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Renovación.

José Luis Romero, es una figura que proviene de principios de siglo, nace hacia 1909, por lo
tanto generacionalmente en este proceso es uno de “los mayores”.

Es una figura muy vinculada al campo liberal, al igual que su hermano Francisco Romero
que es un filósofo muy importante en todo este período… Mayor que J.L. Romero, y
participó en todo un ambiente de sociabilidad cultural que quizás en otro caso no se hubiera
dado.

Se recibe de maestro en primera instancia y después hacia 1938 se doctora como


historiador en la UNLP. Sus temas de abordaje tienen que ver con historia antigua y
medieval, particularmente. Por otro lado, todo lo que es la mentalidad burguesa en todo el
período que comprende la transición de la edad media a la moderna.

Estos temas de alguna forma lo distingue como tradición en gran parte pensando en la
coyuntura, entendiendo a la Nueva Escuela Histórica como la historiografía dominante en la
universidad y en la cual él se formó.

Romero llega a ser profesor de historia y geografía en la UNLP, y en el 43 es cesanteado y


se va del país, sigue su formación como historiador en la Universidad de Montevideo. Allí
instaura varias empresas culturales: todo lo que tenía que ver con la producción
historiográfica no académica, obras de teatro, radio, toda una serie de usos de la historia en
la búsqueda de un vínculo con la sociedad que le da una característica muy pintoresco y
particular. Por otro lado hay también una dimensión militante, él es miembro del partido
socialista y en 1946 escribe “Ideas políticas en Argentina”, que es un libro de análisis
político de argentina que fue ampliado desde los años 40’ hasta los años 70’.

Esa doble dimensión entre militante e historiador lo ubica en un lugar particular en el ámbito
académico… Ya que es muy reconocido intelectualmente, con lo cual, la empresa Imago
Mundi, si bien Romero no había tenido una participación fluida en el ámbito universitario, fue
muy reconocido intelectualmente. Tiene efectos muy importantes su desarrollo como
historiador y militante: tal es así que Braudel cuando viene a Argentina hacia fines de la
década del 40’ lo toma a él como su anfitrión y a partir de ahí comienza a formarse una
relación importante que va a derivar en que después del 55’ cuando miembros de la revista
Imago Mundi comiencen a ocupar lugares en la universidad post-peronista.

Entonces, en el ámbito historiográfico, fue muy importante la formación de historiadores que


después van a ser parte de la renovación historiográfica -como Jacinto O’donell por
ejemplo- es decir, fue armando en base a las diferentes actividades, seminarios, cursos, y
demás fue armando grupos con una concepción historiográfica particular que en toda esa
trayectoria se separó mucho de la tradición de la Nueva Escuela Histórica, esto se explica
por el ámbito externo a la universidad, la figura de su hermano es muy importante, ese
vínculo con las humanidades de forma mucho más amplia. Ha sido un director muy
importante de la revista Occidente que es una revista de los años 20’ publicada por Ernesto
Croche que propone una discusión de la cultura amplia: literatura, historia, filosofía y el
mundo europeo fundamentalmente, y fue un medio por el cual Romero comenzó a tener
contacto con la sociología alemana, la francesa, es decir, con distintas fuentes de
inspiración o de ideas que no formaban parte del círculo académico de la universidad.

En cierta forma hay que explicar la singularidad de su figura, porque desde el propio campo
académico o disciplinario no se explica su alcance o trascendencia.
Por lo tanto, Imago Mundi, tiene en gran parte esta concepción de la revista de Occidente,
en el diseño es: Imago Mundi, Revista Cultural. Por lo tanto aquí hace una propuesta que
intenta ser amplia en relación a la difusión de producciones que muestran la filosofía, el
arte, las letras, la historia, etc. Y, por el otro lado, es un modelo comercial porque es un
revista que se sustenta en gran medida con publicidad: por ejemplo por los zapatos Grimoldi
(amigo de Romero, incluso cedió parte de sus instalaciones para que funcione parte de la
administración de la revista) tuvimos el primer número de la revista. En gran medida se
sustenta con publicidades, es un modelo que imita el formato de la Revista Sur. La
heterogeneidad de los artículos es significativa, lo importante es reunir ahí a un grupo de
investigadores e intelectuales que comiencen a generar respuestas interpretativas en
distintas áreas del saber, pero fundamentalmente el área más importante es la sección de
las recepciones, donde se hacía visible o se difundían las producciones de autores
extranjeros (europeos, americanos, latinoamericanos, etc) que serían novedosos para esa
conformación de las nuevas humanidades y un poco ahí está lo que plantea Terán de tener
una “universidad alternativa”.

