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Verbos, oraciones simples y oraciones compuestas.

Introducción.

El verbo es una de las partes fundamentales de cualquier idioma. Nos permite


expresar acciones, estados o procesos, y es esencial para poder comunicarnos de
manera efectiva. Sin los verbos, nuestras oraciones serían estáticas y carecerían
de movimiento y significado.

Los verbos nos permiten describir lo que hacemos, lo que sentimos y lo que
somos. Nos dan la capacidad de expresarnos y transmitir nuestras ideas,
emociones y experiencias. A través de los verbos, podemos narrar historias,
persuadir a otros, dar instrucciones, hacer preguntas y mucho más.

Además, los verbos también juegan un papel importante en la estructura


gramatical de las oraciones. En español, los verbos se conjugan para concordar
con el sujeto y el tiempo verbal. Esto significa que los verbos cambian su forma
dependiendo de quién realiza la acción y cuándo ocurre.

Los verbos también pueden ser clasificados en diferentes categorías, como


verbos regulares e irregulares, verbos de acción y verbos de estado, entre otros.
Cada categoría tiene sus propias reglas y formas de conjugación, lo que enriquece
aún más la versatilidad y la expresividad del verbo, es por eso que en el presenté
trabajó se busca dar a conocer más a profundidad los verbos y así mismo su
respectivo usó, enfatizando también en su usó dentro de los distintos tipos de
oraciones.
Desarrollo.

Verbo.

En gramática, los verbos son un tipo de palabra o categoría gramatical, que


expresa semánticamente una acción, esto es, un movimiento, un accionar, una
existencia, estado o consecución. Es decir, son las palabras con las que
denominamos a las distintas acciones y condiciones posibles. Son las palabras que
nos dicen qué está haciendo el sujeto de una oración y funcionan como núcleo de
la oración. De hecho, no puedes crear un pensamiento u oración completa sin
usar un verbo.

El rol de los verbos dentro de la oración es fundamental, al punto tal que ninguna
oración propiamente dicha carece de ellos, aunque en algunas puedan estar
elididos u ocultos. De hecho, la presencia o ausencia de un verbo principal suele
ser el criterio para distinguir entre oraciones y frases, respectivamente.

Dentro del predicado de la oración siempre hay al menos un verbo, pero también
puede haber varios de ellos. Solamente uno, el verbo principal de la oración,
desempeña el papel de núcleo del sintagma verbal del predicado.

Los verbos principales de toda oración son fáciles de reconocer, pues se


encuentran siempre conjugados, esto es, adaptados morfológicamente
al sujeto de la oración, de modo que exista entre los dos una correspondencia de
persona (1era, 2da, 3era) y de número (singular o plural).

Además, en la forma del verbo se toman en cuenta otros aspectos que veremos
por separado, como el tiempo verbal (cuándo ocurre la acción) o el modo verbal
(cómo ocurre la acción). A estos aspectos se les conoce como accidentes del
verbo.

La conjugación del verbo.


Los accidentes gramaticales del verbo son todas las variaciones que puede sufrir
un verbo. Estos morfemas o accidentes gramaticales están categorizados en
distintos tipos, entre los que encontramos: persona, número, tiempo, modo y voz.

Persona y numero.

La persona indica quién es el sujeto que realiza la acción y el número si este sujeto
lo forman uno o más individuos.

Persona Número Ejemplos

Primera persona Singular Voy todas las mañanas a la escuela.

Plural Nosotros comemos helado todos los sábados.

Segunda Singular Tú eres el actor principal de la obra de teatro


persona de la escuela.

Plural Ustedes cantan muy bien.

Tercera persona Singular María visita a su prima todos los sábados.

Plural Ellas bailaron toda la noche.

Tiempo y aspecto.

El tiempo verbal nos informa del momento en que ocurre la acción (presente,
pasado o futuro). El aspecto nos dice si la acción se ha completado, aspecto
perfectivo, o si aún sigue en desarrollo, aspecto imperfectivo.

Tiempo Aspecto Ejemplos

Presente Imperfectivo Leo muchos libros.


