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ae ee os 6 do @ tepe, Bost ‘oad a ee bbw col. ues Barcohy Digetane le Ror ceGue Moen, €., Shucnez, e. (932. 1 Trabajo y estructura social an al eerie Maria Jestis Izquierdo Benito Divisién sexual del trabajo, discriminacién y segregacin La situaci6n social de las mujeres se caracteriza por la desigualdad y ésta se manifiesta en muy diversos mbitos, el educativo, el familiar, los, medios de comunicacién, la participacién politica y sindical, por citar algunos de los mas importantes. Son tantos los aspectos en que se puede far su situaci6n desigual en relacién al hombre, que pareceria dil cil decidir por donde empezar si se pretende afrontaria con el fin de aca~ bar con ella. Sin embargo, las cuestiones relativas al acceso al trabajo remunerado y a unos ingresos suficientes tienen tal entidad que una per- sona no es auténoma mientras no obtenga por s{ misma los ingresos que le permitan cubrir sus necesidades. De toclos modos, tener un trabajo y tener una remuneracién suficiente no son el fin de la lucha de las mujeres, sino el punto de partida de la misma, la base a partir de la cual construir unas relaciones interpersonales en que la dominacion y la explotacién queden sustituidas por el respeto mutuo y Ia colaboracién, En Ia mayor parte de nuestras actividades interviene el dinero, care. cer de ingresos propios 0 que los mismos resulten insuficientes es tanto como hallarse apartada de la vida social. En el fondo de cualquiera de los aspectos en que se manifesta la desigualdad social de las mujeres se halla el trabajo, las condiciones en que el mismo se realiza y los medios de vida a los que se accede a través del mismo. La divisién del trabajo entre hombres y mujeres da lugar a tres problemas que, al estar tan relacionados entre si, en ocasiones es dificil diferenciar unos de otros: 1. La especializacién, 2. La segregacion, 3. La discriminacién, 23 La especializaci6n y sus consecuencias Consiste en realizar actividades distintas y complementarias respecto de aquellas que realizan los hombres. Es evidente que la primera forma eespecializacion se manifiesta en las relaciones sexuales cuando se orien- {ana la procteactén, Desde el punto de visa fisico las mujeres y los hom- bres tenemos distinto papel en la reproduccién de la especie. Este es precisamenteel nico caso en que se puede hablar de una relacién de com- plementariedad debido a nuestras diferencias naturales. Las restantes ac ‘Yidades especializadas no son un producto de nuestras diferencias sino de las telaciones sociales, no tienen como origen las diferencias fisicas entre los sexos, sino que son obra de las propios seres humanos. ‘Generalmente se tiende a dar menos importancia a las diferencias sociales que a las naturales, porque se supone que es més cil cambiar las cosas que han sido obra nuestra que las que ha producido la natura leza, Por ello mucha gente eree que ha de resultar mas fécil conseguir aque las mujeres se integren en la sociedad en las mismas condiciones que Jos hombres, que modiicar las diferencias fisicas entre los sexos que dan lugar a distintas capacidades. Sin embargo, ese optimismo no tiene base: hha sido mas facil desarrollarleches aptas para la lactancia de las criaturas recién nacidas que conseguir que los hombres den el biberon, Invers mente, algunos hombres que aspiran a un reconocimiento de su iden dad femenina recurren a operaciones de cambio de sexo, eufemismo con el que se refieren, ellos mismos y los médicos que les atienden, ala cas {racion a la que se someten, de donde también en este caso se muestra la voluntad de subordinar Ia naturaleza a nuestros deseos o necesidades. Por término medio, la vida de la gente es el doble de larga ahora que ha- ce un siglo, por lo tanto hemos sido capaces de intervenir con éxito en la Guracion de nuestras vidas, continuamos siendo mortales, pero nos ‘morimos mucho mas tarde. También hemos superado las limitaciones naturales que nos impiden volar, careeemos de alas pero construimos avio- hes que sustituyen eficazmente las alas que nos faltan. El debate sobre la division del trabajo, sus ventajas e inconvenientes hha sido muy largo y todavia esta abierto. En un cierto momento se supo- ia que la especializacion, la parcelacion de las actividades por tareas con- tribufa a aumentar la productividad, y se suponia ademas que aumen- tando la productividad se consegufa que la riqueza