Es decir, frente a la universidad nacional de Buenos Aires que es un poco el frente al cual
Imago Mundi se posiciona, no a la universidad en sí sino frente a su revista que estaba
dirigida por el padre Benitez, donde en gran parte hemos tenido esa revista era
prácticamente medievalista. Entonces frente a esta revista Imago Mundi se propone como
una alternativa. La revista de la universidad es humanista, usada por una dimensión
religiosa fundamentalmente, Imago Mundi también se definía como humanista pero como
un “humanismo no oficial, laico”. Imago Mundi como alternativa de cara al futuro.

Lo otro es la revista en el contexto del peronismo. ¿La revista explícitamente es crítica con
el peronismo o usaba una serie de argumentos elípticos para poder construir un mensaje
antiperonista? Entonces ahí hay un planteo para reflexionar, ahí hay una serie de
menciones en Teran a algunos artículos que hablan de despotismo, autoritarismo, fascismo,
que son referencias que están encubiertas en distintas problemáticas en temas vinculados
con Roma y “el César” pero como estrategia en sí la revista no se presentó discursivamente
frente al peronismo, lo cual también funcionaba como estrategia para subsistir el contexto
de censura peronista. La percepción de los autores del momento es muy ambigua respecto
a la relación de censura que hay del peronismo y este campo cultural que se manifiesta en
contra.

La importancia para pensar la continuidad de esta revista con la renovación historiográfica


es el salto que se da posteriormente al 55’ que es el tema de la universidad. ¿Qué pasa con
la universidad? Aquí hay un par de textos que podemos poner en juego para aproximarnos
a algunas interpretaciones acerca de lo que estaba pasando en la universidad en aquél
momento: Neiburg (los intelectuales y la invención del peronismo) sobre la desperonización
y la innovación de la universidad; el otro texto que puede utilizarse para pensar esto es la
fuente de Halperin Donghi sobre “la historiografía en la hora de la libertad.” Un texto que fue
publicado en la revista Sur, la número 232, el número que sale inmediatamente después de
la caída de Perón. Son temas que tienen una impronta de “dejar lo que fue atrás” y pensar
un escenario de cambios y resurgimientos. En general, la revista y los artículos que allí
contiene, a la hora de celebrar la caída el peronismo, ven en él la causa directa del presente
y frente a esa mirada, el artículo de Halperin desentona… porque hace un balance de la
historiografía argentina, el cual termina diciendo que el estado de la historiografía argentina
era lamentable, pensando en ese momento a la NEH y el revisionismo histórico, pero
fundamentalmente de la primera, y lo que dice es que no es culpa de la universidad del
peronismo, sino que es algo que proviene de larga data, lo que se le puede achacar al
peronismo es no haber resuelto esto, pero no es algo que se pueda explicar por el
peronismo.
Esta es una idea que desentona en gran medida con lo que se decía en la revista, por otro
lado el futuro de esa historiografía no va a depender en gran parte de la universidad sino
con aquellos que se comprometan con el campo en forma consciente y reflexiva, es decir
que en gran parte tira abajo la idea de que la libertadora y la nueva universidad va a
transformar el panorama historiográfico. La posibilidad de cambio es responsabilidad de lo
que hagan los miembros del campo para cambiarlo.

Desde ese punto hay una serie de propuestas sobre las cuales la historiografía debería
trabajar, por lo menos en tres ejes: la historiografía argentina debe permanecer viva cerca
de los problemas vivos de nuestro tiempo (lo que no significa que deba transformar las
luchas del pasado en una alegoría del presente, es decir, no es revisionismo), debe sí
alcanzar esa forma de actualidad que es propia de la historia y que ha sido la grandeza de
las obras históricas de Mitre y que librarán a nuestros historiadores de la tentación de
acomodar su labor dentro del esquema que han perdido varias veces, entonces
fundamentalmente actualizar los temas de la historiografía al presente; por otro lado, la
investigación histórica debe apoyarse en una cultura histórica más sólida y moderna, es
intolerable que en los debates en los que se decide la suerte de su disciplina los
historiadores argentinos suelen ni siquiera tener conocimiento del estado de la disciplina, a
través de la evolución actual de la ciencia histórica podrán nuestros estudiosos captar, si es
que tienen el marco adecuado para ello, la presencia viva de en nuestra época, la cultura
científica o académica es menos cerrada si se apega a los problemas actuales, hay una
disciplina aparentemente tan árida y abstracta como la historia de precios, llevan en su
desarrollo la huella por ejemplo de las obras del socialismo en el siglo XIX y la crisis del 29,
es decir, lo otro es incorporar o armar esas investigaciones a partir de un apoyo a esa
cultura histórica, que estaría dentro de lo que Imago Mundi estaría proponiendo -Romero
tiene una especie de artículo inicial, un numero uno digamos, donde intenta dar cuenta de
qué consiste esa historia que propone, allí existe una idea donde la duración entre el hecho
y la potencia de ese hecho, es decir la representación de ese hecho, se expresa en
manifestaciones culturales… con lo cual, hay una idea ahí que Halperín va a continuar
respecto a la erudicion: no es una historia anti-fáctica lo que están proponiendo, la erudición
y el hecho son fundamentales, el tema es que para Romero lo que tiene elemental
importancia es lo que ese hecho representa en términos de expresión cultural que ese
hecho actúa en la relación entre el pasado y presente, en su potencia… Y por otro lado, que
es la otra crítica que está presente en su obra, si la Nueva Escuela Histórica -que no está
dicho así de manera explícita- presuponen la idea de la erudición que sería la piedra basal
de la historiografía tradicional/política, que no hay que desecharla pero no es la erudición
que se necesita, se necesita una erudición guiada por ciertos temas o problemas que
conduzcan la misma, dice puntualmente: “es necesario decir que el correctivo contra una
erudición que no sabe qué se propone, no es la falta de toda erudición, sino una
investigación que ella sí sabe que busca”. Es decir, una erudición por sí misma no es lo que
hay que buscar, sino una erudición en base a una búsqueda a partir de una investigación
guiada. “Nos parecerá que la historiografía argentina no ha pecado por exceso de erudición
sino por defecto de eurdición (...), pero no, el juicio sobre la pasada labor erudita debe ser
aún más duro: no es verdad que haya juntado material de lo que toque ahora hacer, como
se dice, la síntesis sino que ha reunido indiscriminadamente material útil e inservible y toca
a los historiadores de hoy, enmendar, completar y desde luego comenzar de nuevo su
trabajo”.