Pretérito imperfecto Imperfectivo Mi padre leía cuentos de terror.

Pretérito perfecto Perfectivo Ayer leí un artículo.

Futuro imperfecto Imperfectivo Leeré un libro cada mes.

Futuro perfecto Perfectivo El domingo habré leído todo el


capítulo.

Voz.

La voz nos indica si el sujeto es quien realiza la acción (sujeto agente), si es quien
la recibe (sujeto paciente) o si participa de ambas partes.

Voz Ejemplos

Activa Ana prepara la cena.

Pasiva La cena es preparada por Ana.

Reflexiva Ana se prepara la cena.

Modo.

Los modos verbales expresan la relación entre el verbo y la actitud del hablante o
el grado de realidad que encierra la acción. Existen tres grandes modos verbales:

Indicativo.

Los tiempos verbales que forman parte del modo indicativo expresan acciones
concretas o reales.
Modo indicativo Tiempos Ejemplos
Simple Presente Yo dibujo.
Pretérito imperfecto Yo dibujaba.
Pretérito perfecto Yo dibujé.
Futuro Yo dibujaré.
Condicional simple Yo dibujaría.
Compuesto Pretérito perfecto compuesto Yo he dibujado.
Pretérito pluscuamperfecto Yo había dibujado.
Pretérito anterior Yo hube dibujado.
Futuro perfecto Yo habré dibujado.
Condicional perfecto Yo habría dibujado.

Subjuntivo.
Los tiempos verbales que configuran el modo subjuntivo pueden expresar deseos,
dudas o temores
Modo subjuntivo Tiempos Ejemplos
Simple Presente Yo cante.
Pretérito imperfecto Yo cantara o cantase.
Futuro Yo cantare.
Compuesto Pretérito perfecto Yo haya cantado.
Pretérito pluscuamperfecto Yo hubiera cantado.
Futuro perfecto Yo hubiere cantado.

Imperativo.
El modo imperativo se utiliza para transmitir una orden o una petición, de manera
afirmativa o negativa.
Modo imperativo Ejemplos

Afirmativo singular Ama aquello que haces cada día.

Afirmativo plural Amad/amen para ser felices.


Negativo singular No ames sin conocer.

Negativo plural No améis/amen a las malas personas.

Conjugación del verbo.


Los verbos regulares siguen un modelo de conjugación según la terminación de su
infinitivo:

Conjugaciones Terminaciones Ejemplos

Primera conjugación -ar Caminar, saltar, abrazar,


arrastrar, cantar, bailar
Segunda conjugación -er Temer, correr, comer,
ceder, suceder, beber
Tercera conjugación -ir Partir, vivir, morir, sacudir,
ir, existir, corregir

Los verbos irregulares tienen una conjugación especial que no obedece a la regla
general. Reciben su nombre porque pueden presentar irregularidades en el
lexema (poder/puedo) o en las desinencias (ser/soy).

Formas no personales del verbo.

Las formas verbales no personales, también conocidas como formas nominales,


no sufren variaciones de persona o modo, tan solo contienen información del
aspecto.

Infinitivo.

El infinitivo puede desempeñar funciones propias del sustantivo en la oración.


Ocupa una posición neutra si lo comparamos con el aspecto de otras formas no
personales.
Ejemplos:
 Comer bien es fundamental para la salud.
 Puedes venir a vernos.
 Me gusta cantar en la ducha.
Gerundio

El gerundio puede funcionar como adverbio en la oración, su información


aspectual indica que la acción verbal se encuentra en desarrollo.

Ejemplos:
 Los músicos murieron tocando en el barco.
 Llegó corriendo a clase porque era tarde.
 No fui a clase porque me quedé durmiendo.

Participio.

Es la única forma no personal que admite flexión de género y número, en la


oración puede asumir funciones de adjetivo. Desde el punto de vista del aspecto,
el participio nos indica que la acción ha concluido.

Ejemplos:
 La cámara está estropeada.
 Es la canción mejor interpretada del show.
 Tenemos la mesa reservada y el menú escogido.

Tipos de verbos.