aumentara y con ella el bienestar humano. Los hechos han puesto en evidencia que las cosas no son ast. La division del trabajo produce numerosos problemas, de entre Jos cuales se pueden destacar dos: La dependencia ‘Guanto mas profunda es Ia divisién del trabajo, los productores son mas dependientes de los organizadores de la produccién, y, al mismo tiempo, 24 on.menos capaces de satsfacer diretamente sus propias necesidades, a especializaci6n impide que las personas conozean todos los aspectos de la produccion de un bien o servicio, logue se sabe hacer tan solo es la parte de un todo. Hoy, la mayor parte de actividades que se realizan, en el dmbito del trabajo remunerado son tan especializadas, desarrollan unas habilidades tan particulares, y exigen unos conocimientos tan es- pecificos, que las personas que se dedican a las mismas se vuelven muy dependientes de la empresa en que trabajan, porque en otra empresa los, conocimientos y habilidades que se requieren pueden ser muy distintos y para ser productivas tendrian que pasar por un nuevo periodo de adies- tramiento, sobre todo para cobrar las primas de productividad. La espe- cializacién hace que el trabajador sea muy dependiente de la empresa en que trabaja, y a la contra, para el empresario, resulta facil sustituirlo por otro trabajador, sobre todo en un momento en que el adiestramiento de los trabajadores es financiado por el Estado y, por lo menos en parte, por los propios trabajadores. Es mucho més fécil dominar a una persona dependiente que a una persona auténoma, a una persona especializada que a una persona capaz de hacer muchas cosas muy distintas, El desinterés y la pérdida de responsabilidad Una parcelacién por tareas muy intensa hace que los trabajadores y las trabajadoras pierdan interés por In actividad en i mistna yes muy dit sil identificar cuales Ia contribucién que han hecho al producto acaba. doy mucho mengs las necsidades humanas guests cuando le fue a un consumidor como ellos mismos, puesto que toda persona tiene dos facetas:la de productore y Ia de consurhidors Esa stuacion hace que se plerda ines pore abajo, bef prxetvdad yl calidad de os Productos. El empresario, como respuesta, paga las primas de producti ‘dad, que cuando se aplican ala cantidad, cosa que sucede habiviamente, generan una consecuencia paradajica: desinteresarse todavia mas por el producto, ¢ interesarse tnicamente porlacantidad producida, sin impor tar lo que se ha producido, Por ello, las ventajas que tiene para el empre- sario la divisin del trabajo ~por la dependencia que erean en los traba: Jadoresrespecto de la empresa quedan limitadas por lo inconvenientes segtin sea el coste dela mano de obra, o a posibilidad y rentabilidad de mecanizar la produccin. Una respuesta que se ha dado a este problema, unqueesté por ver el grado en que se genevalizar ha sido poner en pri. oe ae formas de See de se como los circulos de cali- iad, con las que se persigue que los trabajadores recuperen el orld ¥ Ia responsabilidad por lo que hacen, Con est tipo de estateyias se pe. sigue aumentar la produccién, reducir los errores, y se flexibiliza el pro- ‘ceso productivo, facilitando que se adecue a las vicisitudes del mercado, orientando la produccién a las preferencias del cliente. Sin embargo, estas nuevas técnicas de organizacidn de trabajo no dan respuesta, ni preter, 28 den darla, al problema basico de la explotacion a que estén sometidos los, trabajadores y las trabajadoras en las empresas, ni pretenden romper con las jerarquias, ni contemplan que la toma de decisiones sobre los aspectos fundamentales de las empresas se realice democraticamente, con la partic cipacién de los trabajadores, ni tan s6lo en aquellos aspectos que les afec- tan directamente, como la politica de inversiones, la proporcién de be- neficios que se distribuyen cada ano entre los accionistas, la calidad y el tipo de productos que luego tendriin que fabricar, por lo que crean una falsa apariencia de autonomifa y capacidad de decisién sobre el propio trabajo, Esa pérdida de sentido de la actividad también se produce en el aspec- to més importante de la divisi6n del trabajo entre los hombres y las muje- res: el que atribuye a las mujeres el trabajo de amas de casa y a los hom- bres el trabajo asalariado en general. El sentido que tienen las actividades de las unas y los otros se pierde cuando ellas se encuentran especializa- das en producir y cuidar gente