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Impuesto sobre Sociedades

Fusiones, escisiones y otras operaciones de reestructuración empresarial

Fecha: 04.07.2023
Referencia IS. IVA. ITPAJD. Segregación de ramas de actividad de arrendamiento inmobiliario y
posterior fusión.
Cuestión Las consultantes (AT, IBX e IAR) son tres sociedades limitadas vizcaínas, dedicadas
a distintas actividades inmobiliarias, que pertenecen a un grupo familiar conformado
por las personas físicas PF1, PF2, PF3, PF4, PF5, y PF6 (el padre y la madre, y sus
cuatro descendientes, respectivamente). Asimismo, el grupo familiar cuenta con una
sociedad limitada domiciliada fiscalmente en Canarias (CT), que se encuentra
participada en un 99 por 100 por PF2 (la madre). Por su parte, AT pertenece en un 99
por 100 a PF1 (el padre), mientras que IBX se encuentra participada en un 24,3 por
100 por la citada CT y por tres de los hijos en el capital restante. Por último, IAR
pertenece en un 62 por 100 a AT, en un 24,50 por 100 a CT y en el 13,46 por 100
restante a IBX. Las entidades CT, IBX e IAR se dedican en exclusiva al arrendamiento
de inmuebles, contando con, al menos, una persona empleada con contrato laboral y a
jornada completa con dedicación exclusiva a dicha actividad, que no se encuentra
vinculada con dichas entidades (dos personas en el caso de IAR); mientras que la
entidad AT desarrolla actividades de arrendamiento y compraventa de inmuebles, así
como de promoción inmobiliaria, contando con una persona empleada que no se
dedica en exclusiva a la actividad de alquiler. No obstante, ninguna de las entidades
señaladas tiene la consideración de sociedad patrimonial en el Impuesto sobre
Sociedades. Las tres entidades CT, AT e IBX tienen la intención de aportar sus
respectivas actividades de arrendamiento de inmuebles en favor de IAR, quedando así
concentrada en una única entidad la actividad de arrendamiento llevada a cabo por la
familia. En lo que respecta a las entidades CT e IBX, las aportaciones a realizar
tendrían por objeto la totalidad de los activos y pasivos afectos a su única actividad
(inmuebles destinados al alquiler, mobiliario, equipos informáticos y resto de activos
afectos, tesorería, fianzas recibidas, saldos vigentes con acreedores y deudores,
activos y pasivos por impuestos diferidos correspondientes a los elementos
traspasados, local destinado exclusivamente a la gestión de la actividad de alquiler y
personal empleado); los cuales serían susceptibles de constituir una unidad económica
autónoma capaz de funcionar por sus propios medios. En lo que se refiere a la entidad
AT, la aportación consistirá en elementos de la misma naturaleza, si bien incluyendo al
empleado con dedicación no exclusiva a la actividad de arrendamiento, a quien, no
obstante, sí se pretende dar una dedicación exclusiva a la misma una vez sea
traspasado a la entidad beneficiaria, IAR. Una vez realizada la operación, AT
mantendrá en su patrimonio los elementos que mantiene afectos a sus restantes
actividades. Desde un punto de vista mercantil, las tres operaciones tendrían la
consideración de segregaciones conforme a lo dispuesto en el artículo 71 de la Ley
3/2009, de 3 de abril, sobre modificaciones estructurales de las sociedades
mercantiles. Las entidades aportantes CT, e IBX cuentan con bases imponibles
negativas pendientes de compensación que han sido generadas por las ramas de
actividad cuya aportación se proyecta, mientras que la entidad beneficiaria de las
aportaciones (IAR) no cuenta con bases imponibles negativas. No obstante, tanto CT
como IBX serían capaces de compensar dichas bases imponibles negativas por sí
mismas dentro de los plazos previstos en la normativa tributaria, de modo que el único
efecto que produciría la reestructuración proyectada en cuanto al aprovechamiento de
dichos créditos fiscales sería la aceleración en la compensación de los mismos. En todo
caso, esta aceleración en la compensación de las bases imponibles negativas
pendientes en sede de CT e IBX no constituye el principal motivo de las aportaciones
proyectadas, las cuales tienen como principales objetivos racionalizar la organización
de dichas actividades, incrementar la eficiencia en la gestión de los activos y recursos
destinados al alquiler, reforzar la solvencia global de las actividades integradas y
contribuir a su fortalecimiento y potenciación como consecuencia de su concentración
en la entidad beneficiaria, IAR. Inmediatamente después de llevar a cabo las
segregaciones descritas, se pretende fusionar las entidades CT e IBX (estando sin
determinar aún cuál será la entidad absorbente, y cuál la absorbida), dando así lugar a
una única sociedad holding participada por la madre y por los hijos, en la que
centralizar la dirección y gestión de su participación conjunta en IAR, con la finalidad
de alcanzar una estructura global más racionalizada, que además permita: i)
concentrar los derechos inherentes a la participación en una única entidad y centralizar
la toma de decisiones, fortaleciendo la posición accionarial de los socios, garantizando
una mayor unidad de criterio en el futuro y mitigando los riesgos derivados de posibles
discrepancias entre ellos que pudieran tener una repercusión negativa en la actividad de arrendamiento
desarrollada por IAR, y ii) la reinversión de los eventuales fondos procedentes de la participación en IAR,
en esa misma entidad, o en otras inversiones empresariales (una vez descontados aquellos fondos
necesarios para sufragar los gastos estructurales de la propia sociedad holding), optimizando así los
recursos financieros y facilitando la financiación de dichas inversiones empresariales desde la entidad
holding. En ningún caso existe intención de remansar dichos fondos en la sociedad holding resultante de la
fusión por medio de meras inversiones financieras o generadoras de rentas pasivas, de tal forma que si,
llegado el caso, la sociedad holding decidiese no reinvertir los eventuales fondos obtenidos por su
participación en IAR, o en otras inversiones empresariales, procedería a su distribución a los socios por
medio del correspondiente dividendo.

1) Si las segregaciones planteadas, y posterior fusión, pueden acogerse al régimen especial previsto en
el Capítulo VII del Título VI de la Norma Foral 11/2013, de 5 de diciembre, del Impuesto sobre Sociedades
(NFIS), y si los motivos económicos en los que se basan dichas operaciones podrían considerarse válidos a
los efectos de la aplicación del referido régimen especial.

2) Si en lo que respecta a las transmisiones a realizar por las entidades CT e IBX pueden ser atribuidas a
la entidad adquirente las deudas contraídas para la organización o el funcionamiento de los elementos
objeto de segregación, y en cuanto a la proyectada por parte de AT, si podrán ser atribuidas a la entidad
adquirente los pasivos derivados de las fianzas recibidas con ocasión de los contratos de alquiler de los
inmuebles que se transmiten, en los que necesariamente habrá de subrogarse la entidad beneficiaria IAR.

3) Si la entidad adquirente podrá subrogarse en el derecho a compensar las bases imponibles negativas
generadas en las ramas de actividad aportadas por CT y por IBX.

4) A efectos de la limitación establecida en el artículo 108.3 de la NFIS con respecto a la compensación


de las bases imponibles negativas de las entidades transmitentes, en el caso de aportaciones realizadas por
los socios acogidas al régimen especial regulado en el Capítulo VII del Título VI de la NFIS, si éstas deben
computarse por su valor fiscal, o por el contable.

5) Si las aportaciones a realizar por las entidades vizcaínas AT e IBX se encuentran no sujetas al
Impuesto sobre el Valor Añadido conforme a lo establecido en el artículo 7. 1º de la Norma Foral 7/1994,
de 9 de noviembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido.

6) Si la ampliación de capital a realizar por la entidad adquirente (IAR) se encontrará sujeta y exenta de
la modalidad de Operaciones Societarias del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados. En caso afirmativo, si la transmisión de los respectivos elementos integrantes del
patrimonio transmitido se encontrará no sujeta a las modalidades de Transmisiones Patrimoniales Onerosas
y de Actos Jurídicos Documentados del mismo Impuesto.

7) Si la atribución de pasivos a la entidad adquirente, según lo concluido en la cuestión 2ª tendrá la


consideración de adjudicación expresa de bienes en pago de asunción de deudas sujeta a la modalidad de
Transmisiones Patrimoniales Onerosas del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados.

