para llorar y lamentar la desgracia de la casa.
Paises Bajos
La sirena de Westenschouwen
Cuento popular

No dudes en visitar estas bibliotecas


europeas: la Biblioteca de Admont en
Austria, la Biblioteca Nacional de Praga, la
Biblioteca Pública de Stuttgart y la Biblioteca
del Trinity College en Irlanda.

-41-
Se dice que a un viejo puerto holandés llamado
Westenschouwen llegaban las mejores mercancías de
pescado y que los pescadores eran los más destacados.
Un día algunos de ellos atraparon en sus redes a una
sirena. Ella les decía que la tenían que soltar y que si lo
hacían les recompensaría. Pero los pescadores estaban
ansiosos de ganar dinero con ella una vez aterrizaran en el
puerto. Sin embargo, antes de llegar, se les apareció el
tritón con un bebé.
Este les dijo que tenían que liberarla, ya que las sirenas
eran muy felices en el mar y una vez que tocan tierra
mueren. Pero los pescadores siguieron su camino sin
hacerle caso. Así llegaron a tierra, y se hicieron famosos
gracias a la sirena.
El tritón que los había seguido les dijo a todos: “Esta
sirena y yo éramos felices en una casita de conchas con
nuestro hijo, ¿vais a dejar que muera en tierra firme?”.
Pero los ciudadanos sin escuchar seguían contemplando su
belleza, y cuando se cansaron de ella la abandonaron en
tierra firme y finalmente murió.
El tritón cargado de ira llenó el puerto de algas y arena.
Lentamente con las mareas las calles de Westenschouwen
se fueron cubriendo y la vida se hizo imposible. Eso sí, las
algas y la arena no consiguieron tapar a la sirena y dicen
que quien la encuentre tendrá vida eterna.
Eslovaquia
Los caballeros de Sitno
Cuento popular

El clavicordio, la espineta, la flauta dulce, el


rackett o el sacabuche son instrumentos
musicales surgidos en Europa. Puedes disfrutar
de ellos en la Ópera de la Scala, la Ópera Estatal
de Viena o en el Palacio Garnier en París.

-43-
En la época del príncipe Pribina vivió en un castillo junto
a sus dos hijos el príncipe Stojmír. El pontífice pagano,
llamado sacerdote, era el viejo y sabio Nákon. Bajo el
cuidado paternal de Stojmír, la gente vivía en prosperidad
y paz.
Al sentir que sus últimos momentos se acercaban, Stojmír
llamó a sus hijos y les animó a vivir en concordia. El
Príncipe gobernante sería el hijo mayor Tyra y el hijo
menor Želibor sería su súbdito; solo serían fuertes
mientras estuvieran unidos.
Stojmír murió pronto y, conforme a las costumbres
paganas, su cuerpo fue quemado en la arboleda sagrada de
Sitno.
No obstante, los hijos no obedecieron los consejos sabios
del padre y pronto empezaron a luchar uno contra el otro.
El pontífice Nákon hizo todo lo posible para evitar la
batalla fratricida pero fue en vano.
Un día, cuando las densas filas de guerreros se
enfrentaron, Nákon volvió a tratar de reconciliarlos
maldiciéndolos:
“¡Que se abra la roca de Sitno y os devore a todos! ¡Que
no vuelva a abrirse hasta que la nación eslovaca pida
vuestra ayuda, para que expiéis así vuestro pecado! ”
En cuanto Nákon pronunció estas palabras, un fuerte
rayo alborotó e iluminó todo alrededor. Se abrió una
tormenta y unas grandes llamas brotaron del cuerpo de
Sitno y la tierra tembló.
Una vez terminado, el cielo se despejó y millones de
estrellas lo adornaron. Los guerreros desaparecieron; la
roca de Sitno los abarcó en las grandes y espaciosas salas
que se formaron dentro.
Allí esperan, preparados para emprender la lucha cuando
la nación eslovaca los llame. Los caballeros esperan al lado
de su caballo enganchado, con un pie en el estribo, para
poder montar en cualquier momento.
Cada siete años se despiertan aún sin ser llamados y
preguntan al viejo caballero que guarda la puerta si ha
llegado el tiempo ya.
El viejo caballero sube al Pico Sitno para gritar hacia los
cuatro puntos cardinales si ha llegado el tiempo ya. Si no
llega la respuesta “¡Ya!”, vuelve a cerrar la puerta de
hierro y regresa a la sala para que los caballeros puedan
descansar siete años más.
Bélgica
La historia de la bruja y el niño
Cuento popular