En gran medida la crítica que hace el autor se asocia a la NEH que se ocupó de armar el
AGN (Archivo General de la Nación) es decir, recuperar toda aquella documentación
vinculada a la historia de la nación, y la crítica está vinculada a los límites de ese trabajo
erudito: si yo hago una pregunta distinta toda esa documentación no sirve, entonces la
erudición que llevó a la recolección de esas fuentes documentales son un límite para pensar
otros problemas, por lo tanto hay que reiniciar y construir una erudición en base a los temas
y problemas. Este planteo marca los límites de esas formas tradicionales de abordar
historiográficamente y además marca el surgimiento de otros temas que van a generar
nuevas tradiciones que ya no se enrolan en esa visión de la investigación histórica.

Este es un texto de 1955. Ustedes en relación al material, tienen dos textos: uno de
Halperín, de 25 años de historiografía argentina, del período que va del 55 al 85; y tenemos
el prólogo y la introducción de “Argentina, sociedad de masas”. Halperín es uno de los
pocos que ha intentado construir un relato sobre lo que pasó en la historiografía en ese
período, por eso en gran medida se constituye como una fuente ineludible. (El prólogo es de
Torcuato Di Tella y la introducción de Halperín).

Después tenemos una selección del anuario nro 7 de 1964, de acá de Rosario… Allí
encontramos un conjunto de fuentes donde uno de los problemas que se pueden pensar a
la hora de preparar un tema para rendir es pensando en los contextos como es la
enunciación de Halperín aquí del pasado y de cara al futuro y ver los logros o no de esas
premoniciones de la historiografía. Es decir, tenemos un momento, un diagnóstico y
tenemos después obras sobre las cuales podemos evaluar si lo que estaba pensando
Halperín ahí como una alternativa historiográfica se operó o no o cómo operó, para ir
evaluando los efectos que va a tener.

El período que nosotros vamos a bordar de la renovación es el período que va del 55 al 85.
El corte es bien político, es decir, vamos de la caída del peronismo a la noche de los
bastones largos… Como dos momentos que transforman la universidad y el ámbito
académico en general.

En relación a lo que está ocurriendo hacia fines de la década del 50 el tema de la


universidad, el texto de Niesburg nos permite entender qué es lo que está ocurriendo.

Es interesante por un lado por el tipo de fuente que utiliza que son los legajos de los
concursos que se realiza desde fines del 55 al 59. Es decir, todo el proceso de convocatoria
y demás. Y por otro lado, otra cosa que revela a partir de los concursos son dos visiones
que comienzan a generar cierta tensión amigable o no, entre el tipo de intelectual o figura
de saber que representa aquellos que provienen de las humanidades, fundamentalmente
los historiadores, y la de las ciencias sociales, las nuevas disciplinas que empiezan a
aparecer como la sociología, la psicología y la antropología que en esta reforma
universitaria que se inicia en el 55 son carreras que se crean allí, es decir, uno de los
impactos que tiene en la transformación del campo del saber de las humanidades, es la
incorporación de estas carreras que actualizan en gran parte las problemáticas que estas
disciplinas estaban planteando conforme a la modificación de la mirada mundial,
fundamentalmente la sociología como una de las disciplinas hegemónicas a partir del
problema de la modernización e incorpora al debate investigaciones nuevas a las ciencias
sociales.

En el ámbito de la universidad quedan configuradas dos posturas: la de los restauradores y


la de los renovadores. Pensando que a la reforma universitaria del 18, hay que tomarla
después del 55 para transformar esa universidad peronista o están aquellos que piensan
que hay que hacer otra cosa, totalmente nueva.

