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Freud Andlisis Terminable e Interminable -Punteo tedrico- Sapitulo 2; 1a & Sinton A ere ee os ha ensefiado que la terapia psicoanalitica, es decir librar a un ser icos, de sus inhibiciones y anormalidades de caracter, es un trabajo largo. a . Hubo intent. meres 2 a su duracién como el que hizo Otto Rank: suponia eliminar la neurosis integra, el trémite analitico del acto de nacimiento, que sein él era la genuina fuente de la neurosis: Freud mi eas Sree el decurso de una cura analitica. Paciente ruso que se sentia muy comodo en ef Scene aie oh caso de autoinhibicién de la cura. Freud le fijé un plazo y sus resistencias se quebraron Dina na Se fer cutado. Sin embargo estaba en un error, el bienestar del paciente fue pes es por episodios patolégicos, aprehendidos como unos vastagos de su vieja neurosis ¥ ques referidos a restos transferenciales que mostfaron un cardcter paranoico. 5 No pu 1o puede dudarse del valor de la medida coactiva dé fijaF uniplazo: es eficaz en un momento justo, pero No puede dar garanti {garantia de la tramitacién completa de la tarea. Mientras una parte de! material se vuelva asequible bajo Ig fa. Noes licito extender el plazo una vez que se Io fij6. compulsién de la amenaza, otra aparece retenida y enterrad: ya no se encuentran en la sesién de trabajo \dezca a causa de sus sintomas y haya conciente en el enfermo tanto El andlisis ha terminado cuando analista y paciente iciones: que el paciente ya no pa | analista juzgue haber hecho fe la resistencia interior, que ya no quepa temer que se hablard de un andlisis imperfecto. Capitul analitico. Cuando se cumplan dos condi como sus inhibiciones y que el Jo incomprensible, eliminado d en cuestion. Sino se alcanza esta meta se por accién conjugada de un factor constitucional ¥ hablar de un andlisis terminado definitivamente, n factores desfavorables para et superado sus angustias as de lo reprimido, esclarecido de repitan los procesos patologico Jas perturbaciones neurdticas son, mixtas, La etiologia de todas ‘edominio traumatico se puede Solo en el caso con pr accidental. tensidad constitucional de las pulsiones y la alteracion perjudicial del yo sor concluible. paces de prolongar su duracién hasta lo inc La in efecto del andlisis ¥ ca roblemas y los ejemplifica con casos muy distantes en él tempt Ferenczi, habia resuelto con éxito sus mujeres, pero luego entra en oposicién con el analsta Después con el caso de una joven vio eu enfermedad pero luego de muchos afios habia contraldo und segunda. Podria co protege ala persona de contraer luego otra neurosis yhastauna, dela ‘Aborda dos P? ‘as con hombres ¥ " ja supera un tratamiento exito: misma raz .s para las posibilidades de la terapla; 5 factores decisivo: ‘ero [a intensidad de las pulsiones. primé flicto pulsional. Es imposible y nera duradera y definitiva un cont ible tramitar de ma si se PI He a oa Gecaparecer. Se busca el domefiamiento de la pulsio ac deseable Nace ia delve sin ese auxilio. Tiene un poder El andlisis no consigue en el neurdtico més de lo que el sano lleva a in enfermedad: punto de vista incontrastable el factor cuantitativo, la intensidad pulsional, en la causac econdmico. jones nuevas, son conservadas Todas las represiones acontecen en la primera infancia, Luego no se consumen oe i pao Tas antiguas. Los confictos nuevos son tramitados por una pos-represion. La opmas TN Ce ee analitica es la retificacign con posterioridad del proceso represivo originarla, la eval Po del factor cuantitativo, pulsional, pero no de manera regular. £Cémo se jpdsito de sustituir las represiones permeables permanecen intocados por el trabajo En la experiencia muchas veces se desconecta el influjo del refuerzo explica la inconstancia?: no hemos alcanzado a fondo nuestro pro} por unos dominios confiables y acordes al yo. Sectores del mecanismo antiguo analitico. El tule reivindicado por el andlisis, de que cura las neurosis asegurando el gobierno sobre lo pulsional, es siempre justo en la teoria, pero no siempre lo es en la practica. No siempre consigue asegurar en medida suficiente las bases pata el gobierno sobre Io pulsional. E1 gobierno sobre lo pulsional mejora pero sigue incompleto porque la trasmudacién del mecanismo de defensa ha sido imperfecta. El camino para el logro de nuestro propésito terapéutico solo pasa por el robustecimiento