La escritora catalana Irene Solà ha sido


galardonada con el Premio de Literatura de
la Unión Europea 2020 por su novela Canto
jo i la muntanya balla (Canto yo y la montaña
baila).
Érase una vez el hijo de un duque que tocaba en las calles
del centro de Bruselas. En algún momento durante su
actuación, el niño sintió una necesidad urgente de orinar.
Lejos de su casa y en un barrio desconocido, decide hacer
sus necesidades frente a la puerta de una antigua casa,
entre la Rue du Chêne y la Rue de l'Etuve.
Casualmente, era la casa de una bruja, que vio al niño en
acción y se enfadó mucho: "¡Cómo te atreves Maniquí...
mear delante de mi casa! Voy a hechizarte para que te
quedes siempre en esta vergonzosa posición!".
Devastado por la pérdida de su único hijo, el duque
ordenó que se hiciera una fuente en su honor y memoria.
La estatua del niño pequeño ha estado en el centro de la
ciudad desde entonces.
Grecia
Ícaro
Leyenda

Folklore es el conjunto de costumbres,


creencias, artesanías y canciones de carácter
tradicional y popular, que son semejantes
entre sí.
Ícaro fue el hijo de Náucrate y del arquitecto Dédalo. Fue
él quien ayudó a Teseo a encontrar al Minotauro que se
hallaba dentro del laberinto de Creta. Teseo acabó con el
monstruo y es por eso que el rey Minos, padre del
Minotauro, mantuvo a Ícaro y a su padre retenidos en la
isla de Creta. Es aquí donde comienza la leyenda de Ícaro.
Dédalo quería escapar de la isla en la que se encontraban
encerrados. Como el rey Minos controlaba tanto la tierra
como el mar, Dédalo fabricó unas alas para salir de allí.
Con cera e hilo unió plumas entre sí, asemejándose a las
alas de los pájaros.
Cuando acabó su trabajo, Dédalo batió sus alas y subió,
suspendiéndose así en el aire. Al ver que funcionaba,
equipó a su hijo Ícaro y le enseñó a volar. Cuando ambos
estuvieron preparados, iniciaron el vuelo. Dédalo advirtió
a Ícaro que no volase muy alto, ya que el calor del sol
derretiría la cera; tampoco muy bajo porque la espuma del
mar mojaría las alas y no podría volar.
Pasaron, padre e hijo, ciertas islas. El muchacho
sintiéndose dueño del mundo, empezó a ascender. Tal y
como su padre advirtió, los rayos del Sol ablandaron la
cera que sostenía las plumas y se despegaron.
Ícaro se puso nervioso y agitó sus brazos, pero no había
tantas plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar,
donde murió. Desde ese momento el mar sobre el que
cayó recibió el nombre de mar Icario. Su padre lloró y,
lamentando amargamente lo sucedido, llamó, en su
memoria, Icaria, a la tierra más cercana al lugar en el que
su hijo había caído, la que antes habría sido la isla de
Samos.
Dédalo llegó hasta Sicilia sano y salvo, quedando así bajo
la protección del rey Cócalo. Allí construyó un templo
dedicado a Apolo. Y fue dentro de ese templo donde colgó
sus alas como ofrenda al dios.
Polonia
El dragón de Wawel
Leyenda de Cracovia