Solución 1) y 2) Con carácter previo a la resolución de las preguntas formuladas en el escrito


de consulta, se hace preciso atender a lo indicado en el Decreto Foral 101/2005, de 21
de junio, por el que se desarrollan los procedimientos relativos a consultas tributarias
escritas, propuestas previas de tributación y cláusula anti-elusión, cuyo artículo 1
dispone que: "Se podrán presentar ante la Administración tributaria foral del Territorio
Histórico de Bizkaia consultas tributarias escritas y propuestas previas de tributación
respecto a hechos imponibles y obligaciones tributarias, cuando de conformidad con lo
dispuesto en el Concierto Económico, se encuentren en cualquiera de los siguientes
supuestos: a) Les resulte de aplicación la normativa del Territorio Histórico de Bizkaia.
b) La competencia para su inspección corresponda a los órganos de la Administración
tributaria foral del Territorio Histórico de Bizkaia. c) En otros relacionados con el
ejercicio de las competencias de la administración tributaria foral en sus relaciones con
el obligado tributario".

De donde se deduce que esta Dirección General de Hacienda únicamente tiene


competencia para contestar consultas tributarias escritas sobre cuestiones a las que
resulte de aplicación la normativa del Territorio Histórico de Bizkaia, con respecto a las
cuales tenga competencia de inspección la Administración tributaria foral del Territorio
Histórico de Bizkaia, o que estén relacionadas con el ejercicio de las competencias de la citada
Administración Foral en sus relaciones con el obligado tributario.

En el presente caso, una de las operaciones objeto de consulta consiste en la segregación de una
entidad que se presupone sujeta a la normativa común del Impuesto sobre Sociedades (la sociedad
limitada domiciliada en Canarias, CT), en beneficio de una entidad vizcaína, IAR, que tributa bajo la Norma
Foral 11/2013, de 5 de diciembre, del Impuesto sobre Sociedades (NFIS). En consecuencia, en lo que
respecta a dicha operación, en la presente consulta únicamente podrá analizarse la tributación de la
operación desde la perspectiva de la entidad beneficiaria de la operación (como contribuyente del Impuesto
sobre Sociedades en Bizkaia), sin entrar a valorar las repercusiones tributarias que producirá en la entidad
segregada, sobre la que esta Dirección General no tiene competencia para pronunciarse.

Aclarado lo anterior, con respecto a la primera cuestión planteada en el escrito de consulta, el artículo
101.3 de la NFIS regula que: "3. Tendrá la consideración de aportación no dineraria de ramas de actividad
la operación por la cual una entidad aporta, sin ser disuelta, a otra entidad de nueva creación o ya
existente la totalidad o una o más ramas de su actividad, recibiendo a cambio valores representativos del
capital social de la entidad adquirente. 4. Se entenderá por rama de actividad el conjunto de elementos
patrimoniales que sean susceptibles de constituir una unidad económica autónoma determinante de una
explotación económica, es decir un conjunto capaz de funcionar por sus propios medios. Podrán ser
atribuidas a la sociedad adquirente las deudas contraídas para la organización o el funcionamiento de los
elementos que se traspasan. (...)".

El concepto de rama de actividad hace referencia a un conjunto de elementos patrimoniales que


constituye una unidad económica y que permite, por sí mismo, el desarrollo de una explotación económica
en sede de la adquirente. A estos efectos, se requiere que la actividad que desarrollará la entidad
beneficiaria de la aportación exista previamente en la aportante, de modo que puedan identificarse los
elementos patrimoniales destinados a la misma, al ser ya individualizable dentro de su estructura
organizativa (es decir, de modo que estemos ante una actividad económica diferenciable de las demás que
pueda llevar a cabo la referida entidad aportante). En definitiva, se exige que la sociedad beneficiaria de la
aportación pueda continuar con la explotación económica de que se trate, en condiciones análogas a como
lo viniera haciendo la aportante, mediante el empleo de los elementos que reciba de ésta. Este requisito se
puede entender cumplido aun cuando el desarrollo de la actividad transmitida tenga para la transmitente
un carácter total o parcialmente interno, siempre y cuando ésta cuente con la correspondiente organización
interna y con los oportunos medios materiales y personales dedicados a su ordenación (de forma que se
permita la ya mencionada identificación de los medios materiales y personales afectos a la misma).
Igualmente, se permite atribuir a la sociedad beneficiaria de la operación las deudas contraídas para la
organización o el funcionamiento de los bienes o derechos que se le traspasen.

A todos estos efectos, debe tenerse en cuenta que el concepto de "rama de actividad" proviene de la
Directiva 2009/133/CE, de 19 de octubre de 2009, relativa al régimen fiscal común aplicable a las fusiones,
escisiones, escisiones parciales, aportaciones de activos y canjes de acciones realizados entre sociedades
de diferentes Estados miembros y al traslado del domicilio social de una SE o un SCE de un Estado
miembro a otro, cuyo artículo 2 j) señala que se entiende por "rama de actividad" el conjunto de elementos
de activo y de pasivo de una división de una sociedad que constituyen una explotación autónoma desde el
punto de vista de la organización, es decir, un conjunto capaz de funcionar por sus propios medios.

Una interpretación razonable y acorde con los principios y conceptos reconocidos en esta Directiva
2009/133/CE, de 19 de octubre de 2009, respecto del concepto de "rama de actividad" requiere analizar,
caso por caso, la posible existencia de un conjunto patrimonial susceptible de funcionar por sus propios
medios, perfectamente identificado en sede de la entidad transmitente, y que constituya una explotación
autónoma desde su punto de vista organizativo.

En resumen, para que quepa entender que nos encontramos ante una rama de actividad, es necesario
que el conjunto patrimonial objeto de entrega permita por sí mismo el desarrollo de una explotación
económica, que resulte identificable tanto en sede de las entidades transmitentes como en sede de la
adquirente, y que, además, sea separable del resto de las actividades que llevan a cabo las primeras.

Particularmente, en un caso como el que es objeto de consulta, debe tenerse en cuenta lo previsto en la
disposición adicional décima de la NFIS, según la cual: "A los efectos de lo dispuesto en esta Norma Foral,
se entenderá que el arrendamiento de inmuebles tiene la consideración de explotación económica cuando
concurran las circunstancias previstas en el apartado 3 del artículo 24 de la Norma Foral del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas, excepto en los supuestos en los que esta Norma Foral exige unos
requisitos diferentes a tal efecto.".

Concretamente, en este artículo 24.3 de la Norma Foral 13/2013, de 5 de diciembre, del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas (NFIRPF), se recoge que: "3. Se entenderá que el arrendamiento o
compraventa de inmuebles tiene la consideración de actividad económica únicamente cuando para la
ordenación de la actividad se cuente, al menos, con una persona empleada con contrato laboral, a jornada
completa y con dedicación exclusiva a esa actividad. A estos efectos, no se computará como persona
empleada el cónyuge, pareja de hecho, cuando se trate de parejas de hecho constituidas conforme a lo
dispuesto en la Ley 2/2003, de 7 de mayo, ascendiente, descendiente o colateral de segundo grado, ya
tenga su origen en el parentesco, en la consanguinidad, en la afinidad, en la relación que resulte de la
constitución de la pareja de hecho o en la adopción, del contribuyente, ni las personas que tengan la
consideración de personas vinculadas con el mismo en los términos del apartado 3 del artículo 42 de la
Norma Foral del Impuesto sobre Sociedades".

Sentado lo anterior, ha de señalarse que no existe, en la regulación actual, un concepto mercantil


expreso de aportación de rama de actividad. Así, el artículo 1 de la Ley 3/2009, de 3 de abril, de
modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles, determina que: "La presente Ley tiene por
objeto la regulación de las modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles, consistentes en la
transformación, fusión, escisión o cesión global de activo y pasivo, incluido el traslado internacional del
domicilio social".

A lo que el artículo 68 de la citada Ley 3/2009, de 3 de abril, añade que: "1. La escisión de una sociedad
mercantil inscrita podrá revestir cualquiera de las siguientes modalidades 1.ª Escisión total. 2.ª Escisión
parcial. 3.ª Segregación. (...)". Siendo así que la segregación se regula en el artículo 71 de esta Ley
3/2009, de 3 de abril, de conformidad con el cual: "Se entiende por segregación el traspaso en bloque por
sucesión universal de una o varias partes del patrimonio de una sociedad, cada una de las cuales forme una
unidad económica, a una o varias sociedades, recibiendo a cambio la sociedad segregada acciones,
participaciones o cuotas de las sociedades beneficiarias".