Se a ver en allí una serie de puertas qué implica un debate por el futuro de la universidad y
que generaron muchas tensiones. La importancia de Romero en este contexto se da por ser
una figura muy reconocida por su protagonismo en Imago Mundi, era una figura muy
reconocida en el mundo estudiantil. Es una persona muy convocada para oficiar de Jurado
en la exposición de ensayos y escritos del estilo, eso es muy fuerte porque estamos
hablando de la universidad de la libertadora que toma el sistema universitario al menos un
mes hasta que se nombra a los gobiernos interventores de las universidades, se propone
una terna posible entre las cuales está Romero, Vicente Fattore y Jose Babini, historiador
sociólogo e historiador de la ciencia respectivamente, los tres eran miembros de la editorial
imago mundi lo que coloca a esta editorial como un faro posible de los futuros dirigentes de
la universidad. Finalmente Romero es nombrado interventor por muy poco tiempo, porque
hay otros conflictos propios de la libertadora a nivel interno, entre liberales conservadores,
la iglesia, incluso algunos sectores de la izquierda, todo ese frente se va fragmentando y
comienza a ver una serie de cambios y pre posicionamientos en relación a la libertadora al
peronismo y al gobierno de las instituciones.

De todos modos este proceso significó un trampolín de imago mundi a la universidad y le


permitió a Romero particularmente construir espacios propios dentro de la universidad
particularmente dentro de la facultad de filosofía y letras. Hay que pensarlo a esto en
términos estratégicos, es decir, la historiografía dominante es la nueva escuela histórica,
Quién ha logrado su posicionamiento a nivel institucional en los años 20 hasta los años 70 y
80 con distintos altibajos pero ha dominado el campo historiográfico.

Entonces las estrategias de este nuevo elenco para entrar en términos institucionales es
crear espacios propios, particularmente se van construyendo dentro de tres espacios en
particular Buenos Aires, La Plata, para la cual tenemos un texto de Halperin que si bien
habla en términos generales en donde toma también la experiencia de Buenos Aires toma la
experiencia de La Plata; y Rosario, para este último particularmente tenemos un texto de
Hourcade, hay que pensar que de acuerdo a cómo se da la tradición posicionada en
términos institucionales, se da la posibilidad de entrada de ciertos miembros del grupo
renovador y se van a dar distintos sucesos.

Halperin en el 57 post-libertadora es nombrado decano en la facultad de filosofia y letras de


Rosario. Al igual qué Romero no dura mucho, esto habla de otras fragilidades hay que
pensar que estos dirigentes del campo universitario tienen un promedio de 30 años de
edad, es decir, son jóvenes lo cual habla de la ausencia de relevo de generaciones
posteriores de ocupar estos espacios. La tradición universitario del ámbito académico
marcaba que los puestos de la dirigencia Universitaria eran practicados por personas
prestigiosas dentro del campo y con un recorrido en portante, eso desapareció ya hace
algunos años fruto de la política partidaria que estuvo mucho más activa en toda la
dirigencia de la universidad, estos nuevos miembros tenían una trayectoria mucho menor y
significó una ruptura dentro de las tradiciones académicas y a sus gobiernos es toda una
novedad.

En este recambio de autoridades se abre la posibilidad de un cambio también en las


corrientes historiográficas, que no tiene en principio espacio posible dada la hegemonía de
la nueva escuela histórica, ese espacio se tienen que construir. Aquí encuentra la primer
gran diferencia entre caso de Buenos Aires y el de Rosario, en el caso de Buenos Aires a
partir de la gestión de Romero van a poder ubicar a este grupo renovador o poder gestionar
investigaciones o producciones renovadoras en el contexto de una universidad en dónde la
historia es tradicional, aunque no pudo ocupar las historias argentinas ni las americanas ni
las europeas sino que tuvo que crear sus propias cátedras, entonces a partir de una reforma
de plan de estudios que se hacen 1957 se crea la historia social general y es promovido o
motivado por esta renovación disciplinar con Gino Germani qué es la otra pata de este
proceso de renovación a partir de la creación de la carrera de sociología se crea la historia
social Argentina.

El texto de Hourcade forma parte de un conjunto de producciones historiográficas (que


compilan Devoto y Pagano) sobre la renovación que se construyen a partir de 1985 en
adelante y que nacen a partir del relato de Halperin de un cuarto de siglo de la historiografía
argentina. Con esto lo que quiero decir es que la existencia del grupo renovador o la
renovación en general es un relato construido en ese artículo, por lo tanto estamos
entrampados en el relato de nuestra propia tradición, tenemos que tratar de analizar o al
menos distanciarlo en función de construir una mirada crítica. Por supuesto que, cuando
veamos el texto de Romero que se escribe en los años 90’, y la visión que construye él de
ese pasado es quizás distinta de la visión de Halperin.