La Gioconda es el cuadro más famoso del


mundo y el más visitado. El museo del
Louvre calcula que más de 6 millones de
personas pasan por sus salas con el objetivo
de ver la obra de Leonardo.
Hace muchos siglos, en las tierras gobernadas por el
príncipe Krakus, empezaron a suceder hechos muy
extraños. En la colina conocida como Wawel, un día, sin
saber por qué, comenzaron a faltar personas y los pastores
empezaron a notar que en sus rebaños había desaparecido
alguna res.
Un día, un muchacho que paseaba por la colina, descubrió
una enorme cueva tapada por unos matorrales. Asomó la
cabeza y se quedó paralizado de miedo: allí dentro dormía
un dragón verde de piel brillante y tamaño descomunal.
Salió pitando de allí y bajó al pueblo más cercano para
avisar a todo el mundo. Después, fue al castillo para
comunicárselo también al príncipe Krakus, quien envió a
los soldados más valerosos de su ejército a luchar contra él.
Un grupo enorme tomó rumbo a la colina, pero el dragón,
que ya estaba despierto, intuyó que iban a por él.
Muy airado, salió de su guarida, cogió aire y los expulsó de
allí lanzando bocanadas de fuego por su enorme boca. Los
soldados salieron volando.
El príncipe Krakus, como último recurso, decidió
recompensar con su propia hija: quien consiguiera vencer
al monstruo, se casaría con la joven Wanda.
La noticia no tardó en extenderse y llegó a oídos de un
zapatero. El muchacho, que era muy humilde pero
inteligente, decidió intentarlo y elaboró un plan.
Consiguió la piel de un borrego, la rellenó con azufre y
alquitrán, y por la noche, cuando el dragón dormía, la
colocó en la entrada de la caverna. En cuanto se despertó
de su profundo sueño, el animal vio la falsa oveja y la
devoró con ansia.
La comió tan rápido que al terminar sintió mucha sed y
bajó al río Vístula a beber. El agua penetró a borbotones
en su inmenso estómago, y al entrar en contacto con el
azufre y el alquitrán que se había zampado sin darse
cuenta, la tripa le explotó en mil pedazos.
El zapatero fue aclamado como un auténtico héroe y
recibió todos los honores posibles además de casarse con la
princesa Wanda, vendida por su padre.
Finlandia
Tomte, el gnomo de Navidad
Cuento escandinavo

¿Has visitado estos museos? ¿ El Yves Saint


Laurent en París, el Urban Art-Museum en
Berlín, el Museo Atlántico de Lanzarote o el
LUMA Arles en Provenza?
Cuenta una leyenda muy antigua que en la zona de
Escandinavia, Papá Noel decidió pedir ayuda para
repartir los regalos a los niños a un gnomo muy
habilidoso, pequeño y saltarín, llamado Tomte.
Tomte vivía tranquilo en su frío hogar escandinavo,
escondido en medio de un bosque. Tenía una larga barba
blanca y medía más de un metro de altura. Le encantaba
salir a las calles en la época de Navidad para contemplar la
felicidad que irradiaban las familias.
Además, le gustaba ayudar a los demás sin que le vieran: se
encargaba de devolver las ovejas descarriadas a su granja, o
de iluminar, gracias a las luciérnagas, un claro del bosque
para que ningún aldeano se perdiera. Adoraba ver la cara
de felicidad de las personas que ayudaba.
Una gélida noche de invierno Tomte había salido a pasear
y, de pronto vio a un reno en apuros. Su pata había
quedado atrapada entre unas ramas. Le pareció un reno
muy extraño: ¡Tenía la nariz roja como un tomate! Tomte
no se lo pensó dos veces y acudió en su ayuda. Y de la nada
se encontró cara a cara con el mismísimo Papá Noel.
Acababa de aterrizar con su majestuoso trineo cargado de
regalos y su reno Rudolph había introducido su pata entre
unas ramas.
Tomte le ayudó a liberar su pata y Papá Noel se quedó
pensativo. Llevaba toda la noche repartiendo regalos y
estaba cansado. El pequeño gnomo le invitó a su humilde
morada y ofreció a Santa un chocolate caliente mientras
charlaban.
A Papá Noel le pareció que Tomte era la persona ideal
para ayudarle y decidió que esa noche le acompañaría para
aprender cómo era su trabajo. Tomte quedó encantado.
Disfrutó como un niño pequeño sorteando obstáculos en
las casas al dirigirse hacia el árbol de Navidad, andando de
puntillas para no despertar a los niños... le gustó como al
que más, tanto que pidió a Santa dejar los últimos regalos
de Navidad. A Papá Noel le pareció buena idea. Estuvo
observando con discreción y así fue cómo se dio cuenta de
que Tomte, era, efectivamente, el ayudante que estaba
buscando.
Así que esa misma noche Papá Noel ayudó a Tomte a
construirse un trineo. Pero su trineo no podría volar.
Desde entonces, Papá Noel delega cada año su trabajo a
Tomte, y este pequeño gnomo es el encargado de llevar
todos los regalos a los niños escandinavos.
Alemania
El flautista de Hamelin
Cuento tradicional