para un mundo del que no participan por- que estan aisladas en sus casas. Producen hijos, recuperan las energias del marido, se hacen cargo de los mas viejos y de los enfermos, pero dadas sus condiciones de aislamiento los cuidados que procuran no van enca- ‘minados a hacer de sus productos (hijos, marido, padres) unos ciudada- nos responsables del mundo en que viven, sino tan s6lo miembros de una familia, de espaldas a las condiciones de vida que luego tendrn que afron- tar cuando inicien sus estudios 0 busquen un trabajo, o se enfrenten a un expediente de regulacién de empleo en la empresa én que trabajan, 0 vvivan las consecuencias de la jubilacién. Los hombres, por su parte, pro- ducen cualquier cosa con tal de que se les pague un sueldo, con tal de ganar el pan de su familia, aunque lo que produzcan no sea verdadera- ‘mente necesario o sea nocivo para la vida humana, la de su propia fami lia incluida. Bajo condiciones de divisién sexual del trabajo, las amas de casa no pueden ver, probablemente tampoco estén dispuestas a admiti, que juegan un papel fundamental no solo en el cuidado de los miembros. de su familia, sino también en la formaci6n de sus actitudes, estimulan: doles a que se comporten como ciudadanos y trabajadores comprometi dos y solidarios o favoreciendo que adopten actitudes egoistas limitan- dose a mirar para s{ mismos y su familia a la vez que se desentienden de Jos problemas sociales. Porlo que se refiere a los hombres que tienen una familia a su cargo, con tal de ganarse la vida pueden llegar a desenten- derse de las consecuencias que tiene el tipo de trabajo que desarrollan, para ellos mismos y para los demés. Con tal de ganar dinero no pondrén resistencia a que la empresa en que trabajan destruya los recursos natu- rales, o los productos que fabrican sean de baja calidad, inuitiles ¢ inclu- ‘0 daitinos para quienes los consumen. Con tal de ganar dinero, sacri ‘arin sus propias vidas y su salud, trabajando sin respetar las normas de seguridad exigibles y con ello arriesgéndose a perder la vida o la integri- 26 dad fisica en un accidente laboral. Preacupados por el sostenimiento de su familia en las mejores condiciones posibles, estarén dispuestos a ven- der su salud a cambio de una prima, y protestarin cuando se suprima la Prima de insalubridad 0 peligrosidad labora si desaparecen las condi ciones que la propiciaron. La segregacin La segregacién se refiere a la separacién entre personas en base a algu- na caracteristica 0 condicién, como el color de la piel, que en Sudafrica dio pie a la politica apartheid, o al aislamiento de los judios en los ghet- tos. Probablemente la segregacién mas generalizada es la que se produ- ce entre hombres y mujeres, en el lugar de trabajo o en cualquier otro espacio en el que vivimos. La cocina es generalmente tn espacio ocupa- do por las mujeres, el sofa del salén es un espacio habitualmente ocu- pado por los hombres, la puerta de los colegios es un espacio femenino, la entrada del campo de futbol un lugar masculino, los bares un espacio mas- culino, las ferveterias son tiendas de hombres y las mercerias tiendas de ‘mujeres. La segregaci6n incluso se puede detectar en relacién a las horas del dia; hay horas, la madrugada, en que la calle es de los hombres y las mujeres corren muchos riesgos si se aventuran a pisarla, especialmente si van solas, otra cosa es si van en grupo y dispuestas a defenderse de cual- quier ataque. De todos modos es dificil encontrar actividades en que la segregacidn sea total, la mas intensa se produce en el ejército, los monas. tetios, Ios conventos y los lavabos, Si vemos como se distribuye la poblacién activa encontramos segre- gacién, es decir, separacién entre mujeres y hombres por sectores de la economfa, aunque como ya se ha sefialado la intensidad de la misma cs variable. Las mujeres se concentran en el sector servicios y los hombres en la industria. Dentro de cada sector también hallamos segregacién, hay ramas de la actividad de algunos sectores en que practicamente no hay’ mujeres, por ejemplo en la automocién o la industria sidenirgica, y otras fen que apenas hay otra cosa que mujeres, por ejemplo el textil o la con- feccién. Finalmente, dentro de las propias empresas también se produ- ce segregacién, hay secciones en las que solo trabajan mujeres ¥ otras cn las que s6lo trabajan hombres. Si decfamos que hay especializacién, de modo que las mujeres hacen cosas