De donde se deduce que, en la segregación, al igual que en la aportación de rama de actividad, la


sociedad que sufre la modificación no se extingue como consecuencia de la operación de reestructuración,
sino que permanece, al menos, como titular de las acciones o participaciones de la sociedad beneficiaria,
recibidas a cambio de los bienes y derechos entregados, a pesar de haberse desprendido de una parte
significativa de su patrimonio.

De modo que, tanto en la segregación como en la aportación de una o varias ramas de actividad, se
produce una transmisión de elementos patrimoniales de una sociedad a otra u otras ya existentes o de
nueva creación, sin que se produzca la disolución de la aportante, siendo ésta (y no sus socios) quien
recibe las acciones o participaciones de la sociedad o sociedades beneficiarias de la operación.

La diferencia entre ambas operaciones (segregación y aportación) radica básicamente en que, en la


segregación, entendida mercantilmente como una modalidad de escisión, que se singulariza por la falta de
integración de los socios de la sociedad que se segrega en la beneficiaria de la segregación, la transmisión
de la masa patrimonial se produce en bloque, es decir, mediante sucesión universal.

Por todo lo anterior, esta Dirección General considera que las operaciones calificadas mercantilmente
como segregación pueden acogerse al régimen especial regulado en el Capítulo VII del Título VI de la NFIS,
bien como aportaciones no dinerarias de rama de actividad, conforme a lo dispuesto en el artículo 101.4 de
la NFIS), o bien como una aportación no dineraria especial (artículo 111 de la NFIS), según el caso, en la
medida en que se cumplan las condiciones exigidas para ello.

En el presente caso, las operaciones por las que se pregunta podrán ser consideradas como aportaciones
de rama de actividad, en el sentido de lo indicado en el artículo 101.3 y 4 de la NFIS, en la medida en que
los activos y pasivos que, en su caso, se entreguen a la entidad adquirente constituyan sendas unidades
económicas autónomas, determinantes de las respectivas explotaciones económicas, que sean
identificables ya en sede de las entidades aportantes (separable del resto de tareas que realizan), y que
continúen desarrollándose en sede de la beneficiaria de la aportación en términos análogos a como lo
vengan haciendo las primeras (las aportantes).

De acuerdo con lo señalado en el escrito de consulta, la segregaciones proyectadas tanto por CT como
por IBX implicarán el traspaso en bloque por sucesión universal, a favor de la entidad beneficiaria (IAR) de
todos los activos y pasivos afectos a la actividad de arrendamiento de inmuebles que venían desarrollando,
incluidos los respectivos trabajadores contratados con contrato laboral a jornada completa por cada una de
las entidades, con dedicación exclusiva a dicha actividad, siendo que ambas entidades se dedican
únicamente a dicha actividad arrendaticia. Por lo que, siendo así las cosas, los activos y pasivos a traspasar
a la entidad beneficiaria IAR constituirían sendas ramas de actividad en los términos señalados, si bien la
real existencia de las mismas es una cuestión de hecho que, en su caso, podrá ser objeto de verificación
por los órganos de aplicación de los tributos competentes.

En cuanto a las deudas que las entidades CT e IBX pretenden atribuir a la entidad adquirente IAR en el
marco de las citadas operaciones (cuya naturaleza no se concreta en el escrito de consulta), formarán parte
de las respectivas ramas de actividad objeto de aportación, en la medida en que se trate de deudas
contraídas para la organización o el funcionamiento de los bienes o derechos que se le traspasen, tal y
como expresamente se prevé en el artículo 101.4 de la NFIS.
Por su parte, de acuerdo con la información aportada, el conjunto patrimonial objeto de segregación por
parte de la entidad AT no cumplirá los requisitos para constituir una rama de actividad en los términos
señalados, toda vez que en sede de la entidad aportante el empleado que se pretende traspasar a la
entidad beneficiaria de la segregación no se dedica exclusivamente a la actividad de arrendamiento, que es
lo que exige el artículo 24.3 de la NFIRPF. No obstante lo anterior, la operación podría, en su caso, ser
calificada como una aportación no dineraria especial, de las previstas en el artículo 111 de la NFIS, donde
se prevé que: "1. El régimen previsto en el presente capítulo se aplicará, a opción del sujeto pasivo de este
impuesto o del contribuyente del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, a las aportaciones no
dinerarias en las que concurran los siguientes requisitos: a) Que la entidad que recibe la aportación sea
residente en territorio español o realice actividades en el mismo por medio de un establecimiento
permanente al que se afecten los bienes aportados. b) Que una vez realizada la aportación, el sujeto pasivo
aportante de este impuesto o el contribuyente del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas,
participe en los fondos propios de la entidad que recibe la aportación en, al menos el 5 por 100. (...) 3. Los
elementos patrimoniales aportados no podrán ser valorados, a efectos fiscales, por un valor superior a su
valor normal de mercado".

A estos efectos, dentro de patrimonio objeto de la aportación al que se circunscribiría régimen fiscal
especial regulado en el artículo 111 de la NFIS cabría incluir los pasivos consistentes en las fianzas
derivadas de los contratos de alquiler correspondientes a los inmuebles que se pretende transmitir a la
entidad adquirente.

Finalmente, en lo que respecta a la posterior fusión entre las entidades CT e IBX, el artículo 101.1.a) de
la NFIS regula que: "1. Tendrá la consideración de fusión la operación por la cual: a) Una o varias
entidades transmiten en bloque a otra entidad ya existente, como consecuencia y en el momento de su
disolución sin liquidación, sus respectivos patrimonios sociales, mediante la atribución a sus socios de
valores representativos del capital social de la otra entidad y, en su caso, de una compensación en dinero
que no exceda del 10 por 100 del valor nominal o, a falta de valor nominal, de un valor equivalente al
nominal de dichos valores deducido de su contabilidad".

Este precepto parte del concepto mercantil de fusión, de forma que si la operación pretendida cumple los
requisitos establecidos en la normativa mercantil para ser calificadas como tal fusión podrá, en principio,
acogerse al régimen especial del Capítulo VII del Título VI de la NFIS. Todo ello, siempre y cuando,
lógicamente, además cumplan las restantes condiciones exigidas al efecto.

A este respecto, el artículo 22 de la Ley 3/2009, de 3 de abril, sobre modificaciones estructurales de las
sociedades mercantiles, determina que: "En virtud de la fusión, dos o más sociedades mercantiles inscritas
se integran en una única sociedad mediante la transmisión en bloque de sus patrimonios y la atribución a
los socios de las sociedades que se extinguen de acciones, participaciones o cuotas de la sociedad
resultante, que puede ser de nueva creación o una de las sociedades que se fusionan".

Mientras que en el artículo 23 del mismo texto legal se indica que: "(...) 2. Si la fusión hubiese de
resultar de la absorción de una o más sociedades por otra ya existente, ésta adquirirá por sucesión
universal los patrimonios de las sociedades absorbidas, que se extinguirán, aumentando, en su caso, el
capital social de la sociedad absorbente en la cuantía que proceda".

Consecuentemente, en principio, la fusión por la que se pregunta podrá acogerse al régimen fiscal
especial recogido en el Capítulo VII del Título VI de la NFIS, en la medida en que cumpla las restantes
condiciones requeridas al efecto en la normativa reguladora del Impuesto sobre Sociedades.