Desde el punto de vista de su morfología, los verbos se dividen en regulares,


irregulares y defectivos. Desde una perspectiva semántica podemos encontrar
verbos copulativos, transitivos e intransitivos.

Verbos regulares.

Los verbos regulares son aquellos que no presentan variación en su raíz, como por
ejemplo amar (amo, amaba, amé) o comer (como, comía, comí).
Verbos irregulares.

Los verbos irregulares pueden presentar alteraciones en la raíz o en las


desinencias, por ejemplo: dar (doy, daba, dimos), saber (sé, supe).

Verbos defectivos.

Los verbos defectivos son aquellos que no se conjugan en todas las personas
gramaticales. Pueden ser impersonales, como los verbos relacionados con
fenómenos atmosféricos, o unipersonales, que suelen conjugarse en tercera
persona. Por ejemplo:
 Ocurrió durante la madrugada del domingo.
 Hay pan caliente todo el día.
 Amanece a las seis y media.

Verbos copulativos.

Son verbos que no contienen una acción definida, sino que sirven para relacionar
el sujeto con su atributo. Por ejemplo:
 Los ciclistas son muy competitivos.
 Laura parece buena chica.
 Estoy ocupada todo el fin de semana.

Verbos transitivos.

Son verbos en los que la acción transita del sujeto al objeto, es decir, precisan de
un complemento directo para dar sentido a la frase. Por ejemplo:
 Ana hace velas perfumadas.
 Jorge come una manzana.
 Nos compramos los zapatos para la boda.

Verbos intransitivos.

Los verbos intransitivos tienen significado pleno y no necesitan un complemento


directo. Por ejemplo:
 Ustedes gritan demasiado.
 Mañana viene Daniel a casa.
 Siempre lloro con esa escena.

Oraciones simples.

En lingüística, las oraciones simples son aquellas que poseen un


único verbo conjugado, y que por ende poseen una estructura generalmente llana
y directa: un sujeto, dotado o no de complementos, y un predicado, cuyo verbo a
su vez puede tener o no complementos. Se distinguen de las oraciones
compuestas, dotadas de más de un verbo conjugado y poseedoras de estructuras
más complicadas.
Las oraciones simples son las más fáciles y las primeras que aprendemos a
formular en nuestro idioma (o en uno extranjero). Sin embargo, en el día a día
solemos hablar de maneras más complejas y enrevesadas, favoreciendo sentidos
ocultos, y empleando oraciones compuestas, que combinan dentro de sí
oraciones simples.

Tipos de oraciones simples.

Tradicionalmente, las oraciones simples se clasifican de acuerdo a numerosos


criterios. Uno de los principales es la existencia o no de un sujeto oracional, de
modo tal que podamos distinguir entre:

Oraciones personales. Aquellas en las que un sujeto lógico es reconocible, ya sea


que esté explicitado o no. Estas oraciones, a su vez, se clasifican de acuerdo al
tipo de sujeto que posean, en:

 Oraciones de sujeto explícito. Aquellas en las que el sujeto está


claramente identificado y es reconocible a simple vista. Por ejemplo: “Mi
madre teje escarpines con lana china” (sujeto: “Mi madre”).
 Oraciones de sujeto elíptico. Aquellas en las que el sujeto está elidido, o
sea, no es explícito o no se ha pronunciado, pero se puede inferir de su
contexto. Por ejemplo: “Tengo un libro de medicina en casa” (sujeto:
“Yo”).
 Oraciones de sujeto indeterminado. Aquellas en las que hay un sujeto
oracional, pero su identidad no puede ser revelada o no se desea
hacerlo, y en su lugar se emplea una fórmula imprecisa. No equivale a
oraciones impersonales, ya que el verbo está debidamente conjugado.
Por ejemplo: “En la escuela me robaron mi cuaderno” (sujeto: un “ellos”
indeterminado).