distintas de las que hacen los hom bres, también hay segregacién, hay una cierta tendencia a que las mu- Jeres trabajen en lugares distintos que los hombres. La primera forma de segregacién es la que consiste en que las mujeres trabajan en el I~ gar en que vive la familia y los hombres en las empresas. De modo ue la especalizacin y la segregacion son dos aspectos de tna misma 27 La segregacién de las mujeres y los hombres en el trabajo, esa pol ca de apartheid entre los sexos ha sido una cuestién que ha recibido una atencién considerable. No podemos olvidar la relacién existente entre las diferencias sexuales y la propia sexualidad. Dado que la mayor parte de personas manifiesta tuna orfentacion de cardcter heterosexual, es l6gi- fo que la constatacién de la diferencias sexuales entre las personas vaya revestida de una carga erética para la mayor parte de la gente. No hace falta hacer un gran esfuerzo de memoria para recordar que hace tan solo ttreinta o cuarenta afios se sospechaba de la decencia de las mujeres que trabajaban con hombres, porque se consideraba inmoral que estuvieran, juntos en un mismo lugar hombres y mujeres que no fueran miembros de la misma familia. Con poco esfuerzo puede recordarse que la tinica actividad laboral bien considerada en el caso de las mujeres era la de maes- tra, y una actividad particularmente mal vista era la de enfermera, corria, el prejuicto de que las mujeres que ejerefan esta profesién eran unas «fres- cas», Hoy, son muy frecuentes comentarios de caracter erético en los luga- res de rabalo referidos a as relaciones de as mueres con Jos hombres, La segregacién de los empleos por sexos es posible que recogiera en st origen esa problemstica (de hecho éee fue el argumento empleado en su dia para separar a las mujeres del trabajo en las minas, ya que se con- sideraba inapropiado que mujeres y hombres estuvieran juntos en un entorno de trabajo que exigia levar poca ropa debido al éalor). Proba- biemente, la segregacion ha tenido un efecto afadido, el de facilitar la discriminacién salarial de las mujeres, porque al hacer trabajos distintos ‘es més fécil ocultar el hecho de que son discriminadas dado que es mas dificil establecer comparaciones. ‘Ahora bien, olvidar lo evidente, que el principal vinculo entre las muje- res y los hombres es precisamente el sexual, lleva a abordar con muy poco rigor el acoso sexual a las mujeres en el lugar de trabajo. Para entender el problema del acoso sexual es necesario escuchar a todos, y no sélo a aquellos que han hecho de este problema el «principal problema de las mujeres». Es cierto que las relaciones de poder entre los sexos facilitan que los hombres cosifiquen a las mujeres en el lugar de trabajo, hacien- o de ellas, tanto sus jefes como sus compafieros de trabajo, un mero obje- to sexual, Pero ésa es s6lo una parte, también esta en juego la compleja identidad sextal de las personas y la ambivalencia que caracteriza a los deseos humanos, de donde si el hombre desea poser a la mujer, la mujer necesita confirmar su valor en los deseos de un hombre. Tal vez la segre- gacién de los empleos por sexos es un modo de evitar, por parte de los, uefios de las empresas, que la explotacién de un sexo por el otro inter- fiera la explotacién de una clase por la otra. Es como si con medidas de segregacion en el lugar de trabajo se aplicara una politica preventiva de los posibles problemas que se pueden derivar del hecho de que para un hombre una mujer, ademas de ser compafiera de trabajo, es un objeto 28 sexual en potencia. No hay duda de que la medida més radical contra el ‘acoso sexual en el lugar de trabajo es precisamente la segregaci6n de los empleos por sexos, acompafiada de la segregaci6n fisica. Aunque no sea deliberadamente, aunque sea sin tener conciencia de lo que se estaba haciendo, la segregaci6n ha servido historicamente para evitar el acoso sexual de las mujeres por parte de los hombres en el lugar de trabajo, 0 en todo caso para limitarlo a aquellos hombres que tuvie~ ran una relacién de jerarquia respecto de las mujeres, puesto que fre- cuentemente son hombres los capataces en secciones en que solo traba- jan mujeres. Otra particularidad de la segregacién es que hace invisible, (© mucho mas dificil de ver, la discriminacién salarial. La discriminacién La discriminacién es un hecho que tiene lugar en dos fases. En la prim ra se establecen criterios para diferenciar o identificar a