del auxilio que pretendemos aportar con el analisis al yo. Capitulo 4; éSe puede proteger al paciente de futuros conflictos? ées realizable despertar un conflicto no manifiesto por el momento, con fines terapéuticos? Si un conflicto pulsional no es actual, no se exterioriza, es imposible influir sobre él mediante andlisis. Para volver actual un conflicto latente podemos: produc tuaciones donde devenga actual 0 conformarse con hablar con é! en el andlisis. El trabajo analitico se cumple de manera dptima cuando las vivencias patégenas pertenecen al pasado, de suerte que el yo pudo ganar distancia de ellas. En una profilaxis solo se podrian realizar 2 métodos: la produccién artificial de conflictos nuevos dentro de la transferencia y el despertar de tales conflictos enla representacién del analizado hablando de ellos y familiarizéndolo con su posibilidad. Sin embargo no puede colocar todos sus conflicts dentro de la transferencia. El nico camino probable es entonces contarle al paciente sobre las posibilidades de otros conffictos pulsionales y despertar su expectativa de que tales cosas podrian sucederle. Sin embargo el paciente escucha pero no hay eco alguno, Capitulo 5; Se centra en el tercer factor: la alteracién del yo. La situacién analitica consiste en aliarnos nosotros eon el yo de la persona objeto a fin de someter sectores no gobernados de su ello, o sea, de integrarlos en la sintesis del Yo. Para que se pueda concertar un pacto asi tiene que ser un yo normal. Ese yo normal es una fiecién ideal, Una cooperacién asi fracasa con el psicético, La alteracién del yo es la medida en E que el yo se aproxim: ‘© menor al del psicético, el monto de distanciamiento de un extremo y otro. proximma en areca ae Desde el comienzo el yo tiene que cumplir su tarea: mediar entre el ello y el m hacia adentro, a dominar el peligro interior antes de que haya devenido un peligro exterior Dryness nee dos frentes-mas tarde agrega al superyé- el yo evita el peligro, la angustia, el displacer através de res gene llamados mecanismos de defensa, Uno de estos mecanismos, no es el Unico, es la represign ney ePrints suplantacién, Otro es la sublimaci6n 'on: esfuerzo de desalojo y $ é é € ¢ é é € € ‘ ‘ ‘ e ¢ ‘ & e e s ‘ « ‘ ‘ ‘ . 4 . ‘ ‘ 24, sere = Muchas Meee oe Mu ee lado, estos mec v0.2 Pagedo un precio demasiado atop Se idan en gt gal ™05 No son resignados después que socortiera Mediante et aoe Yo. Los mecanismos de defensa, mediante una enajenacin respecto ¢ tanta permunent elo repo) tte UENO Tea El anal; lizado repi oak : tare, ite tales modos de reaccién alin durante el trabajo anatico. Esto conforma "2 analitica, la of ‘escondide, la otra es el descubrimiento de lo ido en el ello, (os Se ert ea Los mecani nis Mos de defensa frente a antiguos peligros retornan en la cura como resistencias al curacién mi ism B resistencign ™™ && tatada por el yo como un peligro nuevo El yo se aferra a las Durante eltr ic ne Pee ere del pacto de la situacién analitica, contraria otros retofios de lo reprimido. Pt inencia wis ant primido. Pueden cobrar preemi transferencias. Har por completo la situacidn analitica. : i Al efect : a ee el interior del yo tiene el defender podemos designarlo alteracién del yo. El descenlace de jepende de la intensidad y profundidad dé”arraigo de estas resistencias de la alteracién del yo. itul re cee Las propiedades del yo que registramos)comoyrésistencia pueden ser tanto de editario cuanto adquiridas en las luchas defensivas. Hay personas con una particularidad viscosidad de la libido, la cura en éstas transcurre mucho mas val porque no pueden decidirse a desasir investiduras libidinales de un objeto y desplazarlas a uno nuevo. En un segundo tipo libidinal, la libido aparece dotada de una especial movilidad, suelen ser muy labiles. sticidad, de la capacidad para variar y para seguir desarrollandose- En otros casos, hay un agotamiento de la pla: ‘caminos nuevos a la rto grado de inercia psiquica: resistencia de! ello: cuando él trabajo analitico ha abierto mocién pulsional y no se los emprende sin una nitida vacilacién. ulsiones primordiales, su distribucién, su mezcla y desmezcla. La resistencia: que mayor impresiona en el trabajo analitico es una fuerte que se defiende a toda contra la curacién y quiere sterrarse a la enfermedad y padecimiento. Una parte de ella es la conelencla de culpa y necesidad de