Oraciones impersonales. Aquellas en las que no existe la posibilidad de identificar


un sujeto lógico, ya que la oración no lo requiere. Suelen clasificarse en:
 Oraciones naturales. Aquellas que se refieren a fenómenos de la
naturaleza que no son ejecutados por ningún sujeto, ni atribuibles a
nadie, sino que ocurren de manera espontánea. Por ejemplo: “Anoche
llovió torrencialmente”.
 Oraciones gramaticalizadas. Se conoce así a las oraciones cuyos verbos –
hacer, haber o ser- operan de manera impersonal. Por ejemplo: “Hay
comida de sobra en la despensa” o “Hace mucho que nadie viene por
aquí”.
 Oraciones impersonales reflejas. Aquellas en las que se emplea un
pronombre para impedir la aparición del sujeto, generalmente usando la
tercera persona del singular para conjugar el verbo. Por ejemplo: “Aquí
se vive tranquilamente” o “Ya no se puede salir de casa”.

Por otro lado, es posible clasificar también las oraciones simples atendiendo a su
modalidad, o sea, a la actitud manifiesta del hablante marcado por el modo del
verbo. Así, tenemos:

Oraciones enunciativas o Realis. Aquellas en que se aborda objetivamente un


acontecimiento, es decir, se describe algo de la realidad concreta o imaginaria.
Por ejemplo: “El auto tiene el radiador averiado”.

Oraciones no–enunciativas. Aquellas que expresan un contenido subjetivo, de


acuerdo a las siguientes posibilidades:

 Imperativas. Acuden al receptor con la intención de modificar o influir


sobre su conducta. Por ejemplo: “¡Ya levántate del suelo!”.
 Desiderativas. Expresan un deseo del emisor, por lo que suelen ir
acompañadas de términos que expresan esperanza o anhelo. Por
ejemplo: “Ojalá mi papá me traiga un chocolate”.
 Dubitativas. Expresan una duda o posibilidad en las consideraciones del
emisor, por lo que suelen ir acompañadas de adverbios o locuciones que
expresan duda. Por ejemplo: “Tal vez mañana me anime a dejar de
fumar”.
 Exclamativas. Transmiten los sentimientos o el estado anímico del
emisor. Por ejemplo: “¡Qué buena suerte la tuya!” o “¿Por qué me tuvo
que pasar esto a mí?”.
 Interrogativas. Aquellas que consisten en preguntas, o sea, que esperan
una respuesta del otro. Por ejemplo: “¿Cuál es tu nombre?”.
 Realizativas. Las que sirven no para describir un estado de cosas de la
realidad, sino para crear uno nuevo mediante el lenguaje, como en
promesas, juramentos, etc. Por ejemplo: “Y ahora los declaro marido y
mujer”.

Oraciones compuestas.
Las oraciones compuestas son aquellas que poseen más de un sintagma verbal en
su análisis sintáctico, esto es, aquellas que poseen más de un verbo conjugado en
su estructura.

A diferencia de las oraciones simples, de estructura lineal y sentido directo, las


oraciones compuestas permiten abordar conjuntos más complejos de ideas y
expresarlos en una misma proposición. Esto es posible mediante la integración de
dos o más oraciones simples, es decir, de dos o más predicados.

Las oraciones compuestas son comunes en el español (y en muchos otros


idiomas). Constituyen la forma más común de habla cotidiana, ya que reflejan la
complejidad de nuestro entramado de pensamiento de una manera más o menos
rápida.

Para ello, este tipo de oraciones requieren a menudo de nexos, pronombres y


otras piezas gramaticales que habilitan la introducción de una nueva oración
simple dentro de otra o al lado de otra. Se establecen así relaciones de
coordinación, yuxtaposición o subordinación, las cuales resumen los tres
procedimientos disponibles para formar oraciones compuestas.

Tipos de oraciones compuestas.