diversos colecti- vos en base a alguna diferencia generalmente visible. La discriminacién puede tener lugar en base al color de la piel y en ese caso nos enfrenta- ‘mos al racismo, a la opcién sexual que en nuestra cultura toma la forma de homofobia o rechazo de las personas que manifiestan preferencia er6- tica por la gente de su propio sexo, Pero la discriminacién que nos ocupa es la sexual, segiin la cual se toma al sexo como una base fundamental para la construccién de la identidad de las personas, suponiéndoles carac- {eristicas especificas en funciGn de que sean hombre o mujer. A partir de sa diferenciacién se les somete a un tratamiento desigual. Una vez iden- tificado el colectivo sobre el que se pretende ejercer la discriminacién, la ‘segunda fase se refiere al modo en que la misma va a tener lugar. Porque la discriminacion tiene dos caras, la positiva y la negativa, La discrimi- nacién puede servir para beneficiar a un grupo social o para perjudicar- 10, Ambas caras de la discriminacién han sido vividas por las mujeres. Las, mujeres, alo largo dela historia, han sufrido la diseriminacion negatva, en el sentido de que han recibido un tratamiento distinto y peor al rect bido por os hombres cuando las unas los otros se enconteaban en eit cunstancias parecidas. La doble moral, segtin la cual a las mujeres se les han exigido unas normas de comportamniento mucho mas estrictas que a los hombres es una manifestacién clara dela discriminaci6n. ¥ por supues- to, el ejemplo més sangrante en la actualidad es la discriminacién sala- rial. También tiene que ver con la discriminaci6n, pero en este caso unida a la segregacién, la formaci6n distinta que recibian las nifis y los nifios para los mismos niveles de estudios cuando la escuela se encontraba segre~ ada por sexos. En tiempos recientes, y debido en buena medida a la lucha de las mujeres por su liberacién, se hia empezado a aplicar a las mujeres otra forma de discriminacién, la positiva. 29 Una caracteristica de la democracia occidental en base a Ja cual se argumenta que se trata de una forma de gobierno no sélo mas eficaz, sino ademas éticamente superior, es el hecho de que se consagra la igualdad de oportunidades. El principio de la igualdad de oportunidades, no obs- tante, ha sido muy criticado especialmente desde posiciones de izquier- day posiciones feministas. Se ha venido argumentando, en contra de este principio, que no es suficiente con que todas las personas reciban el mismo {rato por varias razones: 1. Eliminar las barreras legales, que se apliquen las mismas leyes a todo el mundo, que no se impida a un grupo realizar ciertas cosas mientras, {que a otr0 se le permite (por ejemplo votar) no garantiza en absoluto que enla préctica leguen a ejercer sus derechos. Decir que todos tienen dere- cho alla educacién en las mismas condiciones no garantiza que todos estu- dien, A nadie le prohiben estudiar, pero la proporeién de chicas y chicos hijos de trabajadores que se licencia en las universidades es comparati- vamente mucho més baja que la proporcion de hijas e hijos de profesio- rales o empresarios. Las tasas académicas, aunque mucho més bajas que cl coste real de los estudios no estan al alcance de todos los bolsillos, y ‘mucho menos esté al alcance de cualquiera tener un hijo o hija en casa, 4que en lugar de contribuir con su sueldo a las necesidades domésticas produce gastos de ropa, transporte, compra de libros, matriculas, etc. 2. No se trata de igualdad de oportunidades, o dicho de otro modo, de ser tratados por igual en el punto de partida, por ejemplo para acceder a la universidad 0 para conseguir un trabajo, sino de llegar al mismo punto, obtener los mismos resultados. Los condicionamientos sociales y familiares de las mujeres, 0 de los hijos de los trabajadores, y mucho mas de los inmigrantes del Tereer Mundo, impiden que aun cuando recibie- an un mismo trato no obtendrian los mismos resultados, a menos que hicieran mayores esfuerzos y sacrificios. Junto con los condicionamien- tos materiales que dificultan la obtencién de los mismos resultados, debe- ‘mos agregar los condicionamientos psiquicos. Entre los grupos sociales que viven en condiciones de vida mas precarias es donde encontramos Jas personas menos estimuladas para hichar; sus hijos, por falta de esti- mulos, faltan mucho mds a clase que el resto de los nifios, y obtienen un. rendimiento escolar mucho més bajo. Las aspiraciones, los