En particular, para que resulte de aplicación el régimen por el que se pregunta a cada una de las
operaciones planteadas, deberá cumplirse respecto de las mismas lo establecido en el artículo 114 de la
NFIS, según el que: "3. La aplicación del régimen establecido en este Capítulo requerirá que se opte por el
mismo de acuerdo con las siguientes reglas: a) En las operaciones de fusión o escisión, la opción se incluirá
en el proyecto y en los acuerdos sociales de fusión o escisión de las entidades transmitentes y adquirentes
que tengan su residencia fiscal en España. (...) En cualquier caso, la opción a que se refiere el presente
apartado deberá comunicarse a la Administración tributaria en la forma y plazo que reglamentariamente se
determinen. (...) 4. No se aplicará el régimen establecido en este Capítulo cuando la operación realizada
tenga como principal objetivo el fraude o la evasión fiscal. A estos efectos, se considerarán como tales las
operaciones a las que resulte de aplicación lo dispuesto en los artículos 14 y 15 de la Norma Foral General
Tributaria del Territorio Histórico de Bizkaia. En particular, el régimen no se aplicará cuando la operación no
se efectúe por motivos económicos válidos, tales como la reestructuración o la racionalización de las
actividades de las entidades que participan en la operación, sino con la mera finalidad de conseguir una
ventaja fiscal, siempre que la operación se encuentre en alguno de los supuestos a que se refiere el párrafo
anterior de este apartado. En caso de inaplicación total o parcial del régimen fiscal especial por aplicación
de lo dispuesto en este apartado, únicamente se eliminarán los efectos de la ventaja fiscal obtenida. (...)".

Este precepto se encuentra desarrollado en el artículo 43 del Reglamento del Impuesto sobre Sociedades
(RIS), aprobado mediante Decreto Foral de la Diputación Foral de Bizkaia 203/2013, de 23 de diciembre,
fundamentalmente en lo que se refiere a la comunicación de la opción. Además, a este respecto, también
debe tenerse en cuenta lo previsto en la Orden Foral del Diputado Foral de Hacienda y Finanzas 60/2015,
de 9 de enero, por la que se aprueba el modelo 20-R, de Comunicación a efectos de la aplicación del
régimen fiscal especial de fusiones, escisiones, aportaciones de activos, canje de valores, cesiones globales
del activo y del pasivo y cambio de domicilio social de una sociedad europea o una sociedad cooperativa
europea de un Estado miembro a otro de la Unión Europea.

Asimismo, en relación con lo indicado en el apartado 4 del artículo 114 de la NFIS, la Instrucción
10/2005, de 7 de octubre, de la Dirección General de Hacienda, establece en su punto primero que: "a) El
requisito de que la operación de reestructuración empresarial tenga "motivos económicos válidos" es un
caso particular de inaplicación de dicho régimen, dependiente del general, a saber, que el objetivo principal
de la operación sea el fraude o la evasión fiscal. En consecuencia, como el requisito de que la operación de
reestructuración empresarial tenga motivos económicos válidos no se considera autónomo sino un mero
caso particular del supuesto general, ello significará que la inaplicación del régimen fiscal requiere, también
en este supuesto, el objetivo del fraude o evasión, y al respecto, la ausencia de motivos económicos válidos
únicamente sería indicio de tal fraude o evasión. b) La mención señalada en el apartado 3 del artículo 104
de la Norma Foral 3/1996, de 26 de junio, del Impuesto sobre Sociedades, como "la mera finalidad de
conseguir una ventaja fiscal" debe entenderse que sólo se produce cuando hay un ánimo o finalidad de
fraude o evasión fiscal.".

A estos efectos, debe tenerse en cuenta la disposición adicional primera de la NFIS, en la que se aclara
que: "Todas las referencias contenidas en la normativa tributaria del Territorio Histórico de Bizkaia a la
Norma Foral 3/1996, de 26 de junio, del Impuesto sobre Sociedades, y a las demás disposiciones
reguladoras del Impuesto sobre Sociedades que se derogan por parte de esta Norma Foral, se entenderán
referidas a los preceptos correspondientes de esta última.". De modo que lo señalado en la Instrucción
10/2005, de 7 de octubre, de la Dirección General de Hacienda, mantiene su validez incluso tras la entrada
en vigor de la nueva NFIS (aplicable a los ejercicios iniciados a partir del 1 de enero de 2014).

Consecuentemente, esta Dirección General considera que las operaciones objeto de consulta podrán
acogerse al régimen especial por el que se pregunta, en la medida en que, además de cumplir todo lo
indicado en esta respuesta, no tengan como principal objetivo el fraude o la evasión fiscal, en los términos
en los que estos conceptos se definen en el artículo 114.4 de la NFIS y en la Instrucción 10/2005, de 7 de
octubre. Esta condición se entiende cumplida en las operaciones en las que no existe simulación y a las que
no resulta de aplicación la cláusula anti-elusión del artículo 14 de la Norma Foral 2/2005, de 10 de marzo,
General Tributaria del Territorio Histórico de Bizkaia (NFGT).

En los supuestos en los que la reestructuración que se pretenda llevar a cabo exija realizar una cadena
de operaciones (en el presente caso, segregaciones de CT e IBX en favor de IAR, seguidas de la fusión de
las entidades segragadas), los motivos económicos han de ser analizados con respecto al conjunto de las
operaciones que tengan que efectuarse, salvo que se realicen pasos cuyo objetivo único o principal sea, o
bien eludir la exigencia de determinados requisitos impuestos a las operaciones naturales o propias que
habría que realizar para conseguir el resultado perseguido, o bien lograr un mero resultado fiscal.

Concretamente, en lo que se refiere a la posibilidad de que la holding pueda aplicar las exenciones
reguladas en los artículos 33 y 34 de la NFIS sobre los dividendos que reciba de su participada, o sobre la
renta derivada de la eventual desinversión en la misma, respectivamente, esta Dirección General entiende
que este hecho puede justificar la aplicación del régimen especial pretendido, siempre y cuando la citada
holding que permanezca interpuesta reinvierta los fondos así obtenidos (exentos en el Impuesto sobre
Sociedades) en otros proyectos empresariales (no en meras inversiones financieras o generadoras de
rentas pasivas), optimizándose así los recursos financieros y facilitándose la financiación de dichas
inversiones empresariales desde la holding, y que, en otro caso, no tiene por qué obstaculizarlo, si la
repetida holding distribuye los citados fondos a sus accionistas personas físicas (en lugar de remansarlos,
con aplicación de las mencionadas exenciones).

A este respecto, las consultantes afirman que con el mantenimiento de la entidad holding se pretende
facilitar a los socios personas físicas, resumidamente, concentrar los derechos inherentes a su participación
en IAR en una única entidad mitigando los riesgos derivados de posibles discrepancias entre ellos que
pudieran tener una repercusión negativa en la actividad; así como reinvertir de los eventuales fondos
obtenidos por la participación en IAR, en la misma entidad o en otras inversiones empresariales. Se afirma,
además, que no existe la intención de remansar dichos fondos en la sociedad holding resultante de la
fusión por medio de meras inversiones financieras o generadoras de rentas pasivas, de tal forma que si,
llegado el caso, la sociedad holding decidiese no reinvertir los eventuales fondos obtenidos por su
participación en IAR, o en otras inversiones empresariales, procedería a su distribución a los socios por
medio del correspondiente dividendo.

En cuyo caso, siendo así las cosas, esta Dirección General entiende la eventual práctica de las
exenciones reguladas en los artículos 33 y 34 de la NFIS no afectará al motivo económico de la cadena de
operaciones proyectadas (segregaciones y posterior fusión).
En cualquier caso, en supuestos como el planteado, en el que las razones que se alegan para justificar la
operación son las genéricas y propias de toda operación de concentración empresarial, de cara a efectuar
un pronunciamiento sobre el requisito regulado en el artículo 114.4 de la NFIS resulta especialmente
necesario ponderar, o comparar, las mejoras empresariales o mercantiles derivadas de la misma, con los
beneficios fiscales que, en su caso, puedan lograrse gracias a ella, con objeto de así poder determinar cuál
es realmente el objetivo principal de la reestructuración.

En el presente caso, y sin perjuicio de lo ya expuesto en relación con la entidad holding subsistente,
puede identificarse como beneficio fiscal la existencia de bases imponibles pendientes de compensar en
sede de las entidades transmitentes CT e IBX, en las que podría subrogarse la adquirente IAR, teniendo en
cuenta que esta última no cuenta con dichos créditos fiscales, según lo señalado en el escrito de consulta.

No obstante, este hecho no invalidará, por sí mismo, la posibilidad de acogerse al régimen fiscal especial
objeto de consulta, siempre que, en todo caso, las entidades aportantes no se encuentren inactivas, y que
la adquirente continúe desarrollando su actividad, así como la que venían realizando las transmitentes. De
forma que no se produzca un aprovechamiento de los créditos fiscales transmitidos relevante como
consecuencia de la concentración empresarial llevada a cabo (lo que cabría apreciar, particularmente, si las
operaciones proyectadas fuesen acompañadas de operaciones de desinversión de activos en sede de la
entidad adquirente, ya fueran propios o procedentes de otras de las entidades transmitentes, con
aprovechamiento de bases imponibles negativas que, de otro modo, no hubieran podido aprovecharse).