La visión que tiene Hourcade, más allá que su investigación se apoya por lo menos en tres
menciones de la experiencia renovadora en Rosario que hace Halperin en su texto, también
construye una visión distinta de lo que menciona Halperín. Fundamentalmente esa función
distinta en función de las expectativas de la renovación historiográfica en el contexto en el
que surge y las proyecciones que esa renovación tuvo en función de ese contexto. En esos
sentidos finales, en donde se juega el valor o no de esa historiografía en la tradición, uno
puede entrever algunas diferencias.

Hay una diferencia discursiva por un lado, que es interesante y engañosa al mismo tiempo,
fundamentalmente la de halperín. Este autor había dispuesto en el balance final de lo que
fue la renovación de la historiografía Argentina qué en general es un fracaso. Como hemos
visto a lo largo de los artículos que escribió Halperín Donghi ninguna de las corrientes
argentinas de la historiografía ha superado a Mitre. Este planteó es parte de la construcción
de sentido historiográfico, uno puede estar de acuerdo o no, es su forma de plantearlo, Y
eso condiciona la valoración sobre los factores. Los primeros párrafos del artículo son muy
importantes porque así aparece la cuestión del sentido histórico, la cuestión de la
articulación del pasado con el presente y el futuro y además esta idea de que las ideas
valga la redundancia viajan sin contexto, una especie de señalamiento de lo peligroso Qué
es basarse en historiografía cursos temas o problemas han sido construido en su respectivo
momento o contexto de producción, trasladar es historiografía a otros ámbitos temporales
exige una ecuación de esos temas al contexto en el cual se encuentra al momento de la
producción.

En relación a esto último es una de las conclusiones generales que podemos sacar de las
fuentes del período, justamente el protagonismo qué halperín donghi tiene en todo este
proceso, porque lo vamos a ver en todos lados, íbamos a ver haciendo balances y lo vamos
a ver también en artículos de imago mundi, además ocupa cátedras y lugares de gobierno a
nivel institucional dentro de la universidad, por otro lado tiene Argentina sociedad de masas
es decir hace la introducción de un libro de historiadores y sociólogos y por otro lado tiene
esa sección del anuario 7 dónde cuando uno va a ver en contenido de esa selección vamos
a encontrar la importancia que halperín tiene allí en relación al balance de la historia
económica Argentina. Así que es un protagonista directo.

Ahora bien, cuando uno lee el artículo está relatado en tercera persona, y el protagonismo
que él tuvo en el proceso está totalmente desdibujado, la mirada es una mirada de crítico,
pero no es ingenua, es un narrador que participó. Y si esa renovación fracasó, él también
fracasó, por eso la forma de narrar es en tercera persona. Es muy evidente su ausencia y
su auto referencia al mismo tiempo en la narración discursiva.

Ese artículo es parte de una conferencia que se da aquí en Rosario, en el año 1985. Para
este año lo que se organiza la jornada de historia y economía Argentina, la misma de la que
está representada o resumida en el artículo. Se conmemora o se toma la tradición de las
jornadas de historia y economía Argentina a partir de la celebración en el salón de actos de
la facultad de humanidades y artes Rosario. Así se encontraron todos los renovadores que
habían vuelto con la vuelta de la democracia. Además así se edito el anuario 11, otra
cuestión simbólica que está vinculada con ese pasado.

Todos esos gestos celebratorio sin relación a retomar la tradición, comuna añoranza de una
época, como un reencuentro también, muchos de los que participaron en el anuario 7 (en
1964) están presentes aquí.
Lo otro significativo que vincula ese pasado con el presente en el artículo de halperín
donghi, es que ese artículo al estar ubicado en 1985 coincide con el aniversario con la
revista IDES ( instituto de desarrollo económico) que había sido fundada en 1955, una vez
caído el peronismo, y bueno uno puede ver todo un historial allí de política sociológica y
económica vinculadas al desarrollismo en ese momento. Una revista de comenzó a
funcionar como un lugar de visibilidad de las producciones de historiadores, sociólogos,
economistas etcétera. En este sentido el vínculo que hace halperín con Gino Germanis
viabiliza en gran medida toda la producción sociológica en el IDES, en consonancia con el
concepto de modernización de la ciencia, qué significa ni más ni menos este acercamiento
de la historia con las ciencias sociales hegemónicas del momento.

Entonces la presencia de la revista representa una alternativa a todo el proceso político que
va desde 1955 a 1985, porque durante todos los pedidos de Dictadura que hubo en ese
lapso de tiempo, la revista mantuvo un lugar para poder promover producciones e
investigaciones, decir permitir la continuidad en el mundo académico de la investigación a lo
largo de ee tiempo.

El otro instituto, el Instituto torcuato Di Tella, se crea en 1961, que también durante el golpe
de onganía y el golpe que se da de 1976 a 1983 sirvió como lugar donde parte de los
docentes e investigadores de la corriente renovadora pudieron ubicarse y poder continuar
con sus investigaciones, fundamentalmente a partir de un vínculo con el exterior.