suefios, los, deseos de los peor tratados estan aplastados. En condiciones materiales embrutecedoras es dificil plantearse «grandes» aspiraciones y proyectos, yes mucho mas dificil tener la capacidad de planificaci6n y la discipli- na para alcanzar las metas propuestas. Cuando no se sabe cudntos dias se van a trabajar, cuando se volvera a encontrar empleo al acabar el con- trato actual, cuando no es seguro que se cobre puntualmente, es dificil pa- nificar nada, porque se esta literalmente en manos de otros, y al fin son e508 otros los que gobiernan la propia vida. El problema reside en que si se trata dei mismo modo a los desigua- 30 le peta a design. Par aca con desig ome menos para impedir que las actuales formas de desigualdad se Tepro- dinette coun rman nal acta en ncn cel ato dil Ea fom Br in nculad eeeact” owe cco esi, eaudnn, cha er tera emi te be, Hay mules gut inca Parte conta un ee, yuan i han come ana ect es moe Profonsmen. Ea luches dre due eager ase er ncn ets et pie en oe ison un ina por sees ay a sms: Ades, apesecladelas le Se ne dente dg ian eines sag sett call che ara a i iva. Es comprensible que considere una estafa la igualdad de oportuni- dis cand coms Sse ele oe oe saa per de oon ne ue seers a mayo Panto ie ton a ig se aunts ded por as mage ene on no remaperado itberrra tind ac Om ga eens iin cade a a megan, ia formando pate de ura fad, Sas access ew hombre fo ane rma raceme tra ecient ane Sona dee ae omer cn amas tase ais cotangent dela ala mien ‘mujer se queda en casa apoyando y estimmulando a su marido en la carre- ra profesional, gozando y enorgulleciéndose con sus éxitos, disfrutando Sa ventas ngs neetenden con ss ts dsutanda sentirse esa mujer cuando el esperado ascenso de su marido queda frus- id oro ay leary epee eas meanders Sed ls a asc tS ene Siocmeclnra te Roscnalate coer copa lascen y moment la ieee aid ae ale depend eo gresos del hombre que compite con ella. Peat eee ee los ae ‘mujeres, sino entre dos modelos de mujer, la ue quiere ser autosuficiente ose ve obligada a serlo, parala que es impree rancor yeoeede see pr nae impr lia. El derecho al trabajo remunerado es un derecho inalienable no sélo para los hombres, sino también para las mujeres. Es impensable la auto- Pore eso ages meres Es impensable lato 31 lo han pisoteado y se le pisotea a las mujeres, no hay més que comprobar lobajaquees la tasa de ocupacién en actividades remuneradas delas muje- res, especialmente las casadas, Debido a que el derecho al trabajo remunerado ha sido negado a las ‘mujeres, resulta incoherente afirmar que ser ama de casa es una opcion valida y, por ello, las mujeres deberfan encontrarse en condiciones de ele- gitla libremente si asf Io descan, ya continuacién apoyar los intereses de las mujeres profesionales en conira de los intereses de las amas de casa ‘También es irresponsable que se defina como poblacién activa a aquella parte de la poblacién que trabaja o manifiesta deseos de trabajar. (Como sise pudiera elegir aquello que es imprescindible hacer! Sélo hay tres ‘medios de ganarse la vida: trabajar, robar o depender de la benevolencia de los demés, como las amas de casa dependen de sus maridos. Mientras las amas de casa sean clasificadas como poblacidn inactiva o dependiente, y no se les considere poblacién parada, no se puede decir en serio que las medidas de accién positiva para la promoci6n laboral de las inujetes benefician a todas «las mujeres». Esas medidas tnicamente benefician a tun modelo de mujer mientras que en la prictica la sociedad se sostiene sracias al trabajo no pagado de las amas de casa, de aquellas alas que Perjudican tales medidas. Las amas de casa, con’su trabajo silenciado, ccubren las deficiencias del estado del bienesiar. Se ocupan de los ninos, los enfermos y los viejos. Las vemos haciendo cola en la Seguridad Social, resolviendo los tramites con la Administracion, ocupdndose de las vacu. nas de sus hijos, de que vayan a la escuela, de que hagan los deberes, se les puede ver también Ilevando ropa limpia a los enfermos en los hospi ales, animandoles a comer para que se recuperen, con lo que dejan antes tuna cama libre en el hospital, pasando las niches a su lado sentadas en una silla, o bien compensando con trabajo afiadido la pérdida de valor audquisitivo de los salarios de sus hombres. Si ser ama de casa es una opcién libre, no esta justificado que se les castigue a través de sus maridos, mediante la