Asimismo, de cara a evaluar la importancia de las ventajas fiscales obtenidas en un supuesto como el
planteado, convendría valorar si lo que se ha producido una vez realizada la operación, es una mera
recolocación formal de inmuebles y empleados dispersos geográficamente bajo la titularidad de una única
entidad vizcaína (pero sin ningún cambio apreciable en la actividad, respecto de lo que ya se venía
haciendo hasta ahora), o si verdaderamente dicha concentración se traduce en la pretendida potenciación
del negocio de arrendamiento de inmuebles en su conjunto, por parte del grupo familiar. En definitiva, se
trata de que el aprovechamiento de esas bases imponibles negativas que hasta entonces no podían ser
compensadas en sede de las entidades transmitentes, o bien la aceleración en su compensación, tenga
justificación desde un punto de vista económico.

Por último, en el ejercicio de ponderación entre los beneficios económicos y ventajas fiscales derivadas
de la operación, habría que tener también en cuenta las que pudieran obtenerse en el Impuesto sobre el
Patrimonio y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. En particular, las que pudieran derivar para el
padre de la familia tras la aportación no dineraria que efectuará la entidad AT (entidad participada casi
íntegramente por él), como consecuencia de la agrupación de plantilla que se producirá en la entidad
beneficiaria de las segregaciones planteadas (IAR).

En cualquier caso, procede subrayar que la valoración del cumplimiento de lo previsto en el artículo
114.3 de la NFIS es una cuestión que no puede cerrarse en fase de consulta tributaria, dado que exige
realizar un examen global de las circunstancias concurrentes en la operación (previas, simultáneas y,
especialmente, posteriores) que corresponderá realizar, en su caso, a los órganos de gestión o inspección
de la Administración tributaria.

3) y 4) Con respecto a las cuestiones planteadas en tercero y cuarto lugar, el artículo 108 de la NFIS
regula que: "2. Cuando la sucesión no sea a título universal, la transmisión se producirá únicamente
respecto de los derechos y obligaciones tributarias que se refieran a los bienes y derechos transmitidos. La
entidad adquirente asumirá el cumplimiento de los requisitos derivados de los incentivos fiscales de la
entidad transmitente, en cuanto que estuvieren referidos a los bienes y derechos transmitidos. 3. Se
transmitirán a la entidad adquirente las bases imponibles negativas pendientes de compensación en la
entidad transmitente, siempre que se produzca alguna de las siguientes circunstancias: (...) b) La
transmisión de una rama de actividad cuyos resultados hayan generado bases imponibles negativas
pendientes de compensación en la entidad transmitente. En este caso, se transmitirán las bases imponibles
negativas pendientes de compensación generadas por la rama de actividad transmitida. Cuando la entidad
adquirente participe en el capital de la entidad transmitente o bien cuando aquélla respecto de ésta se
encuentre en alguno de los casos previstos en el artículo 42 de esta Norma Foral, la base imponible
negativa susceptible de compensación se reducirá en el importe de la diferencia positiva entre el valor de
las aportaciones de los socios, realizadas por cualquier título, correspondientes a dicha participación o a las
participaciones que las entidades vinculadas tengan sobre la entidad transmitente y su valor fiscal. En
ningún caso serán compensables las bases imponibles negativas correspondientes a pérdidas sufridas por
la entidad transmitente que hayan motivado el deterioro de la participación de la entidad adquirente en el
capital de la entidad transmitente o el deterioro de la participación de otra entidad en esta última cuando
tengan una relación de vinculación a que se refiere el artículo 42 de esta Norma Foral. 4. Las subrogaciones
comprenderán exclusivamente los derechos y obligaciones nacidos al amparo de las normas forales o leyes
españolas".

De donde se deduce que, en los supuestos de aportaciones de ramas de actividad, realizadas al amparo
del régimen especial regulado en el Capítulo VII del Título VI de la NFIS, se transmitirán a la entidad
adquirente las bases imponibles negativas pendientes de compensación en la entidad transmitente que ésta
hubiera generado con respecto a la rama de actividad transmitida.

Consecuentemente, en la medida en que las segregaciones de ramas de actividad efectuadas por CT y


por IBX puedan acogerse al régimen especial por el que se pregunta, de acuerdo con lo expuesto en el
punto anterior de esta respuesta, la entidad adquirente (IAR) podrá compensar las bases imponibles
negativas pendientes de aplicar en sede de las entidades segregadas y que correspondan a las ramas de
actividad objeto de transmisión, en los términos señalados.

Por lo que se refiere, en particular, a la posibilidad de subrogación de la entidad beneficiaria de la


aportación en las bases imponibles negativas pendientes de compensar en la entidad transmitente CT,
domiciliada en Canarias (la cual, se presupone, tributa bajo la normativa común del Impuesto sobre
Sociedades) hay que tener en cuenta lo señalado en este artículo 108 de la NFIS que resulta igualmente
aplicable a las operaciones de reestructuración en las que la entidad adquirente y la transmitente están
sujetas a normativas del Impuesto sobre Sociedades diferentes (común o forales), y en las que estas
últimas cuentan con derechos y obligaciones fiscales nacidos al amparo de su normativa propia, pero cuyos
efectos no han quedado plenamente agotados a la fecha de formalización de las citadas operaciones. En
cuyo caso, dichos créditos fiscales se transmiten, asimismo, a la entidad adquirente, aun cuando ésta se
rija por una legislación distinta, toda vez que, a estos efectos, la legislación de territorio común y las forales
no deben conformar sistemas aislados, sino que ha de establecerse entre ellas la continuidad necesaria al
objeto de garantizar los principios de seguridad jurídica, justicia tributaria y libertad de circulación y
establecimiento. Más aún, cuando el propio artículo 108 de la NFIS prevé que la subrogación en él regulada
afecta a los derechos y obligaciones nacidos al amparo de las normas forales y de las leyes españolas.

Concretamente, esta Dirección General entiende que, en supuestos como el planteado, los beneficios
fiscales acreditados bajo la legislación de territorio común pueden ser aplicados en este Territorio Histórico,
conforme a lo dispuesto en la normativa foral vizcaína (es decir, atendiendo a los límites temporales,
cuantitativos y cualitativos regulados en ella a tal efecto), en la medida en que la citada normativa foral
prevea un incentivo equivalente (incluso aun cuando no se encuentre regulado en términos iguales).

En cuyo caso, la legislación de territorio común resulta aplicable en lo que se refiere al cumplimiento de
los requisitos, en su caso, exigibles para consolidar el derecho a la aplicación de los créditos fiscales de que
se trate (así como, lógicamente, en lo que afecta a la determinación de los mismos en su momento, de
forma que sus importes no han de ser recalculados como consecuencia del cambio de normativa).

Todo ello sin perjuicio de la posibilidad, por parte de esta Hacienda Foral de Bizkaia, de comprobar la
procedencia y la cuantía de los créditos fiscales que pretendan aplicar las entidades sometidas a su
competencia inspectora (al margen de cuál sea el origen de los mismos), de cara, precisamente, a su
correcta aplicación en este Territorio Histórico.

De modo que, en lo que respecta a Bizkaia, cabe concluir, resumidamente, que:

1.- Los beneficios fiscales acreditados al amparo de la legislación de territorio común son igualmente
aplicables en los ejercicios en los que la sociedad que tenga derecho a ellos tribute conforme a lo dispuesto
en la NFIS, siempre que dichos beneficios tengan su equivalente en esta normativa (en la NFIS).
2.- La compensación, o aplicación, de los créditos fiscales se realiza conforme a lo dispuesto en la
normativa vizcaína, es decir, atendiendo a los límites temporales, cuantitativos y cualitativos regulados en
ella a tal efecto, en el período impositivo de que se trate.
3.- La legislación de territorio común resulta aplicable en lo que se refiere al cumplimiento de los
requisitos, en su caso, exigibles para consolidar el derecho a los beneficios fiscales en cuestión, así como en
lo que afecta a la propia determinación del beneficio, de forma que su importe no ha de ser recalculado con
motivo del cambio en la normativa aplicable.