En fin, el hecho de que halperín en este contexto de 1985 escriba un artículo de balance de
la historiografía Argentina Cómo conmemoración a los 30 años del instituto de desarrollo
económico es también otro gesto de pensar las continuidades entre pasado y presente.

Entonces está primera marca, y particularmente el congreso de 1985, una reposición de la


tradición. Siendo autorreferencial en nuestra época nosotros éramos especialistas en
fuentes, la ficha de la Ilíada, de tácito, de todos los medievalistas, cuando vino el recambio
que se está señalando se pasó a todo lo contrario. Todo análisis de interpretación,
procesual, contextualista, etc, fuentes muchísimo menos

Para el año 1985/1986 con el empuje de la democracia y demás se retoman ciertos temas y
problemas que venían de larga data. Por eso cuando nos encontramos con las fuentes,
debemos abordar las con la sensación de que estamos siendo engañados porque un relato
está constituido a partir de la propia experiencia, no es una mirada desde el afuera sino todo
lo contrario. Partiendo de este punto podemos encontrarnos con varias cosas que son
interesantes y con una pregunta que se encuentra de fondo que es ni más ni menos ¿Qué
es ser renovador? ¿En qué consiste la renovación? Eso es lo que paradójicamente nunca
queda en claro, en relación a las tradiciones preexistentes y en función de lo que en si se
incorpora a partir de la renovación historiográfica.

Es muy importante tener en cuenta el vínculo que se construye entre Gino Germanis y
Romero, ellos dos son dos gestores institucionales muy importantes en gran parte el
posicionamiento institucional de esta modernización de la historia y de las ciencias sociales
tiene que ver en gran medida con las estrategias que ellos armaron al interior de la
universidad postperonista. Germanis le dio una etiqueta al campo disciplinar de la sociología
como lo es la sociología científica, y eso quedó impregnado en todo este período. A priori
uno puede pensar qué está disciplina sociológica se resuelve plenamente en el campo
universitario, ahora bien visto desde afuera, en el medio de un campo cultural y político muy
conflictivo y muy polémico, la sociología padeció en este pedido a cierto estatus de
cientificidad en la aporía de ciencia e ideología, está sociología o está historiografía
vinculada a lo sociológico estaba emparentada con el imperialismo, particularmente a
Estados Unidos, qué decir todo sea para que sea considerada como una herramienta
imperialista. Vista desde fuera entonces era esta la visión que se tenía, pero internamente la
construcción de estos espacios está promovida por algunas instituciones, en el texto de
Hourcade vamos a encontrar el hecho de cuando el director del Instituto de Investigaciones
Históricas renuncia la dirección a partir de la utilización de financiación de la fundación
rockefeller de investigación de base Santa María, una investigación llevada adelante en
Catamarca en el período del anuario que nosotros tenemos, dónde, y esta es una de las
grandes experiencias que define al grupo renovador, qué está integrado por sociólogos
economistas e historiadores que analizan regionalmente ese espacio social, porque
justamente Aquí hay una primera diferenciación y quizás una modalidad qué podría
contrastarse contra lo que es un historiador en el contexto de la nueva escuela histórica:
trabajo en equipo interdisciplinariedad y la problemática dominada por lo sociológico, dónde
la investigación no es sobre el pasado de la base de Santa María sino a partir del presente
buscando la reconstrucción del pasado. Hay una perspectiva no genética y no te
retrospectiva del Análisis histórico. No es en función de un interés propio del período
histórico para ver qué pasó sino en función de los rasgos que en ese presente manifiesta
ese pasado, esa forma de articular presente pasado y futuro en función del trabajo
interdisciplinario marca una diferencia.

Otra cuestión que marca la diferencia el procesamiento de datos, tiene sentido lo que
plantea Halperin en relación a la historia de precios, y cuando menciona ciertas cosas
vinculadas a la historia económica, también es parte de una novedad, porque tiene relación
con la historia cuantitativa o el análisis seriado que es parte de los criterios científicos del
abordaje del pasado y que tiene una relación con la sociología.

Hay una anécdota interesante de que Chiaramonte Qué es parte de este grupo, estudio en
Rosario filosofía Sí trabajo en el centro de estudio social, un centro que crea Romero en
Buenos Aires, allí con Germani crean dos centros de investigación, uno de ellos de la
movilidad social en Argentina y el otro sobre la ilustración en el Río de La Plata, esas
investigaciones están financiadas por la escuela de analles, por la fundación Marc Bloch y
Paris 7, Dónde está la escuela de altos estudios, lo cual genera un vínculo así de recursos y
de reconocimiento.