aplicacion de medidas, de accién positiva en favor de esas otras mujeres que desean ser auto- suficientes. Empezar por la rafz del problema implica afrontar que ob- tener un empleo es una necesidad, no un deseo. La critica al principio cle igualdad de oportunidades, exigiendo la implaniacion de medidas de accion positiva, debe necesariamente ir acompafiada de otra exigencia, toda mujer adulta sin empleo remunerado debe ser contabilizada en las filas del paro, declararla ama de casa es encubrir una tasa de desem- pleo femenino disparatadamente alta. No es coherente la defensa de la siscriminacién sia la vez se pretende que las mujeres tienen derecho a sclegir ibremente» ser amas de casa. Para que la discriminacion posi. tiva sea un prinefpio democratico, se requiere reconocet que el trabajo remunerado ¢s la base sobre la que se construye la autonomia de las personas. No se puede condenar a nadie, ni siquiera se le puede pedir 32 ae se cemvieria en ama de casa, y menos todavia que acepte ese empleo ho Pagado chantajeandola con que haga ese sactficio en nombre sey Situacién social de las mujeres y estructura social: sexo, género y discriminacién Hasta aqui hemos ta como afecta a k festaciones que afectan de disinto modova ne sree alles yelaciones sociales en su conjuntor se trata dey OS HOMPPES ¥ I. La desizualdad entre los sexee 2 La desigualdad en funcion del género, 3. 1a division de la sociedad en clases de género, La desigualdad entre los sexos ‘Un punto de partida es vera situacién social dela muy Posici6n con la de los hombres en asp. ‘tos como la; tegort slaboral lapel stn ‘ ectos como categorfa lara el sch de ingress, a relacién entre ingresos ynivel de esting pes Seceames ge ileal ioe a eel ds sr 33 otros, sino debido a que le han repetido insistentemente que tiene cier- fas cualidades aunque sean falsas. “STos modelos, Patrones de conducta orientados al desempeio de cada tuna de las actividades sociales, que se integran en la persona especial- lente durante el proceso de socializaci6n, y que llevan incorporads pre~ Inios (dinero, prestigio, amistad, ete.), para estimular a que sean respe- Talos y castigos (la coerciGn fisica, la cérce, el ostracismo, la eritica, el Hafeulo, la perdida de la consideracion por parte de los demas, etc), para disuadir de todo intento de transgresién. Sas posiciones sociales. Son los lugares que se pueden ocupar dado el modo como esti estructurada la sociedad, de los cuales hay cantida- Ges vartables, Por ejemplo, hay muchos mas puestos a cubrir como tra- bajador manual que como directivo de empresa. El acceso a las posicio- neg sociales est condicionado en muy buena medida por el origen de Clase, el sexo, el origen éinico o la edad. La desigualdad en funcién del género ‘Los problemas a los que nos venimos refiriendo se pueden contemplar desde otto Angulo, Hasta ahora nos hemos referido a la division dela socie~ Gad en fincion del sexo. La misma ha conducido a que ciertas actividades Jas realicen generalmente las mujeres y otras generalmente hombres. Cuan- do una actividad se considera socialmente propia de mujeres, recibe infe- Hor valoracién a la que tiene cuando la sociedad la considera propia de hombres, c inversamente, las actividades peor valoradas suelen ser reali- zadas por mujeres, es como un pez que se muerde la cola. Ahora bien. el fratamtiento desigual de hombres y mujeres es un proceso que tiene diver- sasdimensiones. En este texto estamos prestando atenci6n al trabajo, como actividad mas importante de la dimensién social. También la dimension siquica tiene un peso fundamental, ¥, aunque su tratamiento excede los, Jimites de este libro, no por ello dejaremos de mencionarla. ‘La desigualdad de las mujeres es un proceso que se abre con la division sexual del trabajo, y se consolida con la constitucién de los géneros socia- Jes si eres mujer ete toca» hacer unas cosas, si eres hombre, otras. El siguiente paso es considerar femeninas las actividades que desarrollan las mujeres y masculinas las que realizan los hombres. El tercer paso es dife- renciar el tratamiento que reciben o se les asigna (respeto, reconocimien- to, medios de vida, estilo de vida), las personas que realizan actividades femeninas respecto del que reciben las que realizan actividades masculi- nas. En ese momento decimos que tienen cardcter de género. Cuando una aetividad tiene cardcter de género, las personas, independientemente de ual sea