En definitiva, en la medida en que la operación proyectada pueda acogerse al régimen especial por el
que se pregunta, la entidad vizcaína IAR, como entidad beneficiaria o adquirente de la misma, podrá
continuar con la compensación de las bases imponibles pendientes de aplicación en sede de la entidad
segregada CT y generadas bajo la normativa común del Impuesto sobre Sociedades, atendiendo a los
límites temporales y cuantitativos previstos en la NFIS (los establecidos en los artículos 55, 108.3 y en la
disposición transitoria quinta y vigesimosegunda de la NFIS), si bien respetando lo previsto en la normativa
de origen en lo que se refiere a la determinación de las mismas al tiempo en el que fueron generadas (de
modo que no deba recalcularse su importe); pero sin perjuicio, eso sí, de la posibilidad que tiene esta
Hacienda Foral de Bizkaia de comprobar su procedencia y su cuantía, de cara a su correcta compensación.

Por otra parte, la subrogación de la entidad adquirente (IAR) en la compensación de las bases
imponibles negativas generadas por las entidades transmitentes (CT e IBX) según todo lo expuesto
anteriormente quedará sujeta a los límites y condiciones establecidos en el artículo 108.3 de la NFIS, que
afectan a dos supuestos:
1º Cuando la entidad adquirente participa en el capital de la transmitente, o bien cuando aquélla se
encuentra vinculada a ésta, en los términos establecidos en el artículo 42 de la NFIS. En cuyo caso, la base
imponible negativa susceptible de compensación se reduce en el importe de la diferencia positiva existente
entre el valor de las aportaciones de los socios, realizadas por cualquier título, correspondientes a dicha
participación, o a las participaciones que tengan las entidades vinculadas sobre la entidad transmitente, y
su valor fiscal (el de las citadas participaciones).

Por lo que se refiere a este primer supuesto de limitación, el párrafo tercero del artículo 108.3 de la
NFIS establece restricciones a la compensación de bases imponibles negativas cuando la entidad adquirente
se encuentre respecto de las transmitentes en alguno de los casos previstos en la normativa del Impuesto
sobre Sociedades para ser consideradas entidades vinculadas, y ello aun en el supuesto de que no exista
participación de la primera en las últimas.

En este punto, se plantea en el escrito de consulta la posibilidad de que las aportaciones realizadas por
los socios a la entidad con bases imponibles negativas pendientes de compensar se hubieran realizado en el
marco de operaciones acogidas al régimen especial previsto en el Capítulo VII del Título VI de la NFIS. En
tal caso, esta Dirección General entiende que el valor por el que deberán computarse las mismas a efectos
de la limitación regulada en el artículo 108.3 de la NFIS será el resultante de la aplicación del dicho
régimen especial (concretamente, el establecido en el artículo 103 de la NFIS), en coherencia con la
valoración que, asimismo, deberá atribuirse a las participaciones recibidas por los socios en
contraprestación a las aportaciones por ellos realizadas, en el ámbito del mismo régimen especial (según lo
establecido en el artículo 104 de la NFIS).

2º Además, en ningún caso resultan compensables las bases imponibles negativas correspondientes a
pérdidas sufridas por la entidad transmitente que hayan motivado el deterioro de la participación de la
entidad adquirente en el capital de la entidad transmitente, o el deterioro de la participación de otra
entidad en esta última cuando tengan una relación de vinculación a que se refiere el artículo 42 de la NFIS.

5) Con respecto a la tributación de las operaciones planteadas en el Impuesto sobre el Valor Añadido, es
de aplicación el artículo 4 de la Norma Foral 7/1994, de 9 de noviembre, del Impuesto sobre el Valor
Añadido (NFIVA), donde se indica que: "Uno. Estarán sujetas al Impuesto las entregas de bienes y
prestaciones de servicios realizadas en el ámbito espacial del Impuesto por empresarios o profesionales a
título oneroso, con carácter habitual u ocasional, en el desarrollo de su actividad empresarial o profesional,
incluso si se efectúan en favor de los propios socios, asociados, miembros o partícipes de las entidades que
las realicen. Dos. Se entenderán realizadas en el desarrollo de una actividad empresarial o profesional: a)
Las entregas de bienes y prestaciones de servicios efectuadas por las sociedades mercantiles, cuando
tengan la condición de empresario o profesional. b) Las transmisiones o cesiones de uso a terceros de la
totalidad o parte de cualesquiera de los bienes o derechos que integren el patrimonio empresarial o
profesional de los sujetos pasivos, incluso las efectuadas con ocasión del cese en el ejercicio de las
actividades económicas que determinan la sujeción al Impuesto. (...)".

A lo que el artículo 5 de la misma NFIVA añade que: "Uno. A los efectos de lo dispuesto en esta Norma
Foral se reputarán empresarios o profesionales: a) Las personas o entidades que realicen las actividades
empresariales o profesionales definidas en el apartado siguiente de este artículo. (...) b) Las sociedades
mercantiles, salvo prueba en contrario. (...) Dos. Son actividades empresariales o profesionales las que
impliquen la ordenación por cuenta propia de factores de producción materiales y humanos o de uno de
ellos, con la finalidad de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios. En particular,
tienen esta consideración las actividades extractivas, de fabricación, comercio y prestación de servicios,
incluidas las de artesanía, agrícolas, forestales, ganaderas, pesqueras, de construcción, mineras y el
ejercicio de profesiones liberales y artísticas. (...)".

Adicionalmente, el artículo 8 de esta misma NFIVA determina que: "Uno. Se considerará entrega de
bienes la transmisión del poder de disposición sobre bienes corporales, incluso si se efectúa mediante
cesión de títulos representativos de dichos bienes. (...) Dos. También se considerarán entregas de bienes:
(...) 2. Las aportaciones no dinerarias efectuadas por los sujetos pasivos del Impuesto de elementos de su
patrimonio empresarial o profesional a sociedades o comunidades de bienes o a cualquier otro tipo de
entidades y las adjudicaciones de esta naturaleza en caso de liquidación o disolución total o parcial de
aquéllas, sin perjuicio de la tributación que proceda con arreglo a las normas reguladoras de los conceptos
«actos jurídicos documentados» y «operaciones societarias» del Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. (...)".

No obstante, el 7.1º de la misma NFIVA regula que: "No estarán sujetas al Impuesto: 1. La transmisión
de un conjunto de elementos corporales y, en su caso, incorporales que, formando parte del patrimonio
empresarial o profesional del sujeto pasivo, constituyan o sean susceptibles de constituir una unidad
económica autónoma en el transmitente, capaz de desarrollar una actividad empresarial o profesional por
sus propios medios, con independencia del régimen fiscal que a dicha transmisión le resulte de aplicación
en el ámbito de otros tributos y del procedente conforme a lo dispuesto en el artículo 4, apartado Cuatro,
de esta Norma Foral. Quedarán excluidas de la no sujeción a que se refiere el párrafo anterior las
siguientes transmisiones: a) La mera cesión de bienes o de derechos. b) Las realizadas por quienes tengan
la condición de empresario o profesional exclusivamente conforme a lo dispuesto en la letra c) del apartado
Uno del artículo 5 de esta Norma Foral, cuando dichas transmisiones tengan por objeto la mera cesión de
bienes. c) Las efectuadas por quienes tengan la condición de empresario o profesional exclusivamente por
la realización ocasional de las operaciones a que se refiere la letra d) del apartado Uno del artículo 5 de
esta Norma Foral. A los efectos de lo dispuesto en este número, resultará irrelevante que el adquirente
desarrolle la misma actividad a la que estaban afectos los elementos adquiridos u otra diferente, siempre
que se acredite por el adquirente la intención de mantener dicha afectación al desarrollo de una actividad
empresarial o profesional. En relación con lo dispuesto en este número, se considerará como mera cesión
de bienes o de derechos, la transmisión de éstos cuando no se acompañe de una estructura organizativa de
factores de producción materiales y humanos, o de uno de ellos, que permita considerar a la misma
constitutiva de una unidad económica autónoma. En caso de que los bienes y derechos transmitidos, o
parte de ellos, se desafecten posteriormente de las actividades empresariales o profesionales que
determinan la no sujeción prevista en este número, la referida desafectación quedará sujeta al Impuesto en
la forma establecida para cada caso en esta Norma Foral. Los adquirentes de los bienes y derechos
comprendidos en las transmisiones que se beneficien de la no sujeción establecida en este número se
subrogarán, respecto de dichos bienes y derechos, en la posición del transmitente en cuanto a la aplicación
de las normas contenidas en el número 22º del apartado Uno del artículo 20 y en los artículos 92 a 114 de
esta Norma Foral. (...)".