¿Sabías que en Copenhague gracias al


escritor Christian Andersen hay una
estatua de la sirenita y que el protagonista
de esta historia también tiene una escultura
en Hamelín?
Hace mucho tiempo, en Alemania, existió una ciudad
llamada Hamelín que estaba rodeada por murallas. Era
muy bonita y próspera debido a que tenía un puerto tan
importante al que iban comerciantes de todo el mundo
conocido y por conocer.
Todos sus habitantes vivían felices en Hamelín hasta que
un día empezaron a llegar a la ciudad cientos de ratas.
Llegaron tantas que invadieron la ciudad hasta dejarla
totalmente infectada. No había un lugar en el que no se
encontrara una rata. La situación era tan terrible que el
alcalde mandó traer gatos, trampas y ratoneras, pero no
sirvió de nada. Las ratas aumentaban cada vez más y más.
En medio de esta situación, llegó a Hamelín, un trovador
que aseguró al alcalde que sería capaz de limpiar la ciudad.
- ¿Y lo podrá hacer usted solo?
- Por supuesto. Pero a cambio pido mil monedas de oro.
- No se preocupe. Si lo consigue le daré un millón.
El trovador llegó a la plaza del pueblo, sacó una flauta de
madera de su bolsillo y empezó a tocar. En ese momento,
las ratas comenzaron a salir de todos los rincones de la
ciudad. Se acercaron hasta él y lo siguieron mientras
recorría todas las calles de la ciudad.
El flautista continuó caminando hasta salir de la ciudad y
llegar al río, donde se paró en la orilla y siguió tocando.
Las ratas cayeron al agua y murieron ahogadas.
De modo que el flautista volvió a ver al alcalde para pedir
su recompensa.
¿Mil monedas de oro por una música? ¡Le daré como
mucho cien monedas! - dijo el alcalde riéndose.
- ¡Pero eso no es lo que me prometiste! En ese caso lo
lamentaréis - respondió.
El trovador salió del ayuntamiento y comenzó a tocar con
fuerza su flauta. En esta ocasión, fueron los niños,
grandes y pequeños, quienes empezaron a salir de las casas
y a seguirle allá donde iba.
El flautista salió de la ciudad y todos los niños de Hamelín
salieron con él y nunca más se los volvió a ver.
Estonia
San Olaf
Leyenda

Estos son algunos cómics europeos


recomendados para los niños y las niñas que
quieran iniciarse en divertidas lecturas:
Tintín, Asterix y Obelix, Spirou y Fantasio.
Cuenta la leyenda que a mediados del siglo XIV Tallin
buscaba convertirse en una importante ciudad portuaria y
aumentar su actividad comercial. Para ello, los nobles de la
ciudad decidieron construir la iglesia más alta del mundo
para que pudiese ser divisada desde todos los mares y ríos,
pero no sería una tarea fácil.
Ningún maestro de obras quería hacer los trabajos de
construcción. Además de tratarse de una empresa
imposible, había una maldición que decía que quién
lograse acabar la iglesia, moriría.
Todo cambió con la llegada de un desconocido artesano
que estaba dispuesto a asumir el riesgo a cambio de una
gran cifra de dinero. Tanto, que era inasumible por la
ciudad, o por ningún banco de la misma, pero a cambio les
propuso un trato: si lograban averiguar su nombre antes
de finalizar las obras, les perdonaría la deuda.
Sus habitantes aceptaron y se pusieron manos a la obra
para intentar averiguar el nombre, pero se acababa el
tiempo y las obras avanzaban a buen ritmo sin que
hubiesen sido capaces de averiguarlo.
Cuando faltaba poco para terminar la iglesia, las
autoridades mandaron un espía a casa del extraño para
saber el nombre y no pagar la cuantía de dinero.
Escondido en la casa, el espía pudo escuchar a la mujer del
constructor cantando una canción de cuna a un niño cuya
letra decía: "Duerme, mi bebé, Olaf llegará pronto a casa
con el oro suficiente para comprar la luna".
¡Eureka! Ya tenían el nombre del extraño artesano, así
que todo el pueblo acudió hasta las inmediaciones de la
iglesia justo en el momento en que el constructor estaba
colocando la cruz sobre la torre.
Desde abajo comenzaron a gritar: ¡Olaf, Olaf, la cruz está
torcida! Al oír esto, el hombre perdió el equilibrio y cayó
al vacío. Ya muerto, de su boca salió una rana y una
serpiente, símbolos que para poder terminar esta
construcción, Olaf había recurrido a la ayuda de los
poderes oscuros.
A pesar de esto, los ciudadanos y ciudadanas de Tallin,
decidieron nombrar a la iglesia con su nombre.
Chipre
Pigmalión y Galatea
Mito