castigo, slizada en la relacién del yo con el supery6. Los fendmenos del masoguisme inmanente en tantas personas, la fativa y la conciencia de culpa apuntan a la presencia en la vida anfmica de us poder que Mn'o de destruccién, derivada de la pulsién de muerte orginara, propia de la materia Entra en juego la conducta de las dos pt loc reaccion terapéutica net llamamos pulsion de agresi animada, n eficaz conjugada y contraria de las dos pulsiones primordiales, Eros ¥ pulsién de muerte, la que explica 10s vitales, nunca una sola de ellas. Es la ac Ia variedad de los fendmen la doctrina del fldsofo griego Empédocles quien dice que existen dos principios del acontecer en la vida, terna lucha entre si: amor y discordia. Uno aspira a aglomerar en Unt ciudad las particulas Tos cuatro elementos (tiera, aire, agua, fuego) y la otra quiere des-hacst todas esas mezclas ¥ Fl proceso del mundo es uns alternancia de periodos de conqulsta de 1a otradelas I rmismo que nuestras dos pulsiones primordials, Eros y destrucion, empefiada la des més grandes y la otra en disolver esas reuniones, eS .dura y una desmezcla de componentes Pul sar alo inerte. ‘compara | que mantienen primordiales © tre si las particulas. fos principios son Jo existente en unida separar en fuerzas. Los d una en reunit Giferencia de Empédoces, ya que piensa en una solda Be i6n a la de muerte, el esfuerzo de lo vivo por regres #e conauce apagen seein: weewwewewsrenrsaveoseseeuweeeeererereree” ee . rspecti Capitulo 7; La complexién yoica y la peculiaridad del analista son los factores que influyen sobre las perspectivas de ‘a cura dificultan esta tal como lo hacen la resistencias Tiene buen sentido que se le exija al analista una medida mas alta de normalidad y que necesite de alguna superioridad para servir al paciente como modelo. €! vinculo analitico se funda en el amor por la verdad, en el Feconocimiento de la realidad objetiva y excluye toda ilusién y todo engafio. Pareciera que analizar seria la tercer profesién “imposible”, las otras son el educar y el gobernar. eCémo adquiriria el pobre diablo aquella aptitud ideal? En el andlisis propio. Solo puede ser breve e incompleto, Cumple su cometido si instla en el aprendiz la firme conviccién en la existencia de lo inconsciente. El analisis propio deberis hacerse quizés cada 5 afios, es decir que al igual que el andlisis terapéutico de enfermos, el andlisis propio es una tarea terminable (finita) en una interminable (infinita). La terminacién de un andlisis es un asunto practico. £| andlisis debe crear las condiciones psicolégicas mas favorables para las funciones del yo, con ello quedaria tramitada su tarea Gapitulo 8: Hay dos temas que se destacan en los andlisis terapéuticos, ligados a la diferencia entre los sexos. Para mujer es la envidia del pene, el positive querer-alcanzar la posesién de un genital masculino y para el hombre es la Fevuelta contra su actitud pasiva o femenina hacia con otro hombre. Adler lo llama “protesta masculina”, 0 desautorizacion de la feminidad En el var6n la aspiracion de masculinidad se da desde el comienzo y es acorde al yo, la actitud pasiva presupone la astracion por ende es enérgicamente reprimida. En la mujer el querer-alcanzar la masculinidad es acorde con el yo en cierta Epoca, en la fase falica, antes del desarrollo hacia la feminidad, pero luego sucumbe. Del insaciable deseo del pene devendré el deseo del hijo y del varén, portador del pene Lo que en ambos 505 cae bajo la represién es lo propio del sexo contrario. En ningln momento del trabajo analitico se padece més que cuando se quiere mover algo de esto. La resistencia no permite que se produzca cambio alguno, que todo permanece como es Amenudo se tiene la impresién de haber atravesado todos jo estratos psicoldgicos y llegado, con el deseo del pene Y la protesta masculing, a la roca de base y de este mado, al término de su actividad. Para lo psiquico lo biolégico desempefia realmente el papel del basamento rocoso subyacente. En efecto la desautorizacién de la feminidad no uede ser mas que un hecho biolbgico, pieza de aquel gran enigma de la sexualidad. Es difcil decir si en una cura se ogra dominar ese factor y cudndo se ha logrado, nos consolamos con haber ofrecid. fo al analizado toda la incitacién posible para reexaminar y variar su actitud frente a él.

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