Las oraciones compuestas se clasifican de acuerdo al procedimiento empleado


para construirlas, de la siguiente manera:

Oraciones coordinadas o formadas por coordinación. Consisten en la unión de dos


oraciones simples de distinto contenido semántico e igual valía funcional, a través
del uso de distintos tipos de nexos. Se las identifica porque ambas oraciones son
independientes sintácticamente, aunque juntas adquieren un significado global. A
su vez se clasifican en:

 Coordinadas copulativas. Aquellas que expresan la sumatoria o


incorporación de los significados de ambas oraciones simples, y emplean
nexos como y, e, o ni. Por ejemplo: “Miguel juega al fútbol y al básquet”,
“Tu madre no lava ni plancha”.
 Coordinadas adversativas. En ellas se expresa la oposición o
confrontación del sentido de las oraciones simples, empleando nexos
como pero, mas, aunque, sin embargo, etc. Por ejemplo: “Miguel juega
al fútbol, pero no al básquet”, “Tu madre lava, aunque no plancha”.
 Coordinadas disyuntivas. Aquellas que buscan dar opciones a elegir
entre el sentido de ambas oraciones simples, empleando nexos
como o, u. Por ejemplo: “¿Miguel juega al fútbol o al básquet?”, “Tu
madre o lava, o plancha”.

Oraciones yuxtapuestas o formadas por yuxtaposición. Consisten en la


combinación de oraciones simples de igual valor sintáctico, sin que intermedie
ningún nexo entre ellas, sino a lo sumo un signo de puntuación (en la escritura,
obviamente). Por ejemplo: “El hombre trotaba, su perro también”, “Él tomó un
vaso de agua; ella se sirvió vodka”.

Oraciones subordinadas o formadas por subordinación. En este caso, las


oraciones complejas se obtienen sometiendo una oración simple a la otra en la
jerarquía sintáctica, o sea, haciendo que dependa de la principal, pasando a
llamarse “subordinada”. Las subordinadas dependen de las principales para
expresar su contenido, y suelen proseguir a un nexo subordinante (o carecer de
él). Pueden clasificarse en:

 Oraciones subordinadas sustantivas (OSS). Aquellas que desempeñan el


papel de un sintagma nominal: sujeto, atributo, complemento directo,
complemento indirecto o complemento de régimen. Suelen estar
precedidas de las conjunciones que, de que, si, a, para, según sea el
caso. Por ejemplo: “Me gustaría que me beses”, “Estamos
listos para recibirte”, “María no está dispuesta a perdonarte”.
 Oraciones subordinadas adjetivas o de relativo (OR). Aquellas que sirven
para calificar o complementar a un sintagma nominal, haciendo siempre
de adyacente o complemento, y siendo introducidas por un pronombre
relativo como que, al que, del que, de quien, cuyo, donde, como, etc. Por
ejemplo: “María, que está muy molesta, te espera en el salón”, “Mi
primo, del que te hablé el otro día, llegó anoche”, “En las
vacaciones, cuando fuimos a España, nos contagiamos del virus”.
 Oraciones subordinadas adverbiales (OSA). Aquellas que desempeñan
siempre función de complementos circunstanciales del verbo de la
oración principal, y emplean nexos de acuerdo a la función
complementaria que desempeñen, tales como: más que, tan
que, apenas, tan pronto como, siempre que, donde, como, etc. Por
ejemplo: “Acudiré tan pronto como mis labores lo permitan”,
“Cuando estemos adentro, cerramos todas las ventanas”, “Te daré lo que
pides, siempre que tú hagas lo mismo”.

Conclusión.
En pocas palabras; podemos concluir que los verbos son esenciales para la
comunicación efectiva y nos permiten expresar nuestras acciones, estados y
procesos. Sin ellos, nuestras oraciones serían estáticas y carentes de significado.
Por lo tanto, es fundamental comprender y utilizar correctamente los verbos para
poder comunicarnos de manera clara en cualquier idioma, ya que, al utilizar los
verbos de manera correcta y adecuada, podemos expresar nuestras ideas de
manera efectiva, lo que nos permitirá establecer una comunicación sólida y
exitosa con los demás.

Bibliografía.
https://concepto.de/oraciones-simples/

https://concepto.de/oraciones-compuestas/

https://concepto.de/verbos/

https://www.significados.com/verbo/

https://arbolabc.com/recursos/verbos#:~:text=Los%20verbos%20son
%20aquellas%20palabras,completa%20sin%20usar%20un%20verbo.

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