Este artículo 7.1 de la NFIVA supone la adecuación a la jurisprudencia comunitaria de los supuestos de
no sujeción correspondientes a las transmisiones globales del patrimonio empresarial. Básicamente, supone
su adaptación a lo indicado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en su Sentencia de 27 de
noviembre de 2003 (Asunto C-497/01), en la que señaló que: "40. Habida cuenta de esta finalidad, el
concepto de «transmisión, a título oneroso o gratuito o bajo la forma de aportación a una sociedad, de una
universalidad total o parcial de bienes» debe entenderse en el sentido que comprende la transmisión de un
establecimiento mercantil o de una parte autónoma de una empresa, con elementos corporales y, en su
caso, incorporales que, conjuntamente, constituyen una empresa o una parte de una empresa capaz de
desarrollar una actividad económica autónoma, pero que no comprende la mera cesión de bienes, como la
venta de existencias".

Por tanto, lo determinante de cara a la aplicación de la no sujeción establecida en dicho precepto es que
los bienes y derechos que se transmiten puedan entenderse como integrantes de una unidad económica
autónoma, o de una parte diferenciada de una empresa, capaz de desarrollar una actividad empresarial o
profesional por sus propios medios. Se trata, en terminología del TJUE, de la transmisión de elementos
corporales y, en su caso, incorporales que constituyen una empresa, o una parte autónoma de una
empresa, pero que no comprende la mera entrega de bienes aislados.

De conformidad con lo anterior, la operación objeto de consulta sólo estará no sujeta al Impuesto sobre
el Valor Añadido en el supuesto de que los bienes que se transmitan puedan ser considerados como una
unidad económica autónoma, en el sentido descrito (es decir, como integrantes de una unidad económica
autónoma, o de una parte diferenciada de una empresa, capaz de desarrollar una actividad empresarial o
profesional por sus propios medios).

En el supuesto planteado, las entidades vizcaínas AT e IBX transmitirán parte o la totalidad o de su


patrimonio inmobiliario afecto a una actividad de arrendamiento, como consecuencia de la realización de
sendas operaciones de segregación en favor de otra mercantil vizcaína, la entidad IAR. Por lo que debe
analizarse si el conjunto patrimonial entregado a esta entidad por cada una de aquellas entidades
transmitentes constituye, o es susceptible de constituir, una unidad económica autónoma, o no.

A estos efectos, el artículo 7.1º de la NFIVA específicamente determina que la transmisión de bienes o
derechos destinados al arrendamiento da lugar a una mera cesión de los mismos (sujeta al Impuesto),
cuando éstos no se acompañen de una estructura organizativa de factores de producción materiales y
humanos, o de uno de ellos, que permita considerar que nos encontramos ante una unidad económica
autónoma. Por ello, esta Dirección General entiende que la transmisión desnuda de unos inmuebles supone
la realización de una mera entrega de bienes sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido.

Sobre este particular, la estructura organizativa de factores de producción materiales y/o humanos que
debe preexistir en sede de la entidad transmitente ha de ser la adecuada para que pueda considerarse que
los activos que se entregan constituyen una unidad económica autónoma. Esta estructura organizativa,
preexistente en sede de la entidad que realiza la entrega, tiene que ser transferida junto con los activos en
cuestión. Por tanto, en el supuesto considerado será necesario determinar si los bienes a transmitir
constituyen una unidad económica autónoma capaz de desarrollar una actividad empresarial o profesional
por sus propios medios, o no.

De acuerdo con lo señalado en el escrito de consulta, el patrimonio transmitido por la entidad IBX
tendría por objeto la totalidad de su actividad económica (dado que se dedica exclusivamente al
arrendamiento de inmuebles) y estaría conformado por la totalidad de los activos y pasivos afectos a la
misma (todos los inmuebles destinados al alquiler, mobiliario, equipos informáticos y resto de inmovilizado
afecto a la actividad, tesorería, fianzas recibidas, saldos vigentes con deudores y acreedores, activos y
pasivos por impuestos diferidos asociados a los elementos traspasados, local destinado exclusivamente a la
gestión de la actividad de alquiler y personal empleado con contrato laboral y a jornada completa dedicado,
también con carácter exclusivo, a la actividad de arrendamiento). De tal forma que, según se afirma, la
transmisión de los inmuebles iría acompañada de una estructura organizativa de factores de producción
materiales y humanos, determinante de la existencia de un conjunto de elementos corporales e
incorporales que, formando parte del patrimonio empresarial de la sociedad transmitente, sería susceptible
de constituir una unidad económica autónoma capaz de desarrollar la actividad empresarial de
arrendamiento de inmuebles por sus propios medios.

Por su parte, según se señala también en el escrito de consulta, aun cuando la aportación a realizar por
AT no tendría la consideración de rama de actividad a efectos del Impuesto sobre Sociedades, tendría por
objeto la totalidad de los activos y pasivos afectos a la actividad de arrendamiento (todos los inmuebles
destinados al alquiler, mobiliario, equipos informáticos y resto de inmovilizado afecto a la actividad, fianzas
recibidas, tesorería y personal empleado con contrato laboral y a jornada completa dedicado, con carácter
no exclusivo, a la actividad de arrendamiento, sin perjuicio de que, una vez realizada la aportación, su
dedicación a la actividad de alquiler en la adquirente IAR sí tendrá carácter de exclusividad). Según se
afirma, la dedicación de dicha persona empleada abarca la totalidad de los inmuebles destinados al alquiler,
resultando que la transmisión de los mismos (de los inmuebles), conjuntamente con los restantes
elementos del inmovilizado citados, iría acompañada también de una estructura organizativa de factores de
producción materiales y humanos, determinante de la existencia de un conjunto de elementos corporales e
incorporales que, formando parte del patrimonio empresarial de la sociedad transmitente, sería susceptible
de constituir una unidad económica autónoma capaz de desarrollar la actividad empresarial de
arrendamiento de inmuebles por sus propios medios.

Por tanto, siendo así las cosas, podrá concluirse que los inmuebles objeto de consulta se acompañarán
de las respectivas estructuras organizativas mínimas necesarias para poder considerar que lo que se
entrega son sendas unidades económicas autónomas capaz de desarrollar una actividad empresarial por
sus propios medios. Lo que conllevará que las transmisiones de bienes proyectadas, a realizar por las
entidades AT e IBX, no se encuentren sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido, por aplicación de lo
dispuesto en el artículo 7.1 de la NFIVA.

Ahora bien, si tras el análisis global de las circunstancias concurrentes en el supuesto planteado, se
concluyera que alguna de las operaciones planteadas no es sino una mera cesión de bienes aislados, la
operación quedaría sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido. Todo ello, lógicamente, sin perjuicio de la
eventual aplicación a esta entrega de la exención regulada en los apartados 20º y 22º del artículo 20.Uno
de la NFIVA; de la posibilidad, en su caso, de renunciar a la misma, conforme a lo dispuesto en el apartado
Dos de este artículo 20 de la NFIVA y de la regularización de las deducciones que proceda practicar en el
caso de que la entrega se encuentre sujeta.

En todo caso, la consideración de los patrimonios inmobiliarios objeto de segregación como unidades
económicas autónomas en los términos señalados es una cuestión de hecho cuya concreción corresponderá
efectuar a los órganos tributarios de inspección o gestión, a la vista de las circunstancias concurrentes en el
caso.

6 y 7) En lo que hace referencia al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos


Documentados, el artículo 1 de la Norma Foral 1/2011, de 24 de marzo, del Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (NFITPAJD), señala que: "1. El Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados es un tributo de naturaleza indirecta que, en
los términos establecidos en los artículos siguientes, gravará: 1.º Las transmisiones patrimoniales
onerosas. 2.º Las operaciones societarias. 3.º Los actos jurídicos documentados. 2. En ningún caso un
mismo acto podrá ser liquidado por el concepto de transmisiones patrimoniales onerosas y por el de
operaciones societarias. Cuando pudiera proceder la liquidación del Impuesto correspondiente a un mismo
acto por ambos conceptos, prevalecerá el gravamen por la modalidad de operaciones societarias, salvo
disposición expresa en contrario. (...)".