Los derechos de autor/a pertenecen al


creador de una obra literaria, científica o
artística original. A excepción del autor/a,
nadie tiene derecho a publicar o reproducir
estas obras hasta 70 años después de la
muerte del mismo.
Un día Pigmalion se propuso hacer la mejor de sus obras,
una mujer esculpida en marfil blanco. Se dedicó a ello con
pasión, pasando días y noches encerrado en su taller.
Esculpió cada uno de los rasgos y las formas con mucho
detalle y cuidado. Cuando termino su obra, el resultado
final fue una doncella muy hermosa a la que vistió con las
mejores ropas y adornó con bellas joyas.
Todas las noches Pigmalión visitaba su obra e imaginaba a
la doncella como si fuera de carne y hueso en lugar de
marfil. Así fue como Pigmalión se enamoró, se obsesiono
con aquella mujer y le puso de nombre Galatea.
La trataba con mucho amor y cariño, como si fuese un ser
vivo e incluso hablaba con ella.
Una noche, mientras se celebraba una fiesta en honor de
Afrodita, Pigmalión le suplico de rodillas que diera vida a
su obra. La diosa dio vida a Galatea transformándola en
una mujer de carne y hueso. Se acercó a hablar con ella y
suavemente beso sus labios.
Al hacerlo notó los cálidos labios de una mujer. Galatea
cobró vida y se enamoró perdidamente de su creador.
Pigmalión se casó con Galatea, que se convirtió en reina
de Chipre.
Suecia
La isla de Selandia
Leyenda

¡Consejo! Si eres músico tienes la opción de


plantearte la idea de presentarte a las
audiciones de la Joven Orquesta de la Unión
Europea.
En la vieja ciudad de Upsala tenia su corte el Rey Gylfi.
En su castillo vivía Gefjun, a quien trataba como si fuese
su propia hija. Sus antepasados procedían del pueblo de
los gigantes pero nadie lo sabia. En Dinamarca gobernaba
el Rey Odín. Su hijo, el príncipe Skjöld, hizo un viaje,
conoció a Gefjun y se enamoraron.
Skjöld y Gefjun suplicaron la bendición al querido rey.
Como muestra de su cariño, le concedió el deseo de pedir
cualquier cosa que le sirviese como recuerdo de Suecia.
“Deseo que me deis un trozo de tierra que un hombre
pueda labrar en un día. En ese trozo de Suecia se
materializaran todos mis recuerdos y añoranzas”.
Gefjun se dirigió hacia las montañas de sus antepasados.
Allí encontró a un labrador con sus cuatro gigantescos
hijos que llevaban un colosal arado. Todos juntos se
encaminaron a una bonita y verde zona de bosques.
Con gran fuerza cavaron los surcos consiguiendo separar
un gran trozo de tierra sueca. Entonces un grupo de
gigantes de la corte del rey depositaron el trozo entre las
costas suecas y danesas tal cual Gelfun quería. Y así se
creó la isla de Selandia .
Italia
Juan sin miedo
Cuento tradicional