En el marco de ese centro Romero cría una serie posgrado, que lo viene a dar Ruggiero
Romano, historiador representante de Braudel en Italia. Chiaramonte obtiene una beca para
este curso, y antes de comenzarlo publica La Ilustración en el Rio de La Plata, un libro de
filosofía. A partir de ese posgrado él va a escribir un nuevo libro que se llama el liberalismo
y nacionalismo, entonces un poco la anécdota del es que él como filósofo en el ámbito
historiográfico no era reconocido, pero a partir de aquel posgrado y empezó a incluir análisis
cuantitativos y escribió un libro con esos recursos metodológicos, cuándo volvió a Rosario lo
empezaron a considerar como historiador. Estos elementos que nutren Estancia pueden ser
insignificantes, aquí se convierten en clave como proceso de diferenciación de cómo
concebir la historia y cómo investigar o analizar ese proceso.

Entonces esa dimensión institucional y ese proceso de formación, genera por un lado un
vínculo con el campo académico más amplio, proyectos de investigación con participación
interdisciplinaria y se consolida institucionalmente una producción historiográfica qué se va
dando en esos espacios. Estos espacios que uno los puede ver limitados es lo que lleva a
decir a Halperin qué la renovación es marginal, Cuando hable de marginalidad está
pensando fundamentalmente de Buenos Aires. Sí lo pensamos en nivel general, las
universidades de ese momento nacionales son las litoral Buenos Aires Córdoba Mendoza y
la plata, esas son las 5 universidades nacionales para el momento, después de los 70 se
comienza a ampliar el panorama. En ese escenario la renovación tiene 3 espacios en la
Facultad de filosofía y letras, la cátedra de estudio de centros sociales y la escuela de
historia en Rosario, Garzon Maceda en Córdoba y poco más en la experiencia nacional
vinculado a lado de la cuestión institucional.
La experiencia renovadora en Rosario es bastante mayor que en el resto de los casos, en
relación a la ocupación de lugares y en relación a la realización de proyectos. Está el caso
de las jornadas de historia y economía Argentina qué se dan en las fuentes del anuario se
realizan acá en conjunto con el IDES de Buenos Aires. Rosario en un espacio muy
nominado por la corriente renovadora porque gran parte del elenco que ocupan las cátedras
son parte de esta corriente.

Hay dos procesos diferenciadores en este sentido uno es la ausencia de una tradición
historiográfica acá en Rosario, porque al crearse la carrera 1951 se encuentran en el área
algunos historiadores de la Universidad del litoral y es donde inicia Hourcade el anuario,
pero (...). La problemática de la cuestión del régimen de la tierra, un tema central para el
acercamiento entre historiadores y sociólogos.

En la introducción del texto de Halperín Donghi relativiza en principio de la existencia de un


grupo, porque cuando empieza hablar y diferenciarse el marxismo y el revisionismo entre
otras conclusiones, dice textualmente qué " más de uno de estos artículos no fueron
pensados para este libro", lo que quiere decir es básicamente que no se puede pensar en el
libro como parte de un proyecto integral de un grupo que intenta afianzar una interpretación
del pasado.

El contenido de los textos pretende dar una explicación genérica de alguna forma a una
serie de problemas que aparecen en ese momento respecto a la clase dirigente, la clase
obrera moderna, el tema de la industrialización, etc qué dan cuenta de una manera a la
formación de la Argentina moderna, pero no en sí, sino en base a las problemática
contextuales, ahí está presente la cuestión retrospectiva y de la actualización.
Investigaciones donde la historia se plantee problemas desde el presente.

Lo interesante es que el peronismo no aparece en un tema como el transito de la sociedad


tradicional a la sociedad moderna en los trabajos historiográficos, al menos no aparece
explicitado y si aparece, aparece como parte de un problema mayor. En el análisis
sociológico del libro aparece explicitado, a través del planteo de Gino Germanis cuándo
intenta explicar el pasaje de la sociedad traicionera sociedad moderna que ahí está ubicado
el peronismo como motor del desarrollo o de la transformación de la clase obrera traicional
a una clase obrera moderna, pero del lado de los historiadores llegan hasta 1930… es para
preguntarse: ¿está muy presente el prejuicio de la historia reciente? Hay que tener en
cuenta que hacer historia del presente o hacer historia del pasado reciente para el momento
no estaba dentro de los cánones de la historia académica en general, tomando como
referencia a Annales por ejemplo. El periodo más reciente tiene que ver con la sociología,
con la política pero no con la historia. Esto tiene que ver con climas de época, por supuesto
que hoy por la cuestión de la memoria y la historia presente esto que se plantea parece
ridículo.

Otro problema que se juega aquí es la despolitización del proceso y los personajes.
Generalmente en los exámenes, Cuándo se aborda el problema de los renovadores, se lo
ubica en una historia natural digamos, científica, búsqueda de la verdad, Incluso
enfrentando al revisionismo y a la NEH… Los renovadores "plantean los temas como los
tienen que plantear", y falta la contextualización de las problemáticas.