Por su parte, el artículo 9 de la misma NFITPAJD, donde se prevé que: "1. Son transmisiones
patrimoniales sujetas: a) Las transmisiones onerosas por actos «inter vivos» de toda clase de bienes y
derechos que integran el patrimonio de las personas físicas o jurídicas. (...) 2. Se considerarán
transmisiones patrimoniales a efectos de liquidación y pago del Impuesto: a) Las adjudicaciones en pago y
para pago de deudas, así como las adjudicaciones expresas en pago de asunción de deudas. Los
adjudicatarios para pago de deudas que acrediten haber transmitido al acreedor en solvencia de su crédito,
dentro del plazo de dos años, los mismos bienes o derechos que les fueron adjudicados y los que
justifiquen haberlos transmitido a un tercero para este objeto, dentro del mismo plazo, podrán exigir la
devolución del Impuesto satisfecho por tales adjudicaciones. (...) 5. No estarán sujetas al concepto de
transmisiones patrimoniales onerosas, regulado en el presente Título, las operaciones enumeradas
anteriormente cuando sean realizadas por empresarios o profesionales en el ejercicio de su actividad
empresarial o profesional y, en cualquier caso, cuando constituyan entregas de bienes o prestaciones de
servicios sujetas al Impuesto sobre el Valor Añadido. No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior,
quedarán sujetas a dicho concepto impositivo: a) Las entregas o arrendamientos de bienes inmuebles, así
como la constitución y transmisión de derechos reales de uso y disfrute que recaigan sobre los mismos,
cuando gocen de exención en el Impuesto sobre el Valor Añadido. b) Las entregas de aquellos inmuebles
que estén incluidos en la transmisión de un conjunto de elementos corporales y, en su caso, incorporales
que, formando parte del patrimonio empresarial o profesional del sujeto pasivo, constituyan una unidad
económica autónoma capaz de desarrollar una actividad empresarial o profesional por sus propios medios,
cuando por las circunstancias concurrentes la transmisión de este patrimonio no quede sujeta al Impuesto
sobre el Valor Añadido. En los supuestos a los que se refiere esta letra, no están sujetas al concepto
transmisiones patrimoniales onerosas, regulado en el presente Título, las entregas de los demás bienes y
derechos distintos de los inmuebles incluidos en dicha transmisión".

A su vez, el artículo 31 de la NFITPAJD, relativo a la modalidad de Operaciones Societarias del Impuesto,


señala que: "(...) 2. No estarán sujetas: 1) Las operaciones de reestructuración. (...)". A lo que el artículo
33 de la misma NFITPAJD añade que: "A los efectos del gravamen sobre operaciones societarias tendrán la
consideración de operaciones de reestructuración las operaciones de fusión, escisión, aportación de activos
y canje de valores las definidas en los apartados 1, 2, 3 y 5 del artículo 101 de la Norma Foral del Impuesto
sobre Sociedades, así como las aportaciones no dinerarias a que se refiere el artículo 111 de la citada
Norma Foral".

Asimismo, el artículo 44 de la NFITPAJD determina que: "1. Las primeras copias de escrituras y actas
notariales, tributarán, además, al tipo de gravamen del 0,50 por 100, en cuanto a tales actos o contratos,
siempre que cumplan las siguientes condiciones: a) Tengan por objeto cantidad o cosa valuable. b)
Contengan actos o contratos inscribibles en los Registros de la Propiedad, en los Registros Mercantiles, en
los Registros de Cooperativas dependientes de las Administraciones Públicas correspondientes y en los
Registros de Bienes Muebles. c) No estén sujetos al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones o a los
conceptos de transmisiones patrimoniales onerosas o de operaciones societarias del Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, en los términos establecidos en esta Norma
Foral. 2. Por el tipo de gravamen consignado en el apartado 1 de este artículo tributarán las copias de las
actas de protesto. 3. En lo que se refiere al requisito regulado en la letra b) del apartado 1 de este artículo,
se entenderá cumplido éste siempre que exista la mera posibilidad de acceso a los Registros Públicos
referidos, con independencia de que se inscriba o no el acto o negocio jurídico sujeto a gravamen".

Finalmente, se hace preciso citar el artículo 58 de la NFITPAJD, donde se recoge que: "Estarán exentas
del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados las siguientes
operaciones: (...) 10. Las operaciones societarias a que se refieren los números 1º, 2º, 3º y 5º del
apartado 2 del artículo 31 y el apartado 2 del artículo 32 de la presente Norma Foral, en cuanto al
gravamen por las modalidades de transmisiones patrimoniales onerosas y actos jurídicos documentados.
(...)".

De todo lo anterior se deduce que siempre y cuando las segregaciones de inmuebles planteadas
cumplan los requisitos para tener la consideración de aportación de rama de actividad, o bien de aportación
no dineraria, según lo establecido en los artículos 101.3 y 111 de la NFIS, respectivamente, la ampliación
de capital que lleve a cabo la entidad adquirente (IAR) como consecuencia de las mismas no estará sujeta
a la modalidad de Operaciones Societarias del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos
Jurídicos Documentados, lo cual podría ocasionar su sujeción a la modalidad de Transmisiones
Patrimoniales Onerosas o a la cuota gradual de Actos Jurídicos Documentados. No obstante, para que esto
no suceda, la no sujeción a la modalidad de operaciones societarias de las operaciones de reestructuración
se complementa con la exención de las mismas de las otras dos modalidades del Impuesto, de acuerdo con
lo establecido en el artículo 58.10 de la NFITPAJD.

En consecuencia, con los preceptos transcritos, y partiendo de que concurren los requisitos establecidos
para que las transmisiones proyectadas por las entidades AT e IBX resulten no sujetas al Impuesto sobre el
Valor Añadido conforme a lo expuesto en el punto anterior de esta respuesta (lo cual se afirma en el escrito
de consulta), cabe concluir que:

1º Las operaciones de segregación planteadas no estarán sujetas al concepto de Operaciones Societarias


del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas y Actos Jurídicos Documentados, por tratarse de
operaciones de reestructuración.

2º La generalidad de transmisión de los bienes, derechos y obligaciones, salvo los inmuebles, que
conformen las unidades económicas autónomas, de acuerdo con la NFIVA, entregadas a la entidad
beneficiaria de la segregación, no estarán sujeta a la modalidad de Transmisiones Patrimoniales Onerosas
(TPO) del Impuesto.

Por su parte estarán sujetas a la modalidad de TPO: 1) las transmisiones de bienes inmuebles, conforme
con el artículo 9.5, letra b) de la NFITPAJD, o , 2) el conjunto de bienes, si fuera el caso que finalmente no
existiera unidad económica autónoma, pero ambos números resultarían exentos de la citada modalidad de
TPO, según lo indicado en el artículo 58.10 de la NFITPAJD.
3º La transmisión de los bienes, derechos y obligaciones citados en el punto anterior que no se sujete a
la modalidad de Transmisiones Patrimoniales Onerosas (es decir, la entrega de los bienes, derechos y
obligaciones distintos de los inmuebles), estará sujeta y exenta de la cuota gradual correspondiente a los
documentos notariales en la modalidad de Actos Jurídicos Documentados, en virtud de lo previsto en el
artículo 58.10 de la NFITPAJD, anteriormente transcrito.

En cuanto a la tributación en el ITPAJD de la operación de segregación por la que la entidad beneficiaria


IAR adquirirá el patrimonio inmobiliario transmitido por la entidad CT, dependerá de la sujeción o no de la
misma al Impuesto sobre el Valor Añadido, cuestión ésta que no es objeto de análisis en la presente
consulta.
Normativa Arts. 101.3, 108.3, 111, 114 y disposición adicional décima de la Norma Foral
11/2013, de 5 de diciembre.
Art. 7.1 de la Norma Foral 7/1994, de 9 de noviembre.
Arts. 9, 31, 33, 43, 44 y 58.10 de la Norma Foral 1/2011, de 24 de marzo.

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