Algunos de los estilos arquitectónicos que


nos podemos encontrar en la Unión Europea
son: clásico,románico, gótico, renacentista,
barro-co, neoclasico y moderno.
Existió una vez, un hombre mayor con dos hijos. El
mayor era un muchacho muy trabajador. El más pequeño,
sin embargo, solo le daba disgustos:
- Hijo mío. Tengo poco que dejarte cuando me vaya, y no
has encontrado una buena posición. ¿Qué te gustaría
hacer?
-No es cierto papá. Muchas veces oigo historias y
leyendas plagadas de monstruos que aterran y, sin
embargo, a diferencia del resto que las escuchan, no siento
ningún miedo. ¡Quiero aprender a sentirlo!
Disgustado, el padre, le dijo enfadado:
-¿Crees que eso será suficiente para tu porvenir? ¡Pues
márchate a buscar el miedo!
Tras aquellas palabras, Juan emprendió su camino. Más
allá del valle, existía un terrible castillo gobernado por un
mago malvado. El dueño del castillo, un pobre rey, había
prometido una gran recompensa a aquel que se atreviera a
enfrentarse al mago y a hacerle salir del castillo. Hasta
entonces todos lo que lo habían intentado, habían huido
muertos de miedo. Sin duda allí podría encontrar el
miedo.
Una vez allí, Juan se acercó y se situó junto a la misma
puerta donde se encontraban dos guardias reales, que
vigilaban aquella puerta principal:
-Soy Juan Sin Miedo y deseo ver a vuestro rey.
El más fuerte le acompañó al salón del trono y allí el
monarca le explicó las condiciones necesarias que debía
reunir para conseguir liberar el castillo .
-Te entregaré todo el oro de mi reino si consigues pasar
tres noches allí y liberar a mi castillo de la oscuridad.
-Le agradezco sus palabras, su majestad, pero yo en
realidad solo quiero descubrir lo que es el miedo.
«Qué valiente y honesto es este muchacho» -Pensó el rey
tras escuchar sus palabras.
Juan se dispuso entonces a pasar su primera noche en el
castillo, cuando le despertó un alarido:
-¿Quién eres que hasta te atreves a despertarme? -dijo.
Solo consiguió burlas por parte de Juan Sin Miedo. Juan
se dispuso a cortar la cadena y tras cortarla el fantasma
desapareció para siempre de la habitación y del castillo.
El monarca consideraba que toda aquella valentía no era
suficiente para enfrentarse al maleficio, y de este modo
Juan Sin Miedo llegó a la tercera noche. Una vez
dormido, escuchó los ruidos de una momia espeluznante
que le acechaba:
-¿Por qué interrumpes mi sueño? -Preguntó Juan.
Al no recibir respuesta Juan Sin Miedo tiró de la venda de
la momia, tras la cual, misteriosamente, se encontraba el
malvado mago.
-Parece que mi magia no responde frente a ti. Déjame
escapar y liberaré al castillo de mi encantamiento -Dijo el
mago.
¡Qué alegría sentía el rey y la comarca entera! Todos se
reunieron a las puertas del castillo para celebrar la valentía
de Juan Sin Miedo y honrarle por su hazaña. Así, el rey le
ofreció residir en su castillo, y Juan permaneció allí
mucho tiempo, convencido de que nunca conocería al
miedo. Trascurrieron los años, hasta que una de las hijas
del rey dejó, trasteando, caer una pecera colmada de
pequeños peces sobre la cama de Juan Sin Miedo.
-¡Qué horror! ¡Qué miedo! -Exclamó exaltado Juan
retirándose el agua y todos los peces del rostro.
¡Quién lo iba a decir! Desde luego la joven princesa,
decidió guardar el secreto de lo ocurrido para que todos
siguiesen conociendo a aquel hombre como “Juan Sin
Miedo”.
Eslovenia
Erasmo de Predjama
Leyenda