stt sexo, son tratadas siguiendo un patron especifico, el de géne~ fo. Por ilo es muy importante diferenciar la discriminacién por razén de 34 sexo de la desigualdad por razén dé azn de género. La discriminaci6n por ra desexos¢ produce cuando haciendo miso tabsolas jee rien ‘menos salario quelos hombres, a desigualdadporrazén de genera se pro. luce cuando estan peor pagadas las actividades de un genero, element. no, que las del otro género, el masculino, independientemente d s sean las personas que las realicen, aunque sea una mujer quien realiza la actividad masculina y un hombre la femenina. En principio un enferme- ro actividad femenina ests peor pagado gina ingeniers (actividad mas. s en este caso cuando podemos decir que la desigualdad es de zgénero y no de sexo. Evidentemente, en la prictica no se producen Se Sndcaiphatns 2 a earo tee diferencias entre la una y la otra las hayamos presentado como st estuvie- ran eparadas, En la actualidad sospechamos que aun coando se antis- ne a desiualdad en funcin del sot, la desigaldae mas intensa slade nero, as actividades femeninas estan peor consideradas y pagadas que Fas masculinas, no importa quien se dedigue a as mismas Por ejemplo, rofesion de enfermera esta peor pagada que la de cirujano, no tanto porguelarealizan las mujeres, Como por el hecho de sr femenina, yeah or agada tanto si a realiza una mujer como sla realiza un ho nb saremos un ejemplo para aelararlo que acabamos de exponer: Median: en eee eee ee le varias dimensiones del género, Decfamos que ser enfermera esté peor pagal que er crujano,no importa elsexoal quese pertenezea Aliso tempo, es posible que se déclesigualad slaral entre los enfermeros yl ahlermeras La desigualdnd salarial pda see reutadocombinadode inacién porrazén de sexo ¥de la desigualdad de genero. Es Sable ue los hombres que trabajan de enfermers, nsucasn no real cen trabajo doméstico porque sur mujer es ama de casa se ocupa eiulbslodmestc neuen urea decay rcv dota ppafieros y con sus superiores, mientras que las mujeres enfermeras hacen ,0 eri tificadas como pertenceientes a ese sexo, as mujeres pueden estar s0- mnetidas a discriminacion, por elemplo obtener menos reconocimienta.0 ingresos qu los hombres usar sosialient sepa, no tenend acceso. clertos espacios sociales, por ejemplo las sociedades gastronémicas ‘ascas, Por ser de genero sfemenihor, haber adguiride unas caracteriacas, conceimieta, expectativas, actnudesparticulare, las mujeres suelen i ar unas posiciones, o desarrollar unas actividades que no ocuy fal Feira desarrollo otras carateristicas Por concretarlocon un jem: plo: si una mujee no estudiaingenierla, sunque los eappresarios a oay_ ‘Maris decontratr amen no cons tunempleo de ingeniera, Dif land sexo de enero ae pede subraaria importance esiictra $m isn margen dea volun den gent difclaspers in desigualdad ala que las mujeres estin sometidas. La estructura Socal nogha poeros representa como cnjuntod oscones scien relacionadas que tienen como fundamento [a dvisin social del trabajo, ato aro qs lamella eens enact le partial production social, x un hecho esrctral ntrea ‘lonado con la existencia de propiedad privada de los mnedios de prod In, no se puede concebir el trabajador asalariado sin el empresario caj ta lista, nese sin el trabajador asalariado. En cuanto a la divi i sn sexual trabajo, por otra parte, puede dar lugar a un namero saa deexplotaclondominacion, quesebasan en a cenfronlactomentredeccace gorfas de género, no tanto complementarias, como opuestas: Ia misna, estructural elactn entre las dos category pnp em ay reac nes patziarcales, relaciones que, por otra parte, en la actualidad quedan expecificadas por el capitalismo, ya que la posicién de patriarca ed del limpiabotas que llega ser director de barco casos ques pes densa tulad os gan a pescar cons packe acer ee fer ascreantanc jtincnougu packet ioeaareee fie i stencion qe plas Hoge dreeesete a vise heh de ures una haa pce Br io ea melimuea areca Und ls formas de enfenta lt Cicaisaneas Oa ‘aneiacarcterstnd lara acl one 11 una situacién equivalente, para que las condiciones de vide cammbinn far todos yn a par os is Sabon see re los mas «trepas». Ese es precisamente el objetivo de los sindica tobe dlsey dor partidos polcosce tonic ee eso es tan importante el andlisis que realicen de la estructura social y los objetivos de cambio que se planteen. u 6

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