Este punto ha llevado a la constitución de algunos análisis, de Miguez por ejemplo, sobre la
renovación y la vinculación que él hace analíticamente e interpretativamente con el
desarrollismo, particularmente con el trabajo de Argentina, sociedad de masas.

La otra pregunta es ¿Cómo interactúa una historiografía dónde por fuera hay un espacio
público altamente debatido? Abelardo Ramos, Milciades Peña, Jauretche, toda la nueva
izquierda, Gramscianos, etc, Yo atiendo muy fuertemente la cuestión del imperialismo de la
clase obrera, etc, y en ese contexto aparece este tipo de producción ¿Como podemos
pensar la historiografía en ese contexto? Esto construye un límite en relación al público y al
debate público, relaciona la discusión que puede llegar a tener esa historiografía y la
atención que puede llegar a atrapar en ese contexto. Si vemos la sociabilidad que construye
esta historiografía renovadora está cerrada sobre su propio espacio académico e
institucionales locales e internacionales.

Hay otra cosa para marcar de la renovación historiográfica -entre comillas rupturista- con la
tradición, que Halperin menciona cuando ve el caso de Maceda y Assadourian que es su
discípulo. Lo que él escribe es que el segundo es miembro o parte de la renovación pero es
un joven, formado por la tradición historiográfica de la nueva escuela histórica en Córdoba.
Alli habla de "actualización", que es un planteo que busca encontrarle una solución a la
encerrona en la que por ahí se encuentra la corriente renovadora. Pero… ¿actualizar para
qué? El planteó es producir algo por algo, no producir en sí mismo. Habría que encontrar
una respuesta. Esta es la limitación desactualización que pretende hacer la corriente
renovadora, porque si lo que se pretende es simplemente construir nuevo conocimiento, no
se logra difundir, eso es muy común hoy incluso. Hay una distancia muy grande entre las
producciones que dan cuenta de una relectura, la revisión de un pasado en particular, qué
tiene una circulación ínfima, es una cosa que hay que tener en cuenta. Esa actualización a
la que hace alusión halperín donghi quizás la corriente renovadora lo realiza, porque
actualiza las problemáticas y los balances de la historiografía Argentina cosas que habían
quedado pendientes de la nueva escuela histórica, qué seguían pensando la cuestión de la
historia Argentina la nación Hola nacionalidad, etc, ¿pero la actualización es solo la
actualización de las problemáticas o debería haber algo que vaya más allá, debería haber
otra búsqueda? Acá sobre el final del audio dice algo de Assadourian que no logré entender
del todo.

En el artículo que hace del 85' cuando plantea la cuestión de apertura de la historia con las
ciencia sociales y hace referencia a los miembros de la nueva escuela histórica, plantean
que no es que siguen sentados en la historia política, sino que hay toda una serie de
trabajos que proponen un acercamiento e incorporación de aspectos económicos y sociales
al análisis histórico.

Entonces, quizás la diferencia es con qué disciplina te asocias, qué recursos incorporas,
pero en el esquema general, esto que él recriminaba como una cerrazón a la historia
política en el artículo 85, ya lo ve como más complejo. Con lo cual, relativiza de forma
directa la proposición de que uno hace historia política y el otro hace una historia vinculada
a las ciencias sociales, es decir, marca los límites de la historia renovadora.

Spinelli en este sentido plantea que si bien las investigaciones y los análisis van
incorporando otros registros para dar cuenta o entender problemas, los mismos siguen
siendo políticos, es decir, el eje del problema es político, la cuestión del capitalismo, la
cuestión de la modernización y en función de cómo los actores actúan en función de esos
ejes políticos dominantes. El radicalismo que supuestamente es el partido que tenía que
haber llevado a la modernización de las estructuras políticas en relación a lo económico -en
Argentina, sociedad de masas-, termina haciendo una alianza con los terratenientes porque
son las clases medias y en aquellas zonas o provincias donde la misma depende de
sectores terratenientes, los intereses que predominaron fueron los de éstos últimos. Aquí se
ven claramente los límites, porque los problemas siguieron siendo claramente políticos.

Hay otra cosa que está en juego que es que hay una tradición disciplinar que tensiona la
cuestión de la relación con otros campos de saber, que va en contra de todo planteo de la
realidad determinista o generalizador, esto último es lo que no hace el historiador.
Esto sería para matizar la necesidad de la relación entre Historia y Sociología que se
planteaba en el momento o la gran importancia que se le daba a los estudios
socioeconómicos.

La alianza que hace Romero con Gino Germanis es muy estratégica porque logra
posicionarse desde lo institucional de manera muy firme y genera por un lado una
producción de investigaciones muy grande y por el otro vínculos desde donde se obtienen
recursos y financiamiento, que no es poco. Además de esto, que es un efecto no deseado,
pero fue como se resolvió, es que esos vínculos internacionales, le permitieron frente al
golpe del 66’ seguir trabajando a nivel institucional. Germani estaba en EEUU cuando se dio
el golpe y Romero era decano para el momento.

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