Alemania es uno de los países con más


museos. Hay cuadros expuestos de Picasso
por toda Europa. El país que más publica
libros es Francia.
Erasmo de Predjama era hijo del gobernador de Trieste.
Al parecer, era un hombre bastante orgulloso y rico que
durante una cena tuvo una discusión de honor con Adrej
Baumkircher, de Vipava. Esa afrenta acabó con la vida de
un comandante de Federico III y Erasmo huyó al castillo
de Predjama.
Aliándose entonces con el rey húngaro, comenzó a
saquear caravanas y Federico III, enfadado por esas
acciones, ordenó que se le diera muerte. El encargado,
Gaspar Ravbar, gobernador de Trieste, fue incapaz de
acceder al interior del castillo dada su ubicación y decidió
sitiarlo.
Del castillo no entraba ni salía nadie, o al menos los
soldados que lo sitiaban, no veían movimiento de entrada
o salida. Durante el sitio, que duró un año y un día, desde
el castillo tiraban cerezas frescas a los soldados que no
podían imaginar de donde las obtenían. No les faltaba la
comida y por tanto la estrategia de sitiar el castillo sacaba
de sus casillas a los sitiadores, que no podían imaginar el
sistema de cuevas detrás del castillo que llevaba hasta
Vipava.
Un día, un sirviente de Erasmo fue sobornado y señaló a
los soldados la posición del baño, el lugar menos seguro. Y
de un cañonazo terminaron con la vida de Erasmo.
Malta
La novia de Mosta
Cuento

¡Ya esta disponible el nuevo programa


Europa Creativa 2021-2027! Para más
información puedes consultar al Punto
Europeo de Ciudadanía o la página web de
Europa Creativa.
Había una vez, una torre en la villa de Mosta, que
pertenecía a la familia Cumbo. Allí vivía la hermosa
Marianne, que contaba con la ayuda de Haggi, un turco
que había sido liberado de la esclavitud por la familia y se
enamoró locamente de su hija. Haggi se sintió traicionado
por la familia cuando Toni Manduca pidió al padre la
mano de Marianne. El padre aceptó inmediatamente y
Haggi zarpó en un barco que iba a Turquía.
Pasado un año regresó justo en la noche previa a la boda,
subió a los aposentos de su amada, la metió en un saco y se
la llevó de vuelta a Turquía.
Tan pronto Toni descubrió lo sucedido, juró traerla de
vuelta a su hogar. Se disfrazó y buscó un barco que le
llevara hasta Turquía. Una vez allí, averiguó que
Marianne vivía en el palacio del Sultán, a donde se dirigió
para rescatarla. Desde la lejanía, Toni comenzó a escuchar
la voz de su amada y respondió entonces cantando.
Marianne prestó atención a ese canto y se llevó una gran
sorpresa al descubrir que era Toni.
La princesa les escuchó y, como tenía mucha amistad con
Marianne, disfrazó a la maltesa y la sacó del palacio para
llevarla al encuentro de su querido Toni. Y así los dos
volvieron a Malta felices.
Bulgaria
Baba Marta y la martenitsa
Tradición popular

La Conferencia sobre el Futuro de Europa es


un órgano político que, mediante
participación ciudadana, busca determinar
nuevos acuerdos o enmiendas para orientar el
futuro de la UE, tambien en temas
relacionados con cultura.
Cuenta esta leyenda que hace mil años Baba Marta, la
Abuela Marzo, era una anciana que controlaba el clima y
las estaciones.
Según su estado de ánimo brillaba el sol, florecían las
plantas y cantaban los pájaros, o bien se oscurecía el cielo y
reinaba el frío.
Al parecer se pasaba todo el invierno triste y de mal
humor, con lo que el país entero se sumía en el frío y las
nubes ocultaban el sol.
Se dice que la Abuela Marzo siempre estaba de mal
humor ya que sus hermanitos se bebían todo el vino que
había quedado del año anterior y nunca le dejaban
probarlo. Así es como a primeros de marzo, cada búlgaro
confecciona y regala la “Martenitsa", un adorno de lana
roja y blanca, con el motivo de apaciguar a la Abuela
Marzo y para que vuelva el buen tiempo tras los crudos
inviernos que abundan en Bulgaria.
EDITA
Consejería de Economía y Hacienda
Dirección General de Fondos Europeos
Edificio Macho
C. Hernán Cortés, 39004 Santander,
Cantabria
Tel. 942 20 85 43

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